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Chacon Carloseduardo-Unlocked
Chacon Carloseduardo-Unlocked
Mérida, 2010.
LA UNIVERSIDAD DE MERIDA DURANTE LOS GOBIERNOS
DE JOSE TADEO MONAGAS (1847-1851 Y 1855-1858)
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
CAPITULO II
La educación superior venezolana entre 1847 y 1858…........................................44
CAPITULO III
Antecedentes educativos, origen y desarrollo de la Universidad de Mérida (1767-
1847)........................................................................................................................50
CAPITULO IV
a. Estatutos…....................................................................................62
b. Autoridades universitarias….........................................................67
c. Profesores, estudiantes y empleados…..........................................71
d. Facultades y Cátedras…................................................................78
e. Grados............................................................................................79
f. Conflictos internos y confrontaciones externas….........................83
g. Rentas, propiedades urbanas y rurales….......................................85
h. Biblioteca, Archivo y Laboratorio….............................................91
i. Relaciones de la Universidad con la Iglesia…..............................93
j. Relaciones de la Universidad de Mérida con otras instituciones de
Educación......................................................................................94
CONSIDERACIONES FINALES.......................................................................97
APENDICES
A mi padres Carmen Guillen y Ángel Chacón por estar siempre presente en todos los
momentos, por creer en mi y apoyarme en todos los sentidos, este triunfo es de
ustedes. Los adoro.
A mi esposa Ligia Elena por estar junto a mí en los mejores instantes de mi vida, este
triunfo también es tuyo. Te amo.
A mis sobrinos, espero que este logro les sirva de ejemplo para que consigan todo lo
que se propongan en la vida. Los quiero mucho.
Al profesor Alí Enrique López Bohórquez por su confianza en mí para el feliz término
de este trabajo
A la Ilustre Universidad de Los Andes por abrirme las puertas para mi formación
profesional.
Durante todo el período colonial, Venezuela contó con una sola universidad, la
7
Real y Pontificia Universidad de Caracas, fundada por el rey Felipe V el 22 de
diciembre
8
de 1721. Ya en los momentos de la Independencia, el 21 de septiembre de 1810, nació
en Mérida la “Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros”, al
transformarse en institución universitaria el Seminario de San Buenaventura, erigido
por el obispo fray Juan Ramos de Lora en 1785. Estas 2 universidades, la de Caracas y
la de Los Andes (en Mérida), fueron los únicos centros del saber superior de
Venezuela hasta la última década del siglo XIX, cuando surgen 2 nuevas instituciones:
la Universidad del Zulia, en la ciudad de Maracaibo, creada por decreto de 19 de mayo
de 1891, y la Universidad de Carabobo, fundada en Valencia el 15 de noviembre de
1892 y la creación de los colegios nacionales entre 1832 y 1842, el Gobierno central
decretó la fundación de los siguientes colegios: el de Trujillo, 1832; el de Margarita,
1833; el de El Tocuyo 1833; el de Carabobo, 1833; el de Coro, 1833; el de Cumaná,
1834; el de Guayana, 1834; el de Barquisimeto 1835; el de Maracaibo, 1837; el de
Calabozo, 1839; el de Niñas de Caracas, 1840; y el de Barcelona, 1842; estos colegios
se fundaron sobre los bienes de los conventos extinguidos.
1
Estos aspectos referentes al tema educativo se resumen considerando lo señalado por Rafael
Fernández Heres en: “Educación”, Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación
Polar, 1997, Tomo 2, pp. 173-183; y de Idelfonso Leal: “Universidades”, Ibid., Tomo 4, pp
124- 129.
José Tadeo Monagas con respecto de la universidad andina y la situación planteada en
esta institución durante sus dos gobiernos, así como la reacción de la misma ante las
políticas gubernamentales que le favorecieron o perjudicaron. Con la orientación del
profesor Alí Enrique López Bohórquez, Coordinador de la Cátedra Libre de la
Universidad de Los Andes, se dio inicio al proyecto de esta Memoria de Grado que
definitivamente quedó titulada La Universidad de Mérida durante los Gobiernos de
José Tadeo Monagas (1847-1851 y 1855-1858). El tema no había sido estudiado, y
sólo se tienen referencias parciales y dispersas en el Resumen Histórico de la
Universidad de Los Andes de Juan Nepomuceno Pagés Monsant,2 La Universidad de
Los Andes en la Cultura Nacional: Síntesis histórica, 1790-1957 de Roberto Albornoz
Berti,3 la Historia de la Universidad de Los Andes de Eloi Chalbaud Cardona,4 y el
Compendio histórico de la Universidad de Los Andes de Mérida de Venezuela de
Carlos Chalbaud Zerpa.5 Es en la obra de Chalbaud Cardona donde se localiza una
importante información, tanto en documentos como en los comentarios que este autor
hizo en relación al tema objeto de nuestra investigación.
De manera que nuestro estudio forma parte de las actividades que se han
venido realizando en la Cátedra Libre de Historia de la Universidad de Los Andes a
través de Memorias de Grado de estudiantes de la Escuela de Historia, 6 así como de
los trabajos
2
Juan Nepomuceno Pages Monsant: Resumen Histórico de la Universidad de Los Andes, Anuario
de la Universidad de Los Andes, tomo I (Mérida, Venezuela), 1891, pp. 21-24. Otra edición
Mérida, Publicaciones de la Dirección de Cultura de la Universidad de Los Andes, 1951.
3
Roberto Albornoz Berti: La Universidad de Los Andes en la cultura nacional (síntesis
histórica), 1790-1957. Mérida, Editorial El Vigilante, 1958.
4
Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes. Mérida, Ediciones del
Rectorado, 1967-1990. (10 Tomos).
5
Carlos Chalbaud Zerpa: Compendio Histórico de la Universidad de Los Andes de Mérida de
Venezuela. Mérida, Ediciones del Rectorado/ Universidad de Los Andes, 2000.
6
Estas han sido las Memorias de Grado para optar al Titulo de la Licenciatura en Historia:
Alfredo Marín Lara Calderón: La Universidad de Los Andes en el Diario El Vigilante. 1924-
1958. Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2005). (Memoria de Grado para
optar al título de Licenciado en Historia.); Dulce Magali Montilla Maldonado y Nancy Yaneth
Montilla Maldonado: La Universidad de Los Andes en el Diario El Vigilante. 1959-1979.
Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2006); Carmen Geraldin Pestana
Martínez y Nairuby Yumari, Salas Ramírez: La Universidad de Los Andes en periódicos y
revistas de Mérida. 1900- 1950. Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes,
(2006); Janett H. Araque Vera y Danny Gómez Timaure: Bibliotheca Boletín Mensual de las
Bibliotecas de la Universidad de Los Andes (1954-1956). Mérida, Escuela de Historia/
Universidad de Los Andes, (2007); Elisareth Ramírez Angulo: Universitas Emeritense: Revista
de la Universidad de Los Andes (1954-1961).
realizados por el profesor Alí Enrique López Bohórquez, 7 sin dejar de mencionar otras
Memorias dirigidas por distintos profesores de dicha Escuela. 8 Esta investigación esta
Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2007); Gregory Uzcategui Márquina:
El Liceo de Ciencias Políticas de Mérida (1910-1915) y el Liceo Universitario de la
Universidad de Los Andes (1915-1932). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los
Andes, (2008); Karilin Julieth Pinto Fonseca: Zulianos en la Universidad de Los Andes (1810-
2005). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Jesús Torres Camacho y
Germán Antonio Pérez Plaza: Barineses en la Universidad de Los Andes (1810-2005). Mérida,
Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Ana Carolina Calles Márquez.
Traspasando las Fronteras. Profesores Extranjeros en al Universidad de Los Andes (1852-
2007). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Adriana Carrero y
Lismar Rincón: La Universidad de Los Andes en el Diario Pico Bolívar (2004-2007). Mérida,
Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Andreina Torres Y Darcy Peña: La
Universidad de Los Andes en el Diario El Vigilante (1980-1990). Mérida, Escuela de Historia/
Universidad de Los Andes, (2008); Lourdes Santiago y Lisbeth Araque: La Universidad de Los
Andes en el Diario El Vigilante (1991-2000). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los
Andes, (2009).
6 “El Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes”, Boletín del Archivo Histórico de la
Universidad de Los Andes, 1 (Mérida, enero-diciembre de 1999), pp. 21-30; “Mariano Picón
Salas y la Universidad de Los Andes”, Actual, 46 (Mérida, abril-junio de 2001), pp. 202-209;
“Los Orígenes de la Investigación en la Universidad de Los Andes. En tiempos de Caracciolo
Parra”, en Investigación. Revista del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y
Tecnológico-CDCHT, 6 (Mérida, enero-abril de 2002), pp. 36-37; “La Universidad de Mérida
nació con la República (21 de Septiembre de 1810)” en Diana Rengifo y Zulia Rojo
(Compiladoras): Valera. Crisol Cultural de Los Andes (Memoria del III Simposio de Historia
Trujillana). Valera-Venezuela, CRIHES-Núcleo Universitario Rafael Rangel-Universidad de
Los Andes, 2003, pp. 139-148; “Una cátedra libre. La ULA como objeto de investigación”,
Investigación. Revista del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico-
CDCHT, 9 (Mérida, enero-junio de 2004); “La ciudad universitaria que Pedro Rincón Gutiérrez
soñó”, Investigación. Revista del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico-
CDCHT, 10 (Mérida, septiembre-diciembre de 2004), pp. 52-55; “El Gobernador Fernando
Miyares se opone a la creación de una Universidad en Mérida y la pide para Maracaibo”,
Acervo. Revista de Estudios Históricos Documentales, Vol. IV, Nº 2 (Maracaibo, julio-
diciembre de 2005), pp. 111-121; “50 Aniversario de la Facultad de Humanidades y Educación”,
La H Parlante. Boletín de la Facultad de Humanidades y Educación, 2 (Mérida, julio de 2005),
pp. 4- 5; “La Universidad de Mérida: De las Constituciones del Seminario al Primer Código de
Instrucción Pública de Venezuela (1810-1843)”, en Reformas y Planes de Estudio de las
Universidades de América y Europa. Córdoba (Argentina), Junta Provincial de Historia de
Córdoba, 2006, pp. 167-184; “Los archivos universitarios de Venezuela”, Revista Historia de la
Educación Latinoamericana, 8 (Colombia, 2006), pp. 237-274; 15 Argumentaciones para
Rectificar la fecha de Fundación de la Universidad de Los Andes. Mérida, Cátedra Libre de
Historia de la Universidad de Los Andes, 2006 (Cuadernos de la CLHULA, Nº 2).
8
Carmen J. Quintero y Miriam Rivas: Inconformidad y Rebeldía estudiantil universitaria en
Mérida 1980-1990. Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (1994); Airam
Rubisely Zerpa Angulo: La Universidad de Los Andes: Un registro hemerográfico del siglo XIX
(1846-1899). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (1996); Marcela Rangel
Peña: La Profesionalización de la mujer en la Universidad de Los Andes (1930-1960). Mérida,
Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (1999); Julio César Méndez Contreras: El
movimiento de renovación universitaria en Mérida y su influencia política durante el primer
gobierno de Rafael Caldera (1968-1974). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los
Andes, (2001); Doris J. Méndez Q. y Eric A. Uzcategui: La autonomía universitaria durante el
gobierno de Raúl Leoni (1964-1969). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes,
(2005).
dentro de las características que se encuentran las Memorias de Grado de Fanny
Albarran Caicedo, Pedro Rodríguez y José Leonardo Linares, 9 que en su conjunto
representan una perspectiva de estudio que busca establecer la relación que tuvo la
Universidad de Mérida en los distintos gobiernos nacionales, a fin de considerar el
grado de intervención o de autonomía que a esta se le dio en ciertos momentos.
9
Pedro José Rodríguez Arias: La Universidad de Los Andes durante el gobierno e Eleazar López
Contreras (1936-1941). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2007); Fanny
del Carmen Albarran Caicedo: La Universidad de Los Andes durante el primer gobierno de
Antonio Guzmán Blanco (1870-1877). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes,
(2008); y José Leonardo Linares Mora: La Universidad de Los Andes durante el gobierno de
Cipriano Castro (1899-1908). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2009).
funcionamiento de la Universidad en cuanto a reglamentaciones para la universidad,
estatutos, autoridades universitarias, profesores, estudiantes, empleados, facultades,
cátedras, grados, conflictos internos, confrontaciones externas, rentas, propiedades
urbanas y rurales, biblioteca, archivo y laboratorio. Finalmente hacemos unas
consideraciones generales acerca de lo ocurrido en la Universidad durante los
Gobiernos de José Tadeo Monagas e incluimos un apéndice de documentos principales
para el conocimiento del periodo estudiado y referidos a los distintos aspectos tratados
en cada capitulo, además de una cronología de hechos fundamentales acaecidos en la
institución entre 1847 y 1858.
10
La República de Colombia fue fundada el 17 de diciembre de 1819 por el Congreso de
Angostura, la cual dejó de existir en 1830. Su territorio llegó a comprender el de las actuales
repúblicas de Venezuela, Colombia (que en aquel tiempo era conocida como Cundinamarca y,
sobre todo, Nueva Granada), Ecuador y Panamá. Cuando Bolívar y sus contemporáneos
mencionaban a los «colombianos» entendían por tales a los ciudadanos de Venezuela, Nueva
Granada (hoy Colombia), Ecuador y Panamá.
11
Batalla de Mucuritas 1817, Batalla de las Queseras del Medio 1819, Toma de Puerto Cabello
1823, entre otras.
12
Adolfo Rodríguez: “Páez, José Antonio, gobiernos de”, en: Diccionario de Historia de
Venezuela. Caracas, Fundación Polar, 1997, Tomo III, pp. 469-476.
Establecido el General Páez como el nuevo gobernante para el territorio
venezolano, se promulgó en septiembre de 1830 la nueva Constitución estableciendo:
elecciones indirectas; el sufragio sólo a los que supieren leer y escribir y gozaran de
ciertas condiciones de independencia económica; Cámara de Representantes elegida
por cuatro años y la del Senado renovable también por elección indirecta cada dos
años; el presidente y el vicepresidente de la república eran elegidos por cuatro años y
aquel debía asesorarse con un concejo de gobierno del cual formaban parte los tres
secretarios del despacho, Interior y Justicia, Hacienda y Guerra y Marina; la autonomía
de las provincias que incluía una diputación o legislatura nombrada por los cantones; y
en cuanto al Poder Judicial lo más importante fue el establecimiento, en principio, de
los juicios de los jurados.13
13
Augusto Mijares: “Evolución Política de Venezuela”, en: Enciclopedia de Venezuela.
Barcelona, Editorial A Bello, S.A. 1970, Tomo VI, p.331.
ajeno a la nueva república, lo cual se salía del contexto nacional proclamado en la
Constitución de 1830. Páez, a su vez, enfrenta en persona a los alzados y el 24 de junio
de 1831 estos acatan la Ley e incluyen el territorio suroccidente a la nueva República
de Venezuela. Con un territorio poco conocido y poco habitado en su interior, es en
1830, como lo afirma Pedro Cunill Grau, “cuando los pobladores criollos van
diseñando diversos frentes pioneros espontáneos que hacen avanzar las fronteras del
poblamiento en sitios no roturados en tierras públicas en la mayoría de regiones
venezolanas”. La aptitud de la población fue vencer todo tipo de insalubridad: estos
campesinos en su mayoría avanzaron hasta regiones inhabitadas del país buscando el
desarrollo entre sus comunidades; tal es el caso de las tierras ribereñas del lago de
Maracaibo, el ambiente litoral coriano, los llanos orientales y centro-occidentales o el
pie de monte andino, sitios en los que se van a dar las nuevas ubicaciones
poblacionales a lo largo del siglo XIX.14
Este periodo estuvo también marcado por el surgimiento y pasión por las letras
y su vinculación con la imprenta. De hecho apareció un repertorio muy completo de
publicaciones y proyectos que a lo largo del tiempo sirvieron de inspiración para
futuros conocimientos en artes y ciencias; entre estas publicaciones cabe destacar: los
escritos de Fermín Toro; Ideas y necesidades, Europa y América y Reflexiones sobre
la ley del 10 de abril de 1834. Rafael María Baralt escribe su Resumen de la Historia
de Venezuela junto con Ramón Díaz, obra que viene siendo la piedra angular de la
Historia de Venezuela; un estudioso viajero Italiano llamado Agustín Codazzi prepara
su Resumen de la Geografía de Venezuela y Atlas Físico y Político de la República de
Venezuela, obra de incalculable valor pues proporcionó un acertado conocimiento del
territorio que se tenía para el momento; las páginas de Juan Vicente González en
Biografía de José Félix Rivas, De Cicerón a Catalina, e Historias del poder civil en
Colombia y Venezuela. En el campo de las ciencias evolucionaron los conocimientos
gracias al Tratado de Mecánica Elemental, de Juan Manuel Cajigal, y al Manual de
Anatomía de José María Vargas; estas publicaciones abrieron numerosos campos de
estudios entre la población letrada y, a su vez, estudiosos que fueron parte esencial en
el desarrollo de la Venezuela del siglo XIX. En tanto, este primer gobierno ve sus
frutos en los amplios trabajos investigativos antes mencionados. Fue también la
década de 1830 el gran desarrollo de la imprenta periodística; se publicaron
numerosos diarios en la capital,
14
Pedro Cunill Grau: Geografía del Poblamiento Venezolano en el siglo XIX. Caracas, Ediciones
de la Presidencia de la República, 1987, Tomo III, p. 991.
entre ellos “El Constitucional”, “El Nacional”, “El Liberal”, y “La Bandera Nacional”.
A la margen de estos, entre las décadas de 1830 y 1840 se contó con “El Patriota”
desde Valencia, “El Observador” en Coro y “El Manzanares” en Cumana.
En el marco de las elecciones de 1838 fue electo por segunda vez el General
José Antonio Páez con 212 votos de un total de 222; es decir, el 95 por ciento aclamó
al General como Presidente de la República de Venezuela. El 1 de febrero toma
posesión Páez en un ambiente de relativa paz dejado por Soublette. Su primer mensaje
al Congreso exponía la necesidad de abrir caminos y carreteras para una mayor
producción y abastecimiento de frutos y rubros como principales proyectos para la
exportación; es claro; que el periodo presidencial del General Carlos Soublette terminó
con una economía fragmentada a causa de la crisis de Estados Unidos, y a causa de
esto Páez, en su afán de acrecentar y dinamizar el comercio, proyectó planes de muy
largo alcance buscando una vía alterna para incrementar la producción cafetalera del
momento. Entre otros de sus planes estuvo un nuevo sistema de defensa que
garantizara la seguridad al país en caso de alguna invasión. En abril de 1839 reforma la
Ley de Imprenta promulgada en 1821, que promovió en cualquier venezolano el libre
uso del mecanismo para expresar sus ideas sin ser censurado. Este periodo se
caracterizó también por la recopilación de todos los datos para iniciar la organización
de un sistema penitenciario único en el país; igualmente, como propósito educativo,
buscó impulsar la educación primaria y universitaria en todos los estados venezolanos.
También se creó en Caracas el
18
18
Fermín Toro: Reflexiones sobre la Ley de 10 de abril de 1834. Caracas, Edición del Ministerio
de Educación Nacional, 1941, p. 162
18
Banco Colonial Británico con un capital de 300.000 pesos, un proyecto innovador para
Venezuela.19
El segundo periodo presidencial del General Páez comenzó con avances para el
futuro: se proyectó Venezuela como un país que quiso emerger y dejar atrás el
complejo mundo colonial. Pero la otra cara de la moneda fue también trascendental
para esta administración paecista: el acontecimiento interno más importante de este
periodo fue la aparición de un sector de oposición al gobierno de Páez y al sector
militar, bajo la forma del Partido Liberal, nacido a finales de 1840, como
institucionalización a nivel social de una doctrina política que venia gestándose desde
1830 en contra de los ideales conservadores. El vocero principal de este nuevo
movimiento fue el periódico El Venezolano, bajo la dirección de Antonio Leocadio
Guzmán, y su lema hombres nuevos, principio alternativo. Este hecho tuvo una
trascendencia fundamental dado el descontento del pueblo con las administraciones
conservadoras, a este respecto, Elías Pino Iturrieta dice: “El descontento desemboca en
la fundación del Partido Liberal, en agosto de 1840, y en la aparición de un formidable
vocero de oposición alrededor de cuyas páginas se congregan grandes masas de la
población, El Venezolano. Gracias a los ataques del periódico, imitados por voceros
provincianos y divulgados por gente humilde de numerosas latitudes, el régimen
establecido en 1830 deja de ser una fortaleza y comienza a decaer la reputación de
Páez”.20
19
20
Ibid.,
20
Codazzi, y la Historia de Venezuela de Rafael María Baralt y Ramón Díaz;
publicaciones de gran importancia para la creación de un ideario de territorio y de
nación. Johnny Barrios nos explica el alcance de la obra de Codazzi: “En este sentido,
el reconocimiento del papel jugado por Agustín Codazzi en el inventario geográfico,
así como en la construcción de la imagen del espacio territorial venezolano expresado
en la nación y sus zonas geográficas (provincias y cantones), pasa obligatoriamente
por comprender la realidad y el ideario presente en el extenso escenario en el cual se
gestó su obra geográfica, hecha entre 1827 y 1850”.21 Mientras que la Historia de
Venezuela de Baralt y Díaz da cuentas de los principales hechos políticos-históricos
que vivió Venezuela desde su Descubrimiento, en el siglo XV, hasta 1830 con la
desmembración de la Republica Colombiana.
21
Johnny Barrios: La Imagen de los Andes Venezolanos: Geografía, Historia y Cultura en la obra
de Agustín Codazzi (1827-1850). Mérida, Escuela de Historia/Universidad de Los Andes, 2009.
(Memoria de Grado para optar al titulo de licenciado en Historia), p.25.
22
Guillermo Morón: Op. Cit., p. 248.
lo que sucedía en el país era tan atroz el ataque del Periódico que en 1844 Guzmán se
vio envuelto en un proceso por el jurado de imprenta debido a lo fuerte de sus
publicaciones. De momento esto no trajo consecuencias ni para él ni para el Partido
Liberal, ya que salió victorioso y aclamado por su gente por el contrario, su figura se
vio más consagrada. Un hecho a destacar fue la Ley de Amnistía decretada en 1843 a
aquellas personas exiliadas por sucesos políticos entre 1830 y 1836. Estos individuos
volvieron al país y se unieron a las filas del Partido Liberal. No podemos olvidar que
estos hombres habían sido expulsados del territorio por tener ideas diferentes a los
gobiernos de paso. Entre alzamientos y oposiciones se inaugura en enero de 1845 la
carretera Caracas la Guaira, lo que produjo un mayor avance en el país tanto para los
productores como para la exportación al Puerto de la Guaira, hecho posible gracias a
los planes del general Páez a favor de las construcciones de la infraestructura
comunicacional que el país requería.
Verificadas las
23
Sobre José Tadeo Monagas y sus gobiernos véase: ALARICO GOMEZ, Carlos: José Tadeo
Monagas. Caracas, Editorial El Nacional, 2006; CASTILLO BLOMQUIST, Rafael: José Tadeo
Monagas: Auge y consolidación de un caudillo. Caracas, Monte Avila Editores, 1991;
QUERALES, Juan Bautista: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas
1784-1868. Caracas, (Academia Nacional de la Historia, Fuentes para la Historia Republicana
de Venezuela), 1983. (4 Tomos); RODRIGUEZ MIRABAL, Adelina: “Monagas, José Tadeo,
gobiernos de”, en: Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, 1997.
Tomo III, pp. 221-226.
elecciones de 1846 y en un ambiente de agitación política, Augusto Mijares nos
resume desde su punto de vista lo ocurrido en ese instante: “El 9 de febrero de 1845,
victoria pírrica de los demagogos. Se desnudan las maniobras personalistas. La muerte
de Urdaneta. Las elecciones del 46. Salom. José Félix Blanco. Triunfa José Tadeo
Monagas. Páez y sus amigos, que lo habían respaldado, le preparan una “revolución
constitucional” el 24 de enero de 1848. José Tadeo y José Gregorio Monagas durante
diez años más”.24 Promovida la candidatura del General José Tadeo Monagas desde la
crisis agropecuaria de 1842-43, el 23 de enero de 1847 se hicieron las elecciones, cuyo
resultado fue el siguiente: José Tadeo Monagas 107 votos, Bartolomé Salom 97,
Antonio Leocadio Guzmán 57, José Félix Blanco 46, José Gregorio Monagas 6, José
Antonio Páez 2, Manuel Felipe Tovar 2, Santos Michelena 1 y Santiago Mariño 1.
24
Augusto Mijares: Op. Cit., p. 347.
25
Rafael Castillo Blomquist: José Tadeo Monagas: Auge y consolidación de un caudillo. Caracas,
Monte Avila Editores, 1991, p. 26.
conservador ya establecido, comienza la inestabilidad partidista y política: en mayo del
mismo año renunció Herrera y fue sustituido por José Félix Blanco perteneciente al
partido liberal. Como consecuencia de esta asignación desistió Quintero y le sustituye
Rafael Acevedo y, poco después, se retiró Carreño y en su lugar llegó Francisco
Mejías. Por lo tanto, en solo siete meses pasó de gobernar con el Partido Conservador
y ahora se encontraba con el Partido Liberal; este hecho disgustó al General Páez y al
Partido Conservador. Adicional a esto, las decisiones de Monagas y el ataque feroz de
los diferentes diarios de Caracas de uno y otro bando como por ejemplo “La prensa”
que el día 23 de enero de 1848 calentaba los ánimos reseñando lo siguiente: “...El
pretenso Gobernador de la provincia ha mandado a fijar carteles para amenazarlos con
el soberano populacho: hasta el fondo se conmueve la población para arrojar su hez
sobre la sociedad y el Congreso que la representa. Esos pasquines, esas figuras de
canillas y calaveras puestas en las calles públicas pregonan lo siniestro de sus
designios y su ferocidad; pero si pueden intimar mujeres, no lograran imponer a los
hombres de honor, a los patriotas amagados por las hordas que suscita un poder militar
y demagógico, resueltos a ser libres o a morir(…) salvemos la republica o muramos
con los Representantes de la Nación; vosotros responderéis de su obediencia o de su
derrota”,26 provocaron el rompimiento total entre liberales y conservadores que venía
en una pugna desde 1840 con la fundación del Partido Liberal.
26
Orlando Acosta Guzmán, Gregorio Carpio García y Freddy Cárdenas Álvarez: El Asalto al
Congreso: El 24 de enero de 1848 y sus implicaciones en la provincia de Mérida. Mérida,
Escuela de Historia/Universidad de Los Andes. 1979. (Memoria de Grado para optar al titulo de
Licenciados en Historia), p. 131.
con el fin de considerar las ocurrencias de la noche anterior y una nota del Ministro,
que negaba a la Cámara la facultad exclusiva de ejercer la policía local. Los diputados
Pbro.
J. V. Quintero y M. V. Maneiro declararon entonces que al pasar por frente a la
guardia del parque, el oficial de ella se encaró con ellos y exclamó: vagabundos de
aquí a mañana las cabezas de todos ustedes andarán rodando por el suelo”. 27 Lo que
hace pensar que ya estaba planeado el asalto. Una conspiración ya se estaba fraguando
durante cierto tiempo, otra vertiente escrita por personajes de la época se basaban
desde el punto de vista liberal, culpabilizando de los hechos a Monagas: “si Monagas
preparó deliberadamente aquella carnicería, y sobre todo, la muerte de Don santos
Michelena y de Julián García contra los cuales tenía motivos de resentimiento”,28
estas palabras solo pueden atribuirse al calor político del momento, ya que diferentes
opiniones pueden salir a relucir en un clima de violencia.
la
27
Guillermo Morón: Historia de Venezuela. Op. Cit., p. 255.
