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José Pascual Buxó

San Luis Tehuiloyocan:


La morada del Diablo
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u-ada, t , por I I in embargo, de ocuparse de "las mate- Cabe aquí recordar que el medio si-
patria a I qu h 11 m m I rias de Estado"-vale decir, tocantes a glo en que gobernaron la Nueva España
nidad". m r retará, n J 768, los ordenamientos político-administra- los marqueses de Casa Fuerte, Revillagi-
Alzat di a I luz I prim r número tivos- puesto que consideraba, a fuer de gedo, Crujillas y De Croix (1734-1783)
de u DiGrio Liurano de Mlxúo, "di- prudente vasallo, que "los superiores se caracterizó por un estado de per-
pue to par-a la utilidad públi "como no pueden ser corregidos por personas manente agitación social: alborotos, mo-
hacia con lar n u mi m tlLUlo, por particulares". De ese su primer Diario tines y sublevaciones no sólo en la
medio del ual pr ponl h cer el ex- sólo aparecieron ocho números; pero capital, sino en casi todas las provincias,
tracto comenlario d "toda I obras Alzate volvió a la carga en 1772 con la ocasionados por diversas causas: la ex-
que se me fueren imprimi ndo, con publicación del periódico que intituló plotación y sufrimientos de los indíge-
aquella critica que n c ria in to- Asuntos varios sobre ciencias y artes con nas, las reiteradas medidas impositivas,
rnar partido alguno" pue to que -a jui- el mismo afán crítico y reformador. Ese las reformas de los jornales, la expulsión
cio del editor- tod lo a pecto de la mismo año de 72, otro ilustrado novo- de la Compañía de Jesús y la conse-
vida pública en La ueva España esta- hispano, José Ignacio Bartolache, ini- cuente multiplicación de libelos en los
ban urgentemente nece itado de revi- ció la publicación del Mercurio volante que se defendía a los jesuitas y se infa-
sión y mejorla: la agricultura, el comer- especialmente dedicado a dar noticia maba al rey; a esas causas políticas
cio, la minerla... se practicaban sin el de "varios asuntos de física y medicina" se añadieron las pestes y hambrunas que
mínimo conocimiento de las reglas y y, consecuentemente, se ocupó en él de cobraron sus víctimas especialmente en-
principios que las harían pro perar; por tópicos tales como la importancia de la tre los indígenas y las castas desprotegi-
su parte, la geografia la hi toria natu- anatomía para la ciencia médica, del das e ignorantes. Se explica, pues, que
ral del continente americano permane- mal histérico llamado "latido", del abu- tanto Alzate como Bartolache prestaran
cerlan ignor-adas y eran crasísimos los so del pulque para la cura de enferme- mucha atención en sus periódicos a los
errores en que incurrían quienes trataban dades y aun ofreció a sus lectores útiles asuntos de salud pública y recomen-
de lales materias; e cuidaba mucho, "consejos para vivir mucho tiempo". dasen los remedios que para entonces

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prescribla la medicina cientifica; el edi· y demás literatura exaltatoria de la su-


tor del Mereurio llegó, incluso, a pu· persticiosa devoción cristiana. Era na-
blicar en 1779 un opúsculo intitulado tural que, fiados en tales remedios,
"Instrucción que puede servir para que los cuerpos se perdiesen fatalmente aun
se cure a los enfermos de las viruelas cuando las almas pudieran ganarse para
epidémicas que ahora se padecen en la eternidad. En 1736 azotó la capital
M~" con el fin de evitar un mayor de México la epidemia' conocida con
daIlo a los enfermos que prettndían ha· el nombre de matlaltzahuatl, que pronto
llar su curación por los medios supersti- se extendió a Puebla y Guanajuato; los
ciosos entonces tan en boga. cementerios resultaron insuficientes,

En' efecto, como decfamos al inicio, pues -según testimonia el padre Alegre ,1'..: ::...
quien repase la mencionada obra de en su Historia de la Compañía de Jesús en •• ,•
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MediDa, podrá comprobar qu~ la im· Mixito- esa sola peste dio muerte a las
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prenta novohispana de la época que nos
ocupa publicó un abundantísimo núme-
ro de folletos en los que se recomen-
daba toda suerte de remedios "espiri-
dos terceras partes de los pobladores de
la Nueva España. En 1751, la pérdida
de las cosechas provocó en las pro-
vincias del norte tal mortandad que las
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salvación de las almas, sino también vieron invadidas por las turbas que O"p' D,..,'
para la problemtica restitución de la huian del desastre de sus pueblos en
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salud cOrporal. Citaré los útulos de al· busca de refugio y salvación.
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gunos de esos impresos con el único Los enfermos, los ignorantes, los mar- , n\~ , O O ,

