Está en la página 1de 11

Justificación del tema

El tema de investigación que me propuse trabajar, fue la Escuela de los

Annales, ya que siempre me ha parecido un tema interesante por la

propuesta que tuvieron, y que cambió la manera de estudiar la Historia.

Trabajar en este tema, más bien considerado de lado de la Historia, fue aún

más lo que me importo, un tema que no pareciera de la Etnohistoria, pero

que es importantísimo para ésta.

Objeto de estudio

Como estudiante de la Licenciatura en Etnohistoria, quise hacer este

trabajo y entenderlo desde mi perspectiva educativa que estoy llevando a

cabo, y desde este contexto supongo que este trabajo no será igual al de un

estudiante de la carrera de Historia.

Fuentes

He querido trabajar en esta investigación, de la misma forma que lo

hacíamos con los controles de lectura que entregábamos en clase. Mis

herramientas de trabajo serían las obras de los autores y máximos

exponentes de Annales, que nosotros llamaríamos; Fuentes Secundarias, y

me apoyaré en los apuntes de clase tanto de Introducción a la Etnohistoria,

así como de Introducción a la Historia.


Presentación

En este trabajo pretendo abordar brevemente, desde una mirada como

estudiante de Etnohistoria, los problemas que abordan los historiadores de

la Escuela de los Annales, sus relaciones con la escuela positivista y los

aspectos que permiten hablar de una discusión con el marxismo. También

abordaré el contexto geográfico y su origen en la escuela de historiografía

francesa, tratando de ofrecer, si es posible, un contexto de discusión con

otras disciplinas.

Escuela de los Annales

De 1920 a la fecha, la Escuela de los Annales es una escuela en expansión. El

origen del nombre de esta escuela deriva del título de la revista Annales de

historia y social. Las características y evoluciones de esta Escuela podrían

enmarcarse en tres momentos: a) Los fundadores: L. Febvre, M. Bloch y E.

Labrousse b) F. Braudel c) G. Duby y J. Le Goff.

Febvre y Bloch a través de sus propuestas conceptual izaron a la historia en

el corazón mismo del dispositivo de las ciencias sociales, donde la historia es

un campo de experimentación en el pasado y el lugar necesario de la

confrontación interdisciplinaria. En 1930, predomina el positivismo en

Francia, y Combates por la historia da idea de lo que pretenden; es el

tiempo del desarrollo de la sociología basada en las propuestas de Durkheim

que emana de una Europa de entreguerras. En medio de la depresión del

decenio de los treinta en Europa hay un ambiente de búsqueda de


explicaciones diferentes de la historia. De esta manera Febvre define la

historia:

“En mi opinión, la historia es el estudio científicamente elaborado de

las diversas actividades y de las diversas creaciones de los hombres en

otros tiempos, captadas en su fecha, en el marco de sociedades

extremadamente variadas y, sin embargo, comparables unas a otras (el

postulado es de la sociología); actividades y creaciones con las que

cubrieron la superficie de la tierra y la sucesión de las edades”. 1

En Introducción a la historia Bloch se preocupa por encontrar una

explicación nueva, de modo que se parta desde el presente y ésta se oriente

hacia el pasado. Dice Bloch: “los escritos facilitan con más razón estas

transferencias de pensamiento entre generaciones muy alejadas,

transferencias que constituyen propiamente la continuidad de una

generación.”2 Asimismo se trata de romper con una tradición narrativa y de

buscar el análisis histórico ligado a ciertas posiciones de la sociología, y

hasta de otras corrientes como la literatura, en respuesta a la discusión con

el materialismo histórico. Observa Bloch: “Los lectores de Alejandro Dumas

no son, quizás, sino historiadores en potencia, a los que sólo falta la

educación necesaria para darse un placer más puro, y, a mi juicio, mas agudo:

