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SIEMBRA EN MANTAS ORGÁNICAS: ESTABLECIMIENTO DE NUEVAS ESPECIES Y


APLICACIONES PARA LA RESTAURACIÓN DE TALUDES

Patricia Casal
Lda. en Biología. Laboratorio de Ecología Aplicada, Departamento de Ecología y Biología Animal.
Facultad de Ciencias, Universidad de Vigo (UVI). Campus As Lagoas-Marcosende. 36200 Vigo,
Pontevedra.

Jorge Durán
Ldo. en Biología. Laboratorio de Ecología Aplicada (UVI).

Javier Montalvo
Dr. en Ecología y Medio Ambiente. Profesor Titular de Ecología. Laboratorio de Ecología Aplicada
(UVI).

RESUMEN: Se estudian las aptitudes de varias especies de plantas frugales y autóctonas


de interés para la revegetación, control de la erosión y estabilización superficial de taludes,
para su uso mediante siembra en nuevos tipos de mantas orgánicas. Se examina
experimentalmente la densidad y el crecimiento de tres nuevas especies de gramíneas
perennes, no disponibles en el mercado, que se comparan con otra de uso comercial y
aplicación convencional. El experimento se realizó en condiciones controladas con dos dosis
de siembra y sobre tres prototipos de manta orgánica, compuestas por nuevos
biomateriales, que se instalaron sobre una capa de tierra vegetal que simula un suelo
natural sin vegetación. Todas las especies estudiadas se establecen en los tres tipos de
manta, y no existen efectos destacables del tipo de manta sobre el número de plantas o la
cobertura vegetal. Las gramíneas autóctonas muestran una densidad suficiente, entre 250 y
700 plantas/m2 con la dosis de siembra alta. Este resultado es relevante porque algunas de
ellas es la primera vez que se usan con este fin. Las mantas orgánicas permiten también el
establecimiento de otras plantas desde semillas presentes de forma natural en la tierra
vegetal, en particular de especies dicotiledóneas anuales, y sin efectos significativos del tipo
de manta. Finalmente, los resultados sugieren que el carácter frugal de las gramíneas
autóctonas es un atributo que asegura un establecimiento a medio plazo de una cobertura
vegetal más efectiva en el control de la erosión que otras gramíneas de uso convencional.
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1 INTRODUCCIÓN
La construcción de vías de comunicación e infraestructuras viarias conlleva la modificación
de la topografía y la generación de taludes con problemas de inestabilidad y riesgos de
erosión. Las técnicas de ingeniería ecológica enfatizan el uso de sistemas autosostenibles y
efectivos, en particular plantas y materiales vegetales, para proteger los taludes de la
erosión y mejorar su estabilidad, como alternativa o complemento a ciertas soluciones de la
ingeniería civil o geotécnica convencional (Gray y Sotir, 1996; Schiechtl y Stern, 1996;
López-Jimeno, 1999; Kangas, 2003).

Entre los métodos de control de la erosión y estabilización de taludes más usados destacan
las cubiertas protectoras no vivas (CPNV) y la vegetación (Morgan y Rickson, 1995), cuyo
uso se recomienda en aplicaciones de geotecnia vial y está muy generalizado (Gómez y
González, 2000; Contreras, 2000; Casas, 2000; Navarro y Pando, 2003), especialmente en
las carreteras de Norteamérica (WSDOT, 2001; Government of Alberta, 2003). Entre las
CPNV se incluyen mulchs, geotextiles sintéticos y redes y mantas orgánicas de origen
natural (Rickson, 1995). La vegetación usualmente se establece desde semillas introducidas
mediante hidrosiembra. Ambas cubiertas –viva y no viva–, interceptan agua, mejoran la
permeabilidad del suelo, aumentan la infiltración, minimizan la escorrentía y reducen los
riesgos de compactación y encostramiento. Además, las raíces de las plantas refuerzan la
cohesión superficial del terreno (Gray y Leiser, 1982), y la cobertura vegetal mejora los
aspectos estéticos y paisajísticos, que son también importantes en el marco de una
restauración multiobjetivo (ATC, 2000).