propósito de ejemplificar el carácter ginados, los inconformes, los desposei- , I . "...., '
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e intención de este tipo de literatura de- dos, los desesperados... tenian un único D
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vota y saluúfera: de 1755 es la "Preven· remedio a su alcance: la fe supersti.
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ción espiritual para los temblores de ciosa en las intercesiones sobrenaturales
tierra"; al afto siguiente apareció una y las ceremonias orientadas a su obten-
"Novena de Santa Verónica... eficací- ción. Con todo, en una sociedad como
sima para lograr buena vida y dichosa la novohispana, esta fe en la eficacia
muerte y también para cualquier traba- de los poderes divinos auspiciada por la
jo o necesidad y en especial para conse- Iglesia católica y sus ministros se com-
guir la sanidad del cuerpo en las enfer· plementaba eficazmente con la práctica
medades"; de 1774 es la "Novena de de las antiguas supersticiones indigenas,
Santa Quiteria..• abogada de la salud particularmente en los barrios y pobla-
[y) especial protectora para el mal de ciones aisladas. Ya desde el remoto ano
rabia"; de 1775 el curiosisimo "Refri- de 1553, fray Andrés de Olmos redactó
gerio de enfermos y ancianos, que por en lengua náhuatl un Tratado de hechi·
sus molestos achaques no pueden bus- cería , sortilegios con el fin de alejar a los
carlo con la comodidad que los mozos y indios de toda comunicación diabólica.
sanos, siéndoles tan necesaria, como lo Predicaba fray Andrés a sus catecúme-
es, la intercesión de los santos para nos que "hay sobre la tierra dos congre- todo a la nta I I '. "ha a menud
alcanzar paciencia, conformidad, per- gaciones, una muy buena y la otra muy execramento [o nti m ni ) qu
dón de IU5 culpas y salvación de sus mala": la iglesia católica y la iglesia dia· se hacen b jo ~ rm de uncione "
almas"; de ese mismo afto es la "Nove- bólica; la primera da honra a sus adep- y, con el fin d ha rl mejam
na••• a San Paulino, abogado especial tos, la segunda los condena; sus abuelos los "Santos cram nl , omraha e las
contra el dolor de costado" y, del si- -les decia- no conocieron al verdadero unciones bendi ... '; tal execram n·
guieme,la novena a San Cristóbal, "abo- Dios, sino que adoraron al Diablo de tos -como indica u n mbre- constitu-
gado contra los temblores y muertes cuya maldad y poder les hacía un deta- yen una burla de la omuni6n, de la
repentinas". No hacen falta más citas llado y, a la postre, sugestivo catálogo: hostia y de u grad atribut. 1,
para penuadirnos de que las publica- hay un diablo que reina sobre la tierra, decía el franci ano fra Andrés, el
ciones de los Abate y Bartolache se se llama Belcebú y úene muy considera- ministro diabólico "b una porque-
perdIan -social Ybibliográficamente ha· bles poderes; su reino es de las tinieblas Tia... un excremento espantoso, escan-
hImdo- en el inmenso mar de las nove- y, por lo tanto, propicia el logro de los daloso y diflciJ de rec nocer"; de esto
... las pticticas de rezo, las súplicas a deseos más secretos: la posesión de -af'lade- hacen la "materia" delcra-
tocb los lIDtOI, los directorios para la las riquezas y de los placeres mundanos. mento. En sustitución d lo que se llama
pdaka adecuada de los ejercicios cspi- En su afán de competir con Dios y de "forma" el ministro diabólico usa pala-
ritua1c disetaadOl por San Ignacio ser alabado como tal, el Diablo imita en bras muy peligrosas fa , oscuras, diR-
-. . 60
· ...

