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TITULO

Beneficios que reportan los ejercicios de fuerza para atenuar los efectos de
la Sarcopenia en la población adulta mayor.

AUTOR
Orpin Daniel Rojas Roqueme

FACULTDAD:
CIENCIAS DE LA SALUD

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
PROGRAMA DE MAESTRÍA EN SALUD PÚBLICA
2020
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

En la actualidad se han logrado avances a nivel de salud y tratamientos médicos


tendientes a mejorar la calidad de vida de la población, con la subsecuente
probabilidad de extender la esperanza de duración de la misma, también resulta
paradójico el hecho de que, para muchas personas, la ancianidad en sí misma no
sea una condición anhelada, debido a los diferentes cambios fisiológicos que esta
etapa comporta (14). Estos cambios se relacionan inherentemente con el proceso
de envejecimiento del cuerpo humano, a nivel cardiovascular, endocrino, y
principalmente músculo-esquelético (14).

Dentro de los cambios músculo-esqueléticos, el individuo comienza a perder tanto


la masa muscular, como la densidad ósea, sobre todo en las mujeres después de
la menopausia, de tal forma que los huesos van perdiendo calcio y otros
minerales, produciéndose con el tiempo el acortamiento del tronco, a medida que
los discos de la columna (que se hayan entre las vértebras) comienzan a perder
líquido lentamente, haciéndose más delgados (15). Paralelo a estas afectaciones,
y como consecuencia de la pérdida mineral de las vértebras, sobreviene el
adelgazamiento de los huesos, la curvatura de la columna vertebral, la cual genera
espolones en las vértebras, arqueamiento de los pies, pérdida de la estatura, entre
otros.

Estos cambios están relacionados con la sarcopenia, término utilizado inicialmente


para aludir a la pérdida de masa muscular y esquelética relacionada con la edad
(14). Esta comienza a producirse a partir de los 50 años, a un ritmo aproximado de
1-2% por año, trayendo como consecuencia la pérdida de las capacidades
funcionales de los adultos mayores, en actividades básicas para una persona,
como subir escaleras, o levantarse de una silla (14). Asimismo, la pérdida
progresiva del tejido musculo-esquelético se manifiesta en las caídas, fracturas,
hospitalizaciones, estados de dependencia y mortalidad, en la población adulta
mayor (14).

En este orden de ideas, se puede hablar también de las consecuencias clínicas de


la sarcopenia, relacionadas con la pérdida de la masa muscular, por razón de que,
estas mismas están relacionadas con el notorio grado de debilidad que muestran
los ancianos sarcopénicos, en relación con aquellas personas con una masa
muscular normal, reflejando una relación existente entre la masa muscular y la
funcionalidad, lo cual puede llegar a ser algo positivo o negativo, en el primer
caso, dependerá de la actitud del individuo en cuanto a si mantienen o no un
programa de ejercicio físico, y en el segundo, en la medida que el anciano se va
debilitando, bien sea por enfermedad o sarcopenia; la proporción del máximo

2
esfuerzo requerido para realizar actividades cotidianas es mayor, por lo que cada
vez le irá costando más realizar actividades rutinarias.(17).
Por otra parte, en la medida en que el grado de funcionalidad se va deteriorando,
aumentan también las probabilidades de experimentar accidentes y caídas en los
ancianos. A este respecto, por ejemplo, cierto estudio que se hizo con ancianos
que vivían en residencias, demostró que aquellos que habían experimentado
caídas, tenían menor fuerza en la musculatura dorso-flexora de caderas y rodillas,
en comparación con los que no se habían caído (17). Todos estos factores son
consecuentes de la forma cómo varían la masa muscular y la fuerza durante el
transcurso de la vida, puesto que, por lo general, esta misma aumenta con el
crecimiento en la juventud y la adultez temprana, manteniéndose durante la
mediana edad, pero luego comienza a disminuir con el envejecimiento (17). Así,
por ejemplo, en la edad adulta joven (hasta los 40 años), se logran niveles
máximos, sobre todo en hombres que en mujeres, mientras que más allá de los 50
años, la pérdida de masa muscular de la pierna es de 1-2 %, mientras que la de la
fuerza es de 1,5 a 5 % por año (17). (ANEXAR MAS ESTUDIOS).

Resumir e incluir otros estudios, relacionados con el tema.