La selección de las especies vegetales debe realizarse teniendo en cuenta las


características ambientales intrínsecas del talud donde pretenden usarse (Brown y Amacher,
1999; Cano y Montalvo, 2003), muchas veces limitantes en cuanto a disponibilidad de agua
y nutrientes (Cano y otros, 2002). El uso conjunto de la vegetación y las mantas orgánicas
puede ser muy positivo, y ambas técnicas son complementarias y pueden promueven la
estabilización de una forma integrada. Las mantas proporcionan una protección inmediata
contra la erosión y previenen la pérdida de semillas por procesos erosivos, favoreciendo el
establecimiento de plantas, por eso se utilizan antes o después de la hidrosiembra o se
incorporan a la propia manta (English, 1997). Una vez establecidas las plantas, las mantas
favorecen su crecimiento porque mantienen niveles adecuados de humedad y nutrientes.

Algunas mantas y otros tipos de CPNV usados frecuentemente, tanto por el tipo de
materiales constituyentes como por sus características físicas, son inadecuadas porque
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limitan el crecimiento de las plantas y el desarrollo de una vegetación efectiva, que a largo
plazo, es la que proporciona una protección persistente contra la erosión (Menashe, 2001).
En muchos casos, las especies de plantas sembradas son inapropiadas, ya que son
variedades de especies seleccionadas para cultivo agrícola o céspedes de uso ornamental.
Con frecuencia el uso de especies no adaptadas hace fracasar los proyectos de
revegetación, generando costes y riesgos innecesarios (Cano y otros, 2001).

En el marco del proyecto de I+D ‘Estabilización biotécnica de taludes: nuevos materiales y


sistemas de refuerzo integrados’, financiado por la Secretaría de Estado de Infraestructuras
del Ministerio de Fomento, se estudian las aptitudes de nuevas mantas orgánicas y especies
de gramíneas perennes autóctonas para mejorar las técnicas disponibles en España para su
uso integrado en proyectos de estabilización y restauración de taludes.

Los objetivos de este trabajo son (1) estudiar si tres tipos de mantas orgánicas elaboradas
con materiales de origen vegetal y local permiten el establecimiento a corto plazo de
especies autóctonas de gramíneas perennes, y (b) examinar si estas mantas facilitan el
establecimiento de otras especies no sembradas, presentes de forma natural en el suelo.

2 MATERIAL Y MÉTODOS
Se ensayaron tres prototipos de nuevas mantas orgánicas (MO). Las MO son
biodegradables y se componen de materiales derivados del procesado de biomasa de
cuatro especies vegetales comunes en los montes de Galicia, con bajo coste relativo debido
a su gran disponibilidad local: P (especie arbórea perennifolia), H (especie herbácea) y T
(dos especies arbustivas). Dos tipos de MO se componen de la mezcla al 50% de los
biomateriales P o T con H, y se denominan PH y TH, respectivamente. El tercer tipo de MO
se elaboró con el biomaterial H, al cual se añadió almidón como aditivo y se identifica como
Hm.

En el laboratorio se realizó la clasificación textural de los biomateriales que constituyen las


MO según la composición en peso de tres fracciones de distinto tamaño. Además, se
determinaron la densidad aparente y capacidad de retención de agua. Por último, se
observó cierta compactación natural en las MO, a lo que contribuyó el riego experimental,
por lo que se midió el espesor final alcanzado a los 15 días desde el inicio del experimento
(Tabla 1).
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Tabla 1. Propiedades físicas de tres prototipos de mantas orgánicas (MO) sobre las que se
sembraron las especies estudiadas.

Espesor Densidad Retención de humedad


Tipo de MO Textura
(cm) (mg/cm3) (g agua/g MO)

PH Media-fina 2,3 34,8 5,4


TH Fina-media 2,2 41,3 5,0
Hm Fina 1,6 49,1 5,2

Las especies autóctonas usadas para el estudio fueron tres gramíneas perennes: Agrostis
curtisii (panasco), Pseudarrhenatherum longifolium (tortero falso) y Stipa gigantea (berceo).
Como especie de uso comercial común, se eligió Lolium perenne (raigrás inglés) en
concreto la variedad Belfort. Se emplearon dos dosis de siembra: alta (600 semillas/m2) y
baja (1200 semillas/m2), de todas las especies excepto de berceo, para la que sólo se utilizó
la dosis alta, por no disponer de semillas suficientes de esta especie. Las semillas de
especies autóctonas fueron recolectadas de forma manual y mecanizada, en poblaciones
silvestres próximas al lugar donde se realizó el experimento.