28
Augusto Mijares: Op. Cit., p. 354.
29
Francisco González Guinan: Historia de Venezuela Contemporánea. Caracas, Ediciones de la
Presidencia de la República, 1954, Tomo VI, p. 412.
última carta a jugarse para llegar a ese poder, enfrentando al grupo que aún ostentaba y
no quería que se la arrebatasen tan pronto. Como consecuencia inmediata podemos
citar las palabras de Augusto Mijares sobre el acontecimiento del 24 de enero: es
también una fecha nefasta en nuestra historia ya que se abre un nuevo periodo de diez
años de despotismo “durante el cual desaparece la discusión por la prensa y no vuelven
a realizarse elecciones libres, el congreso atemorizado o corrompido se allana a todas
las exigencias del ejecutivo, se interrumpe la tradición de moralidad administrativa por
todos los gobiernos desde la evolución de 1810”.30 Mijares en su cronología de
Historia de Venezuela apoda a este periodo del “Monagato” como “De la Demagogia
al Despotismo”, comenzando con José Tadeo y su gobierno personalista, hasta después
de lo ocurrido el 24 de enero y sus consecuencias durante los próximos 10 años.
Pasado ya los hechos del 24 de enero de 1848, y pensando ya con cabeza fría
sobre los sucesos, las diferentes interpretaciones van a surgir como lo hemos visto
anteriormente, pero todavía falta escuchar la versión de los partidos políticos como
entes protagonistas. Por un lado Monagas explica que “la causa de lo sucedido fue la
pugna de la guardia de la Cámara de Representantes con la masa popular que quería
asistir como siempre a las barras de las cámaras a presenciar la discusión,” tratando de
desmentir las calumnias en su contra y dirigir al pueblo a la calma; y por otra parte,
está la versión conservadora; que el partido del orden (liberal) había movido sus
tentáculos tratando de apresar a quien ellos habían puesto en la silla presidencial, “no
puede menos que recriminar y acusar al General Monagas de traidor a la patria, de
asesino del congreso y de todo tipo de insulto. Su ultima trinchera había sido
devastada el día 24, el Congreso de la República, ahora sólo le quedaba lo que el
General José Antonio Páez pudiese hacer con su espada”.31
30
Augusto Mijares: Op. Cit., p. 354.
31
Orlando Acosta Guzmán y otros: Op. Cit., p. 141.
acertadas, ya que llegó a gobernar y nombrar personajes que desde una amplía mirada
era positivo, ya que habían estado con él durante sus batallas y sus luchas por la
independencia del país; pero no era la mejor forma para recompensar sus inicios con
asignaciones gubernamentales tanto en el gabinete como gobernaciones en los
diferentes estados del país, sumado a esto el paso de conservador a liberal en tan poco
tiempo no fue bien visto por la sociedad de la época, que quizá querrían a Páez fiel a
su lucha y orden, que un Monagas cambiando de bando cada seis meses.
32
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., pp. 985-993.
En lo concerniente a finanzas, para 1846 las deudas anglo-venezolanas por
pagar en cuanto a deuda activa: 1.829.965.15 que eran 11.437.285.69 pesos; había una
deuda diferida de 1.523.988.05 pesos que eran 9.524.926.56 pesos; un total de capital
con intereses capitalizados de 3.353.954.00 pesos, equivalentes a 20.962.212,25 pesos;
este total incluía el 28,5% de la deuda anglo-colombiana (deuda contraída durante la
República de Colombia) y equivalía a 62.571.18.2d ó 391.074,43 pesos. El
presupuesto para el año 1846-1847 estaba compuesto de la manera siguiente: Interior y
Justicia 1.073.748,55 pesos; Hacienda 1.150.656,00 pesos; Relaciones Exteriores
32.400,00 pesos; Guerra 575.359,29 pesos; y Marina 91.291,48 pesos; para un total de
2.923.455,32 pesos.33 Además, durante este periodo se dictaron los siguientes decretos
y leyes: Ley de 12 de abril sobre Libertad de Imprenta que reformaba la de 1829; Ley
de 16 de abril sobre Extradición de Reos Prófugos de las Antillas; Ley de 30 de abril
estableciendo Consulados y Agencias Comerciales en Plazas Extranjeras; Decreto de
14 de mayo fijando el Presupuesto de Gastos Públicos para 1848 en 3.116.880 pesos.
Estas leyes van hacer parte esencial para la sociedad en razón de buscarse con ellas un
mayor ordenamiento poblacional, territorial y jurídico de Venezuela.
se vieron en la incapacidad
33
Rafael Castillo Blomquist: Op. Cit., pp. 53-59.
34
Manuel Rodríguez Campos: “Ley de Beneficio de Espera” en: Diccionario de Historia de
Venezuela..., Op. Cit., Tomo II, pp. 938-939. La Ley de Beneficio de Espera de 1849
contemplaba como obligatorio para los acreedores el diferimiento de pagos y ejecuciones de
hipotecas, todo en beneficio de sus deudores, por un plazo de 6 años. Si aquellos se negaban a
concederlo, éstos últimos podían recurrir a un juez, quien decretaría el fallo sin mayores
tramitaciones, pudiendo extender el plazo hasta por 9 años. Además, desde el momento en que
un deudor invocara judicialmente este beneficio, quedaban en suspenso todos los juicios por
cobros que hubiese en su contra. Al acogerse a esta nueva ley los deudores del país en su
conjunto, adquirió carácter de moratoria universal con grave perjuicio para los facilitadores de
dinero, cuyos planes financieros de recuperación y reinversión quedaron bloqueados.
de reembolsar sus acreencias previamente contraídas. Al encontrarse Venezuela en
este estado era necesario hacer un cambio, por lo que esta Ley, en conjunto con la
derogada “Libertad de Contratos”, estableció un máximo de 9% anual de interés. De la
misma manera ambos instrumentos legales fueron presentados a titulo de planes para
mejorar la agricultura nacional, ya que al proteger a los propietarios de fundos de tan
altos intereses y de los remates de los bienes dados en garantía, obtenían más
oportunidad de primero, poder cancelar deudas tan altas; segundo, cuidar sus
patrimonios; y tercero, comenzar de nuevo apoyando al sector agrícola para poder
enfrentar la crisis. De la misma manera, el gobierno se abocó en 1850 a la
recuperación de la industria pecuaria desarticulada y devastada por los efectos de la
guerra civil; el repunte observado en los precios del café auguró mejoras en el plano
económico, lo que trajo como consecuencia que 1850 fuera de relativa estabilidad
económica.35
Desde el punto de vista judicial, para el año de 1849 se sancionaron dos leyes
importantes; la primera; la del 3 de abril para los conspiradores, la cual abolió la pena
de muerte, y en ella se sancionaban dos delitos: el de traición, para la cual se señalaba
como pena la expulsión perpetua del territorio, y el atentado contra el orden público,
para el que se señalaba la expulsión por un periodo de 10 meses fuera del territorio
nacional. En materia de decretos, para 1850 se proclamó uno acusando de planes y
actos liberticidas y del delito de traición a la patria al General José Antonio Páez que
fue expulsado perpetuamente del país, con la pérdida de todos los grados, títulos,
empleos y condecoraciones que le habían sido otorgadas por decreto de 14 de marzo
de 1836.36 Para este año también se designó el 5 de febrero a Antonio Leocadio
Guzmán al cargo de Vicepresidente de la República, lo cual sorprendió a todos, ya que
había sido conmutado de la pena de muerte por la expulsión perpetua del territorio.
y en
35
Ibid., pp. 939-940.
36
Juan Bautista Querales: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas 1784-
1868. Caracas, Academia Nacional de la Historia. 1983. Tomo 1, pp. 47-48.
1850 la de Valencia a Puerto Cabello. “En el resto del país cada región esta
virtualmente aislada lo que acentúa el regionalismo y la desintegración nacional.
Flojos tráficos se aseguran sólo por vía marítima, el sistema fluvio-lacustre de
Maracaibo y las vías fluviales del sistema del Apure y del Orinoco”.37
37
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., p. 993.
38
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, p. 55.
39
“Código de Instrucción pública de 20 de junio de 1843”, (Ley VI, Arts. 1-21), en Leyes y
Decretos de Venezuela. 1841-1850. Caracas, Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y
Sociales, 1982, tomo II, pp. 174-175.
y Justicia, cuando se promulgó una ley que introdujo modificaciones en el Código de
Instrucción Pública de 1843 sobre las cátedras que se dictaban en las diferentes
facultades.40 En la Ley del 10 de mayo de 1851 las universidades serían instituciones
que podrían conferir los títulos académicos de Bachilleres, Licenciados y Doctores,
quedando los Colegios Nacionales únicamente con la facultad de conferir el grado de
Bachiller en Filosofía, siempre y cuando sus alumnos cumplieran con los requisitos de
matricula, cursos de estudio, materia de estos, tiempo de su duración y exámenes
anuales.41 El 25 de julio de 1850 se dictó un decreto a través del cual se ordenaba
establecer la Biblioteca Nacional de Caracas, designándose para ello el local más
apropiado en el edificio del antiguo Convento de San Francisco; a esa biblioteca
debían incorporarse las obras existentes en los conventos suprimidos en Caracas y que
se hallaban a cargo de la Universidad, así como las de el Liceo de Caracas, la
Academia Militar, en las Secretarias de Estado, en la Dirección de Estudios, en la
Sociedad de Amigos del País.42
su ejército.
40
“Ley de 18 de abril de 1849, que reforma la VI del Código de Instrucción Pública sobre
Cátedras”, (Ley VI, Arts. 1-12), en Ibíd., tomo III, pp. 958-959.
41
“Ley de 10 de mayo de 1851, sobre grados en las universidades”, (Ley VIII, Art.1), en Ibíd., pp.
15.
42
Juan Bautista Querales: Op. Cit., Tomo II, pp. 70-73.
En el año de 1854 fue declarada por decreto la Abolición de la Esclavitud; 43 uno de los
hechos más resaltantes del periodo de José Gregorio Monagas. Con este clima se
preparan las elecciones presidenciales, en las cuales José Tadeo Monagas recibió el
poder con 397 votos, contra un solo voto de oposición que obtuvo Fermín Toro.
El 31 de enero de 1855 tomó posesión por segunda vez el General José Tadeo
Monagas de la Presidencia de la República, junto con el Dr. Joaquín Herrera como
vicepresidente, con el lema “Regenerador de la Patria, centro de esperanzas de la
Nación, elegido de los pueblos, deseado Presidente”. Se inició este periodo con el
afán de fomentar proyectos para dar soluciones en pro del mejoramiento de Venezuela
en diferentes aspectos: urbanístico, infraestructura, político-administrativo, territorial,
educativo, comunicacional y el más importante buscar y hallar la estabilidad
económica. Para ejecutar dichos planes era necesario tener en cuenta la situación en
que se encontraba Venezuela y el estado de ánimo del venezolano, ya que para el
momento el país no mostraba su mejor cara y la republica seguía en un estado de
deterioro a causa de la crisis económica.
43
: “Abolición de la Esclavitud”, en: Documentos que Hicieron Historia 1810-
1989. Vida Republicana de Venezuela. Caracas, Ediciones de la Presidencia de La República.
1989, Tomo 1, pp. 489-493.
44
Juan Bautista Querales: Op. Cit., pp. 399-340.
Dentro de las aspiraciones políticas del gobierno nacional, estuvo la
organización político-administrativa de la República. Para ello destacó el proyecto de
Ley de División Territorial, el cual dividió al país en 21 provincias en la forma
siguiente:
Provincia Capital
45
José Gil Fortoul: “Historia Constitucional de Venezuela”, en: Biblioteca Simón Bolívar.
México. Editorial Cumbre. 1979, Tomo XII, p. 390. Para el caso de Agustín Codazzi véase:
Agustín Codazzi: Obras Escogidas. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1960,
Tomo1, p. 8.
32
de comisos, a los resguardos marítimos y terrestres. En particular leyes para celar el
contrabando que, para la época, menguaba la exportación y el trabajo del campesino.
Estos decretos contribuyeron en parte a aumentar los ingresos de exportación, entre
tanto se trabajaba en el plano económico con el propósito de hacer frente a la crisis.
Así el 12 de diciembre de 1856 dictó Monagas un Decreto sobre Crédito Público por el
que reconoce como deuda nacional consolidada en una sola inscripción y al interés de
5% anual: 1. la deuda consolidada actualmente en circulación. 2. la llamada “deuda de
tesorería por espera” y 3. Los demás créditos que se reconozcan con motivos de
sustituciones del Estado a consecuencia de la reforma de la ley de espera y quita
efectuada en 1850.46 El Estado venezolano asumió como suyas las deudas que venían
desde 1850 por parte de los campesinos y hacendados para el reimpulso de la
economía nacional. En lo referente a la salud, el hecho más notable fue la aparición y
propagación de la gran epidemia de cólera (1854-1857) que se extendió
progresivamente desde Caracas hacia los Valles de Aragua y los Llanos. En cifras
obtenidas se dice que sólo en Caracas produjo en un año un total de 1.948 víctimas. En
este particular la primera labor efectiva del gobierno consistió en la instalación de
Juntas de beneficencia y comisiones de salubridad en 1857, con la misión de tomar
medida que condujeran al control de la epidemia.
Hemos visto como circunstancias ajenas a las decisiones de José Tadeo iban
aumentando el caos entre la población. Monagas en su afán de establecer el orden y
crear cosas innovadoras en Venezuela, firma un tratado de libre comercio y
navegación con Nueva Granada, y se puso en servicio el vapor “Orinoco” en Ciudad
Bolívar, propiedad de la empresa M.T. Grillet & Co, el cual quedaba encargado de la
navegación por el Orinoco y sus afluentes y de correo entre Ciudad Bolívar y
Demerara. Otras acciones públicas se realizaron en el segundo gobierno de Monagas:
para 1856, en el área de comunicación, quedó establecido en forma definitiva la
comunicación telegráfica en Venezuela a raíz de la concesión otorgada al promotor
español Manuel de Montufar. A este hecho se sumó la firma de un nuevo contrato
ferroviario con Lorenzo Jove en representación de Sánchez de Ágreda, Jove y
Compañía; la línea recibió el nombre de Ferrocarril Central de Venezuela y partió de
Puerto Cabello, pasando por Valencia y la
46
José Gil Fortoul: Op. Cit., pp. 62-65.
Provincia de Aragua hasta Caracas; la misma línea seguiría por San Felipe hacia la
Provincia de Barquisimeto, Portuguesa y Barinas. 47
47
Adelina Rodríguez Mirabal: Op. Cit., Tomo III, pp. 223-226.
Para un mayor estudio de los Ferrocarriles en Venezuela véase: José Murguey Gutiérrez:
Construcción, Ocaso y desaparición de los ferrocarriles en Venezuela. Mérida (Venezuela),
Universidad de Los Andes/Consejo de Publicaciones Vicerrectorado Académico, Facultad de
Humanidades y Educación, 1997, pp. 154-176.
48
Carlos Alarico Gómez: José Tadeo Monagas. Caracas, Editora El Nacional, 2006, pp. 80-81.
49
Juan Bautista Querales: Op. Cit., p. 401.
Por tercera vez Monagas aspiró gobernar a Venezuela, pero el nuevo gobierno
implantado sólo va a perdurar trece meses Todo esto debido a múltiples
inconvenientes: en primer lugar, la depresión económica; en segundo habían rumores
de que se estaba entregando la Guayana a los ingleses; a esto se sumó el descontento
político por la conducta nepótica y autoritaria del Presidente y la nueva constitución.
El golpe final se traduce primero en los levantamientos en los llanos de Guarico,
Cojedes y de Julián Castro en Valencia, y luego se acentuó el disgusto en la oposición
por parte de los conservadores, desde un primer momento, y por parte de los liberales
desde 1850. La oposición se hizo conspiración: de un lado Páez desde Nueva York y,
por otro, un grupo dirigido por Manuel Felipe Tovar. Los liberales también
conspiraron e intentaron unirse a los conservadores. Los dirigía Guzmán juntamente
con Wenceslao Urrutia y Joaquín Herrera. 50 Debido a estos sucesos Monagas,
abandonado por su gente y allegados, renunció el 15 de marzo de 1858, exponiendo
ante el presidente del Congreso: “(…) cuando yo esperaba que el acto de amnistía
solicitado por mi y expedido por el Congreso consolidase la paz… he visto con dolor
profundo levantarse el estandarte de la discordia”. 51 Sin más nada que hacer, Monagas
se refugió en la legación de Francia de Caracas hasta obtener el permiso para salir del
país.
50
Guillermo Morón: Op. Cit., pp. 261-262.
51
Adelina Rodríguez Mirabal: Op. Cit., p. 226.
4. Situación de la Provincia de Mérida entre 1847-1858
52
Agustín Codazzi: Obras Escogidas. Op. Cit., Tomo I, p. 8.
53
Ibid., p.90.
altas en salubridad y en la expansión del cultivo del café, lo que afianza
económicamente a la sociedad andina”. 54
54
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., p. 1.029.
55
Agustín Codazzi: Op. Cit., Tomo I, p.95.
al comercio y manufacturas. 56 La división política se mantuvo hasta el año de 1857
cuando se estableció la “Ley de Organización Territorial de 1857”, siendo presidente
José Tadeo Monagas, ley que dispuso una nueva estructura político-administrativa en
cada una de las provincias.
59
Taiz Elena Zerpa Semprum: La Diputación Provincial de Mérida: Acuerdos, Ordenanzas y
Resoluciones (1830-1856). Mérida, Escuela de Historia/Universidad de Los Andes. 1996
(Memoria de Grado para optar al titulo de Licenciada en Historia), pp. 39-42.
Juan Antonio Giordano, no estuvo bien: “La iglesia no sólo no logró el objetivo de la
reconstrucción sino que se vio envuelta en una serie de contrariedades, conflictos
políticos que le hicieron retroceder en la medida misma que el Estado la golpeaba,
ciertamente, hasta lograr debilitarla al máximo”.60 Uno de los conflictos de la Iglesia
con el Estado fue primero la fundación de la Universidad de Mérida en 1810 y luego la
separación del Seminario San Buenaventura y la Universidad en 1856. Desde el punto
de vista de decisiones, la importancia que se le daba a la Iglesia era fundamental: en el
caso de la gobernabilidad el obispo debía dar visto bueno a las obras que se realizaron
o cargos que se confirieron para el momento. 61 Esto se observó en el año de 1845, la
carencia de un local propio afectaba a la Universidad y le creaba problemas con el
Seminario. Por ello la Junta de Gobierno planteó mudar la Universidad a un edificio
antiguo que pertenecía a los jesuitas.
60
Juan Antonio Giordano: Historia de la Diócesis de Mérida (1778-1873). Mérida, Consejo
de Publicaciones. 1983, p.81.
61
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, p. 74.
62
Pedro María Molina: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la ULA. Mérida.
Universidad de Los Andes/Secretaria de la Universidad de Los Andes, Archivo Histórico, 2008,
pp. 67-71.
Desde el plano educativo, en educación superior se contó en Mérida con la
segunda casa de estudios en Venezuela luego de La Universidad de Caracas. Pero en
estos años hubo conflictos internos que atrasaron el desarrollo de la educación y el de
la Universidad de Mérida, entre ellos las crisis económicas de 1842-1843 y de 1849-
1850, lo que hacía que el presupuesto fuera muy corto para pagar los catedráticos y la
manutención de los estudiantes de la Universidad. El presupuesto era tan bajo, dice
Eloi Chalbaud Cardona; que desde 1841 hasta 1883 la mesada por parte del gobierno
llegó a 160 Bs., lo que hace pensar que la educación por estos años estuvo en total
abandono por parte del gobierno. La universidad pudo mantenerse en píe gracias a las
rentas universitarias de sus fincas y sus propiedades urbanas que daban un ingreso
aparte por alquileres y ventas para mantener la educación. En esta época también
estuvo en problemas la educación primaria, ya que era una instrucción rudimentaria y
muy precaria. En el año 1847 se ordenó el establecimiento de una escuela normal que
promoviera y favoreciera dicha educación por parte de la Diputación Provincial de
Mérida. Aunque sus integrantes se preocuparon en diferentes aspectos por el
desenvolvimiento de la provincia, todo esto sumado al problema de la separación del
seminario y de la universidad en 1856, hace ver el periodo muy oscuro en el aspecto
educativo.
Implicada Mérida en los sucesos de los primeros meses de 1848, a raíz del
Asalto al Congreso, su universidad no estuvo alejada de dichos acontecimientos, ya
que como ente de educación y receptora de ideas múltiples de índole liberal,
conservadora, federalista y hasta regionalista cumplía para el momento el rol de
disipar por lado, y acrecentar por otro el suceso ocurrido en Caracas. Fue así como los
estudiantes y algunos catedráticos se vieron envueltos en controversiales sucesos y en
largos juicios acusadores, entre ellos la Conspiración del doctor Ricardo Labastida el
17 de octubre de 1848 y la orden de arresto al doctor Pedro Juan Arellano;64 ambos
estuvieron sublevados en contra del gobierno de Monagas. Aparte de esto, comenzaron
los juicios para la remoción de los empleados de la universidad, entre los que se
contaron: el rector Más y Rubí, Piñeiro, Alvarado, González, Erazo, Parra, Contreras,
Dugarte y Correa, al Maestro Picón y los licenciados Monsalve, Briceño, Pineda y el
secretario Candales.65 Esta noticia causó gran preocupación en la Universidad, la cual
se vio afectada en su desarrollo y en el cumplimiento de las actividades.
63
Orlando Acosta Guzmán y otros: Op. Cit., pp. 181-184.
64
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp. 482-486.
65
Ibid., p. 485-492.
tomarse atribuciones que sólo le competen a sus autoridades”, estas atribuciones del
Ejecutivo se dieron a causa de las insurrecciones de 1848 y también por las
acusaciones de los señores Cegarra, Soto y Domingo Trejo, que se resumieron así: 1.
Que los directores hoy de la Universidad son y han sido jefes de la revolución: 2. que
después de estar indultados perseveran de ser hostiles al gobierno. 3. que el vice-rector
ausente de la República un año ha disfrutado y disfruta todavía de un sueldo siendo
faccioso: 4. que la Ley de Instrucción Pública prohibió que alguno sea separado de su
cátedra por el término de 60 días. 5; que muchos de los catedráticos han abandonado
sus destinos por nueve meses los unos y por tres y seis meses los otros. 66 Por lo tanto,
las repercusiones en la Provincia de Mérida por los motines de los primeros meses de
1848 también influyeron en la universidad y en algunos estudiantes que se vieron
envueltos en persecuciones políticas. Esto trajo como consecuencia la intervención del
Ejecutivo regional y nacional para la conducción de la Universidad; desde ese
momento los reportes que se pedían a la casa de estudios eran completos, desde el
comportamiento del Rector, asistencias de los Catedráticos, estudiantes y empleados
hasta el control total de rentas y alquileres de la Universidad. Este procedimiento va
estar presente por los diez años que se estudian 1847-1858.
66
Orlando Acosta Guzmán y otros: Op. Cit., p. 199.
CAPITULO
II LA EDUCACION SUPERIOR VENEZOLANA ENTRE 1847 y
1858
entonces la
67
“Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843”, (Ley IV, Artículos 1-25, pp. 173-176),
en Leyes y Decretos de Venezuela. 1841-1850. Caracas, Biblioteca de la Academia de Ciencias
Políticas y Sociales, 1982, tomo II, p. 173.
68
Al respecto véase: Pedro María Molina: Los Primeros Estatutos de la Universidad de Mérida
1832. Mérida, Archivo Histórico de la ULA/ Colección: La ULA y su Historia, 2002, pp. 45-48.
educación superior quedó sujeta a los Poderes Nacionales y a los órganos encargados
de la materia educativa. En diferentes leyes de dicho código se estableció la
organización de las universidades comprendiendo los siguientes aspectos: división de
las facultades, organización de las universidades, de las autoridades de las
universidades, del tribunal académico, del cuerpo electoral, de las cátedras de
enseñanzas, de los catedráticos, tiempo de enseñanzas, de los cursantes, de los grados,
de los gastos de las universidades.
Durante los gobiernos del General José Tadeo Monagas, la educación superior
en Venezuela dejó de ser en uno de los principales asuntos de reimpulso para el
beneficio del país, como si lo fueron los aspectos económicos, militares y sociales. La
organización universitaria establecida con el Código de Instrucción pública de 1843 se
mantuvo durante sus dos periodos gubernamentales, aunque ciertas leyes y decretos en
materia educativa se dictaron a partir de 1849, producto de los sucesos del 24 de enero
de 1848 por la implicación de las universidades en el hecho histórico, disposiciones
que fueron dictadas para que el Ejecutivo Nacional tuviera un mayor control sobre la
educación superior y sobre el gobierno de las universidades: veamos de manera
cronológica las reformas introducidas al Código de 1843: mediante un decreto de 8 de
mayo de 1847 se autorizó a la Facultad de Ciencias Médicas para expedir títulos de
profesor de Cirugía. Este fue uno de los primeros decretos por parte del Ejecutivo para
impartir el orden en las casas de estudios. Por su parte, el Ejecutivo Nacional introdujo
una Ley el 30 de marzo de 1849, la cual reformaba la Nº 518 que era la XII del Código
de Instrucción Pública sobre las disposiciones transitorias. 69 Esta ley surgió para
implementar las modificaciones necesarias en el cumplimiento de las nuevas
disposiciones para las casas de estudios, esta ordenanza derogó y en algunos casos
modificó algunas leyes expuestas en 1843 tales como: El Decreto de 21 de abril de
1849,
69
“Ley de 30 de Marzo de 1849 que reforma la Nº 518 que es la XII del Código de
Instrucción Pública sobre sus disposiciones transitorias”. (Art.1-8) en Leyes y
Decretos….pp.442-443.
que reformó el art.603, que era la 8va del Código de Instrucción Pública sobre Grados
Universitarios. Las universidades por medio de sus rectores como cabezas de las casas
de estudios, son las únicas autoridades literarias que conferirán grados académicos de
bachilleres, licenciados y doctores, a los que habiendo ganado los cursos necesarios
den una prueba pública y cierta de la aptitud que cada grado exige, dichos grados
habilitaban para los diferentes efectos civiles y eclesiásticos, 70 si bien, se reformó el
derecho de los grados universitarios y se ampliaron los grados académicos en
bachilleres, licenciados y doctores, los colegios nacionales tenían la facultad de
conferir grados de bachiller en ciencias filosóficas.
Otro decreto a mencionar durante los gobiernos de José Tadeo fue la Ley de 7
de mayo de 1849 que reformó la Nº 511 que era la 5ª del código de instrucción
pública, sobre catedráticos de las Universidades.72 Este decreto estableció los deberes
que debían cumplir los catedráticos con sus cátedras, dichas cátedras se suministraban
siempre en propiedad y por concurso, los catedráticos debían cumplir con reglas tales
como: ser mayor de veintiún años y estar en ejercicio de los derechos de
ciudadanos (libre
70
“Decreto de 21 de abril de 1849, reformando la n. 603 que es la 8va el código de Instrucción
Pública sobre Grados universitarios”. (Atr.1-24) en Ibid., p. 452.
71
“Ley de 30 de abril de 1849 fijando de nuevo los requisitos necesarios para ser abogado, y sobre
patrocinantes, la cual reforma la n. 600 de abogados y procuradores”. (Arts. 1-25) en Ibid., pp.
461-463.
