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LAS IJCLÁUSULAS EXORBITANTES"

Manuel de la Puente y Lavalle*

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Duguit sostuvo en su momento que hablar de
contrato de derecho privado y de derecho público es
hablar de cosas que no existen y, por consiguiente,
que no correspondía oponer estas nociones entre sí.
Concluía sosteniendo la necesidad de eliminar, de
una vez por todas, del lenguaje jurídico las expresio-
nes "contrato de derecho privado" y "contrato de
derecho público", debiéndose hablar solamente de
"contratos".
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Esta opinión fue objetada posteriormente por Jeze ,
quien ha dicho acertadamente que es inexacto decir
que entre los contratos administrativos y los contra-
tos civiles no hay diferencia de fondo. "Si los tribu-
nales administrativos son competentes para los con-
tratos administrativos, es porque se trata de aplicar
un régimen especial; el carácter esencial de los con-
tratos administrativos es que se someten a un con-
junto de reglas especiales". Todas estas reglas espe-
En el presente artículo el autor hace una reseña de ciales se resumen así: los efectos de los contratos
los criterios que han servido para diferenciar los administrativos no son los mismos que los de los
contratos que celebra la Administración Pública, contratos civiles. Quien concluye un contrato admi-
conocidos como contratos administrativos, de los nistrativo no solamente asume la obligación de no
contratos civiles. entorpecer el funcionamiento del servicio público,
sino también de facilitarlo. Los contratos civiles
Es importante establecer un criterio de clasifica- suponen dos contratantes en pie de perfecta igual-
ción para los contratos mencionados, porque am- dad. El contrato administrativo propiamente dicho
bos parten de supuestos distintos y producen conse- supone, esencialmente, dos contratantes que se re-
cuencias diferentes. Así, en los contratos civiles las conocen en pie de desigualdad: uno representa al
partes tienen una posición de igualdad una frente a interés general, el servicio público; el otro, el interés
la otra, mientras que en un contrato administrativo privado del contratante. La noción de servicio pú-
la Administración Pública ocupa un lugar privile- blico entraña la obligación, para la persona que se
giado frente a su co-contratante. compromete por un contrato administrativo, de

• Doctor en Derecho, Profesor de Derecho Civil dela Pontificia Universidad Católica del Perú:
1 Cita de MARIENHOFF,.Miguel S. "Tratado de Derecho Admirdstrativo". Abeled(}'Perrot:Búenos Aires, 1970, Tomo IIl~A,p. 23.
2 }EZE, Gastón. "PrincipioS generales del DerechoAdministrativo ii. Depalma: Buenos Aires, 1949, Tomo lII, p. 314:

