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fRANS H.

VAN ErMaEN- RoB GROOTENOORST ARGUMENTACIÓN, COMUNICACIÓN

l. La resolución de las diferencias de opinión


El enfoque pragma-dialéctico se interesa en la resolución de las diferencias de opinión por
medio del discurso argumentativo. Para explicar lo que la resolución de tma diferencia de
opinión supone, debemos explicar primero lo que entendemos por discurso argumentativo
o~ más bien, por texto argumentativo, que es el nombre que le damos a aquella parte del
discurso
argumentativo en la cual se busca concretamente la resolución de una diferencia. En la
presente obra se considera que un texto argumentativo es la completa constelación de
enunciados
(que pueden ser orales o escritos) que han sido presentados en defensa de un punto de
vista.
Un punto de vista solo requiere ser defendido cuando no todos están completamente de
acuerdo con él. Esta falta de acuerdo puede haberse manifestado de manera evidente, pero
basta también con que exista una sospecha de que podría haberla. En principio, un texto
argumentativo siempre puede ser considerado como parte de una discusión, real o imaginada
por el argumentador, en la cual éste reacciona ante una crítica que ha sido o que podría ser
presentada en contra de su punto de vista. 13 Es característico de una discusión de este tipo
que una diferencia de opinión se convierta en el tema central de una disputa y que los usuarios
del lenguaje involucrados en ella intenten resolverla mediante la argumentación.
Los enunciados presentados en el curso de la argumentación son razones o, como preferimos
llamarlos, argumentos relacionados con un punto de vista. Los argumentos y los puntos
de vista se diferencian de otros enunciados por la función que cumplen: ni los argumentos ni
los puntos de vista se caracterizan en primer término por su forma o contenido. En la
comunicación
entre usuarios del lenguaje, mediante un punto de vista se expresa una concepción
que supone tma cierta toma de posición en una disputa; mediante un argumento, se hace un
esfuerzo por defender esa posición.
IJEn el discurso argumentativo siempre existen, en principio, dos partes involucradas, pero en IU\ texto argumentativo
las contribuciones de una de tas partes están, por regla general, sólo implícitamente representadas: el dis<::urso
argumentativo, que es básicamente dialógico, se manifiesta entonces monotógkamente.
Un mismo enunciado puede tener diferentes ftmciones. Por ejemplo:
"El capitalismo ya no tiene futuro"
puede ser un argumento dentro de un texto argumentativo en ei que el punto de vista que se
defiende es que todas las empresas de negocios deben ser nacionalizadas. Pero también podría
cumplir la función de punto de vista de un texto argumentativo en el que, por ejemplo,
se ha presentado el argumento de que el capitalismo ha resultado ser incapaz de evitar una
crisis económica. En otros contextos, el mismo enlilciado podría haber sido expre~ado con la
intención de hacer lila predicción pesimista, una profecía esperanzada o lila advertencia
urgente.
Dado que uno puede tener tm punto de vista con respecto a cualquier tema, un plilto de
vista puede tener cualquier contenido. Los pliltos de vista pueden expresar opiniones que se
refieren a hechos, ideas, acciones, actitudes, o cualquier otra cosa. Pueden tener que ver no
solo con asuntos relativamente simples, sino también con asliltos de extrema complejidad.
Podemos sostener la opinión de que Amsterdam es la ciudad más sucia de Europa, que
Baudelaire es el mejor poeta francés, que los dictadores siempre son de derecha, que es mala
educación permitir que lila anciana esté de pie mientras uno permanece sentado, o que generalmente
se cree que los levantadores de pesas son más pesados de lo que realmente son.
Pero también podemos adherir al punto de vista de que el altruismo es tma forma de egoísmo
hábilmente disfrazada, que la enseñanza de la gramática tiene un efecto beneficioso en el
empleo del lenguaje por parte de los escolares, que el conductismo es una teoría psicológica
pasada de moda, o que la teoría cuántica es confirmada por la teoría de la relatividad.
Si tm punto de vista es defendido, quiere decir que su aceptabilidad está siendo cuestiona·
da. La persona que argumenta actúa sobre el supuesto de que otros dudan, o podrían dudar,
de la aceptabilidad de su punto de vista, aunque no lo consideren necesariamente como
totalmente inaceptable. Así, el propósito de su discurso es convencer a otra persona de la
aceptabilidad de su ptmto de vista.
Un argumentador solo puede resolver racionalmente una disputa referente a un punto
de vista si, por medio de la argumentación, logra convencer a su interlocutor de la
aceptabilidad de su punto de vista.14 La argumentación comprende toda la constelación de
enunciados presentados en defensa de un punto de vista. Una argumentación puede ser
muy breve y simple y constar solo de un argumento, o puede ser muy elaborada y compleja
y emplear muchos argumentos.
También una disputa puede ser más o menos compleja. En el caso más simple, solo un
punto de vista se defiende en el texto argumentativo. Si hay más puntos de vista que estén
siendo defendidos, puede ocurrir que todos ellos se relacionen con el mismo tema, pero también
podrían estar relacionados con diferentes temas. En este último caso hay, de hecho, más
de una disputa. El siguiente es un ejemplo de un caso simple:
" Cuando hablamos en general de !?S roles comunkadonales y argumentativos -tales como hablante,
escritor, auditor,
