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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES


FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACION
ESCUELA DE HISTORIA

LA UNIVERSIDAD DE MERIDA DURANTE LOS GOBIERNOS


DE JOSE TADEO MONAGAS (1847-1851 Y 1855-1858)

Br. Carlos Eduardo Chacón Guillen


Tutor: Prof. Alí Enrique López Bohórquez

Memoria de Grado presentada ante la


Escuela de Historia de la Universidad
de Los Andes para optar al Grado de
Licenciado en Historia.

Mérida, 2010.
LA UNIVERSIDAD DE MERIDA DURANTE LOS GOBIERNOS
DE JOSE TADEO MONAGAS (1847-1851 Y 1855-1858)
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I

Venezuela y Mérida durante los gobiernos de José Tadeo Monagas


(1847-1851 y 1855-1858)…..................................................................................13
Antecedentes del primer gobierno del General José Tadeo Monagas
(1830-1847)..……………………………………………………………………...13
2. Primer gobierno de José Tadeo Monagas (1847-1851)…..................................21
3. Segundo gobierno de José Tadeo Monagas (1855-1858)…...............................30
4. Situación de la Provincia de Mérida entre 1847 y 1858.....................................36

CAPITULO II
La educación superior venezolana entre 1847 y 1858…........................................44

CAPITULO III
Antecedentes educativos, origen y desarrollo de la Universidad de Mérida (1767-
1847)........................................................................................................................50

CAPITULO IV

La Universidad de Mérida durante los gobiernos de José Tadeo Monagas (1847-


1851 y 1855-1858)…...............................................................................................56

1. Relaciones entre la Universidad y el Estado venezolano (Gobierno Central y


Gobierno de Mérida)............................................................................................56

2. Disposiciones gubernamentales para la Universidad merideña......................58

3. Organización y funcionamiento de la Universidad….....................................62

a. Estatutos…....................................................................................62
b. Autoridades universitarias….........................................................67
c. Profesores, estudiantes y empleados…..........................................71
d. Facultades y Cátedras…................................................................78
e. Grados............................................................................................79
f. Conflictos internos y confrontaciones externas….........................83
g. Rentas, propiedades urbanas y rurales….......................................85
h. Biblioteca, Archivo y Laboratorio….............................................91
i. Relaciones de la Universidad con la Iglesia…..............................93
j. Relaciones de la Universidad de Mérida con otras instituciones de
Educación......................................................................................94
CONSIDERACIONES FINALES.......................................................................97

APENDICES

1. Documentos fundamentales para el estudio de la Historia de


la Universidad de Los Andes….............................................................100

2. Cronología de la Universidad de Los Andes…......................................173

FUENTES DOCUMENTALES, BIBLIOGRAFICAS Y HEMEROGRAFICAS.......176


DEDICATORIA

A Dios Todopoderoso por crearme, ayudarme y fortalecerme para seguir adelante y


conseguir cada una de mis metas

A mi padres Carmen Guillen y Ángel Chacón por estar siempre presente en todos los
momentos, por creer en mi y apoyarme en todos los sentidos, este triunfo es de
ustedes. Los adoro.

A mi esposa Ligia Elena por estar junto a mí en los mejores instantes de mi vida, este
triunfo también es tuyo. Te amo.

A mis hermanos por estar siempre presentes a lo largo de mi formación personal y


académica. Los quiero.

A mis sobrinos, espero que este logro les sirva de ejemplo para que consigan todo lo
que se propongan en la vida. Los quiero mucho.

Al profesor Alí Enrique López Bohórquez por su confianza en mí para el feliz término
de este trabajo

A la Ilustre Universidad de Los Andes por abrirme las puertas para mi formación
profesional.

Carlos Chacón Guillen.


INTRODUCCION

Los gobiernos de José Tadeo Monagas (1847-1851 y 1855-1858) y de José


Gregorio Monagas (1852-1855) son conocidos en la historia de Venezuela como la
época del monagato, ya que durante esos años tuvo lugar una sucesión gubernamental
de dos hermanos en la que, si bien se diferenciaron en diversos aspectos, hubo una
marcada influencia del primero de ellos. Los dos gobiernos de José Tadeo Monagas
significaron un cambio en diferentes aspectos tanto internos como externos del país.
Asume Monagas la presidencia de la República el 1 de marzo de 1847, contando, en
ese momento, con el pleno respaldo del general José Antonio Páez y del grupo
conservador que lo apoyaba a pesar de las discrepancias que entre ambos se habían
suscitado con motivo de la separación de Venezuela de la Gran Colombia en 1830.
Diferentes elementos obligaron al General Monagas a asumir una posición definida en
cuanto al ejercicio del poder en materia política, económica, social, educativa y
militar.

En lo nacional surgió un hecho que dio cambio a todo el sistema político en la


Venezuela de mediados del Siglo XIX, el 24 de enero de 1848 El Asalto al Congreso,
acontecimiento surgido por las rivalidades de los dos grupos políticos que hacían vida
en el país (los Liberales y los Conservadores), lo acontecido el 24 de enero de 1848
estimuló al General Monagas a llevar a cabo una serie de reformas, leyes y decretos
que dieron una organización y control en la Venezuela del momento. Con respecto a
esto, se dictó el 8 de abril de 1847 un decreto-ley en la que debió contemplarse 1.
Número de habitantes; 2. Nombres y apellidos; 3. Edad, estado civil y sexo; 4.
Ocupación u oficio;
5. Manejo de la lectura y escritura; 6. Numero de esclavos y manumisos; 7. Número de
eclesiásticos seculares y regulares; 8. Número de monjas; 9. Número de extranjeros;
10. Otros datos estadísticos que el Poder Ejecutivo creyera posible y conveniente
conseguir por este medio. Todo esto impulsando un ordenamiento poblacional y
territorial.

En materia económica, entrando al año de 1849 el gobierno se abocó a la


recuperación de la industria pecuaria desarticulada y devastada por los efectos de la
guerra civil; el repunte observado en los precios del café auguraba mejoras en el plano
económico y, a lo largo del año el Ejecutivo se dispuso a legislar en función de
propiciar la necesaria estabilidad económica. Por otra parte en Guayana se
descubrieron los ricos yacimientos auríferos en la región del Yuruari y comenzó para
la nación una nueva etapa en materia económica, ya que este descubrimiento trajo
como consecuencia la implementación de una política económica novedosa en torno al
aprovechamiento de los recursos mineros; el 6 de septiembre, el gobernador de
Guayana emitió un decreto en el cual se contemplaba la creación de un cuerpo de
policía de minas y la implantación de una oficina de recaudación del quinto en
Tupuquén.

En el aspecto educativo, las disposiciones gubernamentales hicieron que la


enseñanza primaria y superior tuviera coordinadas por el Ejecutivo Nacional, el
cuidado de la instrucción se adscribe en la Constitución Nacional al Ministerio de
Interior y Justicia, o a través de la Dirección General de Instrucción Pública. Dicha
carta magna asignaba responsabilidades diferenciadas en materia de educación, tanto
al Gobierno Central como al Gobierno Provincial, correspondiendo al primero
promover la educación en colegios y universidades y al segundo la instrucción
primaria. En el caso de la segunda, se veía como un tipo de educación rudimentaria en
su concepción y muy precaria en su existencia, este problema hizo plantear la
necesidad de su fortalecimiento como recurso básico para beneficiar a la mayoría de la
población, lo que llevó al encargado en la materia educativa a adoptar en Venezuela el
plan seguido en Francia, y dividió la instrucción primaria en elemental y superior,
comprendiendo la elemental, instrucción moral y religiosa, lectura, escritura, cálculos
y elementos de la lengua para un mayor avance.

Durante todo el período colonial, Venezuela contó con una sola universidad, la
7
Real y Pontificia Universidad de Caracas, fundada por el rey Felipe V el 22 de
diciembre

8
de 1721. Ya en los momentos de la Independencia, el 21 de septiembre de 1810, nació
en Mérida la “Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros”, al
transformarse en institución universitaria el Seminario de San Buenaventura, erigido
por el obispo fray Juan Ramos de Lora en 1785. Estas 2 universidades, la de Caracas y
la de Los Andes (en Mérida), fueron los únicos centros del saber superior de
Venezuela hasta la última década del siglo XIX, cuando surgen 2 nuevas instituciones:
la Universidad del Zulia, en la ciudad de Maracaibo, creada por decreto de 19 de mayo
de 1891, y la Universidad de Carabobo, fundada en Valencia el 15 de noviembre de
1892 y la creación de los colegios nacionales entre 1832 y 1842, el Gobierno central
decretó la fundación de los siguientes colegios: el de Trujillo, 1832; el de Margarita,
1833; el de El Tocuyo 1833; el de Carabobo, 1833; el de Coro, 1833; el de Cumaná,
1834; el de Guayana, 1834; el de Barquisimeto 1835; el de Maracaibo, 1837; el de
Calabozo, 1839; el de Niñas de Caracas, 1840; y el de Barcelona, 1842; estos colegios
se fundaron sobre los bienes de los conventos extinguidos.

En el período estudiado (1847-1858) podemos observar que ha causa del


deterioro del país ya sea por guerras o a través de las crisis económicas, los gobiernos
provinciales y municipales no contaron con las suficientes rentas para el sostenimiento
de los planteles, a causa de esto las casas de estudio se vieron en la obligación de
proveerse gracias a las rentas de sus propiedades. Ya para el año de 1843 la
perspectiva iba cambiando un poco gracias a que entró en vigencia el Código de
Instrucción Pública de 20 de junio de 1843, decretado por el Presidente Carlos
Soublette. Dichos cambios se operaron para que el Ejecutivo Nacional tuviera una
mayor injerencia en la educación del país. Entre los años de 1847 y 1849 se dictaron
catorce leyes en materia de educación superior aplicables a las dos únicas
universidades que funcionaban en Venezuela en Caracas y Mérida, las cuales se
orientaron a un mayor control de esos institutos; particularmente en lo que se refiere a
cátedras, catedráticos, empleados, autoridades, estudiantes, rentas y alquileres de los
institutos antes nombrados.1

La realidad particular de la Universidad de Mérida estimuló la idea de la


realización de un estudio especifico, a fin de advertirse cuál fue el comportamiento de

1
Estos aspectos referentes al tema educativo se resumen considerando lo señalado por Rafael
Fernández Heres en: “Educación”, Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación
Polar, 1997, Tomo 2, pp. 173-183; y de Idelfonso Leal: “Universidades”, Ibid., Tomo 4, pp
124- 129.
José Tadeo Monagas con respecto de la universidad andina y la situación planteada en
esta institución durante sus dos gobiernos, así como la reacción de la misma ante las
políticas gubernamentales que le favorecieron o perjudicaron. Con la orientación del
profesor Alí Enrique López Bohórquez, Coordinador de la Cátedra Libre de la
Universidad de Los Andes, se dio inicio al proyecto de esta Memoria de Grado que
definitivamente quedó titulada La Universidad de Mérida durante los Gobiernos de
José Tadeo Monagas (1847-1851 y 1855-1858). El tema no había sido estudiado, y
sólo se tienen referencias parciales y dispersas en el Resumen Histórico de la
Universidad de Los Andes de Juan Nepomuceno Pagés Monsant,2 La Universidad de
Los Andes en la Cultura Nacional: Síntesis histórica, 1790-1957 de Roberto Albornoz
Berti,3 la Historia de la Universidad de Los Andes de Eloi Chalbaud Cardona,4 y el
Compendio histórico de la Universidad de Los Andes de Mérida de Venezuela de
Carlos Chalbaud Zerpa.5 Es en la obra de Chalbaud Cardona donde se localiza una
importante información, tanto en documentos como en los comentarios que este autor
hizo en relación al tema objeto de nuestra investigación.

De manera que nuestro estudio forma parte de las actividades que se han
venido realizando en la Cátedra Libre de Historia de la Universidad de Los Andes a
través de Memorias de Grado de estudiantes de la Escuela de Historia, 6 así como de
los trabajos

2
Juan Nepomuceno Pages Monsant: Resumen Histórico de la Universidad de Los Andes, Anuario
de la Universidad de Los Andes, tomo I (Mérida, Venezuela), 1891, pp. 21-24. Otra edición
Mérida, Publicaciones de la Dirección de Cultura de la Universidad de Los Andes, 1951.
3
Roberto Albornoz Berti: La Universidad de Los Andes en la cultura nacional (síntesis
histórica), 1790-1957. Mérida, Editorial El Vigilante, 1958.
4
Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes. Mérida, Ediciones del
Rectorado, 1967-1990. (10 Tomos).
5
Carlos Chalbaud Zerpa: Compendio Histórico de la Universidad de Los Andes de Mérida de
Venezuela. Mérida, Ediciones del Rectorado/ Universidad de Los Andes, 2000.
6
Estas han sido las Memorias de Grado para optar al Titulo de la Licenciatura en Historia:
Alfredo Marín Lara Calderón: La Universidad de Los Andes en el Diario El Vigilante. 1924-
1958. Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2005). (Memoria de Grado para
optar al título de Licenciado en Historia.); Dulce Magali Montilla Maldonado y Nancy Yaneth
Montilla Maldonado: La Universidad de Los Andes en el Diario El Vigilante. 1959-1979.
Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2006); Carmen Geraldin Pestana
Martínez y Nairuby Yumari, Salas Ramírez: La Universidad de Los Andes en periódicos y
revistas de Mérida. 1900- 1950. Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes,
(2006); Janett H. Araque Vera y Danny Gómez Timaure: Bibliotheca Boletín Mensual de las
Bibliotecas de la Universidad de Los Andes (1954-1956). Mérida, Escuela de Historia/
Universidad de Los Andes, (2007); Elisareth Ramírez Angulo: Universitas Emeritense: Revista
de la Universidad de Los Andes (1954-1961).
realizados por el profesor Alí Enrique López Bohórquez, 7 sin dejar de mencionar otras
Memorias dirigidas por distintos profesores de dicha Escuela. 8 Esta investigación esta

Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2007); Gregory Uzcategui Márquina:
El Liceo de Ciencias Políticas de Mérida (1910-1915) y el Liceo Universitario de la
Universidad de Los Andes (1915-1932). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los
Andes, (2008); Karilin Julieth Pinto Fonseca: Zulianos en la Universidad de Los Andes (1810-
2005). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Jesús Torres Camacho y
Germán Antonio Pérez Plaza: Barineses en la Universidad de Los Andes (1810-2005). Mérida,
Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Ana Carolina Calles Márquez.
Traspasando las Fronteras. Profesores Extranjeros en al Universidad de Los Andes (1852-
2007). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Adriana Carrero y
Lismar Rincón: La Universidad de Los Andes en el Diario Pico Bolívar (2004-2007). Mérida,
Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2008); Andreina Torres Y Darcy Peña: La
Universidad de Los Andes en el Diario El Vigilante (1980-1990). Mérida, Escuela de Historia/
Universidad de Los Andes, (2008); Lourdes Santiago y Lisbeth Araque: La Universidad de Los
Andes en el Diario El Vigilante (1991-2000). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los
Andes, (2009).

6 “El Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes”, Boletín del Archivo Histórico de la
Universidad de Los Andes, 1 (Mérida, enero-diciembre de 1999), pp. 21-30; “Mariano Picón
Salas y la Universidad de Los Andes”, Actual, 46 (Mérida, abril-junio de 2001), pp. 202-209;
“Los Orígenes de la Investigación en la Universidad de Los Andes. En tiempos de Caracciolo
Parra”, en Investigación. Revista del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y
Tecnológico-CDCHT, 6 (Mérida, enero-abril de 2002), pp. 36-37; “La Universidad de Mérida
nació con la República (21 de Septiembre de 1810)” en Diana Rengifo y Zulia Rojo
(Compiladoras): Valera. Crisol Cultural de Los Andes (Memoria del III Simposio de Historia
Trujillana). Valera-Venezuela, CRIHES-Núcleo Universitario Rafael Rangel-Universidad de
Los Andes, 2003, pp. 139-148; “Una cátedra libre. La ULA como objeto de investigación”,
Investigación. Revista del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico-
CDCHT, 9 (Mérida, enero-junio de 2004); “La ciudad universitaria que Pedro Rincón Gutiérrez
soñó”, Investigación. Revista del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico-
CDCHT, 10 (Mérida, septiembre-diciembre de 2004), pp. 52-55; “El Gobernador Fernando
Miyares se opone a la creación de una Universidad en Mérida y la pide para Maracaibo”,
Acervo. Revista de Estudios Históricos Documentales, Vol. IV, Nº 2 (Maracaibo, julio-
diciembre de 2005), pp. 111-121; “50 Aniversario de la Facultad de Humanidades y Educación”,
La H Parlante. Boletín de la Facultad de Humanidades y Educación, 2 (Mérida, julio de 2005),
pp. 4- 5; “La Universidad de Mérida: De las Constituciones del Seminario al Primer Código de
Instrucción Pública de Venezuela (1810-1843)”, en Reformas y Planes de Estudio de las
Universidades de América y Europa. Córdoba (Argentina), Junta Provincial de Historia de
Córdoba, 2006, pp. 167-184; “Los archivos universitarios de Venezuela”, Revista Historia de la
Educación Latinoamericana, 8 (Colombia, 2006), pp. 237-274; 15 Argumentaciones para
Rectificar la fecha de Fundación de la Universidad de Los Andes. Mérida, Cátedra Libre de
Historia de la Universidad de Los Andes, 2006 (Cuadernos de la CLHULA, Nº 2).

8
Carmen J. Quintero y Miriam Rivas: Inconformidad y Rebeldía estudiantil universitaria en
Mérida 1980-1990. Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (1994); Airam
Rubisely Zerpa Angulo: La Universidad de Los Andes: Un registro hemerográfico del siglo XIX
(1846-1899). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (1996); Marcela Rangel
Peña: La Profesionalización de la mujer en la Universidad de Los Andes (1930-1960). Mérida,
Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (1999); Julio César Méndez Contreras: El
movimiento de renovación universitaria en Mérida y su influencia política durante el primer
gobierno de Rafael Caldera (1968-1974). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los
Andes, (2001); Doris J. Méndez Q. y Eric A. Uzcategui: La autonomía universitaria durante el
gobierno de Raúl Leoni (1964-1969). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes,
(2005).
dentro de las características que se encuentran las Memorias de Grado de Fanny
Albarran Caicedo, Pedro Rodríguez y José Leonardo Linares, 9 que en su conjunto
representan una perspectiva de estudio que busca establecer la relación que tuvo la
Universidad de Mérida en los distintos gobiernos nacionales, a fin de considerar el
grado de intervención o de autonomía que a esta se le dio en ciertos momentos.

El escaso tratamiento dado al tema por los citados autores exigió la


localización de fuentes sobre el período estudiado, las cuales reposan en el Archivo
Histórico de la Universidad de Los Andes en las Secciones de Grados, Claustro Pleno,
Nombramientos de Empleados y Profesores, Provisión de Cátedras, Catedráticos,
Jubilados, Beneméritos, Decanos, Correspondencias, Inventarios del edificio,
Aparatos, Enseres y Archivos, Matriculas, Fincas Rurales y Urbanas, Rentas, Cuadros
y Nominas de Cursantes, Facultades, y Libro de Cuentas de la Administración de
Rentas. Tanto las fuentes historiográficas como las documentales fueron tratadas
siguiendo rigurosamente el método histórico en cuanto a la localización, revisión y
reflexión sobre el contenido de dichas fuentes.

Así, el trabajo quedó constituido en cuatro capítulos. El primero sintetiza la


situación de Venezuela y Mérida durante los gobiernos de José Tadeo Monagas,
destacándose los aspectos políticos, económicos, sociales, culturales y educativos
como marco referencial al desenvolvimiento de la Universidad de Mérida, en el
segundo capítulo se aborda el tema de la educación en Venezuela entre 1847 y 1858.
En el tercero nos referimos a los antecedentes educativos, origen y desarrollo de la
universidad merideña de 1767 a 1847. En el capitulo cuatro se desarrolla el tema
central de nuestra Memoria de Grado: La Universidad de Mérida durante los
gobiernos de José Tadeo Monagas, analizándose la situación de esta institución
universitaria entre 1847 y 1858, con referencias a las relaciones entre la universidad y
el estado venezolano (gobierno central y gobierno de Mérida), y las relaciones de la
universidad con la Iglesia y con otros centros de enseñanza. De igual manera se
expone lo referente a la organización y

9
Pedro José Rodríguez Arias: La Universidad de Los Andes durante el gobierno e Eleazar López
Contreras (1936-1941). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2007); Fanny
del Carmen Albarran Caicedo: La Universidad de Los Andes durante el primer gobierno de
Antonio Guzmán Blanco (1870-1877). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes,
(2008); y José Leonardo Linares Mora: La Universidad de Los Andes durante el gobierno de
Cipriano Castro (1899-1908). Mérida, Escuela de Historia/ Universidad de Los Andes, (2009).
funcionamiento de la Universidad en cuanto a reglamentaciones para la universidad,
estatutos, autoridades universitarias, profesores, estudiantes, empleados, facultades,
cátedras, grados, conflictos internos, confrontaciones externas, rentas, propiedades
urbanas y rurales, biblioteca, archivo y laboratorio. Finalmente hacemos unas
consideraciones generales acerca de lo ocurrido en la Universidad durante los
Gobiernos de José Tadeo Monagas e incluimos un apéndice de documentos principales
para el conocimiento del periodo estudiado y referidos a los distintos aspectos tratados
en cada capitulo, además de una cronología de hechos fundamentales acaecidos en la
institución entre 1847 y 1858.

Finalmente, deseamos agradecer a las personas que colaboraron con esta


investigación; En primer lugar al Profesor Alí Enrique López Bohórquez, por su
ayuda, compromiso y confianza en mí para el desarrollo de esta Memoria de Grado; al
personal del Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes, especialmente a los
Licenciados Pedro Molina, José Mejias, María José Ríos Paz y Ana Belén Parra, por
su colaboración, y reconociendo el trabajo que realizan por el rescate de la memoria
histórica de la ULA.
CAPITULO I

VENEZUELA Y MERIDA DURANTE LOS


GOBIERNOS DE JOSE TADEO MONAGAS (1847-
1851 Y 1855-1858)

1. Antecedentes del Primer Gobierno del General José Tadeo Monagas

Como derivación de las guerras de independencia y post-independencia el


territorio venezolano se encontraba en 1830 en un estado de fragmentación, pues junto
con la muerte del Libertador se fue su más grande sueño La Republica de Colombia.10
Sin una nación compacta y un territorio desconocido surgieron los principales hombres
y héroes de la emancipación como el futuro más inmediato. Entre ellos, uno de los
personajes más destacables en los últimos quince años, José Antonio Páez, que desde
años anteriores venía siendo conocido por sus diferentes batallas en el campo
venezolano,11 y como protector y fundador de la nueva nación se enmarcó como el
hombre de los próximos pasos y decisiones en la Venezuela de los años venideros. Fue
así como en noviembre de 1829 congregada en Caracas la asamblea de San Francisco
proclamó al general Páez de entonces 41 años de edad, jefe superior civil y militar de
toda Venezuela; más adelante en enero de 1830, se constituyó un Gobierno Provisional
encabezado por Páez.12

10
La República de Colombia fue fundada el 17 de diciembre de 1819 por el Congreso de
Angostura, la cual dejó de existir en 1830. Su territorio llegó a comprender el de las actuales
repúblicas de Venezuela, Colombia (que en aquel tiempo era conocida como Cundinamarca y,
sobre todo, Nueva Granada), Ecuador y Panamá. Cuando Bolívar y sus contemporáneos
mencionaban a los «colombianos» entendían por tales a los ciudadanos de Venezuela, Nueva
Granada (hoy Colombia), Ecuador y Panamá.
11
Batalla de Mucuritas 1817, Batalla de las Queseras del Medio 1819, Toma de Puerto Cabello
1823, entre otras.
12
Adolfo Rodríguez: “Páez, José Antonio, gobiernos de”, en: Diccionario de Historia de
Venezuela. Caracas, Fundación Polar, 1997, Tomo III, pp. 469-476.
Establecido el General Páez como el nuevo gobernante para el territorio
venezolano, se promulgó en septiembre de 1830 la nueva Constitución estableciendo:
elecciones indirectas; el sufragio sólo a los que supieren leer y escribir y gozaran de
ciertas condiciones de independencia económica; Cámara de Representantes elegida
por cuatro años y la del Senado renovable también por elección indirecta cada dos
años; el presidente y el vicepresidente de la república eran elegidos por cuatro años y
aquel debía asesorarse con un concejo de gobierno del cual formaban parte los tres
secretarios del despacho, Interior y Justicia, Hacienda y Guerra y Marina; la autonomía
de las provincias que incluía una diputación o legislatura nombrada por los cantones; y
en cuanto al Poder Judicial lo más importante fue el establecimiento, en principio, de
los juicios de los jurados.13

En el año de 1830 se da inicio a un nuevo capitulo en la Historia de Venezuela,


episodio que tendrá su final en el año de 1846, según apreciación de Augusto Mijares
en su Evolución política de Venezuela. Durante estos años Venezuela vivió las
gestiones gubernamentales de José Antonio Páez (en dos periodos: 1830-1835 y 1839-
1843); José Maria Vargas (1835-1836) y Carlos Soublette (1836-1839 y 1843-1846);
desde su primer mensaje el 30 de abril de 1830 el General Páez manifiesta su voluntad
de someter su espada, su lanza y sus triunfos militares al cumplimento de la ley y el
orden en el territorio. El primer gobierno del General José Antonio Páez se llevó a
cabo en un ambiente de reformas en diferentes aspectos: a partir de 1830 Venezuela se
integró a la economía mundial; se abrieron y se fortalecieron relaciones comerciales
con países de gran importancia, entre ellos: Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia,
etc. Las exportaciones de algodón y añil se mostraron como importantes rubros, pero
la exportación del café venía ya desplazando al cacao como el principal producto para
el intercambio comercial.

En 1831 el gobierno provisional de Venezuela tuvo su primera prueba: en una


situación poco agradable los hermanos Monagas, José Tadeo y José Gregorio, bajo el
proyecto integracionista de Simón Bolívar y fieles a sus ideas, proclamaron el Estado
de Oriente con el nombre República de Colombia, con la idea de que fuera un
territorio

13
Augusto Mijares: “Evolución Política de Venezuela”, en: Enciclopedia de Venezuela.
Barcelona, Editorial A Bello, S.A. 1970, Tomo VI, p.331.
ajeno a la nueva república, lo cual se salía del contexto nacional proclamado en la
Constitución de 1830. Páez, a su vez, enfrenta en persona a los alzados y el 24 de junio
de 1831 estos acatan la Ley e incluyen el territorio suroccidente a la nueva República
de Venezuela. Con un territorio poco conocido y poco habitado en su interior, es en
1830, como lo afirma Pedro Cunill Grau, “cuando los pobladores criollos van
diseñando diversos frentes pioneros espontáneos que hacen avanzar las fronteras del
poblamiento en sitios no roturados en tierras públicas en la mayoría de regiones
venezolanas”. La aptitud de la población fue vencer todo tipo de insalubridad: estos
campesinos en su mayoría avanzaron hasta regiones inhabitadas del país buscando el
desarrollo entre sus comunidades; tal es el caso de las tierras ribereñas del lago de
Maracaibo, el ambiente litoral coriano, los llanos orientales y centro-occidentales o el
pie de monte andino, sitios en los que se van a dar las nuevas ubicaciones
poblacionales a lo largo del siglo XIX.14

Este periodo estuvo también marcado por el surgimiento y pasión por las letras
y su vinculación con la imprenta. De hecho apareció un repertorio muy completo de
publicaciones y proyectos que a lo largo del tiempo sirvieron de inspiración para
futuros conocimientos en artes y ciencias; entre estas publicaciones cabe destacar: los
escritos de Fermín Toro; Ideas y necesidades, Europa y América y Reflexiones sobre
la ley del 10 de abril de 1834. Rafael María Baralt escribe su Resumen de la Historia
de Venezuela junto con Ramón Díaz, obra que viene siendo la piedra angular de la
Historia de Venezuela; un estudioso viajero Italiano llamado Agustín Codazzi prepara
su Resumen de la Geografía de Venezuela y Atlas Físico y Político de la República de
Venezuela, obra de incalculable valor pues proporcionó un acertado conocimiento del
territorio que se tenía para el momento; las páginas de Juan Vicente González en
Biografía de José Félix Rivas, De Cicerón a Catalina, e Historias del poder civil en
Colombia y Venezuela. En el campo de las ciencias evolucionaron los conocimientos
gracias al Tratado de Mecánica Elemental, de Juan Manuel Cajigal, y al Manual de
Anatomía de José María Vargas; estas publicaciones abrieron numerosos campos de
estudios entre la población letrada y, a su vez, estudiosos que fueron parte esencial en
el desarrollo de la Venezuela del siglo XIX. En tanto, este primer gobierno ve sus
frutos en los amplios trabajos investigativos antes mencionados. Fue también la
década de 1830 el gran desarrollo de la imprenta periodística; se publicaron
numerosos diarios en la capital,
14
Pedro Cunill Grau: Geografía del Poblamiento Venezolano en el siglo XIX. Caracas, Ediciones
de la Presidencia de la República, 1987, Tomo III, p. 991.
entre ellos “El Constitucional”, “El Nacional”, “El Liberal”, y “La Bandera Nacional”.
A la margen de estos, entre las décadas de 1830 y 1840 se contó con “El Patriota”
desde Valencia, “El Observador” en Coro y “El Manzanares” en Cumana.

Durante este primer mandato cabe recalcar que hubo un saneamiento


económico, gracias a la actividad de Santos Michelena que fundó la Tesorería
Nacional, la cual promovió la construcción de nuevos puertos y aduanas para fomentar
las comunicaciones y el comercio del país. Por otro lado, para 1834 se promulgaron
dos leyes; la controvertida Ley del 10 de abril de 1834, llamada también Ley sobre
Libertad de Contratos que aparecía para sanear la economía y la Ley de Libertad de
Cultos, que promovía el libre pensamiento y la libertad religiosa como parte de la
libertad civil.

Las disposiciones principales de la ley del 10 de abril fueron: 1. el pacto libre


para hacer efectivo el pago de cualquier acreencia, pudiéndose al efecto rematar los
bienes del deudor por la cantidad que se ofreciese por ello, 2. la ejecución de la
voluntad de los contratantes, cualquiera que ella fuese, en todos los demás contratos,
así como el interés que estipulasen y 3. La competencia de los acreedores para ser
licitadores.15

En 1835, y haciendo cumplir la constitución, se efectuaron elecciones


presidenciales dispuestas cada cuatro años. El 6 de febrero de 1835 el congreso
reunido en la Capilla del seminario procedió al escrutinio de los votos. De modo
sorpresivo la mayoría favoreció al Dr. José María Vargas por primera vez un civil se
hacía del mandato del país acostumbrado a poseer militares en lo más alto del poder. A
este respecto Guillermo Morón dice: “la conducta política de Vargas fue ejemplar:
amplias libertades, preocupación constante por el progreso material y moral,
austeridad republicana. La administración pública se prometía muchos bienes: un
código de instrucción pública, mejoras de la enseñanza primaria y de la superior,
edificaciones públicas, censo de población, sanidad, Sociedad de Amigos del País,
etc.”16 Conducta que no fue bien vista por el sector militar, de modo que una
conspiración contra el Dr. Vargas desembocó en un golpe armado en Maracaibo el 7
de de junio de ese año. Suceso que llevó a Vargas a tomar la decisión de retirarse

de su cargo, medida que no fue


15
Guillermo Morón: Historia de Venezuela. Estados Unidos, Editorial Británnica, 1980, Tomo 5,
p. 242.
16
Ibid.,
aceptada por el Congreso. Vale aclarar que la rebelión militar fue sometida por el
general Páez el cual vuelve a la contienda y fue visto de nuevo como el hombre que le
dio la tranquilidad interna al país, cuando en marzo de 1836 “El Centauro” derrotó
finalmente el movimiento armado. 17

Desde ese momento en Venezuela comenzó a observarse la expresión político-


militar de dos sectores de la sociedad: por un lado el sector militar, que se componía
por hombres que a través de los años se habían convertido en grandes propietarios y
que para el momento estaban exentos del aparato político-gubernamental del país; y
otro grupo conformado por la burguesía comercial, hombres conservadores que
apoyaron la presidencia de Vargas. Ya aplacada la insubordinación y restaurado el
gobierno del doctor Vargas, comienza el año de 1836, que fue funesto para el
mandatario, pues el Congreso de la República estaba en contra de él y de sus
decisiones. Por ello no le quedó otra alternativa que una renuncia irrevocable a la
Presidencia de Venezuela. Este periodo se ve marcado por el auge de una clase
burguesa-comercial que detenta el poder por pocos meses y una clase militar
acostumbrada a obtener el poder por la fuerza, pugna político-social entre militares y
civiles, conservadores y liberales, que condujo al estallido de la Guerra Federal (1859-
1863).

Pasados ya seis años desde la desmembración de la Republica Colombiana, los


poderes en Venezuela los detenta un solo grupo: hombres como Páez, Mariño y los
hermanos Monagas parecen controlar gran parte del territorio productivo y
socialmente activo. Con la gerencia del general Páez y la renuncia del doctor Vargas
es Andrés Narvarte presidente interino de Venezuela hasta enero de 1837, mientras se
preparaban las nuevas elecciones, fue el interinato de José Maria Carreño en su virtud
de vicepresidente del Consejo de Gobierno el cual fue bastante corto. Para mayo de
1837 es elegido el general Carlos Soublette como Presidente de la República, el
candidato del general Páez en 1835; ocupó el cargo hasta 1839. El continuismo en un
solo sector dirigió el periodo venezolano, Soublette fue un hombre de amplio carácter,
esto se puede observar en que durante su mandato Venezuela vivió en una relativa paz.
Se pueden mencionar hechos de corto alcance tales como el levantamiento militar de
Francisco Farfán que se había alzado en Apure. En lo que corresponde a política
extranjera, se
17
Rebelión conocida como La Revolución de Las Reformas
podría mencionar la crisis económica que afectó a Estados Unidos. Esto implicó que
Venezuela no tuviera las mejores relaciones con dicho país, los precios del café y el
cacao no fueron los mejores y tampoco la economía interna, si bien esta crisis no
afectó del todo al país, ya que en 1837 se cancela el 33 por ciento de la deuda que le
tocó a Venezuela de la liquidación de la unión colombiana. A este respecto, Fermín
Toro aporta este dato: “hasta principios de este siglo la exportación del café era
insignificante. En el año económico de 1831 a 32 aquella fue de115.000 quintales; y
de 1841 a 42 fue
330.000 quintales, es decir que en el transcurso de diez años se triplico”. 18 Podemos
decir que este período estuvo marcado por la influencia de una clase militar, ya que
aunque ostentaba Soublette cargo presidencial, Páez era el articulador en las
decisiones de este, justo en un período en que se observó un alza en precios de los
rubros esenciales para el abastecimiento y mantenimiento del país; esto, y una relativa
paz, abrió el marco para una nueva actividad política-gubernamental.

En el marco de las elecciones de 1838 fue electo por segunda vez el General
José Antonio Páez con 212 votos de un total de 222; es decir, el 95 por ciento aclamó
al General como Presidente de la República de Venezuela. El 1 de febrero toma
posesión Páez en un ambiente de relativa paz dejado por Soublette. Su primer mensaje
al Congreso exponía la necesidad de abrir caminos y carreteras para una mayor
producción y abastecimiento de frutos y rubros como principales proyectos para la
exportación; es claro; que el periodo presidencial del General Carlos Soublette terminó
con una economía fragmentada a causa de la crisis de Estados Unidos, y a causa de
esto Páez, en su afán de acrecentar y dinamizar el comercio, proyectó planes de muy
largo alcance buscando una vía alterna para incrementar la producción cafetalera del
momento. Entre otros de sus planes estuvo un nuevo sistema de defensa que
garantizara la seguridad al país en caso de alguna invasión. En abril de 1839 reforma la
Ley de Imprenta promulgada en 1821, que promovió en cualquier venezolano el libre
uso del mecanismo para expresar sus ideas sin ser censurado. Este periodo se
caracterizó también por la recopilación de todos los datos para iniciar la organización
de un sistema penitenciario único en el país; igualmente, como propósito educativo,
buscó impulsar la educación primaria y universitaria en todos los estados venezolanos.
También se creó en Caracas el

18
18
Fermín Toro: Reflexiones sobre la Ley de 10 de abril de 1834. Caracas, Edición del Ministerio
de Educación Nacional, 1941, p. 162

18
Banco Colonial Británico con un capital de 300.000 pesos, un proyecto innovador para
Venezuela.19

El segundo periodo presidencial del General Páez comenzó con avances para el
futuro: se proyectó Venezuela como un país que quiso emerger y dejar atrás el
complejo mundo colonial. Pero la otra cara de la moneda fue también trascendental
para esta administración paecista: el acontecimiento interno más importante de este
periodo fue la aparición de un sector de oposición al gobierno de Páez y al sector
militar, bajo la forma del Partido Liberal, nacido a finales de 1840, como
institucionalización a nivel social de una doctrina política que venia gestándose desde
1830 en contra de los ideales conservadores. El vocero principal de este nuevo
movimiento fue el periódico El Venezolano, bajo la dirección de Antonio Leocadio
Guzmán, y su lema hombres nuevos, principio alternativo. Este hecho tuvo una
trascendencia fundamental dado el descontento del pueblo con las administraciones
conservadoras, a este respecto, Elías Pino Iturrieta dice: “El descontento desemboca en
la fundación del Partido Liberal, en agosto de 1840, y en la aparición de un formidable
vocero de oposición alrededor de cuyas páginas se congregan grandes masas de la
población, El Venezolano. Gracias a los ataques del periódico, imitados por voceros
provincianos y divulgados por gente humilde de numerosas latitudes, el régimen
establecido en 1830 deja de ser una fortaleza y comienza a decaer la reputación de
Páez”.20

Este hecho fue el resultado de constantes disgustos de un grupo de hombres


liderado primero por Tomas Lander, y luego por su principal figura, Antonio Leocadio
Guzmán, que con su pluma y la impresión del periódico fundó una nueva visión entre
las personas. Desde ese momento comenzaron a coexistir las dos fuerzas políticas
típicas del siglo XIX venezolano; los liberales y los conservadores. En esa búsqueda
de innovación que proyectó a Venezuela como un país en vías de modernidad, es
necesario nombrar características esenciales de este segundo periodo, por ejemplo el
Tratado de Amistad, Comercio y navegación entre Venezuela y el reino de Suecia y
Noruega, lo que trajo la ampliación de las fronteras comerciales y obtener un nuevo
aliado. A finales de 1841 se imprimieron en París la Geografía de Venezuela,

redactada por Agustín


16 Elías Pino Iturrieta: “El Régimen Liberal de Páez” ”. En El Desafío de la Historia. Año 2, Nº 10
(Caracas, 2009), p. 59.

19
20
Ibid.,

20
Codazzi, y la Historia de Venezuela de Rafael María Baralt y Ramón Díaz;
publicaciones de gran importancia para la creación de un ideario de territorio y de
nación. Johnny Barrios nos explica el alcance de la obra de Codazzi: “En este sentido,
el reconocimiento del papel jugado por Agustín Codazzi en el inventario geográfico,
así como en la construcción de la imagen del espacio territorial venezolano expresado
en la nación y sus zonas geográficas (provincias y cantones), pasa obligatoriamente
por comprender la realidad y el ideario presente en el extenso escenario en el cual se
gestó su obra geográfica, hecha entre 1827 y 1850”.21 Mientras que la Historia de
Venezuela de Baralt y Díaz da cuentas de los principales hechos políticos-históricos
que vivió Venezuela desde su Descubrimiento, en el siglo XV, hasta 1830 con la
desmembración de la Republica Colombiana.

En enero de 1843 y con lo dispuesto en la Constitución se acabó el Segundo


Periodo Presidencial de Páez. Unos nuevos eventos eleccionarios de gran importancia
se acercan, pues estos sufragios marcaron el primer ensayo de los bandos políticos
surgidos en 1840. La lucha política ya es entre dos Partidos como decían llamarse: el
Partido Conservador, con su representante Carlos Soublette, y el Partido Liberal con
Santos Michelena. Con una cantidad de votos mayor se hace del poder el Partido
Conservador, o sea Carlos Soublette; sus primeras palabras fueron: “Venezuela goza
de perfecta paz y ha visto terminar el tercer periodo constitucional, feliz y fecundo en
procesos favorables a la consolidación de las instituciones patrias, al desarrollo de la
industria, al establecimiento del crédito público y a las relaciones de benévola amistad
que la unen con casi todas las naciones.”22 No obstante a ello, la economía venezolana
no pasaba por sus mejores días, ya que a partir de 1842 se vio envuelta en una crisis
que se acentuó durante este periodo presidencial: los rubros principales como el café,
el cacao y el ganado tuvieron una bajada de precios, lo que conllevó a que tanto la
producción y la exportación se vieran afectadas, traduciéndose esta situación para la
sociedad de la época, en una grave crisis que incremento las pugnas políticas y
desagravios sociales, El Venezolano seguía impulsando un ataque feroz contra el
nuevo gobierno culpándolo de

21
Johnny Barrios: La Imagen de los Andes Venezolanos: Geografía, Historia y Cultura en la obra
de Agustín Codazzi (1827-1850). Mérida, Escuela de Historia/Universidad de Los Andes, 2009.
(Memoria de Grado para optar al titulo de licenciado en Historia), p.25.
22
Guillermo Morón: Op. Cit., p. 248.
lo que sucedía en el país era tan atroz el ataque del Periódico que en 1844 Guzmán se
vio envuelto en un proceso por el jurado de imprenta debido a lo fuerte de sus
publicaciones. De momento esto no trajo consecuencias ni para él ni para el Partido
Liberal, ya que salió victorioso y aclamado por su gente por el contrario, su figura se
vio más consagrada. Un hecho a destacar fue la Ley de Amnistía decretada en 1843 a
aquellas personas exiliadas por sucesos políticos entre 1830 y 1836. Estos individuos
volvieron al país y se unieron a las filas del Partido Liberal. No podemos olvidar que
estos hombres habían sido expulsados del territorio por tener ideas diferentes a los
gobiernos de paso. Entre alzamientos y oposiciones se inaugura en enero de 1845 la
carretera Caracas la Guaira, lo que produjo un mayor avance en el país tanto para los
productores como para la exportación al Puerto de la Guaira, hecho posible gracias a
los planes del general Páez a favor de las construcciones de la infraestructura
comunicacional que el país requería.

2. Primer Gobierno de José Tadeo Monagas (1847-1851)

En vista del proceso eleccionario de 1846 los sectores políticos divididos en


dos bandos (liberales y conservadores) comenzaron a colocar sus candidatos favoritos
en la mesa. Páez con su aptitud de elector primordial en el partido conservador vio con
buenos ojos el apoyo a la candidatura del General José Tadeo Monagas, 23 por su parte
los liberales se dividieron en tres, en torno a los candidatos Leocadio Guzmán, José
Félix Blanco y Bartolomé Salom. La candidatura de José Tadeo Monagas venía a
representar lo que personificó el general Soublette, ser solo el candidato de Páez, el
cual siguió teniendo gran admiración por el pueblo y poder en las autoridades.

Verificadas las

23
Sobre José Tadeo Monagas y sus gobiernos véase: ALARICO GOMEZ, Carlos: José Tadeo
Monagas. Caracas, Editorial El Nacional, 2006; CASTILLO BLOMQUIST, Rafael: José Tadeo
Monagas: Auge y consolidación de un caudillo. Caracas, Monte Avila Editores, 1991;
QUERALES, Juan Bautista: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas
1784-1868. Caracas, (Academia Nacional de la Historia, Fuentes para la Historia Republicana
de Venezuela), 1983. (4 Tomos); RODRIGUEZ MIRABAL, Adelina: “Monagas, José Tadeo,
gobiernos de”, en: Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, 1997.
Tomo III, pp. 221-226.
elecciones de 1846 y en un ambiente de agitación política, Augusto Mijares nos
resume desde su punto de vista lo ocurrido en ese instante: “El 9 de febrero de 1845,
victoria pírrica de los demagogos. Se desnudan las maniobras personalistas. La muerte
de Urdaneta. Las elecciones del 46. Salom. José Félix Blanco. Triunfa José Tadeo
Monagas. Páez y sus amigos, que lo habían respaldado, le preparan una “revolución
constitucional” el 24 de enero de 1848. José Tadeo y José Gregorio Monagas durante
diez años más”.24 Promovida la candidatura del General José Tadeo Monagas desde la
crisis agropecuaria de 1842-43, el 23 de enero de 1847 se hicieron las elecciones, cuyo
resultado fue el siguiente: José Tadeo Monagas 107 votos, Bartolomé Salom 97,
Antonio Leocadio Guzmán 57, José Félix Blanco 46, José Gregorio Monagas 6, José
Antonio Páez 2, Manuel Felipe Tovar 2, Santos Michelena 1 y Santiago Mariño 1.

José Tadeo Monagas es el nuevo Presidente de la República para el periodo de


1847-1851. Monagas venía al igual que Páez acrecentando su poder: primero, por ser
el mandatario del Oriente venezolano por unos veinte años; en segundo lugar por ser el
único que no simpatizaba del todo con Páez, ya que en 1831 se alzó en Oriente por no
estar de acuerdo con la disolución de la Gran Colombia; y luego por la llamada
Revolución de las Reformas en 1835, en la que José Tadeo Monagas jugó papel
importante. Aparte de esto incrementó sus riquezas producto del ganado y de la
apropiación de gran cantidad de propiedades, para 1847 dice Rafael Castillo
Blomquist que era imposible calcular su riqueza.25 Estos antecedentes, sumada a su
vigencia como prócer independentista en el momento en que hombres como Bolívar,
Miranda, Sucre y Urdaneta habían muerto, hacían de Monagas uno de los hombres que
perduró en el tiempo. Con 62 años de edad toma posesión en 1847 y conformó su
gabinete integrado desde un principio por hombres del partido conservador: Interior y
Justicia, Doctor Ángel Quintero; Hacienda y Relaciones Exteriores, Doctor Miguel
Herrera; Guerra y Marina, el General José María Carreño.

Como al principio se dijo, Monagas representó para las elecciones de 1846 el


candidato perfecto de Páez, lo que suponía que el General iba a tener gran auspicio
para las desiciones de Monagas. Pero la suposición fue quebrantada, con un gabinete

24
Augusto Mijares: Op. Cit., p. 347.
25
Rafael Castillo Blomquist: José Tadeo Monagas: Auge y consolidación de un caudillo. Caracas,
Monte Avila Editores, 1991, p. 26.
conservador ya establecido, comienza la inestabilidad partidista y política: en mayo del
mismo año renunció Herrera y fue sustituido por José Félix Blanco perteneciente al
partido liberal. Como consecuencia de esta asignación desistió Quintero y le sustituye
Rafael Acevedo y, poco después, se retiró Carreño y en su lugar llegó Francisco
Mejías. Por lo tanto, en solo siete meses pasó de gobernar con el Partido Conservador
y ahora se encontraba con el Partido Liberal; este hecho disgustó al General Páez y al
Partido Conservador. Adicional a esto, las decisiones de Monagas y el ataque feroz de
los diferentes diarios de Caracas de uno y otro bando como por ejemplo “La prensa”
que el día 23 de enero de 1848 calentaba los ánimos reseñando lo siguiente: “...El
pretenso Gobernador de la provincia ha mandado a fijar carteles para amenazarlos con
el soberano populacho: hasta el fondo se conmueve la población para arrojar su hez
sobre la sociedad y el Congreso que la representa. Esos pasquines, esas figuras de
canillas y calaveras puestas en las calles públicas pregonan lo siniestro de sus
designios y su ferocidad; pero si pueden intimar mujeres, no lograran imponer a los
hombres de honor, a los patriotas amagados por las hordas que suscita un poder militar
y demagógico, resueltos a ser libres o a morir(…) salvemos la republica o muramos
con los Representantes de la Nación; vosotros responderéis de su obediencia o de su
derrota”,26 provocaron el rompimiento total entre liberales y conservadores que venía
en una pugna desde 1840 con la fundación del Partido Liberal.

Estos acontecimientos provocaron los sucesos del 24 de enero de 1848, llamado


El Asalto al Congreso, día en que la Cámara de Representantes celebró una sesión
extraordinaria para recibir al ministro Sanabria que debía dar el mensaje anual del
Presidente y rendir cuentas claras acerca de las actuaciones del general Monagas en el
ultimo año. El 24 de enero fue uno de los hechos más trascendentales del siglo XIX,
episodio que daría pie al rompimiento de la clase política como unidad luego de la
Constitución de 1830, los liberales y los conservadores, dos sectores de la elite
venezolana enfrentados por poder político; este acontecimiento tuvo diferentes
miradas y muchas versiones han salido a flote a través del tiempo. Lisandro Alvarado
resume de esta forma: “los Representantes se reunieron el 24 a las 8am en sesión
extraordinaria,

26
Orlando Acosta Guzmán, Gregorio Carpio García y Freddy Cárdenas Álvarez: El Asalto al
Congreso: El 24 de enero de 1848 y sus implicaciones en la provincia de Mérida. Mérida,
Escuela de Historia/Universidad de Los Andes. 1979. (Memoria de Grado para optar al titulo de
Licenciados en Historia), p. 131.
con el fin de considerar las ocurrencias de la noche anterior y una nota del Ministro,
que negaba a la Cámara la facultad exclusiva de ejercer la policía local. Los diputados
Pbro.
J. V. Quintero y M. V. Maneiro declararon entonces que al pasar por frente a la
guardia del parque, el oficial de ella se encaró con ellos y exclamó: vagabundos de
aquí a mañana las cabezas de todos ustedes andarán rodando por el suelo”. 27 Lo que
hace pensar que ya estaba planeado el asalto. Una conspiración ya se estaba fraguando
durante cierto tiempo, otra vertiente escrita por personajes de la época se basaban
desde el punto de vista liberal, culpabilizando de los hechos a Monagas: “si Monagas
preparó deliberadamente aquella carnicería, y sobre todo, la muerte de Don santos
Michelena y de Julián García contra los cuales tenía motivos de resentimiento”,28
estas palabras solo pueden atribuirse al calor político del momento, ya que diferentes
opiniones pueden salir a relucir en un clima de violencia.

Francisco González Guinan, representante por la Provincia de Carabobo ante


el Congreso, estuvo presente en el acto, en su Historia Contemporánea de Venezuela
dice “entre los Representantes notábase alguna excitación y se observaba que casi
todos estaban armados de pistolas y puñales, y algunos vestían capas para ocultar las
armas(…) anunciado el Ministro de lo Interior y Justicia, fue introducido con el
ceremonial de estilo; pero tan solo 13 representantes (los únicos liberales) se pusieron
en pie para recibir al Ministro. Los demás permanecieron sentados, como para
significar así su desprecio hacía el hombre de Estado más prominente de aquella
situación”.29 Se observa que los ánimos de las personas que componían el grupo
conservador ya estaban en lo más alto y así decididos a enfrentar al grupo liberal
encabezado por Monagas; solo estaban esperando el momento preciso para el ataque,
el instante había llegado, el pretexto fue sólo consignar el mensaje anual del Presidente
de la República y algunas leyes sancionadas en el año anterior de 1847 para atacar.

Las diferentes personas que han estudiado el Asalto al Congreso dirigen su


análisis en busca de un culpable. A nuestro juicio el ataque fue el resultado de un
sector de la clase política que quería ostentar el poder, y el ataque violento sirvió como

la
27
Guillermo Morón: Historia de Venezuela. Op. Cit., p. 255.
28
Augusto Mijares: Op. Cit., p. 354.
29
Francisco González Guinan: Historia de Venezuela Contemporánea. Caracas, Ediciones de la
Presidencia de la República, 1954, Tomo VI, p. 412.
última carta a jugarse para llegar a ese poder, enfrentando al grupo que aún ostentaba y
no quería que se la arrebatasen tan pronto. Como consecuencia inmediata podemos
citar las palabras de Augusto Mijares sobre el acontecimiento del 24 de enero: es
también una fecha nefasta en nuestra historia ya que se abre un nuevo periodo de diez
años de despotismo “durante el cual desaparece la discusión por la prensa y no vuelven
a realizarse elecciones libres, el congreso atemorizado o corrompido se allana a todas
las exigencias del ejecutivo, se interrumpe la tradición de moralidad administrativa por
todos los gobiernos desde la evolución de 1810”.30 Mijares en su cronología de
Historia de Venezuela apoda a este periodo del “Monagato” como “De la Demagogia
al Despotismo”, comenzando con José Tadeo y su gobierno personalista, hasta después
de lo ocurrido el 24 de enero y sus consecuencias durante los próximos 10 años.

Pasado ya los hechos del 24 de enero de 1848, y pensando ya con cabeza fría
sobre los sucesos, las diferentes interpretaciones van a surgir como lo hemos visto
anteriormente, pero todavía falta escuchar la versión de los partidos políticos como
entes protagonistas. Por un lado Monagas explica que “la causa de lo sucedido fue la
pugna de la guardia de la Cámara de Representantes con la masa popular que quería
asistir como siempre a las barras de las cámaras a presenciar la discusión,” tratando de
desmentir las calumnias en su contra y dirigir al pueblo a la calma; y por otra parte,
está la versión conservadora; que el partido del orden (liberal) había movido sus
tentáculos tratando de apresar a quien ellos habían puesto en la silla presidencial, “no
puede menos que recriminar y acusar al General Monagas de traidor a la patria, de
asesino del congreso y de todo tipo de insulto. Su ultima trinchera había sido
devastada el día 24, el Congreso de la República, ahora sólo le quedaba lo que el
General José Antonio Páez pudiese hacer con su espada”.31

El partido conservador, fiel a su líder y a esa figura de orden que tenía el


General Páez, atribuyeron a él todo el peso posible de llevar a cabo una nueva
revolución para poner fin al periodo de José Tadeo; por ello el 4 de febrero de 1848 el
General Páez se proclamó General en Jefe de los Ejércitos de Venezuela y de
Operaciones encargado de restablecer la Constitución de 1830. Las desiciones de

Monagas quizá no eran las más

30
Augusto Mijares: Op. Cit., p. 354.
31
Orlando Acosta Guzmán y otros: Op. Cit., p. 141.
acertadas, ya que llegó a gobernar y nombrar personajes que desde una amplía mirada
era positivo, ya que habían estado con él durante sus batallas y sus luchas por la
independencia del país; pero no era la mejor forma para recompensar sus inicios con
asignaciones gubernamentales tanto en el gabinete como gobernaciones en los
diferentes estados del país, sumado a esto el paso de conservador a liberal en tan poco
tiempo no fue bien visto por la sociedad de la época, que quizá querrían a Páez fiel a
su lucha y orden, que un Monagas cambiando de bando cada seis meses.

Terminado este hecho político-militar del 24 de enero, es justo también acotar


algunos aspectos positivos en el primer gobierno de Monagas: por ejemplo, en el
aspecto social para el año de 1847, específicamente el 8 de abril se dictó un decreto-
ley, que viene hacer, un ensayo en pro de las personas existentes en el país, por medio
del cual se pudo calcular la población exacta del territorio. Esta ley ordenaba la
formación del censo de la republica en el cual debía contemplarse 1. Número de
habitantes; 2. Nombres y apellidos; 3. Edad, estado civil y sexo; 4. Ocupación u oficio;
5. Manejo de la lectura y escritura; 6. Numero de esclavos y manumisos; 7. Número de
eclesiásticos seculares y regulares; 8. Número de monjas; 9. Número de extranjeros;
10. Otros datos estadísticos que el Poder Ejecutivo creyera posible y conveniente
conseguir por este medio. La población de Venezuela para el año 1847 era de
1.273.155 habitantes. El oriente tenia 153.000, mientras que la Provincia de Caracas
tenía 318.000 con los otros pueblos del valle Petare, el Valle y Chacao, la población
del área llegaba casi hasta 49.000. Apenas 100 extranjeros, y el resto estaba en las
zonas interiores del país. Según datos extraídos por Pedro Cunill Grau, desde 1832
hasta 1857 se recibieron 12.610 inmigrantes extranjeros, destacando los españoles de
islas Canarias, con minorías de franceses corsos, italianos, portugueses, alemanes y de
las Antillas. En 1847 se presentó un estado de contracción poblacional en la casi
totalidad de pueblos de indígenas reducidos desde el delta del Orinoco al Orinoco
medio, lo mismo que en el Caroní. El poblamiento negro se fue diluyendo en gran
parte debido al mestizaje durante este periodo: en 1844 eran sólo de 21.628 habitantes,
que significaban el 1.77 % de la población total, si a ellos se agregan 23.514
manumisos la población sube a 3.70%.32

32
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., pp. 985-993.
En lo concerniente a finanzas, para 1846 las deudas anglo-venezolanas por
pagar en cuanto a deuda activa: 1.829.965.15 que eran 11.437.285.69 pesos; había una
deuda diferida de 1.523.988.05 pesos que eran 9.524.926.56 pesos; un total de capital
con intereses capitalizados de 3.353.954.00 pesos, equivalentes a 20.962.212,25 pesos;
este total incluía el 28,5% de la deuda anglo-colombiana (deuda contraída durante la
República de Colombia) y equivalía a 62.571.18.2d ó 391.074,43 pesos. El
presupuesto para el año 1846-1847 estaba compuesto de la manera siguiente: Interior y
Justicia 1.073.748,55 pesos; Hacienda 1.150.656,00 pesos; Relaciones Exteriores
32.400,00 pesos; Guerra 575.359,29 pesos; y Marina 91.291,48 pesos; para un total de
2.923.455,32 pesos.33 Además, durante este periodo se dictaron los siguientes decretos
y leyes: Ley de 12 de abril sobre Libertad de Imprenta que reformaba la de 1829; Ley
de 16 de abril sobre Extradición de Reos Prófugos de las Antillas; Ley de 30 de abril
estableciendo Consulados y Agencias Comerciales en Plazas Extranjeras; Decreto de
14 de mayo fijando el Presupuesto de Gastos Públicos para 1848 en 3.116.880 pesos.
Estas leyes van hacer parte esencial para la sociedad en razón de buscarse con ellas un
mayor ordenamiento poblacional, territorial y jurídico de Venezuela.

