Los alimentos fisiológicos por los que los microorganismos pueden alterar un alimento
Respiración: los microorganismos utilizan los carbohidratos de los alimentos para
oxidarlos hasta el máximo posible, dando lugar al dióxido de carbono y agua. Fermentación: consiste en la utilización de carbohidratos por parte de los microorganismos, pero en condiciones anaeróbicas (en ausencia de oxigeno) y sin llegar a una máxima oxidación. En este caso los productos obtenidos son etanol o ácido láctico. El proceso de fermentación induce el desarrollo de microorganismos beneficiosos (los fermentadores) que impiden el desarrollo de los microorganismos putrefactores. Putrefacción: consiste en la utilización de compuestos proteicos en condiciones anaeróbicas para dar lugar a compuestos malolientes y a veces tóxicos.
En función de los microorganismos implicados y las condiciones de almacenamiento se
dará uno u otro de los fenómenos anteriores.
Métodos que utilizan solo la fermentación: ocurren en alimentos como vino o
yogurt. En este caso el interés de obtener un determinado alimento prevalece sobre su conservación Métodos que combinan la fermentación y el salado: caso de los encurtidos, col agria o aceitunas. La adición de la sal en estos alimentos impide el desarrollo de microorganismos putrefactores y permite el desarrollo de bacterias lácticas, que son las encargadas de transformar los carbohidratos del alimento en ácido láctico, que disminuye el PH del alimento. En este caso se busca la conservación del alimento. Salado: jamón, embutidos secos o queso. Se diferencian a los anteriores qn que la conservación se debe a la sal y al efecto de secado que esta produce.