72
“Decreto de 7 de mayo de 1849, reformando la Nº 511 que es la 5ª del código de Instrucción
Pública sobre Catedráticos de las Universidades”. (Atr.1-18) en Ibid.,.pp. 468-471.
expresión y culto), estos profesores debían estar al mando de la cátedra mientras
quisieran y cumplieran en su buen desempeño, si no serían multados con suspensiones
o expulsiones perpetuas de la universidad. Este decreto fue uno de los más criticados
por las autoridades universitarias, a partir de ese momento las universidades debían dar
cada seis meses una memoria y cuenta del comportamiento y asistencias tanto de los
catedráticos, como de los estudiantes y autoridades. De acuerdo con la Memoria y
Cuenta presentada cada seis meses por las autoridades universitarias, el Ejecutivo
Nacional también manejó el comportamiento de los estudiantes y su asistencia a los
cursos. En decreto de 17 de mayo de 1850 mandaba a que se repuntase como presentes
a las clases que cursaron los jóvenes Francisco Iriarte, Rómulo Guardia, Silvestre y
José Rafael Pacheco, Joaquín León y Florencio Guzmán, ya que se encontraban en el
ejército sirviendo a la patria. Ello evidencia el control casi total del gobierno de José
Tadeo Monagas en materia de universidades, se puntualiza más que todo ese
favoritismo a manejar a su criterio la educación y los componentes de la misma.
de
73
“Decreto de 17 de marzo de 1855 mandando establecer en las universidades y Colegios de la
república una clase de urbanidad y buenas maneras”. (Atr.1-3) en Ibid., Tomo III, pp. 274-
275.
74
Juan Bautista Querales: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas
1784- 1868. Op. Cit.., Tomo IV, pp. 529-531..
pensamiento. Pero también para el momento las rentas de manutención de las
capellanías sólo iban a ser entregadas al seminario, fue así, como el ejecutivo nacional
al tomar esta decisión debió proveer desde el local a establecerse dicha Universidad
hasta su manutención.
Para el año de 1858 y con la salida del General José Tadeo Monagas del
gobierno, se derogó el 30 de junio de 1858 la número 510, 4ª del Código de
Instrucción Pública de 1843, que trataba sobre la organización de las Universidades75
en cuanto a las autoridades, estas se dividieron en Rector, el Vicerrector, La Junta de
Inspección y Gobierno y el Tribunal Académico, con respecto al Rector, este era
elegido por cuatro años, el día quince de julio en claustro pleno y por mayoría
absoluta, el Vicerrector era elegido al igual que el Rector, además esta reorganización
trajo un elemento innovador, la Instrucción Profesional o Científica, la cual se dividió
en seis facultades: Ciencias Eclesiásticas, Ciencias Políticas, Ciencias Médicas,
Ciencias Naturales, Ciencias Físicas, Matemáticas y Filosóficas, y una nueva, la de
Humanidades. Aparte de este artículo nuevo se sumaba la aparición del Decano, que
para el momento era el catedrático más antiguo de los profesores miembros de la
facultad, la figura de éste le daba ciertas atribuciones con respecto a las autoridades
tales como: ocupar en falta del Rector el la Comisión de Miembros de cada facultad,
en el artículo 16 se observó la inclusión de la instrucción secundaria de manera
especial y con más responsabilidad para la universidad, las nuevas materias que se
impartirían a estos alumnos serían Gramática Latina, Prosodia, Composición y Versión
Latina, Lengua Griega, Filosofía Intelectual, Elementos de Historia y Geografía,
Matemáticas, Física y Cosmografía Elementales.
75
“Decreto de 30 de junio de 1858 derogando la ley de 1843, número 510, 4ª del Código de
Instrucción Pública, que trata de la organización de las Universidades.” (Atr.1-23) en Leyes y
Decretos… Tomo III, pp. 639-640.
los acontecimientos del 24 de enero de 1848 incidieron en las universidades pues se
dictó una serie de decretos y leyes para que el poder ejecutivo obtuviera el control
parcial de las Universidades en los asuntos primordiales (estructura, autoridades,
estudiantes, cátedras y facultades, etc.).
CAPITULO III
eclesiástico,
76
Pedro María Molina: Op. Cit., pp. 24-26.
mientras establecía un Colegio Seminario acorde con las normas del concilio
tridentino.77 La fundación del Seminario fue un gran paso para la educación superior
en Mérida; al respecto Pages Monsant dice; “(…) porque fue el seminario la primera
casa de estudios que se inauguró en este pueblo; porque fue la base sobre la cual se
levantó más tarde la Universidad”. 78 Ya inaugurado el Seminario en 1785 Fray Juan
Ramos de Lora procedió a construir el edificio donde funcionaría el Seminario, el cual
estuvo listo en 1790. Se tiene una descripción minuciosa del edificio: se componía de
tres solares (dos que compró a la señora María Juana Aristizábal y al señor José
Manuel Dugarte, y el otro que redimió y perteneció a una capellanía del doctor Don
Antonio Uzcategui, sacerdote de Pamplona); construyó el edificio de dos pisos en la
parte noroeste del actual, o sea en el departamento destinado hoy para observatorio
astronómico y para el jardín botánico, dando así frente al Albarregas.79
77
Carlos Chalbaud Zerpa: Historia de Mérida. Mérida, Universidad de Los Andes/Consejo de
Publicaciones, 1997, p. 157.
Hermann González: “Concilios y Sínodos diocesanos”: en: Op. Cit., Tomo I, pp. 956-960.
Concilio de Trento (1545-1563), como un arbitrio eficaz para la reforma de la Iglesia, impuso la
obligación a los obispos del mundo católico de celebrar sínodos o reuniones anuales, donde se
establecieran normas para regular la vida religiosa de los sacerdotes y fieles. Se llamarían
sínodos diocesanos, a los de una diócesis y concilios provinciales cuando se convocaban a los
obispos sufragáneos de una provincia eclesiástica bajo la presidencia del arzobispo
metropolitano. La reforma tridentina se logró en gran parte gracias a los sínodos y concilios
reformadores. En la Iglesia de América, nacida bajo el régimen de patronato eclesiástico, la
interferencia del Estado sobre los concilios y sínodos, resultó inevitable. Felipe II, presumiendo
actuar en virtud del Patronato ordenó en 1585 a sus virreyes, presidentes y gobernadores en las
Indias que asistieran a los concilios provinciales en nombre del Rey, advirtiéndoles que nada se
ejecutase «hasta que habiéndonos avisado, y visto por nosotros, demos orden para ello». Antes,
en una cédula de 1560 dirigida a todos los obispos, indicaba el Rey «yo os ruego y encargo que
de aquí en adelante cada y cuando hiciéremos sínodos en vuestros arzobispados y obispados,
antes que los publiquéis ni se impriman, los enviéis a nuestro Consejo de Indias». La realización
de concilios y sínodos en América, bajo la supervisión de la Corona, está recogida en la
Recopilación de las Leyes de Indias (título VIII del libro I); aunque el Consejo de Indias
prosiguió interviniendo en las cuestiones eclesiásticas. Así intervino amplísimamente sobre el
Tercer Sínodo Diocesano de Caracas, no obstante que en el caso de los sínodos diocesanos
Felipe II había facultado a los virreyes, presidentes y oidores de las reales audiencias del distrito,
para conformar y confirmar los textos sinodales.
78
Juan Nepomuceno Pages Monsant.: Resumen Histórico de la Universidad de Los Andes. Mérida,
Concejo Municipal de Libertador, 1983, pp. 1-3.
79
Ibíd.,
biblioteca que se componía de libros provistos por Fray Juan Ramos de Lora y
aquellos que fueron dejados por la antigua Compañía de Jesús. Para este año de 1790
murió Fray Juan Ramos, el hombre que había hecho el intento por instruir a la
provincia de Mérida se marchaba y dejaba un legado inmortal, para el mismo año el
Seminario quedaba con cátedras establecidas, una infraestructura y una biblioteca y así
arrancaron los estudios superiores.
81
Pedro María Molina: Los Primeros Estatutos… Op. Cit., pp.15-16.
Matemáticas. Además de las que se contaban; Latinidad, Mínimos, Menores, Mayores
y Elocuencia, Filosofía Intelectual, Derecho Civil Romano y Derecho Público y de
Gentes.
La Universidad merideña como institución a lo largo del siglo XIX estuvo entre
los planes organizativos del Ejecutivo Nacional. Durante los años de estudio 1847-
1858 las relaciones que tuvo la casa de estudios con el Estado venezolano nacional y
regional no fueron las mejores; la Universidad de Mérida durante esta década vivió
sucesos que determinaron su desarrollo, por ejemplo se pueden mencionar lo
acontecido en la casa de estudios por los hechos del 24 de enero de 1848 y los juicios
y destituciones del personal que allí laboraba, las leyes y decretos por parte del
gobierno ejercían más control para las universidades, las autoridades universitarias y
los estudiantes se veían cada día menos preocupados por el estudio y más abocados a
combatir las injusticias del gobierno y, por último, contó la universidad con un
presupuesto tan bajo que no alcanzaba para cubrir ni la manutención de estudiantes y
mucho menos la de los catedráticos. Este programa ajustado y autorizado por parte de
los gobiernos de José Tadeo Monagas hacía que el desenvolvimiento de la Casa de
Estudios fuera muy lento.
Uno de los motivos por el cual la Universidad de Mérida se encontraba en tal
estado de reglamentación por parte del Ejecutivo Nacional, fueron los sucesos del 24
de enero de 1848, conocidos como “El asalto al Congreso” que aunque tuvo su
epicentro en Caracas, las provincias que componían el país se vieron afectadas, Mérida
era una de las provincias que desde 1830 había sido en su mayor parte conservadora
fue así como “El asalto al congreso” estuvo apoyado tanto por el pueblo merideño
como por su Universidad, lo que trajo como consecuencia persecución contra aquellas
personas que evidenciaban su rechazo hacia Monagas: “Estos sucesos, impropiamente
llamados asesinato al Congreso tuvieron honda repercusión y afectaron el normal
desenvolvimiento de la Universidad de Mérida”. 82 Entre estas personas estuvieron el
doctor Pedro Juan Arellano, contra quien el 26 de febrero de 1848 se libró orden de
arresto por haber participado en las revueltas y sublevaciones en la provincia de
Mérida luego de los sucesos, también en contra del doctor Ricardo Labastida, que
tenía orden de arresto por conspiración. Este académico se encontraba en Caracas
cuando estalló el “Asalto al Congreso”; a este se le acusó de ser el promotor de los
levantamientos en la provincia de Mérida y de la Universidad. Junto con esto el 25 de
febrero de 1849 se levantó una causa seguida a los empleados de la Universidad
debido a los sucesos políticos de 1848; este expediente relativo a la remoción de
empleados, fue una orden del Comandante General De Operaciones de Occidente,
Coronel Florencio Jiménez, la cual fue una acusación en contra de los catedráticos,
Rector y Vicerrector de esta Universidad, y se pidió la remoción de sus empleos y
remisión de sus personas a la capital de la república por desafectos al Gobierno.
82
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp. 411-413.
La Universidad siguió manejándose por el Código de Instrucción de 1843 en su
estructura, ya que algunos artículos y decretos se habían modificado para el control
parcial del Ejecutivo Nacional y a su vez Regional convertido en la Junta de
Inspección y Gobierno. Estos debían controlar la universidad, pedían resúmenes e
informes para enviarlos a la Secretaria del Interior; un caso especial fue el sucedido el
27 de febrero de 1849, cuando el Gobernador de la Provincia de Mérida pidió varias
noticias sobre las clases, asistencia de catedráticos y conducta de los bedeles en el
cumplimiento de sus deberes, aparte de esto debían estar presentes en cualquier acto de
la Universidad, por ejemplo en 1855 en los nombramientos de Rector, Vicerrector y
demás empleados de la Universidad de Mérida estaban presentes el Sr. Presidente del
Cuerpo Electoral, el Sr. Ministro del Interior, Justicia y Relaciones Exteriores.84
Comenzó para este momento la intervención por parte del ejecutivo nacional y
regional en todo lo concerniente a la Universidad.
Mientras los rectores de la época, Dr. José Francisco Mas y Rubí, Eloy Paredes
y Ciriaco Piñeiro, enviaban al gobierno correspondencias para que se beneficiara en
diferentes aspectos; un presupuesto justo, aumento salarial, un edificio para la
Universidad, la administración de sus rentas y fincas. La administración
gubernamental organizaba más decretos y leyes para obtener la dirección parcial de las
universidades (Caracas y Mérida), se decretaron reglamentos para la obtención de
grados, de Cátedras, asistencias de estudiantes y catedráticos, facultades etc, que
monopolizaron la educación superior en Venezuela.
83
Ibíd. pp. 473-497.
84
Ibid., pp. 411-419
se encuentran; La Ley de 30 de Marzo de 1849 que reforma la Nº 518 que es la XII del
Código de instrucción pública sobre sus disposiciones transitorias, 85 las disposiciones
transitorias respecto de la universidad de Mérida fueron en camino a igualarse a la de
Caracas. De esta forma, se suplirá el grado de Maestro en Filosofía y en su lugar, entró
en vigencia el de Doctor en Ciencias Filosóficas, con todos los honores al igual que un
Maestro pero en sentido de categorías este grado de Doctor estaba por encima del
grado de Maestro y de Licenciado.
85
Ley de 30 de Marzo de 1849 que reforma la N. 518 que es la XII del Código de Instrucción
Pública sobre sus disposiciones transitorias (Arts. 1-8) en: Juan Bautista Querales: Repertorio
Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas 1784-1868. Volumen 29. tomo II. Op.
Cit., pp. 136-137.
86
Ley de 18 de Abril de 1849 reformando el Nº 602, que es la 6ta del Código de Instrucción
Pública sobre cátedras (Arts. 1-22), en Ibíd., pp. 138-143
la siguiente manera: a) Las matemáticas elementales en sus materias de aritmética,
álgebra, y geometría, trigonometría plana y esférica y topográfica b) La geografía y
cronología, c) La filosofía intelectual o lógica, la gramática general y la metafísica en
lo que tiene que ver con ontología, psicología, teología natural y filosofía moral, d) La
física experimental, incluyendo los elementos de astronomía, e). La geometría
analítica y descriptiva, y el cálculo diferencial e integral, y f) La aplicación de las
matemáticas a las diferentes partes de la mecánica, a la construcción civil y a los
diferentes ramos del arte militar, y 5. La filología y humanidades, que se compusieron
de; las lenguas antiguas y modernas, la retórica y bellas letras, la literatura o crítica del
lenguaje y la historia antigua y moderna. 87
El 21 de abril de 1849 se reformó la ley Nº 603 que era la octava del código de
Instrucción Pública sobre grados universitarios. Esta ley autorizó a los rectores como
únicas autoridades literarias que podían conferir grados académicos de bachilleres,
licenciados y doctores; esta ley aplicó sólo a las universidades del país (la de Caracas y
la de Mérida). Para el momento se le dio carácter legal a la casa de estudios merideña
en cuanto a las obtenciones de grados; además, dichos grados habilitaban para efectos
civiles y eclesiásticos.88
87
Para la Universidad de Mérida las facultades de Medicina y la de Física y Matemáticas no
comenzaron a funcionar hasta 1854 la primera y 1936 la segunda.
88
Ley de 21 de Abril de 1849 reformando el Nº 603, que es la 8va del Código de Instrucción
Pública sobre grados universitarios (Arts 1-25), en Ibíd., pp. 143-150.
universidades,89 dichas cátedras debían ser administradas por personas mayores de
veintiún años y que estuvieran en el ejercicio de los derechos del ciudadano, entre
estos acuerdos también estaban las penalidades por faltar a las actividades. Dichas
penas se pagaban con multas, suspensiones y otras veces destituciones de acuerdo a la
gravedad del problema.
Para la memoria del año 1857 se obtienen datos como; la jubilación legal del
Dr. José F. Mas y Rubi en la clase de derecho económico, que rigió por más de 20
años, y el
89
Ley de 7 de Mayo de 1849 reformando el Nº 511 que es la 5ª del Código de Instrucción Pública,
sobre catedráticos de las universidades (Arts 1-20), en Ibíd., pp. 151-157.
90
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., pp. 427-428. Tomo IV.
91
Rafael Fernández Heres: Memoria de Cien años, La educación venezolana 1830-1980. Caracas,
Ediciones del Ministerio de Educación, 1981, pp. 205-206. Tomo I.
maestro Miguel María Candales en la de gramática latina por igual tiempo, además de
un informe acerca de las rentas; estas ya no eran suficiente para el mantenimiento de la
Universidad, fue así como se pidió un aumento en el presupuesto para el
mantenimiento de la casa de estudios merideña.
3. Organización y funcionamiento de la Universidad.
a) Estatutos
Durante los gobierno del General José Tadeo Monagas (1847-1851 y 1855-
1858) la Universidad de Mérida tuvo como estatutos El Código de Instrucción Pública
de 20 de junio de 1843. Aunque durante los gobiernos de Monagas algunas leyes y
decretos fueron reformados, no perdió este código su estructura fundamental; para el
año de su promulgación en 1843 los estatutos quedaron propuestos en 22 capítulos y
143 artículos.
92
“Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843”, (Ley IV, Artículos 1-25), en Ibíd..,
pp.173-175.
Existía un Cuerpo Electoral compuesto de todos los catedráticos propietarios y
de tres representantes electorales respecto de la de Caracas y dos por la de Mérida,
nombrados por cada una de las facultades, quienes hacían las elecciones que ordenaba
la ley, las funciones de este Cuerpo eran: elegir en cada trienio o antes si hubiese
vacante, el Rector, el Vicerrector, los miembros del Tribunal Académico y de la Junta
Gubernativa de la Universidad. Artículo 22 “Las diversas materias de enseñanza en las
universidades se dividirán por su orden clásico en cinco facultades, a saber: la de
Ciencias Eclesiásticas; la de Ciencias Políticas; la de Ciencias Médicas y de Historia
Natural; la de Ciencias Matemáticas, Físicas y Metafísicas; y la de Filología o
Humanidades.
La Ley Sexta que trata: “De las cátedras de las universidades y el tiempo de su
enseñanza”,94 contenía dos títulos y 21 artículos. El Artículo 1. Se distribuyó en cinco
secciones la enseñanza universitaria; Las ciencias eclesiásticas, las ciencias políticas,
las
93
Ley V, Art. 1-19, en Ibíd., pp. 175-178.
94
Ley VI, Arts. 1-21, en Ibíd., pp.178-180.
ciencias médicas y de historia natural, las ciencias matemáticas, físicas y metafísicas, y
la filología o humanidades. Artículo 2. La sección de Ciencias Eclesiásticas
comprende: primero, la teología dogmática y moral, lo segundo, los fundamentos y
apología de la religión católica, los lugares teológicos y la historia eclesiástica, tercero,
la historia sagrada; y cuarto, el derecho canónico, la explicación del derecho común
eclesiástico y disciplina de la Iglesia. Artículo 4. Las ciencias políticas comprenden:
primero, la historia del derecho romano, las instituciones de Justiniano y el derecho
civil, criminal y mercantil, segundo, el derecho natural, el público, político e
internacional, y el análisis de nuestra constitución; tercero, legislación universal, civil
y criminal, y economía política y, cuarto, el derecho práctico, administración
gubernativa, y régimen municipal. Artículo 6. Las Ciencias médicas y de historia
natural, compuesta por, primero, La anatomía general y descriptiva; segundo, la
fisiología y la higiene privada y pública; tercero, la semiología general, la nosografía,
patología y terapéutica especiales, que constituyen la medicina práctica; cuarto, la
nosografía, patología y terapéutica especial que abraza la cirugía y un curso de partos;
quinto, la medicina legal y la terapéutica y materia médica, sexto, La química médica
y farmacia, y séptimo, la botánica y los otros dos ramos de la historia natural médica.
Artículo 8. La ciencia matemática, física y metafísica, compuesta; primero, las
matemáticas elementales en sus partes de aritmética, álgebra, y geometría,
trigonometría plana y esférica y topográfica; segundo, la geografía y cronología;
tercero, la filosofía intelectual o lógica, la gramática general y la metafísica en la parte
de ontología, psicología, teología natural y filosofía moral; cuarto, la física
experimental, incluyendo los elementos de astronomía; quinto, la geometría analítica y
descriptiva, y el cálculo diferencial e integral y, sexto, la aplicación de las matemáticas
a las diferentes partes de la mecánica, a la construcción civil y a los diferentes ramos
del arte militar. Artículo 11. La filología y humanidades, comprende; las lenguas
antiguas y modernas, la retórica y bellas letras, la literatura o crítica del lenguaje y la
historia antigua y moderna.
La Ley Séptima que aborda el tema: “De los Cursantes de las universidades”95
contiene un solo título y 12 artículos, señala que todo estudiante debe ser matriculado.
Artículo 2. El catedrático asentará en su libro los nombres de sus respectivos
cursantes, anotando al margen de la certificación el folio y fecha del asiento. Artículo
3. Desde el
95
Ley VII, Arts. 1-12, en Ibíd., pp. 180-181.
1º de agosto comenzarían las inscripciones, para que el 1º de septiembre comenzarían
sus estudios. Artículo 12. Los estudiantes cursantes de las universidades no podrán ser
alistados en el ejército permanente y estarán exentos del servicio y ejercicios
doctrinales de la milicia nacional.
96
Ley VIII, Arts. 1-25, en Ibíd., pp. 181-185.
97
Ley IX, Arts. 1-6, en Ibíd., pp. 185-186.
La Ley Décima “De los administradores de las universidades”.98 Este sólo
contenía un título y 7 artículos. Artículo 1. El administrador era nombrado por la Junta
de Gobierno por mayoría absoluta de votos, con aprobación de la Dirección General, y
este podía ser removido por la misma Junta cuando fuere necesario; Artículo 3. Para
Mérida, el administrador disfrutaría de cuatro por ciento de todo lo que recaude, ocho
por ciento sobre las cantidades de los capitales que descubra y un seis por ciento en su
totalidad sobre las cantidades de los ya descubiertos. Artículo 5. El administrador
estaba obligado a presentar en los ochos últimos días del mes de septiembre de cada
año, una cuenta anual que debió haber llevado desde el 1º de septiembre hasta el 31 de
agosto, todo esto como una de las reglas del deber del administrador.
98
Ley X, Arts. 1-7, en Ibíd., pp. 187-188.
99
Ley XI, Arts. 1-6, en Ibíd., pp. 188-189.
100
Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes. Vol. CXVII. Relaciones con otros
Colegios. Grados. Exámenes. Estadística. Etc. 1839-1866, ff.19-28, Relaciones con el Colegio
Nacional de Maracaibo ver: ff. 227-228. (En adelante AHULA).
Ley Décimo Tercera, trataba sobre “Las Rentas de la Universidad”, con un solo
título y 3 artículos, Artículo 2. 101 Este artículo trata las rentas de la Universidad de
Mérida, las cuales son las siguientes cinco mil ochocientos ocho pesos de principales
impuestos al cinco por ciento, cuatro mil quinientos noventa y cuatro pesos de
principales impuestos al cinco por ciento que pertenecían al convento extinguido de
San Francisco, concedido por el gobierno español, para el fomento de los estudios del
Seminario, las posesiones de San Jacinto, Osuna, Cacutico, de la Virgen, de Santa
Catalina, de Santa Juana, la hacienda las Tapias con la Pedregosa y sus vegas y Cacute
que pertenecían a las temporalidades de los extinguidos Jesuitas, y que el gobierno
español las aplicó para el fomento de estudios del Seminario de Mérida, los bienes,
rentas y edificios del convento de Santo Domingo, la hacienda de La Ceiba, las
posesiones urbanas o rurales ya declaradas a favor de los estudios de la Universidad o
del Seminario de Mérida, la cantidad de 2000 pesos de las vacantes mayores y
menores de aquel obispado que la extinguida Tesorería de Diezmos contribuía a
aquella Universidad, la cantidad de 2000 pesos con que auxiliaría anualmente el tesoro
público a la Universidad de Mérida.
Ley Décimo Cuarta, es la última Ley del Código promulgado en 1843, esta ley
aborda el tema de la autorización del Poder Ejecutivo para reglamentar la enseñanza,
poseía un solo titulo y un artículo, el cual el proclamaba las bases legales para
autorizar al Poder Ejecutivo en cualquier acto, promulgación, decreto, ley o disolución
de cualquier título o sección de esta ley de Instrucción Pública de 1843.102
b. Autoridades Universitarias
secretarios,
101
Ley XIII, Arts. 1-3, en Leyes y Decretos de Venezuela. Op. Cit, pp. 190-191.
102
Ley XIV, Arts. 1, en Ibíd., pp. 191-192.
miembros de la Junta de Inspección y Gobierno y del Tribunal Académico que
regentaron entre los años 1847-1851 y 1855-1858:
Rectores:
José Francisco Mas y Rubi, 1846-1852
Eloy Paredes, 1852-1855
Ciriaco Piñeiro, 1855-1858.
El Doctor Eloy Paredes, nació en Mérida el día 28 de mayo de 1814, hijo del
General Juan Antonio Paredes y de doña Josefa Fernández Peña y Angulo. El General
Paredes, hijo del Alférez Real Don Antonio de Paredes y de Doña Manuela Angulo,
había nacido el 25 de mayo de 1760, Paredes recibió los títulos de: Bachiller, Maestro
y Licenciado en Filosofía, en 1832; Bachiller en Ciencias Políticas, en 1834;
Licenciado y Doctor en Ciencias Políticas, en 1839, tuvo a su cargo las cátedras de
Derecho Público y de Gente, de 1840 a 1856; Matemáticas, de 1843 a 1847; Derecho
Práctico y Leyes Nacionales, de 1846 a 1856. Perteneció a la Junta de Inspección y
Gobierno de 1844 a
103
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp. 574-575.
1846, de 1846 a 1847 y de 1852 a 1860; ocupó el Rectorado durante cuatro meses en
1843 y desde 1852 a 1855. Entre sus actividades públicas estuvo como Gobernador de
la Provincia de Mérida durante los años 1856, 1858, 1863 y de 1868 a 1870, fue
también Diputado al Congreso Nacional, de 1842 a 1846 y Senador al mismo, de 1850
a 1854. Asistió a la Convención de Valencia, una de cuyas presidencias ejerció en
1858; fue candidato a la Presidencia de la República postulado por la Provincia de
Margarita. En dos oportunidades dirigió, con éxito, acciones de armas en la propia
ciudad de Mérida. Murió el 8 de marzo de 1880.104
Vicerrectores:106
Dr. Pedro Juan Arellano, 1846-1849
Dr. José Emigdio González, 1849-1852
Dr. José Asunción Contreras, 1852-
1855 Dr. Caracciolo Parra, 1855-1857
Dr. Miguel Nicandro Guerrero, 1857-1858.
Gobierno de 1858
104
Ibíd.., p. 574.
105
Ibíd.., Tomo IV, p. 228.
106
En lo referente a la vida de los vicerrectores sólo se encontró información de Pedro Juan
Arellano.
a 1861. Ocupó el Vicerrectorado de 1846 a 1849 y el Rectorado de 1858 a 1861. Fue
Diputado Suplente al Congreso Nacional de 1842 a 1846. El 24 de enero de 1848,
como Representante por la Provincia de Mérida, se vio envuelto en los sangrientos
sucesos de ese día. Logró escapar ileso por el puerto de La Guaira, y antes de
embarcarse publicó su protesta contra el atentado. También fue Gobernador de la
Provincia de Mérida de 1861 a 1863. Murió en Mérida.107
Secretarios
Maestro Miguel María Candales, 1845-
1854. Dr. José Concepción Acevedo, 1854-
1856. Dr. Bartolomé Febres Cordero, 1856.
Dr. Foción Febres Cordero, 1856.
