Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD MARIANA

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD


PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

PRESENTADO POR:
ESPACIO
FECHA: ACADÉMICO: GETIAL ACOSTA DAYANA ELIZABETH

PRÁCTICA INTEGRAL

CÍRCULO DE DOCENTES:
SEMESTRE LECTURA
8 LUZ MARINA MAFFIOLD DURAN

ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es el conjunto de síntomas y/o lesiones


esofágicas debidas al paso del contenido gástrico al esófago. El reflujo gastroesofágico es
un fenómeno fisiológico que ocurre en cierta medida en todas las personas, sin que ello
ocasione síntomas ni produzca lesiones.

El espectro clínico de la ERGE es muy variado, ya que la presencia de síntomas, la


existencia de lesiones y un reflujo gastroesofágico en cantidades patológicas no ocurren de
modo uniforme.

Actualmente, la ERGE tiende a clasificarse en 3 grandes grupos:

● ERGE erosiva (esofagitis péptica), definida por la presencia de lesiones en el


esófago distal.
● ERGE no erosiva, definida por la existencia de síntomas sin lesiones esofágicas.
● -Pirosis funcional, definida por la presencia de síntomas sin reflujo gastroesofágico
excesivo.

Anatomía del esófago

El esófago es un órgano tubular, de dirección longitudinal, que se extiende desde la faringe


hasta el estómago, por lo que es el único órgano digestivo situado en la cavidad torácica.
Comienza y termina en dos estructuras esfinterianas, el esfínter esofágico superior y el
esfínter esofágico inferior, que lo independizan de la faringe y del estómago.

Desde el punto de vista topográfico pueden distinguirse en él cuatro porciones:

● Una porción superior o cervical, que se extiende desde el cartílago cricoides hasta
un plano horizontal formado por la horquilla esternal.
● Una porción media o torácica, que es desde este mismo plano y se prolonga hasta el
diafragma.
● Una porción diafragmática, que corresponde al anillo esofágico del diafragma.
● Una porción inferior o abdominal, comprendida entre el diafragma y el estómago.
UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

En el tórax se sitúa detrás de la tráquea, en el mediastino posterior, y está en contacto, de


arriba abajo, con la aorta, el bronquio principal izquierdo y la aurícula izquierda. La longitud
media en el adulto es de unos 22-25 cm: 5-6 cm para el esófago cervical, 16-18 cm para la
porción torácica y 3 cm para el segmento abdominal.

Fisiología del esófago

El esófago es un conducto musculoso, que permite y contribuye al paso de los alimentos. El


esófago es la parte inicial del tubo digestivo y su función es el transporte del bolo alimenticio
de la faringe al estómago, a través del tórax y evitar el reflujo del mismo. La deglución es un
acto complejo, en el cual podemos distinguir tres fases:

● Fase voluntaria u oral.


● Fase faríngea, involuntaria.
● Fase esofágica, involuntaria.

Las tres actúan coordinadamente en el transporte del bolo alimenticio. En esta parte nos
vamos a centrar en lo que respecta a la tercera fase o fase esofágica de la deglución y a la
contribución de la motilidad del esófago en la misma. Existen dos compuertas importantes
en esta fase y un paso obligado intermedio:

● Esfínter esofágico superior


● Cuerpo esofágico
● Esfínter esofágico inferior

En la enfermedad por reflujo gastroesofágico vamos hablar sobre el esfínter esofágico


inferior. Esta es una zona de alta presión que se comporta funcionalmente como un esfínter.
Tiene dos funciones: relajarse durante la deglución e impedir el reflujo del contenido
gástrico al esófago en periodo postdeglutorio. Debido a que posee una porción inferior
intraabdominal y una superior torácica, su comportamiento con los movimientos
respiratorios es diferente, produciéndose incrementos pasivos de presión con la inspiración
en la porción abdominal y disminuyendo la presión en la porción intratorácica. El punto
donde ocurre este cambio de comportamiento es denominado punto de inversión
respiratoria y se puede identificar manométricamente. Tras la deglución, se produce una
relajación del esfínter esofágico inferior cayendo la presión hasta niveles similares a los del
fundus gástrico lo que permite el paso del bolo alimenticio al estómago. Dicha relajación
dura entre 5 y 10 segundos y se sigue de una fuerte contracción que impide el reflujo del
bolo alimenticio. La actividad funcional del esfínter esofágico inferior se encuentra regulada
por diversos factores:

● Miogénicos (intervienen en el mantenimiento del tono basal del esfínter, son calcio
dependientes).
● Neurogénicos
● Hormonales (son muy variadas, unos actúan incrementando el tono, como la
gastrina, mientras que muchos otros lo disminuyen).