juz~r las
., "abusiones" de los. hechiceros del Sagrario Metropolitano, que dejó
de la Nueva España. Arribado al Nuevo manuscrito un Manual de ministros para
Mundo, pudo comprobar que también el conocimiento de sus idolatrías y extirpa-
aquí las mujeres eran más proclives a ción de ellas; Gonzalo del Balsalobre,
ingresar a la secta del Demonio que los autor de una Relación de las idolatrías
hombres y que -por lo tanto- se entre- del Obispado de Oaxaca; el doctor Pedro
gaban con más frecuencia que éstos al Sánchez de Aguilar, compilador de un
pecado que se llama de Execramentos". Informe contra idolorum cultores del Obis-
Explicaba esta predisposición femenina pado de Yucatán y el bachiller Hernan-
no sólo el hecho de que "nuestra prime- do Ruiz de Alarcón -hermano de nues-
ra madre" fue seducida por el Diablo tro mayor dramaturgo- que compuso
con "falsas palabras", sino porque las un Tratado de las supersticiones de los'
mujeres "quieren saber con gran prisa naturales de esta .Nueva España. Sor-
las cosas que suceden en secreto"; ellas prendía e irritaba al doctor De la Serna
se dejan dominar fácilmente por la que habiendo sido los indios de la Nue-
ira, son celosas y envidiosas y sacian su va España llamados por Dios y recibidos
corazón con la muerte de aquellos a sus sacramentos, fueran "de tan gran
quienes aborrecen; además, porque de- ignorancia y simplicidad... que les pa-
seando en la vejez continuar con la vida rece que se puede conservar la le}' de
disoluta que llevaron siendo jóvenes, el Dios y los Misterios de nuestra santa
Diablo las atrae con sus perturbadoras fe con el conocimiento de sus antiguos
promesas de deleite. Fray Andrés no y falsos dioses: el sol, la luna, el fuego,
atendía -o no estaba en condiciones de las aguas, los animales...", al grado de
percibir- los condicionamientos sociales que para disimular su engaño mezclan
y emocionales de esta proclividad feme- "sus ritos y ceremonias idolátricas
nina a las artes diabólicas. Por lo que con cosas buenas y santas". También
toca a los hechiceros o nahuales, decía Hernando Ruiz de Alarcón confirmaba
el franciscano que para probar su reve- en su informe el hecho de que las "cos-
,rencia al Demonio habían de besarlo en tumbres gentílicas" habían ido tras-
cierto "sitio" sucio e innombrable, de mitiéndose y practicándose de genera-
modo semejante a como los miembros ción en generación y enmascarándose
de la Iglesia cristiana besan la mano de bajo las ceremonias cristianas.
sus sacerdotes en señal de reverencia y La mayor dificultad que hallaba don
amor; con el fin de recibir este in- Hernando para cumplir con el encargo
mundo homenaje, y habida cuenta de que había recibido de averiguar todo lo
que el Diablo no posee cuerpo propio, concerniente a las idolatrías de los indí-
'suele tomar "la apariencia de ún ve- genas, residía en el hecho de que quie-
nado o se transforma en bestia fiera". nes poseen suficientes noticias sobre
.Como tantos otros cristianos, el buen esta materia son los propios "delincuen-
fraile no se sentía capaz de encontrar las tes", los cuales, como es natural, no.
cil de enl nd r", re pecto de lo que razones por las cuales Dios no había so- quieren hablar de ello o, en caso de
se llama "int nci n, que quiere decir lo metido al Diablo de una vez por todas, obligárseles, la ocultan o disimulan con
que más d u orazón cuando da los pero recomendaba fervientemente a sus un "lenguaje dificultoso" porque "el
execramento ", u d seo e que se cum- catecúmenos que no vivieran como ser- demonio su inventor", en todos los con-
plan perver accione , pecados y mal- vidores de aquél que, a cambio de unos juros, invocaciones y encantos finge
dades; por la igle ia de Belcebú se cuantos placeres, los arrojará finalmen- veneración y estima por las cosas sagra-
reúne en secreto consigue sus adeptos te "a la cloaca, a las letrinas". das; de hecho, todo ese lenguaje no
entre los débile lo enfermos. A lo largo del siglo XVII, otros mu- es otra cosa que una serie concatenada
Al llegar a México como colaborador chos eclesiásticos se ocuparon de las de metáforas "no sólo en los verbos,
del obispo Zumárraga, ya tenía fray idolatrías, supersticiones, ritos y hechi- sino aun en los nombres sustantivos y
Andrés una larga experiencia en asun- cerías de los aborígenes; buen espacio adjetivos, y tal vez pasa a una conti-
tos demonológicos: en efecto había dedicó a los dioses y ceremonias de los nuada alegoría" ininteligible. Notaba
asesorado a su correligionario fray Mar- antiguos pobladores de la Nueva Es- con perspicacia Ruiz de Alarcón las cau-
tín de Castañega en la composición de paña fray Juan de Torquemada en su sas de que se ignore esta lengua cifrada,
su célebre Tratado... de las supersticiones Monarquía indiana y después de él otros así como de su permanencia y propa-
y las hechiario.s (Logroño, 1529) y de muchos trataron del asunto, entre gación entre los grupos indígenas; l;l
ese libro extrajo toda su doctrina para otros, el Dr. Jacinto de la Serna, cura primera, que los ministros cristianos
. .
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"entraron tarde en la lengua de los feli- de México, sino por todo el reino, de
greses"; la segunda, que los indios han tal manera que los hombres, "saciados
sido "reducidos" o conminados a vivir del apetito sensual de las mujeres, se
en sus "congregaciones" donde dificil· buscan unos a otros"; por desgracia,
mente se desarraigan de sus antiguas quienes incurrían principalmente en
creencias; la tercera, que los tex0'"lui o este "nefando crimen" eran los propios
hechiceros jamás confiesan nada que religiosos; uno de ellos -franciscano
permita sacar a luz la verdad de sus ac- descalzo- confesó sin recato haber pa-
ciones. En fin, era tanto el dominio sado de la sodomía a la bestialidad con
ejercido por el Demonio sobre los natu- mulas y gallinas. Los alarmados minis-
rales de la tierra que don Hernando no tros del Santo Oficio pedían al virrey
hallaba otra explicación sino ésta: al na- que se pusiese pronto remedio a ese
cer un niño sus padres lo vinculan con "cáncer", porque -según cundía- "pa-
un dueño o nahual a quien tienen por
señor de todas sus acciones; al llegar a
la edad adulta, este pacto con el demo-
nio es ratificado tácita o expresamente,
"porque sin esta condición -eonclufa-
no es creíble que el demonio tenga
tanta potestad" inclusive sobre aquellos
que recibieron el bautizo. Entre tantos
casos incontrovertibles, traía a colación
el de un "cantor de la iglesia" del pue-
blo de Tasmalaca que reverenciaba en
su casa a diversos ídolos; preso el idó-
latra y requerida su mujer para que
mostrase sus estatuas, ésta ya se había
dado maña para ocultarlas a la pesqui-
sa de Ruiz de Alarcón, /con lo cual
quedaba demostrada "la sagacidad que
es menester con esta gente, porque ni
temor de Dios, ni juramento ni otra
cosa, es parte con los indios para
que confiesen la verdad".
Pero no eran únicamente los natura- rece muy dificultoso que después lo
les quienes quebrantaban las leyes de la pueda tener".
Iglesia de Cristo; en su Historia del Tri- Los "crímenes" denunciados a los
bunal del Santo Ofitio de la Inquisiti6n en inquisidores no eran únicamente de ín-
Mixico, José Toribio Medina reunió nu- dole sexual; muchas veces se trataba de
merosísimas noticias acerca de clérigos delitos contra las "sagradas formas" del
españoles acusados ante el Santo Oficio rito católico y, en esos casos, los reos
de conculcantes y solicitantes. A me- eran frailes "conculcantes", es decir,
diados del siglo XVII hicieron crisis las culpables de haber hollado impíamente
pugnas entre los ministros del Tribunal los sacramentos en la celebración de ce-
y los frailes del Carmen; muchos de és- remonias satánicas; a fines del XVII y
tos habían sido enjuiciados por desacato aun bien entrado el XVIII, algunos car-
a las mujeres que asistían a sus confesio- melitas y franciscanos fueron juzgados y
narios, "aposentillos embebidos en las condenados por delitos en los cuales se
paredes y con unas puertas que cierra el mezclaban claramente los desmanes del
confesor por la parte de dentro", de sexo con la befa de los signos sacramen-
manera que se da lugar a "óbsculos tales, actos evidentemente unidos a
e inspecciones impúdicas" de las peni- ceremonias satánicas y, por añadidura,
tentes. No era eso todo; de acuerdo con orgiásticas. En esos años abundan tam-
un documento fechado en 8 de julio de bién los juicios a brujas, hechiceras y
1664, en tiempos del virrey de Albur- poseidas, culpables de "toda especie
querque, la práctica de la sodomía se de pacto y apostasía", como es el
babia extendido no sólo por la ciudad caso de la mestiza queretana Josefa de
_.- 62 .
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sen muchas ve<: in que sus cónyuges tos de su realidad social o emocional El hecho es que la celebración de
hubieran fallecido; que bla5femasen de que les resultaran adversos. aquelarres o juntas nocturnas era una
Dios. la Virgen los santos; que dijeran Solange Alberro advirtió que en los práctica tan conocida como extendida:
misas muchos individuos que no ha- procesos referidos no figuraron indivi· ,un documento del siglo XVII proce-
bían recibido las órdenes sagradas y. duos pertenecientes al sector social más dente de los archivos inquisitoriales
para colmo. celebra en pacto con el poderoso, pero en cambio se vieron pondera la "gran circunspección" con
Demonio. abu ando del peyote, fin- comprometidos por las denuncias algu- que debe actuarse en los juicios de bru-
giendo -o sufriendo- éxtasis y revela· nos miembros de las familias de ricos jas, puesto que si bieo algunos funcio-
ciones, adorando animales o cosas labradores; el hecho es que en el grupo narios eran de la opinión que cuanto
insensibles. etcétera, con lo que contra· de oficiantes que fue sorprendido en éstas revelan en sus procesos no pasan
venían "la solemne profesión que hi· pleno ejercicio de sus ceremonias, figu- de "engaños y embelecos" que experi-
cieron en el sacro Olo bautismo, en el raban tanto criollas como mestizas, mentaron en sueños y bajo la influencia·
que renunciaron al Demonio y a sus indias, negras y mulatas. Las hechiceras de ciertos ungüentos, pócimas y accio-
pompas".
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declaradas pertenecían, pues, a los gru- nes rituales, no es menos cierto que des-
pos marginados, pero sus clientes prove- pués, estando despiertas, se ratifican en
nian tanto de los bajos sectores de la su deseo de "tener juntas con el demo- .
comunidad como del intermedio; son nio y hacerle reverencia". Y era ésta
precisamente las castizas y mestizas in- precisamente la opinión de la Montiela,
volucradas en los acontecimientos las vieja bruja de la Novela y coloquio que
que -alarmadas por las denuncias inicia- pasó entre Cipión y Berganza, cuando por
les y temerosas de las consecuencias- no ofender castas orejas se excusó de
propalaron una serie de chismes que describir al detalle las cosas que pasaban
dieron como resultado un grave esta· en los aquelarres, "según son de sucias y
lIido social en la provinciana Celaya. asquerosas". Bien informado de las
Contrariamente a lo que pudiera pen- complejas experiencias que se debatían
sarse. el Santo Oficio no castigó a en los tribunales del Santo Oficio, Cer-
ninguno de los participantes en el des- vantes calaba mejor que los jueces en el
cubierto aquelarre; al parecer, las secreto poder de la imaginación sobre
denuncias no fueron tomadas al pie de muchas realidades del espiritu: "Hay
la letra y las reprensiones se fundaron opinión -proseguía diciendo la sabia
sólo en los hechos consignados en las Montiela- que no vamos a estos convi·
autodenuncias; esta actitud del tribunal tes sino con la fantasía, en las cuales nos
indica -en opinión de Alberro- que la representa el demonio las imágenes de
Inquisición era "consciente del papel todas aquellas cosas que después conta-
de desahogo social que desempeña en mos que nos han sucedido. Otros dicen
aquella época". que no, sino que verdaderamente va-