El estudio por tanto cuenta con un diseño experimental factorial, estudiando la influencia del
tipo de MO, especie y dosis de siembra sobre el establecimiento a corto plazo de la
vegetación (21 tratamientos). Se llevó a cabo en una parcela de investigación situada al aire
libre, en el Campus Universitario de Vigo, utilizando un sistema experimental de celdas de
madera, de dimensiones 50x60 cm y 20 cm de altura. Para cada tratamiento se asignaron
aleatoriamente cuatro celdas (réplicas) que constituyeron las unidades de análisis (84 celdas
en total). En cada celda se colocó una capa de 5 cm de altura de árido (Ø= 1-2 mm) para
favorecer el drenaje, y sobre esta capa se colocó otra de 5 cm de espesor de tierra vegetal
procedente de un desmonte, que simula un suelo natural sin vegetación y equivale a una de
técnica común usada para favorecer la revegetación de taludes. Finalmente, se colocó la
MO no tejida con un espesor inicial de 2,5 cm. La siembra se realizó de forma manual,
distribuyendo uniformemente las semillas en la superficie de las MO. Las celdas se
sometieron a un riego experimental mediante un sistema de microdifusores distribuidos
uniformemente. Se regó con una frecuencia de tres riegos diarios de 46 l/m2 que aseguraron
una buena humectación.

En cada celda se midieron la densidad de plantas, la cobertura vegetal total, la cobertura


individual de las especies sembradas y la cobertura espontánea de otras especies de
plantas no sembradas. La densidad de plantas se estimó mediante contaje directo de cinco
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cuadrados de 10x10 cm por celda distribuidos aleatoriamente. La cobertura se estimó a los


dos meses de la siembra mediante fotografía digital de alta resolución del área total de cada
celda. Las imágenes digitales se analizaron individualmente con el programa Adobe
Photoshop (Adobe Systems Inc., 2003, Richardson y otros, 2001, Klassen y otros, en
prensa). Se seleccionó la gama de colores correspondiente a la cobertura vegetal de cada
fotografía. Esta selección se realizó seis veces por fotografía empleando un píxel diferente
cada vez y la misma tolerancia. Se estimó el porcentaje de píxeles de la gama de color
seleccionada (cobertura vegetal total) respecto al número total de píxeles de la fotografía
(superficie total muestreada) (Casal, en realización). La cobertura de las especies
sembradas y de otras especies vegetales fue estimada visualmente empleando una escala
ordinal de cobertura vegetal condicionada por los valores de cobertura total registrados.

Los valores medios de densidad de las especies sembradas y cobertura vegetal total se
compararon mediante un test LSD (p<0,05), previo Anova de tres factores. Los datos se
transformaron logarítmicamente para su análisis. La cobertura de las especies sembradas y
de otras especies fue analizada mediante los tests de Kruskal-Wallis y U de Mann-Whitney.

3 RESULTADOS

3.1 Densidad de plantas de las especies sembradas

No se aprecia un efecto relevante del tipo de MO sobre la densidad de plantas de las


especies estudiadas (Fig. 1). En general, todas la MO presentan una densidad suficiente, ya
sea de la especie comercial o de las especies autóctonas. Éstas muestran una densidad
entre 250 y 700 plantas/m2 con la dosis de siembra alta, y entre 80 y 400 plantas/m2 con la
dosis baja.

Existen diferencias de densidad entre especies muy significativas, aunque varían según el
tipo de MO. En general tortero presenta una densidad menor que el resto de las especies,
aunque las diferencias no son significativas en todas las MO y cambian según la dosis de
siembra. Con la dosis alta se observa una densidad más alta en la especie comercial en los
tres tipos de MO (Fig. 1a), aunque en general las diferencias con las especies autóctonas no
son significativas, salvo con tortero. Esta especie presenta en los tres tipos de MO una
densidad muy inferior a la alcanzada por raigrás. No obstante, tortero sólo muestra una
densidad significativamente menor que las otras especies autóctonas en Hm.
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Con la dosis baja no ocurre lo mismo (Fig. 1b). Los valores de densidad de raigrás siempre
son significativamente más altos que los de las especies autóctonas, excepto en la MO TH,
en la cual no difiere significativamente de la densidad de panasco, aunque sí de la de
tortero.

Figura 1. Valores medios de densidad de las especies sembradas con dosis alta (a) y baja (b) en
distintos tipos de manta orgánica. Nótese la escala logarítmica. Las barras representan el error
estándar, que es inapreciable en casi todos los casos. Letras distintas indican diferencias
estadísticamente significativas.

