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Arita, Héctor T.

El regreso del caballo: lo macro y lo micro en la evolución


Ciencias, núm. 97, enero-marzo, 2010, pp. 46-55
Universidad Nacional Autónoma de México
México

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Ciencias
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La vida solo puede entenderse llería. “Lo que yo entonces vi y cono-
viendo hacia atrás, cí”, escribe en cambio el realista Díaz
pero debe vivirse
del Castillo, “fue a Francisco de Morla
hacia adelante.
en un caballo castaño, y venía junta-
SOREN KIERKEGAARD
mente con Cortés.” En poco tiempo,
los guerreros indios huyeron despavo-
La Rabona vaciló al sentir el suave pi- ridos y Cortés había ganado la prime-
so de los arenales de Centla. El confi- ra de muchas batallas en las que los
namiento y la falta de ejercicio habían caballos fueron protagonistas.
hecho mella en aquella yegua rucia y Los primeros corceles españoles
el resto de los caballos que venían en la llegaron al Nuevo Mundo en el segun-
nave. Después de todo, el viaje por mar do viaje de Cristóbal Colón y todavía
desde Cuba había sido largo, especial- en el momento de la expedición de
mente para esos nerviosos animales Cortés estaban confinados a La Espa-
de guerra. Finalmente, luego de acos- ñola y Cuba y se contaban entre los
tumbrarse de nuevo al terreno firme, bienes más caros en las incipientes co-
la Rabona y sus compañeros corrían lonias españolas. “En aquella sazón […]
ágilmente por las extensas planicies no se podía hallar caballos ni negros
de la desembocadura del río Grijalva. si no era a peso de oro”, explica Díaz
Era la tarde del 24 de marzo de 1519 y del Castillo. En la Probanza de Villa Se-
por primera vez en más de 10 000 años gura se asienta que Cortés había com-
la tierra mexicana se cubría de huellas prado una yegua por 70 pesos de oro y
de caballo. 150 puercos a un peso y dos reales ca-
Al día siguiente, los dieciseis caba- da uno. Otras partes del documento
llos que formaban parte del ejército de afirman que Cortés había desembolsa-
Hernán Cortés desempeñaron un pa- do entre 450 y 500 pesos por cada uno
pel central en la batalla de Centla, la del resto de los caballos, pero sólo ha-
primera escaramuza que el extremeño bía gastado 600 pesos para el sueldo de
tuvo en su extraordinaria aventura mi- todos los marineros y 200 para el del
litar que culminó un par de años des- piloto mayor, Antón de Alaminos. ¿Por
pués con la caída del imperio mexica. qué eran los caballos tan apreciados?
Las huestes de Cortés, en número de Para contestar la pregunta basta
unos 500, enfrentaron a un contingen- leer las narraciones de la conquista de
te de más de 10 000 mayas chontales. América. En cualquier batalla en te-
Cuando la batalla parecía perdida apa- rreno abierto la presencia de unos po-
reció la caballería “y aquí —relata Ber- cos soldados a caballo era suficiente
nal Díaz del Castillo— creyeron los para derrotar contingentes de miles de
indios que el caballo y el caballero eran guerreros nativos. En México, Cortés y
todo uno, como jamás habían visto ca- sus 500 españoles lograron vencer a
ballos”. El efecto fue espectacular y dra- un ejército de 20 000 tlaxcaltecas, quie-
mático. Los dieciseis jinetes causaron nes posteriormente resultaron inva-
tal daño al ejército local que algunos luables aliados del conquistador. En
soldados juraron haber visto al propio Perú, Pizarro logró la captura de Ata-
Apóstol Santiago comandando la caba- hualpa en Cajamarca con un puñado