el del color verdadero.”3

Al plantearse nuevos problemas en el conocimiento histórico Bloch y Febvre

generan líneas historiográficas, de modo que en la discusión con el


1 L. Febvre, Combates por la historia, p. 41.
2 M. Bloch, Introducción a la historia, p. 45
3 M. Bloch, op. cit., p. 12-13.
marxismo y el positivismo construyen un nuevo paradigma de explicación

histórica que transita por una tercera vía. En esta primera etapa la escuela

de los Annales aborda la problemática metodológica, y de ahí, dicen los

estudiosos de esta corriente, su valor heurístico esencial. Es a partir de

esta crítica que los primeros Annales realizaron una verdadera revolución

dentro de la teoría. El aspecto metodológico hace populares a los

historiadores de los Annales, y gracias a esto rebasan el ámbito de sus

propios países.

Un aspecto destacado de la propuesta teórica de la Escuela de los Annales

es el planteamiento de una historia problema, que aborda la relación

presente-pasado para entender que su propia búsqueda, como las

anteriores, está condicionada por las preocupaciones del presente, de ahí

que se concluya que cada época construye una representación del pasado

según sus propias preocupaciones. Sin embargo esta búsqueda para Annales,

donde lo explicativo predomine, debe dar cuanta de la totalidad el

acontecer histórico. De ahí que cada autor de esta escuela, así como cada

nueva generación, ha ido incorporando diversos aportes de las ciencias

sociales en la búsqueda de una explicación histórica que dé cuenta de la

totalidad.

En Bloch encuentro una preocupación por la vida social, una preocupación por

lo mental simbólico y por las mentalidades. Asimismo la búsqueda de la

relación entre el espacio y el tiempo.


Según se ha estudiado, Labrousse introduce el análisis estadístico en la

explicación histórica, como es el caso de las variaciones de los precios. No

se busca lo individual, sino que se busca lo repetitivo: la crisis económica.

En esta primera época de los Annales encontramos un desvelo común: la

construcción histórica. En términos de la estructura, se aborda su propio

material, al mismo tiempo que incorporan la construcción de estructuras

mentales, diferenciando el análisis temporal. Igualmente frente a toda

tradición historiográfica, de procesos políticos importantes, se dedican a

estudiar la Revolución Francesa en un contexto diferente y en una escala de

duración diferente. La geografía humana se vuelve un elemento esencial ya

que se trata de estudiar fenómenos históricos como fenómenos sociales:

análisis de mentalidades, compuesta por individuos.

Ante el análisis cuya únicas fuentes eran la política y la diplomática, Annales

abre también el campo de las fuentes documentales.

Braudel aporta una nueva manera de explicar el proceso histórico: el

mediterráneo y el capitalismo. En Braudel ya no hay duda del tratamiento de

lo social y se estrecha la relación de las ciencias sociales con la historia.

Pareciera que con Braudel, la discusión con el marxismo es ya más libre.

Como se demuestra en este fragmento:

“Toda sociedad, toda civilización está determinada por unos datos

económicos, técnicos, biológicos, demográficos. Las condiciones

materiales y biológicas son siempre un factor importante en el destino

de las civilizaciones. El aumento o la disminución de la población, la


salud o la decrepitud físicas, el auge o la decadencia económica o

técnica repercuten tanto en el edificio cultural como en el social. La

economía política, entendida en su sentido más amplio, es el estudio de

todos estos inmensos problemas”. 4

Braudel discutió la propia movilidad del tiempo, es decir, lo que cambia en

forma extraordinariamente lenta; el tiempo adquiere una dimensión

problemática. Se trata de la diferencia entre una historia fugaz, una

historia de larga duración y de una historia marginal.

