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FENOMENOLOGIA

La fase fundacional de la fenomenología coincide con los años 1887 a 1901, cuando
Edmund Husserl (1859-1939) enseñaba como Privatdozent en la ciudad de Halle.
En cuanto a la denominación -Fenomenología- no es sólo atribuible a Husserl. En la tradición
filosófica el término se remonta a: Lambert, Kant, Fichte, Hegel, Lotze y E. von Hartman.
Pero el término estaba a la orden del día en investigadores naturalistas como E. Mach, L
Boltzmann o G.R.Kirchoff, cuando se trataba de oponer la descripción de los fenómenos a una
explicación teórica de los mismos.
Pero es sólo con Husserl que el término sube de categoría pasando de una mera etapa del
saber científico, o de una variante metódica de la investigación científica, a la determinación central
de una filosofía que se declara a sí misma como Fenomenología.

TRES PERIODOS EN LA OBRA DE HUSSERL


1) Se cierra en 1901 con las Investigaciones lógicas que contienen los elementos básicos
de la fenomenología descriptiva.
2) Corresponde a la elaboración de los problemas de la fenomenología trascendental, cuya
primera manifestación literaria es La idea de la fenomenología (1907).
3) Fenomenología egológica o constitutiva. Lógica formal y trascendental (1929) y las
Meditaciones cartesianas (editadas por primera vez en 1950). El último trabajo que el propio Husserl
alcanzó a publicar parcialmente es La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología
trascendental.

UBICACION HISTORICA DE LA FENOMENOLOGIA


El punto de partida de la fenomenología se caracteriza por un clima fuertemente influido por
el neokantismo. Estamos hablando de fines del siglo XIX y comienzos del XX, período conocido
como crisis del subjetivismo y del irracionalismo. Lyotard propone ubicar el pensamiento de Husserl
en la historia, tal como éste lo ha hecho por sí mismo. Según Loytard la fenomenología "ha
reflexionado, se ha apoyado, ha combatido, contra el psicologismo, contra el pragmatismo, contra
toda una etapa del pensamiento occidental. En este período la filosofía se veía obligada a buscar su
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salvación en parte en un formalismo, en parte en una ciencia unificada, en parte apoyándose en
otras ciencias. De este modo perdió su autonomía y también su importancia para la vida. Esta
pérdida a menudo fue reemplazada por "filosofías de cosmovisión". La psicología era la disciplina
que estaba tomando el relevo de la filosofía. Es lo que Badiou llama la sutura positivista de
comienzos del siglo XX. Como ejemplo de esto Waldenfels nos relata que la Filosofía de la
aritmética (1881) de Husserl, como él mismo lo denunciara en sus Investigaciones lógicas, y
Frege en la recensión de aquella obra, iba a remolque del "psicologismo", es decir "el intento de
deducir a partir de sucesos y condiciones real- psíquicos las leyes inherentes de la lógica, así como
las demás esferas de validez de la ética, de la estética y la religión." Sin embargo para que el
antipsicologismo no degenerara en un logicismo platónico como ocurría en autores ligados al
positivismo, Husserl se propone tender un puente entre las leyes ideales y la vivencia real. Quien
influyó fue Franz Brentano a través de las magistrales lecciones vienesas, a las que también
concurría Freud.

Brentano tenía una gran influencia en la psicología de su época. Su objetivo era una auténtica
psicología desde el punto de vista empírico, tal como reza su libro de 1874 La psicología desde el
punto de vista empírico. Para lograr este objetivo se plantea una cuestión epistemológica: que la
psicología disponga de un objeto cuyas determinaciones no provengan de otras disciplinas. Para
diferenciar entre fenómenos psíquicos y fenómenos físicos, Brentano propone, para los primeros,
atribuirles una "relación en cuanto a su contenido", una "dirección hacia un objeto", que caracteriza
como "inexistencia...intencional de un objeto". A partir de aquí se abren cuestiones claves para
entender como percibir y comprender la dualidad psíquico-física, sin hacer concesiones a la ciencia
de la época. Las críticas a esta postura no se hicieron esperar. Ya la de Heidegger, o la de los
positivistas Avenarius y Ernst Mach.