En el plano económico se puede nombrar la Ley de Beneficio de Espera o Ley


de Espera y Quita.34 Para el 9 de abril de 1849 se promulgó esta ley que iba a sustituir
la Ley de Espera y Quita del año 1841, justo cuando en los años de 1847-1848
Venezuela se encontraba en un estado de crisis económica, los productos principales
para la exportación como eran el café y el cacao, que representaban el 70% de las
exportaciones del país, habían decaído en gran parte. Aunque se buscaron y se
actualizaron tratados con diferentes países (Países Bajos, Estados Unidos y
Dinamarca), los rubros no daban abasto para el abastecimiento de la población. Fue así
como provocaron un grave deterioro en la situación de los hacendados, quienes pronto

se vieron en la incapacidad
33
Rafael Castillo Blomquist: Op. Cit., pp. 53-59.

34
Manuel Rodríguez Campos: “Ley de Beneficio de Espera” en: Diccionario de Historia de
Venezuela..., Op. Cit., Tomo II, pp. 938-939. La Ley de Beneficio de Espera de 1849
contemplaba como obligatorio para los acreedores el diferimiento de pagos y ejecuciones de
hipotecas, todo en beneficio de sus deudores, por un plazo de 6 años. Si aquellos se negaban a
concederlo, éstos últimos podían recurrir a un juez, quien decretaría el fallo sin mayores
tramitaciones, pudiendo extender el plazo hasta por 9 años. Además, desde el momento en que
un deudor invocara judicialmente este beneficio, quedaban en suspenso todos los juicios por
cobros que hubiese en su contra. Al acogerse a esta nueva ley los deudores del país en su
conjunto, adquirió carácter de moratoria universal con grave perjuicio para los facilitadores de
dinero, cuyos planes financieros de recuperación y reinversión quedaron bloqueados.
de reembolsar sus acreencias previamente contraídas. Al encontrarse Venezuela en
este estado era necesario hacer un cambio, por lo que esta Ley, en conjunto con la
derogada “Libertad de Contratos”, estableció un máximo de 9% anual de interés. De la
misma manera ambos instrumentos legales fueron presentados a titulo de planes para
mejorar la agricultura nacional, ya que al proteger a los propietarios de fundos de tan
altos intereses y de los remates de los bienes dados en garantía, obtenían más
oportunidad de primero, poder cancelar deudas tan altas; segundo, cuidar sus
patrimonios; y tercero, comenzar de nuevo apoyando al sector agrícola para poder
enfrentar la crisis. De la misma manera, el gobierno se abocó en 1850 a la
recuperación de la industria pecuaria desarticulada y devastada por los efectos de la
guerra civil; el repunte observado en los precios del café auguró mejoras en el plano
económico, lo que trajo como consecuencia que 1850 fuera de relativa estabilidad
económica.35

Desde el punto de vista judicial, para el año de 1849 se sancionaron dos leyes
importantes; la primera; la del 3 de abril para los conspiradores, la cual abolió la pena
de muerte, y en ella se sancionaban dos delitos: el de traición, para la cual se señalaba
como pena la expulsión perpetua del territorio, y el atentado contra el orden público,
para el que se señalaba la expulsión por un periodo de 10 meses fuera del territorio
nacional. En materia de decretos, para 1850 se proclamó uno acusando de planes y
actos liberticidas y del delito de traición a la patria al General José Antonio Páez que
fue expulsado perpetuamente del país, con la pérdida de todos los grados, títulos,
empleos y condecoraciones que le habían sido otorgadas por decreto de 14 de marzo
de 1836.36 Para este año también se designó el 5 de febrero a Antonio Leocadio
Guzmán al cargo de Vicepresidente de la República, lo cual sorprendió a todos, ya que
había sido conmutado de la pena de muerte por la expulsión perpetua del territorio.

En lo que corresponde a infraestructura, se logró estructurar una red caminera


interna, aunque se mantuvieron los mismos caminos, picas y senderos del periodo
anterior. En todo caso, se cuenta con las carreteras que se construyeron para servir a
los principales puertos agroexportadores: en 1845 se inauguró la de Caracas La Guaira

y en
35
Ibid., pp. 939-940.
36
Juan Bautista Querales: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas 1784-
1868. Caracas, Academia Nacional de la Historia. 1983. Tomo 1, pp. 47-48.
1850 la de Valencia a Puerto Cabello. “En el resto del país cada región esta
virtualmente aislada lo que acentúa el regionalismo y la desintegración nacional.
Flojos tráficos se aseguran sólo por vía marítima, el sistema fluvio-lacustre de
Maracaibo y las vías fluviales del sistema del Apure y del Orinoco”.37

Lo que corresponde a la educación, durante el primer gobierno de José Tadeo


Monagas se observó aparentemente el mismo procedimiento que venía sucediendo en
el país desde 1830 con el tema educativo, al ser un tema secundario para los gobiernos
de paso, daban a los colegios nacionales y universidades un clima de abandono ante
otros aspectos de progreso para el país. En este aspecto la situación, por ejemplo, de la
Universidad de Mérida no fue la mejor; muchas calamidades debía pasar esta
universidad por no tener un presupuesto justo apunta Eloi Chalbaud Cardona: “Este
caos administrativo se reflejó crudamente en la Universidad (Mérida), a extremos tan
escandalosos que, de 1848 a 1876, transcurrían meses sin que el gobierno nacional
enviara presupuesto y los catedráticos no recibían ni los mezquinos sueldos a prorrata,
y que desde 1841 hasta 1883, la mesada llegaba apenas a 160 bolívares(…) de 1849 a
1883, el Gobierno Nacional quedó debiendo a la Universidad de Mérida la suma de
630.276 Bs.”38

Para el año de 1847-1848 estuvo en vigencia el Código de Instrucción Pública


de 1843 para la Educación Superior al igual que la secundaria. La Ley sexta39 relativa
a las Cátedras, las materias de enseñanza de dividieron en cinco facultades: Ciencias
Eclesiásticas, Ciencias Políticas, Ciencias Médicas y de Historia Natural, la de
Ciencias Matemáticas, Físicas y Metafísicas, y la de Filología o Humanidades.
Aunque el Código estableció dichas facultades, en la Universidad de Mérida dos de
ellas no entraron a funcionar (la de Ciencias Médicas inició en 1854 y la de física y
Matemáticas hasta 1936). Para este año de 1848 se presentó la memoria de la
Dirección de Instrucción Pública que resumió todas las solicitudes de aquella
corporación en los diez años anteriores (1838-1848). Para 1849 era Antonio Leocadio
Guzmán Secretario del Interior

37
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., p. 993.
38
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, p. 55.
39
“Código de Instrucción pública de 20 de junio de 1843”, (Ley VI, Arts. 1-21), en Leyes y
Decretos de Venezuela. 1841-1850. Caracas, Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y
Sociales, 1982, tomo II, pp. 174-175.
y Justicia, cuando se promulgó una ley que introdujo modificaciones en el Código de
Instrucción Pública de 1843 sobre las cátedras que se dictaban en las diferentes
facultades.40 En la Ley del 10 de mayo de 1851 las universidades serían instituciones
que podrían conferir los títulos académicos de Bachilleres, Licenciados y Doctores,
quedando los Colegios Nacionales únicamente con la facultad de conferir el grado de
Bachiller en Filosofía, siempre y cuando sus alumnos cumplieran con los requisitos de
matricula, cursos de estudio, materia de estos, tiempo de su duración y exámenes
anuales.41 El 25 de julio de 1850 se dictó un decreto a través del cual se ordenaba
establecer la Biblioteca Nacional de Caracas, designándose para ello el local más
apropiado en el edificio del antiguo Convento de San Francisco; a esa biblioteca
debían incorporarse las obras existentes en los conventos suprimidos en Caracas y que
se hallaban a cargo de la Universidad, así como las de el Liceo de Caracas, la
Academia Militar, en las Secretarias de Estado, en la Dirección de Estudios, en la
Sociedad de Amigos del País.42

Como se vio, el primer gobierno de José Tadeo Monagas no estuvo muy


pendiente de la educación venezolana, si bien no se pueden negar aportes hechos por
este gobierno tales como la creación de la Biblioteca Nacional de Caracas; pero no
existió en primer plano la educación como aspecto de importancia, como si fue la
cuestión económica y la estabilidad política.

3. Segundo Gobierno del General José Tadeo Monagas

A mediados de 1854 la situación en Venezuela estuvo un poco fragmentada:


para el momento estallaron nuevas rebeliones cuyo epicentro era Barquisimeto y la
Península de Paraguaná. José Antonio Páez desde el exterior preparaba una expedición
para participar en la lucha, la cual llegó un poco tarde, ya que por un lapso de tres
meses las insurrecciones estuvieron sofocadas por parte de José Gregorio Monagas y

su ejército.

40
“Ley de 18 de abril de 1849, que reforma la VI del Código de Instrucción Pública sobre
Cátedras”, (Ley VI, Arts. 1-12), en Ibíd., tomo III, pp. 958-959.
41
“Ley de 10 de mayo de 1851, sobre grados en las universidades”, (Ley VIII, Art.1), en Ibíd., pp.
15.
42
Juan Bautista Querales: Op. Cit., Tomo II, pp. 70-73.
En el año de 1854 fue declarada por decreto la Abolición de la Esclavitud; 43 uno de los
hechos más resaltantes del periodo de José Gregorio Monagas. Con este clima se
preparan las elecciones presidenciales, en las cuales José Tadeo Monagas recibió el
poder con 397 votos, contra un solo voto de oposición que obtuvo Fermín Toro.

El 31 de enero de 1855 tomó posesión por segunda vez el General José Tadeo
Monagas de la Presidencia de la República, junto con el Dr. Joaquín Herrera como
vicepresidente, con el lema “Regenerador de la Patria, centro de esperanzas de la
Nación, elegido de los pueblos, deseado Presidente”. Se inició este periodo con el
afán de fomentar proyectos para dar soluciones en pro del mejoramiento de Venezuela
en diferentes aspectos: urbanístico, infraestructura, político-administrativo, territorial,
educativo, comunicacional y el más importante buscar y hallar la estabilidad
económica. Para ejecutar dichos planes era necesario tener en cuenta la situación en
que se encontraba Venezuela y el estado de ánimo del venezolano, ya que para el
momento el país no mostraba su mejor cara y la republica seguía en un estado de
deterioro a causa de la crisis económica.

Desde el instante que comenzó el segundo periodo se da inicio también a los


proyectos o planes para poner fin a los problemas acaecidos durante la última década.
En vista de esto, el país se encuentra enfrascado en un problema de índole
internacional relacionado con las Islas de Aves, causante de un inconveniente con
Holanda por la reclamación de este país de dicho territorio; además se sumaba una
indemnización por daños ocasionados a judíos domiciliados en Coro, nativos de aquel
reinado. Por decisión de dicho país se envió un ultimátum y barcos de guerra a La
Guaira, pero gracias a la mediación del Cuerpo Diplomático acreditado en Caracas
lograron que se retiraran las tropas y se sometiera el asunto a árbitros. Fue España el
país escogido para esto y ratificó la propiedad para Venezuela sobre las mencionadas
islas en 1865. Por los reclamos de Coro se pagaron 100.000 pesos en
indemnizaciones.44

43
: “Abolición de la Esclavitud”, en: Documentos que Hicieron Historia 1810-
1989. Vida Republicana de Venezuela. Caracas, Ediciones de la Presidencia de La República.
1989, Tomo 1, pp. 489-493.
44
Juan Bautista Querales: Op. Cit., pp. 399-340.
Dentro de las aspiraciones políticas del gobierno nacional, estuvo la
organización político-administrativa de la República. Para ello destacó el proyecto de
Ley de División Territorial, el cual dividió al país en 21 provincias en la forma
siguiente:

Provincia Capital

Cumaná………………..…………………. …….Cumaná Maturín……..


…………….……………………...Maturín Margarita…….
……………………………...La Asunción Barcelona……………………….
……..............Barcelona Guayana………………………………….Ciudad
Bolívar Amazonas……………………..San Fernando de Atabapo
Apure……………………………….………San Fernando
Caracas……………………………………..…….Caracas
Guarico………………………………..………..Calabozo
Aragua…………………………………..........La Victoria
Carabobo…………….…………………….........Valencia
Cojedes…………………….…………………San Carlos
Portuguesa………………………………………Guanare
Barinas………………………………….………..Barinas
Barquisimeto……………….………………Barquisimeto
Yaracuy……………………….………………San Felipe
Coro……………………………….………………..Coro
Trujillo………………………………..………….Trujillo
Maracaibo…………………………..………...Maracaibo
Mérida………………………………..…………..Mérida
Táchira…………………………………….San Cristóbal
Fuente: Juan Bautista Querales: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas 1784-
1868. Tomo 1, p. 399.

Esta nueva división político-territorial de veintiun provincias dio a Venezuela


un cambio de distribución poblacional y territorial desde el punto de vista
administrativo diferente al establecido en la Constitución de 1830 y el realizado en
1841 por Agustín Codazzi.45

En el terreno económico, se procedió a la organización de las oficinas fiscales y


se legisló y actuó administrativamente en cuanto al número de puertos habilitados, al
comercio de cabotaje, al arancel de derecho de importación, al procedimiento en casos

45
José Gil Fortoul: “Historia Constitucional de Venezuela”, en: Biblioteca Simón Bolívar.
México. Editorial Cumbre. 1979, Tomo XII, p. 390. Para el caso de Agustín Codazzi véase:
Agustín Codazzi: Obras Escogidas. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1960,
Tomo1, p. 8.

32
de comisos, a los resguardos marítimos y terrestres. En particular leyes para celar el
contrabando que, para la época, menguaba la exportación y el trabajo del campesino.
Estos decretos contribuyeron en parte a aumentar los ingresos de exportación, entre
tanto se trabajaba en el plano económico con el propósito de hacer frente a la crisis.
Así el 12 de diciembre de 1856 dictó Monagas un Decreto sobre Crédito Público por el
que reconoce como deuda nacional consolidada en una sola inscripción y al interés de
5% anual: 1. la deuda consolidada actualmente en circulación. 2. la llamada “deuda de
tesorería por espera” y 3. Los demás créditos que se reconozcan con motivos de
sustituciones del Estado a consecuencia de la reforma de la ley de espera y quita
efectuada en 1850.46 El Estado venezolano asumió como suyas las deudas que venían
desde 1850 por parte de los campesinos y hacendados para el reimpulso de la
economía nacional. En lo referente a la salud, el hecho más notable fue la aparición y
propagación de la gran epidemia de cólera (1854-1857) que se extendió
progresivamente desde Caracas hacia los Valles de Aragua y los Llanos. En cifras
obtenidas se dice que sólo en Caracas produjo en un año un total de 1.948 víctimas. En
este particular la primera labor efectiva del gobierno consistió en la instalación de
Juntas de beneficencia y comisiones de salubridad en 1857, con la misión de tomar
medida que condujeran al control de la epidemia.

Hemos visto como circunstancias ajenas a las decisiones de José Tadeo iban
aumentando el caos entre la población. Monagas en su afán de establecer el orden y
crear cosas innovadoras en Venezuela, firma un tratado de libre comercio y
navegación con Nueva Granada, y se puso en servicio el vapor “Orinoco” en Ciudad
Bolívar, propiedad de la empresa M.T. Grillet & Co, el cual quedaba encargado de la
navegación por el Orinoco y sus afluentes y de correo entre Ciudad Bolívar y
Demerara. Otras acciones públicas se realizaron en el segundo gobierno de Monagas:
para 1856, en el área de comunicación, quedó establecido en forma definitiva la
comunicación telegráfica en Venezuela a raíz de la concesión otorgada al promotor
español Manuel de Montufar. A este hecho se sumó la firma de un nuevo contrato
ferroviario con Lorenzo Jove en representación de Sánchez de Ágreda, Jove y
Compañía; la línea recibió el nombre de Ferrocarril Central de Venezuela y partió de
Puerto Cabello, pasando por Valencia y la

46
José Gil Fortoul: Op. Cit., pp. 62-65.
Provincia de Aragua hasta Caracas; la misma línea seguiría por San Felipe hacia la
Provincia de Barquisimeto, Portuguesa y Barinas. 47

Al despuntar el año de 1857 diferentes puntos a tratar estaban en la agenda de


José Tadeo Monagas. El más importante vino hacer la reforma constitucional de 1857,
en sustitución de la constitución de 1830. Reforma que se llevó a cabo y que se aprobó
en este año por las Cámaras de Representantes. A este respecto Carlos Alarico Gómez
dice lo siguiente“(…) sin embargo, los crecientes rumores que comenzaban a tomar
cuerpo en el ambiente político caraqueño sobre las intenciones de Monagas de recrear
la Gran Colombia y de perpetuarse en el poder, se concretaron en hechos tangibles a
mediados de 1857 cuando fue presentado al Congreso el proyecto de constitución,
violando incluso la normativa establecida en la Carta Magna vigente para proceder a la
reforma parcial o total de la misma”.48 En esta reforma se modificaron artículos como:
el periodo presidencial se modificó en su duración al pasado de 4 a 6 años y se
permitía la reelección; prohíbe las Cámaras disolver o trasladarse a otro sitio sin
recíproco consentimiento; confirmó la disposición de 1849 sobre eliminación de la
pena capital por delitos políticos; elevó la renta anual para ser elegido senador de 800
a 1.200 pesos; estableció las secretarias y que los gobernadores serían nombrados por
el presidente; que los Diputados y Senadores y el Presidente y Vicepresidente de la
República los nombrarían las Asambleas provinciales; pero una disposición transitoria
autorizó al Congreso para elegir Presidente y Vicepresidente para el primer periodo
constitucional.49 Se observa que los principales artículos de la nueva Constitución
marcaban algo nuevo a lo que fue la de 1830, y se puede ver que fueron hechos para
favorecer al mandatario de turno. El 20 de abril el Congreso, acatando la nueva
Constitución, elige a José Tadeo Monagas como Presidente de la República y a su hijo
político, Francisco Oriach, vicepresidente para el lapso de 1857-1862.

47
Adelina Rodríguez Mirabal: Op. Cit., Tomo III, pp. 223-226.
Para un mayor estudio de los Ferrocarriles en Venezuela véase: José Murguey Gutiérrez:
Construcción, Ocaso y desaparición de los ferrocarriles en Venezuela. Mérida (Venezuela),
Universidad de Los Andes/Consejo de Publicaciones Vicerrectorado Académico, Facultad de
Humanidades y Educación, 1997, pp. 154-176.
48
Carlos Alarico Gómez: José Tadeo Monagas. Caracas, Editora El Nacional, 2006, pp. 80-81.
49
Juan Bautista Querales: Op. Cit., p. 401.
Por tercera vez Monagas aspiró gobernar a Venezuela, pero el nuevo gobierno
implantado sólo va a perdurar trece meses Todo esto debido a múltiples
inconvenientes: en primer lugar, la depresión económica; en segundo habían rumores
de que se estaba entregando la Guayana a los ingleses; a esto se sumó el descontento
político por la conducta nepótica y autoritaria del Presidente y la nueva constitución.
El golpe final se traduce primero en los levantamientos en los llanos de Guarico,
Cojedes y de Julián Castro en Valencia, y luego se acentuó el disgusto en la oposición
por parte de los conservadores, desde un primer momento, y por parte de los liberales
desde 1850. La oposición se hizo conspiración: de un lado Páez desde Nueva York y,
por otro, un grupo dirigido por Manuel Felipe Tovar. Los liberales también
conspiraron e intentaron unirse a los conservadores. Los dirigía Guzmán juntamente
con Wenceslao Urrutia y Joaquín Herrera. 50 Debido a estos sucesos Monagas,
abandonado por su gente y allegados, renunció el 15 de marzo de 1858, exponiendo
ante el presidente del Congreso: “(…) cuando yo esperaba que el acto de amnistía
solicitado por mi y expedido por el Congreso consolidase la paz… he visto con dolor
profundo levantarse el estandarte de la discordia”. 51 Sin más nada que hacer, Monagas
se refugió en la legación de Francia de Caracas hasta obtener el permiso para salir del
país.

El segundo gobierno de Monagas estuvo marcado desde el principio por un


apoyo incondicional por ambas partes no radicales de los sectores liberales y
conservadores. Llegó Monagas con la esperanza de paz y progreso desde que tomó el
control en 1855; se esmeró por salvar y luego acrecentar el campo de la agricultura así
como las comunicaciones, carreteras, vías férreas y marítimas, y un proyecto
ferrocarrilero único e innovador que daría a Venezuela amplías expectativas de futuro.
Pero al final quizá su ambición lo llevó a declarar una nueva constitución donde el
primer beneficiado debía ser él. Luego de esto es nombrado por tercera vez a un
mandato presidencial, pero la férrea oposición y los levantamientos en su contra lo
llevaron a la renuncia.

50
Guillermo Morón: Op. Cit., pp. 261-262.

51
Adelina Rodríguez Mirabal: Op. Cit., p. 226.
4. Situación de la Provincia de Mérida entre 1847-1858

Desde siempre el territorio venezolano se ha caracterizado por presentar unas


condiciones geográficas muy diferenciadas, ya que dentro de él conviven múltiples
paisajes: entre estos; paramos, serranías, mesas, llanuras, desiertos, montañas y selvas.
A partir de 1847 y según los datos aportados por Agustín Codazzi en su Resumen de la
Geografía de Venezuela, el país contó con 13 provincias: Caracas, Carabobo,
Barquisimeto, Coro, Maracaibo, Trujillo, Mérida, Barinas, Apure, Barcelona, Cumana,
Margarita y Guayana.52 Estas diferencias naturales en el relieve fueron para la época
los principales inconvenientes para la comunicación y el conocimiento del territorio;
en el caso de Mérida además de su configuración montañosa, se muestran las malas
condiciones de los caminos.

La provincia de Mérida en su posición y situación geográfica pertenece a la


cadena montañosa de los Andes; Codazzi le dio los siguientes términos de ubicación
“Esta provincia se encuentra de 7º a 8ª 51´ de latitud boreal, y en la longitud de 3º 4´ a
5´º 39º al O. del meridiano de Caracas. Su figura es muy irregular; sin embargo, se
podía comparar a un paralelogramo de líneas curvas, que tiene todos los climas
imaginables, desde las nieves perpetuas hasta los calores abrasadores de la zona
tórrida. Posee, pues, esta provincia toda clase de terrenos propios para el cultivo de las
producciones de tierras frías, templadas y cálidas. Tiene valles espaciosos, otros
estrechos, profundos, éstos, elevados aquellos; cumbres coronadas de nieve, páramos
solitarios, serranías cubiertas de bosques o de gramíneas, tierras cultivadas y habitadas
o bien incultas y desiertas: grandes espacios en que se alzan cerros ramificados en
todas direcciones, y planicies regadas por ríos y ocupadas por selvas de una vegetación
admirable”.53 Estas características hicieron de Mérida un territorio diferenciado al resto
del país; su situación montañosa creó entre sus habitantes la visión de una región
diferente, lo que hizo acrecentar su desarrollo regionalista tanto en comercio como en
su gente: “en este periodo que va entre 1830 y 1900 se observa un notorio
acrecentamiento de la identidad andina, beneficiada por el aumento del poblamiento
regional, especialmente desde mediados del siglo XIX, por la valorización de las
condiciones ambientales de sus tierras

52
Agustín Codazzi: Obras Escogidas. Op. Cit., Tomo I, p. 8.
53
Ibid., p.90.
altas en salubridad y en la expansión del cultivo del café, lo que afianza
económicamente a la sociedad andina”. 54

En cuanto al comercio de productos agrícolas que era la principal actividad


económica de la Venezuela de 1847-1858 el campesino-agricultor merideño se
encontró con lugares aptos para toda clase de cultivos; rubros que eran destinados para
el comercio con las poblaciones más cercanas al territorio merideño como por ejemplo
con Maracaibo, de donde recibía toda clase de mercancías secas, licores y sal. La
comunicación entre ellos se hizo por el río Escalante o el de La Grita. También con
Barinas y con Pedraza se comercializaba harinas, papas, menesteres, azúcar, y
manufacturas del país, a tiempo que se traían cacao, arroz y ganado. Con la provincia
de Apure se comercializaba harina, aguardientes, sal, ajos, papas, cebollas y alverjas,
el ganado traído de Apure se cambiaba en los valles de Cúcuta por mercancías secas,
caldos y sal.55

En el aspecto político-administrativo, la provincia de Mérida se dividió en


ocho cantones; 1. Cantón de Mérida y sus parroquias: Mérida la capital de la
Provincia, Morro, Aricagua, Pueblo Nuevo, Mucuchachí, Mucutui, Acequias, Tabai y
la Punta.2. Cantón de Mucuchíes, se dividió en 7 parroquias: Mucuchies, La Piedra,
Timotes, Pueblo Llano, Chachopo, Santo Domingo y Mucuruba. 3. Cantón de Ejido;
se dividió en seis parroquias: Ejido, San Juan, Lagunilla, Chiguará, La Mesa y Jají 4.
Cantón de Bailadores, sus parroquias fueron: Bailadores (cabecera de cantón), otro
Bailadores y Guaraque. 5. Cantón La Grita: sus parroquias la Grita, Pregonero y San
Antonio. 6. Cantón de Lobatera, sus parroquias: Lobatera, Constitución y San Juan. 7.
Cantón San Cristóbal, sus parroquias eran: San Cristóbal, Táriba, Guásimo y Capacho.
Y 8. Cantón de San Antonio, este cantón no contó con parroquias, solo la cabecera del
cantón. Y a su vez cada parroquia se dividía en 60 vecindarios, en los cuales se
cultivaba la cebada, el trigo, el arroz, el maíz, el tabaco, el café, el cacao, el algodón, el
añil, la caña, los plátanos, la yuca, las papas, los apios, las arvejas, los garbanzos, y
toda clase de menesteres y frutas. La población se dedicaba: 55% a la agricultura, 10%
a la cría y 35%

54
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., p. 1.029.
55
Agustín Codazzi: Op. Cit., Tomo I, p.95.
al comercio y manufacturas. 56 La división política se mantuvo hasta el año de 1857
cuando se estableció la “Ley de Organización Territorial de 1857”, siendo presidente
José Tadeo Monagas, ley que dispuso una nueva estructura político-administrativa en
cada una de las provincias.

La jurisdicción de Mérida se caracterizó por tener familias tradicionales que


eran las propietarias de haciendas locales; a estas se agregan nuevos propietarios y
ocupantes que fueron los encargados de cultivar las tierras. Además de esto, en el
Cantón de Mucuchies y sus parroquias existieron durante esta época una considerable
cantidad de indígenas; alrededor de 300 se calcularon en la parroquia de Santo
Domingo. El Pueblo de Mucuruba también mantiene su identidad: “es un pueblo de
indios por su proximidad a Mucuchíes, como por varios rasgos de parecimiento que se
observan entre los indios de uno y otro pueblo, su fisonomía, sus costumbres, etc, es
muy probable que su origen más antiguo haya estado confundido con el mismo
57
Mucuchíes”. Para el año 1847 el poblamiento de la provincia se mantuvo en un
proceso de consolidación, hasta el punto de calcularse la población en 144.567
habitantes, que significaban el 11.4% de la población del país. Cunill Grau afirma que
a partir de 1850 la población andina se incrementó velozmente debido tanto al
crecimiento vegetativo e inducido por la mayor salubridad regional como al aumento
de migraciones colombianas e internas, atraídas por la roturación de tierras nuevas y el
auge del café, principal producto de exportación en Venezuela.

Aunque la visión positiva de Mérida en cuanto al plano comercial y


distribución de sus rubros a través de los años 1847 y 1851, en el cual se avanzó en
gran parte gracias a una economía regional establecida, no fue completa, ya que para
1856 se le desagregó la mejor parte de su territorio agrícola al formarse el Estado
Táchira, en efecto, el 14 de marzo de 1856, por decreto del Congreso de Venezuela, se
erigió la Provincia del Táchira, compuesta por los cantones San Cristóbal, La Grita,
San Antonio y Lobatera, los cuales pertenecían todos originalmente a la Provincia de
Mérida.58 Con ello, las posibilidades de expansión agrícola del café resultaron

limitadas, ya que perdió su


56
Ibid., p. 495-502.
57
Pedro Cunill Grau: Op. Cit., p.1.053.
58
Miguel Montoya Salas: Evolución Político-territorial de Mérida (1558-1914). Mérida,
Universidad de Los Andes/Consejo de Publicaciones, 2008, pp. 136 – 137.
supremacía regional al quedar situada en posición excéntrica de las áreas cafetaleras
más importantes del Táchira y de Trujillo. Sumado a esto, no hay una red caminera
eficiente, lo que conllevó a que se transportara las cargas en bestias (mulas, caballos),
lo que al contrario sucedió en el nuevo estado Táchira que emergió por su posición
estratégica al intercambio con extranjeros.

En el ámbito gubernativo de los años 1847 a 1856 las diputaciones provinciales


jugaron un papel importante en el tema de las regiones. En muchos casos legislaron,
aprobaron y ejecutaron ordenanzas sin la aprobación previa del Congreso, siempre y
cuando estuvieran dentro de las leyes nacionales. En el caso de Mérida, presidido
durante estos años por Eloy Paredes (1849), Jesús Contreras (1850-1851), Pedro Juan
Arellano (1852-1853 y 1855), y Tomás Zerpa (1856), muchas veces hubo ordenanzas
en todos los aspectos: educación, rentas municipales, derecho de peaje, presupuesto de
gastos, hospitales, impuestos municipales, miembros de los consejos municipales,
enajenación de tierras, ornato y salubridad, para su mejor funcionamiento. Entre estos
aspectos podemos nombrar los casos de infraestructura como fue la apertura y
mejoramiento de caminos y puentes entre los que se cuentan: la construcción del
puente sobre los ríos Chama y Mocoties, y el del paso La Bellaca; y el mejoramiento
del camino a Barinas; así como el adelanto de construcciones de edificios públicos:
cárceles y hospitales. En el caso de la educación, en 1847 se ordenó el establecimiento
de una escuela normal que promoviera y favoreciera la educación primaria.59

Desde el punto de vista cultural y mental de la Iglesia tuvo gran influencia en la


sociedad, pues la doctrina católica era fundamental para el andino venezolano: de
hecho, el acontecimiento social más importante de la semana sucedía los domingos en
la misa mayor. Esto significaba el afecto a la religión y hacía Dios, por lo que se puede
decir que la fe caracterizó la mentalidad y el imaginario socio-cultural del individuo
del siglo XIX. Para el merideño no fue diferente siempre tuvo esa cercanía con la fe
cristiana; Mérida ha sido reconocida como una sociedad que cumplía cabalmente con
las tradiciones y costumbres, navidad, Cuaresma, pascua y tradiciones como el
pesebre, aguinaldos, procesiones y otros. Sin embargo, la relación con la Mérida

política de 1847-1858, según

59
Taiz Elena Zerpa Semprum: La Diputación Provincial de Mérida: Acuerdos, Ordenanzas y
Resoluciones (1830-1856). Mérida, Escuela de Historia/Universidad de Los Andes. 1996
(Memoria de Grado para optar al titulo de Licenciada en Historia), pp. 39-42.
Juan Antonio Giordano, no estuvo bien: “La iglesia no sólo no logró el objetivo de la
reconstrucción sino que se vio envuelta en una serie de contrariedades, conflictos
políticos que le hicieron retroceder en la medida misma que el Estado la golpeaba,
ciertamente, hasta lograr debilitarla al máximo”.60 Uno de los conflictos de la Iglesia
con el Estado fue primero la fundación de la Universidad de Mérida en 1810 y luego la
separación del Seminario San Buenaventura y la Universidad en 1856. Desde el punto
de vista de decisiones, la importancia que se le daba a la Iglesia era fundamental: en el
caso de la gobernabilidad el obispo debía dar visto bueno a las obras que se realizaron
o cargos que se confirieron para el momento. 61 Esto se observó en el año de 1845, la
carencia de un local propio afectaba a la Universidad y le creaba problemas con el
Seminario. Por ello la Junta de Gobierno planteó mudar la Universidad a un edificio
antiguo que pertenecía a los jesuitas.

El 12 de marzo de 1846 se resuelve enviar a la Dirección General de


Instrucción Pública el plano de la obra que se quiso construir y su respectivo
presupuesto para la más rápida respuesta; treinta días después fue aceptado el proyecto
con 3.000 pesos para la hechura del edificio, obra que no vio sus frutos por los
inconvenientes en la relación de la Iglesia con el Estado venezolano; ya que sucedió lo
siguiente “acordada la ayuda por parte del gobierno nacional, las autoridades de la
Institución decidieron anexar una capilla al plano inicial, pues no había sido incluida y
era necesaria para los actos públicos y funciones religiosas de la Universidad,
solicitaron permiso para la construcción al Gobernador de la Provincia, y la
correspondiente licencia al Obispo de la Diócesis, a quien se le solicitó también la
designación del sacerdote que debía bendecir el sitio de ubicación de la capilla. Se
obtuvo aquel permiso, pero no la licencia episcopal”.62 Es así como para la época la
decisión de la Iglesia en cualquier hecho (político, educacional o de infraestructura)
era indispensable para llevarlo a cabo.

60
Juan Antonio Giordano: Historia de la Diócesis de Mérida (1778-1873). Mérida, Consejo
de Publicaciones. 1983, p.81.
61
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, p. 74.
62
Pedro María Molina: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la ULA. Mérida.
Universidad de Los Andes/Secretaria de la Universidad de Los Andes, Archivo Histórico, 2008,
pp. 67-71.
Desde el plano educativo, en educación superior se contó en Mérida con la
segunda casa de estudios en Venezuela luego de La Universidad de Caracas. Pero en
estos años hubo conflictos internos que atrasaron el desarrollo de la educación y el de
la Universidad de Mérida, entre ellos las crisis económicas de 1842-1843 y de 1849-
1850, lo que hacía que el presupuesto fuera muy corto para pagar los catedráticos y la
manutención de los estudiantes de la Universidad. El presupuesto era tan bajo, dice
Eloi Chalbaud Cardona; que desde 1841 hasta 1883 la mesada por parte del gobierno
llegó a 160 Bs., lo que hace pensar que la educación por estos años estuvo en total
abandono por parte del gobierno. La universidad pudo mantenerse en píe gracias a las
rentas universitarias de sus fincas y sus propiedades urbanas que daban un ingreso
aparte por alquileres y ventas para mantener la educación. En esta época también
estuvo en problemas la educación primaria, ya que era una instrucción rudimentaria y
muy precaria. En el año 1847 se ordenó el establecimiento de una escuela normal que
promoviera y favoreciera dicha educación por parte de la Diputación Provincial de
Mérida. Aunque sus integrantes se preocuparon en diferentes aspectos por el
desenvolvimiento de la provincia, todo esto sumado al problema de la separación del
seminario y de la universidad en 1856, hace ver el periodo muy oscuro en el aspecto
educativo.

Uno de los sucesos político-militar vivido en Venezuela durante el primer


gobierno de José Tadeo Monagas fue el 24 de Enero de 1848, lo que se ha llamó el
“Asalto al Congreso”, que aunque tuvo su escena en la Provincia de Caracas, las
Provincias que conformaban el país para el momento se vieron afectadas. La
Jurisdicción merideña no se vio ajena a esto: la región luego de 1830 se había
mantenido en su mayoría como conservadora, fue así como acontecido el 24 de enero
se reunieron en la ciudad 130 personas para firmar un acta en desconocimiento al
gobierno de Monagas y la proclamación de la candidatura del general José Antonio
Páez. Entre los firmantes se encontraban miembros del Poder Ejecutivo Regional, del
Clero y de la Universidad de Mérida, tales como el Gobernador José Antonio
Troconis, Juan Hilario Bosset, Obispo de Mérida, el Jefe Político José Emigdio
González, el Jefe Político de Ejido José María Uzcategui y el juez de Primera Instancia
Caracciolo Parra.

A consecuencia de esto, en las ciudades de Timotes y Ejido el 22 de febrero de


1848 hubo un alzamiento de 55 personas que también firmaron el desconocimiento a
Monagas y las acusaciones de traidor a la patria, así como la denuncia de los
acontecimientos del 24 de enero. Este clima de oposición en Mérida, a causa de estos
hechos del 24 de Enero resultaron en enfrentamientos entre conservadores merideños
adeptos al General Monagas y otro grupo de la oligarquía conservadora, firmantes del
acta en desconocimiento a José Tadeo: por un lado, Celestino Guerra, y por otro las
tropas del Gobierno, al mando del Capitán Domingo Trejo, en el sitio conocido como
Mucuchíes y, posteriormente en Timotes, donde se produjeron hechos sangrientos
entre ambos sectores.63 Acontecimientos que tuvieron consecuencias judiciales luego
del 24 de enero y de la proclamación de Monagas como mandatario único en el país,
ya que muchos de los insurrectos fueron encarcelados y enjuiciados, y otros
cumplieron la pena de expulsión perpetua del país.

Implicada Mérida en los sucesos de los primeros meses de 1848, a raíz del
Asalto al Congreso, su universidad no estuvo alejada de dichos acontecimientos, ya
que como ente de educación y receptora de ideas múltiples de índole liberal,
conservadora, federalista y hasta regionalista cumplía para el momento el rol de
disipar por lado, y acrecentar por otro el suceso ocurrido en Caracas. Fue así como los
estudiantes y algunos catedráticos se vieron envueltos en controversiales sucesos y en
largos juicios acusadores, entre ellos la Conspiración del doctor Ricardo Labastida el
17 de octubre de 1848 y la orden de arresto al doctor Pedro Juan Arellano;64 ambos
estuvieron sublevados en contra del gobierno de Monagas. Aparte de esto, comenzaron
los juicios para la remoción de los empleados de la universidad, entre los que se
contaron: el rector Más y Rubí, Piñeiro, Alvarado, González, Erazo, Parra, Contreras,
Dugarte y Correa, al Maestro Picón y los licenciados Monsalve, Briceño, Pineda y el
secretario Candales.65 Esta noticia causó gran preocupación en la Universidad, la cual
se vio afectada en su desarrollo y en el cumplimiento de las actividades.

Los hechos ocurridos en Mérida llevaron un largo juicio y a principios de 1849


el Ejecutivo nacional se tomaba atribuciones que no les correspondían como lo dijeron
sus empleados del momento:“que el gobierno ha violado las leyes de la
Universidad al

63
Orlando Acosta Guzmán y otros: Op. Cit., pp. 181-184.
64
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp. 482-486.
65
Ibid., p. 485-492.
tomarse atribuciones que sólo le competen a sus autoridades”, estas atribuciones del
Ejecutivo se dieron a causa de las insurrecciones de 1848 y también por las
acusaciones de los señores Cegarra, Soto y Domingo Trejo, que se resumieron así: 1.
Que los directores hoy de la Universidad son y han sido jefes de la revolución: 2. que
después de estar indultados perseveran de ser hostiles al gobierno. 3. que el vice-rector
ausente de la República un año ha disfrutado y disfruta todavía de un sueldo siendo
faccioso: 4. que la Ley de Instrucción Pública prohibió que alguno sea separado de su
cátedra por el término de 60 días. 5; que muchos de los catedráticos han abandonado
sus destinos por nueve meses los unos y por tres y seis meses los otros. 66 Por lo tanto,
las repercusiones en la Provincia de Mérida por los motines de los primeros meses de
1848 también influyeron en la universidad y en algunos estudiantes que se vieron
envueltos en persecuciones políticas. Esto trajo como consecuencia la intervención del
Ejecutivo regional y nacional para la conducción de la Universidad; desde ese
momento los reportes que se pedían a la casa de estudios eran completos, desde el
comportamiento del Rector, asistencias de los Catedráticos, estudiantes y empleados
hasta el control total de rentas y alquileres de la Universidad. Este procedimiento va
estar presente por los diez años que se estudian 1847-1858.

66
Orlando Acosta Guzmán y otros: Op. Cit., p. 199.
CAPITULO
II LA EDUCACION SUPERIOR VENEZOLANA ENTRE 1847 y
1858

La educación en Venezuela, como se dijo anteriormente, no fue la primera


preocupación de los Gobiernos de José Tadeo Monagas, a pesar de que en años
precedentes se hicieron avances importantes, prácticamente la situación educativa
continuó invariablemente durante los gobiernos monaguistas. Los rasgos más
importantes del mismo en el periodo de 1830 a 1848 fueron los siguientes: para el año
de 1838 en que surge la necesidad de crear una Instrucción Pública que garantizara la
educación a un numero mayor de los venezolanos, lo cual se concretó con la creación
de la Dirección General de Instrucción Pública el 17 de julio de ese año y dirigida por
José María Vargas. En 1840 esa dirección redactó un Código de Instrucción Pública
para la educación primaria, las Universidades y las Academias, que quedó sancionado
el 20 de junio de 1843, instrumento legal de gran importancia que tuvo vigencia en su
estructura principal hasta el primer gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Este código
derogó los decretos de Simón Bolívar expedidos en Caracas, Bogotá y Quito en 1827,
1828 y 1829.67 Los primeros Estatutos de la Universidad de Mérida, redactados por el
Rector Ignacio Fernández Peña en 1832 y aprobados en 1836, 68 quedaron sin vigencia
con la promulgación del nuevo Código de Instrucción Pública. A partir de

entonces la
67
“Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843”, (Ley IV, Artículos 1-25, pp. 173-176),
en Leyes y Decretos de Venezuela. 1841-1850. Caracas, Biblioteca de la Academia de Ciencias
Políticas y Sociales, 1982, tomo II, p. 173.
68
Al respecto véase: Pedro María Molina: Los Primeros Estatutos de la Universidad de Mérida
1832. Mérida, Archivo Histórico de la ULA/ Colección: La ULA y su Historia, 2002, pp. 45-48.
educación superior quedó sujeta a los Poderes Nacionales y a los órganos encargados
de la materia educativa. En diferentes leyes de dicho código se estableció la
organización de las universidades comprendiendo los siguientes aspectos: división de
las facultades, organización de las universidades, de las autoridades de las
universidades, del tribunal académico, del cuerpo electoral, de las cátedras de
enseñanzas, de los catedráticos, tiempo de enseñanzas, de los cursantes, de los grados,
de los gastos de las universidades.

En este nuevo código se establecieron artículos referidos particularmente a las


Universidades de Caracas y de Mérida, las únicas existentes en el país, que venían
funcionando con los Estatutos establecidos en 1827 y 1832 respectivamente. En
efecto, en el año de 1827 el Libertador Simón Bolívar, con el asesoramiento de José
María Vargas, otorgó los primeros estatutos Republicanos de la Universidad de
Caracas, que para entonces ya se denominaba Universidad Central de Venezuela.

Durante los gobiernos del General José Tadeo Monagas, la educación superior
en Venezuela dejó de ser en uno de los principales asuntos de reimpulso para el
beneficio del país, como si lo fueron los aspectos económicos, militares y sociales. La
organización universitaria establecida con el Código de Instrucción pública de 1843 se
mantuvo durante sus dos periodos gubernamentales, aunque ciertas leyes y decretos en
materia educativa se dictaron a partir de 1849, producto de los sucesos del 24 de enero
de 1848 por la implicación de las universidades en el hecho histórico, disposiciones
que fueron dictadas para que el Ejecutivo Nacional tuviera un mayor control sobre la
educación superior y sobre el gobierno de las universidades: veamos de manera
cronológica las reformas introducidas al Código de 1843: mediante un decreto de 8 de
mayo de 1847 se autorizó a la Facultad de Ciencias Médicas para expedir títulos de
profesor de Cirugía. Este fue uno de los primeros decretos por parte del Ejecutivo para
impartir el orden en las casas de estudios. Por su parte, el Ejecutivo Nacional introdujo
una Ley el 30 de marzo de 1849, la cual reformaba la Nº 518 que era la XII del Código
de Instrucción Pública sobre las disposiciones transitorias. 69 Esta ley surgió para
implementar las modificaciones necesarias en el cumplimiento de las nuevas
disposiciones para las casas de estudios, esta ordenanza derogó y en algunos casos
modificó algunas leyes expuestas en 1843 tales como: El Decreto de 21 de abril de
1849,
69
“Ley de 30 de Marzo de 1849 que reforma la Nº 518 que es la XII del Código de
Instrucción Pública sobre sus disposiciones transitorias”. (Art.1-8) en Leyes y
Decretos….pp.442-443.
que reformó el art.603, que era la 8va del Código de Instrucción Pública sobre Grados
Universitarios. Las universidades por medio de sus rectores como cabezas de las casas
de estudios, son las únicas autoridades literarias que conferirán grados académicos de
bachilleres, licenciados y doctores, a los que habiendo ganado los cursos necesarios
den una prueba pública y cierta de la aptitud que cada grado exige, dichos grados
habilitaban para los diferentes efectos civiles y eclesiásticos, 70 si bien, se reformó el
derecho de los grados universitarios y se ampliaron los grados académicos en
bachilleres, licenciados y doctores, los colegios nacionales tenían la facultad de
conferir grados de bachiller en ciencias filosóficas.

Según la Ley de 30 de abril de 1849 se fijaron de nuevo los requisitos


necesarios para ser abogado, ley en que las Universidades van a tener un papel
fundamental, por ejemplo para ser abogado se establecía lo siguiente; haber estudiado
en alguna universidad o colegio según su respectivo plan de estudios, y obtenido el
grado de bachiller en Jurisprudencia Civil que debía presentar y ser comprobado
legítimamente, y para los abogados de otros países; estos recibían los títulos de la
misma profesión en Venezuela por alguna Universidad, 71 esta ley trajo como
consecuencia la organización jurídica en el país, tanto en el Ejecutivo Nacional, la
Corte Suprema, como en las provincias, cantones y parroquias.

Otro decreto a mencionar durante los gobiernos de José Tadeo fue la Ley de 7
de mayo de 1849 que reformó la Nº 511 que era la 5ª del código de instrucción
pública, sobre catedráticos de las Universidades.72 Este decreto estableció los deberes
que debían cumplir los catedráticos con sus cátedras, dichas cátedras se suministraban
siempre en propiedad y por concurso, los catedráticos debían cumplir con reglas tales
como: ser mayor de veintiún años y estar en ejercicio de los derechos de
ciudadanos (libre

70
“Decreto de 21 de abril de 1849, reformando la n. 603 que es la 8va el código de Instrucción
Pública sobre Grados universitarios”. (Atr.1-24) en Ibid., p. 452.
71
“Ley de 30 de abril de 1849 fijando de nuevo los requisitos necesarios para ser abogado, y sobre
patrocinantes, la cual reforma la n. 600 de abogados y procuradores”. (Arts. 1-25) en Ibid., pp.
461-463.
72
“Decreto de 7 de mayo de 1849, reformando la Nº 511 que es la 5ª del código de Instrucción
Pública sobre Catedráticos de las Universidades”. (Atr.1-18) en Ibid.,.pp. 468-471.
expresión y culto), estos profesores debían estar al mando de la cátedra mientras
quisieran y cumplieran en su buen desempeño, si no serían multados con suspensiones
o expulsiones perpetuas de la universidad. Este decreto fue uno de los más criticados
por las autoridades universitarias, a partir de ese momento las universidades debían dar
cada seis meses una memoria y cuenta del comportamiento y asistencias tanto de los
catedráticos, como de los estudiantes y autoridades. De acuerdo con la Memoria y
Cuenta presentada cada seis meses por las autoridades universitarias, el Ejecutivo
Nacional también manejó el comportamiento de los estudiantes y su asistencia a los
cursos. En decreto de 17 de mayo de 1850 mandaba a que se repuntase como presentes
a las clases que cursaron los jóvenes Francisco Iriarte, Rómulo Guardia, Silvestre y
José Rafael Pacheco, Joaquín León y Florencio Guzmán, ya que se encontraban en el
ejército sirviendo a la patria. Ello evidencia el control casi total del gobierno de José
Tadeo Monagas en materia de universidades, se puntualiza más que todo ese
favoritismo a manejar a su criterio la educación y los componentes de la misma.

Para el año de 1855, comenzando el segundo periodo presidencial de José


Tadeo Monagas, la educación superior no varió mucho. Seguía vigente el Código de
Instrucción Pública de 1843, con ciertos cambios, derogaciones y reformas hechas a
algunos artículos durante su primer período en pro del control de las universidades.
Monagas comenzó su segundo gobierno con nuevos decretos. Cabe mencionar el
decreto de 17 de marzo de 1855 mandando establecer en las Universidades y Colegios
de la República una Clase de Urbanidad y Buenas Maneras, esto inspirado en la obra
“Manual de Urbanidad y Buenas Maneras” de Manuel Antonio Carreño73 como
cátedra aparte a las dictadas en cada facultad, con un tiempo establecido de una hora
diaria.

En el decreto del 17 de marzo de 1856 se ordenó la separación del Seminario


Santa Rosa de la Universidad Central de Caracas, y la continuación en aquel de las
cátedras de ciencias eclesiásticas de la Universidad, 74 este hecho sucedió el 22 de abril
de 1856, y trajo como consecuencia el paso hacia una universidad si nos basamos en
los derechos de un ciudadano normal, los cuales estaban basados en libertad de culto y

de
73
“Decreto de 17 de marzo de 1855 mandando establecer en las universidades y Colegios de la
república una clase de urbanidad y buenas maneras”. (Atr.1-3) en Ibid., Tomo III, pp. 274-
275.
74
Juan Bautista Querales: Repertorio Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas
1784- 1868. Op. Cit.., Tomo IV, pp. 529-531..
pensamiento. Pero también para el momento las rentas de manutención de las
capellanías sólo iban a ser entregadas al seminario, fue así, como el ejecutivo nacional
al tomar esta decisión debió proveer desde el local a establecerse dicha Universidad
hasta su manutención.

Para el año de 1858 y con la salida del General José Tadeo Monagas del
gobierno, se derogó el 30 de junio de 1858 la número 510, 4ª del Código de
Instrucción Pública de 1843, que trataba sobre la organización de las Universidades75
en cuanto a las autoridades, estas se dividieron en Rector, el Vicerrector, La Junta de
Inspección y Gobierno y el Tribunal Académico, con respecto al Rector, este era
elegido por cuatro años, el día quince de julio en claustro pleno y por mayoría
absoluta, el Vicerrector era elegido al igual que el Rector, además esta reorganización
trajo un elemento innovador, la Instrucción Profesional o Científica, la cual se dividió
en seis facultades: Ciencias Eclesiásticas, Ciencias Políticas, Ciencias Médicas,
Ciencias Naturales, Ciencias Físicas, Matemáticas y Filosóficas, y una nueva, la de
Humanidades. Aparte de este artículo nuevo se sumaba la aparición del Decano, que
para el momento era el catedrático más antiguo de los profesores miembros de la
facultad, la figura de éste le daba ciertas atribuciones con respecto a las autoridades
tales como: ocupar en falta del Rector el la Comisión de Miembros de cada facultad,
en el artículo 16 se observó la inclusión de la instrucción secundaria de manera
especial y con más responsabilidad para la universidad, las nuevas materias que se
impartirían a estos alumnos serían Gramática Latina, Prosodia, Composición y Versión
Latina, Lengua Griega, Filosofía Intelectual, Elementos de Historia y Geografía,
Matemáticas, Física y Cosmografía Elementales.

Consideramos que la educación superior durante los Gobiernos del General


José Tadeo Monagas se vio afectada por la situación económica y política del país, por
un lado la crisis agropecuaria que vivió Venezuela para la década 1840-1850 debilitó
diferentes aspectos de la vida diaria (educación, sociedad, cultura etc.), y por otro lado,
la manutención de las Universidades y Academias se hizo difícil al no contar con un
presupuesto justo para el desarrollo normal de sus actividades. Además, en lo político,

75
“Decreto de 30 de junio de 1858 derogando la ley de 1843, número 510, 4ª del Código de
Instrucción Pública, que trata de la organización de las Universidades.” (Atr.1-23) en Leyes y
Decretos… Tomo III, pp. 639-640.
los acontecimientos del 24 de enero de 1848 incidieron en las universidades pues se
dictó una serie de decretos y leyes para que el poder ejecutivo obtuviera el control
parcial de las Universidades en los asuntos primordiales (estructura, autoridades,
estudiantes, cátedras y facultades, etc.).
CAPITULO III

ANTECEDENTES EDUCATIVOS, ORIGEN Y DESARROLLO


DE LA UNIVERSIDAD DE MERIDA (1767-
1847)

Hablar del origen de la Universidad de Mérida es remontarnos al siglo XVII,


cuando en 1628 se fundó el Colegio de la Compañía de Jesús (Colegio de San
Francisco Javier), que puede ser el antecedente más antiguo de la educación en
Mérida, pero no fue sino hasta 1767 cuando por orden de el Rey Carlos III se produjo
la expulsión de los territorios hispanoamericanos de los miembros de esta compañía,
los jesuitas fueron desterrados del territorio venezolano y sus pertenencias pasaron a
mano de los seminarios existentes y otros que comenzaron a fundarse. Además del de
los jesuitas a finales del siglo XVIII en Mérida funcionaban también cinco conventos;
dos eran de la orden de los Dominicos, uno de los Agustinos, uno de los Franciscanos
y uno de la orden Franciscana de las Clarisas aparte de estos conventos también
existían varias iglesias y capillas, como por ejemplo La Casa de los Hospitalarios de
San Juan de Dios y la escuela de primeras letras fundada en 1782.76

Fundada la Diócesis por Bula de Erección “Magnitudo divinae bonitatis”; el 16


de febrero de 1778 llegó a Mérida Fray Juan Ramos de Lora en 1785 para tomar
posesión de dicha diócesis y en fecha de 29 de marzo de 1785 fundó sin permiso real
una Casa de Estudios para formar a los jóvenes inclinados a seguir el estado

eclesiástico,
76
Pedro María Molina: Op. Cit., pp. 24-26.
mientras establecía un Colegio Seminario acorde con las normas del concilio
tridentino.77 La fundación del Seminario fue un gran paso para la educación superior
en Mérida; al respecto Pages Monsant dice; “(…) porque fue el seminario la primera
casa de estudios que se inauguró en este pueblo; porque fue la base sobre la cual se
levantó más tarde la Universidad”. 78 Ya inaugurado el Seminario en 1785 Fray Juan
Ramos de Lora procedió a construir el edificio donde funcionaría el Seminario, el cual
estuvo listo en 1790. Se tiene una descripción minuciosa del edificio: se componía de
tres solares (dos que compró a la señora María Juana Aristizábal y al señor José
Manuel Dugarte, y el otro que redimió y perteneció a una capellanía del doctor Don
Antonio Uzcategui, sacerdote de Pamplona); construyó el edificio de dos pisos en la
parte noroeste del actual, o sea en el departamento destinado hoy para observatorio
astronómico y para el jardín botánico, dando así frente al Albarregas.79

Quedó establecido desde ese momento el seminario con las cátedras de


Teología, Derecho Canónico y Real, y demás ciencias. También se estableció la gracia
de Estudios Generales, o sea hacer los cursos que habilitasen para algunos grados en la
Universidad Pontificia de Caracas, además contaba el Seminario de San
Buenaventura con una

77
Carlos Chalbaud Zerpa: Historia de Mérida. Mérida, Universidad de Los Andes/Consejo de
Publicaciones, 1997, p. 157.
Hermann González: “Concilios y Sínodos diocesanos”: en: Op. Cit., Tomo I, pp. 956-960.
Concilio de Trento (1545-1563), como un arbitrio eficaz para la reforma de la Iglesia, impuso la
obligación a los obispos del mundo católico de celebrar sínodos o reuniones anuales, donde se
establecieran normas para regular la vida religiosa de los sacerdotes y fieles. Se llamarían
sínodos diocesanos, a los de una diócesis y concilios provinciales cuando se convocaban a los
obispos sufragáneos de una provincia eclesiástica bajo la presidencia del arzobispo
metropolitano. La reforma tridentina se logró en gran parte gracias a los sínodos y concilios
reformadores. En la Iglesia de América, nacida bajo el régimen de patronato eclesiástico, la
interferencia del Estado sobre los concilios y sínodos, resultó inevitable. Felipe II, presumiendo
actuar en virtud del Patronato ordenó en 1585 a sus virreyes, presidentes y gobernadores en las
Indias que asistieran a los concilios provinciales en nombre del Rey, advirtiéndoles que nada se
ejecutase «hasta que habiéndonos avisado, y visto por nosotros, demos orden para ello». Antes,
en una cédula de 1560 dirigida a todos los obispos, indicaba el Rey «yo os ruego y encargo que
de aquí en adelante cada y cuando hiciéremos sínodos en vuestros arzobispados y obispados,
antes que los publiquéis ni se impriman, los enviéis a nuestro Consejo de Indias». La realización
de concilios y sínodos en América, bajo la supervisión de la Corona, está recogida en la
Recopilación de las Leyes de Indias (título VIII del libro I); aunque el Consejo de Indias
prosiguió interviniendo en las cuestiones eclesiásticas. Así intervino amplísimamente sobre el
Tercer Sínodo Diocesano de Caracas, no obstante que en el caso de los sínodos diocesanos
Felipe II había facultado a los virreyes, presidentes y oidores de las reales audiencias del distrito,
para conformar y confirmar los textos sinodales.
78
Juan Nepomuceno Pages Monsant.: Resumen Histórico de la Universidad de Los Andes. Mérida,
Concejo Municipal de Libertador, 1983, pp. 1-3.
79
Ibíd.,
biblioteca que se componía de libros provistos por Fray Juan Ramos de Lora y
aquellos que fueron dejados por la antigua Compañía de Jesús. Para este año de 1790
murió Fray Juan Ramos, el hombre que había hecho el intento por instruir a la
provincia de Mérida se marchaba y dejaba un legado inmortal, para el mismo año el
Seminario quedaba con cátedras establecidas, una infraestructura y una biblioteca y así
arrancaron los estudios superiores.

