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–– Así es
–– ¡¡¿Y que puedo hacer apóstol?!!
–– Es simple. La Iglesia, desde el punto de vista humano, es imperfecta, pero Dios la está
trabajando constantemente. ¿Haz olvidado lo que le escribí a los efesios? “A fin de presentársela a
sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha” (Ef 5:27). Pronto seremos la Iglesia perfecta, la Asamblea Universal de los
primogénitos que están inscritos en los cielos (Heb 12:23), mientras tanto recuerda que somos
humanos. Entonces te doy un consejo: «NO BUSQUES UNA IGLESIA PERFECTA, BUSCA AL
SEÑOR EN UNA IGLESIA BÍBLICA Y DEJA DE ENCONTRAR TODO MAL, QUIZÁ EL
QUE ESTÁ MAL ERES TÚ».
–– ¡Muy bien Pablo! Leeré más la Biblia, oraré con fervor y me congregaré con ganas. Entiendo
que mientras estemos aquí no habrá una iglesia perfecta porque se compone de hombres
imperfectos. Desecharé lo malo pero no me saldré de la iglesia, haré mi mejor esfuerzo por
perseverar, mejorar, cambiar y dejar de ser un cristiano emocional que vive según sus sentidos no
según la Palabra. ¡Gracias Pablo!