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ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y CALIFICACIÓN JURÍDICA

Sala Constitucional
 Publicado el Martes, 26 de Abril de 2016.
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ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y CALIFICACIÓN JURÍDICA
Sala Constitucional N° 1066 / 10-8-15 (VINCULANTE)

“… esta Sala Constitucional, en tanto máximo garante del principio fundamental


que consagra el debido proceso,  considera necesario efectuar las siguientes
consideraciones:
El Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 375, establece lo siguiente:

“El procedimiento por admisión de los hechos tendrá lugar desde la audiencia
preliminar una vez admitida la acusación, hasta antes de la recepción de
pruebas.

El Juez o Jueza deberá informar al acusado o acusada respecto al


procedimiento por admisión de los hechos, concediéndole la palabra. El
acusado o acusada podrá solicitar la aplicación del presente procedimiento,
para lo cual admitirá los hechos objeto del proceso en su totalidad y solicitará al
tribunal la imposición inmediata de la pena respectiva.

En estos casos; el Juez o Jueza podrá rebajar la pena aplicable al delito desde
un tercio a la mitad de la pena que haya debido imponerse, pudiendo cambiar
la calificación jurídica del delito, atendidas todas las circunstancias, tomando en
consideración el bien jurídico afectado y el daño social causado y motivando
adecuadamente la pena impuesta.

Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas
cuya pena exceda de ocho años en su límite máximo, y en los casos de delitos
de: homicidio intencional, violación; delitos que atenten contra la libertad,
integridad e indemnidad sexual de niños, niñas y adolescentes; secuestro,
delito de corrupción, delitos que causen grave daño al patrimonio público y la
administración pública; tráfico de drogas de mayor cuantía, legitimación de
capitales, contra el sistema financiero y delitos conexos, delitos con
multiplicidad de víctimas, delincuencia organizada, violaciones graves a los
derechos humanos, lesa humanidad, delitos graves contra la independencia y
seguridad de la nación y crímenes de guerra, el Juez o Jueza sólo podrá
rebajar hasta un tercio de la pena aplicable”.

En el mismo sentido, la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una


Vida Libre de Violencia, en su artículo 107, taxativamente dispone lo siguiente:
“Presentada la acusación ante el Tribunal de Violencia Contra la Mujer en
Funciones de Control, Audiencia y Medidas, este fijará la audiencia para oír a
las partes, dentro de los diez días hábiles siguientes. Antes del vencimiento de
dicho plazo, las partes procederán a ofrecer las pruebas que serán evacuadas
en la audiencia de juicio oral y oponer las excepciones que estimen
procedentes. El tribunal se pronunciará en la audiencia.

En este acto el imputado podrá admitir los hechos, pero la pena a imponerse
sólo podrá rebajarse en un tercio.

Finalizada la audiencia, el juez o la jueza, expondrá fundadamente su decisión


respecto a los planteamientos de las partes. En caso de admitir la acusación,
dictará el auto de apertura a juicio y remitirá las actuaciones al tribunal de juicio
que corresponda.

El auto de apertura a juicio será inapelable”.

Finalmente, el artículo 583 de la Ley Orgánica Para la Protección de Niños,


Niñas y Adolescentes, establece lo siguiente:

“Admitida la acusación o antes del inicio del debate en la fase de juicio, el juez
o la jueza de control o de Juicio según sea el caso, instruirá al o la adolecente
respecto del procedimiento especial de admisión de los hechos. Admitidos los
hechos el imputado o la imputada podrá solicitar al tribunal la imposición
inmediata de la sanción.

En estos casos, el juez o la jueza de control o de juicio deberá decretar la


rebaja de la sanción que corresponda para el caso, de un tercio a la mitad,
independientemente de la sanción que corresponda a imponer.

En caso de reincidencia o concurso real de delitos de los previstos en el


artículo 628, solo se rebajará hasta un tercio de la sanción”.

Las disposiciones normativas transcritas supra, prevén como procedimiento


especial la admisión de los hechos, concebido este como una de las formas de
autocomposición procesal (que no debe entenderse como un acto de
conciliación), mediante el cual el acusado o acusada obtiene una rebaja de
pena, como resultado de su reconocimiento en forma anticipada de su
participación en el hecho o hechos imputados en la acusación.
La oportunidad procesal en la cual se verifica dicha admisión de los hechos es
en la audiencia preliminar o antes del inicio del debate en la fase del juicio oral,
según sea el caso, debiendo informar el Juez o Jueza al acusado o acusada
respecto a la posibilidad que tiene de admitir los hechos. El acusado o
acusada, concedida la palabra solicitará la aplicación de este procedimiento
especial, a cuyo efecto admitirá los hechos objeto del proceso en su totalidad y
solicitará al tribunal la imposición de la pena respectiva.

En tal caso, el Juez o Jueza podrá rebajar la pena aplicable al delito según el
instrumento procesal aplicado, pudiendo cambiar la calificación jurídica del
delito, atendidas todas las circunstancias, tomando en consideración el bien
jurídico afectado y el daño social causado y motivando adecuadamente la pena
impuesta, esto es, declarará la culpabilidad por el delito imputado e impondrá la
pena con la rebaja correspondiente una vez atendidas todas las circunstancias
(aplicación del término medio, atenuantes y agravantes).

Visto que la institución de la admisión de los hechos comporta un beneficio


para el procesado o la procesada y que su aplicación supone el fin del proceso
con fundamento en el principio de justicia penal negociada, donde se acepta el
reconocimiento en la participación delictiva bajo el ofrecimiento de la rebaja de
la pena; esta Sala, a fin de garantizar la admisión de los hechos de manera
libre y voluntaria, efectúa las siguientes consideraciones con carácter
vinculante:

El comentado procedimiento especial por admisión de los hechos puede


materializarse tanto en la fase intermedia, (audiencia preliminar en el
procedimiento ordinario), como en la fase de juicio (antes del debate, y una vez
presentada la acusación, en el procedimiento ordinario y abreviado).

Cabe destacar de igual modo que, en la admisión de los hechos, es


imprescindible el buen desempeño del rol del Juez o Jueza, quienes deben
instruir suficientemente al imputado acerca de dicho procedimiento especial,
señalando de manera clara y precisa en qué consiste admitir un hecho
atribuido en la acusación, así como señalar el contenido y alcance de las
disposiciones penales sustantivas en las cuales el Juez o Jueza ha circunscrito
en un tipo penal el hecho o hechos objeto de la acusación.

Asimismo, en la admisión de los hechos es preciso que el Juez o Jueza


explique detalladamente que el hecho que dio lugar a la acusación constituye
una conducta contraria a derecho (antijurídica), la cual se corresponde con
unos de los delitos previstos en el ordenamiento jurídico penal venezolano
(tipicidad) y que ese delito contiene como sanción, una pena.
Una vez que el Juez o Jueza haya efectuado la explicación correspondiente,
debe preguntarle al acusado o acusada si comprendió el contenido de dicha
explicación y, en caso afirmativo, si desea hacer uso del procedimiento
especial por admisión de los hechos, con la convicción de que el procesado
entendió la consecuencia jurídica de su reconocimiento voluntario acerca de su
participación en el hecho o hechos objeto de la acusación.

Llegada esta oportunidad, el Juez o Jueza de la causa, con base en la


calificación jurídica efectuada al momento de admitir la acusación, deberá
imponer la pena con la dosimetría penal y la rebaja correspondiente dentro los
límites establecidos en el instrumento adjetivo aplicable.