Administradores
Dr. Rafael Alvarado 1844-1856.
Dr. Gabriel Briceño 1856-1868.
Entre los años de 1847-1849, por los Doctores José Francisco Mas y Rubí,
Pedro Juan Arellano, Rafael Alvarado, y José Emigdio González, y por los Maestros
Miguel María Candales y Caracciolo Parra.
Entre los años de 1849-1856 la Junta estuvo conformada por; los Doctores
Pedro Juan Arellano, José Francisco Mas y Rubí, Caracciolo Parra y José de la Cruz
Dugarte, y por el Maestro Miguel María Candales.
107
Ibíd..,, p. 583.
Para los años de 1856-1858 la Junta de Inspección y Gobierno se conformaba
por los Doctores Eloy Paredes, Nicolás I. Correa, Juan José Cosme Jiménez, José
Asunción Contreras, Domingo Hernández Bello y Foción Febres Cordero, y el
Licenciado Juan E. Gando.
Entre los años de 1856-1860, estuvo conformado por el maestro Miguel María
Candales, y los Doctores Ciriaco Piñeiro, Francisco Lugo, Caracciolo Parra, Eloy
Paredes, Bartolomé Febres Cordero, Miguel Nicandro Guerrero, José de la Paz
Fernández, Juan José Cosme Jiménez, José de la Cruz Dugarte, Pedro Juan Arellano, y
Manuel Salas.
Según la Ley del Código de Instrucción Pública de 1843, y vigente para ambos
periodos de Gobierno de José Tadeo Monagas, ley quinta; “De los Catedráticos de las
Universidades”,108 la componen tres títulos, con 19 artículos. En el artículo 1 se habla
sobre las cátedras que se proveerían siempre en propiedad y por concurso en personas
mayores de veintiún años y que estén en ejercicio de los derechos de ciudadano. Estos
estarán hasta que quieran o hasta que su desempeño demuestre lo contrario; serán
penalizados por algún acto en contra de su ética. Estas penalidades iban desde multas
hasta suspensiones definitivas. Artículo 5. Sólo el Rector podía expedir el título
competente autorizado por el Secretario y sellado con el sello de la Universidad, para
que desde ese día corriera su renta de Catedrático. Artículo 6. Los sueldos de los
catedráticos variaban según su trabajo, entre 600 y 400 pesos; de la misma manera
podía incrementar su sueldo hasta ochocientos pesos según la disposición económica
de la universidad. Artículo 10. Con veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin
interrupción, los catedráticos obtenían su jubilación, con el goce de toda su renta. Para
que se aprobara su jubilación la Junta Gubernativa y la facultad de pertenencia del
catedrático, reunidos por mayoría absoluta de votos, libro de conductas y asistencias,
este podía obtener legalmente su jubilación.
108
Ley V, Art. 1-19, en Ibíd., pp. 175-178.
71
1858 asistieron como alumnos del Instituto 2677 individuos, siendo los años de mayor
matrícula 1844, 1857 y 1858, con 185 estudiantes; y el de menor, 1840 con apenas 42
alumnos.109
Catedráticos
109
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp.427-429.
72
1853-1856 Higiene Dr. Domingo Hernández Bello
1852-1858 Anatomía Dr. Juan José Cosme Jiménez
1854-1856 Semiyología Dr. Domingo Hernández Bello
AHULA entre los años 1844-1906, Sección Asuntos Varios: Cuadros y Nóminas de Cursantes,
inscripciones para exámenes, Volumen CII (1844-1906), CIII (1855-1907), CV (1840-1907), CVI (1840-
1907), CVII (1853-1905), CIX (1844-1905), y CX (1840-1907).
Estudiantes110
110
AHULA entre los años 1844-1906, Sección Asuntos Varios: Cuadros y Nóminas de Cursantes,
inscripciones para exámenes, Volumen CII (1844-1906), CIII (1855-1907), CV (1840-1907),
CVI (1840-1907), CVII (1853-1905), CIX (1844-1905), y CX (1840-1907).
Cursantes: Rafael Almarza, Marcial Salas, Josinco Lugo, Juan de Dios Ruiz, Juan de
Dios Trejo, Juan de Dios Chávez, Modesto Belandria, Elio Caicedo, Ezequiel Moreno,
Carlos Juenza, Antonio Picón, Santiago Ponce, Manuel González y José de Jesús
Dávila.
Clase de Legislación
Catedrático Eloy Paredes
Cursantes: Juan de la Cruz Dugarte, Mtro. Rafael Alvares, Mtro. Domingo Villarroel,
Mtro. Mateo Troconis, Mtro. Juan de Dios Méndez, Ángel Maria, Rafael Rodríguez,
Francisco Fajardo, Ricardo Fonseca, Ignacio Dugarte y Pedro Pablo Moreno.
111
Los apellidos de este estudiante no aparecieron en la búsqueda.
Clase de Gramática Latina
Catedrático: José de la Cruz Dugarte
Cursantes: César Pumar, Luís María de la Cueva, Rafael María Salas, Lucio Troconis,
Venancio Ruiz, José Briceño, Juan Antonio Villegas, Eduardo Pimentel, José Manuel
Gabaldón, Ramón Perdomo, Benjamín Cuenca, Federico Gabaldón, Vicente Rendón,
Juan José Navarrete, Ramón Barrios, Pancracio de la Cueva, Francisco Torres,
Federico Salas, Juan Antonio Rendón, Adolfo Canales, Francisco María Ponce,
Francisco Antonio Gil, Venancio Pico, Tiberio Brito, Simón Rojas, Casimiro Vielma,
Felipe Garrido, Rodrigo Chacón, José Jesús Linares, Manuel María Ponce, y Santiago
María Ponce.
Clase de Latinidad
Catedrático: Miguel María Candales
Cursantes: Federico Gabaldón, José Mª Gabaldón, Manuel Pérez, Francisco Torres,
César Pumar, Ramón Perdomo, Lucio Troconis, Rafael Salas, Benjamín Cuenca,
Fernando Gil, y Federico Salas.
Empleados
Rectores: José Francisco Mas y Rubi -1846-1852, Eloy Paredes - 1852-1855, Ciriaco
Piñeiro – 1855-1858.
Vicerrectores: Dr. Pedro Juan Arellano 1846-1849, Dr. Emigdio González 1849-1852,
Dr. José Asunción Contreras 1852-1855, Dr. Caracciolo Parra 1855-1857, Dr. Miguel
Nicandro Guerrero 1857-1858.
Facultad de Ciencias Políticas: compuesta por las Cátedras de; Derecho Civil
Romano, Derecho Público y de Gentes, Derecho Internacional, Legislación, Economía
Política y Derecho Práctico y de Leyes Nacionales. Otorgaba títulos de Bachiller,
Licenciados y Doctores en Ciencias Políticas.
112
Ley VIII, Arts. 1-25, en Ibíd., pp. 181-185.
113
AHULA, entre los años 1808-1897, Sección Grados: Maestros en Filosofía; Grados Derecho
Civil-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Licenciados
y Doctores; Grados Teología-Bachilleres; Grados Teología-Licenciados y Doctores,
volúmenes
XXXIII (1845-1852), XXXIV (1826-1850); LI (1851-1862), LII (1809-1876), LIII (1808-1897),
y LIV 1808-1873.
ingreso
Dávila Mérida ------- 21-08- Bachiller 14-07- 59 IV No apareció
Braulio 1844 Ciencias 1846 (118- datos de la edad
Filosóficas 124) de ingreso
Sánchez Mérida 17 28-08- Bachiller 10-12- ------ IV No apareció el
Santiago 1843 Ciencias 1847 - (126- número de
Filosóficas 132) expediente.
Gabaldón Trujillo 18 10-09- Bachiller 07-07- 98 IV
Argimiro 1845 Ciencias 1848 (134-
Filosóficas 144)
Troconis Maracaibo 17 30-06- Bachiller 12-02- 99 IV
Manuel 1840 Ciencias 1848 (145-
Filosóficas 150v)
Canales Tunja / 17 01-09- Bachiller 02-07- 100 IV
Francisco Colombia 1845 Ciencias 1849 (152-
Filosóficas 163v)
Febres Obispos/ 16 01-09- Bachiller 19-07- 101 IV
Cordero Barinas 1845 Ciencias 1849 (165-
Foción Filosóficas 175)
Fornéz Villa de 14 29-12- Bachiller 08-06- 102 IV
Emeterio Ejido/Méri 1844 Ciencias 1850 (177-
da Filosóficas 187v)
Gabaldón Trujillo 16 23-01- Bachiller 02-07- 103 IV
Froilan 1845 Ciencias 1850 (188-
Filosóficas 197v)
Salas Mérida 15 11-09- Bachiller 02-07- 104 IV
Manuel 1845 Ciencias 1850 (119-
Filosóficas 208)
Arias Juan Mérida 15 01-09- Bachiller 04-07- 105 IV
Bautista 1847 Ciencias 1850 (209-
Filosóficas 224)
Acevedo Mérida 11 12-09- Bachiller 17-12- 106 IV
José 1843 Ciencias 1851 (226-
Concepción Filosóficas 239)
Ochoa Juan Maracaibo 21 30-06- Bachiller 14-04- 22 XXXIII
1842 Jurisprudencia 1847 (274-
Civil 294v)
Fajardo -------------- ------- 02-06- Bachiller 12-06- 23 XXXIII No aparecieron
Francisco 1841 Jurisprudencia 1847 (295- datos de lugar
Civil 307v) de nacimiento.
Briceño Trujillo 22 12-06- Bachiller 13-06- 24 XXXIII
Gabriel 1840 Jurisprudencia 1847 (308-
Civil 327v)
114
AHULA, entre los años 1808-1897, Sección Grados: Maestros en Filosofía; Grados Derecho
Civil-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Licenciados
y Doctores; Grados Teología-Bachilleres; Grados Teología-Licenciados y Doctores, volúmenes
V (1852-1858), XXXIV (1851-1862), LI (1809-1876), LII (1808-1897), LIII (1808-1897), y
LIV 1808-1873.
Almarza Mérida 10 31-10- Bachiller 30-05- 129 V
José 1849 Ciencias 1856 (226-241v)
Rafael Filosóficas
Salas Mérida 12 13-09- Bachiller 12-08- 130 V
Marcial 1853 Ciencias 1856 (242-251v)
Filosóficas
Chaparro Jajó/ 17 30-09- Bachiller 11-11- 131 V
Juan Trujillo 1855 Ciencias 1858 (254-265v)
Ramón Filosóficas
Candales Trujillo 17 01-09- Bachiller 22-09- 132 V
Paulo 1855 Ciencias 1858 (265-274v)
Emilio Filosóficas
Segura El Tocuyo 20 01-09- Bachiller 27-08- 133 V
Eusebio 1854 Ciencias 1858 (275-289v)
Filosóficas
Caicedo San 16 18-09- Bachiller 29-12- 134 V
Elio Cristóbal/ 1853 en Letras 1858 (290-300v)
Táchira
Uzcátegui Jajó/ 17 01-09- Bachiller 30-11- 135 V
Fabricio Trujillo 1855 Ciencias 1858 (301-311v)
Filosóficas
Duran Mérida 16 03-09- Bachiller 17-12- 136 V
Antonio 1855 en Letras 1858 (312-324v)
María
Bejarano Mérida 17 01-09- Bachiller 30-12- 137 V
Rafael 1855 en Letras 1858 (325-336v)
Briceño Niquitao 19 13-09- Bachiller 28-12- 138 V
Eloy 1855 Ciencias 1858 (337-346v)
Filosóficas
Ruiz Eloy Mérida 14 29-09- Bachiller 23-12- 139 V
1849 en Letras 1858 (347-358v)
Picón Mérida 17 02-12- Bachiller 24-08- 42 XXXIV
Febres 1854 Derecho 1858 (233-249v)
Gabriel Civil
Febres Mérida 16 01-09- Bachiller 27-06- 36 XXXIV
Cordero 1848 Derecho 1855 (120-135v)
Foción Civil
Troconis Trujillo 17 1844 Bachiller 11-08- 37 XXXIV No aparecieron
Mateo Ciencias 1855 (136-150v) datos de la fecha
Políticas exacta de su
ingreso a la
Universidad.
Salas Mérida 16 01-09- Bachiller 18-10- 38 XXXIV
Manuel 1850 Ciencias 1856 (151-169v)
Políticas
Godoy Mérida 21 01-07- Bachiller 13-12- 40 XXXIV
Pedro de 1843 Ciencias 1856 (184-201v)
Jesús Políticas
Peraza El Tocuyo 21 09-09- Bachiller 11-08- 41 XXXIV
Isilio 1852 Ciencias 1858 (202-232v)
Políticas
Castro Pedraza 19 01-09- Bachiller 02-09- 09 LI El volumen LI
Jubdiacon /Barinas 1848 en Cánones 1855 (S/F) no está foliado
o
Cuenca Barinas 14 29-09- Bachiller 31-07- 10 LI El volumen LI
Benjamín 1850 en Cánones 1856 (S/F) no está foliado
Arias Juan Mérida 18 04-09- Bachiller 15-11- 11 LI El volumen LI
Bautista 1854 Derecho 1856 (S/F) no está foliado
Canónico
Arellano Mérida 15 01-07- Bachiller 05-07- 12 LI El volumen LI
Pedro 1843 Derecho 1858 (S/F) no está foliado
María Canónico
Cuenca Barinas 18 01-12- Licenciado 08-08- 06 LII
Benjamín 1856 Derecho 1856 (39-43v)
Canónico
Arias Juan Mérida 24 06-07- Licenciado 03-12- 07 LII
Bautista 1856 Derecho 1856 (44-48v)
Canónico
Arellano Mérida 17 25-09- Licenciado 08-07- 08 LII
Pedro 1846 Derecho 1858 (49-53v)
María Canónico
González Jajó/ 17 15-10- Bachiller 15-07- 19 LIII
Rafael Trujillo 1851 en Teología 1856 (191-203v)
Antonio
González Jajó/ 21 08-07- Licenciado 30-07- 08 LIV EL volumen
Rafael Trujillo 1856 Sagrado en 1856 (S/F) LIV no está
Antonio Teología foliado
hacía indicar
115
Pedro María Molina: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la ULA. Op. Cit.,
pp. 67-71.
116
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp. 473-497.
su destitución por ley V del Código de Instrucción Pública de 1843. Este caso que por
unos cuatro meses se llevó a cabo, culminó en la destitución temporal del Dr. Ciriaco
Piñeiro por seis meses lo mismo le sucedió a catedráticos como Juan de Dios Picón, el
Dr. Eloy Paredes, Esteban Arias y otros, que fueron acusados por sus conductas
irregulares en la universidad.117
Rentas
118
AHULA. Años 1844-1868. Sección: Materias de Rentas, Volúmenes: LXXVI (1850-1868),
LXXXII (1844-1868).
119
AHULA. Años 1798-1904. Sección: Rentas. Bienes del Seminario y de la Universidad. Vol.
LXXX. s/f.
Antonio Dávila Enero 11 100 pesos 5
Trinidad Escalante Enero 14 100 pesos 9
Juan Ibarra Enero 18 125 pesos 10
Antonio Pimentel Enero 31 212 pesos 29.43
Pablo Guerrero Mayo 10 50 pesos 2.50
José Paredes Mayo 5 125 pesos 11.25
Rafael Pérez Mayo 7 600 pesos 72
Pedro Pino Mayo 8 500 pesos 60
Juan Sánchez Mayo 9 70 pesos 3.50
Manuel Arias Mayo 16 200 pesos 10
Agustín Uzcátegui Mayo 21 100 pesos 3
Rafaela Romero Mayo 28 100 pesos 5
Juan Albornoz Mayo 28 100 pesos 5
Anselmo Campo Elías Abril 10 1000 pesos 50
Ramón Garzo Abril 10 100 pesos 5
Miguel Lindo Abril 1 650 pesos 50
Reinaldo Rodríguez Abril 6 150 pesos 78
Bencomo Guillermo Abril 16 200 pesos 18
Santos Uzcategui Abril 16 150 pesos 24
Fomara Frías Abril 18 200 pesos 18
Tomas Zambrano Abril 18 50 pesos 5,50
Encarnación Frías Abril 20 202 pesos 22.25
Casimira Molina Abril 20 141 pesos 7,6
José Uzcategui Abril 21 856 pesos 1.2,81
Manuel Rodríguez Mayo 10 100 pesos 5
Manuel Torres Mayo 10 100 pesos 12
Martín Vega Mayo 6 350 pesos 17,50
Miguel Candales Mayo 10 500 pesos 60
Eleuterio Rodríguez Mayo 12 203,62 pesos 14,18
Narcisa Dugarte Mayo 13 100 pesos 12
7.842.62 638.48
Pedro Pino Mayo 21 500 pesos 60
Encarnación Rendón Mayo 22 100 pesos 6
Agustín Pino Mayo 30 350 pesos 17.50
Asención Quintero Mayo 31 400 pesos 20
Dr. Ramón Almarza Mayo 10 100 pesos 5
Camilo Rivera Mayo 12 400 pesos 20
Tomas Zambrano Mayo 17 319 pesos 37.81
Petronila Erazo Julio 10 300 pesos 19
Juan Zambrano Julio 10 65 pesos 3.25
Manuel Arias Julio 9 210 pesos 10.50
Dermario Briceño Julio 12 200 pesos 18
Facundo Paredes Julio 19 300 pesos 19
José Becerra Julio 19 117 pesos 5.81
Maria José Contreras Julio 19 100 pesos 5
Pedro Trejo Tapia Julio 19 50 pesos 2.50
Domingo Trejo Julio 19 200 pesos 10
Alejandra Ochoreco Julio 18 200 pesos 18
Ignacio Lobo Julio 24 120 pesos 6
Rosalía Rivera Julio 56 30 pesos 3.60
Ramón Garzo Julio 20 110 pesos 5.50
Dr. Ramón Almarza Julio 27 101 pesos 12
Juan Ovando Julio 26 250 pesos 12
María Concepción Pino Agosto 10 100 pesos 8
Francisco Márquina Agosto 10 100 pesos 6
Petronila Erazo Agosto 2 500 pesos 25
Miguel Moreno Agosto 3 800 pesos 96
Gregorio Alvarado Agosto 6 50 pesos 2.50
José Villegas Agosto 8 500 pesos 60
Ignacio Rangel Agosto 8 150 pesos 18
Sebastián Frenz Agosto 12 140 pesos 7
Justo Arias Agosto 19 75 pesos 3.75
Tadeo Zerpa Agosto 15 100 pesos 12
José Fornéz Agosto 23 500 pesos 60
José Becerra Septiembre 11 75 pesos 3.75
Fidel Lobo y Andrés Septiembre 17 2.200 pesos 110
Pérez
Luis Zamudio Septiembre 27 150 pesos 7.50
Ramón Chuecos Septiembre 6 312.50 pesos 18.75
18.112.12 p. 1382.50
- Hacienda Las Tapias, que había sido donada al seminario en 1778, y luego en
1834 este la cede a la Universidad de San Buenaventura. La hacienda había sido de los
padres dominicos al igual que La Ceiba cedida por Real Cédula de Carlos III.120
120
Para Ampliar el tema ver: Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp. 9-28. AHULA,
sección: Fincas Rurales y Urbanas, Volumen LXVI (1856-1872), ff. 23-40v.
la Cruz Dugarte y su hermano Anastasio. Esta proposición fue aceptada por la Junta de
Inspección y Gobierno y pasa a manos de estos señores el 3 de diciembre de 1849. 121
121
Ibíd., pp. 118-119.
122
AHULA, sección: Libro Becerro donde se asientan los principales de la Universidad de
Mérida, sus fincas y demás propiedades .S/N, (1851) .f. 17-86v. Información sobre hipotecas,
ibíd., f.16- 19v.
123
Eloy Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp.324-325.
- Un tintero de plata con seis piezas de servicio
- Dos cajitas de madera para recoger las votaciones de los examinadores
con siete fichas o letras de A. y otras tantas de R.
- Un sello grande para títulos
- Una bomba de vidrio
- Una alfombra
- La manecilla de plata del maestro de ceremonias
- El Diccionario Castellano sobre la 6ta edición
- El retrato del Sr. Obispo Buenaventura Arias
- Tres Cátedras bien maltratadas
- El Libro formulario antiguo de juramento
- Una pequeña mesa que sirve en la clase de Derecho Público.
Para el año de 1847, la Universidad de Mérida contaba con una escasa cantidad
de libros en cuanto a su número, que no pasaban de 10 obras con unos 40 volúmenes;
estos fueron donados por diferentes instituciones los que pasaron a manos del instituto
desde la expulsión de los Jesuitas y la supresión del Convento de San Agustín y los
que habían dejado los rectores de la Universidad durante su estancia por medio de
donativos. Para el año de 1847, los bienes del Convento de Santo Domingo pasaron a
la Universidad, entre estos la Biblioteca, se hizo un inventario total de los libros
existentes en la Universidad para dicho año, los más importantes eran: Los 18 tomos
de la Vida Política del Libertador, Diccionario Castellano en dos tomos, Historia
Eclesiástica por el Ducreaux en 7 Tomos, Obra de Derecho por Don Juan Salas, Obra
de Battel en 3 tomos a la rústica, Obra de Derecho Civil Romano por Pérez, dos tomos
de Leyes de Venezuela a la rústica, y doce gacetas de Venezuela. Ahora se muestra el
inventario de la biblioteca que pertenecía al Convento de Santo Domingo; cabe
mencionar que fueron 875 volúmenes los que llegaron a la Universidad, entre los más
importantes se cuentan:124
124
AHULA, sección: Inventario del Edificio, Aparato, Enceres, y Archivos. Vol. CXXXIV
(1836- 1907), ff. 157-177.
- Primeramente dos volúmenes de comentarios de sermones de Job escritos por el R.P
Juan de Pineda.
-Biblia Sagrada con glosas ordinaria por Estrabon Fuldenei, seis volúmenes.
- Explicación del Derecho Divino, Natural y eclesiástico por el R.P Tomas de
Tamburin, en dos volúmenes.
- Comentario Literal y Moral de la Historia Sagrada de Judt, por José de la Zerda, en
dos volúmenes.
- Derecho Canónico por el R.P Enrique Pirhing, en 4 volúmenes.
- Una selecta colección de comentarios eclesiásticos por Josué, Rut, Edras, Nemías,
Tobis, Judith, Ester y Macabeos.
Estos 875 tomos abarcaban todas las áreas de estudio de la Universidad de
Mérida, las ciencias eclesiásticas y filosóficas se vieron favorecidas por la nueva
biblioteca, pues existían tomos sobre literatura en diferentes idiomas, de historia, de
medicina, de teatro, etc.
A mediados del siglo XIX la iglesia seguía teniendo como lo había hecho dos
siglos antes, un papel importante dentro de la sociedad latinoamericana, venezolana y
sobre todo en el área andina del país. Las costumbres y tradiciones seguían siendo muy
conservadoras en lo que corresponde a la fe católica, costumbres que estarán en cada
individuo como acto y devoción a su religión. En relación con la provincia de Mérida,
la iglesia fue una institución por la cual se reglamentó todo lo concerniente a obras,
educación, cultura y política. Se observa para estos momentos el consentimiento de la
Iglesia en la conformación o construcción de algún establecimiento. En lo relativo a la
Universidad, no se puede olvidar que los orígenes de esta era la Iglesia con la erección
de la Diócesis en 1767; a raíz de esta fundación se instituyó el Seminario y luego, en
1810, la Universidad. Entre los años de 1847 y 1858, la relación con la iglesia no
estuvo del todo bien, ya que la separación del Seminario y la Universidad fue un
hecho; además dos años antes en el año 1845 la casa de estudios carecía de local
propio. La Junta de Gobierno elaboró un proyecto para trasladar la Universidad a un
edificio antiguo que pertenecía a los jesuitas, pero esta intención no se concretó. 126
La relación del Estado venezolano con la Iglesia merideña no era la mejor, pues
el Presidente Monagas tenía serías diferencias con el Ilustrisimo Sr. Juan Hilario
Bosset. Monagas como presidente de la Republica le persiguió después de los
acontecimientos del 24 de enero; fue tanta la persecución que Bosset fue expulsado del
país en 1849 y luego, por un salvoconducto regresó al país. La iglesia católica
merideña se vio envuelta en diferentes hechos que oscurecían el nombre de esta, por
ejemplo, para 1839 se le acusa de embriaguez, concubinato, juego y mutilación al
Maestro Arias y, tiempo después, para 1852 sucede un hecho que no fue bien visto ni
por la Universidad ni por la
125
AHULA, sección: Rentas, Recaudación de Derecho de Registros. Vol. LXVIII (1841-1883), s/f.
126
Pedro María Molina: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la ULA. Op. Cit.,
pp. 67-71.
iglesia en este año, ya que nació un niño que el Dr. Mas y Rubí levantó, y educó y
luego fue también rector de la Universidad de Mérida.
Fue así como por medio del artículo 1. Los directores de los colegios
particulares tenían la obligación de pasar en todo el mes de noviembre de cada año la
matricula anual de los alumnos del establecimiento a la Universidad más inmediata a
donde estos puedan ir a tomar sus grados. 127 Al encontrarse esta Universidad en la
zona occidental comienzan las relaciones con varios colegios, entre estos tenemos al
Colegio Nacional del Tocuyo. Este enviaba la lista de los alumnos que concurrían a las
clases establecidas, la cifra fue la siguiente; 14 alumnos en Filosofía, 21 alumnos en
Matemáticas y 31 alumnos en Gramática castellana; del Colegio Particular del Táchira,
ubicado en San Antonio, se envió el 24 de noviembre de 1858 el acta de creación de la
casa de estudios con 30 alumnos en diferentes clases; del Colegio Nacional de Trujillo,
se tenían noticias desde 1845 hasta 1861; este colegio enviaba la lista de los cursantes
matriculados en cada año. Dicho instituto contaba con clase de Filosofía con 11
alumnos, y la Clase de Latinidad, Gramática Castellana y Retórica con 29 alumnos y,
por último, el Colegio Nacional de Maracaibo. De este se enviaba noticia de los grados
de Bachiller en Filosofía, en 1839-1842, y los matriculados correspondientes a los
años de 1845, 1846 y 1847, el colegio contaba con las clases de Filosofía, Dibujo e
Idioma Francés con 8 alumnos, en Náutica y Dibujo 9 alumnos, en Gramática Latina y
Castellana 14 alumnos,
127
AHULA, sección: Varios, Reorganización en 1832, Régimen Administrativo etc. Vol. CXVI
(1832-1904), ff. 19-21
y Gramática Francesa con 15 alumnos.128 Artículos 2. Los estudios y exámenes
anuales que se verificasen en los colegios particulares serían debidamente
comprobados con una copia del acta en que consten los nombres de los examinadores,
examinados, la materia del examen, y su aprobación o reprobación, debiendo estar
firmado este documento por el Director y examinadores. Artículo 3. Los libros de
textos serían en los colegios particulares los mismos que en la Universidad, con el fin
de uniformar la enseñanza.
128
AHULA, sección: Relaciones con otros Colegios. Grados, Exámenes, Estadística, etc. Vol.
CXVII (1839-1866), ff. 19-227.
129
“Decreto de 23 de mayo de 1850 dispensando al joven Zacarías Briceño de la asistencia a la
clase de derecho político”, en Leyes y Decretos de Venezuela. Op. Cit, pp. 518-519.