63 • oe
ec

mos en cuerpo y ánima, y entrambas tenciado Juan José Aguirre -probable


opiniones tengo para mí que son venia·
deras, puesto que nosotras no sabemos
cuándo vamos de una u otra manera,
criollo de Guanajuato- por "haber he-
cho al demonio escritura de su alma"·
en 1776 se descubrió que, en torno d~
-====-
que todo lo que pasa en la fantasia es don Andrés Quintana, nada menos que
tan intensamente que no hay que dife- arcediano de Oaxaca, se reunia un gru-
renciarlo de cuando vamos real y verda- po de "celebrantes" que propalaban las
deramente. Algunas experiencias de visiones y profecías atribuidas a una
esto han hecho los inquisidores con al- tal sor Coleta, ya difunta. En 1798 fue
gunas de nosotras que han tenido pre- apresada sor Micaela de San José, del
sas, y pienso que han hallado ser verdad convento de la Santísima Trinidad
lo que digo". Y ya en pleno siglo ilus- de Puebla, por afectadora de santidad y
trado y en una de aquellas Cartas eru- culpable de prácticas sexuales encubier-
ditas en que "impugnaba o reducia a
dudosas varias opiniones comunes", el
padre Feijoo quiso combatir a quienes
tas; se descubrió que en tomo de ella se
reunia un buen número de clérigos que
explotaban "la mucha propensión de las
-
"fomentan la credulidad de tantas he- gentes de aquella ciudad a semejantes
chicerlas y tantos hechiceros, dando ilusiones". De todo ello se desprende •
ascenso a las innumerables historietas -como bien se hacia notar en el docu-
y cuenteeillos que se oyen y leen en este mento oficial- que "los naturales del
asunto"; pero no pudiendo negar la rea- país, que carecen de instrucción y son
lidad teológica del Diablo ni de sus per- bastante pusilánimes" no encuentran
versas acciones, tampoco le era posible en el "estado eclesiástico" quien los
dejar de reconocer que entre los que saque de su ignorancia, sino antes al
profesan la Ley de Cristo hay quienes contrario, dan pábulo a su fanatismo
"usan de observancias vanas y prácticas con rezos, prédicas y procesiones desa·
supersticiosas", si bien, en su opinión de tinadas; así ocurrió precisamente el 14
hombre crítico y fiado en la experien- de noviembre de 1789, cuando una
cia, al demonio sólo le era posible aurora boreal provocó el pasmo y la
ejercer sus acciones en "cosas de poco confusión entre los habitantes de la ca-
momento". Pero aun cuando el ilustra- pital novohispana.
do y pugnaz benedictino distinguiera
11
entre los magos, hombres sabios a quie-
nes la Antigüedad conoció con ese nom- Aunque abundan los testimonios acerca
bre, y los vulgares hechiceros, eran mu- de aquellas "iglesias" o juntas diabólicas
chos los infelices o perturbados que que, de conformidad con la tradición, I panido d
seguian creyendo que, mediante pacto, se celebrarlan en descampado, precisa- nt n 42 pu
el Demonio se obligaba a asistirlos y mente en los llamados "campos del rroquias. un n·
"regalarlos, poniendo a su arbitrio to- cabrón" (de donde proviene su nombre • 43 haciendas
das las comodidades temporales" aun- de aquelarres), no se tenía ninguna noti- I l i d I habitanl d
que a riesgo "de ser eternamente infe- cia de la supervivencia de alguna casa o mini trativo era al
lices". recinto novohispano especialmente edi- 1m , d las cual ce
Tan sólo con el propósito de reconlar ficado o, al menos, ornamentado para la nI las tant
al lector la importancia Y extensión que celebración de los rituales diabólicos; . Lo produ-
alcanzaron las prácti~ supersticiosas ha sido mérito del arquitecto José Anto- ran trigo. frijol
en ese mismo siglo novohispano de las nio Terán descubrir La extraña casa de maiz; las pequ indUSlrias d~ lejid
"luces" -al que Luis GonZález y Gon- San Luis TelauiloJocan y describirla en el de algodón estaban en man d I espa-
zález pudo llamar paradójica pero justa- pequefto libro de ese titulo. ñoles; "los indi • a cepci6n d pocos
mente ."el siglo mágico"-, citaré algu- Actualme~te, la poblacióó de Tehui- traficantes, ub' t n d jornalero en
nos casos ejemplares. En 1773 fue loyocan es -como lo era en el siglo XVIII- las mismas haci n con el au ilio d I
condenado por rebautizante, blasfemo predominantemente indígena; a pesar pulque que cultivan en u solares. e -
y conculcador de imágenes -todo de hallarse a escasos cinco quilómetros pendiéndolo por menor en u ca I

