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UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES
MAGISTER EN HISTORIA

EL FACTOR DE SER FORÁNEO COMO UN ELEMENTO


CONSTITUTIVO DEL DELITO DE BIGAMIA EN EL CHILE
COLONIAL (1788-1823)

Tesis para optar al


Grado de Magister en Historia

Tesis inserta dentro del Proyecto Fondecyt Regular N° 1130211, "Formas de conciliación y
mecanismos informales de resolución de conflictos en Chile, 1750-1850".

NICOLÁS FRANCISCO GAJARDO CONTRERAS


Profesor Guía: René Salinas Meza

SANTIAGO - CHILE
diciembre - 2015
Dedicatoria
Esta obra va dedicada a todos los hombres y mujeres que durante su vida decidieron obviar
la norma para respetarla, es decir, luego de un fracaso matrimonial dieron el paso de repetir
la nupcia, también hay que reconocer que pese al paso del tiempo pude entrar en su mundo
para intentar comprenderlo y analizarlo.

También agradezco a mi señora por su interés constante en la investigación y darme ánimo


para concluirla sin desviarme en el camino del ocio, dándome una palabra de apoyo en cada
momento que no encontraba salida, junto con ayudarme a clarificar las ideas para que
quedaran claras a un lector poco adentrado en el tema.

No puedo dejar de mencionar a mi familia (a toda ella) por darme las bases para continuar
en este largo camino investigativo y no darme por vencido.

A todos ellos y a los que no he nombrado por la fragilidad de la memoria, MUCHAS


GRACIAS.

2
Agradecimientos
Esta investigación no hubiese sido posible, si no me hubiese interesado por el inextricable
mundo colonial en las clases con la profesora Verónica Undurraga, también agradecer el
incansable apoyo que me brindó la profesora Macarena Cordero, por las largas
conversaciones referente al complejo Chile colonial.

Como olvidar a la persona que siempre estuvo para ayudarme con el trabajo y guiarme en la
realización de la tesis, mi profesor guía René Salinas.

Esto no hubiese sido posible sin la revisión de archivo, tanto en el Archivo Nacional, junto
a todas las personas que trabajan ahí y que guiaron la búsqueda documental, junto con
nombrar a los funcionarios del archivo del Arzobispado de Santiago que me resguardaron
largas tardes en la revisión de archivo de mis sujetos transgresores.

No puedo olvidar a todos los profesores que durante mi formación en el programa fueron
agudizando mi mirada para que no se me escaparan detalles importantes de la
investigación.

Por último agradecer la oportunidad que me brindaron el profesor René Salinas y Verónica
Undurraga para participar junto a un interesante grupo de trabajo en el proyecto Fondecyt
Regular N° 1130211, "Formas de conciliación y mecanismos informales de resolución de
conflictos en Chile, 1750-1850", siendo un apoyo relevante para concluir la tesis.

3
Índice de Contenidos

Introducción 6
-Objetivo 11
-Hipótesis 12
-Metodología 13
-Marco Teórico 17
 Matrimonio en sociedades de Antiguo Régimen 17
 Solemnidades de Matrimonio 18
 Situación del Foráneo en el Chile tarco colonial 19

 Bigamia e Historiografía 21

 Discusión bibliográfica 22

1.- Situación jurídica del delito de Bigamia y sus penas en el Chile colonial 26
1.1 Matrimonio como escenario de recatez y desviación 26
1.2 Delito de bigamia y cambio de jurisdicción: Del delito de Mixto Fuero
a la Real Cédula de 1788 30
1.3 Justicia civil como la encargada de administrar justicia a los
transgresores del matrimonio 34
2.- Condición de Foráneo del bígamo y sus estrategias de movilidad y
asentamiento en la comunidad 37
2.1 Contexto geográfico e institucional del Reino de Chile 37
2.2 Estrategias de los sujetos para modificar atributos de su personalidad 40
2.2.1 Cambio de nombre y estrategias de asentamiento 40
2.3 Bígamos en suelo chileno: estrategias de asentamiento 42
2.3.1 Doblar el matrimonio en el Reino de Chile 43

4
3.- Razones para "doblar" el santo vínculo matrimonial a fines del siglo 51
XVIII en Chile
3.1 Bígamos y sus razones para doblar el sagrado vínculo matrimonial 51
3.2 Razones de los bígamos en las fuentes de archivo de Chile 55
3.3 Bígamos y sus razones: Un contexto general 60
Conclusión 61
Bibliografía 65
Anexo 73

Índice de Cuadros

Cuadro 1: Lugares de matrimonio de los sujetos infractores y las distancias 43


en kilómetros entre un lugar y otro
Cuadro 2: Razones de los bígamos para doblar el sagrado vínculo 55
matrimonial

5
Introducción
Es difícil pensar que hoy, en Chile, un hombre o una mujer pudiesen casarse dos veces,
pero se han encontrado casos donde dicha situación ha sido posible. Esto se ha debido,
fundamentalmente, a deficiencias del Registro Civil, producto que posee información en
línea solo desde el año 2001, y como bien lo relata una noticia publicada en el diario La
Estrella de Valparaíso, una mujer al intentar solicitar su certificado de matrimonio
"descubrió que su marido, del cual se encuentra separada de hecho, habría contraído
nupcias seis años después con otra mujer, sin haber tramitado su separación" 1 . Por
extraordinaria que pueda parecer esta situación, se encuentran sin embargo más casos2. Por
lo tanto, es interesante conocer como ha sido posible que las personas doblen el sagrado
vínculo matrimonial en el pasado y poder comprender de mejor forma el delito en la
actualidad.

Por lo anterior, el foco de la investigación que presentamos aquí, aborda el delito de


bigamia (doble matrimonio) en el Chile tardo colonial. Esta violación a la esencia del Santo
Vínculo matrimonial se dio reiteradamente en Europa y América hasta el siglo XVIII, y su
persecución así como el enjuiciamiento de los transgresores estuvo en manos de la
Inquisición. El ámbito exclusivo de competencia inquisitorial cambió durante el siglo
XVIII, dentro de un contexto reformista impulsado por la casa de Borbón en todo el
Imperio, y que representaron para Chile una serie de cambios administrativos entre los
cuales estuvo la modificación de la jurisdicción en la que caían ciertas transgresiones. Uno
de éstos cambios afectó al delito de bigamia que en un primer momento fue de “mixto
fuero”, es decir, recaía tanto en el Santo Tribunal de la Inquisición como en la Justicia Real,
pero que en la segunda mitad del siglo XVIII, específicamente en agosto de 1788, por una
Real Cédula (ver Anexo)3 se ordenó que el delito de doble matrimonio pasara de la

1
"Registro Civil investiga posible caso de bigamia", La Estrella de Valparaíso, Valparaíso, 27 de mayo de
2010, en http://www.estrellavalpo.cl/prontus4_noticias/site/artic/20100527/pags/20100527001147.html
2
"Divorcio - Nulidad de matrimonio por bigamia - 07/09/06, JurisChile, 7 de septiembre de 2006 en
http://www.jurischile.com/2006/11/divorcio-nulidad-de-matrimonio-por.html
3
Expediente formado para el cumplimiento de una R.C dada en San Ildefonso a 10 de agosto de 1788 que
dispone que en los dominios de indias e islas Filipinas se observe lo resuelto por S.M en los juicios sobre el
delito de Poligamia, a fin de evitar competencias entre el Santo Oficio y otros tribunales (1789). Archivo
Histórico Nacional de Chile (A.H.N), Fondo Real Audiencia. Volumen 669, pieza 1, 10 fojas.

6
competencia de la Inquisición a la Justicia Real, siempre y cuando no existieran
pensamientos heréticos, ya que si esto ocurría la Inquisición tenía jurisdicción en el caso.

Para contextualizar nuestra investigación es necesario dejar claro los elementos más
importantes del matrimonio, que es la institución central en el delito de bigamia. Esta
Institución, tal como llegó a América, comenzó a tomar forma a partir del siglo XII, cuando
se incorpora el concepto de matrimonio sacro, monógamo e indisoluble 4. Dicho concepto
doctrinal fue traspasado a la población en la práctica a través de la enseñanza
institucionalizada como también a la enseñanza informal, hasta que se logró el respeto y
cumplimiento de dichos elementos en la cotidianeidad de las personas. Dicho elemento
tenía larga data, el cual como sacramento fue aprobado en el Concilio de Letrán (1215) y
luego aprobado por Trento y a su vez "el Concilio de Trento reafirmó la indisolubilidad del
matrimonio y su importancia en la transmisión del patrimonio y en el equilibrio social. Al
mismo tiempo, se acentuó el papel de la iglesia en cuestiones morales y matrimoniales" 5, el
cual generó un interés por parte de la población de vivir en matrimonio.

En el caso de la Corona Española, Alfonso X el sabio (siglo XIII) en sus siete partidas 6
clarifica cuales deben ser los requisitos, las solemnidades, y los impedimentos que debe
tener el matrimonio. En la partida cuarta, título dos, ley seis, se señala que se pueden casar:

"todos aquellos que tienen entendimiento sano para consentir el casamiento, y que son tales
que no tienen embargo que les impida yacer con las mujeres, fuera de aquellos a quienes
prohíbe el derecho señaladamente que no puedan casar; aunque los mozos y las mozas que no
son de edad, digan aquellas palabras por las que se hace el matrimonio, porque no tienen
entendimiento para consentir, por ello vale el casamiento que entre tales es hecho"7,

4
Julio Retamal, "Fidelidad Conyugal en el Chile Colonial", en Historia de la Vida Privada en Chile. El Chile
Tradicional de la Conquista a 1840, eds. Rafael Sagredo y Cristián Gazmuri (Santiago: Taurus, 2007), 51.
5
Marie Costa, "Conflictos matrimoniales y divorcio en Cataluña: 1775-1833" (Tesis Doctorado, Universitat
Pompeu Fabra. Institut Universitari d'Història Jaume Vicens i Vives, 2008), 76-77.
6
Según el Diccionario de Autoridades de 1737, se define partida como “las leyes de caftilla, que mandó
recoger el Santo Rey D. Fernando a los mas fabios jurifconsultos de fu tiempo, cuya obra fe concluyó y
perficionó en tiempo de fu hijo el Rey D. Alonfo el XI”, en
http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.
7
Alfonso X. (Siglo XIII). Las siete partidas (España, Siglo XIII), 77, en
http://www.vicentellop.com/TEXTOS/alfonsoXsabio/las7partidas.pdf.

7
Esto demuestra que el rol pedagógico que tuvo la Iglesia para transmitir los requerimientos
fue primordial, ya que sin dicho elemento difícilmente se podía llevar a cabo el sagrado
vínculo.

Lo anteriormente expuesto nos sirve de base para entender el ideario católico con el que
llegaron los conquistadores a América, ideario que luego se reafirmaría en el Santo
Concilio de Trento. Este tuvo dos focos, uno moral y otro práctico: “por una parte, el ser
fundamento moral de toda sociedad cristiana le permitía desarrollar también los valores
básicos de construcción de la España americana; junto a ello, y específicamente en
Latinoamérica, era medio eficaz para consolidar el dominio español y organizar la sociedad
allí emergente influyendo, de paso, para que sus hombres retomaran los ritmos “normales”
de existencia –lo cual, obviamente y por variadas razones, fue tarea nunca cumplida
absolutamente-“8, lo que se puede comprobar por los casos de adulterio, amancebamiento y
bigamia que ocurrieron en todo el período colonial.

La bigamia, como duplicidad del “sagrado vínculo matrimonial”, fue facilitada por las
condiciones de "foráneo”9 del sujeto, lo que facilitaba la construcción de una nueva
identidad. También el alejarse lo más posible de su lugar de residencia facilitaba el
“falsear” ciertos elementos que permitieran contraer nuevo matrimonio, no como un actuar
hereje sino más bien como una necesidad de “vivir en matrimonio”, siguiendo las palabras
de Dolores Enciso Rojas10

Lo anterior se complementa con la fragilidad del sistema eclesiástico, ya que los párrocos,
por una parte no tenían el interés por cerciorarse que la información proporcionada por los
contrayentes fuese cierta y por otra, estaban imposibilitados de obtener la información por
la falta de funcionarios para lograrlo.

8
Eduardo Cavieres y René Salinas. Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, (Valparaíso: Instituto de
Historia Universidad Católica de Valparaíso, Serie monográficas N°5, 1991), 37.
9
El concepto foráneo o forastero según el Diccionario de la Lengua Española de 1780 lo define como
"persona que vive, ó está en un lugar, ó país de donde no es vecino" Diccionario Usual 1780 y 1791,
http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.1.0.0.0 (consultado el 2 de mayo de 2015).
10
Dolores Enciso Rojas, "Matrimonio, bigamia y vida cotidiana en Nueva España", Dimensión
Antropológica. Vol. 17 (2009), en
http://www.dimencionantropologica.inah.gob.mx/?p=1186#footnote_6_1186

8
Esta investigación da luces acerca de la forma de actuar de ciertos sujetos casados que, tras
abandonar por diferentes razones su primitivo lugar de residencia, manifiestan interés en
radicarse en un nuevo lugar como solteros, llegando incluso para ello a cambiar de nombre
a fin de no ser reconocidos, pero siempre con el interés de vivir en sagrado vínculo
matrimonial. Teniendo presente eso, el infractor sabía que su matrimonio era ilegítimo "lo
cual traía consigo el estigma de ilegitimidad para los hijos nacidos de esa unión (...) sabía
que se convertía en delincuente y (...) debía ser denunciado, perseguido y castigado" 11 pero
aún así los intereses y/o impulsos fueron más fuertes.

Teniendo en cuenta los expedientes documentales que contienen casos de bigamia en los
Archivos Nacionales, hemos delimitado una zona que nos servirá de área de estudio, y que
grosso modo corresponde al actual Chile central, que abarca entre Copiapó y Concepción.
Si bien algunos de los involucrados vienen de España, Mendoza o Perú, terminaron
residiendo en el territorio de Chile central, y aun cuando algunos de ellos se casaron por
primera vez en España o Mendoza, terminaron siendo juzgados en el lugar de las segundas
nupcias.

Cabe mencionar que la investigación ha sido posible gracias a la revisión de fuentes


primarias procedentes del Archivo Nacional de Chile, específicamente el Fondo Real
Audiencia y Capitanía General, y del Archivo del Arzobispado de Santiago. En total, la
muestra que hemos estudiado incluye 27 expedientes contenidos en esos archivos.

Por último, debemos mencionar que el tema de la bigamia en Chile ha sido poco estudiado.
De los trabajos que hay al respecto, se hace imprescindible la revisión del libro de René
Salinas y Eduardo Cavieres Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional y el artículo
de Eduardo Cavieres Faltando a la ley y burlando la ley. Bígamos y adúlteros en el Chile
Tradicional que son los que trabajan el tema para el Chile del siglo XVIII. Como

11
Dolores Enciso Rojas, "Matrimonio, Bigamia y vida cotidiana, 1-2.

9
referencia anexa es ineludible de consultar están los trabajos de Dolores Enciso Rojas 12 y
Estrella Figueras Valle13 , este último relativo al virreinato de la Nueva España.

Con esta Tesis pretendemos contribuir con un aporte a la investigación y al análisis del
tema de la Bigamia en Chile durante el período tardo colonial, aunque ciertamente no
pretendemos con ello dejar el tema cerrado, sino más bien agregar una más al tema.

12
Dolores Enciso, “La política regalista de Carlos III y el delito de bigamia. La Real Cédula de 1788”,
Estudios de Historia Novohispana. N° 11 (1991); "Matrimonio, bigamia y vida cotidiana.
13
Estrella Figueras, "Se rebelaron contra la sagrada norma del matrimonio: Mujeres bígamas en el México
Hispano, Scripta Nova Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. N°45 (1999), en
http://www.ub.edu/geocrit/sn-45-46.htm; "Pervirtiendo el orden del Santo Matrimonio. Bígamas en México:
S. XVI-XVII" (Tesis Doctorado en Historia de América, Universitat de Barcelona, 2000); "Una muestra de la
fe y de la "mala fe" a través de los procesos del Santo Oficio de la Inquisición de México", Revista
Electrónica de la Asociación española de americanistas. Vol. 1: N° 1 (2008): 1-17; "El oficio de "no
trabajar". Mujer, bigamia y trabajo en la Nueva España", Scripta Nova Revista Electrónica de Geografía y
Ciencias Sociales. Vol. 6: N° 119 (2002), en http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn119-21.htm.

10
Objetivo/s

Objetivo General

 Analizar la situación del bígamo durante el Chile tardo-colonial, considerando el


factor de ser foráneo de los sujetos.

Objetivos Específicos

 Reconocer la situación jurídica del delito de Bigamia y sus penas en el Chile


colonial
 Analizar la condición de foráneo del bígamo y sus estrategias de movilidad y
asentamiento en la comunidad
 Analizar las razones para doblar el Santo Vínculo matrimonial a fines del XVIII en
Chile

11
Hipótesis
El delito de bigamia para la presente investigación da cuenta que los sujetos durante el
período colonial utilizan diversas estrategias para poder doblar el matrimonio. El cual pese
a los intentos de la Iglesia para mantener el matrimonio monógamo, sacro e indisoluble,
existieron sujetos que fueron más allá y duplicaron la unión, producto de las necesidades de
asentarse, comenzar una nueva vida, dejar de lado una mala relación, etc. fueron más
fuertes y que es apoyado por la fragilidad del sistema español para poder controlar una zona
periférica como lo es el Reino de Chile, para lo cual hay que tener presente que la distancia
aproximada entre una ciudad/pueblo de otro muchas veces era de una jornada a caballo,
haciendo posible no sólo cambiar rasgos de la vida, omitiéndolos o bien modificándolos, al
punto de encontrarse casos donde la casta podía ser modificada para acceder a ciertos
beneficios e incluso ocultarse tras haber cometido algún delito 14. En otras palabras, la
migración permitió, por las razones ya señaladas, burlar la legislación.

Berta Ares, “Mestizos en hábitos de indios: ¿estrategias transgresoras o identidades difusas?”, en


14

Passar as fronteiras. Il coloquio internacional sobre mediadores culturais, séculos XV a XVIII, eds. Rui
Loureiro y Serge Gruzinski (Lagos: Centro de Estudios Gil Eanes, 1999); Verónica Undurraga, “Españoles
oscuros y mulatos blancos: identidades múltiples y disfraces del color en el ocaso de la colonia chilena 1778-
1820”, en Historia de Racismo y discriminación en Chile, eds. Rafael Gaune y Martín Lara (Santiago: Uq-
Bar, 2010).

12
Metodología
El delito de bigamia durante el período colonial, es posible estudiarlo mediante el análisis
de fuentes primarias, por lo tanto, lo primero que habría que hacer es buscar en los distintos
catálogos tanto del Archivo Nacional como del Arzobispado de Santiago todo lo que
contuviera la palabra "bigamia", "poligamia", doble matrimonio" y de ahí "no quedaba más,
para adentrarse en su contenido, que comenzar la búsqueda material, la lectura y la
transcripción"15 y de esta forma poder trabajar con los casos de mejor forma, los cuáles
serán complementados con referencias bibliográficas para analizarlos de mejor forma.

Cabe destacar, que para realizar la tesis hay que diferenciar el método de la técnica de
investigación donde la "técnica no es el camino como el método, sino el arte o manera de
recorrer ese camino"16, para analizar la bigamia se hace imperante realizarlo desde la
vereda de lo cualitativo en contraposición a lo cuantitativo, para lo cual sigo las palabras de
Albornoz (habla sobre la injuria pero se puede extrapolar la idea) al mencionar que la
técnica cuantitativa "plantean más problemas que soluciones, porque cualquier intento por
medir en el tiempo y en el espacio nunca podrá dar cuenta cualitativamente de lo que
sucede con las personas"17 y de ahí que el estudio de los casos es una buena forma de
aproximarse a la realidad.

