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Sobrevivir a una

Madre Narcisista
Cómo recuperarte de tus heridas
infantiles y por fin desplegar tus alas

Olga Fernández Txasko


Creadora del Método RAN©
(Recuperación del Abuso Narcisista)
Copyright 2018 Olga Fernández Txasko
Obra Protegida por Derechos de Autor
ISBN: 9781726898126
Edición con actualizaciones
www.recuperaciondelabusonarcisista.com

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tratamiento informático, el alquiler o cualquier forma de cesión de la obra sin
autorización escrita de la titular del copyright.
Dedicatoria
Este método que tienes en tus manos es el trabajo de muchos años de estudio
y, autoencuentro tras la dolorosa experiencia de la primera parte de mi vida.
Se lo dedico a mi incondicional compañero, que siempre me ha empujado a
salir de mi zona de confort y me ha mostrado el amor sin condiciones.
También lo dedico a mis hijos, porque han sido mis mejores maestros, sin
ellos no hubiera podido ver lo malo que viví en mi infancia. Me han dado la
alegría y todas las satisfacciones para seguir caminando.
A mi padre que desde donde quiera que esté nunca me ha dejado.
Pero el método para eliminar definitivamente tus cadenas emocionales, ha
sido posible gracias a mi madre, que a causa de su toxicidad me ha hecho
muy fuerte y he sido capaz de, por ello, luchar hasta encontrar la solución al
continuo sufrimiento provocado por el abuso de las personas narcisistas: el
Método RAN©.
Prólogo
Has crecido con miedo, insegura de ti misma, con dificultad para relacionarte
con los demás, sientes que las personas se aprovechan de ti, sufres de
ansiedad, dolores crónicos, te cuesta expresar tus emociones, vives en
continua angustia, a veces sientes que no estás bien de la cabeza, te cuesta
concentrarte, .... Y sientes que tu madre no te quiere.
Lo más probable es que tus “problemas” sean la consecuencia de haber
crecido en un ambiente hostil donde tu madre ha destrozado tu infancia y
coartado tu libertad en tu adolescencia, creando un adulto roto.
Cuando te has dado cuenta de que todo tu miedo, baja estima, ansiedad,
incapacidad para sentir o expresar emociones, y un sinfín de secuelas más
han sido provocadas por tu madre, has querido correr lejos. Pero no siempre
es fácil romper las cadenas invisibles que te unen a ella, tus heridas, son
muchas, y las sigues arrastrando aunque te hayas distanciado de tu verdugo.
Si lo que menciono te describe, padeces del Síndrome de Víctima
Narcisista, o grupo de síntomas de un individuo causados por el abuso
perpetrado por otro individuo con trastorno narcisista de la personalidad.
Así como el Trastorno Narcisista de la Personalidad está reconocido y por lo
tanto incluído en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Psiquiatría (DSM-
V), el Síndrome de Víctima Narcisista no lo está. Nadie nos reconoce.
La literatura científica habla extensamente sobre el trastorno narcisista de la
personalidad, (tu madre u otros abusadores) pero prácticamente no hay
grandes aportes para con las personas que hemos sido afectadas por su abuso
(las víctimas).
En este libro que tienes en tus manos vas a encontrar los recursos para
recuperarte de esos síntomas o heridas que te ha causado tu madre y que no
consigues deshacerte de ellos aunque tengas tu propia vida lejos de ella.
En él sigo el Método RAN© que he creado gracias a mis propias vivencias
como víctima y 9 años de estudio sobre el tema. Es el método definitivo que
te va a ayudar a curarte de todas tus heridas y no repetirlas. Por fin vas a
conseguir desintoxicarte y sacar de tu sistema el dolor.
El Método RAN© surgió tras encontrar la respuesta al porqué a pesar de
separarnos de la persona que abusa de nosotras seguimos sintiendo todas esas
emociones negativas de baja estima, angustia, ansiedad,... La respuesta la
encontré en la neurociencia: nuestro cerebro es adicto a las emociones.
Esos estados de sentimiento negativo que vuelven a ti de manera
inconsciente, lo hacen porque eres adicta a esas emociones. Tus neuronas,
controlan tu raciocinio, ya que necesitan más sustancias químicas producidas
por esas emociones negativas y tienes que reproducirlas para obtenerlas.
La adicción química emocional explica por qué te quedas atrapada en tus
emociones, sean éstas positivas o negativas.
Por ello el Método RAN© es para quien recién descubre que su madre es
tóxica. Pero por supuesto es para quien a pesar de llevar tiempo separada de
su madre, aparentando una recuperación, sigue sin poder deshacerse de la
angustia, la tristeza y el dolor.
Es un método práctico con casi 50 ejercicios, que te van a servir para seguir
avanzando en cualquier etapa que te encuentres.
Si sigues todos los pasos vas a maravillarte de quien te vas a encontrar frente
al espejo.
Es posible curarse del abuso de una madre tóxica. Todo comienza con la
decisión de que el legado de la vergüenza y el dolor vivido, no estén en el
nuevo camino que emprendes.
Para que tú, víctima de una madre abusiva, narcisista, tóxica puedas llegar a
ser una superviviente y liberarte de las ataduras emocionales con tu madre.
Para que puedas por fin vivir sin angustia, tristeza, baja estima,.... y seas la
persona que estás destinada a ser.
Para ayudarte en el camino del descubrimiento de quién eres realmente: una
persona resiliente, capaz de adaptarse y recuperarse de cualquier situación.
El Método RAN© te va a marcar el camino hacia tu libertad. Quiero ayudarte
a que veas todo el potencial que tu madre ha enterrado. Te voy a ayudar a
descubrir quién eres realmente, a sacar esa fortaleza infinita guardada dentro
de ti.
Pero sobre todo vas a aprender por fin a sacar de ti todas esas secuelas que no
te dejan vivir plenamente. Vas a dejar de pensar que el mundo está contra ti y
que te ha tocado una vida difícil. Eso no es así. Estás en este mundo para
brillar, solo que no te han enseñado a encender el botón correcto. Con este
método vas a encontrarlo.
Si yo pude salir de las garras de una madre tóxica, o con trastorno narcisista
de la personalidad, y de la destrucción de una pareja narcisista, tú también
vas a poder.
Eres una superviviente, una guerrera. Aunque ahora te veas sin fuerzas,
sigues caminando a pesar de las heridas que has arrastrado todo este tiempo.
Ya es hora de deshacerte de ellas y veas toda esa fuerza que llevas dentro.
Contenido
Introducción al Método RAN©
QUÉ TE VA A APORTAR EL MÉTODO RAN ©
DE VÍCTIMA A SUPERVIVIENTE
RECONOCER
1. Quién es tu madre. Toma de conciencia
1.1 Qué es el trastorno narcisista de la personalidad, TNP
1.2 Características de una madre tóxica
1.2.1 Falta de empatía emocional
1.2.2 No tiene conciencia
1.2.3 Carece de autoestima
1.2.4 Tiene extrema vanidad
1.2.5 Está celosa de ti
1.2.6 Es mentirosa
1.2.7 Es excesivamente controladora
1.2.8 Es agresiva y desvergonzada
1.2.9 Su comportamiento puede ser patético
1.2.10 La madre tóxica tiene miedo patológico a no ser respetada, amada o valorada
1.2.11 Es un vampiro emocional
1.3 Técnicas que utiliza la madre tóxica para mantenerte bajo su control
1.3.1 Infantilización
1.3.2 Invalidación
1.3.3 Gaslighting, la asfixia emocional
1.3.4 No respeta tus límites personales
1.3.5. Practica la triangulación
1.3.6 Mina tus logros
1.3.7 Utiliza un padre permisivo
1.3.8 Proyección
1.3.9 Deflexión
1.3.10 Intimidación. Te genera miedo
1.3.11 Culpabilizar
1.3.12 Síndrome de Munchausen por poderes
1.3.13 Ley del hielo o Tratamiento de silencio
1.3.14 Rechazo
1.3.15 Explotación y violencia física
1.3.16 Perspecticidio, lavado de cerebro
1.3.17 Empatía cognitiva
1.3.18 Compartimentalización
1.3.19 Juega con tus emociones
1.3.20 El Triángulo dramático de Karpman
1.3.21 Defensa Preventiva
1.3.22 Generaliza
1.3.23 Tergiversa la realidad
1.3.24 Practica el Hoovering, trata de aspirarte
1.3.25 Victimismo
1.3.26 Venganza persecutoria, o acoso

1.4 Por qué tu madre tóxica abusa de tí. El suplemento narcisista.


1.5 ¿Es tu madre consciente del dolor que te causa?
1.6 ¿Qué es lo que causa la ira de tu madre tóxica?
1.7 La Herida Narcisista
1.8 Tu madre no va a cambiar
2. Quién eres tú
2.1 Síndrome de La Víctima Narcisista.
2.2 Síntomas del Síndrome de la Víctima Narcisista. Secuelas del abuso
2.2.1 Vínculo traumático
2.2.2 Distorsión cognitiva, cuando tu cerebro te engaña
2.2.3 Disonancia cognitiva
2.2.4 Trastorno por estrés post traumático
2.2.4.1 Flashbacks emocionales
2.2.4.2 Crítica interna
2.2.5 Vergüenza tóxica
2.2.6 Pérdida de identidad
2.2.6.1 Cómo establecemos nuestra identidad
2.2.7 Ansiedad
2.2.7.1 Ansiedad social
2.2.8 Incapacidad de sentir placer. Anhedonia
2.2.9 Indefensión aprendida. No tienes ganas de luchar
2.2.10 Amnesia Perversa. Los buenos recuerdos
2.2.11 Autosabotaje
2.2.12 Alexitimia
2.2.13 Caes en manos de personas tóxicas
2.2.13.1 Qué les atrae a los hombres narcisistas de ti
2.2.13.2 Cómo actúan los hombres narcisistas
2.2.14 Culpa
2.2.15 Depresión
2.2.16 Trastornos alimenticios
2.2.17 Te preocupa repetir patrones tóxicos de tu madre
2.2.17.1 Es normal tener pulgas
2.2.18 Eres complaciente
2.2.19 Hiperfrenia o Hipervigilancia
2.2.20 Codependencia
2.2.21 Crees estar loca
2.2.22 Soledad y miedo a tener relaciones
2.2.23 Enfermedades como fibromialgia u otras enfermedades físicas
2.2.24 Confluencia
2.2.25 Compartimentalización
2.2.26 Miedo
2.2.27 Revictimización
2.3. Cómo respondes a tus heridas: tus rasgos tóxicos
2.4 Co-narcisismo: cómo nos adaptamos al narcisista
2.5 Los efectos del abuso en tu cerebro
2.6 Por qué te cuesta dejar a tu madre narcisista: El vínculo bioquímico
ACEPTACIÓN
3.Procesando la verdad
3.1 Procesa todos los sentimientos contradictorios
3.2. Etapas del duelo
3.2.1 Negación
3.2.2 Ira
3.2.3 Depresión
3.2.4 Aceptación
3.3 Duelo con tu padre
3.4 Cómo es el padre permisivo
3.4.1 El Padre Permisivo es la víctima perfecta para el narcisista
3.5. Contacto Cero
3.5.1 Reglas para llevar adelante el CONTACTO CERO
3.5.2 No te sientas mal por recaer
3.6 Libérate de las expectativas de la sociedad
3.7 Método de la Piedra Gris
3.7.1 Pasos para aplicar el método de la piedra gris
3.8. Contacto cero emocional
MODIFICAR
4. Sanar
4.1. Romper el vínculo bioquímico
4.1.1. Por qué aún separada de tu madre sigues encerrada en la oscuridad
4.1.2 La química de tu cuerpo controla tu mente. Neurociencia
4.1.3 Romper el vínculo químico
4.1.4 Reestructuración cognitiva: pasos para cambiar tus pensamientos negativos
4.2. El contacto cero no funciona
4.2.1 Cambiar los pensamientos no es suficiente, has de dar un paso más
4.2.1.1 El placer de la Felicidad. Más allá de la liberación de las heridas
4.3. La Neurofelicidad. La autoinducción a la felicidad
4.3.1. Consejos para reforzar las emociones positivas y la felicidad según la neurociencia
4.4 Técnica de Liberación Emocional
4.5. Identifica tus rasgos tóxicos
4.6. Supera tu resentimiento
4.7. Da gracias a lo vivido, por qué quién serías tú sin tu historia
EMPODERAR
5. Empodérate
5.1. Ejercicios para ayudarte al proceso de empoderamiento
5.1.1 Reafírmate
5.1.2. Reconoce tus debilidades
5.1.3. Reconoce tus logros
5.1.4. Relájate
5.2. Reglas para que tu YO no se vea en peligro
GRACIAS
Glosario
Bibliografía
Renuncia de Responsabilidad Legal
Introducción al Método RAN©
He caminado en tus zapatos. He sufrido las mismas humillaciones,
desprecios, palizas, abusos por parte de mi madre que hayas podido
experimentar tú. Estaba hundida, sin fuerzas para vivir y he podido ver mi
valía y vivir sin miedo, sin nada que me pare.
He llegado a conocerme, a saber donde estoy y qué quiero. Y ahora voy a
ayudarte a ti a que hagas lo mismo. A que sepas quién eres en realidad y
puedas por fin vivir una vida plena.
Por mi propia experiencia y por todos los años que llevo estudiando casos de
personas como tú, y a psicólogos, neurólogos y psiquiatras de habla inglesa, y
sobre todo a mis queridos clásicos y obligados filósofos de todos los tiempos,
sé que este método te va a servir para sacar lo mejor de ti y que llegues donde
quieras llegar.
Quiero que sepas que cada insulto, humillación, paliza de tu madre han
actuado como una lija en ti, y que estás a punto de sacar el verdadero
diamante que llevas dentro.
Solo te queda un poquito más. Un pequeño empujón, para ser libre y feliz. Si
has llegado hasta aquí, es porque eres muy fuerte. Estás casi lista para volar.
Confía en tí, te vas a recuperar y brillar.
Quién no ha pasado por el abuso de una madre no te entiende y se te
complica poder expresar lo que sientes porque no cuentas con el apoyo de
nadie.
La verdad, es que hay una tendencia en esta sociedad a suponer que una
madre es buena solo por serlo. Y cuando intentas comentar a alguien lo mal
que te sientes porque crees que tu madre no te trata bien, la respuesta suele
ser de incredulidad, que las madres lo hacen lo mejor que pueden, pero que
no por ser duras son malas. Y que haga lo que haga lo hace por tu bien y
debes respetarla y honrarla. El culto a la Madre.
Parece que madre es sinónimo de amor y por el mero hecho de serlo se le
supone un instinto maternal. Creemos que el amor de una madre a sus hijos
es desinteresado y está por encima del amor a sí misma.
Esta creencia está tan arraigada, que a las que se cuestiona y acalla es a las
víctimas, niños indefensos que por los abusos terminamos siendo adultos
rotos.
Esta creencia de “madre amorosa” hace que la sociedad le dé la espalda a
muchas víctimas, que somos de esta manera doblemente victimizadas.
Por eso, nuestra opción como víctimas suele ser la de callarnos. La de vivir
con el dolor, la de conformarnos con las migajas de amor que de vez en
cuando nuestra madre nos da y tratar de sobrevivir como buenamente
podemos.
A veces acudimos a terapia para poder seguir arrastrándonos por la vida.
Otras acudimos a antidepresivos, que pueden estar bien en un momento muy
determinado, pero solo esconden el verdadero problema.
Manipulan tu cuerpo para crear sentimientos deseables, pero que no son
verdaderos. La dependencia a ellos obstruye tu camino hacia tus verdaderos
sentimientos y emociones, complicando así tu verdadera curación. Solo te
ayudan a enmascarar el verdadero problema.
Sé que ahora te sientes como que caminas con un peso tremendo sobre ti. Vas
por la vida como una zombi. La vida te lleva. No crees en ti. Todo te da
miedo.
Quizá seas de las que sigue escondiendo lo que siente (como te enseñó tu
madre) tras una apariencia de éxito, pero por dentro estás vacía y rota.
Sufres estrés, ansiedad, agotamiento físico y mental, tienes diferentes
dolencias físicas y hay días que solo te apetece llorar. Incluso hay momentos
en los que solo quieres desaparecer.
Tranquila, no eres la única con estos pensamientos. Son lícitos cuando la
persona que te causa el dolor es tu madre, esa persona que debería ser quien
más te amara y protegiera. Es un dolor que quema, y que solo puede entender
quien lo ha vivido.
Puede que te hayas distanciado de tu madre hace tiempo, y pese a ello no
encuentras tu paz. Su maldad sigue en ti, es como que no puedes limpiar lo
que te ha hecho de tu sistema. El dolor está enquistado en ti, es parte de ti. Da
igual lo que hagas, sigue en ti.
Pero ya es hora de romper esas cadenas pesadas que arrastras y sacar ese
dolor de ti. No te deja avanzar.

Recuerda que todo empieza con el deseo de querer hacerlo.


Has decidido curarte y encontrarte a ti misma. Da igual que edad tengas o
cuánto tiempo te lleve. Lo importante es que has decidido caminar hacia
adelante, y sacar todo ese poder escondido que llevas dentro liberándote de
una vez por todas de esas emociones negativas limitantes.
Si te preguntas porqué esto te pasa a ti, te sientes impotente, crees que tu vida
no es justa,... bienvenida amiga. Es hora de respirar profundamente, relajar
todos tus músculos, y dejar que tus lágrimas broten. Dejar salir el dolor, para
que entre el amor.
Siguiendo las diferentes etapas del Método RAN©, vas a poder liberarte,
desplegar las alas que nunca te dejaron sacar y volar.
Te marco aquí las etapas del Método RAN© por las cuales te voy a guiar
para que te empoderes:

RECONOCER. Haciendo Consciente lo Inconsciente: tomar


consciencia de lo vivido, y de todos los síntomas que acarreas.
Sin reconocer lo que tienes no puedes cambiarlo. (primer y
segundo capítulo).
ACEPTAR. Procesando La Verdad: El duelo. (tercer capítulo).
MODIFICAR. Sanar: Neurociencia y reestructuración cognitiva.
(cuarto capítulo).
EMPODERAR. Empodérate: Encuéntrate a ti misma.(quinto
capítulo).
Cuando conoces todas tus heridas y sabes que las sigues reproduciendo de
adulta a pesar de estar separada de tu madre (la competencia de repetición de
Freud) y entiendes que eres adicta a esas heridas o mejor dicho a las
emociones que te producen, puedes caminar para curarte.
Tómate el tiempo que necesites en cada parte. No hay normas, cada persona
es diferente. No te autoexijas. El abuso narcisista de tu madre no te ha dejado
huesos rotos, pero sí heridas internas que necesitan tiempo para cerrar.
Ten en todo momento junto a ti, papel y bolígrafo para apuntar esas cosas que
crees que no debes olvidar. Y sobre todo para realizar los casi 50 ejercicios
que te pido, por favor, hagas para que realmente sanes. Es muy importante
que respondas a todas las preguntas. Nadie te mira, son respuestas para ti, sé
sincera contigo misma.
Descansa del libro, los dos primeros capítulos van a sacar todo tu dolor y
quizá necesites un respiro. No hay prisas. Lo importante es que vas a
lograrlo.
Quiero que encuentres esa fuerza interna y consigas vivir libre, ser feliz y
hagas lo que realmente quieres.
Es posible curarse del abuso de una madre tóxica.
Todo comienza con la decisión firme de querer hacerlo.

QUÉ TE VA A APORTAR EL MÉTODO RAN ©


Según sigas todas las partes en las que se divide el método vas a conseguir:

Ser consciente de lo que has vivido con tu madre para poder por
fin liberarte de tu culpa y baja estima.
Entender que nada ha sido culpa tuya.
Encontrar lo que te estaba paralizando y no te ha permitido
avanzar en la vida.
Experimentar el alivio de dejar ir de tu mente a la narcisista y
todo su comportamiento cruel y abusivo sin necesitar la
validación de nadie más, excepto la tuya propia.
Saber por qué sigues atrayendo a personas narcisistas a tu vida
que te hunden aún más y dejar de hacerlo.
Liberarte de la adicción emocional para por fin dejar de
experimentar ese dolor que llevas en el alma.
Dejar a un lado tus pensamientos y emociones dañinas
repetitivas para que puedas empezar a vivir y sentirte con más
energía.
Descubrir cómo deshacerte de los pensamientos obsesivos, los
fantasmas que te acompañan.
Sentir paz al cerrar tus heridas y no ser más perseguida por tu
pasado.
Descubrir la inspiración en ti para empezar a caminar hacia tus
propósitos.
Saber qué significa sentir la alegría en tu vida.
Conocerte, aceptarte y amarte.
Empoderarte.
Tómate el tiempo que necesites en cada parte. No hay normas, cada persona
es diferente. No te autoexijas. El abuso narcisista te ha dejado heridas
internas que necesitan tiempo para cerrar.

DE VÍCTIMA A SUPERVIVIENTE
Hasta ahora has sufrido los abusos de tu madre y las secuelas que ello te ha
causado. Has sido víctima de una madre tóxica, de la que no podías escapar.
Pero ahora, ya adulta, no debes verte más como una víctima sino como una
superviviente. Aunque rota, has llegado hasta aquí. ¿No crees que debes
empezar a mirarte con otros ojos?
El Método RAN© te ayudará a saber en qué parte del proceso estás, y a
dónde quieres llegar. La estructura del mismo te ayudará a seguir avanzando
y dejar atrás el pasado, creando una nueva vida donde tú tendrás el control.
Los ejercicios que vas a encontrar son los que necesitas para realmente poder
curarte. La teoría sola no sirve. Necesitas tomar acción.
Sigue los pasos del primero al último, desde el RECONOCER haSta
EMPODERARTE y descubrirás tu verdadero poder. Y recuerda, si has
llegado hasta aquí caminando cada día sobre fuego, eres no solo una
superviviente, si no una guerrera capaz de llegar donde quieras.
Así que empecemos a mostrarte quién eres realmente. Esa superviviente no es
quien tú ves en el espejo cuando te miras. Ahora lo que ves, es un reflejo de
lo que tu madre ha creado. Pero esa, no eres tú. No eres más esa víctima.
Estate preparada porque si has sobrevivido sin saber que no eras un gusano si
no una bella mariposa, imagínate cómo vas a poder circular por esta vida sin
ese peso. Tienes el poder de hacerlo.
Vamos a descubrirlo.
A partir de ahora, por favor ten contigo un cuaderno y bolígrafo, porque
necesitarás hacer los ejercicios y responder las preguntas que te voy a ir
sugiriendo.
Sigue los diferentes partes desde el reconocimiento de lo que has vivido y las
heridas que ello te ha dejado, hasta tu sanación y posterior empoderamiento.
¿Preparada? A por ello, superviviente. Mujer valiente.
RECONOCER
1. Quién es tu madre. Toma de conciencia
Asumir que tu propia madre no te quiso y no te quiere es uno de los procesos
psicológicos y emocionales más difíciles de superar y con consecuencias
devastadoras en todos los órdenes de la vida. A este dolor, hay que sumarle la
incomprensión de los otros, una sociedad dispuesta a mirar para otro lado
ante una realidad tan antinatural.
Debes ante todo saber que tú no eres culpable de nada. No eres mala, ni
torpe,.....ni todas esas lindezas que tu madre ha dicho de ti. Todo lo que tu
madre ha escupido por su boca era un reflejo de ella misma.
Tú no eres quien ves frente al espejo. Solo quien ella te ha hecho creer
que eres. Y ya es hora de descubrir la belleza y fortaleza que hay en ti.
Primero tienes que ser consciente de lo que has vivido, de cómo es tu madre
y cómo te defines tú, para poder cambiar y ser quien realmente tienes poder
para convertirte.
Vamos a empezar viendo cómo es tu madre. Reconociendo sus características
e identificando los métodos de abuso que ha utilizado para mantenerte bajo
su control.
Si estas aquí es porque crees que no has recibido todo el amor que debieras
por parte de tu madre. Reconocer sus rasgos y modos de actuar, saber, te va a
ayudar en tu camino hacia tu propio encuentro.
Según vayas leyendo este capítulo vas a ir reconociendo a tu madre en
muchos de los puntos, lo cual te vendrá a confirmar su toxicidad.
Empezaré definiendo el trastorno narcisista en general, para luego adentrarme
en los aspectos específicos de una madre con trastorno narcisista de la
personalidad, o tóxica, además de las técnicas que usan para mantenerte bajo
control.
Por favor respira y ten contigo pañuelos, las lágrimas brotarán de ti. No te
preocupes es muy bueno, el dolor debe de salir.

EJERCICIO 1
Prepara un bloc de notas para tener siempre a mano durante todo este proceso
del encuentro de tu verdadero yo. Papel, teléfono o un documento en el
ordenador donde puedas apuntar todo en el orden que te presento y puedas
acudir a ello cuando tú quieras y como mejor te venga.
En la primera parte nos vamos a centrar en sacar tu dolor. Más adelante, en
otra etapa del método trabajaremos como sanarlo y cambiar tus sentimientos
que vas a sacar en esta primera parte. El primer paso para tu cura y que
puedas encontrarte a ti misma es reconocer el dolor. Deja que salga de ti.
Sé que cuesta, que es algo muy duro para ti revivir tu vida, pero si realmente
quieres curarte y eliminar cualquier resto o secuela narcisista de ti, tienes que
pasar por esta etapa de reconocimiento del dolor. Si te la saltas, será como
poner una tirita a una herida que no está limpia. Cuando menos lo esperes te
recordará que sigue ahí.
Aunque lleves tiempo separada de tu madre, por favor, pasa por toda esta
primera parte, contesta a todas las preguntas. Estoy segura que sigues
teniendo heridas que no has curado porque no has hecho frente al dolor. Ni el
tiempo ni la distancia son suficientes para curar las heridas narcisistas. Hay
que enfrentarlas.

1.1 Qué es el trastorno narcisista de la personalidad,


TNP
El trastorno narcisista de la personalidad (TNP) es una forma de narcisismo
patológico, diagnosticado por primera vez por el psicoanalista Heinz Kohut
en 1968. Un patrón rígido de conducta que impulsa una búsqueda permanente
de autogratificación, TNP se caracteriza por un grandioso sentido de
autoimportancia , una necesidad insaciable de atención y una falta crónica de
empatía. Anteriormente a este mal se le conocía como megalomania.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales,
DSM-V, el Trastorno Narcisista de la Personalidad, TPN, es un trastorno
de la Personalidad del grupo B.
Según este manual el diagnóstico de una persona con Trastorno Narcisista de
la Personalidad es:
“Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el
comportamiento). Una necesidad de admiración y una falta de empatía que
empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos
como lo indican cinco (o más) de los siguientes puntos:

1. Tiene un sentido grandioso de su propia importancia. Lo


absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o
amor ideal.
2. Se considera especial y único: solo puede ser comprendido por,
y solo debería asociarse con, otras personas especiales o de alto
estatus personal o institucional.
3. Requiere excesiva admiración (es un síntoma que denota una
baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el
trabajo y por cómo son vistos por los demás).
4. Tiene un sentido exagerado y no equitativo de sus propios
derechos. Piensa que se le debe todo.
5. Es muy pretencioso, con irrazonables expectativas de un trato
especialmente favorable o de una aceptación automática de sus
deseos.
6. En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de
los demás para conseguir sus propios fines (espera que se les dé
todo lo que desee, sin importar lo que ello suponga para los
demás, y puede asumir que los demás están totalmente
interesados en su bienestar).
7. Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las
necesidades y sentimientos de los demás.
8. Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás
le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan
recibido una felicitación al pensar que ellos son más
merecedores de la misma).
9. Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o
prepotentes.”
Las personas que sufren este trastorno no son capaces de entablar relaciones
intersubjetivas, porque los otros para ellas no son sujetos, sino objetos a
manipular para obtener lo que quieren. Principalmente, objetos que
confirmen sus sentimientos de grandeza por medio de la admiración.

1.2 Características de una madre tóxica


Las Madres Tóxicas o Madres con Trastorno Narcisista de la Personalidad,
tienen los rasgos característicos de las personas con Trastorno Narcisista de la
Personalidad que acabas de leer. Pero como madres, tienen algún
comportamiento específico, sobre todo con sus descendientes.
Aunque trataré de enumerar aquí qué les caracteriza y los comportamientos
más propios de estas madres tiranas, en resumen, creo que se trata de
personas que te tratan como si todo fuera culpa tuya y como si no valieras
nada. Un tornado que arrasa una familia y la deja destrozada.
Vamos a ir viendo sus principales características. Recuerda que tu madre no
tiene porque cumplir con todas. Cuantas más características sean aplicables a
ella, su grado de toxicidad será mayor.
Según vayas leyendo las características que definen a una madre tóxica o con
trastorno narcisista de la personalidad vas a ir reconociendo a tu madre.
Por favor, según vayan apareciendo los títulos de las características de este
tipo de madres al terminar la lectura de cada punto, anota cuantos más
ejemplos mejor recuerdes de cómo es tu madre.
No creas que este método trata de ella. Lo más importante eres tú la víctima.
Pero necesitas ver cómo es ella, para que te ayude a deshacerte de la culpa
que llevas grabada casi ya en tus genes.
Es doloroso reconocer lo que tu madre te ha hecho, así que por favor no te
marques tiempos. Tómatelo con calma. Llora, no te avergüences de ello, el
dolor tiene que salir.

1.2.1 Falta de empatía emocional


Es su principal característica. La empatía emocional es la capacidad de sentir
lo que otra persona está sintiendo (o lo que crees que la persona está
sintiendo). Tener empatía emocional disminuye la probabilidad de que
quieras lastimar a los demás, porque literalmente sentirás algo de su dolor.
Sin empatía emocional, tu madre no presta atención al dolor que sus
palabras y acciones te causan.
Que no tenga Empatía Emocional no significa que no tenga Empatía
Intelectual (es la capacidad de comprender cognitivamente que estás
causando dolor a otra persona).
La madre narcisista o tóxica, por lo tanto, puede entender que puede estar
causando dolor a sus hijos, pero no presta atención a ello, no le importa. No
establece un vínculo maternal con sus hijos, es carente de toda ternura que se
le presupone a una madre.

1.2.2 No tiene conciencia


La conciencia se define como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y
de su entorno. También puede referirse a la moral o a la recepción normal de
los estímulos del interior y el exterior.
La conciencia moral es lo que nos hace humanos, ya que es una característica
específicamente humana.
Tu madre no tiene esta conciencia moral, aunque como verás más tarde es
consciente de lo que hace.
1.2.3 Carece de autoestima
La autoestima es el conjunto de sentimientos que se tiene de uno mismo. Tu
madre, no se adjudica un gran valor a sí misma. Y para tapar esta falta de
autoestima, te utiliza a ti como forma de cubrir sus carencias y necesidades.
Para evitar quedarse sola, te transmite la falta de autoestima e inseguridad,
haciéndote dependiente de ella.
Es una persona insegura, miedosa,... justo lo contrario de lo que aparenta ser.

1.2.4 Tiene extrema vanidad


No todas son igual de superficiales, algunas lo muestran mucho más claro
que otras. Las hay que se esconden bajo una apariencia de persona sencilla y
buena. Pero a otras muchas les encanta mostrarse altaneras. Lo hacen en
cómo visten o en mostrándose inteligentes ( o es lo que ellas creen), sus
opiniones sientan dogma.

1.2.5 Está celosa de ti


Su envidia es muy visible. Tratará de convencerte de que algo no te sienta
bien, no te dejará maquillarte,... no puedes brillar más que ella. Los demás no
pueden reconocer tu valía.
Llega al extremo de intervenir en tu matrimonios o pareja, y en cómo crías a
tus hijos. No soporta que hagan nada mejor que ella, ni que seas más feliz que
ella.
Te quiere mucho, pero infeliz y a su lado.
1.2.6 Es mentirosa
La madre narcisista es muy calculadora, y para que nadie se de cuenta de su
maldad miente . Te miente a ti para controlarte, pero miente a los de fuera
especialmente sobre ti para ella aparecer como la buena madre. Antes de que
tú puedas decir nada a nadie, los que están alrededor tuyo ya saben cosas
sobre ti.
Miente para presentarte como la mala y la loca y socavar tu credibilidad.
Miente para prevenir que tú puedas destapar su verdad, siendo tu la mala y no
ella.
Intenta parecer una madre abnegada y sacrificada, y quiere que los demás la
vean así.
A mi me gusta verlas como geniales actrices. Podrían ganar un Oscar por su
gran interpretación de madres entregadas, cuando en realidad son todo lo
contrario.

1.2.7 Es excesivamente controladora


Para la madre tóxica, control es sinónimo de seguridad, de algo permanente
que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque le hace sentir bien.
Practica la sobreprotección llevada al extremo. No acepta las saludables
expresiones de individualidad infantil; quiere que su hija sea como ella,
llegando a enojarse y castigarla arbitrariamente si muestra intereses u
opiniones diferentes a las suyas.
Preocupada excesivamente por sus hijos, da una imagen de entrega y amor
totales. No le importa lo que sientas o pienses, todo gira en torno a sus
propios deseos y su propia imagen social.
1.2.8 Es agresiva y desvergonzada
No pregunta. Demanda. No acepta un no por respuesta. Te manipula o desata
su ira para conseguir lo que quiere. Se cree con derecho a todo, en casa y
fuera. Siempre tiene razón y no tolera las críticas.

1.2.9 Su comportamiento puede ser patético


Cuando la confrontas de manera que ya no hay vuelta atrás porque has
descubierto todos sus juegos, se sentirá perdida. Actuará sin pensar, dirá que
no puede hacer nada bien, aparecerá como una mártir. Pero lo que nunca hará
es responsabilizarse de sus actos.
Perderá el increíble control que siempre has visto en ella y su ira le hará
actuar de manera irracional . Se convertirá en una víctima y se echará a llorar,
diciendo que no sabe hacer nada bien. (Si intentas consolarla te acusará de ser
tú la mala), o sacará toda su ira descontrolada. Se le caerá la careta, no
pensará e intentará hacerte daño sin pensar en sus consecuencias.

1.2.10 La madre tóxica tiene miedo patológico a no ser respetada,


amada o valorada
Te usa a ti para llenar su necesidad emocional de ser importante. Lo hace
encubiertamente, a través de la manipulación emocional.(luego vas a ver los
tipos de abusos que utiliza)..
Todas sus manipulaciones van dirigidas a controlarte y mantenerte al lado de
ella, aunque al final consiga lo contrario. No valorándote no te deja volar.
1.2.11 Es un vampiro emocional
Y por último, tu dolor le alimenta. Tu dolor, el verte sola, aislada,
sufriendo,...le produce satisfacción.
Además de estas características que habrás podido reconocer en tu madre,
ella puede también tener otros trastornos de personalidad.
Las madres con Trastorno Narcisista de la Personalidad (DSM-IV código
301.81), también poseen a veces otros trastornos de tipo B, como

1. Trastorno antisocial de la personalidad (DSM-IV código 301.7):


generalizada indiferencia por los derechos de los otros.
2. Trastorno Límite de la Personalidad (DSM-IV código 301.83):
afección mental por la cual una persona tiene patrones
prolongados de emociones turbulentas o inestables.
3. Desorden Histriónico de la Personalidad (DSM-IV código
301.50): es un patrón general de excesiva emotividad y una
constante búsqueda de atención.
Una madre tóxica es una persona herida. Sus heridas son
multigeneracionales, han ido pasando de madre a hija generación tras
generación.
Tu madre ha proyectado sus heridas en ti. Ahora tú has decidido parar este
círculo, ver las heridas, ser consciente de ellas para poder sanarlas y ser quien
realmente eres.
Vamos a seguir con el proceso de conocer a tu madre, para que te ayude en
tu camino a la cura. Es necesario aque reconozcas lo que ella te ha hecho.
Hay muchas cosas de las que no eres consciente porque primero para ti el
abuso ha sido lo normal (no has visto otra cosa) y segundo porque negarse a
sí misma lo ocurrido es normal. Es una manera de protegerse. Ya verás más
adelante que una de tus heridas es el autoengaño.
Pero ahora vamos a centrarnos en saber cómo tu madre ha abusado de ti para
mantenerte atada a ella. Y aún peor para romperte y hacerte crecer como una
persona adulta rota llena de heridas. Reconocer sus técnicas de manipulación
va ayudarte a que elimines el sentimiento de culpa de ti, y a que te saques del
todo la venda de tus ojos y no te sigas sintiendo más culpable. Has de atribuir
la culpa a quien corresponde.

EJERCICIO 2
Ver claramente cómo es tu madre y cómo actúa te va servir para no dudar en
ningún momento de que tu no eres culpable de nada, no has hecho nada malo.
Solo nacer en un entorno familiar donde no te han dejado crecer
emocionalmente. Pero tranquila, a lo largo del Método RAN© vas a hacerlo y
por fin vas a poder vivir sin todas esas secuelas de miedo, baja estima,
sentimiento de estar mal de la cabeza,.....
Para ello aunque sea doloroso has de reconocer lo que te ha pasado, has de
hacer consciente muchas cosas que solo quedan ahi en tu subconsciente pero
que no te dejan tener una vida plena.
Admitir que tu madre no es buena es desgarrador, pero es mucho peor vivir
toda tu vida con todo lo que ella te ha causado.
Aunque te cueste escribe cada característica de tu madre siguiendo el orden
que has visto. Sé sincera contigo misma. Nadie más te ve. Solo estas tú, y
para salir de este agujero en el que vives solo te puedes ayudar tu. Yo te guío,
pero tú debes sacar todo lo que llevas dentro. Sacar el dolor para que hagas
sitio al amor.
Entiendo que duele, pero no puedes cambiar lo que no reconoces. Esto lo
puedes comparar con un alcohólico, mientras no reconocen que beben, no
pueden dejarlo. Pues tú también, has de reconocer tu problema. Y sobre todo
debes dejar de proteger a tu madre. Protégete tú.

1.3 Técnicas que utiliza la madre tóxica para


mantenerte bajo su control
Para mantenerte bajo su control, tu madre ha utilizado diferentes técnicas que
te voy a pasar a describir a continuación. Una vez más puede que tu madre no
haya utilizado todas contigo, y puede que haya utilizado diferentes técnicas al
mismo tiempo. Las madres tóxicas son bastante predecibles y tienen unos
patrones de actuación muy similares unas de otras. Pero son personas únicas
y no todas utilizan las mismas armas de tortura. Las irás reconociendo según
las vayas descubriendo.
Aunque te resulte doloroso por favor, sigue apuntando. Ahora leyendo las
técnicas de abuso de tu madre tóxica vas a volver mucho a tu infancia, a
momentos dolorosos. Por favor sigue teniendo tu bloc de notas contigo. Cada
técnica que leas, va a llevar a tu memoria a momentos concretos, historias
que quizá habías enterrado.
Traerlas a la memoria de nuevo te va a doler. Pero por favor escríbelas.
Creeme, que el ejercicio de reconocer tu dolor, su origen y sacarlo, limpiarte,
te va a ayudar. Como hacer esto va a remover el dolor en ti y puede que
saque con ello comportamientos emocionales de defensa como ira, gran
tristeza,.... te recomiendo que si vives con alguien, pareja, hijos, amigos,....
compartas con ellos tu proceso. No quieres que se preocupen por verte sufrir.
Pero no te preocupes. No voy a permitir que te quedes en el dolor. Ya verás
más adelante que centrarte en el dolor te deja encadenada a él. Pero para
pasar a la parte donde puedes empezar a cambiar y sanar primero has de
reconocer qué es lo que tienes. Has de ver cada síntoma que tienes.
Vamos con las técnicas de abuso que tu madre ha utilizado para mantenerte
bajo su control . Deja que tus lágrimas broten.

1.3.1 Infantilización
La infantilización consiste en infravalorar las capacidades físicas y mentales,
lo que favorece una pérdida de la independencia y autonomía. Esta forma de
abuso se traduce en el aislamiento y en una disminución de las facultades
físicas, cognitivas, funcionales y emocionales.
En una familia no disfuncional, lo normal es que los hijos cuando llegan a la
adolescencia empiecen a separarse de los padres. Los hijos tienen que
encontrarse a sí mismos, tener sus propias opiniones, gustos,...y encontrar su
propia identidad.
Dentro de una familia disfuncional, la madre tóxica no permite que este
proceso natural acontezca. Por el contrario, la madre tóxica se encarga de que
sus hijas no sean independientes y sigan revoloteando alrededor de ella.
Por eso, normalmente la edad de la adolescencia es la época en la que las
hijas de madres tóxicas despertamos y nos empezamos a dar cuenta de lo que
nuestra madre nos ha hecho. Ya que al querer tener nuestra propia identidad,
sus abusos se vuelven más fuertes para controlarnos. Incluso algunas sienten
que su madre fue buena con ellas durante su infancia, y que solo al crecer las
empezaron a abusar.
Por lo que concierne a una madre tóxica sus hijas existen solo para su propio
beneficio. Tu madre te ve como su propia extensión, y no quiere darte la
habilidad para que puedas crecer y separarse de ella.
Uno de los claros ejemplos de infantilización lo vemos en la película
Rapunzel (Enredados) de Disney. La madre convence a la hija mediante el
lavado de cerebro de que no sobrevivirá al mundo de ahí fuera sin ella.
Menos mal que está ella para cuidarla y protegerla. La madre exagera los
peligros del mundo y le hace ver que no está preparada para afrontarlos.
Pero la infantilización no se trata de protección, como nos quieren hacer ver
nuestras madres. Si no de crear terror y dependencia. De hacerte creer que
necesitas a tu madre y que sin ella no sobreviviras.

Ejemplos de infantilización pueden ser los siguientes:

Dar dinero constantemente a la hija, reforzando el mensaje de


que la hija no puede valerse por sí misma. Lógicamente la hija
nunca sabrá sobrevivir y buscarse la vida si la madre no le deja.

Aprobar o desaprobar tus amistades, ella decide quién es bueno


o malo para tí

Decirte qué debes llevar puesto

Decir que eres demasiado joven para casarte, para irte de casa,...
(aunque tengas 40)
…… anota cómo tu madre te ha infantilizado cuando eras más
pequeña y cómo lo hace ahora. Tómate tu tiempo, vuelve a leer
el punto si es necesario. Sal a dar un paseo y deja que tus
memorias surjan.
1.3.2 Invalidación
Invalidar es rechazar, ignorar, ridiculizar, burlarse, juzgar o aminorar los
sentimientos de alguien. La madre tóxica controla cómo nos sentimos y
durante cuánto tiempo lo hacemos. ¿te suena?
Un niño, que es invalidado repetidamente se convierte en un niño
confundido y una madre tóxica invalida constantemente.
Cuando eres invalidada de pequeña, y repetidamente te dicen que no vales
nada, al ser mayor es lo que crees y es muy difícil revertir este sentimiento
grabado en nuestro ser.
El niño invalidado, despreciado, humillado, insultado,....pierde confianza en
sus propios sentimientos. Pierde uso de su cerebro emocional - y el cerebro
emocional es una de las herramientas básicas para la supervivencia.
Para adaptarse a este ambiente insano, la relación entre sus pensamientos y
sus sentimientos se malogra. Sus respuestas emocionales, su manejo
emocional probablemente serán dañados gravemente, y quizás
permanentemente. Las respuestas emocionales que funcionaron para ayudarle
cuando era niño pueden funcionar contra él mismo cuando es un adulto.
De niña tu madre te ha invalidado, te ha hecho creer que tus necesidades no
existen, que tus sentimientos son erróneos, lo que ha impedido que “crees” tu
verdadero YO.
Ahora, no eres tú, no has tenido libertad para serlo. Has estudiado lo que tu
madre ha sugerido, has vestido como ella ha marcado, y te has relacionado
con amistades que ella ha aprobado. De una manera sutil a veces, y en otros
casos de un modo más agresivo, tu madre no te ha dado opción a decidir. Se
ha salido con la suya.

Ejemplos de Invalidación que la madre tóxica utiliza:

Deja de llorar, o te pego.

Con todo lo que he hecho por tí.


No vales para nada.

No te va a querer nadie.

¡Cambia tu ánimo!

¡Vete a gritar/llorar a otra parte!

Que mal carácter, nadie va a querer estar contigo.

Ya estás armando un drama.

No luchas lo suficiente.

No eres responsable.

Tu cuarto es un desastre.

Pareces un adefesio (aunque ese dia lleves tu mejor ropa).

Eres muy torpe.

Siempre te equivocas.

Nunca te concentras.
Lárgate.

Cállate.

Cálmate.

Ya pasó no es para tanto.

No me molestes.

No me amargues.

Estás exagerando.

Es una tontería por lo que lloras.

Pudiste haberlo hecho mejor.

Solo das problemas

Es por tu culpa

Tus propios ejemplos. Escribe en tu cuaderno ejemplos de


invalidación que ha utilizado contigo.
Si repasas cada ejemplo invalidante te darás cuenta que sirven para “borrar” o
reprimir tus verdaderos sentimientos.
Tu madre nunca te ha halagado, no te ha validado. Y ahora tú no sabes
hacerlo. Escribe cada frase que te venga a la memoria, cada dia que recuerdes
en que ella te ha hecho sentir que no vales.
Aunque ahora te duela, no te preocupes vas a aprender a validarte y a
quererte por encima de todo.

1.3.3 Gaslighting, la asfixia emocional


Es uno de los abusos emocionales más destructivos. Lo usan nuestras madres
tóxicas para hacerte creer que estás mal de la cabeza.
La madre tóxica te presenta información falsa para que dudes de ti, e incluso
de tu cordura. Tu madre te convence de que tu manera de ver la vida no es
cierta. Así que si alguna vez has pensado estar loca, no, no lo estás. Ha sido
tu madre la que te lo ha hecho creer.

Gaslighting es una forma de abuso psicológico que consiste en presentar


información falsa para hacer dudar a la víctima de su memoria, percepción o
de su cordura.
El término comenzó a utilizarse clínicamente después de las película, Luz de
Gas, o Gaslighting de 1944, donde una mujer cree estar volviéndose loca tras
las manipulaciones de su marido.
El proceso de hacer luz de gas es un proceso psicológico con fases
claramente identificadas, que sirve para manipular y desestabilizar a la
víctima. Las fases del proceso suelen ser las siguientes:
A. Manipulación de la realidad: Para ello se introducen circunstancias
anómalas como puede ser hacer desaparecer objetos, producir ruidos que el
manipulador dice no escuchar, negar que se haya sostenido una conversación,
etc. La víctima comienza a dudar de su propio juicio, hasta el punto de fiarse
más del juicio del abusador/a.
B. Invalidar la percepción de la víctima: La persona abusadora aísla la
víctima. Trata de convencerla de que sus sentidos la engañan, para ello se
niega cualquier hecho que haya observado, se le convence de que ha dicho lo
que no ha dicho, se le hace creer que sus amigos son sus enemigos y que
actúan con mala fe. Se le acusa de errores no cometidos, etc. La víctima
termina creyendo que su opinión no es válida, lo que hace que se auto aísle
por miedo y falta de confianza.
C. Aislar a la víctima: La persona abusadora limita la vida social de la
víctima. Cuanto más limitadas estén sus relaciones menos posibilidades
existen de que se interrumpa el proceso, es por ello que se la hace desconfiar
de todo y de todos garantizando así que no airee información de lo que está
ocurriendo. El círculo se va cerrando y llega un momento en que la víctima
queda limitada a un espacio cada vez más reducido que percibe como seguro.
Normalmente la víctima termina relacionándose solo con la abusadora, ya
que percibe que es la única persona que quiere el bien para ella.
Esta etapa es comparable al Síndrome de Estocolmo. En los dos abusos la
víctima cree que su agresora es la única que puede salvarla, siendo el control
sobre la víctima total.
D. Hacer dudar a la víctima acerca de su cordura: Una vez que la
víctima está suficientemente debilitada, que duda de sus conductas y
pensamientos, que cree en lo que le dice la otra persona más que en sus
percepciones, es cuando la acosadora introduce la idea de que su cordura es
cuestionable.
En este punto la acosadora aprovecha cualquier arrebato o crisis de la víctima
para demostrarle lo enferma que está, por tanto debe dejar cualquier tipo de
actividad social, si es que aún conservaba alguna, para depender
exclusivamente de las decisiones de la acosadora.
A partir de este momento la víctima se ha puesto totalmente en manos de su
verdugo, en quien confía plenamente aunque le produzca un daño irreparable.
Existe el convencimiento de que se está atravesando un trastorno mental y
por ello debe delegar cualquier tipo de decisión en la otra persona, existe una
confianza ciega en la acosadora y se establece una relación de dependencia
patológica difícil de romper.
Es en este momento cuando la patología que no existía, (tú no veías cosas que
no eran) comienza a instaurarse en el organismo de la víctima.(empiezas a
ver cosas que no son). En este estado de confusión la ansiedad, la depresión,
las crisis de nervios, los arrebatos emocionales y los trastornos obsesivos son
síntomas que aparecen en ti de manera cada vez más frecuente.
Al final los síntomas que ha creado tu madre a través de la manipulación y
una gran inyección de estrés, y que anteriormente no tenías, terminan siendo
ciertos incapacitando a la víctima (a ti) para tomar cualquier tipo de decisión.
En este estado has perdido cualquier tipo de credibilidad, tu cordura está en
entredicho y tus familiares y amigos, que desconocen las maniobras de la
acosadora, tu madre, aceptan que tienes algún tipo de trastorno mental y, por
tanto, queda anulada tu autonomía.
Resumiendo. Tu madre te hace creer que lo que ves no es cierto, incluso te
hace ver cosas que no son, todo para aturdirte y que dudes de ti, de tu
cordura. Te aisla presentando a tus amigos como enemigos. Te muestra una
realidad que no es. Y terminas confiando solo en ella.
Una vez que estás realmente confundida, te sientes perdida, deprimida por
creerte “loca” y te enfadas contigo misma. Es el momento en el que sacas tu
ira, tu frustración y tu madre te confirma que estás mal de la cabeza.
Entonces, es cuando crees la versión de tu madre sobre tu estado mental.
Es el momento de gozo de tu madre abusadora, ya que disfruta del placer que
le da el pleno control sobre ti, su propia hija.
Una vez tu madre ha construído las fantasías de tu inestabilidad emocional
(recuerda no es cierto pero te lo hace creer), se lo contará a todo el mundo,
mostrándose preocupada por ti y presentándose como una víctima. Te quiere
y no sabe qué hacer para ayudarte, es una madre sufridora porque aguanta tus
ataques de locura.
No te culpes por haber caído en sus manipulaciones. No es muy difícil hacer
dudar a una criatura insegura y falta de amor.
La parte más dura de crecer siendo gaseada es que lentamente va minando tu
mente. Aprendes a vivir en estado de plena hipervigilancia analizando todo lo
que dices y haces o lo que los demás dicen y hacen. Creces no fiándote de ti,
pero tan poco de los demás. Con ello el control de tu madre sobre tu mente es
absoluto.
La madre abusiva ha hecho que te cuestiones:

¿Ha ocurrido en realidad?.

¿Que ha hecho realmente mi madre?.

¿Que ha dicho mi madre?.

¿Le he oído bien?.

¿No he entendido algo?.

¿No estaba atenta cuando me lo dijo?.

¿Por qué confundo todo siempre?.


Intenso lo sé. ¿Has identificado algún comportamiento descrito en tu madre?
¿Has reconocido este juego mental como parte de las torturas habituales de tu
madre?. Sé que ver lo que te ha hecho tu madre es doloroso. Pero deja que el
dolor salga, que las lágrimas fluyan.
Escribe cómo te ha manipulado, cómo te ha aislado. Lo hacen de una manera
muy sutil.Te dejo algunos ejemplos para que te ayudes a identificar los tuyos.

Normalmente no te prohiben ver a alguien , si no que dicen eso


de “a mi me parece que Menganita es así y así. No se si es lo
mejor para ti”.

“Yo que tú me andaría con cuidado con Mengana.”, y te dice


alguna barbaridad sobre ella.

‘Se de buena tinta que Fulano es blabla, ten cuidado. Ya sabes


que a mi me da igual, solo quiero lo mejor para ti” .

“Que necesidad tienes de irte por ahí. Si te hemos comprado una


TV nueva … para que estes bien y no te falte de nada”.

“No, te parecerá a ti, yo nunca he dicho eso”.

Cambia cosas tuyas de sitio y te dice que ella no ha sido.


Entonces te dice que tienes mala memoria.

Cuando recibes un regalo muy querido de alguien ajeno (que


puede amenazar el control de tu madre sobre ti), y no sabes
como pero desaparece. Por supuesto ella no sabe nada.

Cuando se te cae un plato, y tu madre te dice porqué haces eso,


solo quieres que me enfade.

De pequeña ibas saltando con la cuerda mientras caminabas al


lado de tu madre. Puedes parar de hacer eso, quieres que me
caiga. No puedes caminar normal como otros niños.

Tu madre te dice si haces los deberes y limpias tu cuarto te llevo


a comer un helado. Después de hacer lo que ella te ha dicho y
mas, le pides el helado y ella te dice que nunca te había dicho
nada, no te lo inventes.
Tu madre se reía de tus comportamientos, te ridiculizaba cómo
caminabas, o tu pelo,....

Era inflexible contigo. Tenías que hacer las cosas exactamente


como ella quería, sin lugar al más mínimo error. Cualquier fallo
era castigado y te acusaba de incompetente.

Siempre te ha dicho que te conoce mejor que tú.

Hacía un comentario negativo sobre ti, se lo recordabas cuando


estabas delante de otras personas, y lo negaba poniéndose a la
defensiva e incluso agresiva, acusándote a ti de querer
simplemente dejarla mal delante de los demás.

………..

❏ Escribe tus propios ejemplos.


