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TEMA 1

MATERIAS PRIMAS Y PRODUCTOS BASICOS: ESTRUCTURA DE LA


PRODUCCION. ESPECIFICACIONES DE PRODUCTOS

1.1.- Materias primas empleadas en la industria química

La Química es la ciencia de la materia, de su composición, estructura, propiedades y


transformación.

La ingeniería química es la rama de la ingeniería que se ocupa de la transformación de


las sustancias químicas, denominadas aquí materias primas, en productos útiles para uno
u otro fin. Más concretamente se encarga del diseño, planificación, construcción,
evaluación, optimización, simulación, mantenimiento y operación de todo tipo de
procesos industriales, en los que se requieren transformaciones físicas y químicas de la
materia.

El enfoque de la ingeniería química al diseño de nuevos materiales, lucha contra la


contaminación y tecnología, ha supuesto importantes inversiones en investigación y
desarrollo que queda plasmado en los avances obtenidos en estas áreas.

La química industrial es la rama de la química que aplica los conocimientos químicos a


la fabricación de materiales y productos con un doble objetivo, por una parte elaborar
un producto de buena calidad y por otra que sea con el menor coste económico y con el
menor impacto ambiental.

En toda operación química, las distintas operaciones y procesos utilizados en química


industrial suponen la transformación de una o varias materias primas en uno o varios
productos deseados, junto a otros no deseados e inevitables conocidos como
subproductos. Dichos subproductos, si no encuentran mercado, suelen terminar como
residuos, siendo preciso su tratamiento y aprovechamiento posterior de forma que se
minoren sus efectos contaminantes.

Como campos de aplicación de la ingeniería química pueden resaltarse:


• Generación de energía
• Gas y petróleo / Refinerías/ Petroquímica
• Siderurgia / Metalurgia / Automoción
• Construcción: yesos, cementos, morteros, …
• Fertilizantes, herbicidas, plaguicidas, …
• Alimentos y bebidas / Biotecnología
• Polímeros / Materiales compuestos
• Otras (farmacia, textil, papel, minería, explosivos, etc.).

La Industria Química se ocupa de la extracción y procesamiento de las materias primas,


tanto naturales como sintéticas, y de su transformación en otras sustancias con
características diferentes de las que tenían originalmente, para satisfacer las necesidades
de las personas mejorando su calidad de vida. Esto es, se surte de las materias primas,
los recursos naturales que ofrece la naturaleza, y las convierte en productos elaborados
que constituyen la base de la industria transformadora. Esas materias primas pueden
encontrarse en la naturaleza en cualquiera de los tres estados de la materia: sólido,
líquido y gaseoso.

Pueden diferenciarse dos tipos de industria química:

De base: utilizan materias primas básicas y elaboran productos intermedios que también
pueden servir de materia prima para otras industrias, como las de transformación.

De transformación: Sus productos se destinan al consumo directo, partiendo de


productos elaborados en industrias químicas de base o ser susceptibles de utilización
por otros sectores, medicina, fertilizantes, plaguicidas, explosivos, etc..)..

La ciencia que se ocupa de la distribución de las materias primas se conoce como


geografía económica. Muchas de las materias primas útiles para el hombre se
encuentran en la corteza terrestre, generalmente mezcladas con otros elementos o
sustancias de las que deben separarse con operaciones económicamente viables y
respetuosas con el medio natural, lo que no siempre es posible.

Se consideran materias primas todas aquellas sustancias que el hombre encuentra a su


alcance, en el conjunto de materiales y seres vivos que forman el universo, las cuales se
utilizan tal cual o previa transformación.
Hoy la principal fuente de materias primas empleadas se obtiene de la Tierra. Las
fuentes de materias primas principales naturales de nuestro planeta para la industria
química pueden provenir de la atmósfera, la hidrosfera, la litosfera y la biosfera.

De ellas, solo en la atmósfera podemos considerar una distribución uniforme de sus


componentes. La hidrosfera y litosfera tienen una composición heterogénea existiendo
zonas ricas en recursos naturales y otras extremamente pobres.