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hacer prevalecer el funcionamiento del serV1CIO facción se persigue con la ejecución de un contrato,no
público sobre sus propios intereses, aparte de la basta para calificar a éste como administrativo, ni su
indemnización. Esta obligación tiene, pues, un ca- ausencia es suficiente para excluirlo de sus cuadros,
rácter extensivo que no tiene la obligación resultan- caracterizándolo sin otras discriminaciones, pura y
te de los contratos civiles, aunque los celebre la simplemente, como contrato de derecho privado.
Administración" .
Pequiggnot y Homone anotan que "La condición
Siguiendo esta última corriente de opinión, la doc- relativa al servicio público provoca dificultades pro-
trina moderna considera que los contratos que cele- ducidas por numerosas circunstancias, y, en primer
bra la Administración Pública, o sea aquellos con- término, la crisis de la noción del servicio público. Se
tratos en que ésta es una de las partes, son de dos ha señalado que la expresión servicio público es
tipos: los contratos "administrativos" propiamente corrientemente empleada en diversos sentidos. To-
dichos, y los contratos de "derecJ:lo común" (civil o dos esos sentidos se reencuentran en la materia de
comercial). Ambas categorías integran el género los contratos".
"contratos de la Administración".
Agregan estos mismos autores que "esta crisis es
La contraparte en los contratos de la Administra- bien real (... ) no existe definición (... ) permitiendo
ción pueden ser los particulares, individual o colec- determinar con precisión las actividades de las em-
tivamente, o también la misma Administración, a presas a las cuales debe atribuirse la calidad de
través de otro de sus órganos. servicios público" y recuerdan que el profesor Mestre
escribía en 1924 que "no basta que se pueda pronun-
¿ Cuáles son los criterios para diferenciar los contra- ciar la palabra fatídica de servicio público para que
tos administrativos de los contratos de derecho se declare automáticamente en caso de litigio, lo
común, tomando en consideración que en ambos, contencioso administrativo".
como se ha dicho, una de las partes es siempre la
Administración Pública? Descartado el criterio del servicio público, surge en
la doctrina y jurisprudencia francesas el criterio de
El primer criterio aplicado por el Consejo de Estado la cláusula exorbitante del derecho privado, en sen-
de Francia en 1900 ha sido el del servicio público. En tido lato, del derecho común.
el caso Terrier el Consejo dijo que "todo lo que
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concierne a la organización y funcionamiento de los Relata Diez que en los años cincuenta la jurispru-
servicios públicos propiamente dichos, generales o dencia francesa exigía dos condiciones para que el
locales - ya sea que la Administración actúe por vía contrato de la Administración Pública fuera consi-
de contrato, o que ella proceda por vía de autoridad derado un contrato administrativo: en primer lugar
-, constituye una operación administrativa, que es, que se tratara de la organización y funcionamiento
por su naturaleza, del dominio de la jurisdicción de un servicio público, y en segundo lugar que
administrativa". El objeto del contrato administra- existiera una cláusula exorbitante del derecho pri-
tivo sería, pues, el servicio público. vado. La función respectiva de estas dos condicio-
nes ha sufrido una evol ución en la jurisprudencia de
Años más tarde el mismo Consejo, en el caso Thérond, ese período. En un principio, la condición de servi-
declaró que la Municipalidad de Montpellier "ha cio público aparecía como predominante y aun
procedido teniendo en vista la higiene y la seguri- como suficiente. Más adelante, las dos condiciones
dad de la población, y ha tenido, en consecuencia, fueron puestas en un mismo pie de igualdad. Con
como fin, asegurar un servicio público", agregando posterioridad, la segunda condición, vale decir, la
que "lo que da a un contrato carácter administrativo de la cláusula exorbitante del derecho privado, apa-
y funda la competencia de los tribunales adminis- reció como la más importante, y se puede preguntar
trativos, es el fin del servicio público en vista del si la condición de servicio público no está en vías de
cual es hecho". ser absorbida por la de la cláusula exorbitante.

Sin embargo, este criterio fue más tarde abandonado Siguiendo esta línea de pensamiento, dice Bercaiti
por considerarse que el servicio público cuya satis- que la diferencia entre los contratos administrativos

Cita de BERCAITZ, Miguel Angél. "Teoría de los contratos administrativos". Depalma, Buenos Aires, 1980, p. 201.

DIEZ, Manuel María. "Derecho Administrativo". Bibliográfica Omeba; Buenos Aires, 1965, Tomo lI, p.446.

BERCAITZ, Miguel Angel. Op. Cit. p. 207.