Cuando eres pequeña es imposible darte cuenta de que tu madre te gasea, ya
que tomas los comportamientos como normales, y creces pensando que la
inestable eres tú.
Porque el gaslighting trata de ejercer control sobre la víctima, algunas madres
suben el “volumen” de sus tortura cuando las hijas les responden o
cuestionan cómo les tratan. Así que muchas hijas cuestionan su propia visión
de los hechos, y empiezan a creer en sus percepciones. Creen que
verdaderamente están mal.
NO, NO LO ESTÁS. ESTÁS BIEN.

1.3.4 No respeta tus límites personales


Los límites personales son reglas o límites que una persona crea para
identificar por sí misma cuáles son las formas razonables, seguras y
permisibles para que otras personas se comporten a su alrededor y cómo él o
ella responderá cuando alguien cruce esos límites. Están construidos a partir
de una mezcla de creencias, opiniones, actitudes, experiencias pasadas y
aprendizaje social.
Los límites personales te definen como individuo, delineando tus gustos y
aversiones, y estableciendo las distancias a las que permites que se acerquen
los demás. Incluyen límites físicos, mentales, psicológicos y espirituales, que
incluyen creencias, emociones, intuiciones y autoestima.
Los límites personales son saludables y necesarios en la vida de una
persona.
Como hija de una madre tóxica has sido criada para no tener límites. Nada de
lo que poseas es tuyo, ni siquiera tu cuerpo, ciertamente no tus pensamientos
y creencias. No eres una persona individual, separada de tu madre, eres una
extensión de ella. Desafortunadamente, eso no cambia cuando eres mayor y
sigue así aunque tengas 60 años.
Tu madre no respeta tus límites físicos, emocionales ni psicológicos. Ella lee
tus cartas, emails, o te hace preguntas excesivamente personales. Sientes que
no tienes intimidad, hurga en tus armarios, correo.... Dispone de tu tiempo sin
consultarte si te viene bien.
Uno de los problemas que tienes como hija de una madre toxica es que nunca
se te ha permitido establecer tus propios límites. Tu madre lo ha hecho por ti.
El problema de crecer de esta manera es que cuando llegas a la edad adulta,
no cambias: no sabes cómo establecer y hacer cumplir los límites. Así
cualquiera puede venir y establecerlos por ti: un jefe, una pareja, incluso
hasta tus propios hijos.
Vamos a ver a continuación los diferentes tipos de límites que tu madre
quebranta.
Límites Físicos
La madre tóxica viola tu espacio físico. Ella cree que tiene derechos sobre tí,
por eso entra mientras estás en el baño sin preguntar, o se mete en una
conversación tuya privada sin que nadie le invite. Si te mudas, tendrá derecho
para entrar en tu casa cuando y como quiera.

Límites Mentales
Tu madre invade tus pensamientos, opiniones y creencias. Las madres tóxicas
no pueden tolerar el desacuerdo. Así que cada vez que has intentado expresar
tus propios pensamientos, ella te ha reprendido, ... o peor ha actuado con ira,
te ha dejado aislada, o ignorado.
Como resultado has aprendido a vivir sin expresar tu propia realidad. O si has
sido la rebelde, el Chivo Expiatorio que siempre ha seguido dando sus
opiniones a pesar de saber que ibas a ser reprendida, entonces te han tachado
siempre como la mala. La causa de la disfuncionalidad y los problemas de la
familia.
Los límites mentales que te ha impuesto tu madre son la razón por la que
necesites constante aprobación de los que crees más fuertes que tú. Dudas de
tus pensamientos y opiniones. Necesitas que terceros te los validen.

Límites Emocionales
La madre tóxica limita tu capacidad de tener y controlar tus propios
sentimientos.
Ella solo está motivada por sus deseos y las personas a su alrededor están allí
con el único propósito de satisfacerlos.
La madre narcisista intenta minimizar los sentimientos del niño si están en
conflicto directo con sus propias necesidades. Al niño se le dirá que
“realmente no siente eso” o que “lo superará” o “deje de ser un bebé”.
Cualquier cosa que haga que el niño deje de ser tan “dependiente” y requiera
que ella ponga a sus hijos ante sus propias necesidades.
Esto hace que hayas crecido sintiendo que eres insignificante (tu madre ha
ignorado tus sentimientos), y muy dolida al saber que tu madre nunca se ha
preocupado por tu verdadero ser. Y lo peor, has creído que los sentimientos
de tu madre están antes que los tuyos propios.
¿Has apuntado todos los límites que ha roto tu madre contigo? Escribe todos
los ejemplos que te vengan a la la cabeza. Haz una lista. Recuerda ha roto no
solo los límites físicos, sino también tus límites emocionales y mentales. ¿A
cuántas cosas no le has podido decir no?
¿Reconoces las consecuencias de todas estas faltas de límites en tus
comportamientos diarios? El no haber tenido intimidad, el no haberte podido
expresar como quisieras porque tenías que hacer las cosas a su manera,
¿cómo te ha hecho sentir? Apúntalo todo, para que más tarde trabajes en ello.

1.3.5. Practica la triangulación


La triangulación, es un método de manipulación sádico utilizado por una
persona narcisista para manipular a dos personas a la vez creando un
triángulo con ella en medio.
La triangulación en el seno de una familia disfuncional, con una madre tóxica
consiste básicamente en que la madre enfrente a los hermanos entre sí. Ésta
alimenta la envidia, el enfado y el menosprecio, emociones altamente
corrosivas, para enfrentar a los hermanos. Divide y vencerás, es algo que está
vampiro emocional tiene muy claro.
La madre tóxica se encarga de crear celos entre los hermanos, a través del
trato injusto a uno de ellos (el chivo expiatorio[1], el hijo odiado o oveja
negra de la familia) y de premiar arbitrariamente al otro, (el hijo dorado[2], el
favorito y consentido). La madre tóxica también triangula a través de
comparaciones injustas creadas con toda la intención de desunir a los
hermanos.
Este juego de la triangulación, da a la madre mucho poder. Al aislar a sus
hijos ella es la que controla la información y lógicamente cuenta a cada uno
las cosas como a ella le interesan para perpetuar la situación de ruptura de la
familia y su poder sobre ella.
Con el juego mental de la triangulación, la madre tóxica disfruta, ya que
la sensación de poder al controlar a diferentes personas le confirma su
grandiosidad. El poder alimenta su autoestima.
Aunque el hecho de que uno de los hijos sea elegido como dorado o favorito,
ocurre casi siempre de manera arbitraria, creo que el sexo es importante. Así
una madre narcisista que tiene dos hijos, una niña y un niño, casi siempre
tomará a la niña como chivo expiatorio o hija odiada (probablemente este es
el papel que te ha tocado), porque la ve como una extensión de sí misma. No
le perdonará el hecho de que la niña desee diferenciarse de ella y durante la
adolescencia, esta hija será vista como una rival competidora.
El niño, no representa competencia alguna para ella, por eso será el receptor
de todo su apoyo incondicional.(el hijo dorado).
Esto no significa que no haya varones que sean chivos expiatorios, porque
también los hay y sufren las mismas torturas y secuelas que las chicas.
En ambos casos, tanto El Niño Dorado como El Chivo Expiatorio son casos
de niños que sufren el abuso narcisista. Los dos sufren el abuso de distintas
maneras (uno la aprobación, el miedo y el control y el otro la desaprobación,
la culpa, la humillación y el rechazo). En ambos casos, los hijos de una madre
narcisista viven en un ambiente tóxico y destructivo.
Contrariamente a todo lo que nosotros, quienes hemos sido desfavorecidos
dentro de la familia disfuncional, podamos creer, ser el hijo dorado no es una
ventaja ni una bendición. Es el hijo que probablemente nunca podrá escapar
de la familia tóxica, con todo lo que eso implica.
Al crecer dentro de una burbuja, donde todo le ha sido permitido,
difícilmente encontrará un lugar en el mundo real. Se convertirá en su clon,
un ser totalmente tóxico, o en alguien totalmente sumiso que no discutirá las
órdenes maternas. Será visto como bueno, pero no tendrá voluntad propia.

¿Y qué pasa en el caso de una hija única?


Aquí la madre no puede utilizar la triangulación para poner a un hermano
contra el otro. En estos casos, la madre absorbe aún más a la hija o hijo único,
lo asfixia más. Ya que es el único al que puede maltratar para sacar su ira y
obtener su suplemento narcisista (veremos este concepto cuando terminemos
de ver las técnicas de abuso).
¿Has reconocido la repartición de roles que ha hecho tu madre en tu casa?
Describe el papel de tus hermanos en tu cuaderno, y quién has sido tú dentro
de la familia disfuncional. Recuerdas algún momento en el que claramente tu
madre os enfrentó a los hermanos. ¿Cómo te ha hecho sentir crecer con un
hermano que nunca a ejercido de tal porque tu madre no lo ha permitido?
Saca tus sentimientos no los guardes.
1.3.6 Mina tus logros
La madre tóxica no admitirá tus logros excepto si ella puede ponerse las
medallas. Tu madre tóxica nunca dejará que tu seas la que aparezca como la
que hace algo bien. Se lo atribuirá ella.
Si la comida del domingo te ha salido bien, no es por tus propios méritos, si
no porque has utilizado su receta. Si sacas buenas notas, se lo contará a todo
el mundo porque le hace parecer buena madre. Si no puede llevarse el crédito
de tus logros, los ignorará o los despreciará.
Si tu vas a protagonizar un evento, ella o no irá, llegará tarde o actuará como
si no fuera algo tan importante. O comentará que Fulanita lo hizo mejor. O
tratará de tener una discusión contigo antes para que vayas sintiéndote mal.
De una manera o de otra la madre tóxica trata de hacerte ver que no
vales. Te desvalora, lo cual tiene consecuencias devastadoras: creces
pensando que no vales para nada.
Crecer creyendo que lo que tu consideras logros no lo son, que lo que tu
haces nunca está a la altura, deja una huella imborrable en nuestra
personalidad. No creemos en nosotras mismas. Necesitamos aprobación de
los demás.
Por eso nos volvemos demasiado exigentes con nosotras mismas, nos
autoexigimos para llegar a esa perfección, que parece que nunca llega a ojos
de nuestra progenitora. Nos desgarramos porque nunca conseguimos hacer
nada bien, y no podemos caminar solas por la vida, porque siempre buscamos
la aprobación de un tercero. No confiamos en nosotras mismas, porque
nuestra madre nos enseñó con sus descalificaciones y manipulaciones, a no
confiar de nuestro raciocinio. Esto es una de las razones por las que tendemos
a buscar parejas que nos ratifiquen, o a ser poco sociales.
¿Te acuerdas de todas esa veces en las que tu madre ha tratado de restar
importancia a tus méritos? Todas esas veces en las que incluso ella se ha
puesto por encima de ellos para que los demás no se den cuenta de que
puedes ser mejor que ella. En casa estaba prohibido hacerle sombra. Anota
todas esas situaciones que vengan a tu memoria.

1.3.7 Utiliza un padre permisivo


Una madre narcisista no puede actuar sola. Necesita un padre permisivo. Ese
que termina haciéndose sumiso a ella o la adora.
Dentro de una familia distorsionada con una madre tóxica, siempre hay un
padre permisivo. Ese padre que de manera activa o pasiva permite que la
madre perpetúe sus actos terroristas emocionales.
Así que, como hija de madre toxica, te sientes huérfana. No solo has carecido
de una madre afectuosa, además tu padre es como si no hubiera estado
presente.
El dolor de la ausencia del amor de tus progenitores, aún conviviendo con
ellos, rasga tus entrañas.
Muchas veces, como agarrándote a una liana de salvación, idealizas a tu
padre, siendo lo único que te puede mantener a flote. Al fin y al cabo él no es
el que te maltrata.
Como he dicho el padre de nuestras familias disfuncionales, puede permitir el
abuso materno de forma pasiva o activa. Si vemos los tipos de padre
permisivos que hay, seguro que identificas al tuyo.

Tipos de padres permisivos

El ciego: No es consciente de lo que ocurre en casa mientras él


no está. Es manipulado por la madre tóxica, MT. Ésta, lo
mantiene engañado. El juego de la madre con el padre ciego es el
de hacerle creer que la “hija mala” o chivo expiatorio, es horrible
y necesita corrección. Mira lo que ha hecho tu hija, qué mal
carácter tiene, no me respeta,....
El padre “avestruz” : esconde la cabeza y mira para otro sitio
ante los abusos de la MT. Puede que tenga miedo, se sienta
incapaz de hacer nada o simplemente sea un cobarde. Al pensar
que no puede hacer nada y se absuelve a sí mismo de su
“colaboración pasiva” con la esposa tóxica. Son hombres
satélites, giran alrededor de la madre. No tienen mayor criterio
más que el de su mujer. Es lo que conocemos como el hombre
calzonazos, va siempre como un perrito faldero con su mujer sin
opinión propia.
El colaborador: es el padre que activamente participa en el
abuso. Puede ser un narcisista él también o ser totalmente
dependiente y estar completamente controlado por su mujer.
Con cualquier tipo de padre permisivo que sea el tuyo, tu madre tóxica
disfruta viendo como le ayuda con tu destrucción e invalidación. Al fin y al
cabo el padre hace el trabajo sucio por ella.
Visto los tipos de padres permisivos que hay y habiendo reconocido al tuyo
seguro que te sigues haciendo la eterna pregunta en nuestra mente. “Es mi
padre culpable por no haber parado los abusos de mi madre tóxica?.
¿Pudo parar el abuso? ¿Si lo hubiera parado qué hubiera pasado, cómo
hubiera sido tu vida? ¿Y si se hubiera separado de tu madre?
Son preguntas que cuando entras en el proceso de conocimiento de lo que te
ha pasado, te martirizan porque no encuentras las respuestas ni entiendes el
por qué tu amado padre actuó así. ¿Por qué no hizo algo por mí?, ¿Por qué no
me salvo de la quema? Por qué no paraste a mi madre? ¿Por qué no la
abandonaste?
Son preguntas que resuenan en tu cabeza. Lo único que puedes hacer hoy es
darte cuenta del papel que ha jugado tu padre, perdonarlo, sentir pena porque
nunca ha podido ser feliz y seguir adelante en el camino de encontrar tu
propio YO.
Escribe en tu cuaderno qué tipo de padre es el tuyo, reconoce como actúa y
cómo tu madre lo controla. Piensa en cómo tu madre lo domina y qué sientes
ante cómo responde tu padre a la situación.

1.3.8 Proyección
La proyección es una herramienta disfuncional que la madre tóxica utiliza
para soportar sus propias deficiencias y limitaciones. Proyecta en tí lo que es,
o lo que envidia de ti. Así, cuando una madre tóxica te acusa de mentirosa, de
inestable, egoísta, mala persona... es porque ella lo es.
Para entenderlo mejor vamos a ver que es la proyección:
Es un mecanismo de defensa por el que la persona atribuye a otras personas
sus defectos, pensamientos, e incluso sus carencias. Estos le resultan
inaceptables para sí misma. Es un mecanismo que se pone en marcha en
situaciones de conflicto emocional o cuando la persona que lo practica, en
este caso tu madre, se siente amenazada.
Se puede dividir en:

Proyección neurótica, se trata de percibir a los demás de formas


que nosotros inconscientemente consideramos criticables de
nosotros mismos.

Y la proyección complementaria, que consiste en asumir que


los otros hacen, piensan y se sienten de la misma manera que
nosotros. También lo es la asunción de que las otras personas
pueden hacer las cosas igual que nosotros.
Las madres narcisistas, cuando critican son un fiel reflejo de sí mismas, pero
lo peor es que realmente creen en sus versiones fabricadas de las cosas.
Cuando entiendas este concepto, verás con claridad que tu madre tóxica le
habla a un espejo. Las acusaciones de tu carácter y de lo que “haces” son en
realidad lo que ella siente internamente sobre sí misma.
Sus proyecciones no son tus defectos sino los suyos. Esto es muy
importante que lo entiendas para dejar el dolor a un lado.
Cuando entiendes que de todo lo que te acusa tu madre es lo que ella es
realmente, lo que dice y suelta por su boca es un espejo de sí misma, puedes
empezar a ver cada uno de sus “espectáculos” como si estuvieras observando.
Entender esto, te ayuda a empezar a protegerte de sus garras y dejar la culpa a
un lado. No eres tú, si no ella. Te acusa de ser lo que ella es.
Tu madre en lugar de aceptar que tiene un problema de autoestima, te castiga
a ti, reprochándote sus propios defectos. Te dispara su rabia con afilados
dardos, y proyecta sus emociones negativas en tu persona porque de ese
modo consigue lo siguiente:

Ignorar su problema y atribuirlo a ti.


Liberarse de esa carga interna y dejarla en el exterior.

Generando culpa en ti, consigue una posición de poder. “Yo NO


tengo el problema”, lo tienes TÚ (el mundo es quien debe
moverse a su alrededor).

Al interpretar que eres tú la que tiene el verdadero problema,


logra distorsionar de tal modo su realidad que llega a creerla. Tu
madre se cree su fantasía, negando así sus verdaderas carencias.
Comentarios como, eres mala, estúpida, egoísta, no eres lo suficientemente
buena, etc. son fácilmente absorbidos por los niños como verdad. De pequeña
no tienes tu ser establecido y absorbes estas críticas como la verdad. Esa
verdad, que en realidad es absolutamente falsa, es lo que te atormenta. Has
crecido creyendo lo que tu madre te ha dicho sobre ti . Pero esa no eres tú.
Todos esos defectos, no son tuyos sino de ella.
Apunta los reproches que recuerdes has recibido de tu madre. Seguro son
muchos, así que tomate tu tiempo. Puedes ver cómo lo que a ti te ha acusado
de ser es lo que realmente ella es. Con sinceridad, se que es difícil en estos
momentos no tener rabia, intenta escribir una descripción de tu madre. No
crees que eso de eres “vaga, tienes mal carácter, no hay quien te quiera,....”
en realidad es absolutamente aplicable a ella. Sus palabras son un espejo de sí
misma. Empieza a atribuir tus creencias sobre ti a quien corresponden de
verdad.

1.3.9 Deflexión
La deflexión es el arte de distraer psicológica y emocionalmente a una
persona para cambiar de tema, y enfocar la conversación hacia otro lugar. Tu
madre es la reina de la deflexión, la practica tan bien, que cuando estás
manteniendo una conversación con ella, probablemente termines en el mejor
de los casos rascándote la cabeza porque no sabes de qué está hablando. Es
un método de control conversacional, claro, simple y muy eficaz.
Las madres con trastorno narcisista de la personalidad, son artistas de la
deflexión. Es una de sus tácticas para confundir tu mente y que dudes de ti.
Cuando tu madre elige desviar una pregunta o se esfuerza por sacar una
conversación irrelevante, o se pone a hacer algo que no viene a cuento, te
causa sensación de confusión, angustia y frustración ya que te quita el control
de la conversación.
Cualquier forma de distracción para que no enfoques tu atención en los
comportamientos erráticos de tu madre es una forma de deflexión y ten por
seguro que la malvada bruja, utilizará todas sus armas, para lograrlo y
convencerte de que ¡la que está mal eres tú!
Al final la elocuencia de tu madre te confunde, porque te hace dudar, y una
vez más piensas que la que tienes un problema eres tú.
Desviar un argumento al rehusar involucrarse con el tema en cuestión es un
viejo truco que las personas con trastornos del Grupo B usan en otros.
Un ejemplo puede ser cuando quieres irte a estudiar y tu madre te dice “
cómete la verdura, porque los niños se mueren de hambre en África. A tu
padre le encantan, y tu primo ha sacado muy buenas calificaciones, no como
tú que nunca haces nada”.
La madre hace comentarios absurdos e irracionales, que no vienen a cuento.
Con ello te muestra que no tiene ningún tipo de respeto emocional hacia tu
persona.
Otro claro ejemplo de deflexión puede ser cuando en un día importante para
ti, puede ser hasta tu boda, tu madre se inventa en el último momento cosas
para estar lista tarde ( me he encontrado mal, en la peluquería no terminaban
conmigo, había mucho tráfico,... cualquier excusa es válida para justificar la
tardanza, y restarte protagonismo). Sabe que esto te molestará y ella disfruta
provocando conflictos contigo.
Es increíble la astucia con la te convencen para crear en ti confusión.
¿Recuerdas momentos en los que tu madre te ha tratado de confundir? ¿Qué
eventos importantes de tu vida tu madre los ha oscurecido llamando la
atención? ¿Te ha hecho alguna vez creer que habías perdido algún objeto?
¿Ha cambiado de tema cuando has tratado de algo que considerabas
importante para ti?

1.3.10 Intimidación. Te genera miedo


Es un acto que intenta generar miedo en otra persona para que ésta haga lo
que uno desea. Normalmente la persona que recurre a estas tácticas no suele
emplear la agresividad y la violencia, al menos no de forma evidente porque
su principal objetivo es manipular a su víctima sin que su imagen se vea
dañada.
Es fácil percatarse de lo que pretende la persona abusadora, porque su
discurso está plagado de amenazas indirectas, que quedan implícitas en sus
palabras. De esta forma, le deja claro a su víctima cuáles serían las
consecuencias de sus acciones y, de paso, puntualiza que la responsabilidad
es únicamente suya. Por ejemplo, puede decir: “tú sabrás, pero ya te he
dicho que no lo harás bien”, “si no haces esto, no te compraré el pantalón”.
El MIEDO es una muy poderosa arma para las madres tóxicas. Tu madre te
enseña a que le tengas miedo, incluso cuando ella no está. Te hace vivir con
miedo, pendiente de cuándo será su próximo ataque de ira, de qué será lo
siguiente que harás mal.
Lo que más teme una madre tóxica, es que le descubran su verdad, le vean su
verdadera cara. Por eso cuando se siente amenazada reacciona con ira y entre
otras tácticas abusivas utiliza la de someterte al miedo. Además el verte,
asustada y temerosa le hace sentirse poderosa.
Causar miedo deliberadamente a un niño es abusivo y destructivo, porque le
hace crecer con miedo a todo. El miedo crea adultos inseguros. Por eso como
víctima del abuso narcisista de tu madre, la misma vida te da miedo. Y el
miedo es limitante. Seguro que hay muchas cosas que no has hecho en tu vida
debido al miedo que te acompaña como consecuencia de los abusos vividos.
El problema de este tipo de abuso, es que al no llevar acompañada la
violencia física, muchas víctimas normalizan las frases condicionales de su
madre y creen que no les maltratan. Piensan “mi madre no es tan mala. A mi
no me ha pegado, ni ha permitido que su pareja abuse de mí como cuentan
otras mujeres. Mi madre solo es un poco tóxica.”.
¡¡ NO !! Si vives asfixiada, te sientes ansiosa, perdida, sin rumbo,.... Y te
cuestionas la implicación de tu madre en tu estado de salud, es porque tu
madre es tóxica. No hace falta levantar la mano para maltratar. Las palabras
son mucho más hirientes que un golpe. Manipular el cerebro de un niño es la
peor tortura que una madre puede cometer.
El amor nunca, NUNCA debe ser condicional. Una madre no debe de querer
más porque tu te vistas de una determinada forma, o hagas lo que ella te diga.
El amor de una madre debe de estar por encima de todas esas condiciones.
A tus hijos los quieres sin importar cómo son y qué hacen, o cómo visten. A
los hijos solo hay que ayudarles a crecer para que desarrollen su personalidad
y puedan volar. Si tu madre ha limitado tu crecimiento emocional, no importa
cómo, siento decirte que te ha maltratado.
¿Cómo crees que te ha intimidado tu madre? Escribe las frases con
condiciones que recuerdes de tu madre. Esas “si haces eso asume las
consecuencias”, “si fuera tú iría por el camino de la izquierda, es más
seguro”, “ si vas a esa fiesta y te pasa algo, luego no vengas a pedirme
ayuda”, “ te compro lo que quieres si no estás más con esa persona, no te
hace bien”, “si no te comes eso no hay televisión y te quedas en el cuarto”,...
¿A qué te hizo tenerle miedo tu madre?, ¿Cuál era su mayor amenaza? ¿a qué
le tienes miedo hoy? ¿Qué cosas recuerdas que no has hecho en tu vida por
miedo a la reacción de tu madre? ¿Crees que hoy ser miedosa te impide tomar
decisiones y hacer cosas?

1.3.11 Culpabilizar
Culpabilizar a una persona es una forma de abuso psicológico. Algunos
psicólogos lo definen como manipulación emocional.
Las personas que culpabilizan saben cómo hacerte sentir mal. Utilizan la
culpabilidad para manipularte para que hagas lo que desean.
La culpa puede transmitirse con palabras, tono de la voz, o incluso una
mirada. A los culpabilizadores les gusta jugar sucio. Para salirse con la suya,
explotan tu deseo de complacerlos o que seas una buena persona.
Si tu madre está tratando de hacerte sentir culpable, parte de su
comportamiento puede estar motivado por sus propios sentimientos de culpa
no reconocidos ni resueltos. La culpa no es un sentimiento agradable.
Tratamos de evitarla; cuando no lo conseguimos, tratamos de deshacernos de
ella, a veces culpando a los demás a través de la acción psicológica llamada
“proyección”. (atribuir los pensamientos, deficiencias y limitaciones a otros).
Si una sensación es demasiado dolorosa, tratamos de pasarla a otra persona.
Cuando una madre le dice a su hijo: “Después de todo lo que he hecho yo por
ti me lo pagas así…” está lanzando un dardo contra el sentimiento de culpa
de su hijo, esperando que de esa manera, haga lo que ella desea.
Como hija de una madre tóxica, estás familiarizada con ese horrible
sentimiento de culpa. No solo conoces el sentimiento de culpa por tu
comportamiento, sino la culpa por solo pensar en hacer algo que a tu madre
no le gusta.
El problema es que el sentimiento de culpa continúa mucho después de que la
acción haya terminado, incluso aunque hayas corregido tus “errores”. Y lo
peor,... aún cuando te separas de tu madre, todavía la culpa habita en ti. No
consigues echarla de tu organismo. Vives siendo culpable de todo.
¿Qué es la culpa?
La culpa es parte de tu conciencia. Su propósito es mantenerte de unos
límites. Si estás contemplando hacer algo mal, tu conciencia te enviará una
pequeña punzada de culpabilidad para que pruebes lo que obtendrás si sigues
adelante y lo haces.
Si continúas y lo haces de todos modos, tu conciencia te envía más culpa para
castigarte y para motivarte a arreglar lo que sea que hayas dañado con tu acto.
En una persona con una psique saludable, alguien que creció en un ambiente
emocionalmente sano, esto funciona muy bien. Es parte de nuestra
internalización de la moralidad, y ocurre gradualmente a medida que
maduramos.
Desafortunadamente para las hijas de una madre tóxica, podemos internalizar
la moralidad, pero, debido a que aprendemos esa moralidad de una madre
narcisista, puede ser sorprendentemente diferente de la moralidad que
aprendieron otros que tenían modelos más normales y emocionalmente
equilibrados.
Una madre normal facilitará la individuación de sus hijos, alentándolos a
tomar sus propias decisiones, para que puedan convertirse en adultos. Querrá
ver a los polluelos volar con éxito. La madre tóxica, quiere mantener a sus
hijos atados al nido con miedo, obligación y culpa.
La culpa con la que te ha hecho crecer tu madre, ha hecho que te sientas
estúpida por no poder descubrir qué es lo que has hecho mal para poder
arreglarlo, para que ella te pudiera amar. Tanto, que incluso ahora que ves
claro cuáles han sido los comportamientos de tu madre, todavía te preguntas
qué has hecho mal, para que ella te trate diferente.
Tu aparente incapacidad para cumplir con las expectativas no expresadas de
tu madre, te hace sentir culpable por no alcanzar el listón que te ha puesto.
Porque no importa lo bien que lo hagas, ella siempre lo sube para que no lo
alcances.
Esta culpabilidad que sientes, es culpabilidad tóxica: es la culpa que no
proviene del verdadero mal hacer, proviene de la manipulación de tu
conciencia. No estás cometiendo ningún error en absoluto, pero lo crees. La
culpa, es una herramienta, implantada en tu psique al principio de tu vida,
para darle a tu tóxica una forma de controlarte.
Esas frases “con lo que he hecho por ti”, “con lo que me he sacrificado por
ti”, “me quedé noches sin dormir por ti”, “perdí la salud por ti”, …. Te
atormentan en tu mente, te culpabilizan a cada momento.
Parece que el hecho de haber nacido hace que estés en deuda con tu
madre por el resto de tus días.
Este sentimiento arraigado en las mentes de muchas víctimas de madres
tóxicas, hace que creamos que les debamos hasta la comida o cualquier otra
inversión económica que hayan hecho con nosotras (estudios, ropa, casa,...).
Llegarás a creer que le debes tu lealtad, que tu papel en la vida es sacrificarte
por ella, cuidarla incluso a costa de tu propia vida y de otras relaciones.
La culpabilidad es una herramienta idónea para que tu madre siga obteniendo
el Suplemento narcisista que necesita de ti. Con el sentimiento de culpa en ti,
eres muy vulnerable a sus manipulaciones. Ella sabe como hacerte sentir
culpable, y que la culpa junto con tu miedo e inseguridad te paraliza.
¿Te sientes culpable de lo que te pasa? ¿El sentimiento de culpa hace que
incluso te alejes de los demás?, ¿Recuerdas situaciones en las que tu madre
con palabras o miradas te hizo sentir culpable de algo?
Escribe todas las veces que venga a tu cabeza en las que tu madre te hizo
sentir culpable. ¿Sigues ahora sintiéndote culpable en la vida? Cómo se
manifiesta el sentimiento de culpa en ti ahora. Recuerda que estás sacando
el dolor. Más tarde vas a trabajar en curar todas esas heridas, incluida el
sentimiento de culpa.

1.3.12 Síndrome de Munchausen por poderes


En realidad no es una técnica de abuso, si no un trastorno que puede tener tu
madre toxica. Pero lo he incluido en esta sección, porque es un trastorno que
consiste en enfermar a los hijos, lo cual es una manera de maltrato. Aclarado
esto, vamos a ver de qué se trata.
El Síndrome de Munchausen por poderes es un trastorno en el que una
persona, generalmente el cuidador o la madre del niño, deliberadamente
causa lesión, enfermedad o trastorno a otra persona, generalmente el hijo. Es
un trastorno psiquiátrico registrado en el DSM-V como Trastorno facticio, o
artificial
Es una forma de maltrato infantil en la que uno de los padres provoca en el
niño síntomas reales o aparentes de una enfermedad.
Hay casos en los que las madres con trastorno de la personalidad narcisista,
enferman a sus hijos para mantenerlos bajo su poder y así obtener su
suplemento narcisista. Enfermando a sus hijos gratifican sus necesidades
psicológicas de atención y dependencia.
La madre que enferma a sus hijos en apariencia es muy preocupada y
abnegada, por lo que normalmente no existen sospechas de maltrato por parte
de médicos u otros familiares. Los niños que sufren esta forma de abuso
suelen ser hospitalizados por presentar grupos de síntomas que no encajan
mucho en ninguna enfermedad conocida. O son llevados a menudo al médico
por una enfermedad supuesta que la madre insiste que tienen.
Los síntomas del niño suelen mejorar en el hospital (ya que la enfermedad no
existe) y siempre empeoran en casa, cuando los médicos no están presentes.
El Síndrome de Munchausen, fingir y provocar que tu hijo está enfermo, es
una forma de maltrato infantil elaborada y perversa, que puede ser
potencialmente mortal para el niño implicado, al margen de los posibles
traumas psicológicos que le puede provocar.
La madre que es capaz de hacer que su hijo enferme, realmente ha de tratarse
de una madre verdaderamente tóxica, y las víctimas que hemos sufrido su
caprichoso comportamiento nunca llegamos a entender el comportamiento de
nuestra propia madre.

Características de las madres que enferman a sus hijos

Estas madres se caracterizan por su gran destreza para manipular


al personal (médicos, enfermeras, trabajadoras sociales).

Sobreprotectoras con el hijo.

Relación simbiótica con el hijo (vive a través de él)

Con trastornos disociativos atípicos.

Depresivas, ansiosas.

Con gran capacidad de invención.

Agresividad.

Con trastorno límite de la personalidad.


El DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales)
propone los siguientes criterios de investigación para el trastorno ficticio por
poderes:

Producción o simulación intencionada de signos o síntomas


físicos o psicológicos en otra persona que se encuentra bajo el
cuidado del perpetrador.

La motivación que define al perpetrador es el deseo de asumir el


papel de paciente a través de otra persona.

No existen incentivos externos que justifiquen este


comportamiento (por ejemplo, una compensación económica).

El comportamiento no se explica mejor por la presencia de otro


trastorno mental.

El pediatra Roy Meadow, a principios del siglo 20, quien acuñó el término
Síndrome de Munchausen después de estudiar a numerosos niños en el
hospital, llegó a la conclusión de que quien genera un trastorno ficticio por
poderes no responde a un cuadro psicótico ni alucina mientras enferma a sus
hijos.
“Los padres y sobre todo la madre, inventan, falsifican o producen de
manera voluntaria síntomas al niño, con la finalidad de gratificar las
necesidades psicológicas de atención y dependencia de ellos mismos”.
Los síntomas son provocados por el adulto con intencionalidad,
voluntariedad y la ausencia de un beneficio consciente y la falta de control
sobre su conducta (sus actos son compulsivos, sus manipulaciones son
conscientes, no así sus motivaciones).
Esta intencionalidad y voluntariedad son las características con las que las
madres con trastorno narcisista torturan a sus hijas. Abusan con
premeditación y alevosía.
A todas luces se trata de una modalidad de maltrato que te “elimina” como
persona. Crecer encerrada por estar siempre enferma te distancia de la
sociedad, además de crearte por supuesto otros trastornos e impedir tu
desarrollo integral.
Si de pequeña estabas enferma más de lo que crees deberías haber estado, y
con ello te quedabas en casa aislada, lo más probable es que tu madre tuviera
el Síndrome de Munchausen.
¿Crees que tu madre te ha enfermado o te ha mantenido enferma?. Si es así
anótalo. Sé que es muy doloroso, infinitamente duro ver que tu madre te ha
podido enfermar para tenerte bajo su control. Pero tienes que darte cuenta de
todo lo que te hizo para poder avanzar en la búsqueda de tu verdadero yo. Si
no lo ha hecho, está bien. Recuerda que estamos viendo técnicas de abuso,
pero que tu madre no ha tenido porque usar todas.
1.3.13 Ley del hielo o Tratamiento de silencio
Se le llama ley del hielo a ese conjunto de comportamientos que tienen por
objetivo ignorar al otro. Es una forma de abuso psicológico encubierta. Un
intento por controlar y vejar a los demás. Constituye un comportamiento
nocivo y tóxico que puede causar diversos y graves efectos en el otro.
“El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con
indiferencia; esto es la esencia de la humanidad”. -William Shakespeare.
Cuando tu madre tóxica, decide ignorarte, se te rompe el alma. Con el
silencio o ignorándote, tu madre pretende anularte y herirte:

El silencio es una forma de mostrar poder y herirte con la que


pretende provocar que admitas que cometiste una ofensa y te
disculpes. Pero, como no sabes cuál es la ofensa, no puedes
disculparte. Esto crea un sentimiento de culpa inexplicable en ti.

El silencio manipula y castiga: El enojo expresado


indirectamente de manera pasivo-agresiva provoca una alta
irritabilidad y una actitud manipulativa que te confunde y
enerva.

El silencio pretende controlar y es una forma de abuso: El poder


del silencio es muy grande y agresivo, ya que, genera culpa,
duda en las percepciones, defensividad y deseos de huir de la
situación. Con él tu madre te manda el mensaje de que no eres
importante, valiosa o merecedora de atención.
La Ley de Hielo, se considera una forma de abuso en la que no hay gritos, ni
golpes, pero sí mucha violencia.
El hecho de que tu madre te ignore puede llegar a hacer que experimentes
sentimientos negativos muy intensos de devaluación e incomprensión al no
saber interpretar el porqué de ese silencio. Es tu madre quien te niega
atención, eso es devastador para el crecimiento emocional de un niño o un
adolescente.
Causa estrés emocional y traumas: El hecho de ignorar a alguien puede llegar
a hacer que el otro experimente sentimientos negativos muy intensos de
devaluación e incomprensión al no saber interpretar el porqué de ese silencio.
Cuando eres niña no puedes comprender el por qué de este comportamiento.
Te preguntas a cada momento qué has hecho para merecer semejante castigo.
Habrá sido algo realmente malo, pero no lo recuerdas. No lo haces porque tú
no has hecho nada y te torturas tratando de encontrar una respuesta.
Recuerdas algún momento en tu vida en el que tu madre te haya castigado
negándote la palabra. ¿Qué sentías, qué sientes ahora al recordarlo?
Escríbelo. Sé que a estas alturas ya casi tendrás un libro sobre todo lo que has
sufrido, pero tienes que seguir trabajando en ello. Tienes que seguir sacando
el dolor para poder afrontarlo y sanar.

1.3.14 Rechazo
La madre tóxica acostumbra a mostrar un comportamiento de rechazo hacia
la “hija mala” o chivo expiatorio. Le hace saber en una variedad de formas,
que no es querida.
Dejar de lado el valor de un niño o menospreciar sus necesidades es una de
las formas que pueden tomar el rechazo emocional. Otros ejemplos de
rechazo pueden incluir decirle a un niño que se vaya o, lo que es peor, que
salga de su presencia, insultándole o diciéndole que no vale nada. Al niño que
la madre convierte en el chivo expiatorio de la familia, lo culpa de los
problemas familiares.
Otros ejemplos de rechazo de una madre a sus hijos son:

Crítica constante.

Insultos.
Decirle al niño que es feo, o meterse con su aspecto físico.

Gritar o maldecir al niño.

Desprecio frecuente y uso de etiquetas como “estúpido” o


“idiota”.

Chistes degradantes constantes.

Humillación verbal.

Burlas constantes sobre el tipo de cuerpo del niño.

Rechazar abrazos y gestos cariñosos.

Excluir al niño de las actividades familiares.

Expresar arrepentimiento de que el niño no nació del sexo


opuesto.

Expulsar al niño de la familia.

Tus propios ejemplos. Qué formas de rechazo has


experimentado. De qué manera tu madre te ha hecho sentirte
como que no eras parte de la familia. Apunta en tu bloc todo
aquello que te venga a la memoria.
1.3.15 Explotación y violencia física
La explotación puede considerarse manipulación o actividad forzada sin tener
en cuenta la necesidad de desarrollo del niño.
Por ejemplo, pedir repetidamente a un niño de ocho años que sea responsable
de la cena de la familia es inapropiado para su edad ya que está por encima de
lo que se esperaría de un niño de esa edad y sería considerado explotación.
Dar a un niño responsabilidades que son mucho mayores que las de un niño
de esa edad es explotación. Utilizar a un niño con fines de lucro es abusivo y
también es otro acto de explotación.
Aunque la mayoría de las madres con trastorno narcisista de la personalidad
son bastante encubiertas, esto es “torturan” utilizando modos que los de
fuera no pueden ver, hay algunas que usan métodos más fácilmente
detectables para las personas ajenas a la familia.
Algunos de los actos de explotación habituales son:

Un niño que se convierte en “cuidador” de su madre.

Cuando se espera que un hijo se haga cargo de los otros


hermanos menores.

Culpar a un niño por la mala conducta de los hermanos.

Dar responsabilidades irrazonables en la casa a un niño.

Fomentar la participación en la pornografía.

Permitir que los hijos sean abusados sexualmente por parejas o


familiares.
Hay madres que no pueden contener su ira y utilizan la agresividad física con
sus hijos. Cuando tu madre te pega para conseguir lo que ella quiere o
simplemente porque no puede manejar sus miserias, la parte buena es que es
mucho más fácil ver que te maltrata. Los golpes son fáciles de identificar
como maltrato ya que el maltrato físico está mucho más reconocido en la
sociedad.
¿Ha sido tu madre de las que te ha puesto la mano encima? ¿Te ha dolido
más las humillaciones que los golpes? Seguro que sí. El dolor físico se
supera, o un hueso roto se recompone, pero el alma rota es un trabajo más
difícil.

1.3.16 Perspecticidio, lavado de cerebro


Una de las técnicas de manipulación más peligrosas consiste en cambiar la
manera que la víctima tiene de percibirse.
Evan Stark, investigador y profesor en la Universidad Rutgers, fue el
primero en utilizar el término “perspecticidio” en 2007 en su libro “Control
Coercitivo”.
La palabra “perspecticidio” se ha utilizado para hacer referencia al lavado de
cerebro al que se sometían los prisioneros de guerra y su uso se está
extendiendo en la psicología para hacer referencia al lavado de cerebro de
una persona abusadora a su víctima.
El objetivo del perspecticidio es lograr una pérdida total de identidad en la
víctima. La madre tóxica no quiere que pienses por ti misma, tratará como
sea de borrar tu identidad.
El perspecticidio siempre implica una relación abusiva, de control y/o
manipulación, de manera que con el paso del tiempo la persona narcisista
cambia la forma de pensar y verse de su víctima.
Así tu madre narcisista termina definiendo tu mundo. Define qué es el amor,
cómo debe de ser la relación contigo e incluso cómo debes de pensar o vestir.
Ejemplos de perspicticidio más comunes son:
Decidir cómo la víctima debe invertir su tiempo.

Control obsesivo sobre cada detalle cotidiano.

Cambio del autoconcepto. La persona narcisista se asegura de


“robarle” a la víctima el autoconcepto , colocando el suyo en su
lugar. De esta manera, la percepción de la víctima cambia, quien
comienza a verse con los ojos de la otra persona.

La persona con trastorno narcisista de la personalidad decide


sobre su víctima, cómo tiene que vestirse, qué trabajo ha de
tener o cómo tiene que comportarse.
Con el perspecticidio, tú, la víctima pierdes tu propia identidad. “Yo decido
qué haces y cuándo lo haces”, ¿te suena?

1.3.17 Empatía cognitiva


Sí ya sé que has escuchado siempre que los narcisistas no tienen empatía.
Pero la empatía puede ser buena o mala.
Según el diccionario de la RAE (Real Academia Española), empatia se define
como:
1. f. Sentimiento de identificación con algo o alguien.
2. f. Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
La definición no menciona nada acerca de experimentar compasión,
remordimiento o humanidad.

Existen diferentes tipos de empatía:

Empatía emocional: se da cuando sientes el mismo dolor de


quienes te rodean aunque no estés experimentando el dolor.
(lloras cuando a tu amiga se le ha muerto su perro)
Empatía compasiva: entiendes las dificultades de una persona
pero, como no las estás experimentando, puedes actuar y ayudar
a mejorar la situación.
Empatía cognitiva: percibes y comprendes las emociones de
otro. La empatía cognitiva implica tener un conocimiento más
completo y exacto sobre los contenidos de la mente de otra
persona, incluyendo cómo se siente la persona. La empatía
cognitiva es más una habilidad: y se puede entrenar y
desarrollar. Es una habilidad bien desarrollada en los vendedores
habilidosos y muchos abogados que la utilizan para conseguir lo
que quieren. Y por supuesto es una habilidad que el narcisista
borda.
Según el neuropsicólogo Simon Baron Cohen, que desarrolló un test para
medir la empatía en los adultos, en su libro “Zero Degrees of Empathy”
explica:
“El componente afectivo de la empatía se organiza en el sistema límbico, las
zonas cerebrales profundas implicadas en la regulación de las emociones.
Mientras que el componente cognitivo se estructura y regula en zonas de la
corteza cerebral.
En la mayor parte de los sujetos las diferentes formas de empatía caminan de
la mano, pero en el caso de psicópatas, y algunos tipos de trastorno límite de
la personalidad y de la personalidad narcisista, se presentan aisladas.
Baron Cohen habla de la falta de empatía emocional en estos sujetos y su
gran capacidad de observación para lograr sus fines. Esta observación les
capacita para comprender exactamente lo que el otro siente (los narcisistas
tienen elevada empatía cognitiva) , pero se mantienen alejados
emocionalmente de la víctima que observan ( no tienen empatía afectiva o
emocional). Por el contrario en otros trastornos neurológicos y psiquiátricos,
el sujeto carece de empatía cognitiva pero mantiene la afectiva. Es el caso de
la esquizofrenia, autismo, alcoholismo”.
No es lo mismo sentir que comprender. No hace falta una capacidad
emocional para entender a la otra persona. Debemos diferenciar compasión
de empatía. Y decir que la madre narcisista, carece de la primera, pero utiliza
la empatía cognitiva con maestría. Te observa para conocer tus defectos,
debilidades y fortalezas para luego jugar con tu mente.
A través de la empatía cognitiva la madre tóxica, te observa, te conoce y
planea para obtener lo que quiere. Necesita entender tus sentimientos y
pensamientos para manipularte.

1.3.18 Compartimentalización
Según la wikipedia compartimentalización es “Un mecanismo de defensa
psicológica inconsciente utilizado para evitar la disonancia cognitiva, o la
incomodidad mental y la ansiedad causada por una persona que tiene valores,
cogniciones, emociones, creencias, etc. en conflicto entre sí. La
compartimentalización permite que estas ideas en conflicto coexistan, al
inhibir el reconocimiento directo o explícito y la interacción entre los estados
del yo compartimentados separados”.
En resumen y aplicado a la madre narcisista, ésta cambia todo su enfoque a
una situación en cuestión y suprime los sentimientos que normalmente la
acompañan (un ejemplo popular es el de los soldados en el campo de batalla
que hacen a un lado cualquier culpa asociada con matar a personas cuando
están en combate).
Según la doctora Dr. Cécile Rozuel, de la Universidad Tecnológica de
Auckland, en su trabajo “The Moral Threat of Compartmentalization” dice:
“La persona compartimentada puede, conscientemente o no, despegarse de
los valores morales, las aspiraciones, los sentimientos y las emociones que se
consideran inapropiados e irrelevantes para un cierto contexto (por ejemplo,
el lugar de trabajo), creando así un vacío moral al desconectar la
responsabilidad moral de sí mismo. (es decir, quiénes son realmente) “.
Un ejemplo claro de compartimentalización lo vemos en los políticos, que
son capaces de desempeñar su trabajo, a pesar de lo que los medios hablen de
sus actos inmorales.
La madre tóxica es capaz de desconectar de sus valores morales, y no sentir
remordimiento por maltratarte y hacerte daño. (no es que no sepa que te lo
hace, si no que es capaz de guardar ese sentimiento en un compartimento
para que no le duela y así seguir haciéndolo).
La compartimentalización es lo que permite a tu madre hacerte sufrir sin que
le importe.

1.3.19 Juega con tus emociones


A la persona narcisista abusadora le encanta mantener el control. Tu madre
controla tus finanzas, redes sociales, teléfono,... cada faceta de tu vida. Sin
embargo, el mecanismo más poderoso que tiene para controlarte es jugar con
tus emociones.
Es por eso que la narcisista creará situaciones de conflicto para mantenerte
encrespada. Se enfada y luego te ronronea, para agotarte emocionalmente. Ya
has visto que utiliza su empatía cognitiva para conocerte bien, y sabe de qué
hilo tirar para desestabilizarte.
Por eso ves a una persona que pasa de su falso Yo al verdadero
continuamente, para que nunca tengas una sensación de seguridad
psicológica o certeza acerca de quién es realmente tu madre. Cuanto más
poder tenga sobre tus emociones, menos probable será que confíes en tu
propia realidad y en la verdad sobre el abuso que estás soportando.
Todas las técnicas que estás viendo sirven para controlarte emocionalmente.
Todos los juegos mentales, humillaciones, insultos e incluso golpes sirven
para jugar con tus emociones y desestabilizarte. Así, ella cree puede
controlarte.

1.3.20 El Triángulo dramático de Karpman


El triángulo dramático de Karpman es un modelo psicológico y social de
la interacción humana en el análisis transaccional, descrito por primera vez
por Stephen Karpman, en su artículo de 1968 “Fairy Tales and Script Drama
Analysis”.
No es una técnica de manipulación, pero es conveniente entenderlo para ver
el comportamiento de tu madre contigo.
El modelo propone tres papeles habituales psicológicos (o juegos de rol ) que
la gente suele tomar en una situación:

Víctima: La persona que se considera, o acepta el papel de


víctima.
Perseguidor: La persona que coacciona a las presiones, o
persigue a la víctima
Salvador:El socorrista, o rescatador que interviene,
aparentemente con un deseo de ayudar al más débil, o mejorar la
situación.
Me imagino que reconoces estos roles si eres o has sido víctima de una madre
tóxica.
Tu madre es la perseguidora, la que se siente con la potestad de poder
juzgar tus comportamientos de una forma completamente libre y sin
limitaciones. Pero además también es muchas veces tu salvadora: yo lo
arreglo, quién te va a querer como yo, con lo que me preocupo por ti. Y en el
medio de este juego, donde tu madre desempeña los dos papeles de la buena
y la mala, estás tú la víctima.
El triángulo dramático es uno de los muchos juegos psicológicos utilizados
por las madres tóxicas o narcisistas.
En el caso de estas madres abusadoras, los roles se unen en la misma persona.
Nos dan una de cal y otra de arena, y esa es una de las herramientas más
potentes que tienen para mantenernos bajo su control y sin que podamos
hacer mucho para escaparnos de esa situación.
Cuando claramente reconoces el papel de perseguidora en tu madre: “con
todo lo que yo he hecho por ti, yo no haría eso, no vales para nada, eres una
consentida, te he dado de todo…”, y quieres salir del círculo del abuso y
apartarte de ella, tu querida madre toma entonces el papel de salvadora:
“estoy aquí para ayudarte, te quiero a mi manera,….” Es lo que también se
conoce como Hoovering, trata de aspirarte para que no cortes las cadenas que
te unen a ella, sigas siendo la víctima y ella siga surtiéndose de su “sangre o
suplemento narcisista”.
Recuerda que cuando tu madre se pone en el papel de salvadora, solo lo hace
para seguir manipulándote. Jamás lo siente, estas personas carecen de
empatía.
Cuando te des cuenta del juego de tu madre, tienes que verte no como una
víctima, sino como una superviviente. Una persona que ha sobrevivido a
multitud de abusos, humillaciones, falta de amor,.. y que todavía está viva y
coleando y con ganas de vivir.

1.3.21 Defensa Preventiva


La madre narcisista siempre enfatiza el hecho de que es “buena”, que debes
“confiar en ella”, sin que nadie le diga nada ni le pregunte. Presume de su
bondad y de lo buena madre que es sin venir a cuento.
Las personas tóxicas y abusivas exageran su capacidad para ser amables y
compasivas. Tu madre puede ser de esas que de puertas para fuera se presenta
como la super madre preocupada y excesivamente atenta.
A veces parece que se preocupa por ti cuando te presta atención. Pero vas a
ver en el punto de la empatía cognitiva, que no es emoción lo que muestra
sino que te escucha y te parece atenta porque lo que hace es recabar
información sobre ti, para luego utilizarla para poder manipularte.
Las personas realmente agradables rara vez tienen que mostrar
persistentemente sus cualidades positivas: exudan su calidez más de lo que
hablan y saben que las acciones hablan mucho más que las palabras. Saben
que la confianza y el respeto es una calle de doble sentido que requiere
reciprocidad, no repetición.
La persona buena no necesita decir que lo es. Fíate de las acciones no de las
palabras.
1.3.22 Generaliza
Cuando la madre narcisista generaliza y hace declaraciones generales,
invalida las experiencias de la víctima que no encajan en sus supuestos,
esquemas y estereotipos.
Es habitual que la narcisista generalice para desacreditar tus sentimientos,
opiniones y reacciones. Esos, “tú siempre quieres llevar razón”, “todo te
molesta” o “nunca estás satisfecha”. Estas y otras generalizaciones te
despojan inmediatamente de legitimidad lleves razón o no.

1.3.23 Tergiversa la realidad


La madre narcisista disfruta confundiendo a sus hijos y creando discusiones y
malentendidos. Es capaz de convertir tus sentimientos en un defecto de
carácter que evidencie tu propia irracionalidad.
La tergiversación de lo que dices suele suceder, cuando tratas de imponer tus
límites o mostrar opiniones diferentes a las suyas.
Algo muy común para tergiversar es lo conocido como la “lectura de mente”,
es decir, cree que es capaz de percibir lo que realmente piensas poniendo
palabras en tu boca .
“No digas que no lo has hecho”, “ya sé yo lo que te gusta”,...
Cuando la narcisista dice lo que “tú piensas” puede actuar en consecuencia de
sus propias argucias y falacias, haciéndote a ti responsable de las mismas y
de su reacción. Son retorcidas.
1.3.24 Practica el Hoovering, trata de aspirarte
Cuando tu madre siente que te distancias y pierde control sobre ti, trata de
aspirarte de vuelta a la jaula. No lo hace por estar arrepentida, ni porque te
quiera, si no porque necesita controlarte para inflar su ego.
Ella vive para que la adoren, y si te vas, no podrá utilizarte para obtener
atención. Incluso podrá actuar como una madre buena para recuperarte.
El Hoovering (o aspirar) es una técnica de manipulación que la madre
narcisista utiliza para recuperar a su víctima aspirándola de regreso a su vida
a través del chantaje sentimental.
Tu madre utilizará tus debilidades emocionales para traerte de vuelta. (te
chantajea emocionalmente haciéndote sentir mal para que vuelvas). Como
verás más adelante, cuando empieces a ver las secuelas que el abuso te ha
dejado, este darte algo bueno para atraerte de vuelta, ese manipularte
emocionalmente es el vínculo traumático que te mantiene junto a ella.
El Hoovering puede suceder si tu madre sospecha que te estás distanciando, a
los pocos días que la abandones o bien, puede suceder meses o años después
para aspirarte de regreso.