LA FENOMENOLOGIA EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFIA


Según Lyotard la fenomenología es comparable al cartesianismo. Es una meditación lógica
que se propone superar las propias incertidumbres de la lógica orientándose hacia y con un
lenguaje o logos que excluya la incertidumbre. La esperanza cartesiana de una Mathesis
Universalis renace en Husserl. En consecuencia la fenomenología es filosofía, y filosofía
postkantiana, es decir, que trata de evitar la sistematización metafísica. Por lo tanto es una filosofía
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del siglo XX. Se propone fundar con recursos nuevos las condiciones de su ciencia. Quiere hacer de
la filosofía una ciencia estricta. Sabe que el conocimiento se encarna en una ciencia concreta o
empírica, por lo tanto desea saber en qué se apoya ese conocimiento científico. Si bien Kant
buscaba las condiciones a priori del conocimiento, la fenomenología a diferencia de éste no quiere
aceptar ni siquiera esa hipótesis. De ahí su estilo interrogativo, su radicalismo y al decir de Lyotard
"su inacabamiento esencial".

EL TERMINO FENOMENOLOGÍA
Fenomenología significa el estudio de los fenómenos, es decir de lo que aparece en la
conciencia, de lo dado. Se trata de explorar esto que es dado la cosa misma en que se piensa, de la
que se habla. Para esto la fenomenología evita forjar hipótesis tanto sobre la relación que vincula el
fenómeno con el ser del cual es fenómeno, por ejemplo: interesa la representación en la conciencia
de cualquier objeto, existente o no, pero no el vínculo entre la representación y el objeto existente
del mundo externo o interno, o el inexistente producto de la imaginación. Tampoco quiere forjar
hipótesis sobre la relación que lo une al yo para quien es un fenómeno. Entonces el significado de
fenomenología es doble:
a) Es preciso describir como fenómenos las acciones subjetivas de conocimiento -que
Husserl llama actos-.
2) También describir lo aprehendido por el conocimiento, es decir, el fenómeno que se ofrece
desde sí mismo en la aprehensión cognoscitiva, el fenómeno que se muestra.
El acto elemental de la aprehensión cognoscitiva es designado por Husserl acto intencional.
Con tal denominación quiere indicar que la descripción fenomenológica lo es tanto del modo de
aprehensión cognoscitiva como de lo aprehendido adecuadamente por el conocimiento.

¿QUE ES LA FENOMENOLOGÍA?
Para Merleau-Ponty es " el estudio de las esencias, y todos los problemas se resuelven en la
definición de esencias: la esencia de la percepción, la esencia de la conciencia por ejemplo".
¿Qué entiende la fenomenología por esencias? Las esencias no son para esta filosofía
realidades propiamente metafísicas. No son tampoco conceptos, operaciones mentales, etc. Son
unidades ideales de significación o significaciones que se dan a la conciencia intencional cuando
esta procede a describir pulcramente lo dado. Las esencia son intemporales y aprióricas y se
distinguen de los hechos que son temporales y aposterióricos.
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La fenomenología exige, contra toda especulación, atenerse a las cosas mismas. Esto
implica un cuidadoso trabajo que permita abrirse paso hasta las cosas y verlas.
En este punto es conveniente explicitar lo que la fenomenología entiende por intencionalidad.
La palabra intentio significa dirigirse a. Toda vivencia, toda actitud anímica, se dirigen a algo. La
percepción es, en cuanto tal, percepción de algo, y lo mismo ocurre con la representación, el
recuerdo, el juicio, la conjetura, la expectativa, la esperanza, el amor. Siempre se tratan de
determinadas formas de conducta que se dirigen a algo.
Para entender mejor el valor de lo anteriormente expuesto los invito a que imaginen conmigo
un comportamiento típico. Una percepción concreta.
Por ejemplo la percepción de esta mesa de computación que estoy utilizando en este
momento. Cuando entro a esta habitación, en la cual trabajo, percibo cómo está ubicada la mesa, o
cómo la encuentro cuando entro al día siguiente. También percibo, si se interpone en mi camino
hacia la biblioteca, cómo la empujo al pasar. Este empujar, y el papel que en ello desempeña la
percepción es de suma importancia porque muestra que no hay un percibir entendido como fijar la
vista. Entonces podemos afirmar que la percepción está inmersa en la corriente natural de mi vivir.
El percibir,entonces, no es un estudio ni una consideración de las cosas que se baste a sí misma,
sino un momento auxiliar y coordinador en la realización de la existencia. Mientras estoy aquí
escribiendo, percibo que los imagino a ustedes, mis lectores imaginarios. Percibo mi preocupación
por si comprenderán esto. Cuando hablamos de percepción estamos designando una cadena
sintética de referencias, como las que acabo de enumerar. Por lo tanto cuando decimos que toda
percepción se dirige a algo, no nos estamos refiriendo a cosas que nosotros miremos, sino a
estados de cosas que captamos cognoscitivamente. Por eso es que mientras estoy escribiendo
percibo cómo los imagino a mis lectores, y mi preocupación por realizar un escrito que ellos
comprendan. Es obvio que ambas percepciones son diferentes, tienen una manera de ser diferente
a la de esta lapicera, por ejemplo.
Quien padece alucinaciones percibe, también, como el hombre que percibe normalmente. Lo
que ocurre es que esa percepción no está dirigida a entidades reales existentes fuera de él.
En el cine de suspenso es un recurso muy común la percepción engañosa. Por ejemplo la
situación en la que una mujer que se sabe amenazada de muerte por un psicópata, perciba durante
la noche, mirando hacia el jardín de su casa, la figura de un hombre amenazante donde en realidad
sólo hay un arbusto. Su miedo precipita una percepción engañosa.