Entrado ya el siglo XIX, comienzan las peticiones para el establecimiento de


una Universidad, intenciones que no fueron bien vistas por las autoridades civiles de
Maracaibo, ni por el seminario de Santa Rosa de Caracas. Las intenciones fueron
claras por parte de algunas de las autoridades del seminario, durante la década de
1800-1810 y con la llegada del obispo Sr. Dr. Don Santiago Hernández Milanés en
1802 la intención de una Universidad se veía más clara. Este se aseguró de obtener los
estatutos y el régimen del seminario de Caracas para establecerlos en el de Mérida;
para 1806 la petición fue negada por el rey Carlos IV, aunque se le otorgó al
Seminario la facultad de conferir Grados Mayores y Menores en Filosofía, Teología y
Cánones. Era claro que al atribuírsele semejante derecho al Seminario, éste daba pasos
agigantados en busca de la exaltación a universidad. Para el año de 1810 se constituye
La Junta Patriótica merideña, compuesta por aquellos hombres de lucha en el territorio
nacional, y fue así como se organizó la declaración de la Universidad de Mérida el 21
de septiembre con el nombre “Real Universidad de San Buenaventura de los
Caballeros de Mérida”. En esta se crearon cátedras, reglamentos y el Claustro
universitario; el 23 de septiembre de 1810 se instaló solemnemente la segunda
universidad en Venezuela. Como Rector quedó el obispo Hernández Milanés, la
matricula fue de 18 alumnos entre los que se contaron estudiantes merideños y de
otros territorios. Desde ese mismo instante quedó establecida la separación del
Seminario y de la Universidad, meses más tarde el Gobernador de Mérida, Casimiro
Calvo dejó claro que las autoridades eclesiásticas como provisores, cabildos,
gobernadores eclesiásticos y obispos no debían interferir en los asuntos de la
Universidad, por considerar que no tenían ninguna jurisdicción sobre la misma.80

Transcurría la nueva Universidad en su estado aparentemente normal, cuando


en 1812 a causa del terremoto que sacudió a Caracas, La Guaira, San Felipe,
Barquisimeto,
80
Fanny del Carmen Caicedo: Op Cit., p. 37.
Santa Rosa y otras poblaciones alcanzó también a Mérida y, por ende, a la institución,
aunque sólo la afectó parcialmente en su construcción, esta tragedia trajo como
consecuencia la suspensión por casi 20 años de la universidad, más no del Colegio
Seminario que fue trasladado a Maracaibo con autorización real hasta 1821, cuando el
gobierno de Colombia decretó su vuelta a Mérida bajo la condición de institución
eclesiástica, La década que transcurre entre 1820-1830, el Seminario transcurre como
Colegio universitario.

A partir de 1832 se pueden identificar tres aspectos fundamentales para


entender el desarrollo de la Universidad de Los Andes; el primero el restablecimiento
en 1832 del instituto con el nombre de Real Universidad de los Caballeros de Mérida;
el segundo, la separación de Venezuela con la República de Colombia lo que hizo
fundamentar nuevas bases para la sociedad y, el tercero, la designación del doctor
Ignacio Fernández Peña como primer Rector de la nueva universidad en la era
republicana, y la creación de los Primeros Estatutos para la Universidad merideña,
hecho que llevó a la universidad a un carácter legal. Creados por el mismo Fernández
Peña, “los estatutos de la Universidad de Mérida quedaron distribuidos en 26
capítulos, que abarcaban 228 artículos, el contenido fue resumido en 9 aspectos
fundamentales; 1. Sobre la estructura organizativa de la Universidad, 2. Sobre la
estructura académica de la Universidad, 3. Sobre atribuciones, deberes, funciones y
prerrogativas del personal y alumnos, 4. Sobre requisitos, procedimientos y trámites,
5. Normas disciplinarias, 6. Ingresos e incorporaciones, 7. Exámenes, certámenes y
obtención de grados, 8. Protocolo y ceremonias, y 9. Administración.” 81

Creados los estatutos en 1832, es para 1836 cuando se aprueban por el


Ejecutivo Nacional, y se ejecutaron en la Universidad de Mérida para el mismo año,
esta nueva etapa va a solidificar las bases del estudio universitario, ya que los
reglamentos además de dar un orden legal, afianza sus labores internas en
nombramientos de cargos y manejo de sus rentas. Y el proceso autonómico desemboca
en una ruptura total con la iglesia. Estos estatutos llevan a la apertura de tres cátedras
más: Derecho de Gentes, Medicina y

81
Pedro María Molina: Los Primeros Estatutos… Op. Cit., pp.15-16.
Matemáticas. Además de las que se contaban; Latinidad, Mínimos, Menores, Mayores
y Elocuencia, Filosofía Intelectual, Derecho Civil Romano y Derecho Público y de
Gentes.

De nuevo hacía vida la Universidad de Mérida en el país, los estatutos de


Fernández Peña van a tener vigencia hasta 1843, cuando por orden del General Carlos
Soublette se organizó una nueva Dirección de Instrucción Pública en el país, transcurre
el año de 1840 cuando tal dirección instrumentó un Código de Instrucción Pública para
la educación en las Universidades y Academias, el cual quedó sancionado el 20 de
junio de 1843. Este código derogó los decretos de Simón Bolívar expedidos en
Caracas, Bogotá y Quito en 1827, 1828 y 1829; el código tuvo validez en su estructura
hasta el primer gobierno de Antonio Guzmán Blanco (1870). La Universidad de
Mérida quedó regulada, al igual que la de Caracas, y la educación superior y la
secundaria quedaron agregadas a los poderes nacionales que regulaban los planes de
estudio y así, reconociéndose las dos únicas universidades del país la de Mérida y la de
Caracas. Según dicha reforma debían existir las facultades de Ciencias Políticas,
Filosofía o Humanidades, Eclesiásticas, Físicas y Matemáticas, y Médicas. En la
Universidad de Mérida 2 de ellas no existirán hasta 1854, la de Medicina y la de Física
y Matemáticas, que iniciaron en 1936.
Obispos de la Diócesis de Mérida (1778-1873)

I. Fray Juan Ramos de Lora (1782-1790)

II. Fray Manuel Candido Torrijos Rigueiro (1791-1794).

III. Fray Antonio Espinosa (1795-1800).

IV. Dr. Santiago Hernández Milanés (1802-1812)

V. Dr. Rafael Lasso de la Vega (1815-1829)

VI. Dr. Buenaventura Arias (1829-1831)

VII. Dr. Ignacio Fernández Peña (1831-1835)

VIII. Dr. José Vicente de Unda (1835-1840).

IX. Dr. Juan Hilario Bosset (1841-1873).

Rectores de la Universidad de Los Andes (1810-1858)

-Dr. Buenaventura Arias (1810-1815)


-Dr. Mateo Mas y Rubi (1815-1821)
-Dr. José de La Cruz Olivares (1821-1826)
-Dr. Esteban Arias (1826-1830)
-Dr. Ignacio Fernández Peña (1832-1834)
-Dr. Sulpicio Frías (1834-1836)
-Dr. Rafael Alvarado (1836-1838)
-Dr. Agustín Chipia (1838-1843)
-Dr. Eloy Paredes (1843-1845)
-Dr. José Francisco Mas y Rubí (1846-1852)
-Dr. Eloy Paredes (1852-1855)
-Dr. Ciriaco Piñeiro (1855-1858).
CAPITULO
IV LA UNIVERSIDAD DE MERIDA
DURANTE
LOS GOBIERNOS DE JOSE TADEO MONAGAS (1847-1851 Y 1855-1858)

1. Relaciones entre la Universidad y el Estado venezolano (Gobierno


Central/ Gobierno de Mérida)

La Universidad merideña como institución a lo largo del siglo XIX estuvo entre
los planes organizativos del Ejecutivo Nacional. Durante los años de estudio 1847-
1858 las relaciones que tuvo la casa de estudios con el Estado venezolano nacional y
regional no fueron las mejores; la Universidad de Mérida durante esta década vivió
sucesos que determinaron su desarrollo, por ejemplo se pueden mencionar lo
acontecido en la casa de estudios por los hechos del 24 de enero de 1848 y los juicios
y destituciones del personal que allí laboraba, las leyes y decretos por parte del
gobierno ejercían más control para las universidades, las autoridades universitarias y
los estudiantes se veían cada día menos preocupados por el estudio y más abocados a
combatir las injusticias del gobierno y, por último, contó la universidad con un
presupuesto tan bajo que no alcanzaba para cubrir ni la manutención de estudiantes y
mucho menos la de los catedráticos. Este programa ajustado y autorizado por parte de
los gobiernos de José Tadeo Monagas hacía que el desenvolvimiento de la Casa de
Estudios fuera muy lento.
Uno de los motivos por el cual la Universidad de Mérida se encontraba en tal
estado de reglamentación por parte del Ejecutivo Nacional, fueron los sucesos del 24
de enero de 1848, conocidos como “El asalto al Congreso” que aunque tuvo su
epicentro en Caracas, las provincias que componían el país se vieron afectadas, Mérida
era una de las provincias que desde 1830 había sido en su mayor parte conservadora
fue así como “El asalto al congreso” estuvo apoyado tanto por el pueblo merideño
como por su Universidad, lo que trajo como consecuencia persecución contra aquellas
personas que evidenciaban su rechazo hacia Monagas: “Estos sucesos, impropiamente
llamados asesinato al Congreso tuvieron honda repercusión y afectaron el normal
desenvolvimiento de la Universidad de Mérida”. 82 Entre estas personas estuvieron el
doctor Pedro Juan Arellano, contra quien el 26 de febrero de 1848 se libró orden de
arresto por haber participado en las revueltas y sublevaciones en la provincia de
Mérida luego de los sucesos, también en contra del doctor Ricardo Labastida, que
tenía orden de arresto por conspiración. Este académico se encontraba en Caracas
cuando estalló el “Asalto al Congreso”; a este se le acusó de ser el promotor de los
levantamientos en la provincia de Mérida y de la Universidad. Junto con esto el 25 de
febrero de 1849 se levantó una causa seguida a los empleados de la Universidad
debido a los sucesos políticos de 1848; este expediente relativo a la remoción de
empleados, fue una orden del Comandante General De Operaciones de Occidente,
Coronel Florencio Jiménez, la cual fue una acusación en contra de los catedráticos,
Rector y Vicerrector de esta Universidad, y se pidió la remoción de sus empleos y
remisión de sus personas a la capital de la república por desafectos al Gobierno.

A estas personas que hicieron vida en la universidad, se le suman las 130


firmantes del acta en desconocimiento del gobierno de Monagas y la proclamación de
la candidatura del general José Antonio Páez; allí entre estos se encontraban miembros
del Poder Ejecutivo Regional y del Clero. Podemos mencionar al Gobernador, José
Antonio Troconis, Juan Hilario Bosset, Obispo de Mérida, el Jefe Político José
Emigdio González, al Jefe Político de Ejido, José María Uzcategui y el juez de
Primera Instancia Caracciolo Parra. Algunos de estos fueron retirados de sus cargos y
otros enjuiciados por los hechos. La persecución política por parte del gobierno de
José Tadeo Monagas se mantendrá hasta 1858 cuando termino su segundo mandato.83

82
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp. 411-413.
La Universidad siguió manejándose por el Código de Instrucción de 1843 en su
estructura, ya que algunos artículos y decretos se habían modificado para el control
parcial del Ejecutivo Nacional y a su vez Regional convertido en la Junta de
Inspección y Gobierno. Estos debían controlar la universidad, pedían resúmenes e
informes para enviarlos a la Secretaria del Interior; un caso especial fue el sucedido el
27 de febrero de 1849, cuando el Gobernador de la Provincia de Mérida pidió varias
noticias sobre las clases, asistencia de catedráticos y conducta de los bedeles en el
cumplimiento de sus deberes, aparte de esto debían estar presentes en cualquier acto de
la Universidad, por ejemplo en 1855 en los nombramientos de Rector, Vicerrector y
demás empleados de la Universidad de Mérida estaban presentes el Sr. Presidente del
Cuerpo Electoral, el Sr. Ministro del Interior, Justicia y Relaciones Exteriores.84
Comenzó para este momento la intervención por parte del ejecutivo nacional y
regional en todo lo concerniente a la Universidad.

Mientras los rectores de la época, Dr. José Francisco Mas y Rubí, Eloy Paredes
y Ciriaco Piñeiro, enviaban al gobierno correspondencias para que se beneficiara en
diferentes aspectos; un presupuesto justo, aumento salarial, un edificio para la
Universidad, la administración de sus rentas y fincas. La administración
gubernamental organizaba más decretos y leyes para obtener la dirección parcial de las
universidades (Caracas y Mérida), se decretaron reglamentos para la obtención de
grados, de Cátedras, asistencias de estudiantes y catedráticos, facultades etc, que
monopolizaron la educación superior en Venezuela.

2. Disposiciones gubernamentales para la universidad merideña

Durante los gobiernos de José Tadeo Monagas (1847-1851 y 1855-1858), se


dispusieron un conjunto de leyes, decretos y resoluciones para la organización y
funcionamiento de la Universidad de Mérida. Como se dijo anteriormente, fueron
leyes en pro de un control gubernamental para con la universidad; entre estas leyes y
decretos

83
Ibíd. pp. 473-497.
84
Ibid., pp. 411-419
se encuentran; La Ley de 30 de Marzo de 1849 que reforma la Nº 518 que es la XII del
Código de instrucción pública sobre sus disposiciones transitorias, 85 las disposiciones
transitorias respecto de la universidad de Mérida fueron en camino a igualarse a la de
Caracas. De esta forma, se suplirá el grado de Maestro en Filosofía y en su lugar, entró
en vigencia el de Doctor en Ciencias Filosóficas, con todos los honores al igual que un
Maestro pero en sentido de categorías este grado de Doctor estaba por encima del
grado de Maestro y de Licenciado.

Otra ley propuesta para la Universidad fue la Ley de 18 de Abril de 1849


reformando el Nº 602, que es la 6ta del Código de Instrucción Pública sobre
Cátedras,86 la cual estableció las cátedras de las universidades y el tiempo de su
enseñanza. Esta educación se dividió en cinco partes: 1. Las ciencias eclesiásticas ;
compuesta por los fundamentos y apología de la religión católica, los lugares
teológicos y la historia eclesiástica como una primera parte; en la segunda parte estaba
la explicación del derecho canónico y disciplina de la Iglesia; la tercera parte
comprendía teología dogmática y moral y la cuarta parte historia sagrada. Estas
cátedras las enseñarían cuatro catedráticos por disposición legal. 2. Las ciencias
políticas. Esta sección comprendió la Historia del Derecho Romano, las instituciones
de Justiniano y el Derecho Civil, Criminal y Mercantil como una primera parte, el
Derecho Natural, el Público, Político e Internacional, y el análisis de nuestra
constitución como segunda parte, Legislación Universal, Civil y Criminal, y economía
política como tercera parte y las leyes nacionales como cuarta parte; también llevarían
a cabo estas materias cuatro catedráticos por disposición. 3. Las ciencias médicas y de
historia natural; compuesta por a) La anatomía general y descriptiva, b) La fisiología y
la higiene privada y pública,
c) La semiología general, la nosografía, patología y terapéutica especiales que
constituyen la medicina práctica, d) La nosografía, patología y terapéutica especial que
abraza la cirugía y un curso de partos, e) La medicina legal y la terapéutica y materia
medica, f) La química médica y farmacia, y g) La botánica y los otros dos ramos de la
historia natural médica. 4. Las ciencias matemáticas, físicas y metafísicas, compuesta
de

85
Ley de 30 de Marzo de 1849 que reforma la N. 518 que es la XII del Código de Instrucción
Pública sobre sus disposiciones transitorias (Arts. 1-8) en: Juan Bautista Querales: Repertorio
Histórico-Biográfico del general José Tadeo Monagas 1784-1868. Volumen 29. tomo II. Op.
Cit., pp. 136-137.
86
Ley de 18 de Abril de 1849 reformando el Nº 602, que es la 6ta del Código de Instrucción
Pública sobre cátedras (Arts. 1-22), en Ibíd., pp. 138-143
la siguiente manera: a) Las matemáticas elementales en sus materias de aritmética,
álgebra, y geometría, trigonometría plana y esférica y topográfica b) La geografía y
cronología, c) La filosofía intelectual o lógica, la gramática general y la metafísica en
lo que tiene que ver con ontología, psicología, teología natural y filosofía moral, d) La
física experimental, incluyendo los elementos de astronomía, e). La geometría
analítica y descriptiva, y el cálculo diferencial e integral, y f) La aplicación de las
matemáticas a las diferentes partes de la mecánica, a la construcción civil y a los
diferentes ramos del arte militar, y 5. La filología y humanidades, que se compusieron
de; las lenguas antiguas y modernas, la retórica y bellas letras, la literatura o crítica del
lenguaje y la historia antigua y moderna. 87

Y en cuanto al tiempo de estudio el año escolar iniciaba el 1º de septiembre de


cada año para todas las cátedras, y duraba hasta julio o agosto, el tiempo de cada clase
era desde una hora para las cátedras de ciencias eclesiásticas, políticas y médicas, de
hora y media para las filosóficas, los cursos de ciencias filosóficas durarían un trienio
para obtener el grado de bachiller y cursar las otras clases de ciencias mayores, y dos
trienios para recibir el grado de doctor.

El 21 de abril de 1849 se reformó la ley Nº 603 que era la octava del código de
Instrucción Pública sobre grados universitarios. Esta ley autorizó a los rectores como
únicas autoridades literarias que podían conferir grados académicos de bachilleres,
licenciados y doctores; esta ley aplicó sólo a las universidades del país (la de Caracas y
la de Mérida). Para el momento se le dio carácter legal a la casa de estudios merideña
en cuanto a las obtenciones de grados; además, dichos grados habilitaban para efectos
civiles y eclesiásticos.88

En vista de las reformas universitarias que se aplicaron a las universidades, la


de Mérida no estuvo ajena a ninguna de estas. Para el 7 de Mayo de 1849 se reforma la
Nº 511, que era la 5ta del Código de Instrucción Pública sobre catedráticos de las

87
Para la Universidad de Mérida las facultades de Medicina y la de Física y Matemáticas no
comenzaron a funcionar hasta 1854 la primera y 1936 la segunda.
88
Ley de 21 de Abril de 1849 reformando el Nº 603, que es la 8va del Código de Instrucción
Pública sobre grados universitarios (Arts 1-25), en Ibíd., pp. 143-150.
universidades,89 dichas cátedras debían ser administradas por personas mayores de
veintiún años y que estuvieran en el ejercicio de los derechos del ciudadano, entre
estos acuerdos también estaban las penalidades por faltar a las actividades. Dichas
penas se pagaban con multas, suspensiones y otras veces destituciones de acuerdo a la
gravedad del problema.

Para el año de 1854, siendo presidente José Gregorio Monagas, se reforma la


“Ley sobre organización de la Instrucción Pública”.90 Esta ley derogó la de 1843,
reforma que terminó con la centralización educacional en manos de la instrucción
pública, y luego pasó a la autoridad del Poder Ejecutivo, el cual dejó en manos del
Ministerio del Interior y Justicia. Fue así, como para el año de 1855 en el resumen
anual de la Dirección General de Instrucción Pública para la educación superior, el
Secretario del Interior y Justicia enviaba la memoria anual de la Universidad de
Mérida al Poder Ejecutivo; “El Rector de ella ha informado el Poder Ejecutivo sobre
el estado de la enseñanza, y de su exposición se deduce, que hay en actividad las clases
siguientes: cánones, derecho público, leyes nacionales, sagrada escritura, dogma y
moral, lugares teológicos, legislación universal, derecho civil, anatomía, higiene,
matemáticas, filosofía intelectual, primera y segunda clase de latinidad y gramática
castellana; que a ellas concurren ciento cincuenta y tres alumnos; que en el quinquenio
de 1848 a 1853 se han conferido grados de Licenciado en Teología uno, en cánones
tres, en derecho civil ocho, y de Doctores en Teología uno, en Cánones cuatro, en
Derecho Civil dos; y en el año pasado, dos de Doctores, y uno de Licenciado en
Derecho Civil, de Bachiller en Filosofía dos, y que ha habido dos incorporaciones con
el grado de Doctor en Medicina”, 91 con estos datos de obtuvo un informe más
detallado del estado de las cátedras y grados de la universidad esto relacionado con las
leyes de 1849, el cual debía dar informes de lo que acontecía en las universidades.

Para la memoria del año 1857 se obtienen datos como; la jubilación legal del
Dr. José F. Mas y Rubi en la clase de derecho económico, que rigió por más de 20

años, y el

89
Ley de 7 de Mayo de 1849 reformando el Nº 511 que es la 5ª del Código de Instrucción Pública,
sobre catedráticos de las universidades (Arts 1-20), en Ibíd., pp. 151-157.
90
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., pp. 427-428. Tomo IV.
91
Rafael Fernández Heres: Memoria de Cien años, La educación venezolana 1830-1980. Caracas,
Ediciones del Ministerio de Educación, 1981, pp. 205-206. Tomo I.
maestro Miguel María Candales en la de gramática latina por igual tiempo, además de
un informe acerca de las rentas; estas ya no eran suficiente para el mantenimiento de la
Universidad, fue así como se pidió un aumento en el presupuesto para el
mantenimiento de la casa de estudios merideña.
3. Organización y funcionamiento de la Universidad.
a) Estatutos

Durante los gobierno del General José Tadeo Monagas (1847-1851 y 1855-
1858) la Universidad de Mérida tuvo como estatutos El Código de Instrucción Pública
de 20 de junio de 1843. Aunque durante los gobiernos de Monagas algunas leyes y
decretos fueron reformados, no perdió este código su estructura fundamental; para el
año de su promulgación en 1843 los estatutos quedaron propuestos en 22 capítulos y
143 artículos.

De acuerdo con estos se desarrollaron los más significativos y aquellos que


tenían que ver con la Universidad y con la educación superior: La Ley Cuarta 92 trata:
“De la Organización de las Universidades”, contiene ocho títulos y 25 artículos; entre
ellos el Articulo 1. Que dispone a las universidades de Caracas y de Mérida el ejercicio
de su enseñanza en ciencias, artes y letras; el artículo 2 los cuerpos se componían de
las autoridades universitarias: Catedráticos, Doctores, Maestros y Licenciados, y los
cursantes. Artículo 4. Las autoridades principales de la universidad se componían por
el Rector, el Vicerrector, la Junta de Inspección y Gobierno, el tribunal Académico y
el Cuerpo Electoral; las elecciones serían cada tres años, en fecha de 20 de diciembre
en la capilla o sala de la Universidad. El Rector debía cumplir con todas las funciones
que le designaba la ley. En el caso de que este no estuviera, o se ausentara por
cualquier acto, viajes o enfermedad, el Vicerrector debía cumplir con las mismas
funciones Artículo 6. La Junta de Gobierno se componía “… del Rector, Vicerrector y
de seis Catedráticos que sean borlados, tres en la de Caracas y tres en la de Mérida”.
Esta Junta de Inspección y Gobierno será el Concejo del Rector, y con él acordaban
todas las medidas económico- gubernativas de la Universidad. Artículo 12. Existía un
Tribunal Académico, que era el encargado de juzgar a los catedráticos por faltar a sus
deberes como profesores, faltas en contra de las autoridades (Rector y Vicerrector) o
cualquier excitación política Artículo 15.

92
“Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843”, (Ley IV, Artículos 1-25), en Ibíd..,
pp.173-175.
Existía un Cuerpo Electoral compuesto de todos los catedráticos propietarios y
de tres representantes electorales respecto de la de Caracas y dos por la de Mérida,
nombrados por cada una de las facultades, quienes hacían las elecciones que ordenaba
la ley, las funciones de este Cuerpo eran: elegir en cada trienio o antes si hubiese
vacante, el Rector, el Vicerrector, los miembros del Tribunal Académico y de la Junta
Gubernativa de la Universidad. Artículo 22 “Las diversas materias de enseñanza en las
universidades se dividirán por su orden clásico en cinco facultades, a saber: la de
Ciencias Eclesiásticas; la de Ciencias Políticas; la de Ciencias Médicas y de Historia
Natural; la de Ciencias Matemáticas, Físicas y Metafísicas; y la de Filología o
Humanidades.

La Ley Quinta, trataba: “De los Catedráticos de las Universidades”,93 la


componen tres títulos, con 19 artículos. El Artículo 1. Habla sobre las cátedras que se
proveerían siempre en propiedad y por concurso en personas mayores de veintiún años
y que estén en ejercicio de los derechos de ciudadano, estos estuvieron hasta que
quisieran o hasta que su desempeño demostrara lo contrario, serían penalizados por
algún acto en contra de su ética, estas penalidades iban desde multas hasta
suspensiones definitivas. Artículo 5; sólo el Rector podía expedir el título competente
autorizado por el Secretario y sellado con el sello de la Universidad, para que desde
ese día corriera su renta de Catedrático Artículo 6. Los sueldos de los catedráticos
variaban según su trabajo, entre seiscientos y 400 pesos, de la misma manera podía
incrementar su sueldo hasta ochocientos pesos según la disposición económica de la
universidad. Artículo 10. Con veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin
interrupción los catedráticos obtenían su jubilación, con el goce de toda su renta; para
que se aprobara su jubilación, ante la Junta Gubernativa y la facultad de pertenencia
del catedrático, reunidos por mayoría absoluta de votos, libro de conductas y
asistencias, éste podía obtener legalmente su jubilación.

La Ley Sexta que trata: “De las cátedras de las universidades y el tiempo de su
enseñanza”,94 contenía dos títulos y 21 artículos. El Artículo 1. Se distribuyó en cinco
secciones la enseñanza universitaria; Las ciencias eclesiásticas, las ciencias políticas,
las

93
Ley V, Art. 1-19, en Ibíd., pp. 175-178.
94
Ley VI, Arts. 1-21, en Ibíd., pp.178-180.
ciencias médicas y de historia natural, las ciencias matemáticas, físicas y metafísicas, y
la filología o humanidades. Artículo 2. La sección de Ciencias Eclesiásticas
comprende: primero, la teología dogmática y moral, lo segundo, los fundamentos y
apología de la religión católica, los lugares teológicos y la historia eclesiástica, tercero,
la historia sagrada; y cuarto, el derecho canónico, la explicación del derecho común
eclesiástico y disciplina de la Iglesia. Artículo 4. Las ciencias políticas comprenden:
primero, la historia del derecho romano, las instituciones de Justiniano y el derecho
civil, criminal y mercantil, segundo, el derecho natural, el público, político e
internacional, y el análisis de nuestra constitución; tercero, legislación universal, civil
y criminal, y economía política y, cuarto, el derecho práctico, administración
gubernativa, y régimen municipal. Artículo 6. Las Ciencias médicas y de historia
natural, compuesta por, primero, La anatomía general y descriptiva; segundo, la
fisiología y la higiene privada y pública; tercero, la semiología general, la nosografía,
patología y terapéutica especiales, que constituyen la medicina práctica; cuarto, la
nosografía, patología y terapéutica especial que abraza la cirugía y un curso de partos;
quinto, la medicina legal y la terapéutica y materia médica, sexto, La química médica
y farmacia, y séptimo, la botánica y los otros dos ramos de la historia natural médica.
Artículo 8. La ciencia matemática, física y metafísica, compuesta; primero, las
matemáticas elementales en sus partes de aritmética, álgebra, y geometría,
trigonometría plana y esférica y topográfica; segundo, la geografía y cronología;
tercero, la filosofía intelectual o lógica, la gramática general y la metafísica en la parte
de ontología, psicología, teología natural y filosofía moral; cuarto, la física
experimental, incluyendo los elementos de astronomía; quinto, la geometría analítica y
descriptiva, y el cálculo diferencial e integral y, sexto, la aplicación de las matemáticas
a las diferentes partes de la mecánica, a la construcción civil y a los diferentes ramos
del arte militar. Artículo 11. La filología y humanidades, comprende; las lenguas
antiguas y modernas, la retórica y bellas letras, la literatura o crítica del lenguaje y la
historia antigua y moderna.

La Ley Séptima que aborda el tema: “De los Cursantes de las universidades”95
contiene un solo título y 12 artículos, señala que todo estudiante debe ser matriculado.
Artículo 2. El catedrático asentará en su libro los nombres de sus respectivos
cursantes, anotando al margen de la certificación el folio y fecha del asiento. Artículo
3. Desde el
95
Ley VII, Arts. 1-12, en Ibíd., pp. 180-181.
1º de agosto comenzarían las inscripciones, para que el 1º de septiembre comenzarían
sus estudios. Artículo 12. Los estudiantes cursantes de las universidades no podrán ser
alistados en el ejército permanente y estarán exentos del servicio y ejercicios
doctrinales de la milicia nacional.

La Ley Octava “De los Grados e incorporaciones de los graduandos en otras


universidades”, tenía dos títulos y 25 artículos. 96 Fueron los rectores las únicas
autoridades literarias que conferirían grados académicos de Bachilleres, Licenciados y
Doctores, luego de haber aprobado los requisitos exigidos por la ley. Artículo 1. Los
colegios nacionales pueden también conferir grados de bachiller en las ciencias
filosóficas, siempre que los alumnos hayan cumplido con los requisitos de matrícula,
cursos de estudio, materias, tiempo, y exámenes. Artículos 19, 20 y 21 los que aspiren
al grado de Bachiller depositarán en poder del administrador sesenta y un pesos, los
que aspiren al grado de Licenciados depositarán 201 pesos, y los que aspiren al grado
de Doctor depositarán 200 pesos.

La Ley Novena “De los gastos de las universidades”. Esta se componía de un


título y 6 artículos.97 El sueldo del Vicerrector era de 500 pesos en calidad de
indemnización por su asistencia a la Universidad, las dietas de cinco pesos que tendría
cada juez del Tribunal académico por cada sesión en que juzguen y decidan un
negocio, la gratificación de 10 pesos mensuales para los preparadores de las clases de
ciencias experimentales, el gasto de los artículos necesarios para los trabajos de
preparaciones de estas clases, 250 pesos anuales para los gastos de Secretaría, 300
pesos anuales a cada uno de los bedeles, 920 pesos anuales al sirviente, 50 pesos para
las fiestas de los patronos, 75 pesos para el aniversario de los universitarios difuntos,
2000 pesos en contribución al colegio de niñas educadas, doscientos pesos anuales
para la biblioteca, y una suma para los gastos ordinarios de la Universidad; las rentas
de catedráticos, jubilados, beneméritos y retirados.

96
Ley VIII, Arts. 1-25, en Ibíd., pp. 181-185.
97
Ley IX, Arts. 1-6, en Ibíd., pp. 185-186.
La Ley Décima “De los administradores de las universidades”.98 Este sólo
contenía un título y 7 artículos. Artículo 1. El administrador era nombrado por la Junta
de Gobierno por mayoría absoluta de votos, con aprobación de la Dirección General, y
este podía ser removido por la misma Junta cuando fuere necesario; Artículo 3. Para
Mérida, el administrador disfrutaría de cuatro por ciento de todo lo que recaude, ocho
por ciento sobre las cantidades de los capitales que descubra y un seis por ciento en su
totalidad sobre las cantidades de los ya descubiertos. Artículo 5. El administrador
estaba obligado a presentar en los ochos últimos días del mes de septiembre de cada
año, una cuenta anual que debió haber llevado desde el 1º de septiembre hasta el 31 de
agosto, todo esto como una de las reglas del deber del administrador.

La Ley Décima Primera comprendía lo referido a “Las relaciones que las


Universidades conservan con las autoridades de la república y con los otros
establecimientos de educación”.99 Esta contiene un capítulo y seis artículos. Artículo 1.
Este artículo amplía el poder que tiene el Ejecutivo Nacional para con las
universidades: El Poder Ejecutivo…puede suspender al Rector o Vicerrector de la
Universidad, por abuso de autoridad o infracción de Ley en el ejercicio de sus
funciones, de la misma forma puede deponer o suspender a los catedráticos, y
sancionar a los estudiantes. Artículo 3. Este artículo muestra la relación que tenían los
Colegios con las Universidades del momento, “para que los alumnos de los Colegios
Nacionales, que prefieran pasarse a las universidades a examinarse, y aun a recibir el
grado de Bachiller en Ciencias Filosóficas, puedan hacerla, los Rectores de los
Colegios Nacionales enviarán anualmente la matrícula de los alumnos cursantes de sus
colegios con especificaciones de la clase que cada uno cursa”, en el caso de la
Universidad de Mérida; el Colegio Nacional del Tocuyo, el Colegio Particular del
Táchira, el Colegio Nacional de Trujillo y el Colegio Nacional de Maracaibo, recibian
todo tipo de documentación de los estudiantes existentes en estos colegios, con la
finalidad primero que los aceptaran para estudios universitarios y luego para la
obtención de grados de bachilleres.100

98
Ley X, Arts. 1-7, en Ibíd., pp. 187-188.
99
Ley XI, Arts. 1-6, en Ibíd., pp. 188-189.
100
Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes. Vol. CXVII. Relaciones con otros
Colegios. Grados. Exámenes. Estadística. Etc. 1839-1866, ff.19-28, Relaciones con el Colegio
Nacional de Maracaibo ver: ff. 227-228. (En adelante AHULA).
Ley Décimo Tercera, trataba sobre “Las Rentas de la Universidad”, con un solo
título y 3 artículos, Artículo 2. 101 Este artículo trata las rentas de la Universidad de
Mérida, las cuales son las siguientes cinco mil ochocientos ocho pesos de principales
impuestos al cinco por ciento, cuatro mil quinientos noventa y cuatro pesos de
principales impuestos al cinco por ciento que pertenecían al convento extinguido de
San Francisco, concedido por el gobierno español, para el fomento de los estudios del
Seminario, las posesiones de San Jacinto, Osuna, Cacutico, de la Virgen, de Santa
Catalina, de Santa Juana, la hacienda las Tapias con la Pedregosa y sus vegas y Cacute
que pertenecían a las temporalidades de los extinguidos Jesuitas, y que el gobierno
español las aplicó para el fomento de estudios del Seminario de Mérida, los bienes,
rentas y edificios del convento de Santo Domingo, la hacienda de La Ceiba, las
posesiones urbanas o rurales ya declaradas a favor de los estudios de la Universidad o
del Seminario de Mérida, la cantidad de 2000 pesos de las vacantes mayores y
menores de aquel obispado que la extinguida Tesorería de Diezmos contribuía a
aquella Universidad, la cantidad de 2000 pesos con que auxiliaría anualmente el tesoro
público a la Universidad de Mérida.

Ley Décimo Cuarta, es la última Ley del Código promulgado en 1843, esta ley
aborda el tema de la autorización del Poder Ejecutivo para reglamentar la enseñanza,
poseía un solo titulo y un artículo, el cual el proclamaba las bases legales para
autorizar al Poder Ejecutivo en cualquier acto, promulgación, decreto, ley o disolución
de cualquier título o sección de esta ley de Instrucción Pública de 1843.102

b. Autoridades Universitarias

Durante los años 1847-1858 la Universidad de Mérida estuvo conformada por


el Rector, el Vicerrector, los Miembros del Tribunal Académico, la Junta de
Inspección y Gobierno y el Cuerpo Electoral, que era el encargado de las elecciones de
los miembros que integraban la Universidad. Este Cuerpo estuvo formado por
catedráticos en propiedad de cátedra y dos representantes nombrados por cada una de
las facultades. A continuación, se muestran las nóminas de los rectores, vicerrectores,

secretarios,
101
Ley XIII, Arts. 1-3, en Leyes y Decretos de Venezuela. Op. Cit, pp. 190-191.

102
Ley XIV, Arts. 1, en Ibíd., pp. 191-192.
miembros de la Junta de Inspección y Gobierno y del Tribunal Académico que
regentaron entre los años 1847-1851 y 1855-1858:

Rectores:
José Francisco Mas y Rubi, 1846-1852
Eloy Paredes, 1852-1855
Ciriaco Piñeiro, 1855-1858.

El Doctor Mas y Rubi, nació en Maracaibo el 1º de noviembre de 1812, hijo de


Don Francisco Mas y Rubí y Doña Sebastiana Pagés Monsant. Hizo sus estudios en el
Colegio Seminario y en la Universidad de Mérida. Obtuvo los grados de Bachiller,
Maestro y Licenciado en Filosofía en 1832; de Bachiller en Derecho Canónico en
1835, y de Licenciado y Doctor en esta misma especialidad en 1836. Dictó la clase de
Derecho Canónico, desde 1836 a 1857, fue declarado catedrático decano desde 1846 a
1857; y Catedrático Jubilado de Cánones en 1856. Fue miembro de la Junta de
Inspección y Gobierno desde 1836 a 1844; de 1846 a 1856 y de 1860 a 1873; también
ejerció el Vicerrectorado de 1841 a 1843 y de 1843 a 1846, se desempeñó como
Rector de 1846 a 1849; de 1849 a 1852 y de 1866 a 1869, fue Senador Suplente al
Congreso Nacional de 1850 a 1854. En 1860 obtuvo el nombramiento de Canónico
Doctoral de la Catedral de Mérida y luego el Congreso le nombró Obispo de
Barquisimeto. Murió en San Antonio del Táchira el 8 de enero de 1874. Debido a un
sermón pronunciado en la capilla de la Universidad contra el Presidente Guzmán
Blanco, había tomado el camino del exilio.103

El Doctor Eloy Paredes, nació en Mérida el día 28 de mayo de 1814, hijo del
General Juan Antonio Paredes y de doña Josefa Fernández Peña y Angulo. El General
Paredes, hijo del Alférez Real Don Antonio de Paredes y de Doña Manuela Angulo,
había nacido el 25 de mayo de 1760, Paredes recibió los títulos de: Bachiller, Maestro
y Licenciado en Filosofía, en 1832; Bachiller en Ciencias Políticas, en 1834;
Licenciado y Doctor en Ciencias Políticas, en 1839, tuvo a su cargo las cátedras de
Derecho Público y de Gente, de 1840 a 1856; Matemáticas, de 1843 a 1847; Derecho
Práctico y Leyes Nacionales, de 1846 a 1856. Perteneció a la Junta de Inspección y
Gobierno de 1844 a

103
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp. 574-575.
1846, de 1846 a 1847 y de 1852 a 1860; ocupó el Rectorado durante cuatro meses en
1843 y desde 1852 a 1855. Entre sus actividades públicas estuvo como Gobernador de
la Provincia de Mérida durante los años 1856, 1858, 1863 y de 1868 a 1870, fue
también Diputado al Congreso Nacional, de 1842 a 1846 y Senador al mismo, de 1850
a 1854. Asistió a la Convención de Valencia, una de cuyas presidencias ejerció en
1858; fue candidato a la Presidencia de la República postulado por la Provincia de
Margarita. En dos oportunidades dirigió, con éxito, acciones de armas en la propia
ciudad de Mérida. Murió el 8 de marzo de 1880.104

El Doctor Ciriaco Piñeiro, recibió los grados de Bachiller, maestro y


Licenciado en Filosofía en 1817 y de Bachiller, Licenciado y Doctor en teología en
1822, fue catedrático de Latinidad de Mínimos y Menores de 1821 a 1824; de Dogma,
de 1843 a 1869; Rector de la Universidad de 1852 a 1858; nombrado Catedrático
benemérito en 1863; Catedrático Jubilado en la Clase de Dogma en 1864 y Miembro
de la Junta de Inspección y Gobierno del Instituto de 1856 a 1860, de 1860 a 1864 y de
1864 a 1869.105

Vicerrectores:106
Dr. Pedro Juan Arellano, 1846-1849
Dr. José Emigdio González, 1849-1852
Dr. José Asunción Contreras, 1852-
1855 Dr. Caracciolo Parra, 1855-1857
Dr. Miguel Nicandro Guerrero, 1857-1858.

El Dr. Pedro Juan Arellano nació Bailadores, provincia de Mérida, el 28 de


julio de 1811, hijo de Don Lucas Arellano Rosales y Doña María Esther de la
Concepción Belandria. Se graduó de Bachiller, Maestro y Licenciado en Filosofía en
1837; de Bachiller, Licenciado y Doctor en Ciencias Políticas en 1844. Fue catedrático
de Mínimos y Menores en 1841; de Mayores y Elocuencia, de 1841 a 1842; de
Filosofía Intelectual, de 1842 a 1849; y de 1850 a 1859; de Derecho Práctico y Leyes
Nacionales, de 1859 a 1861, perteneció por varios años a la Junta de Inspección y

Gobierno de 1858
104
Ibíd.., p. 574.
105
Ibíd.., Tomo IV, p. 228.
106
En lo referente a la vida de los vicerrectores sólo se encontró información de Pedro Juan
Arellano.
a 1861. Ocupó el Vicerrectorado de 1846 a 1849 y el Rectorado de 1858 a 1861. Fue
Diputado Suplente al Congreso Nacional de 1842 a 1846. El 24 de enero de 1848,
como Representante por la Provincia de Mérida, se vio envuelto en los sangrientos
sucesos de ese día. Logró escapar ileso por el puerto de La Guaira, y antes de
embarcarse publicó su protesta contra el atentado. También fue Gobernador de la
Provincia de Mérida de 1861 a 1863. Murió en Mérida.107

Secretarios
Maestro Miguel María Candales, 1845-
1854. Dr. José Concepción Acevedo, 1854-
1856. Dr. Bartolomé Febres Cordero, 1856.
Dr. Foción Febres Cordero, 1856.

Administradores
Dr. Rafael Alvarado 1844-1856.
Dr. Gabriel Briceño 1856-1868.

Miembros de la Junta de Inspección y Gobierno.

La Junta de Inspección y Gobierno estuvo conformada, entre 1846 -1847, por:


los Licenciados Rafael Antonio Alvares y Aurelio Ferrero y por los Doctores José
Francisco Mas y Rubí, Eloy Paredes y Pedro Juan Arellano.

Entre los años de 1847-1849, por los Doctores José Francisco Mas y Rubí,
Pedro Juan Arellano, Rafael Alvarado, y José Emigdio González, y por los Maestros
Miguel María Candales y Caracciolo Parra.

Entre los años de 1849-1856 la Junta estuvo conformada por; los Doctores
Pedro Juan Arellano, José Francisco Mas y Rubí, Caracciolo Parra y José de la Cruz
Dugarte, y por el Maestro Miguel María Candales.

107
Ibíd..,, p. 583.
Para los años de 1856-1858 la Junta de Inspección y Gobierno se conformaba
por los Doctores Eloy Paredes, Nicolás I. Correa, Juan José Cosme Jiménez, José
Asunción Contreras, Domingo Hernández Bello y Foción Febres Cordero, y el
Licenciado Juan E. Gando.
Entre los años de 1856-1860, estuvo conformado por el maestro Miguel María
Candales, y los Doctores Ciriaco Piñeiro, Francisco Lugo, Caracciolo Parra, Eloy
Paredes, Bartolomé Febres Cordero, Miguel Nicandro Guerrero, José de la Paz
Fernández, Juan José Cosme Jiménez, José de la Cruz Dugarte, Pedro Juan Arellano, y
Manuel Salas.

c. Profesores, Estudiantes y Empleados

Según la Ley del Código de Instrucción Pública de 1843, y vigente para ambos
periodos de Gobierno de José Tadeo Monagas, ley quinta; “De los Catedráticos de las
Universidades”,108 la componen tres títulos, con 19 artículos. En el artículo 1 se habla
sobre las cátedras que se proveerían siempre en propiedad y por concurso en personas
mayores de veintiún años y que estén en ejercicio de los derechos de ciudadano. Estos
estarán hasta que quieran o hasta que su desempeño demuestre lo contrario; serán
penalizados por algún acto en contra de su ética. Estas penalidades iban desde multas
hasta suspensiones definitivas. Artículo 5. Sólo el Rector podía expedir el título
competente autorizado por el Secretario y sellado con el sello de la Universidad, para
que desde ese día corriera su renta de Catedrático. Artículo 6. Los sueldos de los
catedráticos variaban según su trabajo, entre 600 y 400 pesos; de la misma manera
podía incrementar su sueldo hasta ochocientos pesos según la disposición económica
de la universidad. Artículo 10. Con veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin
interrupción, los catedráticos obtenían su jubilación, con el goce de toda su renta. Para
que se aprobara su jubilación la Junta Gubernativa y la facultad de pertenencia del
catedrático, reunidos por mayoría absoluta de votos, libro de conductas y asistencias,
este podía obtener legalmente su jubilación.

Funcionaron en la Universidad de Mérida, de 1832 a 1858, 17 cátedras, en las


cuales dictaron sus lecciones 47 Catedráticos. De estos, 4 eran sacerdotes. De 1836
hasta

108
Ley V, Art. 1-19, en Ibíd., pp. 175-178.
71
1858 asistieron como alumnos del Instituto 2677 individuos, siendo los años de mayor
matrícula 1844, 1857 y 1858, con 185 estudiantes; y el de menor, 1840 con apenas 42
alumnos.109
Catedráticos

A continuación se presentan las nóminas del personal docente de la


Universidad durante los períodos de estudio (1847-1858). En ellas se observará la
cátedra, los años de propiedad de la Cátedra y el catedrático responsable de ella.
Año Cátedras Catedráticos
1841-1857 Latinidad; Mínimos y Menores Dr. José de la Cruz Dugarte
1857-1858 Latinidad; Mínimos y Menores Br. Pedro Juan Arellano
1843-1845 Latinidad; Mayores y Elocuencia Mtro. Miguel María Candales
1857-1858 Latinidad; Mayores y Elocuencia Dr. José de la Cruz Dugarte
1842-1849 Filosofía Intelectual Mtro. Pedro Juan Arellano
1849-1850 Filosofía Intelectual Mtro. Juan de Dios Picón
1850-1858 Filosofía Intelectual Mtro. Pedro Juan Arellano
1846-1858 Instituciones Teológicas Dr. Rafael Alvarado
1836-1858 Cánones Dr. José Francisco Mas y Rubí
1847-1858 Dogma Dr. Ciriaco Piñeiro
1844-1850 Derecho Civil Romano Dr. José Emigdio González
1850-1856 Derecho Civil Romano Dr. Pedro Monsalve
1856-1858 Derecho Civil Romano Dr. Francisco Jugo
1840-1856 Derecho Público y de Gentes Dr. Eloy Paredes
1856-1858 Derecho Público y de Gentes Dr. Miguel Nicandro Guerrero
1847-1853 Matemáticas Dr. Nicolás Correa
1853-1858 Matemáticas Br. Foción Febres Cordero
1846-1856 Derecho Práctico y de Leyes Nacionales Dr. Eloy Paredes
1856-1858 Derecho Práctico y de Leyes Nacionales Dr. Bartolomé Febres Cordero
1853-1856 Gramática Castellana Br. Rafael Julián Castillo
1845-1854 Medicina Especulativa y Práctica
1852-1853 Higiene Dr. Manuel Hernández Sosa

109
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp.427-429.

72
1853-1856 Higiene Dr. Domingo Hernández Bello
1852-1858 Anatomía Dr. Juan José Cosme Jiménez
1854-1856 Semiyología Dr. Domingo Hernández Bello
AHULA entre los años 1844-1906, Sección Asuntos Varios: Cuadros y Nóminas de Cursantes,
inscripciones para exámenes, Volumen CII (1844-1906), CIII (1855-1907), CV (1840-1907), CVI (1840-
1907), CVII (1853-1905), CIX (1844-1905), y CX (1840-1907).
Estudiantes110

Cursantes de diferentes cátedras entre los años de 1847-1858

Clase de Derecho Civil


Catedrático: Dr. José María Candales
Cursantes: Francisco Arias, Rafael Urrochaga, Felipe Vivas, Gerónimo Uzcategui,
Mariano González, Tiberio Salas, Carmen Reina, Ángel Terán, Rafael Castillo,
Anselmo Uzcátegui, Juan Pablo Terán y Zacarías Briceño.

Clase de Dogma y Moral.


Catedrático: Dr. Ciriaco Piñeiro
Cursantes: Br. Federico Ortiz, José Concepción Acevedo, José de la Paz Fernández,
Cecilio Niño y Br. Mariano Contreras.

Clase de Física, Mérida, 31/05/1846.


Catedrático: Pedro Juan Arellano
Cursantes: Rafael Urrochaga, Francisco Arias, Gerónimo Uzcategui, Felipe Vivas,
Mariano Contreras, Domingo Hernández, Santiago Sánchez, Ángel Terán, Rafael
Castillo, Asunción Uzcategui, Tiberio Salas, Braulio Dávila, Eduardo Briceño, Genaro
Pacheco, Zacarías Briceño, José del Carmen Reina y Lino Martínez.

Clase de Física, Mérida, 01/03/1856


Catedrático: Pedro Juan Arellano

110
AHULA entre los años 1844-1906, Sección Asuntos Varios: Cuadros y Nóminas de Cursantes,
inscripciones para exámenes, Volumen CII (1844-1906), CIII (1855-1907), CV (1840-1907),
CVI (1840-1907), CVII (1853-1905), CIX (1844-1905), y CX (1840-1907).
Cursantes: Rafael Almarza, Marcial Salas, Josinco Lugo, Juan de Dios Ruiz, Juan de
Dios Trejo, Juan de Dios Chávez, Modesto Belandria, Elio Caicedo, Ezequiel Moreno,
Carlos Juenza, Antonio Picón, Santiago Ponce, Manuel González y José de Jesús
Dávila.

Clase de Filosofía, Mérida, 20 de mayo de 1858


Catedrático: Pedro Juan Arellano
Cursantes: Eliseo Quintero, José de Jesús Carrero, Virginio Rosales, Federico Basó,
Eloy Briceño, Ezequiel Arellano, Hermógenes Uzcátegui, Miguel Antonio Troconis,
Francisco Antonio Guerrero, Juan Valeriano Torrealba, Lisímaco Gabaldón, Luciano
María Bermúdez, Lorenzo Barazarte, Mauricio del Pino, José María Carrillo, Paulo
Emilio Candales, Roso Chacón, Antonio Durán, Nicolás Mateus, Fernando
Hernández, Adolfo Caicedo, Ulises Antonio la Cruz, Rodrigo Chacón, Manuel Trejo,
Gabriel Gómez, Eusebio Sequera, Fabricio Uzcátegui, Juan Ramón Chaparro, Eloy
Ruiz, Fermín Ruiz y Rafael Bejarano.

Clase de Derecho Internacional


Catedrático Eloy Paredes
Cursantes: Juan de la Cruz Dugarte, Mtro. Rafael Alvares, Mtro. Domingo Villarroel,
Mtro. Mateo Troconis, Mtro. Juan de Dios Méndez, Ángel Maria, 111 Rafael Rodríguez,
Francisco Fajardo, Ricardo Fonseca, Ignacio Dugarte y Pedro Pablo Moreno.

Clase de Legislación
Catedrático Eloy Paredes
Cursantes: Juan de la Cruz Dugarte, Mtro. Rafael Alvares, Mtro. Domingo Villarroel,
Mtro. Mateo Troconis, Mtro. Juan de Dios Méndez, Ángel Maria, Rafael Rodríguez,
Francisco Fajardo, Ricardo Fonseca, Ignacio Dugarte y Pedro Pablo Moreno.

Clase de Economía Política


Catedrático Eloy Paredes
Cursantes: Juan de la Cruz Dugarte, Mtro. Rafael Alvares, Mtro. Domingo Villarroel,
Mtro. Mateo Troconis, Mtro. Juan de Dios Méndez, Ángel Maria, Rafael Rodríguez,
Francisco Fajardo, Ricardo Fonseca, Ignacio Dugarte y Pedro Pablo Moreno.

111
Los apellidos de este estudiante no aparecieron en la búsqueda.
Clase de Gramática Latina
Catedrático: José de la Cruz Dugarte
Cursantes: César Pumar, Luís María de la Cueva, Rafael María Salas, Lucio Troconis,
Venancio Ruiz, José Briceño, Juan Antonio Villegas, Eduardo Pimentel, José Manuel
Gabaldón, Ramón Perdomo, Benjamín Cuenca, Federico Gabaldón, Vicente Rendón,
Juan José Navarrete, Ramón Barrios, Pancracio de la Cueva, Francisco Torres,
Federico Salas, Juan Antonio Rendón, Adolfo Canales, Francisco María Ponce,
Francisco Antonio Gil, Venancio Pico, Tiberio Brito, Simón Rojas, Casimiro Vielma,
Felipe Garrido, Rodrigo Chacón, José Jesús Linares, Manuel María Ponce, y Santiago
María Ponce.

Clase de Latinidad
Catedrático: Miguel María Candales
Cursantes: Federico Gabaldón, José Mª Gabaldón, Manuel Pérez, Francisco Torres,
César Pumar, Ramón Perdomo, Lucio Troconis, Rafael Salas, Benjamín Cuenca,
Fernando Gil, y Federico Salas.

Clase de Mínimas y Menores


Catedrático: Miguel María Candales
Cursantes: Pedro María Arellano, Venancio Pico, Nicolás Rey, Francisco Ponce,
Simón Rojas, Nabor Romero, Juan de Dios Uzcategui, Ceferino Contreras, Ángel
Ignacio Sosa, Antonio Dubal, José Mª Ibarra, Carlos Aldana, Marcos Mª Rosales,
Manuel Mª Ponce, César Cuenca, Felipe Garrido, Santiago Mª Ponce, Benedicto
Arias, Benedicto Torres, Manuel Nucete, Rafael Bello, Francisco Agostini, Juan de
Dios Ruiz, Jacinto Cuenca, Genaro Garrido, Francisco Rojas, y Augusto Aranguren.

Clase de Filosofía: 1er y 2do año.


Catedrático: Pedro Juan Arellano
Cursantes: Federico Pimentel, Manuel Pimentel, Evangelista Barroeta, Obdulio
Labastida, José María Jaimes, Luis La Cueva, Cecilio Niño, Isidro Pérez, Juan
Chuecos, Vicente Uzcategui, Emeterio Torres, Juan Sánchez, Froilan Gabaldón, Juan
Bautista Arias, Manuel Salas, Gabriel Picón, y Andrés Sánchez.
Segundo Año: Rafael Urrechaga, Francisco Arias, Mariano Uzcátegui, Santiago
Sánchez, Ildemaro Pacheco, Domingo Hernández Bello, Braulio Dávila, Rafael
Castillo, José del Carmen Reina, Emilio Monzón, Eduardo Briceño, Justo Arias, Ángel
Terán, y Antonio Ignacio Arias.

Clase de Filosofía Intelectual-1856.


Catedrático: Pedro Juan Arellano
Cursantes: Francisco Antonio Guerrero, Eliseo Quintero, Ezequiel Arellano, José de
Jesús Guerrero, Mauricio Pino, Adolfo Caicedo, Juan Valeriano Torrealba, Luciano
Mª Bermúdez, Paulo Emilio Candales, Lorenzo Barazarte, Hermógenes Uzcátegui,
Ulises de la Cruz, Lisímaco Gabaldón, Nabor Romero, Manuel A. Simancas, Luís Mª
Salas, Antonio Agostini, Gabriel Gómez, Fabricio Uzcategui, Rafael Bonilla, Federico
Abreu, Ramón Chaparro, Hernando Hernández, Pedro Antonio Cordero, Roso
Chacón, Eloy Ruiz, Fermín Ruiz, Rafael Bejarano, Manuel Trejo, Nicolás Mateus,
Blas Becerra, Félix Albornoz, Ignacio Briceño, Ulfriano Rodríguez, Jaime Picón,
Carlos Chuecos y Rodrigo Chacón.

