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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – E – 14-792

Esguinces del tobillo


F. Bonnomet Resumen.– La enorme frecuencia de los esguinces del tobillo y el coste económico
que traen consigo hacen imprescindible una actitud diagnóstica y terapéutica consen-
P. Clavert suada. Luego de una breve revisión anatómica y fisiopatológica, se expondrán en forma
J. F. Kempf detallada los elementos que intervienen en el diagnóstico de los esguinces más habi-
tuales: los del ligamento lateral del tobillo. Gracias al mayor conocimiento de las even-
tuales lesiones asociadas y de los aspectos que confieren gravedad a estos esguinces,
se abordarán los principios terapéuticos y se insistirá en el tratamiento funcional, espe-
cificando sus fundamentos y ventajas. A continuación, se mostrarán las actuales moda-
lidades diagnósticas y terapéuticas en el manejo de las dos complicaciones más comu-
nes del esguince lateral del tobillo: la inestabilidad crónica y el conflicto hístico antero-
lateral. Este artículo finalizará con el estudio de las lesiones del ligamento medial y de
la sindesmosis.
© 2000, Editions Scientifiques et Médicales. Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Introducción No deben obviarse los mecanismos menos usuales, capaces


de desencadenar lesiones del ligamento colateral medial
Los esguinces del tobillo, con una incidencia diaria evalua- (ligamento lateral interno [LLI]) o de los de la sindesmosis
da en un caso por cada 10 000 habitantes [40, 77, 84], quizás (ligamentos tibioperoneos inferiores). La gran disparidad
incluso subestimada con respecto a la realidad teniendo en en la evaluación de la gravedad de las lesiones y de la con-
cuenta el alto grado de autotratamiento que existe en este ducta terapéutica, dada a conocer por Frey en un estudio
campo [37], constituyen el motivo de consulta más frecuen- multicéntrico realizado en 1995 [29], justifica una reevalua-
te en la traumatología corriente. ción de estos conceptos.
Considerando el conjunto de todos los deportes, represen-
tan el 15 al 20 % de los traumatismos deportivos [50], si bien
aparecen con mayor facilidad en los deportes colectivos que Esguince reciente del ligamento lateral
promueven cambios bruscos en el apoyo (baloncesto, fút-
bol, balonvolea) [32]. La mayoría de estos accidentes se pro- externo del tobillo
ducen con el pie en inversión, por lo que afectan al liga-
mento colateral lateral (ligamento lateral externo [LLE]). Anatomía y fisiología del ligamento
lateral externo (LLE)
El LLE incluye tres fascículos (figs. 1, 2 y 3):
— el fascículo anterior (ligamento peroneoastragalino an-
terior [LPAA]) es una banda plana y ancha (de 10 a 15 mm),
François BONNOMET: Praticien hospitalier, chirurgien des Hôpitaux.
Jean-François KEMPF: Professeur des Universités, praticien hospitalier. de 20 mm de longitud, que se extiende desde el borde ante-
Département d’orthopédie et de traumatologie, hôpitaux universitaires de rior del maléolo peroneo hasta la cara lateral del cuello del
Strasbourg, hôpital de Hautepierre, avenue Molière, 67098 Strasbourg ce- astrágalo; en posición neutra y en flexión dorsal se encuen-
dex, France.
Philippe CLAVERT: Interne des Hôpitaux, institut d’anatomie normale, faculté tra relajado y horizontal, en tanto que en flexión plantar se
de médecine Strasbourg, France. hace vertical y se tensa sobre la carilla maleolar del astrága-

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1 Vista frontal del tobillo. 1. maléolo interno; 2. ligamento lateral 3 Vista porterior del tobillo
interno; 3. tubérculo de Tillaux; 4. ligamento tibioperoneo anterior; 1. ligamento tibioperoneo posterior; 2. ligamento lateral interno; 3.
5. maléolo externo; 6. ligamento lateral externo (fascículo peroneo- ligamento lateral externo (fascículo calcaneoperoneo); 4. ligamen-
astragalino anterior). to lateral externo (fascículo peroneoastragalino posterior).

de inversión del pie; su sección aislada no influye sobre la


articulación tibioperoneoastragalina pero entraña una laxi-
tud subtalar, limitada por el ligamento en seto (interóseo)
y, de un modo más accesorio, por el ligamento calcaneoas-
tragalino externo; la sección combinada del LPAA y LCP
1
origina una laxitud tibioperoneoastragalina análoga a la
obtenida tras sección exclusivamente del primero de ellos,
así como una laxitud calcaneoastragalina muy parecida a la
debida a la ablación aislada del segundo; en posición neu-
tra no se produce laxitud tibioperoneoastragalina, pero es
2
suficiente con un ligero movimiento en equino para que en
varo aparezca una diastasis lateral de 15 a 20°; el único
3
5 freno a estos desplazamientos anómalos lo constituye el fas-
cículo posterior;
— el fascículo posterior (ligamento peroneoastragalino
posterior [LPAP]) se extiende horizontalmente hacia atrás
desde el reborde posterior del maléolo peroneo hasta el
4 tubérculo posterolateral del astrágalo; se relaja en flexión
plantar y se estira en sentido opuesto; su sección combina-
da a la del LPAA desestabiliza de manera importante la ar-
ticulación tibioperoneoastragalina permitiendo desplaza-
mientos anormales en varo sobre un pie en equino, más
marcados que en caso de rotura aislada del LPAA, con exa-
geración de la subluxación talar anterior y de la diastasis
2 Vista lateral del tobillo.
1. membrana interósea; 2. ligamento tibioperoneo anterior; 3. li- lateral en varo, que alcanza los 30 a 35°; el LCP es el único
gamento lateral externo (fascículo peroneoastragalino anterior); 4. obstáculo en este supuesto; si la sección abarca los tres fas-
ligamento lateral externo (fascículo calcaneoperoneo); 5. ligamen- cículos, la laxitud tibioperoneoastragalina aumenta y la
to lateral externo (fascículo peroneoastragalino posterior). diastasis lateral con el pie en equinovaro alcanza los 40°,
aunque puede incluso demostrarse cuando el varo es puro,
esto es, sin equino del pie.
lo; en esta posición, constituye el bloqueo fundamental de
la articulación tibioperoneotarsiana; su sección aislada per- Fisiopatología y clasificación de los esguinces
mite, cuando el pie se dispone en equino, una subluxación del ligamento lateral externo (LLE)
anterior del astrágalo y una diastasis tibioastragalina lateral
de 10 a 15°; El esguince del LLE es privativo del adulto joven [37]: hasta
— el fascículo medio (ligamento calcaneoperoneo [LCP]) el final del crecimiento los cartílagos de conjunción son
es una banda estrecha de 5 mm y con una longitud de apro- más vulnerables, mientras que después de los 50-60 años
ximadamente 30 mm; se extiende desde el reborde inferior predomina la fractura.
del maléolo externo hasta la superficie lateral del calcáneo El LLE desempeña su papel en los movimientos en varo. En
siguiendo un trayecto oblicuo hacia atrás y hacia afuera, y posición neutra o en flexión dorsal, son los fascículos más
forma una concavidad lateral sobre la que se desliza el ten- sólidos (LCP y LPAP) los que sufren mayor tensión, con
dón del músculo peroneo lateral corto; al estar relajado en objeto de garantizar la máxima congruencia tibioperoneo-
flexión plantar e incompletamente distendido en flexión astragalina. De ahí que un varo forzado repercuta princi-
dorsal, resulta especialmente solicitado en los movimientos palmente sobre la articulación subastragalina. Por el con-