Las diferencias de densidad entre la especie comercial y las autóctonas son particularmente
relevantes con la dosis baja. Si comparamos la densidad de cada especie entre ambas
dosis de siembra, encontramos que la especie comercial no difiere significativamente entre
dosis alta y baja. Sin embargo, no ocurre lo mismo en las especies autóctonas. Salvo en un
caso, la densidad de estas especies con la dosis alta es significativamente superior a la
dosis baja. La dosis alta de siembra mejora el establecimiento de plántulas en las especies
autóctonas, excepto en panasco en TH, que presenta una densidad inferior con dosis alta.
Sin embargo una dosis de siembra alta de la especie comercial no produce un aumento
significativo en la densidad de plantas.

Los valores estimados de densidad de raigrás en algunos casos superan la dosis de


siembra, lo que sugiere una probable concentración de las semillas en la superficie de la
MO, que ocasionan una alta densidad local de plántulas. Este fenómeno probablemente
afectó también a las especies autóctonas, pero en la especie comercial es quizá más
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perceptible ya que su poder germinativo supera al de las semillas de las especies


autóctonas.

3.2 Cobertura vegetal total

No existen diferencias significativas de cobertura vegetal total entre tipos de MO (Fig. 2). La
cobertura no es muy alta pues corresponde a la fase inicial de establecimiento de la
vegetación. Las MO presentan una cobertura vegetal de hasta un 40%. Sin embargo,
destacan las diferencias significativas observadas entre tipos de especies sembradas, y, con
menor importancia, un leve efecto de la dosis de siembra, mayor densidad con dosis alta.

Figura 2. Valores medios de cobertura vegetal total en tres tipos de manta orgánica
sembradas con diferentes especies y con dosis alta (a) y baja (b). Las barras indican el error
estándar. Letras diferentes indican diferencias estadísticas significativas.

En las MO sembradas con dosis alta, en general la cobertura total es mayor con la especie
comercial que con las especies autóctonas (Fig. 2a), si bien no ocurre lo mismo en todos los
tipos de MO. En TH no existen diferencias de cobertura total entre las MO sembradas con
raigrás, panasco o berceo. No existen diferencias de cobertura total entre tratamientos con
especies autóctonas en ningún tipo de MO, alcanzando una cobertura total que puede
suponer poco más del 60% de la observada en la MO sembradas con la especie comercial.

Con dosis de siembra baja las diferencias de cobertura total entre tratamientos dependen
del tipo de MO (Fig. 2b). En TH y Hm no existen diferencias significativas de cobertura total
entre raigrás y panasco, siendo con tortero significativamente menor, entre la mitad y un
tercio, que la observada con otras especies, de forma coherente con la tendencia observada
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con dosis alta. En PH sucede lo inverso: no existen diferencias entre raigrás y tortero, y con
panasco la cobertura total es significativamente inferior a las de otros tratamientos.

3.3 Componentes de la cobertura vegetal total

No se observan efectos significativos del tipo de MO sobre la cobertura individual de las


especies sembradas (Fig. 3a,b). Sin embargo, existen diferencias significativas entre
especies, aunque nunca dentro del grupo de especies autóctonas. Las especies autóctonas
mostraron un crecimiento adecuado en las MO, alcanzando una cobertura de hasta un 10%,
en ambas dosis de siembra. En general, raigrás muestra una cobertura más alta para ambas
dosis de siembra, aunque no es diferente estadísticamente de las especies autóctonas en
todos los tipos de MO. Con dosis de siembra alta, la cobertura de raigrás es del 20-30%,
pero sólo supera a las especies autóctonas en Hm. Con dosis de siembra baja, la cobertura
de raigrás es algo inferior y más variable según el tipo de MO, del 10-30%, siendo
significativamente superior a la cobertura de autóctonas en todas las MO excepto en PH.

Con dosis de siembra alta la cobertura de raigrás tiende a ser mayor, aunque no difiere
significativamente de la registrada con dosis baja. Tampoco las autóctonas presentan
diferencias significativas de cobertura entre dosis.

No existen efectos significativos del tipo de MO sobre la cobertura vegetal espontánea, es


decir, de especies no sembradas (Fig. 3c,d). En todos los tipos de MO, con independencia
del tipo de dosis de siembra y de la especie sembrada, la cobertura vegetal espontánea es
del 10-20%, y corresponde a especies dicotiledóneas anuales (predominan de la familia
compuestas).