Héctor T. Arita
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El regreso del caballo
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de españoles y en contra de 30 000 ele- Nuevo Mundo como el escenario am- algunos casos hasta para servir como
mentos de la crema y nata del ejército biental contemporáneo. La presencia alimento. De todas maneras, el origen
inca. Sin duda los españoles tuvieron conjunta de tlacuaches, que son mar- último de la diversidad genética que
una ventaja tecnológica con sus espa- supiales de origen sudamericano, con ha permitido esa diversificación de for-
das y armaduras de hierro y con sus coyotes, que son carnívoros de origen mas perrunas se encuentra en la his-
primitivas armas de fuego, pero es in- norteamericano, únicamente puede toria evolutiva de los cánidos, particu-
negable el papel protagónico del ca- explicarse por medio del estudio de la larmente en la de los lobos, especie a
ballo en la conquista de América. historia evolutiva de los dos grupos. partir de la cual, con toda seguridad,
Gracias a la meticulosidad de Ber- Sabemos que Norteamérica y Sudamé- evolucionó el perro moderno. La histo-
nal Díaz del Castillo sabemos que ade- rica fueron continentes separados por ria evolutiva de los caballos, incluyen-
más de la Rabona venían con Cortés millones de años y que la evolución do la de los dieciseis corceles de Cortés
otros quince caballos, desde el corcel de sus faunas de mamíferos siguió de- comienza, irónicamente, en Norteamé-
de Cristóbal de Olid, castaño oscuro y rroteros diferentes. Hace casi tres mi- rica hace 55 millones de años.
“harto bueno”, hasta el de Baena, un llones de años, sin embargo, se cerró el
ejemplar overo que “no salió bueno pa- istmo de Panamá, creando un puente El origen de los caballos
ra cosa alguna”, y el de Cortés, un cas- terrestre que permitió lo que se cono-
taño zaino que posteriormente murió ce como el “gran intercambio biótico La Tierra era un planeta muy diferen-
en San Juan de Ulúa. Esta variedad en americano”. Así es como actualmente te a principios del Eoceno, hace unos

las complexiones, la llamada “capa” en los Andes podemos encontrar lla- 55 millones de años. El clima en las
—el color del pelaje— y el tempera- mas, pecaríes, jaguares y zorros, todos zonas ecuatoriales era tal vez seme-
mento de los caballos es un reflejo de ellos formas norteamericanas, y mo- jante al actual, pero el planeta en su
la diversidad de formas comprendidas nos, tlacuaches, ratas espinosas y ar- totalidad era mucho menos frío de lo
dentro de la categoría genérica de “ca- madillos, de origen sudamericano, en que es ahora. Como lo ha señalado
ballo ibérico”, que incluye una gran va- algunas partes de México. Christopher Scotese, en aquella época
riedad de formas, entre las que se en- En el caso de las especies domesti- había cocodrilos en los pantanos cer-
cuentran las famosas razas lusitana y cadas, es necesario además incorporar canos al Polo Norte y palmeras en el
andaluza. la historia humana. Las diferentes sur de Alaska. En los bosques cálidos
Tanto entre las especies silvestres razas de perros, que varían enorme- de Norteamérica y Eurasia surgieron
como entre las domesticadas, la única mente en tamaño, forma y comporta- los ancestros de los caballos. Se trata-
manera de comprender la diversidad miento, son el resultado de la selec- ba de unos mamíferos pequeños que
presente es estudiando el pasado. La ción artificial ejercida por seres tradicionalmente han sido compara-
combinación de especies de mamífe- humanos deseosos de po- dos en tamaño con un fox
ros nativos de México, por ejemplo, só- seer perros cada vez más terrier, por razones his-
lo puede explicarse entendiendo tanto aptos para la cacería, pa- tóricas que Stephen Jay
el contexto temporal y geográfico de la ra cuidar los hogares, para Gould examinó con
evolución de la clase Mammalia en el acompañar y divertir, o en lujo de detalle en uno
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de sus famosos ensayos. neralmente ocu- registro fósil, uno de los más comple-
También por razones his- rre en interva- tos entre todos los mamíferos, muestra
tóricas, y siguiendo las los de tiempo un proceso mucho más complicado y
estrictas reglas de la no- de cientos de miles errático que el de la figura de Huxley.
menclatura taxonómi- o millones de años. Una famosa ilustra- A lo largo de 55 millones de años de
ca, estos caballos an- ción de Thomas Huxley, basada macroevolución de los équidos han
cestrales han perdido su bello nombre en datos del paleontólogo O. C. Marsh, aparecido muchísimas ramas diferen-
de Eohippus (algo así como caballo del que presenta “la evolución del caba- tes, la gran mayoría de las cuales se ha
amanecer) y son oficialmente conoci- llo” desde Hyracotherium hasta el ca- extinguido. En total, Bruce MacFadden
dos como Hyracotherium (bestia pare- ballo moderno ha sido reproducida en calcula que se conoce algo así como 36
cida a un hyrax, que es el nombre cien- incontables libros de texto. La figura géneros y unos pocos centenares de es-
tífico de los damanes, unos pequeños muestra los cambios en tamaño (des- pecies en el registro fósil de los équi-
mamíferos del norte de África). de el pequeño Hyracotherium hasta dos. Esta diversidad pasada contrasta
Si pudiéramos toparnos con un los caballos actuales), en el número y con la presente. En la actualidad exis-
ejemplar vivo de Hyracotherium, di- largo de las patas (desde tres y cuatro te solamente un género (Equus), repre-
fícilmente lo asociaríamos con un dedos hasta un solo dedo en cada pa- sentado por ocho especies (el caballo
caballo. Medían unos 60 centímetros ta) y en la dentadura (desde dientes y varias especies de cebras y asnos). El
de largo y 20 de altura, tenían cuatro pequeños y planos hasta grandes dien- caballo no es la cúspide de la evolución

