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Valoración clínica geriátrica integral en medicina familiar

En México se considera adulto mayor a toda persona con más de 60 años de edad. En algunos otros países, sobre todo del
primer mundo, se define a partir de los 65 años de edad.
El envejecimiento es un proceso natural definido, desde el punto de vista epidemiológico, como el aumento de la
proporción de personas en edad avanzada y la disminución proporcional de jóvenes en una población.
El proceso biológico de envejecer se caracteriza por una gradual y progresiva reducción de reservas fisiológicas, que hace al
adulto mayor vulnerable. Múltiples enfermedades crónicas y agudas, consumo de numerosos fármacos, deterioro funcional
físico y cognitivo, mal pronóstico vital y funcional, condiciones sociales y psicológicas asociadas desfavorables, y riesgo de
desarrollar alguno de los llamados síndromes geriátricos son elementos que frecuentemente se asocian. Ello exige, en los
cuidados de la salud, una atención multidisciplinaria.

El médico familiar es un actor indispensable de esa atención, él establece el primer contacto con el paciente, es quien debe
intentar suprimir, prevenir y acaso evitar el deterioro biospsicosocial del adulto mayor mediante el establecimiento de
protocolos de manejo en la consulta externa y deberá ser diligente en indagar y valorar de entre un habitualmente confuso
conjunto de síntomas y signos, los que le permitan incidir en la mejora de la calidad de vida de estos pacientes.1,7
La Valoración Geriátrica Integral (VGI) es una herramienta para identificar los factores de riesgos comunes y la posibilidad
de modificarlos, incluye cuatro apartados: clínico, físico, mental y social; se lleva a cabo mediante la utilización de
instrumentos
de valoración estandarizados.
En este análisis se mencionarán los apartados de la exploración y se revisarán los resultados con respuecto a la visión del
medico familiar.

VALORACION CLINICA
Integrada por la historia clínica y la exploración física, que aportan información sobre el estado nutricional, la pluripatología,
la comorbilidad, la polifarmacia, las presentaciones atípicas de la sintomatología, las complicaciones clínicas, los síndromes
geriátricos y la tendencia a la cronicidad e incapacidad, gravedad y muerte.
VALORACION FÍSICA
Es el estudio de la capacidad de ejecutar, de manera autónoma, las acciones más o menos complejas que componen el
quehacer cotidiano de la manera deseada a nivel individual y social. En el adulto mayor se examina las habilidades para su
autocuidado y la independencia en su medio ambiente. La información se obtiene mediante información verbal del
paciente o cuidador y observando directamente al anciano durante la realización de esas actividades.
VALORACIÓN MENTAL
Se realiza a través de establecer el estado cognitivo y el estado afectivo, se mide por la orientación, la atención, el
entendimiento verbal de órdenes, la memoria, el cálculo, el lenguaje y la praxis constructiva.
VALORACIÓN SOCIAL
El bienestar social se relaciona con la capacidad de manejar los problemas de salud y preservar la autonomía. El proceso
pretende estudiar la relación entre el anciano y el entorno o estructura social que lo rodea, sus principales aspectos son las
interacciones sociofamiliares, que incluyen las actividades, el apoyo y los recursos. Esta valoración es muy difícil, porque
utiliza parámetros subjetivos, como las relaciones interpersonales

Dada la relación que guardan los resultados y diagnósticos de cada aspecto evaluado, teóricamente la VGI debe llevarse a
cabo en una sola exposición, durante la primera consulta, si se consideran los indicadores de productividad insti tucionales,
que asignan 15 a 20 minutos para una consulta de medicina familiar, se infiere que en ese tiempo no es factible llevarla a
cabo pues cada instrumento, de los que en promedio se utilizan cinco, consume entre tres y cinco minutos. Esa falta de
tiempo sería el determinante para omitirla, dejando escapar la oportunidad de modificar los riesgos sobre la calidad de vida
de ese paciente.

Los objetivos de éste estudio que se analizaron son: Determinar el tiempo necesario para la realización de la Valoración
Geriátrica Integral durante una consulta de medicina familiar. Y conocer las razones que el médico familiar refiere para no
realizar la Valoración Geriátrica Integral.

Éste fue un estudio transversal, descritpivo, observcional Con 2 procesos: Realización de la VGI a los derechohabientes
mayores de 60 años de edad. Y Aplicacipon a los médicos familiares adscritos a la misma unidad de medicina familiar, un
cuestionario que evaluaba conocimientos básicos sobre la Valoración Geriátrica Integral e indagaba las razones por las que
no la efectuaba.
Se cronometraron los minutos utilizados para contestar el instrumento, realizar la exploración dirigida y responder cada
escala de la valoración.

El tiempo utilizado para la evaluación geriátrica osciló entre 25 y 30 minutos. Las razones que refirieron para no realizar la
valoración geriátrica integral fueron:
􀂄 Su aplicación requiere mayor tiempo al asignado para la consulta externa (72 %).
􀂄 No se cuenta con los instrumentos ni los formatos necesarios para su realización (67 %).
􀂄 Los pacientes no son capaces de responder y existe poca colaboración por parte de los acompañantes (34 %).
􀂄 La valoración clínica convencional es más objetiva y factible y el resultado diagnóstico es similar (3 %).

El conocimiento de los médicos familiares sobre la VGI mostró grandes deficiencias; ello nos hace reflexionar sobre la
eficacia de la educación sin significado. Por otra parte se puede decir que el sistema le proporciona excusas como el corto
tiempo en que debe proporcionar la consulta; la falta de tiempo y no contar con las herramientas necesarias fueron las
razones del médico familiar para no integrar la VGI a su praxis regular.
Si el médico, a cuyo cuidado quedan esos adultos mayores altamente vulnerables al mínimo cambio en sus esferas física
psíquica y social, vislumbrara el alto beneficio de aplicar la VGI podría plantear estrategias que le dieran oportunidad de
realizarla y de modificar favorablemente la calidad de vida de sus pacientes.

Rendón-Orozco, María de la Cruz; Rodríguez-Ledesma, María de los Ángeles. Valoración clínica geriátrica integral en
medicina familiar. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, vol. 49, núm. 2, marzo-abril, 2011, pp. 171-177.
Instituto Mexicano del Seguro Social. Distrito Federal, México

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