El estudio que se realizará de los casos, teniendo como interés lo cualitativo servirá -como
bien explica Albornoz- para conocer:

"los dolores, los gritos, los silencios, las risas y los suspiros, entre otras cosas, quedan
petrificados, como fósiles o como ecos, en medio de esbozos ya de por sí ricos en
información y sugerencias sobre aspectos recónditos de la interacción entre los sujetos, de la
vida que transcurre"18

15
María Eugenia Albornoz, "Seguir un delito a lo largo del tiempo: interrogaciones al cuerpo documental de
pleitos judiciales por injuria en Chile, siglos XVIII y XIX", Revista de Historia Social y de las Mentalidades.
Vol: 10 N° 2 (2006): 197.
16
Fernando Alía Miranda, Técnicas de investigación para Historiadores. Las fuentes de la historia (Madrid:
Síntesis, 2008), 44.
17
María Eugenia Albornoz, "Seguir un delito", 12.
18
María Eugenia Albornoz, "Seguir un delito", 17.

13
Y de ahí que la utilización de las fuentes primarias y los casos judiciales permiten conocer
ciertas estrategias de los involucrados en un juego de resignificación de prácticas,
entendiendo éstas como prácticas sociales donde "permiten construir un marco de nuevas
reglas del juego, que incluyen la construcción de un imaginario sobre lo justo, lo injusto y
lo peligroso, que a su vez son mezclas y códigos nuevos que se construyen al calor de
resistencias y acomodos"19 y de ahí que las fuentes primarias del período colonial sean tan
ricas y complejas de analizar, producto de las significaciones y resignificaciones que van
surgiendo por parte de los sujetos en cuestión.

Por todo lo anterior, la presente tesis utilizará fuentes de archivo provenientes del Archivo
Nacional de Chile, específicamente los Fondos Real Audiencia y Capitanía General y por
otro lado, los documentos que se encuentran en el Archivo del Arzobispado de Santiago de
Chile20 y que hace relación al Tribunal Eclesiástico y al Fondo de Gobierno, de las fuentes
encontradas se extraerá lo que hace relación a los argumentos que utilizan los involucradas
en el juicio, en relación a las estrategias que utilizan para poder asentarse en el nuevo lugar
como un mecanismo para doblar el sagrado vínculo y por otro lado se tendrá presente las
razones que expresan los acusados como un mecanismo válido para casarse por segunda
vez.

Hay que tener presente, que lo expuesto en un juicio no es la verdad, sino que es una
construcción por parte del sujeto y que se ve influenciado por sus vivencias, de ahí que el
concepto de verosimilitud se acerque más a lo que se requiere, dejando espacio a la
subjetividad de la argumentación. A su vez, quedarse con solo una opinión es riesgoso
producto que:

"suponer que en la verdad judicial radica en la experiencia histórica es riesgoso, como


riesgoso es quedarnos con un único relato que, privilegiado en su unicidad, podamos suponer
como verdadero. La verdad judicial está medida así tanto por sus fines como por sus formas

19
Alejandra Araya, "La fundación de una memoria colonial: la construcción de sujetos y narrativas en el
espacio judicial del siglo XVIII", en Justicia, poder y sociedad en Chile: Recorridos Históricos, eds. Tomás
Cornejo y Carolina González (Santiago: Ediciones Universidad Diego Portales, 2007), 209.
20
Los casos del tribunal del Arzobispado de Santiago, producto de políticas de la institución, no se podrán
usar los nombres reales, así que se utilizarán nombres ficticios, o en su defecto la inicial del nombre, para que
no se pierdan las ideas de los argumentos.

14
de producción, por sus límites, por los huecos que quedan en medio de su argumentación, por
la plausibilidad negada del error"21

Pese a lo largo de la referencia, es bastante clarificadora de lo que hay que considerar al


momento de trabajar con casos judiciales y la forma de interpretarlos, ya que siempre hay
que leer los documentos a contrapelo como bien lo menciona Walter Benjamin "significa
suponer que cada texto incluye elementos no controlados" 22 y tratar de comprender lo que
no aparece a simple vista.

Al momento de estudiar la bigamia, hay que tener presente que el objeto de estudio son
personas en su dimensión más íntima, es decir, la familia y las transgresiones que en ella se
generan, que tienen una larga duración, donde se mezclan elementos económicos, sociales,
culturales y políticos23, y de ahí que el tema se hace complejo por la cantidad de factores
que influyen en la toma de decisiones.

Cabe consignar, que al momento de revisar casos judiciales, nos percatamos que existe una
batalla jurídica donde la:

"la lucha no esta decidida de antemano en base a la diferencia de recursos normativos (...) los
dos litigantes no sólo se enfrentan externamente comparando normas, sino que uno penetra
en el campo del otro a través de la argumentación y hace saltar en pedazos ciertos tramos de
la muralla defensiva mediante explosiones internas o realiza una incursión depredatoria por el
campo enemigo y regresa al suyo propio trayendo consigo un cañón de la otra parte que a
partir de entonces se vuelve contra ella"24

Según lo que nos expone Trezegnies, queda bastante claro lo importante y difícil del
estudio de los casos judiciales debido a la variedad de argumentos que se extrapolan, donde
las partes involucradas tratan de desmentir lo sucedido o bien de aminorar la posible culpa
y de ahí que la metodología a utilizar en torno al estudio de los casos de bigamia es en

21
Alejandra Araya, "La fundación de una memoria colonial", 221.
22
Carlo Ginzburg, El hilo y las huellas. Lo verdadero, lo falso, lo ficticio, (Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica, 2010), 15.
23
Karina Bárcenas, "Familias diversas: de la institución al movimiento. Estructuras y dinámicas en la
reconfiguración del orden" (Tesis de Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, Instituto
Tecnológico y de estudios superiores de occidente, 2010), 27.
24
Fernando de Trezegnies, Ciriaco de Urtrecho. Litigante por Amor, (Perú: Pontificia Universidad Católica
del Perú. Fondo Editorial, 1981), 76.

15
relación al concepto de foráneo y las ideas que surgen desde ese concepto por parte de los
sujetos.

La presente tesis tendrá una división de tres capítulos, donde en el primero se reconocerá la
situación jurídica del delito de bigamia y sus penas en el Chile colonial, considerando en un
primer lugar las características del matrimonio y de ahí las facilidades que permitieron el
doblaje y el porqué de doblar el matrimonio para concluir mencionando cuáles son las
penas por doblar el sagrado vínculo. Un segundo capítulo hará mención a la condición de
foráneo del bígamo, caracterizando en un primero momento el ser foráneo en el Chile tardo
colonial, asociándolo al delito de bigamia y las estrategias que utilizan los sujetos para
asentarse en la nueva localidad cambiando características de su personalidad para intentar
pasar desapercibidos. Por último, se analizarán las razones de los bígamos para doblar el
sagrado vínculo matrimonial y poder de esta forma inmiscuirnos en el mundo discursivo de
los infractores.

16
Marco Teórico
Matrimonio en sociedades de Antiguo Régimen
Según el Diccionario de Autoridades de 1734, entendemos matrimonio como:

“Contrato del derecho natural, que fe celebra entre hombre, y muger, por mutuo
confentimiento externo, dando el uno al otro potefta fobre fu cuerpo, en perpetua y conforme
union de voluntades, el qual elevado a Sacramento, y celebrado entre fugetos bautizados, fe
hace del todo indiffoluble, es llegando a confumarfe. Llámafe Matrimonio del nombre
Madre, por las mayores fatigas con que concurre la muger a la propagacion de la efpecie”.

Con esta definición podemos reconocer diversos elementos que tienen que ver cómo se
entiende el matrimonio para la época que hace relación al mutuo consentimiento 25, y al
hecho de que sea entre un hombre y una mujer, excluyendo el doble matrimonio o la
poligamia. Si se revisa el Diccionario usual de 1791 vemos que la definición no se ha visto
corregida, por lo que podemos vislumbrar que el ideario de matrimonio se ha mantenido
incólume durante casi un siglo. Por último, para esclarecer aún más el concepto de
matrimonio Pedro Murillo nos dice que el matrimonio se llama “así por la madre (...) ya sea
porque en la generación de la prole sólo la madre es cierta, y el padre siempre es incierto;
ya sea porque la prole es para la madre onerosa antes del parto, dolorosa en el parto y
laboriosa después del parto”26, reconociéndose explícitamente el rol de la mujer pese a que
no tenía mucha injerencia en la vida pública, pero sí bastante en la vida privada. Es
necesario tener presente que, al ver vulnerado su honor al ser abandonada la mujer, termina
siendo la afectada porque tiene que seguir viviendo con sus hijos. En efecto, la
historiografía reconoce demandas por alimentos en el período27.

25
Esto ha ido cambiando durante el tiempo, ya que en el siglo XVI y parte del XVII los padres no podían
cambiar la decisión de los contrayentes y que luego es modificado por la Real Pragmática de matrimonios de
1788 como bien lo explica Patricia Seed para el caso mexicano en “Amar, honrar y obedecer en el México
colonial. conflictos en torno a la elección matrimonial. 1574-1821”, (Alianza: México D.F., 1991), y que
para el caso de Chile es graficado por Cavieres y Salinas en “Amor, sexo y matrimonio".
26
Pedro Murillo, “Curso de Derecho canónico hispano e indiano”. traducción de Alberto Carrillo Cázares
con la colaboración de Pascual Guzmán de Laba et. al.Volumen III. (México D.F.: Colegio de Michoacán
Facultad de Derecho (UNAM), 2005), 481.
27
Sara Chambers, “Los derechos y deberes paternales: pleitos por alimentos y custodia de niños en Santiago
(1788-1855)” en Justicia, poder y sociedad en Chile: Recorridos históricos, eds Tomás Cornejo y Carolina
González (Santiago: Ediciones Universidad Diego Portales, 2007), 85-116.

17
Solemnidades del matrimonio en el siglo XVIII
Para llevar a cabo el matrimonio en el siglo XVIII, Pedro Murillo hace mención a las
solemnidades del matrimonio, tocando el punto de las promesas de esponsales que muchas
veces precedían al matrimonio mismo 28, el cuál podía servir para reclamar una unión que
no se llevó a cabo, pese a que no era obligatorio, pero que estaba en juego el honor del que
la realizaba. A su vez, es necesario hacer mención a Murillo cuando se refiere a la promesa
de esponsales como una “garantía de pacto (...) para que no pueda tomar o contraer
esponsales con otra”29 dejando en claro lo anteriormente expuesto.

Antes de continuar con las solemnidades propiamente tales, hay que mencionar la dote que
se entrega a la familia de la novia, ya que para el Chile colonial el matrimonio es
considerado más que una unión sentimental, sino más bien como una relación económica,
productiva y reproductiva 30, para así acrecentar el poder y condición de los involucrados en
la mayoría de los casos, ya que considerando la información disponible en diversas
situación el empobrecerse no estaba muy alejado de la vida de las personas.

Dejando en claro lo anterior, podemos retomar las solemnidades del matrimonio, las que se
establecieron luego del concilio tridentino. Se debía contar con un párroco que dirigiera la
ceremonia junto con dos o tres testigos y que “se hallen moralmente presentes al mismo
tiempo que el párroco (...) y sean capaces de testificarlo en caso necesario” 31y de esta forma
evitar desviaciones. Dichas solemnidades se han visto incólume durante la época colonial e
inclusive se mantienen durante el Chile republicano y que fueron graficadas en la cita
anterior por Justo Donoso.

28
Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, sexo y matrimonio; Ann Twinam, “Honor, sexualidad e
ilegitimidad en la Hispanoamérica colonial”, Sexualidad y matrimonio en la América hispánica. Siglos XVI-
XVIII, editor Asunción Lavrin (México D.F.: Grijalbo, 1991); Dolores Enciso, “Matrimonio, bigamia y vida
cotidiana; Pedro Murillo, Curso de Derecho canónico hispano e indiano.
29
Pedro Murillo, Curso de derecho canónico hispano e indiano, 518.
30
Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, sexo y matrimonio en el Chile Tradicional, 8.
31
Justo Donoso, Manual del Párroco americano o instrucción teológico-canónico-legal, dirigida al párroco
americano, sus derechos, facultades y deberes, y cuanto concierne al cabal desempeño del ministerio
parroquial, (París: Librería de Rosa, Bouret y Cía, 1852), 352.

18
Murillo, al clarificar el matrimonio establece tres tipos aceptados por la Iglesia que son el
legítimo 32, el rato33 y el consumado34 y que reflejan el momento que vivían las parejas para
poder procrear basándose en el ideario católico hispano.

A su vez, hay que reconocer que diversos investigadores se han preocupado de la vida
matrimonial y de la vida privada o cotidiana de los involucrados35, pese que existieron
diversas estrategias para evitar desviaciones, en la práctica nos damos cuenta que no fue
así, ya que la bigamia atentaba contra la idea de matrimonio monógamo, sacro e indisoluble
y que al migrar los sujetos, podían transgredirlo.

Situación del foráneo en el Chile tardocolonial


El Diccionario de la Lengua Española de 1780 al definir el concepto forastero lo cataloga
como “persona que vive, ó está en un lugar, ó pais de donde no es vecino”, también lo
menciona como “lo que no es propio del lugar” a su vez Covarrubias en su Tesoro de la
Lengua Española o Castellana expone que forastero es “el que no es del mefmo lugar, ni de
la mefma tierra, de foras extras, de donde fe dixo eftrangero”. Considerando ambos
significados que se manejaban en la época podemos reconocer que el inmigrante o bien
“extranjero” es alguien ajeno, por lo que le resulta necesario consolidarse en dicho nuevo
lugar para construir una nueva vida.

32
Tiene carácter de contrato, no de sacramento, como antiguamente en la ley natural y en la mosaica.
33
Es el aprobado por la Iglesia y tiene carácter de sacramento, y por lo tanto se celebra sólo entre los
cristianos, pero que aún no ha sido consumado por la cópula.
34
El que después de haber sido legítimamente contraído, se perfeccionó mediante la cópula, y precisamente
por una cópula perfecta y suficiente para la procreación.
35
René Salinas, “Población, habitación e intimidad en el Chile tradicional”, en Historia de la vida privada en
Chile. El Chile tradicional de la Conquista a 1840, eds. Rafael Sagredo y Cristián Gazmuri (Santiago:
Taurus, 2007); Mónica Ghirardi y Antonio Irigoyen, “El matrimonio, el concilio de Trento e
Hispanoamérica”, Revista de Indias. Vol. LXIX. N° 246 (2009): 241-272; Karina Bárcenas, "Familias
diversas; Igor Goicovic, “Relaciones afectivas y violencia intrafamiliar en el Chile tradicional”, Voces y
Contextos, N° 1, Año 1 (2006): 1-20; Leonardo Mazzei y Carlos Vivallos, “La arquitectura del buen amar.
Matrimonio, normas y transgresión en testamentos de mujeres. Concepción 1754-1809”, Universum. Vol. 1.
N° 22 (2007): 236-250.

19
El extranjero o foráneo busca o construye una identidad, la que surge tanto desde abajo
como desde los círculos de poder36. Dicha condición sirve muchas veces para modificar su
realidad y escaparse de alguna situación problemática o conflictiva. En dicho sentido
podemos graficar lo anterior con lo expuesto por Ares al decir que “permitía a algunos
individuos hacerse pasar por lo que no eran, usurpar status que no les correspondían o
asumir identidades falsas para substraerse a la justicia” 37, pese a hablar de las vestimenta se
puede yuxtaponer a algunos actuares de foráneos para volverse a casar ya que al “instalar
su nueva residencia en un lugar relativamente distante del anterior, contraía el nuevo
matrimonio fraudulentamente alegando viudez o soltería, falsificando información y hasta
cambiando de nombre”38, con esto se puede retomar las ideas de Valenzuela donde alude a
esta búsqueda de identidad en el nuevo lugar para así sacar provecho de aquello.

Lo anterior, trataba de ser controlado por el poder monárquico para evitar las desviaciones
de la norma, ya que “no pueden ser más que aspiraciones que permitieron construir normas,
valores y convenciones, pero también generaron sus réplicas y contestaciones ya en los
mismos contextos en que se constataba su proyección sobre el conjunto de la sociedad” 39 y
que genera la posibilidad que personas rompan el sagrado vínculo matrimonial.

La importancia de los nombres en la sociedad de antiguo régimen, radicaba en que "uno los
heredaba naturalmente, adquiriendo derecho a ellos" 40 y de ahí, que al momento de
cambiarlo produjera todo un imaginario nuevo en torno a la identidad.

36
Jaime Valenzuela, “Inmigrantes en busca de identidad: los indios cuzcos de Santiago de Chile entre
clasificación colonial y estrategia social”, en América colonial. Denominaciones, clasificaciones e
identidades, eds. Alejandra Araya y Jaime Valenzuela (Santiago: Ril editores, 2010), 81-118.
37
Berta Ares, “Mestizos en hábitos de indio, 136.
38
Cavieres, Eduardo y Salinas, René. Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, 88.
39
Tomás Mantecón, "Formas de disciplinamiento social, perspectivas históricas”, Historia social y de las
mentalidades. Formas de control en Hispanoamérica. Justicia y religiosidad, siglos XVI-XIX. Vol. 14: N° 2
(2010): 269.
40
Tamar Herzog, "Nombres y apellidos: ¿Cómo se llamaban las personas en Castilla e Hispanoamérica
durante la época moderna?, Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas – Anuario de Historia de América
Latina. Vol.44 (2007): 18.

20
Bigamia y sociedad
El delito de bigamia, durante el siglo XVIII tuvo un cambio sustancial producto que cambia
de jurisdicción, ya que luego de la Real Pragmática de 1788 el delito pasó de estar a cargo
de la Inquisición a la justicia real, siguiendo así la línea de las políticas regalistas de Carlos
III que tenían como foco fortalecer la administración del Rey tanto en las colonias como
España relegando a la Iglesia a un segundo plano en temas espirituales y que atentaban con
una de las instituciones que más había pretendido cuidar la Iglesia 41.

De acuerdo a lo expuesto en líneas precedentes, Dolores Enciso Rojas menciona que “el
enjuiciamiento de los presuntos culpables intervendrían en primer término los tribunales
reales y, en segunda instancia, las instituciones judiciales eclesiásticas” 42.

Al considerar los elementos relacionados con la cotidianidad de los violadores de la norma


matrimonial hay que mencionar que el que se casaba por segunda vez conocía la ritualidad
de las nupcias, queriendo vivir dentro de una “supuesta” legalidad, ya que pese a que dobla
el matrimonio lo hace para estar dentro de los cánones impuestos por la Iglesia siguiendo
los lineamientos de Trento, es por esto que el bígamo “contaba con las bases esenciales
para planear su estrategia y volverse a casar, esta vez de manera ilícita” 43, y de ahí la
necesidad de cambiar de identidad para no ser reconocidos.