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trario, si el tobillo se encuentra en flexión plantar, el fascí- Cuadro I.– Clasificación de las lesiones del ligamento lateral exter-
culo más frágil (el LPAA es dos a tres veces más delicado no según Trevino [84].
que los otros) es el único que se tensa, por lo que resulta
muy vulnerable en varo. Según el grado de fuerza aplicado, Grado Patología Clínica
sufrirá distensión o desgarro parcial, que puede llegar a ser I – distensión laxitud = 0
completo. La diastasis tibioastragalina lateral que se produ-
ce permite a su vez que se tense y desgarre en primer tér- II – rotura parcial laxitud ligera a moderada
mino el LCP y después el LPAP. III a – rotura completa LPAA cajón anterior +
La rotura suele localizarse en pleno ligamento, en lo que se
refiere al LPAA y LCP. Es preciso insistir en la posibilidad de III b – rotura completa LPAA + LCP cajón anterior + /varo +
que el LCP sufra un arrancamiento de su inserción a nivel III c1 – rotura completa LPAA + LCP cajón anterior + /varo +
del calcáneo y de que se luxe por fuera de los tendones de – rotura intersticial de los tendones tendones peroneos
los músculos peroneos, con el consiguiente compromiso de peroneos estables pero sensibles
la cicatrización espontánea. En cuanto al LPAA, también III c2 – rotura completa LPAA + LCP cajón anterior + /varo +
puede tratarse de una desinserción parcial del extremo as- – subluxación o luxación de los tendones peroneos
tragalino, que cuenta con mayores probabilidades de cica- tendones peroneos subluxados o luxados con
eversión y dorsiflexión
trización natural. «resistentes»
La importancia del traumatismo contribuye a la producción
IV a – rotura completa LPAA + LCP cajón anterior + /varo +
de lesiones asociadas, entre las cuales debe citarse: – arrancamiento del extremo maleolar
— el desgarro de la cápsula articular tibioperoneoastragali-
na anterior, fenómeno constante en caso de esguince grave; IV b – rotura completa LPAA + LCP cajón anterior + /varo +
– fractura osteocondral de la polea
— la abertura de la vaina de los tendones peroneos, fre- astragalina
cuente ante una lesión del LCP;
IV c – rotura completa LPAA + LCP cajón anterior + / varo +
— las fracturas parcelares asociadas a la desinserción de un – fractura de la carilla astragalina lateral
fascículo (extremo maleolar o borde astragalino externo);
— las fracturas osteocondrales de la polea astragalina, fre- LPAA: ligamento peroneoastragalino anterior; LCP: ligamento calcaneoperoneo.

cuentemente anterolaterales, o las mediales, por impacta-


ción de dicha estructura, de mal pronóstico:
— las lesiones de los ligamentos tibioperoneos (rotura o Ciertos aspectos, habitualmente imputados a los esguinces
arrancamiento tibial). graves, son en realidad de interpretación aleatoria: el clási-
Para dar cuenta de la variedad de lesiones del LLE suele recu- co dolor fulgurante, seguido de una sedación más o menos
rrirse a dos sencillas clasificaciones. La de O’Donoghue [56] completa durante unas horas y la posterior instauración de
no es específica; adaptada al tobillo, distingue los esguinces un trasfondo doloroso, no son datos específicos. La impo-
benignos (simple elongación del LPAA), moderados (rotu- tencia funcional y la intensidad del dolor son datos impor-
ra parcial del LPAA) y graves (rotura completa del LPAA ± tantes pero subjetivos. Sin embargo, Rodineau [70] ha seña-
LCP ± LPAP). Castaing, por su parte, diferencia cuatro esta- lado que, si bien el esguince benigno representa para el pa-
dios: estadio 0 (ausencia de rotura ligamentosa), estadio 1 ciente una primera noche incómoda, el insomnio es la nor-
(rotura del LPAA), estadio 2 (rotura del LPAA y LCP) y esta- ma en los esguinces graves.
dio 3 (rotura de los tres fascículos). La tumefacción pre y submaleolar lateral en «huevo de pa-
A pesar de su gran utilidad en la práctica diaria, estas clasi- loma», que se desarrolla varios minutos después del trau-
ficaciones no engloban las lesiones acompañantes que pue- matismo, es un índice clásico de gravedad, pero su fugaci-
den complicar la propia del LLE. Para Trevino [84], esto jus- dad y su rapidez de difusión hacia las partes blandas condu-
tificaría crear una clasificación más completa y adaptada a ce a que ya en la consulta sólo se compruebe un tobillo en-
las decisiones terapéuticas que incluya las lesiones de los grosado y equimótico, poco específico. En cambio, la apre-
tendones peroneos diagnosticadas clínicamente (estadios ciación de un crujido audible, la sensación de desgarro, de
III c1 y c2) y las fracturas maleolares (estadio IV a) u osteo- dislocación o de derrame caliente en el interior de la articu-
condrales (estadios IV b y c) diagnosticadas mediante radio- lación en el momento del incidente son elementos que
grafías (cuadro I). sugieren un esguince grave.
El examen físico ha de descartar inicialmente una fractura
Diagnóstico (maléolos, quinto metatarsiano o escafoides), que conduci-
ría a la práctica inmediata de radiografías. Con frecuencia
Se basa en un proceso riguroso y preciso, tanto clínico como se detecta dolor sobre el trayecto de los tres fascículos, sin
paraclínico, destinado a responder a tres preguntas esencia- que guarde correlación con la gravedad.
les: ¿se trata de un esguince del LLE?, ¿es una lesión aislada?, La existencia de un cajón astragalino anterior, identificado
¿cuál es su grado de importancia? con la rodilla flexionada y el tobillo en flexión plantar de 10
a 15° [85], y la sensación de un resalte durante su reducción
Clínica son sinónimos de rotura del LPAA y, por consiguiente, de
A través del interrogatorio se conocerá un eventual episodio gravedad. La abertura tibioastragalina lateral en posición
anterior análogo, su mecanismo (inversión forzada) y las cir- neutra confirma la rotura asociada del LCP. El dolor, el ede-
cunstancias de su aparición (paso en falso, mala caída tras un ma y la equimosis pueden dificultar su demostración, pero
salto, accidente deportivo o con un vehículo de dos ruedas), estos signos de laxitud siguen siendo elementos fundamen-
sin que ello suponga establecer un paralelismo absoluto en- tales para determinar la importancia de la lesión.
tre la aparente violencia del traumatismo y la gravedad de los La contracción contra resistencia de los tendones peroneos
daños. Se trata de indagar acerca de los signos funcionales puede desencadenar un dolor retromaleolar evocador de
(dolor, edema, equimosis) que siguen al traumatismo. una lesión de su vaina o, incluso de una luxación de los ten-