Factores de riesgo
UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

Los factores de riesgo asociados a la enfermedad por reflujo gastroesofágico han sido
objeto de diversos estudios, cuyos resultados pueden resumirse en:

El hábito higiénico dietético no parece que sean factores de riesgo dominantes. La dieta
grasa, los dulces, la cebolla cruda, las especias, la cafeína y los cítricos se asocian a una
evidencia científica débil. Las bebidas carbonatadas y las comidas copiosas son factores de
riesgo con evidencia moderada para desarrollar reflujo postprandial.

El ejercicio físico se considera un factor de riesgo de enfermedad por reflujo gastroesofágico


débil. El ejercicio puede producir un aumento de las relajaciones transitorias del esfínter
esofágico inferior. Además, dormir sobre el lado izquierdo provoca un menor número de
episodios de reflujo en aquellos pacientes que tienen síntomas nocturnos.

Se ha encontrado relación entre el estrés psicológico y enfermedades psiquiátricas con


síntomas de enfermedad por reflujo gastroesofágico: el mayor nivel educacional, el estado
marital (divorcio, separado o viudo) y los acontecimientos negativos recientes son factores
de riesgo significativos para el desarrollo de enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Manifestaciones clínicas

El paciente con enfermedad por reflujo gastroesofágico puede referir síntomas típicos y
atípicos.

Los síntomas típicos, asociados al reflujo gastroesofágico, son la pirosis y la regurgitación


ácida. La pirosis es descrita por los pacientes como la sensación de quemazón que surge
del estómago hacia el esófago y suelen identificarla como ardor de estómago. Su frecuencia
y tiempo de evolución deben investigarse, ya que permiten, en cierta medida, cuantificar la
gravedad. La regurgitación ácida es la llegada a la boca de un material amargo, ácido o
simplemente caliente; se diferencia de un episodio de vómito en que no va acompañada de
náuseas y se produce sin esfuerzo.

Los síntomas atípicos pueden ser esofágicos o extra esofágicos. Entre los primeros se
encuentra la disfagia, el dolor torácico y la odinofagia. La disfagia en el seno de una
enfermedad por reflujo gastroesofágico puede ser indicativa de estenosis péptica. Es una
disfagia baja, más para sólidos y progresiva, asociándose la mayoría de las veces a pérdida
de peso. Obliga a descartar la existencia de un cáncer de esófago. Otras veces, el paciente
refiere una disfagia intermitente, no progresiva y más para líquidos, que puede relacionarse
con un trastorno motor esofágico. La presencia de odinofagia se relaciona generalmente
con la presencia de lesiones esofágicas. El dolor torácico es un síntoma frecuente en los
pacientes con ERGE y tiene unas características clínicas variadas, que van desde una
sensación de nudo retroesternal hasta un dolor de características angoides.

Entre los síntomas extra esofágicos son muchos los problemas que se han asociado a la
ERGE, aunque esta no es su única causa posible. Entre ellos se encuentran: erosiones
orales, síntomas de la esfera otorrinolaringológica (otodinia, sequedad faríngea, afonía,
carraspera, globo faríngeo) y síntomas respiratorios (tos crónica, crisis de broncoespasmo).

Diagnóstico
UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

En la enfermedad por reflujo gastroesofágico no existe una exploración considerada como


patrón de referencia (“Gold standard”) para el diagnóstico de certeza. La principal
herramienta disponible es la realización de una historia clínica completa. Hoy en día se
considera que la presencia de síntomas típicos (pirosis y/o regurgitación) es suficiente para
establecer el diagnóstico clínico de la enfermedad y, por lo general, no es preciso recurrir a
exploraciones complementarias antes de iniciar el tratamiento. Cuando el paciente presenta
síntomas de alarma es obligado recurrir al examen endoscópico para excluir la presencia de
una complicación. En caso de que el paciente sea valorado por síntomas atípicos y/o
manifestaciones extra esofágicas es recomendable llevar a cabo algunas pruebas
diagnósticas para certificar que los síntomas guardan una relación inequívoca con el reflujo.
A continuación, se detallan las principales pruebas disponibles, así como sus indicaciones.

● Tratamiento de prueba con inhibidores de la bomba de protones (IBP): consiste en la