Estos son algunos ejemplos de Hoovering de una madre tóxica:


Cuando estás considerando romper con tu madre

1. Te invita a comer o a unas vacaciones: actúa como una madre


buena, y “normal”, o amorosa pero no invasiva. Y tú que
estabas pensando dejar el nido, te sientes fatal, culpable de
querer irte. Si no es tan mala, pobre es mayor, con lo que ha
hecho por mí, ..
2. Actúa como si fuera tu mejor amiga: hasta te cuenta lo mal
que lo pasó de niña, su madre nunca la entendió, su vida no ha
sido fácil. Y tú que estás dudando te lo crees.
3. Te pide perdón por no ser cariñosa: hasta llora, lo siento, es
que yo no soy cariñosa pero eso no significa que no te quiera. Y
tú caes en su trampa. Es normal es una actriz genial.
Una vez que te has ido

1. Mensaje preocupada por ti: Quiere saber cómo estás, cómo te


sientes, si estás deprimida, triste, etc. Finge estar muy
preocupada por ti para ver si caes y regresas con ella.
2. Te contacta como si nada hubiera pasado: ¿Cómo estás?
¿Qué has hecho?Te llaman o escriben en tu cumpleaños o en
Navidad aunque lleves tiempo alejada de ella.
3. Manipulación a través de terceros : Te llegan noticias de ella
a través de tus hermanos, padre, prima....
4. Tiene cáncer, le está dando un infarto o se quiere suicidar:
Este es un clásico de una madre narcisista. Te prueba para ver
que tanto le sigues importando. Quiere ver si corres a ayudarle.
Tranquila, una persona narcisista nunca se suicidaría porque se
aman demasiado a sí mismas.
5. Pone como excusa a alguién que tu quieres: no puedes hacer
que tu padre se sienta mal, o tu hermana te echa de menos, tu
padre está sufriendo mucho,...
6. Cuando ve que no puede atraerte de nuevo, te hará la vida
imposible. Cuando está desesperada porque no consigue lo que
quiere, se vuelve patética. Deja de un lado el actuar como la
madre buena para atraerte, ya no puede más. Saca su verdadero
yo, se quita la careta. Aquí tu madre narcisista intentará hablar
mal de ti a todo el mundo,....te hará sentirte culpable. Es
cuando saca su verdadero YO y utiliza todas sus armas de
destrucción masiva. Hará lo que sea para que no avances en la
vida.
¿Has tratado de poner algo de distancia en tu vida con tu madre? Si es así
seguro que has vivido sus prácticas de hoovering.
Esta práctica la vas a ver muy clara el día que decidas separarte físicamente
de ella. Por eso si lo has hecho, si ya has pasado esta fase de poner distancia
física con tu madre seguro que puedes escribir todas las maneras en las que tu
madre ha tratado de hacerte volver a su nido.
Cuando estás dudando, queriéndote ir pero todavía sintiéndote culpable, los
métodos que usa tu madre son muy sutiles. Tú caes en el engaño porque
tienes una gran necesidad de afecto y aceptas cualquier migaja de amor .
Como vas a ver más tarde, esa “generosidad” esporádica de tu madre es parte
de lo que te tiene atrapada a ella. Es el vínculo traumático que impide que
despliegues tus alas y vueles.

1.3.25 Victimismo
Cuando todas las tácticas de manipulación que hemos visto le fallan a tu
madre, recurre al victimismo. En práctica, descarga su responsabilidad en ti y
recurre al chantaje emocional, haciéndose pasar por la víctima de la situación.
Se victimiza hasta el punto que terminas sintiéndote mal por tu
comportamiento, cuando en realidad no has hecho nada malo.
De esta manera, tu madre, la abusadora, genera un sentimiento de CULPA
que te mantiene a ti víctima atrapada en su tela de araña.
La empatía que te caracteriza te hace caer en sus redes y, al convertirte en la
“mala de la película”, eres más proclive a ceder a sus demandas. Así te
manipula sin que seas consciente de ello.
Frases típicas de este tipo de manipulación emocional son: “con todo lo que
he hecho por ti y así es como me pagas” o “me he sacrificado por ti y no lo
consideras”.
En definitiva se trata de un chantaje emocional para mantenerte pegada a ella
a través de la culpa.
En muchos casos el ser la víctima es la característica eterna de estas madres
tóxicas. Es una manera que tienen de demandar atención. Son madres muchas
PSICOSOMÁTICAS.
La Madre Psicosomática Narcisista es aquella que usa las enfermedades,
achaques y dolores para manipular a sus hijos y salirse con la suya. Con sus
continuos achaques busca que le presten continua atención. Sus dolencias le
sirven para que el mundo gire a su alrededor.
Se trata de un abuso emocional que la madre inflige a sus hijos. A través de
sus enfermedades, reales, supuestas o creadas en su mente, lo que busca es el
absoluto control de su hija.
Si la hija no responde a las demandas, la madre se hace la víctima poniéndose
más enferma, sufriendo una crisis relacionada con la enfermedad o montando
en cólera acusándole de que no se ocupa de ella como debiera. Todas las
tretas son pocas para redirigir la atención de la hija y hacerle sentir culpable.
La madre juega a ser la eterna víctima para controlar a la hija hasta el
extremo de dejarla sin ningún tipo de relación social.
Lo más importante para esta madre psicosomática es que su hija esté ahí para
cuidarla y ser su prioridad.
Es una manera de controlar a su hija hasta el extremo, de dejarla sin ningún
tipo de relación social, aislada del mundo. Sus achaques impiden que su hija
le deje. La mantiene atada a ella. Y si ve que la hija intenta emprender vuelo,
recae y vuelve a enfermar. Hace sentir culpable a su hija, para que nunca se le
ocurra dejarla sola.
¿Crees que tu madre es psicosomática?,¿tu madre se ha hecho la víctima toda
tu vida para mantenerte pegada a ella? Si es así, intenta recordar cuántas
veces se ha inventado enfermedades o ha exagerado al sentirse mal no
dejando que te alejaras de ella. Si estar enferma es el estado natural de tu
madre,¿cómo te sientes siendo su eterna sirviente y acompañante?

1.3.26 Venganza persecutoria, o acoso


Si tu madre tóxica no puede cambiarte, ni hacerte volver, entonces cambiará
como los demás te ven. Venganza. Parece que sí.
La abusadora no soporta que la abandonen, y es entonces cuando pierde los
papeles e intenta atormentarte.
Intentará atacarte socialmente, moralmente, y físicamente. Cualquier manera
para hacerte daño es válida. Su ego está tan dolido que solo busca revancha.
Cuando te separas de tu madre porque ves todo lo que te ha hecho, esperas
que ella reaccione y de alguna manera saque alguna ternura, algún instinto
maternal. Pero nada más lejos de la realidad. Como cualquier otra persona
con trastorno narcisista de la personalidad su forma de actuar será la de
intentar hacerte daño como pueda.
Estate preparada para cualquier sorpresa.
La madre tóxica en estos casos utilizará a cualquier persona que pueda
convencer de lo mala hija que eres para hacerte llegar su ira. Es el momento
de tener cuidado con amistades que quizá no lo son tanto pues se dejan
manipular por lo que tu madre les cuenta sobre ti.
Cuando empieza a acosarte cualquier técnica es válida: hablar mal de ti,
acusarte de haber hecho cosas que nunca has hecho (les encanta acusar de
que le has quitado dinero ya que son tremendamente apegadas a lo material,
pobres es lo único que tienen), presentarse como la víctima frente a los demás
(fijate lo que me ha hecho mi hija con lo buena madre que yo he sido). A
quien le escuche le dirá lo malévola que eres, lo mal que estás de la cabeza,...
recuerda cuando ésto llegue, que todo es un reflejo de sus defectos como
hemos visto antes.
Su difamación no conoce límites. Así que puede que te veas en la obligación
de tener que pararle los pies con denuncias legales.
Piensa que el acoso se define en muchos países como una forma de violencia
social que involucra a una persona depredadora que fuerza la vida de otra con
la intención de privarle de sus derechos humanos fundamentales o
amenazarlos. También es conocido como Bullying.
Tu grado de estrés en estos momentos será tremendo, pero por favor respira.
Has pasado por situaciones similares toda tu vida y has sobrevivido. Solo es
un paso más en este camino de descubrir quién eres realmente y encontrar
todo tu potencial.
Puede que con el paso del tiempo su acoso disminuya, pero si no lo hace
tendrás que pararlo, ya que ella cree que está bien hacer lo que hace. Cree que
tiene derecho a hacerte daño incluso cree que los demás lo aprueban. Piensa
que lo que hace es correcto.
Esta técnica la vas a ver cuando te separes de ella, o cuando tu madre
sospeche o sepa, porque así se lo hayas comunicado, que la “dejas”. Si no has
pasado por ello, tendrás que estar preparada para lo que se te viene.
Si lo has pasado por favor escribe todo lo que tu madre te ha hecho para que
los demás te vean como una mala persona. Escribe tu dolor, no lo dejes
dentro de ti. Haz sitio para el amor.

1.4 Por qué tu madre tóxica abusa de tí. El suplemento


narcisista.
Una de las cosas más difíciles de asimilar es tratar de entender por qué tu
propia madre te lastima. ¿Por qué la persona que más debería amarte y
cuidarte, te destruye?
El principal motivo que subyace sobre el abuso de tu madre hacia ti es
provocar tus reacciones. El odio, la rabia, el dolor emocional que te generan
sus manipulaciones, la confusión, el quiebre emocional y moral que sufres
con sus humillaciones etc. Todo ello, aunque te cueste mucho creerlo, es la
droga que necesita y le mueve. Es lo que se llama Suplemento Narcisista.
Ella no espera que tu te quedes sumisa, sabe que contestarás a sus insultos,
humillaciones,... tu llanto, tristeza, incluso tu ira al reaccionar cuando ya no
puedes más, es lo que ella necesita para sentirse grande y poderosa.
El suplemento narcisista es de alguna manera la energía que necesita y te
roba para subir su baja autoestima y sentirse bien. Es la atención constante
que necesita. No puede vivir sin este suplemento narcisista, es su droga. Es
insaciable, y dedica su vida a obtenerlo ya que lo necesita para regular su
precario sentido de valía y baja autoestima. Se puede decir, que tu función en
la familia consiste en proveer de este suplemento narcisista a tu madre.
Durante la infancia esta dinámica de obtener la atención que la madre toxica
necesita es fácil. Los niños pequeños tienden a adorar a sus madres, y esto es
algo que le gusta a la madre tóxica. La madre obtiene constante atención y el
niño pequeño la necesita constantemente.
Por esto hay veces que hay hijas que recuerdan con cariño a su madre durante
su infancia. La recuerdan como una buena madre, porque al seguir sus
instrucciones como lo hacen los niños pequeños y adorarlas, ella al obtener
todo su suplemento narcisista sin esfuerzo no tiene necesidad de utilizar
prácticas abusivas.
A partir de los 7 años, la edad de la razón, cuando empiezas a tener una
mente propia, la madre tóxica empieza a ver su suplemento narcisista en
peligro.
Y qué decir de la adolescencia. Cuando empiezas a tener tu propia
individualidad, ahí es cuando la madre tóxica saca su verdadero yo, no le
importan los métodos a utilizar para conseguir su droga. No quiere que
desarrolles tu propia individualidad como es normal a esta edad. Recuerda
que eres un alargamiento de ella misma y utilizará todas sus armas para
conseguir lo que quiere.
Para obtener su suplemento, tu madre utiliza distintas técnicas de
manipulación que acabamos de ver (invalidación, infantilización, luz de
gas,...)
Resumiendo podemos decir, que tu madre tóxica se dedica a provocar
situaciones destructivas, a crear emociones negativas en ti, para convertirlas
en una droga que le haga sentir bien a ella al saberse en control y superior a
ti.

Por qué abusa la madre tóxica a sus hijos:


Una madre con trastorno narcisista de la personalidad abusa a sus hijos por lo
siguiente:

Desconexión afectiva
No está conectada emocionalmente contigo. La madre narcisista atribuye los
fracasos a la inadecuación o incompetencia del otro (su hija), para
salvaguardar su autoestima.

Ausencia de sentimientos de culpabilidad


La persona con trastorno narcisista desconecta los sentimientos de culpa,
duelo, o empatía con el sufrimiento que generan, así se protege de su baja
autoestima y valía.

No se arrepiente de nada
La madre tóxica no manifiesta arrepentimiento verdadero por actos que
escapan a lo “éticamente aceptable”. Pero si puede simular su
arrepentimiento para seguir manipulando.

La emoción de la ira
En la madre narcisista la ira es una emoción a flor de piel. Está limitada a
sentir emociones profundas, sin embargo, la ira y las reacciones coléricas
están a la orden día en estas madres. No la controlan.

Carece de empatía
En las personas con trastorno narcisista existe una desconexión empática
hacia los sentimientos de la otra persona, en pro, de la satisfacción de las
necesidades propias. La madre narcisista, obtiene placer a través del
sometimiento de su hija, y el ensalzamiento del propio valor.
Las personas con trastorno narcisista de la personalidad, no están en contacto
con sus propios sentimientos. Si no que los proyectan en otros.
Tu madre no ve cómo las cosas te afectan a ti, si no a ella. Es egoísta y fría.

EJERCICIO 3
Asumir que los abusos de tu madre hacia ti son como una droga para ella, es
muy duro. Has podido reconocer cómo actúa, cómo obtiene el suplemento
narcisista de ti. Esto no te cura, pero te ayuda a ver la realidad y a saber por
qué necesitas alejarte de ella.
Ya sé que has ido apuntando ejemplos de cada técnica de castigo que ha
utilizado tu madre. Este es un ejercicio fundamental para que la culpa que
habita en ti se vaya desvaneciendo. Para que entiendas que tú no eres
culpable de nada y mucho menos de sus miserias. Ella no hizo el trabajo que
has iniciado tú ahora. No fue tan valiente como estás siendo tú. Prefirió
esconderse y crear un falso yo.
Sigue anotando. Escribe ahora las ocasiones en las que recuerdas tu madre te
ha humillado para sentirse ella mejor. Anota también qué sientes al saber de
la frialdad de tu madre. En esta primera parte del método estás sacando tu
dolor. Llora, no reprimas ni las lágrimas ni el dolor que te causan tus
recuerdos. Trabajaremos en cómo hacer que desaparezcan más adelante. Es
un periodo para sacar el dolor. Una vez que lo hagas, mirarás al futuro, ya
que tu foco debe estar donde quieres llegar no en el dolor. Pero mejor ir paso
por paso.
1.5 ¿Es tu madre consciente del dolor que te causa?
Lo que seguro te preguntarás, es si tu madre de maltrata de manera
consciente. He de decirte que sabe perfectamente lo que hace, y lo hace
intencionadamente. La necesidad que tiene de verte sufrir y de tu atención, el
suplemento narcisista, es tan fuerte que le domina. Actúa como una droga
para ella. No siente pena o dolor al verte sufrir, es fría.
Las personas tóxicas o con trastorno de la personalidad narcisista, tienen
consciencia, luego saben lo que hacen. No tienen una enfermedad que les
empuje a hacer lo que hacen. Aunque entiendo esto podría ser un alivio para
ti.
El dolor que tu madre te causa de manera consciente, es su droga. Ella
justifica lo que hace. No tiene la conciencia moral que está desarrollada en la
mayoría de las personas. Su sentimiento de culpa lo sustituye por la
vergüenza tóxica[3], que le atormenta continuamente desde su infancia.
Las madres tóxicas, tienen un trastorno narcisista de la personalidad,
siendo este un trastorno de tipo B según el Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales . Son madres que abusan, humillan y maltratan a
sus hijas y son conscientes de lo que hacen. Incluso disfrutan en muchas
ocasiones del dolor que causan, por que les hace sentirse poderosas.
No tienen una enfermedad mental. Solo una sangre fría o falta de conciencia
moral. Creen que lo que hacen es lo correcto y siempre buscan justificaciones
para lo que hacen.
Lo más probable es que ella fuera abusada de pequeña, y ahora repite patrón.
Ya no solo por haber aprendido el comportamiento de su madre. Si no porque
la poca estima con la que creció tiene que esconderla abusando de otros, en
este caso de sus hijos. Necesita del suplemento narcisista para hacer crecer su
ego.
A pesar de que tu madre sufriera de pequeña lo que has sufrido tu, NO la
justifica. Igual que estás haciendo tú, ella pudo romper el círculo del abuso y
alejarse de la toxicidad.
No la justifiques ni la protejas, ella pudo haber crecido como persona como
estás haciendo tú.
EJERCICIO 4
Escribe qué sientes al saber que tu madre siempre ha sido consciente del
dolor que te ha producido y que lo podía haber parado, lo mismo que tú ahora
estás tratando de salir del círculo generacional de la toxicidad. Saca ese dolor
que lleva toda la vida quemándote. Llora, no dejes ni gota de dolor dentro de
ti.
1.6 ¿Qué es lo que causa la ira de tu madre tóxica?
La raíz de la ira en una persona con trastorno narcisista de la personalidad, es
la combinación de necesidades insatisfechas en sus primeras etapas del
desarrollo, junto con un entorno invalidante y un temperamento altamente
sensible. La ira es una expresión infantil primitiva, emocionalmente
inmadura, de necesidades frustradas y / o invalidación (real o percibida) .
La ira de tu madre parece ser causada por cualquier amenaza a su YO falso .
Con ella trata de salvaguardar su imagen de superioridad. La rabia narcisista
es una respuesta a cualquier amenaza a su visión de sí misma.
Para la madre tóxica, la ira se convierte en una fuente de protección, un modo
primitivo de intentar defenderse de su dolor.
Parecería que los narcisistas están en un estado CONSTANTE de ira,
agresión reprimida, envidia y odio que se manifiesta externamente al gritar,
insultar, arrojar cosas, romper objetos, incluso abusar físicamente de otros.
La ira narcisista no es una reacción al estrés, sino una reacción al temor
subyacente de no satisfacer sus necesidades, no obtener su suplemento
narcisista. Un temor tan grande que perdurará incluso después de que la
amenaza desaparezca ( como expresa Sam Vaknin en su libro “Narcissism
Revisited”).
La persona narcisista, está constantemente atenta a desaires, insultos, críticas
o desacuerdos (reales o imaginarios), que experimenta como un rechazo y
humillación y le hacen montar en cólera. La persona narcisista justifica sus
reacciones de ira ya que cree que le provocan. Su distorsión cognitiva, o
percepción errónea de la realidad, le hace ver que los demás le atacan de
manera intencional. Su respuesta es una ira descontrolada.
Por eso para la persona que sufre el abuso, su ira le resulta incoherente.
Durante la ira, son propensas a gritar, distorsionar hechos y hacer acusaciones
infundadas con malicia punitiva y llena de odio. La ira suele ser de corta
duración, pero puede causar problemas devastadores para la persona a la que
la dirige la abusadora.
Desafortunadamente, cuando los narcisistas se enfurecen, violan los derechos
y la confianza de los demás, confundidos y molestos, el objeto de su amor
comienza a alejarse de ellos. Esto los pone aún más furiosos porque toda su
identidad requiere atención para poder sobrevivir. La ira los deja sintiéndose
más perdidos, culpables y sin valor.
La ira de tu madre es su forma de gritar por atención porque se trata de ella,
sus necesidades y deseos. Pero sin saberlo, con la ira envía un mensaje dual,
que es: “¿Quién crees que eres, no te atrevas a contradecirme”, Mientras que
el mensaje real es: “Por favor, no te enfades conmigo, estoy asustada, tengo
miedo de que te voy a perder “.
Su ira te asusta, y ella al ver el miedo en ti hace que se sienta que ha ganado,
lo que le hace aún más poderosa y en control de la situación. Su ira cubre sus
distorsiones cognitivas, su desarrollo emocional detenido, su pensamiento
blanco y negro, su falso yo, su grandiosidad, su necesidad de atención
(incluso si es negativa), su necesidad de tener razón y su falta de empatía.
En resumen, la “ira” narcisista de tu madre tóxica, le sirve para defenderse de
su mundo hostil, y hace que tu te alejes cada vez más aunque ella pretenda lo
contrario.

EJERCICIO 5
Trata de recordar aquellas veces en las que tu madre perdió los papeles
contigo sin tú saber por qué. ¿Te acuerdas cómo no saber el motivo de su
enfado te hacía sentir culpable? Escribe en tu cuaderno esas ocasiones en las
que tu madre sacó toda su ira contra ti.
Trata de analizar su ira. ¿Toma sentido en ti el entender que se enfadaba y
ponía como loca por su temor subyacente de no satisfacer sus necesidades?
Crees que tú actúas ahora con este miedo y a veces pierdes los papeles por
miedo. Escribe todo lo que te viene a tu mente sobre el tema. Ya entraremos a
analizarlo más cuando trabajes en tu cura y autoconocimiento.

1.7 La Herida Narcisista


“Se denomina herida narcisista todo lo que viene a disminuir la
autoestima del YO”. Andre Green, psicoanalista francés afirma “Los
narcisistas son sujetos lastimados; de hecho, carenciados desde el punto de
vista del narcisismo. A menudo la decepción de no haber sido amados por su
madre les lleva a amarse a sí mismos”.
El sujeto con un trastorno narcisista de esta naturaleza busca, a través de
objetos (personas, drogas, alcohol, etc.) compensar el déficit ocasionado por
la fallida relación madre-hijo.
En el caso de tu madre, ese déficit emocional lo ha cubierto contigo, tú con
tus reacciones emocionales has sido su droga (aunque puede que también
haya utilizado drogas o alcohol para cubrir su vacío emocional).
La herida narcisista se refiere a cualquier amenaza (ya sea real o imaginaria)
que el narcisista perciba que se está haciendo a su grandioso falso yo en
cualquier momento dado. Con cada herida narcisista experimentada por el
ego frágil del narcisista, mostrará un impulso reflexivo hacia una ira violenta.
(ira narcisista vista en el punto anterior).
No se puede hablar de la herida narcisista sin mencionar la ira narcisista ya
que son como dos caras de una moneda, están intrínsecamente unidas. La ira
narcisista es la reacción a la herida narcisista cada vez que se percibe una
amenaza a la autoestima de un narcisista.
La ira puede desencadenarse a partir de varias fuentes, pero el narcisista es
especialmente hipersensible a cualquier sensación percibida de traición o
abandono, lo que garantiza la apertura de viejas heridas parentales de la
infancia (es decir, experiencias infantiles de pérdida de la autoestima, orgullo
o vergüenza).
La pérdida del suministro narcisista experimentado en la infancia se convierte
en un miedo patológico y generalizado en el narcisista adulto, un temor que
los hace hipervigilantes ante cualquier daño narcisista posterior. Como
consecuencia, las personas con trastorno narcisista de la personalidad, están
siempre en un estado de vigilancia contra el ataque, buscando constantemente
cualquier forma de desprecio hacia ellos (real o imaginaria), y si detectan “ser
atacados”, sacan su ira narcisista. No se obtiene una sin la otra.
Con un ego tan frágil como resultado de una herida narcisista, el narcisista es
fácilmente herido y humillado. Incluso los comentarios o actos más inocentes
los puede malinterpretar como un intento de menosprecio a su persona.
Además de tener un ego frágil, también sufren de un ego inflado. Se perciben
a sí mismos como una especie de genio superior que les da derecho a un
tratamiento especial donde sea que vayan. También tienen una profunda
convicción de que la mayoría de las personas son inferiores a ellos, que están
celosas o les tienen envidia. Perciben que estas personas inferiores están
decididas a “derribarlos”, por lo que deben estar alertas en todo momento
para protegerse de tal ataque.
Su necesidad de venganza es primordial, porque cada herida narcisista los
llena de vergüenza y autodesprecio. En un intento de reconstruir su falso yo y
la autoestima, recurren a su ira para restaurar su sensación de seguridad y
poder. La ira de los narcisistas se compone de dos componentes; la primera
capa es rabia hacia la otra persona, mientras que la segunda capa es rabia
hacia sí mismos.

La herida narcisista de tu madre


Si esto que has leído lo traspasas a tu madre quizá puedas entender sus
reacciones. Ella siente su ego y autoestima atacada, y de manera inconsciente
para proteger su falso ego de grandeza desata su ira.
Sus fantasmas de la infancia vuelven a ella de manera inconsciente como nos
explica Sigmund Freud en “Más allá del principio del placer”. En esta obra
Freud señala la compulsión por repetición, que nos dice que de adultos,
reproducimos las situaciones dolorosas que ocasionaron nuestras heridas
narcisistas.
Estas situaciones dolorosas o heridas desatan la ira de tu madre por la
vergüenza que le produce su verdadero yo, y por el miedo que descubran su
falso ser.
Comprender este proceso te a va servir para entender tu propia herida
narcisista. Porque no olvides que té también te has protegido de la baja
autoestima que han creado los abusos de tu madre, con la mismas
herramientas que ha usado ella para cubrir sus propias heridas o miserias.
Deberás tener esto en cuenta porque más adelante en la parte de la sanación
de este método vamos a trabajar profundamente en eliminar esas pulgas o
rasgos narcisistas que quedan en ti, y te siguen impidiendo encontrar tu
verdadero ser.
El falso yo de tu madre
El falso yo desempeña una función importante en la vida de una persona
narcisista. Debido a que los narcisistas son prácticamente “borrados” por el
abuso que reciben en la infancia, se ven obligados a desarrollar un falso yo
(como una reacción adoptada a las circunstancias patológicas).
Tu madre tóxica, al igual que otras personas narcisistas, no pudo desarrollar
su propia personalidad, y como lo que veía no le gustaba, para ocultar la
vergüenza que ello supone, creó un Falso YO.
Para protegerse a sí mismo, este Falso Yo domina y reprime el
funcionamiento del Verdadero Ser, hasta el punto en que impide que la
personalidad de la persona funcione como un todo.
El Falso Yo, cubre la vergüenza que siente el Ser Verdadero, y es este escudo
el que hace que la persona narcisista parezca ostentosa y se presente de una
manera que parece ser todopoderosa.
El falso yo es el responsable de su enorme sentido de derecho. El falso ser
protege al narcisista, a su verdadero ser, mísero y débil. Sin su protección
estaría expuesto a mucho dolor. Al dolor de ver quien es realmente y de todas
sus heridas. Por eso es tan difícil que tu madre o cualquier persona narcisista
cambie, no soportaría el dolor de ver su verdadero Yo en el espejo.
Tu madre es como es, porque viene acarreando secuelas narcisistas
probablemente desde hace generaciones. Si observas la relación de tu madre
con tu abuela, seguro que te das cuenta del poder que la más mayor ejerce
sobre la otra. Para tapar ese dolor, esa herida narcisista, tu madre creó un
falso Yo, que esconde sus miserias.
No le tengas más miedo a tu madre, su verdadero yo es débil. Tú eres fuerte.
Muy fuerte, has luchado toda tu vida para salir del círculo generacional del
abuso. Has sido y sigues siendo la que nunca ha parado de luchar por salir de
la oscuridad en la que te encontrabas.

EJERCICIO 6
Tras leer sobre la Herida Narcisista, quiero que reflexiones sobre ti, ya que
más adelante volveremos a este punto. Para curarte necesitas analizar la
herida narcisista que hay en ti. De no hacerlo, no importa que te separes
físicamente de tu madre o incluso lleves apartada años de ella, siempre habrá
algún desencadenante que te devuelva a tu infancia. Siempre habrá algo que
amenace tu autoestima y no controles la reacción, sacando tu ira y excesivo
nerviosismo.
Escribe por favor en tu bloc sobre la herida narcisista de tu madre, de su falso
Yo. Sigues creyendo que es fuerte, o puedes ver que en realidad es un ser
débil, como te sientes con ello?

1.8 Tu madre no va a cambiar


Es importante que aceptes que tu madre no va a cambiar. Entiendo que es tu
madre, y te duele demasiado saber que te ha hecho daño de manera
consciente. Pero por mucho que tu te esfuerces, ella no va a cambiar. Tu
empatía y compasión, no van a hacer que ella cambie.
La persona con trastorno narcisista no quiere evitar su comportamiento. Su
falso yo (se cree grande) desprecia el hecho de tener que ser humilde y
vulnerable. Su falso yo comenzará a diseñar formas de desquitarse, a fin de
recuperar el control. Esto es, para sentirse poderosa y esconder su baja
estima, tu madre utiliza la práctica que sea (vistas en un punto anterior
invalidación, proyección, triangulación,...) para torturarte. Si tiene que escalar
la brutalidad del castigo lo hará, con tal de obtener su suplemento narcisista y
sentirse bien.
Para cambiar un comportamiento, seas narcisista o no, no basta con solo decir
que vas a cambiar y no lo vas a volver hacer. La verdad es que nadie,
narcisista o no, deja actuar de manera inapropiada, solo por decir que no lo
volverá a hacer más. Se necesita un enorme esfuerzo de autorrealización,
reconocimiento de los propios defectos (atención directa a la herida interna) y
asumir la responsabilidad de cambiar el patrón de comportamiento de uno
para poder cambiar. Por ejemplo no dejas de fumar por el mero hecho de
decir que vas a dejarlo, requiere de un gran trabajo personal.
Hay “disparadores” de ti que a tu madre le recuerdan sus heridas emocionales
profundas, y desatendidas. Estas heridas se originaron antes de que tú
nacieras. Tú no eres responsable de ellas.
Estas heridas son tan profundas que tu madre mató a su Ser Verdadero y creó
un Ser Falso en su lugar para tratar de escapar de ellas. El único problema es
que con esta estrategia sus heridas internas no desaparecieron. Se quedaron, y
cuanto más las ignoró, más grandes se hicieron. Al igual que un cáncer no
tratado que se vuelve cada vez más invasivo y maligno.
Tu madre tóxica ha repudiado estas heridas, pero nunca puede separarse de
ellas. Su baja autoestima, su ira incontrolada le siguen acompañando.
Para tapar estas heridas emocionales, principalmente su baja estima, tu madre
tóxica necesita crear un falso yo cada vez más grande y perfecto que otras
personas. El falso yo sin embargo es patológico. No es sólido, es inseguro, se
ofende profundamente y personaliza infantilmente cualquier 'desaire'. Es una
barrera ineficaz para sus pensamientos y sentimientos dañinos internos.
Necesita atrapar energía y atención fuera de sí para tratar de evitar su agonía
emocional interna. El suplemento narcisista, tus reacciones, lo necesita para
no sentir su propia miseria.
Por eso mientras que el trauma original del narcisista está sumergido y
encerrado dentro del narcisista, los mecanismos de defensa desordenados del
falso yo estarán en guardia de forma celosa, vengativa y vehemente.
Cualquiera que amenace al falso yo, provocará su ira.
Sam Vaknin, autor de Malignant Self Love, Narcissism Revisited, describe
como el narcisista intuitivamente sabe que no tiene los recursos internos para
lidiar con el ataque de estas heridas internas. Su creencia es que un narcisista
se arriesgaría a un colapso psicótico y catatónico completo si enfrentara estas
heridas. (Valkim es un narcisista confeso, un diamante para conocer más
sobre estas personas con trastorno narcisista de la personalidad).
La madre tóxica es adicta al suplemento narcisista, tanto que ha eliminado su
conexión interna de ser su propia fuente de energía. Por eso cuando se viene
abajo, se siente poca cosa, desesperadamente necesita calmar ese dolor con el
suplemento narcisista, haciéndote daño a ti.
El falso ser de tu madre tóxica se ha apoderado de ella. El falso yo tiene todas
las razones, excusas y todas las justificaciones para que la persona narcisista
considere que lo que hace está bien.
Por todo esto debes ser consciente de que a pesar de tu empatía, tu madre no
va a cambiar. Aunque momentáneamente te trate mejor solo lo hace para
volver a atraparte en sus redes (hoovering), es parte del juego. Mientras no
enfrente su dolor, no cambiará.

Aunque ella no cambie, tú sí puedes cambiar, encontrarte, empoderarte


y ser feliz.

EJERCICIO 7
Por favor escribe en tu cuaderno de notas qué sientes al saber que tu madre
no va a cambiar. Qué te ha producido leer sus características y las técnicas
que ha utilizado para manipularte.
Expresa lo que sientes para trabajar posteriormente en tu cura. La curación
interna profunda y la transformación personal para cualquier persona se
consigue reconociendo el dolor y resistiendo esos impulsos de auto-evitación,
y en su lugar, lidiando directamente con ellos.
Es un proceso doloroso ver lo que tu madre te ha hecho y ser consciente de
las secuelas que su abuso te ha dejado. Por favor, tómate tu tiem. Lo que has
leído hasta ahora te ha sacado mucho dolor. Dáte tiempo para asimilarlo.
En la parte de sanación del Método RAN© empezarás a soltar todo ese dolor.
Sigue a tu ritmo. Te queda poco para por fin ser tú.
2. Quién eres tú
Ahora mismo quien tienes frente al espejo no eres tú, si no una creación de tu
madre para satisfacer sus necesidades.
Los abusos que has vivido durante tu infancia, adolescencia y vida adulta han
estrangulado tu alma. No te han dejado ser tú.
Tu madre nunca ha permitido que te desarrolles como persona individual, y
por eso ahora te encuentras perdida. No reconoces tu verdadero yo, y esto te
crea estrés. No sabes quien eres o a donde vas.
Por eso es importante reconocer qué secuelas te ha dejado tu madre para
poder reconocerlas en tus comportamientos y así poder empezar ese cambio
para que saques tu verdadero yo, todo ese poder que nunca tu madre te
permitió encontrar.
Si no tomas consciencia de lo que te pasa y lo entiendes para poder
modificarlo, no importa que te alejes de tu madre físicamente, y practiques el
contacto cero (término que veremos más adelante), porque siempre acarrearás
contigo tus heridas y el yo que conoces, creado por tu madre. Por eso vamos
a ver de “qué padeces” con todos tus síntomas. Solo sabiendo qué es lo que
tienes puedes curarlo y modificarlo.
2.1 Síndrome de La Víctima Narcisista.
Un SÍNDROME es el conjunto de síntomas que se presentan juntos y son
característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado.
Las personas que han sufrido abusos psicológicos por parte de alguien con
trastorno narcisista de la personalidad, padecen el SÍNDROME DE
VICTIMA NARCISISTA. Este consiste en el grupo de síntomas y
mecanismos de defensa aprendidos para sobrevivir una relación hostil de
un individuo causados por el abuso perpetrado por otro individuo con
trastorno narcisista de la personalidad.
Podemos decir que si has sufrido los abusos de una madre tóxica mientras
crecías, ahora de adulta padeces las secuelas de estos abusos, mantengas
contacto o no con tu madre. Al conjunto de ellas se les conoce como el
Síndrome de Víctima Narcisista. Este término fue utilizado por primera vez
en 2009 por Christine Louis de Canonville, psicoterapeuta irlandesa
especializada en la recuperación del abuso narcisista.
Así como el Trastorno Narcisista de la Personalidad (lo que padece tu madre)
está reconocido y por lo tanto incluído en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de Psiquiatría (DSM-V), el Síndrome de Victima Narcisista no lo
está.
La literatura científica habla extensamente sobre el trastorno narcisista de la
personalidad, (tu madre u otros abusadores) pero prácticamente no hay
grandes aportes para con las personas que hemos sido afectadas por su abuso.
La palabra “síndrome” proviene del griego “syn”, que significa “juntos”, y
“dramein”, que significa “correr”. Entonces, un síndrome es un conjunto de
signos y síntomas que tienden a correr juntos en un grupo.
Para poder diagnosticar a un cliente que sufre el Síndrome de Víctima
Narcisista, los terapeutas deben ser capaces de reunir los signos y síntomas y
acceder a la composición psicológica del cliente a medida que se desarrolla
su historia. De esa manera, estarán en condiciones de saber si la persona sufre
del Síndrome de Víctima Narcisista o una forma menor de abuso en su
bienestar mental.
Por desgracia, el conjunto de nuestras heridas y comportamientos aprendidos
para sobrevivir una familia disfuncional con una madre narcisista no están
contempladas en ningún manual.
En muchos casos hay terapeutas que no nos pueden ayudar, porque
desconocen nuestros “síntomas” y cómo han llegado a crearse. No solo este
abuso infantil queda desapercibido para estos profesionales, sino también
para vecinos, profesores u otros parientes. No llevamos huesos rotos, si no un
alma rota.
Hemos tenido un techo donde vivir, comida sobre la mesa, atención médica
básica, estudios y ropa para vestir, y a ojos ajenos no sufríamos. Sin embargo
las víctimas del abuso narcisista carecemos totalmente del amor parental
nutritivo que provee nuestra seguridad y sufrimos de múltiples heridas tras
vivir una infancia y adolescencia estrangulada.
Porque no debes olvidar que lo que has vivido es abuso. El tipo de abuso
sufrido por un hijo en el seno familiar es más insidioso y ocurre de manera
encubierta. El DSM-V los agrupa dentro de la categoría de Maltrato
Psicológico Infantil, que consiste en actos no accidentales, verbales o
simbólicos, realizados por un progenitor o un cuidador de un niño que
provoquen o generen una probabilidad razonable de causar un daño
psicológico en el niño.
El abuso psicológico que has sufrido por parte de tu madre es invisible, pero
te ha dejado huellas o síntomas que vamos a ver a continuación.

EJERCICIO 8
Por favor sigue teniendo a tu lado el bloc de notas para que vayas apuntando
cada síntoma que vas a ir viendo. No tienes porque tener todos. Pero por
favor sé sincera contigo, no te niegues a ti misma el tenerlos. Eso no te
curaría. Recuerda que para curarte plenamente y no seguir acarreando pulgas,
o más rasgos narcisistas y descubrir tu yo de verdad, debes ver el dolor,
admitirlo, para más tarde afrontarlo.

2.2 Síntomas del Síndrome de la Víctima Narcisista.


Secuelas del abuso
La verdad alivia pero es dura. Ver claramente que tu madre ha abusado de tí
es uno de los peores shocks que puedes recibir en tu vida. Sabes que siempre
has padecido sus abusos, pero lo habías tomado como algo normal y parte de
tu vida.
Te has acostumbrado a caminar con una piedra en un zapato, y te parece que
no te duele.
Ella te ha invalidado de tal manera que durante años no has reaccionado. Y
cómo hacerlo. Es tu madre. Es más fácil reaccionar contra un amigo, incluso
una pareja que abusa de tí, pero a tu propia madre has aprendido a temer. Ella
se ha encargado de que te sientas culpable por cada acción, hasta te ha hecho
sentirte culpable por respirar.
Porque las personas tóxicas o narcisistas saben que con el sentimiento de
culpa te pueden paralizar. La culpa te ha hecho prisionera. Desde pequeña has
aprendido que solo puedes ser amada con condiciones. Si te portabas bien,
incluso tu madre podía llegar a ponerte buena cara. El amor incondicional, es
un concepto que no entra en la mente de ningún narcisista. Ni tan siquiera en
la de una madre narcisista.
Crecer en el seno de una familia disfuncional, donde la madre es tóxica,
es padecer el peor de los abusos infantiles que se pueden padecer.
Sí, todos esos juegos mentales son MALTRATO, y han dejado una serie de
síntomas en ti.
Así define la Organización Mundial de la Salud el MALTRATO INFANTIL:
“El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son
objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o
psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial
o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o
dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una
relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia
de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.”
Todos esos juegos mentales que tu madre ha utilizado para conseguir su
droga, suplemento narcisista, son abuso psicológico, maltrato infantil.
Respira. Lo sé, es duro leerlo. Pero ver la realidad es lo que te va ayudar a
encontrar tu verdadero YO.
La manipulación de una madre tóxica es interminable, y te deja secuelas que
arrastras de por vida, hasta que las reconoces, te enfrentas al dolor y la verdad
y puedes curarte de ellas.
Vamos a pasar a ver cuáles son esas heridas no curadas que te han dejado
años de tortura emocional. Considera que no tienes porqué tener todas. Pero
si es cierto que cuantas más identifiques en tu persona, más tendrás que
trabajar para curarlas y cerrarlas. Pero no te preocupes. PUEDES.

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE LA VÍCTIMA NARCISISTA, SVN


Crecer no siendo amada, ignorada y abusada deja secuelas, pensamientos y
hábitos inconscientes negativos.
Crecer en una familia disfuncional donde la madre la ha dirigido, haciendo
sumiso al padre, enfrentando a los hermanos, no teniendo ninguna conexión
emocional con ella, siendo lo único que le ha importado cómo los de fuera
ven a su familia, es muy doloroso y deja un gran dolor y diferentes secuelas.
Aunque ya no mantengas contacto con tu madre, estas heridas siguen en ti,
las has internalizado. Y hasta que las reconoces y las enfrentas, no puedes
sacar todo tu potencial.
Vamos a tratar de ver las síntomas del SVN, heridas narcisistas, más
comunes que sufrimos tras años de abusos, para más tarde poder trabajar en
sanar.

2.2.1 Vínculo traumático


A las hijas de madres tóxicas nos cuesta romper el vínculo con nuestra madre
tóxica a pesar de que veamos claramente que nuestra propia madre nos hace
daño. No sabemos por qué no nos alejamos de ella, no lo entendemos, y eso
nos tortura aún más.
Hay mucha gente que te dice aléjate de quien te maltrata, de quien no dibuja
una sonrisa en tu boca. Pero cuando tu maltratadora es tu madre, no es tan
fácil romper el vínculo. Las cadenas que te atan a tu madre son más fuertes de
lo que crees, y por eso es tan difícil alejarse de ella. El vínculo emocional que
tienes con tu madre es muy difícil de romper.
Cuando nace un bebé, se vincula automáticamente con su cuidadora. Se une a
ella por el instinto de seguridad y supervivencia. Es un mecanismo de defensa
para evitar ser aniquilado. El niño se une o vincula, con su madre para poder
sobrevivir.
Este vínculo con tu madre es más grande que el que puedas desarrollar con
cualquier otra persona narcisista que se cruce en tu vida, porque nació como
un vínculo de superviviencia.
Un niño criado por una madre tóxica, no conoce otra cosa, es lo que ve, con
lo que vive. Simplemente intenta conseguir el amor y la aprobación que tanto
necesita y desea. Y se esfuerza mucho por conseguir las migajas de amor que
le da su madre. Desde muy pequeño aprende a culparse de las deficiencias de
su madre. Si solo fuera más inteligente, mejor educado, más listo, más
divertido, más guapo,.....
El niño por lo tanto crece creyendo ser el defectuoso. Incluso cuando las
cosas parecen estar bien, el niño no tiene dudas de que la calma durará poco y
que, en cualquier momento, la madre tóxica volverá a su estado agresivo y
frío y él volverá a sentirse infeliz y enojado.
Por lo tanto, el niño hace todo lo posible para mantenerla feliz. Se vuelve
hipervigilante en el más alto grado. Mantener a mamá feliz es lo más seguro
y por ello cumple con lo que sea necesario que le imponga la madre. El niño
vive con miedo constante y sometimiento absoluto a su progenitora.
Esto se da cuando las cosas van bien, pero como sabes por tu experiencia, el
verdadero terror lo vive el niño cuando la madre tóxica saca a relucir su
frustración. Entonces el niño ya no solo tiene el dolor emocional de una
madre fría, distante y carente de amor. También tiene a la madre enfurecida,
madre que reprime su personalidad, quitándole todo lo que ama o disfruta. Si
mamá no se siente bien nadie en casa lo hará.
Me imagino que te sientes identificada con esto que acabo de explicar. Como
niña no has podido huir de este vínculo, has sido prisionera de tu propia
infancia. Por eso el vínculo traumático con una madre es más fuerte y difícil
de romper que con una pareja. Depender de tu madre para tu supervivencia es
lo que ha hecho que nunca hayas podido ser tú y volar. Ella no te ha enseñado
a ser independiente, si no que te ha mantenido atada, para que no te fueras de
su lado.
Psicológicamente puede ser parecido a ser un rehén en una zona de guerra
insegura durante muchos años. La supervivencia puede ser, y por lo general
es, una preocupación muy real. Crecer bajo la constante amenaza de abuso
físico, emocional, sexual, psicológico, mental y espiritual, mezclado con la
amabilidad ocasional, proporciona el comportamiento intermitente requerido
para desarrollar el síndrome de Estocolmo o la vinculación traumática.
Como hija de una madre tóxica, percibes que no hay escapatoria y aprendes a
vivir en modo supervivencia, recurriendo a la disonancia cognitiva (te la
explicaré en un siguiente punto, ya que es otro síntoma), o autoengaño para
sobrevivir los abusos. La disonancia cognitiva, autoengañarse, te reduce
estrés, lo que fortalece el vínculo con tu abusadora hasta el punto de llegar a
defenderla.
Con el sentido del yo erosionado o disminuido, y aislada de otras personas, te
apegas con fuerza a tu maltratadora en busca de un poco de amor, de un poco
de validación, de ese gesto amable que te devuelva tu identidad personal, que
te diga que no eres una persona tan inadecuada como estás empezando a
creer, sino alguien valiosa y digna de amor y respeto.
Los gestos “buenos” ocasionales de tu madre, te han arrastrado a una
situación de abuso crónico y a una dependencia emocional de ella, tu
abusadora.

Vínculo Traumático es la gran cadena que te impide dejar a tu madre


La Teoría del Vínculo Traumático, desarrollada por Dutton en 1995 y
según él, se basa en dos parámetros fundamentales:

Desequilibrio de poder. El maltrato, lo entendemos como una


relación de poder asimétrica, en la que una persona genera una
relación de coacción, poder y daño frente a otra persona. Lo que
explica esta teoría es que cuando una relación es asimétrica,
cuando existe un desequilibrio entre ambas partes, empieza a
aumentar la valoración negativa de la parte desfavorecida,
aumentando así su dependencia de la fuerte. Tiene su lógica el
asunto: si yo me siento vulnerable, no válida, necesitaré de
alguien que me dé esta valía.

Intermitencia del maltrato. Esto puede explicarse a través de


las fases de la violencia (acumulación-explosión-
endulzamiento). No sabes cuándo podrán maltratarte. La fase de
endulzamiento te desconcierta y refuerza tu idea de “mi madre
puede cambiar, puede ser buena”, fomentando así la
perdurabilidad de la relación ya que te crea la esperanza de que
pueda cambiar. Esta conexión emocional intermitente produce
gran desasosiego y confusión en la hija.
Tu madre te castiga cuando no te “comportas” y te “premia” cuando lo haces.
Esta secuencia repetitiva de negar afecto y dar migajas, te provoca una
montaña rusa de emociones, desencadenando la liberación de cortisol, la
hormona del estrés, y también de dopamina, la cual aparece cuando se recibe
afecto.
Tu cuerpo se vuelve adicto a este cambio de emociones. Cuando estamos
buscando algo que queremos, algo que alguna vez tuvimos, el cuerpo se
vuelve dependiente de ello. Desesperadamente buscas la aprobación de tu
madre, necesitas tu dosis dulce de ella, quedando así atrapada en un vínculo
con ella que te asfixia.
Por esta “adicción” es que tanto te cuesta romper el vínculo con tu madre a
pesar de saber que te hace daño. Incluso cuando te separas de ella
físicamente actúas de igual manera. Sigues viviendo en esa montaña rusa de
emociones, porque como vas a ver más adelante eres adicta a ella. Necesitas
estar abajo para luego subir.

EJERCICIO 9
Creo que entender en qué consiste el vínculo traumático es clave para tu
proceso de cura y autoencuentro. Ya que aunque consigas separarte de tu
madre físicamente, emocionalmente puedes seguir vinculada a ella y a las
emociones que te ha hecho sentir.
¿Has visto cómo tu madre te ha mantenido en una montaña rusa, arriba y
abajo y por eso nunca te has podido bajar de la atracción?
¿Te ha dado para luego quitarte y tú te has quedado con esas veces en las que
te ha dado?
Anótalas, pero por favor anota todas las veces que te ha quitado, y que las
migajas de amor recibidas no escondan todas esas veces en las que te ha
hundido.
¿Eres capaz de identificar en tu vida esos momentos con tu madre? Y lo más
importante, aunque volveremos sobre esto en profundidad más adelante,
intenta pensar y reflejar en tu bloc de notas, las montañas rusas emocionales
en las que vives. Sé que esto es una tarea larga. Así que ahora no te fuerces,
si hay alguna situación de grandes cambios de estados emocionales que te
venga a tu memoria, apúntalo. Vayamos paso a paso.

2.2.2 Distorsión cognitiva, cuando tu cerebro te engaña


Si te encuentras en constante duda, culpa propia y confusión, eres víctima de
los errores en el pensamiento alimentados por tu madre tóxica. Las constantes
críticas que recibes pueden crear errores en tu pensamiento.
Cuando creces con una madre tóxica, que no respeta tus límites, te culpa de
todo, te humilla, critica, te juzga, no considera tus opiniones, ... y un largo
etc, sufres un estado de estrés tan elevado que puedes padecer de distorsión
cognitiva.

¿Qué es la Distorsión Cognitiva?


Es una interpretación errónea de la realidad que lleva al individuo a percibir
el mundo de manera poco objetiva además de disfuncional. Se presenta en
manera de pensamientos “automáticos” y desencadena emociones negativas
dando lugar a conductas no deseadas.
A su vez estas conductas no deseadas o disfuncionales, refuerzan los
esquemas cognitivos que las crearon. Lo que hace que la persona que sufre la
distorsión, entre en un bucle difícil de salir ya que la dinámica se
autoalimenta e incluso intensifica.
Las distorsiones cognitivas son formas distorsionadas de ver y pensar acerca
de la realidad. Siempre son negativas y suceden automáticamente. Las
situaciones de la vida real son exageradas y distorsionadas.
Si tu madre narcisista, ignora tus necesidades, eres criticada e invalidada y tus
límites son constantemente invadidos, puede ser que te cueste ver el mundo
tal como es, porque constantemente te dicen que no eres importante y que tu
visión de la vida no es válida.
Vamos a ver los ejemplos más comunes de distorsión cognitiva (aunque hay
identificadas 50 tipos según Alice Boyes, Ph.D.) que padecen las víctimas del
abuso narcisista.

Sobregeneralización
Aplicas el resultado de un evento aislado a todas las áreas de tu vida. Por
ejemplo si se te ha caído algo y se ha roto y tu madre te dice que haces todo
mal, entonces tu crees que cualquier cosa que te propongas hacer lo harás
mal.

Catastrofismo
Siempre anticipas lo peor en cada escenario y creas consecuencias en tu
mente que son completamente irrazonables. Por ejemplo, si recibes una
llamada de un número que no reconoces, supones que es alguien que llama
para informarte que ha habido un accidente horrible o que vas a perder tu
trabajo. Siempre esperas lo peor.

Comparación
Tienes tendencia a compararte con los demás de manera que llegas a la
conclusión de que eres mucho peor que los demás. Ejemplo: “A pesar de que
estudio no consigo sacar mejores notas que mis compañeros”.

Te tomas todo personalmente


Es difícil, cuando creces con una madre tóxica que continuamente te está
criticando, no tomarse las cosas de manera personal. Es fácil creer todas las
cosas negativas que dice sobre ti. Incluso es normal que te culpes de que tu
madre sea mala contigo. Que asumas la culpa de su ira. Aplicas la misma
teoría luego en tu vida fuera de ella. Te tomas todo muy a pecho, piensas que
los demás están en contra de ti.

Construcción de tu valía personal en base a opiniones externas


Se da cuando mantienes una valía personal en función de terceros. Estás tan
acostumbrada a necesitar la aprobación de tu madre para hacer cualquier
cosa, que no crees en ti misma.
No eres capaz de tomar una decisión sin la aprobación de un tercero.
Necesitas preguntar a tu pareja si te compras algo tan simple como un
pantalón, o si cocinas algo necesitas saber si a los demás les gusta. Necesitas
constante aprobación por parte de los demás.

Te centras en los “debería” o “tengo que”


Son creencias rígidas e inflexibles acerca de cómo deberías ser tú o los
demás. Son tus expectativas o demandas internas sobre las capacidades o
habilidades personales o de otros, pero sin analizar si son razonables en el
contexto en el que se dicen o piensan.
“Debería haberles dado otra oportunidad” o “Debo descubrir por qué están
actuando de esta manera para poder cambiar mi comportamiento”. Estos
pensamientos pueden provocar sentimientos de culpa o vergüenza.
Las afirmaciones “debería” se usan generalmente en referencia a cómo otras
personas deberían actuar. Estos pensamientos pueden ser algo así como:
“Debería haber respondido antes cuando le envíe un mensaje de texto” o
“Debería agradecerme por todas las veces que la ayudé”. Tales pensamientos
pueden llevarte a sentir decepción e indignación cuando otros no cumplen
con tus expectativas específicas.

Adivinación
Se trata de pronosticar un resultado negativo, una emoción o un
acontecimiento futuro y creerse esas predicciones como verdaderas. Ejemplo:
“Estoy segura de que lo voy a hacer mal”. Esperas que las cosas salgan mal,
sin permitirte la posibilidad de que sean neutras o positivas. Lo peor es que
muchas veces tú misma haces que las cosas salgan mal.
También adivinas el pensamiento, crees saber lo que piensan los demás y por
qué se comportan de la forma que lo hacen. “Lo que quiere es ponerme
nerviosa”, “quiere reírse de mí”, “Siente pena por mí” o “está conmigo por
pena”. Creer estas cosas hace que actúes de tal manera que la gente se separe
de ti y tus pensamientos terminen siendo ciertos.

Etiquetado
Cuando una persona se etiqueta a una misma o a otros de forma peyorativa.
Es otra forma errónea de pensamiento. Ejemplo: “Soy una inútil”. También
etiquetas a los demás sin darles una oportunidad de conocerles.

Razonamiento emocional
Cuando las opiniones son formadas sobre uno mismo basándose solo en las
emociones que experimenta el sujeto. Crees que tus emociones reflejan como
son las cosas, lo que sientes emocionalmente lo sientes como cierto. Cómo te
sientes incompetente, crees que eres incompetente.