Para dejar claro el concepto de bigamia durante la colonia, se hace necesario realizar una
historia del delito, producto que antes de la Real Pragmática de 1788 ya se había expedido
una real cédula en 1754, considerando al delito de mixto fuero, es decir, tenían injerencia
tanto las justicias reales como el Santo Oficio de la Inquisición 44 y para el año 1766:

"se dictaminó, que por lo vasto y dilatado de los dominios españoles, el Rey daba facultad,
encargaba y mandaba al Presidente y jueces de las Reales audiencias que, al tener noticia
cierta y segura y bien fundada de algún delincuente de semejante crimen, paséis

41
Eduardo Cavieres, “Faltando a la fe y burlando a la ley. Bígamos y adúlteros en el Chile tradicional”,
Contribuciones Científicas y Tecnológicas. N° 118 (1998): 137-151.
42
Dolores Enciso, “La política regalista de Carlos III, 98.
43
Enciso, Dolores, “Matrimonio, bigamia y vida cotidiana, 2.
44
Eduardo Cavieres, "Faltando a la fe", 140.

21
inmediatamente a ejecutar la sumaria averiguación o justificación competente y prenderlo y
asegurarlo"45

Mientras van pasando los años, la justicia real de a poco va acaparándose la jurisdicción del
delito y que significó que para que en el año 1788 se expidiera la Real Pragmática, como se
mencionó en líneas anteriores.

Para ir concluyendo la clarificación del concepto de bigamia, hay que mencionar que más
que un acto en contra de los cánones de la Iglesia Católica, sino que fue más bien una
cuestión de oportunidades como bien menciona María José de la Pascua 46, las cuales fueron
provistas por las historias de vida creadas por los sujetos infractores.

Bigamia e Historiografía
Para comprender la presente tesis, hay que tener presente los estudios que se han realizado
en torno a la familia, en especial los enfocados a los comportamientos y actitudes47, donde
las relaciones que logran gran interés son las que se establecen entre el individuo y la
comunidad y al "conjunto de redes extrafamiliares <<los miembros de la familia sentían que
tenían emocionalmente mayor afinidad con el variado grupo de sus pares y no uno con
otro>>"48. Es aquí donde los bígamos juegan un rol trascendental al tratar de incorporarse a
la nueva "comunidad".

Al momento de pensar en la Historia de la Familia en el mundo colonial, hay que


considerar "que la familia tradicional, nuclear y reducida en número, fue más una sociedad
conyugal que una unidad afectiva"49, y de ahí que cualquier problema dentro del núcleo
familiar generara un desarraigo y un alejamiento del foco de conflicto que produjo en
algunos casos que ciertos sujetos doblaran el matrimonio, más que por ir contra de la

45
Eduardo Cavieres, "Faltando a la fe", 140.
46
María José de la Pascua, Mujeres solas: historias de amor y de abandono en el mundo hispánico (Málaga:
Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 1998), 188, en Estrella Figueras, "Pervirtiendo el orden del
Santo Matrimonio, 112.
47
Para una comprensión sobre las diferentes aproximaciones a la familia revisar la introducción de Eduardo
Cavieres y René Salinas, Amor, Sexo y Matrimonio, 7-20.
48
Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, Sexo y Matrimonio, 8.
49
Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, Sexo y Matrimonio, 15.

22
norma, sino que producto que la norma estaba tan inmersa en la sociedad terminaron
cometiendo un delito peor50.

Un elemento que se encuentra intrínseco en el estudio de la familia, es el que corresponde a


la Historia Social, que tiene la responsabilidad de:

"crear las debidas conexiones entre los campos políticos, económico, mental y otros, lo que
implica que, en esta acepción, la Historia Social deja de ser una modalidad específica, como
cualquier otra, para volverse como el campo histórico más amplio, abriéndose a la posibilidad
de la mediación o de la síntesis"51

Y de ahí que el estudio de la bigamia, logre acaparar distintas facetas de la sociedad,


relacionadas al ámbito del Derecho, de la Familia, de las migraciones y el matrimonio.

Sin embargo de lo anterior, hay que mencionar lo expuesto por Dolores Enciso Rojas al
hablar sobre el concepto de bigamia y asociarlo a la idea de vida cotidiana, ya que los
sujetos involucrados en doblar el matrimonio lo tomaban como un comportamiento
cotidiano "porque la gente sabía el significado de ser bígamo" 52 y de ahí la importancia del
enfoque de la tesis, ya que se considera el delito como una práctica social no tan extraña,
donde en la actualidad conocemos los casos que llegaron a la justicia, pero desconocemos a
los sujetos que lograron socializar como bígamos sin tener conflictos con la comunidad.

Por último, mencionar que la tesis tiene que considerar los elementos referentes al derecho
indiano, siendo éste un "conjunto de reglas jurídicas aplicables en Indias, o sea, los
territorios de América, Asia y Oceanía dominados por España 53.

Discusión bibliográfica
Al momento de estudiar la bigamia, es innegable no recurrir a lo realizado por Cavieres y
Salinas54, donde expone algunas características del fracaso matrimonial donde los "hombres

50
Estrella Figueras, Pervirtiendo el orden del Santo Matrimonio, 7
51
José D'Assunção Barros, El Campo de la Historia: Especialidades y Abordajes (Santiago: Universidad
Católica Silva Henríquez, 2008), 113.
52
Dolores Enciso, Matrimonio, Bigamia y vida cotidiana, 1.
53
Antonio Dougnac, Manual de Historia del Derecho Indiano (México: McGraw-Hill, 1998), 2
54
Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, Sexo y Matrimonio.

23
y mujeres intentan rehacer su vida afectiva con un nuevo matrimonio, ocultando su anterior
fracaso"55 pero queda una arista inconclusa, en el sentido de establecer las condiciones que
se tienen que generar para que el sujeto se asiente en la nueva comunidad.

Por otro lado, Eduardo Cavieres menciona que hubo un interés por parte de la Corona para
ajusticiar a los infractores del matrimonio, donde para 1766 el Rey pedía a los Presidentes y
Jueces de las Reales Audiencias "que al tener noticia cierta y segura y bien fundada de
algún delincuente de semejante crimen, paseís inmediatamente a ejecutar la sumaria
averiguación"56 y de ahí que la Corona se haya interesado por perseguir el delito, pero
nuevamente queda trunco el hecho de analizar la situación de foráneo del bígamo.

Para el caso chileno, lo que concierne al siglo XVIII no pasa de las dos referencias antes
mencionadas. Pero para el caso mexicano las referencias abundan un poco más, donde los
intereses son más diversos.

Por un lado, tenemos lo realizado por Dolores Enciso Rojas, al establecer un nexo entre el
carácter regalista de la Corona española y el delito de bigamia, donde el interés radicaba en
una apropiación por parte del poder real, de los espacios de influencia de la Iglesia
Católica, ya que:

"la Corona quería restringir el fuero legislativo y judicial que la Iglesia había ostentado por
varios siglos. Además, la autoridad civil pugnaba por limitar la jurisdicción inquisitorial en
materias de justicia (...) el poder real avanzaba hacia la laicización de los asuntos
matrimoniales (...) se pretendía que el monarca controlara ampliamente de las materias
espirituales"57

Y de ahí que sea interesante el estudio de la bigamia, como una arista en el proceso de
laicización de la sociedad, donde para el caso chileno quedan varias aristas por resolver.

Para el siglo XVIII, aparte de lo ya mencionado, no es mucho más lo realizado, producto


que ha existido un interés mayor por lo que concierne a lo realizado por el tribunal de la

55
Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, Sexo y Matrimonio, 89.
56
Eduardo Cavieres, "Faltando a la fe", 140.
57
Dolores Enciso, "La política regalista de Carlos III, 99.

24
inquisición, tanto para Chile como para otras latitudes y de ahí que es importante considerar
lo realizado por Alexandra Parma Cook y Noble David Cook en un brillante estudio de
caso para la segunda mitad del siglo XVI donde se establece el problema del ser foráneo y
las dificultades que se producen al sólo tener noticias de oídas de la muerte de la primera
mujer y los conflictos que se producen al ser matrimonios arreglados, donde el fracaso es
posible y el rehacer la vida una opción58.

Por otro lado, encontramos un excelente estudio sobre la bigamia y la inquisición, sobre se
establecen distintas perspectivas de análisis 59, las que podrían extrapolarse a los estudios
del siglo XVIII y realizar un seguimiento de los sujetos involucrados, considerando eso sí
la menor rigurosidad del tribunal real en contraposición al tribunal de la inquisición.

Producto de lo expuesto en las líneas precedentes, es que la tesis tiene como interés las
características del foráneo y como dicha condición es un facilitador para doblar el
matrimonio, pero no como un interés por ir en contra de los preceptos de la Iglesia, sino
más bien para asentarse y vivir en matrimonio.

58
Alexandra Cook y Noble Cook, Un caso de bigamia transatlántica (Madrid: Anaya y Mario Muchnik,
1992).
59
Richard Boyer Lives of the Bigamists. Marriage, family, and community in colonial Mexico (Albuquerque:
University of New Mexico Press, 1995), René Millar, Inquisición y Sociedad en el virreinato peruano.
Estudios sobre el Tribunal de la Inquisición de Lima (Santiago: Universidad Católica de Chile, 1998); José
Luis Soberanes, "La Inquisición en México durante el siglo XVI, Revista de la Inquisición. N° 7 (1998): 283-
295.

25
1.- Situación jurídica del delito de Bigamia y sus penas en el Chile colonial

Para describir la situación jurídica del delito de bigamia, se hace imperante realizar una
revisión a la condición del matrimonio. Tal como fue definido desde las siete partidas, el
Concilio de Trento y como sufre modificaciones durante el siglo XVIII, junto con
reconocer las continuidades y cambios en ese delito, conocido también como de doble
matrimonio, para así tener un panorama amplio que nos permita comprender el escenario en
el que se desenvolvían los sujetos transgresores.

1.1 El Matrimonio como escenario de recatez y de desviación


Una primera aproximación al matrimonio, nos lleva a la concepción que surge con las siete
partidas de Alfonso X, el cual menciona al matrimonio como uno de los sacramentos que se
elijen con voluntad propia y "ninguno debe ser apremiado a recibirlos" 60, dejando en claro,
la libertad que deben poseer los futuros cónyuges para contraer las nupcias y de ahí que
para casarse los sujetos tienen que tener "entendimiento sano para consentir" 61 con lo cual
se sigue la línea del libre albedrío.

Pasando el tiempo, y teniendo como escenario la contrarreforma, se da lugar a la


celebración del Concilio ecuménico en la ciudad de Trento62, que tenía como foco hace una
Reforma a la Iglesia, sentando las bases de una nueva institucionalidad y como
contraofensiva a la reforma protestante para así emprender la restauración del dogma y la
renovación eclesiástica63 con el fin de diferenciar los postulados del catolicismo de lo que
proponían las nuevas iglesias reformadas.

60
Alfonso X. (Siglo XIII). Las siete partidas, 7.
61
Alfonso X. (Siglo XIII). Las siete partidas, 77.
62
Fue celebrado en tres períodos: 1545-1547, 1552-1553 y 1561-1563. El primer período se interrumpió en
1547 por la llegada de la peste, a lo que siguió la iniciativa de trasladar la asamblea a la ciudad de Bolonia,
aunque esto nunca se concretó. Se retomaron nuevamente las sesiones en Trento el año 1552 por gestión de
Julio III, aunque sólo hasta 1553, por amenaza de guerra en el Sacro Imperio. Se reabrió por tercera y última
vez bajo el pontificado de Pío IV, en 1562, concluyendo en 1563. María Constanza López, "El Concilio de
Trento y sudamérica: Aplicaciones y adaptaciones en el III Concilio Limense", Anuario de Historia de la
Iglesia en Chile, Vol. 29 (2011); 15.
63
María Constanza López, "El Concilio de Trento y sudamérica", 16.

26
La sesión que se preocupó de tratar el tema del matrimonio fue la número XXIV, que fue
celebrada el 11 de noviembre de 1563 bajo el pontificado de Pío IV, donde quedó claro que
el vínculo matrimonial era perpetuo e indisoluble, teniendo de base lo enseñado por Cristo,
al mencionar que los sujetos luego de casarse "ya no son dos, sino una carne" 64. Así quedó
de manifiesto la indisolubilidad del mismo y la imposibilidad de alterar dicha unión,
mediante una nueva, estando viva la primera mujer u hombre.

Con dichos postulados, se intentaba evitar cualquier error en la unión y por consiguiente
exterminar las herejías65 para que "su pernicioso contagio no inficione a otros"66, teniendo
presente, que las herejías en pleno período de contrarreforma podía ser de fácil transmisión.

Luego del Concilio de Trento, aparecieron variados textos reafirmando lo dicho en el


mismo, como una forma de dar fuerza a los dictámenes y que no quedaran dudas sobre la
doctrina y el sacramento. De ahí que el padre Fray Pedro de Ledesma 67 escribe sobre el
sacramento del matrimonio, teniendo presente lo dicho en el Concilio, dejando en claro que
el "Matrimonio es verdadero fasacramento de la nueva ley, que da gracia" 68, por lo tanto, el
conservarlo incólume, sin ninguna desviación, fuese uno de los intereses primordiales de la
Iglesia.

Luego del Concilio, y durante el siglo XVIII, no se presentaron modificaciones sustanciales


al matrimonio, ya que lo que se expresó en Trento, siguió siendo la base de una buena
64
Concilio de Trento, II edición de IntraText, Sesión XXIV (En adelante Concilio de Trento, Sesión XXIV)
disponible en http://www.intratext.com/IXT/ESL0057/_INDEX.HTM
65
Dichas herejías hacían alusión al rompimiento del matrimonio sacro, monógamo e indisoluble. Como bien
se menciona en la Sesión XXIV del Concilio de Trento: Si alguno dijere, que el Matrimonio no es verdadero
y propiamente uno de los Siete Sacramentos de la ley Evangélica, instituido por Cristo nuestro Señor, sino
inventado por los hombres en la Iglesia; y que no confiere gracia; sea excomulgado; Si alguno dijere, que es
lícito a los cristianos tener a un mismo tiempo muchas mujeres, y que esto no está prohibido por ninguna ley
divina; sea excomulgado. Para revisar las otras formas de ser excomulgado por caer en las herejías, revisar la
Sesión XXIV del Concilio de Trento.
66
Concilio de Trento, Sesión XXIV
67
Nace en Salamanca en 1544, e ingresa a la orden de los Dominicos, dentro de sus obras más connotadas
encontramos la Primera parte de la Svmma, en la qval se cifra, y svmma todo lo qve toda y pertenece a los
Sacramentos, con todos los cafos y dudas morales refueltas y determinadas. Principalmente lo que toca y
pertenece al Sacramento de la Confefsion, que va todo muy distintamente declarado, y todo lo que pertenece
a las censuras ecclesiasticas. En esta vltima impression va mvy curiofamente añadida de todo lo
perteneciente al Sacramento del Matrimonio, publicada en Salamanca en 1598, pero se utilizará la versión
publicada en Lisboa en 1618.
68
Fray Pedro de Ledesma, Primera parte de la Svmma, 418

27
unión. Eso sí, algunos elementos que dan cuenta, de un intento de mayor control a la
nupcia, sobre todo, en las uniones entre novios de distintos grupos sociales. De ahí, la
promulgación de la Real Pragmática de Matrimonios de 23 de marzo de 1776, que buscaba
impedir las uniones desiguales.

Dicha cédula, se otorga en un momento en que los padres "se vuelven a levantar en contra
de las calumnias lanzadas por sus hijos, proclamando la moralidad o nobleza de sus propias
ambiciones en aras de un control sobre las elecciones matrimoniales" 69, buscando evitar,
por un lado, las mezclas de razas, y por otro, que se viese mancillado el honor de la familia.

Teniendo presente lo anterior, éste poseía tres fines "O primeiro é a propagação humana,
ordenada para o culto, e honra de Deos. O segundo é a fé e lealdade, que os casados
deven guardar mutuamente. O terceiro é o da inseparabilidade dos mesmos casados,
significativa da união de Christo Senhor nosso com a Igreja Católica"70. Este autor, deja
en claro que uno de los fines más importantes del matrimonio, era la reproducción de la
humanidad y así el ideal católico fuese propagado, aunque eso si, tiene que estar sustentado
en la fidelidad y lealtad conyugal, quedando implícito el tercer fin que es la indisolubilidad,
de ahí que la bigamia atentara con dos de los tres fines que se plantean.

Cualquier sujeto que estuviera en contra de lo establecido en el Concilio, serían


considerados herejes y merecedores de excomunión por negar la sacramentalidad de la
unión71, y de ahí que sea llamativo estudiar las transgresiones a la nupcia.

La Iglesia, para evitar las transgresiones, tenía que poner especial atención en las uniones
que se realizaran para evitar de esta forma los matrimonios clandestinos y la bigamia, para

69
Patricia Seed, Amar, honrar y obedecer, 127-128.
70
Sebastião VIDE, Constituições Primeiraas do Arcebispado da Bahía (Brasilia: Senado Federal, 2007) en
Adson Rodrigo Silva y D.ra Marilda Santana, "Infauto matrimônio: Introdução ao estudo da bigamia na
capitania do Ceará Grande (1752-1778), XXVI Simpósio Nacional de História- ANPUH (São Paulo, julho
2011)
71
Véase Michelle Trugilho, "Transgressores do Matrimônio: Bigamia e Inquisição no Brasil Colonial" (Tesis
Maestría en Historia Social, Universidade do Estado do Rio de Janeiro, 2010), 34

28
lo cual "se pedían certificaciones de óbito en el caso de viudez y certificaciones de soltería
que estipulasen que la persona no estaba comprometida con ninguna otra" 72.

Si algún sujeto se casaba por segunda vez, sin tener seguridad que su mujer estuviera
efectivamente muerte, el tribunal de la Inquisición tenía todas las facultades para penalizar
dicha unión, las que conllevaban a que el infractor debía salir a auto público de la fe 73 con
insignias de bígamo -soga, coroza y vela-, "abjuración de levi, 100 ó 200 azotes y galeras a
remo y sin sueldo de 3 a 5 años74 y si el sujeto no salía al auto, se le leía la sentencia en la
sala de la audiencia del tribunal y "generalmente se les advertía y reprendía (a veces
gravemente) y debían oír una misa rezada en forma de penitencia con las insignias en la
capilla del tribunal"75, en los dos casos anteriormente mencionados era común el destierro
de la ciudad en que residía el tribunal, de los lugares en que se cometió el delito o de todo
el distrito de la Inquisición.

Cabe mencionar, que el delito de bigamia hasta el la primera mitad del siglo XVIII, estuvo
al alero del Santo Oficio como tribunal encargado de penalizar las falta 76, y después de
ésto, "la bigamia y la poligamia pasaron a ser de la jurisdicción civil, quedando solo para
juicio de la inquisición el preparar los casos de limpieza de sangre" 77, lo que da cuenta, del
mayor poder que va teniendo la Corona.

72
Marie Costa, "Conflictos matrimoniales", 63-64.
73
El auto público de la fe, hace relación al castigo público de los penitenciados por el Tribunal de la
Inquisición.
74
Paulino Castañedo y Pilar Hernández, "Los delitos de Bigamia en la Inquisición de Lima", Missionalia
Hispánica. Núm. 122 (1985): 253.
75
Paulino Castañedo y Pilar Hernández, "Los delitos de Bigamia", 254.
76
"La inquisición, siendo un tribunal eclesiástico, entre otras obligaciones, tuvo a su cargo la defensa del
sacramento del matrimonio; por consiguiente, fue de su competencia la represión de cualquier
comportamiento contrario al sacramento como la bigamia o el hecho de emitir palabras contrarias a los
fundamentos del modelo matrimonial. Este marco de referencia permaneció inmutable desde la segunda mitad
del siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII" Dolores Enciso Rojas, "Matrimonio y bigamia. Relaciones
matrimoniales, familiares y sociales de los bígamos. Siglo XVIII". Impreso no publicado.
77
Beatriz Barba Ahuatzin, "Bigamia y poligamia registradas en el Ramo de Inquisición del Archivo General
de la Nación. Siglo XVIII" en Mujeres: Miradas Interdisciplinarias, eds. María José Rodríguez y Lilin
Campos (México D.F.: Centro de Estudios de Antropología de la Mujer, 2011), 122.