130
“Decreto de 18 de mayo de 1855 ordenando que se admita a Francisco de P. Nuñez a examen en
las materias médicas”, en Leyes y Decretos de Venezuela. Op. Cit, p. 302.
el ejecutivo nacional también manejó el comportamiento de los estudiantes y sus
asistencias, en decreto de 17 de mayo de 1850 por ejemplo mandaba a que se
repuntase como presentes a las clases que cursaron los jóvenes Francisco Iriarte,
Rómulo Guardia, Silvestre y José Rafael Pacheco, Joaquín León y Florencio Guzmán,
ya que se encontraban en el ejercito sirviendo a la patria, se observa el manejo del
gobierno Monagas en materia de universidades, se puntualiza más que todo ese
favoritismo a manejar a su criterio la educación y los componentes de la misma.
La difícil situación que vivió la Casa de Estudios durante estos años se puede
manejar desde diferentes puntos de vista; principalmente el no contar con el apoyo del
gobierno nacional en cuanto a infraestructura y presupuesto afecto el
desenvolvimiento de la Universidad, como segundo, la persecución en contra de
catedráticos y autoridades se observó durante los diez años del Monagato, como tercer
aspecto la separación del Seminario de la Universidad trajo como consecuencia el
debilitamiento de la Institución y de la Iglesia en la Provincia de Mérida, y como
cuarto punto; las relaciones del Gobierno con la Iglesia estuvieron fragmentadas desde
los sucesos del 24 de enero, no se puede olvidar que los que llevaban las riendas de la
Universidad además de ser catedráticos eran parte de institución eclesiástica.
6. El primer paso del Licenciado Don Francisco Xavier de Yrastorza para la erección
de la Real Y Pontificia Universidad de Mérida
9. Real Cédula por la cual el rey Carlos IV concede al Colegio Seminario de Mérida
la gracia de estudios generales y grados. 18 de junio de 1806
13. El Gobierno Nacional nombra al Dr. Ignacio Fernández Peña Rector interino de la
Universidad. 14 de enero de 1832
14. El Gobierno Nacional aprueba los estatutos redactados por el Rector Fernández
Peña y los adiciona. 8 de marzo de 1836
15. Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843
18. La Comunicación del Secretario de Estado en los Despachos del Interior y Justicia
para el Ilustrísimo Señor Obispo de Mérida. 4 de febrero de 1848
20. Se libra orden de arresto contra el Dr. Pedro Juan Arellano. 26 de febrero de 1848
21. Alocución del General José Encarnación Morales Gobernador Jefe Político de la
Provincia de Mérida. 12 de abril de 1848
22. Causa seguida por Conspiración al Dr. Ricardo Labastida. 17 de octubre de 1848
26. Ley de 21 de abril de 1849 reformando la N. 603 que es la 8va del código de
instrucción pública sobre grados universitarios
27. Ley de 7 de mayo de 1849 reformando la N. 511 que es la 5ta del código de
instrucción pública, sobre catedráticos de las Universidades
29. Resolución de 17 de mayo de 1850 mandando que a varios alumnos se les repute
como presentes en las clases que cursaban, el tiempo que faltaron de ellas por
hallarse en el ejército
El Illmo. Señor Dr. D. Fr. Juan Ramos de Lora, del Consejo de su Majestad,
Dignisimo Obispo de esta Diócesis de Mérida considerando, como vigilante Pastor de
su rebaño, que la instrucción de la juventud es el más seguro manantial de virtuosos
Eclesiásticos que dirijan las consecuencias de los pueblos de su Diócesis ha
determinado interinamente el convento situado en esta ciudad, que era de los Padres de
San Francisco, y se haya en el día desocupado de estos Religiosos, por orden de su
Majestad (que Dios guarde) para que en él se establezca, y funde el Seminario Colegio
con todas las formalidades que dispone el santo concilio de Trento, obligándose S. S.
I. provisionalmente al Director, Maestros, y a los jóvenes pobres que se acogieren a la
citada casa de educación, cuyo gobierno ha ordenado S. S. I. las constituciones
siguientes:
131
Eloy Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo I, pp.88-91.
esta casa: concluido, pasarán a: artos a desayunarse, y disponer las cosas que
necesitaren en orden al estudio: a las ocho concurrirá el Maestro de gramática a la
clase donde se tomaran las lecciones hasta las doce; y dadas, rezarán hincados las
Aves Marías; fuera de los Domingos y tiempo Pascual que las dirán en pié, y lo mismo
en cuanto a este acto de religión al levantarse y al anochecer, cuando se hace la señal
en esta Santa Iglesia Catedral.
A las doce irán al refectorio a tomar el alimento, y dando gracias al Señor,
pasarán a sus cuartos, donde reposaran hasta las dos, a este se les tomará la lección, y
continuarán en la clase a la explicación, y ejercicio del Maestro hasta las tres y media;
saldrán a paseo al claustro hasta las cuatro, y volverán a la clase hasta las cinco, que
irán a sus cuartos, ocupándose en ejercicios voluntarios, y honestos, ó descansando
hasta las seis, que entrarán a capilla a rezar el santo Rosario, y concluido pasarán a sus
cuartos a estudiar sus lecciones hasta las ocho, que irán al refectorio a cenar, y a las
nueve se tocará a quieta, precisándoles el superior a que se recojan.
10ma. Los estudiantes que se hallaren aprovechados en la lengua latina,
asistirán todos los días de las once a las doce al cuarto del Director, quien les explicará
las materias morales, y les señalará para el día siguiente un párrafo de la Suma de Fr.
Francisco de Larraga, que darán en substancia, comenzando desde los Sacramentos in
genere, hasta concluirla.
11va. Los días festivos irá el Director con el Maestro y Estudiantes a la Misa
Mayor de la Catedral, y señalará los que han de servir de Acólitos al Sacrificio,
siguiéndose para este fin por su turno, dándoles previa lección de las ceremonias que
deben observar en el ministerio, para que con este ejercicio se vayan instruyendo en la
Liturgia.
12ª. Los sábados por la tarde a la hora que repiquen en la Catedral, concurrirá
el Director a ella, llevando a sus súbditos (como los días festivos) a la Salve y Letanías
de Nuestra Señora.
13ª. En las fiestas se levantarán los Estudiantes a las seis, y en todo el día
tendrán tres horas de estudio, la una por la noche, y las dos restantes al arbitrio del
Director, el que pondrá especialísimo cuidado en que se guarden estas Constituciones,
las que se adelantarán, o corregirán, según le pareciere a S. S. I., y sobre todo será su
principal objeto vigilar en que los súbditos vivan honesta y virtuosamente, arreglados a
la Ley de Dios y máximas de nuestra Santa religión, de modo que aque sujetos dignos
de servir al altar, e instruir a los diocesanos en la Moral Cristiana.
Fechas en la ciudad de Mérida, a veinte y nueve de Marzo de mil setecientos
ochenta y cinco.,
132
Ibid., pp. 94-97.
104
El Rey.- Reverendo en Christo Padre Obispo de la Iglesia la ciudad de Mérida de
Maracaybo, de mi consejo.
En carta de seis de Mayo de mil setecientos ochenta, y cinco hicisteis presente, que
con el fin de dar expediente a mis Reales Ordenes, sobre que manifesteis el estado de
la Misiones erigidas por la expulsión de los Regulares de la Compañía, habiais tomado
las más activas providencias, saliendo de la ciudad de Maracaybo el nueve de Febrero
del expresado año y llegado el veinte y seis a esa, en la que, en poco en que residíais,
habiáis experimentado la fatal disposición en que se hallaba, por defecto de toda clase
de estudios; de suerte que, aunque habia varios estudiantes aplicados, carecian aún de
la precisa clase de Gramática, y que reconociendo, que este grande defecto ocasionaba
quedarse sin administración los muchos curatos que habia en dicha Diócesis, por la
notable falta de Ministros que los sirviesen, habiais resuelto destinar el Conveto de
Franciscanos de esa ciudad, que se hallaba suprimido por mi Real Orden (y sin residir
en el Religioso alguno) para una especie de Colegio, asalariado a vuestra costa
Maestros de Latinidad y Theología Moral, y manteniendo muchos estudiantes, tan
pobres que no tienen otros arbitrio pa. Dedicarse a los estudios e instruir en lo mas
preciso pa.. poder recibir las Sagradas Ordenes, manifestando así mismo que para
sufragar estos indispensables gastos, por mas que quisiereis cohartaros en vuestra
necesaria manutención, no era posible que vuestras rentas, invertidas, como exponias
separadamente con la misma fecha en otras necesidades y disminuidas en mucha parte
por la retención que se habian hecho por parte del Arzobispado de Santa Fe de Bogotá,
del Departamento de Pamplona y Parroquia de San Josef; que eran unos de los
partidos mas pingiies de ese Obispado, pudiesen subvenir al sustento de tantos
individuos; por lo que para proporcionar algún modo de perpetuidad, que sin él seria
poco provechoso el remedio, y que no se evitarían la insinuada falta de Ministros, me
suplicasteis que tuviese a bien mandar, lo primero: que por el tres por ciento que antes
se exigía en esa Diócesis para el Colegio de Caracas, se destinase ahora a la
pensionada Casa de Estudios. Lo segundo: que hallándose sin destino las tieras de San
Jacinto, de Santa Catalina, de los Cacotes, San Jerónimo, la Virgen, y el hato del
Paguey, desiertas dentro de esa jurisdicción que sólo alcanzaran a cinco mil pesos, y
eran de los mencionados Jesuitas, se les asignase, a fin de que imponiendolas a censo
se cultivasen, reditasen para la misma Casa de estudios; como tambien los pocos
ornamentos, que dejaron los Dominicos (y se hallan depositados en virtud de Real
Orden) cuando tomaron la posesión de aquellos; y lo tercero que me sirviese aprobar y
erigir en Colegio Seminario Tridentino, la expresada casa de Franciscanos, con
consideración a que se hallaba sin religiosos, y expuesta por no habitarse a su ruina,
como acontecía en la de aquellos partidos, en cuios términos se irán agrgando otras
clases. Y habiendose visto lo referido en mi Consejo de Indias; con lo que en su
inteligencia ha informado la Contaduría general. Y expuesto mi Fiscal, y
consultandose sobre ello, en quince de julio del año próximo pasado, enterado de la
expresada erección, que hicisteis de la mencionada casa, que fue de los Religiosos
Franciscanos en Seminario conciliar, sin embargo de que no debisteis proceder a dar
destino alguno sin representarme lo que tuvieseis por conveniente, esperando mi Real
deliberación; atendiendo haber dimanado del zelo que manifestabais por la publica
instrucción de vuestros feligreses, y que redundará en conocida utilidad de ese nuevo
Obispado, como también ser mas conforme a la Ley recopilada el que se erija en
Seminario Conciliar, a beneficio del público, y del Estado, he resuelto aprobar su
erección, manifestadoos el insinuado defecto para que os sirva de gobierno en lo
sucesivo; y en cuanto al primer arbitrio de que para la subsistencia de los estudios de
le aplicase el tres por ciento, que antes se exigía en esa Diócesis, con destino
al Colegio de Caracas, he resuelto así mismo se le aplique para la subsistencia de los
estudios, mediante considerar que no sólo es conforme a razón se invierta esta parte
del producto de los Diezmos en beneficio de este mismo Obispado, que la contribuirá
a Caracas interin, que por falta de aquellos en esa ciudad, tenian sus naturales que
acudir a ella, sino también enteramente arreglado a la Ley que prescribe la distribución
de la masa decimal: por lo respectivo al segundo, sobre que se aplicase a la nominada
casa, las tierras que poseian los regulares expulsos, su valor como de cinco mil pesos,
prevenir a la Junta Subalterna de Temporalidades de ese Obispado, que trate ese
particular, instruyéndole como corresponde, y que si con presencia de la calidad de las
tierras, sus gravámenes, y causas por que se hallan todavía sin destino, no resultase
inconveniente en aplicarlas al enunciado Seminario Conciliar, proceda desde luego a
ello en los términos mas seguros y ventajosos que sea dable, con arreglo a las Reales
Ordenes comunicadas en el asunto, y que verificado, de cuenta con testimonio, para la
correspondiente Real aprobación; y en cuanto al tercero de que se le concediese los
ornamentos que dejaron los Dominicos de esa ciudad, se les entregan lo de los
expatriados de la Compañía, dispénsale este auxilio, a cuyo efecto, por Cedula fecha
de esta orden y mando a la inducida Junta, que os los entregue, y se observe y cumpla
este mi Real resolución en los términos que va referida, la que he tenido por
conveniente participaros, para vuestra inteligencia, y gobierno, por ser así mi voluntad;
y de la presente tomará razón en la mencionada Contaduría General.
133
Ibid., pp. 102-104.
casa, y poner vuestra mayor eficacia en su perfección, sin emplear otra cosa que lo
correspondiente a vuestra renta y asignación con el fin de que quedasen los fondos
aplicados para perpetuidad de sus clases y oficios, que ibais logrando, pues lo mas
principal de la obra de hallaba levantada, y mucha parte cubierta, presumíais que en
todo el referido año de mil setecientos ochenta y siete pudiesen pasarse a él los
seminaristas; respecto de que para cumplirla no obstaría, estubiere ya habitado, y en el
propuesto exercicio, por lo que deseando lograr su ultima perfección, y que en ningún
tiempo haber la menor innovación con los Governs. U otro que suelen introducir
novedades contra las mas piadosas erecciones, concluiais suplicando que en los
términos que fuese de RI. Agrado tuviese a bien expedir mi real aprovación de la
expresada nueva fábrica de Seminario Conciliar corresponden, según las leyes, y
tuviese a bien concederle, como también para que a las clases Teología, Derecho
Canónico, Real y de otras ciencias que en lo sucesivo se erigiesen, y estableciesen,
conforme a la necesidad, y sus proporciones, tubiesen el propio valor, y derechos que
las que al presente hubiese fundadas, y que valiese el tiempo empleado en los estudios
de unas, y otras en cualesquiera Universidades y Audiencias para la recepción de
grados, y mérito, de la misma suerte que en los demás Colegios erigidos con Real
aprobación, lo que asi esperabais de mi Real piedad por el bien de mis vasallos.
“En la mañana del día 1º de Noviembre de 1790 sintiendo el señor Lora, por la
declinación de sus fuerzas, que se acercaba al término de su carrera, hizo llamar a su
secretario el Sr. Br. Don Mateo Mas y Rubí y le ordenó: que procediese
inmediatamente a la bendición de la Capilla del Colegio Seminario, porque quiero, le
añadió, que mi cuerpo quede sepultado allí. Cuando el Sr. Mas y Rubí regreso a darle
cuenta de estar cumplida su voluntad, le dijo: Oye bien lo que voy a decirte: “Haz que
para esta tarde estén preparados los cinco niños que deben entrar de Colegiales de San
Buenaventura, para investirles la beca pues no quiero dar lugar a que este edificio sea
considerado y confiscado como espolios”. Y en efecto, aquella misma tarde invistió la
beca en su aposento a los jóvenes Domingo Antonio Pacheco, que murió de cura en la
Parroquia del Llano de Mérida en 1847; a un niño de apellido Frías de Guanare que
después tomó el hábito de Santo Domingo, y a su querido Buenaventura Arias, que
cuarenta años después le había de suceder en aquella silla. Respecto de los dos
restantes no he podido encontrar la nota en que tenía registrados a sus nombres”.
“La concurrencia de todas las autoridades, del clero secular y regular, de todo el
pueblo merideño: la solemne consagración del edificio a la causa de los estudios: la
investidura de la beca acabada de dar a cinco años por manos del mismo Fundador,
que ya tenía puesto un pie en el borde del sepulcro; imponía el acto cierto aire de
recogimiento y de santidad que conmovió a todos los concurrentes. Solamente el
Señor Lora, firme con el testimonio de una conciencia pura satisfecho de su obra,
viendo cumplidos sus deseos y premiadas sus fatigas, se conservaba impasible en
medio de aquel gozo, de aquel duelo y de aquella conmoción general. Y subió de
punto, cuando después de haber declarado instituido el “Seminario de San
Buenaventura de Mérida”, dio la bendición a sus nuevos alumnos y levantando los
ojos al cielo reveló todo su pensamiento, repitiendo en alta voz la inspirada palabra de
Simeón: “Nunc ditmitis servum tuum Domine, secundum verbum tuum in pace”.
136
Ibid., pp. 316-321.
para su confirmación; y que mediante que es corto el número de Doctores que al
presente residen en esta ciudad, se pida asimismo que el Claustro que la ha de
concretar se forme de los Doctores y Licenciados, individuos de esta Santa Iglesia
Catedral, y de los demás Doctores y Licenciados que hubiesen fuera de ella, y forme
también las Constituciones, arreglándose en el ínterin a las de la Universidad de
Caracas, bajo la regencia del Prelado o el que Gobierne el Obispado; y conduciendo al
efecto informar a Su Majestad del estado en que se hallan los Estudios y Cátedras en el
Real Colegio Seminario Conciliar, mandaba también y mandó:
110
Con lo que conformándose los señores, dijeron al mismo tiempo que para que se
verificase el expresado informe, pase este acto con el oficio y decreto al Sr. Luís
Dionisio Villamizar, para que se sirva extenderlo y concluirlo. Firmaron: Licenciado
Yrastorza – Dr. Villamizar – Marimón – Mas y Rubí – Domingo Pacheco, Secretario.
111
rezarle la
111
Doctrina Cristiana y explicares los misterios de la Religión, con las cosas necesarias
para recibir los Santos Sacramentos, se retirarán.
Segunda: Que cuide de que oigan misa todos los días, antes de las siete de la
mañana; haciéndoles que las ayuden siempre que haya proporción, a cuyo efecto les
dará la instrucción necesaria.
Tercera: que según la capacidad de los niños y su edad, procure que se
confiesen y comulguen los que estuvieren aptos para ello a lo menos una vez en cada
mes, discreción y juicio del confesor.
Cuarta: Que ha de ser obligado a enseñar de gracia los niños pobres de
solemnidad, los cuales pondrá en rolde y los que no lo fueren han de pagarle cuatro
reales en cada mes, y que para calificar la pobreza se presente por parte de los niños
una certificación de su propio Párroco, con la cual los admite el Rector, siendo cierta
la pobreza.
Quinta: Que el Rector del Seminario tenga especial cuidado en la admisión de
los niños, siendo de su cargo inspeccionar si tienen las cualidades necesarias, que han
de ser las mismas que se requieren para seguir la carrera literaria y el estado
eclesiástico.
Sexta: Que para pasar los niños de la Escuela a Clase de Gramática, se dé parte
al Rector, quien, por si o por medio del Catedrático de Mínimos los examinarán, y
hallándoles con la competente instrucción, se les pasará a dicha clase de Gramática,
sin cuyo preciso requisito de examen y aprobación, ninguno podrá ser admitido en la
clase de Gramática.
Y además de los cuatro reales que quedan señalados por mes por cada niño de los que
no son pobres e solemnidad, para que el Maestro de Escuela tenga una regular
dotación, y aplique toda su atención a esta enseñanza como debe, S. S, Iltma. le señala
cien pesos de dotación, que se ha de contribuir por ahora de su renta episcopal,
mientras de puede con otros arbitrios poner una dotación fixa y estable.
Y para que lo contenido en este auto tenga su efecto, se dará principio el día
primero de Agosto próximo, publicándose por medio de cartel, que pondrá yo el
presente Secretario en las puertas del Seminario dando noticia de este establecimiento.
Y por este que S. S. Iltma. el Obispo, mi señor, proveyó, así lo dixo mandó y
firma por ante mí el presente Secretario del Colegio y Estudios, de que certifico.
Ante mí
Buenaventura Arias.
EL REY
Reverendo en Cristo Padre Obispo. De la Iglesia Catedral de la Ciudad de Mérida de
Maracaibo, de mi consejo. En diez y ocho de junio de mil ochocientos seis se os
expidió la RL. Cedula del tenor siguiente.
El Rey
112
Reverendo en Cristo Padre Obispo. de la Iglesia catedral de Mérida, de mi
Consejo. Por Rs. Cedulas de nueve de Junio de mil setecientos ochenta y seis se sirvió
mi Augto. Pe. (Que este en Gloria) erigir en esa ciudad un seminario Conciliar en el
Convento suprimido que fue de los Religiosos Franciscanos, aplicando para subssista.
De los estudios el tres por ciento que se exigía en esa Diócesis con destino al Colegio
de Caracas, como también las tierras que poseyeron los ex Jesuitas. cuyo valor
ascendía a cinco mil pesos siempre que no resultase inconveniente, en su agregazn.
con arreglo a las Rs. Oms: expedidas en el asunto, y además los ornamentos. Que
entregaron los de los expatriados de la Compa. Medte ser de corto numero y de poca
estimación. En vista de lo representado por Vuestro antecesor D. Fr. Juan Ramos de
Lora solicitando mi Real Cedula y aprobación de la nueva fabrica que había
emprendido a su costa para ese Seminario Conciliar por inutilidad del que se mandó
erigir en el convento suprimido de Religiosos Franciscanos con la denominación de
San Buenaventura, y cedula de veinte de Marzo de mil setecientos ochenta y nueve,
aprobar la mencionada fabrica, entendiéndose también con ella las referidas
explicaciones y concediendo a los estudios de ese Colegio que por vía de filiación o
agradación a la Universidad de Caracas se admitiesen los cursos ganados por el para
que en su virtud pudiesebn recibir los grados correspondientes en sus facultades con
arreglo a sus estatutos, conforme se había concedido a los que estudiaban en el
convento de Dominicos de Puerto Rico con respecto a la Universidad de Santo
Domingo con fecha de primero de Mayo de mil ochocientos, solicitó Don Francisco
Xavier de Irastorza Dean de esta Iglesia y Gobernador entonces del Obispado el
establecimiento una Universidad en dicho Colegio Seminario con facultad de conferir
los grados mayores y menores a que no se podrían conseguir el fin que se deseaba por
las grandes distancias que había a las Universidades de Caracas y Santafé y aunque el
Gobernador Intendente de esa Provincia en otra representación de diez y ocho de
Marzo anterior convino en su necesidad, se inclino a que dicho establecimiento fuera
en la Capital de Maracaybo. Remitidas copias de ambas representaciones, y de los
documentos que les acompañaron con carta: veinte y uno de marzo de ochocientos y
uno al Gobernador Capitán General de Caracas con encargos de que tomando
conocimiento del asunto, y los informes que estimare convenientes, formalizando
expediente, y oyendo el Fiscal con precedente, voto consultivo de mi Real Auda.
expusiese lo que se le ofreciera, dirigió en veinte y cuatro de Abril de mil ochocientos
cuatro testimonio del citado expediente. Visto y examinado todo en mi Consejo de las
Indias por lo informado por su Contaduría Principal lo que dijo mi Fiscal, y
habiéndome consultado sobre ello en veinte y quatro de Marzo del corriente año: no
accediendo al establecimiento de Universidad de en esa Ciudad como solicitan en
representación de treinta y uno de Mayo de ochocientos tres ni en Maracaibo, como
propuso el Gobernador Intendente, he resuelto se fomente ese Seminario e inviertan
sus rentas en el aumento de Becas; se provean y doten las Cátedras con profesores
hábiles e idóneos para la enseñanza de sus ciencias, y se pongan bajo el plan y
gobierno conveniente para llenar los fines del Concilio y surtir el Obispado de Curas, y
Ministros Eclesiásticos instruidos, y virtuosos de que carece a cuyo fin os ruego, y
encargo de que acuerdo con ese mi Vice Patrono pongais en buena administración, las
rentas del Colegio, aumenteis el número de becas que permitan para beneficio de los
naturales de esa Diócesis, doteis competentemente las Cátedras que debe haber de
primeras letras, Gramática, Filosofía, Teología Dogmática, y Moral, Escritura y
Disciplina Eclesiástica, de Derecho Civil y Canón proveyendolas en sugtos. Instruidos,
y aptos, para hacer progresar las ciencias, y que formeis las oportunas constituciones,
que no consta haya para el mejor gobierno del Seminario y régimen de estudios,
dándome cuenta de todo con la posible brevedad para mi Rl. aprobación. Con el fin de
remover los
113
inconvenientes de que colegiales, y cursantes de este Seminario tengan que pasar a
recibir los grados en las Universidades de Santafé, y Caracas, se confieran los grados
mayores y menores en Filosofía, Teología, y Canones y no en Derecho civil, teniendo
su valor como si fueran recibidos en las referidas Universidades, precediendo los
cursos correspondientes, y el examen de los Catedráticos del mismo Colegio bajo
nuestra autoridad, y la del Presidente Gobernador y Capitán General de Caracas, con la
asistencia de los sujetos que nombrarán para dichos actos, conforme al método que se
observa al respecto de ellos en Caracas, y últimamente he resuelto que el referido
privilegio, o concesión que he tenido a bien dispensar a ese Colegio para recibir en el
los grados de Teología, y Derecho Canónico no sea extensivo a los estudiantes de
Derecho Civil, u otras facultades, pero he venido en estender a la Universidad de
Santafé, la filiación que una el enumerado Colegio respecto de la de Caracas, y
entendiéndose todo a favor de los colegiales y cursantes de el seminario y no para los
que estudian en los Conventos pues acerca de ellos no versan al concepto, mérito y
circunstancia del Seminario en el cual podrán y deberán cursar los que deseen obtener
los mencionados honores literarios. Lo que os participo para vuestra satisfacción, y
cumplimiento, en inteligencia de que con esta fecha se expidan las correspondientes
Cédulas del Gobernador Capitán General de Caracas y Santafé. Fecha en Aranjuez, a
diez y ocho de junio de mil ochocientos seis.
YO EL REY
Por mandato del rey nuestro Señor.
D. Silvestre Collar
Por parte de vuestro Apoderado se me ha hecho ahora presente haberse perdido
dichas cédulas con motivo de la presente guerra suplicando me digne mandarla
despachar nuevamente. Y vista esta instancia en el referido mi consejo de las Indias he
venido en condescender a ella, y en conseqa quiero, y es mi voluntad que iba inserto.
Fecho e n S. Lorenzo a seis de Octubre de mil ochocientos siete.
YO EL REY Por mandato del rey nuestro
señor. Silvestre Collar
Hay tres rúbricas
Para el Obispo de Mérida de Maracaybo.
Cédula por pérdida la de diez y ocho de junio de mil ochocientos seis,
concediendo facultad al Colegio Seminario de aquella Diócesis para conferir grados en
las referidas facultades, que se expresan y previniéndole forme los estatutos y los
remita para la real aprobación. Es copia de su original. Dr. Talavera. Srio.
140
Ibid., pp. 17-24. Tomo II.
Considerando la Junta como una de sus primeras obligaciones a traer a la juventud
y estimularla al estudio de las ciencias con los honores literarios, ha ampliado el favor
hecho anteriormente por Su Majestad al Colegio Seminario de esta capital, de conferir
grados en Filosofía, Derecho Canónico y Teología, concediendo la gracia de
Universidad con el titulo de Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los
Caballeros, con todos los privilegios de la de Caracas y con la facultad de conferir
todos los grados menores y mayores, en Filosofía, Medicina, Derecho Civil y
Canónico y en Teología, arreglándose por ahora a las Constituciones de Caracas y
teniéndose por incorporados en el gremio y claustro de esta Real Universidad todos los
Doctores, Maestros, Licenciados y Bachilleres de todas las facultades en cualquiera
Universidad de los dominios de España e Indias que residiesen dentro del Obispado de
Mérida el día 23 del corriente en que se hará la publicación esta gracia, con tal que
dentro de seis meses presenten o remitan sus títulos para su incorporación al Rector
superior nato, o al Rector o Vice-Rector y firmado por los incorporados al Claustro
pleno que debe ser de doce, se presentarán a le los títulos de los que quieran
incorporarse. Concede las Juntas que a más de la Cátedras que al presente tiene el
Seminario habiendo fondos suficientes se aumente otro de Filosofía si fuere necesario
y se establezca las de Anatomía y la de Matemáticas, la de Historia Eclesiástica, la de
Concilios, la de Lugares Teológicos y la de Sagrada Escritura; queriendo la misma
Junta ser primer Rector y su Primer Vice-Rector los sujetos que hoy los son del
Colegio Seminario por haber merecido la confianza del Istmo. Prelado Diocesano,
quien sin embargo es y será Rector nato de la referida Universidad, como lo es de su
Colegio que bajo su sombra y por sus cuidados ha llegado al ventajoso en que se halla,
dejandose por lo tanto al referido Istmo. Prelado la intendencia de la dicha
Universidad, como lo ha tenido de los estudios generales y que pueda hacer las
modificaciones y dispensas que halle convenientes; rogándole y encargándole efectuar
la formación de la Constitución conforme esta mandando por su Magestad y las dirija
a la Junta para su aprobación, quedando entre tanto los estudios, su orden y método en
los términos que han estado hasta el día bajo la dirección del Iltmo. Prelado.
