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1.

CONCEPTOS Y MODELOS
1. DISTINCIONES TERMINOLÓGICAS

En primer lugar, se utilizó el término psicodiagnóstico (procedente de la psiquiatría), pero


actualmente tal denominación ha perdido parte de su vigencia. Se sigue utilizando cuando el
objetivo de la evaluación es el diagnóstico psicopatológico (para establecer una clasificación
del sujeto en un estudio con fines clínicos), pero la evaluación psicológica (que incluye el
diagnóstico psicopatológico) trasciende este ámbito y abarca los distintos contextos de
aplicación de la psicología.

Es importante distinguir primero entre dos términos: evaluación y valoración

Evaluación (Assesment)

Se refiere al “proceso” y herramientas en el análisis psicológico de personas.

Valoración (Evaluation)

Conjunto de actividades por las que se llega a establecer el mérito, valor o eficacia de “algo”
generalmente referido a programas o intervenciones.

Implica juicios de bondad referidos a objetos (puestos de trabajo, tratamientos, programas…)

La evaluación psicológica no se limita a la pura aplicación de tests (como se había sugerido),


sino que implica la integración y valoración de la información recogida.

2. BREVE RESEÑA HISTÓRICA: PADRES DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

La evaluación psicológica como subdisciplina de la psicología, transcurre históricamente en


paralelo a esta, y se inicia a finales del s. XIX

A. Constitución

Francis Galton (1822-1922)

Padre de la psicología diferencial. Se centra en el establecimiento de las diferencias


individuales tratando de llegar a la descripción y medición de las características humanas.

En 1883 publica Inquires into Human Faculty and its Development, que servirá de punto de
partida para los tests mentales.

En 1884 crea el laboratorio antropométrico donde hace evaluaciones sensoriales, perceptivas


y motoras (estatura, peso, capacidad respiratoria, fuerza muscular, rapidez de golpeteo,
capacidad auditiva, agudeza visual, capacidad sensorial discriminativa…).
Alfred Binet (1857-1911)

Ampliación del interés en el estudio de funciones sensoriales, perceptivas y motoras (Galton) a


otros ámbitos. Postula que son las funciones sensoriales superiores las que hay que estudiar,
pues son las que juegan un papel más importante en la psicología individual. Para estudiar
estas funciones sensoriales superiores, propone el método de lo que será los tests mentales.

Pretende estudiar la memorias, las imágenes mentales, la imaginación, la atención, la


comprensión, la sugestibilidad, los sentimientos estéticos y morales, y la fuerza de voluntad.

Establece 4 requisitos paras las pruebas de medida:

1. Formadas por tareas sencillas.


2. Que su aplicación requiera poco tiempo.
3. Que sean independientes del examinador.
4. Que los resultados sean contrastables por otros observadores.

Propone el concepto de Diagnóstico psicológico, pues dice que en el estudio diferencial del
niño normal y del retrasado, se deben utilizar 3 métodos complementarios:

1. Examen médico: exploraciones físicas y fisiológicas (realizado por el médico)


2. Examen escolar: análisis de los aprendizajes (realizado por el maestro)
3. Diagnóstico psicológico: evaluación de la inteligencia. (Como requiere medidas para la
evaluación de ésta) → él mismo establece el Primer test de inteligencia (1905) (Test
de Binet).

Interés por la evaluación de las funciones superiores, consideración del examen psicológico
como independiente y complementario de la exploración médica y de la evaluación
pedagógica, y constitución del primer test de medida de la inteligencia

McKenn Cattell (1860-1944)

Otro autor fundamentalmente diferencialista, realiza su tesis doctoral sobre los Tiempos de
Reacción (bajo la dirección de Wundt).

Creó pruebas para la medida de la presión dinamométrica, la velocidad de rotación del brazo,
la habilidad para percibir estimulación en la palma de la mano, la memoria para las letras…

En 1890 acuña el término Test mental (1980) con el objetivo de determinar el rango, exactitud
y naturaleza de las facultades psicológicas, y reunir suficiente material para hallar los factores
que regulan el desenvolvimiento de esas facultades, sus conexiones, y sus perturbaciones

Rechaza la introspección como método científico, priorizando los procedimientos de medición


objetivos.