Ahora bien, la situación anteriormente descrita resulta aún más preocupante por el
hecho de que, aparte de ser la sarcopenia una enfermedad relacionada con el
envejecimiento, existen estudios que señalan el aumento de la población adulta
mayor a nivel mundial en un periodo comprendido entre los años 2015 al 2050, en
donde se espera que el porcentaje de las personas mayores de 60, incremente de
un 12% a un 22%, lo cual significa que habrá más ancianos que niños menores
de cinco años en el mundo (4).

Para el caso de Colombia, por ejemplo, existe evidencia que entre los años 2015-
2020, la esperanza de vida ascenderá a 76,15 años (4), y si como agravante se le
suma, el hecho de que, la población en general, no cumple con los niveles
adecuados de actividad física, por estar sujetos a conductas y comportamientos
sedentarios, entonces habrá de esperarse el aumento de diversas comorbilidades.
En este contexto de ideas, dichas estimaciones han aumentado en comparación
con las décadas anteriores, por razón de que, la población mayor de 59 años pasó
de 2,142.219 en el año 1985, a 5, 970.956 en 2028, con un crecimiento anual de
3,5%, superior al 1,7 % de la población total (4). Lo más preocupante es que dicha
población va en aumento, por lo que deberán adoptarse estrategias que
contribuyan a mejorar la funcionalidad muscular.

En el departamento de Córdoba se hizo la respectiva búsqueda de información y


no se encontré evidencia de material bibliográfico referente a la población adulto
mayor en relación a la sarcopenia.

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1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

Teniendo en cuenta toda esta panorámica descrita relacionada con la


problemática de la sarcopenia, es de esperarse la necesidad de buscar soluciones
prácticas, y una de las más recomendadas por su accesibilidad, es la actividad
física relacionada con los ejercicios de fuerza (4). Lo cual conduce a plantear la
siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es el beneficio de ejercicios de
fuerza aplicados a la población del adulto mayor en la sarcopenia?

Creo que debe organizar el problema. No puede solo hablar de sarcopenia


porque tiene que incluir los ejercicios de fuerza.

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2. JUSTIFICACIÓN

La tercera edad refiere aquella etapa de la vida del ser humano, caracterizada por
los achaques físicos, en donde el individuo no puede ejercitarse por miedo a
producirse algún tipo de daño (4). No obstante, es necesario reconocer que
aunque es cierto que el envejecimiento como tal viene acompañado por una serie
de cambios físico-biológicos que afectan diferentes órganos y sistemas del cuerpo,
disminuyendo su capacidad y resistencia al estrés físico (1), también es cierto que
el ejercicio cuando se realiza con las precauciones necesarias según el caso,
reporta una serie de beneficios sobre los sistemas que producen el deterioro del
organismo (4), retrasando el proceso de envejecimiento considerablemente,
contribuyendo al mantenimiento de la independencia motora relacionada con la
prevalencia de enfermedades como la sarcopenia, caracterizada por la pérdida
gradual y generalizada de la masa muscular y esquelética (3)(4).

En consecuencia con lo anterior, se ha encontrado que los ejercicios que


involucran el entrenamiento de fuerza, constituyen uno de los mejores
tratamientos para prevenir y contrarrestar los síntomas de la sarcopenia (4), sobre
todo si se tiene en cuenta, que la fuerza muscular comienza a disminuir
paulatinamente, entre los 30 y 50 años, siendo mayor en los hombres que en las
mujeres (18), hasta el punto que, a partir de los 60 años, se va produciendo una
notable disminución no lineal de un 15 %, alcanzando hasta un 30 %, alrededor de
los 80 años, generando como consecuencia, la pérdida de la fuerza y el equilibrio
en las personas mayores (19).

El entrenamiento de fuerza, consiste en la utilización de esta misma, para alcanzar


la contracción muscular, a través de esta, incrementando la resistencia
anaeróbica, la fuerza muscular, y el tamaño de los músculos, proporcionando
beneficios adicionales relacionados con mejoras en las capacidades cognitivas,
volitivas, junto a una mejora de la salud y bienestar a nivel fisiológico y psicosocial
(20),(21). Ahora bien, los beneficios de estos programas de entrenamiento, se
comienzan a observar después de las ocho semanas, y un periodo de trabajo de 2
a 3 veces por semana, consiguiéndose mejoras, incluso en la población anciana
de más de 90 años (22).