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y los de derecho privado estriba en la existencia de "un régimen jurídico especial de derecho público".
cláusulas especiales insertadas en los primeros, que
testimonian "un régimen jurídico especial de dere- Marienhofr define las cláusulas exorbitantes del
cho público". derecho común como aquéllas que sobrepasan el
ámbito de ese derecho, sea porque en éste dichas
Examinando el servicio de seguros contra los ries- cláusulas son "inusuales" o porque, incluidas en un
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gos, el Comisario del Gobierno, Rivet , ha declara- contrato de derecho privado, resultarían "ilícitas"
do que se trataba de un verdadero" servicio públi- por exceder el ámbito de la libertad contractual. En
ca", y que el contrato hecho con" cláusulas especia- tales supuestos el contrato será "administrativo"
les" (fijación de autoridad, por el ministro, del valor por el solo hecho de contener dichas "cláusulas
de garantía, cláusula de reempleo), es un "contrato exorbitantes" del derecho común, con prescinden-
administrativo". "Es evidente que allí se halla el tipo cia total de su "objeto".
mismo de la cláusula de naturaleza propiamente
administrativa, de la cláusula que únicamente han Según el mismo autor, serían "inusuales" en dere-
podido inspirar poderosas razones de interés nacio- cho privado las cláusulas siguientes: la que faculte a
nal, extrañas a las relaciones entre particulares, y, a la Administración Pública a rescindir el contrato
menos que neguéis vuestra razón de ser no podéis por sí y ante sí; la que faculte a la Administración a
dejar de admitir que la presencia de tal disposición dar instrucciones a su ca-contratante acerca de cómo
en el contrato celebrado exige que seáis el juez de las debe ir cumpliendo el contrato; la que confiera a la
controversias que se relacionan con la celebración o Administración poderes de control fuera de lo co-
con la ejecución de este contrato". mún. Esto último es así porque las cláusulas que
supeditan el cumplimiento del contrato al control
Estas cláusulas especiales han sido denominadas riguroso de una de las partes, son inhabituales en
exorbitantes del derecho privado. Al respecto dice derecho privado entre personas particulares, dan-
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Bercaitz que agotadas las posibilidades discrimi- di" en general, el que asume una obligación dispone
natorias sobre la base del servicio público y del fin de ciert,o li1:Jertad para su ejecución: la sanción se
de la utilidad pública, la doctrina y la jurisprudencia producirá posteriormente si la ejecución fuese de-
francesa se han inclinado por la teoría de la cláusula fectuosa. En cambio, el control preventivo o conco-
exorbitante del derecho privado, en sentido lato, del mitante es habitual o de práctica corriente en la
derecho común. Administración. Pero no toda cláusula generalmen-
te incluida en los contratos "administrativos", pro-
En estas condiciones, el contrato administrativo piamente dichos, debe considerarse - por eso sólo -
puede serlo por razón de su objeto o por contener exorbitante del derecho común. Así, las que estable-
cláusulas exorbitantes del derecho común. cen ciertos requisitos para la selección del co-contra-
tante, como por ejemplo las que exigen el procedi-
El contrato es adr ninistral:vo por razón de su objeto miento de la "licitación" - en cualquiera de sus
cuando, tratándo se de uné prestación a cargo del co- especies - no son ni implican cláusulas exorbitantes
contratante (cont rato de colaboración) dicha presta- del derecho común, pues dicho procedimiento tam-
ción se relacionE:~ .:¡l.\~<X'l~á e inmediatamente, con bién tiene vigencia en los contratos de derecho
alguna de las funciones esenciales o específicas del privado, entre particulares. Tampoco sería exorbi-
Estado, con los "fines públicos" propios de éste, y tante del derecho común una cláusula que establez-
cuando, tratándose de una prestación a cargo de la ca penalidades por retardo, pues tal tipo de estipu-
Administración Pública (contrato de atribución) laciones, a parte de no ser ilícito en los contratos
dicha prestación se refiera a un objeto que, dentro de entre particulares, es habitual en ellos. Del mismo
los jurídicamente posibles como acto contractual, modo, la referencia que en un contrato de la Admi-
excluya la posibilidad de ser materia de un contrato nistración se haga a un "pliego de condiciones" no
entre particulares. implica, por sí sola, una ,cláusula exorbitante: para
que la implique es indispensable que dicho "pliego
El contrato es administrativo por contener cláusulas de condiciones" contenga, a su vez, alguna o algu-
exorbitantes cuando existen cláusulas especiales, nas disposiciones que efectivamente constituyan
exorbitantes del derecho privado, que testimonian cláusulas exorbitantes del derecho común; si esto

Cita de JEZE, Gastón. Op. Cit. Tomo IlI, p. 336.

BERCAITZ, Miguel Angel. Op. Cit. p. 207.

MARIENHOFF, Miguel S. Op. Cit., Tomo IlI-A, p.74.

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último no ocurre, la referencia al "pliego de condi- ción le confiere a su co-contratante poderes respecto
ciones" es irrelevante a los efectos de que aquí se a terceros (así, por ejemplo, el concesionario de un
tratan. servicio público puede obtener atribuciones de ca-
rácter policial, derecho de imponer servidumbres
Sería "ilícita" en derecho privado la cláusula que, administrativas, etc.); e) la que faculta a la Adminis-
para el supuesto de falta de pago, faculte al acreedor tración Pública a dirigir y controlar, en forma cons-
hipotecario a vender, por sí mismo y sin interven- tante o acentuada, el cumplimiento o ejecución del
ción de la justicia, el inmueble gravado. contrato; etc. En todo contrato" administrativo" por
razón de su "objeto", las cláusulas exorbitantes,
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De acuerdo con Diez , la cláusula exorbitante co- aunque no aparezcan escritas en el texto del docu-
rresponde frecuentemente a la de una prerrogativa mento, existen siempre en forma virtual o implícita
exorbitante o una prerrogativa de poder público. De como resultante de la índole misma del contrato:
allí, entonces, que la cláusula exorbitante sería la trátase de una cuestión de "principio" que, por
que comporta la puesta en acción de una de esas tanto, no requiere norma expresa que la establezca.
prerrogativas, en particular aquélla que en las rela-
ciones de la Administración con el co-contratante Las segundas, o sea la cláusulas exorbitantes" expre-
confía a la primera poderes exorbitantes con respec- sas" o "especiales" son las incluidas concretamente
to al segundo. Estas prerrogativas pueden estable- en contratos que no son "administrativos" por su
cerse de dos maneras: sea bajo la forma de prerroga- "objeto" mismo, pero que se convierten en "admi-
tiva establecida a favor de la Administración con nistrativos" a raíz de la cláusula exorbitante. Como
relación a su co-contratante, sea bajo la forma de consecuencia de esto, las cláusulas exorbitantes
prerrogativa establecida a favor del co-contratante "expresas" o "especiales" pueden surgir o resultar:
con relación a terceros. 1. del texto mismo del contrato, en el cual la cláusula
haya sido concretamente incluida; 2. del complejo de
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Nos dice Marienhoff que en los contratos "admi- textos o preceptos legales que regulan la actividad
nistrativos" propiamente dichos hay dos clases de del ente de la Administración Pública, a cuyo
"cláusulas exorbitantes" del derecho privado: las complejo normativo el co-contratante se "adhiere",
virtuales o implícitas y las expresas, especiales o ateniéndose a tal complejo, en el cual hállase
concretas. establecida o comprendida la cláusula exorbitante.