ello en evidente conexión con practicas de San Pedro Cholula, la falta de bue- en los caminos aun en esta ciudad" d
diabólicas- el negro Juan Nepomuceno nos caminos dificulta su acceso; no sería Cholula. El nombr náhuatl del poblad
del Espiritu Santo; Medina no senala el menor su aislamiento de antafio. En las parecerla indicar que fu conocido en
lupr o lugares en que se verificaban las NolieitIs estadísticas de la Inten.dmcia de tiempos prehi pánicos por las labor
ceremonias. Fl afto siguiente fue sen- Puebla (1804) compiladas por Manuel de a1fareria de u habitanl : telI.ÜQtl,

. 64
- ...
celebración de una misa negra a la que
se ligan diversas escenas o figuras alú-
sivas. La usura del tiempo, la desapa-
rición de las piedrecillas que delineaban
• las figuras y la pérdida de los colores
que las avivaban, hacen más difícil la
cabal identificación de ese mapa de hue-
llas inquietantes; con todo, en una
cartela rejoneada a un lado de la puerta
de esa sorprendente fachada interior,
puede aún distinguirse claramente un
texto ("Pues consebida fit sirn] marn]-
chao Abe María llena [de] gras[ia]"), cu-
yas tres líneas aparecen como abrazadas
por una gran voluta en forma de S, y un
escudo heráldico con un león rampante
que sostiene un campo' donde se inscri-
ben las iniciales D M E, quizás las del
propio dueño de la casa, que tendría la
fatuidad de creer en la nobleza de su
.origen. A la izquierda del escudo se dis-
tingue una letra H mayúscula en cuyo~
espacios interiores se aprecian las mi-
núsculas c y a; a mano derecha, se ins-
cribió una fecha ("Año de 1760"), que
es sin duda la de terminación del
adorno del edificio y, seguramente,
de su misma construcción. El rezo ma-
riano tiene su contrapartida con otro de
la misma índole: grabado en las vigas
de la habitación principal, se lee en latín
el texto invertido de la oración del Mag-
nificat, a cuya significación y alcance en
este contexto habremos de volver.
José Antonio Terán quedó sorprendi-
val por "cri tal" o "vidrio"; teuiloca- guna característica relevante: un muro do al descubrir el truco o doble fondo
chiuhqui es I qu hace vasijas de ese y un portal fuerte y severo que desem- de aquella casa de tan común apariencia
material y TthuillOJOaJn es el "Lugar de boca abruptamente en un amplio patio; exterior. Casas de tal anificio no son
e p jo ". quizá por alusi6n al reves- al fondo del mismo, se erige un segundo desconocidas para la literatura españo-
timiento vidriado y esplendente de sus cuerpo de edificio cuya fachada fue la; una de las más famosas es la que el
famosa vasija o tal vez por haber sido decorada con "figuritas" o "muñecas", anciano Felipe de Carrizales mandó
centro de adoraci6n de Tezcatlipoca, técnica -como indica Terán- que cons- construir en la Sevilla del siglo XVI para
los muros de cu o templos estaban cu- . tituye una modalidad de las "paredes recluirse en ella con su joven esposa y su
bienos de e pejo . rejoneadas" en las que, por medio de servidumbre femenina; según describe
En uno de los solares inmediatos a "la inserción de pequeñas piedras en et: Cervantes en El celoso extremeño, la altu-
la pequeña plaza que' sirve de "centro revoque del muro", se forman dibujos e ra de los muros exteriores hacía que por
generador" de este pequeño pueblo, se inscripciones. Esta técnica popular las ventanas se mirara directamente al
levanta el templo principal del lugar de- es muy común en la zona de Cholula y cielo; por dentro, el imaginativo india-
dicado a San Luis Obispo; hay otras dos fue precisamente utilizada para decorar no construyó la réplica de un convento
modestas iglesias: la del Salvador y la algunos muros exteriores del templo o, mejor, de un "hortus conclusus" den-
de Ecce Homo. La "extraña casa" obje- principal de San Luis Tehuiloyocan; tro del cual pudiera guardarse intacto
to de estudio fue construida en una con todo, lo que sorprende en esta casa el tesoro virginal de su esposa niña.
calleja secundaria que la mantuvo al no es precisamente el carácter ingenuo Como hemos visto, también en esta
amparo de miradas indiscretas, al punto y desmañado de las "figuritas de alba- casa de San Luis Tehuiloyocan el ex-
de que hasta ahora nadie habia repa- ñil" que decoran su fachada interior, terior es de engañosa inocencia; en cam-
rado en su peculiar adorno interior. sino su sorprendente programa ico- bio, la fachada del cuerpo interior pro-
La fachada externa no presenta nin- nográfico, que no es otro que el de la dujo a Terán la impresión de "una gran

