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La Revolución Industrial
La Revolución Industrial
Nació con la presión del mercado internacional sobre los sistemas productivos occidentales en
momentos de auge agrícola y de avance de la ciencia. Se respondió a esta presión acelerando la
producción, a través de la invención, uso creciente y masivo de máquinas así como el
aprovechamiento de nuevas fuentes de energía: vapor de agua, electricidad, petróleo, etc.
La aparición de este tipo de sociedad humana no fue homogénea. Los primeros países en los que
surgió fueron Gran Bretaña, parte de Europa Occidental y Estados Unidos. En otras partes del
mundo el proceso fue mucho más lento, e incluso según muchos especialistas existen actualmente
muchos países que aún viven en una estructura social preindustrial.
El principal cambio generado esta sociedad fue que la productividad se convirtió en lo principal. La
agricultura perdió importancia y los adelantos técnicos hicieron que el peso económico pasara a
las fábricas.
Por esto nacieron nuevas clases sociales, sobre todo la burguesía industrial, dueña de los medios
de producción; y la clase obrera o proletariado.
La sociedad industrial está estrechamente relacionada con la Revolución Industrial que la hizo
posible. Esta comprende un periodo muy amplio, ya que no se dio al mismo tiempo en todos los
países. La mayoría de los historiadores colocan su comienzo en las últimas décadas de siglo
XVIII.
El cambio que supuso afectó a todos los aspectos sociales: desde la economía hasta las relaciones
entre las distintas clases sociales.
Antecedentes
La era preindustrial tenía a la agricultura, la ganadería, la artesanía y otros sectores similares como
ejes de la sociedad. Esto suponía que gran parte de la producción se dedicaba al autoconsumo,
con muy poca presencia del comercio.
La aparición de la burguesía y los avances técnicos que comenzaron a aparecer, hicieron que esas
características fueran cambiando poco a poco.
Cambios en la agricultura
En este sector empezaron a utilizarse nuevas técnicas, como la irrigación, los abonos o la
maquinaria. Esto hizo que aumentara la producción, con la consiguiente aparición de excedentes
que permitieran el comercio.
Además, parte de los trabajadores agrícolas pasan a ser innecesarios, teniendo que emigrar a las
ciudades y a trabajar en las fábricas.
Liberalismo económico
La aparición del comercio implicó que cambiara la mentalidad económica. La producción dejó de
ser solo para el autoconsumo y el comercio o mercantilismo, y se convirtió en un aspecto
importante para la riqueza de las naciones y de los individuos.
Este proceso, que se inició tímidamente en el siglo XVII, se fue consolidando. Propugnaba que el
Estado debía dejar de intervenir en el mercado, dejando que este se regulara por sí mismo.
La importancia que se le empezó a dar a la producción es uno de los elementos que impulsó la
Revolución Industrial. La ciencia y la técnica se pusieron al servicio del incremento de esta
producción, y las fábricas —mucho más rentables— sustituyeron al sector agropecuario.
Los avances tecnológicos
Esto se logró introduciendo nueva maquinaria. Tanto en el campo como, sobre todo, en las
fábricas, cada vez se utilizan más máquinas para aumentar la productividad.
Por ejemplo, en sectores como el textil o el metalúrgico, estas innovaciones cambiaron totalmente
la manera de trabajar.
Los cambios que se produjeron al pasar a la sociedad industrial afectaron a todas sus estructuras.
Se generaron cambios socioeconómicos, culturales, de poder y tecnológicos.
Tecnológicos y energéticos
Aunque lo que más suele llamar la atención dentro de los cambios producidos en la sociedad
industrial son los adelantos técnicos aplicados a la producción, también se produjo una
transformación en el aspecto energético.
Los combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, comenzaron a usarse mucho más. Ya sea
en el campo o en la industria, resultaron fundamentales para mantener el ritmo productivo.
Culturales
La investigación en todos los ámbitos conllevó un gran aumento de los conocimientos, aunque en
un principio estuvieron reservados a la pequeña parte de la sociedad que podía formarse.
Por otra parte, se produjo un traslado de población del campo a la ciudad, unido al aumento de la
natalidad. Los adelantos médicos se tradujeron en el descenso de la mortalidad, con lo que la
demografía experimentó un gran crecimiento.
Socioeconómicos
La burguesía, que había aparecido con los gremios artesanos y la acumulación de riqueza, pasó
ahora a ser propietaria de las fábricas. Se convirtieron en una de las capas más económicamente
favorecidas de la población, lo que les llevó también a ocupar poder político.
Al mismo tiempo, los antiguos campesinos que emigraron a la ciudad acabaron trabajando en las
fábricas, la mayoría de las veces en condiciones lamentables. Esto les llevó a organizarse, con lo
que aparecieron los primeros movimientos obreros.
Clases sociales
Burguesía industrial
La burguesía venía ascendiendo económica y socialmente desde la Alta Edad Media, cuando
aparecieron los gremios y las ciudades comenzaron a ser importantes. Con la sociedad industrial
alcanzó su punto más alto.