Así entonces, a pesar de que el artículo 375 del Código Orgánico Procesal
Penal literalmente dispone que después de admitidos los hechos el Juez o
Jueza puede “cambiar la calificación jurídica del delito”, una interpretación
sistemática de la institución de cara a los derechos constitucionales a la
defensa, al debido proceso y a la tutela judicial efectiva, permite concluir que,
cuando la acusación fiscal o la acusación particular propia, en su caso, sean
admitidas, el Juzgador o Juzgadora queda vinculado a la calificación jurídica
establecida en la admisión de la acusación, en el sentido de que no puede
modificarla mediante una adecuación típica distinta a la ya admitida en la
acusación fiscal o particular propia; lo contrario implicaría la vulneración de los
derechos fundamentales del imputado o imputada, toda vez que se le estaría
condenando por una calificación jurídica distinta al hecho reconocido y
previamente calificado por el Juez o Jueza en la admisión de la acusación, es
decir, comportaría una suerte de “engaño” en su contra.

Además, la Sala observa que también le está vedado al Juez o Jueza de


Control realizar un cambio en la calificación jurídica después de admitido los
hechos aun en el caso de que sea más beneficioso para el imputado o
imputada, por cuanto esa modificación sorprendería la buena fe del imputado o
imputada que admitió los hechos, lesionando además los derechos de la
víctima y del Ministerio Público.

De modo que, en el procedimiento especial por admisión de los hechos no es


posible, bajo ninguna circunstancia, la determinación de una calificación
jurídica distinta a la señalada en la admisión de la acusación fiscal o particular
propia, por cuanto ello implicaría la violación de los derechos fundamentales de
todas las partes involucradas en el proceso penal, a pesar de que el imputado
o imputada cuando admite los hechos, no admite igualmente la calificación
jurídica que se desprende de los mismos, en razón de que esa subsunción le
corresponde realizarla a los administradores de justicia.
Al respecto, la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia,
en la sentencia N° 469, del 3 de agosto de 2007, al analizar la institución de la
admisión de los hechos, dispuso lo siguiente:

“El procedimiento por admisión de los hechos es una de las formas de auto
composición procesal que a pesar de no estar incluido dentro de las
alternativas a la prosecución del proceso contempladas en el Capítulo III, Título
I del Libro Primero del Código Orgánico Procesal Penal, a saber, el principio de
oportunidad, la suspensión condicional del proceso y los acuerdos reparatorios,
cumple la misma función: Pone fin a la proceso.

El referido procedimiento está contemplado en el Título III del Libro Tercero,


artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, previsto por el legislador para
que de una manera especial tenga lugar la terminación anticipada del proceso,
con prescindencia del juicio oral y público y con la condena del acusado.

Este procedimiento especial, es una institución novedosa que carece de


antecedentes o instituciones similares en el Derecho Procesal Penal
Venezolano, por lo que la doctrina lo ubica en el plea guilty americano
(declaración de culpabilidad) y en la conformidad española. La naturaleza
jurídica -en nuestro proceso- estaría dada por la conformidad de la parte
acusadora del proceso con el juicio de homologación del Juez natural
competente para dictar sentencia, a quien le toca revisar sobre el cumplimiento
de los requisitos legales para dictar el fallo, después que el imputado consienta
en que se aplique este procedimiento y admita los hechos, caso en el cual se
prescinde del juicio oral y público, correspondiendo al tribunal dictar
inmediatamente la sentencia, conforme a derecho.

Corolario de lo antes expuesto, es impretermitible señalar que el momento en


el cual el acusado puede o no admitir los hechos es, en la audiencia preliminar
en un procedimiento ordinario y en juicio cuando se trata de un procedimiento
abreviado.

Siendo que, es en la fase intermedia del proceso cuando el acusado puede


admitir los hechos, el Juez como director del proceso debe cumplir con la
función que le confiere la ley en esta etapa, la de filtro purificador o de
decantación del escrito de acusación fiscal o de la acusación particular propia,
que como acto formal debe cumplir los requisitos señalados en el artículo 326
del Código Orgánico Procesal Penal, y es al órgano jurisdiccional -Juez de
Control en la Audiencia Preliminar- a quien corresponde ejercer el control
efectivo de la misma.

El Juez de Control en la audiencia preliminar es garante que la acusación se


perfeccione bajo las actas de investigación ejecutadas, preservando el derecho
a la defensa e igualdad entre las partes y ello sólo puede alcanzarse a través
del examen de los requisitos de fondo en los cuales se fundamenta el
Ministerio Público, y determinar si el pedimento fiscal tiene basamentos serios
que permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto del imputado.

El Juez no es simple tramitador o validador de la acusación fiscal o del


querellante, tal es la función del Juez como contralor de los requisitos del
escrito de acusación (artículo 282 del Código Orgánico Procesal Penal), que le
está permitido cambiar la calificación fiscal a que se contrae el escrito de
acusación, pero ello no obedece al azar o a una simple intuición sino que es
producto del examen de los elementos de investigación recabados en la etapa
preparatoria, contenidos en el escrito de acusación fiscal.

Cómo puede alcanzar el Juez este convencimiento sino analiza, estudia, o


examina los argumentos de las partes y el acervo probatorio, para así obtener
un grado de certeza y con base en ello ha construido y declarado la
culpabilidad del acusado. Para tal declaratoria, el órgano jurisdiccional debe
haber previamente comprobado que el hecho calificado en la acusación fiscal
es sustancialmente igual a la descripción fáctica establecida en la ley penal
como presupuesto para una consecuencia jurídica (pena o medida de
seguridad). Ello no es otra cosa que la operación mental denominada
SUBSUNCIÓN, es decir, la vinculación de un hecho con un pensamiento, a los
fines de verificar si los elementos del pensamiento se reproducen en ese
hecho. Claro está, la SUBSUNCIÓN deberá exteriorizarse y plasmarse en la
MOTIVACIÓN de la sentencia. Debe señalarse que lo anterior, además de ser
una exigencia de seguridad jurídica, es un modo de garantizar el derecho a la
defensa de los ciudadanos.

Ahora bien, en el caso bajo estudio, la Sala Constitucional ha señalado en


sentencia Nº 1.106, del 23-05-2006, bajo la ponencia de la Magistrada Carmen
Zuleta de Merchán, precisó que: “hechos” no es igual a “calificación jurídica”,
por lo que admitir los “hechos” establecidos en la acusación, de acuerdo con el
contenido del artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, no implica la
aceptación de la “calificación jurídica” que en dicho libelo le atribuye el
Ministerio Público a los imputados”.

Asimismo, determinó que cuando el acusado “accede a reconocer su


participación o coparticipación en esos hechos, afirma su ejecución en aquellos
elementos fácticos que han sido precisados por la parte acusadora, es decir, el
tiempo, modo y lugar de cómo ocurrieron los mismos. Da su consentimiento o
acepta, en forma pura y simple, que ejecutó un comportamiento activo u
omisivo”.

Por lo que es evidente, que una vez que el acusado admite los hechos, o sea
que da su consentimiento o acepta, en forma pura y simple, que ejecutó un
hecho determinado como un comportamiento activo u omisivo, corresponde al
Juez de Control realizar la subsunción de los hechos, dentro de su autonomía
de decisión y mediante el uso de la adecuación típica determinar su calificación
jurídica, por lo que puede compartir o disentir de la calificación planteada por el
Ministerio Público, para luego imponer la pena correspondiente, lo que permite
al acusado, en el caso de que no se esté de acuerdo con la calificación jurídica
o con la pena impuesta, interponer recurso de apelación contra esa decisión
condenatoria.

