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Aplicando el 

teorema de los estados correspondientes de Caquot, se puede generalizar la teoría de


Rankine a suelos cohesivos: “Si a un suelo con cohesión que está en situación límite de rotura,
simultáneamente le quitamos la cohesión y sumamos a todas las tensiones un término (c’ · cotg Φ’), el
suelo sigue estando en la misma situación límite de rotura” (y se le aplican las hipótesis de los suelos sin
cohesión).

Figura 3.
Círculo de Mohr considerando suelos cohesivos

De las fórmulas deducidas para el empuje activo y pasivo, las fórmulas en ambos modelos coinciden
únicamente en el caso de un trasdós vertical del muro, no hay rozamiento suelo-estructura y la superficie
del terreno es horizontal. En este caso, los coeficientes de empuje activo y pasivo son los siguientes:

Resumiendo los aspectos básicos expuestos anteriormente, podríamos decir lo siguiente:

 En caso de terrenos estratificados, la inclinación del plano de deslizamiento depende de cada


terreno, con lo que el problema puede ser indeterminado si utilizamos el modelo de Coulomb. En este
caso, Rankine es de más fácil formulación, que suele ser recomendable en el caso de muros ménsula.
 El método de Coulomb no tiene en cuenta la presencia de grietas de tracción, por lo que con
terrenos cohesivos el cálculo de la profundidad de estas grietas se debe hacer con Rankine.
 Si no existe cohesión en el terreno ni adherencia entre muro y terreno, con la teoría de Coulomb
se puede determinar que la resultante del empuje activo está situada, desde la base del muro, a un tercio
de la altura del muro. Si no es así, entonces el método no proporciona directamente la posición del
empuje.
 El método de Rankine es difícil de aplicar con geometrías mínimamente complejas (trasdós
quebrado, superficies del terreno en el trasdós no planas, cargar arbitrarias sobre éste último) y no es
mucho más preciso que el método de Coulomb para estos casos.
 El método de Coulomb no estima bien el empuje pasivo, pues la superficie real de rotura no es
plana (se asemeja a una espiral logarítmica) y la distribución de empujes difiere bastante de la triangular,
proporcionando valores sobredimensionados (del lado de la inseguridad). El método de Rankine es más
conservador para el cálculo de empujes pasivos.
 El método de Rankine no considera el rozamiento entre el muro y el terreno, lo cual es
conservador. Es un aspecto importante en muros de gravedad, cuyos empujes activos se prefieren
calcular con Coulomb.
 En el método de Coulomb permite la consideración de sobrecargas en el trasdós de cualquier
tipo (constante, puntual, triangular, etc.) siempre que sean indefinidas en el sentido longitudinal del muro,
pues basta introducirlas en las ecuaciones de equilibrio. Con Rankine es sencillo si se trata de una
sobrecarga constante.

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