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dones peroneos, hecho que también puede darse en el es- en cuanto a fiabilidad [63, 85] siempre y cuando, en el caso de
guince benigno. un tobillo equimótico y traumatizado, se practiquen pre-
cozmente (en las primeras 48 horas); a pesar de ello, su uso
Diagnóstico por imágenes ha sido poco difundido en el marco de la urgencia.
Radiología convencional Resonancia magnética (RM)
El estudio se basa en una radiografía de tobillo de frente en Su fiabilidad parece ser excelente para las lesiones recientes
rotación interna de 20°, para despejar la cara lateral del as- [30, 66, 83, 87] pero sus indicaciones actuales están limitadas
trágalo, el maléolo peroneo y la interlínea peroneoastraga- como consecuencia de la dificultad para acceder de forma
lina; y una radiografía estrictamente de perfil, con el fin de urgente a estos aparatos [71]. El aumento de su cantidad y la
analizar la cortical posterior del maléolo peroneo y la apó- mejora de sus capacidades podrían hacer de ella un proce-
fisis externa del astrágalo. En caso de duda sobre el medio- dimiento habitual, incluyendo la vigilancia y el control de la
pié, se incluye igualmente una imagen del pie oblicua en cicatrización ligamentosa [68].
tres cuartos que visualice la cara lateral del astrágalo, calcá-
neo, cuboides y la base del quinto metatarsiano. Conside- Síntesis
rando la elevada incidencia de esta patología, resulta inútil El tratamiento de los esguinces de tobillo es objeto de un con-
intentar sistematizar este estudio. Conviene solicitarlo úni- senso (Conferencia de consenso. Esguince de tobillo en el
camente en caso de sospecha o riesgo de fractura, según las Servicio de Urgencias, Roanne, 28 de abril de 1995). Una vez
normas de Ottawa [76]: planteado el diagnóstico de esguince aislado de LLE (explo-
— paciente mayor de 55 años; ración física, criterios de Ottawa ± radiografías estándar), son
— imposibilidad de apoyar el pie y de dar cuatro pasos; los criterios de gravedad los que orientan la estrategia:
— dolor cuando se palpa la base del quinto metatarsiano o — el esguince es manifiestamente benigno o, por el contra-
del escafoides (hueso navicular); rio, los signos de gravedad son evidentes (más adelante se
— dolor al palpar el borde posterior, a lo largo de 6 cm, o mencionará el modo de proceder);
el extremo de los maléolos. — lo más frecuente es que no resulte sencillo decidir desde
La aplicación de tales reglas puede hacer disminuir en 20 [2] un punto de vista clínico entre esguince grave y moderado,
a 30 % [77] la prescripción de radiografías, con un ahorro por lo que es preciso volver a evaluar la situación al cabo de
económico considerable. 3 a 5 días, tras instaurar sin más demora un protocolo médi-
co como el recomendado por Ryan [73]: RICE (rest, ice, com-
Estudios dinámicos pression, elevation), que asocia reposo, aplicación inmediata
Su finalidad es la de poner en evidencia y cuantificar la laxi- de frío (bolsa de hielo), colocación de un vendaje compre-
tud, tanto en el plano frontal (varo forzado) como en el sivo y elevación del miembro afectado. La prescripción de
sagital (cajón anterior). Su umbral de significación para el antiinflamatorios no esteroideos, aunque muy difundida,
diagnóstico del esguince grave se sitúa por encima de los no parece indispensable [20]. En cambio, los bastones o mu-
10° para el varo y de 8 mm para el cajón anterior. No obs- letas son imprescindibles para aliviar el apoyo, los analgési-
tante, los valores que se pueden obtener están influidos por cos son útiles y el empleo de la profilaxis antitrombótica ha
numerosos factores: analgesia satisfactoria (anestesia local o de adaptarse al riesgo individual.
locorregional) o no [88], técnica empleada (movimiento for- Una nueva valoración clínica al término de este breve plazo
zado manual o instrumentado [Telos, Castaing]), grado de permite establecer el diagnóstico de gravedad [28], tal y
fuerza aplicada, en caso de que sea mensurable (50 a 150 N como lo ha demostrado Van Dijk [85], con una sensibilidad
para las técnicas instrumentadas), posición del pie (varo, del 96 % y una especificidad del 84 % (frente al 71 y 33 %
equinovaro) y laxitud constitucional (análisis de los valores respectivamente que ofrece el examen análogo en las pri-
absolutos o relativos en relación con el lado sano). meras 48 horas).
A pesar de la teórica e indiscutible fiabilidad objetivada en los De subsistir alguna duda, según indicación de este mismo
trabajos experimentales de Castaing [11] y Duquesnoy [22], su autor, es posible plantear radiografías en estrés (sensibili-
sensibilidad y especificidad en la práctica clínica son más alea- dad del 99 % en este estadio frente al 68 % inicial) o inclu-
torias (68 y 71 % respectivamente, según Van Dijk [86]). Su so una ecografía (sensibilidad del 100 % en esta fase).
uso de forma sistemática para las lesiones recientes resulta
discutible.
Ecografía Tratamiento
Su bajo coste, su fácil acceso y el carácter superficial de los Tratamiento conservador
fascículos ligamentosos la convierten, en teoría, en una ex-
El método más clásico consiste en inmovilizar estrictamen-
ploración electiva cuando deben visualizarse diferentes ti-
te la articulación por medio de una bota de yeso o de resi-
pos de lesiones: edema en el área de inserción, desinser-
na rígida durante 4 a 6 semanas y reanudar el apoyo luego
ción, rotura o arrancamiento óseo. No obstante, este méto-
de un tiempo variable (1 a 3 semanas). La ausencia de hos-
do sigue siendo difícil y requiere un ecografista idóneo que
pitalización, el bajo coste del tratamiento y la seguridad de
disponga del material adecuado (dispositivo de interposi-
la contención obtenida contribuyen a su amplia prescrip-
ción correcto y sonda electrónica lineal), condiciones rara
ción, especialmente en el marco del esguince grave, en el
vez presentes en el ámbito de la urgencia [8].
que algunos resultados publicados muestran su eficacia en
Tomografía computadorizada y exploraciones con contraste cuanto a la estabilidad al cabo de más de un año [18, 93].
El escáner sin administración de contraste sólo es útil para Sin embargo, la rigidez articular y la atrofia muscular cir-
descubrir una eventual lesión asociada: fractura osteocon- cundante inducidas por semejante inmovilización demoran
dral o parcelar del astrágalo o arrancamiento óseo. Para vi- la recuperación funcional [59, 60]. Además, varios trabajos ex-
sualizar estructuras ligamentosas debe introducirse medio perimentales realizados con el ligamento colateral medial
de contraste en la cavidad articular (artrografía y/o escá- de la rodilla del perro [82, 92] o con el ligamento cruzado an-
ner) o en la vaina de los tendones peroneos antes de reali- terior del primate [55] han demostrado, sin lugar a dudas,
zar radiografías en estrés (tenografía en estrés, descrita por que la reanudación precoz de las solicitaciones mecánicas
Evans [24]). Los resultados de estas técnicas son interesantes favorece la cicatrización y la recuperación de las propieda-

