E la laguna Mancapozo, situada entre los pueblos de Malconga
y Shismay vivía una gran y aterradora serpiente, a la que los pobladores llaman Huaracuy. Ella no solo habitaba la laguna, sino que cuidaba los tesoros que guardaba esta conocida laguna.
Se dice que en la época de lluvias y huaicos esta serpiente
aprovecha para llevarse a algunas personas y convertirlas en su alimento ¡Qué miedo! Gracias a los huaicos, llevan todo a su paso, la serpiente podía escapar de la laguna.
Un día de lluvias intensas, las aguas de la laguna Mancapozo se
pusieron bravas y se originó un terrible huaico que arrasó con todo a su paso. Algunos lograron ver al Huaracuy en medio del destructivo huaico, el cual se volvía aún más destructivo gracias a este animal.
Chaski nos cuenta que una señora le contó a los demás
pobladores que conoció a una mujer que podría ser clave para explicar por qué este animal es tan aterrador y destructor. La mujer contaba que había tenido dos hijos con el Jirca, una de las montañas majestuosas que rodean a Huánuco. Antiguamente las montañas eran consideradas dioses. Luego de haberse enamorado y tener hijos con la mujer, el Jirca dejó de amarla, y al poco tiempo, luego de convertirlos en serpientes con alas se llevó a sus hijos con él ¡los secuestró! Lo más triste fue que lo hizo para su beneficio, ya que ellos se encargarían de proteger los tesoros que escondía en el fondo de las montañas y lagos. Uno de los chicos que protege el tesoro en la laguna Mancapozo es el Huaracuy, quien no puede ocultar su enojo por dicha acción del padre.
Gracias a las lluvias y huaicos el Huaracuy puede salir de la
laguna y aprovechar la luz del sol que llega a él cuando las lluvias terminan. Esta luz convierte al Huaracuy en un hermoso arcoíris y en una buena serpiente. Porque en el fondo no es malo. El Huaracuy se convierte en un hermoso arcoiris con el sol - Los Cuentos de Chaski
Esta historia sí que ha tocado nuestros corazones. A pesar de ser