En cuanto a la acusación incoada contra el imputado, Jauchen expresa: “…El


Juzgador queda ligado a la acusación en el sentido de que no puede condenar
a una persona distinta de la acusada ni por hechos distintos de los imputados,
pero la solicitud concreta del fiscal en cuanto a la calificación de los hechos o la
pena solicitada en modo alguno lo vincula…” (Jauchen Eduardo M, “Derechos
del Imputado” Rubinzal-Culzoni Editores. 1° Edic. 2005. Argentina).

Se observa pues, que estando conforme la parte acusadora con el juicio de


homologación, de admisión de los hechos, por ser un pacto o convenio entre
las partes del proceso, en el cual el acusado admite que es culpable del hecho
cometido por comisión u omisión, por cuanto el hecho ha ocurrido en las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que han sido precisados en el escrito
acusatorio. Es por ello que el acusado solicita al Juez de Control la imposición
inmediata de la pena, cuyo efecto procesal es una disminución de la misma,
conforme a las reglas pautadas en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal”.

En consecuencia de lo anteriormente expuesto, esta Sala establece, con


carácter vinculante, que en el procedimiento especial por admisión de los
hechos, una vez que el Juez o Jueza haya admitido la acusación fiscal o la
acusación particular propia, en su caso; y el acusado o acusada, debidamente
instruidos, hayan admitido los hechos, está impedido el juzgador de condenar
al procesado o procesada sobre la base de una calificación jurídica distinta a la
ya admitida por el Juez o Jueza en la acusación, toda vez que, como directores
del proceso penal, tienen el deber de preservar las garantías del debido
proceso mediante la admisión de los hechos en forma libre y voluntaria.

Declarado lo anterior, esta Sala, visto que en el presente fallo se realiza un


análisis interpretativo sobre la institución procesal del procedimiento por
admisión de los hechos, se ordena su publicación en la Gaceta Oficial de la
República”.
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Decisión nº 128-15 de Corte de Apelaciones Sala 1 de Zulia, de 29 de Abril de