-O·
65 ce
ea

escenografia", puesto que la portada -la de las monedas de Judas-, el gallo hojas puntiagudas que
central y las dos ventanas laterales están que le cantó a San Pedro, los flagelos, la
rematadas en su parte superior por columna, la escalera, los clavos, el paño
"una especie de gran telón con roleos de la Verónica y un monte sobre el que
ondulantes y un dibujo de cortinaje... se destacan tres cruces: el Calvario. T e-
que enmarca las diversas escenas". Y, rán ha podido advertir in situ el bosque-
en efecto, todo hace suponer que se jo de lo que parecerla ser una cueva con
trata de la imitación, no ya de un teatro una lápida, posible alusión al Santo
profano, sino de la representación Sepulcro. A un costado de este con-
o contrafactura diabólica de los retablos junto pueden apreciarse dos ciervos de
y altares de los templos cristianos, toda cornamenta rameada; los ciervos o ve-
vez que a ambos lados de la puerta colo- nados son susceptibles de representar
cada al centro se distinguen dos figuras valores simbólicos contradictorios: o se
antropomórficas de dimensiones muy le toma por imagen del alma cristiana,
superiores a todas las restantes y cuyos
atributos aluden a la celebración de
la misa; en este caso, como se verá,
de una misa negra.
Esas dos figuras -iguales entre si, por
cuanto que es evidente que el artesano
sé valió del mismo patrón para el tráza-
do de ambas- afectan el cuerpo de un
simio con cabeza humana cubierta por
un gorro sacerdotal terminado en una
cruz, brazos largos y afilados, larga cola
enroscada y fuertes patas de gallo; es
notable la amplia sonrisa burlona
de este desdoblado personaje, asi como
su pene erecto colocado a la altura de n
una esquemática mesa o altar sobre el
que se sostiene -en ingenuo equilibrio-
una especie de lebrillo del que parecen
elevarse algunas llamas. Debajo de am-
bos monos antropomórficos, se colocó
un doble circulo en cuyo interior pue- siempre en busca de las aguas salutife-
den apreciarse seis pequeños huecos- ras, o es figura tras la que se oculta el m nt : in m·
simétricos; frente a los altares aparecen propio Diablo, como pensaba en Méxi- n di tin uir
más roleos, en S, forma que también co Hernando Ruiz de Alarcón. Junto a ~ mnin
afectan las numerosas volutas y vástagos estos animales, aparece el anagrama del ta iad
serpentinos repartidos por todo el mu- Vittor, posible alusión -dice Terán- a la 11 ro que
ral, como si se quisiera evocar de mane- victoria de Cristo sobre la muerte 0- d alas ampl i·
ra encubierta pero obsesiva la letra ini- ¿por qué no?- a su derrota temporal a que lucen el
cial del nombre de Satanás, príncipe de ~nos de Satanás. gantes v tid; di que te grupo
este bajo mundo. Entre las mal conservadas figuras de selecto asi t una fun i n ritual en
A uno y otro lado de las dos ventanas la parte izquierda del mural puede dis- patio con ertido n la lica profana·
de la fachada interior se amontona una tinguirse una barca en que navegan toria de un templ . tian .
multitud de figuras de pequeñas dimen· algunos personajes cuyas cabezas aso- Antes de con id rar algun pect
siones cuyo significado y correlación no man por la borda; en lo alto del mástil de este insólito o ord nado pro-
son siempre claros; sin embargo, resulta se asienta un desmesurado personaje de grama iconográfico, parec rá conve-
evidente que todos los "muñequitos" si- alas extendidas: ¿ángel o demonio que niente formular Jgunas pregunta en
tuados en la porción derecha aluden a protege o amenaza la nave de la Iglesia tomo de su presunto autor u vincu-
los signos de la Pasión de Cristo: alli, cristiana? Exactamente debajo de es- lación con los art qu lo ejecuta·
privadas de su textura y color origina- ta ambigua alegoría, se representa a un ron; lo más posible que tos últimos
les, se yuxtaponen las burdas imágenes personaje de pie que evocó a Terán la fueran los mi mo albaniles a cu o
de una corona de espinas, un soldado figura de un labriego que lleva sobre su cargo estu o la ej uci n de los dibujos
con supuesto atuendo romano, unos cia· espalda "una carga imprecisa"; la forma "rejoneados" en la barda atriaJ deltem-
vos, unas pinzas, una lanza, una bolsa del objeto que sostiene con ambas ma- plo de San Lui Obispo, aunque par.l

66 --,- ------
os

confinnar la validez de ta upoición rior, provisto de la autoridad suficiente - pleados de servicio de la iglesia y
seria ún necesario cotejar las fechas de como para sentirse al amparo de sus- cántico, y nos dicen que nada se
ejecución de ambas ob indudable, picacias y delaciones por parte de los les paga. Y otros que de casta son
sin embargo, que lipo de adorno pobladores indígenas de Tehuiloyocan trompeteros y se van sucediendo de
constilUye un rasgo raCl rislico de las y capaz de sufragar los gastos de cons- padres a hijos. Se dice que les satisfa-
iglesias y haciendas de la zona rural de trucción de esa casa artificiosa? Todo cen algún jornal, que podía pagarse
Cholula, donde la ruda habilidad de los lleva a suponer que tal persona no po- para no oírlos, porque hacen un
albañil iletrados suplia la falta darte- dría haber sido otra que uno de los sa- ruido ingratísimo y disonante al
san más cultos y e perim ntad en cerdotes del lugar, quizá el único cura oído.
los modelos de la omam Ola '60 occi- doctrinero que atendía los oficios en las
dent 1. Aco lUmbrad trazar 1I0eas iglesias de San Luis para las que tam- Sin duda era uno de estos indios trom-
caprich sas ugerid por l mi ma bién encargaría sus ortodoxos adornos peteros el que aparece en el mural de
juntu de las pied mu l ,por ro - simbólicos. Tehuiloyocan. La inclusión de esos
dio d l misma Ikni d l "r j o do" Aunque no se refiera a la provincia conspicuos personajes en aquellos pue-
blos de indios (el tlachiquero y el trom-
petero) es una clara muestra del afán de
los albañiles cholultecas por incluir en
ese conjunto fantástico algunas imáge-
nes referentes a su mundo cotidiano, y
quizá no fueron éstas las únicas figuras
incorporadas por decisión propia en la
difusa iconografía cristiano-diabólica
hecha por encargo de aquel cura de
personalidad esquizofrénica que adivi-
namos detrás de todo el programa
icónico. Así, en los dibujos del friso que
corre sobre la puerta central se aprecia
un escudo o chimalli de diseño incon-
fundiblemente indígena al que bordean
sendas figuras en las que también se ma-
nifiesta su origen ancestral: un signo
calendárico (calli o casa) y una planta
-presumiblemente de caña o maíz- que
termina en un busto femenino; una de
podl n d lint<ar l, d Puebla, sino a las más remotas de esas desdobladas figuras femeninas sos-
I t d lo qu 1 mpeche y Yucatán, el Discurso o in- tiene en la mano izquierda un ramo o
lún mod lo, pero u forme sobre la constitución de dichas sonaja. El estado precario del mural ha-
na i mpre a u l provincias redactado en 1766 por el ría imprudente llevar más lejos el in-
m ri na a qu aludim o juez Juan Antonio Valera yel contador tento de interpretación de estas figuras
fi t la in ompeleo' d I Francisco de Cores, por encargo del de las que únicamente se conserva
aTl de la escritura: mu h visitador José de Gálvez, es un docu- la descamada "sinopia", pero ello no
cuidadoso fue, in m mento que -pese al inocultable anticle- obsta para que dejemos de adverir en él
de qui n inscribió d m n ra in ricalismo de los dos ilustrados funciona- la indudable yuxtaposición o concurren-
la oración latina d I lapijüot rios- no deja ninguna duda acerca de la cia de dos niveles de tradición cultural:
vigas de la cámara principal. general servidumbre de los indios a los el que corresponde a la imaginería cris-
¿Quién pudo ser I utor de pro- curas y a la Iglesia; vale la pena transcri- tiana y el que proviene de la iconografia
grama icónico? ¿Qui n puso en mano bir un párrafo revelador: prehispánica, especialmente viva en las
de aquellos albimil d Tehuilo ocan formas calendáricas hasta entonces utili-
lo dibujos que habrían d rvirl para Los curas son por punto general el zadas en los ritos indígenas de adivi-
la realización de tan e traño adorno coco de los indios, porque como tienen nación. El doctor Jacinto de la Serna
mural? Es pr umible que modelos el látigo en la mano para manejarle a confirmaba en su Manual de ministros de
fueran u tancialmeme los mi 010 que su arbitrio, nace de aquí un respeto y indios que los agoreros se vallan anti-
les habrían rvido anteriormeme para una veneración imponderable. Se guamente de esos signos portadores de
el decorado de las igl ias de la región. sirven de los indios, unos pagados bienes o desdichas en sus prácticas adi-
Por otra parte, ¿quién pudo haber ido (segtin nos han informado) y otros de vinatorias y que aún "hoy los consultan
el patrón de una obra semejante, ino asistencia y oficio, que andan en los para los mismos fines", de manera que
una persona de condición social upe- menesteres de la casa. Hay otros em- "los dogmatistas y maestros destos tiem-

