Hola profe Carmen espero haya tenido un buen día en
esta ocasión me dirijo a usted para hablarle sobre la
enfermedad sobre la enfermedad degenerativa llamada el Alzheimer Definición: El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas. El Alzheimer empeora con el tiempo. El Alzheimer es una enfermedad progresiva, en la que los síntomas de demencia empeoran gradualmente con el paso de los años. Enumerar características/ síntomas: Características: En sus primeras etapas, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final del Alzheimer, las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno. Las personas con Alzheimer viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes, pero la supervivencia puede oscilar entre cuatro y 20 años, dependiendo de la edad y otras afecciones de salud. La enfermedad de Alzheimer es responsable de entre un 60 y un 80 por ciento de los casos de demencia. El factor de riesgo conocido más importante es el aumento de la edad, y la mayoría de las personas con Alzheimer son mayores de 65 años. Síntomas: Deterioro de la memoria, como por ejemplo, dificultad para recordar eventos Dificultad para concentrarse, planificar o resolver problemas Problemas para completar tareas diarias en el hogar o en el trabajo Confusión con respecto a los lugares o el paso del tiempo Dificultades visuales o de espacio, como por ejemplo, no comprender distancias al conducir, perderse o poner cosas en lugares equivocados Mal juicio al tomar decisiones Problemas de lenguaje Cambios de humor, como depresión u otros cambios en el comportamiento y la personalidad Causas/factor hereditario: Causas: Los científicos creen que, en la mayoría de las personas, la enfermedad de Alzheimer se origina a partir de una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del tiempo. Las causas exactas de la enfermedad de Alzheimer no se entienden por completo, pero en su esencia son problemas con las proteínas cerebrales que no funcionan normalmente, interrumpen el trabajo de las células cerebrales (neuronas) y desencadenan una serie de eventos tóxicos. Las neuronas están dañadas, pierden conexiones entre sí y, con el tiempo, mueren. El daño comienza con mayor frecuencia en la región del cerebro que controla la memoria, pero el proceso comienza años antes de que aparezcan los primeros síntomas. La pérdida de neuronas se disemina en un patrón algo predecible a otras regiones del cerebro. En la última etapa de la enfermedad, el cerebro se ha reducido significativamente. Factor hereditario: El Alzheimer no es hereditario en la inmensa mayoría de los casos, entendiéndolo como una enfermedad genéticamente determinada. Que un padre o una madre tengan o hayan tenido la enfermedad no significa necesariamente que sus hijos vayan a desarrollarla. El gen más común asociado con la forma más frecuente de enfermedad de Alzheimer es un gen de riesgo llamado apolipoproteína E (APOE), que tiene tres formas comunes: APOE e2 (la menos común en la población y que parece disminuir el riesgo de Alzheimer) APOE e3 (la más común y que no parece incidir en el riesgo de Alzheimer) APOE e4 (de frecuencia intermedia entre las dos anteriores y que se relaciona con un incremento del riesgo de padecer Alzheimer). En el 99% de los casos, la genética no es un factor determinante en la aparición de la enfermedad de Alzheimer. El principal factor de riesgo para que la enfermedad se manifieste es el hecho de hacerse mayor. Tratamiento: En la actualidad, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. No obstante, existen medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos tratamientos ayudan a controlar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o delirios) que pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa. Estadísticas de casos a nivel mundial: Se cree que en todo el mundo hay 46,8 millones de personas que viven con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias. Para el 2030, si no se dan descubrimientos novedosos, veremos un aumento, alcanzando casi los 74,7 millones. Para el 2050, las tasas podrían superar los 131,5 millones. Cada 3,2 segundos, un nuevo caso de demencia ocurre en algún lugar del mundo. Estadísticas a nivel nacional: Según datos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), En tanto que cifras oficiales indican que en el país hay por lo menos 20 mil pacientes diagnosticados, pero según las estimaciones de expertos, las estadísticas no reflejan la realidad del padecimiento, ya que hay algunos pacientes que no han sido diagnosticados y pasan imperceptibles. Datos relevantes sobre el Alzheimer: 1. Una de las primeras funciones que se ve afectada en las personas que la padecen es el sistema léxico. Es decir, se presenta una dificultad en el acceso a determinadas palabras de nuestro “diccionario mental”, a veces muy comunes. 2. El Alzheimer no se puede controlar. Esta es una enfermedad de la que simplemente no se puede ser consciente todo el tiempo. Es por esta razón que al inicio los afectados intentan hacerlo, y al no poder lograrlo puede generar alteraciones emocionales como la depresión y la ansiedad. 3. Esta enfermedad puede comenzar a desarrollarse en el cerebro de un individuo de 20 a 25 años antes incluso de notar una señal de advertencia. Es por esta razón que si comienza a desarrollarse en el cerebro de una persona cuando tiene 40 años, no se dará cuenta hasta que cumpla casi 65 años. 4. Se han identificado dos proteínas como principales causantes de la disfunción cognitiva que caracteriza a esta enfermedad: La proteína amiloide, una proteína tóxica a niveles altos y que se va acumulando en las zonas exteriores de la corteza cerebral a medida que avanza la enfermedad. La proteína TAU, causante de la pérdida y deterioro cognitivo debido a su acumulación en las neuronas y la consiguiente destrucción de estas.