Las materias primas de las que se surte la industria química se catalogan, en función de
su capacidad de regeneración, dentro de dos bloques importantes:

• Renovables: Se encuentran en la naturaleza de forma inagotable (procedentes de


los seres vivos, aire, agua)
• No renovables: No hay generación de las mismas en plazos de tiempo aceptables
para poder sustituir las consumidas (minerales, carbón, petróleo, gas natural y
biomasa).

Por otra parte, las materias primas se dividen en:

• Naturales, las obtenidas directamente de atmósfera, hidrosfera y litosfera, como


son: aire, agua, minerales, biomasa, carbón o petróleo.
• Sintéticas, las obtenidas de transformaciones primarias, tales como: ácidos,
álcalis y otros compuestos, que se emplean para obtener productos finales como
combustibles, fertilizantes, pinturas o papel.

Las exigencias ambientales propician, con más fuerza cada día, la consideración, como
materia prima sintética, de los materiales reciclados en distintos procesos o recuperados
al final de su vida útil.

A pesar de la enorme variedad de productos que pone en el mercado la industria


química, son relativamente pocas las materias primas de partida, debido a que estas han
de cumplir varias condiciones, tales como:

 Accesibilidad: la primera condición de toda materia prima es que sea accesible,


lógicamente a un precio competitivo.
 Dispersión: Distribución heterogénea y con posibilidades de explotación en
diversas zonas, lo que facilita su explotación localizada y su transporte.

 Ley o riqueza: Junto a la accesibilidad y dispersión citadas también han de


hallarse en unas proporciones mínimas para que sea rentable su uso como
materia prima. Dicha riqueza adquiere valores diferentes según el material a
obtener y el precio.

 Extracción: Responsable y eficiente, empleando las mejores técnicas disponibles


desde el respeto al medio ambiente.

Las materias primas, constituidas por los elementos y compuestos químicos existentes
bajo cualquier forma en la naturaleza: en el aire, el agua, los minerales, las plantas, etc,
precisan ser transformadas mediante operaciones fisicoquímicas y sólo en algunos casos
específicos tienen aplicación directa. Debe resaltarse de nuevo la existencia limitada de
materias primas y por tanto la importancia del reciclaje y de la revalorización de los
productos fabricados, con el fin de paliar el agotamiento de estas y trabajar en la mejora
del entorno y de la biodiversidad.

Denominamos “recursos” a las existencias de un bien, materia prima, explotable, tanto


los que se pueden obtener de manera inmediata como aquellos de los que sólo se sabe
que están ahí, aunque su explotación no sea efectiva en la actualidad. La parte de ellos
que se puede explotar inmediatamente se denomina, a su vez, “reservas”.

A medida que aumenta la certeza geológica de las fuentes de materias primas y su


fiabilidad económica los recursos pasan a ser reservas. Así podemos establecer una
clasificación de los recursos en base a su precio de obtención:

• Probados: Medidos y rentables en las condiciones de mercado vigentes.


• Probables: Aprovechables en función de los precios.
• Posibles: Si la tecnología y los precios cambiasen de forma importante

La duración de las reservas es preciso estimarlas, en base a la demanda actual y al


denominado índice de crecimiento de esta mediante fórmulas asumidas en base a sus
resultados. Para combatir la escasez y agotamiento de las materias primas no
renovables, es precisa la búsqueda de nuevos yacimientos, nuevas materias primas,
elevar el aprovechamiento y la vida útil de las actuales, así como mejorar su
reutilización a través de los residuos, como ya se ha comentado.

En resumen, puede resaltarse que las materias primas constituyen la base de cualquier
proceso industrial y que sin ellas estos carecen de sentido.

1.2.- La energía en la industria química

Conviene recordar, en primer lugar, algunas unidades de uso común en temas


energéticos y que de forma general aparecen en los balances de energía.

La unidad de energía, en el sistema internacional, es el julio (J) definido como el trabajo


realizado por la fuerza de 1 newton cuando desplaza su punto de aplicación 1 metro.