dedos en las patas delanteras y tres en tes con complejos patrones). La figura de su grupo sino simplemente uno de
las traseras y poseían dientes peque- implica un tipo de evolución lineal, los últimos sobrevivientes de una estir-
ños y planos que sugieren que la dieta con una dirección determinada, como pe que otrora fue mucho más diversa.
consistía en hojas suaves. Hay que re- si el proceso tuviera un destino final Gran parte de la evolución de los
cordar que los caballos actuales son definido desde el principio. En este es- équidos se dio en Norteamérica, y al-
mucho más grandes, tienen un solo quema, el caballo actual representa al- canzó su pico de diversidad en el Mio-
dedo en cada pata, que terminan en la go así como la cúspide de la evolución ceno tardío, hace unos 10 millones de
pezuña, y poseen grandes y comple- de la estirpe. años. En esos tiempos, Norteamérica
jos dientes especializados que les per- La interpretación actual de “la evo- estaba cubierta de extensas sabanas
miten procesar pastos duros. lución del caballo” es muy distinta. El muy parecidas a las que ahora existen
La transición de los primitivos Hy-
racotherium a los caballos modernos ha
ALGUNOS TIPOS DE CAPAS DE CABALLO
sido empleada desde principios del si-
Alazán De color canela Morcillo De color negro con tintes rojizos
glo XX como un ejemplo de macroevo- Appaloosa De color blanco o claro con
Overo De color durazno
lución direccional. Macroevolución es manchas oscuras
Bayo De color pardo claro, con raya Palomino De color rojizo claro, con la crin y cola más
el proceso evolutivo que tiene lugar en dorsal y, en ocasiones, con claras
las especies y en categorías superiores marcas tipo cebra Rucio De color pardo claro, blanquecino o canoso
Castaño De color pardo Zaino De color oscuro, sin ningún otro color
(géneros, familias, etcétera), y que ge-
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en África Orien- cinco millones de años, quistadores españoles desembarcaron
tal. La varie- marcaron el final de las en Cozumel, los cascos de los caballos
dad de mamí- grandes sabanas ameri- nativos habían dejado de hollar la tie-
feros de talla grande en esas sabanas canas y fueron el preám- rra americana desde hacía miles de
rivalizaba también con la fauna del bulo a la desaparición del años. Por ello, los indios de lo que aho-
África actual, aunque el reparto de linaje de los caballos en el continente ra es México desconocían por completo
personajes era muy diferente: en lu- Americano. En un postrer destello, a “aquellos ‘ciervos’ que traen en su lo-
gar de elefantes había mastodontes y algunas especies de équidos logra- mo a los hombres”, como los describie-
existían diversas especies de rinoce- ron invadir Sudamérica, pero se ex- ron los indígenas informantes de Saha-
rontes de diferentes tamaños, inclu- tinguieron al poco tiempo. Otra rama gún. De hecho, en Mesoamérica los
yendo formas semiacuáticas muy pa- emigró a Eurasia y de ahí a África y únicos animales domesticados fueron
recidas a los hipopótamos actuales; el dio origen a los caballos, cebras y as- el perro y el pavo, ambos criados pri-
papel de las jirafas era representado nos actuales. Mientras tanto, en Nor- mordialmente como fuente de alimen-
por camellos gigantes de largo cuello teamérica, unas pocas especies se to. No existían ni bestias de tiro ni mu-
y con alturas de hasta seis metros; los aferraron a la existencia, hasta que cho menos animales entrenados para
pecaríes realizaban la función de los ja- finalmente se extinguieron al final la guerra, como los 16 corceles que lle-
balíes africanos y el papel de los gran- del Pleistoceno, hace unos 11 000 garon con los conquistadores y que
des depredadores era desempeñado años. sembraron el terror entre los indios.