administración durante 2 a 4 semanas (hasta 12 semanas para algunas
manifestaciones extra esofágica) de un IBP a dosis estándar o superior, para valorar
la respuesta clínica al mismo. Con la pH-metría como patrón de referencia su
sensibilidad es del 75-80%, y su especificidad del 55-85%, si bien el mayor valor
diagnóstico del test se alcanza con dosis altas de IBP y en ensayos sobre pirosis o
dolor torácico. En todo caso, se considera de primera elección en los pacientes sin
clínica de alarma que presenten tanto sintomatología típica como atípica.
● Endoscopia digestiva alta (EDA): posee una baja sensibilidad en el diagnóstico de
enfermedad por reflujo gastroesofágico, aunque resulta de elección para determinar
la presencia de esofagitis. Sus hallazgos no se correlacionan con la intensidad de la
clínica percibida por el paciente. Su indicación es incuestionable cuando existen
síntomas o signos de alarma y recomendable si se interpreta que el paciente va a
requerir un tratamiento prolongado o cuando éste fracasa, pero no debe
recomendarse de forma sistemática a todos los pacientes con síntomas de ERGE.
Las lesiones endoscópicas se estratifican según su gravedad mediante el empleo de
diversas clasificaciones.
● Radiología con contraste: posee muy baja sensibilidad y especificidad, salvo para la
detección de una estenosis péptica.
● Manometría esofágica: no está indicada en la evaluación de la ERGE no
complicada, pero suele recomendarse para documentar la adecuada peristalsis
esofágica antes de realizar una cirugía antirreflujo. Para este fin puede ser de
utilidad añadir la determinación de la impedancia para evaluar el tránsito del bolo
alimenticio por el esófago. Otros posibles usos de la manometría en el estudio de la
ERGE son la localización del EEI previa a una pH-metría y descartar en algunos
casos de pirosis funcional la presencia de anomalías motoras que pudieran invalidar
el diagnóstico.

Manejo de la enfermedad por reflujo gastroesofágico

Aunque está generalmente recomendado realizar mo-dificaciones en el estilo de vida, las


evidencias que las avalan son prácticamente anecdóticas. Es importante, por lo tanto, limitar
estas recomendaciones a una dieta saludable y evitar o utilizar con moderación alimentos o
actividades específicas que desencadenan los síntomas. También es razonable recomendar
que se evite la ingesta de alimentos, sobre todo con alto contenido graso, por al menos dos
UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

o tres horas antes de recostarse, una medida que resultó en mejoría de los síntomas de
enfermedad por reflujo gastroesofágico y expo-sición esofágica al ácido.

Un abordaje mucho más importante tiene que ver con el control del peso y del perímetro
abdominal. Existen numerosos estudios que han demostrado la correlación entre la
obesidad y la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Hay evidencia que indica la eficacia
de la reducción de peso en la disminución de los síntomas de enfermedad por reflujo
gastroesofágico.

Tratamiento farmacológico

El objetivo del tratamiento farmacológico es conseguir mantener el pH intragástrico por


encima de 4 en aquellos momentos en los que el reflujo es más frecuente.

Antiácidos: Estos fármacos neutralizan el ácido refluido neutralizando el pH gástrico,


inactivando la pepsina y aumentando el tono del esfínter esofágico inferior. Se administra a
demanda para mejorar los síntomas diurnos, o después de las comidas; tienen una
respuesta rápida pero no permanente. Entre sus efectos secundarios están las alteraciones
del ritmo intestinal.

Procinéticos: Estos fármacos mejoran la actividad motora del esófago, aumentan la presión
del esfínter esofágico inferior, aceleran el aclaramiento esofágico, aumentan la presión del
esfínter esofágico inferior y aceleran el vaciamiento gástrico. Son eficaces frente a los
síntomas de dispepsia asociados al reflujo. Su asociación a antisecretores da buenos
resultados.

Inhibidores H2: Son fármacos que se unen competitivamente a los receptores de la


histamina H2 en las células parietales gástricas, reduciendo en un 70% la secreción ácida.
Resultan eficaces en el control de síntomas de esofagitis leves o moderadas. De todos
ellos, el más usado e investigado es la ranitidina.

Inhibidores de la bomba de protones: Estos fármacos se ligan de forma irreversible a la


bomba de protones de la célula parietal gástrica, reduciendo en más de un 90% la secreción
ácida. Son eficaces para curar las lesiones endoscópicas de los casos más graves de
esofagitis. También han demostrado su eficacia en terapia continuada y a demanda en el
tratamiento de los síntomas de la ERGE. El omeprazol es un inhibidor del citocromo P450
2C, por lo que interfiere en el metabolismo hepático de algunos fármacos (anticoagulantes
orales, carbamazepina, etc.). En pacientes polimedicados se aconseja el uso de otro
fármaco del mismo grupo como el pantoprazol.

Otros fármacos: El sucralfato es un protector de la mucosa esofágica que no actúa sobre la


secreción gástrica. Puede combinarse con otros fármacos, teniendo en cuenta que su
eficacia disminuye al ser utilizado con los antisecretores.

Tratamiento nutricional

El tratamiento en la enfermedad por reflujo gastroesofágico va a variar mucho según la


persona. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen y mejorar mucho cuando se
UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

reducen o eliminan aquellos estilos de vida o factores dietéticos causantes de su


sintomatología.