En energía eléctrica se emplea como unidad de producción el kilovatio-hora (kWh)


definido como el trabajo realizado durante 1 hora por una máquina que tiene una
potencia de 1 kilovatio. Su equivalencia con la unidad del Sistema Internacional es: 1
kWh = 36x 105 J

Para la evaluación de la calidad energética de las distintas fuentes de energía se parte


del poder calorífico de cada una de ellas. Las más empleadas son kcal/kg, tec y tep.

 kcal/kg. Indica el número de kilocalorías que obtendríamos en la combustión de


un kg de combustible. 1 kcal = 4,186 x 103 J.
 Tonelada equivalente de carbón (tec). Representa la energía liberada por la
combustión de una tonelada de carbón (hulla). 1 tec = 29,3 x 109 J
 Tonelada equivalente de petróleo (tep): Energía liberada en la combustión de
una tonelada de petróleo. 1 tep = 41,84 x 109 J

El sector químico es un sector globalizado e históricamente un gran consumidor de


energía debido a la necesidad de ésta para el funcionamiento de los procesos
industriales. Para conseguir dicha energía imprescindible, las industrias han de competir
día a día en un mercado con muchos accesos a diferentes materias primas y energía con
un coste diferente.
El sector industrial consume alrededor de la tercera parte del total de energía consumida
en España y, dentro de él, el peso de la industria química supone del orden del 14%.

Principalmente por motivos económicos y medioambientales, la industria química se ha


visto obligada a mejorar de manera notable la eficiencia energética. Dicho proceso
conlleva la mejora de procesos de producción y la reducción de emisiones de CO 2 a la
atmósfera, entre otros.

La evolución global en cuanto a bienestar de la población ha precisado del crecimiento


parejo y significativo del consumo energético y de forma paralela el propio de la
industria química.

Los cambios estructurales, económicos y sociales asociados al bienestar citado también


tuvieron su efecto en las fuentes energéticas, pasando de sustituir en gran medida el
carbón como combustible clásico por el petróleo y en los últimos años por el gas natural
y otras fuentes de tipo renovable. Estos cambios se observan perfectamente en el paso
de la quimiurgia a la carboquímica y de esta hoy a la petroquímica.

La Industria Química es por tanto de las de mayor consumo de energía primaria y


guarda una relación íntima con la energía. Es una industria flexible adaptable a procesos
con materias primas alternativas y a la obtención de productos básicos intermedios y
finales, de utilidad general y de aplicación en multitud de sectores, que responde con
tecnología e investigación, a las necesidades y carencias de materias primas y energía.

El desarrollo de la industria química ha seguido una evolución paralela a la de las


fuentes de energía, debido no solo a que la industria química es un gran consumidor de
energía primaria, sino también porque una parte sustancial de esta la consume como
materia prima para conseguir sus productos transformados.

Esta industria, como otras, no solo utiliza la energía en su vertiente eléctrica, sino
también en otros tipos de energía, principalmente calorífica, necesarios para el
funcionamiento de cada planta, tal como se recoge en la tabla.

Térmica Eléctrica
Hornos Motores
Calefacción Bombas
Procesos de frío Ventiladores
Refrigeración Transportadores
Panificación Trituración y molienda
Secado Mecanizado, formación y fabricación
Calefacción y refrigeración de espacios Sistemas de vacío
incluyendo ventilación

La citada relación de industria y energía se basa en dos aspectos, como materia prima
para obtención de productos combustibles y como fuente energética en procesos de
transformación. La proporción entre ellos es del orden del 40% para uso como materia
prima y el resto en energía, aunque estos valores son variables en función del país y de
distintos factores macroeconómicos. En Europa alrededor del 12% del consumo total de
energía corresponde a la industria química, lo que da idea de su importancia.

La crisis, de energía y materias primas, nace del temor a una escasez de las fuentes de
energía no renovables a partir de la década de 1970, con numerosas implicaciones
políticas, económicas, científicas y tecnológicas que provocan un encarecimiento del
petróleo. Dicha escasez ha ido acompañada de un crecimiento acelerado de la demanda
energética, que ha obligado a diversificar las fuentes de producción y, sobre todo, a
volcarse en el ahorro y en la eficiencia energética.

Ello ha obligado a plantearse y analizar otras alternativas al uso del petróleo, como
principal fuente de combustibles y de materia prima para la petroquímica.