29
1.2 Delito de bigamia y cambio de jurisdicción: Del delito de Mixto Fuero a la Real
Cédula de 1788
Como se mencionó al comienzo de la tesis, el delito de bigamia fue sufriendo
modificaciones en torno a quién era el encargado de administrar la justicia. Dichos
cambios, están a tono con el interés de la Corona por laicizar ciertos procedimientos
judiciales, retomando los conceptos legislativos que se habían manejado desde las Siete
Partidas, donde el doble matrimonio era cuando los "infractores faltaban a la fe pública del
contrato matrimonial, engañaban al segundo cónyuge, ofendían al primero, invertían el
orden de la sucesión y obstaculizaban la legitimación de la prole"78, lo que, era normado
por las leyes reales, siempre y cuando, no emitiera dichos contrarios al sacramento, ya que
sería ahí donde el tribunal eclesiástico se haría cargo de seguir el procedimiento.

El delito de casarse por segunda vez, estando viva la primera mujer era considerado como
un "adulterio perpétuo"79, lo que era de gran interés evitarlo, tanto por la justicia real y el
tribunal del Santo Oficio, y así no ir en contra de lo establecido en Trento.

Para realizar una revisión de la consideración que le la daba la sociedad al delito de


bigamia, es interesante la investigación de Trugilho, que menciona que en el siglo IV el
doble matrimonio era considerado inmoral, pero sin poseer pena alguna por la legislación
de la época, lo que se va modificando cuando la religión cristiana se convirtió en la religión
oficial del imperio Romano por Teodosio I, y a partir de dicho momento "a bigamia
passava a se configurar como um delito, já que o casamento, além de instituiçao jurídica e
social, era visto como algo sagrado"80, avanzando en el tiempo las ordenanzas alfonsinas
(1446), establecía que las penas para los que se atrevieran a contraer segundo matrimonio
era la muerte, tanto para los hombres o las mujeres, sin importar su condición social.

Durante el siglo XVI y XVII, la Iglesia comenzó a tener un interés mayor por juzgar el
delito -teniendo presente el Concilio de Trento- "alcanzando entre los años 1550 y 1650 la

78
Dolores Enciso, “La política regalista de Carlos III, 97.
79
Michelle Trugilho, "Transgressores do Matrimônio", 19
80
Michelle Trugilho, "Transgressores do Matrimônio", 45

30
etapa más dura de seguimiento y castigo de la Bigamia 81 y de ahí que el Santo Tribunal de
la Inquisición tuviera un rol capital al momento de hacer cumplir las disposiciones.

El brazo secular en un afán por hacer valer su Poder, intentó acaparar el delito de bigamia,
siendo Carlos I, el que en 1532 se declaró a los bígamos culpables de alevosía,
"condenándoles a la pérdida de la mitad de sus bienes y endureciendo la pena de cinco años
de exilio, previsto ya desde los códigos de las Partidas, por otros tantos de galera" 82, siendo
sujetos al final útiles a la sociedad, al tener que prestar servicios a la Corona.

Producto de lo anterior, el delito de bigamia era considerado de mixto fuero, es decir, podía
intervenir tanto el tribunal eclesiástico o el Santo Oficio y el tribunal real. Pese a esto,
considerarlo de mixto fuero no fue de fácil aceptación ni de poca discusión, ya que autores
como Villadiego, Simancas o Gregorio López "defendieron que el Santo Oficio debería
ocuparse sólo de aquellos casos de bigamia en los que el matrimonio ulterior se hubiera
contraído públicamente; ello sería indicio de que el bígamo podía mantener una creencia
errónea del sacramento"83, siendo limitado el margen de acción del tribunal, sobre todo si
se aducían argumentos como el haber oído que su mujer se encontraba muerta, realiza
estrategias como la de cambiar de nombre, falsear documentación, entre otras, por lo tanto,
se estaba en presencia de un delito que deberían conocer los Tribunales ordinarios.

Sin importar lo anterior, la Inquisición intentaba acaparar todos los ámbitos del delito,
llevando a que las Cortes castellanas y aragonesas no quedaran fuera del todo de lado. En
las Cortes de Monzón de 1512 "los catalanes solicitaron que los inquisidores no se
entrometieran sino en aquellos supuestos en los que hubiera constancia de que el bígamo
sentía mal del sacramento del matrimonio"84 y que fue reafirmado por el Inquisidor General
de Aragón, el Obispo de Lérida, lo cual fue confirmado por una Bula de León X en 1516 y
por Inquisidor General de Aragón en 1520, lo cual no fue mantenido, producto que en

81
María José de la Pascua, Mujeres solas, 142 y 182, en Estrella Figueras, "Pervirtiendo el orden del Santo
Matrimonio, 110.
82
Estrella Figueras, "Pervirtiendo el orden del Santo Matrimonio", 110
83
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia y la inquisición española", Anuario de historia del derecho español.
Núm. 57 (1987), 470
84
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia", 471.

31
1599, los catalanes le suplican a Felipe II el cumplimiento de los referidos acuerdos, donde
el rey no acepta quedando en "Cataluña como delito de exclusivo conocimiento
inquisitorial"85.

Siguiendo lo expuesto por Gacto, en Castilla las cosas fueron algo distinto, ya que las
Cortes reivindicaron la jurisdicción del delito por la vía de los hechos consumados,
estableciendo penas cada vez más graves, para evitar un desorden social. De ahí que las
Cortes de Segovia de 1532, pidieran que se aumentaran las penas del doble matrimonio,
producto que:

"la pena de la ley del Ordenamiento real contra los que se casan dos vezes es liviana, atenta la
innormidad del delicto, y muchos malos hombres se atreven a casar dos vezes en ofensa de
Dios nuestro Señor, y de su sacramento, y en perjuycio de las mujeres vírgenes y biudas de
sus deudos, que vuestra magestad mande poner la pena de muerte contra los que cometieren
el dicho delicto A esto vos respondemos que mandamos que se guarden las leyes de nuestros
reynos que sobre esto hablan, y aquellas se executen"86

Pese a lo largo de la cita, queda de manifiesto el intento por mantener ciertas prerrogativas
en torno a la jurisdicción del delito, por ser un factor de desorden social, sobre todo contra
las mujeres que deben mantener el recato, y el que un sujeto las corrompa mediante un
matrimonio, que en esencia no es valedero, atenta al honor de la mujer y altera el orden
social de la comunidad, así que la corona y la justicia real, tendrían que intervenir.

Las discusiones fueron amplias, y los cruces de jurisdicción fueron frecuentes, así que no
era de extrañar que Jerónimo Castillo de Bobadilla87 expresara a finales del siglo XVI que
la bigamia era "típico ejemplo de causa de fuero mixto, si bien reconoce que lo usual es que
juzguen de ella los Inquisidores, sobre todo -afirma- cuando los acusados son moriscos"88 y
que para mediados del siglo XVII según Hevia Bolaños, pese a ser un delito de fuero mixto,
sólo conocen los Inquisidores, por la presunción de herejía que conlleva el mismo.

85
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia", 472.
86
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia", nota 26
87
Jurista español del siglo XVI, nació en 1546 y falleció en 1604, su obra más importante fue Política para
corregidores y señores de vassallos, en tiempos de paz y de guerra, y para juezes eclesiásticos y seglares,
juezes de comisión, regidores, abogados y otros oficiales públicos (1597).
88
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia", 474.

32
Para el siglo XVIII, específicamente el 5 de febrero de 1770, el Santo Oficio reclama que le
entreguen un soldado, a quien se le seguía por doble matrimonio ante el Auditor de Guerra
de Madrid, para lo cual Carlos III ordena al Inquisidor General que los Inquisidores de
distrito no embaracen a las justicias reales, y que sólo se dediquen a conocer en las causas
de apostasía y de herejía 89, con lo cual, se les restringe su capacidad de acción y se les quita
el conocimiento de uno de los asuntos de gran interés para la Iglesia, es decir, el
matrimonio.

Dicho asunto, no tenía interés de quedar ahí, sino que las solicitudes emanadas desde el
Inquisidor continuaron, y para el 6 de diciembre de 1777, una junta integrada por el
Gobernador del Consejo, el Inquisidor General y el confesor del Rey (arzobispo de Teba)
dictaminaron que el delito de bigamia, en lo referente a las responsabilidades civiles y
penales del reo, es decir, faltar a la fe pública del contrato matrimonial, engañar a la
segunda mujer, ofensa a la primera, quiebre de la legitimidad de la filiación, etc.
correspondían a la justicia real y lo referente al comportamiento doloso ante el párroco, al
falsear información, y la validez o nulidad de la unión, correspondería a los tribunales
eclesiásticos e inquisitoriales dar cuenta si se estaba en presencia "de un delito de mala
creencia sobre el sacramento"90.

Pese a lo anterior, no se lograron limar todas las asperezas jurisdiccionales entre la justicia
real, el tribunal eclesiástico y el Santo Oficio, producto que se expidió otra Real Cédula con
fecha de 10 de agosto de 1788, donde el Santo Oficio sólo se tiene que preocupar de
imponer "las penas puramente correctoras, penitenciales, y medicinales (...), y la Justicia
Real las otras más graves, como vergüenza pública, azotes, precidio, galeras, y demás, todo
conforme a los respectivos derechos" 91, con lo cual, el tribunal de Santo Oficio, queda
relegado a un segundo plano.

De acuerdo a lo expresado en líneas precedentes, se ha realizado una revisión a la evolución


que ha tenido el delito en los reinos españoles y como queda de manifiesto la lucha entre el

89
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia", 475.
90
Enrique Gacto, "El Delito de bigamia", 475.
91
A.H.N, Fondo Real Audiencia. Volumen 669, pieza 1, 8v.

33
brazo terrenal y el brazo religioso, junto con clarificar las penas del mismo. Por lo tanto, se
hace imperante dar cuenta de la funcionalidad del tribunal civil, el cual terminó por
acapararse la jurisdicción del delito y las penas.

1.3 Justicia civil como la encargada de administrar justicia a los transgresores del
matrimonio
El delito de bigamia, luego de establecerse que competía a la justicia real, y considerando
que la tesis tiene como escenario el Reino de Chile 92, hay que establecer, que la Cédula
antes mencionada se hace efectiva en el territorio un año después, es decir, en 1789 donde
se determinó que le competía a la Real Audiencia tener conocimiento del delito.

Con lo anterior, para comprender a cabalidad el delito de bigamia, y el escenario donde los
sujetos se movían, hay que realizar una descripción del tribunal de la Real Audiencia, su
origen en el territorio, alcances del mismo y la figura del protector, como garante del
debido proceso que se debía llevar a cabo.

Para el territorio chileno, el Tribunal de la Real Audiencia se asentó en un primer momento


en la ciudad de Concepción para el año 1565, mediante una decisión de Felipe II, para
evitar los abusos de los gobernadores y terminar con la guerra contra los naturales, y a su
vez, cuidar de mejor a la Real Hacienda, el tribunal estaba compuesto por tres oidores, un
presidente letrado y un fiscal, junto con la participación de oficiales subalternos como un
relator, un alguacil mayor y sus tenientes, escribanos, intérprete, un capellán y un portero 93,
el cual tuvo vigencia hasta el 24 de junio de 1573.

Producto de la supresión del tribunal de la ciudad de Concepción, los vecinos del Reino de
Chile, comienzan a pedir su restitución, la que tendría su asentamiento en la ciudad de

92
Cabe mencionar, que ésta zona fue la única que poseía el calificativo de Reino de forma específica, pero sin
significarle un estatuto jurídico especial, brindándosele el trato de una Gobernación y Capitanía General, es
decir, el calificativo de Reino fue más bien honorífico y que se mantuvo mediante la tradición, sin tenerse
claro el porqué. Véase Fernando Campos Harriet, ¿Por qué se llamó "Reino" a Chile? (Santiago: Editorial
Andrés Bello, 1966)
93
Javier Barrientos Grandón, "La creación de la Real Audiencia de Santiago de Chile y sus ministros
fundadores. Sobre la formación de familias en la judicatura chilena", Revista de estudios histórico-jurídicos.
Núm. 25 (2003), 239-240.

34
Santiago. En el intertanto los problemas no dejaron de suceder, por lo que se pedía con gran
insistencia la creación del tribunal, quedando graficado en una carta enviada en 1602 por
Gonzalo de Becerra al virrey del Perú don Luis de Velasco, donde exponía que "Mientras
S.M. no pusiere Audiencia Real en esta tierra no faltarán los agravios, ni dexarán de estar
oprimidos sus vasallos"94, dichos pedimentos fueron oídos por el Rey y su consejo,
mandándose la creación de la Audiencia para el año 1605, que estaría compuesta por un
"presidente de capa y espada, cuatro oidores, un fiscal y los restantes ministros
subalternos"95.

La Real Audiencia, se convirtió en el espacio donde se llevaban a cabo la resolución de


conflictos dentro del mundo colonial, en dicho lugar se tenían que respetar ciertos códigos,
producto que el espacio judicial atiende y escucha "pero también marca y enseña los gestos
de la sumisión"96, sobre todo si no se pertenecía a los círculos de la elite.

Dentro de los funcionarios pertenecientes al tribunal, brinda especial atención la figura del
procurador de pobres. Dicha figura, se encuentra presente desde la fundación de la
Audiencia en Concepción y que para 1789 se profesionalizó, siendo un cargo que comenzó
a carecer de remuneración "y sólo se costearían por hacienda los gastos de papel y
escribano. Habría dos procuradores, uno para lo civil y otro para lo criminal" 97.

Teniendo presente lo anterior, cabe mencionar que pese al intento de la Corona por
profesionalizar a los funcionarios, para localidades como el Reino de Chile, existió una
constante falta de efectivos que llevaran a cabo las disposiciones reales, y que puede ser
graficado en la variedad de casos que muestran la carencia de escribano, o de papel sellado.

Un elemento importante a tener en cuenta, es que al momento de pensar en el tribunal, hay


que considerarlo como un espacio donde las partes involucradas intentan por distintos
medios lograr un beneficio, ya sea, para aminorar una pena, o bien evitarla, ya que hay que

94
Javier Barrientos Grandón, "La creación de la Real Audiencia", 246.
95
Javier Barrientos Grandón, "La creación de la Real Audiencia", 253.
96
Alejandra Araya, "La fundación de una memoria colonial", 187.
97
Alejandra Araya, "La fundación de una memoria colonial", nota 8.

35
considerar que dicho espacio están dentro de lo que se llaman prácticas sociales que
"permiten construir un marco de nuevas reglas del juego, que incluyen la construcción de
un imaginario sobre lo justo, lo injusto y lo peligroso, que a su vez son mezclas y códigos
nuevos que se construyen al calor de resistencias o acomodos" 98, y de ahí, que los sujetos
involucrados en causas por bigamia, intentaran por todos los medios lograr sus fines -
considerando si fueran demandados o demandantes- considerando que el poder tenía como
fin último, cumplir un rol pedagógico, como bien menciona Araya.

El delito de bigamia, estaba dentro de las prerrogativas de la Corona, para controlar a la


sociedad mediante el disciplinamiento de los sujetos, entendiendo aquello como "un amplio
proceso de regulación e instrucción social que afectaba todos los ámbitos de la vida" 99, y
por lo tanto, controlar las desviaciones al matrimonio, y así regular y evitar la desviación de
la población.

Para ir concluyendo este apartado, cabe mencionar que los bígamos realizaron variadas
estrategias para doblar el sagrado vínculo matrimonial, las que hay que tenerlas presente a
la luz de la justicia real, que fue la encargada de castigar a los infractores, y donde a su vez,
los sujetos intentaban defenderse, así que el próximo apartado tendrá como motivo analizar
la condición del foráneo y las estrategias de movilidad de los sujetos para doblar el sagrado
vínculo matrimonial.

98
Alejandra Araya, "La fundación de una memoria colonial", 209.
99
Tomás Mantecón, "Formas de disciplinamiento social", 265.

36
2.- Condición de Foráneo del bígamo y sus estrategias de movilidad y
asentamiento en la comunidad
El Diccionario de la Lengua Española de 1780 al definir el concepto forastero lo cataloga
como “persona que vive, ó está en un lugar, ó pais de donde no es vecino” también lo
menciona como “lo que no es propio del lugar”. Covarrubias en su Tesoro de la Lengua
Española o Castellana expone que forastero es “el que no es del mefmo lugar, ni de la
mefma tierra, de foras extras, de donde fe dixo eftrangero” 100. Considerando ambos
significados que se manejaban en la época, podemos reconocer que el inmigrante o bien
“extranjero” es alguien ajeno a la comunidad, por lo que le resulta necesario consolidarse
en el nuevo asentamiento para construir una nueva vida.

Para dejar en claro lo anterior, se hace menester realizar una revisión a la situación
geográfica e institucional del Reino de Chile. Siendo de vital importancia para comprender
las estrategias de los sujetos transgresores.

2.1 Contexto geográfico e institucional del Reino de Chile


El espacio en el que se desenvolvieron los sujetos transgresores tanto en el Reino de Chile y
en general en las colonias americanas, fueron dos, por una parte la República de españoles
y por el otro la República de indios.

Cada espacio, poseía características definitorias, pero en el fondo se encontraban unidos


bajo la misma Iglesia y la misma Monarquía 101, pero en la práctica existían ciertas
diferencias, como por ejemplo que la de españoles era más homogénea que la de indios, y
que estaba marcado por la tradición hispánica de la península.

Por otro lado, la República de los Indios, hay que tenerla presente desde la óptica de los
dominadores, donde los nativos eran considerados menores de edad, pero aún así estaban
dentro de la jurisdicción española como vasallos del rey:

100
Sebastián Covarrubias, Tesoro de la Lengua Castellana o española (Madrid, 1611) disponible en
http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/765/860/tesoro-de-la-lengua-castellana-o-espanola/
101
Abelardo Levaggi, "República de indios y República de españoles en los Reinos de Indias", Revista de
Estudios Histórico-Jurídicos, Núm. 23 (2001), 425

37
"Por lo tanto, personas o sujetos de derecho que gozaban de absoluta libertad. Sin embargo,
por sus condiciones culturales, que se interpretaban como falta de capacidad y escaso
conocimiento, fueron asimilados a la categoría de miserables o rústicos de Castilla, lo que
significó que requirieran de especial protección. Dicho de otro modo, la condición de
miserables implicó entender que los indígenas no podían valerse o defenderse por sí mismos,
y que por lo tanto las autoridades tenían la obligación de protegerlos y ayudarlos"102

De ahí, que algunos sujetos infractores intenten ser considerados indios, para que las penas
sean menores, al decir, no conocer a cabalidad la normativa española, pese a que los casos
sean del siglo XVIII, donde cada vez es más complicado entender que no se comprendieran
los elementos básicos de la cristiandad, sobre todo que en los casos revisados se logra ver
un manejo discursivo de las normas coloniales para intentar aminorar la falta realizada.

Lo anterior, queda graficado por lo expuesto por Eduardo Gaylord Bourne, al mencionar
que "tanto la corona como la iglesia gastaron igual celo en favor de la educación en las
colonias americanas, como lo prueban, por lo demás, las numerosas reglas que se dictaron
para ello en una escala mucho más vasta de lo que fué posible o pudo intentarse en las
colonias inglesas"103, lo cual eso si, quedó más bien en un ámbito discursivo, ya que en la
práctica se evidencian un sin número de desviaciones, tanto a la norma eclesiástica como a
la regia, y es donde se encuentran los sujetos que llegaron a doblar el matrimonio y que el
sin número de normas no logró evitar, y eso puede estar asociado a la falta de funcionarios
como se mencionará más adelante.

