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Ensayo

Desarrollo humano

Divier Yesid Gómez Galindo

1039697446

Docente

Adriana María Restrepo Arismendy

Especialización en Atención Integral a Primera Infancia

Curso Desarrollo Humano

Cohorte 2 grupo 2

Fundación Universitaria María Cano

Fundación Universitaria Católica del Norte

Puerto Berrío Antioquia

2020
Ensayo

Objetivo: Reflexionar sobre las repercusiones teóricas y prácticas que tiene la existencia de


diversos enfoques sobre el desarrollo humano

Tomando como punto de partida el documento en cuestión, el cual define el desarrollo


humano como “la noción desarrollo está asociada con crecimiento económico, acumulación de
riqueza, ingreso, progreso, evolución, con orden, ventajas comparativas, privatización,
sustentabilidad, inclusión, integración, generación e incluso con acumulación de bienes”
(Enríquez, 2009 pp. 14-15), otros autores también la conceptualizan como

“[…]el proceso de incrementar las opciones de la gente. En este sentido, no sólo abarca
la formación de capacidades mediante mejoras en la salud o el conocimiento, sino
también la forma en la que las personas usan sus capacidades en los espacios en los que
se desenvuelven.” (Mancero, 2001, p. 10).

Derivado de los conceptos abordados por diversos autores, se puede considerar que el
desarrollo humano está direccionado a una serie de experiencias y orientaciones enfocados en el
desarrollo y talento que tiene el ser humano, el cual se encamina en modelos que han sido
relevantes para el fortalecimiento de una realidad de derechos valederos que hace que el ser
humano prime ante otros factores institucionales que pueden ser imprescindibles dentro de la
labor social que se encauza a dar cumplimiento a estos planes, y ante las variables que surgen
como políticas institucionales invariables y democráticas.

Dicho de otro modo, el desarrollo humano, desde campos como la sociología y


antropología debe estar direccionado a unas condiciones de vida adecuadas para un mejor
desempeño del ser humano en aspectos personales, económicos y sociales, permitiéndole ser
partícipe de nuevas oportunidades que surjan a partir de la proyección que organizaciones como
las Naciones Unidas establezcan, partiendo de programas donde la inclusión de poblaciones
vulnerables esté sujeta a las posibilidades del qué hacer en el desenvolvimiento cotidiano de su
entorno; incrementando e intensificando avances en lo económico, educacional, social, laboral,
entre otras.

Adicional a lo anterior, se infiere que el desarrollo humano es un proceso centralizado en


la sociedad y la individualidad, mediante el cual todo ser humano experimenta, etapas,
construyendo o derribando, equivocándose y teniendo aciertos, hasta lograr una meta propuesta,
esto dentro de una política incluyente que globalice el capital humano intrínsecamente a un
contexto desigual que busca equiparar las condiciones de vida individuales de los grupos sociales
que surgen como colectividades en busca de un apoyo que les permita surgir en una sociedad
consumidora que poco a poco se vislumbra como uno de los factores socio económicos menos
factibles de cumplir.

En este orden de ideas, y como se plantea en el documento, tomando el desarrollo


humano desde un punto económico, este se entiende como “una condición social dentro de un
país, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y
sostenible de recursos y sistemas naturales” (Urdaneta, 2009, p. 69). Los gobiernos en busca de
mejorar las condiciones de vida de algunos individuos de lugares menos favorecidos por el
desarrollo económico, plantea una visión generadora de cambios en los cuales las políticas
sociales visionan comunidades garantes de derechos, facilidades de subsistencia, enfoques
sociales y capitales; dónde la relación sujeto – objeto, se ligue con el desarrollo, emergiendo
desde esta perspectiva, nuevas esperanzas de vida, dónde las disposiciones institucionales no
estén por encima de las necesidades del ser humano.

En consecuencia, buscando entender más allá el desarrollo humano como un simple acto
social y económico, tal como lo expone Sen “pretende ser un marco conceptual desde el que
juzgar no solo el nivel de vida en un sentido material, sino en general el bienestar entendido
como libertad para llevar una vida valiosa” (Cejudo, 2006, p. 367). Basado en este
planteamiento, se aborda la importancia de centrar el ser humano como base de un desarrollo
social, el cual hace parte de los mecanismos progresistas que se ubican en medio de un complejo
sistema social que las naciones deben replantear y estructurar con el fin de vincular al ser
humano en un contexto de igualdades y de defensa de derechos que permitan armonizar el
paradigma sistemático en dónde los procesos evolutivos vayan más allá de las necesidades
procesales que tienen los seres humanos.

Asimismo, se hace un estudio globalizado de la condición humana que se refleja ante


algunas situaciones por las que pasa el individuo y los lleva a luchar para ser parte de unas
políticas de gobierno, que debían estar proyectados a las mejoras de la condición humana, están
fuertemente ligados a los modelos tradicionales dónde no existe igualdad de derechos ni de
condiciones de vida para los seres humanos, solo violaciones, disconformidades, atentados
contra la integridad física y en fin, una serie de sucesos que terminan por denigrar la condición
del ser humano.

Es así, que dentro del contexto político, social y cultural, el cual se centra en un
manifiesto de desigualdades, contempladas desde la promulgación de la ley, hasta la
institucionalización de esta en los contexto sociales; asimismo, ha sido trascendental el enfoque
que desde paradigmas como la psicología, se determinen cuáles han sido los elementos que
afectan los ámbitos sociales, que se derivan básicamente de la libertad de preocuparse por una
sociedad basada en la libertad, en el derecho y en la igualdad; encaminada hacia un punto
específico y neutral que busquen proteger los valores de los seres humanos que permiten una
mejor interrelación entre las comunidades.

De las anteriores concepciones, se puede discernir en un concepto facilista y utilitario que


puede propender a grandes rasgos en el apoyo necesario que desde el desarrollo humano se
vislumbre, siendo factibles tener ciertas concepciones claras sobre las espacios poblacionales y
provinciales que requieren centrar atención en unas políticas claras, dónde la materia humana no
deje de primar, partiendo de los grandes cambios que pueden surgir desde las necesidades
económicas de un lugar, y de las condiciones paupérrimas que presenten las comunidades
territoriales.

En este orden de ideas, en la medida en que se involucre a los sujetos como parte
importante del desarrollo humano a un contexto social basado en igualdades, se podría deducir
que el impacto político, económico y social que esto ocasionaría estaría sujeto a un desarrollo
tanto personal como colectivo, partiendo de mecanismos orientados a establecer sistemas
generales de protección, donde se reorienten las políticas de desarrollo a tener una visión más
amplia de todo lo que a partir de la condición humana se puede aportar para el cambio social,
entonces generar una actitud más consciente de lo que se puede provocar si hay un verdadero
interés en sostener el desarrollo

humano mediante políticas que beneficien la igualdad y mejoren las condiciones sociales,
económicas y culturales.
Referencias

Cejudo, R. (2006). Desarrollo humano y capacidades. Aplicaciones de la teoría de las


capacidades de Amartya Sen a la educación. Revista Española de Pedagogía. (234), 365-
380.

Enríquez, I. (2009). La construcción social de las teorías del desarrollo: un estudio


histórico/crítico para incidir en el diseño de las políticas públicas. (1. ed.): Porrúa.
Mancero, X. (2001). La Medición del Desarrollo Humano: Elementos de un Debate. Naciones
Unidas.
Urdaneta, L. (2009). Desarrollo Social como Estrategia para el Impulso de las Organizaciones
Humanas en las Zonas Portuarias. Clío América, (5), 69 – 75.

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