El consumo energético mundial, estrechamente ligado al grado de desarrollo industrial y


al incremento de la población, ha ido aumentando (en 50 años del pasado siglo llego a
multiplicarse por cinco), con una evolución acelerada de la demanda energética
mundial, que obligo a plantearse casos de no sostenibilidad.
Como consecuencia, en la actualidad, el desarrollo de la industria química depende
básicamente del petróleo y del gas natural, que han sustituido a la madera y al carbón.
Resulta significativo el avance del gas natural en cuanto a utilización en industrias,
dadas sus ventajas sobre otros combustibles en cuanto a su versatilidad, composición
homogénea y constante, baja concentración de contaminantes, precio, calidad y
facilidad de control en procesos, tanto en usos domésticos como comerciales e
industriales.

El temor a la escasez de petróleo, tantas veces predicha y negada, y la subida de su


precio han obligado a plantearse el empleo de materias primas renovables, como la
biomasa, para la síntesis de productos orgánicos. En parte volveríamos a la quimiurgia,
al obtener productos orgánicos a partir de materias agrícolas excedentes, como
alcoholes (frutas y cereales), ácido acético y acetona (madera), o glicerina procedente de
la hidrólisis de las grasas.

Dado que el empleo del petróleo y del gas natural como materia prima petroquímica es
baja (<10%), su discutida escasez no debería preocuparnos en sí, debiendo desviar
nuestros esfuerzos en conseguir evitar el despilfarro que supone emplearlos con fines
energéticos que pueden cubrirse con otras fuentes alternativas de energía.
La sustitución de derivados del petróleo por productos naturales, como caucho y fibras,
solo es posible de forma muy parcial al estar limitada su disponibilidad actual.

Como consecuencia de los cambios energéticos y económicos junto a la interrelación


referida, la industria química ha tenido que adaptarse a los nuevos materiales y procesos
teniendo que asumir rápidos cambios tecnológicos, al deber incorporar las ventajas de
emplear un material o tecnología frente a sus alternativas. En los casos de materiales o
procesos válidos para un mismo uso pero con diferente coste energético, un aumento del
precio de la energía puede propiciar el cambio de material o de proceso productivo. Por
el contrario cuando el coste energético de las materias primas es bajo frente al resto de
costes del proceso global (costes de inversión, mano de obra, transporte …), la elección
de proceso queda condicionada más por la disponibilidad de materias primas que por su
precio.

La tecnología química está en continuo desarrollo permitiendo disponer de una gran


variedad de procesos para la fabricación del mismo producto, permitiendo así la
utilización de la materia prima que, en función de las variables del mercado, su
disponibilidad y precio proceda en cada caso.

Ante el crecimiento de la demanda de energía y la fuerte dependencia de los


combustibles fósiles, deben buscarse soluciones alternativas de índole puramente
tecnológica al problema de las crisis energéticas, tales como:

• Ahorro y uso racional de la energía.


• No desestimar el uso del carbón, al menos por el momento, como fuente de
energía térmica para la producción de electricidad y de combustibles gaseosos y
líquidos sintéticos.
• Potenciar el desarrollo de las fuentes de energía renovables.
• Investigar y desarrollar programas de autosuficiencia energética.

Para que dicha eficiencia energética sea notable, es necesario realizar un análisis
energético integral de la industria estudiada, mejorar e implantar el uso de sistemas de
control avanzados para la mejora de los procesos de producción, utilizar adecuados
sistemas de gestión energética y realizar las modificaciones tecnológicas necesarias.
Tras lo dicho señalar que algunos estudios sobre suministro mundial de energía
primaria, muestran que en quince años el orden de participación en el balance
energético puede ser carbón, energía nuclear, petróleo, gas natural, hidráulica, solar y
otras fuentes de energía.

1.3.- Los productos químicos. Consideraciones de seguridad y medio ambientales

En la actualidad, la industria química en España puede considerarse el primer inversor


en protección del medio ambiente y en I+D+i y el segundo exportador económico a
nivel nacional. Está constituida por alrededor de 3.100 empresas que proporcionan
empleo a medio millón de personas y facturan anualmente unos 55.300 millones de
euros.