Comuníquese este y para que lo haga publicar en los generales, disponiendo según
tenga por conveniente una fiesta de acción de gracias en la Capilla del Colegio y
Universidad, a la que procederá iluminación por la noche que se hará también en toda
la ciudad, avisando el Iltmo. Prelado el Día al Juez Político.
Picón - Dr. Talavera.- Rivas.-Dr. Arias.- Campo.- Uzcategui.- Paredes.- Ortiz.-
Dr. Briceño. Ruiz.- Manzaneda. Aranguren. Vocal Secretario.
AÑO DE 1811.
141
Ibid., pp. 24-42.
COMUNICACION DEL SECRETARIO DE JUNTA SUPERIOR
GUBERNATIVA AL CONTADOR TESORERO DE LA REAL HACIENDA.
En acta de este día ha resuelto la Superior Junta que D. Gabriel Troconis haga
entrega de la hacienda. De las Tapias, al Sugeto que S. S. Yllma. Señalare para que a
nombre del Colegio. La reciba, cuyo acto presenciará, y autorizará Vm., con vista del
inventario por donde recibió el referido D. Gabriel, y formando otro de lo que ahora
entregare, de que se dará un tanto al Colegio., y el original reservara Vm. Para
remitirlo con las diligencias de la entrega a esta Secreta. Lo que de orden de S. E.
comunico para su inteligencia y cumplimiento.
Dios guarde a V m. ms. as.
Mérida Enero 4 de 1811.
B. Jph. Lorenzo Aranguren.
Sor. Contador, tesorero de Rl. Hacienda.
116
promoverán oportunamente el aumento de otras enseñanzas, y que aún se separen
las que van mencionadas con mejor clasificación.
# unico: Los catedráticos de lenguas podrán serlo al mismo
tiempo de otra u otras clases, de geografía, de cronología, de aritmética, de
geometría, y demás de la misma naturaleza, pudiendo también reunirse al principio
dos de las otras enseñanzas bajo un profesor.
Art.35. En cada universidad debe haber una biblioteca pública, un
gabinete de historia natural, un laboratorio químico y jardín botánico con los
asistentes necesarios.
# unico. El Director del gabinete y jardín botánico será
catedrático de botánica y agricultura o de historia natural. El catedrático de
química estará encargado del laboratorio químico. Uno y otro deben colocar las
colecciones y el aparato respectivo.
Art.36. La Escuela y enseñanza que debe haber en cada capital de canton conforme
a lo prevenido en los artículos 28 y 29 se reuniran a las universidades en los
pueblos donde estas se establezcan.
Art.37. Los libros elementales para la enseñanza serán en castellano, exceptuando
solo los de jurisprudencia civil romana o canónica, de sagrada escritura y teología
que serán en lengua latina.
Art.38. Habrá en las Universidades una imprenta para imprimir los libros
elementales y de más uso.
#Único. Mientras se faciliten las imprentas se proporcionará el
surtido de libros necesario para las escuelas, o con fondos de las universidades, o
por medio de suscripciones o de otros arbitrios que faciliten a precios cómodos.
Art.39. Habrá también en las universidades una academia de emulación, cuyo
principal objeto sea el fomento de las bellas letras y ciencias naturales. El plan
sobre establecimientos de escuelas y universidades, expresará lo relativo al número
de los individuos de que deba componerse la academia de emulación, y todo lo que
mira a su arreglo y gobierno.
Art.40. El gobierno promoverá el establecimiento de colegios nacionales y casas de
educación pública, procurando que establezcan por lo menos en las capitales de
provincia, y se multipliquen en los pueblos donde residan las universidades.
1. En estos Colegios o casas de educación podrán enseñarse las lenguas y otros
conocimientos elementales; pero los que aspiran a obtener grados académicos
serán examinados con estricto rigor en estas enseñanzas, si fueren de las
comprendidas en los cursos de las universidades y ganarán en ellas precisamente
los comprendidos en el parágrafo 3º del artículo 33 conforme a lo que prevendrá el
plan de escuelas y arreglo uniforme de la enseñanza.
2. La dirección general, oyendo el informe de los rectores de los colegios por
medio de las subdirecciones, formará el reglamento conveniente para el arreglo
interior y económico de los mismos colegios que abrace los diferentes objetos de la
educación física, moral y social con las modificaciones propias a cada provincia.
La dirección pasará el reglamento al Poder Ejecutivo, para que previo su informe
reciba la probación conveniente.
Art.41. Luego de que estén planteados los establecimientos que habla esta ley, los
seminarios conciliares serán destinados para la educación de los jóvenes
seminaristas bajo la dependencia y dirección de los prelados eclesiásticos, se
enseñaran en estos establecimientos eclesiásticos los conocimientos propios de su
instituto bajo el reglamento que formarán los mismos prelados, y que con previo
informe del Poder Ejecutivo aprobará el Congreso.
1. Los edificios destinados por sus fundadores, o que se destinaren para
seminarios eclesiásticos o conciliares, o los que hubiere aplicado o aplicare el
gobierno para el mismo destinos corresponderán a estos establecimientos, pero sin
perjuicio de trasladarlos a otros, procediendo en este caso los intendentes con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 177 de la constitución, y dando cuenta al Poder
Ejecutivo para su conocimiento.
2. Los seminaristas podrán obtener grados académicos en las
universidades si hubiesen ganado en los mismos seminarios todos los cursos
necesarios para cada respectivo grado, con arreglo al plan para las universidades y
el artículo 41.
3. Los prebendados o canónigos que por razón de su oficio deban dar
lecciones en los seminarios lo verificarán sin excepción alguna.
Dado en Bogotá a 10 de Marzo de 1826, 16.El Presidente del Senado, Luís A.
Baralt. El Presidente de la Cámara de Representantes, Cayetano Arvelo, El
Secretario del Senado, Luís vargas Tejada. El Diputado Secretario de la Misma
Cámara de Representantes Mariano Miño.
119
decretados por el Gobierno. De Colombia. Inmediatamente que se reciba el presente
decreto por el Rectorado del establecimiento, se convocará a todos los universitarios y
se procederá a la instalación de la junta general, y en seguida previa la eyección
correspondiente, entrarán las nuevas corporaciones y empleados a desempeñar las
funciones que les competen, abriendo nuevos libros de actas y procediendo en todo
como en principio de una nueva y diferente organización. – En los citados Estatutos se
acuerdan las adiciones y modificaciones siguientes – 1era. Estando resumida en el
Ministerio del Interior la Dirección y Subdirección de estudios, es al Ministerio que
debe ocurrirse en todos los casos deñ Estatuto que se refieran a la Subdirección. – 2da.
La renta anual de cada catedrático, sera de doscientos y cincuenta pesos. – 3ra. El
administrador asegurará el valor de dos mil pesos en bienes raices, saneadas de su
propiedad o de la de un fiador, otorgando la competente escritura hipotecaria. – 4ta. La
resolución del Poder Ejecutivo, posterior a la formación de dichos estatutos. – 5ta. La
Junta de Gobierno de aquella Universidad promoverá eficazmente y el Gobierno
acordará en su oportunidad la conveniente respecto a la enseñanza de Medicina tan
pronto como se haga efectiva la adquisición de profesor o catedrático de esta facultad.
Lo mismo se practicará en orden a mejorar la enseñanza de la Filosofía,
estableciéndose por separado cátedra de Matemáticas. – Comuníquese la presente
resolución al Rector de la Universidad de Mérida para que se proceda a su
cumplimiento, y póngase en conocimiento de la he. Cámara del Senado en
contestación a su Ofº. De 11 de febrero. Antor”. – en consecuencia, lo trascribo a V. S.
para los fines indicados. – Soy de V, S. muy atento y obediente servidor – J. S.
Rodríguez.”
145
15. CODIGO DE INSTRUCCION PUBLICA DE 20 DE JUNIO DE 1843.
PARTE PRIMERA.
LEY IV
De la organización de las Universidades
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Disposiciones preliminares
§único. – Cuando algún Colegio a juicio del Poder Ejecutivo, previo informe de la
Dirección general de instrucción pública, tenga los medios para erigirse en
Universidad, el Gobierno decretará su erección, uniformándola a las demás de la
República y dará cuenta al Congreso en su próxima reunión.
145
“Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843”, en Op. Cit., pp. 173-191.
120
Art. 2° – Estos Cuerpos se componen de las autoridades que inmediatamente los
gobiernen, de sus Catedráticos, de los Doctores, Maestros y Licenciados de su gremio
y claustro, y de los cursantes.
De las autoridades de las Universidades
Art. 4° – El Rector es el Jefe de la Universidad y sus funciones las que designa la Ley.
§ 1° – Será nombrado por el Cuerpo Electoral cada tres años el día 20 de diciembre en
la capilla o sala de la Universidad. Deberá ser Doctor del gremio o claustro de la
misma.
§ 2° – Verificada la elección por los dos tercios de los votos, si no fuere Catedrático, y
por mayoría absoluta, si lo fuere, se participará al supremo Poder Ejecutivo, a la
Dirección general de instrucción pública, y al Gobernador de la Provincia. El Rector,
cumplido el trienio, puede ser reelecto, y no siéndolo permanecerá en el destino hasta
que se posesione el que lo ha de sustituir
§ 3° – La elección se hará saber al efecto por medio de dos Doctores, su se hallare
presente, o se le comunicará por el Rector si estuviere ausente de la ciudad.
§ 4° – Cuando el nombrado tenga impedimento, o le sobrevinieren a su nombramiento
lo hará presente con los documentos que lo comprueben a la autoridad inmediata para
que lo ponga en conocimiento del Cuerpo Electoral, y resuelva sobre la admisión o
inadmisión del Cuerpo Electoral, y resuelva sobre la admisión o inadmisión de la
renuncia.
El Vicerrector
Art. 8° – No puede acordar que se hagan de los fondos de la Universidad otros gastos
que los prescritos por la Ley, ni dispensar derecho alguno a los que se gradúen.
Art. 9° – Cualquiera erogación ilegal y sin las formalidades prescritas por la Ley, y las
que dictare el Poder Ejecutivo en su reglamento, será reintegrada en la Caja del
Cuerpo por los miembros que hubieren concurrido al acuerdo, excepto los que hayan
salvado su voto.
Del Tribunal académico
2ª Oír los recursos de apelación de las providencias del Rector en sólo los negocios
contenciosos y puramente académico entre catedráticos, Doctores, Maestros,
Licenciados y Cursantes. En esta Segunda Instancia se omitirán presentaciones por
escrito y sólo se hará uso de nuevos documentos y de informes verbales. De la
resolución de esta Sala, bien conforme o revoque, no habrá recurso alguno.
Art. 13 – Todo acto de jurisdicción académica que se refiera a las dos clases de
negocios determinados en el precedente artículo, es nulo y de ningún valor.
Art. 17 – las funciones del Cuerpo Electoral son: elegir en cada trienio o antes si
hubiese vacante, el Rector, el Vicerrector, los miembros del Tribunal Académico y de
la Junta gubernativa de la Universidad.
Art. 21 – Reunido el Cuerpo Electoral será instalado y presidido por el decano o el que
le subrogue, quien del seno del Cuerpo nombrará el Secretario y dos Escrutadores, y
después se procederá a la elección.
De las Facultades
Art. 23 – Estas cinco Facultades aunque forman diferente secciones para celebrar sus
ejercicios, asociadas se reducen a cuatro partes de la Universidad, uniéndose los
miembros de la de Humanidades a los de Ciencias Filosóficas con el objeto de
nombrar
Representantes en el Cuerpo Electoral; esto es, la primera de Ciencias Eclesiásticas, la
segunda de Jurisprudencia Civil, la tercera de Medicina e Historia Natural, y la cuarta
de Ciencias Filosóficas, Matemática y Humanidades.
Art. 24 – Los miembros de cada una de estas cuatros partes se reunirán por separado
con el objeto de elegir de su seno un Presidente, un Vicepresidente que le sustituya en
sus faltas y un Secretario, todos por tres años a pluralidad y relativa y reelegible para
que dirijan los actos y ejercicios científicos y literarios de la Facultad.
Ley V
El Senado y Cámara de Representante de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
De las penas
Art. 7° – Los Catedráticos por faltas leves serán reconvenidos y amonestados por el
Rector, Vicerrector o Junta Gubernativa, y aun por vía correccional, multados en casi
de reincidencia hasta la cantidad de diez pesos. Las multas mayores y las penas de
suspensión y destitución les serán impuestas sólo en virtud de previo juicio del
Tribunal académico. También incurrirán en la pena de suspensión y destitución por
crímenes comunes, con arreglo al artículo 1° de esta Ley.
Art. 8° – Las faltas de asistencia personal a la cátedra que reunidas lleguen a treinta en
el año académico, sin que sea por impedimento físico u otra causa legítima informada
previamente, y aprobada por el Rector y Junta Gubernativa, serán castigadas con la
destitución.
Art. 10 – A los veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin interrupción que
cause vacante, los Catedráticos obtendrán su jubilación, con el goce de toda su renta,
debiéndose comenzar a contar dicho término desde el día en que hayan tomado
posesión de sus cátedras en propiedad.
§ único – Todas las cátedras de latinidad se reputan como una misma en el cómputo
del tiempo necesario para la jubilación.
Art. 11 – El que haya servido de en diferentes cátedras por veinte años aunque parte de
este tiempo lo hayan servido por substitución, con tal que ésta haya sido ordenada por
la Junta Gubernativa, tendrá derecho al goce de la mitad de su renta, aun cuando cese
en su servicio: si tuviere veinticinco, al de las dos terceras partes, y si tuviere treinta al
de toda ella; y en los dos primeros casos al título de catedrático Benemérito, y en el
tercero a la jubilación.
§ único – Un mismo Catedrático no podrá gozar a un mismo tiempo de las dos rentas
de Catedrático Benemérito y jubilado; cesará la correspondiente al primer título,
cuando entre en el goce de la segunda.
Art. 12 – El Catedrático que mientras esté enseñando componga y publique una obra
elemental aprobada por la Dirección General de Instrucción Pública, previos los
informes de la Facultad respectiva, y de la Junta Gubernativa, ganará para el efecto de
su jubilación o declaración de Benemérito el tiempo que la Dirección gradúe, según el
mérito de la obra, con advertencia de que no podrá exceder de cuatro años. el que en
los mismos términos haga y publique la traducción de una obra clásica para uso de la
Universidad, según la extensión y mérito de la traducción de una obra clásica para uso
de la Universidad, según la extensión y mérito de la traducción, a juicio de las
susodichas autoridades, ganará respecto de las obras científicas hasta dos años, y
respecto de los clásicos mayores griegos y latinos, hasta cuatro, según la parte que de
ellos se traduzca, y el mérito de la traducción, cuyos grados no pueden ser
determinados sino en cada caso por las autoridades mencionadas.
§ 1° – Se entiende por composición de una obra elemental, el extracto de las doctrinas
de otros autores en la materia, o la formación con ellas y la adición de las propias
ideas, o si éstas, de un compendio de las ciencias al nivel de las luces del día.
§ 2° – Se llaman clásicas para los efectos de esta Ley las obras científicas acreditadas
como libros de texto en las escuelas generales de Europa y otros países ilustrados, y
las obras de los historiadores, oradores y poetas griegos y latinos, recibidos como tales
en la literatura.
§ 3° – Si se probare que la obra compuesta o traducida perteneciere a toda o casi toda a
otro autor, no producirá en el primer caso los efectos de este artículo, y en el segundo
los producirá según el trabajo de la adición y mérito de la composición.
§ 4° – No se consideran como obras que den derecho a ganar tiempo para la jubilación
la composición o traducción de un escrito o memoria de poca extensión en materias
científicas, ni la traducción de pequeños trozos de los clásicos griegos o latinos de
poco mérito, según el juicio de la Facultad y Junta Gubernativa y decisión de la
Dirección.
§ 5° – Aunque alguno componga o traduzca más de una obra, nunca podrá ganar para
la jubilación más de cuatro años.
Art. 13 – por el tenor de estos tres artículos antecedentes, será también computado el
tiempo de los actuales Catedráticos para obtener el título de jubilado o el de
Benemérito, y la renta que a cada uno de éstos corresponde.
Art. 15 – No podrá haber a un tiempo más que un Catedrático jubilado en una misma
clase.
Art. 18 – Los catedráticos que hayan sido de un mérito eminente, a juicio de la Junta
Gubernativa y de la Facultad reunidas, declarado por mayoría absoluta, recibirán
después de su muerte los honores que ellas decreten, bien sea un elogio fúnebre, una
inscripción u otro monumento que perpetué su memoria.
33°. Ley VI
Art. 7° – En siete cátedras distintas y en curso regulares bienales, serán enseñadas las
materias comprendidas en los siete números del artículo antecedente.
Art. 8° – Las ciencias matemáticas, físicas y metafísicas abrazan las que deben ser
enseñadas en el trienio filosófico, y las que se refieren a los tres bienios de la academia
de matemáticas a saber: primero, las matemáticas elementales en sus partes de
aritmética, álgebra y geometría, trigonometría plana y esférica, y topografía; segundo,
la geometría y cronología; tercero, la filosofía intelectual o lógica, la gramática general
y la metafísica, en la parte de etimología; tercero, la filosofía intelectual o lógica, la
gramática general y la metafísica, en la parte de ontología psicología, teología natural
y filosofía moral; cuarto, la física experimental, incluyendo los elementos de
astronomía; quinto, la geometría analítica y descriptiva, y el cálculo diferencial e
integral; y sexto, la aplicación de las matemáticas a las diferentes partes de la
mecánica, a la construcción civil, y a los diferentes ramos del arte militar.
Art. 9° – Las materias del artículo anterior serán enseñadas en cuatro cátedras
diferentes. Una por un trienio para las comprendidas en los números primero y
segundo, empleando en la enseñanza del número primero los dos primeros años, en la
del segundo, el tercer año. Otra también por un trienio para las comprendidas en los
números tercero y cuarto; a saber: las del número tercero en el primer año, y las del
cuarto en el segundo y tercero. Otra por un bienio para las materias del número quinto;
y la otra clase por otro bienio para las del número sexto.
§ 1° – En cada tercer año del indicado trienio filosófico, cada uno de los primeros
Catedráticos duplicará su asistencia en diferentes partes del día, enseñando el de
matemáticas elementales el primer año de esta ciencia al nuevo curso, y el otro
Catedrático por asistencia igualmente diversa enseñará las materias del número al
expresado nuevo curso.
§ 2° – Las clases del trienio filosófico comprendidas en los números primero, segundo,
tercero y cuarto, son las únicas obligatorias para recibir el grado de Bachiller en
filosofía.
§ 3° – Habrá una clase de dibujo obligatoria al menos por un año para los cursos de
ciencias filosóficas y médicas que quieran obtener el grado mayor de estas facultades,
y para los que hayan de recibirse de Agrimensores.
Art. 10 – Para las clases de ciencias naturales y físicas descriptivas, esto es: la
anatomía, la química, la botánica, y otros ramos de la historia natural médica, y la
física experimental; habrá además los Catedráticos un preparador, puesto y removible
por el respectivo Catedrático con acuerdo y por autoridad del Rector.
Art. 12 – Para la enseñanza de las materias del artículo precedente, habrá las cátedras
que establezca el Poder Ejecutivo con informe de la Junta de Gobierno y aprobación
de la Dirección General, bien continuando el orden que se halla actualmente
establecido, o bien haciéndose en él las alteraciones que se juzguen conveniente.
De los cursos de estudios, horas de clases y duración de cursos.
Art. 13 – El año escolar principia el día 1° de setiembre de cada año para todas las
cátedras y dura hasta el 10 de julio o agosto en que después del examen de cada clase,
se pone en vacante.
Art. 14 – El tiempo de clase será en cada día de una hora para las cátedras de ciencias
eclesiásticas, políticas y médicas; y de hora y media para las filosóficas, dibujo y los
ramos de filología o humanidades.
Art. 15 – Los cursos de ciencias filosóficas durarán un trienio para obtener el grado de
Bachiller y cursa las otras clases de ciencias mayores y dos trienios para recibir el
grado de Doctor en ellas. En el primer año del primer trienio se enseñará la filosofía
intelectual, gramática general, metafísica y filosofía moral, y la parte de matemática
elementales que pueda darse en este tiempo; en el segundo año la parte de física
experimental que en él pueda enseñarse, y se completará el curos de matemáticas
elementales; en el tercero se completará el curso de física experimental y se enseñará
los elementos de geometría y cronología, todo con arreglo al artículo 9° y sus
parágrafos. El
segundo trienio comprenderá las materias del número 5° del artículo 8°, y el primer
año del trienio del número 6° del mismo artículo comprensivo de la aplicación de las
matemáticas a las diferentes partes de la mecánica y a la construcción civil.
§ único – Al fin de cada año se hará el examen de que habla el artículo 13.
Art. 16 – Los alumnos de la Academia Militar seguirán además del primer bienio de
matemática y el curso de geografía y cronología, un segundo bienio de matemáticas en
sus partes de geometría analítica y descriptiva y cálculo diferencial e integral; y en
otro tercer bienio un curso de aplicación de las matemáticas a la mecánica, a la
construcción civil y a los diversos ramos del arte militar; todo conforme al artículo 9°
y su tercer parágrafo. Además serán instruidos en la táctica de las diferentes armas,
conforme al reglamento especial de la Academia Militar.
Art. 17 – Los que quieran optar al grado de licenciado o Doctor en ciencias filosóficas
y quedar de esta manera calificados para ser Ingenieros Civiles, deberán seguir los dos
trienios que prescribe el artículo 15.
Art. 18 – Los cursos de ciencias médicas durarán seis años; los alumnos cursarán en el
primer bienio anatomía general y descriptiva, y fisiología e higiene privada y pública;
en el segundo la semiología general y medicina práctica, la cirugía y partos; y en el
tercero, la medicina legal, terapéutica y materia médica, la química médica y farmacia,
y la botánica y demás ramos de la historia natural médica
§ 1° – En cualquiera de los dos últimos bienios de los estudios médicos, los cursantes
deben asistir a la práctica médico- quirúrgica en los hospitales a lo menos por dos
años, y probar esta asistencia con una certificación de los Médicos empleados en los
establecimientos. Si éstos no existieren deberán comprobar los dos años de clínica en
la práctica particular, por los atestados de los profesores con quienes la sigan.
§ 2° – El orden clásico para cursar las materias conforme a este artículo, podrá
alterarse por el Gobierno, cuando haya grave motivo, según los informes de la Junta de
Gobierno y de la dirección de estudios.
Art. 19 – Los cursos de ciencias políticas durarán seis años: los alumnos seguirán en el
primer bienio las materias comprendidas en el número primero del artículo 4°, y el
bienio de apología de la religión, lugares teológicos e historia eclesiástica; en el
segundo bienio, las materias del número segundo del mismo artículo 4°, y las del
bienio que enseña el catedrático de cánones; y en el tercer bienio las de los números 3°
y 4° de dicho artículo.
§ único – En cualquiera de los dos últimos bienios los estudiantes de derecho deberán
cursar el año de medicina legal cuando el profesor de esta clase y la de terapéutica se
ocupe de la primera materia.
Ley VII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Artículo 1° – Todo cursante, o el que haya de ganar concurso en las cuatro facultades
científicas y en las letras deberán ser matriculados
Art. 3° – Se anunciará la matrícula para inscribirse los que hayan de seguir los cursos
de estudios de la Universidad desde el día 1° de agosto de cada año por edicto del
Rector, refrendado por el Secretario y fijado en las puertas de la Universidad. Los
alumnos que quieran matricularse para seguir cualquiera clase deberán principiar su
asistencia a la clase respectiva el día 1° de setiembre siguiente y matricularse en todo
el mismo mes ante el Secretario, quien asentará el nombre de cada cursante en su libro
de matrícula. Por justa causa comprobada ante el Rector podrá algunos matricularse
hasta el último de octubre; más deberán reponer el tiempo que hayan faltado a los
cursos con un examen de las materias leídas durante su ausencia, el cual deberán
desempeñar dentro de los dos meses siguientes a satisfacción del Catedrático. Este
examen será a satisfacción del Catedrático. Este examen será certificado por el
Catedrático, con cuyo documento el Rector mandará que se le matricule, como si
hubiese entrado en el principio del curso. Así son y se llaman cursantes los que
habiéndose matriculado en la Universidad ganen cursos literarios bajo la enseñanza de
un Catedrático.
Art. 4° – Para cursar una clase superior es indispensable haber obtenido aprobación en
la anterior.
Art. 5° –Para entrar como cursante en las clases de las ciencias filosóficas, debe
preceder examen y aprobación en la gramática castellana, en la latina y en los
elementos de la versificación y retórica, aplicados a la lengua castellana.
Art. 6° – El que haya aprendido las materias que se designan en el artículo anterior,
fuera de las Universidades y quiera ganar los cursos de las ciencias filosóficas, sufrirá
el examen prevenido en dicho artículo.
Artículo 7° – Para ganar los cursos escolares el cursante debe asistir puntualmente
todos los días de estudio a su clase, y cumplir sus deberes de aprender las lecciones, y
examinarse de ellas y de las materias que los Catedráticos señalen para los repasos
semanales, mensuales de otros periodos, que en provecho de sus alumnos tengan a
bien establecer.
§ 1° – Las faltas inculpables de los cursantes de filosofía y facultades mayores por
enfermedad u otro motivo justo, siempre que puedan suplirse con la aplicación y
buena conducta del discípulo, se le pasarán como si hubiesen cursado; lo que se deja a
la discreción prudente de la Junta gubernativa, que resolverá en cada caso según las
circunstancias, con tal que dichas faltas no pasen de sesenta en todo un bienio, o de
ochenta en todo el trienio filosófico.
§ 2°– Los cursantes de ciencias mayores que sin impedimento calificado hayan faltado
a sus clases un número de veces que no exceda al fijado en el parágrafo anterior,
aunque a juicio de la Junta Gubernativa puedan ganar el curso de sus estudios, si ésta
lo determinaré, deberán compurgar, antes de ser admitidos al inmediato grado, el total
de faltas, o con igual asistencia, o con otros actos escolares al arbitrio de la misma
Junta.
Art. 8° – Al fin de cada año académico habrá exámenes públicos de todos los
cursantes, por orden de facultades y sobre todas las materias que se hayan enseñando
en cada clase; debiendo empezar los exámenes en la primera semana de julio y
concluir en los doce primeros días del mes de agosto.
Art. 9° – Los alumnos que fueren aprobados ganarán el año académico; los reprobados
volverán a estudiar la misma materia en que lo hayan sido, sin perjuicio de sus deberes
en las clases que cursen; y presentados a nuevo examen con la aprobación ganarán el
dicho año.
