Taylor y la administración plantea que un empleado debe
recibir órdenes de un solo jefe, es decir que la persona o servicio no deben recibir órdenes de más de un jefe, fundamentalmente por las consecuencias que se pueden presentar. Tiene como propósito asegurar la unidad de esfuerzo, bajo una persona responsable, para completar una tarea.
La unidad de mando evita la posibilidad que un empleado no sepa qué órdenes
seguir o a quién reportarle. Esto se aplica incluso cuando una organización está siendo dirigida por un comité.
Por ejemplo, en Estados Unidos, un superintendente de escuelas públicas es
responsable en sus actividades diarias ante el presidente de la junta escolar, no ante la junta escolar general.
Ventajas de la unidad de mando
Mejor relación Autoridad, responsabilidad y rendición de cuentas Decisiones rápidas o inmediatas Mejor coordinación y trabajo en equipo Mayor productividad La unidad de dirección. Con un solo jefe y un solo programa se pueden obtener los mismos resultados, siendo una condición necesaria para la unidad de acción y la coordinación de las fuerzas. La unidad de mando debe su existencia a la unidad de dirección, pero a su vez no deriva de ésta, la cual va a depender del funcionamiento del personal. La subordinación del interés particular al interés general. En una organización el interés individual no debe prevalecer sobre el interés general de la misma. En el caso de que se produzcan dos intereses válidos pero contrapuestos se debe buscar la manera de llegar a su conciliación. La remuneración del personal. Es el valor monetario que se le otorga al personal por el servicio prestado, la cual debe ser equitativa y brindar satisfacción a las partes involucradas.