De forma general entendemos como producto químico todo aquel originado en un


proceso industrial sustentado en cualquier tipo de reacción o transformación
fisicoquímica. El número de productos químicos fabricados es enorme, principalmente
los de base orgánica, comercializándose entre 30.000 y 80.000, por lo que resulta
simplificador establecer grupos o categorías en base a su utilización. Así se asumen las
siguientes categorías:

 Productos básicos. Se conoce así a los de gran consumo industrial y poco valor
añadido, obtenidos, directamente de las materias primas naturales en grandes
cantidades. Son a su vez materias primas para otros productos más elaborados,
en procesos industriales más complejos. Como tal pueden citarse ácidos como el
sulfúrico, álcalis como la sosa o el amoníaco o compuestos orgánicos como el
etileno.
 Productos intermedios. Se denominan así a los compuestos estables de gran
consumo, no utilizables directamente por los consumidores, que dan lugar cada
uno de ellos a otros tantos productos finales. Entrarían en este grupo los
productos empleados como materias primas de resinas y polímeros como fenol y
cloruro de vinilo.
 Productos químicos finos. Son los procedentes de la denominada Química Fina.
Productos intermedios de pequeño consumo, alto valor añadido y gran pureza
sometidos a rigurosos controles de composición y calidad. Su empleo
mayoritario es en los sectores farmacéuticos, alimentación y aditivos de otros
productos como gasolinas, pinturas, etc.
 Productos finales. Los obtenidos de los intermedios en industrias químicas de
transformación, que cumplen las características fisicoquímicas establecidas para
su empleo final, pero que aun precisan ciertas adaptaciones para su consumo.Su
valor añadido es alto, pudiendo citarse como ejemplos los plásticos y los
tensioactivos.
 Productos de consumo. Son los productos finales adaptados a las necesidades
del consumidor, generalmente en cuanto a aspecto, cantidad y concentración del
producto a envasar y poner en el mercado.

A lo largo de su proceso de fabricación o al final de su vida útil, gran parte de estos


productos terminan vertiéndose a la atmósfera, al agua o al suelo, con lo que se
dispersan en todos los medios y afectan al medio ambiente y a todas las formas de vida.
En este sentido se crean múltiples incógnitas al desconocer, en buena medida, las
concentraciones de cada producto que pudieran ser lesivas para los seres vivos y la
respuesta de estos. Para los productos más habituales están establecidas las dosis,
diarias y temporales en general, que el cuerpo humano es capaz de asimilar sin riesgo
para su salud.

Lo anterior debe incardinarse con la denominada química sostenible, cuyo desarrollo


está suscitando un gran interés, que puede visualizarse en la mayor demandada de
materias primas de origen biológico y en la búsqueda de recursos energéticos
alternativos a los tradicionales, destacando en los campos de conversión y
almacenamiento. Por otra parte, los criterios de sostenibilidad exigen hacer más con
menos, esto es, ahorrar recursos y energía junto a la reutilización y minimización de
impactos ambientales.

Algunos de estos aspectos se han ido consolidando como claras tendencias de


sostenibilidad química, entre los que pueden resaltarse:

• Mayor demanda de seguridad, normativa y de operación, en la gestión y control


de los procesos de producción.
• Producción sostenible con el medioambiente. Cada día se exigen mayores
controles en la fabricación, tendentes a obtener productos químicos que generen
menos residuos y emisiones de CO 2 , además de fomentar el uso de materias
primas y fuentes de energía renovables.
• Fuerte concienciación por los problemas de contaminación, que exige que se
refuercen las políticas y se fomenten nuevas prácticas más sostenibles, como el
desarrollo de la huella ambiental.
• Mayor compromiso ambiental, plasmado a través del análisis del ciclo de vida
(ACV), que otorga una información valiosa para la evaluación, diseño y
desarrollo de los productos y procesos químicos. Hoy ampliado con nuevas y
más severas condiciones mediante el denominado análisis de sostenibilidad del
ciclo de vida (ASCV), al considerar las tres dimensiones de la sostenibilidad:
medio ambiente, sociedad y desarrollo o prosperidad.