Alrededor de este contexto de ideas, el presente trabajo justifica su conveniencia


por varias razones que destacan su importancia, la primera de ellas se relaciona
directamente con la relevancia social que tiene el mismo, porque a través de él,
los primeros en beneficiarse será la propia muestra de adultos mayores implicados
en la investigación, por razón de que mejorarán su calidad de vida, no solo a nivel
físico, sino también emocional y psicosocial (10),gracias al entrenamiento con los

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ejercicios de fuerza, que de forma paulatina, constante y bajo las
recomendaciones previas necesarias sugeridas por ciertos estudios al trabajar con
este tipo de población (22 ), experimentarán progresivamente mejorías a nivel
muscular y esquelético, corroborando con ello lo que ya se ha planteado en
estudios e investigaciones previas relacionadas, en las que se demuestra la forma
en la que el entrenamiento de fuerza en personas mayores, proporciona una
preservación de la masa y la función muscular (14), junto con mejoras en el
equilibrio, la movilidad funcional, los límites de estabilidad y la prevención de
caídas, atenuándose con ello los cambios de la función muscular, relacionados
con la edad, y mejorando las actividades más comunes de la vida diaria como la
resistencia al caminar, la velocidad de marcha o el solo hecho de subir escaleras
(23).

Es importante resaltar que aunque la finalidad de esta investigación se centra en


los beneficios físicos a nivel músculo esquelético, no hay que desconocer el hecho
de que la actividad física en sí misma aporta para todas las personas, incluyendo
los adultos mayores, otros beneficios a nivel psicológicos y emocionales, los
cuales no se detallarán en este trabajo, debido a que no forma parte de su
propósito central, y también por la naturaleza multifacética y compleja del
constructo “bienestar psicológico” en sí mismo. Sin embargo, sí pueden esbozarse
algunas pruebas generales, relacionadas por ejemplo, con un artículo publicado
en la Revista iberoamericana de Psicología del Ejercicio y el Deporte (21), en
donde se hace un análisis de rasgos de personalidad positivos y bienestar
psicológico entre personas mayores en comparación con otras no practicantes ,
donde se demostró a través de un estudio experimental, efectuado sobre una
muestra de personas mayores de 73 años, de ambos sexos, que eran sedentarios
versus 77 practicantes entre los 60 y 85 años de edad, de diferente sexo, que
aquellos que practicaban actividad física mostraron mejoras en aspectos
relacionados con la autoestima, el establecimiento de relaciones positivas, mayor
autonomía, auto aceptación, dominio del entorno y sociabilidad (21).

Del mismo modo, otra investigación relacionada con los beneficios psicológicos de
un programa proactivo de ejercicio físico para personas mayores (21), sobre una
muestra aleatoria conformada por 150 personas entre hombres y mujeres entre los
55 y 70 años, pertenecientes a un programa deportivo municipal de Madrid
España, se obtuvo como resultado que los adultos mayores mostraron al final un
incremento psicológico de la autoestima en un 89,35%, corroborando con ello que
los efectos del ejercicio físico sobre el bienestar psicológico, no se fundamentan
solo en las modificaciones fisiológicas de la práctica física, sino también en la
motivación psicosocial, así como el impacto del entorno próximo sobre la
autoestima, la autoeficacia y las expectativas sobre los beneficios del ejercicio en
sí mismo.

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Así entonces, desde la propia visión del autor de esta investigación, aunque
dichas pruebas hacen referencia al ejercicio físico a nivel general, se presentan
como razones para esta parte, si se toma en cuenta la forma en la cual el
entrenamiento de fuerza constituye un elemento dentro del conjunto de las
actividades relacionadas con el ejercicio físico.

Por otra parte, como segundo beneficiado de esta investigación estará también la
institución geriátrica donde se realizará la investigación, porque con la puesta en
práctica de dicha propuesta adquirirán un mayor reconocimiento dentro de la
comunidad, como ente preocupado por el bienestar y desarrollo de la población
adulta mayor, dando con ello cumplimiento a su misión y visión institucional.

Un tercer beneficiado será el propio autor y realizador de esta investigación,


puesto que a través de él se podrá evidenciar en la práctica profesional, la validez
real de los diferentes estudios e investigaciones consultadas durante el proceso
de desarrollo de la misma, lo cual a su vez, fortalecerá más su propia experiencia,
junto con el desarrollo de habilidades sociales producto de la interacción personal
con la población adulta mayor, fortaleciendo los valores y actitudes como la
empatía, la paciencia, el respeto y la solidaridad con este tipo de población, como
componentes humanísticos esenciales dentro de la sociedad actual, caracterizada
en su mayoría, por el aislamiento y la indiferencia de muchas personas hacia la
población de la tercera edad.

