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INTRODUCCIÓN
La educación, considerada uno de los pilares para garantizar el desarrollo
sostenible, tiene el propósito de ser inclusiva y de calidad (Agenda 2030). En
ese marco, varios programas como ser los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), entre otros, promueven la pertinencia del aprendizaje en términos
de competencias técnicas y profesionales para un trabajo decente con base
para el desarrollo social y económico de las poblaciones vulnerables.
En Paraguay, los resultados del primer estudio censal del Sistema Nacional
de Evaluación del Proceso Educativo (SNEPE), indican que la deserción
escolar entre el año 2010- 2015 representó un 21% en la educación escolar
del primer ciclo y fue aumentando para el siguiente ciclo, del noveno grado,
con un 39%. Además, un 9% no asiste a clases, demostrando así que un
porcentaje importante de adolescentes y jóvenes forman parte de las
estadísticas de individuos sin oportunidades o herramientas para enfrentar la
pobreza, ya que no recibió los estímulos cognitivos necesarios para su
crecimiento. Por ello, la Escuela Taller se convierte en un instrumento
educativo para abordar el desafío de la calidad en la educación, ajustando
las brechas educativas entre la población más pobre y vulnerable que
normalmente ha abandonado el sistema y se suman al “fracaso escolar”
(Mendoza, Lozano y González, 2004).
Para contribuir con lo anterior, Trilla (1998) establece que esta educación
surge a partir de todos los conocimientos, habilidades y actitudes que se
pueden ir produciendo de las diferentes experiencias de vida, de los nuevos
aprendizajes que se van generando, de las relaciones con el entorno y de
toda la dinámica que se genera entre estos diferentes procesos.
Por ello, los elementos del mercado laboral en concordancia con la situación
económica llevan al joven a decidir entre permanecer en el sistema educativo
o ingresar a trabajar. Esto lleva a determinar que, si la persona decide
continuar estudiando, en el momento de crecimiento económico podría
comprobar una mayor oportunidad de conseguir un trabajo y de calidad,
considerando a su formación académica en oficio o nivel superior y en las
situaciones de crisis las personas con mayor nivel académico permanecen
en sus puestos laborales, sin embargo, las que poseen menor instrucción
académica pasan a formar parte de la población inactiva o desarrollan
empleos informales, característicos de los jóvenes con situación de
vulnerabilidad (Viña, 2020).
Por su parte, Brítes y Catullo (2017) afirman que los adolescentes y jóvenes
culminan la educación primaria obligatoria establecida por el Estado y luego
desertan del sistema educativo, sin embargo, existen jóvenes sin estudios ni
profesión, es decir, por un lado, están los que culminan sus estudios
primarios obligatorios, y por otro, los que no culminan ni esos estudios, por lo
que, tendrían menor posibilidad de acceder a un trabajo.
Varios autores como Girardo et. al (2006), Román (2014), Sánchez y Sierra
(2020) coinciden que los jóvenes que participan de la formación en la
Escuela Taller conciernen de estratos sociales desfavorables y sin
oportunidad de otro tipo de formación, por ello, estas instituciones se
convierten en un instrumento educativo para abordar el desafío de la calidad
en la educación, evitando de esta forma que se sumen al “fracaso escolar”
(Mendoza, Lozano y González, 2004). Pues, un porcentaje de los
participantes se encuentran sumergidos en un ambiente desfavorable de
familia numerosa, disfuncional, con situaciones de consumo de droga,
alcohol, violencia, entre otros factores.
Para Engles (1974 citado en Díaz 2013) el trabajo “es la condición básica y
fundamental de toda la vida humana”, sin embargo, actualmente debido a
situaciones sociales, económicas o laborales es difícil conseguir un trabajo
que permita vivir dignamente, lo que conlleva a ingresar en la línea de
desempleo. Por consiguiente, la OCDE (2019) menciona que la reducción de
la tasa de desempleo se puede conseguir con mano de obra cualificada en el
mercado laboral, considerando de esta forma que a medida se establece el
aumento del nivel educativo hay más posibilidades de encontrar un empleo y
generar las condiciones básicas que mencionaba el autor citado.
Por otra parte, Muñoz y Sánchez (2011) con su investigación regional sobre
la evaluación del impacto del programa de formación en la Escuela Taller
sobre el tiempo de búsqueda de un empleo, establece un impacto positivo y
significativo en la inserción laboral de los individuos participantes. El efecto
promedio del programa, estimado mediante la ponderación de las
observaciones, establece que los jóvenes participantes acceden al empleo
seguro aproximadamente a un año del egreso, considerando también el
apoyo y el seguimiento que realiza la institución luego del egreso. Este
proceso abala el programa, puesto que el mismo fue diseñado para promover
el empleo entre los jóvenes que asisten a la formación y representan a una
categoría social determinada.
Dentro del sistema educativo paraguayo las Escuelas Taller forman parte del
sistema oficial de educación porque son reconocidas como Centros de
Formación y Capacitación Laboral, pues otorgan la certificación avalada por
el MEC, que brinda al estudiante la posibilidad de acceder a un empleo
seguro mediante la formación certificada oficial.
Para Echarri, González y Sotés (2015: 605) las Escuelas Taller “forman parte
de uno de los subsistemas de la formación profesional, concretamente de
aquel que ofrece formación a determinados grupos sociales que se
encuentran en situación de desempleo”. Por ello, estas instituciones emplean
una metodología de enseñanza- aprendizaje diferente denominada aprender
haciendo, basada en la formación profesional teórico- práctica, que incluye la
inserción laboral de los participantes como una opción socio-pedagógica.
3.2 Objetivos
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
3.3 Hipótesis
El 50% de los egresados de la promoción 2018 de una Escuela Taller de la
ciudad de Encarnación han mejorado su desarrollo económico y desarrollo
social a partir de la formación obtenida en la institución.