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MERLEAU-PONTY
Maurice Merleau-Ponty abre la via de lo que se ha llamado en Francia fenomenología
existencial. Esta fenomenología tiene como programa la descripción de lo que se encuentra entre el
"para sí" y el "en sí", la conciencia y la cosa, la libertad y la naturaleza. El "entredos", como gustaba
decir, es su terreno predilecto:
"La síntesis del En sí y el Para Sí que realiza la libertad hegeliana posee no obstante su
verdad. En cierto sentido, es la definición misma de la existencia, se realiza a cada momento ante
nuestros ojos en el fenómeno de la presencia, sencillamente está pronta a empezar de nuevo y no
suprime nuestra finitud." (F. de la percepción).
Para Merleau-Ponty el hombre no es un puro "en sí" (una cosa, un cuerpo material en el
sentido de la ciencia), ni un puro "para sí" (una res cogitans, una libertad soberana). La solución de
estas antítesis no está ni en una síntesis que reconciliaría los dos puntos de vista, ni tampoco en un
rechazo del presupuesto que da origen a la antítesis. La solución se busca "entre los dos", en una
síntesis inacabada y precaria.
Entonces para este autor el hombre, ni cosa, ni puro espíritu, aparece "como un producto-
productor, como el lugar en que la necesidad puede convertirse en libertad concreta"1
La fenomenología sería en definitiva, para este filósofo, el proyecto de una descripción del
fundamento de la historia, a saber la existencia humana, tal como es vivida, es decir nunca
completamente blanca o negra, sino abigarrada, mezclada. Esta mixtura es lo que hay que descri-
bir: un producto-productor, un activo-pasivo, un instituido-instituyente, es decir un sujeto-objeto.
Merleau-Ponty se propone discutir los métodos de la psicología contemporánea porque
considera que es la mejor via para "comprender las relaciones de la conciencia y de la naturaleza" 2.
Llama a su filosofía una filosofía de la estructura. Aquí hay que entender estructura en el sentido de
Gestalt. A partir de allí Merleau-Ponty va a dar con lo que él llama el problema de la percepción. Se
lo plantea en los siguientes términos "¿cuáles son las relaciones entre la conciencia de la naturaleza