De vital relevancia para el estudio, es el interés por la fundación de ciudades desde fines del
siglo XVII en adelante, para así urbanizar al territorio. Ésto es importante, si se tiene
presente la motivación de la corona por controlar a la ciudad dispersa, pero como menciona
Santiago Lorenzo "cuesta explicarse cómo admiten que una población mayoritariamente
rústica, habituada a vivir dispersa y aislada, poco controlada por las justicias y sin mayores
problemas de alimentación y vestuario, iba a aceptar desplazarse largas distancias para

102
Macarena Cordero, "Innovaciones en el sistema judicial del Antiguo Régimen por efecto de prácticas
judiciales y actuaciones institucionales realizadas durante las visitas de idolatrías en Lima durante el siglo
XVII", Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, Núm. 33 (2011), 448.
103
Eduardo Gaylord Bourne, El rejimen colonial de España en América, (Santiago: Sociedad imprenta
litografía "Barcelona", 1916). Traducida por Domingo Amunátegui Solar, 94.

38
radicarse en ciudades"104, generando por un lado, un problema de migración y de nuevos
asentamientos y por el otro, el cambio muchas veces de identidades o la fácil aceptación de
sujetos provenientes de otras latitudes.

La fundación de ciudades, y el afán civilizador de la corona española, trajo aparejado un


intento por estigmatizar al campo, quedando reflejado en lo expuesto por el Corregidor de
Aconcagua Pedro Cañas Trujillo para el año 1778, al decir que en el campo "vive 'la gente
viciosa y libertina', que 'elude vivir a la vista de los jueces'" 105, por lo tanto el querer vivir
en una comunidad, esté en el ideario de las personas, que las lleva incluso a doblar el
matrimonio.

Lo anterior, hay que analizarlo a la luz del concepto de control social106, el cual ayuda a
comprender las demandas por doble matrimonio, realizadas por miembros de la comunidad,
producto muchas veces de una fragilidad del sistema español oficial y que para el territorio
demuestra "la precariedad estatal (...), carente de recursos económicos y de funcionarios
que pudiesen llenar las plazas disponibles" 107, siendo las denuncias de particulares de vital
importancia para entablar una demanda, y evitar que las desviaciones del matrimonio
siguieran impunemente.

Como los sujetos transgresores eran foráneos en su mayoría, se requería de un coterráneo


para realizar la denuncia, producto que éste último era el que conocía al infractor o había
oído que estaba casado en otra latitud, por lo que su deber moral era acusarlo a la autoridad
para que se realizara un debido proceso.

104
Santiago Lorenzo, "Concepto y funciones de las villas chilenas del siglo XVIII", Historia, Núm. 22
(1987), 93
105
Santiago Lorenzo, "Concepto y funciones de las villas", 94.
106
El concepto de control social que se utiliza, es el mencionado por Macarena Cordero, la que menciona que
"supone una variedad de prácticas y creencias dirigidas a que las personas actúen de una manera deseable o
conforme a un ideal Por tanto, conlleva el disciplinamiento de comportamientos, la mediación de conflictos,
la imposición y aceptación de normas y la búsqueda de soluciones de conflictos, la imposición y aceptación
de normas y la búsqueda de soluciones a las fisuras que se han producido en la estructura del orden
establecido. Todo ello realizado por agentes del Estado, policías, jueces y otros, así como también por
particulares, cofradías, hermandades, asociaciones y demás instituciones sociales", Macarena Cordero,
"Precariedad del proyecto disciplinador de la Corona e Iglesia en el siglo XVIII: las doctrinas periféricas de la
diócesis de Santiago de Chile", en Formas de control y disciplinamiento. Chile, América y Europa, siglos
XVI-XIX, eds. Rafael Gaune y Verónica Undurraga (Santiago: Uqbar, 2014), 145.
107
Macarena Cordero, "Precariedad del proyecto disciplinador", 152.

39
2.2 Estrategias de los sujetos para modificar atributos de su personalidad
Para establecer las estrategias de los sujetos bígamos, hay que dar cuenta de los parámetros
en los cuales los individuos se desenvolvían, producto que al moverse de un lugar a otro,
tienen que atribuirse o atribuírsele una identidad, la cual "se articula en medio de una
dialéctica constante entre una identidad 'atribuida' por la sociedad y una identidad que
emana del 'yo'"108, siendo importante al momento de asentarse en un nuevo espacio, buscar
alguna forma de entrar a las comunidades que pudiesen ser cerradas, así que el matrimonio
cumplía con los requisitos necesarios para ser aceptados por el resto de los sujetos.

En línea con lo anterior, el poseer una identidad le daba a los sujetos cierta estabilidad en la
comunidad, pero como los infractores al matrimonio han pasado por más de un lugar, las
identidades tienden a ser múltiples, sobre todo si cambian ciertos atributos básicos, como lo
es el nombre o el apellido.

2.2.1 Cambio de nombre y estrategias de asentamiento


Con la incorporación del territorio americano a la corona española, los sujetos que
migraban en busca de nuevas oportunidades, en algunas ocasiones realizaban
modificaciones tanto a sus nombres como a sus apellidos para olvidar su antiguo pasado y
comenzar desde cero. Ésto no estuvo ajeno a la crítica por parte de la corona española y los
funcionarios reales tanto en España como en América, lo cual llevó a que en 1681 el virrey
del Perú se quejara de los extranjeros producto que "cambiaban sus nombres y apellidos
con el fin de esconder su verdadera identidad y pretender ser naturales de los reinos de
España"109, con lo cual, se logra por un lado entrever el afán por cuidar la estabilidad del
lugar, y donde a los foráneos se les atribuían características que pudieran facilitar la
desviación de la norma; por otro lado, al cambiar el nombre, existía la imposibilidad de
reconocer el linaje, y el lugar en la sociedad del sujeto producto que el nombre y el apellido
era "una institución que transmitía la memoria familiar, la identidad y la propiedad de una
generación a otra en línea vertical" 110, por lo cual, al modificarlo, no se podía encasillar y
por ende controlar a las personas.

108
Jaime Valenzuela, "Inmigrantes en busca de identidad", 107.
109
Tamar Herzog, "Nombres y apellidos", 2.
110
Tamar Herzog, "Nombres y apellidos", 7.

40
Junto con lo anterior, es llamativa la idea de Eleonora Poggio, la cual menciona que los
migrantes al parecer no poseían un "proyecto migratorio" definido, sino "más que con
deseos de 'hacer la América' parecen haber sido las circunstancias las que favorecieron su
estancia en el virreinato, como el encontrar un empleo ventajoso en, por ejemplo, el oficio
en que se habían especializado"111, y de ahí, que la migración, muchas veces no fuese
planificada, ni desde el poder real ni desde los individuos, así que el tener cuidado con
dichos sujetos, se hacia relevante para mantener el "control social".

Para que los foráneos fuesen reconocidos por la comunidad, se tenían que emplear distintas
estrategias -teniendo presente la falta de técnicas modernas como la huella dactilar,
fotografía, etc.- para lograr el cometido, como fijarse en la complexión física, es decir, la
estatura, el color del cabello, algún rasgo distintivo en el rostro, entre otros, siendo "rasgos
diferenciadores entre los miembros de la sociedad moderna" 112 y por otro lado,
encontramos ciertos rasgos actitudinales, siendo llamativo un procesado por la Inquisición
novohispana por el delito de bigamia, donde el culpable fue reconocido porque "cantava
entonadamente y en sus meneos heran amujerados"113. Con lo anterior, se lograba de cierta
forma superar el problema del nombre, producto que lo mencionado es de más difícil
modificación.

En relación al matrimonio, el cambiar de nombre permitía a los individuos dejar de lado a


su pareja y tener la facilidad para contraer nuevas nupcias, con lo cual se "borraba las
huellas de un anterior matrimonio y hacía libres a los individuos para poder rehacer su vida
en suelo americano"114.

Otra de las circunstancias que facilitaron el doblar el matrimonio, tiene relación con las
migraciones por distintos motivos, ya sea, por pertenecer a un cuerpo militar, algún trabajo

111
Eleonora Poggio, "La migración de europeos septentrionales a la Nueva España a través de los documentos
inquisitoriales a finales del siglo XVI y principios del siglo XVIII", en Orbitus Incognitus: Avisos y legajos
del Nuevo Mundo: Homenaje al profesor Luis Navarro García, eds. Fernando Navarro (Huelva: Universidad
de Huelva, 2008), 475.
112
Rocío Sánchez e Isabel Testón, "'Fingiendo llamarse... para no ser conocido'. Cambios nominales y
emigración a indias (siglos XVI-XVIII)", Norba. Revista de Historia. Vol. 21 (2008): 218.
113
Rocío Sánchez e Isabel Testón, "'Fingiendo llamarse", 218.
114
Rocío Sánchez e Isabel Testón, "'Fingiendo llamarse", 226.

41
que mereciera el traslado, o alguna eventualidad de los involucrados que les impidiera
permanecer en su lugar de residencia, llevándolos en algunos casos a tomar la decisión de
desposarse con una mujer, sin tener completa certeza de la muerte de la primera cónyuge.

Luego de haber graficado los rasgos de los foráneos y las facilidades que tuvieron para
asentarse en una nueva localidad, se realizará una revisión a los casos que componen el
cuerpo de estudio.

2.3 Bígamos en suelo chileno: estrategias de asentamiento


Los sujetos que llegaron al juzgado por haber doblado el matrimonio, al realizar sus
confesiones o bien cuando los testigos la realizaban, se mencionan ciertas estrategias para
no ser reconocidos en el nuevo lugar, o bien los motivos que tuvieron para cambiar de
localidad.

Lo anterior, da cuenta que pese a los intentos por parte de la Corona española o bien la
Iglesia Católica por mantener el control social de las colonias americanas, existieron ciertas
deficiencias a la hora de cumplir el cometido a cabalidad, ya sea, por la falta de
funcionarios -tanto civiles como eclesiásticos- o la irresponsabilidad de éstos al momento
de cerciorarse sobre la persona que llegaba a las localidades y tenían intenciones de
contraer nupcias. Pasado un cierto tiempo, producto de las denuncias de un tercero, el
intento de la primera mujer para que su marido volviese al hogar o en menor medida la
denuncia de alguna autoridad, se daban cuenta que habían omitido o cambiado algunos
rasgos de su personalidad para terminar cometiendo el delito -el que no se logra saber a
ciencia cierta si es intencionalmente o sólo es gracias a las circunstancias- atentando tanto
al contrato del matrimonio como al rito sagrado.

Para mantener el hilo conductor de la argumentación, se realizará una revisión de los casos
particulares, para luego realizar una exposición de las ideas a modo general.

42
2.3.1 Doblar el matrimonio en el Reino de Chile
El cuadro que se presenta a continuación, muestra los lugares de matrimonio de los sujetos
(para el caso de los del Arzobispado de Santiago se muestran sólo las iniciales del nombre),
con lo cual queda presente que para doblar la nupcia tienen que salir de su lugar de
residencia (los motivos serán analizados más adelante) y así evitar de cierta forma ser
reconocidos.

Cuadro 1: Lugares de matrimonio de los sujetos infractores y las distancias en


kilómetros entre un lugar y otro.
Nombre Primer Matrimonio Segundo Matrimonio Distancia
(Km aprox.)
J Buenos Aires Santiago 1.130, 72
S ¿? Santiago ¿?
Me Quillota Valparaíso 47, 4
E San Martín de la Renca 127, 03
Concha (Quillota)
Ma Cogotín Santiago 351, 48
Juan Jordán Cádiz Quillota 10.245, 86
José Antonio Núñez Valdivia Maipo 847, 6
Benito Muñoz Aconcagua Río Claro 366, 83
Lorenzo Orellana Alhué Santiago 73, 1
Petronila Guzmán Curimón Choapa 403, 02
José Guzmán Yerro Viejo o Pintacura 367, 97
Petorca
José Castro San Martín de la San Rafael de Rozas 185, 23
Concha (Quillota) (Illapel)
Josef Alejo Godoy San Simón y San Santiago 2.470, 42
Judas Tadeo de
Bellavista y Puerto
del Callao
Miguel Antonio San Juan (Mendoza) Santiago 171, 01

43
Meza
Francisco Alhué Colina 100, 45
Valenzuela
Tomás Vega Concepción Codegua 434, 26
(Fuente: elaboración propia)

A través del cuadro, se logran visualizar las distancias que tuvieron que realizar las
personas dentro del Reino de Chile e inclusive cruzar el Atlántico para ser acusados de
bigamia115, teniendo la mala fortuna de encontrarse con algún conocido, un familiar, etc.,
que fueron en su mayoría los que llevaron la denuncia a los tribunales para no dejar impune
la falta.

Un elemento relevante, que surge al mirar el cuadro es que las distancias son relativamente
altas y donde los funcionarios reales y eclesiásticos se veían imposibilitados de cumplir a
cabalidad su función, lo cual es ayudado por los cambios u omisiones que realizaban los
sujetos al momento de casarse y que serán analizadas a continuación.

Las personas que doblaron el matrimonio y que fueron juzgados116, poseían características
distintivas y de vida, por ejemplo tenemos a J que viajó de Buenos Aires hacia Santiago,
modificando algo más que su nombre, producto que al intentar asentarse y contraer nupcias
dice que es un distinguido oficial, pensando que su estrategia iba a pasar desapercibida,
pero no contaba con que un testigo, con el cual había salido de Buenos Aires en la fragata
Hércules y que lo conocía por casado al momento de la embarcación, expresara "q.e no a
hoydo desir jamas q.e lo hayga disting.do de oficial (...) q.e siempre lo a conocido como de
Sold.o raso de Marina"117 y que si no hubiera sido por B, nadie hubiese dudado de lo que
decía, sobre todo que al llegar modificó su nombre -mantiene el apellido-, pasando casi
desapercibido al estar tan lejos de Buenos Aires.

115
Un texto interesante a revisar sobre una acusación de bigamia que atravesó el océano es el de Alexandra
Cook y Noble Cook, Un caso de bigamia transatlántica.
116
Sólo podemos analizar los que casos que llegaron hasta nosotros, pero hay que tener presente que muchos
sujetos escaparon al ojo de la justicia y pudieron vivir sin las consecuencias que ameritaba el delito.
117
Archivo Arzobispado de Santiago (en adelante A.A.S), Fondo Tribunal Eclesiástico, Volumen 12, fj. 12v

44
El pertenecer a una milicia, fue un elemento a favor para que los hombres viajaran por
distintas latitudes. Eso fue lo que sucedió con Miguel Antonio Meza o Flores 118 (su apellido
depende del lugar de su matrimonio) soldado Dragón, natural del Arzobispado de Toledo,
el cual deserta del regimiento en Buenos Aires, pasando a Mendoza donde contrae
matrimonio con Doña Lucía Longoria el año 1789, y para evitar la captura recorre distintos
lugares, entre los que se encuentra Mendoza, Córdoba, Santiago, Penco, Coquimbo y valles
inmediatos, siendo fácil doblar el matrimonio por la categoría de miliciano, los que para
asentarse en la localidad y evitar el seguir avanzando se tienen que casar para afianzarse en
la comunidad y dejar de lado el pasado militar.

A su vez, no es necesario solamente venir de fuera del Reino de Chile para modificar el
nombre, donde tenemos a E119, que para no ser reconocido utiliza el nombre de la madre
(en masculino), realizando un viaje de aproximadamente 127 kilómetros, los cuales son
suficientes para evitar ser conocido al momento de la nupcia. Aparte de realizar un nuevo
casamiento, mantuvo una amistad ilícita -la que muere de una peste en el Hospital San Juan
de Dios- siendo intolerable por la primera esposa, la que pide el divorcio perpétuo producto
de la infidelidad.

Los casos anteriores, demuestran que la distancia que separa a la primera de la segunda
unión fue un facilitador para cambiar ciertos rasgos y omitir cierta información sin generar
sospechas, siempre y cuando no hubiese algún testigo que los delatara.

A su vez, la falta de funcionarios que realizaran una buena labor, producía distintas
impresiones, llegando incluso a decir que es fácil doblar el matrimonio por el "poco o
ningún cuidado que se pone en comprobar la muerte del primer consorte"120, a su vez, en
otro caso, el procurador de pobres menciona que "si pidieran el orijinal de la defuncion se
evitarían muchos matrimonios dobles" 121, impidiéndose el tan anhelado "control social" de
una zona periférica como el Reino de Chile.

118
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 1444, pieza 5.
119
A.A.S, Fondo Tribunal Eclesiástico, Volumen 442.
120
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 2719, pieza 3, fj. 63.
121
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 2439, pieza 2, fj.44v.

45
Los hombres no fueron los únicos en doblar el matrimonio, y donde la lejanía física jugó un
rol preponderante, ya que Ma, que era casada en Cogotín y que volvió a casar en el
Hospicio de Santiago, debido a que su hijo al ir a ver a su padre a Petorca le dice que se
encontraba muerto y "q.e en esta intelig.a estubo en compañia de su suegra algun t.po; y
que haviendo muerto esta (...) se fue a vivir con el ciego q.e haora es casada; q.e como me
bine biviendo pub.camente con el mencionado ciego por ser viuda segun le havian
asegurado"122 y al tener residencias separadas por más de 350 kilómetros y una falta de
funcionarios eclesiásticos para adquirir el certificado de defunción, sucedían las dichas
transgresiones, pese a no existir una clara intención por ser hereje.

Otro de los problemas que tuvo la Corona, fue el intento por evitar que cualquier persona
ingresara al continente americano, pero claramente ésto no se logró, ya que "los nombres
inventados van a poseer en el Nuevo Mundo tanta credibilidad como los reales, lo que llevó
a las propias autoridades a olvidar el nombre propio o considerarlo como un alias, mientras
que la identidad falseada era aceptada como la auténtica" 123, algo semejante fue lo que
sucedió con Juan Muñoz, natural de Málaga, casado con Juana Pisarro (la mujer durante el
expediente se le nombra de distintas maneras, Francisca Pisarro y María Pisarro) muta su
nombre al de Juan Jordán, casándose en la villa de Quillota el año de 1790, el que termina
por ser reconocido por su complexión física, ya que los testigos mencionan que el sujeto
que se casó dos veces era "blanco de rostro, pelo rubio, tierno de ojos (...) lagañoso, chico
de cuerpo, delgado"124, siendo el cambio de nombre un accesorio modificable, pero
imposible de pasar desapercibido por sus rasgos físicos.

Lo anterior, es posible eso si por la llegada de los naturales de la Parroquia de San Lorenzo
en Cádiz que supieron que había doblado el matrimonio, estando la primera consorte aún
viva.

La lejanía física traía aparejado ciertos problemas de comunicación, sobre todo si existía un
océano de por medio y de ahí que Jordán dijera que le ha enviado cartas "en dibersos

122
A.S.S, Fondo Tribunal Eclesiástico, Volumen 594, fj. 3v.
123
Rocío Sánchez e Isabel Testón, "'Fingiendo llamarse", 223.
124
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 1293, pieza 3, fj. 149.

46
tiempos pero no ha tenido contestación alguna careciendo por esta hasta hoy de dicha
noticia y sin saber el estado en que se halla o si vive o muere" 125, lo que puede significar
muchas cosas, la mujer no tuvo interés en contestar, las respuestas se perdieron, las cartas
nunca llegaron, etc.