Entre las medidas emanadas de la mayor concienciación ambiental destaca la


valorización de residuos. Entendiendo por tal cualquier operación que permita el
aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos para una finalidad útil, sin
riesgo para la salud de los trabajadores ni para el medioambiente.

El tratamiento de residuos es imprescindible para poder introducirlos en la cadena de


valorización.

En el mismo sentido de sostenibilidad pueden encuadrarse los denominados productos


funcionales y formulaciones ecoeficientes.

Con los bioproductos o productos ecoeficientes se trata de mejorar su funcionalidad y


disminuir los efectos negativos sobra la salud humana y el medio ambiente de productos
peligrosos en su composición clásica, como son los biopesticidas y los biofungicidas en
agroquímica, las gomas y adhesivos ecoeficientes y los bioresinas. Otros grupos son:

- Disolventes ecoeficientes. Se investiga en este campo para obtener una nueva


formulación de nuevos disolventes con baja inflamabilidad y toxicidad, de forma
que no emitan compuestos orgánicos volátiles.
- Bioplásticos. Con gran demanda, que facilita la investigación en sus procesos de
obtención para que tengan las mismas características que los plásticos clásicos.
Algunos de los ya obtenidos son el ácido acrílico de origen renovable (3-
hiroxipropiónico), el isobutileno a partir de isobutanol, el ácido poliláctico
(PLA) y los polihidroxialcanoatos (PHA).
- Reacciones y procesos ecoeficientes. Buscando disminuir el uso de reactivos
peligrosos como los oxidantes basados en metales tóxicos.
- Metales. Investigaciones para obtener metales y tierras raras de baja
disponibilidad a partir de residuos.

1.4.- Especificaciones de productos y normas de ensayo

Comentados ya los productos con carácter general nos centramos ahora en definir sus
especificaciones y justificar la necesidad de las mismas para que el producto pueda
llegar con seguridad al consumidor.

De las dos acepciones que da el diccionario para el término especificar: Explicar,


declarar con individualidad una cosa; Fijar o determinar de modo preciso. Nos interesa
la segunda, fijar o determinar de modo preciso un producto químico, un servicio o una
actividad de gestión. Para cada caso las especificaciones varían, pudiendo enumerarse
según:

• Especificación de producto
 Descripción detallada del mismo
 Su forma de fabricación,
 Sus controles de calidad,
 Sus desempeños,
• Especificación de servicio
 Descripción detallada del servicio,
 Su forma de prestación,
 Sus controles de calidad,
 Sus desempeños,
• Especificación de actividades de gestión
 Descripción detallada de la gestión,
 Su forma de prestación,
 Sus controles de calidad,
 Sus desempeños,
En concreto y en el ámbito industrial, la especificación técnica de un producto, también
conocida como ficha técnica, es un documento que recoge información básica del
mismo de forma clara y concisa.

En su diseño debe partirse de los datos que en nuestra opinión técnica consideramos
relevantes para su definición, cuáles son importantes de cara a la seguridad del mismo y
también los criterios seguidos para su clasificación. Estás fichas deben estar aprobadas,
revisadas y actualizadas.

Las especificaciones son por tanto las características de un producto y no deben


limitarse solo a él sino que deben incluir otros aspectos las condiciones de
almacenamiento y transporte o su vida útil.

Toda empresa debe tener claramente definidas las especificaciones de los productos y
servicios que oferta y que compra.

Las especificaciones de compra o de oferta se formalizan por escrito en las fichas


técnicas referidas. Como ejemplo, para un producto alimenticio las fichas deben incluir:

• Nombre del mismo


• Categoría
• Descripción del producto
• Listado de componentes
• Información nutricional
• Identificación y codificación
• Condiciones de almacenamiento y transporte
• Características de los envases y embalajes
• Capacidad de comportamiento
• Vida útil
• Parámetros legales y de calidad