Clase de Instituciones Canónicas


Catedrático: José Francisco Mas y Rubí
Cursantes: Pedro Mª Uzcategui, Francisco Torres, Ramón Perdomo, Benjamín
Cuenca, Buenaventura la Cruz, Pio Mª León, José Manuel Gabaldón, y Alberto
Contreras.

Clase de Derecho Canónico


Catedrático: José Francisco Mas y Rubí
Cursantes: Víctor Alvarado, Miguel Guerrero, Tomás Zerpa, Demetrio Briceño, José
Betancourt, Manuel Trocónis, Candelario Contreras, Francisco Lugo, Asencio
Henríque, Juan María Salas, y Pedro Godoy.

Entre otros datos encontramos una cantidad apreciable de estudiantes divididos


de la forma siguiente: 265 alumnos entre 1847 y 1858, cursantes de las 16 cátedras
correspondientes, distribuidos de la forma siguiente; 17 en 2 cátedras, 31 en 2
cátedras,
97 en 3 cátedras, 30 en tres cátedras, 66 en 3 cátedras, y 24 en 2 cátedras. Si
comparamos los datos con la inscripción de años anteriores, nos encontramos con un
déficit de alumnos cursantes; esto debido al bajo presupuesto que se manejó durante
estos años. El presupuesto no alcanzaba; primero para la manutención de los
estudiantes y segundo para el pago de catedráticos y personal administrativo.

Empleados

Rectores: José Francisco Mas y Rubi -1846-1852, Eloy Paredes - 1852-1855, Ciriaco
Piñeiro – 1855-1858.
Vicerrectores: Dr. Pedro Juan Arellano 1846-1849, Dr. Emigdio González 1849-1852,
Dr. José Asunción Contreras 1852-1855, Dr. Caracciolo Parra 1855-1857, Dr. Miguel
Nicandro Guerrero 1857-1858.

Secretarios: Maestro Miguel María Candales 1845-1854.


Dr. José Concepción Acevedo 1854-1856.
Dr. Bartolomé Febres Cordero 1856.
Dr. Foción Febres Cordero 1856.

Administradores: Dr. Rafael Alvarado 1844-1856, y el Dr. Gabriel Briceño 1856-


1868. La Junta de Inspección y Gobierno: estaba conformada entre 1846 -1847 por: los
Licenciados Rafael Antonio Alvares y Aurelio Ferrero, y por los Doctores José
Francisco Mas y Rubí, Eloy Paredes y Pedro Juan Arellano, entre los años de 1847-
1849, por los Doctores José Francisco Mas y Rubí, Pedro Juan Arellano, Rafael
Alvarado, y José Emigdio González, y por los Maestros Miguel María Candales y
Caracciolo Parra, entre los años de 1849-1856 la Junta estuvo conformada por; los
Doctores Pedro Juan Arellano, José Francisco Mas y Rubí, Caracciolo Parra y José de
la Cruz Dugarte, y por el Maestro Miguel María Candales y para los años de 1858-
1856 la Junta de Inspección y Gobierno se conformaba; por los Doctores Eloy Paredes,
Nicolás Correa, Juan José Cosme Jiménez, José Asunción Contreras, Domingo
Hernández Bello y Foción Febres Cordero, y el Licenciado Juan E. Gando, entre los
años de 1856-1860, estuvo conformado por; el maestro Miguel María Candales, y los
Doctores Ciriaco Piñeiro, Francisco Lugo, Caracciolo Parra, Eloy Paredes, Bartolomé
Febres Cordero, Miguel Nicandro Guerrero y José de la Plaza.
Bedeles: Sr. Antonio Rangel y Valentín González.
d. Facultades y Cátedras

Para el año de 1847 existen sólo tres facultades en la Universidad de Mérida


(Facultad de Ciencias Eclesiásticas, Facultad de Ciencias Políticas y la de Filología o
Humanidades). Según la Ley de Instrucción Pública fijada en 1843 las Universidades
debían componerse de cinco Facultades (Ciencias Eclesiásticas, Ciencias Políticas,
Ciencias Médicas y de Historia Natural, las Ciencias Matemáticas, Físicas y
Metafísicas, y la de Filología o Humanidades), pero la Facultad de Medicina y la de
Física y Matemáticas no comienzan a funcionar hasta 1854 la primera y 1936 la
segunda. Es así como para la época de estudio existen las siguientes facultades:

Facultad de Ciencias Políticas: compuesta por las Cátedras de; Derecho Civil
Romano, Derecho Público y de Gentes, Derecho Internacional, Legislación, Economía
Política y Derecho Práctico y de Leyes Nacionales. Otorgaba títulos de Bachiller,
Licenciados y Doctores en Ciencias Políticas.

Facultad de Ciencias Eclesiásticas comprende: las Instituciones Teológicas,


Instituciones Canónicas, Escritura Sagrada, Dogma y Moral, Derecho Canónico e
Instituciones Canónicas. Otorgaba tñitulos de Bachiller, Licenciados y Doctores en
Teología, y en Derecho Canónico.

Facultad de Filología o Humanidades: Filosofía, Gramática Latina, Latinidad,


Filosofía Intelectual, Mínimas y Menores, Mayores y Elocuencia, y Física. Otorgaba
títulos de Bachiller, Licenciado y Doctores en Filosofía.

A partir de 1854, se crea en Mérida la Facultad de Ciencias Médicas y de


Historia Natural, compuesta por seis secciones; primero, la anatomía general y
descriptiva; segundo, la fisiología y la higiene privada y pública; tercero, la semiología
general, la nosografía, patología y terapéutica especiales, que constituyen la medicina
práctica. Cuarto, la nosografía, patología y terapéutica especial que abraza la cirugía y
un curso de partos, quinto, la medicina legal y la terapéutica y materia médica. Sexto,
la química médica y farmacia; y séptimo, la botánica y los otros dos ramos de la
historia natural médica.
e. Grados

Entre los años de 1847 y 1858 la Universidad de Mérida confirió Grados de


Bachiller, Licenciados y Doctores en Ciencias Filosóficas, Derecho Canónico, en
Teología, Jurisprudencia Civil y en Ciencias Políticas. Con la Ley de Instrucción
Pública de 1843, La Ley Octava “De los Grados e incorporaciones de los graduandos
en otras universidades”, tenía dos títulos y 25 artículos.112 En dicha ley se aprueba
legalmente el poder del Rector, él cual pasa a ser la única autoridad literaria para
conferir grados académicos de Bachilleres, Licenciados y Doctores, luego de haber
aprobado los requisitos exigidos por la ley. Artículo 1. Los colegios nacionales pueden
también conferir grados de bachiller en las ciencias filosóficas, siempre que los
alumnos hayan cumplido con los requisitos de matrícula, cursos de estudio, materias,
tiempo, y exámenes.

A continuación, se muestra una nómina de graduandos en diversas áreas de


educación entre 1847-1851 y 1855-1858, periodos de gobierno del General José Tadeo
Monagas:

Grados durante los años 1847-1851113

Apellidos y Lugar de Edad Fecha de Titulo Fecha No. Nº Observaciones


Nombres Nacimient. Ingreso Otorgado de Exp. Tomos
Grado y Folios
Arias -------------- ------- ------------ 22-06- 18 IV No aparecieron
Francisco - -- Bachiller 1846 (S/F) datos de lugar
Ciencias de nacimiento,
Filosóficas edad y fecha de
ingreso
Salas Tiberio ------------- ------- ------------ 13-07- 40 IV No aparecieron
--- -- Bachiller 1846 (99- datos de lugar
Ciencias 100v) de nacimiento,
Filosóficas edad y fecha de
ingreso
Terán Ángel -------------- ------- ------------ 23-06- 18 IV No aparecieron
--- -- Bachiller 1846 (106- datos de lugar
Ciencias 109v) de nacimiento,
Filosóficas edad y fecha de

112
Ley VIII, Arts. 1-25, en Ibíd., pp. 181-185.
113
AHULA, entre los años 1808-1897, Sección Grados: Maestros en Filosofía; Grados Derecho
Civil-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Licenciados
y Doctores; Grados Teología-Bachilleres; Grados Teología-Licenciados y Doctores,
volúmenes
XXXIII (1845-1852), XXXIV (1826-1850); LI (1851-1862), LII (1809-1876), LIII (1808-1897),
y LIV 1808-1873.
ingreso
Dávila Mérida ------- 21-08- Bachiller 14-07- 59 IV No apareció
Braulio 1844 Ciencias 1846 (118- datos de la edad
Filosóficas 124) de ingreso
Sánchez Mérida 17 28-08- Bachiller 10-12- ------ IV No apareció el
Santiago 1843 Ciencias 1847 - (126- número de
Filosóficas 132) expediente.
Gabaldón Trujillo 18 10-09- Bachiller 07-07- 98 IV
Argimiro 1845 Ciencias 1848 (134-
Filosóficas 144)
Troconis Maracaibo 17 30-06- Bachiller 12-02- 99 IV
Manuel 1840 Ciencias 1848 (145-
Filosóficas 150v)
Canales Tunja / 17 01-09- Bachiller 02-07- 100 IV
Francisco Colombia 1845 Ciencias 1849 (152-
Filosóficas 163v)
Febres Obispos/ 16 01-09- Bachiller 19-07- 101 IV
Cordero Barinas 1845 Ciencias 1849 (165-
Foción Filosóficas 175)
Fornéz Villa de 14 29-12- Bachiller 08-06- 102 IV
Emeterio Ejido/Méri 1844 Ciencias 1850 (177-
da Filosóficas 187v)
Gabaldón Trujillo 16 23-01- Bachiller 02-07- 103 IV
Froilan 1845 Ciencias 1850 (188-
Filosóficas 197v)
Salas Mérida 15 11-09- Bachiller 02-07- 104 IV
Manuel 1845 Ciencias 1850 (119-
Filosóficas 208)
Arias Juan Mérida 15 01-09- Bachiller 04-07- 105 IV
Bautista 1847 Ciencias 1850 (209-
Filosóficas 224)
Acevedo Mérida 11 12-09- Bachiller 17-12- 106 IV
José 1843 Ciencias 1851 (226-
Concepción Filosóficas 239)
Ochoa Juan Maracaibo 21 30-06- Bachiller 14-04- 22 XXXIII
1842 Jurisprudencia 1847 (274-
Civil 294v)
Fajardo -------------- ------- 02-06- Bachiller 12-06- 23 XXXIII No aparecieron
Francisco 1841 Jurisprudencia 1847 (295- datos de lugar
Civil 307v) de nacimiento.
Briceño Trujillo 22 12-06- Bachiller 13-06- 24 XXXIII
Gabriel 1840 Jurisprudencia 1847 (308-
Civil 327v)

Guerrero Mérida 16 30-07- Bachiller 06-07- 25 XXXIII


Miguel 1842 Jurisprudencia 1847 (328-
Civil 339v)
Alvarado Cumana 17 08-07- Bachiller 28-05- 26 XXXIII
Víctor 1843 Jurisprudencia 1849 (340-
Civil 360v)

Salas José Mérida 17 28-08- Bachiller 25-06- 28 XXXIV


María 1843 Ciencias 1851 (4-17v)
Políticas
Betancourt Mérida 21 05-08- Bachiller 28-08- 29 XXXIV
José de Jesús 1843 Jurisprudencia 1851 (18-31v
Civil )
Troconis Maracaibo 19 01-07- Bachiller 03-09- 30 XXXIV
Manuel 1845 Jurisprudencia 1851 (32-
Civil 46v)
Pineda José Mérida 21 12-06- Bachiller 16-12- 05 LI El volumen LI
1840 Sagrado 1847 (S/F) no está foliado
Cánones
Briceño San 21 22-06- Bachiller 09-06- 06 LI El volumen LI
Pedro Antonio del 1843 Sagrado 1849 (S/F) no está foliado
Emeterio Táchira Cánones
Pineda José Mérida 24 02-06- Licenciado 23-12- 01 LII
Merced 1846 Cánones 1847 (4-10v)
Briceño San 24 02-08- Licenciado 15-06- 02 LII
Pedro Antonio del 1856 Sagrado 1849 (11-
Emeterio Táchira Cánones 23v)

Sánchez Mérida 20 25-09- Bachiller en 11-10- 18 LIII


Santiago 1846 Teología 1851 (179-
186)
Sánchez Mérida 25 15-10- Licenciado en 24-10- 07 LIV EL Vol LIV no
Santiago 1851 Teología 1851 (S/F) está foliado

En esta nómina observamos que entre los años de 1847-1851, la Universidad


concedió 27 títulos, los cuales se distribuyeron de la siguiente manera; 24 de
Bachilleres, de los cuales se otorgaron; 14 en Bachiller en Ciencias Filosóficas, 7 en
Jurisprudencia civil, 1 en Ciencias Políticas, 1 en Sagrado Cánones, y 1 en Teología.
Mientras que de Licenciado se entregaron 3, uno en Cánones, 1 en Sagrado Cánones, y
uno en Teología. En materia de edades de los graduandos estaban en edades
comprendidas entre los 11 hasta los 25 años, la mayoría de estos 27 graduandos eran
de la provincia de Mérida, con excepción de tres estudiantes que eran de Trujillo, tres
de Maracaibo, uno de Cumaná, y dos de San Antonio del Táchira.

Grados durante los años 1855-1858114

Apellidos Lugar de Edad Fecha Titulo Fecha No. Nº Tomos Observación.


y Nacimient. de Otorgado de De y Folios
Nombres Ingres Grado Exp
o .
Contreras Pamplona ------ 01-09- Bachiller 31-07- 124 V
Alberto 1854 Ciencias 1855 (169-177)
Filosóficas
Castro Pedraza/ 16 01-09- Bachiller 21-03- 125 V
Enrique Barinas 1845 Ciencias 1855 (178-190v)
Filosóficas
Pimentel Trujillo 20 01-19- Bachiller 25-07- 126 V
Manuel 1850 Ciencias 1855 (192-200)
Filosóficas
Picón Mérida 15 01-09- Bachiller 30-07- 127 V
Antonio 1852 Ciencias 1856 (201-214)
Filosóficas
Lugo Valera 16 01-09- Bachiller 20-07- 128 V
Jacinto 1853 Ciencias 1856 (215-225v)
Filosóficas

114
AHULA, entre los años 1808-1897, Sección Grados: Maestros en Filosofía; Grados Derecho
Civil-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Bachiller; Grados Derecho Canónico-Licenciados
y Doctores; Grados Teología-Bachilleres; Grados Teología-Licenciados y Doctores, volúmenes
V (1852-1858), XXXIV (1851-1862), LI (1809-1876), LII (1808-1897), LIII (1808-1897), y
LIV 1808-1873.
Almarza Mérida 10 31-10- Bachiller 30-05- 129 V
José 1849 Ciencias 1856 (226-241v)
Rafael Filosóficas
Salas Mérida 12 13-09- Bachiller 12-08- 130 V
Marcial 1853 Ciencias 1856 (242-251v)
Filosóficas
Chaparro Jajó/ 17 30-09- Bachiller 11-11- 131 V
Juan Trujillo 1855 Ciencias 1858 (254-265v)
Ramón Filosóficas
Candales Trujillo 17 01-09- Bachiller 22-09- 132 V
Paulo 1855 Ciencias 1858 (265-274v)
Emilio Filosóficas
Segura El Tocuyo 20 01-09- Bachiller 27-08- 133 V
Eusebio 1854 Ciencias 1858 (275-289v)
Filosóficas
Caicedo San 16 18-09- Bachiller 29-12- 134 V
Elio Cristóbal/ 1853 en Letras 1858 (290-300v)
Táchira
Uzcátegui Jajó/ 17 01-09- Bachiller 30-11- 135 V
Fabricio Trujillo 1855 Ciencias 1858 (301-311v)
Filosóficas
Duran Mérida 16 03-09- Bachiller 17-12- 136 V
Antonio 1855 en Letras 1858 (312-324v)
María
Bejarano Mérida 17 01-09- Bachiller 30-12- 137 V
Rafael 1855 en Letras 1858 (325-336v)
Briceño Niquitao 19 13-09- Bachiller 28-12- 138 V
Eloy 1855 Ciencias 1858 (337-346v)
Filosóficas
Ruiz Eloy Mérida 14 29-09- Bachiller 23-12- 139 V
1849 en Letras 1858 (347-358v)
Picón Mérida 17 02-12- Bachiller 24-08- 42 XXXIV
Febres 1854 Derecho 1858 (233-249v)
Gabriel Civil
Febres Mérida 16 01-09- Bachiller 27-06- 36 XXXIV
Cordero 1848 Derecho 1855 (120-135v)
Foción Civil
Troconis Trujillo 17 1844 Bachiller 11-08- 37 XXXIV No aparecieron
Mateo Ciencias 1855 (136-150v) datos de la fecha
Políticas exacta de su
ingreso a la
Universidad.
Salas Mérida 16 01-09- Bachiller 18-10- 38 XXXIV
Manuel 1850 Ciencias 1856 (151-169v)
Políticas
Godoy Mérida 21 01-07- Bachiller 13-12- 40 XXXIV
Pedro de 1843 Ciencias 1856 (184-201v)
Jesús Políticas
Peraza El Tocuyo 21 09-09- Bachiller 11-08- 41 XXXIV
Isilio 1852 Ciencias 1858 (202-232v)
Políticas
Castro Pedraza 19 01-09- Bachiller 02-09- 09 LI El volumen LI
Jubdiacon /Barinas 1848 en Cánones 1855 (S/F) no está foliado
o
Cuenca Barinas 14 29-09- Bachiller 31-07- 10 LI El volumen LI
Benjamín 1850 en Cánones 1856 (S/F) no está foliado
Arias Juan Mérida 18 04-09- Bachiller 15-11- 11 LI El volumen LI
Bautista 1854 Derecho 1856 (S/F) no está foliado
Canónico
Arellano Mérida 15 01-07- Bachiller 05-07- 12 LI El volumen LI
Pedro 1843 Derecho 1858 (S/F) no está foliado
María Canónico
Cuenca Barinas 18 01-12- Licenciado 08-08- 06 LII
Benjamín 1856 Derecho 1856 (39-43v)
Canónico
Arias Juan Mérida 24 06-07- Licenciado 03-12- 07 LII
Bautista 1856 Derecho 1856 (44-48v)
Canónico
Arellano Mérida 17 25-09- Licenciado 08-07- 08 LII
Pedro 1846 Derecho 1858 (49-53v)
María Canónico
González Jajó/ 17 15-10- Bachiller 15-07- 19 LIII
Rafael Trujillo 1851 en Teología 1856 (191-203v)
Antonio
González Jajó/ 21 08-07- Licenciado 30-07- 08 LIV EL volumen
Rafael Trujillo 1856 Sagrado en 1856 (S/F) LIV no está
Antonio Teología foliado

En este registro observamos que entre los años de 1855-1858, la Universidad


otorgó 31 títulos, los cuales se distribuyeron de la siguiente manera; 27 de Bachilleres,
de los cuales se otorgaron: 12 de Bachiller en Ciencias Filosóficas, 4 en letras, 4 en
Ciencias Políticas, 2 en Cánones, 2 en Derecho Canónico, 2 en Derecho Civil y 1 en
Teología. Mientras que de Licenciado se entregaron 4, tres en Derecho Canónico y
uno en Sagrado en Teología. En materia de edades de los graduandos estaban en
edades comprendidas entre los 10 y 21 años, de estos 31 graduandos, 15 eran de la
Provincia de Mérida y 16 de otras provincias tales como; Barinas, Trujillo, Táchira y
El Tocuyo. Durante este segundo gobierno se observó una mayor población
estudiantil, además de más graduandos que en el gobierno anterior de José Tadeo
Monagas. Las relaciones de la universidad de Mérida con otros Colegios Nacionales
trajo como consecuencia la distribución de sus estudiantes en las diferentes facultades
de la casa de estudios merideña.

f. Conflictos internos y confrontaciones externas

Durante los gobiernos de José Tadeo Monagas, la Universidad de Mérida pasó


por varios conflictos externos e internos que afectaron el desenvolvimiento de la
Universidad; entre estos podemos mencionar, en el año de 1845 la carencia de un local
propio afectaba a la Universidad y, por lo tanto creaba problemas con el Seminario. La
Junta de Gobierno planteó mudar la Universidad a un edificio antiguo que pertenecía a
los jesuitas. El 12 de marzo de 1846 se resuelve enviar a la Dirección General de
Instrucción Pública el plano de la obra que se quiere construir y su respectivo
presupuesto; un mes después fue aceptado el proyecto con 3.000 pesos para la hechura
del edificio. Para el momento que iba a comenzar la construcción los inconvenientes
entre la iglesia y el Estado venezolano frenaron la obra. Citando a Pedro Molina se
puede observar lo que sucedió; “acordada la ayuda por parte del gobierno nacional, las
autoridades de la Institución decidieron anexar una capilla al plano inicial, pues no
había sido incluida y era necesaria para los actos públicos y funciones religiosas de la
Universidad, solicitaron permiso para la construcción al Gobernador de la Provincia, y
la correspondiente licencia al Obispo de la Diócesis, a quien se le solicitó también la
designación del sacerdote que debía bendecir el sitio de ubicación de la capilla. Se
obtuvo aquel permiso, pero no la licencia episcopal.”115

Este sólo fue uno de los inconvenientes que se encontró la Universidad de


Mérida durante estos años, pues problemas de diferente índole afectaban a la
Institución: no tenía un presupuesto justo para la atención total del personal de la
Instituto, ni estudiantes, ni autoridades, la falta de un techo propio, una biblioteca,
mobiliario, laboratorios, etc. Cuando observamos estas situaciones casi precarias por
las que atraviesa la Casa de Estudios, se nos hace difícil entender como ha podido estar
de pie durante casi dos siglos.

Otro problema que afectó a la Universidad fueron los acontecimientos del 24 de


enero de 1848 suscitados en la capital en contra del gobierno de Monagas, suscitando
todos los problemas antes mencionados. Se le suma el estado total de reglamentación
tanto de la casa de estudios como de la Provincia de Mérida luego de los sucesos, ya
que la deposición de Monagas del poder fue apoyada por el pueblo merideño, lo que
trajo como consecuencia persecuciones a aquellas personas que evidenciaban su
rechazo hacia el mandatario nacional, como a los individuos que hacían vida en la
institución andina.116

Entre los conflictos internos de la Universidad no pueden faltar los actos en


contra de los catedráticos por parte de los estudiantes y la memoria y cuenta que debía
elaborarse y enviarse al Presidente del Tribunal Académico, primero, y luego al
Ejecutivo Nacional y Regional para conocer la conducta y asistencia de los
catedráticos a la universidad. Entre estos podemos indicar que para el 12 de marzo de
1846 se levantó un procedimiento en contra del Dr. Ciriaco Piñeiro, en este expediente
el Rector Dr. Mas y Rubí denuncia unas treinta y cinco fallas del catedrático, lo que

hacía indicar
115
Pedro María Molina: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la ULA. Op. Cit.,
pp. 67-71.
116
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo III, pp. 473-497.
su destitución por ley V del Código de Instrucción Pública de 1843. Este caso que por
unos cuatro meses se llevó a cabo, culminó en la destitución temporal del Dr. Ciriaco
Piñeiro por seis meses lo mismo le sucedió a catedráticos como Juan de Dios Picón, el
Dr. Eloy Paredes, Esteban Arias y otros, que fueron acusados por sus conductas
irregulares en la universidad.117

g. Rentas y propiedades urbanas y rurales

En consecuencia del bajo presupuesto nacional a favor de la Universidad de


Mérida, las rentas y las propiedades eran las únicas asignaciones económicas para la
manutención anual de la institución. Estas cubrían sueldos de los catedráticos,
alimentación, y otros; para los años de estudio 1847-1858, las principales rentas eran
por alquileres de propiedades urbanas y rurales, alquileres y préstamos por solares y
fincas que pertenecían a la Universidad, mientras que diferentes catedráticos y
autoridades se hacían acreedores de arrendatarios de diferentes bienes.

Rentas

Las rentas anuales que ingresaban a la Universidad, se dividían en gastos


mensuales. Por ejemplo para marzo de 1847 las rentas se dividían así;
Ingresos: lo que quedaba el mes anterior: 4.346.83 pesos, 200 pesos por
consignaciones nacionales; más 107,78 pesos por réditos o intereses, 26 pesos por
alquileres, y 10,90 por arrendamientos, lo que sumaba 4,689, 34 pesos. Estos eran
destinados para:
Egresos: renta de catedráticos 366.63 pesos; renta de empleados 16.50 pesos, rentas de
Secretaría 8.33 pesos, gastos extraordinarios 8.90 pesos, ordinarios 25, gastos de
fábrica
1.000 pesos más el 4% del Administrador (5.70 pesos), para un total de 1.522,16 pesos
de gastos mensuales. Se observa entonces que la asignación anual por parte del
gobierno era de 2.400.00 pesos, cifra que era dividida entre los doce meses del año.
Así, sólo 1200 pesos eran destinados para gastos mensuales, y los otros 1.300,00 pesos
eran producto de intereses, y alquileres de propiedades. Este fue uno de los principales
problemas que tuvo la Universidad durante estos años, por no contar con un
presupuesto justo.
117
Ibíd., pp. 494-544.
Para los años de 1850-1851, comenzó la Universidad con 321,54 pesos
sobrantes del año anterior (1849). La consignación de capitales fue de 4.036,56 pesos,
los réditos eran de 2.736,60 pesos, los alquileres sumaban 164.84 pesos, el producto de
grados era de 201 pesos, la asignación nacional era de 500,00 pesos. Por matrículas se
obtenía 50,00 pesos, lo que sumaba 7.765,76 pesos para los gastos anuales. Durante
este año 1850-1851 el gasto fue el siguiente;
-Imposición de capitales: 2.198,60 pesos
-Rentas de los Catedráticos: 3.587,90 pesos
-Rentas del Bedel y Sirviente: 181,50 pesos
-Gastos de Señorial: 100,00 pesos
-Gratificación de cuatro ceremonias: 4,00 pesos
-Gastos Ordinarios: 35,00 pesos
-Propinas de grados 119,00 pesos
-1% de secretario: 36,25 pesos
-4% Administrador: 145,10 pesos
-Premios: 71,24 pesos
-Existencia para el año siguiente: 1, 554,32 pesos
-Total 8, 087,30 pesos.118
Lo que hace suponer que el gasto era más alto que los ingresos anuales para la
Universidad. Gracias a los arrendamientos, réditos, alquileres, y pagos por ceremonias
la Universidad pudo mantenerse; se observó un desnivel del presupuesto nacional de
800 pesos en sólo cuatro años.

Cuadro de los principales de la Universidad con expresión de los inquilinos, plazos,


rédito anual hasta agosto de 1851 119

Nombre Y Apellido Mes Plazos Préstamo Réditos


Ángel Díaz Enero 10 18,00 pesos 1
Juan Espinoza Enero 10 100 peso 5
Dr. Antonio Dugarte Enero 2 300 pesos 15

118
AHULA. Años 1844-1868. Sección: Materias de Rentas, Volúmenes: LXXVI (1850-1868),
LXXXII (1844-1868).
119
AHULA. Años 1798-1904. Sección: Rentas. Bienes del Seminario y de la Universidad. Vol.
LXXX. s/f.
Antonio Dávila Enero 11 100 pesos 5
Trinidad Escalante Enero 14 100 pesos 9
Juan Ibarra Enero 18 125 pesos 10
Antonio Pimentel Enero 31 212 pesos 29.43
Pablo Guerrero Mayo 10 50 pesos 2.50
José Paredes Mayo 5 125 pesos 11.25
Rafael Pérez Mayo 7 600 pesos 72
Pedro Pino Mayo 8 500 pesos 60
Juan Sánchez Mayo 9 70 pesos 3.50
Manuel Arias Mayo 16 200 pesos 10
Agustín Uzcátegui Mayo 21 100 pesos 3
Rafaela Romero Mayo 28 100 pesos 5
Juan Albornoz Mayo 28 100 pesos 5
Anselmo Campo Elías Abril 10 1000 pesos 50
Ramón Garzo Abril 10 100 pesos 5
Miguel Lindo Abril 1 650 pesos 50
Reinaldo Rodríguez Abril 6 150 pesos 78
Bencomo Guillermo Abril 16 200 pesos 18
Santos Uzcategui Abril 16 150 pesos 24
Fomara Frías Abril 18 200 pesos 18
Tomas Zambrano Abril 18 50 pesos 5,50
Encarnación Frías Abril 20 202 pesos 22.25
Casimira Molina Abril 20 141 pesos 7,6
José Uzcategui Abril 21 856 pesos 1.2,81
Manuel Rodríguez Mayo 10 100 pesos 5
Manuel Torres Mayo 10 100 pesos 12
Martín Vega Mayo 6 350 pesos 17,50
Miguel Candales Mayo 10 500 pesos 60
Eleuterio Rodríguez Mayo 12 203,62 pesos 14,18
Narcisa Dugarte Mayo 13 100 pesos 12
7.842.62 638.48
Pedro Pino Mayo 21 500 pesos 60
Encarnación Rendón Mayo 22 100 pesos 6
Agustín Pino Mayo 30 350 pesos 17.50
Asención Quintero Mayo 31 400 pesos 20
Dr. Ramón Almarza Mayo 10 100 pesos 5
Camilo Rivera Mayo 12 400 pesos 20
Tomas Zambrano Mayo 17 319 pesos 37.81
Petronila Erazo Julio 10 300 pesos 19
Juan Zambrano Julio 10 65 pesos 3.25
Manuel Arias Julio 9 210 pesos 10.50
Dermario Briceño Julio 12 200 pesos 18
Facundo Paredes Julio 19 300 pesos 19
José Becerra Julio 19 117 pesos 5.81
Maria José Contreras Julio 19 100 pesos 5
Pedro Trejo Tapia Julio 19 50 pesos 2.50
Domingo Trejo Julio 19 200 pesos 10
Alejandra Ochoreco Julio 18 200 pesos 18
Ignacio Lobo Julio 24 120 pesos 6
Rosalía Rivera Julio 56 30 pesos 3.60
Ramón Garzo Julio 20 110 pesos 5.50
Dr. Ramón Almarza Julio 27 101 pesos 12
Juan Ovando Julio 26 250 pesos 12
María Concepción Pino Agosto 10 100 pesos 8
Francisco Márquina Agosto 10 100 pesos 6
Petronila Erazo Agosto 2 500 pesos 25
Miguel Moreno Agosto 3 800 pesos 96
Gregorio Alvarado Agosto 6 50 pesos 2.50
José Villegas Agosto 8 500 pesos 60
Ignacio Rangel Agosto 8 150 pesos 18
Sebastián Frenz Agosto 12 140 pesos 7
Justo Arias Agosto 19 75 pesos 3.75
Tadeo Zerpa Agosto 15 100 pesos 12
José Fornéz Agosto 23 500 pesos 60
José Becerra Septiembre 11 75 pesos 3.75
Fidel Lobo y Andrés Septiembre 17 2.200 pesos 110
Pérez
Luis Zamudio Septiembre 27 150 pesos 7.50
Ramón Chuecos Septiembre 6 312.50 pesos 18.75
18.112.12 p. 1382.50

Para estos años había un total de 69 personas deudoras a la Universidad de Mérida


en cuanto a alquileres, arrendamientos y otros, y se debían 18.112.12 pesos. 1382,30
pesos en réditos que ya habían sido saldados. Es así como la universidad recibió entre
1850- 1851: 1382,50 pesos de asignación por alquileres.

Propiedades urbanas y rurales

Cuando se trata de las rentas producidas por la Universidad durante 1847-1858,


se debe hablar de las propiedades que poseía la institución: posesiones urbanas y
rurales, que eran alquiladas o arrendadas para obtener rentas que serían destinadas a
los gastos del instituto universitario. Para la época contaba la Universidad con las
siguientes pertenencias:

- Hacienda Las Tapias, que había sido donada al seminario en 1778, y luego en
1834 este la cede a la Universidad de San Buenaventura. La hacienda había sido de los
padres dominicos al igual que La Ceiba cedida por Real Cédula de Carlos III.120

- Hacienda La Hechicera: este terreno fue en 1817 propiedad del Convento de


San Agustín, el cual fue suprimido en 1821. Luego pasó a manos de la Universidad en
1830 y arrendada en 1857 al Señor Asunción Díaz por nueve años, pagando 25 pesos a
la Universidad anualmente.

- Posesión de Mucunután; esta fue de la Universidad hasta 1849, ya que en un


proceso comenzado en 1847 la solicitan a censo redimible por 300 pesos el Dr. José de

120
Para Ampliar el tema ver: Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp. 9-28. AHULA,
sección: Fincas Rurales y Urbanas, Volumen LXVI (1856-1872), ff. 23-40v.
la Cruz Dugarte y su hermano Anastasio. Esta proposición fue aceptada por la Junta de
Inspección y Gobierno y pasa a manos de estos señores el 3 de diciembre de 1849. 121

- Propiedades Urbanas de Santo Domingo y San Agustín: estas propiedades


eran de los Jesuitas; al ser expulsados pasan a manos de los Dominicos en 1773 hasta
1837, fecha en que son pasados al Seminario y luego a la Universidad.

- La Hacienda La Ceiba y Hacienda Los Curos, comprada esta última en 1850


por 1500 pesos al Sr. José María Rivas.

- Posesión de Mimbas; situada en la parroquia de Tabay de propiedad del Sr.


Antonio Monsalve, por censo redimible de 150 pesos.

- La posesión del Lago en El Arenal; estaba para el momento en arrendamiento


al Sr. Juan José Arias por 26 pesos anuales.

- Tierras del Cachicamo en Chama, Tierras de la Otra Banda, Tierras de la


Parroquia de La Punta, todas en arrendamientos.

- Las posesiones del Carrizal y Limoncito; 122 ubicadas en la Parroquia de Las


Piedras, rédito al Sr. Manuel Ponce por 18 pesos anuales.

- Entre los muebles del Edificio de la Universidad se encuentran:123


- Un solio de damasco de lana
- Veintiuna sillas de brazos
- La mesa del Sr. Rector con carpeta de damasco de lana
- La del Señorío con carpeta de ule nuevo
-Un reloj de campanada
- Una Empoyeta pequeña

121
Ibíd., pp. 118-119.
122
AHULA, sección: Libro Becerro donde se asientan los principales de la Universidad de
Mérida, sus fincas y demás propiedades .S/N, (1851) .f. 17-86v. Información sobre hipotecas,
ibíd., f.16- 19v.
123
Eloy Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp.324-325.
- Un tintero de plata con seis piezas de servicio
- Dos cajitas de madera para recoger las votaciones de los examinadores
con siete fichas o letras de A. y otras tantas de R.
- Un sello grande para títulos
- Una bomba de vidrio
- Una alfombra
- La manecilla de plata del maestro de ceremonias
- El Diccionario Castellano sobre la 6ta edición
- El retrato del Sr. Obispo Buenaventura Arias
- Tres Cátedras bien maltratadas
- El Libro formulario antiguo de juramento
- Una pequeña mesa que sirve en la clase de Derecho Público.

H. Biblioteca, Archivo y Laboratorio.

Para el año de 1847, la Universidad de Mérida contaba con una escasa cantidad
de libros en cuanto a su número, que no pasaban de 10 obras con unos 40 volúmenes;
estos fueron donados por diferentes instituciones los que pasaron a manos del instituto
desde la expulsión de los Jesuitas y la supresión del Convento de San Agustín y los
que habían dejado los rectores de la Universidad durante su estancia por medio de
donativos. Para el año de 1847, los bienes del Convento de Santo Domingo pasaron a
la Universidad, entre estos la Biblioteca, se hizo un inventario total de los libros
existentes en la Universidad para dicho año, los más importantes eran: Los 18 tomos
de la Vida Política del Libertador, Diccionario Castellano en dos tomos, Historia
Eclesiástica por el Ducreaux en 7 Tomos, Obra de Derecho por Don Juan Salas, Obra
de Battel en 3 tomos a la rústica, Obra de Derecho Civil Romano por Pérez, dos tomos
de Leyes de Venezuela a la rústica, y doce gacetas de Venezuela. Ahora se muestra el
inventario de la biblioteca que pertenecía al Convento de Santo Domingo; cabe
mencionar que fueron 875 volúmenes los que llegaron a la Universidad, entre los más
importantes se cuentan:124

124
AHULA, sección: Inventario del Edificio, Aparato, Enceres, y Archivos. Vol. CXXXIV
(1836- 1907), ff. 157-177.
- Primeramente dos volúmenes de comentarios de sermones de Job escritos por el R.P
Juan de Pineda.
-Biblia Sagrada con glosas ordinaria por Estrabon Fuldenei, seis volúmenes.
- Explicación del Derecho Divino, Natural y eclesiástico por el R.P Tomas de
Tamburin, en dos volúmenes.
- Comentario Literal y Moral de la Historia Sagrada de Judt, por José de la Zerda, en
dos volúmenes.
- Derecho Canónico por el R.P Enrique Pirhing, en 4 volúmenes.
- Una selecta colección de comentarios eclesiásticos por Josué, Rut, Edras, Nemías,
Tobis, Judith, Ester y Macabeos.
Estos 875 tomos abarcaban todas las áreas de estudio de la Universidad de
Mérida, las ciencias eclesiásticas y filosóficas se vieron favorecidas por la nueva
biblioteca, pues existían tomos sobre literatura en diferentes idiomas, de historia, de
medicina, de teatro, etc.

En lo que corresponde al Archivo y Laboratorios se tenía una especie de


habitación en muy mal estado, que funcionaba en el edificio de la Universidad como
archivo. Las carencias del instituto se reflejaban en todos sus bienes para el año de
1845, se pidió desde el rectorado de la Universidad una ayuda para arreglar dicho
archivo, propuesta que no fue aceptada por un ajuste general en los gastos principales
de la institución, en los que la infraestructura no aparecía por ningún lado. En el año
1847 se realizó un inventario general de las carpetas e índices que contenía el archivo,
que se componía de 92 carpetas diferentes contentivas de información en diferentes
áreas tales como expedientes de las clases, de grados, incorporaciones, gastos,
correspondencias (del Administrador, Rector, Junta de Inspección, Tribunal
Académico), antecedentes, reformas, decretos, leyes, gacetas, matriculas, erecciones
de cátedras, exámenes, recaudaciones, rentas, bienes, muebles, conducta de
catedráticos y otros.
Sólo se tiene información de un laboratorio experimental para la clase de Física
en 1847-1849 y de filosofía en 1850. Este laboratorio contenía dos globos terrestres y
celestes con meridianos de cobre, agujas magnéticas y el estadal para las medidas, un
microscopio con tres anteojitos en caja, un termómetro, un prisma, un atlas de las
casas,
un cuaderno de usos de los globos, y una ampolleta de arena de ¼ hora y en lo que
corresponde a las clases de medicina. 125

i. Relaciones de la Universidad con la Iglesia.

A mediados del siglo XIX la iglesia seguía teniendo como lo había hecho dos
siglos antes, un papel importante dentro de la sociedad latinoamericana, venezolana y
sobre todo en el área andina del país. Las costumbres y tradiciones seguían siendo muy
conservadoras en lo que corresponde a la fe católica, costumbres que estarán en cada
individuo como acto y devoción a su religión. En relación con la provincia de Mérida,
la iglesia fue una institución por la cual se reglamentó todo lo concerniente a obras,
educación, cultura y política. Se observa para estos momentos el consentimiento de la
Iglesia en la conformación o construcción de algún establecimiento. En lo relativo a la
Universidad, no se puede olvidar que los orígenes de esta era la Iglesia con la erección
de la Diócesis en 1767; a raíz de esta fundación se instituyó el Seminario y luego, en
1810, la Universidad. Entre los años de 1847 y 1858, la relación con la iglesia no
estuvo del todo bien, ya que la separación del Seminario y la Universidad fue un
hecho; además dos años antes en el año 1845 la casa de estudios carecía de local
propio. La Junta de Gobierno elaboró un proyecto para trasladar la Universidad a un
edificio antiguo que pertenecía a los jesuitas, pero esta intención no se concretó. 126

La relación del Estado venezolano con la Iglesia merideña no era la mejor, pues
el Presidente Monagas tenía serías diferencias con el Ilustrisimo Sr. Juan Hilario
Bosset. Monagas como presidente de la Republica le persiguió después de los
acontecimientos del 24 de enero; fue tanta la persecución que Bosset fue expulsado del
país en 1849 y luego, por un salvoconducto regresó al país. La iglesia católica
merideña se vio envuelta en diferentes hechos que oscurecían el nombre de esta, por
ejemplo, para 1839 se le acusa de embriaguez, concubinato, juego y mutilación al
Maestro Arias y, tiempo después, para 1852 sucede un hecho que no fue bien visto ni
por la Universidad ni por la

125
AHULA, sección: Rentas, Recaudación de Derecho de Registros. Vol. LXVIII (1841-1883), s/f.

126
Pedro María Molina: Las Huellas en el Muro, Historia del Edificio Central de la ULA. Op. Cit.,
pp. 67-71.
iglesia en este año, ya que nació un niño que el Dr. Mas y Rubí levantó, y educó y
luego fue también rector de la Universidad de Mérida.

j. Relaciones de la Universidad de Mérida con otras instituciones de educación

Las relaciones de la Universidad de Mérida con las instituciones de educación,


más que todo con los Colegios Nacionales, fueron de mucho beneficio; para el 15 de
junio de 1847 el Rector de la Universidad de Mérida Dr. José Francisco Más y Rubí
recibe del Presidente de la República, una correspondencia para darle parte de las
nuevas reglas en relación con los Colegios Nacionales.

Fue así como por medio del artículo 1. Los directores de los colegios
particulares tenían la obligación de pasar en todo el mes de noviembre de cada año la
matricula anual de los alumnos del establecimiento a la Universidad más inmediata a
donde estos puedan ir a tomar sus grados. 127 Al encontrarse esta Universidad en la
zona occidental comienzan las relaciones con varios colegios, entre estos tenemos al
Colegio Nacional del Tocuyo. Este enviaba la lista de los alumnos que concurrían a las
clases establecidas, la cifra fue la siguiente; 14 alumnos en Filosofía, 21 alumnos en
Matemáticas y 31 alumnos en Gramática castellana; del Colegio Particular del Táchira,
ubicado en San Antonio, se envió el 24 de noviembre de 1858 el acta de creación de la
casa de estudios con 30 alumnos en diferentes clases; del Colegio Nacional de Trujillo,
se tenían noticias desde 1845 hasta 1861; este colegio enviaba la lista de los cursantes
matriculados en cada año. Dicho instituto contaba con clase de Filosofía con 11
alumnos, y la Clase de Latinidad, Gramática Castellana y Retórica con 29 alumnos y,
por último, el Colegio Nacional de Maracaibo. De este se enviaba noticia de los grados
de Bachiller en Filosofía, en 1839-1842, y los matriculados correspondientes a los
años de 1845, 1846 y 1847, el colegio contaba con las clases de Filosofía, Dibujo e
Idioma Francés con 8 alumnos, en Náutica y Dibujo 9 alumnos, en Gramática Latina y
Castellana 14 alumnos,

127
AHULA, sección: Varios, Reorganización en 1832, Régimen Administrativo etc. Vol. CXVI
(1832-1904), ff. 19-21
y Gramática Francesa con 15 alumnos.128 Artículos 2. Los estudios y exámenes
anuales que se verificasen en los colegios particulares serían debidamente
comprobados con una copia del acta en que consten los nombres de los examinadores,
examinados, la materia del examen, y su aprobación o reprobación, debiendo estar
firmado este documento por el Director y examinadores. Artículo 3. Los libros de
textos serían en los colegios particulares los mismos que en la Universidad, con el fin
de uniformar la enseñanza.

En relación con la Universidad de Caracas, la Universidad merideña debió


mantener informada sobre el estado en que se encontraba tanto al ejecutivo nacional
como a la casa de estudios capitalina, para esto, se enviaba correspondencia de
carácter informativo acerca de Clases, Cátedras, Catedráticos, Horarios, Autoridades,
Reglamentos, Comunicación en caso de Grados de los Colegios Nacionales, cantidad
de Grados anuales, Bienes, Muebles, e infraestructura. Tal cual como lo disponía la
ley. Además de esto, según la ley séptima acerca “De los Cursantes de las
universidades”, se dispuso la Universidad andina a recibir algunos estudiantes que
estaban cursando estudios en la Universidad capital, tal fue el caso del joven Zacarías
Briceño en la clase de derecho político, este alumno llegó a Mérida en 1850 para
continuar sus estudios.129 De la misma manera sucedió con Francisco de P. Nuñez en
1855, cuando por mandato gubernamental se mandó a que se admitiera desde la
Universidad de Caracas para que presentara exámenes en las materias médicas y así
obtener el título de Licenciado.130

Otra de la relación en la que estuvieron envueltas ambas instituciones se


produjo en el año de 1848, cuando explotó el asalto al congreso, cabe destacar que
ambas se vieron envueltas en persecuciones políticas luego del acontecimiento de
1848, por un lado en contra de los empleados y por otro, el asedio gubernamental para
el control parcial de las instituciones, se puede mencionar que para el año de 1849 se
decretaron diferentes leyes que hacían ver el control del ejecutivo nacional para con
los centros de enseñanza. De acuerdo con la memoria y cuenta presentada cada seis
meses,

128
AHULA, sección: Relaciones con otros Colegios. Grados, Exámenes, Estadística, etc. Vol.
CXVII (1839-1866), ff. 19-227.

129
“Decreto de 23 de mayo de 1850 dispensando al joven Zacarías Briceño de la asistencia a la
clase de derecho político”, en Leyes y Decretos de Venezuela. Op. Cit, pp. 518-519.
130
“Decreto de 18 de mayo de 1855 ordenando que se admita a Francisco de P. Nuñez a examen en
las materias médicas”, en Leyes y Decretos de Venezuela. Op. Cit, p. 302.
el ejecutivo nacional también manejó el comportamiento de los estudiantes y sus
asistencias, en decreto de 17 de mayo de 1850 por ejemplo mandaba a que se
repuntase como presentes a las clases que cursaron los jóvenes Francisco Iriarte,
Rómulo Guardia, Silvestre y José Rafael Pacheco, Joaquín León y Florencio Guzmán,
ya que se encontraban en el ejercito sirviendo a la patria, se observa el manejo del
gobierno Monagas en materia de universidades, se puntualiza más que todo ese
favoritismo a manejar a su criterio la educación y los componentes de la misma.

En materia política la Universidad merideña y la Capitalina tenían funciones


dentro de la Junta de Gobierno, para esto se añadió el Artículo 6. Sobre La Junta de
Gobierno la cual se componía “(…) del Rector, Vicerrector y de seis Catedráticos que
sean borlados, tres en la de Caracas y tres en la de Mérida”. Esta Junta de Inspección y
Gobierno será el Concejo del Rector, y con él acordaban todas las medidas económico-
gubernativas de la Universidad. Además el Artículo 12 proveía un Tribunal
académico, que era el encargado de juzgar a los catedráticos por faltar a sus deberes
como profesores, faltas en contra de las autoridades (Rector y Vicerrector) o cualquier
excitación política, también se implantó el artículo 15, referente a un Cuerpo Electoral,
compuesto de todos los catedráticos propietarios y de tres representantes electorales
respecto de la de Caracas, y dos por la de Mérida, nombrados por cada una de las
facultades, quienes hacían las elecciones que ordenaba la ley, las funciones de este
Cuerpo eran: elegir en cada trienio o antes si hubiese vacante, el Rector, el Vicerrector,
los miembros del Tribunal Académico y de la Junta Gubernativa de la Universidad.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA
SITUACION DE LA UNIVERSIDAD
DE MERIDA ENTRE (1847-1858)

La Universidad de los Andes ha sido durante sus casi doscientos años de


historia una institución forjadora no sólo de hombres y mujeres que han alcanzado
limites muy altos en el país, sino que también ha sido promotora de conocimientos en
distintos aspectos de la sociedad que han sido utilizados para el bien de la nación
venezolana. Por ello nos proponemos a estudiar y explicar tanto sus logros como sus
percances durante los períodos de gobierno del General José Tadeo Monagas (1847-
1851) y (1855-1858) en diferentes características tales como lo político, económico,
social y educativo. Estos gobiernos significaron un cambio tanto en lo interno como
externo del país. Desde los primeros meses en que asumió Monagas la presidencia de
la República, se encontró con una férrea oposición por parte del partido conservador y
de José Antonio Páez luego de que este lo apoyara en la candidatura y sintiera una
profunda traición por parte de Monagas al pasarse al bando liberal.

El general Monagas se propuso desde el principio a desarrollar una serie de


reformas en pro del desarrollo del país, entre las que podemos nombrar el decreto-ley
de 1847 para la organización poblacional, en lo económico podemos decir que hubo
un saneamiento gracias a los precios del café, que ayudó a combatir la crisis
económica. Pero desde otra mirada el factor educacional no tuvo el mismo crecimiento
como los aspectos anteriores, cuando observamos una educación primaria que con los
días iba en decadencia y que no existía para el momento ningún impulso central ni
regional nos podemos dar cuenta de la ineficacia del Ejecutivo Nacional para con la
educación inicial.
La región andina tuvo la suerte de contar desde el inicio de la época
republicana con un centro de enseñanza que venía gestándose desde el siglo XVIII,
para los años de estudio 1847-1858 esta universidad estuvo en una situación muy
desfavorable en cuanto a la atención prestada por el Ejecutivo Nacional, para estos
años la materia principal del gobierno fue atender al sector económico-comercial del
país, ya que tuvo que realzar las crisis económicas de 1842-1843 y la político-
económica de 1849-1850 prestando la ayuda necesaria para el campesino, en vista de
ello se aplicaron diversas reformas para el beneficio de este por ejemplo, se aprobó la
reforma de la Ley de Espera y Quita. Mientras que este aspecto era primordial, el
educativo nunca tuvo supremacía durante esta época, esto se pudo observar en
diferentes aspectos concernientes al caso de la universidad, por ejemplo en materia de
presupuesto destinado a la institución se pudo comprender que el estado de la
Universidad era prácticamente de abandono, sumado a esto, las consecuencias para la
universidad luego de los acontecimientos del 24 de enero de 1848 fueron de carácter
totalitario, ya que se produjo un control total en los diversos campos de la vida diaria
de la Universidades por parte del Ejecutivo Nacional.

Se reglamentaron y reformaron decretos y leyes que estaban dirigidos al


control parcial de cada una de las personas que componían la Universidad en lo que
respecta a su asistencia y comportamiento, así como de las cátedras que se debían
impartir, y las normas que los catedráticos debían cumplir, para el año de 1849
comenzó una persecución política a aquellos hombres que se habían alzado el 24 de
enero de 1848, entre estos se encontraban personas que hacían vida en el instituto
como en diferentes establecimientos de la Provincia de Mérida, unos 130 hombres se
contaron, entre los que destacan; Pedro Juan Arellano, Catedrático de la Universidad,
José Francisco Mas y Rubi, Rector de la Universidad durante los acontecimientos, el
Gobernador, José Antonio Troconis, Juan Hilario Bosset, Obispo de Mérida, el Jefe
Político José Emigdio González, al Jefe Político de Ejido, José María Uzcategui y al
juez de 1era. Instancia Caracciolo Parra.

De esta forma la Universidad transitó una época oscura, a estos problemas de


seguimiento por parte del ejecutivo nacional se le sumaron la falta de un techo propio
para impartir clases, para la creación de una buena biblioteca, un presupuesto para
construir espacios en los que se estableciera el archivos y los laboratorios, mientras las
leyes acordaban una cosa, el instituto merideño no tenía financiamiento para acatar
tales
leyes, por ejemplo las ciencias médicas comenzaron en 1854 cuando en la Ley de
Instrucción Pública de 1843 reglamentaba estas ciencias, lo mismo sucedió con las
ciencias físicas que comenzaron en 1936 por no contar la Institución con los materiales
necesarios ni con el espacio requerido, se puede decir que esta leyes lo que hicieron
fue atrasar el desarrollo de la Universidad, ya que para la época no se contaba ni con
los espacios ni con e presupuesto justo, además de que los bienes y las propiedades
algunas veces eran mal manejados por los administradores. Para el año de 1856 queda
separada definitivamente la Universidad del Seminario, lo que trajo como
consecuencia que el presupuesto y donaciones pararan en manos del Seminario y no de
la Universidad, para este año el gobierno central comenzó a mantener a la
Universidad, el presupuesto se mantuvo en igualdad de condiciones hasta 1870.

La difícil situación que vivió la Casa de Estudios durante estos años se puede
manejar desde diferentes puntos de vista; principalmente el no contar con el apoyo del
gobierno nacional en cuanto a infraestructura y presupuesto afecto el
desenvolvimiento de la Universidad, como segundo, la persecución en contra de
catedráticos y autoridades se observó durante los diez años del Monagato, como tercer
aspecto la separación del Seminario de la Universidad trajo como consecuencia el
debilitamiento de la Institución y de la Iglesia en la Provincia de Mérida, y como
cuarto punto; las relaciones del Gobierno con la Iglesia estuvieron fragmentadas desde
los sucesos del 24 de enero, no se puede olvidar que los que llevaban las riendas de la
Universidad además de ser catedráticos eran parte de institución eclesiástica.

A grandes rasgos se estudió y se amplió un poco más la visión de la


Universidad andina durante los gobiernos del General José Tadeo Monagas. Más aún
tomando en cuenta que se desarrolló en un clima de crisis económica producto de la
baja de precios del café y el cacao. Monagas llegó al poder por vía electoral en 1847,
jugando un poco con los sectores políticos del país (conservadores y liberales), lo que
provocó un clima de crisis social entre ambos sectores. Esto trajo como consecuencia
los acontecimientos violentos del 24 de enero de 1848 lo que desembocó en un tipo de
gobierno personalista. Con regulaciones, leyes y decretos para el pueblo, surgió en su
figura la visión de un nuevo proyecto de ordenamiento territorial y poblacional y el
crecimiento económico dejado en 1850.
APENDICE

1. Documentos fundamentales para el estudio de La Universidad de


Mérida (1785-1858).