por osos, comadrejas de gran tamaño Existe evidencia clara de que los pri- Orígenes del caballo moderno
y unos carnívoros llamados borofagi- meros habitantes humanos de Nortea-
nos, semejantes a las hienas actuales. mérica conocieron los caballos. De he- Mientras en Norteamérica el linaje de
Una de las diferencias más significa- cho, una de las teorías que existen para los caballos estaba en franco declive, el
tivas, empero, era la ausencia de antí- explicar la extinción de los grandes ma- grupo que invadió Eurasia experimen-
lopes, muy característicos de las saba- míferos pleistocénicos es la cacería des- to la última gran radiación evolutiva
nas africanas contemporáneas y, en medida por grupos humanos, aunque hace unos tres millones de años, de
su lugar, la Norteamérica del Mioceno seguramente los cambios climáticos ju- acuerdo con datos del reloj molecular.
era el hogar de una gran diversidad de garon también un papel preponderan- La radiación dio origen a dos clados
camélidos (llamas y camellos), berren- te. En la gruta de Loltún, las investiga- principales: el del caballo moderno y
dos y caballos, de los que se sabe que ciones pioneras de Ticul Álvarez y los varias especies silvestres pleistocéni-
coexistían hasta doce especies en el trabajos más recientes de Joaquín Arro- cas, y otro que incluye todas las ce-
mismo sitio al mismo tiempo. yo han mostrado que apenas hace unos bras y asnos silvestres. No está muy
¿Qué fue de esa impresionante di- cuantos miles de años la península de claro el contexto geográfico de esta ra-
versidad de caballos norteamerica- Yucatán contaba entre su fauna no só- diación, ya que la mayor parte de las
nos? Los grandes cambios climáticos lo con caballos pleistocénicos, sino con especies silvestres están actualmente
que acompañaron el final del Mioceno perezosos gigantes y mastodontes. De restringidas a África, pero seguramen-
y el comienzo del Plioceno, hace unos cualquier manera, para cuando los con- te las formas ancestrales habitaron
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principalmente las llanuras de Asia tes de poblaciones de todo el mundo mo, comportamiento que en los lobos
Central. para rastrear las relaciones de paren- sólo se da en los juveniles. Más razo-
En Eurasia, el caballo fue amplia- tesco entre ellas. Los investigadores nable aún es imaginar que la selección
mente conocido por los seres huma- llegaron a la conclusión de que los ca- artificial haya eliminado de las po-
nos, al menos desde hace unos 30 000 ballos actuales descienden de varias blaciones de perros modernos el ins-
años. Como evidencia de esa interac- líneas diferentes, lo que sugiere que la tinto de regurgitar alimento semidi-
ción existen preciosas representacio- domesticación de los équidos sucedió gerido, comportamiento totalmente
nes de caballos al galope en muchos de en diferentes ocasiones y lugares. normal en los lobos, pero que resulta-
los sitios con pinturas rupestres. Tam- Otros trabajos han utilizado la mor- ría sumamente inconveniente en un
bién hay, por supuesto, huesos fosiliza- fología para detectar diferencias entre perro doméstico.
dos de estos animales, mezclados con poblaciones naturales y domesticadas. En marzo de 2009 apareció en
herramientas humanas, algunos mos- Los perros domésticos, por ejemplo, tie- Science un estudio encabezado por
trando marcas de tales instrumentos. A nen cráneos menos robustos que los Alan Outram, de la Universidad de
pesar de la cercana interacción de los lobos, con mandíbulas más cortas y Exeter en el Reino Unido, donde se em-
humanos y los équidos es muy poco dientes menos fuertes. Estas caracterís- plean ingeniosos métodos indirectos
probable que haya habido intentos por ticas, que permiten a los arqueólogos para establecer la existencia de caba-
domesticar el caballo en el Paleolítico, y arqueozoólogos detectar la presencia llos domesticados en Kazajistán, hace
es decir, hace más de 11 000 años. de perros domésticos en los sitios ocu- unos 5 500 años, con los cuales anali-

