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TU IGLESIA TE NECESITA.

FILIPENSES 1:21=25

21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio


de la obra, no sé entonces qué escoger.

23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho,


teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es
muchísimo mejor;

24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de


vosotros.

25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún


permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y
gozo de la fe”.

¿Qué necesita tu iglesia de ti? En ocasiones no nos


ponemos a pensar cuánto necesita la iglesia de nosotros.
Dios, en su infinita sabiduría, te ha colocado en tu
congregación. Él sabía de tus talentos, de tus capacidades,
sabía todo de ti y en esa sabiduría infinita, Dios te colocó,
pero ¿qué necesita tu iglesia de ti?
Quiero resaltar tres palabras de este pasaje: Beneficio,
nececidad y provecho. Cuando perdemos de vista estas
tres palabras en relación a la iglesia vamos a andar de una
manera muy chueca. Dentro del cuerpo de Cristo, Dios te
ha colocado para suplir una necesidad y para ser de
beneficio y provecho. ¿Eres de beneficio para tu iglesia?
¿Estás supliendo necesidades en tu iglesia? ¿Estás siendo
de provecho en tu iglesia? Cuando tenemos esto mal y lo
aplicamos de manera personal llegamos a la iglesia para
que la iglesia sea un beneficio para nosotros, para que la
iglesia supla nuestras necesidades y para aprovecharnos
de la iglesia.

Gloria a Dios por la iglesia física que tienes, pero tu iglesia


necesita de ti. ¿Qué necesita? Pablo entendía muy bien el
rol y la función que Dios le había dado dentro de la iglesia.

1.TU IGLESIA NECESITA DE TUS ORACIONES


Filipenses 1:3-4 dice: “Doy gracias a mi Dios siempre que
me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones
rogando con gozo por todos vosotros”. ¿Qué necesita tu
iglesia? Tus oraciones, pero no cualquier oración porque
puedes orar mal por tu iglesia. ¿Qué clase de oración? De
gratitud. La iglesia necesita una oración de gratitud, hasta
las cosas malas Dios las usa para bien en nuestra vida, el
problema es tu actitud. ¿Qué actitud tienes? Ora por tu
iglesia dando gracias a Dios por los hermanos. La oración
por los demás cambia nuestro corazón.
¿Cuando tienes que orar por tu iglesia? Siempre. Tu iglesia
tiene necesidades, no podemos dejar de orar por la iglesia.
El diablo quiere destruir, quiere dividir, quiere afectar a la
iglesia, aunque hay una promesa: Las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella, pero hay algo que si le hace
mucho daño a la iglesia.

¿Le das gracias a Dios por los hermanos? ¿Qué dice Pablo?
“Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de
vosotros siempre en todas mis oraciones rogando con gozo
por todos vosotros”. ¿Qué clase de oración necesita la
iglesia? De gratitud, constante, de ruego. Tu iglesia
necesita que ruegues por ella. Las familias tienen
problemas, el pastor tiene problemas. Una vez invitaron a
cenar unos hermanos a su pastor y estában platicando y el
hermano decía: “Tengo un montón de pruebas, luego ya
no sé qué hacer y el pastor le dijo yo también y el
hermnano sorprendido dijo: “¡¿Cómo?! ¿Usted también
tiene problemas pastor?” si dijo el pastor, yo también
tengo problemas, temores, dudas, crisis, tengo situaciones
complejas por eso necesito que estén rogando por mí.

Tu iglesia no necesita tus quejas. Confundimos las cosas.


No llegamos a la iglesia para que nos sean de bendición,
para que nos sirvan, para sacar un provecho. ¡No!
Llegamos para todo lo contrario,llegamos para ser de
beneficio, de provecho, para suplir una necesidad.
Tu iglesia no necesita tu queja, no necesita de tu juicio.
Somos bien buenos para juzgar, pero bien malos para
meter las manos. Hay actividades y dicen algunos: “Hoy
tengo mucho trabajo”. ¿Cuáles son tus prioridades? ¿El
trabajo o la iglesia? Hay conferencias y la hermana dice:
“Hoy tengo vicita ”. “¿Cómo se le ocurrió al pastor en esta
fecha?” Tu iglesia te necesita, no te necesita en tu casa
acostadote, la iglesia no necesita de tu juicio, la iglesia no
necesita de tu apatía, necesita de tu oración.