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des mecánicas de los ligamentos dañados (elasticidad y re-


sistencia al estiramiento).
Por lo tanto, el tratamiento funcional representa la alterna-
tiva ideal a la inmovilización estricta. Sus modalidades son
múltiples.
La movilización y la reanudación precoz del apoyo sin ayuda cons-
tituyen la solución más económica. Pero esta conducta debe
reservarse a lesiones de carácter benigno o moderado.
El vendaje cohesivo facilita, gracias a su acción mecánica com-
presiva, la desaparición del edema y la reabsorción del he- 4 Vía de acceso para la reparación quirúrgica del ligamento lateral
matoma. Puede servir de complemento antes de volver a ini- externo.
ciar el apoyo y la movilización precoces o previamente al
empleo de un sistema de contención diferente (resina, strap-
ping u ortesis).
bargo, las ortesis amovibles disponibles hoy en día parecen
El vendaje adhesivo, habitualmente elástico (strapping) y con adaptarse mejor.
menor frecuencia no extensible (taping) o mixto, tiene co- Cualquiera que sea el tratamiento funcional, ha de combi-
mo objetivo proteger la cicatrización del LLE, al mismo narse con la rehabilitación (cf infra). Por parte del pacien-
tiempo que mantiene un cierto grado de movilización sin te, se requiere comprensión, aceptación y respeto de los
riesgo para el tobillo. La técnica para su colocación ha de principios y objetivos del tratamiento. La indisciplina del
ser rigurosa [69] (protección cutánea previa indispensable paciente constituye uno de los principales factores a la hora
mediante tintura de benjuí o una capa de protección vapo- de restringir la prescripción de este tipo de métodos tera-
rizada, cojín pronador en el borde externo del pie, bridas péuticos. Ante estos casos, es preferible la inmovilización
longitudinales y transversales situadas alternativamente y mediante bota de resina o el uso de un vendaje semirrígido,
mantenidas por medio de abrazaderas semicirculares, blo- que aúna flexibilidad e inmovilidad [12].
queo del calcáneo mediante bridas oblicuas). Debe mante-
nerse de 2 a 6 semanas, cambiándose cada 3 a 5 días para Tratamiento quirúrgico
corregir la descompresión de las vendas adhesivas y vigilar El acceso clásico [86] se realiza a través de una incisión arci-
el estado local de la piel (dermoabrasión, edema, etc.). forme, de concavidad superior y dorsal, que comienza algu-
Las ortesis estabilizadoras amovibles y prefabricadas constituyen nos centímetros por encima y por delante del extremo del
el pilar del tratamiento funcional actual [78]. Las más em- maléolo lateral, desciende alrededor de 1 cm por delante
pleadas son una férula termodeformable, disponible en dos del borde anterior del peroné y se curva en sentido retró-
tallas según la anchura del talón, y otra neumática de la que grado hasta finalizar a media distancia entre la punta del
existen tres tallas proporcionales a la del paciente. Per- maléolo y el límite posterior del talón (fig. 4). Deben des-
miten su uso cómodo en un calzado deportivo, eventual- plazarse cuidadosamente hacia adelante las ramas del ner-
mente de un número superior. Estos dispositivos, fáciles de vio peroneo superficial (nervio musculocutáneo) y hacia
aplicar y moldeables dependiendo de la resolución progre- atrás la vena safena menor (vena safena externa) y el nervio
siva del edema, suelen prescribirse durante 6 semanas y cutáneo sural caudal (nervio safeno externo).
deben permanecer colocados día y noche. El fundamento de este tratamiento es la exploración y la
El empleo de la férula neumática en el marco del esguince sutura de los diferentes fascículos del LLE dañados, lo que
grave, en ocasiones una vez transcurridos 8 días luego del ini- hace posible orientar la cicatrización ligamentosa. En caso
cio del reposo articular [39], ha permitido lograr, según de arrancamiento de la inserción ligamentosa, la fijación
Jaeger [3, 39], entre el 91 (sobre 81 casos) y el 95 % (sobre 120 será transósea, en ocasiones con ayuda de grapas de rein-
casos) de tobillos sin laxitud a los 3 meses del accidente; en serción (al igual que en la cirugía del manguito de los rota-
opinión de Fritschy [31] los resultados son similares, es decir, dores). La cirugía es el único procedimiento terapéutico
en torno al 92 % (sobre 63 casos), en tanto que en el trabajo que ofrece la posibilidad de actuar sobre las lesiones intra-
articulares asociadas, especialmente las osteocondrales. Un
de Röder [68] se alcanza el 100 % de efectividad (sobre 29
fragmento de reducidas dimensiones puede ser eliminado
casos). Tal excelente conclusión radiológica se confirma a
sin riesgo alguno, mientras que las fracciones osteocondra-
través de los datos clínicos registrados por Fritschy [31] y
les libres más voluminosas pueden fijarse por medio de mi-
Röder [68], quienes no observan recaídas o molestas inestabi-
núsculos tornillos o alambres eventualmente reabsorbibles
lidades precoces. El control mediante RM a las 12 semanas
[14] (figs. 5A, 5B, 6A y 6B).
del accidente muestra una correcta continuidad ligamentosa
El recurso a la artroscopia en el tratamiento de las lesiones
en los 29 casos de esguince grave seguidos por Röder [68]. La
osteocondrales recientes que surgen en el contexto de un
tolerancia parece muy buena pero exige eludir el contacto
esguince grave aún está poco difundido: la ablación de un
directo de la piel con la férula empleando un calcetín absor-
fragmento es un acto sencillo pero su fijación artroscópica
bente que reduzca la transpiración y evite así la irritación y las puede resultar peligrosa [46]. La propia complejidad puede
alergias [19, 39]. Finalmente, el masaje pulsátil del edema pos- tener incluso una influencia nefasta sobre la morbilidad. El
traumático promovido por las celdillas de la férula neumáti- clásico beneficio funcional de la artroscopia con respecto a la
ca parece desempeñar un papel significativo en la rapidez de cirugía convencional pierde importancia, ya que el problema
la recuperación funcional [19]. ligamentoso es difícil de tratar, aun cuando diversos autores
Similares resultados clínicos han sido conseguidos con la fé- se han arriesgado a reinsertar artroscópicamente el LPAA
rula termomoldeable en una serie elaborada en dos centros (Symposium de la SFA en 1998 sobre artroscopia del tobillo).
que incluyó 74 esguinces de gravedad intermedia. Por regla general, luego de la intervención sigue una inmo-
Por otra parte, algunos han propuesto el uso de la talonera vilización durante 4 a 6 semanas por medio de una bota de
rígida de Sarmiento a modo de férula provisional [10]. Sin em- yeso o resina. El apoyo completo se restablece a partir de la