No era una clase compacta, ya que existían varios tipos de burgueses. Por una parte, estaban los
banqueros y los dueños de las grandes fábricas que, obviamente, tenían un gran poder económico
y político.
Por otra, los expertos hablan de una mediana burguesía. Esta estaba compuesta de profesionales
liberales, así como de comerciantes. Los dueños de las pequeñas tiendas y los trabajadores no
obreros formaban la última capa, la pequeña burguesía.
Clase obrera
La clase obrera es otra de las que aparecieron al crearse la sociedad industrial. Parte de ella la
formaron los antiguos campesinos que, ya sea por la mecanización del campo o por otras
circunstancias, debieron buscar trabajo en las fábricas. Lo mismo le ocurrió a los artesanos con
producción pequeña.
Desde el momento en el que la industria pasó a ser la base de la economía y de la sociedad,
necesitó una masa de trabajadores para laborar en esta. La clase obrera se define como los que no
son dueños de los medios de producción y venden su fuerza de trabajo por un salario.
Durante la primera etapa, las condiciones en la que vivían estos obreros eran muy malas. No
tenían derechos laborales y los sueldos solo llegaban para permitir una precaria supervivencia.
Esto provocó la aparición de ideologías como el comunismo, impulsado por los escritos de Karl
Marx.
Este tipo de ideologías pretendían el cambio en la propiedad de los medios de producción. Estos
pasarían a ser del Estado, terminándose la explotación del hombre por el hombre.
El segundo tipo comenzó a finales del siglo XIX. El petróleo pasó a ser la base de la económica y la
electricidad se expandió por todas partes. Las industrias más importantes fueron las metalúrgicas,
la automovilística y la química.
Japón
Tras la Segunda Guerra Mundial los japoneses emprendieron una industrialización total de su
sociedad. Con escasos recursos naturales, debieron centrarse en el producto final.
Estados Unidos
Es el ejemplo más claro del paso de la sociedad industrial a la post industrial. Evolucionó desde la
primacía de la agricultura a la de la industria y ahora vende más conocimientos y tecnología que
productos tradicionales.
China
El gran peso de la agricultura en China no permite considerarla aún como plenamente industrial,
aunque algunas características se estén imponiendo. Se considera en plena transición.
Latinoamérica
Aunque depende del país, los expertos no consideran que sean sociedades industriales, quizás con
la excepción de Argentina y Brasil.
1. Origen
A pesar de que fue un proceso acelerado, esta “revolución” no tuvo un comienzo y final
específicos, sino que se fue desarrollando desde mediados del siglo XVIII, en Inglaterra hasta
mediados del siglo XIX, extendiéndose primero por Europa y luego por el resto del mundo.
2. Producción en masa
La máquina de vapor no sólo fue utilizada como una forma mecanizada de acelerar la producción
sino que también, al ser aplicada al transporte con la invención de la locomotora, permitió el
transporte y distribución de las nuevas mercancías producidas.
La llamada Segunda Revolución Industrial, ocurrida en la segunda mitad del siglo XIX, fue
impulsada por otras tecnologías: el acero, la electricidad y el petróleo. Actualmente las industrias
continúan dependiendo de tecnologías del siglo XIX, pero se ven renovadas principalmente por
innovaciones en la informática y en la química.
4. Trabajo asalariado
Por eso, el industrialismo puede ser una solución a la desocupación. Pero por otro lado los
productos industriales entran en competencia con los productos artesanales. Si llegan a
desplazarlos del mercado, los artesanos se verán obligados a convertirse también en trabajadores
asalariados.
5. Urbanización
La Revolución Industrial ocurrió en Inglaterra en una época en que la población del campo
migraba hacia las ciudades en busca de trabajo. El empleo de mano de obra asalariada y la
concentración de personas en centros urbanos fueron dos factores que se complementaron y
fomentaron mutuamente: a medida que avanzaba la industrialización más personas migraban a
las ciudades y de esta manera más industrias podían crecer.
Todas las sociedades industriales tienen altas concentraciones de población en los centros
urbanos. Sin embargo, actualmente se apunta a crear sectores industriales cercanos a las ciudades
pero fuera de ellas.
6. Contaminación
En las primeras etapas de la Revolución Industrial el uso del carbón y luego el petróleo como
fuentes de energía para las fábricas no parecía tener desventajas. Sin embargo, actualmente
conocemos los efectos contaminantes del uso de combustibles fósiles. Otras industrias, como la
industria metalúrgica, emiten otras sustancias tóxicas como el azufre.
La industria pesada es aquella que se dedica a construir las maquinarias que son utilizadas en otras
industrias. Las industrias que fabrican productos para el consumo se denominan industrias ligeras.
Los procesos industrialistas suelen comenzar con la industria ligera, de forma tal de ofrecer
puestos de trabajo y productos locales a la población. Pero los procesos industrialistas que
apuntan a independizarse de otros productores y a tener más control sobre los precios avanzan
también sobre el establecimiento de la industria pesada.
Este tipo de industria requiere mayor inversión y además el acceso a las materias primas como
el metal o el petróleo.
EESPP”LA SALLE”
FEC/DF.