Pensamiento polarizado
El pensamiento polarizado consiste en valorar los acontecimientos de forma
extrema, sin tener en cuenta los aspectos intermedios. O es blanco o es negro.
Por ejemplo, llamas a una amiga y le dejas un mensaje. Si ella no te responde
de inmediato, comenzarás a creer que nunca estará allí para ti, que no es
realmente tu amiga. “Siempre hago todo mal” “nunca nadie me escucha”. No
aceptas el camino del medio.

EJERCICIO 10
¿Identificas estas formas de ver la realidad? ¿Has ido apuntando según veías
las diferentes maneras que puedes tener de alterar tu realidad? ¿Eres
catastrofista? Necesitas que los demás te digan lo que vales sino, no crees en
ti. ¿Eres de las que ve las cosas blanco o negro? Son parte de las secuelas que
te ha dejado tu madre y sus abusos. Ver una realidad que no es. La buena
noticia es que puedes trabajar en cambiar esta versión de la realidad que te
mostró tu madre y descubrir la verdad, tu verdadero yo.
Piensa todas esas cosas que te hizo creer tu madre y que sabes que no son
ciertas. Ya trabajaremos más tarde en el Método RAN©, en todas esas cosas
que crees ciertas y vas a ver que no lo son. Empieza a ver y a repetirte que
eres fuerte y muy valiosa.
2.2.3 Disonancia cognitiva
La Teoría de La Disonancia Cognitiva fue desarrollada por el psicólogo
Festinger en 1957 y puede definirse como la incomodidad, tensión o ansiedad
que experimentan los individuos cuando sus creencias o actitudes entran en
conflicto con lo que hacen. Este displacer puede llevar a un intento de cambio
de la conducta o a defender sus creencias o actitudes (incluso llegando al
autoengaño) para reducir el malestar que producen.
Te autoengañas, aceptando la mentira como verdad.
En tu cerebro han convivido dos ideas o cogniciones diferentes e
incompatibles: una es que tu madre te quiere, y la otra es que tu madre te
hace daño.
Estás acostumbrada a que tu madre te diga una cosa y luego haga otra. Tu
madre te ha podido decir que te quiere sin embargo te ha dejado en la cama
enferma sin mucha atención. Te ha prometido algo que querías pero a la hora
de la verdad no te lo ha regalado.
Desde pequeña has vivido confundida sobre los actos de tu madre. Es por eso
que desde niña empiezas a sufrir de disonancia cognitiva.
La disonancia cognitiva es un sentimiento horrible que los niños deben
soportar, porque los deja en un estado de confusión, limbo e incomodidad.
No saben qué camino tomar o qué hacer. ¿Descartan el comportamiento ? ¿O
aceptan que su madre está mal y hacen planes para irse tan pronto como sean
mayores de edad?
Las víctimas de la disonancia cognitiva a menudo sienten que se están
volviendo locas, vuelven la disonancia cognitiva sobre sí mismas, se culpan
por ello y creen que es solo un factor más que prueba que son la persona loca
e inestable que su madre les acusa de ser.
Los investigadores creen que los terribles sentimientos asociados con la
disonancia cognitiva son la razón por la cual las víctimas de abuso continúan
en la relación con el abusador.

¿Cómo calman los niños de narcisistas la disonancia cognitiva?


Los niños abusados a menudo excusan a la madre abusiva con el fin de
liberar la ansiedad que sienten debido a la disonancia cognitiva; todo para
que puedan permanecer en la relación con la madre.
La decisión que la víctima toma a menudo es la vía que ofrece menos dolor
emocional. Para las víctimas del abuso la seguridad emocional y física es
fundamental. Por ello hacen todo lo que esté a su alcance para complacer a la
abusadora. En lugar de enojar a su madre harán lo que esta les pida, porque
así estarán a salvo.
Por lo tanto, a menudo hacen la vista gorda ante el abuso, niegan lo que creen
que podría ser la verdad, se convencen de que todo está en su cabeza, y
toman la decisión de creer que su madre abusiva realmente las ama.
Las hijas de madres tóxicas con disonancia cognitiva creen que sus madres
tienen razón en abusar de ellas porque se portan mal. Les riñen porque les
quieren. Este diálogo interno, les resta ansiedad y les mantiene atadas a sus
madres, fortaleciendo el vínculo traumático.
Más de una vez te habrás echado la culpa cuando tu madre te maltrataba, y
has creído que te lo merecías. Todavía esperas que ella cambie, crees que ese
momento suyo de locura no es su yo de verdad. Crees que tú eres la
responsable de sacar esa parte oscura en ella.
Si eres de las que todavía te engañas y justificas a tu madre, se te va a hacer
más difícil salir de su círculo de toxicidad. Recuerda que el amor de verdad
no duele y que una madre debiera de poner a sus hijos y a sus necesidades
por delante de las de ella. Debes de escribir todo lo que sientes, lo ahogada
que vives, lo miedosa que eres, y empezar a culpabilizar a quien corresponde,
no a ti.
No desesperes, llegaremos al punto de cómo avanzar hacia tu libertad y
empoderamiento. Por ahora estás reconociendo el dolor, para poder
afrontarlo.

EJERCICIO 11
¿Crees que sufres de Disonancia Cognitiva de acorde a lo que has leído?
¿Justificas a tu madre y crees que cuando te ha castigado te lo has merecido?,
¿Te sigues comportando de igual manera hoy en tu edad adulta incluso
estando separada de tu madre?
Es importante que reconozcas como transcurre o ha transcurrido la relación
con tu madre porque tus patrones de comportamiento con ella se repiten en
tus relaciones con otras personas. Reconocerlos te va ayudar a no repetirlos.
¿Recuerdas situaciones en las que “has tapado” a tu madre? ¿La has
justificado frente a otros? O peor, ¿la has justificado frente a ti? Analízalo, y
escribe en tu cuaderno las veces que recuerdes en las que has justificado los
castigos de tu madre.
Recuerda que estás sacando el dolor, y aunque te resulte duro es la forma de
que entre el verdadero amor en ti, en lo más profundo de tu ser. Solo siendo
consciente de tus heridas y de cómo han sido creadas vas a poder
modificarlas.
2.2.4 Trastorno por estrés post traumático
El trastorno por estrés postraumático se origina tras haber sufrido u
observado un acontecimiento altamente traumático (atentado, violación,
asalto, secuestro, accidente, abuso continuado, etc.), en el que está en juego la
vida de las personas.
Las características o los síntomas del Estrés Postraumático son las siguientes:

2.2.4.1 Flashbacks emocionales


Los flashbacks emocionales son repentinas y a veces prolongadas
retrocesiones en el tiempo, a los abrumadores estados del sentimiento de ser
una niña abusada/abandonada. Estos estados suelen incluir miedo, vergüenza,
alienación, ira, pena y depresión. Hay terapeutas que los llaman regresión.
Cuando las víctimas experimentan un flashback emocional, su subconsciente,
que no entiende de tiempo, retrocede a una situación emocional de su
infancia y les hace revivir esa escena emocionalmente en su cerebro como si
no hubiese pasado el tiempo. Se sienten exactamente igual que en su infancia,
en peligro e indefensas.
Los efectos de sufrir un flashback emocional son sentirse pequeña, indefensa
y defectuosa…
Las hijas de madres tóxicas, recreamos esas imágenes, esas palabras hirientes
en nuestra mente constantemente. Incluso cuando nos distanciamos de
nuestra madre. Por eso nos es difícil recuperarnos aunque tengamos contacto
cero y estemos distanciadas geográficamente de nuestra madre. La
internalización del abuso de nuestra madre, y el posterior recordatorio
“inconsciente” de lo vivido, no nos permite avanzar. Sufrimos de estrés post
traumático. Esas sensaciones visuales, auditivas, táctiles quedan
profundamente grabadas en la memoria y poseen una alta relevancia entre
cualquier otro recuerdo.
Además no solo revivimos subconscientemente lo vivido con nuestras
madres. El estrés sufrido en la infancia hace que situaciones en la vida actúen
como disparadores de estos flashback emocionales.
Situaciones en las que puedes experimentar flashbacks emocionales suelen
ser, entre otras, cuando alguien te dice que has cometido un error, o se burla
de ti, te grita o te habla sin respeto o de forma humillante, te critica.
Estas situaciones te retrotraen a la infancia cuando tu madre te exigía
perfección, humillaba…. Y te crean la misma ansiedad y estrés que te
generaba el abuso de tu madre.

2.2.4.2 Crítica interna


Esa crítica es en realidad la voz de tu madre , que está tan internalizada que
se ha vuelto propia. Esta autocrítica hace que seas exigente, cruel contigo
misma y a veces con los demás.
Tu diálogo interno, no sólo te provoca más ansiedad, sino que tiende a
generar sentimientos de culpa. Por lo que hiciste, por lo que no, porque no
estuviste a la altura de las circunstancias, por... toda una serie de motivos
poco realistas, bastante irracionales de autoexigencia.
También son frecuentes los sentimientos de indefensión e impotencia. El
pensamiento también produce mucha ira, sentimientos de hostilidad, de rabia,
e imágenes de agresión contra la persona que te ha generado el daño, tu
madre.
A todas esas voces, yo les llamo nuestros fantasmas. Esas voces que nos
persiguen aún lejos de nuestra madre y que tenemos que aprender a callar.
Con todo ello, con los flashbacks y los diálogos internos, se produce un
estado emocional en el que predominan la ansiedad, la culpa, la ira, la rabia,
la hostilidad, a veces la vergüenza, y con mucha frecuencia la tristeza e
incluso la depresión.
Este estado emocional produce un fuerte malestar psicológico, alta activación
fisiológica y problemas de conducta a la hora de adaptarse a las distintas
facetas de la vida cotidiana.
Aunque te separes de tu madre, los fantasmas (tu diálogo interno e imágenes)
conviven contigo. Por eso es importante ya no solo el alejarte físicamente de
la toxicidad de tu madre, si no trabajar para enfrentar estas secuelas para
separarte emocionalmente de ella.
EJERCICIO 12
Escribe en tu bloc de notas los flashbacks que sufres ahora. Piensa que no
tienes porque rememorar conscientemente una situación dolorosa con tu
madre. Los flashbacks pueden ser inconscientes. Te pongo un ejemplo. Tu
jefe (que tiene un mal día) te dice que tu trabajo ha sido horrible. Nunca antes
te había dicho nada así, pero tu empiezas a analizar su mirada, su tono de
voz,... te sientes amenazada y en consecuencia te estresas y bloqueas. Esto te
puede pasar hasta con tu pareja e hijos. Analízalo y escríbelo.
Es importante que comiences a reconocer estas secuelas inconscientes que te
ha dejado el abuso prolongado de tu madre, para poder trabajar en ellas.
Escribe también sobre tus fantasmas. Escribe tus diálogos internos (seguro
que me echa del trabajo, ya no le gusto, no me quiere,....). Trabajaremos con
estos diálogos más adelante. Por el momento estás reconociendo tus heridas.

2.2.5 Vergüenza tóxica


Es un sentimiento interiorizado desde tu infancia, donde sientes que nadie
puede aceptarte y quererte tal cual eres. Te provoca rechazo hacia ti y te hace
sentir indigna.
Una persona que sufre de vergüenza tóxica experimenta un sentido crónico
de inutilidad, baja autoestima y odio a sí misma, todo conectado a la creencia
de que se es innatamente defectuosa o mala.
Tu madre siempre te ha hecho sentir que la culpa es tuya. Te ha castigado
constantemente o te ha dicho lo avergonzada que está de cómo eres o actúas.
Te ha comparado con hermanos u otras personas y siempre has salido
perdiendo en esa comparación. Nunca ha validado tus sentimientos y tú los
has dado por malos. Por eso has aprendido a sentirte mal siendo quien eres.
Has crecido con pensamientos destructores de “no valgo, no me lo merezco,
soy gorda, soy fea, no debería haber nacido” (tantas veces escuchando a tu
madre “ mejor si no te hubiera tenido, eres mala, eres torpe”,.... Que ahora no
te apruebas a ti misma.
Esta vergüenza por ser quienes somos, a veces nos lleva a crear un falso Yo,
normalmente opuesto al verdadero y al cual nos volvemos adictas. Con ello,
de cara a los demás ocultamos esa parte de nosotras, esa manera de ser que
no nos gusta de nosotras mismas, que nos avergüenza. Nos ponemos una
careta para ocultar quienes somos (ya ni lo sabes). Nos vestimos con las
mejores y más caras prendas para ocultar nuestra inseguridad, escalamos
socialmente para tapar nuestra debilidad,....
Por eso, cuando tomes consciencia de tu vergüenza tóxica, te cures, y te
encuentres a ti misma, si realmente lo deseas, podrás llegar a descubrir que
no disfrutas realmente de llevar tacones y maquillaje, o de tener un estatus
social. Quien eres ahora, no tiene porque ser tu verdadero YO, ya que es
alguien que has creado para defenderte de una situación hostil.
En cualquier caso sin vergüenza por ser como eres podrás llegar donde te
propongas y encontrar tu verdadero Yo.

EJERCICIO 13
Leer sobre la vergüenza tóxica te ha llevado quizá a analizarte un poco.
Escribe por favor esas frases que siempre están en tu cabeza “no valgo, no lo
merezco,....” y qué sientes cuando te las dices.
¿Sientes que los demás no te aceptan? ¿Te has sentido siempre comparada
con tus hermanos u otras personas? Cómo te ha hecho sentir que tu madre te
compare toda la vida colocándote en un escalafón inferior a otros.
¿Creés que para superar este “no me gusto “has creado un falso yo”? Eres de
las que te muestras exitosa, fuerte,... pero estas rota por dentro. Sé sincera
contigo misma. Piensa y escribe si has creado un falso yo para protegerte
todo tu dolor y vergüenza por los abusos de tu madre. Escribe de qué te
averguenzas, qué te impide ser realmente tú.
2.2.6 Pérdida de identidad
¿Sabes quién eres realmente? No me refiero a tu nombre,... mi pregunta es si
tienes claro cuál es tu verdadera identidad, tu verdadero yo. O eres una
persona llena de dudas sobre tu persona.
Cuando eres abusada psicológicamente por tu madre pierdes el sentido del
yo, tus objetivos de la vida y las ambiciones. Tu madre tóxica ha anulado tu
identidad y solo ha valorado tus logros si le han reportado grandiosidad. Ella
ha hecho que ignores tus sentimientos y deseos para atender los suyos,
aparentando que se preocupaba por ti solo para alimentar su ego.
Formar tu propia identidad hubiera supuesto dejar de lado a tu madre tóxica,
no darle el suplemento narcisista que ella necesitaba, y esto obviamente ella
no lo ha permitido. Cuando has intentado “ser tú” ha desatado su ira,
castigándote aún más. No han existido límites entre tú y tu madre y a veces
has tenido que mirarla a ella para que te diga quién eres.
Ella te ha moldeado para satisfacer sus necesidades.
Cuando eras pequeña tu vida giraba en torno a tu madre narcisista. No hacías
nada si ella no estaba presente. No estabas con otras personas porque ella no
lo permitía, ya que aislarte, es la mejor manera de manipularte.
Esto hace que las víctimas de una madre narcisista, crezcamos sin saber
quienes somos realmente ya que nunca se nos ha permitido pensar por
nosotras mismas. Ellas, las verdugos, son quienes han decidido que era bueno
y que no para nosotras, no dejándonos elección en la vida.
Esto hace que aún cuando rompemos con ella, nos divorciamos, para salir del
círculo vicioso, nos cueste encontrar nuestra dirección y sentido en la vida,
nuestro verdadero YO. La separación física no acaba con la dependencia
emocional.
En una familia no disfuncional, lo normal es que los hijos cuando llegan a la
adolescencia empiecen a separarse de los padres. Los hijos tienen que
encontrarse a sí mismos, tener sus propias opiniones, gustos,…y encontrar su
propia identidad. Dentro de una familia disfuncional, la madre tóxica no
permite que este proceso natural acontezca.
Por el contrario, en una familia disfuncional, la madre tóxica se encarga de
que sus hijas no sean independientes y sigan revoloteando alrededor de ella.
Por lo que concierne a una madre tóxica sus hijas existen solo para su propio
beneficio.
Tu madre ha pasado tus necesidades emocionales por alto, tanto, que tú
misma has terminado invalidándote al interpretar que tus emociones son
negativas. Como todo niño invalidado en la infancia has creado un diálogo
interno basado en tu propia descalificación. Lo que yo llamo, los fantasmas
internos, que machacan nuestra mente repitiendo lo que nuestra madre decía
de nosotras.
Podemos decir que has crecido sin ser capaz de desarrollar tu VERDADERO
YO, porque las necesidades de tu madre han sido lo único que han importado.
Tu madre al utilizarte en lugar de amarte, ha sacrificado tu verdadera
identidad.
La madre tóxica al utilizar al niño en vez de amarlo, encuentra en el falso Yo
del niño la aprobación que busca, la seguridad que le falta. El niño, en
cambio, desconoce sus verdaderas necesidades y es un extraño para sí mismo.
Al niño se le prohíben todos los sentimientos que causan desconcierto a su
insegura madre, como la ira, la rabia o la tristeza, y el niño ya no sabe sentir.
Su alma ha sido cruelmente mutilada. El niño reniega de sus más profundos
sentimientos porque sabe que le ocasionarían la pérdida del amor de su
madre, y eso para él equivale a la muerte. Ese niño se desvive por la felicidad
de su madre, pero no sabe en qué consiste su propia felicidad.

2.2.6.1 Cómo establecemos nuestra identidad


Formamos nuestras identidades para separarnos de otras personas y tener una
sensación de continuidad de nosotros mismos. Pero uno de los principales
propósitos de formar una identidad es establecer un sentido positivo de sí
mismo.
Un sano sentido del yo nos permite funcionar bien en la sociedad. Los
individuos con un sano sentido de sí mismos mantienen relaciones positivas.
Tienen un sentido de autonomía y confianza. Toman la iniciativa y confían en
que las cosas funcionarán bien.
Entonces, ¿cómo se forman las identidades? Las identidades se construyen en
parte a través de la exploración y las experiencias. Los adolescentes exploran
diferentes roles y miden las reacciones de los demás a sus experiencias,
apariencia o diferentes formas de actuar o hablar.
Un adolescente puede probar deportes, descubrir que tiene talento atlético y
desarrollar una identidad como atleta. Otro puede sobresalir en actividades
escolares y desarrollar una identidad como matemático.
Los adultos juegan un papel en la formación de la identidad de los
adolescentes. Los entrenadores, maestros, tías y tíos pueden contribuir a la
identidad del adolescente. Pero los adultos que desempeñan el papel más
importante son los padres del adolescente.
Las identidades de los adolescentes están influenciadas considerablemente
por sus relaciones con sus padres. Cuando hay una relación sana entre un
adolescente y su madre, él se sentirá libre de explorar diferentes aspectos de
sí mismo.
Los padres saludables brindan a los adolescentes:

Un sentido de autonomía.

La capacidad de establecer y alcanzar metas.

Confianza para buscar oportunidades.

La confianza de que la gente lo respeta.

Un sentido de iniciativa.

La capacidad de acercarse a las personas que pueden


beneficiarlos.
Desafortunadamente, como hija una madre tóxica, es poco probable que te
haya ayudado a encontrar tu propia identidad. Cualquier movimiento que
hiciste para establecer un sentido de identidad separado de tu madre, hizo que
te encontraras con la ira de tu madre narcisista.
Como adolescente has tenido tanto miedo a la reacción de tu madre que
dejaste de explorar tu propio Yo.
Mientras que una madre sana les proporciona a sus hijos los atributos
enumerados anteriormente, las madres narcisistas dejan a sus hijos sin estar
preparados para conocer el mundo al no saber quienes son realmente.
El hijo adulto de un narcisista rara vez se siente autónomo. Después de haber
enfrentado toda una vida de críticas, a menudo le aterroriza la idea de tomar
una decisión. Nadie le enseñó cómo establecer un objetivo y cómo trabajar
para lograrlo.
El hijo adulto de un narcisista interpreta constantemente los comentarios de
los demás como críticas. No confía en que la gente la respete en ningún
aspecto de su vida.
Los hijos adultos de narcisistas a menudo carecen de las habilidades para
establecer relaciones sanas. Pueden encontrarse viviendo con parejas
abusivas o narcisistas, una vez más dejando pasar sus oportunidades de
formar un fuerte sentido de sí mismos.
Esto puede conducir a la depresión y la ira sobre sus vidas. Aún así, carecen
de la capacidad y el conocimiento para mejorar sus vidas. Esperan que sus
vidas mejoren mágicamente.
Espero que esta información sobre tu falta de identidad te haya servido para
entender que :

Quien ves frente al espejo no eres tú, si no una creación de tu madre

EJERCICIO 14
¿Te has sentido identificada tras ver que has crecido sin poder ser tú? ¿Qué
sientes?, ¿recuerdas cuántas veces has querido sentir, decir, hacer algo y no lo
hiciste por miedo a tu madre? Trata de recordar esas veces en que no pudiste
ser tú. ¿Creés que tu madre no te apoyo en tu crecimiento personal? Anota lo
que sientes.
¿Hoy en día actúas igual, no sabes quién eres? ¿Te da miedo hacer lo que
sientes, y atiendes las necesidades de los demás antes que las tuyas? y
¿todavía no has descubierto qué quieres ser de mayor aunque tengas 50 años?
Escríbelo en un papel, necesitas sacar estos sentimientos. Debes de saber que
tu madre no te ha permitido ser tú, y ahora aunque estés distanciada de ella
tampoco te lo permites.
¿Sientes que no eres lo suficientemente autónoma, que no eres capaz de
tomar tus propias decisiones, que ante una disyuntiva no sabes qué camino
tomar? Anota tus indecisiones, porque de pequeña tu madre decidió por ti,
hoy debes darte cuenta que tan poco eres capaz de tomar decisiones para que
así en la parte de la sanación del Método RAN© puedas trabajar en encontrar
y fortalecer tu identidad.
La falta de identidad va unida a la baja autoestima. Por eso es importante
descubrir quién eres realmente, para poder sentirte segura de ti misma.
No te preocupes. Saber, analizar tus emociones, tus, actos, pensamientos te
va a ayudar para saber si son propios o heredados de tu madre. Trabajaremos
en esto más tarde. Ahora estás reconociendo tus heridas para más tarde pasar
a curarlas. Sin saber lo que tienes, no puedes trabajar en curarte.

2.2.7 Ansiedad
Las hijas de madres tóxicas sufrimos altos niveles de ansiedad.
La ansiedad de nuestras vidas nace por un desequilibrio entre lo que somos
(forzadas a serlo por nuestra madre) y lo que realmente queremos o
deberíamos ser.
Cualquier tipo de abuso emocional o mental, va a afectar a tu salud. Y no
sólo eso, sino que también la forma en la que te ves a ti misma, o cuánto
valor crees que tienes, se verán gravemente afectadas.
Cuando se te dice constantemente que tú eres el problema, y que tus formas
racionales y completamente normales de responder al abuso contribuyen al
problema, ¿qué más puedes esperar?
En tu mente, la razón y el miedo se entrelazan, y tu cuerpo reacciona de
distintas formas, todas, a través de trastornos de ansiedad.
Los síntomas de ansiedad pueden variar de ser emocionales o psicológicos, a
físicos. Aunque la ansiedad es de naturaleza principalmente psicológica, sus
síntomas pueden también manifestarse de manera física. Estos síntomas
pueden alterar nuestra capacidad de estar bien.
Síntomas de la ansiedad más comunes entre las víctimas del abuso
narcisista ( los síntomas están sacados de la clínica de la ansiedad):

Pensamientos temerosos : estos pensamientos temerosos hacen


que dejemos de hacer muchas cosas del día a día, pudiendo
incapacitarnos gravemente. Vivimos con miedo y el miedo es
muy limitante. ¿Cuántas cosas has dejado de hacer en tu vida por
miedo?

Problemas con la alimentación: A menudo la ansiedad hace


que las personas pierdan el apetito. Esto puede generar otros
problemas tales como disminución en el nivel de energía,
pérdida de peso, fatigarse fácilmente, y también problemas
digestivos como náuseas y dolores de estómago. Uno de los
problemas alimenticios comunes entre las personas que hemos
sido maltratadas es la bulimia que surge por la falta de afecto de
nuestras madres.

Síntomas físicos: Síntomas físicos relacionados con la


respiración incluyen dificultad para respirar, hiperventilación,
asfixia u opresión en el pecho. Síntomas físicos relacionados con
el corazón incluyen aumento del ritmo cardíaco, palpitaciones,
dolor en el pecho. Otros síntomas físicos incluyen sudoración,
temblores, hormigueo en los dedos de los pies y los dedos de las
manos, y a veces el cuero cabelludo; manos frías y sudorosas,
dolor de estómago, dolor de cabeza, debilidad, y sequedad de
boca.

Síntomas emocionales . Tener altos niveles de ansiedad puede


hacer que la gente esté de muy mal humor. También puede
causar mucho estrés e irritabilidad. Además, las personas pueden
mostrar signos de retraimiento a causa de la ansiedad.
Preocupación constante, así como estar distraído, comerse las
uñas, llorar, consumo de alcohol o abusar del uso de pastillas
para dormir, y evitar el contacto visual también se incluyen en
estos síntomas.

De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos,


torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora,
dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas vienen
acompañados de cambios en la expresividad corporal y el
lenguaje corporal: posturas cerradas, rigidez, movimientos
torpes de manos y brazos tensión de las mandíbulas, cambios en
la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc.

Intelectuales o cognitivos: Dificultades de atención,


concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos,
preocupación excesiva, expectativas negativas, pensamientos
distorsionados, incremento de las dudas y la sensación de
confusión, tendencia a recordar sobre cosas desagradables por
encima de las agradables, sobrevalorar pequeños detalles
desfavorables,....

Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para


iniciar o seguir una conversación, bloquearse o quedarse en
blanco a la hora de preguntar o responder, dificultades para
expresar las propias opiniones o hacer valer los propios
derechos, temor excesivo a posibles conflictos, etc. Si pensabas
que tienes mala memoria, buenas noticias tu memoria no tiene
ningún problemas es la ansiedad la que te bloquea.
Las víctimas de madres tóxicas nos enfrentamos ante todos estos síntomas
durante toda nuestra vida. Vivimos a diario con ansiedad. Y cuando
crecemos, descubrimos lo que nos ha hecho nuestra madre y queremos
empezar a encontrarnos, nuestra lucha contra la lacra de la ansiedad es dura.
A pesar de ello, se pueden superar estos síntomas y vivir sin ansiedad, sin
ataduras. Cuando reconoces cómo se generan tus heridas, las afrontas y
entiendes que tu cuerpo es adicto a esas emociones, incluida la ansiedad
puedes empezar a vivir libre de todas esas limitaciones.

EJERCICIO 15
¿Has ido identificando las secuelas de la ansiedad en ti? Escribe sobre tus
pensamientos temerosos, si tienes problemas de alimentación escríbelo en tu
bloc. Anota si sufres de opresión en el pecho, sudoración, … si vives
preocupada por todo. Si tienes dificultad de concentración. Describe todo
aquello que te produce ansiedad, recuerda que esta primera parte es para
identificar tus heridas. Trata de identificar qué situaciones y qué
pensamientos te producen ansiedad. Luego trabajaremos en sanarte. Ahora
se trata de saber qué es lo que tienes para poder enfrentarlo.
2.2.7.1 Ansiedad social
Es una de las patologías más comunes dentro de los trastornos de ansiedad
pero a su vez es una de las más inhabilitantes que genera limitaciones en las
personas en áreas vitales.
La persona con ansiedad social presenta un miedo irracional a ser evaluado
por los otros de manera negativa, crítica, de no ser aceptado, y al mismo
tiempo la inseguridad de su conducta le hacer pensar que en las relaciones
interpersonales puede manejarse de forma ridícula.
La persona con ansiedad social se caracteriza por:

creer ser diferente a los demás “no encajar”


Tener miedo a la exposición social
Quizás te estés reconociendo y padezcas de ansiedad social. Si te da miedo
hablar en público, no soportas que te observen cuando trabajas, te cuesta
relacionarte con personas que desconoces, …. tienes tendencia a aislarte,
temes ser juzgada por los otros, te cuesta entrar en una sala llena de
gente,....puede que padezcas de ansiedad social.
Debido a que las víctimas del abuso narcisista nos sentimos intrínsecamente
desagradables, como adultos, nos resulta difícil interactuar con confianza con
los demás.
Desafortunadamente, esto puede convertirse en una especie de profecía
autocumplida. Nuestra falta de confianza y la posterior torpeza en
relacionarnos, pueden ser percibidas por otros y hacer que se sientan
incómodos, lo que los lleva a retirarse de nosotros.
Es probable que (erróneamente) interpretemos ésto como evidencia de que
somos intrínsecamente desagradables.

EJERCICIO 16
¿Sientes que no encajas en ningún ambiente, no te encuentras a gusto entre
una multitud? ¿No tienes la confianza suficiente como para conocer gente
nueva? No todas sufrimos de ansiedad social. Algunas víctimas tapan su
inseguridad ante los demás a través de su falso yo y se presentan a los demás
como personas extrovertidas aunque en el fondo no lo sean. Sin embargo
nadie lo notará excepto tú.
Anota si te cuesta relacionarte con los demás, situaciones vividas que
recuerdes. En el caso contrario escribe cómo te presentas a los demás, cómo
haces que te vean.

2.2.8 Incapacidad de sentir placer. Anhedonia


¿Alguna vez te has parado a pensar que no eres capaz de disfrutar de las
cosas buenas que te ofrece la vida?
Los abusos de tu madre han hecho que actúes en modo negación para
sobrevivir. Has negado tus deseos, esperanzas, sueños, aspiraciones,
necesidades materiales, sexuales y psicológicas, elecciones, preferencias,
valores, y mucho más.
Te has negado a ti misma, para satisfacer las necesidades de tu madre y no
generar su ira ya que tus propias necesidades la generaban.
Así has llegado a tu edad adulta sin poder experimentar placer tras tantos
sentimientos reprimidos.
A la incapacidad para disfrutar de las cosas agradables, sentir placer, así
como la pérdida del interés por las cosas se le llama Anhedonia. Las
personas que experimentan anhedonia presentan una sensación profunda de
apatía y desgana. Es un síntoma central del trastorno depresivo mayor. Hay
dos tipos principales de anhedonia:

1. La anhedonia social, falta de interés por el contacto social y la


falta de placer en las situaciones sociales ; y
2. la anhedonia física es la incapacidad de sentir placeres táctiles
tales como comer, tocar, o el sexo.
Síntomas característicos de la anhedonia:

Pérdida de interés por todas o casi todas las actividades del día a
día.
Pérdida o aumento significativo de peso.

Cambio en los patrones de sueño: insomnio o exceso de sueño.

Sensaciones físicas inquietud, agitación o una sensación de


“enlentecimiento”.

Fatiga o pérdida de energía casi a diario.

Sentimientos de inutilidad o culpa sin fundamento.

Incapacidad para concentrarse, dificultad para pensar y tomar


decisiones.

Pensamientos repetidos de muerte o suicidio.

Retiro social y dificultades de adaptación a las distintas


situaciones sociales.

Sentimientos negativos hacia uno mismo y los demás.

Reducción de la expresión emocional, incluyendo el tener menos


expresiones verbales y no verbales.

Tendencia a mostrar emociones falsas, pretendiendo mostrar


felicidad cuando no se siente.
Pérdida de la libido o la falta de interés en la intimidad física.

Problemas físicos persistentes o trastornos psicosomáticos.


Algunas personas que padecen anhedonia son incapaces de experimentar
placer y disfrute en ninguna circunstancia, mientras, en otros casos, el
problema se reduce a aspectos concretos, como el apetito por la comida, las
relaciones sexuales, las relaciones sociales o las actividades de ocio.
De cualquier forma, existen grados, por lo que hay quienes sufren una
incapacidad total de disfrutar y obtener placer y otros sólo un descenso en
dicha capacidad.
El término “anhedonia” fue descrito, por primera vez, por el psicólogo
francés Ribot en 1986, cuando publicó su libro sobre la psicología de los
sentimientos.
¿Quiénes padecen de anhedonia?
Padecen de anhedonia personas con enfermedades como la esquizofrenia y
los adictos a las drogas durante la abstinencia de las mismas. Pero la
situación más frecuente es la anhedonia que se da en la depresión.
Cuando una persona sufre una depresión profunda, nada le motiva ni le alegra
o le hace disfrutar.
La anhedonia de la depresión aparece, más frecuentemente, tras situaciones
estresantes, como es el caso de los abusos psicológicos durante la infancia.
Después de esta descripción de la anhedonia, espero entiendas que tu apatía
para muchas cosas en la vida, es una de las secuelas del abuso de tu madre y
que vas a trabajar en ella para poder superarlo. Recuerda que entender, y
conocer es el primer paso hacia tu recuperación.

EJERCICIO 17
Crees que en alguna medida te cuesta disfrutar de las cosas buenas que te
ofrece la vida. Te cuesta aceptar que los demás te quieran, te abracen,.....por
qué creés que no mereces sentir cosas buenas. ¿Sientes que te cuesta
disfrutar?
¿Reconoces los síntomas característicos de la anhedonia en ti?

2.2.9 Indefensión aprendida. No tienes ganas de luchar


La Indefensión Aprendida es la consecuencia de la administración sistemática
de un castigo o acoso constante que lleva a la víctima de un narcisista a que
no se defienda ni intente salir de la situación de abuso en la que está
viviendo. Es una situación de paulatina paralización y congelación.
Es un tecnicismo desarrollado por el psicólogo Martin Seligman en 1967, que
se refiere a la condición de un ser humano o animal que ha “aprendido” a
comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no poder hacer nada
y que no responde a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la
situación aversiva.
La teoría de la Indefensión Aprendida se basa en la idea de que la persona se
inhibe, mostrando pasividad cuando las acciones para modificar las cosas, no
producen el fin previsto.
Seligman experimentó con dos perros en una jaula, a los que se les daba
choques eléctricos. Uno de ellos, tenía la posibilidad de cortar la corriente,
con un golpe de hocico; el otro, no. El primer perro, mantuvo la alerta y la
energía, mientras que el otro, vivió asustado, nervioso y cayó en una
depresión. Su actitud fue de completa indefensión, aún cuando cambiaron las
condiciones y ya tenía la posibilidad de cambiar la situación.
El desgaste psicológico que han provocado los continuos abusos por parte de
tu madre tóxica, han hecho que te sientas desamparada e incapaz de
desarrollar tus metas personales, ya que siempre has tenido que atender las de
tu madre, sabiendo que si no lo hacías recibirías un castigo, su ira. Esto ha
hecho que tu motivación desaparezca.
La aplicación sistemática de castigos por parte de tu madre para que ésta
lograra su suplemento narcisista y te mantuviera controlada, han hecho que
llegado un punto no te defendieras. Crees que no tienes ningún control sobre
tu vida. No importa lo que hagas, sientes que no puedes cambiarla. Que
cualquier cosa que hagas es inútil.
Las víctimas de los abusos narcisistas de una madre tóxica, no nos rebelamos
más por los abusos de nuestra madre, porque pensamos que no merece la
pena, ya que vendrá de nuevo y nos dará más fuerte. Es por esto que muchas
víctimas viven ya de muy mayores, sometidas a sus madres sin ni siquiera
quejarse, siendo hijas fieles y obedientes. Otras víctimas tiran la toalla
aunque descubran que han sido abusadas ya que creen es tarde para ellas para
cambiar el rumbo de su vida.
Esta Indefensión Aprendida nos lleva a sentirnos tristes, abandonadas,
deprimidas. No intentamos nada para resolver la situación por miedo a la
reacción que pueda tener nuestra narcisista con nosotras. Llega un momento
en el que las fuerzas se quiebran y te dices a ti misma “si tiene que ser, será”.
Es una creencia limitante que actúa como un fuerte lastre para tu desarrollo
personal y tu autoestima.
Cuando alguien cae en la indefensión, manifiesta tres déficits:

1. El motivacional: comienza a mostrar un retraso en la iniciación


de respuesta voluntarias hasta que poco a poco deja de haberlas.
2. El emocional: comienzan a existir una serie de desórdenes
conductuales, siendo los más habituales los estados de ansiedad
y la depresión.
3. El cognitivo: la víctima es incapaz de ver soluciones al
problema que le atormenta.
La Indefensión Aprendida la podemos ver también en la forma en la que
entrenan a los animales de circo. Al elefante que de pequeño le atan a una
cadena de la que no puede escapar. Cuando crece, y tiene fuerza para salir de
cadenas mil veces más fuertes, sigue atado a la misma cadena sin intentar
escapar.
Otro ejemplo para entender nuestro comportamiento mejor es la historia
de las ranas.
Cuando se cocinan las ranas en agua fría y se va calentando el agua
aumentando la temperatura paulatinamente hasta que el agua hierva,
conseguimos cocinarlas. Pero si las ponemos en la cazuela y repentinamente
echamos agua hirviendo, saltan.
Con el ejemplo de las ranas quiero hacerte ver que la indefensión aprendida
es un esquema de pensamiento gradual y que poco a poco consume tu
fortaleza psíquica y corporal hasta doblegar tu voluntad. Digamos que te han
cocinado a fuego lento, hasta hacerte sumisa y sin ganas de pelear.
La víctimas de un abuso narcisista debemos aprender a romper la Indefensión
Aprendida y retomar en nuestras manos nuestras vidas y saber que hay un
futuro y una esperanza .

EJERCICIO 18
Te viene a la memoria cuántas veces has pensado, para que voy a intentar
irme y hacer mi vida, si no puedo, mi madre no me dejaría. Para qué voy a
intentar inscribirme en un equipo de fútbol si mi madre no lo aprobaría.
Escribe todas esas veces que has querido volar, pero que tú misma te has
cortado las alas incluso antes de que tu madre lo haga.
Escribe en tu bloc de notas todas las veces que recuerdes que decidiste bajar
la cabeza, aceptar el castigo y no luchar por lo que querías. No te culpes por
ello por favor. No pudiste hacer nada, eras una niña y no podías defenderte.
Pero ahora, esa niña se ha hecho mayor, y tu yo actual tiene que encontrar lo
que realmente quiere y luchar por ello. Porque te aseguro que tienes la
capacidad y el poder de hacer aquello que te propongas. Ahora tu madre ya
no te lo impide.
Una vez reconozcas todas esas veces que tu misma te impides hacer cosas,
que no eres capaz de decidir, ….más adelante en la parte de la sanación de
este método, trabajaremos en cómo ganar a tu mente para que deje de ser tu
enemiga. Tú puedes.
2.2.10 Amnesia Perversa. Los buenos recuerdos
La amnesia perversa es un mecanismo de defensa del cerebro a través del
cual tendemos a recordar solamente las cosas buenas, eludiendo el
sufrimiento, el castigo, y el dolor del abuso recibido.
Nuestra mente quiere que nuestro sistema de apego permanezca intacto, ya
que necesitamos sentir seguridad. Lo que hace la amnesia perversa en
cualquier trauma es que nuestro sistema de apego permanezca ileso. Así
cuando una persona ha sido maltratada, se olvida con una rapidez increíble de
lo malo, gracias a la amnesia perversa.
Este borrar lo malo, hace que nos cueste tanto dejar a nuestra abusadora.
Cuando intentamos dar el paso de separarnos de ella, olvidamos lo malo y
nos quedamos con las migajas de amor que hemos recibido. Al fin y al cabo
me ha pagado los estudios, me ha mandado a buenos colegios, me ha dado de
comer,.... Y dejamos en el cajón del olvido el día de mi graduación llego
tarde, me cortaba el pelo como un chico, no dejaba vestirme como quería, no
me dejaba opinar, me llamaba gorda, fea,... no me dejó crecer con mis
primos,.....
Mantener lo bueno en nuestra memoria y tratar de olvidar lo malo para no
sufrir, aunque durante nuestra infancia y adolescencia nos ayudó a subsistir,
en la edad adulta nos mantiene en una situación de apego que dificulta que
nos alejemos de nuestra madre aunque seamos conscientes del daño que nos
causa.
No dejes que lo poco bueno te haga olvidar el sufrimiento. No olvides cómo
te sientes: deprimida, llena de miedos, ira, sin saber dónde vas, sin confianza
en ti misma, con miedo a relacionarte, a hacer cosas nuevas,.... No lo olvides.
Revisa la lista de los abusos de tu madre, aunque te duela, deja que el dolor
salga, hazle sitio al amor.

EJERCICIO 19
Sé que es tu madre la que te ha causado daño y que no es fácil de digerir. No
es lo mismo cuando una pareja narcisista te maltrata. Tu madre debía haberte
protegido y nunca permitir que nada malo te pasara. Pero, no ha sido así.
Escribe en tu bloc de notas esas veces en las que ella te trató bien, pero
también en las que te ha tratado mal.
No debes odiarla. Pero tampoco debes obviar el daño que te ha causado.
Repasa tu bloc de notas. Llora. No trates más de negar lo ocurrido
quedándote solo con esas veces en las que se ha mostrado buena.
No agrandes sus buenos actos hacia ti, debieran haber sido la normal y no la
excepción.
Acepta la realidad para poder sanar. No ocultes más el dolor porque queda en
tu yo más interior y te hace demasiado daño.

2.2.11 Autosabotaje
El auto sabotaje es la tendencia a socavar tus mejores intenciones. Esa parte
inconsciente de nosotros que sale a relucir cuando se va a producir una
situación que supone un cambio importante en nuestras vidas, impidiendo
que se produzca.
El auto-sabotaje comprende todas aquellas acciones que realizamos para
entorpecer o anular nuestros objetivos. Las personas también se auto-
sabotean cuando niegan sus sentimientos, se comparan con otros para sentirse
inferiores o establecen relaciones que los derriban emocionalmente.
Los comportamientos de autosabotaje más comunes incluyen los siguientes:

Procrastinación.

Automedicación con drogas o alcohol.

Abuso de alimentos.

Distintas formas de autolesión.


Hacer cosas perjudiciales para ti emocionalmente o físicamente.
Estos comportamientos nos son útiles en el momento porque de alguna
manera nos alejan del problema, nos reconfortan y nos mantienen en nuestra
zona de confort. Pero en última instancia, nos socavan, especialmente cuando
acudimos a ellos de manera repetitiva.
El autosabotaje es la voz de esas creencias con las que has crecido en tu
infancia. Esos no sirves, no vales, hacen eco en tu mente de manera
inconsciente, y te controlan.
Cuando tienes que hacer algo diferente, algo grande, como presentarte a un
nuevo trabajo, ir de vacaciones sola, subirte a un escenario, presentar tus
ideas,....te asalta un estado de indecisión y de angustia que hace que desistas
de la idea inicial y continúes igual que antes.
Te empiezan a entrar dudas de si estás preparada o no, de si serás capaz o
no,.... Cada vez que te propones alcanzar una meta te saboteas. Lo que hace
que tu autoestima se vea afectada seriamente. El miedo te paraliza. Pero el no
hacer las cosas que te habías propuesto, te frustra.
El auto-sabotaje es muy común entre los supervivientes del abuso narcisista.
La mayoría del auto sabotaje es inconsciente. ¿Pero cómo se desarrolla?

Obstaculizando tu éxito: estás en el umbral de lograr algo


cuando te rindes, estás a punto de unas vacaciones y olvidas el
pasaporte, pierdes la voz ante una reunión importante.... Tu
emprendimiento está a punto de empezar a funcionar, y a ti te
entra el miedo y no lo terminas. Te atormentas pensando, nunca
puedo terminar nada. Pero en realidad tú lo paralizas. Te asusta
triunfar.

No satisfaciendo tus necesidades: cuando necesitas algo eres


incapaz de pedirlo, si algo te molesta no puedes decirlo.
Actuando de manera perjudicial para ti: haces cosas que son
fundamentalmente insalubres para ti, tanto física como
emocionalmente. Consumir algo reconfortante como chocolate o
alcohol o otras sustancias tóxicas sabes que no es bueno para ti,
pero te reconforta en el momento y lo haces.

Enfermándote: te sientes apática, con poca gana antes de una


invitación a salir, o de ir a un concierto, o un evento especial. Te
enfermas antes de ir a la boda de tu amiga,....

Manteniendo relaciones con personas que no te convienen:


una amiga que siempre se sale con la suya y te hace sentir mal.

Comparándote con los demás: “soy la más lenta de la clase” y


ni tan siquiera intentas terminar la carrera.

Reconocer las formas que puedes utilizar para impedirte conseguir tus
objetivos, te va a ayudar a no llevarlas a cabo para que por fin puedas llegar
donde te propongas sin tantísimo esfuerzo.
Verás luego en la parte de la sanación que tus comportamientos destructivos,
surgen en ti de manera inconsciente. Por eso ahora estás trabajando en hacer
consciente todos tus comportamientos emocionales aprendidos, tus heridas,
para poder más tarde modificar los pensamientos que los crean.
Al fin y al cabo te saboteas porque piensas que no vales, que no lo mereces.
Por favor ahora tienes que trabajar en ser consciente de qué es lo que haces,
ya entrarás en el porqué lo haces más adelante para poder eliminarlo de tu
comportamiento habitual.

EJERCICIO 20
Te propongo que revises las formas en las que puede darse el sabotaje,
pienses en ellas y escribas en tu cuaderno cuales son las que tú practicas.
Tómate tu tiempo. Estos comportamientos los has internalizado y los realizas
de manera inconsciente. Anota todo lo que te venga a la cabeza, y más tarde
quizá simplemente cuando estés paseando, vengan a tu memoria ocasiones en
las que has hecho lo posible para no conseguir lo que te habías planteado.
Escribe si procrastinas y sobre qué, si tienes o has tenido problemas
alimenticios, si no te cuidas, o si constantemente te comparas con los demás.
Trata de identificar cuando te autosaboteas. Intenta recordar hechos en tu vida
en los que tú misma has impedido que acontecieran. Escríbelo, sé consciente
de ello.
2.2.12 Alexitimia
El término alexitimia fue acuñado e introducido por Peter Sifneos en 1972, a
partir de las raíces griegas: a ( privativa, sin), lexis ( lectura) y timos ( afecto),
o lo que es lo mismo sin palabras para expresar los afectos.
Las personas que hemos sufrido los abusos psicológicos de una madre toxica,
tenemos incapacidad para identificar en nosotras mismas y en otros, el
componente afectivo de las emociones, y por tanto incapacidad de
expresarlas y demostrarlas genuinamente.
Las características de la alexitimia son la dificultad para identificar y
comunicar sentimientos.
Sifneos postuló, en 1988, dos tipos de alexitimia: y
1. Primaria: La alexitimia primaria, de origen predominantemente biológico,
es “…un defecto estructural neuroanatómico o una deficiencia neurobiológica
caracterizada por anormalidades, debidas a factores hereditarios, que
interrumpen la comunicación entre el sistema límbico y la neocorteza
cerebral”.
2. Secundaria: La alexitimia secundaria se origina como secuela a
situaciones traumáticas en periodos críticos del desarrollo durante la infancia,
o por traumas masivos en la edad adulta. Por tanto la alexitimia secundaria es
la que padecemos las víctimas de los abusos de un madre tóxica después de
todas las situaciones traumáticas vividas.
Las manifestaciones alexitímicas nucleares son cuatro, según explica
Pedinielli (1992) en una de las primeras obras aparecidas en francés sobre la
cuestión:

1. La incapacidad para expresar verdaderamente las emociones o


los sentimientos.
2. La limitación de la vida imaginaria.
3. La tendencia a recurrir a la acción para evitar y solucionar los
conflictos.
4. La descripción detallada de los hechos, de los síntomas físicos,
actividad del pensamiento orientada hacia preocupaciones
concretas.
Esto es, las personas que padecen alexitimia tienen incapacidad para expresar
la dimensión inconsciente en palabras, en sueños o fantasías. Por ello a veces
expresan su dolor a través de la somatización.
Debido a la dificultad que muchas víctimas de madres tóxicas tienen para
identificar, entender o describir lo que sienten, parecen incapaces de expresar
verbalmente las emociones.
Los rasgos esenciales de la persona que padece alexitimia son:

Pensamiento simbólico reducido o ausente: el sujeto no puede


expresar sus sentimientos, tensiones, deseos o emociones.

Limitada capacidad para fantasear: la persona no encuentra la


forma de representar sus deseos o simbolizar sus tensiones.

Dificultad para expresar sus propios sentimientos con palabras:


el sujeto no tiene mucha conciencia de su realidad psíquica, no
puede diferenciar sentimientos o estados emocionales. Como es
incapaz de verbalizar, expresa sus demandas en términos físicos.
Los rasgos accesorios de la persona que tiene alexitimia son:

Es conformista, se sobreadapta a lo que otros determinan o


consideran.

Tiende al aislamiento o a relaciones de dependencia.

Es impulsivo porque no elabora previamente sus expresiones.


Se resiste a la psicoterapia tradicional porque le cuesta realizar
una introspección e identificar sus conflictos por la incapacidad
de simbolizar.
Alexitimia no es tanto que la persona no tenga emociones o sentimientos,
sino que tiene dificultad para expresar verbalmente los sentimientos.
Desde pequeña has reprimido tus sentimientos ya que tu madre te enseñó que
no eran válidos. Y ahora en la edad adulta te cuesta hablar de lo que sientes.
O todavía peor: no eres capaz de reconocer tus sentimientos. Lo malo es que
no logras expresar en palabras, buscas otras vías de escape, a través de tu
cuerpo. Tus emociones se traducen en úlceras, dolores musculares, cansancio
extremo y hasta adicciones y trastornos de la alimentación.
Por eso es tan importante trabajar en “recuperar” o que dejes salir tus
emociones reprimidas. Hacerlo, hará que tu estado general mejore.

EJERCICIO 21
¿Crees que te cuesta reconocer tus propios sentimientos? ¿Sientes que eres
demasiado conformista? Has pensado alguna vez que por no haber podido
nunca expresar lo que realmente sentías has podido desarrollar
enfermedades? ¿has podido somatizar el dolor de tu alma? Escribe la
respuesta a estas preguntas. Una vez más, deja salir tus lágrimas. Estás tu
sola, permite que salgan tus emociones negativas y positivas. Trata de
reconocer lo que sientes en este momento y cómo te hace sentir.
Normalmente es mucho más fácil expresar lo que se siente de manera escrita,
especialmente ahora que escribes para ti, para avanzar como persona. Trata
de tomarte un tiempo para ti y contarle a tu cuaderno todo lo que sientes.

2.2.13 Caes en manos de personas tóxicas


Dudas de tus propios pensamientos. Necesitas que los demás, los que
percibes como más fuertes validen tus pensamientos y hasta tus sentimientos.
Temes a tu propio pensamiento independiente, no confías en él.
Eres una persona dependiente, necesitas llenar tu vacío emocional a través de
otros. Cómo verás más adelante, tu codependencia, hace que te olvides de ti y
atiendas primero las necesidades de los demás.
Como hemos visto en las prácticas abusivas de una madre tóxica, recordarás
que ella ha practicado la invalidación contigo. Ha restado valor tanto a tus
pensamientos como a tus sentimientos, hasta el punto que llegada la edad
adulta, y aunque no estés más con ella, todavía no crees en ti. Tu diálogo
interno continúa en tu mente y buscas a terceros para que te confirmen qué
está bien o qué no. Qué debes hacer.
Esto puede predisponerte para relaciones abusivas (tanto de pareja como de
amistad) o consentir a personas narcisistas y dominantes en tu vida, porque
parecen “más seguras” de sí mismas y parecen “conocerte mejor” que tú
misma.
Has aprendido a ser mansa y has tomado el asiento del pasajero en tu propia
vida, siendo el conductor tu madre. Esto te hace sentir impotente, no válida.
Tu madre te ha educado para que le cedas tu poder a ella, y lamentablemente
al salir a la vida haces lo mismo con otras personas. Dejas que conduzcan tu
vida y tengan poder sobre ti.
Dado que has aprendido que tus sentimientos, pensamientos y necesidades no
importan, no has aprendido a escuchar a tu propia intuición, a tu verdadero
yo. Esa voz interna que te guía, no se ha despertado, no ha tenido necesidad
de hacerlo porque tu madre siempre a marcado tu camino.
Pero no te eches la culpa por tropezarte con parejas e incluso amistades que
tratan de controlar tu vida, y algunas de perpetuar la toxicidad en ti. Es bueno
que reconozcas, que tus rasgos personales de buena persona les atraen.
Recuerda que los narcisistas necesitan suplemento narcisista. Alguien a quien
arrojar su ira, para cubrir su herida narcisista. Y escogen a gente buena como
tú para obtenerlo. Saber que les atrae de ti, te va a ayudar a mirar a las
personas de diferente manera para poder protegerte y que no te hagan daño.
Según Willem E. Frankenhuis, (2013) del Departamento de Psicología
Evolutiva del Instituto de Ciencias del Comportamiento de la Universidad de
Radboud, en los Países Bajos, el narcisista tóxico, se siente extremadamente
atraído hacia aquellos seres compasivos y de gran empatía.
Estos rasgos, tu empatía y tu compasión, muy buenos en una persona, les
atraen. Además, como hija de madre tóxica, has sido preparada para soportar
el abuso, digamos eres casi inmune a él, y eso hace que quedes fácilmente
atrapada una y otra vez por depredadores narcisistas. Pero al no entender la
razón de ello, te culpas de mantenerte en estas relaciones tóxicas.
La primera fortaleza que tenemos las mujeres que hemos sufrido abusos por
parte de nuestra madre en nuestra infancia es la resiliencia, o capacidad de
adaptarse positivamente a las situaciones adversas (hemos tenido que
aprender a adaptarnos a vivir con gran dificultad y seguir adelante). Le sigue
la empatía que tenemos hacia los demás(sabemos ponernos en el lugar de los
demás). Cualidades muy atractivas para los hombres narcisistas - tóxicos.
Para no seguir cayendo en manos de personas narcisistas, sobre todo en
parejas narcisistas que destrozan tu ya “tocada” alma y hacen más difícil que
salgas del círculo en el que te encuentras, quiero que veas qué es lo que a
estos hombres tóxicos les atrae de ti, y cómo se comportan. Pero también qué
es lo que tú necesitas de ellos. Reconociendo “el juego” podrás ponerte a
salvo.