es
67 ..
pos" se aprovechan de tales supersti-
ciones para responder a quienes los
consultan; a esta luz, nada tiene de sor-
prendente la introducción de caracteres
como los de mili y fJC4tl por medio de
los cuales se establece la oposición de lo
bueno y lo malo, lo favorable y lo ad-
verso, en tomo de ese claimalli o escudo
protector.
Aunque no dispongamos de pruebas
documentales directas, es evidente que,
en el último tercio del siglo XVIII, se
reunia en el pueblo de Tehuiloyocan
una secreta y bien trabada comunidad
de adeptos de Satanás, principalmente
integrada por criollos de la región de
Cholula, en quienes residia el poder
económico y pólitico, los cuales -como
solia ocurrir- estarian en comunicación
con algunos indios hechiceros para
beneficiarse de sus antiguos saberes má-
gicos y herbolarios. El aislamiento del
poblado y la fidelidad que mantendrian
los miembros de esa sociedad secreta
explican que hasta ahora -a más de dos
siglos de su construcción- nadie hu-
biera reparado en aquella casa de ino-
cente asp~cto exterior pero expre-
samente construida para servir de tem-
plo o morada del Diablo. Tampoco re-
sulta insólito que al frente de ese grupo
mágico se encontrara un cura doctrine-
ro, puesto que era un hecho frecuente
que los miembros de la Iglesia de Cristo
se involucraran en la práctica de las ar-
tes nigrománticas; más aún,'los procesos
de la Inquisición a que antes hicimos re- novohispanas podian vivir en un aisla·
ferencia abundan en detalles acerca miento casi absoluto respecto de los
de frailes y sacerdotes concupiscentes y centros del. poder politico y religioso;
conculcadores de imágenes, esto es, de- no en balde los jueces del Tribunal del
dicados al culto satánico que, como Santo Oficio se quejaban de la ausencia
recordamos, se basa principalmente de comisarios o familiares de la institu-
en la abominación de los Santos Sacra- ción en los sitios apartados del tráfico
mentos. social. No se olvide, por otra parte, que
Es preciso, con todo, admitir que sólo los clérigos solicitantes casi siempre
el conocimiento más pormenorizado de eran juzgados con indulgencia; Jona-
la antigua configuración de esa pequet\a than Israel ha comprobado que, inclu-
comunidad de San Luis Tehuiloyocan sive en los casos más depravados (como
y, mejor aún, de la más amplia región el del jesuita Gaspar de VilIenas que fue
de Cholula, permitiria echar alguna luz procesado en 1621 por tener relaciones
sobre las tensiones sociales y emociona- sexuales en el confesonario con más de
les que se manifestaban en el interior de treinta mujeres) los clérigos eran re-
esos pueblos de explotación indigena y prendidos públicamente, pero "nunca
que, en algún caso, podrian desembocar exhibidos en un auto de fe". Lo más
en la configuración de un grupo de cul- probable es que nuestro presunto sacer-
tores del Diablo. Por lo demás, es bien dote de San Luis Tehuiloyocan no
sabido que esas pequeftas co~unidades fuera descubierto en sus actividades sa-

es . 68
....