Por último, el autor, de esta investigación reconoce de forma honrada, que si bien,
este proyecto no eliminará por completo un problema de causas multifactoriales
como la sarcopenia, en los adultos mayores, si va a lograr por lo menos, reforzar y
corroborar las investigaciones y estudios que se han hecho para demostrar los
beneficios que tiene el entrenamiento con ejercicios de fuerza, para atenuar los
efectos de la sarcopenia en la población de la tercera edad

Considero que puedes resumir la justificación. Pasa algunos párrafos para el


problema, sobre todo los estudios para que termines el primer punto.

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3. OBJETIVOS
3.1. GENERAL

Determinar la asociación entre los efectos de ejercicios de fuerza y la función


física en adultos mayores con déficit en el sistema musculo esquelético.

3.2. ESPECÍFICOS

Establecer un diagnóstico de la condición física, dentro del nivel funcional músculo


esquelético, de la población objeto de estudio, a través de un test de fuerza y el
uso del dinamómetro de mano.

implementar un programa de ejercicios de fuerza, de acuerdo a las condiciones


físicas y fisiológicas de la población objeto de estudio.

identificar la condición física dentro del nivel funcional del musculo esquelético
dentro de los rangos prescritos por el consenso europeo sobre la sarcopenia.

Observar a través de un dinamómetro el impacto de los ejercicios de fuerza, en la


población objeto de estudio mediante la aplicación de un test final de fuerza.

Hola analizando creo que debemos revisar los objetivos según el tipo de estudios
porque ustedes no solo van a asociar como inicialmente pensé sino a evaluar el
efecto de ejercicios de fuerza y la función física. Precisa los objetivos con los tipos
de test que van a emplear, habla con Julio para que organicen esto entre los dos y
no hagan lo mismo

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4. MARCO REFERENCIAL

Este capítulo presenta una información relacionada con las bases teóricas,
conceptuales, legales e investigativas de la presente investigación. Con este fin,
se ha estructurado de la siguiente manera: el primer marco corresponde al marco
histórico, en donde se presentará una panorámica general relacionada con el
proceso o etapas del envejecimiento a través de las diferentes civilizaciones de la
historia humana. Luego se hallan los Antecedentes Históricos Legales, en donde
se describen las diferentes disposiciones legales llevadas a cabo por diferentes
instituciones y organismos a nivel internacional, acerca del tema de la salud y su
relación con el tema del envejecimiento.

El marco teórico estructura los diferentes temas y subtemas, así como los autores
y teorías que se relacionan con este mismo. Posteriormente los antecedentes
investigativos más importantes relacionados con la temática se presentarán según
el nivel internacional, nacional y local. El marco legal, que contempla toda la
normatividad colombiana vigente con relación al envejecimiento, y finalmente el
marco conceptual, con las definiciones y explicaciones de las principales palabras
y expresiones que contribuyen a una mejor comprensión del tema investigado.

Es posible que este párrafo desaparezca. Hay directores que no les gusta, pero
déjalo a ver qué te dicen…

4.1. MARCO HISTÓRICO Y ANTECEDENTES HISTÓRICO LEGALES

4.1.1. MARCO HISTÓRICO

En el devenir histórico de la humanidad, incluyendo la época actual, el fenómeno


del envejecimiento, desde sus diferentes puntos de vista, ha estado asociado al
binomio ancianidad- enfermedad, dando lugar a una concepción que se ha
mantenido hasta hoy, sobre el hecho de que la vejez está asociada
intrínsecamente con la enfermedad. Por lo que hablar de vejez sería equivalente a
hablar de enfermedades (1).

A este respecto, por ejemplo, uno de los registros más antiguos sobre el tema de
la vejez, corresponde a la narración de un escriba egipcio llamado Ptah-hotep,
visir del Faraón Tzez, de la dinastía V, y alrededor del año 2450 A.C, quien

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lamentándose de su vejez menciona: “¡Qué penoso es el fin de un viejo!, se va
debilitando cada día, su vista disminuye, sus oídos se vuelven sordos; su poder
declina; su corazón ya no descansa; su boca se vuelve silenciosa y no habla. Sus
facultades intelectuales disminuyen, y le resulta imposible acordarse hoy de lo que
sucedió ayer (…), la vejez es la peor de las desgracias que puede afligir a un
hombre (24). Esta descripción antigua deja ver entonces, la profunda relación
establecida desde hace mucho tiempo entre vejez y enfermedad.