Es el primero en plantear Baterías de pruebas para la evaluación psicológica (formada por una
serie de tests).
Propuesta de los tests mentales como instrumentos de medida de determinadas
características psicológicas, técnicas de evaluación de funciones sensoriales, perceptivas y
motoras y énfasis en la utilización de medidas objetivas.

B. Otros autores importantes

1. Ebbinghaus (1850-1909): memoria y su medida, pionero en la evaluación en el


laboratorio con pruebas objetivas
2. Kraepelin (1856-1926): propone un sistema para clasificar las entidades
psicopatológicas que será la base del modelo médico de la evaluación
3. Pearson (1857-1936) y Spearman (1883-1945): desarrollan métodos correlacionales, y
son los pioneros del modelo psicométrico y del rasgo.
4. Freud y Jung (1875-1947): hacen un análisis del inconsciente mediante la asociación, y
crean el modelo psicoanalítico o dinámico de la evaluación.
5. Thorndike (1874-1949): pionero en estudios sobre aprendizaje y aptitudes en
avaluación educativa.

En resumen, la constitución de la evaluación psicológica como una derivación de la psicología


científica se produce durante el último cuarto del siglo XIX y la primera década del siglo XX.
Durante este período se perfila el concepto de la evaluación psicológica como aquella disciplina
dedicada al análisis de la individualidad a través de la evaluación de características sensoriales,
perceptivas y motoras, así como de funciones psíquicas superiores, todo ello a través de una
serie de técnicas que adoptan el nombre de «tests mentales»

C. Diez hitos históricos

Son los autores y obras que produjeron bien un desarrollo conceptual (en el sentido de
introducir nuevas vías de análisis de las cuestiones evaluativas), o bien nuevos desarrollos
tecnológicos (en el sentido de innovadores procedimientos de evaluación y medida).

1914 Woodworth: Construye el primer cuestionario colectivo de personalidad: Personal Data


Sheet (se administró a soldados de la IGM) → Antecedente del modelo de rasgo.

1918: Primeros tests colectivos de inteligencia: Army Alpha y Army Beta (se administró a
soldados de la IGM) PIR!

1921 Herman Rorschach: publica su Psychodiagnostic (técnica de medida de la personalidad


mediante la interpretación de manchas de tinta) → Pionero del modelo dinámico. PIR!

1935 Vygotsky: formula el concepto Zona de desarrollo próximo → Antecedente del modelo
dinámico cognitivo. PIR!
1939 Wechsler: publica la Wechsler-Bellevue Intelligence Scale (escala de medida de la
inteligencia para adultos) → se convierte en uno de los test más utilizados.

1947 Halstead y Luria: sientan las bases de la evaluación neuropsicológica.

1948 Oficina de Servicios Estratégicos: publica Assessment of men, donde se presenta una
primera definición de evaluación: "el arte científico de llegar a conclusiones suficientes con
insuficientes datos". → Antecedente de la evaluación conductual y los Assessment centers.
PIR!

1950 Shapiro: presenta su trabajo An experimental approach to diagnostic testing donde


plantea la integración de datos procedentes de tests a través de un proceso experimental
inductivo-deductivo. → Antecedentes del proceso de evaluación.

1955 Kelly: presente el REP. → sienta las bases del modelo constructivista.

1963 Staats: publica el Complex human behavior. Fusiona el modelo tradicional (psicométrico)
y conductual de la evaluación psicológica → sienta las bases para una evaluación conductual
integradora.

Estos hechos permiten establecer una serie de conclusiones:

1. Gran parte de los sucesos relatados son relevantes no sólo para la evaluación, sino para
otras áreas o especialidades de la psicología básica y la psicología diferencial y de la
personalidad.
2. Los avances de otras disciplinas como la psicopatología o la neuropsicología, así como la
aplicación de los principios de la estadística, han supuesto hechos históricos
determinantes en la construcción de esta disciplina.
3. Las exigencias sociales en el ámbito clínico, escolar y de las organizaciones y el trabajo han
promovido la elaboración de técnicas evaluativas que han desembocado en la tecnología
de la evaluación psicológica.