Art. 10 – Para cursar las ciencias eclesiásticas, políticas y médicas el alumno deberá
haber sido examinado y aprobado en todas las materias del primer trienio filosófico en
el examen prescrito para el grado de Bachiller; hay o no recibido éste, acreditando la
aprobación en dicho examen con el título de Bachiller; y no habiendo obtenido este
grado, con la certificación del Secretario.
§ único – Para optar a los grados mayores, o de Doctor en cualquiera ciencia, los
alumnos deberán acreditar con certificaciones de solo los Catedráticos de los idiomas
vivos que se enseñasen en la Universidad que tienen en uno de ellos, por lo menos, la
capacidad necesaria elemental, como base de mayor perfección. Este estudio puede ser
hecho en las clases respectivas, o fuera de ellas.
Ley VIII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Artículo 1° – Las Universidades por medio de sus Rectores, son las únicas autoridades
literarias que confiere grados académicos de Bachilleres, Licenciados y Doctores, a los
que habiendo ganado los cursos necesarios den una prueba pública y cierta de la
aptitud que cada grado exige. Estos grados habilitan para diferentes efectos civiles y
eclesiásticos.
§ único – Los Colegios Nacionales pueden también conferir grados de Bachiller en las
ciencias filosóficas, siempre que sus alumnos hayan cumplido con los requisitos de
matrícula, cursos de estudios, materias de éstos, tiempo de su duración y exámenes
anuales; y sufrieren el examen del grado de Bachiller por el mismo número de
examinadores, y con las propias formalidades que en las Universidades.
Art. 5° – El examen para grado de Bachiller durará tres horas distribuidas así: un
cuarto de hora de oración, acerca de una cuestión sorteada, tres cuartos de hora de
reflexiones o preguntas acerca de una cuestión también sorteadas, haciéndose este
sorteo en ambos casos veinticuatro horas antes; y dos horas de examen por preguntas,
acerca de la materia del primer trienio filosofía, conforme al artículo 15 de la Ley VI,
hechas por sus respectivos Catedráticos. La aprobación o reprobación será por
votación secreta, y a pluralidad absoluta. En los Colegios harán las preguntas los dos
Catedráticos y los dos examinadores más antiguos.
Art. 9° – Para solicitar ante el Rector los grados menores y mayores que se hayan de
obtener después del de Bachiller en filosofía son indispensables los requisitos
siguientes:
§ 1° – Respecto de los de Bachiller en teología, jurisprudencia civil o canónica y
medicina, acompañar el título de Bachiller en filosofía con calidad de devolución, y
además las certificaciones anuales de los catedráticos respectivos, probando que el
aspirante ha cumplido como cursante en los cuatro años respectivos; la certificación de
exámenes y aprobaciones anuales dada por el Secretario, y el informe del Vicerrector
que dispone el artículo 3°.
§ 2° – Respecto de los grados de Licenciado o Doctor en ciencias filosóficas,
acompañar el título de Bachiller en estas ciencias, y además probar con las
certificaciones anuales de los respectivos catedráticos, que se han cursado las materias
del segundo trienio filosófico mandado por el artículo 15 de la Ley VI, acreditando
también de aquí en adelante los exámenes y aprobaciones anuales, y presentando el
informe susodicho del Vicerrector.
§ 3° – Por lo que hace a los grados de Licenciados o Doctor en jurisprudencia civil y
medicina es indispensable presentar el título del grado anterior en la misma ciencia, y
comprobar los dos últimos años de estudio y exámenes anuales con las mismas
certificaciones antedichas de los respectivos catedráticos y del Secretario, y con el
informe del Vicerrector.
§ 4° – No cursando los estudiantes en teología y jurisprudencia canónica más que
cuatro años de clase, para optar al grado de Licenciado o Doctor en estas ciencias
deberán presentar el título del grado menor en ellas y además proar con certificaciones
de los respectivos Catedráticos de todas las clases de estas ciencias, que han asistido y
tomado parte en los repasos semanales que cada clase debe dar en los días y términos
establecidos por el reglamento económicos que para cada clase establezcan los
Catedráticos con acuerdo de la Junta Gubernativa de la Universidad.
Art. 10 – El examen para grado de Licenciado o Doctor será hecho por siete
examinadores y durará cuatro horas de la manera siguiente: media hora de oración
contraída precisamente a una cuestión que por suerte se le haya dado veinticuatro
horas antes; una hora de preguntas hechas por dos examinadores sobre dos cuestiones
también sorteadas con la misma anticipación; y dos horas y medias de preguntas sobre
las materias de los tres bienios por los otros cinco examinadores. La aprobación o
reprobación será en todo como en los grados de Bachiller.
Art. 11° – Los que se hayan de graduar de Licenciados o Doctor en medicina sufrirán
en el día siguiente de este primer examen, otro de hora y media de química, y en
botánica y demás ramos de la historia natural médica, cuya enseñanza estuvieres
establecida, o en materia médica, mientras esta última clase no existía.
Al Rector…..........................................................................10
Al Secretario por asistencia y gastos de Secretaría y título…
10 Al maestro de ceremonias….............................................4
A cada bedel, 2 peso a cada uno............................................4
Derechos de caja....................................................................172
200
§ único – La práctica de refresco y otros actos de celebridad pública, en la colación
pública, en la colación de grados mayores, términos de cursos filosóficos, y cualquiera
otro acto literario queda suprimida.
Art. 23 – Los estudiantes pobres que de ningún modo pueda satisfacer las cantidades
expresadas y que lo hayan expresado con documentos fehacientes a juicio de la Junta
de Gobierno, deberán ser admitidos a los grados de Bachiller o Licenciado sin pagar
nada; pero nunca se graduarán de balde más de dos por cada diez que obtengan los
grados académicos, ni se extenderá esta gracia al grado de Doctor, pues sólo podrán
recibirlo aquellos que contribuyan con la cantidad designada. Se conserva no obstante
la gracia de las dos borlas de que gozan los colegiales del Seminario de Caracas. En
los Colegios la calificación de las personas que opten a grado de balde, se hará por la
misma junta que hace la de los documentos necesarios para obtener el grado.
§ único – Cuando el Rector conozca por el libro de los grados, que ha llegado el caso
de conferir gratuitamente uno o más conforme a este artículo, mandará al Secretario
que lo avise por un edicto fijado en la puerta de la Universidad. Los cursantes que
hayan concluido sus cursos y estén en aptitud de recibir los grados de Bachiller o
Licenciado, los optarán ante la Junta Gubernativa con documentos fehacientes:
1° De pobreza notoria.
2° De aplicación e instrucción, y
3° De buena conducta; sirviendo para estas dos últimas calificaciones las
certificaciones anuales de sus respectivos Catedráticos, las notas de éstos en los
estados trimestres que se pasen al Vicerrector, y el libro de exámenes anuales u lleva
el Secretario.
Art. 24 – El Secretario tendrá además de los derechos que se le han asignado por la
colación de grados, los siguientes:
1° Por presentación de cursos ganados en otras Universidades, para graduarse o
incorporarse en éstas, tres pesos.
2° Por la presentación a cátedra y la instrucción del expediente de méritos, pagará cada
opositor, tres pesos
3° Por el título de Catedrático, diez pesos.
4° Por el título despachado al nuevo Secretario que se elija, o el Administrador, diez
pesos.
5° Por el catedrático jubilado, diez pesos.
6° Por cada edicto de oposición de grado o incorporación, un peso.
7° Por las certificaciones y testimonios, ocho reales por la primera foja y dos reales por
cada una de las demás.
8° Por los expedientes contenciones, seis pesos, que pagará el que resultare condenado,
y si pasare de cuarenta folios, un real más por cada folio.
Art. 25 – Además pagará para la caja de la Universidad en razón de cada expediente
contencioso, doce pesos el que resultare condenado.
Dado en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.
Ley IX.
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
VI.
2° El sueldo de quinientos pesos al Vicerrector en calidad de indemnización por su
asistencia frecuente a la Universidad, además de los emolumentos que tocan al
rectorado cuando desempeñe estas funciones.
3° Las dietas de cinco pesos que tendrá cada Juez del Tribunal académico por cada
sesión en que juzguen y decidan un negocio.
4° La gratificación de diez pesos mensuales que tendrán los preparadores de las clases
de ciencias experimentales y demostrativas conforme al artículo 10 de la Ley VI. Para
esto el profesor de la respectiva clase dará al preparador una boleta que exprese haber
habido trabajos en el mes o en parte de él para devengar el todo o la mitad, o cuarta
parte. En virtud de esta boleta con el visto bueno del Rector, el Administrador abonará
la suma, de que aquel documento será el comprobante.
5° El gasto de los artículos necesarios para los trabajos de preparaciones en cualquiera
de estas clases, que abonará el Administrador en virtud de la orden de la Junta
Gubernativa y a petición por escrito y firmada del respectivo profesor.
6° Doscientos cincuenta pesos anuales para los gastos de Secretaría.
7° Veinticinco pesos de gratificación anual al maestro de
ceremonias. 8° Trescientos pesos anuales a cada uno de los bedeles.
9° Ciento veinte pesos anuales al sirviente.
10. Cincuenta pesos, cuatro reales y medio para la fiesta de los patrones.
11. Setenta y cinco pesos, cuatro reales para el aniversario de los universitarios difuntos.
12. Los gastos de Administración a razón de cinco por ciento de todo lo que entrare en
las cajas; el siete y medio o diez por ciento de las rentas y deudas litigiosas o
descubiertas según el artículo 3° de la Ley X, y el uno por ciento que al Secretario toca
como interventor de todo aquello de que el Administrador cobre el cinco por ciento.
13. La cantidad de dos mil pesos que la Universidad contribuirá al Colegio de niñas
educandas.
14. La suma necesaria para premios, siendo ésta para cada clase de filosofía y demás
ciencias, de veinticinco a treinta pesos, y para los idiomas, de doce a quince pesos.
15. La suma de doscientos pesos anuales para ir formando la Biblioteca de la
Universidad.
Art. 6° – Ni el Rector ni la Junta gubernativa pueden disponer otros gastos que los
prescritos por esta Ley, ni en otra forma que la en ella prevenida. Toda infracción en
cualesquiera de estos respectos hace responsables por la cantidad dispuesta al Rector y
vocales que hubiesen votado si gasto, y cuyo abono al Gobierno con informe de la
Dirección de Instrucción Pública, hará reintegrar en la caja del cuerpo.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, veinte de junio de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. – El Secretario de Estado en los Despachos del
Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.
Ley X
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Art. 2° – Los recibidos que diere el Administrador por cantidad que recaudé, serán
firmados igualmente por el Secretario de la Universidad y sin este requisito no tendrán
valor alguno.
Art.5° – El Administrador está obligado a presentar en los ocho último días del mes de
setiembre de cada año, la cuenta anual comprobada que haya llevado desde el 1° de
setiembre hasta 31 de agosto, acompañando el cuadro de los censos corrientes y sus
créditos cobrados y por cobrar, con los motivos de no haberlo sido; otro de los censos
litigiosos y su estado; el de las escrituras de los censos corrientes, y el estado de las
entradas y egresos por cualquiera respecto en el año económico fijado. Por lo mero
hecho de no hacerlo así, se considerará vacante su destino y se procederá a proveerlo
en otra persona, y se le obligará ante los Tribunales a presentar la cuenta en los
términos provenidos y a sujetarse a las consecuencias.
§ 1° – Los Tribunales de Justicia deberán precisamente emplear el apremio de prisión
contra el Administrador cuando éste rehusé, o presentar la cuenta en el término
prefijado, o recibir los reparos, o devolverla con su contestación a éstos dentro de
quince días de habérsele pasado, siendo para tal efecto suficiente documento una copia
autentica del acuerdo de la Junta gubernativa en que se haga una narración suscinta del
caso.
§ 2° – El día 1° de cada mes se hará un tanteo de la caja de la Administración por el
Rector, un miembro de la Junta gubernativa que ésta designará y el Secretario, cuya
diligencia que será firmada por todos juntos con el Administrador, se estampará en un
libro expresándose la entrada y salida del mes anterior, y la existencia o déficit que
resulte, de cuya diligencia se pasará por el Rector una copia a la Dirección General.
Este tanteo podrá efectuarse además en cualquier día en que el Rector lo estime
conveniente.
De las relaciones que las Universidades conservan con las autoridades de la República
y con los otros establecimientos de educación.
Art. 2° – La Dirección de estudios, además de los actos que ejerce en virtud de la Ley
puede con consentimiento del Gobierno, suspender y aun deponer a los Catedráticos,
cuando el Tribunal académico por término del juicio que haya abierto, opine por la
suspensión o deposición, y haya mérito por ello.
Art. 3° – Para que los alumnos de los Colegios Nacionales, que prefieran pasarse a las
Universidades a examinarse, y aun a recibir el grado de Bachiller en ciencias
filosóficas, puedan hacerlo, los Rectores de los Colegios Nacionales enviarán
anualmente la matrícula de los alumnos cursantes de sus colegios con especificaciones
de la clase que cada uno cursa; y los alumnos que se presenten a examinarse y recibir
el grado, deberán producir los mismos documentos que ordena el artículo 3°de la Ley
VIII.
Art. 4° – Los que estudiaren gramática castellana y latina y los ramos de las Ciencias
Filosóficas en los Colegios y casas particulares de educación, serán examinados en
dichas ciencias y graduados de Bachilleres en las Universidades, siempre que en el
establecimiento a que pertenezcan hayan cursado las mismas materias asignadas a los
Colegios Nacionales por el mismo tiempo, y si presentan los comprobantes que
generalmente se exigen por el artículo 3° de la Ley VIII y tienen la actitud necesaria.
§ único – Los comprobantes de los números 2° y 3° del artículo 3° de la precitada Ley
VIII, relativos a los exámenes anuales, e informes del Vicerrector en las Universidades
y Colegios, sobre calificaciones de los alumnos, serán suplidos con la certificación
sobre estos mismos puntos, dada por el Director del Establecimiento particular de
educación y por respectivos catedráticos.
Art. 5° – En caso que se trasladen las clases científicas de la Universidad a otro local
que el que actualmente ocupan, las clases de lengua latina y castellana y ciencias
filosóficas y eclesiásticas quedarán en el actual edificio del seminario, formando su
régimen escolar, como ahora, una parte del establecimiento de las Universidades,
pagadas de sus mismas cajas, sometidas en todo a las autoridades de este cuerpo y
uniformadas con las cátedras de la Universidad
Art. 6° – El régimen interino o doméstico del seminario, queda como actualmente está,
sometido al ordinario eclesiástico, sin intervención alguna en el régimen escolar.
§ 1° – Cuando los colegiales quieran cursar las clases que estén en el otro local los
superiores del Seminario no impedirán que salgan a ellas a cursarlas, siempre que sea
conciliable con los estatutos del Seminario.
§ 2° – Para obviar cualquier obstáculo en este punto se pondrán de acuerdo el Rector
del Seminario y la Junta Gubernativa de la Universidad.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.
Ley XII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Disposición transitoria.
Art. 2° – Quedando, abolida desde la publicación de este Código la colación del grado
de maestro en Filosofía y sustituido en su lugar el de Doctor en Ciencias Filosóficas,
debe entenderla que los actuales maestros conservan sus títulos, sus honores y asiento
en la Universidad, después de los Doctores ante de los Licenciados en los casos
universitarios; visten en cuerpo el mismo traje que los Doctores y Licenciados y
tendrán los mismos honores fúnebres.
Art. 3° – Los actuales maestros en Filosofía que quisieren permutar este título por el
de Doctor en Ciencias Filosóficas, deberán acreditar haber aprendido las materias del
segundo trienio filosófico en la Academia de Matemática, conforme a los artículos 15
y 17 de la Ley VI y ser examinados y aprobados en las mismas materias.
Art. 4° – El examen de estas materias será hecho previas las formalidades del
parágrafo 2° del artículo 9° de la Ley VIII y la presentación del título de maestro, por
el Director de la Academia de Matemáticas, acompañado de otros cuatro Jueces
elegidos por la Junta Gubernativa, y presidido por el Rector con asistencia del
Secretario. Durará una hora, en cuyo tiempo preguntará aquel Profesor. El fallo de
aprobación o reprobación se dará por los cinco Jueces a pluralidad absoluta.
Art. 7° – Los derechos de esta sustitución del grado de maestro por el Doctor en
Ciencias Filosóficas, serán solamente las propinas de cuatro pesos el Director, dos
pesos a cada Juez, o cuatro pesos cuando sean examinadores graduados, la de cuatro al
Rector y seis al Secretario por diligencias, asistencia al examen y título. A las cajas se
abonará sesenta pesos por esta sustitución de grado.
Art. 8° – El catedrático que actualmente regenta una clase cuyos ramos de enseñanza
quedan por esta Ley divididos en dos cátedras, tendrá opción para escoger de ésta la
que más le convenga. Y aquellos cuya clase se suprima, escogerán entre las vacantes
de la misma ciencia, la que más analogía tenga con la que desempeñaban. Tanto los
primeros como los segundos tendrán en propiedad las nuevas cátedras sin necesidad de
concurso. Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. –
14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.
Ley XIII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Caracas Mayo 8 de 1847, 18º y 37º- Ejecutese.- José Tadeo Monagas.- Por S.
E. el P. de la Rº.- El sº interino de Eº en los DD. De lo I. y Jº Rafael Acevedo.
146
“Decreto de 8 de mayo de 1847 autorizando a la facultad médica para expedir titulo de
profesor de cirugía al señor Pedro tomas Siso”, en Ibid., p. 49.
17. LA RESOLUCION DEL CONGRESO DE 27 DE ENERO DE 1848.147
147
“Resolución de 27 de Enero de 1848”, en Ibid., p. 405.
148
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp. 476-477.
19. LA COMUNICACIÓN DEL SECRETARIO DE ESTADO EN LOS
DESPACHOS DEL INTERIOR Y JUSTICIA PARA EL ILUSTRISIMO
SEÑOR OBISPO DE MERIDA. 4 de febrero de 1848.
149
Ibid., pp. 477-479.
21. SE LIBRA UNA ORDEN DE ARRESTO EN CONTRA DEL DR. PEDRO
JUAN ARELLANO. (26 de febrero de 1848).150
“Secretaria del Ynterior.- Sección 2ª.- Febrero 26 de 1848. Rest.- Digase al Sr.
Gobernador dela Provincia de Mérida.- Por comunicación del Exmº Sr. Presidente de
la hone. Cámara de representantes fha. 23 de los corrientes esta instruido el P.
Ejecutivo que el he. Representante por esa provincia Pedro Juan Arellano, se ausentó
sin permiso de dicha Cámara desde el 26 del mes anterior y por varios informes que ha
recibido que se embarco por la Guayra para Maracaybo que contribuyo en aquella
ciudad a su alzamiento con sus referencias y opinión y por último que salió oculto para
esa habiendo pasado por Valera esparciendo varias noticias contrarias a la tranquilidad
pea.- en consecuencia el P. Ejecutivo me manda decir a VS que dicte las ordenes mas
eficaces para que dicho Sr. Arellano sea apreendido y lo remita inmediatamente a esta
Capital con toda seguridad para ser interrogado en uso de la facultad 3ª del art. 118. De
la constitución de que se halla investido.- El Gobernador espera que V.S. dará pronto y
puntual cumplimiento a esta disposición que interesa a la conservación del orden y
tranquilidad pea. Soy Por S. E – Rúbrica”.
150
Ibid., pp. 482-483.
151
Ibid., pp. 483-485.
personales, con anhelo decidido de sobreponerme a la influencia de pasiones vulgares,
y dirigido por una sana intención no temais que el ejercicio de mi autoridad se torne en
instrumento innoble de venganzas y de persecuciones. Escuchemos las tocantes
impresiones de la concordia y unión pues sólo de este modo se podrán restañara las
profundas heridas de la patria, restablecer el imperio legal y detener el desborde de los
diques que moderan y reprimen los desmanes políticos. Confiad en que Su Excelencia
el Poder Ejecutivo usará de una conducta magnánima é indulgente con respecto á los
pueblos que se han extraviado del carril constitucional; pero contad también con que
adoptará providencias enérgicas para preservar la República de nuevos escándalos y
turbaciones; pues los Gobiernos de principios y de leyes en tiempos de emergencias
serias sólo pueden llenar su misión, empleando los medios que aconseja la sana
política y que aplaude la filosofía del siglo. Os prometo que respetaré vuestras
garantías sociales, que acogeré las inspiraciones de la opinión imparcial y que
emplearé cuantos lenitivos estén a mi alcance para disminuir las públicas aflicciones,
esperando empero que vosotros prestareis vuestros recursos para sostener las
instituciones juradas y que observareis una conducta pacífica y obediente a las leyes y
a los magistrados. Si en el corto tiempo de mi administración yo pudiese contribuir a
consolidar la paz y a mejorar la condición de los pueblos, quedarán cumplidos mis
fervientes votos, porque vuestra dicha será mi única ambición y el promoverla el
objeto de mis desvelos incesantes.- Dado en Mérida a 12 de Abril de 1848. -19º de la
Ley y 38 de la Independencia. (Firmado) El Gobernador José Encarnación Morales. –
Refrendada. – El Secretario, Miguel La Rota. . Mérida: Imprenta de José María Osorio
Calle la Igualdad. 1848”.
151
a los consejos del Dr. Labastida. Reembarcado en La Vela,
151
por órdenes del Gobernador de la Provincia de Coro, Señor Diez, el Señor Boset se
dirigió a Curazao, donde fue huésped del Obispo católico de la isla.
152
siendo cierto de pública notoriedad el haberse dirigido al Señor Comandante General
de
152
Operaciones de Occidente Sor. Coronel Florencio Giménez una acusación o delación
contra los catedráticos, Rector y Vicerrector de esta Universidad, pidiendo en ella la
remoción de sus empleos y remisión de sus personas a la Capital de la República por
desafectos al gobierno, lo hacía presente al Claustro Universitario para que tomando el
asunto en consideración resolviera lo conducente en el particular”.
Luego de considerado el asunto suficientemente se dispuso, por moción hecha
por el Licenciado señor Monsalve y Doctor Correa, nombrar una comisión para
presentar al día siguiente, a las cuatro de la tarde, un informe sobre lo que conviniese
acordar. Esta comisión quedó integrada por los doctores Rafael Alvarado y Caracciolo
Parra y Licenciado Pedro Monsalve.
Abierta la sesión del día 24 conforme a lo convenido, asistieron a ella los
señores Rector Mas y Rubí, González, Alvarado, Erazo, Piñeiro, Correa, Parra,
Monsalve, Briceño, Picón, Pineda y el secretario Candales.
La comisión presentó el informe de que había sido encargada y fue aprobado.
Seguidamente se acordó que con la resolución que recayese del señor Comandante
General de Operaciones, se enviase copia a la Dirección General de Estudios y se
mandasen imprimir ambos documentos, dando cuenta de ello a la Junta Gubernativa
para que acordase el gasto de la impresión.
El día 25 de febrero se celebró otra sesión, con la asistencia del Rector Dr. Mas
y Rubí y de los señores Piñeiro, González, Alvarado, Erazo, Arias, Correa, Parra,
Monsalve, Briceño, Pineda, Picón, y el Secretario Candales. Seguidamente la comisión
nombrada para presentar al señor Comandante General de Operaciones la exposición
del claustro universitario, de que tratan las actas anteriores, salió a cumplir su
cometido.
Luego se acordó, por moción hecha por los Doctores Alvarado y González,
“nombrar una comisión que instruyese al Gobierno y al público de la buena conducta
política que el respetable Claustro de la Universidad ha observado desde que las armas
del Gobierno ocuparon la Provincia en 10 de abril último, valiéndose de los medios
que juzque conveniente”; y habiendo sido informado el Cuerpo de que el señor
Comandante General de Operaciones enviaría una comisión a las cuatro de la tarde
ante el Claustro Universitario, elñ señor Rector suspendió la sesión para reunirse de
nuevo a la hora indicada y recibir aquella debidamente.
153
25. INFORME DE LA COMISION NOMBRADA EN LA SESION DEL
CLAUSTRO UNIVERSITARIO Y QUE EL SEÑOR RECTOR ENVIO
CON OFICIO AL SEÑOR COMANDANTE GENERAL DE
OPERACIONES DE OCCIDENTE. (25 de febrero de 1849).154
“Señor Rector
La Comisión encargada de presentar el informe sobre lo que conviene
acordarse por el claustro universitario respecto de las medidas que se piensan tomar
para remover de sus destinos a los empleados desta Universidad, opina que se diga al
Sr. Comandante General de operaciones de las provincias de occidente Coronel
Florencio Jimenes residente en esta Capital lo siguiente.
Señor
Es notorio en esta Ciudad que el alumno de la Universidad José Feliz Soto ha
presentado a VS. una difusa solicitud imputando a los catedráticos del establecimiento
faltas, ya por omisos en el cumplimiento de los deberes académicos, ya por desafectos
y enemigos del gobierno y de las instituciones patrias. Indica el delator por testigos
idóneos de sus acertos a los Señores Ldo. Gregorio Cegarra, Br. Pablo Celis, Ldo.
Tomas del Pino Quintana y Antonio y Domingo Trejo: de orden VS. se han evacuado
en el Juzgado de la 1ª. Instancia las disposiciones de estos testigos y la del
denunciante, y ha sido devuelto a VS. el espediente, ignorándose hasta hoy la
resolución que haya recaído, e igualmente el curso que se le piense dar y los trámites
que se observen.
Ocurrencia tan grave por la naturaleza de su contenido, por el ataque que
reciben los funcionarios del cuerpo académico, por la indecible, grande y general
alarma que ha formado en esta población y por lo funesto y trascendental de sus
consecuencias para las familias y la causa de las letras, ha obligado al claustro
universitario a ocuparse seriamente de este negociado para llenar sus altos deberes y
salvar su responsabilidad legal y moral, no sólo ante la gran familia Venezolana sino
ante el mundo civilizado. Es indudable que las notorias y horrendas calumnias
prodigadas a los empleados todos de la Universidad con solas dos esepciones, hieren
profunda y directamente a unos servidores de la patria largo tiempo consagrados con
esmero a un servicio sublime, de la mayor importancia social, servicio grandioso que
hasta hoy, bajo los mismos directores, ha dado óptimos frutos a la Sociedad
venezolana. Los muchos hombres que de este gran semillero de instrucción han salido
para servir a la Yglesia y al Estado en diferentes épocas y en diversos puestos, aún de
las más eminentes en estas dos líneas; el fondo del moral que en el desempeño de sus
respectivos ministerios han desplegado y la reputación que por tal razón este
establecimiento se gloría haber merecido en la República, son testimonios propios e
irrefragables así de la eficacia con que los directores del establecimiento han
desempeñado sus deberes en todos tiempos para formar el entendimto de la juventud,
como de su honradez para dirijir el corazón juvenil con las máximas de una moral
pura, acendrada, así que la publicidad con que es conocida la verdad de estos acertos,
patentiza que jamás se han inculcado en el espíritu de los jóvenes doctrinas perniciosas
a la moral humana y religiosa ó antisociales ó contrarias a los principios
verdaderamente republicanos que nos rijen. Las injustas imputaciones contenidas en el
denuncio que se ha dirijido a VS. las seran también hasta en lo más íntimo el honor del
establecimiento en general; es por estas razones que la Universidad en cuerpo es parte
esencial de en esta causa, tiene directo interés y deberes presente en las leyes que la
organizan y que la obligan a fijar su atención entera a fin de
154
Ibid., pp. 487-498.
impedir el desdoro con que limpiamente, se ha pretendido mancillarla y evitar en
beneficio general el desquiciamiento de este plantel que la Sociedad necesita para
cumplir sus fines primordiales; plantel que el gobierno protege con predilección. La
Universidad, por tanto, pide y está siempre dispuesta a pedir audiencia en la forma
legal y a suministrar cuantos datos sean conducentes para desvanecer si fuese preciso
las ofensas que se le han irrogado y para conservar ileso el derecho que tiene a que se
la repute inocente y fiel cumplidora de su gran misión.
