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pedro el grande

El dueño  
del mare
nostrum
Pedro III de Aragón se convirtió, con solo nueve años
de reinado, en Pedro el Grande. Ante la imposibilidad
de ampliar sus dominios en la península ibérica, abrió
la Corona a la expansión por el Mediterráneo.
Enrique F. Sicilia Cardona, historiador y periodista

L
as primeras representaciones noble señor no era otro que Pedro III de
de la comedia amorosa Mucho Aragón, llamado “el Grande”.
ruido y pocas nueces, de William
Shakespeare, tuvieron lugar a Las herencias dinásticas
principios del siglo xvii. La ac­ Claramente, las circunstancias de su as­
ción se sitúa en la ciudad siciliana de cendencia contribuyeron a encumbrarle.
Mesina, y uno de sus protagonistas es Su padre fue Jaime I el Conquistador, y
un personaje principesco llamado Don bajo el reinado de éste la Corona arago­
Pedro. En realidad, el autor inglés hacía nesa se había incrementado con nuevos
una reverencia histórica a uno de los re­ territorios. Sus conquistas a los musul­
yes europeos más elogiados hasta ese manes de Mallorca y, posteriormente,
posible retrato de Pedro el Grande, por Filippo
momento, un hombre que había vivi­ Valencia supusieron dos botines de gran Ariosto. Palau de la Generalitat de Catalunya.
do más de trescientos años antes. Ese calado. Su energía guerrera le llevó por

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pedro el grande

jo del rey. Su desempeño en él y su exito­


sa participación en los campos de batalla
le otorgaron un gran prestigio entre sus
contemporáneos. Se refirieron a Pedro
como un “segundo Alejandro por caba­
llería y por conquista”, o como aquel que
“verdaderamente es hombre con cum­
plimiento de todas las gracias”.
Alto para la época y resuelto, el Rey en­
carnaba los ideales caballerescos de ho­
nor, justicia y heroicidad con holgura.
Además de contar con numerosas aman­
tes, cautivó por su refinada cultura trova­
doresca (llegó a escribir dos sirventesos).
Fue a la vez querido y temido por cerca­
nos y no tan cercanos. En definitiva, una
figura que reunía muchas de las cualida­
des necesarias para llevar el timón de un
reino en pleno desarrollo. Se llegó a decir
que era “el mejor caballero del mundo”.

