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SERENAZGO

Son funciones de SERENAZGO:

a) Proporcionar protección para el libre ejercicio de los derechos del vecino.

b) Coordinar con la Policía Nacional del Perú en protección de personas, bienes y el


mantenimiento de la tranquilidad y el orden.

c) Garantizar la tranquilidad, orden, seguridad y moralidad pública del vecindario.

d) Coordinar a la Policía Nacional en el control del tránsito vehicular, en caso de


necesidad y urgencia hasta su normal funcionamiento.

e) Colaborar y prestar apoyo a las unidades orgánicas de la Municipalidad para la


ejecución de las actividades de su competencia.

f) Coordinar el apoyo a las dependencias de la Municipalidad, cuando se produzcan


situaciones de emergencia en los locales de la institución.

g) Asesorar en materia de su competencia al Comité de Seguridad Ciudadana, a las


juntas vecinales y asociaciones acreditadas por la Municipalidad.

h) Ejecutar y supervisar el cumplimiento de los proyectos y objetivos, de su


competencia, contenidos en el Plan de Desarrollo Concertado..

i) Administrar el Sistema de Gestión Documentaria en el ámbito de su competencia.

j) Administrar la información que se procese en el Sistema Informático con que cuente


la unidad orgánica, para el mejor cumplimiento de sus funciones.

k) Promover Campañas saludables de prevención, en beneficio de la comunidad.

Artículo 160.- Allanamiento ilegal de domicilio

El funcionario o servidor público que allana un domicilio, sin las


formalidades prescritas por la ley o fuera de los casos que ella determina,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años e inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36,
incisos 1, 2 y 3.
Artículo 36. Inhabilitación

La inhabilitación produce, según disponga la sentencia:

1. Privación de la función, cargo o comisión que ejercía el condenado,


aunque provenga de elección popular;

2. Incapacidad o impedimento para obtener mandato, cargo, empleo o


comisión de carácter público;

3. Suspensión de los derechos políticos que señale la sentencia;

Artículo 2°.- Toda persona tiene derecho:

9. A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar investigaciones o


registros sin autorización de la persona que lo habita o sin mandato judicial, salvo flagrante
delito o muy grave peligro de su perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de
grave riesgo son reguladas por la ley.

–El ingreso al domicilio con el consentimiento del titular del


derecho: este hecho constituye un supuesto de entrada legítima en
términos constitucionales.

–La autorización judicial que habilita al agente público para ingresar al


domicilio: la Constitución es clara cuando establece como requisito sine
qua non para el ingreso a un domicilio —a efectos de realizar actividades
investigatorias— la existencia de un mandato judicial, el mismo que se
entiende tiene que estar debidamente motivado y su procedencia debe
obedecer a un acto jurisdiccional regular.

– Frente a la existencia del delito flagrante: el agente público queda


plenamente legitimado para ingresar al domicilio si es que su
intervención se convierte en necesaria para impedir la consumación del
ilícito penal, la luga del delincuente o la desaparición de los instrumentos
que facilitaron la concreción del acto delictivo.
– El peligro inminente de la perpetración de un delito: si es que se tiene
el conocimiento fundado, la certeza clara y manifiesta de la comisión
inminente de un delito, se configura otra excepción a la inviolabilidad de
domicilio y en consecuencia el agente público puede operar libremente.

– Las razones de sanidad o grave riesgo: la Constitución ha dejado en


manos del legislador la regulación de estas dos excepciones que
legitiman la entrada a cualquier domicilio. Estos dos supuestos se fundan
en el estado de necesidad o fuerza mayor.

TÍTULO XIV: DELITOS CONTRA LA TRANQUILIDAD PUBLICA

CAPÍTULO I: DELITOS CONTRA LA PAZ PÚBLICA

Artículo 315.- Disturbios

El que en una reunión tumultuaria, atenta contra la integridad física de las


personas y/o mediante violencia causa grave daño a la propiedad pública
o privada, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis
ni mayor de ocho años.

Será sancionado con la misma pena cuando los actos descritos en el


primer párrafo se produzcan con ocasión de un espectáculo deportivo, o
en el área de influencia deportiva.

Constituyen circunstancias agravantes los siguientes supuestos:

1. Si en estos actos el agente utiliza indebidamente prendas o símbolos


distintivos de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional del Perú, la
pena privativa de la libertad será no menor de ocho ni mayor de diez
años.

2. Si el atentado contra la integridad física de las personas causa


lesiones graves, será reprimido con la pena privativa de la libertad no
menor de ocho años a doce años.
3. Si el atentado contra la integridad física de las personas causa la
muerte, será reprimido con la pena privativa de la libertad no menor de
quince años.

Artículo 315-A. Delito de grave perturbación de la tranquilidad pública

El que perturbe gravemente la paz pública usando cualquier medio


razonable capaz de producir alarma, será sancionado con pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.

Se considera perturbación grave a todo acto por el cual se difunda o


ponga en conocimiento de la autoridad pública, medios de comunicación
social o de cualquier otro por el cual pueda difundirse masivamente la
noticia, la inminente realización de un hecho o situación falsa o
inexistente, relacionado con un daño o potencial daño a la vida e
integridad de las personas o de bienes públicos o privados.