El cuerpo académico no vacila un instante en creer que la ilustración y rectitud
de VS. en la secuela que se dé a este asunto, hagan observar escrupulosamente las
fórmulas que prescriben las leyes y sancionan todos los principios para que ni el
cuerpo en general ni alguno de sus miembros sufran la pena de ser privados de sus
destinos o alguna otra sin otorgárseles amplia defensa como en todos los casos en que
se imputa una acción punible: es este un derecho imprescriptible acordado por la
voluntad suprema de las leyes naturales; esta sancionado por todas las asociaciones
políticas y entre nosotros consagrado por explícitos canones. Así por el artículo 189.
del pacto fundamental no puede ser limitada la libertad que los venezolanos tienen de
reclamar sus derechos antes los depositarios de la autoridad pública; antes bien deben
hallar un remedio pronto y seguro contra las ofensas y daños que sufrieren en los
objetos que hacen cara la existencia y cuya conservación es el fin primario de las
instituciones políticas. Por los artículos 195 y 196. los venezolanos no pueden ser
distraídos de sus jueces naturales, ni juzgados por comisiones especiales o tribunales
extraordinarios; tampoco sometidos a juicio y menos castigados sino en virtud de ley
anterior a su delito o acción y después de citados, oídos y convencido conforme a los
tramites que las leyes establecen. Está el cuerpo satisfecho del respeto que VS. Profesa
a estos dogmas constitucionales como del tino y prudencia con que VS. se ha
conducido en el desempeño de los empleos y cargos que le ha confiado el Supremo
Gobierno, especialmente cuando le ha sido preciso obrar en esta provincia. Séale
permitido a esta corporación invocar las disposiciones estatuidas por la ley que la rige,
para los casos en que haya mal desempeño de los deberes académicos de sus
empleados; de conformidad con los artículos 1º, 7º, 8º, y 9º de la ley 5ª. Del código de
Instrucción Pública es el tribunal académico el Juez natural para imponer a los
Catedráticos multas desde diez hasta cien pesos, o la suspensión por tiempo
determinado, o la destitución total de sus destinos, previo juicio formal: y el Rector,
Vicerrector y Junta Gubernativa pueden imponer las penas menores que dichos
artículos determinan. Si las faltas fuesen delitos comunes, la misma ley y las generales
de la República no consienten la imposición de algún castigo son que la denuncia o
acusación del hecho criminal sufra religiosamente. La discusión judicial que en ellas
se establece. No de otra manera ha querido S. E el P. E. que se proceda en las
circunstancias actuales. Así lo evidencian las diversas providencias que ha espedido
por consecuencia de los disturbios políticos que en esta época han azotado dura y
dolorosamente. Al país. En este sentido esta concebida la circular a los Gobernadores
de
27 de abril ultimo consignada en la Gaceta de Venezuela nº 912., por ella los
Gobernadores no pueden remover de sus destinos a los empleados que se reputen
hostiles al gobierno, si no son de aquellos cuya remoción les permitan las leyes:
debiendo instruirse informaciones sumarias respecto a los demás, para remitirlas con el
informe correspondiente al P. E., ya para separar de sus destinos a los que dependen de
él, ya para remitir los documentos para los tribunales competentes para que sean
encausados los que sea necesario. En armonía con esta resolución se han expedido
otras en diversas fechas; pero es muy notable la de 23 de diciembre ultimo que corre
en la misma gaceta numº 946. Por ello se han reformado cuantas han precedido.
Inculca, recomienda y encárese en ella el Supremo gobierno sentimientos
filantrópicos y
principios de la mas estricta justicia; pues exige que en los procedimientos que se
formen a los reputados desafectos y enemigos del gobierno, sean nacionales o
extranjeros, se observen y hagan observar por los funcionarios públicos, en todas
ocasiones y con religiosa circunspección las garantías que le conceden la constitución
y leyes; y declara que toda infracción de estos principios es un delito cuya
responsabilidad hará efectiva. Sin embargo en el mencionado escrito de denuncio se
aspira a que VS. proceda con la irregularidad e ilegalidad que explican los términos en
que esta concebido especialmente en su parte final.
Cuando S.E. el P.E. en su mensaje ultimo al cuerpo legislativo asevera que
“solo esperan los mandamientos de la ley”, y anuncia que con pocas excepciones
pronto volverán al seno de la patria y al goce de los derechos individuales los
venezolanos descarriados, es un contrasentido palpable la bárbara pretensión que
tienen algunos enemigos de este establecimiento científico de que se proceda contra
sus funcionarios sin observar las formalidades legales, causándole una herida que
pugna con los deseos humanitarios que manifiesta el gobierno de echar un bálsamo
sobre los sufrimientos pasados.
Tan conocida y general es la inquietud que la medida solicitada ante VS ha
excitado en los alumnos de esta universidad y en los padres de familia, que este cuerpo
no teme asegurar que hay un riesgo positivo y grande de que este disgusto que ha
llegado a ser intenso, acarree un perjuicio grave a los cursantes, a las familias y a la
comunidad, ya por que no merezcan la confianza del público, los que, según se sabe
por notoriedad, anhelan la vacante de los destinos académicos para ocuparlos ellos:
pertenecen a estos el denunciante y algunos de los otros deponentes. Si las familias
están satisfechas de la moral y buen desempeño de los que hoy están encargados de la
educación de la juventud y están disgustadas por la ambición que otros tienen de
encargarse de este noble y delicado ministerio por medrar y satisfacer resentimientos
mas que por algún estimulo aplausible, es cierto que la innovación en la Universidad,
está acompañada de todas las probabilidades de sufrir el establecimiento y el interés de
todas un retroceso ruinoso.
R. Alvarado.- P. Monsalve.- Caracciolo Parra
(El informe anterior fue enviado, con fecha 1º de marzo siguiente, en copia, a la
Dirección General de Instrucción Pública, de los cual quedó constancia en el
respectivo copiador).
155
Ibid., pp. 508-514.
Independencia.- Señor Gobernador de la provincia de Mérida.- se ha impuesto el P.E.
de la nota de VS. de 9 de Junio ultimo, en que consulta, si habiéndose acogido todos
los empleados de esta Universidad a la gracia del indulto de 11 de Mayo, están
comprendidos o no en la prohibición contenida en el articulo 3º de dicho decreto; i S.
E. me ha ordenado contestar a VS., que es bien clara y terminante la disposición de
dicho indulto, puede i que por tanto ningún empleado agraciado por dicho indulto,
puede continuar en el desempeño de su destino sin obtener su rehabilitación. Tengo el
honor de decirlo a VS en contestación – Con perfecto respecto soy de VS. mui
obediente servidor
– J.R Revenga”.- y lo transcribo a U. para para que como Jefe de ese establecimiento
disponga lo conveniente a fin de que se cumpla con lo dispuesto en la nota preinserta
soi de VS mui attº servidor.- Manuel M. Ramirez”.
Art. 1º Las universidades por medio de sus rectores son las únicas autoridades
literarias que confieren grados académicos de bachilleres, Licenciados y Doctores, a
los que habiendo ganado los cursos necesarios den una prueba pública y cierta de la
aptitud
156
“Ley de 21 de abril de 1849 reformando la N. 603 que es la 8ª del código de instrucción
pública sobre grados universitarios”, en Leyes y Decretos…, Tomo II, pp. 452-456.
que cada grado exige. Estos grados habilitan para diferentes efectos civiles y
eclesiásticos.
Art. 4º Con las certificación del administrador que acredite haberse depositado
la cantidad designada para el grado que le solicita, el rector le fijará día para
desempeñar el examen, y el secretario lo avisará con un bedel a los catedráticos y
demás examinadores tomados de la lista de los que al efecto hayan sido nombrados por
cada facultad, poniéndose de acuerdo con el rector acerca de los examinadores. En los
colegios los nombramientos y citación de los examinadores, tendrá lugar según el
reglamento que se haga en la forma prevenida por la ley.
Art. 5º El examen para grado de bachiller durará hasta dos horas y cuarto
distribuidas así: un cuarto de hora de oración acerca de una cuestión sorteada: otro
cuarto de hora de reflexiones o preguntas por cada uno de dos examinadores sobre una
cuestión también sorteada, haciéndose el sorteo de ambas cuestiones veinticuatro horas
antes; y hora y media de examen por preguntas hechas por los respectivos catedráticos,
acerca de las materias del primer trienio filosófico, conforme al artículo 15 de la ley 6ª.
La aprobación o reprobación será por votación secreta y a pluralidad absoluta. En los
colegios harán las preguntas sobre las materias del trienio filosófico los dos
catedráticos, y sobre la cuestión sorteada las harán los dos examinadores más antiguos.
Art. 9º Para solicitar ante el rector los grados menores y mayores que se hayan
de obtener después del de bachiller en filosofía, son indispensables los requisitos
siguientes: & 1º Respecto de los de bachiller en teología, jurisprudencia civil o
canónica y medicina, acompañar el título de bachiller en filosofía con calidad de
devolución, y además de las certificaciones anuales de los catedráticos respectivos
probando que el aspirante ha cumplido como cursante en los cuatro años respectivos;
la certificación de exámenes y aprobaciones anuales dadas por el secretario, y el
informe del vicerrector
que dispone el art. 3º.
& 2º Respecto de los grados de licenciado o doctor en ciencias filosóficas,
acompañar el título de bachiller en estas ciencias, y además de probar las
certificaciones anuales de los respectivos catedráticos, que se han cursado las materias
del segundo trienio filosófico mandado por el artículo 15 de la ley 6ª acreditando
también de aquí en adelante los exámenes y aprobaciones anuales, y presentando el
informe susodicho del vicerrector.
& 3º Por lo que hace a los grados de licenciado o doctor en jurisprudencia civil,
es indispensable presentar el título del grado anterior en la misma ciencia, y comprobar
que ha practicado por dos años en las materias del foro, según dispuesto en la ley 6ª.
& 4º Respecto de los grados de licenciados o doctor en medicina, deberá
presentarse el titulo del grado anterior, y comprobar los dos últimos años de estudio y
exámenes anuales con las certificaciones antedichas de los respectivos catedráticos y
del secretario, y con el informe de vicerrector.
& 5º No cursando los estudiantes en teología y jurisprudencia canónica mas
que cuatro años de clase, para optar al grado de licenciado o doctor en estas ciencias,
deberán presentar el título del grado menor en ellas.
Art. 10. El examen para grado de licenciado o doctor será hecho por siete
examinadores y durará hasta cuatro horas de la manera siguiente; media hora de
oración contraída precisamente a una cuestión que por suerte se le haya dado
veinticuatro horas antes; hasta una hora de preguntas hechas por dos examinadores
sobre dos cuestiones también sorteadas con la misma anticipación; y dos horas y
media de preguntas sobra las materias de los tres bienios por los otros cinco
examinadores. La aprobación o reprobación será en todo como en los grados de
bachilleres.
Art. 18. Los que aspiren al grado de bachiller en ciencias filosóficas, medicina,
jurisprudencia o teología, luego que su solicitud haya sido admitida por el rector,
conforme a los artículos 3º y 9º, depositarán en poder del administrador sesenta y un
pesos que distribuirán de la manera siguiente:
-Al rector………………………………………………..8 pesos
-A cada uno de los cinco
examinadores tres pesos, son…………………………..15 pesos
-Al vicerrector por cada registro
del libro de los alumnos, e informe
para optar al grado………………………………………1 peso
-A cada bedel un peso……………………………………2 pesos
-Al secretario por asistencia
gastos de secretaría y titulo………………………………5 pesos
-Para las cajas de la Universidad…………………………30 pesos
61 pesos.
Art. 19. Los que aspiren solo al grado de teología, jurisprudencia, medicina o
ciencias filosóficas, luego que haya sido admitida su solicitud por el rector, conforme
al artículo 9º, depositarán en poder del administrador doscientos un pesos, que se
distribuirán así:
-Al rector………………………………………………..12 pesos
-A cada uno de los siete
examinadores seis pesos, son…………………………..42 pesos
-Al vicerrector por cada registro
del libro de los alumnos, e informe
para optar al grado………………………………………1 peso
-A cada bedel un peso……………………………………2 pesos
-Al secretario por asistencia
gastos de secretaría y titulo………………………………10 pesos
-Para las cajas de la Universidad…………………………134 pesos
201 pesos.
Art. 20. Los que aspiren al grado de doctor después del de licenciado en
ciencias filosóficas, medicina, jurisprudencia o teología, luego que haya sido admitida
su solicitud, conforme al artículo 9º depositaran doscientos pesos, que se distribuirán
así:
-Al rector………………………………………………..10 pesos
-A cada bedel dos pesos………………………………… 4 pesos
-Al secretario por asistencia
gastos de secretaría y titulo………………………………10 pesos
-Al maestro de ceremonias……………………………….4 pesos
-Para las cajas de la Universidad…………………………172 pesos
200 pesos.
& único: La práctica de refresco y otros gastos de celebridad pública en la
colación de grados mayores, términos de cursos filosóficos y cualquier otro acto
literario, queda suprimida.
Art. 23. El secretario tendrá además de los derechos que se le han asignado por
la colación de grados, los siguientes:
1º Por presentación de cursos ganados en otras universidades, para graduarse o
incorporarse en estas, tres pesos.
2º Por la presentación a cátedras y la instrucción del expediente de méritos,
pagará cada opositor tres pesos.
3º Por el titulo de catedrático, diez pesos.
4º Por el titulo despachado al nuevo secretario que se elija, o al administrador,
diez pesos.
5º Por el de catedrático jubilado, diez pesos.
6º Por cada edicto de oposición de grado e incorporación, un peso.
7º Por las certificaciones y testimonios, ocho reales por la primera foja y dos
reales por cada una de las demás.
8º Por los expedientes contenciosos seis pesos, que pagará el que resultare
condenado; y si pasare de cuarenta folios, un real mas por cada folio.
(Derogada poe el Nº 1.152; pero este Nº quedó insubsistente por el 1.356, que a la
vez restableció el 721, al cual se refiere el 1.819.)
LEY QUINTA
De las penas.
Art. 7. Los catedráticos por faltas leves serán reconvenidos y amonestados por
el rector, vicerrector o junta gubernativa y aun por vía correccional, multados en caso
de reincidencia hasta en la cantidad de diez pesos. Las multas mayores y las penas de
suspensión y destitución les serán impuestas solo en virtud de previo juicio del tribunal
académico. También incurrirán en la pena de suspensión y destitución por crímenes
comunes, con arreglo al artículo 1º de esta ley.
De la jubilación
Art. 10. A los veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin interrupción
que cause vacante, los catedráticos obtendrán su jubilación, con el goce de toda su
renta, debiéndose comenzar a contar dicho término desde el día en que se hayan
tomado posesión de sus cátedras en propiedad.
& único. Todas las cátedras de latinidad se reputan como una misma en el
cómputo del tiempo necesario para la jubilación.
Art. 11. El que haya servido en diferentes cátedras por veinte años aunque parte
de este tiempo lo haya servido por sustitución, con tal que esta haya sido ordenada por
la junta gubernativa tendrá derecho al goce de la mitad de su renta, aun cuando cese en
su servicio: si tuviere veinticinco al de de las dos terceras partes, y si tuviere treinta al
de toda ella; y en los dos primeros casos al titulo de catedrático benemérito, y en el
tercero a la jubilación.
& único. Un mismo catedrático no podrá gozar a un mismo tiempo de las dos
rentas de catedrático benemérito y jubilado: cesará la correspondiente al primer títul,
cuando entre en el goce de la segunda.
Art. 12. El catedrático que mientras este enseñando componga o publique una
obra elemental aprobada por la dirección general de instrucción publica previos los
informes de la facultad respectiva y de la junta gubernativa, ganará para el efecto de su
jubilación o declaración de benemérito, el tiempo que la dirección gradúe, según el
mérito de la obra, con advertencia de que no podrá exceder de cuatro años. El que en
los mismos términos haga y publique la traducción de una obra clásica para uso de la
universidad, según la extensión y mérito de la traducción, a juicio de las susodichas
autoridades, ganará, respecto de las obras científicas hasta dos años, y respecto de los
clásicos mayores griegos y latinos hasta cuatro, según la parte de que ellos se traduzca,
y el mérito de la traducción, cuyos grados no pueden ser determinados sino en cada
caso por las autoridades mencionadas.
& 1º. Se entiende por composición de una obra elemental el extracto de las
doctrinas de otros autores en la materia, o la formación con ellas y la adición de las
propias ideas o sin estas, de un compendio de la ciencia al nivel de las luces del día.
& 2º. Se llaman clásicas para los efectos de esta ley las obras científicas
acreditadas como libros de texto en las escuelas generales de Europa y otros países
ilustrados, y las obras de los historiadores, oradores y poetas griegos y latinos
recibidos como tales en la literatura.
& 3º. Si se probare que la obra compuesta o traducida perteneciere toda o casi
toda a otro autor, no producirá en el primer caso los efectos de este artículo, y en el
segundo los producirá según el trabajo de la adición y mérito de la composición.
& 4º. No se consideran como obras que den derecho a ganar tiempo para la
jubilación, la composición o traducción de un escrito o memoria de poca extensión en
materias científicas, ni la traducción de pequeños trozos de los clásicos griegos o
latinos de poco mérito, según el juicio de la facultad y junta gubernativa y decisión de
la dirección.
& 5º. Aunque alguno componga o traduzca más de una obra, nunca podrá ganar
para la jubilación más de cuatro años.
Art. 13. Por el tenor de estos tres artículos antecedentes, será también
computado el tiempo de los actuales catedráticos para obtener el título de jubilado o el
de benemérito, y la renta que a cada uno de estos corresponde.
Art. 14. Un catedrático no podrá ser jubilado o declarado benemérito sino por
la junta gubernativa, y la de la facultad reunidas y por mayoría absoluta de votos, con
estricto arreglo al tiempo de su servicio, al libro de conducta que lleva el vicerrector, y
al de visitas del rector, atendiendo a las notas asentadas por el tribunal académico y a
las reconvenciones y correcciones a que haya dado lugar. Esta declaración necesita
para llevarse a efecto ser aprobada por le Gobierno con el informe favorable de la
dirección.
& único. Cuando a juicio de la junta gubernativa y de la facultad, el catedrático
no tenga cabal su cuadro de méritos para obtener la jubilación, se le prorrogará el
tiempo de esta por un espacio que compense la falta.
Art. 15. No podrá haber a un tiempo más que un catedrático jubilado en una
misma clase.
Art. 16. Hecha la declaración de jubilación y obtenida que sea la aprobación del
gobierno, el rector expedirá al interesado el título de jubilación, en virtud de los
méritos y actos precedentes a su calificación, los que en él se expresarán. Este título
llevará además de la firma del rector y vicerrector, la de todos los catedráticos de la
facultad, la refrendación del secretario y el sello de la universidad.
Art. 17. El catedrático que después de diez años de enseñar perdiere su salud y
quedare inhábil, a juicio de la junta gubernativa y aprobación de la dirección de
estudios, será retirado con un tercio de su renta.
Art. 18. Los catedráticos que hayan sido de un mérito eminente a juicio de la
junta gubernativa y de la facultad reunidas, declarado por mayoría absoluta, recibirán
después de su muerte los honores que ellas decreten, bien sea un elogio fúnebre, una
inscripción u otro monumento que perpetúe su memoria.
Dado en Caracas a 7 de Mayo de 1850, 21º y 40º- El P. del S. José Tomas Pereira.-
El P. de la Cª de R. Juan José Pereira Lozada.- el sº del S. José Ángel Freire.- el sº de
la Cª de R. J. Padilla.
Caracas 8 de mayo de 1850, 21º y 40º- Ejecútese.- José Tadeo Monagas.- Por S.
E.-El sº de Eº en los DDl I. y Jª Ramón Yepes.
158
“Decreto de 8 de mayo de 1850 permitiendo la matricula de varios estudiantes fuera del tiempo
señalado en la ley 7ª del código de instrucción pública o condición de suplir las faltas con
asistencias después de cumplidos los bienios”, en Ibid., pp. 512-513.
30. RESOLUCION DE 17 DE MAYO DE 1850 MANDANDO QUE A
VARIOS ALUMNOS SE LES REPUNTE COMO PRESENTES EN LAS
CLASES QUE CURSABAN, EL TIEMPO QUE FALTARON DE ELLAS
POR HALLARSE EN EL EJERCITO.159
Caracas Mayo 17 de 1850, 21º y 40º- Ejecútese- José Tadeo Monagas.- por S. E. el
P. de la Rª- el sº de Eº en los DD. del I. y Jª Francisco Parejo.
159
“Resolución de 17 de mayo de 1850 mandando que a varios alumnos se les repute como
presentes en las clases que cursaban, el tiempo que faltaron de ellas por hallarse en el ejercito”,
en Ibid., p. 515.
160
“Decreto de 7 de marzo de 1855 mandando establecer en las Universidades y Colegios de la
república una clase de urbanidad y buenas maneras”, en Ibid., Tomo III, pp. 274-275.
Art. 2º. El curso de la enseñanza durará un año, dándose una hora diaria de clase.
Art. 3º. La asignación del profesor será la que gozan los demás catedráticos en
las Universidades y Colegios.
Art. 4º. Sancionado este decreto, se procederá a proveer la cátedra según las
disposiciones respectivas.
Art. 1. El Poder Ejecutivo dispondrá en el curso del presente año civil la total
separación del Seminario Conciliar de la Universidad Central, ajustándose a lo
dispuesto en los artículos siguientes.
Art. 3. Son propiedades de dicho seminario, además de las que por justo títulos le
correspondan las rentas que provienen de las capellanías de jure deroluto que en
diferentes épocas han aplicado los prelados eclesiásticos a algunas cátedras, como
también todos los censos afectos a estas, que cobrara la Administración del seminario
hasta el año de 26, en que por la ley general de estudios de Colombia fueron
161
“Decreto de 22 de abril de 1856 ordenando la separación del seminario de Santa Rosa de la
Universidad Central de Caracas, y la continuación en aquel de las cátedras de ciencias
eclesiásticas de la Universidad”, en Ibid., pp. 346-347.
incorporados a la Administración de la Universidad; y en fin todos los muebles que
hayan pertenecido en otro tiempo al Seminario.
1847
-abril. Para el año de 1847 los bienes del Convento de Santo Domingo pasaron a la
Universidad, entre estos la Biblioteca.
1848.
-26 de febrero. Se libra orden de arresto contra el Dr. Pedro Juan Arellano a causa de
los sucesos del 24 de enero de 1848.
- 12 abril. Alocución del General José Encarnación Morales gobernador, jefe político
de la provincia de Mérida en la que expone las consecuencias de la provincia de
Mérida por los sucesos del 24 de enero de 1848.
1849.
-27 febrero. El gobernador de la provincia de Mérida pidió noticias sobre las clases,
asistencia de catedráticos y conducta de los bedeles en el cumplimiento de sus deberes.
-21 de abril. Se reforma la Ley Nº 603 que era la 8va del Código de Instrucción
Pública sobre grados universitarios.
-27 abril. Remoción de empleados de la universidad a causa de los sucesos del Asalto
al Congreso.
- 30 de abril. Se crea una Ley que fijó los nuevos requisitos para ser abogado, y sobre
patrocinantes, la cual reformó la Nº 600 de abogados y procuradores.
-7 de mayo. Se reforma la Ley Nº 511 que era la 5ta del Código de Instrucción pública
sobre catedráticos de la universidad.
1850.
-10 de mayo. Se derogó la ley VIII del código de instrucción pública de 21 de abril de
1849, la modificación consistió en rebajar a la mitad los derechos que habían de
pagarse para la obtención de los grados.
-24 de mayo. Resolución Ejecutiva que reforma el artículo 4 del decreto ejecutivo de
28 de noviembre de 1844, reglamentario de las universidades y colegios nacionales.
1855
-17 de marzo. Se decretó una Ley mandando a establecer en las universidades una
clase de Urbanidad y Buenas Maneras.
1858.
-30 de junio. Estaba en ejercicio el poder, el general Julián Castro con los títulos de
General en Jefe del ejército libertador de Venezuela, y encargado de la organización
provisional de la república, dictó el decreto de reorganización de las universidades de
Caracas y Mérida, el cual fue refrendado por el secretario de estado en el despacho de
relaciones exteriores, Miguel Herrera.
FUENTES DOCUMENTALES,
BIBLIOGRAFICAS Y HEMEROGRAFICAS
Fondos Documentales.
-Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes
(AHULA): Colección de Documentos Empastados:
- Sección: Grados: Maestros en Filosofía (1845 – 1852) Volumen IV; Maestros en
Filosofía (1852 – 1858) Volumen V; Maestros en Filosofía (1858 – 1860) Volumen
VI; Derecho Civil (1826 – 1850) Volumen XXXIII; Bachiller Grados Derecho Civil
(1851 – 1862) XXXIV; Bachiller Grados Derecho Canónico (1809 – 1876) Volumen
LI; Bachiller Grados Derecho Canónico Licenciados y Doctores (1808 – 1876)
Volumen LII; Grados Teología (1808 – 1897) Volumen LIII; Grados Teología Primera
parte Licenciados y segunda parte Doctores (1808 – 1883) Volumen LIV;
Incorporaciones y solicitudes un efecto. Varios (1841 – 1903) Volumen LIV.
-Sección: Libros. Libro J.D. Grados Formados para tomar razón de los repartidos en
esta Academia desde iniciación (1809-1849) Volumen CXCII, Libro de Decretos y
Resoluciones de la ULA (1846-1850) Volumen CXCIV; Libro de Matriculas (1848-
1850) Volumen CXCIV; Libro de Actas de la Junta de Gobierno (1845-1861)
Volumen CXCV; Conducta de Profesores (1844-1869) Volumen CXCVIII; Copiador
de Oficina (1836-1883) Volumen CCI, Documentos Relativos a Exámenes. Datos
Históricos (1836- 1902) Volumen CCIV; Registro General de Grados (1808-1884)
Volumen S/N.
IRAZABAL, Carlos: Hacía la democracia. Caracas, José Agustín Catalá Editor, 1974.
MOLINA, Pedro María: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la
ULA. Mérida. Universidad de Los Andes/Secretaria de la Universidad de Los Andes,
Archivo Histórico, 2008.
MOLINA, Pedro María: Los Primeros Estatutos de la Universidad de Mérida 1832.
Mérida, Archivo Histórico de la ULA/Colección: La ULA y su Historia, 2002.
PINO ITURRIETA, Elías y Pedro Enrique Calzadilla: La Mirada del otro, viajeros
extranjeros en la Venezuela del siglo XIX. Caracas, Fundación Bigott, 1992.
TORO, Fermín: Reflexiones sobre la Ley de 10 de abril de 1834. Caracas, Edición del
Ministerio de Educación Nacional, 1941.
VILA, Marco Aurelio: Aspectos geográficos del estado Mérida. Caracas, Corporación
venezolana de Fomento, 1967.
ZERPA SEMPRUM, Taiz Elena: La Diputación Provincial de Mérida: Acuerdos,
Ordenanzas y Resoluciones (1830-1856). Mérida, Universidad de Los Andes, 1996.
(Memoria de Grado para optar al título de Licenciada en Historia).