Metas y expansión
Las barreras geopolíticas de sus domi­
nios no eran la única traba a sus aspi­
raciones territoriales. Poseedor de una
visión sobre el modo de reinar, según
las fuentes, más autoritaria que la de su
progenitor, tuvo también que enfren­
tarse a las luchas de la nobleza por aca­
parar poder y privilegios. Sus objetivos
fueron continuar el entendimiento polí­
tico que hasta ese momento se había
cultivado con Castilla; atraer a su órbita
conquista de mallorca por el rey Jaime I (a la
derecha), fresco del siglo xiii. MNAC, Barcelona. el trono navarro o hacerse con él, si le
era posible; buscar la unión de todos los
reinos de la Corona catalano-aragonesa
el sur hasta detenerse en Murcia, un te­ en 1260 allanó su camino a la sucesión. Hohenstaufen. A esta línea alemana ha­ en su persona; y, sobre todo, potenciar
rritorio que ya formaba parte de la Coro­
na de Castilla. Por ese flanco, Jaime I no
La formación del joven Pedro, imparti­
da en especial por algunos nobles, que
bían pertenecido varios soberanos del
Sacro Imperio Romano Germánico, pri­
su crecimiento en ultramar.
Pero, para lograr esas metas vitales, an­
la tumba que no se profanó
podía avanzar más en su expansión. Y el lo educaron en el manejo de las armas mera espada de la cristiandad. tes debía atender con especial tacto el Descubrimientos sobre Pedro III tras la apertura del sepulcro real
afianzamiento de Francia le impedía y las letras, se demostró enormemente delicado contexto existente en sus terri­ un proyecto ambicioso que tras siglos de guerras y un proceso de
continuar también por el norte. Cuando útil, tanto en las campañas militares de La llegada al trono torios en aquellos días. Por un lado, se Con motivo del 850 aniversario del monas­ desamortización no se hubiese vulnerado.
murió, en 1276, legó a su hijo un trono su padre como en las tareas políticas Pedro III se coronó en Zaragoza a la edad veía obligado a aliviar las estrecheces de terio cisterciense de Santa Maria de Santes
de 36 años. Se aseguraba los territorios las arcas reales. De hecho, pese a su fa­ Creus (Tarragona), el Museu d’Història de Ca­ rubio “de bote”
su conducta fue de arrojo, resistencia, juicio de Aragón, Cataluña y Valencia. Tam­
bién por testamento paterno, su herma­
ma, se decía que era “uno de los más po­
bres reyes del mundo, de tierras y de ha­
talunya realizó, entre julio de 2009 y mayo
del siguiente año, un concienzudo estudio y
El estudio también mostró que la rica poli­
cromía al óleo del conjunto está casi intacta.
rápido y destreza en situaciones diplomáticas no menor, Jaime II, se quedaba con el ber”. Con su padre habían surgido los una restauración de la tumba del rey Pedro Y no es todo: los restos fueron embalsama­
reino de Mallorca, junto con algunos Fueros de Aragón y de Valencia; se ha­ (arriba). La tumba es una bañera romana de dos siguiendo antiguas técnicas egipcias, y
con una única dirección factible para in­ que éste le encomendó. Puso en juego condados pirenaicos y otras plazas en bían consolidado los Usatges (código feu­ pórfido, cubierta con una losa de piedra de los pies están cortados y colocados entre las
Gerona y rematada con un bello templete piernas (espacio intertibial) para, segura­
crementar sus territorios: el mar. una conducta de arrojo ante el peligro, la Occitania francesa. Una división que dal de legislación) en todos los conda­
gótico. El proyecto emprendido por el mu­ mente, facilitar la adaptación del cuerpo al
El infante Pedro había nacido en Va­ resistencia a los contratiempos, juicio nunca fue del agrado de Pedro. dos catalanes; y se había establecido el seo, que empleó técnicas como la endosco­ sarcófago, ya que el Rey medía aproximada­
lencia en 1240 como primer varón del rápido y destreza en asuntos de diplo­ El nuevo monarca era un hombre exper­ río Cinca como frontera entre Cataluña pia, 3D, TAC o fotografías UV, ha revelado mente 1,75 m. Como curiosidad final, se de­
matrimonio entre Jaime I y su segunda macia. Su posterior boda con Cons­tanza to tanto en asuntos de Estado como en y Aragón, cuyas Cortes respectivas con­ que nunca fue profanada. El peso de la losa, tectaron restos en su barba de Apigenina
esposa, Violante de Hungría. No era el de Sicilia en 1262, que se preparó con temas de guerra. Con 17 años había sido ferían identidad diferenciada. Por otra de 900 kilos, debió de disuadir a muchos Genisteina, un producto utilizado histórica­
primogénito, y solo la muerte sin des­ mimo durante dos años, supuso el acer­ nombrado Procurador General de Cata­ parte, el tejido social era muy complejo. salteadores, pero, aun así, es un milagro mente para teñir de rubio los cabellos.
cendencia de su hermanastro Alfonso camiento de la dinastía aragonesa a los luña por Jaime I, un cargo solo por deba­ Además del clero, la nobleza, el campesi­

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Hohenstaufen y los de la bávara de los