1. Constituciones de la casa de estudios de Mérida. 29 de marzo de 1785

2. Real Cédula que aprueba la fundación del seminario en un antiguo Convento de


Franciscanos y manda le sean adjudicados algunos bienes que fueron de los
Jesuitas. 9 de junio de 1787

3. Real Cédula que Aprueba la construcción de la casa para Seminario


conciliar. 20 de marzo de 1789

4. Actos celebrados en el Colegio Seminario el dos y 8 de noviembre de 1790

5. Fallecimiento del Ilustrisimo Señor Fray Juan Ramos de Lora. Su partida de


defunción entierro. 9 de noviembre de 1790

6. El primer paso del Licenciado Don Francisco Xavier de Yrastorza para la erección
de la Real Y Pontificia Universidad de Mérida

7. Las primeras diligencias del Cabildo Eclesiástico a favor de la Erección de la


Universidad

8. Creación de una Escuela de Primeras Letras en el Colegio Seminario de San


Buenaventura. 22 de julio de 1803

9. Real Cédula por la cual el rey Carlos IV concede al Colegio Seminario de Mérida
la gracia de estudios generales y grados. 18 de junio de 1806

10. Acta de la Junta Superior Gubernativa referente a la ampliación de estudios en el


Colegio Seminario de San Buenaventura. Conferimiento de grados bajo el nuevo
titulo de “Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros”. 21
de septiembre de 1810

11. Los primeros bienes entregados a la Universidad. La Hacienda de “Las Tapias”. 4


de enero de 1811

12. La Ley sobre organización y arreglo de la Instrucción Pública. 18 de marzo de 1826

13. El Gobierno Nacional nombra al Dr. Ignacio Fernández Peña Rector interino de la
Universidad. 14 de enero de 1832

14. El Gobierno Nacional aprueba los estatutos redactados por el Rector Fernández
Peña y los adiciona. 8 de marzo de 1836
15. Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843

16. La Resolución del Congreso del 27 de Enero de 1848

17. El Decreto del General José Tadeo Monagas Presidente de la República. 27 de


Enero de 1848

18. La Comunicación del Secretario de Estado en los Despachos del Interior y Justicia
para el Ilustrísimo Señor Obispo de Mérida. 4 de febrero de 1848

19. La Comunicación del Gobernador de la Provincia de Maracaibo al Ilustrísimo


Señor Obispo de Mérida. 7 de febrero de 1848

20. Se libra orden de arresto contra el Dr. Pedro Juan Arellano. 26 de febrero de 1848

21. Alocución del General José Encarnación Morales Gobernador Jefe Político de la
Provincia de Mérida. 12 de abril de 1848

22. Causa seguida por Conspiración al Dr. Ricardo Labastida. 17 de octubre de 1848

23. Expediente relativo a la Remoción de Empleados de la Universidad debido a los


sucesos políticos de 1848. 25 de febrero de 1849

24. Informe de la Comisión nombrada en la sesión del Claustro Universitario y que el


señor rector envió con oficio al Sr. Comandante de operaciones de Occidente. 25
de febrero de 1849

25. Remoción de Empleados de la Universidad. Indultos. 27 de abril-18 de diciembre


de 1849

26. Ley de 21 de abril de 1849 reformando la N. 603 que es la 8va del código de
instrucción pública sobre grados universitarios

27. Ley de 7 de mayo de 1849 reformando la N. 511 que es la 5ta del código de
instrucción pública, sobre catedráticos de las Universidades

28. Decreto de 8 de mayo de 1850 permitiendo la matricula de varios estudiantes fuera


del tiempo señalado en la ley 7ma del código de instrucción pública o condición de
suplir las faltas con asistencias después de cumplidos los bienios

29. Resolución de 17 de mayo de 1850 mandando que a varios alumnos se les repute
como presentes en las clases que cursaban, el tiempo que faltaron de ellas por
hallarse en el ejército

30. Decreto de 17 de marzo de 1855 mandando establecer en las Universidades y


Colegios de la República una clase de urbanidad y buenas maneras
31. Decreto de 22 de abril de 1856 ordenando la separación del seminario de Santa
Rosa de la universidad Central de Caracas y la continuación en aquel de las
cátedras de ciencias Eclesiásticas de la Universidad
1. CONSTITUCIONES DE LA CASA DE ESTUDIOS DE MERIDA
(29 de marzo de 1785).131

El Illmo. Señor Dr. D. Fr. Juan Ramos de Lora, del Consejo de su Majestad,
Dignisimo Obispo de esta Diócesis de Mérida considerando, como vigilante Pastor de
su rebaño, que la instrucción de la juventud es el más seguro manantial de virtuosos
Eclesiásticos que dirijan las consecuencias de los pueblos de su Diócesis ha
determinado interinamente el convento situado en esta ciudad, que era de los Padres de
San Francisco, y se haya en el día desocupado de estos Religiosos, por orden de su
Majestad (que Dios guarde) para que en él se establezca, y funde el Seminario Colegio
con todas las formalidades que dispone el santo concilio de Trento, obligándose S. S.
I. provisionalmente al Director, Maestros, y a los jóvenes pobres que se acogieren a la
citada casa de educación, cuyo gobierno ha ordenado S. S. I. las constituciones
siguientes:

Primeramente: Habrá en dicha casa un Director, y será el superior a quien


obedezcan los jóvenes, y tendrá la obligación de hacer observar, y guardar estas
ordenanzas, ó constituciones; velando en que así los Maestros como los estudiantes
cumplan con sus respectivas obligaciones; y que todos los individuos de esta casa
vivan arreglados a la Ley de Dios, virtuosa y honestamente, y así mismo tendrá la
obligación de enseñar a los que se hallasen aprovechados en la gramática, las materias
morales, teniendo casos y conferencias de ellas en las horas, y días que por otra
constitución se señalaran.
2da. Habrá un Maestro cuyo ejercicio ha de enseñar la lengua latina a los
jóvenes, asistiendo para ello a la clase en la que se les señalaran, y promoviendo con la
mayor aplicación, y esmero el aprovechamiento de los Discípulos.
3era. Habrá un Procurador, cuyo oficio ha de ser solicitar y comprar los
alimentos cuidar de darlos al cocinero, para que los guise, y gobernarlo
inmediatamente. Para que con todo aseo y cuidado cumpla con su obligación.
4ta. Habrá un cocinero que disponga el sustento para los individuos de esta
casa con las obligaciones que le son anexas.
5ta. El que pretendiere dentrar a esta casa de educación se presentará por
escrito ante S. S. I. no dudando de su piedad que será admitido si se halla con las
circunstancias, que tuviere por convenientes.
6ta. Los Maestros y Estudiantes de esta casa vestirán los hávitos clericales,
precediendo para su licencia informaciones que se estudiaran conforme al
interrogatorio que ha mandado observar S. S. I.
7ma. Los individuos de esta casa confesaran y comulgaran todos los primeros
Domingos del mes, y fiestas de Nuestra Señora. La Virgen María, para lo cual se
dispondrán la noche que antecede, teniendo hora de oración mental.
8va. Rezarán diariamente el Santísimo Rosario, a la hora que abajo se asignará,
y los sábados por la tarde dirán las oraciones y catecismo, conforme a la cartilla que se
propone en el título sexto de los sinodales de Caracas.
9na. Se distribuirá el tiempo diariamente en esta forma:
Todos los días de trabajo se levantaran los estudiantes a las cinco de la mañana;
y para eso habrá un bedel, que haga señas a hora, y para este ministerio se Irán
siguiendo los estudiantes por semana: a la media se pondrán a estudiar hasta las siete;
a esta hora rezaran el Santo Rosario en comunidad y oirán misa, cuando la hubiere en
la capilla de

131
Eloy Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo I, pp.88-91.
esta casa: concluido, pasarán a: artos a desayunarse, y disponer las cosas que
necesitaren en orden al estudio: a las ocho concurrirá el Maestro de gramática a la
clase donde se tomaran las lecciones hasta las doce; y dadas, rezarán hincados las
Aves Marías; fuera de los Domingos y tiempo Pascual que las dirán en pié, y lo mismo
en cuanto a este acto de religión al levantarse y al anochecer, cuando se hace la señal
en esta Santa Iglesia Catedral.
A las doce irán al refectorio a tomar el alimento, y dando gracias al Señor,
pasarán a sus cuartos, donde reposaran hasta las dos, a este se les tomará la lección, y
continuarán en la clase a la explicación, y ejercicio del Maestro hasta las tres y media;
saldrán a paseo al claustro hasta las cuatro, y volverán a la clase hasta las cinco, que
irán a sus cuartos, ocupándose en ejercicios voluntarios, y honestos, ó descansando
hasta las seis, que entrarán a capilla a rezar el santo Rosario, y concluido pasarán a sus
cuartos a estudiar sus lecciones hasta las ocho, que irán al refectorio a cenar, y a las
nueve se tocará a quieta, precisándoles el superior a que se recojan.
10ma. Los estudiantes que se hallaren aprovechados en la lengua latina,
asistirán todos los días de las once a las doce al cuarto del Director, quien les explicará
las materias morales, y les señalará para el día siguiente un párrafo de la Suma de Fr.
Francisco de Larraga, que darán en substancia, comenzando desde los Sacramentos in
genere, hasta concluirla.
11va. Los días festivos irá el Director con el Maestro y Estudiantes a la Misa
Mayor de la Catedral, y señalará los que han de servir de Acólitos al Sacrificio,
siguiéndose para este fin por su turno, dándoles previa lección de las ceremonias que
deben observar en el ministerio, para que con este ejercicio se vayan instruyendo en la
Liturgia.
12ª. Los sábados por la tarde a la hora que repiquen en la Catedral, concurrirá
el Director a ella, llevando a sus súbditos (como los días festivos) a la Salve y Letanías
de Nuestra Señora.
13ª. En las fiestas se levantarán los Estudiantes a las seis, y en todo el día
tendrán tres horas de estudio, la una por la noche, y las dos restantes al arbitrio del
Director, el que pondrá especialísimo cuidado en que se guarden estas Constituciones,
las que se adelantarán, o corregirán, según le pareciere a S. S. I., y sobre todo será su
principal objeto vigilar en que los súbditos vivan honesta y virtuosamente, arreglados a
la Ley de Dios y máximas de nuestra Santa religión, de modo que aque sujetos dignos
de servir al altar, e instruir a los diocesanos en la Moral Cristiana.
Fechas en la ciudad de Mérida, a veinte y nueve de Marzo de mil setecientos
ochenta y cinco.,

FRAY JUAN RAMOS Obispo de Mérida de Maracaibo


Por mandato de Su Señoría Ilustrísima,
Mateo José Mas y Rubi Secretario.

2. REAL CEDULA QUE APRUEBA LA FUNDACIÓN DEL SEMINARIO


EN UN ANTIGUO CONVENTO DE FRANCISCANOS Y MANDA LE
SEAN ADJUDICADOS ALGUNOS BIENES QUE GUERON DE LOS
JESUITAS. (9 de junio de 1787).132

132
Ibid., pp. 94-97.

104
El Rey.- Reverendo en Christo Padre Obispo de la Iglesia la ciudad de Mérida de
Maracaybo, de mi consejo.

En carta de seis de Mayo de mil setecientos ochenta, y cinco hicisteis presente, que
con el fin de dar expediente a mis Reales Ordenes, sobre que manifesteis el estado de
la Misiones erigidas por la expulsión de los Regulares de la Compañía, habiais tomado
las más activas providencias, saliendo de la ciudad de Maracaybo el nueve de Febrero
del expresado año y llegado el veinte y seis a esa, en la que, en poco en que residíais,
habiáis experimentado la fatal disposición en que se hallaba, por defecto de toda clase
de estudios; de suerte que, aunque habia varios estudiantes aplicados, carecian aún de
la precisa clase de Gramática, y que reconociendo, que este grande defecto ocasionaba
quedarse sin administración los muchos curatos que habia en dicha Diócesis, por la
notable falta de Ministros que los sirviesen, habiais resuelto destinar el Conveto de
Franciscanos de esa ciudad, que se hallaba suprimido por mi Real Orden (y sin residir
en el Religioso alguno) para una especie de Colegio, asalariado a vuestra costa
Maestros de Latinidad y Theología Moral, y manteniendo muchos estudiantes, tan
pobres que no tienen otros arbitrio pa. Dedicarse a los estudios e instruir en lo mas
preciso pa.. poder recibir las Sagradas Ordenes, manifestando así mismo que para
sufragar estos indispensables gastos, por mas que quisiereis cohartaros en vuestra
necesaria manutención, no era posible que vuestras rentas, invertidas, como exponias
separadamente con la misma fecha en otras necesidades y disminuidas en mucha parte
por la retención que se habian hecho por parte del Arzobispado de Santa Fe de Bogotá,
del Departamento de Pamplona y Parroquia de San Josef; que eran unos de los
partidos mas pingiies de ese Obispado, pudiesen subvenir al sustento de tantos
individuos; por lo que para proporcionar algún modo de perpetuidad, que sin él seria
poco provechoso el remedio, y que no se evitarían la insinuada falta de Ministros, me
suplicasteis que tuviese a bien mandar, lo primero: que por el tres por ciento que antes
se exigía en esa Diócesis para el Colegio de Caracas, se destinase ahora a la
pensionada Casa de Estudios. Lo segundo: que hallándose sin destino las tieras de San
Jacinto, de Santa Catalina, de los Cacotes, San Jerónimo, la Virgen, y el hato del
Paguey, desiertas dentro de esa jurisdicción que sólo alcanzaran a cinco mil pesos, y
eran de los mencionados Jesuitas, se les asignase, a fin de que imponiendolas a censo
se cultivasen, reditasen para la misma Casa de estudios; como tambien los pocos
ornamentos, que dejaron los Dominicos (y se hallan depositados en virtud de Real
Orden) cuando tomaron la posesión de aquellos; y lo tercero que me sirviese aprobar y
erigir en Colegio Seminario Tridentino, la expresada casa de Franciscanos, con
consideración a que se hallaba sin religiosos, y expuesta por no habitarse a su ruina,
como acontecía en la de aquellos partidos, en cuios términos se irán agrgando otras
clases. Y habiendose visto lo referido en mi Consejo de Indias; con lo que en su
inteligencia ha informado la Contaduría general. Y expuesto mi Fiscal, y
consultandose sobre ello, en quince de julio del año próximo pasado, enterado de la
expresada erección, que hicisteis de la mencionada casa, que fue de los Religiosos
Franciscanos en Seminario conciliar, sin embargo de que no debisteis proceder a dar
destino alguno sin representarme lo que tuvieseis por conveniente, esperando mi Real
deliberación; atendiendo haber dimanado del zelo que manifestabais por la publica
instrucción de vuestros feligreses, y que redundará en conocida utilidad de ese nuevo
Obispado, como también ser mas conforme a la Ley recopilada el que se erija en
Seminario Conciliar, a beneficio del público, y del Estado, he resuelto aprobar su
erección, manifestadoos el insinuado defecto para que os sirva de gobierno en lo
sucesivo; y en cuanto al primer arbitrio de que para la subsistencia de los estudios de
le aplicase el tres por ciento, que antes se exigía en esa Diócesis, con destino
al Colegio de Caracas, he resuelto así mismo se le aplique para la subsistencia de los
estudios, mediante considerar que no sólo es conforme a razón se invierta esta parte
del producto de los Diezmos en beneficio de este mismo Obispado, que la contribuirá
a Caracas interin, que por falta de aquellos en esa ciudad, tenian sus naturales que
acudir a ella, sino también enteramente arreglado a la Ley que prescribe la distribución
de la masa decimal: por lo respectivo al segundo, sobre que se aplicase a la nominada
casa, las tierras que poseian los regulares expulsos, su valor como de cinco mil pesos,
prevenir a la Junta Subalterna de Temporalidades de ese Obispado, que trate ese
particular, instruyéndole como corresponde, y que si con presencia de la calidad de las
tierras, sus gravámenes, y causas por que se hallan todavía sin destino, no resultase
inconveniente en aplicarlas al enunciado Seminario Conciliar, proceda desde luego a
ello en los términos mas seguros y ventajosos que sea dable, con arreglo a las Reales
Ordenes comunicadas en el asunto, y que verificado, de cuenta con testimonio, para la
correspondiente Real aprobación; y en cuanto al tercero de que se le concediese los
ornamentos que dejaron los Dominicos de esa ciudad, se les entregan lo de los
expatriados de la Compañía, dispénsale este auxilio, a cuyo efecto, por Cedula fecha
de esta orden y mando a la inducida Junta, que os los entregue, y se observe y cumpla
este mi Real resolución en los términos que va referida, la que he tenido por
conveniente participaros, para vuestra inteligencia, y gobierno, por ser así mi voluntad;
y de la presente tomará razón en la mencionada Contaduría General.

Fecha de Aranjuez a nueve de junio de mil setecientos ochenta y siet.


YO EL REY
Por mando. Del Rey nuestro Sr.
Antonio Ventura de Taranco.

3. REAL CEDULA QUE APRUEBA LA CONSTRUCCION DE LA CASA


PARA SEMINARIO CONCILIAR. (20 de marzo de 1789).133

El rey.- Reverendo en Christo Padre Obispo de la ciudad de Mérida de Maracaibo,


de consejo. En carta de veinte y uno de Abril de mil setecientos ochenta y siete disteis
cuenta, que posterior a lo que participasteis con fecha de seis de Mayo de mil
setecientos ochenta, y cinco, de que por motivo de las clases de estudios que habiais
establecido de Latinidad, Philosofía y Moral, habían concurrido a esa ciudad el
número crecido de cuarenta y dos estudiantes, los mas forasteros y pobres, a los que
por no tener donde alojarse era indispensable darles acojida en el convento y
suministrar a casi todos el alimento gratis, ser corta capacidad y estar muy deteriorada
su débil fabrica, en mucha parte a causa de los temblores sobrevenidos en el año
próximo anterior, habiais tomado en alquiler. La casa mas contigua a él, en que se
repartiesen; pero que reconociendo incomodidad, la poca estabilidad de la fábrica, y
que podía serles de distracción atravesar la calle intermedia para las cosas precisas, y
necesario para ocurrir de una a otra parte, duplicar los oficios comunes, y quienes
cuidan de gobernarlos, lo que se evitaria comprendiéndolos en una sola habitación,
aviais determiando fabricar Colegio formal, capax para todos los que pudiesen ocurir
de la Diócesis, con oficinas proporcionadas, y en lugar mas inmediato a la plaza
principal, que prometiese la perpetuidad de su erección omitido. A este efecto aun de
los precisos gastos de vuestra

133
Ibid., pp. 102-104.
casa, y poner vuestra mayor eficacia en su perfección, sin emplear otra cosa que lo
correspondiente a vuestra renta y asignación con el fin de que quedasen los fondos
aplicados para perpetuidad de sus clases y oficios, que ibais logrando, pues lo mas
principal de la obra de hallaba levantada, y mucha parte cubierta, presumíais que en
todo el referido año de mil setecientos ochenta y siete pudiesen pasarse a él los
seminaristas; respecto de que para cumplirla no obstaría, estubiere ya habitado, y en el
propuesto exercicio, por lo que deseando lograr su ultima perfección, y que en ningún
tiempo haber la menor innovación con los Governs. U otro que suelen introducir
novedades contra las mas piadosas erecciones, concluiais suplicando que en los
términos que fuese de RI. Agrado tuviese a bien expedir mi real aprovación de la
expresada nueva fábrica de Seminario Conciliar corresponden, según las leyes, y
tuviese a bien concederle, como también para que a las clases Teología, Derecho
Canónico, Real y de otras ciencias que en lo sucesivo se erigiesen, y estableciesen,
conforme a la necesidad, y sus proporciones, tubiesen el propio valor, y derechos que
las que al presente hubiese fundadas, y que valiese el tiempo empleado en los estudios
de unas, y otras en cualesquiera Universidades y Audiencias para la recepción de
grados, y mérito, de la misma suerte que en los demás Colegios erigidos con Real
aprobación, lo que asi esperabais de mi Real piedad por el bien de mis vasallos.

Visto lo referido de mi Consejo de las Indias con lo que en integra. De los


antecedentes informó la Contaduría General., y expuso mi Fiscal, consultandome de
ello en nueve de Enero de este año, no obstante que no habeis acompañado la
correspondiente justificación, que debiais, atendidas las razones que os obligaron a
emprender la nueva fabrica del indicado colegio; he resuelto aprobarosla, bajo la
denominación de San Buenaventura, entendiéndose también con ellas las Reales
aplicaciones que mi Señor y Padre (que sea en gloria) tubo a bien hacer posteriormente
por su Real Cedula de nueve de Junio del año próximo pasado, para el Seminario
erigido en el referido Convento, concediendo así mismo a sus estudios que por via de
filiación o agregación a la Real Universidad de Caracas, que es la mas inmediata, y a
donde correspondía ese distrito, antes se segregarle de su Obispado, se admitan los
cursos ganados en él, para que en su virtud puedan recibir los grados correspondientes
a sus facultades, con arreglo a sus estatutos conforme se ha concedido a los que
estudian en el Convento de Dominicos de Puertorico, con respecto a la de Santo
Domingo; y en igual daros gracias (como lo executo) por la aplicación, y zelo, con que
procurais perfeccionar la erección de esta vuestra Diócesis, rogandoos muy
particularmente, deis cuenta con justificación, luego que se haya el expresado nuevo
Seminario, por ser asi mi voluntad, y de esta Real Cedula se tomará la razón en la
enunciada Contaduría General.

Fecha en Madrid a veinte de Marzo de mil setecientos ochenta y nueve.


YO EL REY
Por mando. Del Rey nuestro señor
Antonio Ventura de Taranco.
4. ACTOS CELEBRADOS EN EL COLEGIO SEMINARIO EL 2 Y EL 8 DE
NOVIEMBRE DE 1790.134

“En la mañana del día 1º de Noviembre de 1790 sintiendo el señor Lora, por la
declinación de sus fuerzas, que se acercaba al término de su carrera, hizo llamar a su
secretario el Sr. Br. Don Mateo Mas y Rubí y le ordenó: que procediese
inmediatamente a la bendición de la Capilla del Colegio Seminario, porque quiero, le
añadió, que mi cuerpo quede sepultado allí. Cuando el Sr. Mas y Rubí regreso a darle
cuenta de estar cumplida su voluntad, le dijo: Oye bien lo que voy a decirte: “Haz que
para esta tarde estén preparados los cinco niños que deben entrar de Colegiales de San
Buenaventura, para investirles la beca pues no quiero dar lugar a que este edificio sea
considerado y confiscado como espolios”. Y en efecto, aquella misma tarde invistió la
beca en su aposento a los jóvenes Domingo Antonio Pacheco, que murió de cura en la
Parroquia del Llano de Mérida en 1847; a un niño de apellido Frías de Guanare que
después tomó el hábito de Santo Domingo, y a su querido Buenaventura Arias, que
cuarenta años después le había de suceder en aquella silla. Respecto de los dos
restantes no he podido encontrar la nota en que tenía registrados a sus nombres”.

“La concurrencia de todas las autoridades, del clero secular y regular, de todo el
pueblo merideño: la solemne consagración del edificio a la causa de los estudios: la
investidura de la beca acabada de dar a cinco años por manos del mismo Fundador,
que ya tenía puesto un pie en el borde del sepulcro; imponía el acto cierto aire de
recogimiento y de santidad que conmovió a todos los concurrentes. Solamente el
Señor Lora, firme con el testimonio de una conciencia pura satisfecho de su obra,
viendo cumplidos sus deseos y premiadas sus fatigas, se conservaba impasible en
medio de aquel gozo, de aquel duelo y de aquella conmoción general. Y subió de
punto, cuando después de haber declarado instituido el “Seminario de San
Buenaventura de Mérida”, dio la bendición a sus nuevos alumnos y levantando los
ojos al cielo reveló todo su pensamiento, repitiendo en alta voz la inspirada palabra de
Simeón: “Nunc ditmitis servum tuum Domine, secundum verbum tuum in pace”.

El 8 siguiente el Presbítero Bachiller Mateo José Mas y Rubí, Secretario


del Obispo y con poder de éste, hizo la canónica erección del Seminario e
instaló las clases.

5. FALLECIMIENTO DEL ILUSTRISIMO SEÑOR FRAY JUAN RAMOS


DE LORA SU PARTIDA DE DEFUNCION Y ENTIERRO. (9 de
Noviembre de 1790).135

En la ciudad de Mérida a diez de Noviembre de mil setecientos y noventa, yo el Dr.


D. Luis Dionisio de Villamizar Cura Rector de esta Iglesia Catedral y ExProvisor
Vicario General de esta Diócesis, dí sepultura al Cuerpo Difuncto del Illmo. Sor. Dn.
Fr. Juan Ramos de Lora del Consejo de S. M. Dignísimo Obispo de este Obispado de
Mérida de Maracaibo, que murió el día de ayer a las seis y tres cuartos de la mañana,
134
Ibid., pp.88-91.
135
Ibid., pp. 111-112.
recividos los Santos Sacramentos con todas las demás prevenciones acristianas; y
conforme a la disposición de su Señoria Illma. Fue sepultado su sagrado cuerpo en
medio del Presbyterio de la Iglesia del Colegio Seminario Conciliar (Que Fundó) con
Missa, Vigilia y demás rituales que prescribe el Ceremonial de Obispos, asistiendo a
todo el clero secular y regular, el Cabildo secular, con un crecido número de feligreses.

De que doy fe.

Dr. Dn. Luís Dionisio de Villamizar.

6. EL PRIMER PASO DEL LICENCIADO DON FRANCISCO XAVIER


DE YRASTORZA PARA LA ERECCION DE LA REAL Y PONTIFICIA
UNIVERSIDAD DE MERIDA.136

En la ciudad de Mérida de Maracaybo, en nueve días del mes enero de mil


ochocientos, el señor Licenciado Don Francisco Xavier de Irastorza, dignidad Deán de
la Santa Iglesia Catedral, Juez General de Diezmos, Comisario de la Santa Cruzada,
Exactor nato de Medias Anatas y Mesadas Eclesiásticas, Juez Provisor y Vicario
General Gobernador del Obispado de Mérida Maracaibo, dijo:

Que sin embargo de que su majestad, por su Real Cedula de 20 de marzo de


1789, a representación del Istmo. Sr. Don Fray Juan Ramos de Lora, prelado que fue
de esta Diócesis, habilitó los estudios establecidos en el Real Colegio Seminario
Conciliar de San Buenaventura de esta ciudad, para que por vía de agregación o
filiación a la Real Universidad de Caracas, se admitan los cursos ganados para obtener
los grados correspondientes de sus facultades, con arreglos a sus estatutos, y promover
por este medio la aplicación y concurso de los estudiantes para proporcionarse la
mejor elección de sujetos para el destino de los curatos de su Obispado; no habiendo
sido, ni siendo suficiente esta Real resolución para conseguir el fin que se propuso el
Sor. Ilustrísimo por el corto número de cursantes, a causa de que por la falta de poder
obtener lo grados, toman el partido de concurrir a otras Universidades en donde los
pueden obtener, resultando a su consecuencia que por esto pierde el Obispado muchos
de estos sujetos, estableciéndose allí, y que por la distancia y muchos costos para la
manutención dejan de concurrir otros que si hubiesen aquí la misma proporción, no
dejarían de hacerlo, y los padres se animarían con la emulación a enviar sus hijos con
beneficio de ellos mismos, de la ilustración de que tanto se carece, y satisfacción del
Prelado que gobierna, y gobierne este Obispado; para descargar en parte del cuidado y
celo pastoral, deseos de que ocurra a estos inconvenientes y se establezca un medio a
propósito para conseguir lo que hasta ahora no se ha conseguido, mandaba y mandó:

Que siendo el único la erección de Universidad con las facultades Pontificia y


Real, para que sus estudios disfruten de esta preeminencia, y nlos cursantes obtengan
los respectivos grados en sus facultades, así mayores como menores, se represente s Su
Majestad, para que en atención a la necesidad y utilidad que resulta de lo expuesto, se
sirva expedir su Real Cédula de Erección en tal Universidad, con facultad de conferir
los grados así menores como mayores y se solicite a su consecuencia la autoridad
Pontificia

136
Ibid., pp. 316-321.
para su confirmación; y que mediante que es corto el número de Doctores que al
presente residen en esta ciudad, se pida asimismo que el Claustro que la ha de
concretar se forme de los Doctores y Licenciados, individuos de esta Santa Iglesia
Catedral, y de los demás Doctores y Licenciados que hubiesen fuera de ella, y forme
también las Constituciones, arreglándose en el ínterin a las de la Universidad de
Caracas, bajo la regencia del Prelado o el que Gobierne el Obispado; y conduciendo al
efecto informar a Su Majestad del estado en que se hallan los Estudios y Cátedras en el
Real Colegio Seminario Conciliar, mandaba también y mandó:

Que se agregue a este expediente un testimonio del auto de Erecciones de


Cátedras, y que certifique el Rector lo que resulte de Matriculas y comprobaciones de
Cursos; y debiendo instruirse este Expediente para que no tenga retardación en la
Corte, con informe asimismo de la necesidad y utilidad insinuadas, del Sor. Caballero
Gobernador y Vice-Patrono de la Provincia, mandaba igualmente y mandó; Que se
pasase oficio a Su Señoría para que se sirva, con vista del Auto que se le deberá
insertar, extenderse en el particular sobre todo lo que comprende, y otro en los mismos
términos al Muy venerable Sor. Deán y Cabildo de esta Santa Iglesia, para que del
mismo modo se sirva poner su informe, manifestando, como le sugiere la experiencia,
la necesidad y utilidad que se sigue de semejante establecimiento, y verificado que sea,
se incorporará, para en su conciencia dirigirlo cuanto antes a su Majestad con la
correspondiente representación.
Y por este que su Señoría el señor Provisor y Gobernador proveyó, así lo
dijo, mandó y firma, por ante mí, de que doy fe.

Licenciado Francisco Xavier de Yrastorza


Ante mí, Dr. Don Juan José de Mendoza, Secretario.

7. LAS PRIMERAS DILIGENCIAS DEL CABILDO ECLESIASTICO A


FAVOR DE LA ERECCION DE LA UNIVERSIDAD. ACTA DEL
CABILDO ECLESIASTICO DE MERIDA.137

En la ciudad de Mérida el 28 de enero de 1800, se juntaron a Cabildo ordinario el


Sr. Deán Licenciado Francisco Xavier de Yrastorza, el Sr. Canónico Dr. Luís Dionisio
de Villamizar, el Canónigo Bachiller Don Juan Marimón y Enríquez, el sr. Canónico
Bachiller Don Mateo Mas Y Rubí y no así el sr. Doctoral Licenciado Don Hipólito
Elías González por ausente, y dicho señor Dean dijo: que habiéndose pasado oficio del
tribunal del Sr. Provisor con inserción de un auto que ha proveído para que se le pida a
su Majestad el establecimiento de Universidad en esta capital del Obispado, en
atención a la necesidad, beneficio y utilidad que resulta para su mayor ilustración, y
que para que para que no haya mayor retardación en la Corte en la consecución de esta
gracia, se sirviese este cuerpo informar a Su Majestad sobre todos los particulares que
comprende el citado auto con aditamento del decreto puesto a continuación con esta
fecha le parece que, siéndole de la mayor satisfacción para este Cuerpo un proyecto de
semejante naturaleza, desde luego debía de extenderse en el informe que se le pide en
los términos mas enérgicos y condecentes para que tenga efecto lo que se pide en el
citado auto

13 Ibid., pp. 316-321.

110
Con lo que conformándose los señores, dijeron al mismo tiempo que para que se
verificase el expresado informe, pase este acto con el oficio y decreto al Sr. Luís
Dionisio Villamizar, para que se sirva extenderlo y concluirlo. Firmaron: Licenciado
Yrastorza – Dr. Villamizar – Marimón – Mas y Rubí – Domingo Pacheco, Secretario.

8. CREACION DE UNA ESCUELA DE PRIMERAS LETRAS EN EL


COLEGIO SEMINARIO DE SAN BUENAVENTURA. (22 de julio de
1803).138

En la ciudad de Mérida de Maracaibo, a veinte y dos de julio de mil ochocientos


tres el Istmo Sr. Dr. D. Santiago Hernández Milanes, Dignisimo Obispo de esta
Diócesis dixo: Que habiéndose informado en su Santa Visita Pastoral del Colegio
Seminario de San Buenaventura, del estado de lo estudios, numero de cátedras y
demás cosas pertenecientes a la enseñanza, entre otras cosas se le informó por el actual
Rector la escasez y penuria que se padece entre los estudiantes, de buenos principios
de la enseñanza de primeras letras, siguiéndose a esta falta la retardación de muchos
estudiantes en las clases de Gramática, y que muchos, viéndose fatigados por aquella
causa, se desisten, y toman otros destinos, y aunque algunos siguen, siempre se les
nota el gran defecto de la torpeza en la lectura: que para remediar estos inconvenientes
han solicitado desde el principio de su Rectorado, los modos posibles de establecer una
Escuela de Primeras Letras, en el mismo Seminario, en la que se admitiesen solamente
aquellos niños que por su nacimiento y condición son proporcionados para seguir la
carrera de las letras, con exclusión de mulatos y demás castas de gente inferior,
principalmente habiendo, como hay en esta ciudad una escuela pública dotada por el
Dr. Dn. Francisco Uzcategui para toda castas de gente, y otra en los mismos términos
en la Parroquia de Exido: en esta virtud ha nombrado, con anuencia del Señor Provisor
y Gobernador del Obispado en sede vacante, desde el año de noventa y seis,
sucesivamente varios Colegiales que, en calidad de Maestros de primeras Letras, han
enseñado a algunos niños que se le han encomendado; pero que, como dicho servicio,
por una parte ha sido puramente gratuito, sin estipendio alguno, y por otra, los que han
corrido con la enseñanza, han sido cursantes de ciencias que no han podido prestar
toda la material asistencia que se requiere, no se han podido conseguir todos los
progresos que se desean: enterado S. S. Iltma. de la necesidad que ha palpado por la
falta de la citada Escuela de Primeras Letras, y deseando que este primer principio
fundamental de Literatura se establezca con las mejores ventajas que se puedan
proporcionar para conseguir la utilidad que le es consecuente, determinó erigir
formalmente, como por el presente erige, la citada Escuela de Primeras Letras en dicho
Seminario Conciliar de San Buenaventura, y mandaba y mandó que el maestro que le
ha de servir cuyo nombramiento se reserva, haya de cumplir las obligaciones
siguientes:
Primera: Que ha de asistir a la enseñanza desde las siete de mañana, en que se
han de congregar los niños, hasta las ocho cuarto en que saldrán a desayunarse, y
volviendo a las nueve, estará hasta las once, en que se les comenzará a tomar
lecciones; las cuales concluidas, se les dará soltura; a las dos de la tarde volveran hasta
las cinco que se les comenzará a tomar las lecciones; las cuales concluidas, después de

13 Ibid., pp. 335-339.

111
rezarle la

13 Ibid., pp. 335-339.

111
Doctrina Cristiana y explicares los misterios de la Religión, con las cosas necesarias
para recibir los Santos Sacramentos, se retirarán.
Segunda: Que cuide de que oigan misa todos los días, antes de las siete de la
mañana; haciéndoles que las ayuden siempre que haya proporción, a cuyo efecto les
dará la instrucción necesaria.
Tercera: que según la capacidad de los niños y su edad, procure que se
confiesen y comulguen los que estuvieren aptos para ello a lo menos una vez en cada
mes, discreción y juicio del confesor.
Cuarta: Que ha de ser obligado a enseñar de gracia los niños pobres de
solemnidad, los cuales pondrá en rolde y los que no lo fueren han de pagarle cuatro
reales en cada mes, y que para calificar la pobreza se presente por parte de los niños
una certificación de su propio Párroco, con la cual los admite el Rector, siendo cierta
la pobreza.
Quinta: Que el Rector del Seminario tenga especial cuidado en la admisión de
los niños, siendo de su cargo inspeccionar si tienen las cualidades necesarias, que han
de ser las mismas que se requieren para seguir la carrera literaria y el estado
eclesiástico.
Sexta: Que para pasar los niños de la Escuela a Clase de Gramática, se dé parte
al Rector, quien, por si o por medio del Catedrático de Mínimos los examinarán, y
hallándoles con la competente instrucción, se les pasará a dicha clase de Gramática,
sin cuyo preciso requisito de examen y aprobación, ninguno podrá ser admitido en la
clase de Gramática.
Y además de los cuatro reales que quedan señalados por mes por cada niño de los que
no son pobres e solemnidad, para que el Maestro de Escuela tenga una regular
dotación, y aplique toda su atención a esta enseñanza como debe, S. S, Iltma. le señala
cien pesos de dotación, que se ha de contribuir por ahora de su renta episcopal,
mientras de puede con otros arbitrios poner una dotación fixa y estable.
Y para que lo contenido en este auto tenga su efecto, se dará principio el día
primero de Agosto próximo, publicándose por medio de cartel, que pondrá yo el
presente Secretario en las puertas del Seminario dando noticia de este establecimiento.
Y por este que S. S. Iltma. el Obispo, mi señor, proveyó, así lo dixo mandó y
firma por ante mí el presente Secretario del Colegio y Estudios, de que certifico.

Ante mí
Buenaventura Arias.

9. REAL CEDULA POR LA CUAL EL REY CARLOS IV CONCEDE AL


COLEGIO SEMINARIO DE MERIDA LA GRACIA DE ESTUDIOS
GENERALES Y GRADOS. (18 de junio de 1806).139

EL REY
Reverendo en Cristo Padre Obispo. De la Iglesia Catedral de la Ciudad de Mérida de
Maracaibo, de mi consejo. En diez y ocho de junio de mil ochocientos seis se os
expidió la RL. Cedula del tenor siguiente.
El Rey

13 Ibid., pp. 387-193.

112
Reverendo en Cristo Padre Obispo. de la Iglesia catedral de Mérida, de mi
Consejo. Por Rs. Cedulas de nueve de Junio de mil setecientos ochenta y seis se sirvió
mi Augto. Pe. (Que este en Gloria) erigir en esa ciudad un seminario Conciliar en el
Convento suprimido que fue de los Religiosos Franciscanos, aplicando para subssista.
De los estudios el tres por ciento que se exigía en esa Diócesis con destino al Colegio
de Caracas, como también las tierras que poseyeron los ex Jesuitas. cuyo valor
ascendía a cinco mil pesos siempre que no resultase inconveniente, en su agregazn.
con arreglo a las Rs. Oms: expedidas en el asunto, y además los ornamentos. Que
entregaron los de los expatriados de la Compa. Medte ser de corto numero y de poca
estimación. En vista de lo representado por Vuestro antecesor D. Fr. Juan Ramos de
Lora solicitando mi Real Cedula y aprobación de la nueva fabrica que había
emprendido a su costa para ese Seminario Conciliar por inutilidad del que se mandó
erigir en el convento suprimido de Religiosos Franciscanos con la denominación de
San Buenaventura, y cedula de veinte de Marzo de mil setecientos ochenta y nueve,
aprobar la mencionada fabrica, entendiéndose también con ella las referidas
explicaciones y concediendo a los estudios de ese Colegio que por vía de filiación o
agradación a la Universidad de Caracas se admitiesen los cursos ganados por el para
que en su virtud pudiesebn recibir los grados correspondientes en sus facultades con
arreglo a sus estatutos, conforme se había concedido a los que estudiaban en el
convento de Dominicos de Puerto Rico con respecto a la Universidad de Santo
Domingo con fecha de primero de Mayo de mil ochocientos, solicitó Don Francisco
Xavier de Irastorza Dean de esta Iglesia y Gobernador entonces del Obispado el
establecimiento una Universidad en dicho Colegio Seminario con facultad de conferir
los grados mayores y menores a que no se podrían conseguir el fin que se deseaba por
las grandes distancias que había a las Universidades de Caracas y Santafé y aunque el
Gobernador Intendente de esa Provincia en otra representación de diez y ocho de
Marzo anterior convino en su necesidad, se inclino a que dicho establecimiento fuera
en la Capital de Maracaybo. Remitidas copias de ambas representaciones, y de los
documentos que les acompañaron con carta: veinte y uno de marzo de ochocientos y
uno al Gobernador Capitán General de Caracas con encargos de que tomando
conocimiento del asunto, y los informes que estimare convenientes, formalizando
expediente, y oyendo el Fiscal con precedente, voto consultivo de mi Real Auda.
expusiese lo que se le ofreciera, dirigió en veinte y cuatro de Abril de mil ochocientos
cuatro testimonio del citado expediente. Visto y examinado todo en mi Consejo de las
Indias por lo informado por su Contaduría Principal lo que dijo mi Fiscal, y
habiéndome consultado sobre ello en veinte y quatro de Marzo del corriente año: no
accediendo al establecimiento de Universidad de en esa Ciudad como solicitan en
representación de treinta y uno de Mayo de ochocientos tres ni en Maracaibo, como
propuso el Gobernador Intendente, he resuelto se fomente ese Seminario e inviertan
sus rentas en el aumento de Becas; se provean y doten las Cátedras con profesores
hábiles e idóneos para la enseñanza de sus ciencias, y se pongan bajo el plan y
gobierno conveniente para llenar los fines del Concilio y surtir el Obispado de Curas, y
Ministros Eclesiásticos instruidos, y virtuosos de que carece a cuyo fin os ruego, y
encargo de que acuerdo con ese mi Vice Patrono pongais en buena administración, las
rentas del Colegio, aumenteis el número de becas que permitan para beneficio de los
naturales de esa Diócesis, doteis competentemente las Cátedras que debe haber de
primeras letras, Gramática, Filosofía, Teología Dogmática, y Moral, Escritura y
Disciplina Eclesiástica, de Derecho Civil y Canón proveyendolas en sugtos. Instruidos,
y aptos, para hacer progresar las ciencias, y que formeis las oportunas constituciones,
que no consta haya para el mejor gobierno del Seminario y régimen de estudios,
dándome cuenta de todo con la posible brevedad para mi Rl. aprobación. Con el fin de
remover los
113
inconvenientes de que colegiales, y cursantes de este Seminario tengan que pasar a
recibir los grados en las Universidades de Santafé, y Caracas, se confieran los grados
mayores y menores en Filosofía, Teología, y Canones y no en Derecho civil, teniendo
su valor como si fueran recibidos en las referidas Universidades, precediendo los
cursos correspondientes, y el examen de los Catedráticos del mismo Colegio bajo
nuestra autoridad, y la del Presidente Gobernador y Capitán General de Caracas, con la
asistencia de los sujetos que nombrarán para dichos actos, conforme al método que se
observa al respecto de ellos en Caracas, y últimamente he resuelto que el referido
privilegio, o concesión que he tenido a bien dispensar a ese Colegio para recibir en el
los grados de Teología, y Derecho Canónico no sea extensivo a los estudiantes de
Derecho Civil, u otras facultades, pero he venido en estender a la Universidad de
Santafé, la filiación que una el enumerado Colegio respecto de la de Caracas, y
entendiéndose todo a favor de los colegiales y cursantes de el seminario y no para los
que estudian en los Conventos pues acerca de ellos no versan al concepto, mérito y
circunstancia del Seminario en el cual podrán y deberán cursar los que deseen obtener
los mencionados honores literarios. Lo que os participo para vuestra satisfacción, y
cumplimiento, en inteligencia de que con esta fecha se expidan las correspondientes
Cédulas del Gobernador Capitán General de Caracas y Santafé. Fecha en Aranjuez, a
diez y ocho de junio de mil ochocientos seis.
YO EL REY
Por mandato del rey nuestro Señor.
D. Silvestre Collar
Por parte de vuestro Apoderado se me ha hecho ahora presente haberse perdido
dichas cédulas con motivo de la presente guerra suplicando me digne mandarla
despachar nuevamente. Y vista esta instancia en el referido mi consejo de las Indias he
venido en condescender a ella, y en conseqa quiero, y es mi voluntad que iba inserto.
Fecho e n S. Lorenzo a seis de Octubre de mil ochocientos siete.
YO EL REY Por mandato del rey nuestro
señor. Silvestre Collar
Hay tres rúbricas
Para el Obispo de Mérida de Maracaybo.
Cédula por pérdida la de diez y ocho de junio de mil ochocientos seis,
concediendo facultad al Colegio Seminario de aquella Diócesis para conferir grados en
las referidas facultades, que se expresan y previniéndole forme los estatutos y los
remita para la real aprobación. Es copia de su original. Dr. Talavera. Srio.

10. ACTA DE LA JUNTA SUPERIOR GUBERNATIVA REFERENTE A LA


AMPLIACION DE ESTUDIOS EN EL COLEGIO SEMINARIO DE SAN
BUENAVENTURA.- CONFERIMIENTO DE GRADOS BAJO EL
NUEVO TITULO DE “REAL UNIVERSIDAD DE SAN
BUENAVENTURA DE MERIDA DE LOS CABALLEROS”. (21 de
Septiembre de 1810).140

Sala consistorial de esta Superior Junta de Mérida.- Setiembre 21 de 1810.

140
Ibid., pp. 17-24. Tomo II.
Considerando la Junta como una de sus primeras obligaciones a traer a la juventud
y estimularla al estudio de las ciencias con los honores literarios, ha ampliado el favor
hecho anteriormente por Su Majestad al Colegio Seminario de esta capital, de conferir
grados en Filosofía, Derecho Canónico y Teología, concediendo la gracia de
Universidad con el titulo de Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los
Caballeros, con todos los privilegios de la de Caracas y con la facultad de conferir
todos los grados menores y mayores, en Filosofía, Medicina, Derecho Civil y
Canónico y en Teología, arreglándose por ahora a las Constituciones de Caracas y
teniéndose por incorporados en el gremio y claustro de esta Real Universidad todos los
Doctores, Maestros, Licenciados y Bachilleres de todas las facultades en cualquiera
Universidad de los dominios de España e Indias que residiesen dentro del Obispado de
Mérida el día 23 del corriente en que se hará la publicación esta gracia, con tal que
dentro de seis meses presenten o remitan sus títulos para su incorporación al Rector
superior nato, o al Rector o Vice-Rector y firmado por los incorporados al Claustro
pleno que debe ser de doce, se presentarán a le los títulos de los que quieran
incorporarse. Concede las Juntas que a más de la Cátedras que al presente tiene el
Seminario habiendo fondos suficientes se aumente otro de Filosofía si fuere necesario
y se establezca las de Anatomía y la de Matemáticas, la de Historia Eclesiástica, la de
Concilios, la de Lugares Teológicos y la de Sagrada Escritura; queriendo la misma
Junta ser primer Rector y su Primer Vice-Rector los sujetos que hoy los son del
Colegio Seminario por haber merecido la confianza del Istmo. Prelado Diocesano,
quien sin embargo es y será Rector nato de la referida Universidad, como lo es de su
Colegio que bajo su sombra y por sus cuidados ha llegado al ventajoso en que se halla,
dejandose por lo tanto al referido Istmo. Prelado la intendencia de la dicha
Universidad, como lo ha tenido de los estudios generales y que pueda hacer las
modificaciones y dispensas que halle convenientes; rogándole y encargándole efectuar
la formación de la Constitución conforme esta mandando por su Magestad y las dirija
a la Junta para su aprobación, quedando entre tanto los estudios, su orden y método en
los términos que han estado hasta el día bajo la dirección del Iltmo. Prelado.
Comuníquese este y para que lo haga publicar en los generales, disponiendo según
tenga por conveniente una fiesta de acción de gracias en la Capilla del Colegio y
Universidad, a la que procederá iluminación por la noche que se hará también en toda
la ciudad, avisando el Iltmo. Prelado el Día al Juez Político.
Picón - Dr. Talavera.- Rivas.-Dr. Arias.- Campo.- Uzcategui.- Paredes.- Ortiz.-
Dr. Briceño. Ruiz.- Manzaneda. Aranguren. Vocal Secretario.

11. LOS PRIMEROS BIENES RAICES ENTREGADOS A LA


UNIVERSIDAD – LA HACIENDA DE “LAS TAPIAS”. (4 de enero de
1811).141

AÑO DE 1811.

ESPEDIENTE SOBRE LA ENTREGA QUE MANDA HACER SU


EXELENCIA LA SUPERIOR JUNTA, DE LA ENTREGA, DE LA
HACIENDA DE LAS TAPIAS AL COLEGIO SEMINARIO.

141
Ibid., pp. 24-42.
COMUNICACION DEL SECRETARIO DE JUNTA SUPERIOR
GUBERNATIVA AL CONTADOR TESORERO DE LA REAL HACIENDA.

En acta de este día ha resuelto la Superior Junta que D. Gabriel Troconis haga
entrega de la hacienda. De las Tapias, al Sugeto que S. S. Yllma. Señalare para que a
nombre del Colegio. La reciba, cuyo acto presenciará, y autorizará Vm., con vista del
inventario por donde recibió el referido D. Gabriel, y formando otro de lo que ahora
entregare, de que se dará un tanto al Colegio., y el original reservara Vm. Para
remitirlo con las diligencias de la entrega a esta Secreta. Lo que de orden de S. E.
comunico para su inteligencia y cumplimiento.
Dios guarde a V m. ms. as.
Mérida Enero 4 de 1811.
B. Jph. Lorenzo Aranguren.
Sor. Contador, tesorero de Rl. Hacienda.

12. LEY DE 18 DE MARZO DE 1826.142

Sobre Organización y Arreglo de la Instrucción Pública.


Capitulo VI.
De la Enseñanza en las Universidades y Colegios Nacionales.
Art. 31. En la capital de cada departamento de Colombia, o en la del anton mas
proporcionado por su localidad y circunstancias habrá una Universidad o escuela
general en que se adquieran los conocimientos de que hablarán los artículos siguientes.
Art.32. La enseñanza en las escuelas generales se dividirá en muchos cursos, a fin de
que el sistema entero de las ciencias forme un curso completo de estudios y que los
discípulos puedan, según su talento y aplicación, ganar dos o más cursos al mismo
tiempo.
Art.33. Las enseñanzas o cátedras de las universidades o escuelas generales
departamentales serán las siguientes:
1. Para la clase de literatura de lengua francesa e inglesa, de lengua
griega, del idioma de los indígenas que prevalezca en cada departamento, o que
estime más conveniente la subdirección respectiva, de gramática latina combinada
con la castellana, de literatura y bellas letras, y de elocuencia y poesía.
2. Para las clases de Filosofía y ciencias naturales, de matemáticas, de
física, de geografía y cronología, de lógica, ideología y metafísica, de moral y
derecho natural, de historia natural en sus tres reinos y de química y física
experimental.
3. Para las clases de jurisprudencia y teología, de de principios de
legislación universal, de instituciones e historia, de derecho civil, romano de
derecho patrio, de derecho público y político, y de constitución, de economía
política, de derecho publico eclesiástica, de instituciones canónicas, de historia
eclesiástica, fundamentos de la religión, y lugares teológicos, de instituciones
teológicas y morales de sagrada escritura, y estudios apologéticos de la religión.
Art.34. La dirección general y las sub-direcciones cuidarán que se establezcan
sucesivamente las cátedras elementales y más necesarias de las que comprende el
artículo anterior con arreglo a lo dispuesto en el artículo 12, pero al mismo tiempo
142
Ibid., Tomo II, pp. 481-496.

116
promoverán oportunamente el aumento de otras enseñanzas, y que aún se separen
las que van mencionadas con mejor clasificación.
# unico: Los catedráticos de lenguas podrán serlo al mismo
tiempo de otra u otras clases, de geografía, de cronología, de aritmética, de
geometría, y demás de la misma naturaleza, pudiendo también reunirse al principio
dos de las otras enseñanzas bajo un profesor.
Art.35. En cada universidad debe haber una biblioteca pública, un
gabinete de historia natural, un laboratorio químico y jardín botánico con los
asistentes necesarios.
# unico. El Director del gabinete y jardín botánico será
catedrático de botánica y agricultura o de historia natural. El catedrático de
química estará encargado del laboratorio químico. Uno y otro deben colocar las
colecciones y el aparato respectivo.
Art.36. La Escuela y enseñanza que debe haber en cada capital de canton conforme
a lo prevenido en los artículos 28 y 29 se reuniran a las universidades en los
pueblos donde estas se establezcan.
Art.37. Los libros elementales para la enseñanza serán en castellano, exceptuando
solo los de jurisprudencia civil romana o canónica, de sagrada escritura y teología
que serán en lengua latina.
Art.38. Habrá en las Universidades una imprenta para imprimir los libros
elementales y de más uso.
#Único. Mientras se faciliten las imprentas se proporcionará el
surtido de libros necesario para las escuelas, o con fondos de las universidades, o
por medio de suscripciones o de otros arbitrios que faciliten a precios cómodos.
Art.39. Habrá también en las universidades una academia de emulación, cuyo
principal objeto sea el fomento de las bellas letras y ciencias naturales. El plan
sobre establecimientos de escuelas y universidades, expresará lo relativo al número
de los individuos de que deba componerse la academia de emulación, y todo lo que
mira a su arreglo y gobierno.
Art.40. El gobierno promoverá el establecimiento de colegios nacionales y casas de
educación pública, procurando que establezcan por lo menos en las capitales de
provincia, y se multipliquen en los pueblos donde residan las universidades.
1. En estos Colegios o casas de educación podrán enseñarse las lenguas y otros
conocimientos elementales; pero los que aspiran a obtener grados académicos
serán examinados con estricto rigor en estas enseñanzas, si fueren de las
comprendidas en los cursos de las universidades y ganarán en ellas precisamente
los comprendidos en el parágrafo 3º del artículo 33 conforme a lo que prevendrá el
plan de escuelas y arreglo uniforme de la enseñanza.
2. La dirección general, oyendo el informe de los rectores de los colegios por
medio de las subdirecciones, formará el reglamento conveniente para el arreglo
interior y económico de los mismos colegios que abrace los diferentes objetos de la
educación física, moral y social con las modificaciones propias a cada provincia.
La dirección pasará el reglamento al Poder Ejecutivo, para que previo su informe
reciba la probación conveniente.
Art.41. Luego de que estén planteados los establecimientos que habla esta ley, los
seminarios conciliares serán destinados para la educación de los jóvenes
seminaristas bajo la dependencia y dirección de los prelados eclesiásticos, se
enseñaran en estos establecimientos eclesiásticos los conocimientos propios de su
instituto bajo el reglamento que formarán los mismos prelados, y que con previo
informe del Poder Ejecutivo aprobará el Congreso.
1. Los edificios destinados por sus fundadores, o que se destinaren para
seminarios eclesiásticos o conciliares, o los que hubiere aplicado o aplicare el
gobierno para el mismo destinos corresponderán a estos establecimientos, pero sin
perjuicio de trasladarlos a otros, procediendo en este caso los intendentes con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 177 de la constitución, y dando cuenta al Poder
Ejecutivo para su conocimiento.
2. Los seminaristas podrán obtener grados académicos en las
universidades si hubiesen ganado en los mismos seminarios todos los cursos
necesarios para cada respectivo grado, con arreglo al plan para las universidades y
el artículo 41.
3. Los prebendados o canónigos que por razón de su oficio deban dar
lecciones en los seminarios lo verificarán sin excepción alguna.
Dado en Bogotá a 10 de Marzo de 1826, 16.El Presidente del Senado, Luís A.
Baralt. El Presidente de la Cámara de Representantes, Cayetano Arvelo, El
Secretario del Senado, Luís vargas Tejada. El Diputado Secretario de la Misma
Cámara de Representantes Mariano Miño.

13. EL GOBIERNO NACIONAL NOMBRA AL DOCTOR YGNACIO


FERNANDEZ PEÑA RECTOR INTERINO DE LA UNIVERSIDAD.143

R. de V. Caracas, 14 de enero de 1832


- 3º y 22º Nº 901.
Secretaria del Ynterior
Sección del Ynrerior.

Al Señor Gobernador de Mérida


Presentada al despacho de S. E. el Vicepresidente la comunicación. De VS
Fecha 23 de diciembre último nº 139 en la que se sirve informar: que siendo el Rector
nato de esa Universidad el Obispo Diocesano quien de ordinario delegaba este encargo
al Rector del Seminario y que por Estrañamtº de ambos quedó acéfalo, ha resuelto con
fecha de ayer: “que en vista del abandono que se ha quedado la Universidad de Mérida
y no pudiendo el Gobierno desentenderse de un establecimiento que tantas ventajas
debe producir al país por consecuencia. De la instrucción que difunde en la juventud, y
deseado impedir que por falta del Rector que ha llevado hasta ahora la dirección de los
negocios académicos, sufra perjuicios irreparables la causa de estudios de Mérida, ha
venido el Gobierno en nombrar Rector interino de aquella Universidad al Sr. Dr.
Ignacio Fernández Peña a quien recomienda que luego que se haya encargado de aquel
destino informe circunstancialmente acerca de las cátedras que existen, de las que
pueden establecerse con proporción a las rentas de que disfruta aquel establecimiento
y de todas las mejoras que conviene hacer en los estatutos para procurar los progresos
de sus alumnos; arreglándose en lo posible a la ley y reglamentos de Colombia, o al
plan de estudios establecidos últimamente en esta Ciudad, del cual se le remitirán
cuatro ejemplares.”

Lo transcribo a VS. Pa. Su cumplimiento incluyendo los cuatro ejemplares.


Espresados. Andrés Narvarte.
143
Ibid., Tomo III, pp. 9-12.
Es copia fiel de su original, que en cumplimiento de lo acordado en esta fecha
por la junta general de esta universidad se ha sacado por secretaria, para reposdar en su
archivo y devolverse al Sr. Gobernador de la Provincia como lo verifico, en oficio o
comunicación original, de donde se ha tomado.- Mérida Octubre 27 de 1834. Agustín
Chipia Secretario de esta Universidad.

14. EL GOBIERNO NACIONAL APRUEBA LOS ESTATUTOS


REDACTADOS POR EL RECTOR FERNANDEZ PEÑA Y LOS
ADICIONA. (8 de marzo de 1836).144

“República de Venezuela.- secretaria de estado en el despacho del Interior y


Justicia.- Sección central.- Caracas 8 de marzo de 1836 año 7º de la Ley y 26º de la
Independencia.-Nº-Resuelto marzo 8. Al señor secretario de la h. Cámara del Senado-
según expediente de la materia seguida por este Despacho, su memoria del año de
1834 sólo se refirió, hablando de la organización de la universidad de Mérida, a un
proyecto de estudios que por el propio ministerio mando formar al Gobierno,
comisionando al efecto al Sr. Rector de aquella universidad. Aparece que en 832
cumplió SSa. La comisión, elevando la Subdirección de estudios de Caracas, para que
evacuasen su informe sobre las mejoras de que fuese susceptible aquel trabajo. En 834
concluyendo el suyo los nuevos comisionados, y desde entonces, sin separar el
Gobierno la materia de su consideración, la ha mantenido sin resolver, es decir sin
decretar los estatutos definitivamente.- del mismo expediente aparece que el Gobierno
ha obrado de esta manera, ya por lo grave y trascendental que es fijar los estatutos de
un establecimiento semejante, ya por que esta pendiente la resolución legislativa,
reclamada por la Junta Universitaria y el Gobierno de Mérida a la extinción del
convento que allí rehabilitó espresamente el Gobierno de Colombia, y adjudicación
consiguiente de sus bienes a la Universidad, lo cual haría susceptible de diferente
organización ya por que conforme a la ley ha de separarse lo más pronto posible la
Universidad del Seminario; y; ya en fin, por que se ha ocupado la Administración en el
empeño de crear y organizar los Colegios nacionales de las provincias, y no pudiendo
prever hasta que punto de solidez y perfección puedan llegar en uno o dos años de
estudios y no se perjudiquen los nacientes establecimientos, esperaba que la
experiencia le demostrase mejor organización. Razones todas, cuya fuerza se
disminuiría probablemente en poco tiempo lográndose para entonces la ventaja de fijar
mas útil y decisivamente. Los estatutos mencionados.- sin embargo, como ha recibido
el P. E. recientes y urgentes reclamos e informes relativos a aquella Universidad acaba
de dictar expediente de la materia lo siguiente.”-

“República de Venezuela.- Secretaria, de Estado en el Despacho del Interior y


Justicia. – Sección Central. – Msa. 2ª. – Caracas 12 de marzo de 1836. – año 7º de la
Ley y 26º de la Independencia. – Nº 464. – Sr. Rector de la Universidad de Mérida. En
el expediente respectivo, ha dictado el Gobierno con fecha 8 del corriente la resolución
que sigue “Apruebanse los Estatutos elevados por el Sr. Rector de la Universidad de
Mérida en 7 de Marzo de 1832 por orden del Poder Ejecutivo. En su virtud regirán
provisionalmente en todos los ramos del establecimiento hasta que el Gobierno
disponga otra cosa, y quedan derogados los que hasta han regido en aquella
Universidad
144
Ibid., pp. 14-15.