2015
SentenciaCitas 21Citado porMapa de PrecedentesRelacionados
Vincent
Fecha de Resolución 29 de Abril de 2015

Emisor Corte de Apelaciones Sala 1

Ponente Jacqueline Fernández

Procedimiento Con Lugar El Recurso De Apelación

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


PODER JUDICIAL
Sala Primera
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Zulia
Maracaibo, 29 de abril de 2015
204º y 155º
ASUNTO PRINCIPAL : 4E-1379-2012
ASUNTO : VP03-R-2015-000472
DECISION N° 128-2015.
PONENCIA DE LA JUEZA PROFESIONAL J.F.G.
Han subido las presentes actuaciones a esta Sala Primera de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en v.d.R.d.A. de autos
presentado por el abogado R.A.S.R., Defensor Público Auxiliar 34° Penal
Ordinario, en fase de Ejecución, adscrito a la Unidad de la Defensa Pública del
estado Zulia, en su carácter de defensor del penado V.C.C., en contra la
decisión Nº 036-2015, de fecha 20-02-2015, emanada del Juzgado Cuarto de
Primera Instancia en Funciones de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad del estado Zulia, mediante la cual negó por improcedente la Formula
Alternativa al Cumplimiento de Pena de Destacamento de Trabajo, en la causa
seguida en contra del mencionado penado, por la comisión del delito
OCULTAMIENTO ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTROPICOS, previsto y sancionado en el artículo 149 de la Ley Orgánica
de Droga, cometido en perjuicio del ESTADO VENEZOLANO.
Recibidas las actuaciones en esta Sala de Alzada, en fecha 10 de abril de
2015, se da cuenta a los miembros de la misma, designándose como ponente
a la Jueza Profesional J.F.G., quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
La admisión del recurso se produjo el día 15 de abril de 2015. Ahora bien,
siendo la oportunidad prevista en el tercer aparte del artículo 442 del Código
Orgánico Procesal Penal, se procede a resolver el fondo de la controversia,
atendiendo a los vicios denunciados, de conformidad con lo establecido en el
artículo 432 ejusdem, para lo cual se hacen las siguientes consideraciones:
ALEGATOS DE LA DEFENSA PUBLICA
El abogado R.A.S.R., Defensor Público Auxiliar 34° Penal Ordinario, en fase de
Ejecución, adscrito a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, en su
carácter de defensor del penado V.C.C., presentó escrito recursivo contra la
decisión ut supra identificada, en los siguientes términos:
Luego de explanar un sucinto recorrido procesal al asunto, la defensa
manifestó que el Ministerio Publico acuso a su defendido por el delito de
TRAFICO ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTROPICAS EN LA MODALIDAD DE DISTRIBUCION, por
presuntamente habérsele incautado en un bolso de su propiedad la cantidad de
(43,24) gramos de cocaína, cantidad esta que en esa era considerada como de
MAYOR CUANTÍA, pero que en virtud de la decisión N° 1859, expediente N°
110836 de fecha 18-12-2014, dictada por la Sala Constitucional y de carácter
vinculante, la mencionada cantidad incautada en poder de su defendido, debió
considerarse irrefutablemente como de MENOR CUANTIA, aunado al hecho
que en el derecho Venezolano, la responsabilidad penal es personalísima, su
defendido solo responde y debe ser juzgado por la cantidad de droga incautada
en su poder y no por la totalidad de droga incautada en el procedimiento.
En este sentido, el recurrente solicitó que en el caso de que la cantidad de
droga incautada en poder de su defendido, no sea determinada con exactitud,
se aplique el principio IN DUBIO PRO REO a favor de su representado.
Continuó señalando que su defendido fue aprehendido en fecha 18-06-2012,
por lo que lleva privado dos (02) años y ocho (08) meses, y la pena impuesta
fue de cuatro (04) años, que tomando en consideración lo ordenado por la Sala
Constitucional, su defendido opta irrefutablemente al beneficio de Suspensión
Condicional de la Ejecución de la Penal, siendo lo ajustado a derecho que se
revoque la decisión apelada y se proceda mediante decisión propia ordenar la
libertad inmediata de su defendido.
Citó el apelante la Sentencia N° 1464 de fecha 28-07-2006, de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, así como, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos del Hombre, artículo 10 Ordinal
3 y el artículo 272 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Concluyó el recurrente que, nacional e internacionalmente se reconoce el
derecho a un régimen penitenciario que permita al penado integrarse y
adaptarse a la sociedad, y más aun que le garantiza preferentemente cualquier
otro tipo de medidas no privativas a las de naturaleza reclusoria, como los
modos alternativos de cumplimiento de la pena que el simple encarcelamiento.
PETITORIO:
La defensa publica, solicitó se admita el recurso de apelación, se declare con
lugar el mismo y en consecuencia se revoque el fallo N° 036-2015 de fecha 20-
02-2015, emitida por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Funciones de
Ejecución del Circuito Judicial Penal del estado Zulia.
CONTESTACIÓN POR PARTE DEL MINISTERIO PÚBLICO
Los profesionales del derecho J.S.S. y A.M.A., en su carácter de Fiscal
principal y Fiscal Auxiliar Vigésimo Séptimo del Ministerio Publico de la
Circunscripción del estado Zulia, procedieron a contestar el recurso de
apelación interpuesto por la defensa publica, en los términos siguientes:
Argumentaron quienes apelan, que de las actas se desprende que el penado
de auto, fue condenado a cumplir la pena de cuatro (04) años de prisión, por la
comisión del delito de OCULTAMIENTO ILICITO DE SUSTANCIAS
ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICAS, previsto en el artículo 149 de la Ley
Orgánica de Drogas, todo ello en virtud de los hechos ocurridos en fecha 18-
06-2012, pero el artículo 29 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, establece taxativamente que para determinados delitos niega la
posibilidad de beneficios, todo ello en concatenación, con lo establecido por el
Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional, en sentencia de fecha 12-
09-2001, donde dejo sentado que los delitos relativos al Trafico de Drogas son
delitos de lesa humanidad, criterio este ratificado en reiteradas jurisprudencia.
Continuaron señalando, que tal como lo planteó la defensa, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en decisión N° 1859 con
carácter vinculante, estableció la posibilidad de otorgar beneficio procesales en
los casos de menor cuantía, y así mismo estableció limites en cuanto a las
cantidades, definiendo el tiempo de cumplimiento de pena de ¾ partes para los
casos de mayor cuantía, estableciendo para ello cuales eran las cantidades
definidas como mayor cuantía.
Sostienen que, si bien es cierto que todos los privados de libertad se le deben
garantizar sus derechos fundamentales, que deben ser iguales ante la ley,
pues ello no significa, que la igualdad debe ser interpretada para la aplicación
de las mismas circunstancias de hecho o procesales en las que se encuentran
todos los privados de libertad, ya que mal podríamos aplicar una misma
sanción penal a todos los privados de libertad condenados, tal situación debe
ser considerada con respecto al tratamiento que debe concederse al privado de
libertad en busca de su reinserción social, el tratamiento es aplicado a todos sin
discriminación pero con ciertas distinciones en función del caso en concreto.
Concluyen quienes contestas que, en el presente caso la Jueza ha hecho un
análisis e interpretación cultural de los factores que le rodean a la situación del
caso concreto, tomando en cuenta la Jurisprudencia Patria, y conformando con
su decisión el compromiso adquirido por el Estado Venezolano frente a la
Comunidad Internacional, para erradicar y combatir los delitos de Drogas, al
mismo tiempo que ratifica el propósito del Estado en no dejar impune tan grave
delito que atenta contra bienes jurídicos tan valiosos como lo son la integridad
física, estado psicosocial y de salud del ser humano.
PETITORIO:
Solicitaron los representantes del Ministerio Publico, que se resuelva conforme
a derecho tomando en consideración los argumentos jurídicos interpuesto por
las partes intervinientes en el presente caso.
CONSIDERACIONES DE LA SALA PARA DECIDIR
De la revisión de las actas que conforman la presente incidencia, observa la
Sala que el aspecto principal del presente recurso de apelación se centra en
impugnar la decisión Nº 036-2015, de fecha 20-02-2015, emanada del Juzgado
Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Ejecución de Penas y Medidas
de Seguridad del estado Zulia, mediante la cual negó por improcedente la
Formula Alternativa al Cumplimiento de Pena de Destacamento de Trabajo, en
la causa seguida en contra del penado V.C.C., por la comisión del delito
OCULTAMIENTO ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTROPICOS, previsto y sancionado en el artículo 149 de la Ley Orgánica
de Droga, cometido en perjuicio del ESTADO VENEZOLANO.
En ese orden de ideas, la defensa publica planteó en su recurso de apelación
que su defendido fue condenado por la comisión del delito de TRAFICO
ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICAS EN LA
MODALIDAD DE DISTRIBUCION, por presuntamente habérsele incautado en
un bolso de su propiedad la cantidad de (43,24) gramos de cocaína, cantidad
que es considerada de MAYOR CUANTÍA, pero en atención a lo establecido en
la decisión N° 1859, expediente N° 110836 de fecha 18-12-2014, dictada por la
Sala Constitucional y de carácter vinculante, la referida cantidad incautada en
poder de su defendido, debe considerarse como de MENOR CUANTIA, aunado
al hecho que la responsabilidad penal, es personalísima, por lo que su
defendido solo responde y debe ser juzgado por la cantidad de droga incautada
en su poder y no por la totalidad de droga incautada en el procedimiento.
Esta Sala de Alzada, en aras de dar respuesta a la apelación interpuesta,
estima preciso realizar un recorrido procesal de las actuaciones que corre
inserta en el presente asunto:
Corre inserta al folio (02) de la causa, Acta Policial N° 71.840-2012, de fecha
18-06-2012, suscrita por funcionarios adscritos al Instituto Autónomo de Policía
del Municipio San Francisco, donde dejan constancia de lo siguiente:
…los ciudadanos quedaron identificados como COLPAS CHOURIO VALERIO
JOSE…siendo este quien poseía el bolso color rojo con negro, TALABERA
USECHE YALIMORE JESUS, siendo este a quien se le incauto el bolso color
negro, lo incautado de la siguiente manera: Cuarenta y Seis (46) envoltorios de
color Blanco de material sintético amarrados en su único extremo con hilo color
negro en su interior un polvo de color beige de presunta droga, con un pesos
aproximado de 48,6 gramos, estando esta presunta droga en el bolso color
rojo, Diecinueve (19) envoltorios de color verde, de material sintético… en su
interior un polvo de color beige con presunta droga, con un peso aproximado
de 13,6 gramos, veinte envoltorios de material sintético color amarillo,
amarrados en su único extremo con hilo color negro, en su interior un polvo de
color beige, presunta droga con un peso aproximado de 16,1 gramos, Veintiún
(21) envoltorio de material sintético…en su interior un polvo de color beige de
presunta droga, con un peso aproximado de 8,0 gramos …

Desde el folio (46 al 62) de la pieza principal, riela escrito acusatorio


interpuesto por la Fiscalía Vigésima Cuarta del Ministerio Público del estado
Zulia, en contra de los ciudadanos V.J.C.C. y YALEMORE J.T.U., donde dejan
constancia en el “CAPITULO IV. PRECEPTOS JURIDICOS APLICABLES”, de
lo siguiente:
…al momento de inspeccionar el bolso color rojo que lo poseía el Ciudadano
V.J.C.C., encontraron en su interior Cuarenta y seis (46) envoltorios de color
blanco de material sintético amarrados en su único extremo con hilo de color
negro, en su interior un polvo de color beige denominado Cocaína Clorhidrato,
con un peso neto de 43,24 gramos, con una granda de mano color negro, el
otro ciudadano quien quedaría identificado como YALIMORE J.T.U., quien
llevaba un bolso color negro tipo “Kola” en su interior Diecinueve (19) envoltorio
de color verde, …en su interior un polvo de color beige que bajo análisis resulto
ser Cocaína Clorhidrato con un peso neto de 11,02 gramos, vente (20)
envoltorios…en su interior un polvo de color beige que bajo análisis resulto ser
Cocaína…con un peso de 9.4 gramos, y veinte (21) envoltorios de material
sintético …en su interior un polvo de color beige que bajo análisis resulto ser
Cocaína...con un peso neto de 2.31 gramos….”

A los folios (126 al 131) de la causa, corren insertas Sentencia Condenatoria


por Admisión de los Hechos N° 0037-2012, de fecha 08-10-2012, mediante la
cual condena al acusado V.J.C.C. por encontrarse incurso en la comisión del
delito de OCULTAMIENTO ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTROPICAS. Previsto y sancionado en el segundo aparte de artículo
149 de la Ley Orgánica de Drogas, cometido en perjuicio del ESTADO
VENEZOLANO, a cumplir la pena de CUATRO (04) AÑOS DE PRISION.