Es llamativo lo condicionado que se encuentran los sujetos por el entorno, el cual en los
casos revisados es usado a favor, tanto para cambiar los rasgos o usar de excusa, como bien
lo hace Lorenzo Orellana, al cual le habían dado una puñalada "hechandole las tripas
fuera"126, casándose por segunda vez en una estado de falta de conciencia -según él- y pese
a que le dijeron que era muerta no pudo recurrir donde ella para cerciorarse, y en palabras
de Orellana dice:

"Como le hubiesen d.ho Juan Mondaca y José Guajardo, como también Feliz Baras, que hera
muerta, no dudó fuese así, y aunque quiso, y aun estubo para caminar a Algué, donde recidia
Barregas, a serciorarse de la verdad, no lo pudo conseguir a causa de que aunque mejoró de la
herida, pero quedó en lo interior lastimado, como lo manifiesta con la señal de rotura en el
vacío, en donde se le ganan las tripas, impidiéndole montar a caballo, y hacer la menor
fuerza, continuando con el dolor anterior hasta lo presente, a más de su pobreza y miceria en
que se allaba"127

Y eso producto de los 73 kilómetros que se encontraba entre un paraje y otro, pero siempre
quedando la duda, de si hubo un real interés por asegurarse de si la primera mujer era viva
o no.

Como quedó expuesto con anterioridad, las mujeres no estuvieron ajenas a contraer nuevas
nupcias estando el marido vivo y de ahí que la figura de Petronila Guzmán sea interesante
de analizar, en su primer matrimonio se hace llamar Josefa Aguirre y no posee escrúpulos
para volverse a casar, lo cual queda patente en la declaración que hace al momento del
juicio, expresando que:

"es sierto que es casada de segundas nupcias con dicho Pedro Espinoza, como se expresa en
d.ha sertificacion, y que ocultando, este matrimonio, solicitó casarse, con el referido
Calderón, aun siendo reconbenida, por my de todos los impedimentos, que suelen ocurrir en

125
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 1293, pieza 2, fj. 137.
126
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 2719, pieza 3, fj. 58.
127
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 2719, pieza 3, fj. 61v.

47
estos casos; y que lo mismo lo executó para casarse con Valdivia, cuyo hecho dize también,
que desde su execusión la ha tenido sorprendida, por el grave delito que contiene, y que asta
esta ocasión lo ha negado, teniendo el castigo que le havía de resultar de su declaración"128

En dicha referencia, queda claro la facilidad y el poco pudor que poseen algunos sujetos
para cambiar de estado civil, facilitado por la distancia geográfica que se encuentra entre
Curimón y Choapa, es decir, por sobre los 400 kilómetros, siendo un elemento primordial a
la hora de volver a casarse, ya que no aparecen matrimonios dentro de la misma localidad,
lo que hubiese sido inviable, al ser reconocidos en el lugar como casados.

José Guzmán, alias el matamoros, vivió un proceso radicalmente opuesto. Éste se


encontraba casado con Manuela Pérez en el sector del Yerro Viejo desde el 20 de diciembre
de 1798, pero al viajar a Pintacura, en el curato de Choapa, tiene una relación ilícita con
Andrea Sandón, escondiendo que se encontraba casado con Pérez, hasta que los parientes
de Sandón lo obligaron a formalizar la unión.

Guzmán, al parecer sólo le interesaba mantener una relación ilícita con la dicha Sandón,
producto que expresa que se encontraba casado en otra latitud, lo cual al parecer no le
importaba mucho a los parientes -debido lo más probable a la vulneración del honor del
honor de la muchacha-, los que al tener noticias que era casado "ellos mismos buscaron los
testigos para las ymformaciones"129 y así obligar al susodicho a doblar el matrimonio, sin
importar las consecuencias que pudiera tener para José, ya que se tenía que regularizar la
relación ilícita.

Otro caso llamativo, en relación a doblar el matrimonio, es el referido a Josef Alejo Godoy
el cual es casado en el Callao y vuelto a casar en la Parroquia de San Isidro en Santiago,
pese a no cambiar de nombre, modifica el lugar de su residencia, debido a que "dijo a dicho
cura era natural de la ciudad de Lima, fue a causa de acabar de llegar de aquella ciudad, y
persuadido de como tenía la habla de Limeño no le avían de dar crédito si decía era natural
de Limarí"130, siendo interesante constatar todas las facetas que se pueden modificar

128
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 1293, pieza 3, fj.
129
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 2548, pieza 4, fj. 33v.
130
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 1323, pieza 3, fj. 123.

48
producto de la distancia geográfica y la difícil forma de corroborar los datos que entregan
las personas a los funcionarios tanto civiles como eclesiásticos, sin tener mucho temor de
las consecuencias que pudieran traer sus actos o si bien si existía algún temor no lo
demostraron en las respectivas declaraciones.

Francisco Negrete o Valenzuela (dependiendo del matrimonio al que se haga mención),


luego de tener una relación un tanto tortuosa131, viaja desde Alhué hasta el curato de
Colina, es decir, unos 100 kilómetros, donde se enteró que había muerto, sin asegurarse
efectivamente de aquello, ya sea, por no querer viajar los 100 kilómetros -por la distancia,
el costo del viaje- o bien no tener interés, siendo beneficioso que su mujer estuviese muerta
y así contraer nuevas nupcias y poder asentarse en la nueva localidad al tener la categoría
de foráneo, con todos los prejuicios que esto conllevaba.

Por último, mencionar la situación de Tomás Vega, el cual para volver a casarse cambia el
nombre por el de Calisto Vega, contrayendo matrimonio tanto en Concepción como en
Codegua, es decir, unos 430 kilómetros aproximadamente, permitiéndosele haber "mudado
el nombre en Rancagua por q.e su verdadero nombre es el de Thomas" 132, así que se vuelve
a reafirmar la idea de la facilidad de cambiar nombre al momento de cambiar de localidad,
y que en su calidad de foráneo se hace más fácil, hasta que alguien lo descubre, y
considerando los pocos casos que se encuentran en el tribunal de la Real Audiencia, quiere
decir que muchos escaparon a los ojos de la justicia, o bien muchos se perdieron por el paso
del tiempo.

Luego de haber realizado una revisión por los casos de doble matrimonio, para dar cuenta
de las estrategias que éstos han utilizado se lograron reconocer que cambios tanto en el
nombre como en el apellido, incluso en el lugar de nacimiento fueron producto de la
distancia que existía entre el lugar de la primera y segunda nupcia que iban desde un
mínimo de 47 y máximo de 10.245 kilómetros, sumado a una falta de regulación, donde en
una zona periférica, como lo fue Chile, los cargos públicos fueron "ocupados por sujetos

131
Los motivos que tuvieron los sujetos transgresores serán analizados en el siguiente capítulo.
132
A.H.N, Fondo Real Audiencia, Volumen 2240, pieza 7, fj. 205v.

49
que carecían de los requisitos y competencias necesarios" 133 y así burlar la norma fuese
fácil.

Para concluir el capítulo, se hace menester mencionar que los sujetos llegaron a cambiar
ciertos atributos de su vida para doblar el matrimonio, sin importarle las consecuencias de
dicho cambio. Las razones que esgrimieron los involucrados serán analizadas a
continuación.

133
Macarena Cordero, "Precariedad del proyecto disciplinador", 152.

50
3.- Razones para "doblar" el santo vínculo matrimonial a fines del siglo
XVIII en Chile
La presente tesis, a lo largo de sus páginas ha graficado las estrategias que realizaban los
bígamos para poder asentarse en un lugar lejano de su tierra natal. Para lograr dicho
cometido inclusive cambiaron algunos aspectos de su vida a fin de pasar desapercibidos y
así no generar sospechas en la comunidad.

Estos sujetos, al momento de realizar el cambio del matrimonio esgrimieron distintos


argumentos y realizaron diversas estrategias para que la nueva unión fuese legítima, ya sea,
declarar muerta a la primera mujer, decirse soltero, cambiar la calidad. Todos estos
procedimientos serán analizados en el presente apartado.

Para comprender el contexto en el que se movieron los transgresores chilenos, hay que
tener presente las razones que emplearon los sujetos en otras latitudes, en especial, en
Nueva España (para el período estudiado existen autores que se han dedicado a investigar la
bigamia como Enciso Rojas y Estrella Figueras) para comprender de mejor forma lo que
sucedía en el Reino de Chile, considerando las similitudes a la hora de avalar o bien
intentar aminorar la falta, considerando y adelantando eso sí, que no existían discursos que
rosaran o bien se acercaran a la herejía.

3.1 Bígamos y sus razones para doblar el sagrado vínculo matrimonial


Como se ha logrado entrever durante las páginas anteriores, los infractores al matrimonio
realizaron diversas estrategias para asentarse en una nueva localidad y eventualmente
volver a casarse, pero queda la duda de por qué estos sujetos llegaron a abandonar a su
primera mujer y qué argumentos que esgrimieron para ello.

Es interesante constatar, que el matrimonio al ser más bien una relación económica y
reproductiva en detrimento de la idea fuerza que predomina en la actualidad, es decir, el
amor, los sujetos tenían que velar por su status, y de ahí que los conflictos pudiesen estar a
flor de piel, sobre todo al ser en su gran mayoría arreglados por los padres, por lo tanto, "los
esposos no estuvieran muy enamorados y que el adúltero haya venido a compensar la falta

51
de afecto dentro del matrimonio" 134, siendo el bígamo no ajeno a dicha situación, siendo la
gran diferencia, eso sí, que éste último, cruzó el umbral de la relación ilícita y regularizó la
situación volviendo a casarse, cambiando o modificando ciertos rasgos de su personalidad
(como bien se graficó en el capítulo 2).

Siguiendo con lo anterior, el bígamo era consciente de su actuar, ya que al haberse casado
por primera vez, conocía todos los preceptos del rito nupcial. Gracias a ésto, "el bígamo
contaba con las bases esenciales para planear su estrategia y volverse a casar, esta vez de
manera ilícita"135, con lo cual, se intentaba de cierta forma buscar una salida a un fracaso
del primer matrimonio "por lo tanto, en cada bígamo, había una desunión previa, tras
abandonar la antigua relación e instalar su nueva residencia en un lugar relativamente
distante del anterior"136, siendo facilitado por las dificultades de la Corona española por
controlar zonas periféricas.

No solamente los bígamos se volvían a casar por un anterior fracaso matrimonial 137, sino
que muchos sujetos al tener que estar viajando constantemente producto de sus labores,
decidieron doblar la nupcia "para poner fin a la soledad generada por un prolongado
matrimonio"138, y que ayudaba, a que el sujeto pudiese asentarse en la localidad.

Así se logra reconocer, que al doblar el matrimonio se perseguían distintos fines, para evitar
la soledad prolongada, o bien asentarse en la nueva localidad, actuando dichas
argumentaciones de manera dialéctica139, ya que al asentarse en el nuevo lugar también se
evitaba una soledad eterna, tanto de los hombres o mujeres que volvían a casarse, siendo
una "salida natural al fracaso conyugal" 140.

134
René Salinas y Eduardo Cavieres, Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, 11.
135
Dolores Enciso, "Matrimonio, bigamia y vida cotidiana", 1.
136
René Salinas y Eduardo Cavieres, Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, 88.
137
Siempre teniendo presente el contexto de foraneidad.
138
René Salinas y Eduardo Cavieres, Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, 89.
139
Dolores Enciso, menciona que dentro de las posibles causas que llevaron a los sujetos a doblar la nupcia en
Nueva España se encontrarían "las carencias económicas, los problemas laborales, los desajustes
emocionales, la incompatibilidad de caracteres, los líos con la justica o el alcoholismo. Ante esta situación se
procuraba una nueva forma de vida lejos del cónyuge y de los hijos legítimos", Dolores Enciso, "Matrimonio,
bigamia y vida cotidiana", 6.
140
René Salinas y Eduardo Cavieres, Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, 90.

52
Es llamativo consignar, que para volver a contraer el sagrado vínculo, se tenía que realizar
de manera oculta, y se realizaba "después de haberse separado de su cónyuge legítimo y
vivir lejos de él y de su familia legítima" 141, siendo interesante revisar el contexto cercano a
los cónyuge, para ampliar el margen de análisis (el cuál quedará patente en próximas
investigaciones).

Sumado a lo anterior, el bígamo al momento de realizar la nueva nupcia, tenía que actuar
sin generar sospechas, ya que pese a que infringían la norma, tenían que vivir en ella "sin
emitir opiniones contrarias al modelo matrimonial ni manifestarse en contra de las
restricciones matrimoniales eclesiásticas" 142, siendo llamativa dicha situación, debido a que
al omitir o cambiar información se estaba violando una normativa civil y eclesiástica al
mismo tiempo, pero a su vez, no podían emitir argumentaciones contrarias a la misma, es
decir, violaban la nupcia, pero a su vez, la respetaban y anhelaban.

Lo anterior, fue posible debido a que los bígamos necesitaban volver a casarse para
asentarse en el nuevo lugar y eventualmente escapar de un fracaso, buscar ascenso social y
al final "apagar o passado e reescrever suas histórias, buscando talvez certa estabilidade
da qual suas vidas eram desprovidas"143

Según la investigación de Cavieres y Salinas, los bígamos se encontraban en todos los


sectores sociales y étnicos, pero hacen la salvedad que "preferentemente se les hallaba entre
los desarraigados y con precarios recursos económicos" 144, lo cual es reafirmado por las
fuentes revisadas.

Como bien se ha graficado, no solo los hombres llegaban a transgredir la norma, sino que
muchas veces las mujeres dieron un paso al frente para hacerse presente en la desviación, y
como bien lo menciona Estrella Figueras para el caso mexicano, no fue por una necesidad
imperante de poseer un sostenedor económico "porque se desenvolvían con facilidad dentro

141
Dolores Enciso, "Matrimonio, bigamia y vida cotidiana", 6.
142
Dolores Enciso, "Matrimonio y bigamia", 2.
143
Michelle Trugilho, "Transgressores do Matrimônio", 90.
144
René Salinas y Eduardo Cavieres, Amor, sexo y matrimonio en el Chile tradicional, 90.

53
del campo laboral"145. Haciendo la salvedad eso si, que para el caso chileno, aún queda
mucho por hacer, para lograr el nivel de profundidad que ha tenido la investigación de la
bigamia en Nueva España, y sobre todo, de reconocer el rol de las mujeres en el delito.

Es interesante consignar, el manejo conceptual de las mujeres transgresoras, es decir,


durante el juicio, hacen referencia a la falta de cuidado del primer cónyuge, lo que las
obligaba a tener que doblar la nupcia "al estar 'sin abrigo de marido'" 146, pese a que las
mujeres que se encontraban viviendo lejos del hombre, necesariamente tenían que tener
alguna especie de oficio, ya sea, asociado a las labores del hogar o algún negocio.

No hay que olvidar, que dentro de las razones que poseen los sujetos transgresores para el
siglo XVIII147, no se encuentran referencias a algún comportamiento herético, debido a que
el modelo de matrimonio cristiano estaba bien interiorizado en las personas, como bien se
mencionó más arriba148.

Los problemas que se generaban al doblar una unión, no sólo afectaba a los cónyuges, sino
que a la posible descendencia que hubiesen tenido, producto del "estigma de ilegitimidad
para los hijos nacidos de esa unión"149, quedando una arista abierta en la investigación, para
así ser un aporte para la historiografía chilena.

Las razones que tuvieron los sujetos, al parecer no fueron de vital importancia a la hora de
juzgarlos, producto que no hay un interés por parte de las autoridades reales de realizar una
investigación acuciosa de los hechos, y se centraban más en corroborar la falta, para luego
aplicar las penas correspondientes y así "pague por ello y se haga 'público' y 'notorio' su
castigo"150 y de ahí que sea interesante constatar en las fuentes documentales las razones
que esgrimieron (por muy vagas que sean), por lo tanto, en el próximo apartado se

145
Estrella Figueras, "El oficio de 'no trabajar'", 5.
146
Estrella Figueras, "El oficio de 'no trabajar'", 8.
147
Cuando el delito estaba a cargo de la inquisición, las razones distaban muy poco de lo sucedido en el siglo
XVIII, ya que niegan la intención, "es decir, confiesan haber contraído más de un matrimonio sabiendo que
era pecado, pero no que lo hicieran 'por sentir mal del matrimonio'. Alegan
148
Dolores Enciso, "La política regalista de Carlos III", 100.
149
Dolores Enciso, "Matrimonio, bigamia y vida cotidiana", 1-2.
150
Estrella Figueras, "Se rebelaron contra la sagrada norma", 6.

54
analizarán las argumentaciones de las personas que tuvieron la valentía de doblar el
matrimonio, estando viva su primera mujer.

3.2 Razones de los bígamos en las fuentes de archivo de Chile


Los casos de bigamia que han sido analizados, dejan entrever varias razones las cuales
quedan graficadas en el siguiente cuadro:

Cuadro 2: Razones de los bígamos para doblar el sagrado vínculo matrimonial.


Nombre Razón para doblar el matrimonio
J Muerte primer cónyuge
S Indio
Me Muerte primer cónyuge
E Muerte primer cónyuge
Ma Muerte primer cónyuge
Juan Jordán Muerte primer cónyuge
José Antonio Núñez Muerte primer cónyuge
Benito Muñoz Falsa soltería
Lorenzo Orellana Fuera de juicio
Petronila Guzmán El cura dijo que no era casada sino viuda
José Guzmán Falsa soltería
José Castro Muerte primer cónyuge
Josef Alejo Godoy Muerte primer cónyuge
Miguel Antonio Meza Esposa enferma de gravedad
Francisco Valenzuela Muerte primer cónyuge
Tomás Vega Muerte primer cónyuge
(Fuente: Elaboración propia)

Es llamativo hacer notar, que la razón que más se repite, pese a la distancia geográfica de
los matrimonios, y al desconocimiento entre un infractor y otro, es la muerte de la primera
consorte, como un argumento válido y creíble a la vez, para casar a una persona.

55
Pese a lo anterior, existe una falta de prolijidad a la hora de cerciorarse a cabalidad la
muerte de la primera mujer, debido a que no se piden certificados de defunción,
demostrando que el tan anhelado control social no se estaba llevando a cabo en el Reino de
Chile y sobretodo en un tema tan relevante y que más detestan "las L.L Sagradas
eclesiásticas, y civiles"151, con lo cual, se logra entrever que la labor de los curas no se
estaba realizando a cabalidad.

Si nos centramos en los expedientes, los casos que se encuentran en el tribunal eclesiástico
y en la Real Audiencia, no muestran diferencias sustanciales en torno a las razones que
esgrimen los involucrados. Se alejan de la herejía, por lo tanto, el Santo Tribunal de la
Inquisición carece de jurisdicción, validando aquello la real cédula.

La distancia entre el primer y segundo matrimonio, hace más creíble las razones de los
sujetos, a su vez, imposibilita a los párrocos y a los mismos infractores tener noticias
certeras sobre el destino del o de la cónyuge, y de ahí que J dijese "q.e era impocible q.e
huviese sabido de su muger por lo incomunicado q.e estaba este R.no con el de B.s
Ay.s"152, haciéndose notorio, que el ser foráneo y la lejanía física entre una nupcia y otra
facilita la incomunicación y la dificultad por recorrer largas distancias, tanto física como
geográficamente.

En los expedientes no queda lo bastante claro las características del rito nupcial de los
infractores, y si efectivamente o no dijeron que se casaban por estar muerta su primera
mujer, sino más bien, tenemos seguridad de aquello por las declaraciones que expresan
luego de ser puestos en prisión. Ésto puede significar, que si las autoridades o la comunidad
no se hubieran percatado del delito, no hubiese sido necesario dar cuenta que existía otra
consorte.