Welfen, con la que se alineaban Francia
y el Papado en ese momento.
En la rebelión, favorecida por el amena­
zado Imperio bizantino, acabaron ma­
sacrados entre 4.000 y 8.000 güelfos y
franceses, según las fuentes. Pero lo más
decisivo es que unos meses después se
ofreció la Corona de la isla al rey Pedro,
que en esos momentos guerreaba sin
mucha oposición en las costas de Túnez.
Ni qué decir tiene que el monarca arago­
nés tomó posesión de la isla y fue corona­
do en Palermo el mismo año de las Víspe­
ras Sicilianas. A sus títulos anteriores de
rey de Aragón y Valencia y conde de Bar­
celona unía, por fin, el de rey de Sicilia.
El beneficio obtenido con esa adquisi­
ción era considerable para la casa cata­
lano-aragonesa. Tenía en sus manos al­
gunas de las más importantes líneas de
comercio del Mediterráneo y ganaba
un territorio óptimo como mercado de
bienes. Por último, acrecentaba su ar­
mada con la flota siciliana, al mando de
uno de los mejores almirantes que han
surcado jamás las aguas del Mare Nos­
trum: Roger de Lauria (o Llúria).
catedral de palermo, en Sicilia. El edificio
cristiano original es de finales del siglo xii.
Excomuniones y galeras el choque
nado y los siervos, estaba formado por derse prácticamente nunca de la arma­ trol político y económico de Pedro sobre rios años, Pedro III engarza alianzas de­
La revuelta siciliana había triunfado, y
no solo el odio popular a Anjou puede
inexistente
colectivos con fuertes intereses de gru­ dura. Y su alabada figura caballeresca todo el mapa catalano-aragonés. Es de­ fensivas con su hermano Jaime II y con explicarlo. El obtuso comportamiento Duelo caballeresco en Burdeos
po, como los gremios urbanos y los súb­ volvería a dar que hablar al enfrentarse cir, en apenas cuatro años de reinado, Castilla, y casa a dos de sus hijos con vás­ del papa Martín IV fue fundamental en entre Pedro y su gran rival.
ditos de origen judío o musulmán. Esta con energía a otro problema habitual de Pedro III había logrado atajar los proble­ tagos de las casas reales de Portugal e ese éxito. Antes y después de las Víspe­
intrincada variedad de voluntades po­ aquellos tiempos: la nobleza. mas internos todavía vigentes a la muer­ Inglaterra. Su estrategia es sencilla a la ras, delegados sicilianos viajaron hasta perdida sicilia, Carlos de Anjou
(en la imagen) montó a Pedro una em-
día llegar a dificultar posibles empresas En la revuelta liderada en Cataluña por te de su padre (sublevaciones de mudéja­ par que inteligente: antes de dar el salto Roma para, primero, pedir una rebaja
boscada: el “desafío de Burdeos”. El 1
de envergadura en el exterior. el conde de Foix y el vizconde de Cardo­ res y nobles) o generados directamente a Sicilia, necesita evitarse conflictos en en la fiscalidad y, más tarde, con la me­ de junio de 1283 se darían cita en esta
Sin embargo, a tal horizonte de conquista na se dirimieron asuntos como la confir­ por su testamento (la división del reino la península y aislar, además, a sus fu­ cha ya encendida, someter la isla a la ciudad neutral (pertenecía al rey de In-
sí podía optar por otros factores, como la mación de privilegios y libertades a los entre los hermanos). Su poder se auto­ turos enemigos franco-papales. protección papal. La respuesta del Pon­ glaterra) para batirse, de modo que
plenitud demográfica, que le permitía ex­ Su gran rival será Carlos de Anjou, her­ tífice fue mostrar el más absoluto des­ “Dios escogiera al vencedor”.
portar población a futuros territorios, o mano del rey francés Luis IX, vencedor precio. De origen galo, Martín IV debía
como el dinamismo que desde principios el trono de sicilia fue arrebatado a su suegro de Benevento y coronado en Roma rey su cargo al propio Carlos de Anjou, por el combate no llegó a producirse,
de siglo caracterizaba a la economía, gra­ por los franceses con el apoyo del papado de Sicilia. Tras hacerse también con el lo que estaba ligado por completo a los aunque, según algunas fuentes, Pedro
cias al área comercial y la industria textil. sur de la península italiana, planeó in­ deseos de la casa francesa. llegó disfrazado y, al comprobar la falta
Si Pedro lograba poner todo ello al servi­ nobles por parte del Monarca o la for­ afirmaba ante sus súbditos. Un resultado cluso un ataque contra la mismísima Tras su desembarco, coronación y pos­ de garantías, huyó. Otras hablan de re-
trasos que le impidieron participar en la
cio de la Corona, la expansión se perfila­ mulación de nuevas demandas reales digno de mención, aunque nuevas difi­ Constantinopla bizantina. Sin embargo, terior paseo triunfal hasta Mesina, Pe­
lid, y algunas afirman que las autorida-
ba como una prometedora empresa. (por ejemplo, la tasa del bovatge, un im­ cultades iban a llegar muy pronto. su gobierno despótico y arrogante, jun­ dro plantó sólidamente sus reales en la
des bordelesas, al conocer las intencio-
puesto sobre el ganado). En 1280, en to con una grave presión fiscal, cimen­tó isla. Al Papa no le quedó otra salida que nes siniestras de Anjou, no dejaron que
Mudéjares y nobles otro cerco victorioso, esta vez en la villa La madeja siciliana un odio creciente contra él en el pueblo excomulgar al monarca aragonés y, so­ tuviera lugar el singular encuentro. En
Lo primero con lo que hubo de lidiar fue­ de Balaguer, Pedro III capturó a los líde­ Su matrimonio con Constanza, hija de conquistado, que estalló en las deno­ bre todo, financiar las posibles incursio­ todo caso, pese a su debilidad por los
ron los musulmanes rebeldes de Valen­ res rebeldes y reforzó la autoridad mo­ Manfredo I de Sicilia, dio a Pedro moti­ minadas Vísperas Sicilianas de 1282. nes de Carlos para recuperar Sicilia. La códigos de honor y su manifiesta valen-
cia, que ya se habían sublevado en tiem­ nárquica en los asuntos del reino. vos para reclamar el trono de esta isla, En el fondo gravitaba el viejo enfrenta­ pinza antiaragonesa no ofreció los re­ tía, resulta difícil de creer que Pedro,
pos de Jaime I. Les sometió de manera Un año antes, su díscolo hermano menor, arrebatado en 1266 a su suegro por los miento europeo por el poder imperial sultados esperados, y durante tres años con su experiencia, tomase en conside-
decisiva en el cerco del castillo de Mon­ Jaime II de Mallorca, firmaba en Perpi­ franceses en la batalla de Benevento con entre gibelinos y güelfos, es decir, entre los franceses solo cosecharon derrota ración el ardid del francés.
tesa, que él mismo dirigió sin despren­ ñán su vasallaje al Rey, ratificando el con­ el apoyo de la Santa Sede. Durante va­ los partidarios de la casa suaba de los tras derrota en el mar, principal escena­