3. MODELOS

La mayor parte de las realizaciones producidas en el ámbito de la evaluación hasta los años
cincuenta se ha centrado en el desarrollo de una tecnología evaluativa dirigida al análisis y
constatación de atributos psicológicos, entidades nosológicas y constructos dinámicos, sin
embargo, el análisis de los datos históricos aportados, lleva a perfilar distintas aproximaciones
teóricas:

Modelo del atributo o rasgo: la mayor parte de las elaboraciones se han producido en el
ámbito de la psicología diferencial. Según este modelo, la evaluación tendría por objeto el
hallazgo de las puntuaciones diferenciales que un sujeto obtiene en una serie de
características (mediante su posiciónamiento relativo con respecto a la que obtienen otros
sujetos), en un determinado rasgo, con el objetivo de describir su conducta o predecirla en
diversas situaciones clínicas, laborales o escolares.

Modelo dinámico: las técnicas proyectivas fueron en un momento las más importantes. Se
crearon con el objetivo de analizar el mundo inconsciente de los sujetos, en base a lo cual se
efectuará la explicación de su comportamiento.

Modelo médico: desde la psiquiatría (Kraepelin) se han elaborado sistemas de clasificación del
comportamiento anormal en paralelo al sistema de clasificación médico. Desde este modelo
médico, también ha emergido la neuropsicología, para evaluar el sustrato biológico de los
procesos cognitivos y psicofisiológicos.

Modelo conductual: se busca el análisis de las relaciones funcionales existentes entre las
respuestas (motoras y/o cognitivas y psicofisiológicas) objeto de estudio y aquellas variables
que las mantienen o controlan, incorporando no sólo condiciones ambientales, sino también
los repertorios básicos de conducta personales, así como las condiciones biológicas del
organismo.

Modelo cognitivo: establecen la relevancia del estudio de las estructuras, procesos y


estrategias cognitivas, y la importancia de los factores cognitivos como determinantes del
comportamiento anormal.

Modelo constructivista: pretende exclusivamente el establecimiento de los constructos del


propio sujeto, del significado que el sí mismo, los otros o el atribuido mundo real tienen para el
sujeto. Niega la posibilidad de acceder al mundo objetivo.
Detrás de cada evaluador existe una teoría psicológica. Esto le llevará a discriminar la
información que recibe sobre el caso, a formular determinadas hipótesis, a elegir determinadas
técnicas de recogida de información y análisis de datos, con todo lo cual obtendrá unos
determinados resultados. Es decir, el marco referencial teórico del psicólogo evaluador le
guiará hacia una determinada evaluación.

→ Lo mas importante es el cuadro anterior. A continuación hay explicadas la formulación, y el


nivel de inferencia, pero lo importante es estudiar todo el cuadro (si alguna cosa no la
entiendo, ir al manual, está bien explicado)

Formulación

En cuanto a la formulación, los seis modelos que proponemos en evaluación psicológica se


sitúan en uno u otro polo del factor interno-externo (endógeno-exógeno):

Modelo del atributo: supone que la conducta está en función de variables personales u
organísmicas (intrapsíquicas o genotípicas) (C = fP). Tales variables personales no pueden ser
evaluadas directamente, sino que es menester tener indicación de ellas por medio de las
manifestaciones externas de los sujetos o variables fenotípicas. P ej, el comportamiento de
timidez de un niño (C) puede ser explicado porque el sujeto es introvertido (P). Algunos
autores, dentro de este enfoque, pretenden objetivos más modestos, predecir, desde una
serie de comportamientos, otros, por lo cual una segunda formulación desde este mismo
modelo es la de Cy = fCx. La conducta que se pretende predecir es una función de otra
conducta criterio. En lugar de atribuir una relación causal entre el comportamiento y un
constructo o variable endógena o personal, lo que se pretende es simplemente predecir un
comportamiento desde otro

Modelo dinámico: propone que el comportamiento puede ser explicado en función de una
serie de construcciones teóricas internas que conforman la estructura de la personalidad y
que, junto a una serie de dinamismos internos inconscientes, determinan la conducta, por lo
que cualquier manifestación conductual será entendida como una expresión de una condición
interna de la persona (C = fP).

Modelo médico: explica la conducta anormal partiendo de factores endógenos o internos, bien
biológicos, bien intrapsíquicos. La conducta es una función de condiciones biológicas (C = fO) o
personales (C = fP). Se trata de conocer la etiqueta o entidad nosológica aplicable a un
determinado sujeto que presenta un trastorno conductual con el supuesto de que éste está
condicionado por la etiología de la determinada desviación conductual que se explora. Algunas
de las posibles disfunciones conductuales tienen una base biológica o neurológica (p ej algunos
síndromes que producen deficiencia mental o en la demencia), por tanto, el modelo médico es
perfectamente aceptable, pero no se puede generalizar esto a toda la psicopatología.