Si el agente actúa en calidad de integrante de una organización criminal


que, para lograr sus fines, cualesquiera que sean, utiliza como medio la
amenaza de la comisión del delito de terrorismo, será sancionado con
pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de diez años.

Artículo 2°.- Toda persona tiene derecho:

22. A la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como a gozar de un
ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida.

23. A la legítima defensa.

Artículo 20.- Inimputabilidad

3. El que obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros,


siempre que concurran las circunstancias siguientes:

a) Agresión ilegítima;

b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla. Se


excluye para la valoración de este requisito el criterio de proporcionalidad
de medios, considerándose en su lugar, entre otras circunstancias, la
intensidad y peligrosidad de la agresión, la forma de proceder del agresor
y los medios de que se disponga para la defensa.

c) Falta de provocación suficiente de quien hace la defensa.

A) Agresión ilegítima, se evidencia que el agraviado agredió


ilegítimamente a la encausada, tal como ha quedado acreditado con la
testimonial de Marimar Solano Chuquillanqui, quien señaló que ante el
reclamo de la procesada referente a la pensión de alimentos de la menor
de las hijas del agraviado Carlos Chávez Vega, este la agredió
verbalmente en un primer momento, para luego propinarle puñetes,
patadas, arrastrarla de los cabellos, amenazarla primero con un pico de
botella y luego con un cuchillo, ocasionando tanto a la testigo como a la
procesada diversos cortes, los cuales han quedado debidamente
descritos en los certificados médicos legales obrantes a folios treinta y
tres y treinta y cuatro, respectivamente la procesada Liliana Quispe
Huamán de Chávez presentó una herida cortante de siete y ocho
centímetros en la región del brazo izquierdo y región parrilla superior
costado izquierdo, ocasionado por agente con punta y filo, mientras que
la testigo Marimar Solano Chuquillanqui presentó una herida cortante de
cinco centímetros a la altura de la región de la cadera anterior izquierda,
herida cortante de un centímetro en región dorso IV del dedo de la mano
derecha, herida cortante de un centímetro en región del tercio medio de la
pierna izquierda ocasionado por agente con punta y filo-, que aunado a
ello resulta creíble lo señalado por la testigo y la procesada en cuanto a
la actitud agresiva del occiso, en razón al mérito de prueba externa al
hecho consistente en las denuncias interpuestas por la inculpada contra
el agraviado por violencia familiar, así como el registro de condena por
lesiones en agravio de la procesada Liliana Quispe Huamán de Chávez,
entre otros.

B) Necesidad racional del medio empleado para impedirlo o repelerlo. Se


excluye, para la valoración de este requisito, el criterio de
proporcionalidad de medios, considerándose, en su lugar, entre otras
circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la lesión, la forma de
proceder del agresor y los medios que se disponga para la defensa. Así,
se tiene que al estar la procesada con el agraviado en el momento
cumbre de la agresión en el ambiente de la cocina, amenazada con un
arma punzante, la procesada no tuvo otro medio que coger un cuchillo
para defenderse ante el eminente peligro que corría su vida -habiendo
quedado establecido con el acta de hallazgo y recojo obrante a folios
veintiocho y acta de reconocimiento de arma blanca-cuchillo, obrante a
folios treinta la presencia en el lugar de los hechos de dos cuchillos, uno
utilizado por el occiso y otro por la procesada-.

C) Falta de provocación suficiente de quien hace la defensa; en el caso


de autos se advierte que la procesada le comunicó al occiso que había
llamado la hija de este solicitando le deposite su pensión; tal
comportamiento no puede ser considerado como una actitud de
provocación. Motivos por los cuales se concluye que el accionar de la
procesada Liliana Quispe Huamán de Chávez se encuentra justificado al
haber actuado en legítima defensa, por ende, es correcto eximirla de
responsabilidad penal.

Artículo 1°.- La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin


supremo de la sociedad y del Estado.

Articulo 2°:

24. A la libertad y a la seguridad personales. En consecuencia:

h. Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido a tortura o a
tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera puede pedir de inmediato el examen médico
de la persona agraviada o de aquélla imposibilitada de recurrir por sí misma a la
autoridad. Carecen de valor las declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la
emplea incurre en responsabilidad.

TÍTULO II: DELITOS CONTRA EL HONOR

CAPÍTULO ÚNICO: INJURIA, CALUMNIA Y DIFAMACIÓN

Artículo 130.- Injuria
El que ofende o ultraja a una persona con palabras, gestos o vías de
hecho, será reprimido con prestación de servicio comunitario de diez a
cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días-multa.

Artículo 131.- Calumnia

El que atribuye falsamente a otro un delito, será reprimido con noventa a


ciento veinte días-multa.

Artículo 132.- Difamación

El que, ante varias personas, reunidas o separadas, pero de manera que


pueda difundirse la noticia, atribuye a una persona, un hecho, una
cualidad o una conducta que pueda perjudicar su honor o reputación,
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años y con
treinta a ciento veinte días-multa.

Si la difamación se refiere al hecho previsto en el artículo 131, la pena


será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de dos años y con
noventa a ciento veinte días-multa.

Si el delito se comete por medio del libro, la prensa u otro medio de


comunicación social, la pena será privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de tres años y de ciento veinte a trescientos sesenticinco días-
multa.

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