La evidencia arqueológica ha apun- pados por humanos, son resultado de zaron huesos de caballos asociados con
tado siempre a que la domesticación la selección artificial, es decir, del pro- restos arqueológicos de la cultura Bo-
del caballo debió suceder hace unos ceso por medio del cual los humanos tai, que prosperó en esa región hacia el
4 000 o 5 000 años en la región central escogen para la crianza ciertos indivi- año 3 500 a.C. Encontraron que la mor-
de Asia. Sin embargo, es muy difícil es- duos con caracteres morfológicos y fología ósea de estos caballos es más
tablecer los detalles usando las herra- conductuales adecuados para sus pro- semejante a la del caballo doméstico
mientas tradicionales de la arqueolo- pósitos. En el caso de los perros, es ló- que a la del caballo pleistocénico. Más
gía, por lo que, recientemente, varios gico suponer que los humanos hayan aún, un análisis patológico mostró en
estudios han empleado métodos mo- preferido siempre la compañía de cá- los huesos metacarpianos las modifi-
leculares para rastrear atributos particu- nidos con mandíbulas fuertes, pero no caciones típicas de animales que han
lares de los animales y establecer el tan robustas y poderosas como las de sido montados o al menos sometidos
tiempo de origen de variedades clara- los lobos. También resulta sen- con riendas. Además, el grupo de in-
mente domesticadas. En un estudio pu- sato pensar que la selección vestigación documentó, usando
blicado en 2002 en los Proceedings de la artificial haya producido que isótopos de carbono, la pre-
Academia Nacional de Ciencias de los los perros modernos sencia de restos de leche de
Estados Unidos, Thomas Jansen y sus agiten la cola pa- yegua en sedimentos en el
colaboradores examinaron el ADN mi- ra mostrar un interior de piezas de cerámica
tocondrial de 652 caballos provenien- estado de áni- provenientes del sitio.
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Una vez que se logró la domesti- beria, Europa Central y España no se llos se hayan interesado en producir
cación del caballo, seguramente se dio encontró polimorfismo (variación) en coloraciones pocos comunes, y que a
un rápido proceso de selección artifi- los genes involucrados, lo que sugiere través de cruzas dirigidas se hayan
cial que moldeó la fisonomía de los que todos los individuos eran castaños desarrollado las modernas capas.
caballos modernos. Aquellos indivi- o bayos y probablemente con algunas
duos más dóciles, con mayor resisten- rayas parecidas a las de las cebras. Só- El caballo español
cia y con mejor porte tuvieron proba- lo en algunas muestras de principios
bilidades más altas de reproducirse, y del Holoceno de España (aproximada- En diversos sitios de España hay evi-
en pocas generaciones estas caracte- mente de 10 000 años) se encontró un dencias de la interacción del ser hu-
rísticas llegaron a ser las más frecuen- gen que sugiere la existencia de algu- mano con los caballos. En la cueva de
tes en las poblaciones asociadas a los nos individuos negros. Altamira, por ejemplo, se encuentra
seres humanos. Otro atributo impor- En contraste con estos patrones el famoso Caballo ocre, una represen-
tante para los criadores de caballos es tan sencillos, las muestras más recien- tación realizada con la meticulosidad
la capa, es decir, la coloración del pela- tes, a partir de aproximadamente 5 000 y realismo característicos del estilo ru-
je; es una característica que no deja años, muestran un polimorfismo mu- pestre franco-cantábrico. Se calcula que
rastro en los depósitos arqueológicos, cho más elevado, que refleja la gran va- el caballo de Altamira tiene una anti-
pero las técnicas moleculares moder- riedad de capas que existe en los caba- güedad de unos 12 000 años. Hace
nas han permitido recrear su micro- llos actuales. Entre las variantes que tiempo surgieron hipótesis acerca de