Tampoco hay efectos significativos de las especies sembradas sobre la cobertura


espontánea relacionados con la dosis de siembra. Este resultado sugiere que las diferencias
de cobertura total dependen de la cobertura de las especies sembradas, y no de la
cobertura de otras especies. No obstante, los efectos de la especie sembrada son
diferentes, según la dosis de siembra de que se trate. Con la dosis alta (Fig. 3c) no se
observa un efecto claro de la especie. Con la dosis baja, sin embargo, la tendencia es una
menor cobertura de otras especies si se ha sembrado raigrás, si bien la cobertura con esta
especie no difiere significativamente de la observada con panasco en PH y no se diferencia
significativamente de la presente con tortero en TH y Hm (Fig. 3d).
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Figura 3. Valores promedio (rango medio) de cobertura de las especies sembradas (a, b) y de
otras especies (c, d) en distintos tipos de mantas orgánicas sembradas con dosis alta y baja.
Letras distintas indican diferencias estadísticas significativas.

4 DISCUSIÓN Y APLICACIONES

4.1 Aptitudes de las mantas orgánicas para el establecimiento de las plantas

Desde un punto de vista global, los tres prototipos de MO ensayados son adecuados para la
germinación y el crecimiento de las especies vegetales, ya que con una densidad de plantas
relativamente elevada y permiten el establecimiento de una cobertura vegetal razonable a
corto plazo, a dos meses desde la siembra. La densidad de plantas es muy superior a la que
presentan poblaciones silvestres persistentes de panasco y tortero (Navia y otros 2003,
Montalvo y otros, en prensa). Además, en el caso de tortero y berceo no se conocen
antecedentes de siembra con fines de revegetación, ni de siembra de las tres especies
autóctonas en mantas orgánicas.

Un análisis detallado de los resultados de la especie comercial respecto a los de las


autóctonas permite evaluar el significado de sus ventajas relativas. El análisis de los
componentes de la cobertura total sugiere que esta variable expresa fundamentalmente las
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diferencias la cobertura de las especies sembradas, ya que la cobertura de otras especies


es similar entre tratamientos. A veces la densidad o la cobertura específica de raigrás es
similar a la de las autóctonas, lo que subraya la capacidad potencial de estas últimas. En
otros casos, la cobertura específica de raigrás es mayor, y por tanto la cobertura total, lo que
apunta una aparente ventaja a corto plazo de esta especie. Raigrás es capaz de presentar
un crecimiento más rápido y alcanzar una mayor biomasa individual que las restantes
especies estudiadas, aunque el tamaño máximo que puede llegar a alcanzar no supera en
ningún caso a las autóctonas (15-20 cm). Éstas podrían igualar la cobertura de la especie
comercial en el mismo tiempo simplemente incrementando la dosis de siembra.

El menor establecimiento relativo de plantas de raigrás con dosis de siembra alta que baja,
quizá resulta de la competencia intraespecífica tras la germinación, que podría causar una
mayor mortalidad de plántulas. Al tratarse de una variedad seleccionada de una especie de
uso forrajero, probablemente es aún mayor su necesidad de recursos para el crecimiento y
también la vulnerabilidad a competencia en esta fase sensible. Una dosis de siembra alta
sería excesiva e incluso perjudicial para la supervivencia de las plántulas de raigrás, y, por
tanto, para el establecimiento a corto plazo de una cubierta vegetal protectora. Por el
contrario, esta misma dosis en las especies autóctonas parece determinar un aumento
significativo de la densidad de plantas, alcanzando en algunos casos valores similares a los
de la especie comercial, lo que sugiere una mejor respuesta adaptativa ante recursos
limitantes debido a su carácter frugal (Cano y Montalvo, 2003). Las gramíneas autóctonas
estudiadas exhiben una germinación y crecimiento adecuadas que apuntan hacia un uso
exitoso en la revegetación de áreas degradadas combinadas con las mantas orgánicas, tal
como sustentan las investigaciones de campo y vivero con estas especies (Pywell y otros,
1996; Navia y otros, 2002; Durán y otros 2003a,b; Pestaña y otros 2003a,b,c).

Raigrás probablemente compite mejor por los recursos que las especies autóctonas. En este
sentido, una mayor cobertura de raigrás pudo haber limitado la disponibilidad de luz y el
crecimiento de otras especies, particularmente con la dosis baja. Esto sugiere que una dosis
alta de raigrás quizá limita la cobertura de otras especies más que la misma dosis de las
especies autóctonas.