1
     Sentido y sinsentido, ediciones Península,
Barcelona 1977.
2
     Así lo dice al comienzo de su tesis La
estructura del comportamiento.
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y la pura conciencia de sí? También lo hace en términos hegelianos: entre la "conciencia en sí" y la
"conciencia para sí". La pura conciencia de sí es la conciencia reducida al "yo pienso", tal como la
define la tradición idealista. La conciencia de la naturaleza es la "conciencia perceptiva". La
diferencia entre ambas es la siguiente: mientras que el "pienso" se entrega a sí mismo con
abstracción total de toda circunstancia, el "percibo" está necesariamente encarnado y no puede
olvidarlo. Para ver hay que estar en alguna parte. Hay que estar situado y esto es lo que genera un
punto de vista. Un punto de vista que recorta y significa una situación. Y para ver no sólo hay que
estar situado en un punto de vista sino que éste se organiza desde una ceguera.
En palabras de Merleau-Ponty:
"Lo que la conciencia no ve, no lo ve por razones de principio; no lo ve porque es conciencia. Lo
que no ve es lo que prepara en ella la visón de los demás (así como la retina es ciega en el punto
desde el cual se distribuyen por ella las fibras que permiten la visión). Lo que no ve (su vinculación
al ser, su corporeidad) es lo que hace que vea..."3.
Si bien este texto no pretende ser más que una breve introducción a ciertas cuestiones de la
fenomenología y a algunos planteos de Merleau-Ponty quisiera finalizar explicitando lo que para
este filósofo significa fenómeno y descripción.
La fundación de la ciencia occidental la podemos datar con Galileo y Newton, y a Descartes
ubicarlo como el filósofo que genera un dispositivo para procesar los acontecimientos generados
por la astronomía de Galileo y la física de Newton. Desde ese dispositivo filosófico Descartes
instituye al sujeto moderno. Este se va a caracterizar por una escisión entre la res cogitans y la res
extensa. A partir de ese momento toda crítica o cuestionamiento de esa escisión cartesiana es una
crítica de la ciencia, pues su condición reside en esa escisión. Escisión constitutiva del sujeto con el
cual opera la ciencia pero intentando suturarla constantemente pues no sabe qué hacer con las
consecuencias de dicha división.
El intento de Merleau-Ponty, desde su fenomenología, es el de restablecer una forma de
comunicación entre la cosa y el espíritu: ese sería el sentido de la palabra fenómeno.

"La experiencia de una cosa real no puede explicarse mediante la acción de esta cosa sobre mi
espíritu; la única manera para una cosa de actuar sobre un espíritu consiste en proporcionarle un
sentido en manifestársele, en constituirse ante él en sus articulaciones inteligibles".4
3
     Lo visible y lo invisible, Ed Seix Barral, 1966.
4
     Estructura del comportamiento. El subrayado me
pertenece.
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Ahora bien, de acuerdo con esta cita deberíamos suponer que una cosa puede proporcionar
un sentido. Es que acaso la cosa sería una palabra para escuchar, un texto para leer. Sin duda que
sí, por lo menos para Merleau-Ponty. ¿Cómo entender esto? Haciendo la siguiente proposición: Los
fenómenos son considerados enunciados por esta fenomenología. Por ejemplo la experiencia
perceptiva de una "hermosa tarde de otoño" sería equivalente para el fenomenólogo a decir que el
cielo o el clima le "ofrece el sentido" de una hermosa tarde.... Dicho de otra manera lo que se
muestra ante mi se mide por lo que me es posible decir de ello. O sea que el fenómeno se identifica
con lo decible. De aquí se deduce la fenomenología como descripción. No tiene que explicar nada,
sino explicitar, es decir, reproducir en el discurso el enunciado anterior al discurso que constituye el
fenómeno. Por esto es que Merleau-Ponty cita de buen grado a Husserl:
"La experiencia pura y, por así decirlo, aun muda, es lo que se trata de llevar a la expresión pura de
su propio sentido."
De acuerdo con esta cita el sentido está en la experiencia misma.
Por muy muda que esta sea, tiene mucho que decir. Entonces hablar es dar la palabra a lo que no
podría hablar. Tarea ardua la de la fenomenología, por no decir imposible. Pues un discurso podrá
ceñirse a la experiencia pero siempre será sobre la experiencia. Sin embargo encontramos en la
fenomenología de la percepción algunos pasajes que aluden en este sentido:
"Es verdad que no hablaríamos de nada si sólo necesitáramos hablar de las experiencias con las
que coincidimos, puesto que la palabra ya constituye una separación (...). Pero el sentido
primero de la palabra, sin embargo, reside en ese texto de experiencia que ésta intenta proferir.5"
Esta última cita es muy rica para ser comentada, pero excede el objetivo de este escrito.
Simplemente quiero decir que en el texto póstumo de Merleau-Ponty, Lo visible y lo invisible, hay
notas que indican que su pensamiento estaba revisando cuidadosamente estas cuestiones, y otras,
y que prometía avanzar en una dirección sumamente importante, en el sentido de que hubiera sido
un gran aporte al debate actual.

Lic. Claudio R. Boyé

5
     Los subrayados me pertenecen.
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UNA APROXIMACION A LA FENOMENOLOGIA
CÁTEDRA: PSICOLOGÍA DEL ARTE
TITULAR: FERNANDO SILBERSTEIN
AUTOR : CLAUDIO R. BOYÉ

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