Como ejemplo se transcribe una ficha correspondiente al ácido nítrico


Presentacion:
• Garrafa X 75 Kg
• Garrafa X 270 kg
• Isotanque X 1.000 Kg
Breve descripción:
El compuesto químico Acido Nítrico es un líquido corrosivo, tóxico, que puede
ocasionar graves quemaduras.
Usos:
El HNO 3 es uno de los ácidos más importantes desde el punto de vista industrial, pues
se consume en grandes cantidades en la industria de los abonos, colorantes,
medicamentos y grabado de metales. Es utilizado en la fabricación de nitrato de amonio
para fertilizantes y explosivos, síntesis orgánicas (colorantes, drogas, nitratos de
celulosa, sales de nitrato); metalurgia; fotograbados; flotación de minerales; medicina;
acero para grabado químico.
Propiedades Fisicoquímicas:
• Aspecto: Líquido transparente, viscoso e incoloro.
• Olor:
• pH ~2,5(10g/l)
• Punto de fusión: 43°C
• Punto de inflamación: 83°C
• Densidad: 1,33 g/ml
• Importante: El ácido nítrico concentrado tiñe la piel humana de amarillo al
contacto, debido a una reacción con la Cisteina presente en la queratina de la
piel.
Información relativa al transporte:
• Terrestre (ADR/RID):
o Denominación técnica: acido nítrico > 60%
o ONU 2031 Clase: 8 Grupo de embalaje: II
• Aéreo (ICAO-IATA):
o Denominación técnica: Acido Nítrico
o ONU 2031 Clase:Instrucciones de embalaje: CAO 813 PAX 809

Un ejemplo más detallado de toda la información necesaria que debe contener una ficha
técnica es la correspondiente al ácido bórico, de DQI (Distribuidor de Químicos
Industriales), que puede obtenerse en la dirección siguiente:

http://www.quantyka.com.mx/catalogo/HDSM/A/ACIDO%20BORICO.htm
La Asociación Española de Normalización y certificación (AENOR) es la encargada de
elaborar las normas técnicas a través de los Comités Técnicos de Normalización en los
que están presentes todas las partes interesadas. AENOR define las normas como:
Documentos técnicos de aplicación voluntaria, fruto del consenso, basados en los
resultados de la experiencia y del desarrollo tecnológico y aprobados por un organismo
de normalización reconocido.

Las normas, clave para el desarrollo económico de un país, garantizan unos niveles de
calidad y seguridad que permiten a cualquier empresa posicionarse mejor en el mercado
y constituyen una importante fuente de información para los profesionales de cualquier
actividad económica.

Otras normas de amplio uso en la industria química son las ASTM (American Society
for Testing and Materials), las británicas (British Standards) y francesas, pero sobre
todo las ISO y DIN.

La normativa de los ensayos a realizar a cada producto ha sido desarrollada como


estándares para la realización de análisis de materiales y productos estableciendo las
condiciones y procedimientos más adecuados para la obtención de buenos resultados.

Los resultados del ensayo conforme a las normas se aceptan mutuamente por las partes
afectadas por un producto y son requeridos por los clientes en el momento del
suministro.

Se indican como ejemplos los ensayos sobre densidad y contenido en cenizas de un


producto. Los ensayos indican con claridad las normas por las que van a realizarse
UNE, ASTM, ISO o DIN, acompañadas del número correspondiente al ensayo
específico.

Densidad (UNE 53020, ASTM D 1505, DIN 53479)

Consiste en determinar la masa por unidad de volumen, normalmente se expresa


en g/cc. Las normas describen hasta cuatro métodos para determinar esta
magnitud. Los mas sencillos son mediante empuje hidrostático y mediante
picnomómetro. En ambos casos, el material necesario es muy corriente (balanza
y picnométro).
Debido a la sencillez de sus medios (horno mufla, balanza, mechero) y la
información suministrada (contenido en refuerzo o en carga inorgánica) se
emplea frecuentemente en el control de calidad de materiales.

Contenido en cenizas. (UNE 53090, UNE53269, ASTM D 2584)

Permite cuantificar el contenido en cenizas de los materiales. Consiste en


determinar la variación de masa experimentada por el material al someterlo a
calcinación.

Para realizar el ensayo se introduce un crisol con la muestra en el interior de


horno a 600º C y se mantiene hasta pesada constante.

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