La cobertura de las especies autóctonas es similar a la comercial en las MO que presentan


un menor volumen de agua disponible, bien por su textura más gruesa y mayor drenaje
potencial (PH, ambas dosis), bien por un consumo más intenso derivado de una mayor
densidad de plantas (TH con dosis alta). En cambio, la cobertura de autóctonas es menor
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que la comercial en las MO con mayor disponibilidad hídrica, bien por su textura más fina y
menor drenaje potencial (Hm, ambas dosis), bien por un menor consumo por una densidad
menor de plantas (TH con dosis baja).

La similar cobertura de otras especies en diferentes tipos de MO sugiere que en su mayoría


proceden de semillas presentes de forma natural en la capa de tierra vegetal usada como
base, sin descartar su presencia como integrante de los materiales vegetales empleados
para la fabricación de las MO o la dispersión por el viento. También sugiere que los
materiales y propiedades de las diferentes prototipos de MO no influyen apreciablemente
sobre el desarrollo de una cubierta espontánea. Las MO no impiden la germinación de
semillas presentes bajo las MO y el establecimiento de plántulas, lo que es compatible con
las dosis de siembra aplicadas. En su mayoría son plantas anuales de crecimiento rápido
capaces de proporcionar una interesante cobertura en poco tiempo, aunque no muy
duradera. Esta cobertura contribuye, junto a la establecida controladamente por las especies
sembradas, a incrementar la fijación inicial de las MO y su cohesión mediante un tejido
interno y un cosido de las MO a la superficie subyacente a través de su sistema radicular.
Este entramado promueve así la reducción precoz del riesgo de escorrentía y de erosión
inicial de semillas de las especies perennes autóctonas sembradas, y facilita su crecimiento
–más lento en general–, y establecimiento a medio y largo plazo.

4.2 Aplicaciones a la restauración de taludes

Las propiedades de las mantas orgánicas son favorables para el establecimiento de una
vegetación protectora de la superficie del talud. Su textura y otras propiedades físicas
facilitan que las semillas queden retenidas y repartidas uniformemente en la superficie del
terreno, promoviendo su germinación, lo cual es particularmente importante en taludes no
rocosos con alta pendiente (Demars y otros, 2000; Tyler, 2003; Government of Alberta,
2003). La capacidad de retención de humedad crea unas condiciones óptimas para la fase
crucial de germinación y establecimiento de las plantas, por eso son especialmente
adecuadas para taludes, en los que la clave del éxito de la siembra reside en superar la fase
en que las semillas son muy vulnerables a la erosión. La coloración oscura de las MO
promueve una mayor absorción de radiación y crea un ambiente térmico favorable para la
germinación. Esto hace que las MO ensayadas sean adecuadas en aplicaciones conjuntas
con hidrosiembras, pues minimizan las pérdidas de semillas por erosión y predación
(English, 1997; GSWCC, 2000).
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Un espesor delgado como de las mantas es suficiente para su función protectora del suelo y
las semillas, a la vez que permite un buen crecimiento inicial y enraízamiento de las
especies vegetales, tanto sembradas como no sembradas, en el terreno subyacente. Estas
nuevas mantas orgánicas presentan una capacidad de adherencia a una superficie irregular
(Morgan y Rickson, 1995) y promueven su propia auto-fijación al terreno a través de las
especies vegetales porque favorecen su establecimiento, constituyendo un sistema con
aptitudes protectoras sinérgicas, muy útil para la estabilización de laderas y taludes.
Instalado sobre la superficie de un talud constituye un sistema de protección integrado,
manta-vegetación, con una cubierta vegetal diversificada, que puede ser efectivo en el
control de la erosión desde fases tempranas y en la estabilización ecológica a largo plazo.

Finalmente, el uso de este sistema de protección integrado, no sólo puede presentar efectos
geotécnicos favorables, sino que contribuye también a la restauración de la calidad visual y
a la integración eficaz de los taludes en el entorno de las infraestructuras de transporte
(ATC, 2000).

5 CONCLUSIONES
Las mantas orgánicas estudiadas son adecuadas para el establecimiento de especies
vegetales introducidas mediante siembra.

Las mantas orgánicas analizadas son compatibles con el establecimiento de especies de


plantas presentes en forma de semillas en el terreno o colonizadoras de forma natural.

Las nuevas especies autóctonas presentan una capacidad de establecimiento a corto plazo
adecuada, comparable a la de una especie de amplio uso en proyectos de estabilización de
taludes.

AGRADECIMIENTOS
Este trabajo forma parte del proyecto de I+D ‘Estabilización biotécnica de taludes: nuevos
materiales y sistemas de refuerzo integrado’, financiado por el Ministerio de Fomento.

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