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V. LA OBEDIENCIA
(…)
Pero incluso este tipo de obediencia sólo será grata a Dios y dulce para los hombres cuando se ejecute lo
mandado sin miedo, sin tardanza, sin frialdad, sin murmuración y sin protesta. 15 Porque la obediencia que se
tributa a los superiores, al mismo Dios se tributa, como él mismo lo dijo: «El que a vosotros escucha, a mí me
escucha». 16 Y los discípulos deben ofrecerla de buen grado, porque «Dios ama al que da con alegría». 17
Efectivamente, el discípulo que obedece de mala gana y murmura, no ya con la boca, sino sólo con el corazón,
18 aunque cumpla materialmente lo preceptuado, ya no será agradable a Dios, pues ve su corazón que murmura,
19 y no conseguirá premio alguno de esa obediencia. Es más, cae en el castigo correspondiente a los
murmuradores, si no se corrige y hace satisfacción.
VI. LA TACITURNIDAD
Cumplamos nosotros lo que dijo el profeta: «Yo me dije: vigilaré mi proceder para no pecar con la lengua.
Pondré una mordaza a mi boca. Enmudecí, me humillé y me abstuve de hablar aun de cosas buenas». 2 Enseña
aquí el profeta que, si hay ocasiones en las cuales debemos renunciar a las conversaciones buenas por exigirlo
así la misma taciturnidad, cuánto más deberemos abstenernos de las malas conversaciones por el castigo que
merece el pecado. 3 Por lo tanto, dada la importancia que tiene la taciturnidad, raras veces recibirán
los discípulos perfectos licencia para hablar, incluso cuando se trate de conversaciones honestas, santas y de
edificación, para que guarden un silencio lleno de gravedad. 4 Porque escrito está: «En mucho charlar no faltará
pecado». 5 Y en otro lugar: «Muerte y vida están en poder de la lengua». 6 Además, hablar y enseñar incumbe al
maestro; pero al discípulo le corresponde callar y escuchar.
7 Por eso, cuando sea necesario preguntar algo al superior, debe hacerse con toda humildad y respetuosa
sumisión. 8 Pero las chocarrerías, las palabras ociosas y las que provocan la risa, las condenamos en todo lugar a
reclusión perpetua. Y no consentimos que el discípulo abra su boca para semejantes expresiones.