evolución, es decir, sus cambios en probablemente surgieron en un breve la posibilidad de que la moderna raza
las poblaciones durante los primeros lapso en ese entonces se encuentra la española pudiera ser descendiente di-
cientos de años después de la domes- dilución plata y una capa semejante al recta de los caballos pleistocénicos co-
ticación del caballo. color palomino moderno. Este repen- mo los representados en Altamira. No
El color del pelaje está determina- tino incremento en la diversidad de faltó quien se atrevió a señalar seme-
do en los caballos por ocho mutaciones coloraciones refleja sin duda el efecto janzas entre los dibujos de las cuevas
en seis genes. Algunos de los alelos de- de la selección artificial. El color de un y los caballos ibéricos modernos. Es-
terminan el color predominante, mien- caballo, que en general no está relacio- tas teorías, sin embargo, nunca tuvie-
tras que otros producen diferentes to- nado con la capacidad física del animal ron mucho apoyo y las investigaciones
nalidades (“diluciones”) o diferentes o su probabilidad de supervivencia, es modernas han demostrado sin sombra
patrones (rayas, manchas). Un equipo empero una característica muy im- de dudas su falsedad. El consenso ac-
multinacional encabezado por Arne portante para los criadores de caballos. tual es que los caballos desaparecieron
Ludwig analizó la variación en estos Es fácil imaginar que los primeros se- de la península Ibérica en algún mo-
genes para recrear la posible colora- res humanos que domesticaron caba- mento del Mesolítico, entre 11 000 y
ción de los caballos antes y después de 5 000 años atrás.
la domesticación. El equipo de investi- Parece ser que el caballo fue rein-
gación reportó en Science en abril de troducido a España por grupos celtas
2009 que en muestras de ADN de hue- hacia el siglo VIII antes de Cristo. Toda-
sos pleistocénicos provenientes de Si- vía hay en el norte de España poblacio-
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nes, algunas de ellas parcialmente sil- mar las naves. “Oh, mis El regreso
vestres (o más bien, cimarrones), que guerreros, ¿a dónde podrían
se consideran descendientes de estos huir? Atrás no hay sino la Los caballos fueron
antiguos caballos celtas. Son anima- mar, enfrente, el enemi- acompañantes inseparables de
les relativamente pequeños, con capas go”, se dice que exclamó los conquistadores en sus expedi-
simples, generalmente oscuras, que para motivar a su ejército. ciones para expandir el imperio
ponen en evidencia su origen primiti- En pocos meses los “moros” español en América. El propio Cortés
vo. Ya que hay evidencia de intercam- dominaban ya gran parte de la llevó más de 100 caballos a su expe-
bios comerciales entre los celtas de Es- península ibérica, que adquirió el dición a las Hibueras (Honduras) en
paña con los de Inglaterra e Irlanda, es nombre de Al-Andalus. No se retira- busca del sublevado Cristóbal de Olid.
muy probable que durante varios si- rían sino hasta la caída de Granada De hecho, Puerto Cortés, en Hondu-
glos se haya introducido en diferentes en 1492. ras, se llamó originalmente Puerto de
ocasiones caballos provenientes de Hoy día, el lugar del desembarco Caballos porque varios de estos ani-
otros lugares de Europa y Asia. Estos de Tarik lleva el nombre del guerrero males se ahogaron allí a la llegada del
animales no son, sin embargo, los típi- be re be re: Gibraltar, Geb-El-Tarik. contingente español. También duran-
cos “caballos ibéricos”. En el estudio de Durante los casi 800 años de domina- te esta expedición Cortés y su ejér-
Jansen y sus colaboradores sobre el ción árabe llegaron a Iberia no sólo la cito pasaron por el lago Petén en Gua-
ADN mitocondrial de los équidos, se en- algarabía, el álgebra y la alquimia, tam- temala, en donde visitaron la población