“Estas incursiones a través de las resistencias, e las aquiescencias, de

las permanencias, de las lentas deformaciones de las civilizaciones,

permiten formular una última definición que devuelve a éstas su

aspecto particular y único: las civilizaciones son continuidades,

interminables continuidades históricas. En este sentido, la civilización

es la más larga de las largas historias. Pero el historiador no tiene

acceso inmediato a esta verdad: sólo se abre paso después de

observaciones sucesivas, de la misma manera que, al ascender, el

alcance de la vista se va ampliando progresivamente.”5

La historia de larga duración, de siglos, es una dimensión en la que lo

geográfico tiene importancia, y su explicación es la más amplia. Braudel

logró profundizar lo temporal proponiendo un tiempo geográfico, social y un

tiempo mental.

Un tercer momento en la escuela de los Annales corresponde al desarrollo


4 F. Braudel, Las civilizaciones actuales, p. 29
5 F. Braudel, op. cit. p. 41.
de la historia de las mentalidades y las perspectivas actuales que inciden en

las profundidades del ser, es decir, el retorno al sujeto y el rescate de lo

que se ha llamado la “vida cotidiana”. Sus más importantes exponentes son

los historiadores George Duby y Jacques Le Goff. Esta historia buscará

incorporar a la historia total lo que antes eran “minucias”. Parecería

entonces que, por ejemplo, la moda es también un vehículo para entender a

una sociedad, como los son las cartas y los diarios íntimos, el rescate de la

figura femenina dentro de la historia, etc. Menciona Le Goff:

“La nueva historia ha sido definida por la aparición de nuevos

problemas, nuevos métodos, que han renovado campos tradicionales de

la historia [. . .] y sobre todo tal vez por la aparición en el campo de la

historia de objetos nuevos, reservados en general hasta entonces la

antropología (en este punto hallará aquí —en el libro— ejemplos en los

artículos Alimentación, Cuerpo, Imágenes, Libro, Mito, Sexo ). La

definiré al mismo tiempo por los nuevos desarrollos de sus

orientaciones desde hace cincuenta años y por perspectivas inéditas,

tratando de indicar lo que, en estas opciones, está en juego de cara a

otras tendencias o inercias de la historiografía.” 6

Para finalizar, como podemos observar esta corriente tiene una gran

influencia en Estados Unidos y en América Latina desde la década de los

setenta. La Escuela de los Annales ha propuesto una historia abierta, y aun

sin tener una filosofía de la historia propia y permanente ya que ha variado

6 J. Le Goff, La nueva historia, p. 240


sucesivamente sus formulaciones conceptuales, ha tenido por supuesto,

influencias del marxismo, el estructuralismo y el funcionalismo, entre otras,

y con constantes aportaciones de los métodos de las ciencias sociales.

Afortunadamente para los historiadores, y ahora para nosotros los

etnohistoriadores, la historia no ha llegado a su fin. Hoy la historia

emprende nuevas búsquedas para interpretar el pasado humano, esto sí, no

tiene fin.
Bibliografía

BLOCH, Marc. Introducción y “La historia, los hombres y el tiempo” en

Introducción a la historia. México: Fondo de Cultura Económica, 1982, pp. 9-

51.

BRAUDEL, Fernand. Caps. I, II y III en Las civilizaciones actuales. España:

Tecnos, 1993, pp. 12-46.

FEBVRE, Lucien. “Vivir la historia” en La historia y las ciencias sociales.

México: Alianza, 1994, pp. 37-58.

LE GOFF, Jacques. “La nueva historia” en La nueva historia. Bilbao:

Ediciones mensajero, 1994, pp. 263-294.

Nota a la Bibliografía

Las bibliotecas e institutos en las que pude consultar estas obras son:

1.- Biblioteca Central de Ciudad Universitaria en la UNAM.

2.- Biblioteca “Samuel Ramos” de la Facultad de Filosofía y Letras de la

UNAM.

3.- Biblioteca “Guillermo Bonfil Batalla” de la ENAH.

4.- Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.


Escuela Nacional de Antropología e Historia

Licenciatura en Etnohistoria

Asignatura

Introducción a la Etnohistoria

Alumno

López Avila Mariano Rafael

Tema

La Escuela de Annales

También podría gustarte