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pedro el grande

a tener en cuenta
Pedro sobre el papel
Hasta el 31 de agosto puede visitarse
en Barcelona la exposición “Pere el
Gran (Pedro el Grande), 1240-1285”,
que organiza el Ministerio de Cultura.
Una selección de importantes docu-
mentos conservados en el Archivo de
la Corona de Aragón permite ilustrar
la personalidad y la actuación política
del Soberano. Entrada libre.
Archivo de la Corona de Aragón.
Pa­lau del Lloctinent. Comtes, 2.

trono aragonés a Pedro por un hijo de Fe­


lipe y recuperar el dominio de Sicilia. Era
una verdadera prueba de fuego para la
Corona de Aragón y su rey. Porque, ade­
más, para cuando comenzó la expedición
francesa de conquista en 1285, la nobleza
PEDRO III en el Coll de Panissars, por Bartomeu
aragonesa no estaba interesada en ayu­ Ribó, 1866. Museu d’Història de Catalunya.
darle en la defensa catalana, su hermano
Jaime II le había traicionado con los fran­
ceses (le ofrecieron ser rey de Valencia), nas fuentes, unos veinte mil hombres y El reposo final
Castilla no intervendría a su favor y la flo­ en torno a ciento cincuenta galeras, tenía Pedro surgía de aquella campaña como
ta catalano-siciliana de Lauria seguía lu­ dos ejes de avance. El primero y principal una poderosa figura europea, en el cul­
chando en Sicilia. Todo en contra. era por tierra, y su objetivo lo constituía men de su gloria. Quedaban cuentas pen­
Barcelona. El segundo era naval, y servía dientes que ajustar con Mallorca y su her­
La invasión francesa de abastecimiento y logística al avance mano, puede que con Castilla, y más
Sobre la cima de un puerto, en la diviso­ principal. La invasión comenzó con algu­ tarde con la propia Francia..., si la enfer­
escuadra catalano-ARAGONESA, detalle del
retablo de Santa Úrsula, anónimo, siglo xiii. ria de los Pirineos Orientales, acaba de nas dificultades en las plazas fuertes del medad no le hubiera visitado con pronti­
pasar con mucha prisa la sagrada en- Rosellón. Tras cruzar los Pirineos, la ma­ tud, en noviembre. Murió grande en vi­
seña de guerra real francesa. Al mismo sa atacante se detuvo en la conquista cos­ da, con casi todas las metas alcanzadas, y
rio de la lucha, frente a la flota siciliano- le mayor. La primera era la necesidad de Recognoverunt proceres, que establecía tiempo, han coronado el paso unos po­ tosa de Gerona, defendida con valor por cobró mayor grandeza en la historia pos­
catalana comandada por Lauria. conseguir dinero suficiente para sufragar mayores privilegios civiles y económicos cos jinetes y caballeros como escolta del el vizconde de Cardona. Los meses que terior. Sin lugar a dudas, Aragón alcanzó
La superioridad de sus tácticas, tropa los altos costes de su aventura siciliana. a los más pudientes. Así pues, la autori­ rey Felipe III el Atrevido, moribundo y las huestes francesas perdieron allí resul­ con él una presencia en la escena interna­
(con sus ballesteros y los temidos almo­ Y solo podía obtener esas rentas si hacía dad obtenida unos años antes disminuía en total retirada, hacia sus tierras fran­ tarían fatales para el eslabón débil de es­ cional y en el Mediterráneo que continua­
gávares), moral y red de espías fue abso­ concesiones en casa. Por eso, en 1283 ins­ tras estas concesiones, dictadas por la ur­ cas. Atrás, una muchedumbre nerviosa ta cruzada política: su flota. ría con monarcas posteriores.