Desde el folio (166 al 168) riela decisión N° 038-2013, de fecha 24-01-2013,


emanada del Juzgado Cuarto de Ejecución, mediante la cual declara en Estado
de Ejecución la Sentencia, en la causa seguida en contra del penado de auto,
dejando constancia de lo siguiente:

De tal manera que los penados YALEMORE J.T.U.…y V.J. COLPAS


CHOURIO…cumplirán la Pena Principal el día 18/06/2016

• Cumplirá una cuarta (1/2) parte de la pena impuesta el día 18/06/2014,


pudiendo optar al Destacamento de Trabajo.

• Cumplirá una tercera (2/3) parte de la pena impuesta el día 18/02/2015,


pudiendo optar al Régimen Abierto.

• Cumplirá las dos terceras (3/4) parte de la pena impuesta el día 18/06/2015
pudiendo optar a la L.C. o el CONFINAMIENTO según sea el caso, salvo el
recalculo del Computo según la Ley de redención del Trabajo y Estudio…

Ahora bien, una vez transcritas las actuaciones que corre inserta a la causa,
este Tribunal de Alzada considera necesario referir parte del contenido de la
decisión recurrida, a los fines de analizar las denuncias planteadas por el
recurrente, y al respecto la Jueza de Ejecución, estableció:
Asimismo, se desprende de las actas que los hechos ocurrieron en fecha
18/06/2012, es decir, bajo la vigencia anticipada del Código Orgánico Procesal
Penal, la cual comenzó a regir desde el 15/6/12.

En tal sentido, resulta oportuno citar el parágrafo segundo del


artículo 488 del Código Orgánico Procesal Penal,…
De lo anteriormente transcrito se evidencia que cuando un ciudadano haya
sido condenado por alguno de los delitos ut supra citados, deberá
necesariamente cumplir con las tres cuartas partes de la pena impuesta para
poder optar a cualquiera de las formulas alternativas al cumplimiento de la
pena.

En el caso bajo estudio se evidencia que el ciudadano V.J.C.C. fue condenado


a cumplir una pena de cuatro (04) años de prisión, por el delito de
OCULTAMIENTO ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTROPICAS, previsto y sancionado en el segundo aparte del artículo 149
de la Ley orgánica de Droga, por lo que resulta indispensable determinar si la
cantidad de droga incautada al momento de su aprehensión esta dentro de los
limites considerados como mayor cuantía, por lo cual es necesario traer a
colación la decisión que con carácter vinculante fue dictada en fecha 18 de
Diciembre de 2014, por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en la que se establecieron los limites que deben determinarse para
establecer la presencia de cantidades de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas de Manero y mayor cuantía, la cual entre otras cosas prevé los
siguiente:

(Omissis...)

De acuerdo a lo anterior citado, en los casos de trafico de drogas en cualquiera


de sus modalidades, con cantidades que superan los 500 gramos de
marihuana y 50 de cocaína, serán considerados como mayor cuantía.

En el caso bajo estudio se observa, que la droga incautada al momento de la


aprehensión del penado de marras se encuentra dentro de los parámetros
considerados de mayor cuantía, toda vez que supera los cincuenta (50)
gramos de cocaína, por lo que para poder optar a alguna de las formulas
alternativas de cumplimiento de pena, deberá cumplir con el referido tiempo, el
cual de acuerdo al último computo efectuado, comenzará a partir del día 18 de
junio de 2015.

En consecuencia, este Tribunal considera que lo procedente en derecho es


negar la formula alternativa de cumplimiento de pena de destacamento de
trabajo por cuanto el referido penado aun no cumple la pena necesaria para
poder optar a la misma…

Una vez realizada la cronología de las actuaciones que se describieron


anteriormente, y vista la decisión N° 036-2015, mediante la cual la Jueza a quo
negó por improcedente la formula alternativa al cumplimiento de pena como lo
es, el Destacamento de Trabajo, la cual motivo a la defensa pública a la
interposición del escrito recursivo, señalando que en el presente caso, si
procedía el referido beneficio, ya que su defendido fue condenado por el delito
de TRAFICO ILICITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTROPICAS EN LA MODALIDAD DE DISTRIBUCION, por habérsele
incautado en un bolso de su propiedad la cantidad de (43,24) gramos de
cocaína, cantidad esta que según la decisión N° 1859 de fecha 18-12-2014
dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de carácter
vinculante, es considerada de menor cuantía, aunado al hecho que en el
Derecho Venezolano la responsabilidad penal es personalísima, siendo que su
defendido solo responde por la cantidad de droga que le fue incautada en su
poder y no por la totalidad de droga incautada en el procedimiento.
Con referencia a lo anterior, debe recordarse que mediante decisión Nº 875 de
fecha 26 de Junio de 2012, Expediente N° 11-0548, de la Sala de
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la Magistrada
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO había ratificado el siguiente criterio:
Ahora bien, ciertamente la Sala ha catalogado el delito de tráfico de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas en forma genérica, como en sus distintas
modalidades, como lo consideró la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Miranda, como de lesa humanidad –ver sentencias números
1712/01, 1776/01 y 1114/06, entre otras- y por disposición propia del
constituyente, no gozarán de beneficios que conlleven a su impunidad,
conforme lo establece el artículo 29 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, el cual no hace distinción entre procesados y
penados por esos tipos penales, por lo que se entiende, que deben afrontar el
proceso, en sus distintas fases, incluyendo la fase de ejecución, privados de
libertad; así como tampoco hace distinción entre los tipos de beneficios que les
está negado aplicar a los jueces a quienes se encuentren incursos en este
supuesto, pues de su contexto se desprende que abarca tanto los previstos
dentro del proceso de juzgamiento como los establecidos en la fase de
ejecución. Así se indica en el único aparte de dicha normativa constitucional,
cuando establece:

Artículo 29:

(…)

Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan conllevar a su


impunidad, incluidos el indulto y la amnistía

De manera que, precisa la Sala distinguir entre los beneficios que pueden ser
dictados dentro de las tres primeras fase del proceso penal –investigativa,
preliminar y de juicio- llamados procesales, y aquellos que pueden ser dictados
en la fase de ejecución, llamados postprocesales, entendiéndose por los
primeros todos aquellos que, aun cuando son restrictivos a la libertad, se
consideran como menos gravosos a la privación de libertad, y que al otorgarse
mejoran, considerablemente, la condición actual del procesado objeto de esta
medida, encontrándose dentro de éstos las medidas cautelares que sustituyen
a las de privación de libertad, y por los segundos, aquéllos que se dictan en la
fase de ejecución, una vez que, sometido el encartado a un juicio previo, ha
emanado del mismo una sentencia condenatoria definitivamente firme,
encontrándose dentro de aquéllos la suspensión condicional de la suspensión
de la pena, las fórmulas alternativas de cumplimiento de pena, entre otras,
entendiéndose que operan como beneficio, toda vez, que mejoran la situación
del penado.
Ello así las restricciones que establece el constituyente para optar a los
beneficios, tanto procesales como postprocesales, con respecto a ciertos
delitos, responden a un interés legítimo de salvaguarda del interés social,
contraponiéndolo al interés particular del contraventor, por lo que debe
entenderse, no atentan contra el principio de progresividad de los derechos
humanos, sino que intentan mantener el equilibrio entre los derechos
individuales y los derechos colectivos.
Así pues, cuando el constituyente estableció la limitación para optar a los
beneficios que puedan conllevar a la impunidad, en los casos de delitos de lesa
humanidad, así como en los de violaciones de derechos humanos y crímenes
de guerra, no distinguió entre las dos categorías mencionadas anteriormente,
entendiéndose, entonces que esta excepción opera en ambos casos, tanto en
el otorgamiento de beneficios procesales como en el de los beneficios
postprocesales. Ello es así, porque una de las fases en el cumplimiento de la
pena es de carácter retributivo, entendiéndose por tal, la “finalidad de la pena,
que trata de corresponder con el mal señalado en la ley al causado por el
delincuente” (Manuel Osorio: Diccionario de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Editorial Heliasta, 1999, p. 881).
En ese mismo sentido se ha orientado la jurisprudencia pacífica de este Alto
Tribunal, la cual se ha mantenido en el tiempo, como puede observarse en las
sentencias números 1.485/2002, 1.654/2005, 2.507/2005, 3.421/2005,
147/2006, 1.114/ 2006, 2.175/2007, entre otras, las cuales fueron ratificadas en
sentencias recientes, como las números 1.874/2008, 128/ 2009 y 90/2012,
dirigidas a ratificar la imposibilidad de conceder beneficio alguno a los delitos
que atentan contra la salud física y moral del colectivo, como es el delito de
tráfico de sustancias estupefacientes, en todas sus modalidades, por lo que se
precisa, que a estos tipos penales no le es aplicable ninguna fórmula
alternativa de cumplimiento de pena, ni algún otro beneficio de los establecidos
en el Capítulo Tres del Libro Quinto, referido a la ejecución de la pena,
del Código Orgánico Procesal Penal, ni a la suspensión condicional de la pena
prevista en el artículo 60 de la Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito y el
Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, -aplicable ratione
temporis en el presente caso- y en el 177 de la vigente Ley Orgánica de
Drogas, que es un beneficio que se concede en la fase de ejecución del
proceso penal, y que sí puede proceder en los casos del delito de posesión
ilícita, previsto en el artículo 34 eiusdem, -ver sentencia de esta Sala número
2.175/2007, caso: “Jairo José Silva Gil”- y, actualmente, en el artículo 153 de la
vigente Ley Orgánica de Drogas, el cual no tiene contemplado dicha
limitante…”
Según se ha citado, puede apreciarse, que la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, ha ratificando su pacífico criterio establecido a partir del
año 2001, donde excluyó de medidas menos gravosas durante el proceso y de
cualquier figura de beneficio penitenciario a los delitos referidos a
estupefacientes, independientemente de su cuantía, ya que incluso hace
expresa referencia a la SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE
LA PENA, referida a los delitos de tráfico menor.
A diferencia de esta posición, en la actualidad mediante decisión N° 1859 de
fecha 18 de Diciembre del 2014, de carácter vinculante, la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado JUAN JOSÉ
MENDOZA JOVER, hace distinción sobre los delitos de drogas, cuando son
considerados menor cuantía y de mayor cuantía:
“Finalmente, es deber de esta Sala, para preservar los principios que informan
el proceso constitucional y la prevalencia del orden jurisdiccional, en razón de
las distintas interpretaciones que los jueces y juezas de la República han dado
al criterio de esta Sala conforme al cual “el delito de tráfico de estupefacientes,
(…) debe considerarse por su connotación y por el especial trato que le otorga
el artículo 271 constitucional, como un delito de lesa humanidad” (Vid.
sentencia n.° 1712, del 12 de septiembre de 2001, caso: R.A.C. y otros),
adecuar dicho criterio atendiendo el carácter judicial de la ejecución de la pena,
el principio de proporcionalidad y los derechos a la igualdad ante la ley y a la no
discriminación, y sobre la base de la distinción establecida en la reforma del
Código Orgánico Procesal de 2012 (Vid. artículos 38, 43, 374, 375, 430,
parágrafo único, y 488), entre tráfico de drogas de mayor y menor cuantía, lo
cual permita que se le conceda a los imputados y penados de esta última
categoría de delito, fórmulas alternativas a la prosecución del proceso y a la
ejecución de la pena, y, de esta manera, permitir que el Estado cumpla con las
estrategias de transversalidad humanista que apuntan hacia una reinserción
social, razón por la cual queda entendido que las fórmulas señaladas no
constituyen beneficios procesales ni conllevan a la impunidad.
(Omissis….)
En este contexto, esta Sala debe considerar como tráfico de menor cuantía de
drogas, semillas, resinas y plantas los supuestos atenuados del tráfico
previstos en los artículos 149, segundo aparte, y 151, primer aparte, de la Ley
Orgánica de Drogas, los demás tipos penales contemplados en los artículos
señalados conformaran el tráfico ilícito de mayor cuantía de drogas, semillas,
resinas y plantas.
Así, la letra de los artículos referidos contenidos en la vigente Ley Orgánica de
Drogas (Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela n.º 39.546, de
fecha 5 de noviembre de de 2010), establecen lo siguiente:
Artículo 149. El o la que ilícitamente trafique, comercie, expenda, suministre,
distribuya, oculte, transporte por cualquier medio, almacene o realice
actividades de corretaje con las sustancias o sus materias primas, precursores,
solventes y productos químicos esenciales desviados a que se refiere esta Ley,
aún en la modalidad de desecho, para la producción de estupefacientes o
sustancias psicotrópicas, será penado o penada con prisión de quince a
veinticinco años.
Si la cantidad de droga no excediere de cinco mil (5000) gramos de marihuana,
mil (1000) gramos de marihuana genéticamente modificada, mil (1000) gramos
de cocaína, sus mezclas o sustancias estupefacientes a base de cocaína,
sesenta (60) gramos de derivados de amapola o quinientas (500) unidades de
drogas sintéticas, la pena será de doce a dieciocho años de prisión.
Si la cantidad de droga excediere de los límites máximos previstos en el
artículo 153 de esta Ley y no supera quinientos (500) gramos de marihuana,
doscientos (200) gramos de marihuana genéticamente modificada, cincuenta
(50) gramos de cocaína, sus mezclas o sustancias estupefacientes a base de
cocaína, diez (10) gramos de derivados de amapola o cien (100) unidades de
drogas sintéticas, la pena será de ocho a doce años de prisión.
Artículo 151. El o la que ilícitamente siembre, cultive, coseche, preserve,
elabore, almacene, realice actividades de corretaje, trafique, transporte, oculte
o distribuya semillas, resinas y plantas que contengan o reproduzcan