Desde una perspectiva histórica, puede decirse que el momento de mayor


esplendor para las personas mayores, se asocia con las épocas primitivas, en
donde desafortunadamente los ancianos prehistóricos no dejaron registros de sus
actividades o pensamientos, porque aún no existía la escritura. Fue ahí, donde
aún gozaban de un alto grado de respeto y consideración por parte de los demás
miembros de la tribu, debido a que eran consideradas como las depositarias del
saber y la memoria que los conectaba con los ancestros, constituyéndolos incluso
en intermediarios entre este mundo y el otro. Llegando a protagonizar papeles
como brujos, chamanes, labores de sanación, e incluso educadores (25).

La vejez en la antigua Grecia. Como cuna de la civilización occidental que


trascendió del mito a la lógica, a la percepción naturalista, y a su sentido de la
perfección, desplazaron al viejo a una situación fútil, incluso en la propia mitología
griega, se puede notar que los dioses no amaron a los ancianos. Por razón de
que, para esos dioses adoradores de la belleza, la vejez con su inevitable
deterioro era una ofensa al espíritu, y motivo de mofa en sus días (25). A este
respecto, por ejemplo, Platón relacionó la vejez feliz a la virtud, cuando menciona
en su obra la República: “Pero aquel que nada tiene que reprocharse, abriga
siempre una dulce esperanza, bienhechora, nodriza de la vejez” (26). En este
sentido, analizar la percepción de la cultura griega hacia la vejez, es sinónimo de
algo desmedrado, de poca valía, lo que en palabras de Minois resume de la
siguiente forma: “vejez maldita y patética de las tragedias, ridícula y repulsiva de
las comedias, contradictoria y ambigua de los filósofos. Estos últimos han
reflexionado sobre el misterio del envejecimiento (25).

Sin embargo, la cara opuesta la presenta el hecho de que, fue en Grecia, donde
por vez primera se crean instituciones de caridad, preocupadas por el cuidado de
los ancianos necesitados, las cuales relata vitrusso en su obra La Casa de Creso,
en donde señala la forma en la que dicho hogar, fue destinado por los jóvenes a
aquellos habitantes de la ciudad, que, debido a su edad avanzada, merecían el
privilegio de vivir en paz, en un lugar llamado Gerusía (27).

Todo esto muestra que los ancianos estaban involucrados dentro de un contexto
con una misión sagrada, puesto que eran considerados como portadores de un
espíritu divino, de modo que, en cada ciudad, el consejo de ancianos,

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representaba una gran influencia en los asuntos religiosos y jurídicos del pueblo
judío (25). No obstante, esta concepción se mantuvo hasta más allá del periodo de
los jueces, puesto que muchos después del exilio babilónico en el siglo V 586 A.C
comienza a desfavorecerse tal concepción relacionada con los ancianos, quienes
paulatinamente van perdiendo influencia política, lo cual puede verse a través del
libro de Eclesiastés, en donde dice: “Más vale mozo pobre y sabio, que rey viejo y
necio, que no sabe ya consultar”. En conclusión, puede decirse que, en el mundo
hebreo, el anciano ocupó un lugar privilegiado, basado en la dignidad que se le
otorgaba en la Torá (25).

El papel de los viejos en la civilización romana. Si bien no es fácil realizar una


panorámica general de una civilización tan heterogénea y de larga duración como
fue el imperio romano, en su trato con el grupo de la tercera edad, si se pueden
esbozar y aislar algunas características particulares y específicas con relación a
estos mismos.

En este orden de ideas, se puede vislumbrar a grandes rasgos, algunos elementos


claves, como por ejemplo, el hecho de que existían mayor número de ancianos
varones que de ancianas, como consecuencia de las muertes maternas postparto
(25), lo cual condujo a matrimonios frecuentes entre viejos con mujeres jóvenes,
sin embargo la época dorada para los ancianos en Roma, ocurrió durante la
República, pero no duró mucho puesto que, a partir del siglo I A.C, ocurrió un
periodo inestable que cambió los valores tradicionales, y fue que Augusto, quien
fuera heredero del César, después de una acérrima lucha por el poder.

A partir de este momento inicia una nueva época donde resplandecen la economía
y las artes, al mismo tiempo que, la jerarquía de los ancianos comienza a perder
fuerza en el senado (27), y aunque muchos viejos tuvieron cargos importantes de
manera individual, no ocurrió lo mismo que durante la época de la república,
donde los hombres mayores dirigían los destinos políticos trayendo como
consecuencia que los ancianos al perder el poder familiar y político, después de
haber concentrado la riqueza, cayeron en un desprecio y sufrieron los rigores de la
vejez.