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El tratamiento del esguince grave aislado (Trevino IIIa y
IIIb) está sometido a mayor debate, más aún si se tiene en
cuenta que la abundante literatura expone resultados gene-
ralmente buenos luego de ambos tratamientos: conserva-
dor y quirúrgico. El análisis comparativo de las distintas
series retrospectivas [21, 39, 41, 67, 72, 74, 89] o aleatorizadas [9, 15, 25, 27, 33,
42, 43, 53, 54, 61, 62, 76, 94
], como la de Kannus [40] y más recientemen-
te la de Besse [5, 7], confirman los buenos resultados de los
diferentes procedimientos. Las divergencias de estos estu-
dios en cuanto a criterios de inclusión, metodología y segui-
miento justifican la dificultad para obtener conclusiones pa-
ralelas. Sin embargo, deben destacarse varios aspectos:
— fuera de los accidentes tromboembólicos, las complica-
ciones recopiladas (disestesias, neuromas, infecciones su-
perficiales, trastornos en la cicatrización), aunque en baja
proporción, son inherentes al tratamiento quirúrgico;
A B
— respecto a la estabilidad experimentada por el paciente
5 Fractura osteocondral de la vertiente lateral de la polea astragali- (estabilidad subjetiva) y a la laxitud residual demostrada en
na como consecuencia de un esguince. las radiografías dinámicas, el tratamiento quirúrgico parece
A. Imagen de frente en rotación interna a 20°.
B. Imagen de perfil.
ser ligeramente mejor, pero tal superioridad desaparece si
se considera la aparición de recidivas, reflejo de la estabili-
dad objetiva;
— el período de incapacidad bajo tratamiento funcional
es, por el contrario, dos a cuatro veces más corto que cuan-
do se procede a la inmovilización o a la cirugía, si bien des-
de este punto de vista se obtienen mejores resultados con la
inmovilización sola que con el tratamiento quirúrgico aso-
ciado [40];
— entre todos los autores, sólo Prins [62] y Sava [74] reco-
miendan un procedimiento quirúrgico ante un esguince
grave; el resto, en cambio, es partidario de un tratamiento
conservador, preferiblemente funcional antes que con yeso
[27, 53, 76, 94]; no obstante, varios proponen actuar quirúrgica-
mente en pacientes que presentaban hiperlaxitud o inesta-
bilidad antes del accidente [21, 89], así como en individuos jó-
venes y deportistas [9, 15, 33, 39, 43], mientras que Povacz [61] no
considera que estos dos últimos criterios propicien una acti-
A B tud quirúrgica; por otra parte, aunque según los resultados
de las series basadas en deportistas de alto nivel la cirugía se
6 Control a los 7 meses tras reparación ligamentosa y osteosíntesis muestre superior a la inmovilización con yeso [41, 66], la pri-
de los pequeños fragmentos mediante tornillos.
A. Imagen de frente. mera parece ser equivalente al tratamiento funcional [41].
B. Imagen de perfil. Si bien el tratamiento quirúrgico del esguince grave aislado
puede concebirse aún en la actualidad en individuos jóve-
nes y deportistas, el tratamiento conservador constituye la
segunda semana en el caso de las lesiones ligamentosas pu- regla y se debe optar, en la medida de lo posible, por el tra-
ras. Algunos profesionales han propuesto, de manera acer- tamiento funcional mediante ortesis amovible.
tada, la aplicación de los principios del tratamiento funcio-
nal en la fase postoperatoria utilizando ortesis amovibles Rehabilitación
para acelerar la recuperación funcional [3, 39, 94]. Cualquiera que sea el método terapéutico elegido, deberá
estar seguido por la rehabilitación.
Discusión e indicaciones terapéuticas Se iniciará precozmente luego del método funcional o tras
La actitud terapéutica en los esguinces benignos y de grado el retiro de una eventual contención rígida. Sus objetivos
intermedio (Trevino I y II) es unívoca y radica en el trata- consisten en luchar contra los trastornos tróficos (masajes
miento funcional mediante vendaje cohesivo o adhesivo, para eliminar el infiltrado hístico y fisioterapia mediante
eventualmente precedido de varios días de reposo, según el ultrasonidos o ionización), la rigidez articular (especialmen-
protocolo RICE (cfr. supra). te la dorsiflexión tibioperoneoastragalina en carga y la de la
La coexistencia de lesiones osteocondrales (Trevino IVb) articulación subtalar) y la amiotrofia (peroneo lateral corto
obliga a recurrir a la cirugía, la cual soluciona el conflicto y largo, extensor común de los dedos, extensor corto del
ligamentoso además del problema óseo. La luxación de los dedo pulgar y tríceps sural). La rehabilitación propioceptiva
tendones peroneos también constituye una indicación qui- debe iniciarse en cuanto el dolor lo permita, añadiendo pro-
rúrgica, ya que impide la cicatrización del fascículo medio gresivamente los diferentes parámetros denominados de
(Trevino IIIc2). En estos casos parece prudente optar por complejidad (cuadro II) [58]. Ha de ser prolongada para dar
una inmovilización estricta en lugar de una amovible. tiempo a que se recupere el circuito del reflejo medular cor-
Los arrancamientos óseos de inserción (Trevino IVa y IVc) to, a su vez dependiente de la corteza cerebral [65], capaz de
y las lesiones de los tendones peroneos por distensión (Tre- proteger las estructuras ligamentosas y también necesario
vino IIIc1) no constituyen una indicación quirúrgica for- para volver a memorizar, y posteriormente automatizar, la
mal, por lo que la actitud es frecuentemente idéntica a la protección articular activa a través de la actividad muscular
adoptada en las lesiones aisladas del LLE. anticipada.