119
decretados por el Gobierno. De Colombia. Inmediatamente que se reciba el presente
decreto por el Rectorado del establecimiento, se convocará a todos los universitarios y
se procederá a la instalación de la junta general, y en seguida previa la eyección
correspondiente, entrarán las nuevas corporaciones y empleados a desempeñar las
funciones que les competen, abriendo nuevos libros de actas y procediendo en todo
como en principio de una nueva y diferente organización. – En los citados Estatutos se
acuerdan las adiciones y modificaciones siguientes – 1era. Estando resumida en el
Ministerio del Interior la Dirección y Subdirección de estudios, es al Ministerio que
debe ocurrirse en todos los casos deñ Estatuto que se refieran a la Subdirección. – 2da.
La renta anual de cada catedrático, sera de doscientos y cincuenta pesos. – 3ra. El
administrador asegurará el valor de dos mil pesos en bienes raices, saneadas de su
propiedad o de la de un fiador, otorgando la competente escritura hipotecaria. – 4ta. La
resolución del Poder Ejecutivo, posterior a la formación de dichos estatutos. – 5ta. La
Junta de Gobierno de aquella Universidad promoverá eficazmente y el Gobierno
acordará en su oportunidad la conveniente respecto a la enseñanza de Medicina tan
pronto como se haga efectiva la adquisición de profesor o catedrático de esta facultad.
Lo mismo se practicará en orden a mejorar la enseñanza de la Filosofía,
estableciéndose por separado cátedra de Matemáticas. – Comuníquese la presente
resolución al Rector de la Universidad de Mérida para que se proceda a su
cumplimiento, y póngase en conocimiento de la he. Cámara del Senado en
contestación a su Ofº. De 11 de febrero. Antor”. – en consecuencia, lo trascribo a V. S.
para los fines indicados. – Soy de V, S. muy atento y obediente servidor – J. S.
Rodríguez.”

145
15. CODIGO DE INSTRUCCION PUBLICA DE 20 DE JUNIO DE 1843.

PARTE PRIMERA.

LEY IV
De la organización de las Universidades
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:
Disposiciones preliminares

Artículo 1° – Las Universidades de Caracas y Mérida continuarán cumpliendo con su


objeto de enseñar las ciencias y las letras en toda la extensión que sus medios les
permitan.

§único. – Cuando algún Colegio a juicio del Poder Ejecutivo, previo informe de la
Dirección general de instrucción pública, tenga los medios para erigirse en
Universidad, el Gobierno decretará su erección, uniformándola a las demás de la
República y dará cuenta al Congreso en su próxima reunión.

145
“Código de Instrucción Pública de 20 de junio de 1843”, en Op. Cit., pp. 173-191.

120
Art. 2° – Estos Cuerpos se componen de las autoridades que inmediatamente los
gobiernen, de sus Catedráticos, de los Doctores, Maestros y Licenciados de su gremio
y claustro, y de los cursantes.
De las autoridades de las Universidades

Art. 3° – Las autoridades de las Universidades: el Rector, el Vicerrector, la Junta de


inspección y gobierno, el Tribunal académico y el Cuerpo Electoral.
Del Rector

Art. 4° – El Rector es el Jefe de la Universidad y sus funciones las que designa la Ley.
§ 1° – Será nombrado por el Cuerpo Electoral cada tres años el día 20 de diciembre en
la capilla o sala de la Universidad. Deberá ser Doctor del gremio o claustro de la
misma.
§ 2° – Verificada la elección por los dos tercios de los votos, si no fuere Catedrático, y
por mayoría absoluta, si lo fuere, se participará al supremo Poder Ejecutivo, a la
Dirección general de instrucción pública, y al Gobernador de la Provincia. El Rector,
cumplido el trienio, puede ser reelecto, y no siéndolo permanecerá en el destino hasta
que se posesione el que lo ha de sustituir
§ 3° – La elección se hará saber al efecto por medio de dos Doctores, su se hallare
presente, o se le comunicará por el Rector si estuviere ausente de la ciudad.
§ 4° – Cuando el nombrado tenga impedimento, o le sobrevinieren a su nombramiento
lo hará presente con los documentos que lo comprueben a la autoridad inmediata para
que lo ponga en conocimiento del Cuerpo Electoral, y resuelva sobre la admisión o
inadmisión del Cuerpo Electoral, y resuelva sobre la admisión o inadmisión de la
renuncia.
El Vicerrector

Art. 5° – El Vicerrector suple cualquiera falta del Rector, desempeñando entonces


todas las funciones de éste, con el lleno de su autoridad; y además llevará el libro de la
conducta de los Catedráticos y el de la conducta, aplicación, etc., de los alumnos. Será
elegido en la misma época y del mismo modo que el Rector.
§ único – Acerca de los motivos que pueda tener el nombrado para la inadmisión o
renuncia de su cargo, se observará lo dispuesto en el párrafo 4° de esta Ley.
De la Junta Gubernativa

Art. 6° – De la Junta de gobierno se compone del Rector, Vicerrector, y seis


Catedráticos que sean borlados, en la de Caracas, y tres en la de Mérida, bien estén
jubilados o en ejercicio, nombrados por el Cuerpo Electoral en su reunión ordinaria, y
renovados por el mismo cada bienio por mitad, decidiendo la suerte los que deban
cesar en la primera vez. Para constituir Junta se necesita el número de cinco miembros
en la Universidad de Caracas y tres en la de Mérida.
§ único – Los Catedráticos interinos borlados, puestos por la Junta gubernativa,
tendrán asiento y voto en sus sesiones.

Art. 7° – la Junta de inspección y gobierno es el Consejo del Rector, y con él acuerda


todas las medidas económicas- gubernativas de la Universidad, y las concernientes a la
administración de sus rentas en la manera y formas establecidas por la Ley.

Art. 8° – No puede acordar que se hagan de los fondos de la Universidad otros gastos
que los prescritos por la Ley, ni dispensar derecho alguno a los que se gradúen.
Art. 9° – Cualquiera erogación ilegal y sin las formalidades prescritas por la Ley, y las
que dictare el Poder Ejecutivo en su reglamento, será reintegrada en la Caja del
Cuerpo por los miembros que hubieren concurrido al acuerdo, excepto los que hayan
salvado su voto.
Del Tribunal académico

Art. 10 – Habrá un Tribunal académico compuesto de tres miembros principales y dos


suplentes, elegidos a pluralidad absoluta por el Cuerpo Electoral el mismo día que los
sean el Rector y el Vicerrector y en los mismos términos y forma establecidos para la
elección de éstos, continuando en su cargo por tres años y pudiendo ser
indefinidamente reelegidos.

Art. 11 – El Rector, Vicerrector y los Catedráticos en actual ejercicio de leer cátedras


no pueden ser miembros de este Tribunal durante el tiempo que desempeñen sus
respectivos cargos

Art. 12 – Las funciones del Tribuna académico son:


1ª Juzgar a los Catedráticos por falta a sus deberes como profesores, y por la de
subordinación que deben al Rector y Vicerrector. La excitación para que este juicio
nacerá del Rector o de la Dirección de estudios, y los mismos Jueces podrán también
abrir el juicio sin excitación alguna siempre que en sus reuniones mensuales encuentre
motivo, en vista de las notas que acerca de la conducta académica de los Catedráticos,
lleva y le debe presentar el Vicerrector y del libro de visitas llevado por el Rector. Las
pruebas para un juicio por falta de subordinación, serán sustanciadas en virtud de la
queja, oyendo al Catedrático y testigo, y diciendo de plano de una manera breve y
sumaria y por mayoría absoluta. Sus fallos de multas se comunicarán al Rector para su
ejecución, y los de suspensión o restitución se comunicarán también al Rector, y por
éste a la Dirección de Instrucción Pública, para que ella resuelva.

2ª Oír los recursos de apelación de las providencias del Rector en sólo los negocios
contenciosos y puramente académico entre catedráticos, Doctores, Maestros,
Licenciados y Cursantes. En esta Segunda Instancia se omitirán presentaciones por
escrito y sólo se hará uso de nuevos documentos y de informes verbales. De la
resolución de esta Sala, bien conforme o revoque, no habrá recurso alguno.

Art. 13 – Todo acto de jurisdicción académica que se refiera a las dos clases de
negocios determinados en el precedente artículo, es nulo y de ningún valor.

Art. 14 – Los miembros del Tribunal Académico tendrán como indemnización de su


trabajo, los honorarios que la Ley les designa.

Del Cuerpo Electoral

Art. 15 – Habrá un Cuerpo Electoral de las autoridades de la Universidad, compuesto


de todos los Catedráticos propietarios aunque no sean borlados, y de tres
Representantes electorales respecto de la de Caracas, y dos por ahora respecto de la de
Mérida, nombrados por cada una de las Facultades, quienes harán las elecciones que
ordena esta Ley por pluralidad absoluta; y respecto del Rector y Vicerrector, como
está dispuesto en los párrafos 1° y 2° del artículo 4°. Este cuerpo debe constar en
la Universidad de
Caracas, por lo menos de diecisiete electoral, de los cuales nueve cuando menos
deberán ser Representantes de las Facultades; y en la de Mérida, por ahora de siete, de
los cuales cinco por lo menos deberán ser Representantes.

Art. 16 – Siendo posible que al Rector y Vicerrector sobrevenga un impedimento


físico que los inhabilite para ejercer las funciones académicas, o que fallezcan durante
el trienio, para evitar que el Cuerpo quede acéfalo, se encargará del Rectorado el
Catedrático borlado más antiguo que exista en cualquiera de las Facultades, quien será
considerado como decano. Hallándose ausente, sustituirá, entre tanto, el que esté en la
ciudad. En el caso de impedimento de los dos Jefes propietarios, durará el encargo
hasta que uno de los dos adquiera su restablecimiento; y en el de muerte, hasta que se
haga nueva elección por el Cuerpo Electoral, convocado por el decano encargado de
las funciones rectorales; la que se practicará a la mayor brevedad con arreglo a esta
Ley. Los elegidos en los casos especificados, durarán el tiempo que falten a los que
reemplacen.

Art. 17 – las funciones del Cuerpo Electoral son: elegir en cada trienio o antes si
hubiese vacante, el Rector, el Vicerrector, los miembros del Tribunal Académico y de
la Junta gubernativa de la Universidad.

Art. 18 – Sus funciones concluyen necesariamente luego que acaban de elegir y


participar las elecciones al Gobierno y a la Dirección General de Instrucción Pública.
Todo acto fuera de las elecciones ordenadas por esta Ley es nulo y de ningún valor.

Art. 19 – El Rector o Vicerrector a falta de éste, participará al decano del Cuerpo


Electoral, las vacante accidentales que ocurran fuera del periodo trienal.

Art. 20 – Se considera autoridad constituyente del Cuerpo Electoral y su Presidente, al


Catedrático de Ciencias en ejercicio más antiguo entre todos sus miembros, que es el
que se llama decano conforme al artículo 16, haya obtenido o no la jubilación.
Convocará de oficio a todos los miembros para que se reúnan en cada período trienal,
a la hora que designe según el reglamento formado por la autoridad que ordene la Ley,
así como para las elecciones accidentales que ocurran, previa la participación del
Rector o Vicerrector.
§ único – El Rector o Vicerrector en su caso, declarará quién es el Catedrático más
antiguo y quién le sigue en antigüedad para que le reemplace, y le recordará el
cumplimiento de sus deberes en caso de omisión.

Art. 21 – Reunido el Cuerpo Electoral será instalado y presidido por el decano o el que
le subrogue, quien del seno del Cuerpo nombrará el Secretario y dos Escrutadores, y
después se procederá a la elección.
De las Facultades

Art. 22 – Las diversas materias de enseñanza en las Universidades se dividen por su


orden clásico en cinco Facultades, a saber: la de Ciencias Eclesiásticas; la de Ciencias
Políticas; la de Ciencias Médicas y de Historia Natural; la de Ciencias Matemáticas,
Física y Metafísica; y la de Filología o Humanidades.

Art. 23 – Estas cinco Facultades aunque forman diferente secciones para celebrar sus
ejercicios, asociadas se reducen a cuatro partes de la Universidad, uniéndose los
miembros de la de Humanidades a los de Ciencias Filosóficas con el objeto de
nombrar
Representantes en el Cuerpo Electoral; esto es, la primera de Ciencias Eclesiásticas, la
segunda de Jurisprudencia Civil, la tercera de Medicina e Historia Natural, y la cuarta
de Ciencias Filosóficas, Matemática y Humanidades.

Art. 24 – Los miembros de cada una de estas cuatros partes se reunirán por separado
con el objeto de elegir de su seno un Presidente, un Vicepresidente que le sustituya en
sus faltas y un Secretario, todos por tres años a pluralidad y relativa y reelegible para
que dirijan los actos y ejercicios científicos y literarios de la Facultad.

Art. 25 – Le corresponde elegir a pluralidad absoluta los Representantes principales


para concurrir a formar el Cuerpo Electoral y dos suplentes para los casos en que los
primeros falten. Este acto tendrá lugar dentro de los diez días previos a las elecciones
ordinarias o extraordinarias que hubieren de celebrarse, dando a sus Representantes
una breve credencial de sus nombramientos, firmada por el Presidente y refrendada
por el Secretario de la Facultad. Ningún Catedrático podrá ser elegido Representante.
Dada en Caracas a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres – 14° y 33°.
Ejecútese
Carlos Soublette – Por. S.E. el Presidente de la República – El Secretario de Estado en
los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley V
El Senado y Cámara de Representante de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,

Decretan:

De los Catedráticos de la Universidad

Artículo 1° – Las cátedras se proveerán siempre en propiedad y por concurso en


personas mayores de veintiún años y que estén en ejercicio de los derechos
ciudadanos, excepto el caso del artículo siguiente. Sus Profesores continuarán en ellas
mientras quieran y dure su buen desempeño. Por faltar a sus deberes serán penados
con multas, suspensión o destitución conforme a esta Ley; y con arreglo a las Leyes
comunes por crímenes que tengan pena infamante, o por extrañamiento fuera de la
República, o de la ciudad residencia de la Universidad con tal que sea por más de un
año.
§ único – Esta provisión en propiedad no obsta para que mientras ellas se haga, el
Rector y Junta de Gobierno nombren un interino que continúe la enseñanza.

Art. 2° – Inmediatamente que una Cátedra vacare, o se acordare establecer una de


nueva creación, el Rector con la Junta de Gobierno declarará vacante o la resolución de
establecer la nueva Cátedra, mandará fijar Edictos en las puertas de la Universidad por
el término de sesenta días, firmándolos con dos de los Catedráticos más antiguos y con
la autorización del Secretario y el sello del Cuerpo, y expresando en ellos los deberes,
los derechos y rentas de la Cátedra, y que los aspirantes deberán presentar sus títulos
calificativos. Estos Edictos serán pasados en copia a la Dirección de estudios. La
invitación para optar a la Cátedra, los días en que principia y termina la fijación de
Edictos y dentro de los cuales los aspirantes deban presentarse serán anunciados en los
papeles públicos de la ciudad residencia de la Universidad.
§ único –Dichos títulos para optar a las Cátedras de Ciencias Eclesiásticas, Políticas,
Filosóficas y Médicas, excepto los ramos de Historia Natural y sus aplicaciones, son
los
de Doctor, Maestro o Licenciado en cualquiera Universidad legalmente calificados.
Mas para los ramos de Historia Natural y sus aplicaciones, de matemáticas, y las
diferentes clases de Humanidades, bastarán las obras hechas por los aspirantes, las
certificaciones, u otros documentos fehacientes. Para los ramos de Historia y sus
aplicaciones, para las lenguas muertas, menos la latina, y para las vivas extranjeras, se
podrán admitir extranjeros y aun solicitarlos fuera del país si en él no los hay.

Art. 3° – Concluido el término de Edictos, el Rector citará a la Junta gubernativa y a


los Examinadores de la Facultad, a que la Cátedra pertenezca, para que reunidos en la
Sala de la Universidad, califiquen por mayoría absoluta a los opositores, y por la
misma mayoría absoluta de votos hagan la elección de que estimen más idóneo.

Art. 4° – Para la provisión de las cátedras de Historia natural y sus aplicaciones,


lenguas muertas, menos la latina, y vivas extranjeras, deberán ser presentados los
opositores a la Junta Gubernativa por dos miembros de ellas; y si por las dos terceras
partes fueran acogidos, el Rector citará a los examinadores de la Facultad, para que
asociados con la Junta Gubernativa elijan por unanimidad el catedrático.
§ único – El Poder Ejecutivo con informe de la Dirección General de estudios,
resolverá cuando convenga, que las cátedras de que habla el artículo anterior, se
provean con las mismas formalidades que las demás ya establecidas.

Art. 5° – El Rector expedirá el título competente autorizado por el Secretario y sellado


con el sello de la Universidad, dando aviso a la Dirección de Estudios, y por medio de
ésta al Gobierno; y mandando por el órgano del Secretario que el Administrador tome
razón de la provisión, para que desde el día de la expedición del título corra su renta al
Catedrático.

Art. 6° – El Poder Ejecutivo, oyendo antes a la Junta Gubernativa de la Universidad, a


la Dirección de Estudio, y con consulta del Consejo de Gobierno, asignará a cada
cátedra la renta con arreglo al trabajo, entre el máximo de seiscientos pesos y el
mínimo de cuatrocientos pesos. De la misma manera podrá aumentar los sueldos hasta
ochocientos pesos como máximo de asignación cuando la Universidad tenga los
medios suficientes demostrados por los estados de la Administración de las rentas
universitarias.

De las penas

Art. 7° – Los Catedráticos por faltas leves serán reconvenidos y amonestados por el
Rector, Vicerrector o Junta Gubernativa, y aun por vía correccional, multados en casi
de reincidencia hasta la cantidad de diez pesos. Las multas mayores y las penas de
suspensión y destitución les serán impuestas sólo en virtud de previo juicio del
Tribunal académico. También incurrirán en la pena de suspensión y destitución por
crímenes comunes, con arreglo al artículo 1° de esta Ley.

Art. 8° – Las faltas de asistencia personal a la cátedra que reunidas lleguen a treinta en
el año académico, sin que sea por impedimento físico u otra causa legítima informada
previamente, y aprobada por el Rector y Junta Gubernativa, serán castigadas con la
destitución.

Art. 9° – Los Catedráticos por faltas graves de subordinación al Rector y Vicerrector o


por la reincidencia habitual en faltar a sus deberes con detrimento de la enseñanza y
descrédito de la Universidad, sufrirán multas desde diez hasta cien pesos, o suspensión
por determinado tiempo, o la total destitución, previo el juicio del Tribunal académico.
De la Jubilación

Art. 10 – A los veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin interrupción que
cause vacante, los Catedráticos obtendrán su jubilación, con el goce de toda su renta,
debiéndose comenzar a contar dicho término desde el día en que hayan tomado
posesión de sus cátedras en propiedad.
§ único – Todas las cátedras de latinidad se reputan como una misma en el cómputo
del tiempo necesario para la jubilación.

Art. 11 – El que haya servido de en diferentes cátedras por veinte años aunque parte de
este tiempo lo hayan servido por substitución, con tal que ésta haya sido ordenada por
la Junta Gubernativa, tendrá derecho al goce de la mitad de su renta, aun cuando cese
en su servicio: si tuviere veinticinco, al de las dos terceras partes, y si tuviere treinta al
de toda ella; y en los dos primeros casos al título de catedrático Benemérito, y en el
tercero a la jubilación.
§ único – Un mismo Catedrático no podrá gozar a un mismo tiempo de las dos rentas
de Catedrático Benemérito y jubilado; cesará la correspondiente al primer título,
cuando entre en el goce de la segunda.

Art. 12 – El Catedrático que mientras esté enseñando componga y publique una obra
elemental aprobada por la Dirección General de Instrucción Pública, previos los
informes de la Facultad respectiva, y de la Junta Gubernativa, ganará para el efecto de
su jubilación o declaración de Benemérito el tiempo que la Dirección gradúe, según el
mérito de la obra, con advertencia de que no podrá exceder de cuatro años. el que en
los mismos términos haga y publique la traducción de una obra clásica para uso de la
Universidad, según la extensión y mérito de la traducción de una obra clásica para uso
de la Universidad, según la extensión y mérito de la traducción, a juicio de las
susodichas autoridades, ganará respecto de las obras científicas hasta dos años, y
respecto de los clásicos mayores griegos y latinos, hasta cuatro, según la parte que de
ellos se traduzca, y el mérito de la traducción, cuyos grados no pueden ser
determinados sino en cada caso por las autoridades mencionadas.
§ 1° – Se entiende por composición de una obra elemental, el extracto de las doctrinas
de otros autores en la materia, o la formación con ellas y la adición de las propias
ideas, o si éstas, de un compendio de las ciencias al nivel de las luces del día.
§ 2° – Se llaman clásicas para los efectos de esta Ley las obras científicas acreditadas
como libros de texto en las escuelas generales de Europa y otros países ilustrados, y
las obras de los historiadores, oradores y poetas griegos y latinos, recibidos como tales
en la literatura.
§ 3° – Si se probare que la obra compuesta o traducida perteneciere a toda o casi toda a
otro autor, no producirá en el primer caso los efectos de este artículo, y en el segundo
los producirá según el trabajo de la adición y mérito de la composición.
§ 4° – No se consideran como obras que den derecho a ganar tiempo para la jubilación
la composición o traducción de un escrito o memoria de poca extensión en materias
científicas, ni la traducción de pequeños trozos de los clásicos griegos o latinos de
poco mérito, según el juicio de la Facultad y Junta Gubernativa y decisión de la
Dirección.
§ 5° – Aunque alguno componga o traduzca más de una obra, nunca podrá ganar para
la jubilación más de cuatro años.
Art. 13 – por el tenor de estos tres artículos antecedentes, será también computado el
tiempo de los actuales Catedráticos para obtener el título de jubilado o el de
Benemérito, y la renta que a cada uno de éstos corresponde.

Art. 14 – Un Catedrático no podrá ser jubilado o declarado Benemérito sino por la


Junta Gubernativa, y la de la Facultad reunidas y por mayoría absoluta de votos, con
estricto arreglo al tiempo de su servicio, al libro de conducta que lleva el Vicerrector, y
al de visitas del Rector, atendiendo a las notas asentadas por el Tribunal académico, y
a las reconvenciones y correcciones a que haya dado lugar. Esta declaración necesita
para llevarse a efecto ser aprobada por el Gobierno con el informe favorable de la
Dirección.

§ único – Cuando a juicio de la Junta Gubernativa y de la Facultad, el Catedrático no


tenga su cuadro de méritos para obtener la jubilación, se le prorrogará el tiempo de
ésta por un espacio que compense la falta.

Art. 15 – No podrá haber a un tiempo más que un Catedrático jubilado en una misma
clase.

Art. 16 – Hecha la declaración de jubilación y obtenida que sea la aprobación del


Gobierno, el Rector expedirá al interesado el titulo de jubilación, en virtud de los
méritos y actos precedentes a su calificación, los que en él se expresarán. Este título
llevará además de la firma del Rector y Vicerrector, la de todos los catedráticos de la
Facultad, la refrendación del Secretario y el Sello de la Universidad.

Art. 17 – El catedrático que después de diez años de enseñar perdiere su salud y


quedara inhábil, a juicio de la Junta Gubernativa y aprobación de la dirección de
estudios, será retirado con un tercio de su renta

Art. 18 – Los catedráticos que hayan sido de un mérito eminente, a juicio de la Junta
Gubernativa y de la Facultad reunidas, declarado por mayoría absoluta, recibirán
después de su muerte los honores que ellas decreten, bien sea un elogio fúnebre, una
inscripción u otro monumento que perpetué su memoria.

Art. 19 – Después de jubilado un catedrático se considerará vacante su clase y será


proveída en propiedad según los artículos 1°, 2°, 3° y 5° de esta Ley. Pero si el
catedrático jubilado pretendiere continuar sirviendo la clase, la Junta Gubernativa y la
Facultad reunidas, podrán proveerle en él, siempre que le crean con la actividad y celo
suficiente para continuar desempeñándola.
De Caracas, a diecisiete de marzo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y

33°. Ley VI

El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en


Congreso,
Decretan:
De las cátedras de las Universidades y tiempo de enseñanza.
Artículo 1° – La enseñanza en las Universidades se distribuye en cinco sesiones: la
primera comprende las ciencias eclesiásticas; la segunda las ciencias políticas; la
tercera las médicas y la de historia natural; la cuarta las matemáticas, físicas y
metafísicas y la quinta la filología o humanidades.

Art. 2° – La sección de ciencias eclesiásticas comprende: primero, la teología


dogmática y moral; segundo, los fundamentos y apología de la religión católica y los
lugares teológicos y la historia de la Iglesia; tercero, la historia sagrada; y cuarto, los
prolegómenos del derecho canónico, la explicación del derecho común eclesiástico y
disciplina de la Iglesia.

Art. 3° – Cuatro catedráticos enseñarán en cursos bienales las materias comprendidas


en el artículo anterior: uno las de cada número.

Art. 4° – La sección de ciencias políticas comprende: primero, la historia del derecho


romano, las instituciones de Justiniano, y el derecho civil nacional, mercantil y
criminal; segundo, el derecho natural, público, político y de gente, y el análisis de
nuestra Constitución; tercero, legislación universal civil y criminal y economía
política; y cuarto, el derecho práctico, administración gubernativa, y régimen
municipal.

Art. 5° – Cuatro catedráticos enseñarán en cursos bienales las materias comprendidas


en el artículo antecedente, uno los de cada número.

Art. 6° – Las Ciencias Médicas abrazan: primero, la anatomía general y descriptiva;


segundo, la fisiología y la higiene privada y pública; tercero, la semiología general, la
nosografía, patología y terapéutica especiales, que abraza la cirugía, y también la
medicina operativa y un curso de parto; quinto, la medicina legal y la terapéutica y
materia medica; sexto, la química médica y farmacia; y séptimo, la botánica y los otros
dos ramos de la historia natural médica.
§ único – La medicina y cirugía clínicas en los hospitales o en la práctica civil, es
también indispensable a lo menos por dos años para el complemento de los estudios
médicos.

Art. 7° – En siete cátedras distintas y en curso regulares bienales, serán enseñadas las
materias comprendidas en los siete números del artículo antecedente.

Art. 8° – Las ciencias matemáticas, físicas y metafísicas abrazan las que deben ser
enseñadas en el trienio filosófico, y las que se refieren a los tres bienios de la academia
de matemáticas a saber: primero, las matemáticas elementales en sus partes de
aritmética, álgebra y geometría, trigonometría plana y esférica, y topografía; segundo,
la geometría y cronología; tercero, la filosofía intelectual o lógica, la gramática general
y la metafísica, en la parte de etimología; tercero, la filosofía intelectual o lógica, la
gramática general y la metafísica, en la parte de ontología psicología, teología natural
y filosofía moral; cuarto, la física experimental, incluyendo los elementos de
astronomía; quinto, la geometría analítica y descriptiva, y el cálculo diferencial e
integral; y sexto, la aplicación de las matemáticas a las diferentes partes de la
mecánica, a la construcción civil, y a los diferentes ramos del arte militar.
Art. 9° – Las materias del artículo anterior serán enseñadas en cuatro cátedras
diferentes. Una por un trienio para las comprendidas en los números primero y
segundo, empleando en la enseñanza del número primero los dos primeros años, en la
del segundo, el tercer año. Otra también por un trienio para las comprendidas en los
números tercero y cuarto; a saber: las del número tercero en el primer año, y las del
cuarto en el segundo y tercero. Otra por un bienio para las materias del número quinto;
y la otra clase por otro bienio para las del número sexto.
§ 1° – En cada tercer año del indicado trienio filosófico, cada uno de los primeros
Catedráticos duplicará su asistencia en diferentes partes del día, enseñando el de
matemáticas elementales el primer año de esta ciencia al nuevo curso, y el otro
Catedrático por asistencia igualmente diversa enseñará las materias del número al
expresado nuevo curso.
§ 2° – Las clases del trienio filosófico comprendidas en los números primero, segundo,
tercero y cuarto, son las únicas obligatorias para recibir el grado de Bachiller en
filosofía.
§ 3° – Habrá una clase de dibujo obligatoria al menos por un año para los cursos de
ciencias filosóficas y médicas que quieran obtener el grado mayor de estas facultades,
y para los que hayan de recibirse de Agrimensores.

Art. 10 – Para las clases de ciencias naturales y físicas descriptivas, esto es: la
anatomía, la química, la botánica, y otros ramos de la historia natural médica, y la
física experimental; habrá además los Catedráticos un preparador, puesto y removible
por el respectivo Catedrático con acuerdo y por autoridad del Rector.

Art. 11 – La filología o humanidades comprende la enseñanza de las lenguas antiguas


y modernas, la retórica y bellas letras, la literatura o crítica del lenguaje y la historia
antigua y moderna.

Art. 12 – Para la enseñanza de las materias del artículo precedente, habrá las cátedras
que establezca el Poder Ejecutivo con informe de la Junta de Gobierno y aprobación
de la Dirección General, bien continuando el orden que se halla actualmente
establecido, o bien haciéndose en él las alteraciones que se juzguen conveniente.
De los cursos de estudios, horas de clases y duración de cursos.

Art. 13 – El año escolar principia el día 1° de setiembre de cada año para todas las
cátedras y dura hasta el 10 de julio o agosto en que después del examen de cada clase,
se pone en vacante.

Art. 14 – El tiempo de clase será en cada día de una hora para las cátedras de ciencias
eclesiásticas, políticas y médicas; y de hora y media para las filosóficas, dibujo y los
ramos de filología o humanidades.

Art. 15 – Los cursos de ciencias filosóficas durarán un trienio para obtener el grado de
Bachiller y cursa las otras clases de ciencias mayores y dos trienios para recibir el
grado de Doctor en ellas. En el primer año del primer trienio se enseñará la filosofía
intelectual, gramática general, metafísica y filosofía moral, y la parte de matemática
elementales que pueda darse en este tiempo; en el segundo año la parte de física
experimental que en él pueda enseñarse, y se completará el curos de matemáticas
elementales; en el tercero se completará el curso de física experimental y se enseñará
los elementos de geometría y cronología, todo con arreglo al artículo 9° y sus
parágrafos. El
segundo trienio comprenderá las materias del número 5° del artículo 8°, y el primer
año del trienio del número 6° del mismo artículo comprensivo de la aplicación de las
matemáticas a las diferentes partes de la mecánica y a la construcción civil.
§ único – Al fin de cada año se hará el examen de que habla el artículo 13.

Art. 16 – Los alumnos de la Academia Militar seguirán además del primer bienio de
matemática y el curso de geografía y cronología, un segundo bienio de matemáticas en
sus partes de geometría analítica y descriptiva y cálculo diferencial e integral; y en
otro tercer bienio un curso de aplicación de las matemáticas a la mecánica, a la
construcción civil y a los diversos ramos del arte militar; todo conforme al artículo 9°
y su tercer parágrafo. Además serán instruidos en la táctica de las diferentes armas,
conforme al reglamento especial de la Academia Militar.

Art. 17 – Los que quieran optar al grado de licenciado o Doctor en ciencias filosóficas
y quedar de esta manera calificados para ser Ingenieros Civiles, deberán seguir los dos
trienios que prescribe el artículo 15.

Art. 18 – Los cursos de ciencias médicas durarán seis años; los alumnos cursarán en el
primer bienio anatomía general y descriptiva, y fisiología e higiene privada y pública;
en el segundo la semiología general y medicina práctica, la cirugía y partos; y en el
tercero, la medicina legal, terapéutica y materia médica, la química médica y farmacia,
y la botánica y demás ramos de la historia natural médica
§ 1° – En cualquiera de los dos últimos bienios de los estudios médicos, los cursantes
deben asistir a la práctica médico- quirúrgica en los hospitales a lo menos por dos
años, y probar esta asistencia con una certificación de los Médicos empleados en los
establecimientos. Si éstos no existieren deberán comprobar los dos años de clínica en
la práctica particular, por los atestados de los profesores con quienes la sigan.
§ 2° – El orden clásico para cursar las materias conforme a este artículo, podrá
alterarse por el Gobierno, cuando haya grave motivo, según los informes de la Junta de
Gobierno y de la dirección de estudios.
Art. 19 – Los cursos de ciencias políticas durarán seis años: los alumnos seguirán en el
primer bienio las materias comprendidas en el número primero del artículo 4°, y el
bienio de apología de la religión, lugares teológicos e historia eclesiástica; en el
segundo bienio, las materias del número segundo del mismo artículo 4°, y las del
bienio que enseña el catedrático de cánones; y en el tercer bienio las de los números 3°
y 4° de dicho artículo.
§ único – En cualquiera de los dos últimos bienios los estudiantes de derecho deberán
cursar el año de medicina legal cuando el profesor de esta clase y la de terapéutica se
ocupe de la primera materia.

Art. 20 – Todos los alumnos de ciencias eclesiásticas, políticas y médicas están


obligados a ganar un curso de un año de literatura o crítica del leguaje, en cualquiera
de los seis años que sus estudios duran, si estuviere establecida dicha clase.

Art. 21 – Los cursantes de ciencias eclesiásticas se dividirán en teología y canónicos;


ambos comprenderán tres bienios que cursarán según los parágrafos siguientes:
§ 1° – El catedrático de teología enseñará dos bienios: en el 1° dará la parte de
dogmática, y en el 2° la moral en el transcurso de un cuatrienio, siendo indistinto a los
cursantes principiar por el primero o segundo bienio.
§ 2° – El catedrático de religión, lugares teológicos e historia eclesiástica, enseñará
estas materias en un bienio, distribuidas así: el primer año religión y lugares
teológicos, y el segundo historia eclesiástica.
§ 3° – El catedrático de historia sagrada enseñará en su bienio prolegómenos de
escritura y la historia del antiguo y nuevo testamento, con vista de las cartas
geográficas para fijar mejor los sucesos de la historia.
§ 4° – Los tres bienios del curso canónico serán:
1° El que enseña el catedrático de religión y lugares teológicos.
2° El bienio que enseñará el catedrático de cánones, según el artículo 2° de la Ley, y
3° El curso de historia de derecho romano, instituciones de Justiniano y derecho civil,
nacional, mercantil y criminal.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, veinte de junio de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. – El Secretario de Estado en los Despachos del
Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley VII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:

De los cursantes de la Universidad.

Artículo 1° – Todo cursante, o el que haya de ganar concurso en las cuatro facultades
científicas y en las letras deberán ser matriculados

Art. 2° – Cada catedrático en vista de la certificación de la matrícula, asentará en su


libro los nombres de sus respectivos cursantes, anotando al margen de la certificación
el folio y fecha del asiento. Sin esta formalidad ningún cursante ganará curso escolar.

Art. 3° – Se anunciará la matrícula para inscribirse los que hayan de seguir los cursos
de estudios de la Universidad desde el día 1° de agosto de cada año por edicto del
Rector, refrendado por el Secretario y fijado en las puertas de la Universidad. Los
alumnos que quieran matricularse para seguir cualquiera clase deberán principiar su
asistencia a la clase respectiva el día 1° de setiembre siguiente y matricularse en todo
el mismo mes ante el Secretario, quien asentará el nombre de cada cursante en su libro
de matrícula. Por justa causa comprobada ante el Rector podrá algunos matricularse
hasta el último de octubre; más deberán reponer el tiempo que hayan faltado a los
cursos con un examen de las materias leídas durante su ausencia, el cual deberán
desempeñar dentro de los dos meses siguientes a satisfacción del Catedrático. Este
examen será a satisfacción del Catedrático. Este examen será certificado por el
Catedrático, con cuyo documento el Rector mandará que se le matricule, como si
hubiese entrado en el principio del curso. Así son y se llaman cursantes los que
habiéndose matriculado en la Universidad ganen cursos literarios bajo la enseñanza de
un Catedrático.

Art. 4° – Para cursar una clase superior es indispensable haber obtenido aprobación en
la anterior.
Art. 5° –Para entrar como cursante en las clases de las ciencias filosóficas, debe
preceder examen y aprobación en la gramática castellana, en la latina y en los
elementos de la versificación y retórica, aplicados a la lengua castellana.

Art. 6° – El que haya aprendido las materias que se designan en el artículo anterior,
fuera de las Universidades y quiera ganar los cursos de las ciencias filosóficas, sufrirá
el examen prevenido en dicho artículo.

Artículo 7° – Para ganar los cursos escolares el cursante debe asistir puntualmente
todos los días de estudio a su clase, y cumplir sus deberes de aprender las lecciones, y
examinarse de ellas y de las materias que los Catedráticos señalen para los repasos
semanales, mensuales de otros periodos, que en provecho de sus alumnos tengan a
bien establecer.
§ 1° – Las faltas inculpables de los cursantes de filosofía y facultades mayores por
enfermedad u otro motivo justo, siempre que puedan suplirse con la aplicación y
buena conducta del discípulo, se le pasarán como si hubiesen cursado; lo que se deja a
la discreción prudente de la Junta gubernativa, que resolverá en cada caso según las
circunstancias, con tal que dichas faltas no pasen de sesenta en todo un bienio, o de
ochenta en todo el trienio filosófico.
§ 2°– Los cursantes de ciencias mayores que sin impedimento calificado hayan faltado
a sus clases un número de veces que no exceda al fijado en el parágrafo anterior,
aunque a juicio de la Junta Gubernativa puedan ganar el curso de sus estudios, si ésta
lo determinaré, deberán compurgar, antes de ser admitidos al inmediato grado, el total
de faltas, o con igual asistencia, o con otros actos escolares al arbitrio de la misma
Junta.

Art. 8° – Al fin de cada año académico habrá exámenes públicos de todos los
cursantes, por orden de facultades y sobre todas las materias que se hayan enseñando
en cada clase; debiendo empezar los exámenes en la primera semana de julio y
concluir en los doce primeros días del mes de agosto.

Art. 9° – Los alumnos que fueren aprobados ganarán el año académico; los reprobados
volverán a estudiar la misma materia en que lo hayan sido, sin perjuicio de sus deberes
en las clases que cursen; y presentados a nuevo examen con la aprobación ganarán el
dicho año.

Art. 10 – Para cursar las ciencias eclesiásticas, políticas y médicas el alumno deberá
haber sido examinado y aprobado en todas las materias del primer trienio filosófico en
el examen prescrito para el grado de Bachiller; hay o no recibido éste, acreditando la
aprobación en dicho examen con el título de Bachiller; y no habiendo obtenido este
grado, con la certificación del Secretario.
§ único – Para optar a los grados mayores, o de Doctor en cualquiera ciencia, los
alumnos deberán acreditar con certificaciones de solo los Catedráticos de los idiomas
vivos que se enseñasen en la Universidad que tienen en uno de ellos, por lo menos, la
capacidad necesaria elemental, como base de mayor perfección. Este estudio puede ser
hecho en las clases respectivas, o fuera de ellas.

Art. 11 – Ni el Rector ni la Junta de Gobierno, ni ninguna otra autoridad, pueden


dispensar las formalidades que quedan prescritas para ganar curso; ni permitir que en
ningún día legal se dejen de dar clases.
Art. 12 – Los cursantes de las Universidades y de los Colegios Nacionales no podrán
ser alistados en el Ejército permanente, y estarán exentos del servicio y ejercicio
doctrinales de la milicia nacional.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, veinte de junio de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. – El Secretario de Estado en los Despachos del
Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley VIII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:

De los grados e incorporación de los graduados en otras Universidades

Artículo 1° – Las Universidades por medio de sus Rectores, son las únicas autoridades
literarias que confiere grados académicos de Bachilleres, Licenciados y Doctores, a los
que habiendo ganado los cursos necesarios den una prueba pública y cierta de la
aptitud que cada grado exige. Estos grados habilitan para diferentes efectos civiles y
eclesiásticos.
§ único – Los Colegios Nacionales pueden también conferir grados de Bachiller en las
ciencias filosóficas, siempre que sus alumnos hayan cumplido con los requisitos de
matrícula, cursos de estudios, materias de éstos, tiempo de su duración y exámenes
anuales; y sufrieren el examen del grado de Bachiller por el mismo número de
examinadores, y con las propias formalidades que en las Universidades.

Art. 2° – Ni la Junta Gubernativa, ni la examinadora de los Colegios, ni el Poder


Ejecutivo podrán dispensar ninguna de estas formalidades, que deben ser
perfectamente iguales para todos los venezolanos.

Art. 3° – El pretendiente al grado de Bachiller en ciencias filosóficas, lo solicitará ante


el Rector por un memorial documentado:
1° Con las certificaciones anuales de los respectivos catedráticos, que prueben haber
cursado los tres años del trienio filosófico.
2° Con la del Secretario que acredite haber desempeñado y sido aprobado en los
exámenes anuales.
3° Con el informe del Vicerrector extraído del libro de los alumnos, mencionando las
faltas y demás calificaciones expresadas en los cuadros trimestres de los respectivos
Catedráticos.

Art. 4° – Con la certificación del Administrador que acredite haberse depositado la


cantidad designada para el grado que se solicita, el Rector le fijará día para
desempeñar el examen, y el Secretario le avisará con un bedel a los catedráticos y
demás examinadores tomados de la lista de los que al efecto hayan sido nombrados
por cada Facultad, poniéndose de acuerdo con el Rector acerca de los examinadores
que además de los catedráticos, ordene éste que se citen para completar el debido
número de cinco, o
para sustituir a alguno de los catedráticos que por enfermedad u otro motivo, no pueda
concurrir; no debiéndose verificar el examen sino con el completo número de cinco
examinadores. En los Colegios el nombramiento y citación de los examinadores, se
harán según el reglamento que se haga en la forma prevenida por la Ley.

Art. 5° – El examen para grado de Bachiller durará tres horas distribuidas así: un
cuarto de hora de oración, acerca de una cuestión sorteada, tres cuartos de hora de
reflexiones o preguntas acerca de una cuestión también sorteadas, haciéndose este
sorteo en ambos casos veinticuatro horas antes; y dos horas de examen por preguntas,
acerca de la materia del primer trienio filosofía, conforme al artículo 15 de la Ley VI,
hechas por sus respectivos Catedráticos. La aprobación o reprobación será por
votación secreta, y a pluralidad absoluta. En los Colegios harán las preguntas los dos
Catedráticos y los dos examinadores más antiguos.

Art. 6° – Hecho el escrutinio y publicada la votación, por ningún pretexto volverá a


hacerse, ni se admitirá la reforma de ningún voto, aunque alguno de los sufragantes
diga que se equivocó al darlo; de la reprobación no hay apelación alguna bajo ningún
pretexto; pero esto no impide que el reprobado vuelva a presentarse a examen cuando
se crea en aptitud de hacerlo.

Art. 7° – Los examinadores y aprobados que no puedan recibir el grado en curso, y la


antigüedad de éste con arreglo a sus respectivas calificaciones; los que no
comparezcan a tomarlo en el día de dicho concurso; o los que no se hubiesen
presentado en tiempo hábil, podrán en cualquier tiempo recibir el grado o ser
examinados con las formalidades prescritas: tomando entonces la antigüedad que
según las fechas de la recepción de grados les corresponda. En la misma forma y con
los mismos requisitos se harán los exámenes del grado de Bachiller en las otras
ciencias, aunque sin concurso y según el orden de antigüedad del grado de Bachiller en
ciencias filosóficas.
§ único – El bedel de semana publicará en la puerta de las clases de ciencias mayores,
a la hora de enseñanza, que tal cursante ha sido admitido a examen y grado.

Art. 8° – La antigüedad del grado de Bachiller en ciencias filosóficas sirve de regla


para la referencia en el examen y antigüedad en los grados de Bachiller en las otras
ciencias, y por tanto para los de Licenciados y Doctor en todas ellas.

Art. 9° – Para solicitar ante el Rector los grados menores y mayores que se hayan de
obtener después del de Bachiller en filosofía son indispensables los requisitos
siguientes:
§ 1° – Respecto de los de Bachiller en teología, jurisprudencia civil o canónica y
medicina, acompañar el título de Bachiller en filosofía con calidad de devolución, y
además las certificaciones anuales de los catedráticos respectivos, probando que el
aspirante ha cumplido como cursante en los cuatro años respectivos; la certificación de
exámenes y aprobaciones anuales dada por el Secretario, y el informe del Vicerrector
que dispone el artículo 3°.
§ 2° – Respecto de los grados de Licenciado o Doctor en ciencias filosóficas,
acompañar el título de Bachiller en estas ciencias, y además probar con las
certificaciones anuales de los respectivos catedráticos, que se han cursado las materias
del segundo trienio filosófico mandado por el artículo 15 de la Ley VI, acreditando
también de aquí en adelante los exámenes y aprobaciones anuales, y presentando el
informe susodicho del Vicerrector.
§ 3° – Por lo que hace a los grados de Licenciados o Doctor en jurisprudencia civil y
medicina es indispensable presentar el título del grado anterior en la misma ciencia, y
comprobar los dos últimos años de estudio y exámenes anuales con las mismas
certificaciones antedichas de los respectivos catedráticos y del Secretario, y con el
informe del Vicerrector.
§ 4° – No cursando los estudiantes en teología y jurisprudencia canónica más que
cuatro años de clase, para optar al grado de Licenciado o Doctor en estas ciencias
deberán presentar el título del grado menor en ellas y además proar con certificaciones
de los respectivos Catedráticos de todas las clases de estas ciencias, que han asistido y
tomado parte en los repasos semanales que cada clase debe dar en los días y términos
establecidos por el reglamento económicos que para cada clase establezcan los
Catedráticos con acuerdo de la Junta Gubernativa de la Universidad.
Art. 10 – El examen para grado de Licenciado o Doctor será hecho por siete
examinadores y durará cuatro horas de la manera siguiente: media hora de oración
contraída precisamente a una cuestión que por suerte se le haya dado veinticuatro
horas antes; una hora de preguntas hechas por dos examinadores sobre dos cuestiones
también sorteadas con la misma anticipación; y dos horas y medias de preguntas sobre
las materias de los tres bienios por los otros cinco examinadores. La aprobación o
reprobación será en todo como en los grados de Bachiller.

Art. 11° – Los que se hayan de graduar de Licenciados o Doctor en medicina sufrirán
en el día siguiente de este primer examen, otro de hora y media de química, y en
botánica y demás ramos de la historia natural médica, cuya enseñanza estuvieres
establecida, o en materia médica, mientras esta última clase no existía.

Art. 12 – El grado de Licenciado se conferirá en acto continuo a la aprobación; y el de


Doctor en día diferente señalado por el Rector evitándose en ambos todo gasto extraño
o fuera de los establecidos en esta Ley.

Art. 13 – Al graduando de Bachiller, Licenciado o Doctor se le expedirá su título


firmado por el Rector y los dos catedráticos más antiguos, refrendado por el Secretario
y con el sello del Cuerpo.

Art. 14 – El grado de Licenciado habilita como el de Doctor para los efectos


eclesiásticos y civiles, así respecto de la jurisprudencia, como de la medicina y
ciencias filosóficas.

Art. 15 – Los grados de teología, jurisprudencia, medicina y ciencias filosóficas,


obtenidos en cualquiera de las Universidades de Venezuela, son en todos iguales; los
graduados en una tienen por el orden de su antigüedad asiento en cualquiera otra;
bastando para esto presentar su título legalizado, y hacer constar la identidad de la
persona.

Art. 16 – Los venezolanos que se graduaron en cualquiera de las Universidades de


Colombia mientras las tres secciones que ahora forman diversos Estados constituían
una sola nación, sólo necesitan para obtener la incorporación en una Universidad de
Venezuela, de pretenderla exhibiendo sus títulos, o en caso de perdida las copias o
certificaciones de ellos, debiendo estar tanto aquéllos como éstas despachados y
legalizados en debida forma, y probando conforme a las Leyes la identidad de la
persona.
Art. 17 – El que habiendo obtenido en una Universidad extranjera el grado de Doctor
en cualquiera de las cuatro facultades que esta. Ley reconoce, quisiere incorporarse
con el mismo grado en una Universidad de Venezuela, deberá probar sus estudios con
el título del susodicho grado auténtico y legalizado conforme a las Leyes del país en
que hubiere sido graduado, hacer el depósito y ser aprobado en el examen que para él
exige esta Ley. Cumplidos estos requisitos, y prestado el juramento de sostener y
defender la Constitución de Estado, y de llenar los deberes de su profesión, obtendrá el
título.
§ único – A falta del título original suplirán solamente una copia de él, o una
certificación expedida por el Secretario de la Universidad en que haya sido recibido,
con las formalidades que para estos actos en dichos cuerpos se observan. Esta copia o
certificación deberá ser legalizada por el Ministro de Relaciones Exteriores de su
Nación, o por la autoridad que conforme a la Ley o uso de las respectivas Naciones
legaliza estos documentos, para países extranjeros.

Art. 18 – Para matricularse en las clases de ciencias descriptivas, a saber: de anatomía,


química, botánica, los ramos de historia natural médica y física experimental,
contribuirán a los alumnos con la cuota de diez pesos para los fondos de la
Universidad, y para matricularse en las demás clases, con la cuota de ocho reales, que
formara parte de la renta del Secretario.

De la contribuciones por matrículas y grados y de los demás derechos.

Art. 19 – Los que aspiren al grado de Bachiller en ciencias filosóficas, medicina,


jurisprudencia o teología, luego que su solicitud haya sido admitida por el Rector
conforme a los artículos 3° y 9° depositarán en poder del Administrador sesenta y un
pesos que se distribuirán del modo siguiente:
Al Rector….........................................................................8
A cada uno de los cinco examinadores, 3 pesos…..............1
Al Vicerrector para casa registro del libro de los alumnos, e informe para optar el
grado.....................................................................................1
A cada bedel, 1 peso….........................................................2
Al Secretario por asistencia y gastos de Secretaría y título…
5 Por caja de la Universidad….............................................30
61
En los Colegios los dos pesos designados a los bedeles, se destinarán para pagar a la
persona que haga las citaciones.

Art. 20 – Los que aspiren sólo al grado de Licenciados en teología, jurisprudencia,


medicina o ciencias filosóficas, luego que haya sido admitida su solicitud por el Rector
conforme al artículo 9° depositarán en poder del Administrador 201 pesos que se
distribuirán como sigue:
Al Rector…..........................................................................12
A cada uno de los siete examinadores, 6 pesos…................42
Al Secretario por asistencia y gastos de Secretaría y título… 10
Al Vicerrector para casa registro del libro de los alumnos, e informe para optar el
grado......................................................................................1
A cada bedel, 1 peso…..........................................................2
Derechos de caja....................................................................134
201
Art. 21 – Los que aspiren a recibir el grado de Doctor, después del de Licenciado en
ciencias filosóficas medicina, jurisprudencia o teología, luego que haya sido admitida
su solicitud por el Rector, conforme al artículo 9°, depositarían además de los derechos
para el grado de Licenciado 200 pesos que se distribuirán del modo siguiente:

Al Rector…..........................................................................10
Al Secretario por asistencia y gastos de Secretaría y título…
10 Al maestro de ceremonias….............................................4
A cada bedel, 2 peso a cada uno............................................4
Derechos de caja....................................................................172
200
§ único – La práctica de refresco y otros actos de celebridad pública, en la colación
pública, en la colación de grados mayores, términos de cursos filosóficos, y cualquiera
otro acto literario queda suprimida.

Art.22 – Si el aspirante al grado de Bachiller o Licenciado, fuere reprobado en el


examen, se le devolverá la cantidad que debía ingresar en las cajas, y la que se ha
señalado al Secretario por el título; pero se abonará tanto a éste como al Rector y
examinadores la cuota que les toca por su asistencia.

Art. 23 – Los estudiantes pobres que de ningún modo pueda satisfacer las cantidades
expresadas y que lo hayan expresado con documentos fehacientes a juicio de la Junta
de Gobierno, deberán ser admitidos a los grados de Bachiller o Licenciado sin pagar
nada; pero nunca se graduarán de balde más de dos por cada diez que obtengan los
grados académicos, ni se extenderá esta gracia al grado de Doctor, pues sólo podrán
recibirlo aquellos que contribuyan con la cantidad designada. Se conserva no obstante
la gracia de las dos borlas de que gozan los colegiales del Seminario de Caracas. En
los Colegios la calificación de las personas que opten a grado de balde, se hará por la
misma junta que hace la de los documentos necesarios para obtener el grado.
§ único – Cuando el Rector conozca por el libro de los grados, que ha llegado el caso
de conferir gratuitamente uno o más conforme a este artículo, mandará al Secretario
que lo avise por un edicto fijado en la puerta de la Universidad. Los cursantes que
hayan concluido sus cursos y estén en aptitud de recibir los grados de Bachiller o
Licenciado, los optarán ante la Junta Gubernativa con documentos fehacientes:
1° De pobreza notoria.
2° De aplicación e instrucción, y
3° De buena conducta; sirviendo para estas dos últimas calificaciones las
certificaciones anuales de sus respectivos Catedráticos, las notas de éstos en los
estados trimestres que se pasen al Vicerrector, y el libro de exámenes anuales u lleva
el Secretario.

Art. 24 – El Secretario tendrá además de los derechos que se le han asignado por la
colación de grados, los siguientes:
1° Por presentación de cursos ganados en otras Universidades, para graduarse o
incorporarse en éstas, tres pesos.
2° Por la presentación a cátedra y la instrucción del expediente de méritos, pagará cada
opositor, tres pesos
3° Por el título de Catedrático, diez pesos.
4° Por el título despachado al nuevo Secretario que se elija, o el Administrador, diez
pesos.
5° Por el catedrático jubilado, diez pesos.
6° Por cada edicto de oposición de grado o incorporación, un peso.
7° Por las certificaciones y testimonios, ocho reales por la primera foja y dos reales por
cada una de las demás.
8° Por los expedientes contenciones, seis pesos, que pagará el que resultare condenado,
y si pasare de cuarenta folios, un real más por cada folio.
Art. 25 – Además pagará para la caja de la Universidad en razón de cada expediente
contencioso, doce pesos el que resultare condenado.
Dado en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley IX.
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:

De los gastos de las Universidades

Artículo 1° – Los gastos de las Universidades son: ordinarios y extraordinarios o


eventuales.

Art. 2° – Los ordinarios de la Universidad de Caracas son:


1° Las rentas que disfrutan los catedráticos jubilados, beneméritos o en ejercicio, y los
retirados con arreglo a los artículos 6°, 10, 11 y 17 de la Ley V y el artículo 12 de la
Ley

VI.
2° El sueldo de quinientos pesos al Vicerrector en calidad de indemnización por su
asistencia frecuente a la Universidad, además de los emolumentos que tocan al
rectorado cuando desempeñe estas funciones.
3° Las dietas de cinco pesos que tendrá cada Juez del Tribunal académico por cada
sesión en que juzguen y decidan un negocio.
4° La gratificación de diez pesos mensuales que tendrán los preparadores de las clases
de ciencias experimentales y demostrativas conforme al artículo 10 de la Ley VI. Para
esto el profesor de la respectiva clase dará al preparador una boleta que exprese haber
habido trabajos en el mes o en parte de él para devengar el todo o la mitad, o cuarta
parte. En virtud de esta boleta con el visto bueno del Rector, el Administrador abonará
la suma, de que aquel documento será el comprobante.
5° El gasto de los artículos necesarios para los trabajos de preparaciones en cualquiera
de estas clases, que abonará el Administrador en virtud de la orden de la Junta
Gubernativa y a petición por escrito y firmada del respectivo profesor.
6° Doscientos cincuenta pesos anuales para los gastos de Secretaría.
7° Veinticinco pesos de gratificación anual al maestro de
ceremonias. 8° Trescientos pesos anuales a cada uno de los bedeles.
9° Ciento veinte pesos anuales al sirviente.
10. Cincuenta pesos, cuatro reales y medio para la fiesta de los patrones.
11. Setenta y cinco pesos, cuatro reales para el aniversario de los universitarios difuntos.
12. Los gastos de Administración a razón de cinco por ciento de todo lo que entrare en
las cajas; el siete y medio o diez por ciento de las rentas y deudas litigiosas o
descubiertas según el artículo 3° de la Ley X, y el uno por ciento que al Secretario toca
como interventor de todo aquello de que el Administrador cobre el cinco por ciento.
13. La cantidad de dos mil pesos que la Universidad contribuirá al Colegio de niñas
educandas.
14. La suma necesaria para premios, siendo ésta para cada clase de filosofía y demás
ciencias, de veinticinco a treinta pesos, y para los idiomas, de doce a quince pesos.
15. La suma de doscientos pesos anuales para ir formando la Biblioteca de la
Universidad.

