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Hay 

dos métodos diferentes para administrar la entrada y salida de


productos en un sistema de almacenaje. Uno de ellos es el método
FIFO (del inglés first-in, first-out, “primero en entrar, primero en salir”).
Y el otro es el método LIFO (last-in, first-out, “último en entrar,
primero en salir”). Profesionales como RFL Cargo, que trabajan
como operador logístico integral, conocen los problemas y las
soluciones adecuadas para cada tipo de mercancía.
A continuación se va a explicar cómo se articula y porqué elegir
el método FIFO. Este sistema se fundamenta en que el primer artículo
que se introduce en el almacén, es el primero que también sale del
inventario. Esto quiere decir que es el producto más antiguo el que
sale primero del almacén.

Circunstancias en las que el sistema FIFO


es la mejor opción
Cuando se trata de productos perecederos, es el más idóneo. El
método de almacenaje y colocación de este tipo de artículos es
especialmente importante. Deben ser ubicados de forma que se
facilite al máximo la salida de los productos que tienen una fecha de
caducidad más corta. Es la única manera viable para evitar que se
estropee la mercancía antes de ser vendida. En caso contrario, las
pérdidas pueden ser considerables para la empresa.
Otra ventaja a considerar es que el método FIFO es muy conveniente
(en cuanto a la contabilidad) cuando el precio de los productos que se
almacenan tiene tendencia a mantenerse o bajar.
Las circunstancias que rodean a cada mercancía hacen que sea
complicado elegir un método de gestión de inventario y un sistema
de almacenamiento logístico que minimicen los costes de una
empresa. Por esta razón se hace imprescindible recurrir a
profesionales con conocimientos sobre la materia como RFL Cargo,
expertos en logística y transporte terrestre de
mercancías, transporte marítimo de mercancías y transporte
aéreo de mercancías.

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