2.2.13.1 Qué les atrae a los hombres narcisistas de ti


1.Tu dependencia les hace sentirse poderosos
Al hombre narcisista le gusta llevar las riendas y el subidón que le da
controlar a alguien . Tu dependencia le da muchas oportunidades para las dos
cosas.
Al tener tú tanta hambre de amor y conexión (sigues intentando tapar el
hueco dejado por una madre que no te ha querido), sólo ves su cara amable.
Sus palabras de confort te engañan. Pero no se trata de ti, sino de él. Utiliza
sus encantos solo para atraparte. Y tú no ves más allá de su máscara. Su parte
leonina, de hombre poderoso te atrapa. Necesitas esa “protección”.

2. Estás acostumbrada a la manipulación y el control


Esto es lamentablemente cierto si tu madre es alta en rasgos narcisistas,
controladora o combativa. Inconscientemente piensas que la manipulación, el
abuso y el control es lo normal, ya que es lo que has vivido con tu madre.
De hecho, es probable que no notes las formas sutiles y no tan sutiles en las
que el hombre narcisista ejerce control sobre tí. Corres el peligro de
malinterpretar sus gestos como si se trataran de cuidado o consideración
cuando en realidad, se trata de control.
Es posesivo y dominante. Tu caes en el riesgo de tomarte la posesión como
protección (ya que desesperadamente necesitas afecto). Sus órdenes son lo
que necesitas porque la educación que te ha dado tu madre ha hecho que no
sepas tomar tus propias decisiones e incluso tengas miedo de hacerlo ya que
no confías en ti. Mamá siempre decidió por ti y ahora necesitas alguien que lo
siga haciendo.

3. Tu indignación y rabia son su arma


Los sentimientos de enojo y celos pueden ser fácilmente desencadenados en
una persona ansiosa.(sufres de ansiedad provocada por años de abusos de tu
madre). El narcisista en tu vida sabe esto sobre ti. Tus reacciones de ira
aprendidas en tu infancia, juegan a su favor.
Los narcisistas son expertos en proyectar sus sentimientos sobre ti; es lo que
el Dr. Craig Malkin llama jugar a la “patata caliente emocional” en su libro
“Rethinking Narcissism”.
Cuando te salgas de control, te irrites de manera descontrolada, le estarás
dando el control al narcisista. Al igual que tu madre, el hombre narcisista
busca tus reacciones (el suplemento narcisista). Y eso también aumenta su
sensación de poder sobre ti. Además, lo hace sentir invencible. Sabe que te
tiene a sus pies.

4. Estas sorda ante el abuso verbal


Las hijas de madres tóxicas experimentan humillaciones, menosprecio y
agresiones verbales en su niñez y con demasiada frecuencia por parte de sus
madres. Han internalizado estos mensajes como verdaderos o de alguna
manera han llegado a pensar en ellos como “normales”.
Su incapacidad para reconocer la toxicidad emocional, por desgracia, facilita
al narcisista su abuso. Que pueda controlarte sin que tú protestes es otra cosa
que le atrae de ti. Al haberte criado con los abusos constantes de tu madre,
digamos te has acostumbrado a ellos y no los reconoces como tal, los has
normalizado y no eres capaz de pararlos cuando provienen de una pareja.

5. Confundes la pasión con el juego


Estudios demuestran que a los narcisistas les encanta jugar en las relaciones.
Hacen que te sumerjas en una montaña rusa emocional, dándote una de cal y
otra de arena. A menudo confundes la pasión y el comportamiento
apasionante y absorbente con el amor verdadero.
La triste verdad es que en la búsqueda de esa pasión, como mujer insegura
que no sabe que es una relación amorosa saludable, te dejas llevar por los
encantos de los hombres narcisistas.
Por desgracia, el hombre narcisista te enamora, pero luego solo sabe amarse a
sí mismo. Te da y te quita. Ese es su juego, que a ti te tortura, te hace caer al
mismo agujero en el que te dejó tu madre. Establece contigo un vínculo
traumático al igual que hizo tu madre. Dándote y luego quitándote, tú te
quedas esperando la parte dulce, y se te dificulta romper la relación.
Entender los porqués de caer en las redes de hombres narcisistas te
puede ayudar a abordar tu próxima relación para no caer en los mismos
errores.
Recuerda que no debes torturarte cuando te des cuenta que estás con un
hombre que no te trata bien y te hace sentir que no eres buena. Dale la vuelta
a tu tortura. Piensa que este tipo de hombres se te acercan por tu tendencia a
la cooperación y al apoyo, la empatía y la tolerancia, el carácter amistoso y
compasivo.
Estos rasgos son sumamente positivos. Lo malo es que son por demás
atractivos para personas patológicas y debes aprender a reconocerlas para
protegerte, porque eres demasiado buena para ellos. Necesitas personas que
valoren y respeten tu bondad.
Que las personas abusen de ti no es culpa tuya, están tapando su Yo y sus
heridas, haciéndote sentir pequeña a ti. No has aprendido a defenderte ni a
valorarte. Tu madre no te enseñó. Solo tienes que aprender a hacerlo ahora
para que nunca nadie más te use para calmar su ira.
EJERCICIO 22
Me gustaría que intentaras escribir en tu bloc de notas, quizá en otra sección,
en la parte de atrás del cuaderno por ejemplo lo siguiente: tus características
positivas. Sé que te va a costar. Puedes dejar a medias este ejercicio hasta que
estés más preparada para hacerlo. Pero por favor intenta anotar alguna.
Tienes muchas, y como has podido ver, esas cosas buenas y muy humanas
son las que atraen a los narcisistas. Reconócelas en ti para ir subiendo tu
autoestima. No te fuerces, entiendo que te cueste, porque todavía no crees
todo lo buena que eres.
En la parte de siempre de tu bloc, debes escribir sobre las relaciones que
hayas tenido en tu vida. Ya no solo de pareja sino también de amistad. Han
sido de igual a igual, o han sido relaciones donde los demás tenían poder
sobre ti. ¿Has sufrido los abusos de un hombre narcisista? ¿crees estar en
relación con uno? Si así lo crees, por favor sigue trabajando en estas secuelas
que te dejó tu madre. El identificarlas y poder curarte de ellas te hará fuerte
para poder actuar y salir de cualquier relación tóxica.
Sigue trabajando para no volver nunca más a repetir tus patrones emocionales
que te ponen en riesgo de ser atrapada por personas narcisistas, sean parejas,
compañeros de trabajo o amistades.

2.2.13.2 Cómo actúan los hombres narcisistas


Refresca un poco las características de las personas con Trastorno Narcisista
de la Personalidad, TNP. Recuerda que estas personas se caracterizan por su
grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.
Los hombres psicópatas-narcisistas necesitan que sus mujeres cooperen.
Saben instintivamente que las mujeres con un alto grado de cooperación
permanecerán en la relación durante un periodo más extenso. Además, se ha
observado que las mujeres que aman a los psicópatas tienden a ser muy
confiadas y leales.
El psicópata se esfuerza para que la relación avance a pasos agigantados, a fin
de cerciorarse de que su pareja será incapaz de reflexionar acerca del
comportamiento anormal que percibe en él (lo más probable es que tu alta
necesidad de afecto haga que tú no percibas su comportamiento
excesivamente correcto como algo anormal, sino como lo más maravillosos
del mundo, hasta ahora nunca nadie se había preocupado tanto por ti).
Al comienzo, el psicópata utiliza sus mejores habilidades de comunicación y
seducción; normalmente es respetuoso y coopera para que se solucionen los
problemas dentro de la pareja.
Es probable que en los primeras etapas de la relación todo dé la impresión de
ser normal en este aspecto, o que incluso la víctima crea que posee una
relación perfecta con su pareja, por encima del promedio.
El narcisista actúa así porque está atrapándote en su tela de araña. Todo esto
es una máscara que mantiene mientras el psicópata invierte energía en la
denominada “etapa de la luna de miel”, cuyo único propósito consiste en
asegurarse de atrapar a una mujer, más que enamorar trata de cegar.
Una vez que se siente seguro de que estás atrapada, su máscara se desvanece
y entonces es cuando su dicotomía (esa doble personalidad característica de
los narcisistas) aparece. Una vez que tú crees que e el hombre de tu vida y lo
mejor que te ha pasado, no necesita seguir actuando.
Cuando te das cuenta que no es el hombre ideal, sino un maltratador es tarde.
Tu inmunidad al abuso, tus ganas de ser amada y reconocida te dejan
atrapada a una relación que te destroza anímicamente y vives los patrones
emocionales de tu infancia.
Refuerzas la inseguridad, la angustia, ese no valgo nada, todo me pasa a mi,...
Después del periodo de euforia donde creías haber escapado a tus desgracias
de la infancia, despiertas a la misma oscuridad.
Este volver a sentir todas esas emociones negativas te deja en una posición
realmente difícil, te deja rota. Otra persona más ha venido a ratificar lo que te
decía tu madre, que no vales . Ese sentimiento horrible de creer que no
mereces amor, que has nacido no sé para qué, y que nadie te quiere te deja
hundida en lo más oscuro del abismo.
Por favor no te culpes. No te tortures más. Es normal que quieras amor, y no
es culpa tuya que existan personas en este mundo que necesiten tapar sus
miserias torturando a los demás.
Lo leído debe servirte para protegerte, para no volver a caer en relaciones
narcisistas que te rompan aún más. Sabiendo cómo se comportan puedes
tratar de evitarlas. Desconfía de toda aquella persona que es amorosa y
correcta en exceso cuando aún no la conoces apenas.(da igual amiga o
pareja). No permitas que nadie te fuerce con prisas en una relación. Tanto la
amistad como la pareja necesitan un tiempo. No permitas sentirte forzada
hacia nada.
No te preocupes en exceso ahora. Esto te ha servido para reconocer las
características de los hombres narcisistas. Pero más adelante vas a trabajar en
ti, en tu persona para poder estar lo suficientemente fuerte como para no
necesitar desesperadamente a nadie. Vas a quererte a ti antes que a nadie para
poder tener relaciones sanas.
Protégete, el amor nunca tiene que doler.

EJERCICIO 23
Para prevenir seguir cayendo en las redes de este tipo de hombres narcisistas
- tóxicos, aprende a reconocerlos. Vuelve sobre los puntos mencionados
arriba de qué es lo que les atrae de ti. Reconoce cómo se comportan. Nunca
olvides que el amor no duele, y que vas a encontrar a una persona maravillosa
que te va a amar y a ayudar a crecer como persona. Mereces lo mejor, y lo
vas a tener. Cuídate, ponte a salvo. No dejes que el abuso siga instaurado en
tu vida.
2.2.14 Culpa
Hemos visto en las técnicas de abuso que utiliza una madre tóxica que una de
ellas es la culpa. Ella la utiliza para controlarte y conseguir que hagas lo que
ella quiere, obtener su suplemento narcisista. Pero a ti la culpa, ese
sentimiento insidioso, te destroza.
La culpa es parte de tu conciencia. Su propósito es mantenerte dentro de unos
límites.. Si estás contemplando hacer algo mal, tu conciencia te enviará una
pequeña punzada de culpabilidad para que pruebes lo que obtendrás si sigues
adelante y lo haces. Si continúas y lo haces de todos modos, tu conciencia te
envía más culpa para castigarte y para motivarte a arreglar lo que sea que
hayas dañado con tu acto.
La culpa con la que te ha hecho crecer tu madre, ha hecho que te sientas
estúpida por no poder descubrir qué es lo que has hecho mal para poder
arreglarlo, para que ella te pudiera amar. Tanto, que incluso ahora que ves
claro cuáles han sido los comportamientos de tu madre, todavía te preguntas
qué has hecho mal, para que ella te trate diferente.
Tu aparente incapacidad para cumplir con las expectativas no expresadas de
tu madre, te hace sentir culpable por no alcanzar el listón que te ha puesto.
Porque no importa lo bien que lo hagas ella siempre lo sube para que no lo
alcances.
Esta culpabilidad que sientes, es culpabilidad tóxica: es la culpa que no
proviene del verdadero mal hacer, proviene de la manipulación de tu
conciencia. No estás cometiendo ningún error en absoluto, pero lo crees. La
culpa, es una herramienta implantada en tu psique al principio de tu vida,
para darle a tu tóxica una forma de controlarte. Tu no has hecho nada malo,
pero tu madre te ha hecho siempre creer que si.
Esas frases “con lo que he hecho por ti”, “con lo que me he sacrificado por
ti”, “me quedé noches sin dormir por ti”, “perdí la salud por ti”, …. Te
atormentan en tu mente, te culpablizan a cada momento.
Parece que el hecho de haber nacido hace que estés en deuda con tu
madre por el resto de tus días.
Este sentimiento arraigado en tu mente, hace que creas que le debes hasta la
comida o cualquier otra inversión económica que haya hecho contigo
(estudios, ropa, casa,...).
Llegas a creer que le debes tu lealtad, que tu papel en la vida es sacrificarte
por ella, cuidarla incluso a costa de tu propia vida y de otras relaciones.
El problema viene que has internalizado la culpa y has crecido sintiéndote
culpable por todo. Estás atrapada en el sentimiento de culpa. Tanto que tu
madre ya no necesita aplicar técnicas de manipulación para controlarte y
hacer que cumplas sus órdenes. Tu propia psique, tan bien entrenada por ella,
lo hace por ella.
Estás atrapada, como entre dos fuerzas, que cada una tira para un lado: una es
tu sentido de obligación con tu madre (la culpa), frente a la otra, tu anhelo por
la libertad de trazar tu propia vida. Te sientes ansiosa pero no sabes por qué
(la ansiedad viene por lo que eres y lo que realmente quieres ser).
Tienes momentos en los que eres completamente autónoma, capaz de ir,
hacer, pensar y decir lo que quieras sin que la culpa te sofoque. Pero sin saber
cómo , la culpa vuelve a ti y te controla. Pero como el sentimiento de culpa
no te gusta, haces lo que sea necesario para no sentirla, aunque signifique
volver a las garras de tu madre tóxica.
Ahora entiendes por qué tu madre te culpabiliza, te hace vivir con ese
sentimiento torturador de la culpa. Porque para no sentirla, te mantienes
unida a ella. Hace que seas su eterna fuente de la droga que necesita para
cubrir sus miserias, el suplemento narcisista.

EJERCICIO 24
Escribe en tu cuaderno sobre qué cosas te has sentido culpable en tu vida.
¿larga la lista? No importa. Ver escrito sobre qué te culpas, reconocer tu
sentimiento de culpabilidad te va a ayudar a trabajar para que veas la realidad
y culpabilices solamente a quien se merece. Cuando consigas deshacerte de
ese feo sentimiento conseguirás ser libre y podrás empezar a encontrarte a ti
misma.
2.2.15 Depresión
Haber sido el saco de los golpes durante quizá décadas tiene sus
consecuencias. Entre esas huellas que te ha dejado el abuso de tu madre, está
la depresión.
Segun la wikipedia, la depresión (del latín depressio, que significa
‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico y
psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o
permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y
culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para
disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana
(anhedonia). Los trastornos depresivos pueden estar, en mayor o menor
grado, acompañados de ansiedad.
Crecer en una familia disfuncional, con una madre que desestabiliza
emocionalmente, te hace candidata para padecer de depresión. El alto grado
de estrés con el que has vivido, ha podido ser el factor que haya
desencadenado tu depresión.
El abuso narcisista es uno de los peores abusos que se pueden padecer, ya que
deja a la víctima con una visión distorsionada de sí misma. La depresión es
una respuesta del cerebro al ambiente hostil y a los abusos con los que las
víctimas crecen.
Es un esfuerzo de la mente de la víctima por adaptarse a la dura vida que
soporta. Las altas dosis de miedo, estrés e inseguridad hacen que el cerebro se
“recablee” hacia pensamientos negativos, vivas con sentimientos negativos
de manera continuada.
El abuso psicológico es más peligroso que el abuso físico, porque puede
generar terribles consecuencias en la salud mental de las víctimas. No deja
heridas visibles como las que puede dejar un golpe, sin embargo las heridas
del abuso psicológico tardan mucho más en curar que un hueso roto.
Algunos de los síntomas a los que tienes que estar alerta para saber si padeces
de depresión son:
Pensamientos de que la vida no vale la pena vivir.

Sentimientos de autodesprecio y falta de valor, que provocan


culpa y tristeza.

Falta de concentración incluso para las tareas más básicas.

Insomnio que provoca fatiga o dormir demasiado por el excesivo


cansancio.

Fatiga constante.

Irritabilidad con otros o ira extrema.

Pérdida del apetito o atracones de comida que lleva a un


aumento o pérdida de peso.

Problemas físicos como dolores de cabeza, dolor de estómago u


otros problema de dolor crónico.

Apatía, falta de ganas por hacer cosas.

EJERCICIO 25
Si reconoces tener algunos de estos síntomas, escríbelos en tu bloc de notas.
Ser consciente de tus heridas te va a ayudar en tu recuperación.
Cuando empieces a trabajar en la cura de tus heridas, o secuelas del abuso
narcisista, según consigas ir sintiéndote mejor y más fuerte, tu depresión
también mejorará. Podrás “recablear” tu cerebro para que solo las emociones
positivas convivan en ti.

2.2.16 Trastornos alimenticios


Las hijas de madres tóxicas, crecemos con falta de afecto y un gran vacío
emocional y a veces es frecuente que cubramos ese vacío con la comida. De
aquí muchos desórdenes alimentarios como la bulimia entre las personas con
síndrome de la víctima narcisista.
De alguna manera necesitamos acallar nuestros demonios, llenar el enorme
vacío que sentimos, y la comida nos ayuda a calmar la ansiedad que nos
causa el ser continuamente humilladas y maltratadas por nuestra madre.
La comida empieza a ser nuestra cura emocional. Empezamos lentamente con
un trastorno que aunque al principio parece nos cubre el agujero negro en el
que vivimos, a la larga, nos mata lentamente.
La bulimia te mata a cachitos y te deja vivir otros. Engullir todo de golpe,
tapa nuestra tristeza, nuestro vacío. Pero cuando te purgas y quieres sacar
todo de tí, lo mismo que sacarías a tu madre de tu vida, te sumerge en una
gran resaca.
La rabia, la frustración, la vergüenza, la impotencia que sientes después de
purgarte también te matan. El vacío emocional es cubierto de golpe, como
una fuerte ráfaga de viento. Y el vómito vuelve a traer todo nuestro dolor y
vacío.
El torbellino de emociones que vives en el corto espacio de tiempo que dura
el ataque bulímico te deja agotada. Y sólo quieres esconderte, dormir. Tu sola
te encierras ahora en el agujero negro.
Te levantas, sigues con tu vida normal. O al menos eso tratas. Pero cuando tu
madre vuelve a abusar de tí, te vuelve a humillar, caes de nuevo en la comida.
En ese bocado que engulles con tanta necesidad como la de un abrazo.
Pero una vez que te das cuenta que la comida no te abraza y te hace sentir
mal, quieres sacártela toda de ti. Y otra vez viene la tortura del vómito. Del
querer escupir tu odio. Esta vez hacia ti, no hacia tu madre.
Es un suicidio lento. Un hacerse daño continuo. Odiarte. Un ser tu propio
monstruo. Ya no es solamente tu madre la que te maltrata. Ahora tú eres el
gran monstruo.

Qué es la Bulimia
“Los desórdenes alimentarios son una manifestación de la guerra de deseos
que existe en el vínculo madre-hija –explica la terapeuta Laura Gutman,
autora de “La revolución de las madres”.
La bulimia es una enfermedad compulsiva.
Las personas que la padecen tienen una necesidad incontrolable de absorber
alimento en gran cantidad. Se come en exceso para cubrir la falta de amor y
afecto. Con la comida intentas colmar un profundo vacío interior, que quieres
llenar a toda costa.
Cuando sufres de esta enfermedad, utilizas diferentes medios para intentar
compensar los atracones: la provocación del vómito, el uso excesivo de
laxantes o de diuréticos, el ayuno y ejercicio físico muy intenso.
Quienes padecen de bulimia tienen una gran necesidad de ser amadas y
recibir “alimento emocional”. Hay una sensación de vacío que se intenta
llenar desesperadamente.(Alimento físico igual a alimento emocional).
La persona bulímica también puede buscar protección. Y para ello, come,
porque comida es igual a madre, “…Las hijas que hemos crecido en el seno
de una familia disfuncional, gobernada por una madre tóxica o con trastorno
narcisista de la personalidad, tendemos a padecer esta enfermedad para cubrir
el gran vacío emocional que sentimos.

Controlar las emociones a través de la comida


Los atracones y las purgas (bulímicas), se usan como una especie de
bloqueador emocional. Mientras comes y vomitas consigues que no exista
nada en tu mente. Lo mismo pasa cuando te das un atracón, aunque luego no
vomites (no seas bulimica), mientras comes no piensas en nada más.
Los trastornos alimenticios no existen por sí mismos, sino que son una
manifestación de algo mucho más profundo que una obsesión con la imagen,
la comida y el peso. Mientras haya madres que abusan de sus hijas con
impunidad, seguirá habiendo niñas que solo encuentren un hilo de esperanza
en matarse con la comida. No se tratará de la apariencia de su cuerpo, si no de
su alma rota.

EJERCICIO 26
Escribe en tu bloc si alguna vez has utilizado la comida para calmar tu vacío
emocional. Sientes que mientras comes estás más tranquila. Ser consciente de
tus actos te va a ayudar a solucionar el problema.
Para poder curarse de algo, primero hay que saber qué se padece y de dónde
viene. Las terapias sintomáticas no nos ayudan. No basta con tomarse una
aspirina para curar el dolor de cabeza, hay que saber qué produce ese dolor de
cabeza para que no se repita.
Si has padecido bulimia, es hora de admitirlo. No has de sentir vergüenza.
Nada de esto ha sido culpa tuya. Tu solo querías protegerte, recibir amor, y lo
encontraste en la comida.
Deja que salgan tus sentimientos.

2.2.17 Te preocupa repetir patrones tóxicos de tu madre


Si creces en una familia disfuncional es normal desarrollar tendencias tóxicas
que has adquirido durante tu infancia como defensa al trauma que has vivido.
Mientras tu madre te ha humillado y maltratado tú has aprendido a
defenderte, has desarrollado mecanismos de defensa para “soportar” tu vida.
Estos mecanismos de defensa son los mismos que ha utilizado tu madre para
proteger su verdadero yo. Por eso a veces te sientes que repites
comportamientos de tu madre. Es normal, el círculo del abuso sigue
generación, tras generación, hasta que alguien valiente y fuerte como tú lo
para.
Cuando nos convertimos en madres, es cuando vemos más claro lo qué ha
pasado en nuestras vidas. Vemos lo que nos hizo nuestra propia madre tóxica
y nos preocupa que con nuestras acciones, copiadas de lo que hemos
aprendido, perjudiquemos a nuestros hijos.
Seguro que muchas veces te “pillas” a ti misma repitiendo lo que tu madre
decía o hacía. Y te vienes abajo, porque te sientes “mala” como ella.
PERO DÉJAME TRANQUILIZARTE PARA QUE PUEDAS
DESCANSAR TU MENTE PARA QUE NO TE TORTURES MÁS.
El simple hecho de que te preocupas y te haces la pregunta de si tú también
eres tóxica como tu madre, prácticamente prueba que no lo eres. Una madre
tóxica, o con trastorno narcisista de la personalidad no duda de sus actos, sino
que más bien busca maneras de justificarlos. Así que por favor, respira. Si te
preocupa hacer daño a los demás por los “restos de toxicidad” que tu madre
ha dejado en ti, es porque tú no eres tóxica. Tienes conciencia moral y te
preocupa hacer daño a los demás.
A pesar de esto, sí, es normal que muestres rasgos narcisistas ya que es lo que
has aprendido desde pequeña habiendo sido criada por una madre tóxica.
Se dice que tenemos “pulgas”, que son comportamientos, actitudes y rasgos
mostrados por una persona no-narcisista, que han sido aprendidos al ser
criado por una persona tóxica.
Además decirte, que las personas con trastorno de la personalidad narcisista,
y los abusados o co-dependientes pueden parecer similares en un principio.
Los dos pueden cometer el mismo acto tóxico. Pero la persona narcisista, tu
madre tóxica, nunca se arrepiente del daño causado ni se cuestiona si está
bien o mal. Lo que ella hace es lo correcto, y si te grita, humilla, pega…. es
porque tú te lo mereces. (según ella).
Por el contrario, las víctimas, tú, esa persona que se castiga con “ Dios mío.
Soy como mi madre”, tienes conciencia moral de lo que haces y te castigas a
ti misma por lo que has hecho sintiéndote mal por ello.
Cuando te das cuenta que repites patrones, y actúas como lo hubiera hecho tu
madre, te hace entrar en estado de pánico y tratas de controlar la situación. Tu
estado de estrés, por sentirte mal con lo que has hecho puede hacerte parecer
enfadada, irracional y controladora. El causar dolor en quienes quieres te
rompe por dentro. Te quema el no poder parar esas reacciones involuntarias,
que salen de manera automática tras años de aprendizaje.
Deja de torturarte. A diferencia de tu madre, te sientes mal cuando causas
dolor en los demás, y no tratas de justificar tus actos, por el contrario. Te
tortura el haberlos cometido. Estás en el proceso de poder cambiar. El primer
paso siempre es darse cuenta del problema.

2.2.17.1 Es normal tener pulgas


Los niños que crecemos en hogares disfuncionales, sólo hemos conocido el
amor condicional, lo que hace que nuestros patrones de actuación sean
diferentes a los de los que han crecido con amor y reconocimiento. Puede que
para escapar de nuestra vergüenza interior desarrollemos ciertos
comportamientos impulsivos, semejantes a los de nuestra madre con trastorno
narcisista de la personalidad.
Al igual que hizo ella, para eludir la vergüenza has creado un falso yo, y
reaccionas con ira ante situaciones en las que te ves amenazada. Es tu forma
de defenderte como ha sido la de tu madre.
Pero esto no significa que tengas trastorno narcisista de la personalidad. Lo
que tienes son - “comportamientos desadaptativos”, como los llaman los
psicólogos, los patrones inútiles que te han enseñado, y a los que has tenido
que recurrir toda tu vida.
El dolor y la culpa con la que has vivido toda tu vida, y el haber aprendido
que el amor es condicional, han hecho que adquieras ciertos rasgos
narcisistas como modo de protegerte. Un poco de la manera que hemos visto
que tu madre narcisista protege su verdadero yo, con ira y creando un falso
yo.
Tranquila, son rasgos. Solo tienes que ser conscientes de cuáles son, cuándo
surgen para poder modificarlos. Trabajarás en deshacerte de ellos en la
tercera parte de este libro. Aplicando el Método RAN©, de reconocer,
afrontar y modificar tus emociones, te librará de ellos.

EJERCICIO 27
Seguro que más de una vez has pensado que te pareces a tu madre, ¿por qué
lo has hecho? ¿Qué es lo que te hace pensar que te pareces a ella? ¿Te has
sorprendido repitiendo sus frases?,¿cuáles han sido?. ¿Actúas como ella?
¿Cómo te sientes cuando repites sus patrones? Anótalo en tu cuaderno para
ser consciente de tus pulgas o rasgos narcisistas. Será la única manera para
poder trabajar en eliminarlos.
¿Crees que ante situaciones estresantes donde te sientes que te critican o
percibes que no te aprueban (no significa que sea así, es tu percepción),
reaccionas de manera descontrolada y con ira?. Alguna vez tu pareja o hijos
te han tratado de decir cómo funcionaba algo y tú has reaccionado de modo
irracional enfadándote porque has sentido que dudaban de tu capacidad para
resolver el problema. ¿Crees que a veces tu ira es repentina y sin saber por
qué?
Años de abuso te han dejado estas pulgas. Y siempre hay disparadores en la
vida que sacan tus rasgos narcisistas.
Aunque lleves tiempo separada de tu madre, siempre hay situaciones que
hacen “que pierdas la cabeza” y actúes de manera irracional, defendiendote a
través de la ira.
Por eso es muy importante reconocer todos tus rasgos narcisistas, y sobre
todo saber qué es lo que los dispara, para poder trabajar sobre ello. No te
preocupes, trabajaremos sobre esto más adelante. Este tema nos ocupará un
buen rato ya que es fundamental para estar bien al cien por cien. Mientras
tanto apunta esas situaciones que te alteran, poco a poco irás siendo más
consciente de ellas. Solo haciendo consciente lo inconsciente puedes
modificarlo.

2.2.18 Eres complaciente


Esto te viene de años de entrenamiento en el trabajo de mantener a tu madre
apaciguada. Has sido entrenada para satisfacer las necesidades de tu madre,
ya que cuando no lo hacías recibías un castigo.
Tu infancia y adolescencia las has pasado, obviando tus necesidades y
sentimientos no validados, y dando absoluta prioridad a los de tu madre para
complacerla y que su ira no cayera sobre ti. Te convirtió en un ser para
complacer sus necesidades y no permitió que las tuyas fueran atendidas.
En tu edad adulta, sigues casi de manera automática repitiendo lo que tan
bien tu madre te enseñó, hasta el punto que siempre atiendes las necesidades
de los demás antes que las tuyas. Te has vuelto una experta en asegurarte de
que los demás sean felices. Eres complaciente con los demás.
Si estás casada y tienes hijos, vas por encima de ser una madre. Te olvidas de
ti, de lo que realmente quieres y atiendes a lo que tus hijos y marido quieren,
sin escucharte a ti.
En tu círculo de amistades y en el trabajo haces lo mismo, para que los demás
estén contentos y no se enfaden atiendes sus necesidades, sin acordarte de las
tuyas.
Las principales características de las personas complacientes son:

Están enfocadas en las necesidades de los demás y no las suyas


propias

Evitan el conflicto

Se sienten culpables de atender sus propias necesidades

Dudan de sus propios sentimientos

Son perfeccionistas, sienten que tienen que hacer todo de una


manera perfecta.

Tienen baja autoestima. Dependen de la validación externa para


sentirse lo suficientemente buenas.
¿Te reconoces en estas características?, ¿Eres el genio complaciente para
todos los demás menos para ti? Das hasta que no queda nada de ti. Intentas
levantar tu baja autoestima ayudando genuinamente a los demás. El problema
es que esto genera que los demás se puedan aprovechar de ti. Y lo peor, crea
resentimiento en ti.
Un resentimiento que te deja vacía, perdida, incapaz de satisfacer tus propias
necesidades y emociones.
El no atender a tus sentimientos y necesidades crea ira y frustración en ti.
Este reprimirte ha ido creando en ti un gran resentimiento que de alguna
manera u otra sale. No puedes estar toda la vida aguantándote el no poder ser
libre para hacer lo que te place y siempre llega el momento en que este
resentimiento sale.
Puede hacerlo en manera de ira (esas pulgas, ya que como tu madre para
cubrir tu herida desatas la ira), normalmente ante personas que tu sabes
“débiles” o buenas. O puede hacerlo en manera de sufrir ansiedad e incluso
otras enfermedades físicas.
Tienes que cuidarte y quererte. Ya es hora de ser egoísta. De darte a ti
primero. De ser tu feliz, para poder disfrutar de todo lo demás.

EJERCICIO 28
Escribe en tu bloc si te crees complaciente y por qué crees que antepones las
necesidades de todo el mundo a las tuyas. ¿Qué sentirías si primero
atendieras lo que tu necesitas?
¿Vas a la compra y compras algo para todos menos para ti?. Sé sincera
contigo misma, ¿esto realmente te hace sentir bien? Qué sientes al actuar
como un perrito faldero. Realmente te hace sentir bien, o muchas veces
sientes rabia o resentimiento por no hacer lo que a ti te gusta. ¿Te sientes
“tonta” por dejar tus cosas las últimas de la lista?
Anota tus sentimientos.

2.2.19 Hiperfrenia o Hipervigilancia


La hiperfrenia es un trastorno cuantitativo de la estructura de la conciencia en
el que existe un nivel aumentado de la atención y de la alerta, junto con una
exaltación de la esfera sensorial, motórica, cognitiva y afectiva.
El sujeto que lo padece suele manifestar hiperprosexias en la que el nivel de
atención es mucho mayor de lo que sería habitual y se enfoca con frecuencia
en cualquier estímulo y detalle del contexto que lo rodea. La hiperprosexia
característica hará que le sea difícil concentrarse en una estimulación
concreta, lo que dificulta el rendimiento propio del sujeto en su vida laboral o
académica.
Un estado de hipervigilancia es una respuesta natural a una situación o
amenaza peligrosa como la que has vivido con una madre narcisista. Has
tenido que vivir siempre pendiente de qué humor estaba y de si iba a sacar su
ira contra ti.
La hipervigilancia hace que estés alerta del medio ambiente en el que te
encuentras en busca siempre de posibles amenazas. Para saber si sufres de
hipervigilancia, te dejo algunos síntomas comunes:

Te cuesta concentrarte.
Tienes dificultad para quedarte dormida.
La ira y el enfado salen de ti con facilidad.
Te sobresaltas con mucha facilidad.
Vives en “guardia” por si hay peligros.
Sobre reaccionas ante los ruidos y las muchedumbres.
Una necesidad excesiva de orden.
Una necesidad excesiva de hacerlo todo perfecto.
Aumento de frecuencia cardíaca.
Debido al alto nivel de energía al que te “sometes” es posible
que puedan surgir debilidad, disminución del sistema inmune o
incluso problemas orgánicos como por ejemplo cardíacos,
respiratorios, endocrinos o musculares.
Diferentes tipos de fobias.
Irritabilidad.
Aumento de la presión arterial.
Fluctuación de estados de ánimo.
Ataques de pánico.
El estado de hipervigilancia en el que has vivido, siempre pendiente de si tu
madre iba a sacar su ira contra ti, te ha dejado agotada física y
emocionalmente, y aún hoy sientes que estás siempre vigilante de cualquier
posible peligro, sin poder relajarte.

2.2.20 Codependencia
La codependencia consiste en depender de alguien externo para llenar tus
vacíos afectivos, con lo que parcheas momentáneamente tus carencias
afectivas.
Es una condición psicológica en la cual alguien manifiesta una excesiva, y a
menudo inapropiada, preocupación por las dificultades de otra persona.
El codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas
del otro. La persona codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus
propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el
codependiente espera, éste se frustra y se deprime.
El codependiente es un aliado inconsciente de la persona narcisista, ya que
las conductas que derivan de su codependencia generan el fortalecimiento de
la dependencia, entrando así, en un círculo vicioso tóxico o traumático.(visto
en otro punto).
La dependencia emocional tiene su raíz en una familia de origen disfuncional
donde el codependiente no se sintió lo suficientemente querido o atendido
emocionalmente dentro del seno familiar.
Tu madre tóxica, con todos sus defectos de personalidad y las prácticas
abusivas, ha hecho que desarrolles rasgos de codependencia. Es lo que ella
buscaba con todos sus abusos, que cubras sus necesidades y que no puedas
dejar de darle su suplemento narcisista. Que la necesites. Pero no solo la
necesitas a ella, necesitas a los demás para sentirte tú bien, lo cual te hace ser
fácilmente dependiente de terceros en lugar de buscar la seguridad en ti.
Años de abusos, donde tu madre no ha respetado tus límites no dejando que
desarrolles una identidad propia, te han convertido en una persona
dependiente de terceros. En un lenguaje más coloquial “necesitada”.
Necesitas estar con tu madre o que otros dirijan tu vida.
Como has visto en el capítulo sobre el “vínculo traumático”, tu madre
jugando al yo-yo contigo, dándote y quitándote, ha hecho que no puedas
dejarla. Tu baja autoestima te ha hecho una persona que necesita que los
demás le reafirmen lo que debe hacer y hasta sentir. No solo dependes de tu
madre, si no que con tus comportamientos de baja autoestima, miedo,
culpa,.....(todos creados por tu madre), fortaleces esta dependencia, quedando
atrapada en un círculo difícil de salir.

Cómo surge la codependencia.


La codependencia emocional tiene su raíz en una familia de origen
disfuncional donde el codependiente no se sintió lo suficientemente querido o
atendido emocionalmente dentro del seno familiar (verás más adelante cómo
diferentes psicólogos y psiquiatras así lo confirman desde el principio del uso
del término en los 70).

Historia de la Codependencia
El movimiento de codependencia puede tener sus raíces en las teorías de la
psicoanalista alemana Karen Horney, que es la primera mujer que publicó
ensayos sobre la salud mental femenina. (primera gran feminista psicoanalista
considerada la fundadora de la psicología feminista). En 1941, ella propuso
tres tipos de personalidades (complaciente, agresiva y aislada o
independiente). Las personas con personalidad complaciente se mueven hacia
los demás tratando de obtener su aprobación y afecto .Son desinteresados,
virtuosos, fieles, y ponen la otra mejilla a pesar de la humillación personal.
La aprobación de los demás es más importante que respetarse a sí mismos.
Sin embargo el trastorno de la codependencia se identificó por primera vez en
los años 70, como resultado de años de estudio de relaciones interpersonales
en familias de alcohólicos.
Originalmente, co-dependiente era un término usado para describir a los
compañeros en la dependencia química, las personas que viven con, o en una
relación con una persona adicta. Hoy, sin embargo, el término se ha ampliado
para describir a cualquier persona co-dependiente de cualquier familia
disfuncional.
Aunque todos los enfoques estuvieron centrados en el problema del adicto, en
consecuencia a los trabajos realizados con la familia, los profesionales de
estos centros se percataron que cuando los alcohólicos se mantenían sobrios,
las conductas codependientes de sus familiares continuaban o empeoraban;
estos codependientes exhibían rasgos comunes y tenían un patrón vinculante
característico; una forma de pensar, sentir y actuar que los iba enfermando
progresivamente.
Así concluyeron que las causas de estos trastornos podrían ser anteriores a la
convivencia con el alcohólico. Los familiares en terapia revelaban historias
abusivas (no necesariamente relacionada con un dependiente químico) en sus
familias de origen. Ellos procedían, igualmente, de hogares disfuncionales,
donde la presencia del alcohol no había estado obligatoriamente.
Pero era innegable que estas personas habían asumido precozmente un rol de
“cuidadores”, puesto que los adultos que debían ejercer esta función, no
estaban en condiciones de hacerlo a causa de sus propias patologías. Además
otros trabajos revelaron que para ser codependiente, no era necesario haberse
relacionado con otros dependientes químicos en la niñez o en la madurez. Era
suficiente crecer en un ambiente familiar en el cual estuviera presente un
cuidador abusivo.
Estudios como el realizado por O'Brien y Gaborit (1992) apuntaron que la
codependencia podría darse independiente de la dependencia química . Así, la
codependencia fue generalizada para referirse también a las personas que
habían crecido en una familia afectada por cualquier perturbación grave, y a
los compañeros de personas con cualquier problema mayor de
comportamiento.

Definición y autores
La codependencia consiste en depender de alguien externo para llenar tus
vacíos. La codependencia es un comportamiento aprendido que puede
transmitirse de una generación a otra.
La codependencia se forja a partir de las necesidades no satisfechas en el ser
humano durante su infancia, las cuales han impedido un crecimiento
emocional conveniente para poder adaptarse a situaciones de relaciones
interpersonales.
Cuando las necesidades físicas y emocionales del niño no son satisfechas de
una manera adecuada, su yo verdadero, auténtico va construyendo las etapas
evolutivas con el apoyo de un yo falso que desarrolla roles que le permiten
superar las experiencias problemáticas de la infancia.
El niño para sobrevivir ha tenido que aprender a “servir a los demás”,
descuidándose a sí mismo. Al crecer, los adultos codependientes siguen
utilizando los mismos comportamientos, todo para sentirse aceptados,
queridos o importantes. Tratan de satisfacer a los demás , olvidándose de sí
mismos, queriendo con ello aliviar el dolor y la pena por sentirse
abandonados. Sin embargo las conductas codependientes perpetúan esos
sentimientos.
Esta acepción de la Codependencia (origen en la familia), no es solo mi
visión como víctima y mi experiencia con el trato de cientos de mujeres
maltratadas, si no que hay varios autores que la defienden desde el origen del
uso del término:

Según John C. Friel Psicólogo y autor de “Children: The


Secrets of Dysfunctional Families”, codependencia es un
esquema de vida disfuncional que emerge en la familia de origen
produciendo un estancamiento en el desarrollo y siendo su
resultado una hiperreacción del codependiente a lo externo a él y
una hiporreacción o baja sensibilidad a lo interno a él”.
La American National Council of Codependence:
Codependencia es un comportamiento aprendido, expresado por
dependencia de personas y cosas fuera de sí mismo, esas
dependencias incluyen negligencia y disminución de la identidad
propia de uno mismo. El falso yo interior que emerge es
frecuentemente expresado a través de hábitos compulsivos,
adicciones, y otros desórdenes, que además incrementan la
alienación de la identidad verdadera, adoptando una sensación de
vergüenza.
Dr. Charles Whitfield (Médico en la práctica privada que se
especializa en ayudar a los sobrevivientes de traumas infantiles
con su recuperación, y con adicciones que incluyen alcoholismo
y trastornos relacionados. Certificado por la Sociedad Americana
de Medicina de Adicciones, miembro fundador de la Asociación
Nacional para los Niños de Alcohólicos y miembro de la
Sociedad Americana de Profesionales en el Abuso de los Niños)
describe el nacimiento de la codependencia en la familia de
origen. Para él su génesis se inicia cuando el niño tiene sus
observaciones, sentimientos y reacciones reprimidas por sus
cuidadores. Whitfield resalta que cuando el niño, durante su
desarrollo, recibe una cantidad importante de mensajes
destructivos, hiriendo el núcleo de su autoestima sana, sufre una
pérdida o enajenación de su yo verdadero que da lugar a un yo
codependiente (falso o interno); lo que resulta en una sensación
de vacío, vergüenza,culpa, y otros estados afectivos negativos.
Fernando Mansilla, experto en psicología clínica y psicoterapia
observa que la codependencia puede concebirse a partir de las
necesidades infantiles no satisfechas durante su niñez, lo que
imposibilita una maduración favorable para poder adaptarse a
situaciones de relaciones interpersonales.
Pia Mellody en su libro “Facing Codependence” remonta los
orígenes de la codependencia a la infancia, describiendo toda
una gama de abusos emocionales, espirituales, intelectuales,
físicos y sexuales. Demuestra cómo, debido a estas experiencias
tempranas, los adultos codependientes a menudo carecen de las
habilidades necesarias para llevar una vida madura y tienen
relaciones insatisfactorias. Cuando los niños de estas familias se
comportan de manera natural (es decir, son vulnerables,
imperfectos, dependientes e inmaduros) entonces el mensaje que
reciben de sus padres es “hay algo mal contigo”. Cuando este
mensaje se refuerza continuamente, el niño eventualmente
sacrifica sus propias necesidades y sentimientos para mantener la
armonía familiar y salvaguardar algún nivel de aceptación de los
padres.
Timmen Cermak, M.D. psiquiatra y neurólogo americano,
conocido por su trabajo sobre los tipos de personalidad
dependientes, propuso que la co-dependencia se incluya como
un trastorno de personalidad en el Manual diagnóstico y
estadístico de trastornos mentales (DSM-3). Cermak razonó que
cuando los rasgos de personalidad específicos se vuelven
excesivos e inadaptados y causan un deterioro significativo en el
funcionamiento o causan una angustia significativa, justifica un
diagnóstico de trastorno de personalidad.
Cermak propuso los siguientes criterios para este trastorno:

Inversión continua de la autoestima en la capacidad de


controlarse a sí mismo y a los demás frente a las graves
consecuencias adversas.
Asunción de responsabilidad para satisfacer las
necesidades de los demás, con la exclusión de reconocer el
propio.
Ansiedad y distorsiones de límites en torno a la intimidad y
la separación.
Enredos en las relaciones con la personalidad desordenada,
químicamente dependiente, otros co-dependientes y / o
personas con desorden impulsivo.
Que se den tres o más de los siguientes síntomas:
■ Confianza excesiva en la negación
■ Constricción de las emociones (con o sin arrebatos
dramáticos)
■ Depresión
■ Hipervigilancia
■ Compulsiones
■ Ansiedad
■ Abuso de sustancias
■ Ha sido (o es) víctima de abuso físico o sexual recurrente
■ Enfermedades médicas relacionadas con el estrés.
■ Ha permanecido en una relación primaria con un abusador
de sustancias activas durante al menos dos años sin buscar
ayuda externa

Los características principales de las personas codependientes:

Baja autoestima: tu madre te ha dicho mil veces que no vales,


que no mereces nada bueno,..sus abusos te han dejado con una
visión de ti muy disminuida. No te quieres, no ves tus buenas
cualidades. Y cómo vas a hacerlo si tu propia madre se ha
encargado de repetirte hasta la saciedad que no hay nada bueno
en ti.

Inseguridad: eres incapaz de dar un paso sin necesitar el


reconocimiento de otra persona. No confías en tu instinto ni
criterio, porque tu madre siempre te enseñó que el único criterio
válido era el de ella. De aquí nuestra facilidad para caer en
relaciones en las que nos digan que hacer no siendo capaces de
escapar del círculo del abuso.

Necesidad constante de afecto: no superas que tu madre no te


haya querido, abrazado, amado. Y buscas ese afecto
constantemente. Lo malo es que en esta desesperada búsqueda,
muchas veces te equivocas escogiendo la pareja menos
adecuada, o las amistades menos apropiadas. La necesidad de
amor te ciega tanto que eres la víctima ideal de personas
depredadoras narcisistas.

Necesidad de agradar siempre a los demás: desde pequeña


has intentado agradar a tu madre. Has sacado buenas notas, has
recogido la casa, has hecho cosas que no te correspondían para
intentar rascar un gramo de amor y de atención de tu madre. Has
aprendido a comportarte así, a ser un perrito obediente que
mueve el rabo a su dueño a cambio de una caricia. Te mueres
por el reconocimiento de los demás, ya que no has aprendido a
dártelo tú misma.

Incapacidad para establecer unos límites saludables: uno de


tus mayores problemas es que no sabes decir no por miedo, ya
que temes no agradar si no atiendes las peticiones de los demás.
Y esto hace que algunas personas se puedan aprovechar de ti. El
no poder decir que no, hace que entres en relaciones o
situaciones que no te agradan pero de las que no te atreves a
salir. La frustración de no atreverte a decir no, te puede devolver
al agujero negro del que te cuesta tanto salir.

Dificultad para asumir adecuadamente la propia realidad :


te cuesta ver quien eres en realidad y desconfías de ti , de tu
criterio pero también de los demás.

Dificultad para afrontar de un modo interdependiente las


propias necesidades y deseos como adulto: te cuesta cuidar de
ti misma. Crees que los demás son más importantes que tú y que
te pueden cuidar mejor. De ahí que necesites a tu madre, y más
tarde en tu vida a otras parejas o amistades que ‘cuiden” de ti.
¿Te reconoces en estas características? Todas estas debilidades las puedes
superar. Cuando sanas y entiendes el patrón de tu dependencia hacia los
demás, puedes empezar a vivir como una persona libre, que hace lo que
necesita y quiere hacer, sin buscar la aprobación en nadie más que en ti
misma.
Has de entender que lo mismo que tú eres una persona codependiente, tu
madre también lo es. Solo que ella ha desarrollado ciertas “técnicas” para
esconder su vulnerabilidad. Su absoluta dependencia de ti para obtener su
suplemento narcisista, es lo que le lleva a hacer lo que sea para no dejarte ir y
seguir controlándote para satisfacer sus necesidades. Sin ti, tiene que
ingeniárselas para obtener su suplemento narcisista.

EJERCICIO 29
A estas alturas tu bloc de notas se ha convertido en tu diario, en tu confesor.
Tiene guardado todos esos secretos, esos sentimientos que probablemente
hasta ahora no te habías atrevido a expresar. Te queda un poco más. Debes de
seguir reconociendo todas las posibles secuelas que te ha dejado tu madre.
Aunque recuerda, no tienes porque tener todas. Tú eres la que mejor te
conoces, y tú las vas a ir reconociendo. Solo tienes que ser sincera contigo
misma.
Escribe ahora situaciones en las que admites necesitar afecto,
reconocimiento. Eres de las que necesita incluso que le confirmen que lo que
lleva puesto le queda bien para salir a la calle? Necesitas el “permiso” de tu
pareja para hacer algo. No te atreves a empezar un negocio hasta que alguien
te confirma que es buena idea?....
Cuántas veces has sido incapaz de decir no, de poner límites a las personas.
Qué has sentido realmente, cuando querías decir no y no has podido.
Si reconoces más características de las personas dependientes en ti escríbelas,
haz consciente todos los comportamientos que puedas para poder
modificarlos.

2.2.21 Crees estar loca


¿Dudas de ti todo el rato? ¿Sientes a veces que estás loca, que se te va la
cabeza?
Las víctimas de abuso narcisista suelen aparecer inseguras de sí mismas,
buscando constantemente la aclaración de que no han cometido un error o
entendido mal algo.
A través del gaslighting, gaseándote e invalidando tus emociones, tu madre te
ha hecho creer que no estás bien de la cabeza.
“Eres demasiado sensible. Estás imaginando cosas. Estás histérica. Eres
completamente irrazonable. Estás sobre reaccionando, como siempre lo
haces. Te hablaré cuando te hayas calmado y no seas tan irracional.” Son
las frases que siempre has oído por parte de tu madre, caracterizándote
incluso de neurótica o psicótica.
Tus percepciones de la realidad se han visto continuamente socavadas para
que perdieras la confianza en tu intuición, tu memoria o tu poder de
razonamiento. Dudando de ti misma, eres una persona mucho más fácil de
controlar.
Tu madre narcisista, desde que eras pequeña ha hablado con terceros de tu
inestabilidad mental, de lo rebelde y difícil que eres, de lo testaruda que has
salido, de lo desobediente que eres,..... Siempre se ha mostrado como una
madre implacable y sufrida, cuya hija es incorregible.
La gente termina simpatizando con ella, le creen la sarta de mentiras. Aunque
tú hayas tratado de decir que no es cierto lo que dice tu madre de ti, no te ha
creído nadie. ¿Y quién lo iba a hacer? todas las madres aman a sus hijos y
quieren lo mejor para ellos. Nunca una madre diría nada malo de sus hijos.
Hay madres que van aún más lejos, para confirmar que estás loca. Este libro
no lo baso en ejemplos personales aunque mi propia experiencia haya sido la
mejor base para escribirlo. Mi intención es que te enfoques en ti. Pero creo
que éste necesita especial mención:
“Mi madre me llevó a un psiquiatra en mi adolescencia, para que certificara
mi inestabilidad mental. ¿Y cómo no iba a tener una hija torturada
emocionalmente problemas mentales cuando es asfixiada mentalmente cada
día de su vida? Años más tarde utilizó ese certificado para alejar a las
personas de mí, mostrándoles mi “locura”.
La duda, que tu madre ha sembrado en ti, ha germinado. Es hora de trabajar
en sacar de tu mente esos pensamientos negativos hacia ti misma. No son
ciertos. Tú estás cuerda, solo que tu madre en lugar de transmitirte fuerza,
valor, confianza en ti misma,.... ha jugado con tu mente para que te sientas
aturdida, hasta el punto de dudar de tu propia cordura.
Críticas constantes y humillaciones han sido parte de tu vida diaria. Has
crecido pensando que había algo malo en ti, incluso que eres intrínsecamente
mala. Has sido culpada cada día hasta por haber nacido. No crees que estas
razones son más que suficientes para sentirte mal, estresada, sin fuerzas,...
pero cuerda.

EJERCICIO 30
Por favor escribe en tu cuaderno si te sientes “loca” alguna vez. Qué cosas o
situaciones te han llevado a creer que no estás bien de la cabeza. Qué has
sentido con estos pensamientos.
Trabajaremos en esto en la tercera parte de este método. Pero por favor, no
pienses que estás loca. Estás muy cuerda y eres muy fuerte tras haber
sobrevivido todos los juegos mentales de tu madre.

2.2.22 Soledad y miedo a tener relaciones


Después de una vida de abusos por parte de tu madre has crecido sintiéndote
extraña, diferente a los demás.
Siempre te has sentido sola, sin afectos que te ofrecieran seguridad, apoyo,
autoestima….Tu madre y tu familia no te han hecho sentir acompañada. Las
personas que siempre te han rodeado, no te han apoyado.
Tu madre te ha hecho vivir aislada, para poderte controlar mejor. En tu casa
nunca ha habido celebraciones porque a tu madre tóxica le molestaban, ya
que podían suponer una amenaza para ella. Con fiestas y personas ella corría
el riesgo de que desviaras tu atención hacia otras personas.
Estas experiencias de vivir aislada, con miedo a relacionarte con otras
personas, han hecho que no te sientas segura al relacionarte con los demás.
No sabes cómo hacerlo. Y el no hacerlo, te hunde cada vez en una mayor
soledad.
Tú misma interrumpes o no permites el contacto con los otros. Estar sola te
da cierta sensación de seguridad. Te ahorras el riesgo de una relación por
miedo a no ser aceptada, a no gustar. Sin embargo, el precio de esa seguridad
es perpetuar tu sentimiento de soledad.
Debido a que las víctimas de abusos por parte de nuestra madre nos sentimos
intrínsecamente no agradables, es probable que, como adultos, nos resulte
difícil interactuar con confianza con los demás. Desafortunadamente, creer
que no eres agradable y que no gustas, puede convertirse en una especie de
profecía autocumplida y terminas no relacionandote con otras personas por
miedo.
Si tu madre que es la persona que más te debe amar y nunca traicionar, lo ha
hecho, cómo confiar en los demás.
La soledad puede resultar dolorosa. Ahora aprovéchala para conversar
contigo misma, y ayudarte a decidir sobre tu vida. Debes trabajar en
encontrar tu verdadero yo, conocerte, tener confianza en ti para poder
disfrutar de compartir tu vida con todas las buenas personas que te trae.