En resumen, puede decirse que, durante esta época, el papel del adulto mayor
comienza a darse en función del mercantilismo y la economía en una sociedad de
consumo (25). Y actualmente en el mundo contemporáneo, dominado por la
tecnología, las nuevas condiciones de vida, no solo han envejecido a los pueblos,
sin que ha convertido a los viejos, en el grupo etario de mayor velocidad de
crecimiento promedio en hasta 85 años (33).

Creo que debes orientar un poco el tema de la actividad física, porque tu trabajo
no es solo sobre vez.

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4.1.2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS LEGALES

Las declaraciones internacionales de salud, como entre ellas, la Declaración de


Alma Ata en 1978 (Conferencia Internacional sobre Atención Primaria en Salud
APS), enfatizó la importancia de la acción conjunta de los gobiernos y de la
comunidad mundial en general, con el fin de promover la salud en todo el orbe,
especialmente en lo que respecta a las enfermedades crónicas no transmisibles,
entre otros aspectos como la salud oral y pública (34).

Ahora bien, si se tiene esto en cuenta se puede inferir entonces, por ejemplo, que
en el capítulo número V de la Declaración de Alma Ata, donde se menciona la
obligación que tienen los gobiernos de proteger la salud de sus pueblos a través
de la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas (34), también cobija a
los adultos mayores.

Luego en la década de los 80, específicamente, el 21 de noviembre de 1986, se


elaboró un documento bajo la orientación de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), en la ciudad de Ottawa-Canadá, producto de la (Primera Conferencia
Internacional para la Promoción en Salud), conocido como la Carta de Ottawa, en
donde se identificaron los requisitos para la salud entre los cuales destacaron la
paz, un ecosistema estable, justicia social y equidad; así como alimento,
educación e ingresos, los cuales son condiciones previas para la salud física y
mental de un individuo (35).
Revisa que dijo esta carta sobre la población mayor y la actividad física

En esta misma década, tan solo dos años después surgió la Declaración de
Adelaide, celebrada en la ciudad australiana que lleva su mismo nombre, (36)
como parte de un proceso mundial para el desarrollo y fortalecimiento de las
estrategias integradoras de la salud, en todas las políticas de los diferentes
gobiernos, sobre la base de la equidad, a fin de contribuir con ello al debate crítico
que involucra a todos los países pertenecientes a la OMS. En este documento se
identificaron cinco áreas de acción para promover la salud, como fueron: construir
políticas para favorecer la salud, la creación de los entornos adecuados, el
desarrollo de los hábitos individuales, la potenciación de la acción comunitaria, y la
reorientación de los servicios sanitarios (36).

Luego en 1991, se realizó en la ciudad sueca de Sandswall, una conferencia con


el propósito de crear ambientes favorables a la salud que pudieran ser utilizados,
por los políticos responsables. Su propósito fue que tanto el ambiente físico, como
el socioeconómico, y el político apoyaran a la salud, en vez de dañarla (36),
subrayando también desde una perspectiva del sector salud, el hecho de que, el
concepto de entornos propicios, implica todos aquellos aspectos físico-sociales del

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medio que nos rodea, algo que también cobija al grupo de la tercera edad dentro
de la dinámica social.

Posteriormente a todas estas conferencias y documentos surgidos alrededor de la


promoción en salud, y entrado ya el siglo XXI, se puede destacar por su referencia
directa al tema de la vejez, el Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud,
que publicó la Organización Mundial de la Salud, en el año 2015, (36) con el
propósito de responder a los desafíos actuales recomendando cambios profundos
en la manera de formular las políticas para la población envejecida, a fin de
prestarles buenos servicios.

En este informe, se estableció que hoy día por primera vez en la historia, la mayor
parte de la población puede aspirar a vivir alrededor de los 60 años, y más allá
(36), de modo que la mayor esperanza de vida, sumada a las caídas importantes
de la tasa de fecundidad, generan como consecuencia el rápido envejecimiento de
la población en el mundo (36).

Entre los aspectos más importante de este documento, se destacaron la influencia


que tiene el propio sistema sanitario dado que influye mucho dentro de la relación
entre edad y gasto en salud. esta Conferencia se añadió otro punto importante
explicando que el gasto en la población de edad, no es un costo, sino una
inversión, por razón de que estos gestos como inversiones que fomentan la
capacidad, y por ende, el bienestar y la contribución de las personas mayores,
también ayudan a las sociedades a cumplir sus obligaciones con relación a los
dichos fundamentales de dichas personas.

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