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Aparato locomotor ESGUINCES DEL TOBILLO E – 14-792

Cuadro II.– Progresión de los parámetros de complejidad en la


rehabilitación propioceptiva del tobillo según Peyre [58].

Paciente de pie en
bipedestación y
Parámetros Paciente sentado
posteriormente sobre
un solo pie

Control visual posible (ojos abiertos) imposible (ojos cerrados)

Plan de entrenamiento estable inestable

Eje del movimiento 1 2 y luego 3

Velocidad del movimiento lenta rápida

Amplitud del movimiento grande pequeña

Complicaciones A B
7 Inestabilidad crónica lateral.
No se insistirá en las lesiones asociadas que pueden compli- A. Radiografía estándar de frente, con el paciente acostado, con
car los esguinces del LLE cuando pasan desapercibidas: le- tendencia espontánea a la divergencia tibioperoneoastragalina.
sión ósea, fractura osteocondral de la polea astragalina, lu- B. Radiografía en equinovaro forzado (laxitud = 22°). Secuela de
xación de los tendones peroneos, síndrome fisurario del arrancamiento óseo del extremo del maléolo peroneo.
peroneo lateral corto. Sin embargo, se señalará que la com-
plicación fundamental de estas lesiones asociadas es el des-
conocimiento de su existencia, hecho que desemboca en
un cuadro de dolor residual a la altura del cuello del pie, a
distancia del área inicialmente dañada. Por lo tanto, su
diagnóstico precoz es muy importante.
Por el contrario, se expondrán detalladamente dos compli-
caciones que pueden afectar la historia natural de un es-
guince aislado: la inestabilidad y el conflicto doloroso cap-
sulosinovial anterior (impingement syndrome).

Inestabilidad crónica del tobillo


Clínica
Su origen se explica por la asociación de una laxitud cap-
8 Radiografía de perfil en cajón anterior, según el método de
suloligamentosa tibiotarsiana, como consecuencia de la dis- Castaing (cajón superior de 8 mm). Nótese la dificultad en obte-
tensión y falta de cicatrización de dichas estructuras y de un ner un perfil estricto durante esta maniobra.
trastorno en el control fisiológico de la propiocepción.
Ciertos factores asociados pueden agravar la percepción de
dicha inestabilidad: debilidad de los músculos peroneos an-
tagonistas, hiperlaxitud ligamentosa constitucional, pie ca- Diagnóstico por imágenes
vo, calcáneo varo [45] o inclinaciones en varo de la superfi- El estudio radiológico estático (proyección de frente en ro-
cie articular tibial [79]. Generalmente se manifiesta, dentro tación interna a 20° y en riguroso perfil) es imprescindible
de un contexto de esguinces repetidos, por una inseguridad para identificar estigmas de esguinces repetidos (arranca-
durante la carrera o la marcha en terreno accidentado, in- mientos óseos u osificaciones ligamentosas), lesiones asocia-
cluso en llano, a la que en ocasiones también se añade do- das (osteocondritis de la polea astragalina o sinostosis del
lor fuera de los episodios agudos. tarso posterior) y signos de artrosis incipiente.
El examen clínico está destinado a poner en evidencia la Las imágenes dinámicas (figs. 7A, 7B y 8) se realizan en am-
laxitud del LLE: en el plano frontal, en forma de un bam- bos tobillos siguiendo las condiciones técnicas análogas a las
boleo del astrágalo o mediante la aparición de una depre- descritas a propósito de las lesiones recientes, con la ventaja
sión premaleolar en equinovaro; y en el sagital, a través de de que su resultado no se ve perturbado por el dolor o las
un cajón astragalino anterior, visible (e incluso audible), en contracturas musculares. El umbral de positividad es de 10°
el momento de su reducción. Esta exploración ha de ser para la radiografía frontal en equinovaro, con lo que la medi-
bilateral y comparativa para poder descartar o apreciar una da del ángulo refleja bastante fielmente el grado de laxitud
posible hiperlaxitud constitutiva, quizás demostrable en (LPAA: 10 a 15°; LPAA y LCP: 20 a 25°; los tres fascículos: 30°
otras articulaciones (dedos, codos, hombros). Así mismo, el o más). En las imágenes de perfil se habla de laxitud por
examen evalúa la estática del pie (pie cavo, ángulo del retro- encima de 8 mm de cajón anterior, aunque el paralelismo
pié) y la sensibilidad y estabilidad de los tendones peroneos anatomorradiológico aquí es menos claro. La especificidad
(solicitando al paciente que se oponga activamente a una de estos estudios alcanza según Besse el 100 % [6], pero su
eversión del pie), al mismo tiempo que comprueba una sensibilidad es más aleatoria: aun cuando las verdaderas
movilidad articular conservada. Se complementa con el aná- roturas del LPAA se detectan casi siempre gracias a estas
lisis de la articulación subtalar, cuya estabilidad puede resul- radiografías dinámicas, las simples distensiones no ocasio-
tar perturbada por el menoscabo funcional del fascículo nan indefectiblemente una laxitud por encima del valor
medio o por la afectación concomitante de las fibras antero- umbral, sobre todo en la imagen en cajón anterior, cuya
laterales del ligamento calcáneo astragalino (interóseo). sensibilidad es menor. De ahí que estos estudios sólo tengan