luta. Ejemplos de su letal eficiencia los tauró la medida de convocar anualmente gencia de los acontecimientos. de siervos, peones y soldadesca intenta A una primera derrota sufrida a manos
encontramos en las batallas de Malta o las Cortes catalanas y, sobre todo, conce­ La segunda dificultad estaba vinculada hacer lo mismo. Escapar de la segura de una armada catalana, la definitiva
del golfo de Nápoles. Esta afirmación na­ dió en las Cortes de Tarazona el llamado a la entrada de un nuevo personaje en es­ embestida de las tropas del rey Pedro III respondió a la llegada de Roger de Lau­ Para saber más
val de la causa aragonesa venía precedida de Aragón, que, estatuario y tranquilo, ria, que, de noche, sorprendió con enor­ Biografía
Soldevila, Ferran. Pere el Gran (2 vols.).
de una importante medida de Pedro, la
construcción de las Atarazanas Reales de
el rey de francia, felipe iii, sobrino de carlos contempla la escena desde un collado
próximo. La cruzada antiaragonesa lan­
me éxito al enemigo en las cercanías de
las islas Formigues desbaratando por
Barcelona: Institut d’Estudis Catalans, 1950-
1962. En catalán.
Barcelona, pero el toque Lauria puso la de anjou, preparaba una invasión de cataluña zada por el papa Martín IV ha fracasado completo la flota francesa. Con su expe­
Ensayo
guinda. Sin esas flotas de galeras, Aragón definitivamente en el Coll de Panissars. rimentado concurso, el prestigioso man­ Giunta,Francesco. Aragoneses y catalanes
nunca podría haber retenido el premio Privilegio General de Aragón. Esta “cons­ cena, más peligroso que los anteriores. El Francia no conquistará Cataluña. Co­ do de Pedro y la inesperada propagación en el Mediterráneo. Barcelona: Ariel, 1989.
siciliano, como tampoco haber continua­ titución impuesta”, de las más avanzadas mismísimo rey de Francia, Felipe III, pre­ rría el mes de octubre de 1285 y, al re­ de la peste en el campo cruzado, al rey Salrach, Josep M. y Espadaler, Antón M.

do con su posición dominante en el Medi­ de su época, confirmaba de forma perpe­ paraba, en connivencia con sus aliados peler esta peligrosa invasión, la Corona Felipe no le quedó otra que efectuar la La Corona de Aragón: plenitud y crisis.
Madrid: Historia 16, 1996.
terráneo durante los siglos posteriores. tua los fueros, usos y costumbres de Ara­ en Italia (era sobrino de Carlos), una in­ de Aragón había alcanzado una mayo­ triste retirada ya narrada por Panissars.
gón. Es decir, colocaba a los súbditos bajo vasión de Cataluña. Tras la excomunión ría de edad encarnada en la figura real Murió poco después en Perpiñán. Sus Catálogo

¿Cruzada cristiana? el imperio de la ley frente al imperio del de Pedro por el Papa, la empresa tomaba de este gran e inteligente caballero. otros aliados de “cruzada”, Carlos de An­ VV. AA. Pere el Gran, 1240-1285. Madrid:
Ministerio de Cultura, 2011. En catalán, caste-
Con su frente siciliano en liza, a Pedro le monarca. Un año después otorgó tam­ incluso visos de cruzada. Aquella manio­ ¿Qué había sucedido? La acometida ini­ jou y Martín IV, ya lo habían hecho en los llano e inglés.
surgieron otras dos dificultades de índo­ bién al Consejo barcelonés el privilegio bra oportunista buscaba suplantar en el cial francesa, formada por, según algu­ primeros meses de ese fatídico año.

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