Art. 3° – Los gastos ordinarios de la Universidad de Mérida son:


1° Las rentas que disfrutan los Catedráticos jubilados, Beneméritos o en ejercicio, y
los retirados, con arreglo a los artículos 6°, 10, 11 y 17 de la Ley V y el artículo 12 de
la Ley VI, incluso el Catedrático de Historia Sagrada cuando no regenta esta clase el
Canónigo lectoral.
2° El sueldo de trescientos pesos al Vicerrector en calidad de indemnización por su
asistencia frecuente a la Universidad además de los emolumentos que tocan al
rectorado cuando desempeña estas funciones.
3° Cien pesos de gastos anuales para la Secretaria.
4° Veinticinco pesos anuales para el Maestro de
ceremonia. 5° Ciento cincuenta pesos para un bedel.
6° Cuarenta y ocho pesos anuales para el sirviente.
7° Veinticinco pesos para la fiesta de los patronos.
8° Treinta y cinco pesos para el aniversario de los fundadores de la Universidad y
Seminario, y universitarios difuntos.
9° Los gastos de administración a razón de cuatro por ciento de todo lo que entrare de
fuera de la caja en poder del Administrador, el seis u ocho por ciento de las rentas y
deudas litigiosas, conforme al parágrafo 2° del artículo 3° de la Ley X, y el uno por
ciento que al Secretario, como interventor toca de toda entrada en poder del
Administrador.
10. La suma necesaria para premios, siendo está para cada clase de filosofía y ciencias
mayores de doce a quince pesos, y para las de idiomas, de seis a ochos pesos.
11. Cien pesos anuales para ir formando la Biblioteca de la Universidad.

Art. 4° Son gastos extraordinarios o eventuales de las Universidades, los que se


destinan a los objetos siguientes:
1° A la reparación del local o adquisición de muebles.
2° A la compra de instrumentos u objetos para la clase de Matemática, el Gabinete de
Física experimental, laboratorio químico, Museo Anatómico y de Historia Natural,
modelos para la escuela de Dibujo y demás objetos de enseñanza.
3° Los eventuales de aniversario de los Doctores y Maestros que fallezcan; y los que
se decreten en honor de los universitarios difuntos, conforme al artículo 18 de la Ley
V.
§ único – La Junta gubernativa podrá acordar por sí los gastos de este artículo cuando
no excedan de cien pesos; y excediendo, con aprobación de la Dirección general de
estudios.

Art. 5° – La Junta gubernativa podrá proponer el Gobierno con apoyo de la Dirección,


el establecimiento de aquellas cátedras que vayan siendo más necesarias, motivando
su
necesidad o conveniencia; y el Gobierno considerando por una parte el valor de estos
motivos y los fondos sobrantes que el cuerpo tenga, y por otra parte su preferente
aplicación a otros objetos y el de una prudente economía, aprobará o no la
proposición.

Art. 6° – Ni el Rector ni la Junta gubernativa pueden disponer otros gastos que los
prescritos por esta Ley, ni en otra forma que la en ella prevenida. Toda infracción en
cualesquiera de estos respectos hace responsables por la cantidad dispuesta al Rector y
vocales que hubiesen votado si gasto, y cuyo abono al Gobierno con informe de la
Dirección de Instrucción Pública, hará reintegrar en la caja del cuerpo.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, veinte de junio de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. – El Secretario de Estado en los Despachos del
Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley X
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,

Decretan:

De los Administradores de las Universidades.

Artículo 1° – El Administrador será nombrado por la Junta de Gobierno por mayoría


absoluta de votos con aprobación de la Dirección General, pudiendo ser removido por
la misma Junta cuando lo tenga por conveniente, y con aprobación también de la
Dirección.

Art. 2° – Los recibidos que diere el Administrador por cantidad que recaudé, serán
firmados igualmente por el Secretario de la Universidad y sin este requisito no tendrán
valor alguno.

Art. 3° – El Administrador de la Universidad de Caracas tendrá el cinco por ciento de


todo lo que recaude, incluyendo aquella parte de los depósitos para grados que
pertenecen a la caja, y además de dicha comisión un cinco por ciento adicional, o un
diez por ciento en su totalidad sobre las cantidades de los capitales que descubra y
logre poner en claro y un dos y medio por ciento adicional o un siete y medio por
ciento en su totalidad sobre la cantidad de los ya descubiertos, que hallándose en
estado litigioso, sostuviere en los Tribunales y sobre los que recayere sentencia a favor
de la Universidad. Se abonará dicha remuneraciones en sus respectivos casos luego
que el Administrador, concluido el negocio, ponga el asiento en sus libros de cuenta,
incorporando los nuevos capitales con la correspondiente documentación, previa la
declaratoria de la Junta, y no antes.
§ 1° – El cinco por ciento de comisión de lo recaudado, no cobrará respecto de las
existencias anteriores que pasen de un Administrador a otro, ni de los donativos.
§ 2° – En Mérida disfrutará el Administrador de cuatro por ciento en el primer caso,
ocho en el segundo y seis en el tercero, con la restricción del parágrafo anterior.
Art. 4° – Para entrar a ejercer la Administración el Administrador deberá otorgar la
fianza de tres mil pesos respecto de la de Caracas y de mil respecto de la de Mérida, a
la entera satisfacción de las respectivas Juntas gubernativas. Esta fianza podrá suplirse
a juicio de la Junta de Gobierno con una hipoteca por el valor triple libre de dicha
cantidades, pudiendo ser rematada por lo que se ofrezca en almoneda.
§ único – La Junta de Gobierno podrá hacer renovar la fianza o la hipoteca cuando lo
crea conveniente.

Art.5° – El Administrador está obligado a presentar en los ocho último días del mes de
setiembre de cada año, la cuenta anual comprobada que haya llevado desde el 1° de
setiembre hasta 31 de agosto, acompañando el cuadro de los censos corrientes y sus
créditos cobrados y por cobrar, con los motivos de no haberlo sido; otro de los censos
litigiosos y su estado; el de las escrituras de los censos corrientes, y el estado de las
entradas y egresos por cualquiera respecto en el año económico fijado. Por lo mero
hecho de no hacerlo así, se considerará vacante su destino y se procederá a proveerlo
en otra persona, y se le obligará ante los Tribunales a presentar la cuenta en los
términos provenidos y a sujetarse a las consecuencias.
§ 1° – Los Tribunales de Justicia deberán precisamente emplear el apremio de prisión
contra el Administrador cuando éste rehusé, o presentar la cuenta en el término
prefijado, o recibir los reparos, o devolverla con su contestación a éstos dentro de
quince días de habérsele pasado, siendo para tal efecto suficiente documento una copia
autentica del acuerdo de la Junta gubernativa en que se haga una narración suscinta del
caso.
§ 2° – El día 1° de cada mes se hará un tanteo de la caja de la Administración por el
Rector, un miembro de la Junta gubernativa que ésta designará y el Secretario, cuya
diligencia que será firmada por todos juntos con el Administrador, se estampará en un
libro expresándose la entrada y salida del mes anterior, y la existencia o déficit que
resulte, de cuya diligencia se pasará por el Rector una copia a la Dirección General.
Este tanteo podrá efectuarse además en cualquier día en que el Rector lo estime
conveniente.

Art. 6° – El Rector nombrará dos individuos de la Junta de Gobierno que revisen y


examinen las cuentas del Administrador y expongan dentro de ocho días el juicio que
formen de ellas.

Art. 7° – El informe de los dos revisores será sometido inmediatamente a la Junta de


Gobierno para que examine las cuentas, las glose, oiga los descargos que diere el
Administrador y sentencia de treinta días, remitiéndose con el resultado
inmediatamente a la Dirección para su revisión y finiquito por el Tribunal de Cuentas.
§ único – Los fallos del Tribunal de cuentas en las del Administrador, tendrán ante los
Tribunales y en todo lo demás la fuerza de la cosa juzgada.
Dado en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.
Ley XI
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decreta:

De las relaciones que las Universidades conservan con las autoridades de la República
y con los otros establecimientos de educación.

Artículo 1° – El Poder Ejecutivo a excitación del Tribunal académico o dirección


general de estudios puede suspender al Rector o Vicerrector de la Universidad, por
abuso de autoridad o infracción de Ley en el ejercicio de sus funciones rectorales, con
la precisa condición de someterlo a juicio en Primera Instancia ante la Corte Superior
de Justicia, conforme a las Leyes, pasando a dicha Corte dentro de tres días los
documentos que hayan dado lugar a la suspensión; y resultando delincuente la Corte
podrá imponerles la pena de suspensión y hasta de deposición, según la gravedad del
delito.

Art. 2° – La Dirección de estudios, además de los actos que ejerce en virtud de la Ley
puede con consentimiento del Gobierno, suspender y aun deponer a los Catedráticos,
cuando el Tribunal académico por término del juicio que haya abierto, opine por la
suspensión o deposición, y haya mérito por ello.

Art. 3° – Para que los alumnos de los Colegios Nacionales, que prefieran pasarse a las
Universidades a examinarse, y aun a recibir el grado de Bachiller en ciencias
filosóficas, puedan hacerlo, los Rectores de los Colegios Nacionales enviarán
anualmente la matrícula de los alumnos cursantes de sus colegios con especificaciones
de la clase que cada uno cursa; y los alumnos que se presenten a examinarse y recibir
el grado, deberán producir los mismos documentos que ordena el artículo 3°de la Ley
VIII.

Art. 4° – Los que estudiaren gramática castellana y latina y los ramos de las Ciencias
Filosóficas en los Colegios y casas particulares de educación, serán examinados en
dichas ciencias y graduados de Bachilleres en las Universidades, siempre que en el
establecimiento a que pertenezcan hayan cursado las mismas materias asignadas a los
Colegios Nacionales por el mismo tiempo, y si presentan los comprobantes que
generalmente se exigen por el artículo 3° de la Ley VIII y tienen la actitud necesaria.
§ único – Los comprobantes de los números 2° y 3° del artículo 3° de la precitada Ley
VIII, relativos a los exámenes anuales, e informes del Vicerrector en las Universidades
y Colegios, sobre calificaciones de los alumnos, serán suplidos con la certificación
sobre estos mismos puntos, dada por el Director del Establecimiento particular de
educación y por respectivos catedráticos.

Art. 5° – En caso que se trasladen las clases científicas de la Universidad a otro local
que el que actualmente ocupan, las clases de lengua latina y castellana y ciencias
filosóficas y eclesiásticas quedarán en el actual edificio del seminario, formando su
régimen escolar, como ahora, una parte del establecimiento de las Universidades,
pagadas de sus mismas cajas, sometidas en todo a las autoridades de este cuerpo y
uniformadas con las cátedras de la Universidad

Art. 6° – El régimen interino o doméstico del seminario, queda como actualmente está,
sometido al ordinario eclesiástico, sin intervención alguna en el régimen escolar.
§ 1° – Cuando los colegiales quieran cursar las clases que estén en el otro local los
superiores del Seminario no impedirán que salgan a ellas a cursarlas, siempre que sea
conciliable con los estatutos del Seminario.
§ 2° – Para obviar cualquier obstáculo en este punto se pondrán de acuerdo el Rector
del Seminario y la Junta Gubernativa de la Universidad.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley XII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,
Decretan:

Disposición transitoria.

Artículo 1° – Las disposiciones transitorias respecto de la Universidad de Mérida irán


cesando a proporción que se vaya encontrando en capacidad de igualarse en todo a la
de Caracas a juicio del Poder Ejecutivo, previo informe de la Dirección de estudios.

Art. 2° – Quedando, abolida desde la publicación de este Código la colación del grado
de maestro en Filosofía y sustituido en su lugar el de Doctor en Ciencias Filosóficas,
debe entenderla que los actuales maestros conservan sus títulos, sus honores y asiento
en la Universidad, después de los Doctores ante de los Licenciados en los casos
universitarios; visten en cuerpo el mismo traje que los Doctores y Licenciados y
tendrán los mismos honores fúnebres.

Art. 3° – Los actuales maestros en Filosofía que quisieren permutar este título por el
de Doctor en Ciencias Filosóficas, deberán acreditar haber aprendido las materias del
segundo trienio filosófico en la Academia de Matemática, conforme a los artículos 15
y 17 de la Ley VI y ser examinados y aprobados en las mismas materias.

Art. 4° – El examen de estas materias será hecho previas las formalidades del
parágrafo 2° del artículo 9° de la Ley VIII y la presentación del título de maestro, por
el Director de la Academia de Matemáticas, acompañado de otros cuatro Jueces
elegidos por la Junta Gubernativa, y presidido por el Rector con asistencia del
Secretario. Durará una hora, en cuyo tiempo preguntará aquel Profesor. El fallo de
aprobación o reprobación se dará por los cinco Jueces a pluralidad absoluta.

Art. 5° – A proporción que vaya habiendo Doctores en Ciencias Filosóficas, irán


entrando en el número de los cuatro Jueces que con el primer profesor de la Academia
de Matemática hagan los exámenes.
§ único – Cuando todos los cuatro Jueces sean examinadores graduados, el examen
durará hora y media.
Art. 6° – Si el pretendiente de la permutación de grado fuere aprobado, recibirá la
investidura conforme al artículo 12, Ley VIII, y se le despachará el Título de Doctor
en Ciencias Filosóficas.

Art. 7° – Los derechos de esta sustitución del grado de maestro por el Doctor en
Ciencias Filosóficas, serán solamente las propinas de cuatro pesos el Director, dos
pesos a cada Juez, o cuatro pesos cuando sean examinadores graduados, la de cuatro al
Rector y seis al Secretario por diligencias, asistencia al examen y título. A las cajas se
abonará sesenta pesos por esta sustitución de grado.
Art. 8° – El catedrático que actualmente regenta una clase cuyos ramos de enseñanza
quedan por esta Ley divididos en dos cátedras, tendrá opción para escoger de ésta la
que más le convenga. Y aquellos cuya clase se suprima, escogerán entre las vacantes
de la misma ciencia, la que más analogía tenga con la que desempeñaban. Tanto los
primeros como los segundos tendrán en propiedad las nuevas cátedras sin necesidad de
concurso. Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. –
14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

Ley XIII
El Senado y Cámara de Representantes de la República de Venezuela, reunidos en
Congreso,

Decretan:

De las rentas de las Universidades.

Artículo 1° – Son rentas de la Universidad de Caracas:


1° La cantidad de doscientos pesos anuales que la Tesorería ha contribuido desde el
año de 1591 a sus dos cátedras de elocuencia (ahora de ejercicios latinos), y menores (
ahora de sintaxis latina), y que también fueron continuadas por el número 1°, artículo
72 de la Ley de Estudios de 10 de marzo de 1826.
2° La de mil noventa y un peso siete y cuarto reales, renta anual de veintiún mil
ochocientos treinta y ocho pesos cinco y medio reales, bienes de temporalidades de los
ex jesuitas, entrados en la Tesorería Nacional, o de que dispuso el Gobierno para otros
objetos, según consta de sus libros, conforme al certificado de los Ministros, y que
reconocía dicha tesorería en virtud del artículo 72 de la Ley de Estudios de 10 de
marzo de 1826. Asimismo, todos los principales de temporalidades que se descubra
que están en el caso de esta cantidad.
3° La renta fluctuante de quinientos a seiscientos pesos que abonaba la Tesorería de
diezmo de la suprimida Canongía lectoral, en virtud del número 6° del artículo 72 de
la citada Ley.
4° La cantidad de dos mil pesos de las vacantes mayores y menos de este obispado que
la extinguida tesorería de diezmos contribuía a la Universidad de Caracas, en virtud
del número 7° del artículo 72 de la citada Ley, y que reconoció y conservó la de
asignaciones eclesiásticas de 25 de abril de 1833.
5° Las rentas o réditos anuales asegurados o por asegurar, de los capitales que han sido
de primera fundación a favor de la Universidad, y que han estado siempre a cargo de
sus administradores.
6° Los capitales dejados por bienhechores o beneficios de alguna cátedra.
7° Las de obra pía de Cata con sus agregados de la hacienda de Miranda y demás que
posteriormente a su fundación la acrecieron, deduciendo sus gravámenes como son:
principales reconocidos en ella, estipendio del cura de Cata, y las contribuciones
anuales de fiestas, altares y limosna de pobres.
8° Las rentas de la obra pía de Chuao, después de cumplir con sus gravámenes de
limosnas a pobres, de cera y otros objetos de culto.
9° Las de la hacienda de caña dulce con su trapiche nombrado de Concepción, en la
jurisdicción de Tácata, que fue del canario José Antonio Sánchez Castro, aplicada a la
Universidad por decreto de 16 de marzo de 1827.
10. La manda benéfica de seis pesos que deben hacer los Doctores y Licenciados del
gremio y claustro de esta Universidad en su favor.
11. La cantidad de trescientos sesenta y tres pesos cinco y tres cuarto reales rédito
anual del capital de siete mil doscientos sesenta y cinco pesos seis reales fundada para
las clases de derecho canónico civil, y filosofía, que corren a cargo de la
administración del Seminario de esta ciudad, y fueron incorporadas a la Universidad
con arreglo al número 2°, artículo 72 de la citada Ley de 1826.
12. Las que en adelante le pertenecieren de las que fueron aplicadas por el artículo 72
de la expresada Ley.
13. Los bienes, rentas y edificios de los conventos suprimidos en esta capital
adjudicados a la educación científica en esta Universidad, conforme a la Ley de 23 de
febrero de 1837, confirmando el artículo 72, número 5° de la Ley de 18 de marzo de
1826, con exclusión de los 20.000 pesos de capitales aplicados al Colegio de
Calabozo, de los 20.000 pesos también de capitales, y de la casa número 111 de la
calle de las Ciencias, aplicados al Colegio de niñas de esta ciudad, y del edificio del
convento de la Merced, aplicado a la Facultad Médica; y sin perjuicio del contrato por
el Gobierno con Feliciano Montenegro.

Art. 2° – Las rentas de la Universidad de Mérida son:


1° Cinco mil ochocientos ocho pesos de principales impuestos de cinco por ciento.
2° Cuatro mil quinientos noventa y cuatro de principales impuestos al cinco por ciento
que pertenecían al convento extinguido de San Francisco, concedido por el Gobierno
español, para el fomento de los estudios del Seminario.
3° Las posesiones de San Jacinto, Osuna, Cacutico, de la Virgen, de Santa Catalina, de
Santa Juana, la hacienda de las Tapias, con la Pedregosa y sus vegas y Cacute que
pertenecían a las temporalidades de los extinguidos Jesuitas, y el Gobierno español las
aplicó para el fomento de estudios del Seminario de Mérida.
4° Los bienes, rentas y edificios del convento de Santo Domingo, suprimido en virtud
de la Ley 23 de febrero de 1837.
5° La hacienda de la Ceiba, en jurisdicción de Maracaibo.
6° Todas las demás posesiones urbanas o rurales ya declaradas a favor de los estudios
de la Universidad o del Seminario de Mérida, y las que estando actualmente litigiosas
o ignoradas se declaren pertenecer a dicho establecimiento de estudios.
7° La cantidad de 2.000 pesos de las vacantes mayores y menores de aquel obispado
que la extinguida tesorería de diezmo contribuía a aquella Universidad en virtud del
número 7° del artículo 72 de la Ley de 18 de marzo de 1826, y que reconoció y
conservó la de asignaciones eclesiásticas de 25 de abril de 1833.
8° La cantidad de 2.000 pesos con que auxiliará anualmente el Tesoro público a la
Universidad de Mérida.

Art. 3° – La incorporación que por esta Ley se hace de capitales y dotaciones de


propiedad de los seminarios o las rentas de las Universidades de Caracas y Mérida,
para mejor dotación de clases comunes a ambos establecimientos, por mutua utilidad
de ellos, en nada deroga el derecho de propiedad de los mismos seminarios en dichos
capitales y dotaciones.
Dada en Caracas, a diecisiete de mayo de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y 33°.
El Presidente del Senado, José Vargas. – EL Presidente de la Cámara de
Representantes, Manuel Felipe De Tovar. – El Secretario del Senado, José Angel
Freire. – El Secretario de la Cámara de Representantes, Juan Antonio Pérez.
Caracas, junio veinte de mil ochocientos cuarenta y tres. – 14° y
33°. Ejecútese.
CARLOS SOUBLETTE. – Por S.E. el Presidente de la República. – El Secretario de
Estado en los Despachos del Interior y Justicia, Juan Manuel Manrique.

16. DECRETO DE 8 DE MAYO DE 1847 AUTORIZANDO A LA


FACULTAD MEDICA PARA EXPEDIR TITULO DE PROFESIOR DE
CIRUGIA AL SR. PEDRO TOMAS SISO.146

El Senado y Cª de la Rª de Venezuela reunidos en Congreso, en vista de las


diversas solicitudes de Pedro Tomas Siso para ser admitido a examen en las materias
de Cirugía con el objeto de obtener título en esta profesión, decretan:

Art. Único. La Facultad Médica establecida en esta capital, admitirá a examen


en las materias de cirugía a Pedro Tomas Siso; y encontrándolo con la suficiencia
necesaria, le expedirá titulo de profesor en esta ciencia, reputándose como Cirujano
del extinguido Protomedicato.

Dado en Caracas a 6 de Mayo de 1847, 18º y 37º - El P. del S. Mariano, Obispo


de Guayana.- El P. de la Cª de R. Miguel Palacios.- El sº del S. José Ángel Freire. El sº
de la Cº de R. Juan Antonio Pérez.

Caracas Mayo 8 de 1847, 18º y 37º- Ejecutese.- José Tadeo Monagas.- Por S.
E. el P. de la Rº.- El sº interino de Eº en los DD. De lo I. y Jº Rafael Acevedo.

146
“Decreto de 8 de mayo de 1847 autorizando a la facultad médica para expedir titulo de
profesor de cirugía al señor Pedro tomas Siso”, en Ibid., p. 49.
17. LA RESOLUCION DEL CONGRESO DE 27 DE ENERO DE 1848.147

“El Senado y Cámara de representantes de la república de Venezuela reunidos en


Congreso.- visto el mensaje del Poder Ejecutivo en que haciendo manifestación del
actual estado de la República, pide autorización extraordinaria para conservar la paz y
el orden público. Resuelven: - Art. Único. Se autoriza al P. E. – 1. Para llamar al
servicio hasta diez mil hombres de la milicia nacional.- 2. Para negociar por vía de
empréstito hasta la suma de un millón de pesos, siempre que no puedan cubrirse los
gastos con las rentas ordinarias.- 3. Para que pueda usar la facultad 3ª del art. 118 de la
constitución por el término de 90 días, y – 4. Para conceder un indulto o amnistía
general de todos los actos o delitos políticos eleccionarios y de imprenta cometidos
desde que se sancionó la Constitución de 1830; y los demás generales y particulares
que dentro del término expresado de 90 días fueren necesarias.- Dada en Caracas a 26
de Enero de 1848, año 19 de la ley y 38 de la Independencia.- El Presidente del
Senado, mariano Obispo de Guayana. El Presidente de la Cámara de Representantes,
M. Palacios.- El de Representantes, J. A. Pérez.- Caracas 27 de enero de 1848, año 19
de la ley y 38 de la Independencia.- Ejecutese.- José Tadeo Monagas.- Por S. E. el
Presidente de la república.- El Secretario de E. en los despachos del Interior y
Justicia.- José tomas Sanabria”.

18. EL DECRETO DEL GENERAL JOSE TADEO MONAGAS,


PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, DE 27 de enero de 1848.148

“José Tadeo Monagas, Presidente de la República de Venezuela &c., &c., &c.,-


En uso de la autorización que se ha servido concederme el Congreso por su resolución
de esta fecha- Decreto.- art. 1. Se concede una amnistía general de todos los actos ó
delitos políticos eleccionarios y de imprenta cometidos desde que se sancionó la
Constitución de 1830 hasta el día de hoy.- art. 2. En virtud de la presente amnistía
quedaran en absoluta libertad para restituirse a sus casas o a donde les convenga todos
los que estén sufriendo cualquiera pena por dichos actos o delitos: se sobreseerá en las
causas pendientes 1y no podrá abrirse ninguna otra.- Art. 3. El Secretario de Estado en
los Despachos del interior y Justicia queda encargado de la ejecución de este decreto.
Dado: firmado de mi mano: sellado con el sello del Poder Ejecutivo y refrendado por
el Secretario de estado en los Despachos del interior y Justicia en Caracas a 27 de
Enero de 1848, año 19 de la ley y 38 de la independencia.- José Tadeo Monagas.- Por
S. E.- Tomas José Sanabria”.

147
“Resolución de 27 de Enero de 1848”, en Ibid., p. 405.
148
Eloi Chalbaud Cardona: Op. Cit., Tomo IV, pp. 476-477.
19. LA COMUNICACIÓN DEL SECRETARIO DE ESTADO EN LOS
DESPACHOS DEL INTERIOR Y JUSTICIA PARA EL ILUSTRISIMO
SEÑOR OBISPO DE MERIDA. 4 de febrero de 1848.

“República de Venezuela.- Secretaria de Estado en los Despachos del Interior y


Justicia.- Sección 2ª.- N 112- Caracas 4 de febrero de 1848 – 19ª de la Ley y 38 de la
Independencia.- Al Revº Señor Obispo de Mérida.- En circular de 25 de enero ultº Nº
50 dije a los Gobernadores de provincia, entre otras cosas lo que sigue “ayer ha tenido
lugar en esta ciudad un suceso escandaloso y lamentable. Reunida la H. C. de RR. El
q. suscribe se presentó en ella con el mensaje q. a su apertura le dirige anualmente el
P. E., i cuando se retiraba para cumplir con el mismo deber en la H. C. del senado, se
le detuvo pa. Qe. En unión de los otros dos señores Secretarios a quienes se mandó
llamar, informase sobre el estado de agitación en que se encontraba el pueblo y las
medidas de seguridad que se habían tomado. Semejante paso circuló inmediatamente.
En el mismo pueblo i fue interpretado por el como un acto de prisión i aun de muerte
de un Ministro de Estado, i la idea que él tenía de que la H. Ca. Dominada por un
partido trataba a todo trance de echar abajo la administración, nacida de los escritos i
de otras demostraciones peas. de ese mismo partido, i corroborada con la medida de
traslación de sus sesiones i de desconfianza del gobierno de dicha H. Ca. Al poner una
guardia numerosa cuyos jefes e individuos escojió ella misma fuera de la fuerza
armada i de personas abiertamente hostiles al P. E., llevó la efervescencia a tales
términos, que un grupo de ciudadanos, trató de entrar al local con el fin de libertar al
Ministerio habiéndosele disparado dos tiros de la gente de dicha guardia que estaba en
la puerta, se trabó un combate de que resultaron siete desgraciadas victimas de entre
los que estaban fuera i de los que se hallaban adentro i pretendieron salir en el
momento. A la primera noticia que tuvo el gobernador de semejante atentado, voló el
mismo excelentísimo Sr. Presidente de la república al lugar del suceso, i corriendo mil
peligros logró, auxiliado del sr. Gobernador de la Provincia i de algunos jefes y tropas
que iban concurriendo, dispensar a os combatientes de afuera que nunca llegaron a
entrar en el local. Mientras tanto pasaban escenas no menos escandalosas en el salón
de las Sesiones de la H. C. de RR. El Ministro que había sido detenido allí fue
insultado y amenazada su vida con puñales y pistolas, ya por los individuos de la barra
que invadieron dicho salón, ya por algunos Representantes, salvándose a favor de la
intervención de otros H. H. que impidieron la consumación del hecho.- cuando esto
sucedía la H. C. del Senado, permanecía tranquila en el segundo cuerpo del mismo
edificio, y salió inmediatamente de él, formada ek cuerpo, respetaba y victoreaba por
el pueblo que se había reunido. Los H. H. Representantes a medida que iban saliendo
del local, eran recibidos por ciudadanos respetables que los acompañaban seguros a
sus casas o a las que elegían de otras personas de su confianza.- pasados los primeros
instantes de tan lamentables sucesos, la tranquilidad pea. Fue restablecida, el Gobierno
ha dictado i continua dictando cuantas medidas están a su alcance para impedir que
vuelva a ser turbada, i ha dispuesto que se proceda contra los que resulten culpables:
las H. H. Cámaras continúan tranquilas y siguen en sus importantes trabajos, i todo ha
vuelto al carril de la ley. Tengo el honor de transcribirlo a VS Reva. De orden de S. E.
el Presidente de la República, para que impuesto del verdadero estado de las cosas, no
causen alarma a VS. Reva. Los informes exagerados que el temor o la malevolencia
esparzan sobre lo ocurrido en esta Capital; y parta que dejando oir su voz pastoral a
todos sus Diocesanos, les exhorte a la paz al respeto que deben tributar al Gobierno
como los consejos saludables del Evangelio y la doctrina justa y santa de la iglesia.-
Soi de VS. Reva. Mui atº Servº.- Tomas Je. Sanavria.
20. LA COMUNICACIÓN DEL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE
MARACAIBO AL ILUSTRISIMO SEÑOR OBISPO DE MERIDA. (7 de
febrero de 1848).149

“República de Venezuela.- Gobierno superior de la provincia.- Maracaibo Febº 7


de 1848- 19ª de la Ley i 38 de la Independencia.- Al Revº Señor Obispo de la
Diócesis.- con esta misma fecha digo al Sr. Gobernador de esa provincia lo que sigue.-
“tengo el honor de dirigir a VS. En copia autentica el acta popular de Maracaibo,
celebrada el 6 de los corrientes. A los pueblos de Venezuela, i muy particularmente a
las provincias occidentales no queda ya otro recurso. El asesinato del Congreso ha
colmado la medida del sufrimiento, i puesto en evidencia que el Jral. José Tadeo
Monagas aspira a la dictadura militar, acaudillando a los revolucionarios de 1846 i a
conocidos enemigos de las libertades publicas.- hace mucho tiempo que la imprenta
había denunciado esta tendencia; hace mucho tiempo que los ciudadanos amantes del
orden y de las leyes suspiraban por la mala situación del país, por el quebrantamiento
de la constitución i abrogación de las garantías populares que afianzan la libertad; pero
esperaban del Congreso el remedio, un remedio eficaz para curar tan acerbo malestar.
Mutilado hoi este cuerpo soberano por la muerte i la proscripción; amedrentando,
envilecido el resto de los representantes; coaccionado por el puñal, instrumento del
poder, se ha visto arrastrado a sancionar decretos que autorizan su exterminio i el de la
sociedad. En semejante conflicto los pueblos tienen un derecho perfecto, necesario,
para rechazar al tirano negándole toda obediencia como traidor a sus deberes. Así lo
demandan, la libertad ultrajada, el honor envilecido, la gloria nacional imperecedera
que nos legaron los próceres de la independencia.- en tan urgentes circunstancias, el
suscrito, correspondiendo ampliamente a la confianza de sus conciudadanos, acatando
las consideraciones debidas a las personas colocadas al frente de las provincias vecinas
i en su calidad de funcionario responsable, se dirige a VS. escitándole a promover el
pronunciamiento de esa provincia en el mismo sentido que tan espléndidamente lo ha
verificado Maracaibo; en la firme convicción de que el pueblo a cuya cabeza se
encuentra el suscrito no ahorrará sacrificios para afianzar aquel acto, cooperando, i
auxiliando a todos los demás pueblos de la República que los demanden. Con esta
misma fecha se ha dirigido a los señores gobernadores de Coro y de Trujillo;
esperando un resultado que haga homogénea la expresión del Occidente. De otro modo
la guerra ensangrentará este suelo sin fruto por que el triunfo nacional no es dudoso
cuando todos los elementos conspiran a afianzarlo. Remito a VS, varios impresos que
lo acreditan.- En la confianza, pues, de que en el corazón de VS. i de todos los
ciudadanos de Mérida tendrá una eficaz acojida i asentimiento el noble pensamiento de
Maracaibo, consignado en el acto popular de 6 del actual, no he titubeado un solo
instante en invocarlos a nombre del pueblo venezolano, de la libertad i del orden”.- lo
digo a V.S.R. para su inteligencia, esperando de su patriotismo al fin propuesto..- con
sentimientos de consideración i respeto me suscribo de VSR Su obediente serv.- José
A. Serrano.

149
Ibid., pp. 477-479.
21. SE LIBRA UNA ORDEN DE ARRESTO EN CONTRA DEL DR. PEDRO
JUAN ARELLANO. (26 de febrero de 1848).150

“Secretaria del Ynterior.- Sección 2ª.- Febrero 26 de 1848. Rest.- Digase al Sr.
Gobernador dela Provincia de Mérida.- Por comunicación del Exmº Sr. Presidente de
la hone. Cámara de representantes fha. 23 de los corrientes esta instruido el P.
Ejecutivo que el he. Representante por esa provincia Pedro Juan Arellano, se ausentó
sin permiso de dicha Cámara desde el 26 del mes anterior y por varios informes que ha
recibido que se embarco por la Guayra para Maracaybo que contribuyo en aquella
ciudad a su alzamiento con sus referencias y opinión y por último que salió oculto para
esa habiendo pasado por Valera esparciendo varias noticias contrarias a la tranquilidad
pea.- en consecuencia el P. Ejecutivo me manda decir a VS que dicte las ordenes mas
eficaces para que dicho Sr. Arellano sea apreendido y lo remita inmediatamente a esta
Capital con toda seguridad para ser interrogado en uso de la facultad 3ª del art. 118. De
la constitución de que se halla investido.- El Gobernador espera que V.S. dará pronto y
puntual cumplimiento a esta disposición que interesa a la conservación del orden y
tranquilidad pea. Soy Por S. E – Rúbrica”.

22. ALOCUCION DEL GENERAL JOSE ENCARNACION MORALES


GOBERNADOR JEFE POLITICO DE LA PROVINCIA DE MERIDA. (12
de abril de 1848).151

“José Encarnación Morales Gobernador, Jefe Superior Político de la Provincia.-


¡Compatriotas! La tea incendiaria de la discordia civil ha esparcido sus letales estragos
en alguna provincia de la República, y la de Mérida ha sido también victima de ellos,
llegando hasta el extremo de teñirse la superficie de su territorio con la sangre preciosa
de los venezolanos. Si es de lamentar esta calamidad, no es extraña en las épocas de
intestinas disensiones, pues el vértigo de las pasiones políticas siempre sofoca las
inspiraciones de la razón, siempre enajena el espíritu; en fin, siempre prepara terribles
males, ingentes tribulaciones a los pueblos, y para evitar que la sociedad caiga en una
completa aversión de los principios cardinales que afianzan su existencia, es preciso
acotar sus cerriles demasias.- ¡Conciudadanos! Dóciles a los intestinos de la
conservación nacional oigamos los gritos penetrantes del patriotismo, tratando de
neutralizar las causas desorganizadoras que conduciran la República a un completo
marasmo. ¡Habitantes de la Provincia! Colmado de un honra inmerecida he recibido el
preeminente encargo de presidir vuestros destinos en las circunstancias más críticas,
más angustiadas y difíciles que puedan afectar la condición social de un pueblo, las
cuales espero dominar hasta donde lo permitan las eventualidades públicas, con el fin
de restaurar la concordia que estrechará los lazos de la unidad político administrativa.
Agente de uno de los poderes nacionales que representa los principios de justicia, de
libertad y de cultura de la heroica Venezuela, debeis alimentar plena seguridad que las
leyes escritas, la conveniencia pública y la observancia de las instituciones serán la
pauta que normaran mi conducta oficial. Ajeno por carácter e inclinación de las
antipatías

150
Ibid., pp. 482-483.
151
Ibid., pp. 483-485.
personales, con anhelo decidido de sobreponerme a la influencia de pasiones vulgares,
y dirigido por una sana intención no temais que el ejercicio de mi autoridad se torne en
instrumento innoble de venganzas y de persecuciones. Escuchemos las tocantes
impresiones de la concordia y unión pues sólo de este modo se podrán restañara las
profundas heridas de la patria, restablecer el imperio legal y detener el desborde de los
diques que moderan y reprimen los desmanes políticos. Confiad en que Su Excelencia
el Poder Ejecutivo usará de una conducta magnánima é indulgente con respecto á los
pueblos que se han extraviado del carril constitucional; pero contad también con que
adoptará providencias enérgicas para preservar la República de nuevos escándalos y
turbaciones; pues los Gobiernos de principios y de leyes en tiempos de emergencias
serias sólo pueden llenar su misión, empleando los medios que aconseja la sana
política y que aplaude la filosofía del siglo. Os prometo que respetaré vuestras
garantías sociales, que acogeré las inspiraciones de la opinión imparcial y que
emplearé cuantos lenitivos estén a mi alcance para disminuir las públicas aflicciones,
esperando empero que vosotros prestareis vuestros recursos para sostener las
instituciones juradas y que observareis una conducta pacífica y obediente a las leyes y
a los magistrados. Si en el corto tiempo de mi administración yo pudiese contribuir a
consolidar la paz y a mejorar la condición de los pueblos, quedarán cumplidos mis
fervientes votos, porque vuestra dicha será mi única ambición y el promoverla el
objeto de mis desvelos incesantes.- Dado en Mérida a 12 de Abril de 1848. -19º de la
Ley y 38 de la Independencia. (Firmado) El Gobernador José Encarnación Morales. –
Refrendada. – El Secretario, Miguel La Rota. . Mérida: Imprenta de José María Osorio
Calle la Igualdad. 1848”.

23. CAUSA SEGUIDA POR CONSPIRACION AL DOCTOR RICARDO


LABASTIDA. (17 de octubre de 1848).152

Contra el Doctor Ricardo Labastida se siguió causa por conspiración en el Juzgado


de la 1ª. Instancia del 2º Circuito de Trujillo. El expediente comienza con la actuación
del 19 de octubre de 1848 y consta de seis folios. Los datos que aquí consignamos se
encuentran en el Legajo 15, Carpeta Nº 43 de la Secretaría del Interior, Sección 2ª.
Tomo CCCLXXX, y que se custodia en el Archivo General de la Nación.

Cuando en marzo de 1848 el señor General Florencio Giménez invadió los


pueblos de los Andes, El Ilustrisimo Señor Boset, comprometido como estaba por
haber proclamado en Mérida la Dictadura de Páez, emigró a Maracaibo y allí se
encontró con el Dr. Labastida, opositor al gobierno del señor General José Tadeo
Monagas. De las conferencias que ambos sostuvieron resultó el viaje que su
Ilustrísima hizo a Aruba, en la barca “Cora”, hacia donde se embarcó el 22 de mayo.
Es de advertir que, según lo relata el mismo Dr. Labastida, éste le aconsejó al Sr.
Bosett volver a Mérida, lo que se negó hacer; más, cuando el Presbítero Manuel
Romero, oriundo de Maracaibo y cura en Araba, le insinuó y consiguió que el
reverendo Obispo regresara a Venezuela “faltando así aquel a sus deberes de la
hospitalidad y de la moralidad”- hubo de arrepentirse el Prelado de no haber atendido

15 Ibid., pp. 485-487.

151
a los consejos del Dr. Labastida. Reembarcado en La Vela,

15 Ibid., pp. 485-487.

151
por órdenes del Gobernador de la Provincia de Coro, Señor Diez, el Señor Boset se
dirigió a Curazao, donde fue huésped del Obispo católico de la isla.

El Doctor Labastida, luego de embarcar al señor Boset para Araba, se marchó a


Trujillo, para velar por su familia, con pasaportes de los señores Gobernadores de
Maracaibo y Trujillo. El 17 de junio se presentó ante el Tribunal de la 1º Instancia del
2º Circuito radicado en Bócono, solicitando ser sometido a juicio. Habiendo dispuesto
el Juez remitirlo a Barquisimeto a disposición del Gobernador, “donde lo estaban sus
co- hermanos de alzamiento”, el Dr. Labastida enfermó y fue pasado a la casa del Jefe
Político de Boconó, que lo era entonces el señor José Gabaldón, para que allí se
repusiese de sus males; pero sucedió que cuando ya la escolta está lista para
conducirlo a Barquisimeto, se fugó de la casa del Señor Gabaldón y se escondió en el
páramo de carache, donde muchos otros enemigos del gobierno estaban refugiados,
entre ellos el Licenciado Rodrigo N. Briceño, y sin que el señor Gabaldón pudiera dar
con ellos.

El 16 de octubre el Tribunal de 1º Instancia dictaminó que no resultando de este


expediente otro cargo contra el Dr. Labastida que el de haber suscrito el acta que se
levantó en esta Villa el 4 de marzo último adhiriéndosela pronunciamiento de Trujillo,
este cargo se desvirtua por varias razones que el tribunal pasa a considerar”; y luego de
las consideraciones anunciadas, “el Tribunal en nombred e la República y por
autoridad de la ley, corta esta causa en providencia, declarando que la sumatoria
instruida para averiguar la conducta del Dr. Ricardo Labastida por el delito de
conspiración, no perjudica en cosa alguna su honor y buena reputación y por
consiguiente no afecta sus derechos civiles y políticos como ciudadano de Venezuela y
póngasele en plena libertad”.- Se dispuso consultar el auto a S. E. La Corte Superior.
Firman el Juez Señor Ramón Maria Alfonso y el Secretario señor Ricardo Parra.

24. EXPEDIENTE RELATIVO A LA REMOCION DE EMPLEADOS DE


LA UNIVERSIDAD DEBIDO A LOS SUCESOS POLITICOS DE 1848.
(25 de febrero de 1849).153

El 23 de febrero de 1849, el Maestro Miguel Maria Candales, Secretario de la


Universidad, convocó de orden del señor Rector, Doctor José Francisco Mas y Rubi, a
los señores universitarios Doctores Ciriaco Piñeiro, Eloy Paredes, José Emigdio
González, Antonio José Erazo, Caracciolo Parra, Asunción Contreras, José de la Cruz
Dugarte, Nicolás y. Correa, Esteban Arias, Ramón Almarza, Maestros Juan de Dios
Picón y Juan José Maldonado y Licenciado Pedro Monsalve, Gabriel Briceño, Felipe
Méndez, y José de lña Merced Pineda, para una reunión en “la sala de sus sesiones a
las cuatro de la tarde de ese mismo día con el objeto de tomar en consideración un
asunto de que dará cuenta en la ocasión”, según reza la convocatoria.
Atendida la citación, se reunieron a la hora fijada los Doctores Rector Mas Y
Rubí, Piñeiro, Alvarado, González, Erazo, Parra, Contreras, Dugarte y Correa, el
maestro Picón y los Licenciados Monsalve, Briceño, Pineda y el Secretario Candales
expuso entonces el señor Rector que el objeto de la reunión era el de considerar “que

15 Ibid., pp. 487-498.

152
siendo cierto de pública notoriedad el haberse dirigido al Señor Comandante General
de

15 Ibid., pp. 487-498.

152
Operaciones de Occidente Sor. Coronel Florencio Giménez una acusación o delación
contra los catedráticos, Rector y Vicerrector de esta Universidad, pidiendo en ella la
remoción de sus empleos y remisión de sus personas a la Capital de la República por
desafectos al gobierno, lo hacía presente al Claustro Universitario para que tomando el
asunto en consideración resolviera lo conducente en el particular”.
Luego de considerado el asunto suficientemente se dispuso, por moción hecha
por el Licenciado señor Monsalve y Doctor Correa, nombrar una comisión para
presentar al día siguiente, a las cuatro de la tarde, un informe sobre lo que conviniese
acordar. Esta comisión quedó integrada por los doctores Rafael Alvarado y Caracciolo
Parra y Licenciado Pedro Monsalve.
Abierta la sesión del día 24 conforme a lo convenido, asistieron a ella los
señores Rector Mas y Rubí, González, Alvarado, Erazo, Piñeiro, Correa, Parra,
Monsalve, Briceño, Picón, Pineda y el secretario Candales.
La comisión presentó el informe de que había sido encargada y fue aprobado.
Seguidamente se acordó que con la resolución que recayese del señor Comandante
General de Operaciones, se enviase copia a la Dirección General de Estudios y se
mandasen imprimir ambos documentos, dando cuenta de ello a la Junta Gubernativa
para que acordase el gasto de la impresión.
El día 25 de febrero se celebró otra sesión, con la asistencia del Rector Dr. Mas
y Rubí y de los señores Piñeiro, González, Alvarado, Erazo, Arias, Correa, Parra,
Monsalve, Briceño, Pineda, Picón, y el Secretario Candales. Seguidamente la comisión
nombrada para presentar al señor Comandante General de Operaciones la exposición
del claustro universitario, de que tratan las actas anteriores, salió a cumplir su
cometido.
Luego se acordó, por moción hecha por los Doctores Alvarado y González,
“nombrar una comisión que instruyese al Gobierno y al público de la buena conducta
política que el respetable Claustro de la Universidad ha observado desde que las armas
del Gobierno ocuparon la Provincia en 10 de abril último, valiéndose de los medios
que juzque conveniente”; y habiendo sido informado el Cuerpo de que el señor
Comandante General de Operaciones enviaría una comisión a las cuatro de la tarde
ante el Claustro Universitario, elñ señor Rector suspendió la sesión para reunirse de
nuevo a la hora indicada y recibir aquella debidamente.

Reunidos nuevamente los mismos señores universitarios, se continuó la sesión.


Recibida la comisión que se esperaba, “con el estilo y etiqueta en uso”, ésta dijo: “que
el señor comandante General de Operaciones de Occidente había recibido con
satisfacción la exposición que con un oficio del Rector le había presentado una
comisión del seno universitario; que no era posible al Sor. Comandante de
Operaciones resolver en el asunto y remitir al Cuerpo su determinación, por la
premura del tiempo, pues estaban ya de marcha para Trujillo; que en dicha ciudad se
ocuparía del negociado y remitiría la resolución que recayera; y que sentía alta y
sinceramente el señor Comanadante que se hubiese molestado la atención del Cuerpo
Acádemico por los motivos que ocasionaron esta ocurrencia. Concluye la comisión,
manifestando sus atenciones y respetos al Cuerpo, y se retiró con todas las
formalidades de estilo”. Y concluyó el acto.
Esta acta como las anteriores, esta firmada por los señores Rector, Dr. José
Francisco Mas y rubí y Secretario de la Universidad Maestro Miguel Maria Candales.

153
25. INFORME DE LA COMISION NOMBRADA EN LA SESION DEL
CLAUSTRO UNIVERSITARIO Y QUE EL SEÑOR RECTOR ENVIO
CON OFICIO AL SEÑOR COMANDANTE GENERAL DE
OPERACIONES DE OCCIDENTE. (25 de febrero de 1849).154

“Señor Rector
La Comisión encargada de presentar el informe sobre lo que conviene
acordarse por el claustro universitario respecto de las medidas que se piensan tomar
para remover de sus destinos a los empleados desta Universidad, opina que se diga al
Sr. Comandante General de operaciones de las provincias de occidente Coronel
Florencio Jimenes residente en esta Capital lo siguiente.

Señor
Es notorio en esta Ciudad que el alumno de la Universidad José Feliz Soto ha
presentado a VS. una difusa solicitud imputando a los catedráticos del establecimiento
faltas, ya por omisos en el cumplimiento de los deberes académicos, ya por desafectos
y enemigos del gobierno y de las instituciones patrias. Indica el delator por testigos
idóneos de sus acertos a los Señores Ldo. Gregorio Cegarra, Br. Pablo Celis, Ldo.
Tomas del Pino Quintana y Antonio y Domingo Trejo: de orden VS. se han evacuado
en el Juzgado de la 1ª. Instancia las disposiciones de estos testigos y la del
denunciante, y ha sido devuelto a VS. el espediente, ignorándose hasta hoy la
resolución que haya recaído, e igualmente el curso que se le piense dar y los trámites
que se observen.
Ocurrencia tan grave por la naturaleza de su contenido, por el ataque que
reciben los funcionarios del cuerpo académico, por la indecible, grande y general
alarma que ha formado en esta población y por lo funesto y trascendental de sus
consecuencias para las familias y la causa de las letras, ha obligado al claustro
universitario a ocuparse seriamente de este negociado para llenar sus altos deberes y
salvar su responsabilidad legal y moral, no sólo ante la gran familia Venezolana sino
ante el mundo civilizado. Es indudable que las notorias y horrendas calumnias
prodigadas a los empleados todos de la Universidad con solas dos esepciones, hieren
profunda y directamente a unos servidores de la patria largo tiempo consagrados con
esmero a un servicio sublime, de la mayor importancia social, servicio grandioso que
hasta hoy, bajo los mismos directores, ha dado óptimos frutos a la Sociedad
venezolana. Los muchos hombres que de este gran semillero de instrucción han salido
para servir a la Yglesia y al Estado en diferentes épocas y en diversos puestos, aún de
las más eminentes en estas dos líneas; el fondo del moral que en el desempeño de sus
respectivos ministerios han desplegado y la reputación que por tal razón este
establecimiento se gloría haber merecido en la República, son testimonios propios e
irrefragables así de la eficacia con que los directores del establecimiento han
desempeñado sus deberes en todos tiempos para formar el entendimto de la juventud,
como de su honradez para dirijir el corazón juvenil con las máximas de una moral
pura, acendrada, así que la publicidad con que es conocida la verdad de estos acertos,
patentiza que jamás se han inculcado en el espíritu de los jóvenes doctrinas perniciosas
a la moral humana y religiosa ó antisociales ó contrarias a los principios
verdaderamente republicanos que nos rijen. Las injustas imputaciones contenidas en el
denuncio que se ha dirijido a VS. las seran también hasta en lo más íntimo el honor del
establecimiento en general; es por estas razones que la Universidad en cuerpo es parte
esencial de en esta causa, tiene directo interés y deberes presente en las leyes que la
organizan y que la obligan a fijar su atención entera a fin de
154
Ibid., pp. 487-498.
impedir el desdoro con que limpiamente, se ha pretendido mancillarla y evitar en
beneficio general el desquiciamiento de este plantel que la Sociedad necesita para
cumplir sus fines primordiales; plantel que el gobierno protege con predilección. La
Universidad, por tanto, pide y está siempre dispuesta a pedir audiencia en la forma
legal y a suministrar cuantos datos sean conducentes para desvanecer si fuese preciso
las ofensas que se le han irrogado y para conservar ileso el derecho que tiene a que se
la repute inocente y fiel cumplidora de su gran misión.
El cuerpo académico no vacila un instante en creer que la ilustración y rectitud
de VS. en la secuela que se dé a este asunto, hagan observar escrupulosamente las
fórmulas que prescriben las leyes y sancionan todos los principios para que ni el
cuerpo en general ni alguno de sus miembros sufran la pena de ser privados de sus
destinos o alguna otra sin otorgárseles amplia defensa como en todos los casos en que
se imputa una acción punible: es este un derecho imprescriptible acordado por la
voluntad suprema de las leyes naturales; esta sancionado por todas las asociaciones
políticas y entre nosotros consagrado por explícitos canones. Así por el artículo 189.
del pacto fundamental no puede ser limitada la libertad que los venezolanos tienen de
reclamar sus derechos antes los depositarios de la autoridad pública; antes bien deben
hallar un remedio pronto y seguro contra las ofensas y daños que sufrieren en los
objetos que hacen cara la existencia y cuya conservación es el fin primario de las
instituciones políticas. Por los artículos 195 y 196. los venezolanos no pueden ser
distraídos de sus jueces naturales, ni juzgados por comisiones especiales o tribunales
extraordinarios; tampoco sometidos a juicio y menos castigados sino en virtud de ley
anterior a su delito o acción y después de citados, oídos y convencido conforme a los
tramites que las leyes establecen. Está el cuerpo satisfecho del respeto que VS. Profesa
a estos dogmas constitucionales como del tino y prudencia con que VS. se ha
conducido en el desempeño de los empleos y cargos que le ha confiado el Supremo
Gobierno, especialmente cuando le ha sido preciso obrar en esta provincia. Séale
permitido a esta corporación invocar las disposiciones estatuidas por la ley que la rige,
para los casos en que haya mal desempeño de los deberes académicos de sus
empleados; de conformidad con los artículos 1º, 7º, 8º, y 9º de la ley 5ª. Del código de
Instrucción Pública es el tribunal académico el Juez natural para imponer a los
Catedráticos multas desde diez hasta cien pesos, o la suspensión por tiempo
determinado, o la destitución total de sus destinos, previo juicio formal: y el Rector,
Vicerrector y Junta Gubernativa pueden imponer las penas menores que dichos
artículos determinan. Si las faltas fuesen delitos comunes, la misma ley y las generales
de la República no consienten la imposición de algún castigo son que la denuncia o
acusación del hecho criminal sufra religiosamente. La discusión judicial que en ellas
se establece. No de otra manera ha querido S. E el P. E. que se proceda en las
circunstancias actuales. Así lo evidencian las diversas providencias que ha espedido
por consecuencia de los disturbios políticos que en esta época han azotado dura y
dolorosamente. Al país. En este sentido esta concebida la circular a los Gobernadores
de
27 de abril ultimo consignada en la Gaceta de Venezuela nº 912., por ella los
Gobernadores no pueden remover de sus destinos a los empleados que se reputen
hostiles al gobierno, si no son de aquellos cuya remoción les permitan las leyes:
debiendo instruirse informaciones sumarias respecto a los demás, para remitirlas con el
informe correspondiente al P. E., ya para separar de sus destinos a los que dependen de
él, ya para remitir los documentos para los tribunales competentes para que sean
encausados los que sea necesario. En armonía con esta resolución se han expedido
otras en diversas fechas; pero es muy notable la de 23 de diciembre ultimo que corre
en la misma gaceta numº 946. Por ello se han reformado cuantas han precedido.
Inculca, recomienda y encárese en ella el Supremo gobierno sentimientos
filantrópicos y
principios de la mas estricta justicia; pues exige que en los procedimientos que se
formen a los reputados desafectos y enemigos del gobierno, sean nacionales o
extranjeros, se observen y hagan observar por los funcionarios públicos, en todas
ocasiones y con religiosa circunspección las garantías que le conceden la constitución
y leyes; y declara que toda infracción de estos principios es un delito cuya
responsabilidad hará efectiva. Sin embargo en el mencionado escrito de denuncio se
aspira a que VS. proceda con la irregularidad e ilegalidad que explican los términos en
que esta concebido especialmente en su parte final.
Cuando S.E. el P.E. en su mensaje ultimo al cuerpo legislativo asevera que
“solo esperan los mandamientos de la ley”, y anuncia que con pocas excepciones
pronto volverán al seno de la patria y al goce de los derechos individuales los
venezolanos descarriados, es un contrasentido palpable la bárbara pretensión que
tienen algunos enemigos de este establecimiento científico de que se proceda contra
sus funcionarios sin observar las formalidades legales, causándole una herida que
pugna con los deseos humanitarios que manifiesta el gobierno de echar un bálsamo
sobre los sufrimientos pasados.
Tan conocida y general es la inquietud que la medida solicitada ante VS ha
excitado en los alumnos de esta universidad y en los padres de familia, que este cuerpo
no teme asegurar que hay un riesgo positivo y grande de que este disgusto que ha
llegado a ser intenso, acarree un perjuicio grave a los cursantes, a las familias y a la
comunidad, ya por que no merezcan la confianza del público, los que, según se sabe
por notoriedad, anhelan la vacante de los destinos académicos para ocuparlos ellos:
pertenecen a estos el denunciante y algunos de los otros deponentes. Si las familias
están satisfechas de la moral y buen desempeño de los que hoy están encargados de la
educación de la juventud y están disgustadas por la ambición que otros tienen de
encargarse de este noble y delicado ministerio por medrar y satisfacer resentimientos
mas que por algún estimulo aplausible, es cierto que la innovación en la Universidad,
está acompañada de todas las probabilidades de sufrir el establecimiento y el interés de
todas un retroceso ruinoso.
R. Alvarado.- P. Monsalve.- Caracciolo Parra
(El informe anterior fue enviado, con fecha 1º de marzo siguiente, en copia, a la
Dirección General de Instrucción Pública, de los cual quedó constancia en el
respectivo copiador).