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nica haya dado muestra de superioridad con respecto a las
otras, debe destacarse que los métodos de reconstrucción
cuentan con la ventaja de ser más anatómicos, inducir
menor grado de rigidez y no sacrificar ningún tendón adya-
cente. En cambio, se puede dudar acerca de la solidez del
tejido cicatricial reparado, por lo que en estos casos es pre-
ciso no vacilar en utilizar refuerzos locales, fundamental-
mente de origen perióstico. Un reciente estudio francés
comparativo y retrospectivo (técnica de Castaing versus col-
gajo perióstico) es favorable al colgajo perióstico [49].
Cualquiera que sea el método empleado, luego del trata-
miento quirúrgico debe inmovilizarse mediante bota de
yeso o resina durante 4 a 6 semanas con apoyo diferido,
9 Inestabilidad crónica lateral del tobillo. Artroescáner de tobillo
(corte transversal): ligamento peroneoastragalino anterior ausente. aunque el período de inmovilización puede reducirse a 2
semanas si se opta enseguida, como propone Jaeger [3, 39],
por el uso de una ortesis amovible.
En este campo, los artroscopistas han intentado realizar su
aporte. Si bien es cierto que en la actualidad la artroscopia
es una práctica terapéutica habitual en las osteocondritis de
la polea astragalina, aún debe demostrarse su utilidad en el
tratamiento de la inestabilidad. Únicamente Hawkins [36],
en una serie de 25 pacientes, ha señalado su experiencia de
reparación y fijación del LPAA mediante artroscopia, con
un solo fracaso.

10 Inestabilidad crónica lateral del tobillo. Artroescáner de tobillo


(reconstrucción frontal): muñón del ligamento calcaneoperoneo.
Conflicto hístico anterolateral
El dolor anterolateral residual tras traumatismo de tobillo en
inversión afecta del 5 al 20 % de los pacientes, según las
series. Las causas son múltiples: osteocondritis del astrágalo;
interés cuando son positivos ya que su negatividad no des-
fracturas ignoradas o desdeñadas (condrales u osteocondra-
carta completamente una distensión ligamentosa.
les del astrágalo o del pilón tibial, apófisis externa del astrá-
El artroescáner parece útil en estos casos (figs. 9 y 10) pues-
galo, apófisis menor del calcáneo o cuboides); patologías de
to que, según el trabajo de Besse [6], alcanza una sensibili-
los tendones peroneos (tendinitis, síndrome fisurario o
dad del 100 % para las lesiones del LPAA y permite apreciar
subluxación); síndrome del seno del tarso, o inestabilidad
su gravedad (distensión, rotura o fibrosis). Esta técnica tam-
crónica dolorosa.
bién ofrece la posibilidad de analizar minuciosamente el
cartílago en búsqueda de lesiones osteocondrales y facilita La proliferación de un tejido sinovial en la encrucijada entre
cortes centrados en el seno del tarso. el astrágalo, el peroné y la región anterior de la tibia puede
igualmente ser motivo de un síndrome doloroso secundario
La RM simple es de poca utilidad en la evaluación de las
a un esguince. Descrita por primera vez por Wolin [91] en
lesiones ligamentosas: sin duda alguna, al igual que con las
ocho pacientes que presentaban dolor y edema persistente
radiografías en equinovaro forzado, su especificidad es del
tras traumatismo en inversión en forma de «lesión menis-
100 % para el examen del LPAA pero su sensibilidad no
parece óptima (50 % para Chandnani [13]). En su opinión, cal», el origen de tal proliferación sigue siendo objeto de
sólo la artro-RM con gadolinio lograría una sensibilidad controversia. Algunos especialistas hacen hincapié en el
absoluta. papel de la sinovial de la articulación tibioperonea inferior
[34], en tanto que otros evocan la existencia de un ligamen-
Tratamiento to tibioperoneo anterior accesorio que, al hacer un efecto
Desde el punto de vista terapéutico, siempre debe recurrirse de cuerda en inversión, irritaría la sinovial [4]. Parece más
en un primer tiempo a una rehabilitación propioceptiva pro- probable que las lesiones capsuloligamentosas anterolatera-
longada, a la que puede agregarse el empleo de suelas dota- les, como las que se pueden encontrar en los esguinces por
das de una cuña posterior en pronación, incluso una tobille- inversión, ocasionen la proliferación de un tejido capsulosi-
ra o un vendaje elástico de tipo strapping para la práctica novial de carácter hipertrófico y cicatricial y, por consi-
deportiva. Si esto no brinda buenos resultados, se propondrá guiente, perjudicial [1, 35, 51]. Es así como se comprende la fre-
un tratamiento quirúrgico. Las técnicas son múltiples [44]: cuente asociación de dicha proliferación con antecedentes
— plastia de sustitución por un tendón próximo, completo de esguinces en inversión, que se describe en algunas publi-
o parte de él: peroneo lateral corto (Watson Jones, 1952; caciones recientes (83 % según Meislin [52], 89 % en opi-
Evans, 1953; Castaing, 1961; Christmann-Snook, 1969; Col- nión de Lahm [47] y 96 % para De Bernardino [17]).
ville, 1994); plantar delgado (Niethard, 1974; Anderson, Un crecimiento medial análogo ha sido igualmente descri-
1985); peroneo anterior (Mabit, 1966); to por Egol [23] tras esguince grave del ligamento lateral
— sutura directa de los fascículos dañados (Broström, 1966) interno, lo que refuerza la idea de la naturaleza postraumá-
o reconstrucción del aparato capsuloligamentoso (Duques- tica y ligamentosa en la patogenia de este síndrome.
noy, 1980; Ahlgren, 1989), eventualmente reforzado por El cuadro clínico aparenta ser bastante anodino: dolor y
una porción del ligamento anular anterior del tarso edema anterolaterales, sensación de molestia o cuerpo ex-
(Blanchet, 1975; Gould, 1980; Saragaglia, 1985) o por el traño e inseguridad dolorosa, en ocasiones con auténtica
periostio del peroné (Kuner, 1978; Roy-Camille, 1986). inestabilidad concomitante. El examen físico revela hiper-
Todos estos procedimientos han sido objeto de numerosas sensibilidad al palpar la región anterolateral del tobillo, por
publicaciones que se recogen en la Conferencia de actuali- encima o un poco más arriba del trayecto del LPAA, y a
zación impartida por Besse [5]. A pesar de que ninguna téc- menudo también al tensar este fascículo mediante manio-

página 8
Aparato locomotor ESGUINCES DEL TOBILLO E – 14-792

bras en equinovaro. Varios pequeños signos deberán ser


tenidos en cuenta: dolor [47] e incluso sensación de chas-
quido [52] en flexión dorsal y disminución de la amplitud de
dicha flexión cuando el pie se sitúa además en eversión [81].
Las radiografías estándar permiten descartar una osteocon-
dritis de la polea astragalina, fenómeno que no es excepcio- 1
nal en este conflicto. Ante la duda, el artroescáner puede
2
excluir la lesión condral pero la proliferación sinovial difícil-
mente se pone de manifiesto con este procedimiento. En
manos expertas, la RM [26, 35] puede contribuir al diagnóstico; 3
algunos autores consideran que en este caso la gammagrafía
con tecnecio [81] también puede ser útil. En un primer tiem-
po ha de intentarse un tratamiento conservador: reposo,
fisioterapia, antiinflamatorios por vía sistémica e infiltracio-
nes. Si esto no resulta satisfactorio, está indicada la explora-
ción artroscópica, por medio de la cual se localiza fácilmen-
te la proliferación y se consigue su extirpación sin dificultad,
obteniendo resultados muy buenos o excelentes en la mayor
parte de los casos: 85 % para Ferkel [26] y Lahm [47], 87 %
según Liu [48], 90 % en opinión de Meislin [52] y 96 % para 11 Vista del tobillo por su cara medial. 1. maléolo interno; 2. liga-
De Bernardino [17]. mento lateral interno (fascículo profundo); 3. ligamento lateral
interno (fascículo superficial).