lector;, arg;umentad~r, protagorusta y antagonista-. empleamos generalmente la forma masculina del
pronombre
personal . él para refenrnos al agente. Estamos consc1entes de que algunos lectores podrían temer
que esto implicara
un sextsmo de nuestra parte. No es en absoluto así. El género sólo tiene importancia cuando se
expresa en ejemplos
concretos y, en esos casos, siempre indicamos el sexo del hablante.
1. Marfa: "Pienso que tú no deberías objetar el que yo fume".
2. Juan: "No estoy tan seguro de eso''.
3. María: "Después de todo, yo no objeto el que tú 110 fumes".
A partir de (1) y (2), está claro que María y Juan tienen una disputa. En (3) María presenta
una argumentación para defender su punto de vista, formulado en (1). Si su intento de convencer
a Juan de la aceptabilidad de este punto de vista tiene éxito, su disputa habrá sido
resuelta. Observemos, de paso, que esto parece bastante poco probable, porque, por simple
que sea la argumentación de María, parece tener al menos una premisa dudosa, la que -mmque
ha quedado implícita- resulta indispensable: El no fumar puede~er tan objetable como
el fumar.
2, Puntos de vista positivos y negativos
Supongamos que tres personas asisten a una conferencia y escuchan al conferencista expre·
sar la opinión de que el conductismo es una teoría psicológica pasada de moda. Puede ser
que uno de ellos esté de acuerdo con esta posición, otro esté en desacuerdo y el tercero no esté
seguro de qué pensar al respecto. Sus opiniones podrían expresarse de la siguiente manera:
l. "Es verdad que el conductismo es una teorfa psicológica pasada de moda".
2. "No es verdad que el conductismo sea una teorfa psicológica pasada de moda".
3. "No sé si es verdad o no que el conductismo es una teoría psicológica pasada de moda".
Estas tres reacciones representan las posiciones básicas que se pueden tomar ante la proposición
"El conductismo es una teoría psicológica pasada de moda". 15 La característica común
a los enunciados (1)-(3) es que todos ellos contienen la proposición el conductismo es 111111
teoría psicológica pasada de moda, con respecto a la cual los diferentes puntos de vista son
adoptados.
En (1) se afirma que el conductismo es una teoría psicológica pasada de moda: Se expresa
rm punto de vista positivo con respecto a la proposición. En (2) se niega que el conductismo
sea una teoría psicológica pasada de moda: Se expresa tm punto de vista negativo con respecto
a la misma proposición. Por último, en (3) no hay ni una afirmación ni una negación de
que el condu.ctismo sea una teoría psicológica pasada de moda: No se expresa ni 1111 punto de
vista positivo ni uno negativo.
Se podría decir que (3) es un caso en el que no hay ningún punto de vista o, dicho de otra
manera, se adopta un punto de vista cero. Esto es lo que sucede si, por ejemplo, una persona
no quiere comprometerse con ningún punto de vista particular o realmente no tiene idea de
qué pensar sobre algo. Esa persona puede, incluso, pensar que es poco prudente comprometerse
con cualquier punto de vista acerca del conductismo, ya que no existe suficiente evidencia
disponible. En este caso el hablante efectivamente tiene un punto de vista, pero éste se
relaciona con una proposición diferente ("Es verdad que no es posible decidir si el conductismo
es o no una teoría pasada de moda").
•> Estrictamente hablando, existe todavía otra posibilidad: (4) "Es verdad y no es verdad que el
conduclismoes una
teorfa psicológica pasada de moda", pero en la lógica clásica ésta (4) no es posible (/erli11m 11011 dalur).
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Un punto de vista puede ser expresado de muy diversas maneras, variando desde la
explícita y potente:
"Mi punto de vista es que el conductismo simplemente es lffia teorfa psicológica pasada de
moda".
hasta la más cauta y menos potente:
"Creo que el conductismo es una teoría psicológica pasada de moda".
La proposición con la cual se relaciona el punto de vista también puede ser más o menos
abarcadora, variando desde:
"Mi punto de vista es que el conductismo es una teoría psicológica pasada de moda"
hasta:
"Mi punto de vista es que algunos aspectos del conductismo están pasados de moda".
Representamos los tres tipos de ptmto de vista posibles de la manera siguiente: 16
l. +/p punto de vista positivo con respecto a la proposición p.
2. -/p punto de vista negativo con respecto a la proposición p.
3. fJ/p Punto de vista cero con respeto a la proposición p.
Una persona que ha presentado un punto de vista positivo está, a partir de ese momento,
positivamente comprometida con la proposición a la cual el punto de vista se refiere. Y una
persona que ha presentado un punto de vista negativo está negativamente comprometida con la
proposición. La consecuencia pragmática es, en ambos casos, que está obligada a defender
ese punto de vista (positivo o negativo) si es atacado, es decir, si su aceptabilidad es
cuestionada.
Esta obligación seguirá existiendo mientras la persona no se retracte del plmto de vista.
En cambio, una persona que ha presentado lffi punto de vista cero no está ni positiva ni
negativamente comprometida con la proposición. Estrictamente hablando, aquí no hay
realmente
ningún punto de vista en absoluto. En consecuencia, no hay ninguna obligación de
defenderlo. Por supuesto, la persona que adopta un punto de vista cero puede ser atacada
precisamente por no adoptar ningún punto de vista; sin embargo, éste es un tema completamente
diferente.

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