contró que los caballos ibéricos forman bién los caballos andaluces alazanes y indígena de Tayasal. Uno de los caba-
un cluster muy claro junto con los ca- las albardas. La huella del influjo mo- llos favoritos de Cortés, un morcillo
ballos bereberes del norte de África, risco, tan clara en la composición ge- según Bernal Díaz del Castillo, había
una raza adaptada a las condiciones nética de los caballos españoles actua- salido lastimado de una pata. El con-
del desierto. Para entender por qué los les, se refleja en innumerables facetas quistador decidió dejar su querido
caballos de España están más empa- de la historia y cultura españolas. In- caballo al cuidado del Canek (cacique
rentados con las razas africanas que cluso el encuentro final de Cristóbal local) y continuó su ruta rumbo a Hon-
con las de Europa es necesario nueva- Colón con la reina Isabel tuvo lugar a duras. Cortés nunca supo más de aquel
mente apelar a la historia. mediados de 1492 en el Alcázar de morcillo, pero los cronistas posteriores
Los caballos africanos probable- Córdoba, una joya arquitectónica del han recogido una historia increíble.
mente comenzaron a llegar a España orgulloso imperio árabe recién derro- En 1616 Bartolomé de Fuensalida
el 30 de abril del año 711. Ese día, Ta- tado. Para 1493, los caballos que Co- y Juan de Orbita, misioneros francis-
rik, un general berebere, cruzó el es- lón llevó en su segundo viaje al Nuevo canos, partieron de Mérida rumbo a
trecho de Gibraltar desde el norte de Mundo traían consigo los genes que Tayasal para intentar convertir a los
África y comenzó la conquista árabe originalmente habían llegado desde el habitantes de la región al cristianismo,
de la Hispania de Rodrigo el Visigodo. norte de África. Esos mismos genes pues era ése uno de los últimos reduc-
Como lo hizo Cortés en Veracruz 808 serían los que se esparcirán por todas tos de resistencia de los indios mayas a
años después, al desembarcar Tarik las colonias españolas en las Amé- la conquista española, encabezada en
arengó a sus guerreros y ordenó que- ricas. el siglo anterior por Montejo. Los mi-
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sioneros encon- En esta y otras expe- biles jinetes. Por supuesto, muchos de
traron un ex- diciones españolas a las los caballos que los pueblos indios po-
traño ídolo planicies del cen- seían eran animales robados a los pro-
tallado en roca en for- tro de los Estados pios colonizadores europeos e incluso
ma de caballo al que Unidos, varios adquiridos a través de los traficantes
llamaban Tzimin animales logra- de armas, de manera que los caballos
Chac (tzimin es el nombre maya pa- ron huir y tarde o temprano formaron indios constituían mezclas de varieda-
ra el tapir, aplicado por extensión al poblaciones de caballos cimarrones des provenientes de diferentes par-
caballo, y tzimin chac significa algo (ferales). Estos caballos se conocen en tes de Europa. Esta riqueza genética
así como caballo del trueno). Según la inglés como mustangs, una palabra permitió incluso al pueblo de los Nez
historia, narrada en diferentes ver- supuestamente derivada del español Percé, del noroeste de los Estados Uni-
siones entre otros por Sylvanus Mor- mesteño, que significa caballo sin due- dos, desarrollar una variedad de caba-
ley y Alfonso Herrera, el caballo que ño. El hecho de que los mustangs des- llo nueva, la única auténticamente
Cortés había dejado encargado había cienden de los animales llevados ahí americana: los appaloosas.
muerto al poco tiempo de la partida por los españoles quedó demostrado Se estima que a finales del siglo XIX
del conquistador. Los indios, aterro- en el estudio de Jansen y colabora- llegó a haber más de un millón y me-