Las primeras corresponden a todos los contratos Incluida en un contrato de la Administración, la


que son "administrativos" por razón de su propio cláusula exorbitante" expresa" convierte el contrato
"objeto"; es lo que ocurre en la concesión de servicio en" administrativo", carácter que entonces derivará
público; en la concesión de uso de una cosa del precisamente de la "cláusula exorbitante".
dominio público; en la relación de función o empleo
público, etc. En toda esta categoría de contratos, las Si el contrato fuere administrativo por razón de su
cláusulas exorbitantes "virtuales" constituyen ex- "objeto", la inclusión de la cláusula exorbitante
presiones de potestades o prerrogativas que le co- carecerá entonces de importancia para determinar
rresponden a la Administración Pública en su carác- la naturaleza "administrativa" del contrato; éste
ter de órgano esencial del Estado, en cuanto ella seguirá siendo administrativo por razón de su "ob-
ejercita su capacidad para actuar en el campo del jeto". La cláusula exorbitante "expresa" no altera la
derecho público. Entre tales cláusulas implícitas o índole administrativa de un contrato, derivada ésta
virtuales corresponde mencionar las siguientes: a) del" objeto" del contrato.
aquélla en cuyo mérito la Administración Pública
tiene" ejecutoriedad propia" respecto a sus actos; b) De modo que el contrato "administrativo" por ra-
la que faculta a la Administración Pública a "modi- zón de cláusulas exorbitantes "expresas", apareja
ficar" unilateralmente las obligaciones de su co- dos órdenes de prerrogativas para la Administra-
contratante, todo esto sin perjuicio de los correlati- ción: 1. la concretamente derivada de la cláusula
vos derechos de éste derivados de esa modificación exorbitante expresa; 2. las prerrogativas implícitas
unilateral; c) la que autoriza a la Administración emergentes a todo contrato administrativo, sea éste
Pública a rescindir -extinguir- por sí y ante sí el por su objeto o por contener cláusulas exorbitantes
contrato; d) aquélla en cuya virtud la Administra- expresas.

DIEZ, Manuel María. Op. Cit. Torno n, p.446.

10 MARIENHOFF, Miguel S. Op. Cit. Tomo IILA, p. SO.

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Cuenta Bercaitz que con motivo del caso de los ba un retomo violento" al antiguo criterio del servi-
esposos Bertin, el Consejo de Estado francés dictó cio público", pero fallos posteriores exigieron para
sentencia el 20 de abril de 1956 declarando que el declarar administrativo un contrato la concurrencia
contrato celebrado con ellos, en tanto tenía por de dos condiciones a la vez: a) que fuera relativo a la
objeto confiarles "la ejecución misma del servicio organización y funcionamiento de un servicio pú-
público", era, por esa sola circunstancia, adminis- blico y a su ejecución; b) que contuviera una o varias
trativo, sin que fuera "necesario buscar si el citado cláusulas exorbitantes del derecho común, lo cual
contrato lleva consigo cláusulas exorbitantes del demuestra la vulnerabilidad e insuficiencia del cri-
derecho común". Se pensó que dicho fallo importa- terio del servicio público.

n BERCAITZfMiguelAn8.et()p,Cít,p~ 217.

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