cualesquiera de las sustancias a que se refiere esta Ley, será penado o
penada con prisión de doce a dieciocho años.
Si la cantidad de semilla o resina no excediere de trescientos (300) gramos o
las plantas a que se refiere esta Ley, no superan la cantidad de diez (10)
unidades, la pena será de seis a diez años de prisión. En caso de ser plantas
de marihuana genéticamente modificada la pena será aumentada a la mitad.
El o la que dirija o financie estas operaciones, será penado o penada con
prisión de veinticinco a treinta años (Subrayado de este fallo).
Conforme a lo anterior, esta Sala estima que no es posible dar el mismo trato a
todos los casos, en razón de que no todos los supuestos de los delitos que
corresponden a esta sensible materia son iguales, ni el daño social
-consecuencias sociales- que ellos generan es de igual naturaleza. Sin
embargo, existen situaciones cuyas consecuencias jurídicas y sociales son de
mayor magnitud que otras, y es allí en donde el legislador por medio de la
normativa vigente impone un orden para evitar que iguales conductas se
realicen de nuevo.
Para esta Sala, el hecho de que los delitos de tráfico de mayor cuantía de
drogas, de semillas, resinas y plantas tengan asignadas penas mayores se
fundamenta en una razón objetiva: la magnitud de sus consecuencias jurídicas
y sociales, en virtud de lo cual a los condenados se les pospone la posibilidad
de obtener las fórmulas para el cumplimiento de la pena, solo para cuando el
recluso haya cumplido las tres cuartas (3/4) partes de la misma, conforme lo
previsto en el ordenamiento jurídico, toda vez que existe primacía de los
derechos e intereses colectivos sobre los individuales, como consecuencia de
la proclamación en la Constitución, de un Estado como social y democrático de
Derecho.
En tal sentido, esta Sala estima oportuno citar lo establecido por la Sala de
Casación Penal en su sentencia n.° 376, de fecha 30 de julio de 2002, caso:
“Felina Guillén Rosales”, respecto de la aplicación en los procesos por delitos
de drogas del principio de proporcionalidad en el sentido siguiente:
(…) hacer distingos entre quienes operan con una gran cantidad de drogas y
quienes lo hacen con una ínfima cantidad. Es paladino que el desvalor del acto
es muy diferente en ambos supuestos, así como también el desvalor del
resultado y a tenor del daño social causado.
(…)
En suma, hay que tomar en consideración que habría un mínimum de
peligrosidad social –siempre en relación con la muy alta nocividad social de tal
delito– si una actuación criminosa con drogas fuera sin un ánimo elevado de
lucro o, por lo menos, sin una posibilidad real de lograr un elevado beneficio
económico: esto puede inferirse de una cantidad muy baja de droga y que, por
lo tanto, representaría un ataque no tan fuerte al muy alto y trascendente bien
jurídico protegido. La fuerza del ataque a dicho bien debe influir en el criterio de
peligrosidad, pues de eso dependería en principio el peligro social implícito en
la conducta delictuosa.
De esta manera, esta Sala como máxima garante e intérprete de la
Constitución, en ejercicio de las atribuciones que le confiere dicho Texto y
la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, replantea el criterio
estableciendo de forma vinculante conforme a lo dispuesto en el artículo 335 de
la Constitución, la obligación para todos los jueces y juezas con competencia
en lo penal de la República Bolivariana de Venezuela, que cumplan cabalmente
con los preceptos señalados en el presente fallo. Así se declara.
De igual modo, en virtud del presente pronunciamiento, esta Sala ordena la
publicación de esta decisión en la Gaceta Oficial de la República, en la Gaceta
Judicial y en la página web del Tribunal Supremo de Justicia, en cuyo sumario
deberá indicarse lo siguiente: “Sentencia de la Sala Constitucional que
establece, con carácter vinculante, la posibilidad de conceder a los imputados y
penados por el delito de tráfico de drogas de menor cuantía, fórmulas
alternativas a la prosecución del proceso y a la ejecución de la pena, y a los
condenados por el delito de tráfico de drogas de mayor cuantía se les pospone
la posibilidad de obtener las fórmulas para el cumplimiento de la pena, solo
para cuando el recluso haya cumplido las tres cuartas (3/4) partes de la misma,
conforme lo previsto en el ordenamiento jurídico”. (Negrilla y subrayado de
sala)
De la transcrita decisión de criterio vinculante, emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, puede apreciarse, en primer
lugar, que hay delitos de trafico de drogas de MENOR CUANTÍA y de MAYOR
CUANTÍA, así mismo, que el de menor cuantía, son los supuestos atenuados
de tráfico, previstos en los artículos 149 segundo aparte, y 151 primer aparte,
de la Ley Orgánica de Drogas, y que los demás tipos penales contemplados en
los artículos señalados conformarán el TRÁFICO ILÍCITO de mayor cuantía de
drogas, semillas, resinas y plantas.
Como segundo lugar, la mencionada decisión de criterio vinculante, establece
que una vez definida cuantitativamente esta distinción legal, es permisible
conceder a los imputados y penados por delitos de MENOR CUANTÍA fórmulas
alternativas a la prosecución del proceso y a la ejecución de la pena, y en
tercer lugar, en cuanto a los delitos de drogas de MAYOR CUANTÍA, en la fase
de ejecución sólo podrán optar por fórmulas alternativas para el cumplimiento
de pena, cuando el recluso haya cumplido las tres cuartas (3/4) parte de la
pena.
Ahora bien, para adecuar el caso que se analiza a este reciente criterio
vinculante de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, observa
este Tribunal Colegiado que los delitos de droga, denominados como de
“menor cuantía”, están previstos en el segundo aparte del artículo 149 de la
Ley Orgánica de Droga, establece lo siguiente: “Si la cantidad de droga
excediere de los límites máximos previstos en el artículo 153 de esta Ley y no
supera quinientos (500) gramos de marihuana, doscientos (200) gramos de
marihuana genéticamente modificada, cincuenta (50) gramos de cocaína, sus
mezclas o sustancias estupefacientes a base de cocaína, diez (10) gramos de
derivados de amapola o cien (100) unidades de drogas sintéticas, la pena será
de ocho a doce años de prisión…”, y el primer aparte del artículo 151 ejusdem,
que prevé “…Si la cantidad de semilla o resina no excediere de trescientos
(300) gramos o las plantas a que se refiere esta Ley, no superan la cantidad de
diez (10) unidades, la pena será de seis a diez años de prisión…”
En atención a las normas transcritas, y conforme al criterio vinculante de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que se ha venido
analizando, observa esta Sala de Alzada quienes sean juzgados y/o
condenados por delitos de tráfico de 500 gramos o menos de marihuana; 200
gramos o menos de marihuana modificada genéticamente; 50 gramos de
cocaína, sus mezclas y derivados; 10 gramos de derivados de amapola; o 100
unidades de drogas sintéticas; 300 gramos o menos de semillas o resinas o 10
unidades de las plantas a que se refiere la ley antes mencionada, y una vez
cumplidos que sean los demás requisitos de Ley, pueden optar
respectivamente, a beneficios procesales, como también a los llamados
beneficios penitenciarios.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, estos Jurisdicentes de la
revisión efectuadas a las actas procesales, observan que el penado V.J.C.C.,
fue condenado por la comisión del delito de OCULTAMIENTO ILICITO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICAS, previsto y
sancionado en el segundo aparte de artículo 149 de la Ley Orgánica de
Drogas, a cumplir la pena de CUATRO (04) AÑOS DE PRISION, por haber
admitido que tenía en su poder la cantidad de cuarenta y seis (46) envoltorios
de color blanco de material sintético, contentivo en su interior de un polvo de
color beige denominado Clorhidrato de Cocaína, con un peso neto de 43,24
gramos, según experticia química, de fecha 13-07-2012, N° 9700-0242-DT-
0786, suscrita por funcionarios adscritos al Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y criminalísticas, delegación Zulia, hecho que fue calificado
en la sentencia dictada en su contra, como de OCULTAMIENTO ILICITO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICAS, previsto y
sancionado en el segundo aparte del mencionado artículo 149, delito que