151
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 1444, pieza 5, fj. 189.
152
A.A.S, Fondo Tribunal eclesiástico, volumen 12, fj. 2v.

56
Lo anterior se hubiese podido impedir "si pidieran el orijinal de la defunción" 153 al
momento de casarse, para evitar los matrimonios dobles, ayudado también por cerciorarse
de manera efectiva la situación del sujeto, sobre todo si se sabe que es foráneo.

El argumento se hace válido, al momento de intentar aminorar la falta, al dar cuenta del
estado de la primera relación, la que en la mayoría de las ocasiones se sustenta por el "me
dijeron", "he oído" y no en una certeza efectiva con papeles que avalen el fallecimiento, y
es por lo mismo que Me pueda llegar a decir al estar en Valparaíso "que pasado algun
tiempo sin tener noticia de el se vino a esta ciudad donde le aseguraron varios paysanos
suios haver muerto en uno de los Hospitales de Lima, particularm.te de un D.n P de N." 154,
siendo lo expresado de tanta validez, como si la misma involucrada lo hubiese visto, para
ratificar aún más lo expuesto por N., éste le entregó un documento que acreditaba la muerte
por si Me lo llegase a necesitar, pero al momento de estar frente al Padre Teniente de Cura
de Ñuñoa "no lo entregó p.r que no se lo pidió" 155, creyendo "allarse disuelto y acavado su
primer enlase matrimonial"156 como bien se menciona en otro juicio.

No necesariamente le tenían que decir que efectivamente su mujer yacía muerta, sino que
para algunos infractores era suficiente la enfermedad de la consorte como bien queda
graficado en el expediente de Miguel Antonio Meza, al encontrarse con Pedro Medina
"quien le dio en aquel entonces noticia de dicha su Muger y quedaba algo enferma" 157
siéndole recriminado por la autoridad la poca diligencia para certificar la muerte de la
primera mujer y volver a contraer matrimonio, sumado a la estrategia de cambiarse el
nombre para no ser reconocido por algunos miembros de la comunidad.

Existen algunas particularidades en los casos revisados, siendo necesario hacerlas notar, es
decir, algunos sujetos son reputados por casados por la comunidad, cuando efectivamente
solo se trataría de una relación ilícita, expresando E que "aunque se casó por viudo de una
muger nombrada J cuyo apellido no tiene pres.te pero q.e en realidad no lo era, sino q.e

153
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2439, pieza 2, fj. 44v.
154
A.A.S, Fondo Tribunal eclesiástico, volumen 429, fj. 4.
155
A.A.S, Fondos Tribunal eclesiástico, volumen 429, fj. 4.
156
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2439, pieza 2, fj. 44v.
157
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 1444, pieza 5, fj. 186.

57
vivian en amistad ylicita y corrian por casados" 158 y que pese a eso, igualmente se había
casado con otra mujer en la villa de Quillota y se había vuelto a casar en la doctrina de
Renca, dando cuenta de una facilidad por establecer relaciones de pareja, obviando de
cierta forma los discursos de la Iglesia Católica sobre el matrimonio.

La facilidad de E para volver a contraer la nupcia, fue producto de ser considerado casado
con J cuando solo se trataba de una relación ilícita, y al ser muerta J en el Hospital, la
comunidad lo tenía por viudo, no viéndose impedido de contraer matrimonio.

El expresar la muerte del primer cónyuge, al parecer era motivo para escaparse de la
sanción, producto que el agente fiscal del crimen en el caso de M expresara que la mujer
pasó a segundas nupcias "en el concepto de ser muerto su primer marido" 159, por lo tanto,
"no hay merito sobre que recaiga acusa.n por no ser verdadera poligamia" 160 y de ahí que
las razones que más se expresan, sea la muerte del primer cónyuge, para así intentar
aminorar la falta y que el delito no sea considerado como bigamia.

Algunos tuvieron que ir mezclando los argumentos, en un primer momento José Antonio
Núñez, aludió ser soltero pero no le resultó, siéndole recriminado el utilizar testigos de poca
consideración para ocultar su soltería y que "sin mayor sertidumbre jurasen ser soltero" 161 y
dentro de la misma, expone que su mujer estaba muerta por habérselo dicho "varios
marineros q.e conosio en Valdivia" 162, siendo la declaración de soltería una forma de evitar
que se hicieran más preguntas por parte del cura.

Para declarar soltería, tenían que existir testigos que avalaran lo dicho por la persona,
debido a que no podía comprobarla, por lo tanto, Benito Muñoz "dio una información a
testigos falsos, porque no pudo probar su soltería por q.e aunq.e fue a Chillan a traer esta no

158
A.A.S, Fondo Tribunal eclesiástico, volumen 442, fj. 1v.
159
A.A.S, Fondo Tribunal eclesiástico, volumen 594, fj. 4.
160
A.A.S, Fondo Tribunal eclesiástico, volumen 594, fj. 4.
161
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2846, pieza 2, fj. 43.
162
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2846, pieza 2, fj. 43.

58
pudo conseguirlo"163 existiendo personas dispuestas a mentir, pese a que las declaraciones
se hacían frente a Dios y a una señal de cruz.

Al igual que Muñoz, José María Guzmán escondió el matrimonio para entablar una relación
ilícita con Andrea Sandón hasta que los parientes de Sandón le exigieron que formalizara la
relación mediante el matrimonio y "aunque tubieron notisias de que efectibamente hera
casado, no ostante como el confesante siempre lo negase ellos mismos buscaron los testigos
para las ymformaciones"164, quedando en evidencia, la figura del testigo que apoya para
hacer más creíble la historia de un determinado sujeto.

Pese a encontrarnos en el siglo XVIII, sigue estando patente la necesidad de algunas


personas por reclamar beneficios de sus otrora antepasados, debido a que S al aducir la
calidad de indio, podía, aunque no debía poseer más de una esposa, siendo la autoridad, la
encargada de corregir dichas desviaciones, ya que "p.r ley 4 tit. 1 lib. 6 de Yndias los
yndios incurren en este delicto por la primera no incurre en alguna pena sino que
amonestados deven apartarse de la segunda y tercera muger y restituirse a la primera" 165,
siendo un discurso pensado en las primeras generaciones pero que en el siglo XVIII, siguen
persistiendo, ya sea, los actos, o bien los argumentos para justificar las violaciones a la
norma.

Muchas situaciones tuvieron que sortear los involucrados, por ejemplo, Lorenzo Orellana al
estar fuera de sí, producto de una herida "en el costado izquierdo de la qual le hecharon las
tripas fuera, estubo gravemente enfermo, y en agonía" 166 casándose en la atención de tener
conocimiento de su primera mujer muerta pero imposibilitado de ir al lugar de residencia
para comprobarlo "a causa de que aunque mejoró de la herida, pero quedó en lo interior
lastimado, como lo manifiesta con la señal de rotura en el vacio, en donde se le ganan las
tripas, impidiendole montar a caballo" 167, quedando en la creencia de la muerte, pero

163
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2941, pieza 7, fj. 108v.
164
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2548, pieza 4, fj. 33v.
165
A.A.S, Fondo Tribunal eclesiástico, volumen 361, fj. 1.
166
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2719, pieza 2, fj. 61.
167
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 2719, pieza 2, fj.61v.

59
sustentado en la enfermedad que padecía para trasladarse al lugar, sumado al encontrarse
fuera de juicio, quedando por consiguiente nulo dicho matrimonio.

Las razones que esgrimieron fueron variadas, inclusive se llegó a decir que el cura apuraba
a Petronila Guzmán, sumado a su vez, que "se hallava en forma de un aborto que avia
tenido en el mismo día por lo que no se hallaba para premeditar vien las cosas" 168, siendo la
falta de razón en el fondo un argumento válido para presentar frente a la justicia, debido
que al estar fuera de sí, se convertía en una persona influenciable. Inclusive se fue más
lejos, expresando Guzmán que el padre Sotacura "la maltrató, y le dijo que eran adelantadas
suias para no casarse, y que despues de esto les echo las vendiciones" 169, con lo cual,
pudiesen existir presiones de la misma comunidad para formalizar la relación ilícita, pese
que la misma declarante expusiese que era "casada y andado en la porfía de que soy
viuda"170, por lo tanto, en un primer momento, miente sobre su estado y luego al verse entre
la espada y la pared decide retractarse para así no tener que contraer matrimonio con
alguien que al parecer era pasajero.

En base a lo expuesto en líneas precedentes, las razones fueron varias, pero queda en
evidencia que los sujetos no se muestran de manera contraria a los preceptos de la Iglesia
Católica, sumado al intento por aminorar la pena. Debido a esto, en el presente apartado se
realizarán un acercamiento a las razones expuestas en Chile, con lo que se esgrimía en otras
latitudes y así acabar de mejor forma el capítulo.

3.3 Bígamos y sus razones: Un contexto general


Como se ha logrado vislumbrar a lo largo de las páginas, las razones de los bígamos fueron
producto de la situación que estaba viviendo cada persona, siendo un elemento importante a
considerar la situación de foráneo de los mismos, que les permitía poder cambiar algunos
rasgos de su personalidad e historia de vidas.

168
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 3017, pieza 4, fj. 171v.
169
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 3017, pieza 4, fj. 172.
170
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 3017, pieza 4, fj. 172.

60
El querer rehacer la vida, ya sea, de manera autónoma o bien obligado por algunos
miembros de la comunidad, no es algo propio del contexto chileno, sino más bien es un
patrón que se suele repetir en otras latitudes. Los bígamos se intentaron asentar y consolidar
en algún lugar mediante un matrimonio, producto que las circunstancias lo llevaron a eso,
es decir, tenían una relación ilícita con otra persona, donde los involucrados dieron un paso
más lejos, formalizándola, siendo beneficioso para el infractor y muchas veces no tan
perjudicial para la segunda mujer, la que tenía que intentar por distintos medios que no se
viera vulnerado su honor, como bien expone María Montecinos, ya que la indiferencia del
primer marido no tenía "otro espíritu q.e dejar calumniado mi honor" 171, y así con esto
quedan varias aristas en la temática, reconociendo los discursos de las mujeres en otras
circunstancias para encontrar referencias a dichos matrimonios o bien hijos que hayan
surgido de la unión, mediante por ejemplo los testamentos que hayan dejado.

Las situaciones que llevaron a los involucrados a esgrimir tal o cual razón, fueron diversas
pero queda patente la necesidad por salvarse de una eventual pena, como también existe al
parecer pleno conocimiento que el delito pudiera ser constitutivo de herejía, así que el que
hayan dicho que su mujer estaba muerta se ajustaba a lo pedido por las autoridades
eclesiásticas para rehacer la vida sin tener mayor cuestionamiento, lo mismo que declarar
soltería, siendo necesario el tener testigos que avalaran la historia, los cuales al parecer
estaban dispuesto a hacerlo.

Para concluir el capítulo, es interesante constatar que los bígamos no son sujetos que tengan
por objetivo doblar el matrimonio, sino que las circunstancias se lo permitieron y al
momento de ser capturados por la justicia, ya sea, porque alguien los delató o la misma
institucionalidad, se dieron cuenta de la irregularidad, tuvieron que esgrimir razones para
escapar del brazo de la ley, ya que en la mayoría de los casos se logra entrever una falta de
interés -al parecer- de las autoridades eclesiásticas por tener certeza de si el sujeto era
casado o no, actuando más bien de buena fe, sumado al casi nulo interés de los sujetos por
expresar que eran casados en otro lugar o que su mujer era muerta, según dejan constatar
los expedientes.

171
A.H.N, Fondo Real Audiencia, volumen 1954, pieza 2, fj. 112.

61
Conclusión
Los sujetos que hemos estudiado en estas páginas tuvieron la particularidad de haber
formalizado una relación matrimonial ilícita. Ellos cruzaron el umbral entre la
legalidad/ilegalidad pero con la salvedad no menor, de conocer la esencia del contrato
nupcial, es decir, la indisolubilidad y unicidad del mismo. Pese a ello, igual tomaron la
decisión de no respetar ese principio, demostrando por un lado que querían "vivir en
matrimonio", como bien queda expuesto en la tesis, y por el otro, violaban los elementos
más importantes del sacramento.

Los expedientes muestran distintas facetas de los sujetos, sus problemas matrimoniales y
muchas veces sus aspiraciones por mejorar su vida, gracias a que cometieron un delito,
pudieron llegar sus voces hasta nosotros y de ahí que sea interesante rescatar sus vivencias.

Los sujetos al ver destruidas sus pretensiones de tener una vida "normal" junto a un pareja,
migraron a otra latitud, ya sea, por trabajo, por pertenecer a una milicia, por quiebre en la
relación, entre otras razones. Debido a las situaciones particulares de cada sujeto tomaron la
decisión de volver a casarse, las que iban desde la individualidad hasta por obligación de
algún miembro de la comunidad.

El migrar a otro lugar, y convertirse en foráneo no sería en esencia el problema, sino más
bien el cambio de atributos de la personalidad que realizaron, ya que en su mayoría
cambiaron el nombre, mintieron sobre su estado matrimonial al decirse viudos o solteros/as,
sobre su calidad al decirse pertenecer a los indios, asentándose en la nueva comunidad y
casarse, hasta que fueron delatados por una persona de la antigua localidad o la familia de
la nueva pareja se enteró del delito y lo delató a la justicia. Las razones que daban para
justificar la transgresión del sacramento era para aminorar la pena de la justicia, cuidándose
eso sí, de no esgrimir argumentos que pudiesen considerarse heréticos.

62
Los quiebres matrimoniales al parecer en la colonia no fueron pocos como bien se muestra
en el texto de Francisca Rengifo 172, el que pese a ser del siglo XIX, no debe ser muy
alejado de lo sucedido en el mundo colonial.

Los involucrados se tuvieron que mover en un mundo donde las reglas del juego estaban en
constante cambio e imposición por parte de las autoridades, tanto civiles como
eclesiásticas, siendo el control social un imperativo que tenía que ser llevado a cabo tanto
por parte de la comunidad como de la institucionalidad. El estudio ha demostrado de una u
otra forma, el afán de la institucionalidad por poner en práctica dicho control social, sobre
todo en una materia como lo es el matrimonio.

El matrimonio, fue consolidado en la sesión XXIV del Concilio de Trento y de ahí empezó
a existir un interés mayor por controlar las desviaciones. Con eso se evitaba que el
protestantismo invadiera los lugares de influencia del catolicismo.

Evitar que el matrimonio sacro, monógamo e indisoluble fuese violado, fue un intento tanto
de las autoridades eclesiástico como civiles, sin embargo, existieron algunos sujetos que sin
temor de Dios, ni del poder regio, llegaron a transgredir la norma. Algunos solo tuvieron
una relación ilícita, siendo amancebados o amancebadas, pero para otros, esto no fue
suficiente y volvieron a contraer la nupcia, con todo el rito y la solemnidad que requiere,
modificando eso sí, algunos rasgos de su personalidad para cometer dicho ilícito.

Pese a los intentos de las autoridades, el control social no se llevó a cabo como se pensaba,
de una u otra forma algunas desviaciones se intentaron corregir, donde los casos de bigamia
estaban en dicha línea, es decir, se logró reconocer a los infractores y eventualmente se les
aplicó la pena (teniendo presente que algunos casos estaban inconclusos) pero claramente
tuvieron que haber existido una gran variedad de personas que lograron pasar
desapercibidos y por consiguiente el control social no se logró.

172
Francisca Rengifo, Vida conyugal, maltrato y abandono. El divorcio eclesiástico en Chile, 1850-1890.
(Santiago: Universitaria, 2011).

63
Dentro de las formas que existieron para reconocer a los infractores, estaba el dar cuenta de
algunos rasgos físicos como bien se expresó en algunos expedientes, como también estaba
el ser delatados por conocidos de los bígamos y que los tenían y reputaban por casados.

Dicha situación, venía a reafirmar el intento de la comunidad por mantener cierto orden
social, sobre todo cuando las autoridades no podían estar en todos lados evitando las
transgresiones. Siendo relevante reconocer los vínculos de los demandantes con la familia
de la involucrada, y así poner en evidencia el rol de los nexos de poder para evitar
transgresiones a algo tan íntimo y tan público a la vez, como lo es el matrimonio.

Queda una arista a considerar, la cual hace relación al poder encontrar casos de bigamia que
fueron delatados luego del período de estudio, pero que fueron contraídas antes de 1823,
siendo juzgados por organismos republicanos.

El ser foráneo, facilitó el esconderse por algún tiempo y quien sabe si para siempre de las
manos de la justicia, lo cual fue ayudando en alguna medida por el poco interés de la mujer
por recobrar la vida con su cónyuge (las razones pueden ser muchas pero de difícil
corroboración) y por otro lado, por la debilidad de la institucionalidad, tanto civil como
eclesiástica para cerciorarse de las historia de vida de los contrayentes al matrimonio.

Lo último, fue debido por un lado a la falta de funcionarios eclesiásticos y por la otra a la
precariedad profesional de los curas, y de ahí que durante los procesos se adujera por parte
de los protectores que si se pidieran los certificados de defunción para evitar así muchos
problemas.

Los sujetos al casarse, tenían pleno conocimiento de lo que ésto involucraba, los requisitos
y las limitaciones para contraerlo, pero aún así tomaron la decisión de "doblarlo" estando
viva la primera mujer, a la espera de no ser reconocidos, realizando algunas estrategias para
cumplir su cometido, como el cambiarse el nombre, decir que su primera mujer estaba
muerta, declarar soltería cuando no lo eran, decirse indios y agregar que al ser así podían
tener más de una mujer.

64
Lo anterior, fue sustentado por los discursos de los testigos, tanto del matrimonio como del
juicio mismo, siendo relevante constatar la relación de los testigos que avalaron el discurso
de los transgresores y cuál era el fin que éstos perseguían al declarar ante la justicia, y lo
más importante ante Dios y una señal de cruz, develando la motivación última de éstos, ya
que si bien tenían pleno conocimiento de la falta, igual lo realizaban, sin importarles el
castigo que ésto pudiese significar.

Hay que tener presente, que la sociedad colonial se sustentaba en los nexos familiares que
se pudieran tener, sobre todo mediante el matrimonio de distintas familias y que llevó a la
publicación de la Pragmática Sanción de matrimonios de 1776 y que fue aplicada en los
territorios americanos el 7 de abril de 1778 para evitar uniones desiguales, los que
derivaban "con otros gravísimos daños y ofensas de Dios... la turbación del buen orden del
Estado, y continuadas discordias, y perjuicios de las familias" 173, por lo tanto, las denuncias
seguían dicha línea muchas veces, cuando las uniones eran perjudiciales o por el contrario,
en algunos casos se obligó al hombre para contraer matrimonio, quedando la interrogante
de si fue para subir de estado.

A su vez, sería interesante constatar si los sujetos que se cambiaron el nombre tuvieron
otros problemas con la justicia, o si bien dependiendo del lugar en el que se asentaban
tenían algún nombre en particular, ya que, sólo sabemos del cambio que realizaron al
momento de contraer un segundo matrimonio pero carecemos de la información sobre los
otros aspectos de la vida, siendo necesario revisar otros catálogos y expedientes para
realizar un seguimiento a los infractores y sus otras facetas.

Algunos bígamos tenían hijos con la segunda esposa, pero al quedar nulo el matrimonio,
los niños quedaban desprotegidos al convertirse en hijos naturales, así que sería interesante
realizar una revisión de la situación en la que quedaron dichas personas, y si al final fueron
reconocidos por los padres a través de los testamentos.