¿Qué clase de oración necesita la iglesia? Una oración de


gratitud, constante, de ruego. “Doy gracias a mi Dios
siempre que me acuerdo de vosotros siempre en todas mis
oraciones rogando con gozo por todos vosotros”. Una
oración incluyente, por todos. Pero tú te llevas rebien con
los que te caen bien. Por ejemplo, vienen dos hermanos,
pero yo tengo pleito con uno y yo llego con el que me cae
bien y le digo: “Amén, hermano, qué gusto verte, qué
bendición. Bienvenido, ¿para qué te sirvo? Gloria a Dios”, y
al otro ni lo saludo. Y así somos, eso no es de Dios. Tu
oración debe ser incluyente como tu actitud con los
demás.

¿Oras por tu iglesia o te la pasas quejando? Si como nos


quejaramos oraramos, si como llegáramos a la iglesia con
una mala actitud la usáramos para orar sería muy
diferente.

2. TU IGLESIA NECESITA DE TU COMUNIÓN


Dice Pablo: “por vuestra comunión en el evangelio, desde
el primer día hasta ahora” (Vers. 5). La palabra comunión
en griego es la palabra koinonia que es la comunión más
afectuosa y afectiva que una persona puede tener, una
armonía total.

Vamos a ver qué clase de comunión hay porque muchos de


nosotros tenemos una comunión bien carnal

Nuestra comunión en la iglesia no está fundada en que si


alguno es de izquierda y el otro es de derecha, o le gusta el
amarillo o el azul, no está basada en nuestros gustos, sino
que esta basada en el evangelio, porque cada cabeza es un
mundo; la bendición es que somos diferentes. Dios nos
hizo diferentes, pero lo que nos une en la iglesia es el
evangelio y dice también en el capítulo 2 si alguna
comunión en el Espíritu, en Cristo, lo que nos une no es
algo terrenal, si no que es algo espiritual. Llegamos a la
iglesia y nuestra conversación es terrenal y bana, llega a la
iglesia y habla de lo que Cristo ha hecho en tu vida en la
semana. Decimos: “Vamos a decir unos testimonios,
¿quién tiene uno?” y nadie dice nada. ¿Que Dios no hizo
nada en tu vida? Pero preguntamos: ¿jugaste fútbol? y
dicen: “Hubieras visto”. O las hermanas: “Estuvo bien
bueno el capítulo de la Rosa de Guadalupe”. Tienes un
montón de temas sobre los cuales comversar, pero de Dios
no se te ocurre nada.
Pablo dice: Esa comunión es una comunión fundada en el
evangelio. No te fijes si la hermana tiene el mismo gusto
que tu, si tiene la misma posición social que tu, si tiene la
misma procedencia que tu, fíjate que si los une la Palabra
de Dios, eso es lo que nos une, es lo que nos debe unir
como hijos de Dios.

Filipenses 1:5 dice: “por vuestra comunión en el evangelio,


desde el primer día hasta ahora”. Es una comunión
constante. La iglesia de Filipenses se fundó
aproximadamente en el año 50 o 51 y está carta se escribió
en el año 62. ¿Cuántos años habían pasado? Desde el 51
hasta el 62. Tú tienes un año viniendo a la iglesia y ya traes
pleito con todos. No has entendido en qué está tu
comunión, está en el evangelio y tu comunión debe ser
constante, permanente, creciente.

Pablo había sacado adelante su relación y su comunión con


ellos a pesar de las dificultades que había en esa iglesia.
No hay iglesia perfecta. Algunos dicen: “Me voy a cambiar
de iglesia”. A donde vayan la van a descomponer, su
pecado es el que los persigue. No hay hermano perfecto
en la iglesia, todos tenemos fallas, somos pecadores. Dice
la Biblia en Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que
el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Estás consciente
de que tu relación en la iglesia es con personas pecadoras
igual que tú.
El problema no es lo que encuentras aquí, el problema es
lo que traes. 1 Juan 1:3 dice: “lo que hemos visto y oído,
eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis
comunión con nosotros; y nuestra comunión
verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”.

Tu comunión con Dios debería afectar tu comunión con los


hermanos. “En esa iglesia, puro hipócrita”. No es lo que
encuentras, es lo que traes. Queremos encontrar paz,
armonía y gozo, cuando afuera traes problemones en tu
corazón. ¿Qué traes? No quieras que tus problemas se
solucionen en la iglesia, hay que prepararse para venir a la
iglesia. Supongo que te preparas para ir a tu trabajo, a la
escuela, te peinas, te aseas. ¿te preparas espiritualmente
para llegar a la iglesia? Muchos no. Muchos vienen con su
amargura. Muchos venimos cargados de un montón de
cosas menos fortaleciendo nuestra comunión con Dios.
Antes de llegar a la iglesia deberías haber pasado un buen
tiempo con el Señor a solas, haber leído la palabra, haber
memorizado un versículo para llegar nutrido a la iglesia y
en ese pensamiento de las tres palabras, ser una
bendición, proveer una necesidad y que nuestra vida
resulte un provecho. Te pregunto ¿Cómo estás? ¿Pensaste
en ser un beneficio para alguien?