26. REMOCION DE EMPLEADOS DE LA UNIVERSIDAD. INDULTOS. (27


de abril-18 de diciembre de 1849).155

Nota del señor Gobernador de la Provincia


Al señor Rector de la Universidad
27 de abril de 1849

“República de Venezuela.- Gobierno de la Provincia- N. 139. Mérida abril 27 de


1849. 20 y 39.- Sr. Rector de la Universidad. El Señor Srio de E. en los D D. del
Ynterior i Justicia me dice lo que copio.- R. de V.- Sría. De E. en los D D. del Ynterior
i Justicia – Sección 4ª.- Nº 49.- Carácter 23. de marzo de 1849. año 20 de lei i 39 de
la

155
Ibid., pp. 508-514.
Independencia.- Señor Gobernador de la provincia de Mérida.- se ha impuesto el P.E.
de la nota de VS. de 9 de Junio ultimo, en que consulta, si habiéndose acogido todos
los empleados de esta Universidad a la gracia del indulto de 11 de Mayo, están
comprendidos o no en la prohibición contenida en el articulo 3º de dicho decreto; i S.
E. me ha ordenado contestar a VS., que es bien clara y terminante la disposición de
dicho indulto, puede i que por tanto ningún empleado agraciado por dicho indulto,
puede continuar en el desempeño de su destino sin obtener su rehabilitación. Tengo el
honor de decirlo a VS en contestación – Con perfecto respecto soy de VS. mui
obediente servidor
– J.R Revenga”.- y lo transcribo a U. para para que como Jefe de ese establecimiento
disponga lo conveniente a fin de que se cumpla con lo dispuesto en la nota preinserta
soi de VS mui attº servidor.- Manuel M. Ramirez”.

Contestación del señor Rector de la


Universidad al señor Gobernador de la
Provincia
5 de mayo de 1849

“Sor. Gobor.- 5 de mayo de 1849.- Consultada la Junta de Inspección y


Gobierno de esta Ylustre Universidad como es de mi deber sobre la nota de Usa. De
27 del mes q. espiró númº 139. en que se sirve insertar la del Sr. Ministro de Ynterior
y Justicia de 23 de Marzo númº 49, respondiendo a la consulta de 9 de junio ultimo de
esa misma Gobon. Sobre los empleados de esta Universidad con relación al indulto de
11 de Mayo anterior, oido el dictamen de una comisión, acordó que yo diga a US, lo
siguiente.- S. E el supremo P. E. recibió desde entonces la citada consulta de la Gobon.
De 9 de Julio, consulta juiciosa, según se sabe, por sus términos y fundamentos y S. E
no se había servido resolverla en 9 meses, porque sabio y próvido consideró los
términos y fundamentos de ella, y con su silencio proveyó lo q. convenía. El Sor.
Gobor. de aquel año obrando con el mismo tino, no hizo novedad respecto de los
empleados de la Universidad bajo la segura tásita aprobaen. del Supremo Gobierno.
Posteriormente recibió la declaratoria de la misma Superioridad q. se publicó en esta
misma ciudad en (ilegible) de octubre siguiente, por la cual todos los indultados
quedaron en el libre uso de los derechos de ciudadano y hábiles para obtener destinos
públicos. Ya para esa fecha ó mucho antes de ella, se había tenido en la Gobon. La
Junta calificadora de las personas
q. debieran ser condenadas, y como ninga. hubiese de de esta clase, así se informó á
S.E., sin q. se molestase á nadie por este respecto. También estaban ya en la Gobon.
las ordenes de S.E. el P.E. q. hablan sobre deposien. De empleados sospechosos ó q.
no mereciesen la confianza del Gobno., discriminando los q. podían serlo por la
Gobon., de los que estaban fuera de su jurisdicción, con las reglas q. para el caso
debían observarse, y tampoco fueron molestados los desta Universidad, sobre los q.
estaba pendiente la consulta especial de 9 de junio. Ellos por tanto han continuado á
ciencia del Gobno. Cumpliendo en sus cargos, como también muchos indultados, y
aún no indultados, desempeñando destinos públicos.
Dejó la Gobon. el Sr. Teniente Coronel José E. Morales q. la desempeñaba y
fue el q. elevó la consulta, y entró á servirla interinamente el Sr. José Gregorio
Villafañe. Este Sr. informó de motu propio, según se supo de positivo y se había
anunciado junto con su venida, á S.E. el P.E. contra los empleados de la Universidad
(sin nueva delincuente de estos, es claro), y en el mismo tiempo se formó por denuncio
de un particular un proceso atribuyéndoles conspiración y desafección al Gobno.,
prosedimto.
q. se meditó y deliberó en junta formada al caso, y en q. se designó la persona q. debía
ser delator, con el objeto de alcanzar por este nuevo medio la deposición de dichos
empleados y su conducción presos por q. la prudencia y tino del Sumpo. Gobierno
callaba sobre este punto. De este proceso tomó conocimiento el Sor. Comdte. Gral de
Operaciones de Occidente, quien después de algún lapso de tiempo lo elevó a S.E. el
P.E. para resolución con alguna parte de defensa q. algunos catedráticos pudieron
hacer á fuerza de indagar el contenido calumnioso del misterioso proceso. A favor de
unas copias q. se dignó dar el Sor. Comandante Gral. Pudo hacerse la defensa q. se
elevó a
S.E. el P.E., y q. llegó á la Capital del Estado mui enseguida del proceso.
Dedúcese de aquí q. habiendo continuado los empleados de la Universidad en
el desempeño de sus oficios con el conocimiento tásito del Gobno., por una nueva
tentativa el negocio se hizo escrito, y por fortuna de los empleados se elevó al solio de
la justicia en donde pende por su resolución, q. sin duda la tendrá sin q. obste la nota
del Sor. Ministro q. VS. se sirve insertar, la cual fue dada sin duda por la exitación del
Sor. Gobor. Villafañe en los momentos antes de llegar el proceso al ministerio. Es muy
buena prueba de este cómputo los sucedido en la deposición del Sr. Dr. Manuel Ponce
de lechón del juzgado de la Instancia de este circuito q, desafecto al Gobno. Y por
materia de Elecciones, la cual habiendo marchado mucho antes del informe contra los
empleados de la Universidad, su resultado apenas acaba de dictar.
No es solamente pa. probar el cómputo dicho q. se citó la resolución sobre el
Sr. Dr. Ponce, es también para demostrar el ejemplo y norma que da el Supremo
Gobno. de la estrecha obligación qe. hay de guardarse en todo las fórmulas
establecidas por las leyes y pr. El mismo Gbno., sin lo cual la marcha de los negocios
públicos serían un caos de desaciertos. Por parte de este Rectorado y de la Junta hay la
mejor disposición de observar todas las leyes y disposiciones establecidas con la
última exactitud, y en este concepto tengo el honor de decir a VS. que quedo entendido
de lo q. contiene la citada nota de 27 del q. espiró q. contesto y sobre la cual con esta
mismo fecha me dirijo á S.E. el P.E. por conducto de la Dirección gral. De instrucción
pública con las inserciones necesarias. -Soy de VS. muy atto serv. – Je. Franco. Mas y
Rubi”.

Nota del señor Gobernador de la


Provincia Dirigida al señor Rector de la
Universidad Sobre la remoción de los
empleados
18 de diciembre de 1849

“República de Venezuela.- Gobierno Superior de la Provincia N. 234.- Mérida


Diciembre 18 de 1849.- 20 y 39.- Sr. Rector de la Y. Universidad.- El señor Secretario
de E. en el D. del Ynterior y Justicia, con fecha de 20 de junio último Sección 4ª. Nº
172 dice a esta Gobernación lo siguiente.- “los empleados de esa Universidad que
firmaron el acta de pronunciamiento desconociendo al Gobierno o que de cualquiera
otra manera conspiraron y se acogieron después al decreto de indulto de 11 de Mayo
del año anterior, quedaron por este hecho inhábiles para continuar en los destinos que
desempeñaban cuando delinquieron según lo expresa el art. 3 del decreto citado; y por
consiguiente todos los que se encuentran en este caso ser removidos de las Cátedras o
destinos que ocupan desde que el Gobierno resolvió en 23 de Marzo último la consulta
que sobre la materia se le dirigió por esa Gobernación en 9 de junio del año anterior, y
aquellos que no lo hayan sido hasta la fecha deben serlo inmediatamente. Tengo el
honor de decirlo a VS en contestación a las notas que sobre el particular ha dirigido a
este ministerio, y para que esta resolución tenga el más pronto y debido
cumplimiento”.- lo transcribo a VS para que el las elecciones de esa corporación que
deben practicarse al 20 de los corrientes se tengan presentes las prevenciones de S. E.
el P. E. contenidas en la resolución inserta.- Soy de Vs. atento servidor.- J. G.
Villafañe”.
El señor Rector de la Universidad acusa recibo al señor Gobernador de la
provincia de la nota anterior
19 de diciembre de 1849.

“Sor Gobor. – Puse en consideden. de la R. Junta de G. que tengo el honor de


presidir la nota de VS. de ayer nº 234 en que. se sirve insertar la del Sr. Ministro del
Yntor. De 20 de Junio ultº secen. 4ª. Nº 172. relativa a la remoción de los empleados
de esta Univd. qe. firmaron el acta de pronunciamtº y se acogieron al indulto de 11 de
Mayo del año antor., pa. qe. en las elecciones qe. deben hacerse mañana 20. se tengan
presentes las prevenciones de S.E. el P.E.
La Junta consideró la materia con la debida detención, y acordó contestar á
VS.: que las elecciones qe. van á verificarse mañana son las que previene la Ley 4a.
del Código de Ynston. pubca., con las cuales no tiene relación la nota del Sr. Ministro
inserta en la de VS.; pº qe. sin embargo se tendrá presente: Que respecto de su
contenido ó remoción de empleados de qe. ella habla, luego que se recibió la nota de la
Gobon de 27 de Abril nº 139, se ocurrió a S.E. el P.E. por medio de la Diron. Pidiendo
la rehabiliton. de qe. ella trata, cuyo resultado aún no se ha obtenido, como tampoco se
ha comunicado la remoción pr. Conducto de la misma Dirección que es el establecido
pa. las Universidades y Colegios: que sabiendo posteriormte. pr. órgano seguro qe.
S.E. el
P.E. no quiere llevar a efecto dha. remoción, la Junta ocurrió de nuevo pidiendo á S.E.
se sirviera declararlo así, y ya no puede tardar la resolución: que mientras tanto,
pendiente este negociado nada menos qe. ante el mismo Supremo Gobno., la Junta
descanza tranquila en qe. S.E. reconoce á los citados empleados pr. legítimos y en
legal ejercicio de su oficio, como se comprueba con la corresponda. Corte. De la
Dirección gral. En todo lo qe. ocurre, sin qe. se haya notado la menor novedad, y con
la lica. Normalmente concedida pr. S.E. al Sr. Dr. E. Gonzs., qe. á la letra es como
sigue.
Con lo qe. contesto la espresada nota de VS.
Tengo el honor de suscribirme de VS. muy attº servor.
Jose Pepe Mas”

27. LEY DE 21 DE ABRIL DE 1849 REFORMANDO LA N. 603 QUE ES LA


8ª DEL CODIGO DE INSTRUCCIÓN PUBLICA SOBRE GRADOS
UNIVERSITARIOS.156

(Derogada por el Nº 791.)

El Senado y Cª de r. de la Rª de Venezuela reunidos en Congreso: decretan.

LEY VIII DEL CODIGO DE INSTRUCCION PUBLICA

De los grados e incorporación de los grados en otras Universidades.

Art. 1º Las universidades por medio de sus rectores son las únicas autoridades
literarias que confieren grados académicos de bachilleres, Licenciados y Doctores, a
los que habiendo ganado los cursos necesarios den una prueba pública y cierta de la
aptitud
156
“Ley de 21 de abril de 1849 reformando la N. 603 que es la 8ª del código de instrucción
pública sobre grados universitarios”, en Leyes y Decretos…, Tomo II, pp. 452-456.
que cada grado exige. Estos grados habilitan para diferentes efectos civiles y
eclesiásticos.

& Único. Los Colegios Nacionales tienen también la facultad de conferir


grados de bachiller en las ciencias filosóficas, siempre que sus alumnos hayan
cumplido con los requisitos de matrícula, cursos de estudios, materias de estos, tiempo
de duración y exámenes anuales; y sufrieren el examen del grado de bachiller por el
mismo numero de examinadores, y con las propias formalidades que en las
universidades.

Art. 2º Ni la junta gubernativa, ni la examinadora de los colegios, ni el poder


ejecutivo podrán dispensar alguna de estas formalidades, que deben ser perfectamente
iguales para todos los venezolanos.

Art. 3º El pretendiente de grado de Bachiller en ciencias filosóficas, lo


solicitará ante el rector por un memoria documentado: 1º con las certificaciones
anuales de los respectivos catedráticos, que prueben haber cursado los tres años del
trienio filosófico: 2º con el secretario que acredite haber desempeñado los exámenes
anuales y sido aprobado: 3º y con el informe del vicerrector extraído del libro de los
alumnos, mencionando las faltas y demás calificaciones expresadas en los cuadros
trimestres de los respectivos catedráticos.

Art. 4º Con las certificación del administrador que acredite haberse depositado
la cantidad designada para el grado que le solicita, el rector le fijará día para
desempeñar el examen, y el secretario lo avisará con un bedel a los catedráticos y
demás examinadores tomados de la lista de los que al efecto hayan sido nombrados por
cada facultad, poniéndose de acuerdo con el rector acerca de los examinadores. En los
colegios los nombramientos y citación de los examinadores, tendrá lugar según el
reglamento que se haga en la forma prevenida por la ley.

Art. 5º El examen para grado de bachiller durará hasta dos horas y cuarto
distribuidas así: un cuarto de hora de oración acerca de una cuestión sorteada: otro
cuarto de hora de reflexiones o preguntas por cada uno de dos examinadores sobre una
cuestión también sorteada, haciéndose el sorteo de ambas cuestiones veinticuatro horas
antes; y hora y media de examen por preguntas hechas por los respectivos catedráticos,
acerca de las materias del primer trienio filosófico, conforme al artículo 15 de la ley 6ª.
La aprobación o reprobación será por votación secreta y a pluralidad absoluta. En los
colegios harán las preguntas sobre las materias del trienio filosófico los dos
catedráticos, y sobre la cuestión sorteada las harán los dos examinadores más antiguos.

Art. 6º Hecho el escrutinio y publicada la votación, por ningún pretexto volverá


hacerse, ni se admitirá la reforma de ningún voto aunque alguno de los sufragantes
diga que se equivocó al darlo: de la reprobación no hay apelación alguna bajo ningún
pretexto; pero esto no impide que el reprobado pueda volver a presentarse a examen
cuando se crea en aptitud de hacerlo con tal que no sea antes de dos meses.

Art. 7º Los examinados y aprobados recibir el grado en concurso, y la


antigüedad de este con arreglo a sus respectivas clasificaciones; los que no
comparezcan a tomarlo en el día de dicho concurso, o los que no se hubiesen
presentado en tiempo hábil, podrán en cualquier tiempo recibir el grado o ser
examinados con las formalidades prescriptas; tomando entonces la antigüedad que
según las fechas de la reopción de
grados les corresponda. En la misma forma y con los mismos requisitos se harán los
exámenes del grado de bachiller en las otras ciencias, aunque sin concurso y según el
orden de antigüedad del grado de bachiller en ciencias filosóficas.
& único. El bedel se semana publicará en las puertas de las clases de ciencias
mayores, a la hora de enseñanza, que tal cursantes ha sido admitido a examen de
grado.

Art. 8º La antigüedad del grado de bachiller en ciencias filosóficas sirve de


regla para la preferencia en el examen y antigüedad de los grados de bachiller en las
otras ciencias, y por tanto para los de licenciado y doctor en todas ellas.

Art. 9º Para solicitar ante el rector los grados menores y mayores que se hayan
de obtener después del de bachiller en filosofía, son indispensables los requisitos
siguientes: & 1º Respecto de los de bachiller en teología, jurisprudencia civil o
canónica y medicina, acompañar el título de bachiller en filosofía con calidad de
devolución, y además de las certificaciones anuales de los catedráticos respectivos
probando que el aspirante ha cumplido como cursante en los cuatro años respectivos;
la certificación de exámenes y aprobaciones anuales dadas por el secretario, y el
informe del vicerrector
que dispone el art. 3º.
& 2º Respecto de los grados de licenciado o doctor en ciencias filosóficas,
acompañar el título de bachiller en estas ciencias, y además de probar las
certificaciones anuales de los respectivos catedráticos, que se han cursado las materias
del segundo trienio filosófico mandado por el artículo 15 de la ley 6ª acreditando
también de aquí en adelante los exámenes y aprobaciones anuales, y presentando el
informe susodicho del vicerrector.
& 3º Por lo que hace a los grados de licenciado o doctor en jurisprudencia civil,
es indispensable presentar el título del grado anterior en la misma ciencia, y comprobar
que ha practicado por dos años en las materias del foro, según dispuesto en la ley 6ª.
& 4º Respecto de los grados de licenciados o doctor en medicina, deberá
presentarse el titulo del grado anterior, y comprobar los dos últimos años de estudio y
exámenes anuales con las certificaciones antedichas de los respectivos catedráticos y
del secretario, y con el informe de vicerrector.
& 5º No cursando los estudiantes en teología y jurisprudencia canónica mas
que cuatro años de clase, para optar al grado de licenciado o doctor en estas ciencias,
deberán presentar el título del grado menor en ellas.

Art. 10. El examen para grado de licenciado o doctor será hecho por siete
examinadores y durará hasta cuatro horas de la manera siguiente; media hora de
oración contraída precisamente a una cuestión que por suerte se le haya dado
veinticuatro horas antes; hasta una hora de preguntas hechas por dos examinadores
sobre dos cuestiones también sorteadas con la misma anticipación; y dos horas y
media de preguntas sobra las materias de los tres bienios por los otros cinco
examinadores. La aprobación o reprobación será en todo como en los grados de
bachilleres.

Art. 11. Los que se hayan de graduar de licenciado o doctor en medicina


sufrirán en el día siguiente de este primer examen, otro de hora y media en química, y
en botánica y demás ramos de la historia natural médica, cuya enseñanza estuviere
establecida, o en materia médica, mientras esta última clase no exista.
Art. 12. El grado de licenciado se conferirá en acto continuo a la aprobación; y
el de doctor en día diferente señalado por el rector, evitándose en ambos todo gasto
extraño, o fuera de los establecidos en esta ley.

Art. 13. Al graduado de bachiller, licenciado o doctor se le expedirá su título


firmado por el rector y los dos catedráticos más antiguos, refrendado por el secretario
y con el sello del cuerpo.

Art. 14. Los grados de Teología, jurisprudencia, medicina y ciencias


filosóficas, obtenidos en cualquiera de las universidades de Venezuela, son en todo
iguales: los graduados en una tienen por el orden de su antigüedad asiento en
cualquiera otra; bastando para esto presentar su titulo legalizado, y hacer constar la
identidad de la persona.

Art. 15. Los venezolanos que se graduaron en cualquiera de las universidades


de Colombia, mientras las tres secciones, que ahora forman diversos Estados,
constituian una sola nación, solo necesitan para obtener la incorporación en una
universidad de Venezuela, de pretenderla, exhibiendo sus títulos, o en caso de pérdida,
las copias o certificaciones de ellos, debiendo estar tanto aquellos como estas
despachados y legalizados en debida forma, y probando conforme a las leyes la
identidad de la persona.

Art. 16. El que habiendo obtenido en una Universidad extranjera el grado de


doctor en cualquiera de la cuatro facultades que esta ley reconoce, quisiere
incorporarse con el mismo grado en una universidad de Venezuela, deberá probar sus
estudios con el titulo del susodicho grado autentico, y legalizado conforme a las leyes
del país en que hubiera sido graduado, hacer el deposito, y ser aprobado en el examen
que para él exige esta ley. Cumplidos estos requisitos, y prestado el juramento de
sostener y defender la Constitución del Estado y de llenar los deberes de su profesión,
obtendrá el título.
& único. A falta del titulo original suplirán solo una copia de él o una
certificación expedida por el secretario de la universidad en que haya sido recibido,
con las formalidades que para estos actos en dichos cuerpos se observan. Esta copia o
certificación deberá ser legalizada por el ministro de relaciones exteriores de su
nación; o por la autoridad que conforme a la ley o uso de las respectivas naciones
legaliza estos documentos para países extranjeros.

Art. 17. Para matricularse en las clases de ciencias descriptivas, a saber: de


anatomía, química, botánica, los ramos de la historia natural médica y física
experimental, contribuirán los alumnos con la cuota de cinco pesos para los fondos de
la universidad, y para matricularse en las demás clases con la cuota de cinco reales,
que formará parte de las rentas del secretario.

Art. 18. Los que aspiren al grado de bachiller en ciencias filosóficas, medicina,
jurisprudencia o teología, luego que su solicitud haya sido admitida por el rector,
conforme a los artículos 3º y 9º, depositarán en poder del administrador sesenta y un
pesos que distribuirán de la manera siguiente:
-Al rector………………………………………………..8 pesos
-A cada uno de los cinco
examinadores tres pesos, son…………………………..15 pesos
-Al vicerrector por cada registro
del libro de los alumnos, e informe
para optar al grado………………………………………1 peso
-A cada bedel un peso……………………………………2 pesos
-Al secretario por asistencia
gastos de secretaría y titulo………………………………5 pesos
-Para las cajas de la Universidad…………………………30 pesos

61 pesos.

En los colegios lo designado a los bedeles se destinará para pagar a la persona


que haga las citaciones, y en la universidad de Mérida se dará el peso de que habla este
artículo al único bedel que ahora tiene.

Art. 19. Los que aspiren solo al grado de teología, jurisprudencia, medicina o
ciencias filosóficas, luego que haya sido admitida su solicitud por el rector, conforme
al artículo 9º, depositarán en poder del administrador doscientos un pesos, que se
distribuirán así:
-Al rector………………………………………………..12 pesos
-A cada uno de los siete
examinadores seis pesos, son…………………………..42 pesos
-Al vicerrector por cada registro
del libro de los alumnos, e informe
para optar al grado………………………………………1 peso
-A cada bedel un peso……………………………………2 pesos
-Al secretario por asistencia
gastos de secretaría y titulo………………………………10 pesos
-Para las cajas de la Universidad…………………………134 pesos

201 pesos.

Art. 20. Los que aspiren al grado de doctor después del de licenciado en
ciencias filosóficas, medicina, jurisprudencia o teología, luego que haya sido admitida
su solicitud, conforme al artículo 9º depositaran doscientos pesos, que se distribuirán
así:
-Al rector………………………………………………..10 pesos
-A cada bedel dos pesos………………………………… 4 pesos
-Al secretario por asistencia
gastos de secretaría y titulo………………………………10 pesos
-Al maestro de ceremonias……………………………….4 pesos
-Para las cajas de la Universidad…………………………172 pesos

200 pesos.
& único: La práctica de refresco y otros gastos de celebridad pública en la
colación de grados mayores, términos de cursos filosóficos y cualquier otro acto
literario, queda suprimida.

Art. 21. Si el aspirante al grado de bachiller o licenciado, fuere reprobado


reprobado en el examen, se le devolverá la cantidad que debía ingresar en las cajas y la
que se ha señalado al secretario por el título; pero se abonará tanto a este como al
rector y examinadores la cuota que les toca por su asistencia.
Art. 22. Los estudiantes pobres que de ningún modo puedan satisfacer las
cantidades expresadas y que lo hayan comprobado con documentos fehacientes a
juicio de la junta de gobierno, deberán ser admitidos a los grados de bachiller o
licenciado sin pagar nada, pero nunca se graduaran de balde mas de dos por cada diez
que obtengan los grados académicos, ni se extenderá esta gracia al grado de doctor,
pues solo podrán recibirlo aquellos que contribuyan con la cantidad designada. Se
conserva no obstante, la gracia de las dos borlas de que gozan los colegiales del
seminario de Caracas. En los colegios la calificación de las personas que opten a
grados de balde se hará por la misma junta que hace la de los documentos necesarios
para obtener el grado.
& único. Cuando el rector conozca por el libro de los grados, que ha llegado el
caso de conferir gratuitamente uno o mas conforme a este artículo, mandará al
secretario que lo avise por un edicto fijado en la puerta de la Universidad. Los
cursantes que hayan concluido sus cursos y estén en aptitud de recibir los grados de
bachiller o licenciado, los optarán ante la junta gubernativa con documentos
fehacientes: 1º de pobreza notoria: 2º de aplicación e instrucción; y 3º de buena
conducta; sirviendo para estas dos ultimas calificaciones las certificaciones anuales de
sus respectivos catedráticos, las notas de estos en los estados trimestres que se pasan al
vicerrector, y el libro de exámenes anuales que lleve el secretario.

Art. 23. El secretario tendrá además de los derechos que se le han asignado por
la colación de grados, los siguientes:
1º Por presentación de cursos ganados en otras universidades, para graduarse o
incorporarse en estas, tres pesos.
2º Por la presentación a cátedras y la instrucción del expediente de méritos,
pagará cada opositor tres pesos.
3º Por el titulo de catedrático, diez pesos.
4º Por el titulo despachado al nuevo secretario que se elija, o al administrador,
diez pesos.
5º Por el de catedrático jubilado, diez pesos.
6º Por cada edicto de oposición de grado e incorporación, un peso.
7º Por las certificaciones y testimonios, ocho reales por la primera foja y dos
reales por cada una de las demás.
8º Por los expedientes contenciosos seis pesos, que pagará el que resultare
condenado; y si pasare de cuarenta folios, un real mas por cada folio.

Art. 24. Además pagará la caja de la universidad en razón de cada expediente


contencioso, doce pesos el que resultare condenado.

Art. 25. Se deroga la ley de 5 de mayo de 1846.

Dada en Caracas a 17 de Ab. De 1849, 20º y 39º- El P. del S. José María


Barroeta.-El P. de la Cª de R. José Ramón Agüero.- El sº del S. José Ángel Freire. – El
sº de la Cª de R. J. Padilla. Caracas 21 de Ab. De 1849, 20º y 39º Ejecútese.- José
Tadeo Monagas.- Por S. E. – El sº de Eº en los DD. Del I. y Jª, R. E. y Hª Diego
Antonio Caballero.
28. LEY DE 7 DE MAYO DE 1849 REFORMADO LA n. 511 QUE ES LA 5ª
DEL CODIGO DE INSTRUCCION PUBLICA, SOBRE
CATEDRATICOS DE LAS UNIVERSIDADES.157

(Derogada poe el Nº 1.152; pero este Nº quedó insubsistente por el 1.356, que a la
vez restableció el 721, al cual se refiere el 1.819.)

El Senado y Cª de R. de la Rª de Venezuela reunidos en Congreso, decretan:

LEY QUINTA

De los catedráticos de las Universidades.

Art. 1. Las cátedras de proveerán siempre en propiedad y por concurso, en


personas mayores de veintiún años y que estén en ejercicio de los derechos de
ciudadano, excepto el caso del artículo siguiente. Sus profesores continuarán en ellas
mientras quieran y dure su buen desempeño. Por faltar a sus deberes serán penados
con multas, suspensión o destitución conforme a esta ley; y con arreglo a las leyes
comunes por crímenes que tengan pena infamante, o por extrañamiento fuera de la
República, o de la ciudad residencia de la universidad, con tal de que sea por más de
un año.
& único. Esta provisión en propiedad no obsta para que mientras ella se haga,
el rector y junta de gobierno nombren un interino que continúe la enseñanza.

Art. 2. Inmediatamente que una cátedra vacare, o se acordase establecer una de


nueva creación, el rector con la junta de gobierno declarará la vacante o la resolución
de establecer la nueva cátedra, mandará fijar edictos en las puertas de la universidad
por el término de sesenta días firmándolos con dos de los catedráticos mas antiguos y
con la autorización del secretario y el sello del cuerpo, y expresando en ellos los
deberes, los derechos y rentas de la cátedra, y que los aspirantes deberán presentar sus
títulos calificativos. Estos edictos serán presentados en copia a la dirección de
estudios. La invitación para optar a la cátedra, los días en que principia y termina la
fijación de edictos y dentro de los cuales los aspirantes deban presentarse, serán
anunciados en los papeles públicos de la ciudad residencia de la universidad.
& único. Dichos títulos para optar a las cátedras de ciencias eclesiásticas,
políticas, filosóficas y médicas, excepto los ramos de historia natural y sus
aplicaciones, son los de doctor, maestro o licenciado en cualquiera universidad
legalmente calificados. Más para los ramos de historia natural y sus aplicaciones, de
matemáticas y las diferentes clases de humanidades, bastarán las obras hechas por los
aspirantes, las certificaciones u otros documentos fehacientes. Para los ramos de
historia natural y sus aplicaciones, para las lenguas muertas, menos la latina, y para las
vivas extranjeras, se podrán admitir extranjeros y aun solicitarlos fuera del país si en él
no los hay.

Art. 3. No se admitirá oposición a la cátedra vacante, que no haya sido hecha


dentro del término del edicto convocatorio. Concluido este término, el rector citará a la
junta gubernativa y a los cuatro conciliarios de que se hablará después, para que
reunidos en las sala de la universidad, califiquen por mayoría absoluta de votos hagan
la
157
“Ley de 7 mayo de 1849 reformando la Nº 511 que es la 5ª del código de instrucción
pública, sobre catedráticos de las Universidades”, en Ibid., pp. 468-471.
elección del que estimen mas idóneo y conveniente a la instrucción publica por su
patriótica decisión.
&1. Los cuatro conciliarios que deben incorporarse a la junta gubernativa para
la provisión de la cátedra vacante, serán nombrados de antemano y por pluralidad
absoluta por la misma junta gubernativa, debiendo recaer la elección precisamente en
uno de los miembros de cada una de las cuatro partes a que se hayan reducidas las
facultades en que están divididas las diversas materias de enseñanza en las
universidades; y no podrán ser nombrados conciliarios los vocales de la junta
gubernativa, los menores de veinticinco años y los parientes hasta el tercer grado de
consanguinidad y segundo de afinidad inclusive, de los opositores a las cátedras
vacantes.
&2. Tampoco podrán proveerse las cátedras en propiedad, ni en itineraria en
personas desafectas al Gobierno republicano o sospechosas de su amor al espíritu
democrático del sistema de Venezuela. El juicio que se forme sobre estas cualidades es
privativo y puramente gubernativo de la junta y conciliarios; y se expresará si así lo
pidiere alguno de estos miembros por mayoría absoluta de votación secreta al hacerse
la calificación de los opositores. El Poder Ejecutivo por falta a las clases de los
catedráticos, por ocultación, emigración, o bajo cualquiera otros pretextos en odio al
Gobierno, obrando sumaria y gubernativa podrá remover de sus cátedras a los que
incurran en ellas; pero en el caso de que el catedrático salga del territorio de la
República por dichos motivos, quedará vacante la cátedra ipso facto. También podrá el
Poder Ejecutivo, usando de la facultad gubernativa, remover de sus cátedras a los
catedráticos que fueren desafectos al Gobierno o del espíritu democrático del sistema
de la República. Esta atribución no deroga las que tiene el tribunal académico para
juzgar a dichos catedráticos en todos los demás casos que puedan ameritar juicio.

Art. 4. Para la provisión de las cátedras de historia natural y sus aplicaciones,


lenguas muertas, menos la latina, y vivas extranjeras, deberán ser presentados los
opositores a la junta gubernativa por dos miembros de ella, y si por las dos terceras
partes fueren acogidos, el rector citará a los examinadores de la facultad, para que
asociados con la junta gubernativa, elijan por unanimidad el catedrático.
& único. El Poder Ejecutivo con informe de la dirección general de estudios,
resolverá cuando convenga que las cátedras de que habla el artículo anterior, se
provean con las mismas formalidades que las demás ya establecidas.

Art. 5. El rector expedirá el titulo competente autorizado por el secretario y


sellado con el sello de la Universidad, dando aviso a la dirección de estudios y por
medio de esta al gobierno; y mandando por el órgano del secretario que el
administrador tome razón de la provisión, para que desde el día de la expedición del
titulo corra su renta al catedrático.

Art. 6. El Poder Ejecutivo, oyendo antes a la junta gubernativa de la


universidad a la dirección de estudios, y con consulta del Concejo de Gobierno,
asignará a cada cátedra la renta con arreglo al trabajo, entre el máximo de seiscientos
pesos y el mínimo de cuatrocientos pesos. De la misma manera podrá aumentar los
sueldos hasta ochocientos pesos como máximo de asignación cuando la universidad
tenga medios suficientes demostrados por los estados anuales de la administración de
las rentas universitarias.

De las penas.
Art. 7. Los catedráticos por faltas leves serán reconvenidos y amonestados por
el rector, vicerrector o junta gubernativa y aun por vía correccional, multados en caso
de reincidencia hasta en la cantidad de diez pesos. Las multas mayores y las penas de
suspensión y destitución les serán impuestas solo en virtud de previo juicio del tribunal
académico. También incurrirán en la pena de suspensión y destitución por crímenes
comunes, con arreglo al artículo 1º de esta ley.

Art. 8. Las faltas de asistencia personal a la cátedra, que reunidas lleguen a


treinta en el año académico, sin que sea por impedimento físico, u otra causa legitima
informada previamente y aprobada por el rector y junta gubernativa, serán castigadas
con la destitución.

Art. 9. Los catedráticos por faltas graves de subordinación al rector o


vicerrector o por la reincidencia habitual en faltar a sus deberes con detrimento de la
enseñanza y descrédito de la universidad, sufrirán multas desde diez hasta cien pesos o
suspensión por determinado tiempo, o la total destitución previo el juicio del tribunal
académico.

De la jubilación

Art. 10. A los veinte años de enseñanza en una misma cátedra sin interrupción
que cause vacante, los catedráticos obtendrán su jubilación, con el goce de toda su
renta, debiéndose comenzar a contar dicho término desde el día en que se hayan
tomado posesión de sus cátedras en propiedad.
& único. Todas las cátedras de latinidad se reputan como una misma en el
cómputo del tiempo necesario para la jubilación.

Art. 11. El que haya servido en diferentes cátedras por veinte años aunque parte
de este tiempo lo haya servido por sustitución, con tal que esta haya sido ordenada por
la junta gubernativa tendrá derecho al goce de la mitad de su renta, aun cuando cese en
su servicio: si tuviere veinticinco al de de las dos terceras partes, y si tuviere treinta al
de toda ella; y en los dos primeros casos al titulo de catedrático benemérito, y en el
tercero a la jubilación.
& único. Un mismo catedrático no podrá gozar a un mismo tiempo de las dos
rentas de catedrático benemérito y jubilado: cesará la correspondiente al primer títul,
cuando entre en el goce de la segunda.

Art. 12. El catedrático que mientras este enseñando componga o publique una
obra elemental aprobada por la dirección general de instrucción publica previos los
informes de la facultad respectiva y de la junta gubernativa, ganará para el efecto de su
jubilación o declaración de benemérito, el tiempo que la dirección gradúe, según el
mérito de la obra, con advertencia de que no podrá exceder de cuatro años. El que en
los mismos términos haga y publique la traducción de una obra clásica para uso de la
universidad, según la extensión y mérito de la traducción, a juicio de las susodichas
autoridades, ganará, respecto de las obras científicas hasta dos años, y respecto de los
clásicos mayores griegos y latinos hasta cuatro, según la parte de que ellos se traduzca,
y el mérito de la traducción, cuyos grados no pueden ser determinados sino en cada
caso por las autoridades mencionadas.
& 1º. Se entiende por composición de una obra elemental el extracto de las
doctrinas de otros autores en la materia, o la formación con ellas y la adición de las
propias ideas o sin estas, de un compendio de la ciencia al nivel de las luces del día.
& 2º. Se llaman clásicas para los efectos de esta ley las obras científicas
acreditadas como libros de texto en las escuelas generales de Europa y otros países
ilustrados, y las obras de los historiadores, oradores y poetas griegos y latinos
recibidos como tales en la literatura.
& 3º. Si se probare que la obra compuesta o traducida perteneciere toda o casi
toda a otro autor, no producirá en el primer caso los efectos de este artículo, y en el
segundo los producirá según el trabajo de la adición y mérito de la composición.
& 4º. No se consideran como obras que den derecho a ganar tiempo para la
jubilación, la composición o traducción de un escrito o memoria de poca extensión en
materias científicas, ni la traducción de pequeños trozos de los clásicos griegos o
latinos de poco mérito, según el juicio de la facultad y junta gubernativa y decisión de
la dirección.
& 5º. Aunque alguno componga o traduzca más de una obra, nunca podrá ganar
para la jubilación más de cuatro años.

Art. 13. Por el tenor de estos tres artículos antecedentes, será también
computado el tiempo de los actuales catedráticos para obtener el título de jubilado o el
de benemérito, y la renta que a cada uno de estos corresponde.

Art. 14. Un catedrático no podrá ser jubilado o declarado benemérito sino por
la junta gubernativa, y la de la facultad reunidas y por mayoría absoluta de votos, con
estricto arreglo al tiempo de su servicio, al libro de conducta que lleva el vicerrector, y
al de visitas del rector, atendiendo a las notas asentadas por el tribunal académico y a
las reconvenciones y correcciones a que haya dado lugar. Esta declaración necesita
para llevarse a efecto ser aprobada por le Gobierno con el informe favorable de la
dirección.
& único. Cuando a juicio de la junta gubernativa y de la facultad, el catedrático
no tenga cabal su cuadro de méritos para obtener la jubilación, se le prorrogará el
tiempo de esta por un espacio que compense la falta.

Art. 15. No podrá haber a un tiempo más que un catedrático jubilado en una
misma clase.

Art. 16. Hecha la declaración de jubilación y obtenida que sea la aprobación del
gobierno, el rector expedirá al interesado el título de jubilación, en virtud de los
méritos y actos precedentes a su calificación, los que en él se expresarán. Este título
llevará además de la firma del rector y vicerrector, la de todos los catedráticos de la
facultad, la refrendación del secretario y el sello de la universidad.

Art. 17. El catedrático que después de diez años de enseñar perdiere su salud y
quedare inhábil, a juicio de la junta gubernativa y aprobación de la dirección de
estudios, será retirado con un tercio de su renta.

Art. 18. Los catedráticos que hayan sido de un mérito eminente a juicio de la
junta gubernativa y de la facultad reunidas, declarado por mayoría absoluta, recibirán
después de su muerte los honores que ellas decreten, bien sea un elogio fúnebre, una
inscripción u otro monumento que perpetúe su memoria.

Art. 19. Después de jubilado un catedrático se considerará vacante su clase y


será proveída en propiedad según los artículos 1º, 2º, 3º y 5º de esta ley. Pero si el
catedrático jubilado pretendiere continuar sirviendo clase, la junta gubernativa y la
facultad
reunidas, podrán proveerla en él, siempre que le crean con la actividad y celo
suficientes para continuar desempeñándolo.
Art. 20. Se deroga la ley de 20 de junio de 1843 sobre la materia.

Dada en Caracas a 3 de mayo de 1849, 20º y 39º- El P. de la Cª de R. Lucio


Pulido. – el sº de la Cª de R. J. Padilla.
Caracas Mayo 7 de 1849, 20º y 39º- Ejecútese.- José Tadeo Monagas.- Por S. E.
el P. de la Rª, El sº de Eº en los DD. Del I. y Jª Francisco Parejo.

29. DECRETO DE de 8 de MAYO DE 1850 PERMITIENDO LA


MATRICULA DE VARIOS ESTUDIANTES FUERA DEL TIEMPO
SEÑALADO EN LA LEY 7ª DEL CODIGO DE INSTRUCCIÓN
PUBLICA A CONDICION DE SUPLIR LAS FALTAS CON
ASISTENCIAS DESPUES DE CUMPLIDOS LOS BIENIOS. 158

El senado y Cª de la R. de la Rª de Venezuela reunidos en congreso: vistas las


representaciones de los jóvenes Simón Landa, Luís Calcaño, Atahualpa Domínguez,
José Gregorio Naranjo, Manuel María Martínez, Manuel Vicente Díaz y Manuel
Francisco Samuel, estudiantes de la Universidad central, pidiendo permiso para
matricularse en sus diferentes clases por no haberlo hecho en oportunidad; y con
liderando justas las causales que tienen para impetrar esta gracia, decretan.
Art. Único. Se permite a los jóvenes Simón Landa, Luís Calcaño, Atahualpa
Domínguez, José Gregorio Naranjo, Manuel María Martínez, Manuel Vicente Díaz y
Manuel Francisco Samuel que puedan matricularse en sus respectivas clases para
llenar el requisito que exige la ley 7ª del código de instrucción publica y poder ganar
sus cursos académicos, debiendo reponer las faltas que hayan tenido en las clases, con
otras tantas asistencias concluidos los bienios, y dando ante sus catedráticos exámenes
particulares de las materias leídas durante su ausencia, y los generales o anuales que
previene el mismo código.

Dado en Caracas a 7 de Mayo de 1850, 21º y 40º- El P. del S. José Tomas Pereira.-
El P. de la Cª de R. Juan José Pereira Lozada.- el sº del S. José Ángel Freire.- el sº de
la Cª de R. J. Padilla.
Caracas 8 de mayo de 1850, 21º y 40º- Ejecútese.- José Tadeo Monagas.- Por S.
E.-El sº de Eº en los DDl I. y Jª Ramón Yepes.

158
“Decreto de 8 de mayo de 1850 permitiendo la matricula de varios estudiantes fuera del tiempo
señalado en la ley 7ª del código de instrucción pública o condición de suplir las faltas con
asistencias después de cumplidos los bienios”, en Ibid., pp. 512-513.
30. RESOLUCION DE 17 DE MAYO DE 1850 MANDANDO QUE A
VARIOS ALUMNOS SE LES REPUNTE COMO PRESENTES EN LAS
CLASES QUE CURSABAN, EL TIEMPO QUE FALTARON DE ELLAS
POR HALLARSE EN EL EJERCITO.159

El Senado y Cª de R. de la Rª de Venezuela reunidos en congreso: vistas las


solicitudes de Francisco Iriarte, Rómulo Guardia, Silvestre y José Rafael Pacheco,
Joaquín León y Florencio Guzmán, en que piden se declaren inculpables las faltas que
tuvieren en las respectivas clases que cursaban, cuando fueron llamados al servicio de
las armas para defender al Gobierno y las instituciones de la patria, decretan.
Art. Único. Los Jóvenes Francisco Iriarte, Rómulo Guardia, Silvestre y José Rafael
Pacheco, Joaquín León y Florencio Guzmán, se considerarán como presentes en las
clases que cursaban, durante el tiempo que estuvieron ausentes en servicio del
Gobierno. & único. Dicho tiempo de ausencia lo comprobarán ante la junta
gubernativa de
la universidad.

Dado en Caracas a 14 de Mayo de 1850, 21º y 40º - El P. del S. José Tomas


Pereira.- El P. de la Cª de R. Juan José Pereira Lozada.- El sº del S. José Ángel Freire.-
El sº de la Cª de R. J. Padilla.

Caracas Mayo 17 de 1850, 21º y 40º- Ejecútese- José Tadeo Monagas.- por S. E. el
P. de la Rª- el sº de Eº en los DD. del I. y Jª Francisco Parejo.

31. DECRETO DE 17 DE MARZO DE 1855 MANDANDO ESTABLECER


EN LAS UNIVERSIDADES Y COLEGIOS DE LA REPUBLICA UNA
CLASE DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS.160

El Senado y Cámara de Representantes de la Republica de Venezuela, reunidos


en congreso, considerando:
Que la obra titulada “Manual de Urbanidad y buenas maneras”, escrita por el
Sr. Manuel Antonio Carreño es un repertorio precioso de las materias que contiene,
motivo que lo ha hecho recomendable a los ojos de la Dirección de Instrucción
Publica, decretan:

Art. 1º. En todas las Universidades y Colegios de la Republica se establecerá


una clase de urbanidad y buenas maneras, obligatoria para todos los que hayan de
entrar a estudiar filosofía, y en el texto único será el manual citado.

159
“Resolución de 17 de mayo de 1850 mandando que a varios alumnos se les repute como
presentes en las clases que cursaban, el tiempo que faltaron de ellas por hallarse en el ejercito”,
en Ibid., p. 515.
160
“Decreto de 7 de marzo de 1855 mandando establecer en las Universidades y Colegios de la
república una clase de urbanidad y buenas maneras”, en Ibid., Tomo III, pp. 274-275.
Art. 2º. El curso de la enseñanza durará un año, dándose una hora diaria de clase.

Art. 3º. La asignación del profesor será la que gozan los demás catedráticos en
las Universidades y Colegios.

Art. 4º. Sancionado este decreto, se procederá a proveer la cátedra según las
disposiciones respectivas.

Dado en Caracas a 14 de marzo de 1855, año 26 de la Ley y 45 de la


Independencia.- El Presidente de la Cámara de Representantes, Eugenio A.
Rivera.- El Secretario del Senado, J. A. Pérez.- El secretario de la Cámara de
Representantes,
J. Padilla.

Caracas marzo 17 de 1855, año 26 de la Ley y 45 de la Independencia.-


Ejecútese.- José Tadeo Monagas.- Por S. E.-El secretario de estado en los
Despachos del Interior, Justicia y Relaciones Exteriores, Francisco Aranda.

32. DECRETO DE 22 DE ABRIL DE 1856 ORDENANDO LA


SEPARACION DEL SEMINARIO DE SANTA ROSA DE LA
UNIVERSIDAD CENTRAL DE CARACAS, Y LA CONTINUACIÓN EN
AQUEL DE LAS CATEDRAS DE CIENCIAS ECLESIASTICAS DE LA
UNIVERSIDAD.161

(Modificado por el Nº 1768)


(Derogado por el Nº 1768)

El Senado y la Cámara de Representantes de la Republica de Venezuela


reunidos en Congreso, decretan:

Art. 1. El Poder Ejecutivo dispondrá en el curso del presente año civil la total
separación del Seminario Conciliar de la Universidad Central, ajustándose a lo
dispuesto en los artículos siguientes.

Art. 2. El Seminario Tridentino de Santa Rosa quedará en posesión exclusiva de


todo su antiguo edificio; y la Universidad se trasladará al local que el Poder Ejecutivo
le designe en conformidad con las leyes.

Art. 3. Son propiedades de dicho seminario, además de las que por justo títulos le
correspondan las rentas que provienen de las capellanías de jure deroluto que en
diferentes épocas han aplicado los prelados eclesiásticos a algunas cátedras, como
también todos los censos afectos a estas, que cobrara la Administración del seminario
hasta el año de 26, en que por la ley general de estudios de Colombia fueron

161
“Decreto de 22 de abril de 1856 ordenando la separación del seminario de Santa Rosa de la
Universidad Central de Caracas, y la continuación en aquel de las cátedras de ciencias
eclesiásticas de la Universidad”, en Ibid., pp. 346-347.
incorporados a la Administración de la Universidad; y en fin todos los muebles que
hayan pertenecido en otro tiempo al Seminario.

Art. 4. Verificada la separación mencionada, el prelado eclesiástico dará


inmediatamente al Seminario la Constitución que estime más conforme a la enseñanza
de las ciencias eclesiásticas, según la naturaleza de su instituto y análoga a las
instituciones y circunstancias del país; sometiéndola a la consideración del Congreso
para aprobarla o reprobarla en todo o en parte.
& único. La constitución de que habla el artículo anterior será presentada a la
próxima Legislatura.

Art. 5. Mientras que el Seminario no pueda dotar las cátedras de ciencias


eclesiásticas, continuarán las de la Universidad en el local de dicho seminario pagadas
de los fondos de la misma, sometidas en todo a su autoridad y uniformadas con sus
demás cátedras.

Art. 6. El Colegio Seminario podrá conferir a los seminaristas el grado de Bachiller


en filosofía, previos los estudios, requisitos y formalidades que exige la ley para
conferirlo a los alumnos de las Universidades y colegios nacionales.

Dado en Caracas a 18 de abril de 1856, año 27 de la Ley y 46 de la Independencia.


El Presidente del Senado, Juan Vicente González Delgado.- El Presidente de la
Cámara de Representantes J. G. Ochoa.- El Secretario del Senado, J. A. Pérez- El
Diputado Secretario de la Cámara de Representantes, J A. Torrealba.

Caracas 22 de abril de 1856, año 27 de la Ley y 46 de la Independencia.-


Ejecútese- José Tadeo Monagas.- por S. E. – El Secretario de estado en los despachos
del Interior y Justicia, A. Parejo.
2. Cronología

1847

-abril. Para el año de 1847 los bienes del Convento de Santo Domingo pasaron a la
Universidad, entre estos la Biblioteca.

1848.

-26 de febrero. Se libra orden de arresto contra el Dr. Pedro Juan Arellano a causa de
los sucesos del 24 de enero de 1848.

- 12 abril. Alocución del General José Encarnación Morales gobernador, jefe político
de la provincia de Mérida en la que expone las consecuencias de la provincia de
Mérida por los sucesos del 24 de enero de 1848.

1849.

-25 de febrero. El Sr. Rector expuso la consideración de remoción de sus personas a la


capital de la república por desafectos al gobierno.

-27 febrero. El gobernador de la provincia de Mérida pidió noticias sobre las clases,
asistencia de catedráticos y conducta de los bedeles en el cumplimiento de sus deberes.

-14 de abril. El gobernador de la provincia de Mérida reclama la nomina de los


empleados de la universidad para chequear su conducta.

-21 de abril. Se reforma la Ley Nº 603 que era la 8va del Código de Instrucción
Pública sobre grados universitarios.

-27 abril. Remoción de empleados de la universidad a causa de los sucesos del Asalto
al Congreso.

- 30 de abril. Se crea una Ley que fijó los nuevos requisitos para ser abogado, y sobre
patrocinantes, la cual reformó la Nº 600 de abogados y procuradores.
-7 de mayo. Se reforma la Ley Nº 511 que era la 5ta del Código de Instrucción pública
sobre catedráticos de la universidad.

-9 de julio. Se decretó una Ley que aceptaba la Inspección de los gobernadores en la


universidad.

1850.

- 3 de mayo. Se envió la memoria y cuenta respecto a los catedráticos de la


universidad de Mérida, por su conducta posterior que ha sido pacífica, demostrando
con su obediencia a las leyes y su adhesión a las instituciones.

-10 de mayo. Se derogó la ley VIII del código de instrucción pública de 21 de abril de
1849, la modificación consistió en rebajar a la mitad los derechos que habían de
pagarse para la obtención de los grados.

-24 de mayo. Resolución Ejecutiva que reforma el artículo 4 del decreto ejecutivo de
28 de noviembre de 1844, reglamentario de las universidades y colegios nacionales.

-26 de noviembre. El gobierno de la provincia de Mérida y la diputación provincial


litigan sobre nombramientos hechos en miembros de la universidad para diversos
cargos.

1855

-16 de enero. Se abre un expediente en la Gobernación de la provincia de Mérida


contra la conducta del Dr. Eloy Paredes al enfrentarse como presidente de la
diputación provincial para defender a sus colegas los universitarios.

-17 de marzo. Se decretó una Ley mandando a establecer en las universidades una
clase de Urbanidad y Buenas Maneras.

1858.
-30 de junio. Estaba en ejercicio el poder, el general Julián Castro con los títulos de
General en Jefe del ejército libertador de Venezuela, y encargado de la organización
provisional de la república, dictó el decreto de reorganización de las universidades de
Caracas y Mérida, el cual fue refrendado por el secretario de estado en el despacho de
relaciones exteriores, Miguel Herrera.
FUENTES DOCUMENTALES,
BIBLIOGRAFICAS Y HEMEROGRAFICAS

Fondos Documentales.
-Archivo Histórico de la Universidad de Los Andes
(AHULA): Colección de Documentos Empastados:
- Sección: Grados: Maestros en Filosofía (1845 – 1852) Volumen IV; Maestros en
Filosofía (1852 – 1858) Volumen V; Maestros en Filosofía (1858 – 1860) Volumen
VI; Derecho Civil (1826 – 1850) Volumen XXXIII; Bachiller Grados Derecho Civil
(1851 – 1862) XXXIV; Bachiller Grados Derecho Canónico (1809 – 1876) Volumen
LI; Bachiller Grados Derecho Canónico Licenciados y Doctores (1808 – 1876)
Volumen LII; Grados Teología (1808 – 1897) Volumen LIII; Grados Teología Primera
parte Licenciados y segunda parte Doctores (1808 – 1883) Volumen LIV;
Incorporaciones y solicitudes un efecto. Varios (1841 – 1903) Volumen LIV.

-Sección: Fincas Rurales y Urbanas (1837-1883) Volumen LXV; (1856-1872)


Volumen LXVI; (1858-1883) Volumen LXVII.

-Sección Rentas: Recaudación de Derecho de Registro (1841-1883) Volumen LXVIII,


Nombramientos de Administradores. Cuentas (1842-1899) Volumen LXXI; Convento
de San Agustín (Siglos XVIII y XIX) Volumen LXXII; Documentos de Capitales
(1838- 1849) Volumen LXXV; Documentos de Capitales (1850-1867) Volumen
LXXVI; Bienes del seminario y de la Universidad (1798-1904) Volumen LXXX;
Cuentas de Administración (1840-1883) Volumen LXXXI, (1844-1868) Volumen
LXXXII; Sobre Bienes y Cuentas (1836-1869) Volumen LXXXIII, (1833-1873)
Volumen LXXXIV, (1858-1885) Volumen LXXXV.

-Sección Claustro Pleno: Nombramiento de Empleados y Profesores (1841-1863)


Volumen LXXXVI, (1858-1878) volumen LXXXVII; Elecciones de Empleados y
Profesores (1838-1889) volumen LXXXVIII; Provisión de Cátedras (1817-1881)
Volumen XC, (1810-1883), Volumen XCI (1805-1883) Volumen XCII; Licencia a
Empleados y Profesores (1843-1881) Volumen XCIII; Catedráticos, Jubilados,
Beneméritos, Decanos (1843-1897) Volumen XCV; Fomento, Fabrica, Biblioteca,
útiles. (1845-1893); Varios, Fiestas Religiosas y Civiles. Certámenes y Congresos
Científicos (1837-1889) Volumen XCIX; Varios. Memorias del Rectorado Cuadros y
otros datos (1838-1898) Volumen CI.

-Sección: Varios: Cuadros y Nominas de Cursantes. Inscripción para exámenes (1844-


1906) Volumen CII, (1855-1907) Volumen CIII, (1840-1907) Volumen CV, (1840-
1907) Volumen CVI, (1853-1905) Volumen CVII, (1844-1905) Volumen CIX, (1840-
1907) Volumen CX, Varios Habilitaciones y Exámenes (1847-1903) Volumen CXI;
Varios Disciplina y otras Materias (1836-1889) Volumen CXII, (1846-1899) Volumen
CXIV; Disciplina Honorarios, Compensación de Derecho (1846-1899) Volumen
CXIV, Datos Históricos, Leyes, Reglamentos y otras materias (1808-1898) Volumen
CXV, Reorganización en 1832, Régimen Administrativo (1832-1904) Volumen
CXVI; Relaciones con otros Colegios. Grados. Exámenes Estadística etc. (1839-1866)
Volumen CXVII; Relaciones Conventos Colegios, Correspondencia Escolar con
distintos empleados (1822-1892) Volumen CXIX; Rentas. Provisión de Cátedra y
otros empleos (1857-1883) Volumen CXXIX.
-Sección: Facultades, Inventarios y Matriculas: Facultades. Ciencias Filosóficas.
Documentos relativos (1842-1905) Volumen CXXXII; Inventario del Edificio.
Aparatos. Enceres y Archivos (1836-1907) Volumen CXXXIV; Matriculas. Libros.
Solicitudes (1795-1872) Volumen CLVIII; Matriculas. Libros y otros documentos
(1841-1872) Volumen CLIX; Administración de rentas. Escrituras y documentos
(1850-1883) Volumen CLXXVI, (1844-1856) volumen CLXXVII, (1857-1880)
Volumen CLXXVIII, (1839-1873) volumen CLXXIX, (1843-1881) volumen
CLXXXII.

-Sección: Libros. Libro J.D. Grados Formados para tomar razón de los repartidos en
esta Academia desde iniciación (1809-1849) Volumen CXCII, Libro de Decretos y
Resoluciones de la ULA (1846-1850) Volumen CXCIV; Libro de Matriculas (1848-
1850) Volumen CXCIV; Libro de Actas de la Junta de Gobierno (1845-1861)
Volumen CXCV; Conducta de Profesores (1844-1869) Volumen CXCVIII; Copiador
de Oficina (1836-1883) Volumen CCI, Documentos Relativos a Exámenes. Datos
Históricos (1836- 1902) Volumen CCIV; Registro General de Grados (1808-1884)
Volumen S/N.

-Sección Tercera: Libro de Cuentas de la Administración de Rentas (1850-1851) vol.


6; (1851-1852) Vol. 7; (1852-1853) Vol. 8; (1853-1854) Vol. 9 (1854-1855) Vol. 10;
Libros de Actas de la Junta de Gobierno (1851-1856) Vol. 11; Libro de Cuentas de
Administración de Rentas (1855-1857) Vol. 12; Libro mayor de Cuentas de la
Administración de Rentas (1857-1858) Vol.17; Libro manual de cuentas de la
administración de Rentas (1857-1858) Vol.18; y Libro Becerro donde se asientan los
principales de la Universidad de Mérida, sus fincas y demás propiedades (1851) Vol.
S/N.

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