Modelo conductual: comenzó por ser un modelo radicalmente «externalista» (la conducta es
una función del estímulo), pero ha ido tornándose en un modelo interactivo en el que la
conducta y las variables de la persona y del ambiente interaccionan recíprocamente. Postula
que el comportamiento se explica por transacciones entre la propia conducta y variables de la
persona y el ambiente (C = fP × A).
Modelo cognitivo: la conducta es explicada a través de una serie de procesos y estructuras
mentales internas, podríamos decir que la conducta es una función del mundo cognitivo de la
persona, de su forma de percibir el mundo, y de su mente (C = fP).

Modelo construccionista: visión hermenéutica y fenomenológica de la psicología en la que la


construcción de la realidad, el conocimiento narrativo y las teorías de la acción intencional han
soportado una forma de hacer evaluación, orientación y terapia. Postulan que no podemos
tener acceso a la realidad y, que es el individuo quien crea y construye activamente su propia
realidad. Por tanto, lo importante es evaluar las construcciones que utiliza la persona para
describir el mundo, cuál es el significado que el se asigna a sí mismo, a las otras personas y
objetos de su realidad... (C = fP).

(Conviene diferenciar entre método (en este caso sólo hay uno, el científico) y técnicas
metódicas (varían en la fase de verificación de las hipótesis formuladas). Hay 2 técnicas
metódcias básicas en psicología: la correlacional (observar asociaciones entre variables que se
encuentran en situación natural) y la experimental (descubrir los efectos de una variable
independiente sobre otra dependiente).)

Niveles de inferencia

El modelo teórico del que se parta no sólo va a influir en las técnicas a utilizar en la recogida de
información sobre el sujeto, sino también en el nivel de inferencia que se efectúe sobre las
conductas registradas, y esto sea cual fuere el instrumento elegido.

Nivel I: Mínimo nivel de inferencia. La conducta es entendida como una muestra del
comportamiento que se pretende evaluar. Los tests servirían para recoger una muestra del
funcionamiento conductual habitual del sujeto. Cuantificación de la conducta. (Ej. registros
donde se constata que duerme 3h/día.)

Nivel II: Se apoya en un supuesto de relación (que inferimos) o correlato por el cual, lo
evaluado puede asociarse con otras conductas. (Ej. un sujeto se levanta de su sitio 32 veces
durante un registro de 30 minutos, es hiperactivo.)

Nivel III: Las conductas del sujeto son la expresión de la existencia de un atributo subyacente
en él. Las conductas adquieren una entidad explicativa. La relación entre una conducta y su
causa, que es un constructo hipotético (Ej. el sujeto tiene conducta delictiva por su
extraversión).

Nivel IV: Integración del concepto inferido en una completa teoría. Cuando realizamos una
explicación especulativa a partir de una teoría. Tanto la conducta como la causa son
construcciones hipotéticas (Ej. la pulsión del sujeto se basa en un Edipo mal resuelto)
Analizando el nivel de inferencia de nuestros seis modelos, podemos comenzar diciendo que
todos los modelos utilizan, en un primer momento momento, un nivel tipo I. Es decir, si tras
observar sistemáticamente los comportamientos de un sujeto describimos que éste saca malas
notas, se siente triste, desobedece en clase, estamos utilizando un nivel de inferencia tipo I.
Así, también, en todos los modelos existen inferencias tipo II en el momento en el que
agrupamos comportamientos en clases de comportamientos. Sin embargo, tanto el modelo
del atributo como el médico, dinámico y cognitivo utilizarán niveles de inferencia III cuando
traten de explicar el comportamiento del sujeto a través de un constructo; por ejemplo,
decimos que se siente triste porque padece una depresión mayor, o que es tímido porque es
introvertido, o que su comportamiento paranoide se debe a que utiliza mecanismos de
defensa proyectivos. Desde el modelo conductual, las inferencias que el evaluador realiza a
partir de las respuestas de los sujetos pueden ser también de nivel III cuando se hipotetiza que
un comportamiento problemático se debe a una variable personal; por ejemplo que la
depresión mayor que presenta una persona se debe a que ésta tiene un déficit en habilidades
sociales; la cuestión más importante es que desde el modelo conductual se mantendrá ese
supuesto de relación funcional hasta que se contraste mediante métodos experimentales. En
otras palabras, hasta que se hayan manipulado las habilidades sociales y se haya verificado que
tal manipulación ha repercutido disminuyendo o eliminando la conducta depresiva del sujeto.
Desde el modelo dinámico se suelen utilizar muy altos niveles de inferencia dado que la
elaboración teórica de psicoanálisis es muy elevada y no sólo se suele considerar la conducta
como signo de la existencia de variables subyacentes (nivel III), sino que se enmarca ésta
dentro de una teoría abarcativa psicoanalítica (nivel IV). Finalmente, ya hemos dicho que el
modelo constructivista considera de forma descriptiva el comportamiento del sujeto, y, en ese
caso, los niveles de inferencia son bajos. Sin embargo, el constructivismo, al enfatizar la
importancia de los constructos idiográficos, suele mantener altos niveles de molaridad e
inferencia que utilizan los propios sujetos.