Se debe establecer hábitos que faciliten y mejoren las digestiones, evitando los gases y los
alimentos irritantes o excitantes que puedan empeorar la situación.

● Dieta variada y equilibrada, con un contenido alto de fruta, verdura y fibra vegetal de
cereales y legumbres.
● Distribuir la ingesta total del día en 5 tomas, para evitar picar entre horas. Comer
lentamente y masticar bien los alimentos.
● Evitar el café, tanto con cafeína como descafeinado, ya que aumenta la acidez del
estómago y es un alimento excitante. En su lugar se recomienda infusiones como:
manzanilla, anís, tomillo, lúpulo.
● Evitar las comidas y las bebidas que favorecen la relajación del esfínter esofágico
inferior como las grasas (especialmente fritos), pimienta y especias, chocolate,
alcohol, bebidas con gas, café, frutos cítricos, tomate y productos mentolados.
● Evita el consumo de alimentos que irritan la superficie del esófago como ciertos
condimentos (vinagre pimienta, pimentón, guindilla…) y alimentos ácidos (tomate,
frutas o zumos cítricos).
● Evita comidas copiosas y alimentos ricos en grasa. Son difíciles de digerir y retrasan
el vaciado gástrico y aumentan la inflamación de la mucosa gástrica como las salsas
y los guisos.
● Evita el consumo de carminativos (ajo, el hinojo, la menta, la albahaca, el cilantro, la
cebolla, la zanahoria, la nuez moscada o la salvia).
● Evita las cocciones que irritan la mucosa del aparato digestivo como las planchas,
los fritos. Da preferencia a cocciones como al vapor, hervido, al papillote,
microondas o al horno.
● Evita el consumo de alimentos que tengan temperaturas extremas, ni muy fríos ni
muy calientes, debido a su efecto irritante sobre la mucosa del esófago.
● Consumir líquidos entre las comidas y no durante las mismas para evitar aumentar
el volumen del estómago.

Grupo de alimentos Alimentos aconsejados Alimentos desaconsejados

Lácteos Lácteos desnatados; leche Ricos en grasa como la nata,


desnatada o semidesnatada, leche condensada, los quesos
el queso fresco o los yogures curados o la leche entera.
desnatados.

Cereales y Cereales blancos. Bollería y pastelería como galletas


derivados, tubérculos Legumbres (* Mayor con chocolate, croissants o bollos.
y leguminosas tolerancia en cocciones
suaves y pasadas por el
pasapurés). Tubérculos.

Frutas Fruta madura pelada Frutas poco maduras. Frutas


UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

(plátano, manzana, pera). cítricas y ácidas (naranja,


Fruta en compota. mandarina, limón, piña…)

Verduras El resto de verduras. Mayor Flatulentas: coliflor, repollo, coles


tolerancia a las verduras en de bruselas.
puré.
Carminativas: ajo, cebolla,
cebolleta.
Ácidas: tomate, pimiento.
Verduras crudas.

Alimentos proteicos Carnes blancas como el pollo Carnes grasas (ternera o buey).
o el pavo, huevo y embutidos
tipo jamón dulce, pechuga de Embutidos.
pavo. Pescado blanco.

Alimentos grasos Aceite de oliva y semillas Mantecas, mantequillas, nata,


(girasol) sebo, mahonesa, salsas grasas,
aceites.

Bebidas Manzanilla, tila, tomillo, Bebidas alcohólicas. Bebidas


romero. Agua, caldos carbonatadas.
desgrasados.

Otros Miel, azúcar. Chocolates, cacao y sus


derivados.Extractos para sopas,
platos precocinados. Snacks,
encurtidos, salsas picantes y
ácidas, salazones.
UNIVERSIDAD MARIANA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

BIBLIOGRAFÍA

● ARIN, A; IGLESIAS, M. Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Anales Sis San


Navarra vol.26 no.2 Pamplona mayo./ago. 2003. Obtenido de:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272003000300008
● ALCEDO, J; MEARIN, F. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus
complicaciones. Páginas. 204-205. Obtenido de:
https://www.aegastro.es/sites/default/files/archivos/ayudas-
practicas/11_La_enfermedad_por_reflujo_gastroesofagico_y_sus_complicaciones.p
df
● GÓMEZ, A. Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Clínica y tratamiento. Vol. 21.
Núm. 7. Páginas 39-43 (Julio 2007). Obtenido de: https://www.elsevier.es/es-revista-
farmacia-profesional-3-articulo-enfermedad-por-reflujo-gastroesofagico-clinica-
13108592
● OLMOS, J; PISKORZ, M; VELA, M. Revisión sobre enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE). Revisiones, Vol. 46 N°2 - 2016 (Jul-Sept) 2016. Obtenido
de: https://actagastro.org/revision-sobre-enfermedad-por-reflujo-gastroesofagico-
erge/

También podría gustarte