Tu iglesia te necesita, necesita tu ánimo, tu entusiasmo y


tu fervor.

3. TU IGLESIA NECESITA DE TU AMOR


Juan 13:35 dice: “En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. ¿Sabes
lo que nos falta en la iglesia muchas veces? Amor. Pero
¿Qué clase de amor? El mundo tiene su concepto de amor.
Para el mundo ¿qué es el amor? Es un sentimiento. El
amor no es un sentimiento. El amor es una decisión y
decidimos a quién amar ¿con base en qué? En que Cristo
nos amó primero, siendo lo que somos. Eso nos debería
motivar a amar a los demás sin prejuicio, sin cuestiones y
decir: Lo voy a amar porque Él me amó primero.

Tu iglesia necesita un amor genuino fundado en Cristo.


Pablo nos anima a vivir la vida cristiana no en nuestras
fuerzas, sino en Cristo; nos anima a no vivir la vida cristiana
en uno mismo porque uno se cansa. “Yo trato de amar a la
hermana pero ella no coopera”. Ámala en el Señor.

¿Amas a tu iglesia con el amor de Cristo? ¿Ves a una


hermana y se te traba la quijada? Amala con el amor de
Cristo, él te amó a ti. ¿Qué haríamos si Dios no nos amara?
Pero dice la palabra en Filipenses 1:8-9 “Porque Dios me es
testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable
amor de Jesucristo. Y esto pido en oración, que vuestro
amor abunde aún más y más” ¿Qué clase de amor? Un
amor verdadero basado en Cristo, que sea maduro.
Cualquiera puede decir te amo, pero lo que Pablo dice es
que no son palabras, sino acciones. Dios no te pide que
digas, te pide acciones y lo que Dios dice es como
debemos amar a la iglesia no es que digas que la amas,
sino que hagas algo por la iglesia.

Hay tres virtudes en la vida cristiana: Fe, amor y esperanza.


El amor mueve a un trabajo arduo. ¿Qué haces por tu
iglesia? Si tienes un amor por tu iglesia debería ser un
amor sacrificial, estar dispuesto a dar y no a que te den.

¿Qué necesita tu iglesia de ti? Tus oraciones, tu comunión,


tu amor. Las tres palabras del principio son Beneficio,
necesidad y provecho.

Dice Filipenses 1:21-25 “Porque para mí el vivir es Cristo, y


el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para
mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho,
teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es
muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más
necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé
que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros,
para vuestro provecho y gozo de la fe, ”

Pablo dice: “No hay nada mejor y que yo desee más que
estar con mi Señor, que verlo cara a cara y poder hablar
con él, eso es muchísimo mejor, pero hay algo más
necesario ahora y es la iglesia porque para la iglesia mi
vida resulta un beneficio, va a suplir necesidades, mi vida
resulta de provecho, ya quisiera que Él me llevara, pero
hay algo más necesario y apremiante, son ustedes”.
Te pregunto, ¿Qué estás haciendo por tu iglesia? Tu iglesia
te necesita, los hermanos te necesitan. No llegues a la
iglesia buscando lo que la iglesia puede hacer por ti, ve
qué puedes hacer tu por tu iglesia. No llegues a la iglesia
viendo que provecho puedes sacar, rinde tu vida al Señor y
ve qué provecho puede sacar la iglesia de tu vida y no
vengas a la iglesia pensando en qué necesidades te
pueden suplir, llega a la iglesia pensado cómo puedes
suplir una necesidad.

Como en la propia vida, cuando tú no sabes para qué


estás, estás perdido. Hay muchos jóvenes que están
diciendo: «No sé qué hago en este mundo, no sé para qué
puede servir mi vida”. Si no sabes como tu iglesia te
necesita estás igual. Seguramente no te sientes parte de la
iglesia si no sabes que la iglesia te necesita. Si eres de los
que llegan, se sientan y se van no estás cumpliendo lo que
Dios quiere, por lo cual Dios te ha colocado en tu iglesia.
Dios no te colocó para llenar un lugar, sino para cumplir
una función: para ser de beneficio, para suplir una
necesidad y para que seas de provecho.

¿Qué estás haciendo por tu iglesia? Tu iglesia te necesita.


Haz algo por tu iglesia.

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