Otros esguinces

Esguinces del ligamento lateral interno (LLI)


El LLI es un abanico fibroso y grueso que se extiende desde
el maléolo tibial hasta el calcáneo, el astrágalo y el liga-
mento calcaneoescafoideo inferior (figs. 1, 3 y 11). Com-
prende dos láminas bien individualizadas, principalmente
en su porción distal:
— la capa profunda desborda por detrás a la superficial y
se inserta en el extremo y la región posterior del maléolo
por arriba y a nivel del tubérculo posteromedial del astrá-
galo, por abajo;
— la capa superficial, o ligamento deltoideo, se inserta en
el borde anterior y en la cara medial del maléolo tibial y se
fija en forma de abanico de adelante hacia atrás sobre el A B
borde superior del escafoides, el cuello del astrágalo, el liga-
12 Esguince del ligamento lateral interno.
mento calcaneoescafoideo inferior y el sustentaculum tali.
A. Radiografía estándar de frente: arrancamiento óseo a nivel
Las lesiones del LLI son frecuentes en el marco de las equi- del maléolo interno.
valentes a fracturas bimaleolares, pero pueden surgir lesiones B. Control al cabo de un mes, tras tratamiento funcional por
aisladas. Sin embargo, son mucho menos comunes que los medio de una férula neumática amovible: consolidación del
esguinces del LLE (3 a 10 % de los esguinces de tobillo), por arrancamiento óseo.
una parte como consecuencia de la mayor solidez del LLI
con respecto al LLE y, por otra, por la relativa fragilidad del
maléolo tibial, que favorece las fracturas a expensas de los Las imágenes dinámicas en valgo sólo tienen interés en caso
esguinces. Los esguinces aislados del LLI, al contrario que los de indicación quirúrgica: fractura osteocondral o incarcera-
del LLE, no se producen a raíz de un simple paso en falso ción ligamentosa. Fuera de tales circunstancias, el tratamien-
[64]; se originan sobre todo tras una caída desde una altura o to suele ser conservador, por medio de inmovilización con
por un traumatismo deportivo violento (bloqueo o paso yeso o resina durante 4 a 6 semanas o siguiendo el método
funcional (strapping u ortesis amovibles y fisioterapia).
sobre un balón, caída de un aparato de gimnasio, etc.).
Desde el punto de vista clínico, el hematoma es con fre-
cuencia menos importante que en los esguinces del LLE Esguinces de la sindesmosis
pero la equimosis alrededor y por debajo del maléolo inter- Los ligamentos de la sindesmosis (figs. 1, 2 y 3) están consti-
no tiende clásicamente a difundirse con rapidez hacia el tuidos por el ligamento tibioperoneo anterior (que se extien-
arco medial del pie; en esta forma aislada, la palpación del de desde el tubérculo de Tillaux hasta el borde anterior del
conjunto del peroné resulta indolora. maléolo peroneo), el ligamento tibioperoneo posterior (que
El estudio radiológico estático (tobillo de frente, de frente se extiende desde el tubérculo posterolateral de la tibia hasta
en rotación interna a 20° y de perfil) permite descartar un la vertiente posterior del maléolo peroneo) y el ligamento
arrancamiento del extremo maleolar (fig. 12), una incarce- tibioperoneo interóseo, que se prolonga por la membrana
ración del LLI en forma de diastasis talomaleolar medial y interósea. Al asegurar el mantenimiento de la congruencia
una fractura osteocondral de la polea astragalina (a nivel articular (ligamento tibioperoneo anterior: 36 %; ligamento
del ángulo superomedial y lateral). tibioperoneo posterior: 42 %; y ligamento tibioperoneo inte-

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róseo: 22 %, según Ogilvie-Harris [57]), estas estructuras el squeeze test descrito por Hopkinson [38]: la compresión
hacen posible el reparto armonioso entre tibia y peroné de proximal de la pantorrilla y del peroné provoca una sepa-
las fuerzas transmitidas al astrágalo. Desde el punto de vista ración distal [80] y desencadena dolor en la sindesmosis. El
mecánico, su ausencia equivale a la resección del maléolo tratamiento se basa en la inmovilización mediante bota de
peroneo. yeso o resina durante 4 a 6 semanas con apoyo parcial dife-
Las lesiones de los ligamentos de la sindesmosis son propias rido. En caso de hallar diastasis en las radiografías estándar,
de las fracturas bimaleolares que acontecen en pronación. la sutura o la reinserción con grapa pueden protegerse
Las lesiones aisladas, por el contrario, son menos habituales fácilmente mediante el atornillamiento temporal por enci-
(1 % de los esguinces de tobillo). Es el ligamento tibiope- ma de la articulación correspondiente a la sindesmosis.
roneo anterior el más frecuentemente dañado por un
mecanismo brusco de rotación externa del pie (esquí), si
bien se han descrito casos de lesión aislada del ligamento Los autores agradecen al Dr. M. Dupuis (Jefe del Servicio de
tibioperoneo posterior tras bloqueo con apoyo (fútbol) [16]. Radiodiagnóstico, Centro de Traumatología y Ortopedia, Illkirch) por su
valiosa colaboración en la iconografía y al Profesor D. Chaveaux (Jefe del
La flexión dorsal del pie y la colocación en valgo del tobillo Servicio de Cirugía Ortopédica, Hospital Universitario Pellegrin, Burdeos)
con rotación externa del pie resultan dolorosas, al igual que por sus consejos acerca de los síndromes de interposición hística.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Bonnomet F, Clavert P et Kempf JF. Entorses de la cheville.
Encycl. Méd. Chir. (Elsevier, Paris-France), Appareil locomoteur, 14-089-A-10, 1999, 8 p.

Bibliografía

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