EJERCICIO 31
En tu soledad siéntate con tu diario y cuéntale cómo te sientes. Disfrutas de la
soledad o simplemente es un manera de protegerte. Escribe sobre tu dolor.
¿Te has sentido siempre sola? ¿te hubiera gustado poder estar con más
personas?. ¿Qué sientes ante el aislamiento que te ha impuesto tu madre? ¿te
sigues aislando ahora de mayor? No te sientes segura ante otras personas.
Ábrete a tu diario, saca tus emociones, las entenderemos y analizaremos más
tarde.
2.2.23 Enfermedades como fibromialgia u otras enfermedades
físicas
La tortura emocional que has sufrido de pequeña no solo te ha dejado heridas
emocionales. Tu cuerpo llora también por el dolor sufrido. El estrés al que
has sido sometida por los abusos continuos de tu madre han hecho que tu
corazón y también tu cuerpo lloren.
Has somatizado el dolor sufrido durante años, y en tu edad adulta tu cuerpo
grita agónicamente.
Tú sabes en lo más profundo de ti que tus dolencias están relacionadas con el
vivir al borde del abismo cada día de tu infancia y adolescencia. Noches de
insomnio, de angustia, de dolor, hacen que no solo tu alma, si no también tu
cuerpo se haya roto.
Tus emociones se han grabado durante años en cada molécula de tu cuerpo.
En términos médicos, somatizas lo sufrido. Según expertos, la somatización,
se debe a ansiedad ocasionada por estrés o problemas emocionales.
Hay doctores que nos dan la razón en esto, como el Dr. Vidal, director de la
Sociedad Peruana de Reumatología, quien, explicó que el estrés genera una
carga emocional (alostática) que si no es bien tratada se convierte en distrés.
Es decir, en un tipo de patología que reduce el umbral del dolor de la persona
que la padece. “El distrés afecta las neuronas que procesan el dolor, acelera
su trabajo y al hacerlo lo amplifica.
Para Vidal, el estrés mal manejado puede originarse en la infancia si el niño o
niña fue víctima de maltrato infantil o lesiones traumáticas que le
ocasionaron la disminución de sus defensas emocionales.
El maltrato físico, sexual y psíquico (abandono, rechazo, desprecio,
negligencia, objetualización...) en la infancia son los más frecuentes
antecedentes de la presencia de ansiedad, vulnerabilidad al estrés,
somatizaciones y síndromes de dolor crónico en la edad adulta.
Pero ya no tenemos solo las conjeturas nuestras o conclusiones de geniales
doctores, sino que por fin hay estudios que corroboran nuestras más que
fundadas sospechas.
El estrés psicológico al que se ve sometido un niño durante la infancia es
capaz de modificar la estructura cerebral y provocar graves daños
impidiendo su desarrollo saludable.
Diversos estudios han mostrado cómo la violencia a menores, bullying,
maltrato físico y psicológico, son un desencadenante para padecer esta
enfermedad llamada Fibromialgia.
Por primera vez, los investigadores han sido capaces de ver cambios en las
estructuras neuronales en áreas específicas del cerebro de las personas que
sufrieron graves abusos cuando eran niños.
Estos abusos sufridos en las dos primeras décadas de nuestras vidas
modifican nuestro cerebro, terminando en riesgos de trastornos psiquiátricos
como la depresión, así como altos niveles de impulsividad, agresividad,
ansiedad, abuso de sustancias más frecuente y suicidio.
Cuando una persona sufre periodos continuados de estrés, las glándulas
suprarrenales, situadas sobre los riñones, liberan un tipo de hormona llamada
cortisol. Junto con la adrenalina, que también es segregada abundantemente
cuando nos estresamos, esta sustancia se encarga de hacer que los niveles de
glucosa en sangre suban mucho con la finalidad de proveer de energía extra
al organismo ante una situación de peligro.
Esto hace que nuestras células se vayan desgastando rápidamente para dar
una respuesta rápida ante el peligro. Y mientras esto ocurre, se reducen otras
funciones, como la digestión o la reparación de los tejidos. El sistema
inmunológico es uno de los más afectados por este desvío de energía, lo que
hace que las enfermedades nos “ataquen” de una manera más fácil.
Luego es fácil deducir que es estrés sufrido en nuestra infancia, e incluso en
la edad adulta, baja las defensas de nuestro organismo, lo que facilita que
padecemos enfermedades físicas.
Cuando sanes y tus niveles de estrés mejoren, las dolencias que sufres
mejoraran.

EJERCICIO 32
Anota en tu bloc las enfermedades físicas que padeces. ¿Alguna de ellas se
agudiza cuando estás sometida a estrés? ¿Crees que tus enfermedades pueden
ser consecuencia de toda la presión con la que has vivido?.
Escribe en tu diario si crees que tus dolores físicos pueden ser consecuencia
del estrés post traumático que acarreas y cómo crees que el abuso de tu madre
está unido a tus dolencias. Analizarlo te va a ayudar, a que cuando tu alma
esté mejor, tu cuerpo también responda positivamente.
2.2.24 Confluencia
Se da cuando se borran las fronteras entre uno mismo y el exterior, de forma
que la persona no se siente separada de los demás. Se suele estar siempre de
acuerdo con el otro y no se reconocen las fronteras que te separan de los
demás, por lo que tiendes a no identificar cuáles son tus conductas.
La persona que utiliza la confluencia como forma de contacto con los demás
suele perderse en el otro, para evitar de esta manera llegar al contacto real y
auténtico, por lo cual existe poco interés en sí misma, haciendo a un lado su
propia identidad para tomar decisiones en forma dependiente.
Cuando tu madre te ha invalidado emocionalmente con las diferentes técnicas
que has visto en la primera parte, te sientes unida a ella. Esperas que decida
por ti, no haces algo sin su aprobación. Has perdido el sentido de ti misma.
Has perdido la capacidad de verte y percibir tus necesidades y te dedicas o
has dedicado a satisfacer las necesidades de la narcisista y los demás. No
sabes bien quién eres. No puedes conectar contigo misma.
No hemos podido poner límites con nuestra madre, no nos hemos
desarrollado cómo la persona que hubiéramos querido ser, y hemos vivido
para satisfacer las necesidades de nuestra madre. Esto ha hecho que
lleguemos a una edad adulta sin un claro sentido de quiénes somos.
2.2.25 Compartimentalización
Al igual que la disociación es un mecanismo de defensa que como víctima
del abuso narcisista empleas para defenderte de las emociones o
pensamientos que te producen ansiedad o disminuyen tu autoestima.
La compartimentalización es el proceso mental de mantener las cosas
separadas para evitar sentimientos desagradables. Es un mecanismo de
defensa psicológica inconsciente que nuestras mentes utilizan para lidiar con
puntos de vista internos conflictivos.
Cuando un individuo compartimentaliza sostiene dos o más ideas, actitudes o
comportamientos que están esencialmente en conflicto sin reconocer la
contradicción entre ellas.
Tú como víctima de los abusos de tu madre narcisista, compartimentalizas.
Es como que guardas en un cajón aparte ciertos sentimientos para que no te
hagan daño y puedas seguir viviendo. Metes en el cajón del olvido sus gritos,
humillaciones,... y dejas solo abierto el cajón de los momentos buenos.
Separar mentalmente aspectos de nuestras vidas puede darte apariencia de
armonía, ya que alivia temporalmente la tensión. Pero en realidad esa
supuesta consistencia es a menudo falsa o incluso dañina para ti.
La compartimentalización es algo habitual entre las personas con adicciones.
La persona que lucha contra la adicción generalmente tiene una gran
evidencia de cómo el alcohol o las drogas están dañando su vida. Sin
embargo, seguirá considerando estas sustancias como soluciones a sus
problemas, en lugar de la causa. Estas dos creencias están en contradicción
directa, y el deseo de aliviar la tensión mental les lleva a culpar de sus
problemas a otros factores no relacionados con el abuso de sustancias.
En tu caso, víctima del abuso psicológico por parte de tu madre, ocurre lo
mismo en tu mente. Te enfocas en las partes positivas de lo vivido,
separándolas de las partes abusivas e ignorándolas. Este tratar de que lo malo
no te haga daño, te sigue destruyendo y manteniéndote “enganchada” a ella.

2.2.26 Miedo
La madre tóxica para mantenerte controlada te hace vivir con miedo y culpa.
Bajo estos sentimientos no eres capaz de ver la verdad: todo el juego de esta
manipuladora.
El miedo con el que has vivido y que todavía sientes aunque te hayas
distanciado de ella es un sentimiento que duele más que un hueso roto, te
duele el alma, te ahoga.
El miedo es un sistema de alarma cuyo umbral de activación está diseñado
para adaptarse a un entorno peligroso.
En otras palabras, cuanto más experimentes el miedo, más sensibilizada
estarás ante un posible peligro. (Es por eso que una sombra que se mueve
puede desconcertarte después de ver una película de terror). La reacción
habitual al miedo es la hipervigilancia (vives en estado de alarma, siempre
alerta, lo cual es agotador).
Tu madre no te dejado creer en ti misma. Lo que más te aterroriza es que no
sabes quién eres. Solo sabes que tienes una agonía gritona dentro de ti (lo que
te permite saber que algo está terriblemente mal).

El miedo te limita, te paraliza.


Pero cuando sanes, cuando encuentres a esa mujer maravillosa que eres en
realidad, a esa que tu madre no ha dejado salir, tus miedos van a desaparecer
y vas a poder hacer todo aquello que te propongas.

2.2.27 Revictimización
Los supervivientes de abuso infantil traumático corren un alto riesgo de ser
revictimizados.
Las víctimas se pueden auto revictimizar o ser victimizadas por la sociedad.

La auto revictimización: Sigmund Freud propuso que la


revictimización podría explicarse por su teoría de la
COMPETENCIA DE REPETICIÓN, según la cual los
individuos son conducidos inconscientemente a “reconstruir” las
experiencias traumáticas pasadas en un intento de “dominarse”
sobre ellas.
Inconscientemente repites lo que tu madre te dijo e hizo y esto hace que sigas
sintiendo el mismo dolor que cuando tu madre te estaba castigando y
humillando. Al revivir los hechos sigues sufriendo. Debes con todas tus
fuerzas salir de esta revictimización, ya que te bloquea y no te permite crecer
como persona. Volver a revivir el dolor, te paraliza.
No te preocupes, estas muy cerca de curar esas heridas que se siguen
abriendo, y poder sacar todo el potencial que llevas dentro de ti. Se trata de
entender por qué repites esas emociones traumáticas de la infancia. Entender
cómo funciona esa llamada “inconsciencia” al repetir esos miedos.

La revictimización, victimización secundaria o doble


victimización es el daño que sufre la víctima derivado de la
relación que se establece entre ella y el resto de operadores
sociales intervinientes en su proceso de recuperación. Cuando la
sociedad por no entenderte te juzga, te convierte en víctima de
nuevo.
Hay muchas víctimas, mayoritariamente mujeres, que sufrimos porque
primero nos destrozó nuestra propia madre. Pero además de este abuso
silencioso, sufrimos la humillación de no poder denunciar ni hablar de que
nuestro verdugo es nuestra propia madre.
Al hacerlo en muchos casos se nos juzga, poniendo en duda nuestro relato y
creyendo a nuestra madre-verdugo. Pero por muy antinatural que parezca hay
madres que disfrutan tratando mal a sus hijos.
Sin embargo vivimos en una sociedad donde la mentalidad está en solo
considerar abuso, a la existencia de violencia, o agresión sexual. Pero nadie
se para a pensar del inmenso dolor y las terribles heridas que causa el
maltrato psicológico. Y más el causado por tu madre.
Estamos infinidad de víctimas a las que se nos han destrozado nuestras vidas
porque hemos sido violadas emocionalmente. El maltrato emocional de
nuestra madre nos ha roto como seres, y se nos complica tener una vida plena
incluso en nuestra edad adulta.
Somos niños que hemos sido humillados, acallados, aislados, invalidados,
denigrados, ... y que hemos crecido con el gran dolor de saber que nuestra
madre no nos quiere. Esas heridas emocionales duelen tanto como un hueso
roto, pero tardan mucho más en cicatrizar. Si no se tratan, morimos con ellas.
Lo peor viene cuando la sociedad, defiende al verdugo y no a la víctima,
reabriendo todas tus heridas.
Nadie habla del abuso emocional infantil, porque vivimos en una sociedad
de “culto” a la madre. Parece que madre es sinónimo de amor. Creemos que
el amor de una madre a sus hijos es desinteresado y está por encima del amor
a sí misma.
Casi nadie, se atreve a cuestionar a la Madre. La que nos da la vida, a la que
debemos honrar y respetar. Pero quién nos asegura que por el hecho de haber
sacado de sus entrañas a un ser, una madre sea buena y no atente contra sus
hijos. Quién nos asegura que el vínculo con nuestra madre sea constructivo y
no destructivo.
Pues parece que la sociedad y los profesionales lo tienen asumido así y a los
que cuestionan y acallan son a las víctimas, niños indefensos que por los
abusos terminamos siendo adultos rotos.
Y esta creencia grabada en nuestras mentes de que la madres son buenas,
hace que la sociedad nos dé la espalda a muchas víctimas, que somos de esta
manera doblemente victimizadas.
A esto hay que añadirle que la mayoría de las personas de habla española
tenemos una procedencia católica, donde se nos repite hasta la saciedad el
cuarto mandamiento “Honrarás a tu padre y a tu madre”.
Parece que si no cumples con esta Ley moral abrahámica eres un monstruo.¿
Pero por qué nunca nos enseñan más versos que vienen en la Biblia para
ayudarnos a las víctimas creyentes?
Porque existen versos que reprueban a los padres que no cumplen con su
labor de padres. Te los dejo aquí para que encuentres alivio y no te sientas
más culpable. Has de honrar a tus padres pero si cumplen con la Ley de Dios.
- “Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien
eduquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.”
Efesios 6:4
- “Mas he aquí, si engendra un hijo que observa todos los pecados que
su padre ha cometido, y viéndolo no hace lo mismo” Ezequiel 18:14
Es normal que te sientas sola en esta batalla, porque los que están a tu
alrededor te cuestionan a ti y no a tu madre, la responsable de tus heridas. Lo
que hace que se reabran tus heridas y te duelan tanto como cuando tu madre
te las estaba causando.
Con respecto al cambio en la mentalidad de la sociedad, será algo lento. Las
mujeres después de décadas luchando ahora estamos consiguiendo que se nos
escuche cuando decimos que un hombre nos maltrata. Esperemos llegue el
día en el que podamos decir abiertamente que nuestra madre no nos cuida
emocionalmente como una madre debiera y nos puedan ayudar cuando
todavía somos niños.
Mientras eso llega, tendrás que aprender a no revictimizarte tú, a no abrir
constantemente esas heridas.
Tienes que sanarlas, para poder ser TU. El dolor no ha dejado que tu
verdadero YO florezca, y ahora tienes que trabajar en eso. Una vez que trates
tus heridas, vas a poder ver quién eres en realidad y vas a poder sacar todo
ese poder que llevas dentro.
¡Empodérate!! Imagina solo por un momento donde eres capaz de llegar. Si
has llegado hasta aquí, con tus alas rotas, imagínate hasta dónde puedes llegar
si por fin las despliegas sin heridas.
Todas estas secuelas que sientes es porque tu madre te enseñó a sentirlas,
porque el estrés al que te ha sometido las ha producido. Al tratar de
sobrevivir a ese dolor inmenso has ido “creando” patrones de
comportamiento, que hoy no te dejan avanzar.
Eres quien tu madre ha creado. Has crecido tan desesperada por su amor, que
has hecho todo lo que ella decía y has terminado siendo quien ella quería que
fueras. Pero quien ves ahora frente al espejo, con todo el dolor, no eres tú.
Una vez que tomas conciencia de lo que ha sucedido en tu vida, es hora de
tomar acción y las riendas de tu vida. Ya es tiempo de acabar con el legado
del abuso pasado de generacion en generacion.
Ahora te toca actuar para pararlo y encontrarte a ti misma. Te muestro cómo
en las siguientes partes de este método.

EJERCICIO 33
Tras haber leído sobre la victimización, escribe sobre las veces que tú te
victimizas. Que la sociedad lo hace, ahora no te ayuda. No es tu pelea ahora.
Lo importante eres tú.
No sigas castigándote como tu madre hizo. Escribe cómo crees que te
victimizas, en qué momentos sientes que te castigas.
No sigas en la zona de confort que ha creado tu dolor. Lucha por salir de ella.
Nadie cambia su vida solo diciendo que le gustaría que cambiara. Tienes que
hacer un esfuerzo.
Aunque suene duro, he de decírtelo. Victimizarse, infantiliza. Recuerda que
tu madre no va a cambiar. Toma consciencia de tu dolor, y camina con paso
firme hacia un cambio.
Intenta reconocer todas esas veces en las que repites en tu cabeza situaciones
dolorosas con tu madre. Quizá si las escribes la próxima vez que estos
pensamientos acuden a tu cabeza puedas expulsarlos. Escribe también las
veces que te castigas como lo hubiera hecho tu madre “ que tonta soy”, “es
que no valgo para esto”.
Si reconoces cómo te vuelves a convertir en víctima, podrás luchar contra
ello. Solo puedes cambiar aquello que sabes que existe.

2.3. Cómo respondes a tus heridas: tus rasgos tóxicos


Estás en la fase de toma de consciencia de tu vida. Has visto cómo es tu
madre, las características que tiene, como actúa y porqué. Has reconocido las
heridas que su comportamiento han dejado en ti. Pero te queda una cosa más
para ser consciente de todo lo que te pasa.
¿Has analizado alguna vez cómo respondes a los abusos de tu madre y a tus
heridas? ¿Qué haces cuando ella se mete contigo, cuando habla mal de ti? ¿O
cuando de repente es complaciente contigo?
En este punto tienes que trabajar mucho. Necesitas retomar el cuaderno.
Revisa cada herida que has anotado en él, y al lado anota cómo has
reaccionado durante tu vida a cada castigo de tu madre. Y sobre todo escribe
que sentías.
Por ejemplo, cuando tu madre te ha dicho que no vales, tú cómo has
reaccionado, y qué has sentido. Cómo has respondido cuando ella te ha hecho
creer que estás loca, o cuando ha negado algo que ha dicho,.....
Es muy importante que hagas esto, porque si no reconoces algo, no lo puedes
cambiar. Es una etapa de mucho autoanálisis. Tómate tu tiempo.
Para ayudarte a sacar las emociones que te producen tus heridas, relee los
castigos de tu madre. Vete al punto donde has anotado las técnicas de abuso
que utilizaba tu madre contigo y escribe cómo te sentías y como te sientes
ahora al darte cuenta de lo que te hacía.
Recuerda que solo vas a poder cambiar aquello que eres capaz de ver y
reconocer. Date el tiempo necesario. Sé que es doloroso, pero confía en mí.
Es muy importante ver tus reacciones y tus emociones a todo el dolor.
En este punto debes hacer también otro ejercicio. Este se trata de analizar y
conocer tu presente.
Si sigues teniendo contacto con tu madre, todavía no has llegado a poner en
práctica el contacto cero, escribe cómo te sientes ahora que eres consciente de
sus juegos. Cuándo trata de humillarte, cómo estás reaccionando a ello.
Apúntalo todo en tu bloc de notas.
Y tanto si mantienes relación con tu madre o ya has roto con ella físicamente
hace tiempo, intenta pensar y por supuesto escribir en tu cuaderno cuándo te
sientes triste, hundida, sin autoestima, con ira,…
Este ejercicio es importantísimo. Has de analizar tus emociones. Debes de
reconocerlas para poder cambiarlas.
Tus heridas, o emociones negativas no acuden a ti porque te acuerdes de lo
que te hizo tu madre, si no que tu miedo, baja autoestima,.... ahora que estás
separada vienen a ti porque hay situaciones en la vida que sirven de
disparadores y te hacen sentir lo que tu madre te hacía sentir.
Por ejemplo, si una amiga te dice que algo no se hace de la manera que lo
estás haciendo, tú automáticamente te sientes amenazada, pequeña y sientes
que tu amiga no lo es tal y te tiene envidia, quiere dejarte en ridículo,.... Mil
cosas.
Piensa cuál ha sido la última vez que algo a hecho que te sintieras hundida de
nuevo, o piensa en el porqué de tus jaquecas, dolores de espalda, de pecho,....
Se han intensificado. Hay algo que ha hecho que te sientas peor. Es cuando
piensas, nunca voy a salir de esto, por mucha terapia que haga, por mucho
pensamiento positivo que tenga, siempre vuelvo al agujero. He nacido así,
hay cosas que no se pueden cambiar.
Necesitas estar tiempo a solas contigo misma y pensar en como reaccionas en
la vida a las cosas y cuales son las situaciones que hacen que te sientas mal.
Recuerda que para cambiar algo, primero debes saber que existe, reconocerlo.
Es tiempo de meditar, de pasear, de estar contigo misma para conocerte. Y
apunta todo, escribe tus emociones, porque trabajaremos profundamente
sobre ellas más tarde.

2.4 Co-narcisismo: cómo nos adaptamos al narcisista


El término Co-Narcisista fue usado y explicado por primera vez en el 2005
por el neurólogo americano Dr Alan Rappaport para referirse a la forma en
que los hijos se adaptan a los padres narcisistas.
“Las personas co-narcisistas, como resultado de sus intentos de llevarse bien
con sus padres narcisistas, trabajan arduamente para complacer a los
demás, se remiten a las opiniones de los demás, se preocupan de cómo
piensan y sienten los demás sobre ellos, a menudo están deprimidos o
ansiosos, les resulta difícil conocer sus propios puntos de vista y experiencia,
y asumir la culpa de los problemas interpersonales.” Alan Rappaport.
En cada relación narcisista, nos encontramos a un narcisista (abusador) y a un
co-narcisista (víctima). La víctima, co-narcisista, “coopera” con su narcisista,
y vive para validarlo. La víctima es, según el Dr. Rappoport “el recíproco de
la relación”.
La persona co-narcisista se adapta a la vida con personas narcisistas y, como
resultado, no puede desarrollar medios saludables de autoexpresión y
autodirección. Rappaport acuñó el término “co-narcisismo” para esta
adaptación, que tiene la misma relación con el narcisismo que el “co-
alcohólico” tiene con el alcoholismo y “co-dependiente” tiene que ver con la
dependencia.
La persona “co-narcisista” no sufre un trastorno o una enfermedad mental.
Es una persona que ha sido atacada por otra persona con un trastorno
patológico de personalidad narcisista (el narcisista). Por lo tanto, el término
solo se refiere a una dinámica de relación que existe específicamente entre un
narcisista patológico y su víctima (co-narcisista). Co-narcisista se refiere a la
persona que “se adapta” para sobrevivir en una relación narcisista.
Las víctimas co-narcisistas aprenden que deben cooperar si quieren
mantenerse seguras con su narcisista o abusador.
Luego por favor que te quede claro que tú no estás enferma ni tienes la culpa
del abuso sufrido. Solo te has adaptado para sobrevivir a la situación.
Estos patrones se aprenden en la infancia, donde un niño está expuesto a un
cuidador narcisista (padre o madre). En tal ambiente, el niño co-narcisista
crece creyendo que la única manera en la que puede sentirse validado,
aceptado o seguro, es cediendo a las necesidades del progenitor narcisista y
validándole.
Como resultado, el niño co-narcisista está condicionado a servir y a
responsabilizarse de los sentimientos de otras personas, mientras que su
propio mundo interior queda relegado e ignorado.
Más tarde, en la edad adulta, el narcisista y el co-narcisista a menudo se
atraen entre sí, porque inconscientemente, esa dinámica les resulta familiar a
ambos.

Diferencia entre co-dependiente y co-narcisista


Los individuos co-dependientes tienen comportamientos sumisos para
mantener felices a aquellos a quienes aman, porque temen estar solos en el
mundo.
Mientras que en el co-narcisista, sus conductas sumisas se dan para
acomodar y soportar los comportamientos rígidos y abusivos del
narcisista patológico para sobrevivir. Solo siendo pasiva y agradable, la
víctima puede permanecer segura mientras se encuentra en esta relación
peligrosa.
Las víctimas co-narcisistas aprenden inconscientemente a usar el
apaciguamiento (ser agradable y pasivo) con la esperanza de inhibir las
reacciones hostiles de los narcisistas dominantes.
Esta sumisión es, una estrategia de “supervivencia” que la persona co-
narcisista utiliza para sobrevivir. A estas estrategias sumisas de
supervivencia se les agregan sentimientos de vergüenza, culpa, ansiedad,...
(síndrome de la víctima narcisista).
Las víctimas narcisistas aprenden que deben cooperar si quieren estar seguras
en torno a su narcisista. Luego el comportamiento co-narcisista es un
mecanismo de defensa para sobrevivir a la tiranía del narcisista.
Tienden a ignorar sus propios sentimientos, necesidades y experiencias, y se
desvanecen en el fondo de las relaciones.
Las personas co-narcisistas suelen ser inseguras porque no han sido valoradas
por sí mismas. Solo han sido valoradas por las personas narcisistas en la
medida en que satisfacían sus necesidades. Así que desarrollan sus propios
conceptos basados en el trato que las personas con trastorno narcisista les
dan y, por lo tanto, a menudo tienen ideas muy inexactas sobre quiénes son.
“Las personas que se comportan de manera co-narcisista comparten varios de
los siguientes rasgos: tienden a tener baja autoestima, trabajan arduamente
para complacer a los demás, difieren en las opiniones de los demás, se
centran en las visiones del mundo de los demás y no son conscientes de sus
propias orientaciones. A menudo deprimidos o ansiosos, les resulta difícil
saber cómo piensan y sienten acerca de un tema, dudan de la validez de sus
propios puntos de vista y opiniones (especialmente cuando están en conflicto
con los puntos de vista de los demás), y asumen la culpa de los problemas
interpersonales.” (Rappaport).
Solo entendiendo y aceptando esta realidad podrás cambiar tus patrones de
actuación, ayudada de una cura de las heridas emocionales (vistas en el punto
del síndrome de la víctima narcisista) que has ido acarreando.
¿Crees tener rasgos co-narcisistas? Ves la diferencia con la codependencia?
Es importante superar las heridas emocionales que acarreamos y darnos
cuenta que nuestra autoestima no debe ser afectada por el comportamiento de
los demás.
Para las personas co-narcisistas, que experimentan fuertes sentimientos de
culpa, reconocer que no son responsables de la experiencia del otro es un
gran alivio.
Es importante ver que no eres responsable del comportamiento del narcisista
y que tu has reaccionado de determinada manera para sobrevivir, no porque
tengas ningún problema intrínseco.
Es necesario que lo veas y entiendas así para poder ver tu verdadero valor
que es independiente de tus logros y sobre todo independiente de lo que crean
o digan los demás.
Reconocer nuestro comportamiento co-narcisista no es culpabilizarnos, sino
todo lo contrario. Es reconocer que tienes unos patrones de comportamiento
que has desarrollado para sobrevivir en el medio donde te encontrabas, saber
que existen para poder modificarlos.
Y créeme, puedes hacerlo. Puedes cambiar esos comportamientos y creencias
sobre ti, y ver tu verdadero valor.
Ver tu comportamiento co-narcisista es lo mismo que cerrar una puerta con
doble cierre para reducir el riesgo de que ningún ladrón entre a tu casa. Saber
de tus comportamientos te ayuda a prevenir caer en manos de más narcisistas
y poder trabajar para fortalecer tus pensamientos y creencias sobre ti.

EJERCICIO 34
Habías leído alguna vez sobre el co-narcisismo. Crees que este
comportamiento aprendido para poder sobrevivir es lo que has desarrollado
por el abuso sufrido.
Escribe en tu bloc lo que piensas y anota si crees tener algunas de las
características que Rappaport describe tenemos los co-narcisistas. Te las
copio aquí de nuevo (una vez más se trata de ser conscientes para poder más
adelante modificarlas).
“tienden a tener baja autoestima, trabajan arduamente para complacer a los
demás, difieren en las opiniones de los demás, se centran en las visiones del
mundo de los demás y no son conscientes de sus propias orientaciones. A
menudo deprimidos o ansiosos, les resulta difícil saber cómo piensan y
sienten acerca de un tema, dudan de la validez de sus propios puntos de vista
y opiniones (especialmente cuando están en conflicto con los puntos de vista
de los demás), y asumen la culpa de los problemas interpersonales”.
2.5 Los efectos del abuso en tu cerebro
El abuso narcisista es uno de los peores tipos de abuso psicológicos que se
puede experimentar, ya que deja a muchas víctimas atrapadas con la persona
abusadora y con múltiples heridas emocionales y mecanismos de defensa,
que como has visto conforman el Síndrome de la Víctima Narcisista.
Ya sea un abuso de padre/madre a su hijo, o de un adulto a su compañero o
pareja, el efecto es el mismo: el abuso narcisista puede dejar mucho más que
solo un daño emocional. El abuso narcisista puede llegar a dejar un daño
cerebral.
Según estudios recientes como “The Biological Effects of Childhood
Trauma” de Michael D. De Bellis, los neurocientíficos han descubierto que
el abuso narcisista a largo plazo puede llevar a un daño cerebral físico real.
Estos estudios confirman que el abuso narcisista, puede dejarnos huellas ya
no solo emocionales sino también biológicas.

Abuso narcisista a largo plazo: efectos en el cerebro


Es de conocimiento común en estos días que un trauma emocional que se
refuerza durante un largo período de tiempo puede hacer que las víctimas
desarrollen tanto TEPT, trastorno post traumático, como otros trastornos
emocionales tales como disonancia cognitiva, distorsión cognitiva,
ansiedad,... el llamado Síndrome de la Víctima Narcisista.
Pero la angustia emocional y psicológica es solo una cara de la moneda que
las víctimas del abuso narcisista a largo plazo experimentan.
También existe un aspecto físico relacionado con el abuso que has sufrido:
cuando se sufre un abuso emocional constante, las víctimas
experimentan una reducción del hipocampo, una inflamación de la
amígdala, así como la inhibición del córtex prefrontal. Lo que lleva a
efectos devastadores en las víctimas que sufren este tipo de abusos.

Entendiendo el hipocampo
Hipocampo es la palabra griega para “caballito de mar”, y es la parte del
cerebro que está escondida dentro del lóbulo temporal.
Una de las funciones más importantes de las que es responsable el hipocampo
es nuestra memoria a corto plazo, que es el primer paso para el aprendizaje.
La información se almacena primero en la memoria a corto plazo antes de
que pueda convertirse en la memoria permanente.
Sin memoria a corto plazo, no puede haber aprendizaje. El hipocampo es
crucial para aprender y desarrollar recuerdos.
Y el daño al hipocampo es mucho más perturbador de lo que los científicos
pensaron inicialmente. En un estudio de la Universidad de Stanford y la
Universidad de Nueva Orleans liderado por Allan Reis, encontraron que
había una correlación directa entre los niveles altos de cortisol (una hormona
causada por el estrés) y la disminución del volumen en el hipocampo:
Mientras más estresadas estaban las personas, más pequeño se volvía su
hipocampo.
Un hipocampo más pequeño hace más vulnerable a una persona a los los
efectos nocivos del estrés, incluido el daño al hipocampo.

Entendiendo la amígdala
La amígdala se conoce como el cerebro reptil, porque controla nuestras
emociones y funciones primordiales, incluyendo la lujuria, el miedo, el odio,
así como la frecuencia cardíaca y la respiración.
Es donde las emociones negativas como la vergüenza, la culpa, el miedo y
la envidia cobran vida.
Las personas narcisistas mantienen a sus víctimas en un estado donde su
amígdala está constantemente en alerta. Eventualmente, estas víctimas caen
en un estado permanente de ansiedad o miedo, y la amígdala reacciona ante
los más mínimos signos de abuso.
Mucho después de que la víctima haya escapado de la relación destructiva,
continuará viviendo con síntomas de TEPT, trastorno de estrés post
traumático, aumento de fobias y ataques de pánico, debido a un
agrandamiento de la amígdala que se ha acostumbrado a vivir en un estado de
miedo e hipervigilancia.

Entendiendo el córtex prefrontal


Es el centro de nuestro funcionamiento ejecutivo, de la toma de decisiones y
de nuestro juicio.
El trauma hace que nuestro córtex prefrontal se inhiba lo que puede
afectar nuestra capacidad para regular nuestras respuestas emocionales,
así como planificar, enfocar y organizar.
El córtex prefrontal se trata de un área cerebral de gran tamaño con una gran
importancia a la hora de explicar el control conductual, la personalidad e
incluso las capacidades cognitivas. Estamos ante una de las áreas más
relevantes a la hora de poder adaptar nuestra conducta a las situaciones y
realizar operaciones cognitivas complejas.
Su inhibición (lo que ocurre al sufrir abusos) puede generar la pérdida de
expresión emocional (especialmente a nivel facial), déficit en el control de los
impulsos, desinhibición, cambios de personalidad, conducta antisocial,
hipersexualidad y hiperoralidad, fallos graves en planificación, capacidad de
juicio y aplazamiento de recompensas. También pensamiento aplanado,
enlentecido y con poca capacidad creativa.
Con un córtex frontal más pequeño nuestra capacidad de cómo enfrentarnos
ante una determinada situación empeora. (Este es uno de los hallazgos a los
que ha llegado un equipo de investigadores de la División de Neurociencias
de la Universidad Pablo de Olavide. En su estudio, portada del último
número de la revista The Journal of Neuroscience).

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Todo esto te puede resultar demasiado científico. Pero como víctima que he
sido, creo que necesitamos entender que nada ha sido culpa nuestra.
La química como has podido ver nos ha ‘enganchado” a la persona narcisista
y el abuso nos ha cambiado hasta la estructura de nuestro cerebro. Ante estos
factores cómo no te iba a costar alejarte de ella. Entender nos ayuda a saber
que no somos ni culpables ni bichos raros.
No has quedado atrapada en las garras de la narcisista por tu culpa, si no por
la química y además, el abuso ha modificado tu cerebro, lo que ha hecho que
tu capacidad de decisión y de regular las emociones disminuya.
Es por ello que el contacto cero por sí solo no cura a las víctimas, solo es un
paso para alejarse de la toxicidad. El cerebro queda dañado, y sin un trabajo
activo por parte de la víctima, la distancia y el tiempo por si solos no
“arreglan el cerebro”.
Así que por favor no te sientas mal. No eres un bicho raro, si no una persona
muy normal a la que le han hecho mucho daño más allá de heridas físicas y
emocionales.
Según el prestigioso autor de bestsellers, psicólogo e investigador Rick
Hanson, las personas y sobre todo los niños que han sufrido abusos tienen
una amígdala y un hipocampo más pequeños. El sr. Hanson nos confirma que
los efectos del abuso se pueden revertir aumentando los índices de serotonina
en nuestros cerebros.
Otro estudio que nos confirma el daño que el abuso emocional produce en
nuestros cerebros es el Psicobiólogo Dario Maestrepieri, que con sus estudios
con primates, confirmó que los primates maltratados por sus madres tenían
menores niveles de serotonina.

Cómo revertir los daños del cerebro después del abuso narcisista
La parte positiva es que estos daños se pueden revertir, no solo tus heridas
emocionales si no la química que te mantiene atado a ciertos sentimientos
como la baja estima. Nos lo confirma la NEUROPLASTICIDAD, que es la
capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de la
conducta y la experiencia.
Una vez que eres consciente de que la persona narcisista te hace daño, el
primer paso es poner distancia física de por medio, el contacto cero. No es
fácil, intervienen factores emocionales y químicos que se escapan a nuestro
raciocinio. (como has podido leer).
Así que por favor como vas a leer en el punto más adelante dedicado al
contacto cero, no te estreses, tómate tu tiempo y planealo. (un poco de
paciencia en seguida vas a leer cómo llevarlo a cabo).
Una vez en la distancia y superado el duelo, cuando aceptamos lo vivido y
todas las heridas que acarreamos, el síndrome de la víctima narcisista,
tenemos que trabajar por una reestructuración cognitiva que modifique la
química en nuestro cerebro.
A esto como verás es bueno apoyarlo con todo lo que contribuya a
mantenerte positivo y subir tu serotonina, adrenalina, …
Solo así podremos cambiar los efectos de la química en nuestro cerebro y
tener un cambio en nosotros que sea verdadero y duradero.

2.6 Por qué te cuesta dejar a tu madre narcisista: El


vínculo bioquímico
Aunque te parezca mentira es más difícil dejar una relación abusiva que una
sana porque nos volvemos adictos a las subidas y bajadas de una relación
destructiva. Incluso después de la separación, el estado emocional sube y baja
como cuando mantenías relación con tu madre narcisista. Es porque te has
convertido en adicta a estos cambios emocionales y la sanación para
encontrarte como persona es similar a la rehabilitación de una adicción a las
drogas.

¿Cuántas veces te has preguntado por qué no podías romper con tu


madre, sabiendo que te hacía daño?
Pero incluso una vez distanciada y establecido el contacto cero, te preguntas
por qué te mueres por volver con ella aún sabiendo como te trata.
Como has visto en el punto del vínculo traumático, estableces una relación
con tu madre desde que naces que es muy difícil de romper.
Según Shahida Arabi (graduada summa cum laude de la escuela de posgrado
de la Universidad de Columbia, donde estudió los efectos del bullying a lo
largo de la trayectoria del curso de la vida, y bestseller de libros como
“Cincuenta Sombras del Narcisismo”), “el rechazo y el afecto a menudo van
de la mano en una relación turbulenta. La narcisista te da constantes mensajes
confusos”.
La narcisista te da y te quita como has visto en la explicación del vínculo
traumático. Te mantiene en una montaña rusa de emociones, y su ocasional
afecto termina siendo como droga para tu cerebro. Vamos a verlo por partes
para que lo entiendas.
Si te preguntas por qué no te has ido antes de la relación, por qué no has
huido,... deja de culpabilizarte. Porque la respuesta no está en tu mente,
si no en los efectos de la química.

Empezaremos viendo los químicos y hormonas que forman parte


del apego con la persona narcisista, y que no tiene nada que ver con
sus propios méritos, sino con su comportamiento:
Dopamina: Las experiencias positivas con la narcisista como
comprarte cosas, atención exagerada, adulación y regalos. La
dopamina se ha activado en ti cada vez que tu madre te ha
premiado y mimado.
La dopamina es un neurotransmisor que controla el centro de placer
de nuestros cerebros y crea circuitos de recompensa, que luego
generan asociaciones automáticas en nuestro cerebro. La dopamina
hace que vincules a tu madre, creando circuitos de recompensa en ti.
Cada vez que tu te portas bien (como ella quiere) obtienes un premio.
No rompes la relación porque tu cerebro espera el premio para
obtener su dosis de dopamina.
La dopamina es el neurotransmisor responsable de la adicción a la
cocaína, y también el responsable de la adicción a las relaciones
peligrosas. De acuerdo con Harvard Health, tanto las drogas como
los recuerdos intensos y placenteros activan la dopamina y crean
circuitos de recompensa en el cerebro, que esencialmente le dicen al
cerebro que “vuelva a hacerlo”.
No es que no sepas que tu madre te hace daño, claro que lo sabes,
pero la química es más fuerte que tú.
La dopamina fluye más fácilmente en el cerebro cuando hay un
“refuerzo intermitente” en lugar de un programa consistente (el
afecto que recibes de la narcisista es intermitente, en una relación
“sana” es consistente, recuerda el vínculo traumático). Tú te quedas
esperando a recibir algo bueno. Te ha dejado “enganchado” a ella.
Dado que la dopamina también se libera cuando tenemos recuerdos
placenteros, soñar despierto y recordar constantemente momentos
buenos con tu madre, la libera.
La ciencia debe servir para que empieces a dejar de culpabilizarte.
Trátate con todo el amor que mereces porque quedarte atrapada en
una relación abusiva con tu madre no ha sido culpa tuya, sino de la
química, y tú poco podías hacer contra eso.

Oxitocina: Es la llamada hormona del “amor” y “el vínculo”.


Esta es la misma hormona que une a la madre y al niño al nacer.
Cortisol y adrenalina: La madre narcisista hace que con su
comportamiento de hoy te doy mucho y mañana nada, nuestros
niveles de cortisol y adrenalina (regulan nuestras reacciones ante
situaciones estresantes) se disparen.
Según Christopher Bergland, la oxitocina, la adrenalina y el cortisol
trabajan juntos para consolidar los recuerdos basados en el miedo.
La imprevisibilidad, el miedo y la ansiedad que se dan en una
relación con una persona narcisista liberan adrenalina, que tiene un
efecto antidepresivo. El miedo también libera dopamina, que
alimenta los circuitos de recompensa en nuestro cerebro, dejándonos
añorando esa descarga de adrenalina. El miedo y el placer se
entrelazan, a pesar de nuestros mejores esfuerzos para exponer y
desmantelar la aparente irracionalidad de nuestro comportamiento.
Esta es la razón por la cual tiendes a unirte más estrechamente a la
narcisista, por la montaña rusa de emociones en la que te hace vivir.
Las hormonas neurotransmisoras (cortisol, adrenalina, dopamina,..)
son las responsables y la razón por la que te has vinculado de manera
inadvertida con alguien que te ha lastimado. Es el ya visto “vínculo
traumático”.

Serotonina: Dado que la serotonina regula y estabiliza el estado


de ánimo, frenando el pensamiento obsesivo, puedes imaginarte
cómo niveles bajos de serotonina pueden hacer que tu capacidad
de juicio no sea la adecuada cuando te encuentras en una
relación con una madre narcisista.
La persona narcisista domina nuestro cerebro las veinticuatro horas con su
comportamiento impredecible. Por eso no has de extrañarte ni culpabilizarte
por haber desarrollado una compulsión irracional para mantenerte atado o por
querer volver con ella. Es la química.

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Ahora que sabes que la química ha sido más fuerte que tu raciocinio, no
desesperes porque haber vivido este tormento no significa que tu cerebro no
pueda ser reprogramado. Así lo confirma la neuroplasticidad, como verás en
la parte de tu sanación de este libro.
Lo importante es que entiendas que la potencia de la química es más fuerte
que tu raciocinio, y que por ella te has quedado en la relación con tu madre a
pesar de saber que no te trataba bien. No te culpes por “tener ganas de volver
con ella”. Es la adicción química la que te ata a tu narcisista, y no la puedes
superar de manera racional.
Por favor tranquila, porque en la parte de sanacion, te voy a ayudar a
modificar esa química en tu cerebro. ¡Se puede! La ciencia y tu cerebro
(neuroplasticidad) están a tu favor.
Lo importante es que empieces a respirar y liberar la culpabilidad que te ha
acompañado todo este tiempo. Con una menor carga es más fácil caminar
hacia tu sanación y propio encuentro.

CONCLUSIÓN DE LA PRIMERA PARTE DE “ACEPTACIÓN”


DEL MÉTODO RAN©
Ha sido intenso lo sé.
Tomar consciencia de lo que ha pasado en tu vida es el primer paso hacia la
búsqueda de tu propio ser.
En estas primeras partes de toma de conciencia, has soltado lágrimas, has
rememorado momentos de tu vida, te has quedado paralizada,.... Pero créeme,
es necesario reconocer el dolor y saber exactamente de dónde viene. Cómo
fue creado y el porqué lo creo tu madre en ti es un paso que tienes que dar si
realmente quieres curarte y encontrarte a ti misma.
Tu curación interna profunda y tu transformación personal solo la vas a
conseguir reconociendo el dolor y resistiendo esos impulsos de auto-
evitación, y en su lugar, lidiando directamente con ellos. Claro que duele.
Enfrentarse a la realidad, a todo lo que te ha hecho tu madre es doloroso. Pero
eres fuerte, y puedes con ello. Además qué son unas semanas o meses de
dolor, si el premio es tu absoluta libertad y el verdadero encuentro contigo
misma.
Antes de pasar a la siguiente fase, por favor vuelve sobre todo lo que has
escrito. Si has de añadir algo, hazlo. No te vengas abajo. Ha sido duro sacar
todo ese dolor. Pero eres muy fuerte. Recuerda por todo lo que has pasado y
aquí sigues, peleando por tu supervivencia.
La diferencia, es que esta vez, no solo luchas por tu supervivencia, si no por
tu dignidad, tu persona y todo tu poder.
Han sido quizá unos días o semanas intensos. Tómate tu tiempo ahora para
digerir todo lo que le has contado a tu diario. Necesitas estar fuerte, porque
en la siguiente parte todo se pone mejor. ¡Empiezas a curarte.!!!
Te espero en la segunda parte del Método RAN©, la de la aceptación, para
encaminarte al mejor regalo que nunca vas a tener: TU VERDADERO YO.
ACEPTACIÓN
3.Procesando la verdad
Es posible curarse del abuso de una madre tóxica. Todo comienza con la
decisión de que el legado de la vergüenza y el dolor vivido, no estén en el
nuevo camino que emprendes.
No puedes borrar tu pasado, no se trata de olvidar y hacer como que no ha
pasado nada. El paso del tiempo no te cura. Por mucho que te separes de tu
madre, si no enfrentas el dolor que te ha causado su abuso continuado,
suavizarás heridas, pero no las cerrarás.
Las heridas emocionales no cierran solas. Las secuelas complejas del abuso
emocional de tu madre te acompañarán donde vayas si no las curas y cierras.
Repetirás patrones de comportamiento que has aprendido para sobrevivir en
una familia disfuncional, en tu trabajo, en tu vida en pareja, con tus hijos....
Como has visto en la primera parte de este método estas repeticiones ocurren
de manera inconsciente. Por eso es tan importante que tomes consciencia de
todas tus heridas y rasgos narcisistas para poder curarte.
Ahora que entiendes los rasgos mentales de tu madre y cómo te han afectado,
es momento de descubrir quién eres y que reconozcas la fuerza que llevas
dentro. Tienes que descubrir tu verdadera identidad, quién eres de verdad.
Si has llegado hasta aquí, vapuleada y con miles de ataduras emocionales,
imagina cómo vas a caminar libre de todas esas cadenas.
¡Sí! puedes ser quien realmente quieres y anhelas ser. Puedes salir del
capullo en el que te ha mantenido tu madre. Puedes desintoxicarte de los
rasgos tóxicos. Solo necesitas querer, porque el poder para poder hacerlo
reside en ti.
Después de que termines con todo el proceso te vas a encontrar con tu
verdadero YO. Una persona más fuerte, más asertiva, e incluso más
compasiva que nunca.
El proceso no es rápido. Tienes que curarte de una dependencia a tu madre, y
eso no ocurre de un día para otro. Lo importante es que cada día vas a ir
mejorando y sintiéndote más fuerte. Descubrir tu verdadero yo te va a
encantar.
¡Ponte a ello!

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En “Más allá del principio del placer”, Freud (1920) señala la compulsión a la
repetición. Nos dice en su obra que de adultos, reproducimos las situaciones
dolorosas que ocasionaron nuestras heridas infantiles.
Desentrañar las causas de estos padecimientos y tender al necesario cambio
psíquico estructural es necesario para poder vivir una vida plena, en la que
nuestros traumas no nos devuelvan al pasado.
En la primera parte de este método has podido entender cómo es tu madre,
cómo ha actuado contigo y por qué. Pero lo más importante, has podido
identificar tus heridas.
Ten a mano tus notas. Esos escritos que has ido recopilando son tu dolor
acumulado durante quizá décadas. Has anotado cómo se comportaba tu
madre contigo, has rememorado días, momentos concretos en los que tu
madre te hizo sentir mal, muy pequeña. Has podido identificar una por una
cada cicatriz que su comportamiento te ha dejado.
Esto te ha causado un inmenso dolor. Mientras has ido escribiendo, cada
línea ha supuesto lágrimas. Déjame decirte que eso es bueno. El dolor tiene
que salir, no puedes dejarlo más dentro de ti y seguir somatizando para que tu
cuerpo enferme. Ahora te encuentras confundida, aturdida, no sabes qué
pensar. Es normal. No te sientas mal por ello. Tiene que ser así. Tienes un
corazoncito dentro que sufre.
Antes de que sigamos avanzando en tu proceso de cura necesito que sepas lo
siguiente: nada de lo ocurrido ha sido culpa tuya, si no de las miserias no
solucionadas de tu madre. Ella te ha utilizado a ti para cubrir su verdadero yo.
La ira que ha lanzado sobre ti ha sido para tapar su débil identidad. Y todo lo
ha podido hacer por tus valiosísimas cualidades:
Eres COMPASIVA, EMPÁTICA Y RESILIENTE.
En ningún momento de este camino olvides todo lo que vales. Te lo seguiré
recordando hasta que seas capaz de gritar al mundo tú sola lo que vales. Eres
una valiente que va a enfrentarse a sus fantasmas, a sus heridas y va a romper
el círculo del abuso que puede llevar generaciones en tu familia.
3.1 Procesa todos los sentimientos contradictorios
La verdad alivia pero es dura. Ver claramente que tu madre ha abusado de ti
es uno de los peores shocks que puedes recibir en tu vida.
Sabes que siempre has padecido sus abusos, pero lo habías tomado como algo
normal y parte de tu vida. Años de humillaciones han hecho que normalices
una situación que no es sana para ninguna persona, menos para un niño o un
adolescente. Te has acostumbrado a caminar con una piedra en un zapato, y
te parece que no te duele.
Tu madre te ha invalidado de tal manera que durante años no has
reaccionado. Y cómo hacerlo. Es tu madre. Es más fácil reaccionar contra un
amigo incluso una pareja que abusa de ti, pero a tu propia madre has
aprendido a temer.
Ella se ha encargado de que te sientas culpable por cada acción, hasta te ha
hecho sentirte culpable por respirar. Porque las personas tóxicas o narcisistas
saben que con el sentimiento de culpa te pueden paralizar. La culpa te ha
hecho prisionera .
Desde pequeña has aprendido que sólo puedes ser amada con condiciones. Si
te portabas bien, incluso tu madre podía llegar a ponerte buena cara. El amor
incondicional, es un concepto que no entra en la mente de ningún narcisista.
Ni tan siquiera en la de una madre narcisista.
No debes culparte más. Ahora sabes que la que ha estado en falta es tu madre.
Despertar a que lo que te ha hecho tu madre contigo, no es lo que una madre
debe hacer a sus hijos, es muy duro de digerir. Por ello es normal que te
sientas confundida y que tus sentimientos de ira hacia ella surjan. Pero
también es normal que sientas rabia hacia a ti por no haberte revelado antes,
por no haberlo impedido.
No te tortures, ella te ha educado para que reprimieras tus sentimientos y cada
vez que has intentado respirar ella te ha vuelto a ahogar.
Que tu confusión salga es bueno, es parte de todo el proceso de recuperarte a
ti misma. Si has de llorar hazlo. No eres la culpable de lo que te pasa. La
angustia no es debida a nada imaginario en tu mente. El dolor ha sido
causado por tu propia madre. Ver esto duele y confunde.
“Amurallar el propio sufrimiento, es arriesgarte a que te devore desde el
interior” Frida Khalo.
Así que por favor saca ese sufrimiento que has estado guardando y que tanto
te quema por dentro. Ya es hora que dejes de culparte por todo en esta vida, y
atribuyas la culpa a quien verdaderamente corresponde.
Con la primera parte de este método, has podido ver todo aquello que te ha
hecho tu madre, y lo que ha supuesto en tu vida. Has tomado consciencia de
cada cicatriz de tu alma.
Poner nombre a cada abuso y a cada herida, ha removido todo tu ser. Conocer
la verdad ha hecho que entres en un periodo de duelo, donde tus sentimientos
están a flor de piel, y te sientes dolida, culpable y confundida.
En esta etapa de asimilación de sentimientos vas a pasar por diferentes fases:
negación, ira, depresión y aceptación. No te sientas mal por pasar de una a
otra constantemente. Es normal.
Como te he dicho es el período de soltar el dolor. Si convives con tu pareja,
marido, hijos, es el momento de comunicarles que estás en proceso de
desintoxicación de tu madre. A quienes te quieren no les va a gustar verte
sufrir. Si les cuentas que estás trabajando en mejorar como persona y
encontrarte a ti misma, y que estás dolida por todo lo que ha hecho tu madre,
ellos te van a apoyar y entender.
Tienes que pensar que el dolor es un disparador de los rasgos narcisistas, y
sin tú quererlo puedes reaccionar mal con los que quieres. Lo que te puede
llevar a mayor dolor. Comparte tu proceso de cura con ellos, y vete
contándoles tus avances.
Vamos a ver ahora las etapas por las que puedes pasar por este momento de
duelo.

