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Dada la importancia de la adopción para la materialización de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, la ley de infancia y adolescencia en Colombia ha establecido unos requisitos básicos
para aquellos que pretendan la adopción de un menor bien sea de manera conjunta o individual.
Tales requisitos son:
En cuanto a los requisitos de edad, es dable aclarar que el mismo no se aplica cuando se busca la
adopción por parte del cónyuge o compañero permanente respecto del hijo de su cónyuge o
compañero permanente o de un pariente dentro del tercer grado de consanguinidad y segundo de
afinidad.
“(…) pero frente a personas que tienen una limitación física y cumplen con las demás condiciones
establecidas en la ley para adoptar un hijo, la medida puede resultar discriminatoria, si se tiene
como única razón para negar la adopción, por lo que encuentra la Corte Constitucional que el
artículo 68 de la Ley 1098 de 2006, exige una valoración integral de todas las condiciones de quien
sea candidato a padre o madre adoptante, no pudiéndose descalificar a una persona como posible
padre o madre adoptante, por el sólo hecho de que tenga una discapacidad, sino que dicha
condición debe ser evaluada en cada caso concreto por las autoridades y expertos, junto con los
demás factores de idoneidad exigidos por la ley, y siempre en función de interés superior del
menor(…)” (sentencia c-804/09)
Por lo tanto, el requisito de la idoneidad física debe ser analizado conjuntamente con la
observancia de los demás requisitos básicos y circunstancias para la adopción, sin que la falta de
este sea por si sola descalificativa en el proceso.
Por otra parte, como otro de requisito de idoneidad, se encuentra la idoneidad mental
“(…) entendida como los rasgos de personalidad que indiquen funcionamiento adaptivo, salud
mental, la estabilidad emocional y afectiva, capacidad para establecer y mantener vínculos para
relacionarse adecuadamente consigo mismo, con los otros y con el entorno, para ofrecer un hogar
seguro y proporcionar un ambiente psicológico que posibilite al niño, niña o adolescente un
desarrollo equilibrado.” (Resolución No. 3748 de 2010 del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar)
Y, por último, la idoneidad social está determinada por todas aquellas relaciones tanto de carácter
intrafamiliar como en el entorno del adoptante, circunstancias socioeconómicas y culturales que
garanticen condiciones adecuadas para el desarrollo integral del adoptado en los aspectos social,
personal y cultural. La verificación de tales requisitos de idoneidad, será realizada por la defensoría
de familia, quien tiene la labor de ejecutar todas las labores profesionales necesarias para emitir
conceptos y evitar decisiones caprichosas, arbitrarias discrecionales y menos aún, discriminatorias
siempre dándole prevalencia al interés superior del menor, pero sin desconocimiento de los
derechos de los adoptantes.