173
Gonzalo Vial, "Aplicación en Chile de la Pragmática sobre matrimonio de los hijos de familia", Revista
chilena de Historia del Derecho. Núm. 6 (1970): 340.

65
Ésto es relevante, sobre todo en una sociedad donde el apellido poseía una carga simbólica
importante, y los hijos naturales estaban relegados a un segundo plano, restándoseles
oportunidades para conseguir un marido o esposa que les permitiera ascender socialmente,
quedando relegados a un segundo plano.

El territorio colonial chileno, gracias a su extensión y poca conectividad, tanto física como
administrativa, generaba que algunas personas pudiesen vulnerar el tan ansiado control
social, cometiendo delitos y llegando a casarse de manera clandestina, o bien doblando el
sagrado rito nupcial con toda la formalidad necesaria. La distancia entre el primer y el
segundo matrimonio fue un facilitador para que se cometiera la violación, al existir una
imposibilidad de cerciorarse de si la información entregada por los contrayentes a la
autoridad eclesiástica fuese efectivamente esa, quedando patente la hipótesis planteada en
un comienzo, es decir, al ser foráneo se generaban las condiciones necesarias para cambiar
algunas aspectos y eventualmente casarse y asentarse en la nueva localidad, ayudado
claramente por una administración deficiente y poco rigurosa.

Queda en evidencia, que el tema no está acabado, y aún queda mucho por hacer para
escribir y reescribir la historia de sujetos que durante mucho tiempo pasaron desapercibidos
para la historiografía nacional, por lo tanto, existe una deuda pendiente con los bígamos,
donde una historia tiene que ser contada y por lo tanto, la tesis tiene que servir como un
punto de vista que tiene y debe ser ampliado, reconociendo las distintas aristas que surgen y
surgirán en un futuro, sobre todo teniendo presente que se trata de un problema humano y
como tal es multicausal.

Cabe consignar a su vez, que la bigamia no es un hecho particular del período colonial, sino
que aún en los años 90 del siglo XX persistían dichas conductas producto de la fragilidad
del Registro Civil y la no puesta on line de los datos de los sujetos. Existiendo algunas
continuidades históricas en torno a rehacer la vida, sin finiquitar de buena manera la
relación anterior, las que se suman a los conflictos surgidos por la carencia de una Ley de
divorcio. Sería interesante realizar un estudio comparado de la situación del bígamo en
distintos contextos históricos para dar cuenta de las continuidades y cambios.

66
Hay que mencionar, que el estudio de la bigamia para el caso chileno tiene que ser
complementado, utilizando diversas estrategias metodológicas para dar un acabado análisis
del objeto estudiado, ya que sería interesante desde la óptica de la microhistoria o estudio
de caso, como también relevante desde una perspectiva económica, dando cuenta de los
elementos referentes a la herencia, ascenso social, entre otros.

Por último, dar cuenta que debido al paso del tiempo, se han perdido bastantes expedientes
sobre bigamia, y por otro lado, muchos quedaron impunes al ser aceptados como un
miembro legítimo de la comunidad, sumado a la ausencia de delatores para dar efectivo
cumplimiento al control social, así que hay que reconocer que sólo podemos estudiar una
facción de lo que efectivamente fue la realidad colonial chilena.

67
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todo lo qve toda y pertenece a los Sacramentos, con todos los cafos y dudas
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Anexo

75
Expediente formado para el cumplimiento de una R.C. dada en San Ildefonso a 10 de
agosto a 10 de agosto de 1788, que dispone que en los dominios de indias e islas Filipinas
se observe lo resuelto por S.M. en los juicios sobre el delito de poligamia, a fin de evitar
competencias entre el Santo Oficio y otros Tribunales. Archivo Histórico Nacional, fondo
Real Audiencia, volumen 669, año 1788
(p.1)
Expediente formado sobre el cumplimiento de la real cédula dada en San Ildefonso a 10 de
agosto de 1788 que dispone en los dominios de indias, e islas Filipinas se observe lo
resuelto por S. M. sobre el conocimiento del delito de poligamia para evitar competencias
entre el Santo Oficio i otros tribunales

Año…….de…….1789
En 10 hojas.

(p.2)
El rey en 8 de septiembre de mil setecientos sesenta y seis Fui servido en pedir la cédula
siguiente= el Rey=Virreyes, audiencias y Governadores de mis dominios de las indias=con
motivo de una competencia ocurrida entre el tribunal de inquisición y la justicia Real
ordinaria de la ciudad de Santa Fé, en el reyno de Granada acerca del conocimiento del
delito de doble matrimonio, y en inteligencia de los fundamentos no débiles que expusieron
por Ministros de conocida integridad, y Literatura declaró el Señor Rey Don Fernando,

(p.2v)
sexto mi mui caro y amado hermano (que Santa Gloria haya) por un Real Decreto de diez y
ocho de Febrero de mil setecientos y sinquenta y quatro Y las convenientes reales cédulas
Que se os pidieron en diez y nueve de marzo del mismo año que el mencionado delito era
de misto fuero y que pertenecía su conocimiento de la prevención de las Justicias Reales y
el Santo Oficio andado que en caso de prevenirse por las mismas Justicias Reales las
mencionadas causas las continuasen, y feneciesen imponiendo a los reos las penas
dispuestas por derecho sin que sobre ello se pudiese formar ni admitir competencias con
otra jurisdición extraña aunque fuere con pretexto de qualquiera costumbre en contrario,

76
pues esta no podria de modo alguno prevalesser, contra las regalías sin el real
conocimiento, las que a mayor abundamiento se declaró

(p.3)
como abuso por antigua y bien fundada que pareciese; previniendose al mismo tiempo, que
si en el referido caso de prevención por las Justicias Reales, quicieren los Tribunales de
Inquicición tomar providencia contra los Reos por sospecha de Herejia, se los remitiesen
después de executar el cargo en ellos: sin embargo examinado haora quanto mi concepto de
las Indias expuso acerca de este grave y delicado asunto en consulta de diez y ocho de Abril
de mil setecientos y sinquenta y siete, y lo que nuevamente me ha representado en otra de
diez , y siete de Abril del presente año, con presencia de la executada por el de la suprema
inquisición en dos del mismo mes del año antecedente de mil setecientos, y sesenta, y
cinco, y teniendo Yo por mas cierto, seguas, y conveniente dexar al Santo

(p.3v)
Tribunal el privativo conocimiento, y castigo del referido delito de poligamia: he resuelto
por mi Real Decreto de veinte, y uno de Julio del corriente año, que no obstante el
expresado Decreto de diez, y ocho de Febrero de mil setecientos, y sinquenta, y quatro, y
conseqüente Real Cédula de dies, y nueve de Marzo de aquel año, conozcan peculiar, y
privativamente del crimen de doble matrimonio los tribunales de inquicicion, bien que por
lo vasto, y dilatado de mis dominios de la América, os doy facultad, encargo, y mando, así
a vos como a los demás juesses ordinarios seculares, que teniendo noticia cierta, segura, y
bien fundada de algún delinqüente de semejante crimen, paseis inmediatamente a executar
la sumaria averiguación, o justificación competente, y prenderle; y asegurado, no estando a
mas distancia de cien

(p.4)
leguas algunno de los tribunales referidos, les deis quenta con el proceso actuado, y pronto
a su disposición, o a la del sugeto, que delegase para substancirle la causa; y en el casso de
maior distancia que la expresada, paseys el proprio aviso en los términos que quedan dichos
al comisario mas inmediato en iguales circunstancias, bajo la cautela, y seguridad del Reo;

77
en cuia consequencia os mando guardéis puntualmente, y para el propio efecto la
comuniquéis a las artes que convenga de vuestros respectibos distritos; en inteligencia de
que he prevenido lo conveniente sobre el asumpto al mencionado consejo de inquisicion.

Dado en San Ildefonso a ocho de septiembre de mil setecientos, sesenta, y seis= Yo el


Rey= Por mandado del Rey nuestro señor, Don Nicolas de Mollinedo= en cinco de febrero
de

(p.4v)
mil setecientos setenta se expidió Real Cedula general a consulta, de mi consejo de Castilla,
declarando competía de las Justicias Reales, con arreglo de las leyes del Reyno, el
conocimiento de los delitos de Poligamia.

Con noticia de esta mi real resolución ocurrieron a mi consejo de las Indias sus Fiscales,
para que en atención a las razones, y fundamentos que exponían me consultase. Como lo
hiso en dos de marzo del mismo año de mil setecientos, setenta la notoria utilidad que
resultaría a los naturales de mis dominios de América, en que se les hiciese participes del
beneficio publico contenido en la expresada mi Real Cédula, expedida para estos dominios.
En vista de lo representado por mi Real Audiencia del delito, sobre el doble matrimonio de
Manuel Gabriel de Valencia, hizo el referido mi consejo recuerdo de sucitada anterior
consulta en otra, de

(p.5)
ocho de julio de mil setecientos ochenta, y cinco; y en su consequencia fue servido
mandarle por mi Real orden de tres de abril siguiente que para que desde luego se
estableciesen en Indias acerca del conocimiento de este delito unas reglas acertadas,
seguras e invariables, que proporcionasen el deceado fin, y evitasen conpetencias, me
expuciese su dictamen con distinción, y claridad sobre el orden que deveria observarse en
el conocimiento de dicho delito, teniendo presente lo peculiar del Govierno de la América,
y los capítulos que merecieron mi Real aprobación, convenidos por la Junta que mandé

78
formar con noticia de las dudas que se suscitaron de resultas de la citada mi Real Cédula de
cinco de febrero de mil setecientos setenta.

Comformándome con lo que en vista de todo, y de lo expuesto por mis Fiscales me


consulto al referido mi consejo de las Indias en diez de

(p.5v)
marzo de este año: he venido en que para evitar competencias entre las Jurisdiciones Real
ecleciastica y del santo oficio, como se obserben en mis dominios de America, e Islas
Filipinas las reglas siguientes: que mis Justicias Reales conozcan privativamente del delito
de doble matrimonio o poligamia, inponiendo a los reos las penas señaladas por las leyes
conforme a la diez y seis titulo diez, y siete partida séptima en que literalmente se prebiene
el castigo que se ha de dar por las Justicias Reales a tales delinquentes; y a la quinta, sexta,
y séptima titulo primero libro quinto de la
recopilación de Castilla en que ha pedimento de las cortes de Segobia Valladolid, y
Briviesca se determinó que dichas Justicias Reales, tuviesen especial cuidado de la
averiguacion de tales delitos e impocicion de penas, explicando quales, añadiendo la
séptima, como se ha de entender la citada ley de Castilla: fue

(p.6)
siempre que resulte mala creencia a cerca del sacramento, ya sea por que empiece a conocer
el Tribunal de la inquisición, o por que aparesca de las actuaciones y proceso que forme la
Justicia ordinaria para castigar este delito según las leyes del Reino, devera en uno y otro
caso entregarse el reo al tribunal del Santo Oficio por el qual sentenciada la causa, y
castigado el Reo de la mala creencia con las penas correctorias, y penitenciales se remitirá a
la Justicia Real para que execute las aflictivas en que salga condenado, y le imponga
ademas las que mereciere según las disposiciones de las leyes del Reyno: que si de los
Autos obrados por el Juez Real no apareciesen indicios de la mala creencia no tendrá que
dar parte al tribunal de la inquicición, y determinada por el la causa, y executoriada como
previe

79
(p.6v)
ne el decreto, se aplicaran al Reo las penas condignas: que aunque el de la causa formada
por el Juez Real no aparezcan indicios de mala creencia no por esto estaría inpedido el
tribunal del Santo Oficio de hacer por si las averiguaciones correspondientes aserca de este
punto; y si encontrase motivo en sus sumarias para continuar en el proseso, pasara oficio al
Jues Real, para que le emita al Reo, en cuio caso se observara lo mismo que queda dicho
quando del proceso del Juez Real aparezcan indicios, o conjeturas de mala creencia: Que si
llegase el caso de que el Santo Oficio, o sus comisarios tuviesen noticia antes que el Juez
Real de que alguno celebró doble matrimonio, podran asegurar su persona y pasársela al
Juez Real, o darle aviso para que por si le aprehenda, y formalise el proceso, vajo, las reglas
que quedan prescriptas: Que si indicia

(p.7)
do alguno de estos delinquentes de falsa creencia, fuese absuelto por el santo Oficio, tendrá
obligacion este tribunal de remitir testimonio de la sentencia a la letra al Juez Real, para
que le una a los autos que el huviese formado y ebitar por este medio la difamacion que de
otro modo se le seguirá dando también al Reo, aunque no lo pida, testimonio de dicha
sentencia absolutoria, para en guarda de su derecho: Que los Juese Reales que entendiesen
en este delito, no es necesario para adquirir las pruebas, pedir certificaciones, que den
cuenta a la Audiencia, ni al Santo Oficio, o comisaio del distrito, pues esto lo podrían hacer
hallándose los testigos, o documentos en el territorio de su Jurisdicion, por si mismas,
usando de sus facultades ordinarias; y quando tengan que examinar algún testigo, o pe

(p.7v)
dir qualquier documento que estuviese en agena Jurisdicion, se valdrian de los exhortos, o
suplicatorias correspondientes, según se practica en los demás pleitos ordinarios, y solo si
alguna vez no se les quisiese dar cumplimiento a ello acudirán a mi Real Audiencia, para
que esta les auxilie con Real provicion, y se consiga el fin: Que siempre que por el Reo se
dixese de nulidad del primer matrimonio, o de los antecedentes al que motivó su pricion, se
le dirá por el Jues ordinario Eclesiástico; pero sin entorpecerse el conosimiento del Jues
Real en su proceso, ni el del santo oficio en quanto a la falsa creencia, permaneciendo el

80
reo en la cárcel Real; por que aunque se declare nulo el primero, o antecedentes
matrimonios al por que se le prendió, incurrió el reo por el echo solo de casarse con la
segunda, antes que la iglesia declarase nulo el anterior matri

(p.8)
monio, en la pena de aleve, y perdimiento de la mitad de sus vienes, como literalmente
dispone la ley, sexta de Castilla, que queda citada.

Assi mismo he venido en declarar para la mas perfecta inteligencia de las reglas prescriptas,
y cumplida execucion de lo que tengo resuelto, que en el caso de conocer el santo oficio por
si, o por su comisario mas inmediato a la residencia del polígamo, por indicios,
presunciones, y conjeturas legales de mala creencia no solo le entregue el Jues Real
testimonio de lo concerniente a este particular, sino que igualmente le remita el Reo, para la
substanciacion, y determinación de la causa, que sobre este punto le corresponde, sin que el
Juez Real execute la suya, hasta que este practicada aquella conforme a lo anteriormente
resuelto. Y si la ¿? para que el reo quede competentemente castigado por los

(p.8v)
respectivos tribunales: he resuelto que del santo oficio le imponga las penas puramente
correctoras, penitenciales, y medicinales, según queda expresado, y la Justicia Real las otras
mas graves, como vergüenza pública, azotes, precidio, galeras, y de mas, todo conforme a
los respectivos derechos. En cuia consequencia mando a mis Virreyes, precidentes, Reales
Audiencias, y Governaciones de mis dominios de Indias, e Islas Filipinas, y ruego, y
encargo a los mui Reverendos Arzobispos, Reverendos Obispos de ellos, guarden cumplan,
y executen, y hagan guardar cumplir, y executar el contenido de la expresada mi Real
resolución en la parte que respectivamente les corresponda.

Dada en San Ildefonso a diez, de Agosto de mil setecientos ochenta, y ocho= Yo el Rey=
Por mandado del Rey nuestro señor Manuel de Nestares= hay diez rubricas=

81
(p.9)
para que en los dominios de Indias e Islas Filipinas se observe lo resuelto por Vuestra
Magestad sobre el conocimiento del delito de Poligamia, a fin de evitar competencias entre
las Jurisdiciones Real, Ecleciástica, y el Santo oficio. En la causa ciudad de Santiago de
Chile, en veynte, y ocho de enero de mil setecientos ochenta y nuebe años estando en
acuerdo ordinario de Justicia los Señores precidente, Regente y oidores de esta Real
Audiencia se vio la anterior Real Cédula, y dichos señores la firmaron en sus manos,
vesaron pucieron sobre sus cavesas, y dixeron que la obedecían, y obedecieron como carta,
y mandato de nuestro Rey, y señor natural (que Dios Guarde) y que para dar las
providencias correspondientes de su debido cumplimiento se saque Testimonio de ella y se
trahiga a la Real sala y assi lo proveyeron, y firmaron dichos señores de que doy Fee= hay
quatro rubricas=

(p.9v)
Ante mi Villarreal

Es copia de su original a q.e me refiero q.e conste en cumplimiento del mandado doy el
presente en la ciudad de Santiago de Chile en quatro de febrero de mil setecientos ochenta y
nueve as.

Dn Andres Manuel de Villarreal


Escribano publico del cavildo

Santiago y febrero 7 de 1789

Vista al S.or Fiscal de su magestad.


En d.ho dia hize saver el decreto q.e antezede al S.or fiscal de S.M. de q.e doy fee

82
(p.10)
M.P.S

El fiscal de S.M. vista la R.l Zedula dada en el R.l sitio de S.n Yldefonso a 10 de agosto del
año p.o p.o para que en los dominios de yndios e ysla Filipinas se observe lo resuelto por
S.M. sobre el conocimiento de Poligamia, o matrimonio doble, a fin de evitar competencia
entre las jurisdicciones R.l, Eccl.ca, y del S.to oficio de la Ynquisicion dice: que
haviendose obedecido dho R.l escripto; para que en los casos ocurrentes pueda tener
oportunamente su execusion, y devido cumplimiento se ha de dignar V.A mandar que ante
todas cosas se publique por vando; y que sacandose los correspondientes testimonios se
pasen al Ylustre ayuntamiento de esta ciudad, a la comisaria del S.to oficio, y al Venerable
Dean, y ¿? vacante de esta capital, como tambien al governador yntendente interino de la
Provindia de la concepcion. Para que alli llegue a noticia de las justicias lo resuelto por
S.M.

D.r Perez de Uriondo

En la ciudad

(p.10v)
de Santiago de Chile en once de febrero de mil setecientos ochenta y nueve años ante los
S.S precidente Regente y oydores de esta R.l Audiencia se presento esta peticion la q.e se
m¿? por presentada y mandaron d.hos SS.res hestos autos de que doy fee

Villarreal

Y vistos: con lo expuesto por el señor fiscal de su magestad hagase como se pide, y en su
conformidad librense R.s Proviciones circulares para que se haga saver el contenido de la
R.l Cedula que se expor¿? se archive

Medina, Urriola, Rodriguez

83
Proveyeron y firmaron el anterior decreto los S.S precidente reg.te y oydores de esta R.l
Audiencia. Santiago de Chile en dies y siete de Junio de mil setecientos ochenta y nueve
a.s, de que doy fee=

(p.11)
M.P.S

Ponemos en la alta consideracion de V.A como oy veinte y uno del corriente resivio este
ayuntamiento el R.l or.n de S.M. (que Dios gu.e) dado en S.n Yldefonso a ocho de
septiembre de mil setecientos sesentaseys, sobre la competencia entre el tribunal de
ynquisizion y la R.l justicia al que se le dio el devido obedezimiento mandando al escribano
saque testimonio legalizado, para que quede archibado y se tenga presenta p.a los casos q.e
ocurran, y el orijinal siga su destino segun ordena V.A.

Nosotros s.res gu.en la catolica Rl Persona de V.A mas a.os p.a consuelo del reyno Sn Ph.e
El R.l y Julio 21 de 1789= Manuel de la Puente Jose Antonio de Echeverria, Pedro Josef de
Olivares.

84

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