3.2. Etapas del duelo


3.2.1 Negación
Te has pasado toda la vida negando lo que te hacía tu madre. Intentando
aparentar que en tu casa todo era normal. Es normal que ahora también te
niegues a ti misma lo que te ha hecho tu madre. Que quieras seguir creyendo
que tú eres la culpable. Que has merecido cada humillación. Que tu madre no
ha sido tan mala. Al fin y al cabo te ha pagado los estudios, te ha
alimentado….
Cuando confirmas que tu madre es tóxica y no eres tú la que tiene un
problema, sientes un gran alivio. Pero a su vez no te lo quieres creer. Intentas
justificar sus actos contra ti.
Quieres rescatar cualquier migaja de amor que te haya dado. Intentas
convencerte de que tú has tenido parte de culpa (ella se ha encargado de que
aprendas a sentirte culpable casi hasta de respirar). No siempre has sido una
buena hija, te has merecido muchos de los castigos.
Para poder subsistir te has pasado la vida negando lo que tu madre te ha
hecho. Nunca lo has admitido delante de terceros, hubiera sido demasiado
doloroso mostrar la verdad de tu familia.
Pero también te has negado a ti misma que tu madre te estuviera maltratando,
te hubiera roto en pedazos. El dolor de admitir la realidad, una madre no
buena, hubiera sido desgarrador.
Tu madre te ha enseñado a ignorar tus sentimientos negativos y a que
cumplieras con sus expectativas. La negación a los abusos te ha mantenido
unida a ella.
En el momento que puedas admitirlos, no ocultarlos y poder hablar
abiertamente sobre ello, entonces estarás muy cerca de encontrar a tu yo de
verdad.
Sincerarte contigo misma, es doloroso, y hacerlo con los demás puede
todavía resultarte vergonzoso. Pero tienes que hacerlo para avanzar y librarte
de ese dolor que siempre llevas dentro de ti aunque lleves tiempo alejada de
tu madre.
Ahora que has podido ver los juegos emocionales de tu madre y lo que han
causado en ti, no es diferente. Leer y reconocer cada forma de abuso, y ver
que tus males son consecuencia de ellos, te tiene en estado de shock.
No te lo quieres creer. Asimilar y aceptar que tu madre ha abusado de ti y lo
ha hecho de manera consciente no es fácil. Duele. Negarlo es una forma de
protegerte, de no afrontar el dolor. Y es normal que niegues lo ocurrido,
¿quién quiere padecer dolor?. Necesitas tiempo para aceptar lo vivido.
Date tiempo, cuando te enfrentes a tus sentimientos, dejarás la negación a un
lado.
Para ayudarte en el camino de la aceptación, que veremos más tarde, lee de
nuevo tu diario, ese que te ha sacado tantas lágrimas, y recuerda lo que te ha
hecho tu madre y todas las heridas que te ha dejado. Es hora de huir de la
negación. Es hora de culpar a quien realmente es culpable y ver tus heridas
para poder sanarlas.
Al aceptar el abuso de tu madre, tus heridas y tus respuestas a ellas ,
cambiarás la herencia del amor materno deformado, no pasando más rasgos
tóxicos a tus hijos.(pararás la herencia tóxica.) Al enfrentarte a una reflexión
sincera sobre tus patrones vitales, acabarás encontrándote a ti misma,
descubriendo tu verdadero ser.

3.2.2 Ira
La ira es otra etapa normal en el duelo. Cuando ves lo que ha ocurrido toda tu
vida, y eres capaz de describir cada herida que tienes y cómo y porqué han
surgido, sientes rabia, ira, hacia tu madre pero también hacia ti.
Sientes ira hacia tu madre porque aunque ahora sepas porqué ha abusado de
ti, no te cabe en la cabeza por qué ella no paró el círculo del abuso al igual
que estás tú haciendo ahora. Por qué fue tan cobarde y siguió haciendo lo que
le hacían a ella hasta que la toxicidad quedó enquistada en su alma.
Por qué tu madre no luchó para escapar de las cadenas que le ataban y no se
le reblandeció el corazón cuando fue madre. Por qué fue tan cobarde de no
afrontar sus propias miserias y prefirió ocultarlas destrozándote a ti.
Sientes ira porque no has sido capaz de parar sus abusos, de haber salido
corriendo cuando aún eras una adolescente o más joven. Sientes ira hacia ti
porque crees que has desperdiciado tu vida quedándote tanto tiempo junto a
tu madre o sin pelear por encontrarte a ti misma.
Estás enfadada por haber desarrollado unos modelos de conducta aprendidos
para protegerte del dolor que te producían los abusos, y se han quedado ahí
como parte de tu vida. Has normalizado comportamientos que te cuesta
reconocer hasta después que te has hecho daño o tú has causado dolor.
Sientes ira hacia ti, por no saber cómo parar todo ese dolor que sientes.
Sientes ira por la frustración que sientes de no haber sido capaz de detener tu
“aprendizaje” de rasgos tóxicos que te han dejado incluso dolores físicos.
¿Y tu padre? Por qué él no hizo nada. Por qué no te protege. No sabía lo que
ocurría. Ahora mismo no sabes lo que sientes hacia él. Nuestro padre, es algo
que a las víctimas del abuso narcisista de una madre, nos deja mucho dolor.
Por eso dedicaré un capítulo a ello. Por ahora, expresa tu ira hacia todo
aquello que te produce dolor.
Es normal sentir ira, sentirse furiosa cuando comprendes que tus necesidades
emocionales no han sido satisfechas y por ello tu vida ha sido afectada de
manera adversa y grave.
La ira aparece ante la frustración de sentirte atascada en una situación de
dolor de la que crees no poder escapar. Deja que salga todas esa ira
acumulada durante tanto tiempo. Llora si has de hacerlo.
Tienes derecho, no hay nadie que ahora te impida expresar tus verdaderos
sentimientos. Tu madre ya no va a impedir más que sientas. Ahora date tú el
derecho a sentir y que esa ira salga de ti. Ya trabajaremos más adelante en
aprender a tener buenos sentimientos. Primero deja salir todo tu dolor.
Si estás trabajando en tu cura pero sigues viviendo con tu madre o teniendo
relación con ella, por favor, procura no sacar la ira con ella. Recuerda que
como viste en el “suplemento narcisista” eso es lo que ella busca, lo que le
alimenta.
No compartas en ningún momento con ella el proceso en el que te has
embarcado. Lo utilizará en tu contra y tratará primero de “aspirarte”
mostrándose buena para llevarte de vuelta bajo “sus alas” y si no lo consigue,
entonces comenzará la campaña de desprestigio hacia ti.
Utilizará el “acoso” como hemos visto en las técnicas de abuso para que los
demás cambien el modo en el que te ven y siendo la mala, quedes totalmente
aislada. En su lugar, escribe tus sentimientos de ira, sacalos pero sin
mostrarselos a ella, si no quedarás atrapada en su red.

3.2.3 Depresión
Sientes un gran agujero en tu interior, estás triste por ver quién es tu madre en
realidad.
Siempre has esperado que ella cambiara, o que todo fuera fruto de tu
imaginación. Pero ahora sabes que ese momento no va a llegar, y el abismo
en el que estás parece interminable.
Tienes momentos en los que te enfadas y no sabes como descargar tu ira.
Otros no quieres creer que sea verdad, que tu madre te haya causado tanto
dolor de manera consciente.
Después de haber leído sobre las manipulaciones de tu madre y haber
entendido las heridas que te ha dejado, de haber sido capaz de escribir sobre
ello, y plasmar tanto dolor en un papel, es normal que te sientas deprimida.
Recuerda que en un principio te he comentado que vas a pasar de una a otra
etapa del duelo. Hasta que llegues a la última etapa, la aceptación, un día
sentirás ira, y el otro estarás muy triste, sin ganas de hacer nada. Al siguiente
no te lo querrás creer. Es muy normal que pases de una etapa a otra. Es el
proceso de tomar consciencia, de aceptar lo que te ha ocurrido, no es fácil, es
muy doloroso.
Sientes que no puedes reaccionar, que estás bloqueada. Es normal. El dolor
hace eso. Pero déjalo salir, no lo reprimas más. Te sientes triste. Te preguntas
por qué te ha pasado a ti, no te lo merecías. El verte aislada, darte cuenta de
todo lo que no has hecho te pone triste.
Tranquila, no tienes por qué tener una depresión clínica. Lo más normal es
que sea una tristeza profunda, un llorar de tu alma. Déjala que llore, que
salgan sus sentimientos de dolor. Para que el amor entre, para que te quieras,
primero debes eliminar todo el dolor que sientes. Has de pasar por las etapas
del duelo para poder entrar en la más importante: la de tu sanación y
autoencuentro.

3.2.4 Aceptación
No te preocupes por cuánto tiempo te lleva aceptar lo que te ha hecho tu
madre. No hay normas para ello. Cada persona es diferente, no te pongas
tiempos.
Es doloroso reconocer que tu madre ha hecho que te sientas pequeña para
cubrir sus necesidades, y que las tuyas en ningún momento le hayan
importado. Es normal que no quieras sentir dolor y haya días que vivas en
negación. A nadie le gusta sentir dolor. Pero sin reconocer ese dolor no hay
cura.
Cuando aceptes lo que te hizo tu madre y no te culpes más, siendo capaz de
culpabilizar a quien debe ser culpada, tu madre, y puedas ver tus heridas,
entonces podrás comenzar el período de sanación.
Recuerda que el día en el que la CULPA se la atribuyas a tu madre y no a ti,
podrás empezar a sanar y posteriormente encontrarte a ti misma.
Debes también aceptar que tu madre no va a cambiar. Es duro. A pesar de
todo es tu madre. Ella te dio la vida, pero también te la ha estrangulado
muchas veces. Se trata de ella o tú. Como ella no va a cambiar, debes hacerlo
tú.
Le has dado muchas oportunidades en tu vida para que cambie. Has llorado
mucho, creyendo que tu madre había cambiado tras la muestra de un buen
gesto hacia ti. Sin embargo, nunca lo ha hecho. Ahora sabes, que una madre
tóxica solo se muestra “buena” para conseguir algo de ti. O porque te ve tan
mal que necesita alzarte, para cuando le venga bien pisotearte. El eterno
juego del yo-yo, del vínculo traumático.
No te mantengas ocupada para no afrontar la realidad. Tómate un tiempo a
solas, para sentir. Saca el dolor, que sabes te ha enfermado. Necesitas sacar el
dolor para dejar entrar al amor. No niegues tus sentimientos, no los escondas.
Date tiempo y espacio para llorar. No finjas más.
Cuando consigas aceptar que tu madre te ha abusado conscientemente, que
no va a cambiar, tus heridas y tus respuestas a ellas (esos rasgos tóxicos que
has usado para protegerte de la vergüenza de tu dolor), entonces conseguirás
parar la herencia del amor deformado materno.
Serás una héroe, más valiente que esas con capa, porque habrás conseguido
parar lo que generación tras generación se ha venido pasando hasta llegar de
tu madre a ti. ¿No te parece maravilloso poder parar ese círculo? ¡Puedes!!
Está en tus manos.
Cuando puedas reflexionar sobre tus comportamientos, sobre tus sentimientos
enterrados en lo profundo de ti, acabarás encontrándote a ti misma,
descubriendo tu verdadero ser.

EJERCICIO 35
Ten siempre cerca tu diario, ese cuaderno donde has ido apuntando las
características de tu madre, cómo te ha dañado y qué secuelas te ha dejado.
Repásalo cuantas veces haga falta. Es duro, pero has de hacerlo. No la
excuses más.
Leyendo y reconociendo lo que te ha hecho tu madre y sabiendo que de todo
ha sido consciente, llegará el día en el que puedas aceptar lo que te ha hecho.
Será un gran paso hacia tu cura. Pero sin reconocer el dolor, no puedes
trabajar en curarlo.
Tienes que saber qué padeces, para poder tratarlo. Abrir la herida para luego
curarla. Ahora estás abriendo heridas para que luego puedas sanarlas.
Si llevabas tiempo separada de tu madre, sigues teniendo pulgas, esos rasgos
tóxicos, esos momentos en el que usas la ira, la tristeza, …. para defenderte
de tu verdadero yo. Lo haces porque has querido cerrar las heridas sin
limpiarlas, y la infección siempre termina saliendo. Si no las curas, nunca
llegarás a conocerte realmente, a sacar todo ese poder que llevas dentro, que
es mucho.
Revisa tus notas.
Si todavía mantienes relación con tu madre, no la excuses más. Abre bien los
ojos y relee todo lo que te ha hecho, cómo te hace sentir. Lee de nuevo el
punto de la primera parte para entender que tu madre no va a cambiar. Eso
debería ayudarte a salir de la negación y aceptar la realidad. Duele, pero
siente el dolor, no lo escondas más. Déjalo que salga para que puedas
empezar a sanar.
Una vez más recuerda, que si has sobrevivido al maltrato durante años, y
sigues aquí peleando, puedes mover montañas. Solo tienes que ser capaz de
ver tu verdadero potencial y el primer paso es curar esas heridas que has
anotado en tu cuaderno.
Tómate el tiempo que necesites. No es un ejercicio fácil pero muy necesario
para que te limpies del dolor que tienes y puedas pasar a la siguiente etapa.
Se sincera contigo misma. Esto no se hace en dos días. Mientras no saques
todo el dolor que llevas dentro no vas a poder encontrarte a ti misma y dar lo
mejor de ti.
Por favor, insisto, haz este ejercicio, repasando punto por punto cada secuela
y cada práctica abusiva de tu madre tóxica. Relee tus notas y añade todo lo
nuevo que te venga a la memoria y todo lo que sientas. Anota en un costado
de tu bloc tus sentimientos. Qué sientes cuando rememoras la tortura.
Saca eso que te quema, deja aflorar tus sentimientos, nadie los reprime ahora
excepto tú. Si no esos fantasmas, esos pensamientos que te mantienen en la
oscuridad, te seguirán acompañando toda tu vida.
Nietzsche dijo “ Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo mira
dentro de ti”.
Sal de la oscuridad, saca todo ese dolor, eso oscuro de ti para que la luz entre
en tu vida.
Esta etapa del duelo no tiene una duración predeterminada. Recuerda que vas
a pasar de la negación, a la ira, a la depresión, a la aceptación, y volver a la
negación. Hasta que por fin como se dice en la tierra que nací, eches un
órdago (ir a por todas) en tu vida y definitivamente aceptes lo que tu madre te
ha hecho y todas tus heridas.
No te quedes solo con ver lo que tu madre te ha hecho. Por favor ve bien y
entiende tus heridas. Es lo más importante. Ver la culpabilidad de tu madre es
más fácil. Es el camino más sencillo en la vida, echar la culpa a los demás
(por supuesto que la tiene y tienes que hacerla responsable de tus heridas).
Pero lo más difícil es asumir nuestra parte, asumir el dolor que llevamos
arrastras. Si solo te quedas en ver lo que te hizo tu madre, la ira volverá a ti
cada cierto tiempo, y no es buena compañera de viaje. Te puede llevar de
nuevo a reabrir heridas.
Así que insisto, ve tus heridas, miralas, analizálas, llora por ellas. Saca el
dolor. Enseguida empezamos a trabajar en curarlas.
Eres una valiente, una superviviente.

3.3 Duelo con tu padre


Creo que es uno de los mayores dolores que puedes tener. En estos momentos
no sabes que sientes por él. Has entendido en la primera parte que tu madre lo
ha manipulado, pero eso no es suficiente para calmar tu dolor.
Sientes que tu padre es bueno, nunca te ha hecho daño pero sientes rabia y
mucho dolor porque nunca ha hecho nada por parar a tu madre. No sabes si
no lo ha visto, o no ha querido verlo.
Si tu relación con tu padre ha sido buena es normal que te duela. Es el único
que te ha dado amor en casa, pero eso no ha sido suficiente.
Vamos a ver cómo son estos padres permisivos o facilitadores de los abusos.
3.4 Cómo es el padre permisivo
El padre habilitador o permisivo también tiene una personalidad desordenada
y, de hecho, es un abusador secundario, porque mantiene a sus hijos en una
cámara de tortura sin dejarles salir.
El hecho de que el padre no apoye al niño cuando necesita desesperadamente
ser liberado de la situación que vive con la madre narcisista, sugiere que las
necesidades del padre permisivo significan más para él que las necesidades
del niño.
Lo que ocurre es que el padre permisivo, es el progenitor más amable. Es el
que en la familia disfuncional ha dado muestras de ternura a los hijos y
parecía sinceramente valorarlos.
Sin embargo, no los protege al decidir permanecer en la situación tóxica, no
apartándose de la madre narcisista. Este padre es la razón por la cual el niño
no es destruido del todo por el narcisista. Sus muestras de amor ayudan a
subsistir al hijo chivo expiatorio.
El padre permisivo, trata de mantener contenta a la madre tóxica, y en ese
intento facilita los abusos de esta e incluso espera que los hijos “obedezcan” a
la madre para que ésta no saque su ira. Con esta actitud perpetúa el abuso.
El habilitador, el padre, a menudo se siente dependiente de la narcisista,
aislado en su abuso. No debemos olvidar que en este tipo de familia
disfuncional, el padre también ha sido increíblemente dañado mentalmente,
manipulado y ha sufrido un lavado de cerebro por parte de su mujer tóxica.
Estos padres están atrapados en el vórtice con el narcisista y sus hijos. A
veces simplemente se apagan. Se desconectan de la realidad para no sufrir
apoyando así el abuso a los hijos.
Permiten que ocurra un horrible abuso emocional y se convierten en un mono
volador[4] para la madre tóxica. Más adelante en la vida, cuando los hijos se
dan cuenta de que han sido víctimas de abuso familiar, tratan de hacerles
volver a la familia y perdonen a sus madres.
3.4.1 El Padre Permisivo es la víctima perfecta para el narcisista
La madre tóxica sabe muy bien a quien escoge como pareja. Estos hombres
suelen ser tranquilos, tener mucha empatía, y un carácter muy dócil. También
carecen de confianza, no escuchan sus instintos y no creen en sí mismos.
Una vez que has entendido el “papel” de tu padre en la familia disfuncional,
tienes que trabajar en tus sentimientos hacia él. Debes de entender que él fue
atrapado por tu madre. Ella “agarró” un hombre bueno y lo acomodó a sus
necesidades lo mismo que ha hecho contigo. Tu padre no fue capaz de
romper con ella quizá porque la familia era lo fundamental para él, o porque
no fue lo suficientemente fuerte para hacerlo.
Para tu sanación, entiéndele y perdónale. Para ello por favor recupera tu
cuaderno. Cuéntale cómo es tu padre, esas cosas bonitas que has vivido con
él. Siente amor rememorando esos momentos.Y también cuéntale a tu
cuaderno cómo te sientes ahora que tu padre no hace nada por ti.
Saca ese sentimiento de amor hacia él, pero saca también ese dolor. Es
normal que lo sientas. Eres su niña, y no ha peleado lo suficiente por ti. Has
de entender que él no ha sido tan fuerte como tú. No ha sido capaz de luchar
contra el haber sido “abducido” por tu madre.
Has de pasar por las diferentes etapas del duelo con tus sentimientos hacia tu
padre, desde la negación (el no es malo) hasta la aceptación de que es una
persona que ha permitido tus abusos por sus propias heridas emocionales.

3.5. Contacto Cero


Una vez que aceptas que tu madre te ha hecho daño y que ello te ha dejado
heridas y rasgos narcisistas, el siguiente paso es alejarte de su toxicidad.
Apartarte de tu madre físicamente.
En estos momentos que has sacado tu dolor, tu cerebro se ha aliviado. Ya no
estás tan en tensión, te sientes más fuerte y segura. Es el momento de
comenzar a planear tu contacto cero.
Vamos a ver primero en qué consiste. El no contacto o contacto cero, es un
método para proteger a las personas de las relaciones abusivas.
No pretende ser un castigo o la implementación de un tratamiento silencioso
hacia tu abusadora. No contacto no es coerción ni revancha. Tampoco se basa
en el pensamiento ilusorio de que tu madre se arrepienta de sus abusos o se
vuelva más cariñosa. Y tan poco es una cura, pero sí un paso hacia ella.
El contacto cero se basa en el alejamiento de la persona tóxica que nos ha
causado dolor de manera reiterada y consciente para poder restablecer el
equilibrio y detener la escalada de abuso.
El no contacto se inicia para poder romper el vínculo traumático con tu
madre. La dependencia que tienes con tu madre es mucho más fácil de
romper si te alejas de ella, primero de manera física, y mantienes contacto
cero con ella.
Aunque recuerda, el contacto cero, sirve para parar de recibir abusos. Para
que tú te sientas bien y curada de las heridas, tendrás que seguir trabajando en
ti, como verás en la tercera parte de este método.
Si eres de las que llevas tiempo separada de tu madre, habrás podido
experimentar, que sigues arrastrando viejas heridas. Que no estás
desintoxicada, y que la competencia de repetición (según la cual los
individuos son conducidos inconscientemente a “reconstruir” las experiencias
traumáticas pasadas en un intento de “dominarse” sobre ellas) defendida por
Freud, sigue en ti. De manera inconsciente, no sabes cómo hay días que te
sientes tan mal como cuando tu madre estaba abusando de ti.
Por desgracia ni el tiempo ni la distancia curan las heridas emocionales,
y tú lo has experimentado. El contacto cero te da el espacio y el tiempo para
recuperar la energía en tu vida. Puede ser desafiante al principio, ya que es
posible que tengas que resistir el impulso de contestar el teléfono cuando tu
madre te llame, o caigas en sus trampas para intentar aspirarte de vuelta
(hoovering).
Es normal que te sientas culpable por irte y dejar a tu madre. Piensa que estás
cruzando tu zona de confort, y aunque era una zona que te produce dolor has
vivido en ella mucho tiempo, y salir de ese área, aunque te produzca alivio,
también te produce miedo.La decisión de iniciar “NO contacto” es una
decisión para tu salud y cordura. Es el primer paso hacia tu libertad, hacia tu
propio encuentro como persona. Cuando esto ocurra, podrás empezar a tomar
las riendas de tu vida, y descubrir quién eres realmente. Descubrirás todo tu
poder.
Pero no te estreses, no te marques tiempos. No todas las situaciones son
iguales y no a todas nos lleva el mismo tiempo estar preparadas para salir de
esa “zona de confort” en la que siempre has vivido.
Cuesta dejar atrás lo único que has tenido. Si por la razón que sea en este
momento no puedes llevar a cabo el contacto cero te propongo leas sobre el
método de la piedra gris a continuación. Si estás preparada y dispuesta a
hacerlo sigue leyendo las recomendaciones para llevarlo a cabo.

3.5.1 Reglas para llevar adelante el CONTACTO CERO


El contacto cero, se trata de una disciplina ya que requiere diligencia,
compromiso y enfoque. Antes de llevarlo a cabo debes planearlo. Recuerda
que tu madre te conoce muy bien. Te verá diferente y utilizará su lado bueno
para sacarte información.
Por nada del mundo le cuentes tus planes. No caigas en la tentación. Has de
ser consciente que en esta etapa ella va a intentar aspirarte como hemos visto
en el “hoovering”, mantenerte con ella, en la jaula.
Una vez que has decidido alejarte de tu madre te recomiendo apliques las
siguientes reglas para llevar a cabo el contacto cero y poder iniciar tu propio
empoderamiento:

Planifícalo: Es la regla número uno si quieres que salga bien.


Antes de cortar cualquier relación con tu madre debes planear
cómo lo vas a hacer. Sabes que ella es una “bruja” te conoce
demasiado bien.
No dejes que esta vez se te anticipe y sepa tus pensamientos ni tus
movimientos. Por primera vez en tu vida usa las armas que has visto
ella ha utilizado tan bien: se astuta, di lo contrario de lo que piensas y
vas a hacer. Mantenla contenta y no permitas que “lea” tus
pensamientos.
Prepárate para ver su verdadero yo: la gran herida que le va a
causar perder su suplemento narcisista sacará toda su ira.
Una vez que cortas el contacto:

NO mires atrás. Has tomado la decisión adecuada. Se trata de tú


o ella. Ya es hora de ponerte TU por delante de sus
requerimientos.
NO hables con ella no importa lo que suceda.
NO le escuches diga lo que diga.
NO vuelvas a su casa. Si estás viviendo con ella, debes de
preparar tu contacto cero de antemano, para una vez que te vayas
no volver bajo ninguna excusa. Haz una lista de todas tus cosas
para no tener que volver a su domicilio a buscar nada que
necesites.
NO contestes sus llamadas, si cambias el número de teléfono es
mejor, así es más fácil de evitar la tentación.
NO permitas que te llegue información sobre ella a través de
terceros. Si descubres que algún hermano tuyo, prima, o amigo
te da noticias sobre ella, piensa que del mismo modo estarán
tratando de obtener información sobre ti, para pasarla a tu madre.
Considera que puede que tengas que tener contacto cero con
estos “monos voladores[5]”. Piensa que estas personas son
propiciadoras de sus abusos.
NO mantengas contacto con nadie que sospeches no te es
totalmente fiel y puede ir a tu madre con tus cosas..
NO le hables aunque te la encuentres en público. Trata de
evitarla, pero si te encuentras con ella de manera casual o en
algún evento, trata de no dirigirte a ella, o simplemente dile que
te deje y respete tu decisión de no querer saber nada con ella.
NO reacciones, o no le muestres tus sentimientos, cuando haga
algo que te moleste. Este punto es fundamental. No le des más
la droga que necesita. Aunque estés muerta de miedo, te sientas
culpable, tengas dolor y rabia, no le muestres tus verdaderos
sentimientos.. Ahora sabes que es lo que ella quiere de ti. Pase lo
que pase a partir del contacto cero, eres una piedra. Que nunca
más vea tus heridas y se regocije de ellas. No permitas ese “no
puedes hacer nada sola, donde vas a ir sin mi”,.... La única
respuesta a eso es, MUY LEJOS. VOY A LLEGAR MUY
LEJOS.

El contacto cero va a sacar la peor ira de tu madre


Debes de saber que el no contacto va a sacar su ira. Si te vas de su control, si
no puede tenerte para humillarte y gritarte cuando ella se siente mal, te va a
hacer llegar la furia de alguna manera. No esperes que no reaccione.
No te olvides, como hemos visto en las técnicas que usan las madres tóxicas
para abusar de ti que tratará de vengarse y cambiar el modo en los que los
demás te ven. No tener ya más el control sobre ti no lo soporta, necesita más
suplemento narcisista, por eso desatará una fuerte ira y tratará de aplastarte
como sea.
Tienes que estar preparada y fuerte para esto. Por eso es mejor que te tomes
tu tiempo, lo planees, porque el día que cortes, no debes mirar atrás.
CONTACTO CERO significa NO CONTACTO. Nada, zero.
Te ha hecho daño toda su vida, tienes derecho a protegerte a ti y a tu familia
de ella. El pasado queda atrás, ahora es tiempo de que tú tomes la riendas de
tu vida.

3.5.2 No te sientas mal por recaer


No creas que escapar de la relación de dependencia con tu madre y poner en
práctica el Contacto Cero, es una cosa que ocurre de un día para otro. Como
con cualquier otra dependencia, necesitas ser paciente y tomarte tu tiempo.
Recaerás, ignorarás la regla del contacto cero. Sin embargo, habrás dado un
paso adelante, no para atrás.
Aunque te parezca en ese momento que retrocedes, no lo habrás hecho,
porque te será más fácil volver a empezar a separarte de ella la siguiente.
Cada vez que te separes, tu dependencia será menor. Si recaes, avanzas más
rápido hacia tu libertad, porque ya eres consciente de todas sus tácticas de
manipulación y del dolor que te causan.
Has de ser consciente que en las primeras etapas de contacto cero nos da
amnesia perversa, olvidamos lo malo, y nuestras defensas caen.

Amnesia Perversa
Es un mecanismo de supervivencia del cerebro que tiende a recordar
exclusivamente las cosas buenas de una relación. A su vez, tu cerebro elude
el castigo, abuso y sufrimiento recibido. Tu cerebro busca preservarte de los
flashbacks de los castigos y tiende a recordarte únicamente los momentos
buenos. Esto es, esas migajas de amor que te dió tu madre y que son las que
han creado el vínculo traumático, (tu unión) con ella.
Para que los malos momentos no se borren de tu cerebro impidiéndote salir
del vínculo con tu madre, es importante que releas tu bloc de notas. Repasa
cada punto. Aunque te duela por favor repasa cada abuso y lo que suponen
para ti. Tener presente lo que te ha hecho tu madre, te va a ayudar a no negar
lo malo y a dejar de justificarle para que irse para nunca más volver sea más
fácil.
Nunca te sientas mal por caer ante sus técnicas para recuperarte, no te
maltrates. Es normal volver a caer, no te castigues por ello. Es muy normal la
mezcla de sentimientos que tienes. Al fin y al cabo es tu madre, no es fácil
dar el paso. Pero por favor no te maltrates, todos tus sentimientos son
normales.
Todo el que es emocionalmente dependiente tropieza con el mismo escollo
una y otra vez. Hasta que los momentos de claridad que van en aumento.
Cuando llegue el momento, después de luchar contra tus propios demonios,
abrirás los ojos del todo y podrás dar el paso definitivo de separarte
físicamente de tu madre.
La “independencia emocional” es un proceso que lleva su tiempo. Han sido
muchos años “enganchada al abuso”. Por ahora pon distancia física, en tu
sanación trabajarás después.
En la tercera parte del Método RAN©, vas a llegar a tu sanación, a la
independencia emocional. A desintoxicarte de todos esos rasgos tóxicos. Pero
has de pasar por diferentes etapas. No te las quieras saltar. Sé que quieres
estar liberada de todas tus heridas ya, pero es importante que vayas paso a
paso.
3.6 Libérate de las expectativas de la sociedad
Si decides poner distancia con tu madre y tener relación cero, tienes que estar
preparada para las miradas de desaprobación de muchas personas. La verdad
es que no tienen ni idea de lo que pasa dentro de tu casa ni cómo es tu madre
en realidad, con lo que no tendrían derecho a juzgar, pero lo harán.
Mi consejo es que no dejes cortafuegos abiertos. Corta la relación con
cualquier persona con la que tu madre tenga relación, y ten cuidado porque
puede que haya alguna en la que creas que puedes confiar, que te pueda dar la
espalda.
La solución para que la toxicidad de tu madre no te siga llegando es cortar
con todos los que te rodean ahora. Es emigrar a un mundo desconocido. No
tiene que ser a otro país, pero si debes empezar en un entorno nuevo, y esto
no solo me refiero a un lugar nuevo, si no a personas nuevas que no te vengan
con noticias de tu madre que te puedan hundir o hacer sentir mal.
Si tu madre encuentra alguna persona a la que manipular para llegar a ti, ten
por seguro que lo hará. Conseguirá que te lleguen mensajes para recordarte
que te sigue controlando.
Debes primero cortar la posibilidad de cualquier mono volador, y ser fuerte
para que lo que opinen los demás sobre ti al dejar a tu madre no te afecte. NO
dejes que nadie más te juzgue. Solo tú sabes cómo te sientes, no te culpes por
salir de sus vidas. Lo estas haciendo por tu salud.
El amor de una madre no debería doler, así que por favor no te sientas mal.
Adelante, mereces encontrarte a ti misma. Los que decidan no apoyarte y
juzgar tu decisión, no son merecedores de ti.
3.7 Método de la Piedra Gris
Para escapar del control de un abusador narcisista, aunque este sea tu madre,
la mejor solución es cortar la relación, el Contacto Cero. NO relacionándote
con tu agresora consigues que ésta deje de provocarte mayores heridas y te
siga manipulando.
El “contacto cero” es propuesto por muchos especialistas en el tema como
única manera de romper con el abuso narcisista. Pero cuando la abusadora es
tu madre, no siempre puedes llevarlo a la práctica. No debes sentirte culpable
por no hacerlo.
No siempre se está preparada para mantener un CONTACTO CERO con tu
progenitora. A veces porque no te lo puedes permitir económicamente, o
simplemente porque no es el momento adecuado para ti.
Para dar ese paso tan grande hay que estar mentalmente muy preparada.
Saber que tu madre es la culpable de tus males es un alivio, pero por un
tiempo el conocimiento causa un dolor aún mayor en ti. Es necesario pasar un
duelo para estar fuerte y preparada para alejarte de tu madre. Además
también está el sentimiento de culpa por querer dejarla. Al fin y al cabo es tu
madre.

Método de la Piedra Gris


Está bien no romper del todo el vínculo con tu madre. No debes sentirte
culpable por no alejarte de ella pese a saber que te hace daño. Ya llegará tu
momento. Ahora ya sabes de sus juegos mentales.
Sin embargo, si debes protegerte para que no te siga rompiendo
emocionalmente. Para ello el método que te propongo es el conocido como “
método de la piedra gris”. Este término fue usado por primera vez en 2012
en un post por la blogger Skylar (apodo que usa para que su abusador no la
encuentre).
El “método de la piedra gris” consiste, básicamente, en abstenerse de
cualquier reacción de tipo emocional que pueda servirle al manipulador de
suplemento narcisista.
Sabemos que, en todas sus interacciones, el objetivo central de los narcisistas
es extraer combustible de sus fuentes de suministro, tus reacciones. Esto es lo
que buscan incansablemente y la razón de ser de todo lo que hacen.
Cualquier forma de atención que le prestes, a tu madre le sirve de
combustible que alimenta su ego. Tus respuestas emocionales, ya sea en
forma de palabras o de gestos, positivos o negativos, la alimentan. Provocar
tus reacciones es la motivación que subyace detrás de sus maltratos y
manipulaciones.

3.7.1 Pasos para aplicar el método de la piedra gris


En la primera parte del Método RAN© has podido ver que lo que busca tu
madre en ti es el suplemento narcisista, y que si no lo obtiene desata su ira.
En definitiva lo que tienes que hacer es dejar de ser su suministro no
reaccionando a sus abusos.
Lo primero es ser muy consciente del juego que se trae tu madre entre manos.
Ya que el método de la piedra gris consiste en ganarle la batalla de una
manera muy pacífica. Se trata de invitarle a que desista de ti, simplemente no
dándole lo que quiere.
Cuando sabes lo que quiere, si se lo das vuelve, pero si dejas de darle tus
reacciones irá a buscar su suplemento narcisista a otra parte. Es cuestión de
observar muy bien a tu madre, lo mismo que ha hecho ella contigo,
devolverle su moneda sin que se de cuenta (no son muy inteligentes aunque
lo quieran hacer creer).
Para poder evitar el control que tu madre tiene hacia ti debes seguir los
siguientes pasos:

Dar un paso atrás y actuar como una mera observadora. Observa


como actúa, cuándo y cómo ella “te ataca”

No responder a sus ataques. Para ello, aprende a respirar hondo


cuando ella trata de atacarte. Te prometo que si no le contestas
como ella espera, esto le va a descolocar y si lo haces de manera
continuada, tendrá que buscarse otra víctima. Porque las
vampiros emocionales, necesitan de su “sangre emocional” para
sobrevivir.
Ella, como todos los psicópatas es adicta al drama, y espera de tí que
reacciones. Que seas la mala hija, que le grites, le cierres la puerta en las
narices,... Si no reaccionas como lo has hecho hasta ahora en tu vida con ella,
no sólo va a estar perdida, si no que no va a encontrar el suplemento
narcisista que necesita.
Convirtiéndote en una roca, un ser inerte, le ganarás la batalla. La
vampiro emocional con la que vives, no podrá chupar más tu sangre.
Es cuestión de práctica. Como todo en la vida, la primera vez no lo
conseguirás pero si cuentas hasta diez cada vez que vas a reaccionar,
terminarás siendo una roca que no siente.
Te vas a dar cuenta que si tú no reaccionas, la que pasa a tener el control eres
tú y la que termina poniéndose en evidencia con una ira desmedida, es tu
madre.
Cuando consigues dominar el arte de la piedra gris, el no alterarte ante
cualquier humillación de tu madre, empiezas a ver la vida de otra manera. Te
conviertes en observadora y empiezas a reconocer las debilidades de tu
madre. Comienzas a ver que no es la persona fuerte que creías y tu miedo
hacia ella se diluye.
Pero por favor, considera que el método de la piedra gris no es un método a
largo plazo, ya que tu madre te va a seguir viendo como su potencial
suplemento (ya lo has sido y está segura de que puedes seguir siéndolo). Si
no le validas como ella necesita puede desatar una ira aún más fuerte. Así que
utiliza el método solo para ganar tiempo y preparar el contacto cero.

3.8. Contacto cero emocional


Separarte de tu madre te va a suponer una gran bocanada de aire en tu vida.
Vas a disfrutar de tu propio espacio sin que ella te limite. Vas a encontrarte
mejor. Mucho dolor ha salido de ti. Pero eso no significa que estés curada.
Tus heridas y sobre todo tus rasgos narcisistas te acompañan.
Puede que seas de las que te crees curada porque llevas tiempo sin tener
contacto con tu madre. Te sientes con más fuerza y mejor autoestima. Sin
embargo sigues sin entender porqué a veces te sientes mal, el pecho te
oprime, tu ira sale de manera inconsciente, sigues teniendo un vacío, y tu
tristeza habita contigo más que la alegría. Todavía sientes resentimiento hacia
tu madre.
Para que tus rasgos tóxicos o pulgas desaparezcan primero debes curarte.
Tomar distancia y el tiempo suavizan las heridas, pero no borran todos esos
rasgos adquiridos durante años de maltrato.
En la cura de una dependencia emocional “el tiempo lo cura todo” no sirve.
El tiempo hace que el dolor se disuelva, quede empañado en una neblina,
pero si tu alma no se cura no vas a poder encontrarte y descubrir todo tu
poder.
Lo de contacto cero emocional simplemente es un término que utlizo para
que comprendas que el contacto cero físico solo no basta. Tienes que seguir
caminando, para poder cerrar tus heridas después de curarlas, tienes que
llegar a no tener resentimiento y a que tu energía esté al cien por cien y no
sientas que la vida te pesa y todo requiere esfuerzo.
Has conseguido superar la etapa de contacto cero y te sientes mejor. Pero
recuerda que aunque tu madre no esté en tu vida, tú te sigues llevando a ti
misma donde quiera que vayas.
Y siempre va a haber alguna situación en tu vida que haga de disparador de
tus rasgos tóxicos y tus heridas. Sin saber cómo la tristeza, la inseguridad,...
parecen ser tus compañeras de viaje y te resignas a ello, ya que estás mejor
que cuando mantenías relación con tu madre.
Vale ya de culpabilzarte por todo lo que sientes. Tu autocrítica, tus actitudes
limitantes, la indecisión, el sentimiento de culpa, el miedo constante y ese
monólogo reiterativo donde no hay ni un gramo de amor propio, contribuyen
a que sigas descalificándote. Te sigues destruyendo. A pesar de que tu madre
no esté más en tu vida tu diálogo interno es tu peor enemigo. Tienes que
enfrentarte a ti misma, analizarte y ver que SI eres buena.
Deja de escaparte de la realidad, no enfrentando lo que verdaderamente te
causa dolor. Disociarte de la realidad, te ha hecho subsistir y que esas huellas
no te duelan tanto. Te has acostumbrado a vivir en el umbral del dolor, tanto
que se ha convertido en tu zona de confort.
Tienes que salir de esa zona que te resulta cómoda aunque te duela.Tienes
que dar un paso más. ¿Has luchado tanto para no ver la luz? ¿Para quedarte a
medias? Eres una peleona. Sigue peleando un poco más y disfruta de que
quien eres realmente.
Conoce la paz y la felicidad. No vivas ni un solo día más en esa oscuridad de
la angustia. Hay luz. Vas a conseguir por fin liberarte de todas las heridas.
Será un camino duro porque tienes que sacar todo el dolor que llevas
guardado en tu cuerpo y alma toda tu vida. Pero merece la pena. Eres fuerte,
lucha un cacho más.
De ahora en adelante vas a circular por un camino doloroso. Vas a abrir tus
heridas para verdaderamente curarlas.No tienes porque seguir. Salir del “yo”
que conoces” requiere un gran esfuerzo y genera dolor. Lo entiendo, el dolor
no es la mejor sensación que se puede tener. Pero mi consejo es que sigas.
Has llegado hasta aquí, has sufrido lo insufrible. Permítete unas lágrimas más
para descubrir quién eres de verdad. Toma las riendas de tu vida. Te aseguro
que tu salud en general mejorará con ello.
Te vas a sorprender quien está al otro lado del miedo y del dolor.
MODIFICAR
4. Sanar
En estas primeras partes del método donde has hecho consciente lo
inconsciente, y has aceptado lo vivido, has trabajado mucho en tu persona.
Has realizado una labor increíble sacando todo ese dolor y conociéndote.
¡Eres una valiente!
No todo el mundo es capaz de afrontar su dolor. Es más fácil esconderlo y
seguir subsistiendo. Hace falta mucha fuerza de voluntad y mucho coraje
para hacer lo que estás haciendo.
Sigue un poco más porque estás muy cerca de eliminar de tu cuerpo todas
esas heridas que llevas años acarreando (los síntomas que has visto dentro del
Síndrome de la Víctima Narcisista).
Una vez que te separas de tu madre, tienes que entender que tienes que
confrontar a tu YO que conoces y a todas las heridas del pasado: tu tristeza,
desesperanza, angustia,.... y sensación de vacío existencial. El contacto cero
solo es un paso para alejarte de la toxicidad, pero no te cura. Tus heridas no
las cura ni la distancia ni el tiempo.
Para sobrevivir has desconectado de tus propios sentimientos y permaneces
atrapada, deprimida y sin esperanza. No sabes cómo pensar y sentir por ti
misma porque tu madre siempre lo ha hecho por ti y ahora lo hacen los
fantasmas que repiten lo que ella decía en tu cabeza. Tienes que entrar en
contacto con tus sentimientos y ésto es un esfuerzo aterrador.
Debes de ser la protagonista de tu propia salida del problema, tienes que
encontrar tu vida sabiendo que eres tú, y nadie más, la que tiene que pelear
por salir del profundo agujero en el que te encuentras.
Lo que has visto en la primera parte de este método, cómo es tu madre y las
heridas que te ha dejado, es muy doloroso. Cada vez que has identificado un
comportamiento de tu madre, has llorado. Cada línea te ha hecho ver las
heridas que tienes. Ser consciente del dolor te ha vuelto a romper por dentro.
Porque no entiendes todavía cómo una madre puede hacer algo semejante a
sus hijos.
Enfrentarse a la realidad duele. Pero si no lo haces no vas a curarte del todo.
Por mucho que pongas distancia física con tu madre, tú te sigues llevando a ti
misma donde quieras que vayas, y las heridas adormecidas siempre
despiertan en algún momento. Aunque en apariencia estés mejor, porque el
tiempo y la distancia suavizan el dolor, siempre va a haber situaciones que
actúen de disparador de tus pulgas o rasgos tóxicos y de tus heridas.
Por eso en esta parte vamos a empezar a trabajar en tus secuelas, para que
vayas fortaleciéndote. Si no las sanas no podrás eliminar esas defensas
mentales que has creado para protegerte de ellas.
Las heridas que te ha dejado tu madre son tan fuertes, que tu dolor emocional
se ha vuelto insoportable. Ahora que sabes de ellas y de tus rasgos tóxicos,
tienes dos opciones: mirar dentro de ti y abordar tus heridas, o simplemente
distanciarte de tu madre, tratar de racionalizar tu dolor y responsabilizarle a
ella de lo que te pasa.
La solución más fácil es encubrir tus heridas internas y tratar de no sentir el
dolor. Con ello tratas de culpar a tu madre, sin asumir el papel activo que
debes tomar para curar tus heridas. Tu dolor es consecuencia de tus heridas
infantiles, sí, creadas por tu madre. Pero debes de tomar un papel activo para
salir del dolor. Conocerlas y curarlas para ser tú. El seguir culpabilizándote,
victimizándote, te sigue manteniendo unida a tu madre, la abusadora.
Para curarte de las heridas y los rasgos tóxicos que el alto grado de estrés por
sufrir abusos de tu madre te ha creado, la única manera es, enfrentando las
heridas y esa toxicidad directamente.
Quizá lleves tiempo separada de tu madre y si todavía sigues sintiendo
miedo, culpa, rabia, dolores físicos crónicos,.... Y otras heridas más, es
porque nunca has enfrentado las heridas como propias.
Has intentado curar las secuelas, sin asumirlas e ir al origen. Puedes mejorar
tu autoestima haciendo terapia, pero si no asumes que la herida es tuya y
tomas responsabilidad por ella nunca eliminas el origen de tu herida y ésta
vuelve (la compulsión de repetición de Freud).
Tu mente te protege y te convence de que es culpa de otra persona que estés
dañada. Claro que tu madre te hirió y te creó respuestas emocionales
negativas que aún hoy te siguen impidiendo tener una vida plena.
Pero déjame decirte que tienes que mirar dentro de ti para sanar. Tú estás
herida y ninguna persona externa puede rescatarte de ti misma, y mucho
menos de una madre inconsciente que aún no se ha ocupado de sus propias
heridas internas. Así que asume tus heridas, y lucha como has hecho siempre
para de una vez por todas eliminarlas.
Si no nos adentramos en nuestro propio dolor y miramos hacia afuera
culpando a nuestra madre, renegamos de nuestras heridas internas. Claro que
se crearon por el estrés y el miedo que ella te generó. Pero para curarte debes
hacerte responsable de ellas. Si no lo haces permanecen inconscientes y te
mantendrán envuelta en tus rasgos tóxicos y sin salir del círculo donde te
sigues lastimando.
4.1. Romper el vínculo bioquímico
Has tomado consciencia de tus heridas, has escrito sobre ellas. Has
reconocido tener ansiedad, depresión, poca confianza en ti misma,
miedo,.....pero si no aprendes a ver lo que te une emocionalmente a tu madre,
no importa que te alejes de ella, seguirás arrastrando heridas y rasgos tóxicos.
¿Por qué? porque surgen en ti de manera inconsciente y automática.
En la primera parte de este método donde has trabajado la toma de
conciencia, recordarás haber leído sobre el vínculo traumático que te une a tu
madre. Ella te ha mantenido a su lado quitándote y dándote y tú te has
quedado ahí sin poder moverte porque esperabas el caramelo. Tu cuerpo se
ha vuelto dependiente a vivir como un “yo yo”, en un estado de estar arriba y
abajo, donde tus emociones suben y caen como en una montaña rusa.
Y ahora si analizas tu vida sigues igual, arriba y abajo. Podríamos decir que
tu vida es una montaña rusa emocional. Pasas de estar arriba, contenta,
tranquila a caer abajo, sin saber cómo. Parece que caes por la fuerza de la
gravedad, porque no sabes cómo pasas de la alegría a la suma tristeza, o
cómo la ira sale de ti después de estar contenta. No entiendes porqué sigues
sintiéndote mal y este malestar te hace sentir perdida, porque piensas que
realmente estás mal, que hay algo en ti que es así y no puedes modificar.
Has avanzado hasta a un punto donde ya no estás tan mal como cuando
estabas con tu madre, y asumes que vas a vivir así, inmersa en un halo
oscuro. Es normal, no todo el mundo tiene que vivir en plena felicidad, eso es
imposible.
Pero déjame decirte que una vez más te autoengañas, eso es lo que quieres
creer. Una vez más te conformas, dejas que la indefensión aprendida triunfe.
Tiras la toalla, crees que no puedes mejorar más, te conformas con no sufrir
el acoso de tu madre y no vivir tan estresada. ¿Pero es eso realmente lo que
quieres? ¿ Después de tanta lucha te vas a quedar aquí?. Tienes que seguir.
Tienes que ser capaz de levantarte con una sonrisa cada día, de no sentirte en
las tinieblas ni un solo momento más. Eres una guerrera. Ahora te queda
ganarle la batalla a tu mente.

4.1.1. Por qué aún separada de tu madre sigues encerrada en la


oscuridad
Aunque consigas separarte físicamente de tu madre te vas a seguir
encontrando con esas heridas que has identificado en el segundo capítulo del
libro. Estarán suavizadas. Pero habrá situaciones en la vida que harán que
estas heridas se reabran y vuelvan a ti.
Es el proceso de la competencia de repetición de Freud. Las heridas
infantiles vuelven. ¿Pero por qué vuelven? Si entiendes porqué lo hacen
conseguirás cicatrizarlas. Si no, solo las diluirás y habrá situaciones que de
manera inconsciente te devolverán al túnel oscuro del miedo, la ira, la
tristeza, la inseguridad, …
No es cuestión de curar las heridas de la niña que fuiste, ni de culpar a las que
las creó. Eso no te cura, si no que te deja encerrada en el círculo del dolor.
¿Por qué? Porque tu cerebro no diferencia entre su entorno y lo que recuerda.
Utiliza las mismas redes neuronales y lo que percibe a nivel químico cerebral
es lo mismo. Por eso cuando tratas de ir al pasado para solucionar el
problema, solo te encierras en el círculo del sufrimiento, en ese vínculo
bioquímico.
Tu cuerpo vuelve a sentir lo que sentía y no diferencia el tiempo, solo siente.
Y las emociones negativas como vas a ver te atrapan, generan una química
de la que eres adicta. Volver al dolor genera más dolor, por eso una vez que
has entendido qué heridas tienes y has sacado todo ese dolor, has de
emprender un nuevo camino. El de no victimizarte nunca más, el de dejar de
culpar a quien creó tus heridas y volver al pasado. Solo puedes arreglar tu yo
actual, aquí y ahora para cambiar tu mañana. La narcisista ya has visto que no
va a cambiar. Es hora de que tú cambies.
Solo entendiendo que eres “adicta” a esas heridas podrás salir del pozo para
siempre. Tu cuerpo necesita más miserias, por eso a pesar de la distancia con
tu abusadora, sigues rodeada de ellas. Es tu cuerpo el que controla tu mente.
Si no puedes controlar tus emociones, eres adicta a las mismas.
Tienes que entender que lo que te tiene atrapada en el círculo del dolor y el
sufrimiento es tu adicción emocional. Te has vuelto adicta a las sustancias
químicas que produce tu cerebro cuando siente una emoción.
4.1.2 La química de tu cuerpo controla tu mente. Neurociencia
No importa que hayas tenido un día casi perfecto, y lleves tiempo sin sentir tu
vacío, siempre hay momentos en los que la angustia vuelve a ti, y no sabes
cómo ni porqué. La respuesta está en la ciencia, más concretamente en la
neurociencia (trata de desentrañar la manera de cómo la actividad del
cerebro se relaciona con la psiquis y los comportamientos).
Cuando después de tiempo separada de tu madre sigues sintiéndote triste, que
todo te cuesta, con miedo,.... tú dices que estas emociones vienen a ti de
manera automática, sin saber cómo. Son como has visto en la primera parte
del método flashbacks emocionales, estados de sentimiento que vuelven a ti
de manera inconsciente. Lo hacen porque eres adicta a esas emociones. Tus
neuronas, controlan tu raciocinio, ya que necesitan más sustancias químicas
producidas por esas emociones negativas y tienes que reproducirlas para
obtenerlas.
La adicción química emocional explica porque nos quedamos atrapados en
nuestras emociones, sean éstas positivas o negativas.
Nos volvemos adictos a los químicos que segrega nuestro cuerpo cuando
siente una emoción buena o mala.
El Dr. Joe Dispenza, investigador de física cuántica y neurociencia explica
que el cerebro está hecho de pequeñas células nerviosas llamadas neuronas.
Las neuronas tienen pequeñas ramas que se extienden y conectan con otras
neuronas para formar lo que se conoce como una red neuronal.
En cada lugar donde se conectan se incuba un pensamiento o un recuerdo.
Fisiológicamente las células nerviosas se extienden y conectan entre sí y si
algo se practica a diario y por tiempos prolongados las células nerviosas
establecen una relación a largo plazo. Si te enfadas a diario, si te frustras, si
sufres a diario, vas creando esa relación con otras células nerviosas que
forman una identidad y se va formando el hábito o la adicción.
También el Dr, Dispenza nos explica que la heroína y nuestros químicos
emocionales usan los mismos receptores en las células. De esta manera
vemos que si podemos ser adictos a la heroína es fácil ser adictos a cualquier
emoción.
Igualmente tenemos en nuestro cerebro, cerca del centro emocional del
mismo, una pequeña glándula llamada hipotálamo que es la responsable de
regular las actividades básicas del cuerpo como el hambre, la sed, el deseo
sexual y la temperatura.
En el hipotálamo hay pequeñas cadenas de proteínas llamadas péptidos que
convertimos en neuropéptidos o neurohormonas que equivalen a nuestros
estados emocionales diarios. Es como una mini fábrica donde se producen
ciertas sustancias químicas que corresponden a ciertas emociones.
El hipotálamo fabrica químicos para la ira, para la tristeza y hay una sustancia
química para cada estado emocional que experimentamos. Cuando este
químico llega a los diferentes centros o partes del cuerpo cada célula en
nuestro cuerpo acoge este químico.
De acuerdo a la Dra. Candace B. Pert (autora del libro “Moléculas de la
Emoción”) cada célula tiene miles de receptores y cuando un péptido se
conecta a una célula es como una llave que entra a una cerradura y se activa.
Cuando repetimos una acción constantemente las células van creando una
memoria y es por eso que atraemos situaciones –deseadas o no - a nuestras
vidas para saciar el apetito bioquímico de las células y cubrir esa necesidad
química.
El adicto siempre necesita un poco más de esta sensación o emoción para
alcanzar el estado de euforia o la reacción química que busca. El Dr.
Dispenza dice que en realidad su definición de adicción es muy simple y lo
que significa es que si no puedes controlar tu estado emocional, eres adicto
al mismo.”
Digamos que con tu madre cada vez que te insultaba, tú pensabas, no sirvo o
te repetías lo que ella te decía. Ese pensamiento negativo creaba una
sensación de tristeza, ira,....Has ido creando muchos péptidos de miedo,
angustia, tristeza,... Con la repetición constante del mismo comportamiento,
tu cerebro ahora necesita seguir sintiendo esas emociones que tanto se han
repetido en tu vida. Tu cuerpo necesita más péptidos de ira, tristeza,... se ha
vuelto adicto a la sustancia química que producen esas emociones. Por eso
entiendes ahora, que aunque estés lejos de tu madre,o hagas terapia para salir
de tus heridas, en realidad las sigues manteniendo vivas porque la química de
tu cuerpo lo hace sin que tú seas consciente.
Todo lo que hagas para combatir el miedo, tu cuerpo no lo acepta, ya que
necesita más emociones conocidas (esa adicción emocional). Hasta que no lo
racionalizas y enfrentas el pensamiento que lo produce el miedo y las
emociones negativas vuelven a ti.
Hasta ahora has tratado de esconder tus heridas, esas emociones negativas de
ansiedad, culpa, miedo,baja estima,... culpando a tu madre de tus males o a
través de repetir pensamientos positivos, risoterapia, relajación, ejercicio,.....
Has hecho de todo para que no te invadan los pensamientos negativos. Sin
embargo vuelven. Y lo seguirán haciendo mientras no los racionalices y
enfrentes.
Tu cuerpo necesita de esas emociones negativas que tú vuelves a generar a
través de pensamientos destructivos y tú vuelves a sentirte tan mal como
cuando tu madre te humillaba y castigaba.
Lo que ha ocurrido en tu vida, es que cada vez que tu madre te ha causado
dolor tú has reaccionado como es muy normal poniéndote triste, con miedo,
creyendo que tú eres la culpable de todo, que no vales para nada,... tu cerebro
es lo que ha creído y sentido, y ha creado péptidos para estas emociones.
Ahora de manera automática es lo que tu cerebro pide, más péptidos que
conoce, esto es, más ira, tristeza, depresión. Tu cerebro necesita más de lo
mismo.
Ver que la química ha controlado tu vida, y no te ha dejado salir de esas
emociones negativas, debe servirte también para que veas lo sumamente
fuerte que eres. Has peleado toda tu vida contra esos péptidos y aunque no lo
creas les estás ganando la batalla. Nunca has permitido a tu cuerpo que
tuviera “un empacho” de péptidos, porque tu fuerza y lucha han sido
imparables para no sentir todas esas emociones y llegar hasta aquí. Así que
por favor, empieza a verte como la mujer que realmente eres. FUERTE,
RESILIENTE, y CAPAZ DE LO QUE TE PROPONGAS.