con El bestiario toscano, ese animal dado la renuncia al nombre impuesto en el vide que, según el parecer de los tra-
a la imitación del comportamiento hu- bautismo cristiano y el sometimiento a tadistas de antaño, el Maligno finge
mano es signo de quienes pecan por vo- un nuevo bautismo diabólico por medio veneración por las cosas sagradas pero,
luntad propia, "porque ellos imitan al del cual quedarán señalados en ade- en realidad, en sus ceremonias se mofa
diablo que fue el primero que pecó"; lante; en confirmación de su obediencia de los signos cristianos. Al decir de
con todo, en el mural de Tehuiloyocan, deberán prestar juramento colocándose Guaccio -que sigue a San Agustín, San
lo imio tienen un evidente carácter dentro de un círculo trazado en tierra, Jerónimo y el Nacianceno-, los esbirros
protagónico: no son, pues, representa- que es símbolo del poder divino usur- del Diablo hacen votos de no adorar la
ciones genéricas de quienes no pudie- pado por el Diablo. En el mural de "la Eucaristía, injuriar a la Virgen y todos
ron su lraerse a la seducción diabólica y extraña casa de San Luis Tehuiloyo- sus santos, yeso no sólo de palabra,
a sus promesa mundanas, sino del Dia- can", diríase que el mono-sacerdote se sino de obra, de suerte que, en sus reu-
blo mi mo figurado en la interpósita apresta a realizar esa ceremonia del niones, pisotean, ensucian y destruyen
persona del mago o ministro que dirige bautismo diabólico: sus afiladas manos las reliquias y las imágenes sagradas. A
sus rito. accionan sobre un lebrillo que sustituye mi juicio, todas las figuras descritas
En una de las "Constituciones" de su (símbolos de la Pasión, templos, barca,
Bulario, 1 papa Sixto Quinto hizo una anagramas de José y de Jesús, oración
apretada inte i de cuanto ocurre en del Magníficat, etcétera) sirven como in-
lo conciliábulo celebrados por los que dicadores de aquellos dogmas de la Igle-
"hac n con i rto con la muerte y pacto sia cristiana que era menester profanar
con I infi rno": lo magos trazan círcu- en las reuniones satánicas; el hecho de
l ra t r incompren ¡bies, hacen distribuirse en torno de las dos figuras
ra i n a 1 demonio, lo ¡nciensan, centrales de los simios sacerdotes del Dia-
n i nd n nd la .. acrilegamente bio no autoriza otra interpretación. O
u nd I grada, acramentos
ram ntal , h cen adoraciones y Referencias bibliográficas:
nun 'i n tro oficio de gran
Toribio Medina, José, La imprt1lta t1I Mixüo (1539-
im i d d" , para d cirio con nuestro
1821), Santiago de Chile, 1911. Hay edición
n i n Andr d Olmos, el Diablo facsimilar publicada en 1989 por la UNAM.
xi e a u d pl que remeden en Toribio Medina, José, Historia del Tribunal del
lod a la nta Igl ¡a, "por eso Él hace Santo O.fUio de la Inquisición t1I Méxüo, Santiago
nud x ram 010 que se hacen de Chile, 1905. Hay edición facsimilar publi-
cada por la UNAM en 1987.
d un ione ". Los circulos y el agua por el fuego en ese remedo de
Olmos, Fray Andrés de, Tratado de hechicerías y sor-
que bordean las figuras pila bautismal; el círculo trazado bajo tilegios, edición de Georges Baudot, UNAM,
antropomórficos de Te- sus posaderas, no puede sino hacer alu- 1990.
huil an, I ominoso pene erecto sión al juramento de sus nuevos servido- Serna, Jacinto de la, Hernando Ruiz de Alarcón et
fr nt al altar y, en general, todo el con- res y, quizá, al número de éstos (seis) al., Tratado de las idolatrías, supersticiones, dio-
junto i ónico, no on sino otras tantas ses, ritos, hechicerías y otras costumbres gentaicas
que -disimulados por sus nombres sec-
de las razas aborigenes de Mixüo, tomos 1 y 11,
r fer ncia a la abominación de los dog- tarios- prestaban reverencia en Tehui- notas y comentarios de Francisco del Paso y
ma rito de la Iglesia cristiana; se loyocan de acuerdo con el ritual presta- .Troncoso, Editorial Fuente Cultural, México,
compr nd asi que la oración latina del blecido, a saber, "besando con suma 1953.
Magnijüat, escrita de manera invertida, veneración con su boca sacrílega su ano Alberro, Solange, Inquisición y sociedad t1I México.
ea igno inequivoco de una profana- sucio y torpísimo (¡oh vergüenza!)". Las 1571-1700, Fondo de Cultura Económica, Mé-
xico, 1988.
ción ritual izada de la virginidad de la soñadas o efectivas actividades lujurio-
Ciruelo, Pedro, Tratado en el cual se reprueban todas
Madre de Dio , en obediencia a los dic- sas, sodomíticas y bestiales a las que -se- las supersticiones y hechicerías, Barcelona, 1628.
tado del Príncipe de este mundo: en gún es fama- se entregaban los minis- Hay una parcial edición facsimilar publicada
efecto, el ultraje de palabra y de hecho tros del Diablo, quedan ostensiblemente por la Universidad Autónoma de Puebla, 1986.
a la beata irgen Maria, así como la ne- aludidas por el pene erecto del mono (Esta edición incluye la Bula de Sixto V).
gación del Bautismo y de la Eucaristía, Terán Bonilla, José Antonio, La extraña casa de San
oficiante no menos que por sus patas de
Luis Tehuiloyocan, Gobierno del Estado de Pue-
eran - egún sostuvo Francesco Maria gallo lascivo; la embriaguez y el baile, bla, 1991.
Guaccio, fraile ambrosiano de Milán y propios -según tradición- de los aque- Israel, Jonathan l., Razas, clases sociales y vida polí-
autor de un apreciado Compendio delle larres en honor de Belcebú, podrían tica en el Méxüo colonial. 1610-1670, Fondo de
Stregonerie (1608)- los deberes principa- también ser aludidos por medio del t1a- Cultura Económica, México, 1980.
les de quienes contraían pactos con el Guaccio, Francesco Maria, Compedio delle Stregone-
chiquero y el tocador de trompeta.
Diablo. En ese libro, su autor nos dejó
ne, Giordano Editore, Milano, 1967.
De conformidad con todo esto ¿cuál Descripciones económicas regionales de Nueva España.
un prontuario de las acciones rituales sería la función desempeñada por las Provincias del Centro, Sudeste y Sur, 1766·
que realizan los adeptos de Satanás. Lo numerosas "muñequitas de albañil" que 1827. Compiladores: Enrique Florescano e Isa-
primero que éste exige a sus neófitos es completan el retablo-mural? No se 01- bel Gil Sánchez, SEP-INAH, México, 1976.

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