4. ALTERNATIVAS POLÉMICAS.

Idiográfico vs nomotético

La psicología científica es, inequívocamente, una disciplina cuyo objetivo es la búsqueda de los
principios generales aplicables a la conducta humana relativos a la percepción, el aprendizaje o
la memoria, y, por tanto, es una ciencia claramente nomotética. Sin embargo,sSi tomáramos el
término idiográfico, en su sentido etimológico, como aquello referido a lo individual o
particular, y no en su concepción filosófica, la evaluación psicológica podría ser calificada de
disciplina idiográfica. Por eso, resulta perfectamente compatible una evaluación idiográfica con
una ciencia nomotética de la psicología.

En otras palabras, los principios generales de la psicología son los que nos permiten formular
hipótesis en relación con nuestro caso particular, pero nuestro objetivo práctico está en la
evaluación de ese sujeto concreto.
Evaluación tradicional vs conductual

A lo largo de los últimos cuarenta años ha habido una fuerte polémica entre la evaluación
conductual y los lamados modelos «tradicionales». Esta polémica se ha visto poco a poco
reducida, si no eliminada, en la medida en que la evaluación conductual ha sido integrada en la
evaluación psicológica.

Aspectos enfrentados:

Tradicional Conductual
C = (f)P, C= (f)C C = (f)A, C = (f)AxP
Constructos (rasgos, factores y dimensiones) Estímulos y respuestas (motoras, fisiológicas
y cognitivas)
Consistencia de la conducta Especificidad de la conducta
Altos niveles de inferencia Bajos niveles de inferencia
Cuestionarios Observación
Utiliza tests referidos a las normas Utiliza tests referidos a criterios
(comparticiones interindividuales) (comparaciones intraindividuales)
Diagnóstico Cambio, control y valoración
(sólo hago mención a los dos últimos puntos de la tabla, lo demás se entiende)

Los tests estandarizados, referidos a normas, fueron criticados por el modelo conductual por
tres razones: en primer lugar porque las respuestas ante tales tests eran tomadas como signo
de las variables objeto de examen; en segundo lugar porque gran parte de ellos utilizan la
introspección a la hora de cumplimentar los autoinformes; pero, también, porque la
evaluación conductual no requería de comparaciones interindividuales o normativas, sino tan
sólo intraindividuales con el fin de ver los cambios conductuales tras un tratamiento. En otras
palabras, lo que le importa a la evaluación conductual es hallar las conductas problemáticas
del sujeto mediante inventarios de conducta y una vez seleccionadas proceder a su
manipulación y, posteriormente, verificar si se han producido diferencias intrasujeto en el
sentido esperado.

La última crítica de la evaluación conductual a los modelos «tradicionales» ha sido la utilización


del diagnóstico sin base etiológica. Así, los evaluadores conductuales consideraban la
clasificación como inservible e inútil cuando sus objetivos son, esencialmente, los del cambio
de conducta y con ello la valoración del tratamiento; en otras palabras, un diagnóstico no sirve
para controlar la conducta. Es comúnmente aceptado que la evaluación para el cambio es uno
de los atributos que distinguen al modelo conductal frente al modelo del atributo y el médico.

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