rizados por su responsabilidad en la dores sobre el ADN mitocondrial de los dio de caballos cimarrones en los Es-
muerte de un dios, habían decidido caballos. Casi una tercera parte de tados Unidos. En la actualidad, y sólo
crear y adorar al nuevo ídolo para ex- los individuos mustangs analizados en gracias a la protección federal, exis-
piar su culpa. La historia termina con el estudio quedaron clasificados en el ten unos 35 000 de estos animales. Su
un enfurecido Orbita destruyendo cluster formado por los caballos ibé- supervivencia depende de las políti-
con su propias manos el abominable ricos y bereberes. Los caballos final- cas que se establecen respecto a su
ídolo pagano. mente reconquistaron Norteamérica, identidad. En 1971, el Congreso de los
Los caballos también fueron prota- siguiendo la ruta de los conquistado- Estados Unidos declaró los mustangs
gonistas en la expedición de Francisco res, primero la de Tarik y el resto de “símbolos vivientes del espíritu histó-
Vázquez de Coronado a los confines los moros y luego la de Cortés, Coro- rico y pionero del Oeste” y promulgó
norteños del dominio español. En su nado y los demás españoles. leyes para su protección. No obstante,
obsesiva búsqueda de la mítica ciudad Los mustangs también jugaron un para algunos rancheros los caballos no
de Quivira, Coronado cruzó el territo- papel importante durante la expan- son más que una peste
rio de lo que actualmente es Nuevo sión de los europeos hacia el oes- que compite por el
México, fue el primer europeo en con- te norteamericano en el si- terreno y el alimen-
templar el cañón del Colorado y llegó glo XIX. Algunos pueblos to con el ganado.
hasta Kansas. Allí no se encontró con indígenas aprendieron Más reciente-
la añorada Quivira sino con los indios a capturar y domar ca- mente, un movi-
Wichita, con los cuales tuvo algunas ballos cimarrones y miento encabeza-
escaramuzas militares. se convirtieron en há- do por un grupo de
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reconocidos científicos ha dado una cies que pudieran desempeñar el pa- sistemas cuyas funciones estarían de-
perspectiva adicional al problema. Pa- pel ecológico de los elementos de la terminadas por animales de gran talla
ra ellos, los caballos cimarrones no de- megafauna que se extinguió hace 11 000 y no, como sucede actualmente, por
ben considerarse como peste, ni siquie- años. En un primer momento se estimu- unas pocas especies invasoras y resis-
ra como una especie introducida con laría el establecimiento de poblaciones tentes a la perturbación.
valor histórico y folclórico. Los caba- de caballos para restaurar las poblacio- Tal vez los movimientos vacilantes
llos son, con todo derecho, según esta nes existentes hace miles de años. Pos- de La Rabona y sus compañeros en
perspectiva, una especie nativa del con- teriormente, se analizaría la posibili- los arenales de Centla hace casi 500
tinente. dad de introducir animales como los años fueron los primeros pasos hacia
La propuesta concreta de este gru- elefantes asiáticos, cheetas, leones y ca- la realización del sueño de recrear los
po, que dio a conocer su idea en un mellos para sustituir las especies co- ambientes silvestres del Pleistoceno.
artículo publicado en 2006 en la revis- rrespondientes que desaparecieron Seguramente Cortés nunca pensó en
ta American Naturalist, es la de restau- de Norteamérica a finales del Pleistoce- ello, pero el conquistador extremeño
rar la diversidad de los ecosistemas no. Al final, podríamos ver en algunas pudo haber sido, sin proponérselo, el
pleistocénicos en América del Norte. zonas de América del Norte paisajes se- primer restaurador ecológico del Nue-
Para ello sería preciso introducir espe- mejantes a los de hace 12 000 años: eco- vo Mundo.

Donlan, C. Josh et al. 2006. “Pleistocene rewilding: An MacFadden, B. J. 1992. Fossil horses: Systematics,
Héctor T. Arita optimistic agenda for twenty-first century conserva- paleobiology, and evolution of the family Equidae.
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THE RETURN OF THE HORSE: MACRO AND MICRO IN EVOLUTION

Palabras clave: origen de los caballos, genes, Eohippus, ADN mitocondrial.

Key words: origin of the horse, genes, Eohippus, mitochondrial DNA.

Resumen: Se aportan datos sobre el origen de los caballos y las evidencias que permiten concluir que los caballos esparcidos por las colonias españolas de América
poseen genes de caballos originarios de África.

Abstract: This article presents information on the origin of horses and evidence to support the conclusion that the horses spread over the Spanish colonies in the Ame-
ricas have genes from naïve African horses.

Héctor Arita es biólogo por la Facultad de Ciencias de la UNAM y doctor en ecología por la Universidad de Florida, Gainesville. Actualmente es investigador en el Centro
de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM.

Recibido el 12 de octubre de 2009, aceptado el 6 de noviembre de 2009.


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CIENCIAS 97 ENERO MARZO 2010

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