establece una penalidad de OCHO (08) A DOCE (12) AÑOS.
Asimismo, de la revisión de las acta se constata que el mencionado penado fue
aprehendido con otro ciudadano, que quedo identifico como YALIMORE J.T.U.,
actualmente penado en la misma causa, quien fue aprehendido en el mismo
procedimiento policial y admitió en la audiencia preliminar que tenia en su
poder la cantidad de veinte (19) envoltorio, contentivo en su interior de un polvo
de color beige, que resulto ser cocaína, con un peso de (11,02) gramos, así
como, veinte (20) envoltorio contentivo en su interior de un polvo color beige,
que del análisis realizado resulto ser cocaína, con un peso de (9,4) gramos y
veintiún (21) envoltorio contentivo de un polvo beige que resulto ser cocaína,
con un peso de (2,31) gramos.
De acuerdo con los anteriores razonamientos, evidencia esta Sala de Alzada
que según nuestro ordenamiento jurídico la responsabilidad penal es
personalísima, y visto que de actas consta que el penado V.J.C.C., fue
condenado por la comisión del delito de OCULTAMIENTO ILICITO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICAS, previsto y
sancionado en el segundo aparte de artículo 149 de la Ley Orgánica de
Drogas, a cumplir la pena de CUATRO (04) AÑOS DE PRISION, por haber
admitido que tenía en su poder la cantidad de cuarenta y seis (46) envoltorios
contentivo en su interior de un polvo de color beige denominado Cocaína
Clorhidrato, con un peso neto de 43,24 gramos, mal podría esta Sala de Alzada
afirmar que la cantidad encontrada en su poder excede de los cincuenta (50)
gramos de cocaína que establece la ley; tal y como lo alegó la Jueza de
Instancia en su decisión.
En este sentido, de acuerdo al texto de la sentencia vinculante Nº 1859 de 18
de Diciembre de 2014, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, tratándose éste de un delito de drogas de MENOR CUANTÍA,
tendrían en la fase de ejecución de la pena acceso a las fórmulas alternativas
de cumplimiento de pena, tales como Destacamento de Trabajo, Régimen
Abierto y L.C., ya que el penado de auto, no estaría afectado por la limitación
contemplada en la ley.
No obstante, considerando este Tribunal Colegiado la pena impuesta, como
también que de actas se observa que el último computo fue realizado en fecha
24-01-2013, mediante la decisión N° 038-2013, en la cual se declaró en Estado
de Ejecución la Sentencia, dejando constancia “…Cumplirá una cuarta (1/2)
parte de la pena impuesta el día 18/06/2014, pudiendo optar al Destacamento
de Trabajo. Cumplirá una tercera (2/3) parte de la pena impuesta el día
18/02/2015, pudiendo optar al Régimen Abierto. Cumplirá las dos terceras (3/4)
parte de la pena impuesta el día 18/06/2015 pudiendo optar a la L.C. o el
CONFINAMIENTO…”, y no existiendo en actas ningún otro computo de pena
realizado por el Tribunal de Ejecución, con el fin de verificar a cual beneficio
estaría optando el penado de auto a la presente fecha; es por lo que esta Sala
de Alzada insta a la Jueza de Instancia a realizar el correspondiente computo
de pena, antes de determinar cual medida alternativa resulte procedente para
la etapa procesal en curso.
Cabe agregar, como se reprodujo antes, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia en la tantas veces aludida Sentencia Nº 1859 de 18 de
Diciembre de 2014 aseveró que “…no es posible dar el mismo trato a todos los
casos, en razón de que no todos los supuestos de los delitos que corresponden
a esta sensible materia son iguales, ni el daño social -consecuencias sociales-
que ellos generan es de igual naturaleza…”. Así mismo, al revisar el criterio
que había venido sosteniendo desde el año 2001 respecto a la restricción casi
absoluta de beneficios procesales a los delitos referidos al tráfico de drogas por
considerarlos de lesa humanidad, tomó en cuenta muy particularmente, la
necesidad de “…preservar los principios que informan el proceso constitucional
y la prevalencia del orden jurisdiccional…”, por lo cual consideró su deber “…
adecuar dicho criterio atendiendo el carácter judicial de la ejecución de la pena,
el principio de proporcionalidad y los derechos a la igualdad ante la ley y a la no
discriminación, y sobre la base de la distinción establecida en la reforma del
Código Orgánico Procesal de 2012 (Vid. artículos 38, 43, 374, 375, 430,
parágrafo único, y 488), entre tráfico de drogas de mayor y menor cuantía, lo
cual permita que se le conceda a los imputados y penados de esta última
categoría de delito, fórmulas alternativas a la prosecución del proceso y a la
ejecución de la pena, y, de esta manera, permitir que el Estado cumpla con las
estrategias de transversalidad humanista que apuntan hacia una reinserción
social, razón por la cual queda entendido que las fórmulas señaladas no
constituyen beneficios procesales ni conllevan a la impunidad…”; considerado
este Tribunal Colegiado por las razones antes expuestas, que en el presente
caso constituiría una situación de trato desigual ante la Ley que el penado
V.C.C., condenado a CUATRO AÑOS DE PRISIÓN por haber admitido tener
en su poder la cantidad de cuarenta y seis (46) envoltorios contentivo en su
interior de un polvo de color beige denominado Clorhidrato de Cocaína, con un
peso neto de 43,24 gramos, se vea impedido de optar a las FORMULAS
ALTERNATIVA DE CUMPLIMIENTO DE PENA, que le corresponda una vez
que le sea realizado los cómputos de ley, con el objeto de preservar la garantía
constitucional del derecho a la igualdad ante la ley, consagrado en el
encabezamiento del artículo 21 de la Carta Magna; siendo lo procedente en
derecho es declarar CON LUGAR el Recurso de Apelación de autos
presentado por el abogado R.A.S.R., Defensor Público Auxiliar 34° Penal
Ordinario, en fase de Ejecución, adscrito a la Unidad de la Defensa Pública del
estado Zulia, en su carácter de defensor del penado V.C.C., titular de la cédula
de identidad N° 24.241.785, en consecuencia REVOCAR la decisión Nº 036-
2015, de fecha 20-02-2015, emanada del Juzgado Cuarto de Primera Instancia
en Funciones de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del estado Zulia,
mediante la cual negó por improcedente la Formula Alternativa al Cumplimiento
de Pena de Destacamento de Trabajo, en la causa seguida en contra del
mencionado penado, por la comisión del delito OCULTAMIENTO ILICITO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICOS, previsto y
sancionado en el artículo 149 de la Ley Orgánica de Droga, cometido en
perjuicio del ESTADO VENEZOLANO. Y ASI SE DECIDE.
DISPOSITIVA
En mérito de las razones expuestas, esta Sala Primera de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, administrando justicia
en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley,
Declara:
PRIMERO
CON LUGAR el Recurso de Apelación de autos presentado por el abogado
R.A.S.R., Defensor Público Auxiliar 34° Penal Ordinario, en fase de Ejecución,
adscrito a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, en su carácter de
defensor del penado V.C.C.,
SEGUNDO
REVOCAR la decisión Nº 036-2015, de fecha 20-02-2015, emanada del
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad del Circuito Judicial del estado Zulia, todo de
conformidad con lo establecido en el artículo 482 del Código Orgánico Procesal
Penal.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Audiencias de la Corte de Apelaciones,
Sala Primera, en Maracaibo, A los veintinueve (29) día del mes de abril del año
dos mil quince (2015). Años: 205° de la Independencia y 155° de la
Federación.
Regístrese, publíquese, remítase.
LAS JUEZAS PROFESIONALES
J.F.G.
Presidenta de Sala-Ponencia
L.M.G.C.J.L.L.
EL SECRETARIO
J.A.M.
La anterior decisión quedó registrada bajo el No. 128-2015, en el Libro de
Registro de decisiones llevado por esta Sala primera, en el presente año.-
EL SECRETARIO
J.A.M.
ASUNTO PRINCIPAL : 4E-1379-2012
ASUNTO : VP03-R-2015-000472
El Suscrito Secretario de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, Abog. J.A.M., HACE CONSTAR: Que
las anteriores copias es traslado fiel y exacto de su original, que cursan en el
asunto No. VP03-R-2015-000472. ASÍ LO CERTIFICO, de conformidad a lo
establecido en los artículos 111 y 112 ambos del Código de Procedimiento
Civil. En Maracaibo a los veintinueve (29) días del mes de abril de dos mil
quince (2015).
EL SECRETARIO
J.A.M.

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