Tu cuerpo te pide las emociones con las que has crecido


Los abusos y el estrés inmenso causado por tu madre han hecho que
desarrolles ciertas emociones y pensamientos negativos. Esas emociones has
visto que crean péptidos, químicos en tu cuerpo y que éste se hace adicto a
ellos necesitando más de lo mismo.
Por eso, aunque te alejes de la toxicidad, tu cuerpo te pide más péptidos, más
emociones iguales y tú se las das reaccionando ante situaciones de la misma
manera que hacías con tu madre. Es un círculo, una adicción de la cual tienes
que ser consciente para poder salir.
Cuando experimentas un episodio en la vida que coincide con una herida
infantil ya existente, tu cerebro desencadena “impotencia”, “victimización”,
“inutilidad” y otras percepciones temerosas. Literalmente regresas a la edad
emocional de tus heridas originales sin cicatrizar.
La producción química de heridas no cicatrizadas se repite, y las células de tu
cuerpo son literalmente adictas a estas emociones dolorosas. Sigues
volviendo al dolor, la impotencia y la victimización, porque tu cuerpo está
fisiológicamente enganchado a la recepción de más de esos péptidos
dolorosos.
Tu cuerpo ha tomado el control de tu cerebro. Es un fenómeno fisiológico
que no puede controlarse “pensando”. No es hasta que comiences a abordar
las heridas internas y romper el ciclo de adicción a los péptidos, que los
químicos traumáticos del cuerpo retrocederán ... y entonces tu cerebro le
seguirá de forma natural.
Ahora puedes comprender que al vivir habitualmente en cierto estado
emocional y reaccionar habitualmente con un patrón emocional, reforzarás un
vínculo cada vez mayor entre tu cuerpo y esa emoción en particular.
Queramos o no, somos adictos a los químicos y emociones que se producen
en nuestro cerebro y cuerpo como reacción al entorno y a nuestros
pensamientos.
Esos químicos afectan el estado de ánimo, las acciones, las creencias, las
percepciones sensoriales e incluso lo que aprendemos, cualquier interrupción
de ese nivel químico habitual nos provocará incomodidad y haremos todo lo
posible consciente o inconscientemente para restablecerlo. Por eso el cambio
no es fácil, porque tu cuerpo sigue pidiendo más péptidos de los que ya
conoce.
Las células de tu cuerpo están acostumbradas a una cantidad determinada de
químicos producidos por el cerebro. Sí, el cuerpo termina convirtiéndose en
la mente y se pierde el control consciente o racional, porque la química de las
emociones solicitada por las células del cuerpo es producida en el cerebro
subconsciente o emocional, y en él tenemos poco o ningún control.
Resumiendo. Has crecido sintiéndote pequeña, triste, vacía, sin creer en ti,...
esas emociones que sentiste en reacción a cómo te trató tu madre, son las
emociones que hoy sigues sintiendo aunque lleves años lejos de ella. ¿Por
qué? Porque eres adicta a ellas (tienes una adicción emocional). Tu cuerpo (la
química en él) necesita esas emociones. Cuando no las sientes, hace que las
crees ¿Cómo? a través de tus pensamientos.
Por ejemplo. Todo está fenomenal, estás de vacaciones tomándote algo con
tus amigos. De repente no sabes cómo, te encierras en ti y te vas. Alguien ha
dicho algo que tú has sentido como amenazante y te ha hecho sentir el dolor
de desaprobación que sentías cuando eras pequeña.
Tus emociones de miedo y baja estima, se han creado porque has pensando
que te estaban amenazando. ¿Pero realmente ha sido así, o solo ha sido tu
pensamiento?. Lo más probable es que haya sido tu pensamiento nada más,
pero ha sido el desencadenante de las emociones negativas iguales a las de tu
infancia. Lo que tú hasta ahora decías que surgía de forma automática, en
realidad nace de un pensamiento.

Por la química toleras los abusos, tus células pierden sensibilidad


También ocurre que cuando la cantidad de neuroquímicos es excesiva, las
células del cuerpo llegan a un punto donde no pueden procesar tanta
información enviada por el cerebro, empiezan a funcionar mal (incluso se
bloquean).
Por ejemplo cuando tu madre siempre te presenta como la “torpe”, con el
tiempo te vuelves menos susceptible a sus críticas, dejas de reaccionar a sus
abusos. Tus células nerviosas pierden sensibilidad y necesitas más de la
misma sensación de abuso para volver a activar tu cerebro para que produzca
otra gran cantidad de neuroquímicos.
Por esto mismo, por la química, has de ver que atraes a otras personas
narcisistas, la saturación de la misma información que ha recibido tu cerebro,
emoción negativa, ha hecho que dejes de reaccionar a los abusos. Digamos
que toleras los abusos.
Puedes deducir que tu falta de poner límites a la gente es porque “necesitas”
el abuso, mejor dicho, tu cuerpo necesita las reacciones químicas que produce
el abuso.
Por eso es tan importante que reviertas la química de tu cuerpo. Porque
sigues atrayendo abuso para sentir todas esas emociones negativas, necesitas
dejar de ser vulnerable para personas narcisistas. Tienes que dejar de atraerlas
para salir por siempre del círculo negativo en el que te encuentras. El paso
fundamental es darte cuenta que “las atraes” porque tu cuerpo necesita el
abuso.
Puede que en este punto como otras veces en tu vida pienses que las
emociones son tan fuertes que es mejor resignarse a convivir con ellas y
conformarte con estar mejor al haberte alejado de tu madre. Pero si el ser
humano se hubiera resignado a cambiar sus emociones, aún estaríamos con
las emociones primarias.
Se trata de que confíes que tienes un cerebro con el potencial de lograr
muchas cosas, que puede romper los patrones químicos que te traen
problemas y reinventar tu forma de pensar y de sentir.
Empezaremos trabajando en tus pensamientos para posteriormente afrontar
tus emociones.

4.1.3 Romper el vínculo químico


Cuando estás sumergida en tanto dolor es difícil pensar de manera racional
para salir del agujero en el que te encuentras. No entiendes porqué sigues en
tu tristeza, baja estima,...pero acabas de ver que si sigues pensando en estas
cosas es porque tu cerebro te pide más de lo mismo. Le das a tu cerebro lo
que necesita, tristeza, angustia, miedo,ira, ansiedad,...
Cada vez que intentas utilizar tu mente para salir del dolor emocional
extremo que sientes, vuelves a por más de lo mismo por tu dependencia a los
péptidos que generan esas emociones negativas. Tu cerebro opera dentro del
rango de los dolorosos productos químicos del trauma. Por eso debes de
romper el círculo de abuso a esos péptidos.
Cuando recibes grandes impulsos de emociones dolorosas, tu cerebro se
activa en modo supervivencia (Tu cerebro olvida toda racionalidad, y
simplemente reacciona para sobrevivir). En esta frecuencia estás
desconectada de la parte evolucionada y sabia de tu cerebro (la racional) y en
cambio estás actuando desde el centro primitivo del cerebro. Al sentir la
emoción dolorosa, tu pensamiento lógico queda relegado a un segundo o más
bien último lugar.
La verdad es esta: NO PUEDES curar tu dolor a través de la lógica.
Es imposible salir del dolor emocional extremo porque tu cerebro solo puede
operar dentro del rango de los dolorosos productos químicos del trauma.
Puedes pensar que estás perdiendo la cabeza, pero realmente tu cuerpo ha
tomado el control de tu cerebro. Es un fenómeno fisiológico que no puede
controlarse “pensando”.
No es hasta que comiences a abordar las heridas internas y romper el ciclo de
adicción a los péptidos que los químicos traumáticos de tu cuerpo
retrocederán ... y entonces tu cerebro lo seguirá de forma natural.
Tu cuerpo termina convirtiéndose en tu mente y pierdes el control consciente
o racional, porque la química de las emociones solicitada por las células del
cuerpo es producida en tu cerebro subconsciente o emocional, y en él tienes
poco o ningún control.
Tus neuronas, controlan tu raciocinio, ya que necesitan más sustancias
químicas producidas por esas emociones negativas y tienes que reproducirlas
para obtenerlas.
Te voy a poner un ejemplo para que no te quede ninguna duda de cómo tus
emociones no las puedes curar de manera racional. Cuando por el motivo que
sea tu Yo se ha sentido amenazado y has desatado la ira en ti y actúas
pongamos el caso, desapareciendo de la fiesta, ¿tú crees que te has ido porque
lo has pensado?
No, tu emoción de ira (provocada por un pensamiento) te ha controlado y no
te ha dejado razonar. La emoción hace que tu cerebro actúe en modo
supervivencia, donde el raciocinio no tiene cabida. Incluso cuando la
emoción es positiva actúa igual (no es cuestión de emociones positivas o
negativas). Otro ejemplo para que lo veas. Si vas al bingo y te toca un premio
grande a la primera, tu gran euforia hace que compres otro cartón en cuanto
te lo ofrecen. La gran alegría tan poco te deja pensar.
Cuando la emoción está haciendo efecto en ti, tienes miedo, sientes que no
vales, te duele el pecho... no puedes pensar. La emoción te puede. Por eso por
mucho que practiques un pensamiento positivo y repitas mil veces que eres
estupenda y que vas a salir de donde estás no funciona. ¿Por qué?, porque a
pesar de que te esfuerces conscientemente por estar positiva, las emociones
negativas vuelven a ti de manera “inconsciente” por tu adicción a los
péptidos de esas emociones, y una vez que la emoción se apodera de tu
cuerpo, tú no puedes pensar.
Por eso es tan importante que rompas la adicción a los químicos que
controlan tu cuerpo, a esas emociones negativas.
Mucha información y chocante lo sé. Pero no te preocupes, sabes ahora que
preocuparse trae más preocupación. Lo importante, es que se puede romper
los químicos del trauma. Déjame decirte que tienes el poder de cortar el
círculo de tus emociones negativas.
Cuando un pensamiento negativo entra en la mente, tienes el poder de
terminar ese pensamiento, rompiendo la relación a largo plazo y
reemplazándola por algo positivo. Así, comenzarás a cablear tu cerebro de
diferente manera. Comenzarás a liberar péptidos que tienen un sentimiento
eufórico o alegre sobre ellos en lugar de una sensación de tristeza, odio,
desesperación o disgusto. Puedes comenzar a crear una adicción a las cosas
positivas, aprender a amarte a ti misma y, a su vez, amar a los demás. Al
final, cuando aprendes a amarte a ti misma, puedes aceptarte, lo que te
permite expresarte libremente como lo que realmente eres.
Ahora puedes comprender que al vivir habitualmente en cierto estado
emocional y reaccionar habitualmente con un patrón emocional, refuerzas un
vínculo cada vez mayor entre tu cuerpo y esa emoción en particular.
Cuando tu cuerpo físico está controlado por un hábito y emoción, te
conviertes en esclava de tus propios químicos internos. Tu cuerpo se ha
vuelto adicto a sentir ansiedad, miedo, dolor,..... Son las emociones con las
que has crecido, y ahora tu cuerpo necesita más de ellas. Por eso, aunque
lleves tiempo separada de tu madre, hay situaciones en la vida que despiertan
de nuevo esas sensaciones. Las necesitas.

La buena noticia es que la química de tu cerebro se puede cambiar.


¿Cómo? comenzando a disminuir esos receptores de emociones que no te
sirven. Debes de dejar de alimentarlos con los pensamientos y
comportamientos negativos en los que prosperan. Al mismo tiempo, debes
comenzar a aumentar los receptores de los péptidos que estimulan los
sentimientos y las emociones que deseas en tu vida.
Al trabajar en ambos lados de la ecuación fisiológica, enfocándote en lo que
quieres experimentar y eliminando de tu enfoque cualquier cosa que no
quieras experimentar, encontrarás un camino acelerado hacia tu objetivo.
Nos ponemos a ello. Sigue los pasos que te voy a ir marcando y te aseguro
que tu cuerpo terminará necesitando solo cosas positivas.

4.1.4 Reestructuración cognitiva: pasos para cambiar tus


pensamientos negativos
Has emprendido un camino que no tiene vuelta atrás. Eres ya una persona
nueva, y sigues avanzando hacia tu empoderamiento. El camino no es fácil
pero tienes que disfrutarlo, porque vas a conocer a la persona más importante
de tu vida: TU.
No importa cuánto te lleve. Habrá días que sentirás que das un paso para
atrás. Pero te aseguro que no es así. Es un proceso de aprendizaje, de
reprogramar tu cerebro, encontrar tus sentimientos. Y en él habrá días que tus
recuerdos vuelvan, que aparezcan sentimientos de rabia hacia tu madre,
incluso hacia tí. Todo lo que sientas es normal. Debes de saber que todo es
aceptable, llorar, gritar, odiar a tu madre, quererla, sentir rabia hacia tí misma,
no entender,... son sentimientos y todos son válidos.
Tienes que vaciarte de quien tu madre ha programado que seas para
reconstruirte en tu verdadero YO. Ah, y no te apures.
Te llevará el tiempo que te tenga que llevarte.

Cambio de pensamientos
Los pensamientos negativos causan sufrimiento. Crecer pensando que no
sirves para nada, que no mereces nada, que haces todo mal, que da igual
cuánto te esfuerces nunca vas a llegar, que eres fea, que no mereces amor,
que nunca eres lo suficientemente buena para tu madre aunque te
esfuerces...te rompe por dentro y por fuera. Estos pensamientos te destrozan
el alma y te hacen vulnerable a desarrollar diferentes enfermedades mentales
y físicas.
Y como has visto estos pensamientos son los que te generan tus emociones
negativas de miedo, ansiedad, poca valía, vacío, pánico, culpabilidad,..... Que
a su vez hacen que cada vez tu cuerpo necesite más de estas emociones.
Entras en un bucle sin salida, y por mucho que lleves años lejos de tu madre,
de la toxicidad que ella te lanzaba, tú misma eres la que ahora se intoxica. De
manera inconsciente, sigues generando más de estos sentimientos negativos
que te rompen. Y lo peor es que estas emociones que no puedes parar,
generan en ti comportamientos autodestructivos.
Sí, has de ser consciente que cada pensamiento negativo que creas, termina
destruyéndote. Te autosaboteas. Porque para cubrir el inmenso dolor que
genera tu sentimiento negativo de poca valía, frustración,....buscas alivio
comiendo, bebiendo, fumando, tirando de tarjeta de crédito,.... Buscas alivio
a la ansiedad que te ha creado el pensamiento.
Has de parar la espiral negativa, y cambiarla de dirección. Dejar de caer y
empezar a subir. Has visto que es todo química. ¿Y cómo vas a cambiar el
proceso químico de tu cuerpo? Pues primero siendo consciente de qué
sensaciones y pensamientos crean tus heridas y cambiándolos más tarde.
Has visto que apenas hay ejemplos personales en este libro, ya que el centro
de atención eres tú. La idea es ofrecerte un método, que si aplicas cada paso
te servirá para por fin dejar esas emociones negativas que habitan en ti. Pero
creo que mi ejemplo viene bien para que veas claramente el proceso.
Pretendo que pongas en práctica el método que ha funcionado conmigo y
otras muchas mujeres, para que puedas por fin sanar y liberarte por fin de
esas emociones negativas. Pero te quiero mostrar mi caso para que veas que
seguir en la oscuridad y sintiéndote miserable es por culpa de la química.
“Tras estar paralizada, caminando con bastón, tomando diferentes pastillas
para el dolor, vitaminas para encontrarme más fuerte, pastillas antidepresivas,
analgésicos ...pasaba los días removiéndome en mi propio dolor y angustia,
como si el mismo dolor me gustara. Todo lo veía gris, y la oscuridad me
creaba más angustia, miedo y dolor.
Lo que había causado la agonía en mi vida, era lo que yo creía sobre mi, que
casualmente era lo que mi madre me había hecho creer. Así que mis
pensamientos ni tan siquiera me pertenecían, pero me había pasado la vida
repitiéndolos y retroalimentándolos. Los había interiorizado y hecho míos. Y
lo peor, me rompieron.
Las pastillas en lugar de ayudarme a salir del dolor, me escondían en mi
oscuridad, adormecían mi dolor sin poder ver nada más. Y las terapias, me
mostraban la luz, pero no me removían el dolor.
Tuve la gran suerte de tener una pareja, mi gran amor que sigue caminando a
mi lado, que me insistió en que cambiara mis pensamientos.
Sin embargo yo me aferraba a lo que tenía, a mi dolor para no cambiarlos.
Diciendo no puedo, controlarlos. Es que soy así, con un cable negativo que
me hace ver todo negro y hacer todo mal. Nunca saldré de este agujero,
siempre he vivido en él. Hay algo mal en mi, que no me deja cambiar.
Pero él, me repitió hasta la saciedad: cambia cada pensamiento negativo por
uno positivo. Es como dejar cualquier otro mal hábito. Sustituyes el tabaco,
por un caramelo, deporte,.... Pues un mal pensamiento lo sustituyes por uno
positivo.
Suena fácil verdad. Pero yo no sabía ni cuando el mal pensamiento acudía a
mí, cómo iba a cambiarlo por uno positivo. Para cuando me quería dar cuenta
sobre mi negatividad (mi ansiedad, mi ataque de pánico, mi engullir una
tableta de chocolate) yo solita ya me había autodestruído.
Al final te das cuenta que todo se trata de una una conversación contigo
misma. Lo que llamo “tus fantasmas”. Los pensamientos acuden a ti, te
sientes mal, y no puedes sacarlos de ti. Resuenan en tu mente. No hace falta
que tu madre esté ahí para descalificarte, lo haces tú sola. Es como que los
fantasmas te hacen compañía y no estás dispuesta a dejarlos ir. Te molestan
sí, pero no los echas.
Por supuesto me separé de mi madre. Hasta me fui a otro país, Nueva
Zelanda. Más lejos de mi madre no pude escapar. Mis antípodas. Pese a lo
duro del cambio de idioma, cultura, situación económica e incertidumbre
laboral, mi estrés bajó, me encontré mejor. Mis dolores musculares mejoraron
con lo que me movía con total normalidad y no necesitaba tomar nada para
esconder el dolor. Era un avance enorme. Me sentía liberada.
Sin embargo seguía cayéndome al agujero, atrayendo personas narcisistas a
mi vida. Teniendo días en los que me sentía en ese túnel oscuro, como
siempre había estado. Con miedo a hacer cosas, con pánico a encontrarme
con gente nueva, no fiándome de nadie, quedándome en una esquina en una
fiesta,... Mis heridas seguían conmigo. Tenía muchos días buenos, la opresión
en el pecho había desaparecido, pero sin saber cómo ni porqué ni cuando,...
boom. Me caía al abismo. Yo sola me encerraba en el dolor. Aprovechaba
una situación que me había molestado para encerrarme en mi sufrimiento.
Pensaba que no tenía solución, que tenía algo en el cerebro que no podía
calmar, que había nacido con el gen de la melancolía y la tristeza. Me
conformaba con tener una vida sin sobresaltos, sin alguien que me juzgara, y
sin necesidad de ningún medicamento.
Probé mil terapias. Repetía mil veces lo que quería en mi vida, me forzaba a
sonreir,.... La ley de la atracción era mi Biblia, hice risoterapia, programación
neurolingüística, terapia Gestalt, sesiones de reiki,.... Sana a la niña que llevas
dentro. Pero nada. Los pensamientos y mis emociones de miedo y poco amor
hacia mí seguían volviendo, dejándome como siempre, vacía.
Sin entender porqué seguía no siendo plenamente feliz aún llevando tiempo
separada de mi madre. Ella ya no me humillaba más, no me menospreciaba
más,.... El contacto cero no me curó, y me sentía mal, hasta culpable (cómo
no, la mayor herida que arrastramos las víctimas de madres tóxicas). Era yo
la que estaba mal.
Hasta que pude descubrir que efectivamente en cierta manera tenía razón.
Había algo en mi cerebro. La química gobernaba mis pensamientos y
sensaciones. Era adicta a sentirme mal, mi cuerpo quería más de esa angustia.
Durante años teniendo sensaciones negativas, con pensamientos destructivos,
habían generado una adicción a esa situación. Y no importaba que me fuera a
la luna. Los pensamientos y las sensaciones negativas habitaban en mí. Mi
cuerpo las necesitaba.
Haberme escapado al otro lado del mundo no era suficiente. Yo misma me
destrozaba, como de forma autoinmune. Mis pensamientos eran como un
cáncer, se reproducían solos y no podía pararlos. Encontrar la explicación de
que efectivamente había algo en mí que no me dejaba cambiar hiciera lo que
hiciera, fue un alivio, ya que no puedes cambiar lo que no sabes que existe.
En ese momento pude cambiar, y liberarme de TODAS mis heridas y rasgos
tóxicos. Desaparecieron casi de inmediato. Tomar consciencia de cómo se
generaban en mí los pensamientos que me destruían y generaban las
sensaciones dolorosas de ira, depresión, ansiedad, vacío,.... fue lo único que
ayudó a modificar la estructura de mi cerebro. Invertir el proceso químico, y
hoy solo hay amor y gratitud en mi.”
Tú y solo tú tienes el poder de cambiar ese diálogo interno, y acallar esos
fantasmas. Esos pensamientos que se apoderan de ti y te mantienen en la
oscuridad del miedo,la angustia, la depresión, la ira, el poco amor hacia ti,....
Pensar en que tu madre debiera de haberte querido, tratado mejor, ser más
justa,... solo te trae más dolor. Volver al pasado no arregla tu presente, si no
que te deja encarcelada en tu dolor.
Lo que realmente te paraliza no es lo que piensas, si no que crees que lo que
piensas es verdad. Crees en lo que tu madre te ha dicho que eres, y esto se ha
convertido en tus pensamientos constantes. Por eso, el NO CONTACTO con
tu madre, por si solo, es un primer gran paso, pero no sirve para curarte
mientras tú sigas creyendo tus pensamientos. Estos seguirán creando
emociones que como has visto harán que tu cuerpo cree más de estas
emociones.
Quizá eres de las que ya ha puesto distancia física con tu madre, pero no
basta, debes también poner distancia emocional. ¿Y cómo? Si fueras una
máquina sería fácil, ya que la única manera es reprogramándote.
Tienes que cambiar esos pensamientos que te hacen daño y que no son
ciertos.
Nietzsche dijo “ Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo mira
dentro de ti”.
Así que prepárate para salir de él. Cambia el foco de tus pensamientos, no te
quedes victimizándote y repitiendo tu dolor, si no, siempre seguirás
generando más dolor. Acuérdate, la química, la adicción a las emociones te
controla. Cambia las emociones, cambiando tus pensamientos.
¿Cómo hacerlo? Ahora te muestro los 5 pasos que te propongo y que son una
parte muy importante del Método de Recuperación del abuso Narcisista,
RAN ©:

A. Reconocer el pensamiento
B. Cuestionar el pensamiento
C. Analizar cómo te sentirías si tu pensamiento no fuera verdad
D. Tómate el tiempo de saber que hubieras sentido con ese
pensamiento, ¿hubieras reaccionado de una manera diferente?
E. Invertir tu pensamiento y disfrutar de la nueva emoción
Vamos a ver cada paso del método más detalladamente. Entras en la parte de
reestructuración cognitiva. El método que te va ayudar a modificar el modo
en el que interpretas tus experiencias, pensamientos negativos que surgen
automáticamente (ya has visto que es la química la que los crea) y las
valoraciones subjetivas que te provocan malestar.

A. Reconocer e identificar tus pensamientos y emociones


Este proceso de cura va a servir para que te conozcas, para ello tienes que
convertirte en observadora.
Debes observar cuándo te pones mal, triste, irascible, depresiva. Tienes que
descubrir cuál es el detonante de tus pensamientos negativos. No olvides que
las emociones vienen a ti de manera automática (la química), las sensaciones
de dolor que tenías de pequeña siguen contigo aunque lleves diez años
separada de tu madre. Y la única manera es invertir el proceso químico de tu
cuerpo.
Lleva tiempo, pero lo vas a conseguir. Recuerda que se trata una vez más de
hacer consciente lo inconsciente, de racionalizar tus pensamientos para poder
modificarlos. Una vez que has entendido porqué sigues generando
pensamientos negativos, los necesitas, has de pasar a racionalizarlos para
poder modificarlos.
Esto lo vas a hacer en un proceso de cinco pasos que en un momento vas a
ver. No te saltes ningún paso con ningún pensamiento para que sea efectivo.
No hay atajos para la cura. Es cuestión de trabajo personal.
El primer paso para modificar tus pensamientos y así tus emociones es
identificar los pensamientos que producen tus emociones negativas.

EJERCICIO 36
Lleva contigo un papel y bolígrafo, o utiliza la grabadora de tu teléfono.
Apunta o graba cuándo te sientes mal, cómo te sientes, contra quién o qué
sientes rabia, miedo,...Expresa todo lo que venga a ti, no trates de quedar
bien, nadie te escucha o lee. Si es tu pareja el que crees que te ha fastidiado o
ha hecho sentir mal escríbelo, dile a tu cuaderno cómo te ha hecho sentir. Y
sobre todo trata de averiguar por qué te ha hecho sentir como te sientes.
Cada vez que te sientas mal, has de observarte y llegar a darte cuenta del
pensamiento que te ha hecho estar así. Como has visto, estas emociones
vienen a ti de manera automática, no consciente. Se trata de que puedas
descubrir cuáles son los disparadores que te hacen sentir lo que tu madre te
hacía sentir y te dejan enganchada a esa oscuridad. Cuál es el pensamiento
que genera una emoción negativa en ti reabriendo la herida que te creó tu
madre.
En este proceso te vas a conocer mejor que nunca porque debes observar cada
emoción tuya y cada pensamiento en tu mente. Es importante saber qué
piensas cuando las sensaciones negativas acuden a ti.
Cuando “pesques” el pensamiento negativo que hace que te sientas mal, has
de hacer lo siguiente paso por paso. Por favor es muy importante, hazlo cada
vez que te des cuenta que un pensamiento que te daña esté en ti.
Puede que en un principio te cueste darte cuenta de tus pensamientos
negativos y que lo hagas una vez la emoción te haya invadido (es lo primero
que reconoces, tu estado anímico). Empezarás identificando la emoción
primero, tu angustia, tristeza,.... para posteriormente analizar qué has pensado
para sentirte así. La práctica es lo que va a hacer que mejores y cada vez
identifiques tus pensamientos de manera más sencilla.
Estos pensamientos serán algo como “nunca hago nada bien”, “no me
aceptan”, “siempre me quieren fastidiar”, “no valgo”.... Automáticamente tú
reaccionas con ira, o sintiéndote ansiosa, deprimida, queriéndote escapar de
donde estás,.... Las reacciones que tenías cuando tu madre te hería, vuelven a
ti de manera automática (recuerda de nuevo a Freud en su teoría de la
compulsión de repetición). Por eso, es tan importante que localices cada
pensamiento que saca tu emoción (tu herida) a flote.
No te preocupes si al principio no sabes ni qué has pensado. Lo primero que
solemos reconocer es la emoción, lo que sentimos. Más tarde, viene
reconocer qué causa la emoción.
Como todo es cuestión de práctica. No te estreses.
Un buen ejercicio para ayudarte a reconocer tus emociones y pensamientos,
es cuando antes de acostarte y estás tranquila, repasas mentalmente tu día.
Eso sí, siempre tu cuaderno al lado. El momento de tranquilidad y soledad
escógelo tú.
Para algunas personas funciona la noche para otras mejor temprano por la
mañana. Lo importante es que repases tu día, sepas ver cómo te has sentido, y
anotes cuándo no te has sentido bien. Entonces pregúntate a ti misma qué es
lo que te ha hecho sentir mal.
Puede haber sido simplemente el comentario de otra persona, o una simple
mirada. Pero al final la responsable de que ese comentario te haya puesto mal
eres tú. Lo habrás traducido a un pensamiento negativo, y automaticamente te
has sentido ansiosa, triste, enfadada,...... Se trata de que aprendas a reconocer
los pensamientos que generan tus emociones.
Llegará el momento en el que te darás cuenta de tu emoción en el momento, y
más tarde verás el pensamiento que la produjo. Cada vez el proceso será más
rápido en tu mente y serás capaz de reconocer el pensamiento “maldito” que
te hace sentir mal en el momento en el que se produce y trabajar en
modificarlo en ese instante.
Recuerda analizar cada sentimiento y cada pensamiento que creó esa
emoción, porque debes de parar e invertir la química de los pensamientos
actuales. Lleva trabajo y solo tú puedes hacerlo. Solo localizando los
pensamientos presentes, sabiendo cuáles son, podrás trabajar en cambiarlos.
No olvides el fin de tomarte tanto trabajo. Se trata de parar la química que
hace que sigas en ese pozo de heridas a pesar de no estar con tu madre. Así
que aunque te cueste, por favor hazlo, anota cada emoción y cada
pensamiento y aplica cada paso que te marco a continuación.
Es muy importante que seas consciente de los pensamientos que provocan tus
emociones negativas, porque solo bajo la consciencia de que los tienes
puedes empezar a aplicar el proceso de reestructuración cognitiva, para
cambiarlos y con ello cambiar la química para que tu cuerpo solo atraiga
sensaciones que te producen alegría y felicidad.

¿Y qué hacer con un pensamiento que te produce una mala


emoción y sentimiento? Vamos a verlo.
Pasos cada vez que identifiques un pensamiento:

preguntarte si ese pensamiento es verdad


Piensa cómo te sentirías si ese pensamiento no fuera verdad
Cómo te hubieras sentido y reaccionado si ese pensamiento no
fuera verdad
Invierte tu pensamiento

B. ¿Tu pensamiento es verdad?


Quien no se cuestiona nada en esta vida no aprende ni avanza. Así que tú
debes cuestionar cada uno de tus pensamientos.
Con cada pensamiento que identifiques que no te hace sentir bien debes
cuestionarte si ese pensamiento es verdad. Al principio se te hará raro, pero
una vez más, es cuestión de práctica.
Has crecido pensando que tus pensamientos son verdad, pero estás segura si
realmente lo son. Ponte a prueba.
Por ejemplo: esta mañana has reaccionado con ansiedad en el pecho y
sintiéndote que no vales porque una amiga ha hecho un comentario que tú has
tomado como una amenaza. Automáticamente has pensado “algo he hecho
mal, ya no me van a invitar más a tomar café con ellas, no les gusto”. Ahora
has de preguntarte, si realmente has hecho algo mal. Estás segura, o
simplemente lo crees. Por qué piensas que no les gustas, estás segura que es
así. Qué motivos tienes para creer eso.
Refresca la memoria de distorsión cognitiva que has visto en la primera
parte: es una interpretación errónea de la realidad que lleva al individuo a
percibir el mundo de manera poco objetiva además de disfuncional. Se
presenta en manera de pensamientos automáticos y desencadena emociones
negativas dando lugar a conductas no deseadas.
Ante la vida, siempre tienes pensamientos negativos. Si tienes hijos, has
llegado incluso a pensar que no te quieren. Pero qué te lleva a pensar eso.
¿Estás realmente segura de que lo que piensas es verdad? Si es así, date a ti
misma una explicación que justifique claramente que es así. Y esa
explicación, por favor cuestiónala también. ¿Hay algo de cierto en eso
pensamientos que te han generado angustia y te han devuelto a tus miedos y a
sentirte perdida como cuando eras pequeña?
Es importante que veas que los pensamientos que te generan algunas
situaciones de manera automática, no son verdad, solo así podrás cambiarlos.
Para ello, para buscar la verdad, debes razonar cada pensamiento que acude a
ti. Pregúntate de manera sincera si los pensamientos que tienes son ciertos y
porqué lo son o no lo son.
Si eres capaz de pararte y analizar cada pensamiento te vas a dar cuenta que
no hay razón que justifique tus pensamientos negativos. Simplemente son las
creencias con las que has crecido, nada más. No hay nada que justifique ni
demuestre tu poca valía, tu miedo, tu culpa,....
No son pensamientos ciertos, te has aferrado a ellos para seguir obteniendo
más péptidos de tristeza, ansiedad, culpa. Pero míralos objetivamente.
¿Puedes demostrar que no vales?, ¿que es culpa tuya lo que has
sufrido?,....No y un absoluto no.
Hazte la pregunta de si tus pensamientos son ciertos por activa y por pasiva y
siempre date una respuesta justificada. No dejes que la primera respuesta que
viene a tu mente te pueda. Esa es la que tu cuerpo atrae. Respira, se sincera
contigo y siente la verdad.
Cuando experimentas la verdad tu cuerpo no reacciona mal, al revés , se
relaja y siente bien. Escucha a tu cuerpo, a tu corazón a Dios. Nunca se
equivocan.
Solo razonando que los pensamientos que acuden a ti para destrozarte no son
ciertos podrás empezar a no repetirlos. Recuerda que se trata de hacer
consciente lo inconsciente ya que solo puedes modificar aquello que llevas al
plano de la consciencia.
Permítete cuestionar los paradigmas con los que has vivido durante tantos
años y te darás cuenta que el “eco” de tu madre tóxica no te permitía escuchar
tu propia voz interior.

C. ¿Si tus pensamientos no fueran verdad, cómo te sentirías?


Tu cerebro está todo el tiempo activo, los pensamientos vienen a ti, no te
puedes esconder de ellos incluso cuando tratas de hacer cosas para no pensar.
Mantenerte activa no te deja escapar de ellos. Aparentar que estás bien,
tampoco los desvanece.
Es importante que los empieces a identificar y saber cuando acuden a ti. Qué
situaciones los despiertan y las emociones que te producen. Has visto que los
pensamientos crean emociones en ti, que hacen que tu cuerpo necesite más de
esas emociones.
Hasta ahora has creído en tus pensamientos, y como eran negativos estos han
generado emociones negativas en ti. La química en tu cuerpo los ha
multiplicado porque te has vuelto adicta a ellos. El cuerpo te pide más
péptidos de miedo, ansiedad, inseguridad, ira, vacío,... Y automáticamente
ciertas situaciones en la vida te generan los mismos pensamientos negativos
que a su vez te ocasionan más sensaciones de miedo, angustia,... un círculo
del cual no puedes salir. Un torbellino del cual te sientes incapaz de salir pese
a llevar tiempo apartada de tu madre y haber hecho diferentes terapias.
Pero has visto que tus pensamientos no son ciertos. Incluso has razonado que
no lo son. Ahora debes empezar a cambiar la química en tu cuerpo. ¡Puedes!!
Eres fuerte. Sigue luchando.
¿Qué sientes cuando sabes que tus pensamientos no son ciertos?
Respiras, el gesto de tu cara cambia y te relajas. Los sentimientos negativos
desaparecen y aparece la luz en tu cuerpo. Sientes paz, tranquilidad. No más
miedo ni inseguridad. Es bueno sentir esto ¿verdad? Pues felicitate. Porque
has comenzado a invertir el proceso químico de las emociones. Has
permitido que tu cuerpo sienta sensaciones positivas, y si sigues practicando
cada día sentirás más y más sensaciones positivas, hasta que llegue el punto
en el que tu cuerpo sea lo único que quiera. Te volverás adicta a las
emociones buenas.
No seas incrédula. Hazlo. Un poco más abajo te propongo dos ejercicios que
si los pones en práctica te aseguro que tu cambio va a ser inmediato. La
química manda.
Si empiezas a liberar emociones positivas, generas nuevos péptidos en tu
cuerpo. Al principio tendrás que trabajar mucho en crear estas nuevas
emociones, ya que le resultan extrañas a tu cuerpo, y éste seguirá buscando
los péptidos de las emociones negativas. (al igual que en cualquier otra
adicción tu cuerpo va a seguir buscando más sustancias químicas de las que
está acostumbrado).
Pero sigue peleando. ¿no lo has hecho siempre?. Un poco más, te queda poco
para ser libre de la química negativa de tu cuerpo.

D. ¿Cómo te hubieras sentido y cómo hubieras reaccionado sin ese


pensamiento?
Has podido sentir que cuando sabes que tus pensamientos nos son verdad,
automáticamente experimentas una sensación de tranquilidad, te sientes bien.
Por un momento piensa cómo te hubieras sentido si frente a una situación
dada de angustia no hubieras sentido congoja. Qué hubieras hecho. ¿Hubieras
reaccionado de una forma diferente?
Las sensaciones negativas como el miedo, la culpa, la ansiedad,... limitan. Lo
negativo te paraliza, y cuando reaccionas así ante situaciones de la vida
muchas veces te pierdes de hacer cosas o haces cosas que no son buenas para
ti, pero te producen alivio. Es ese autosabotaje del que hablamos en la
primera parte.
Ese miedo, culpa, ira,... que tu cuerpo necesita, hace que ante situaciones en
la vida crees pensamientos negativos que generan esas sensaciones que tu
cuerpo necesita. Lo que ocurre es que estas sensaciones negativas te hacen
actuar de una manera muy diferente a si no las sintieras. Te impiden que
hagas cosas.
Que vayas a un examen sabiendo toda la materia y cinco minutos antes el
examen te marees o pierdas el autobús para llegar a no hacerlo. O te hacen
hacer cosas para aliviar esa ansiedad, como encender un cigarro, salir a
comprar, comerte una tableta de chocolate entera,..... Todavía no sé de nadie
que sus sensaciones negativas le inviten a salir a hacer deporte. Por qué,
porque el deporte te generará química buena, y tu cuerpo necesita más mala,
es adicto a ella.
Piensa cuántas veces en la vida tus pensamientos negativos te han paralizado,
siendo tú sola la que has creado la situación negativa que los genera. De
manera automática la idea y pensamiento reforzado de no valgo ha acudido a
ti, te has paralizado, te has angustiado, y esto ha hecho que a su vez refuerces
tus pensamientos negativos de que no vales.
¿Ves en el bucle que te metes tú sola?. Por eso, debes afrontar cada
pensamiento , cada emoción, y luchar para revertirlos. Porque tú solo tienes
el poder de hacerlo, sin culpar más a nadie. Tu cerebro ahora lo controlas tú.
La manera de empezar a revertir estos pensamientos no ciertos y las
emociones que te generan, es empezar a sentir como hubieras estado sin esas
bombas atómicas en tu cerebro.
Por un momento, analiza una situación de las que tienes apuntadas en tu bloc,
y pregúntate qué hubieras hecho si el miedo, la culpa, el dolor de pecho,.... no
hubieran venido a ti. Qué hubieras sido capaz de hacer sin esas barreras, sin
esas cadenas que llevas arrastrando toda tu vida.
Qué serías capaz de hacer sin esas cadenas que no son de fantasma, aunque
camines como uno a veces por la vida, si no de presa de ti misma. Porque
ahora las cadenas, las heridas, te las pones tú. Sí, tu madre te enseñó a sentir
miedo, angustia, baja estima,... pero ahora has entendido que es tu cuerpo el
que las necesita. Pero también has visto que puedes revertir el proceso
químico en él.
Aprecia cómo las emociones positivas son contagiosas, cómo tu vida se
vuelve más fácil generando emociones positivas. Tu química positiva va a
hacer que la vida te sea más fácil. Estás entrando en la espiral positiva de los
pensamientos y emociones. Tus heridas empiezan a desvanecerse, no las
necesitas más.
Piénsalo y escribe. Vuelve a tu bloc de confesiones. Revisa las sensaciones
negativas y los pensamientos que los produjeron y apunta cómo reaccionaste.
Al lado, escribe cómo hubieras podido reaccionar sin ese pensamiento
negativo. No hubieras encendido un cigarro, no te hubieras estresado y
sacado tu ira, no hubieras dudado, te hubieras atrevido...Siéntelo. No es
maravillosa la sensación de no sentir presión y miedo.
Te sientes mejor solo de experimentar cómo te hubieras sentido. Recuerda
que el cerebro no distingue si la sensación positiva está ocurriendo ahora, o
solo la has sentido. Lo importante es que tu cuerpo sienta emociones
positivas para que necesite más y más de ellas. Permite que tu cuerpo se rinda
ante los nuevos péptidos de alegría, paz, tranquilidad, confianza, valor,.... que
estás creando.
Solo así, lograrás “echar” a los péptidos negativos que te han acompañado
toda tu vida. Una vez la química haya hecho su trabajo, no necesitarás nada
para encontrarte bien. Será “ tu estado natural”.
Practica este ejercicio con cada uno de los pensamientos que te atormentan y
disfruta de la emoción que da el no tenerlos. Disfruta la sensación de no
sentir culpa, ni miedo, de no tener emociones que te limiten. Siente cómo tu
cuerpo reacciona ante las sensaciones de valor, seguridad, amor propio,
Por último, ese pensamiento que has localizado, reviértelo. Lee cómo en el
siguiente punto del método.

E. Inversión de tus pensamientos


Para que las buenas emociones se queden contigo y tu cuerpo se vuelva
adicto a ellas te queda una cosa más para hacer con tus pensamientos. Debes
invertirlos.
La inversión se trata de ver la realidad, no la realidad que tú has creado
durante tu vida. Significa que limpies las lentes con las que miras la vida y no
la veas más empañada.
Cada vez que identifiques un pensamiento, lo cuestiones, veas que se siente si
no fuera cierto, y sientas que hubieras hecho sin él, luego debes invertirlo. Si
lo inviertes, la verdad va a aparecer y te va a hacer sentir bien. Tus emociones
pasarán a ser positivas y entrarás en el círculo de la química positiva. No lo
podrás parar.
Cada vez que sientes una presión en tu pecho piensas “lo he hecho mal, no
me quiere, no soy lo suficiente buena,...”. Después de ver que estos
pensamientos no tienen ninguna lógica ni razón de ser, has sentido cómo te
encontrarías si no sintieras las sensaciones negativas que te producen esos
pensamientos.
Ahora tienes que dar un paso más, tienes que revertirlos “lo he hecho bien”,
“me quiere” “soy lo suficientemente buena”, ….disfruta de lo que sientes. La
química empieza a trabajar de nuevo en ti, pero esta vez para ayudarte a salir
del abismo en el que te encuentras.
Vas a empezar a notar la diferencia en ti, casi sin esfuerzo. Vas a sentir que
tus miedos no vuelven más a ti ante situaciones que te generan estrés. Porque
tu cuerpo ya no va a querer más pensamientos negativos. Va a necesitar
sensaciones buenas y para ello tú no vas a autosabotearte, ni culpabilizarte, ni
sentirte insegura.
¿Por qué? Porque todos los pensamientos que generaban esas emociones no
son ciertos y no volverán más a ti. Tu cuerpo ya no los necesita. No necesitas
crear más péptidos de miedo, angustia, vacío,.... Sin esas emociones
negativas tan poco tienes comportamientos negativos. La espiral empieza a
girar hacia arriba. ¿Lo ves? ¿Pero sobre todo, lo sientes?
Cuando comprendes que tus pensamientos embutidos en tu cerebro tras años
de abusos, no son la verdad, y que solo te han traído malestar, empieza a
modificarlos.
Es importante que recuerdes que tu malestar es un aviso de tus pensamientos
erróneos. Tus emociones negativas están gritándote que estás confundida en
tus pensamientos. Sin esas sensaciones negativas, no vas a tener límites para
conseguir todo aquello que te propongas; no vas a dudar más de si lo estás
haciendo bien en tu negocio, vas a establecer límites para que las personas
narcisistas no se te acerquen porque no vas a necesitar más maltrato; no vas a
dudar más de tus emociones; no vas a cuestionar tu valor,....
Cada vez que estas emociones de vacío acudan a ti, párate, analiza el
pensamiento que las creó y aplícale los pasos que has visto: ¿es verdad lo que
piensas? ;¿Cómo te sentirías si no lo fuera?; ¿qué hubieras sido capaz de
hacer sin ese pensamiento?; invierte el pensamiento y disfruta de la
sensación.
Cuestiona cada uno de tus pensamientos, es la única forma que tienes de
avanzar, crecer como persona y ver el gran cambio en ti. Cuando tu mente
esté sana, libre de esos pensamientos que te hacen daño y que no son verdad,
no sufrirás más. Tus heridas no se reabrirán más, porque no estarás adicta a
las emociones negativas.
Cambia tus pensamientos para poder cambiar tus emociones. Deja que tu
cuerpo se haga adicto a las nuevas sensaciones y sin tú hacer nada más, la
alegría vivirá dentro de tí.
No te alejes más de la realidad, acéptala. La vida que habías visto hasta ahora
no era verdad, simplemente un montón de pensamientos que habían
programado en tí para que tu miedo no te dejará avanzar.
Deja la adicción a esos pensamientos que te han destruido toda tu vida, y deja
que la verdad te acompañe de ahora en adelante. Y sobre todo escucha
siempre a tu cuerpo, lo que siente. Cuando el cuerpo no se siente bien (tiene
miedo, angustia, ira…), está tratando de decirte que tus pensamientos no son
los correctos.

EJERCICIO 37
Para que tu distorsión cognitiva (percepción errónea) se desvanezca, y
rompas la química de tus pensamientos negativos por favor haz los ejercicios
que te propongo:
Cuando te sientas mal, trata de averiguar qué has pensado para sentirte así y
apunta el pensamiento en tu bloc. Las emociones que sientes son creadas por
tus pensamientos.
Cada pensamiento que apuntes en tu cuaderno tras haber sentido una emoción
negativa, has de cuestionarlo. Al final del día con tu libreta en la mano,
repasa tus pensamientos. Y uno por uno pregúntate si son ciertos. Sé sincera
contigo misma, no hay más necesidad de torturarse. Ahora nadie te vigila,
excepto tú. Es realmente cierto lo que piensas. Escríbelo. No divagues porque
tu mente te puede jugar una mala pasada. Al lado de cada pensamiento
escribe “¿es cierto esto?”. Por favor anota también la respuesta. Sé honesta
contigo misma y anota también la justificación a tu respuesta. No trates de
engañarte, además de cuestionar el pensamiento justifica tu respuesta de que
no es cierto o de que lo es.
Lo siguiente que has de hacer es preguntarte a ti misma cómo te sentirías si
ese pensamiento que te ha hecho sentir mal no fuera cierto. Escribe al lado
del pensamiento: “cómo me sentiría si mi pensamiento no fuera verdad” .
Estoy convencida que si te pones frente al espejo vas a poder ver la reacción
de tus facciones. Te vas a relajar automáticamente al sentir qué
experimentarías si ese pensamiento que te ha torturado no fuera cierto. Anota
en tu bloc cómo te sentirías sin él, sin ese pensamiento negativo.
Añade algo más. Cuentale a tu bloc cómo te hubieras sentido sin ese
pensamiento, cómo hubieras actuado, qué hubieras hecho sin él. ¿Sientes la
diferencia? Si el pensamiento negativo no hubiera acudido a ti no te hubieras
puesto triste, o la ira no hubiera salido de ti y no te hubieras paralizado.
Y por último. Al lado de cada pensamiento escribe ese pensamiento
invertido. Si has pensado “no valgo” escribe “valgo”, si has pensado “lo he
hecho mal” escribe “lo he hecho bien”. Y sientes la emoción nueva que te
invade. Disfrútala. Esta nueva emoción es el principio del cambio, y el final
de todas tus heridas.
Has empezado a modificar la química en tu cerebro. Has empezado a
alimentarlo de péptidos positivos. Esto es contagioso. Cuantas más veces
analices tus pensamientos, los cuestiones y veas cómo podrías sentirte sin
ellos, la química empezará a trabajar a tu favor. Sentirás la paz y la
tranquilidad que da el tener pensamientos positivos, y entrarás en la dinámica
de cada vez necesitar más. Hasta que llegue el punto en el que no tengas que
hacer todo el proceso de forma consciente y sea la propia química de tu
cuerpo la que trabaje para tí.

EJERCICIO 38
Tengo un segundo ejercicio para ti, para que puedas limpiarte de cada
pensamiento negativo, para que nunca más vuelvas a crear un péptido
negativo. Por favor retoma la primera parte de este método donde aparece
todo sobre la distorsión cognitiva y revisa los ejemplos más comunes de esta
interpretación de la realidad errónea. En tu cuaderno tendrás anotados tus
propios ejemplos dentro de cada tipo. Si es así, por favor analiza cada uno de
estos ejemplos uno por uno.
Tomemos como el ejemplo el catastrofismo que es una manera errónea muy
común de las víctimas de madres tóxicas de ver la realidad. No sé qué habrás
anotado en este punto, pero vamos a utilizar el siguiente ejemplo. Tu marido
llega tarde del trabajo y automáticamente empiezas a pensar qué le habrá
pasado algo. Tu pensamiento es catasrofista.
¿Pero es realmente cierto?¿ Cómo te sentirías si no lo fuera?. Relajada.
Simplemente te sentarías a esperar a tu marido pensando que puede haber
tráfico o puede haber salido tarde del trabajo porque tenía mucho que hacer.
Sin embargo tú de manera inconsciente has tenido un pensamiento
catastrófico, porque como has visto tu cuerpo es lo que necesita y lo que crea.
Sin embargo, te has dado cuenta, que tus emociones cambian en un segundo
cuando no piensas algo malo.
Así que por favor con cada ejemplo de distorsión cognitiva que has escrito en
tu cuaderno, haz el mismo proceso:

Qué piensas, cuál es el pensamiento distorsionado y que


emoción te crea.
Pregúntate si es realmente cierto lo que piensas. Justifica la
respuesta.
Qué sentirías si no lo fuera.
Qué hubieras hecho sin ese pensamiento
Qué sentirías y harías sin ese pensamiento
Y por último revierte el pensamiento y se consciente de la nueva
emocion. Disfrutala.
Al final del ejercicio, aunque largo, debes de sentirte mucho mejor. Viendo
que lo que has venido pensando no era cierto y habiendo empezado el
proceso de reestructuración cognitiva.
Cognición es la facultad que tienes para procesar información a partir de la
percepción. Ahora, esta percepción ya ha cambiado en tu cerebro. Ya no
percibes más el miedo si no la paz y tranquilidad. Y es adictivo.
Los nuevos pensamientos que surgen al invertir los no ciertos, generan
emociones positivas en ti, que crean nuevos péptidos en tu cuerpo. El proceso
químico ha empezado en ti y no hay marcha atrás.
4.2. El contacto cero no funciona
Si te has apartado de tu madre físicamente durante la lectura de este método
de Recuperación del Abuso Narcisista, todavía quizá es pronto para darte
cuenta de que a pesar de que te separes de tu madre, las heridas emocionales
te siguen acompañando.
Pero si llevas tiempo separada, muchas veces te sentirás desesperada,
hundida porque no entiendes cómo después de años en la distancia y varias
terapias aún te sigues sintiendo como que vives en la oscuridad.
No consigues tener más de cinco días con solo sol en tu vida. Por qué. Porque
el contacto cero es una medida simplemente sintomática. Es un paso
necesario para separarte de la toxicidad de tu abusadora y dejar de ser
maltratada por ella. Es un paso de gigante necesario en tu sanación, pero por
si solo el contacto cero solo alivia las heridas y diluye el dolor.
Tú misma ves que después de mucho tiempo sin tu madre sigues viviendo en
la oscuridad, creyendo que todo lo malo te pasa a ti, que tus negocios te
cuestan, que tus amistades siempre te terminan traicionando. Tu madre ya no
está contigo, y sin embargo estás igual, sin poder avanzar.
Ahora estás tú sola, y a pesar de eso sigues sufriendo. Sigues teniendo
dolores físicos, padeciendo ansiedad, sintiéndote culpable y no merecedora
de nada bueno. La vida te pesa, y te resulta muy difícil caminar. Es como que
no puedes desplegar tus alas. Has asumido que esa es tu vida. Estás mejor
que cuando estabas con tu madre.
Pero si eres de las que sigue luchando, de las que sigue peleando por ser tú
misma, si eres de las que se pregunta cómo y porqué, sigue aquí conmigo.
Porque vas a encontrarte, vas a salir del capullo en el que has vivido,
desplegar tus alas de mariposa y volar.
Ahora has entendido por qué sigues arrastrándote por la vida, porque sigues
llevando contigo esas heridas. Eres adicta a las emociones negativas que has
ido desarrollando en tu vida debido a que los abusos de tu madre te han hecho
creer que no eres merecedora de nada bueno en esta vida.
Los comportamientos emocionales que has desarrollado, siguen
acompañándote. Hasta el punto, que ahora tu cuerpo necesita crear más de
esas emociones. Necesita sentir culpa, victimizarse para obtener más
químicos de esas emociones negativas que a ti te destruyen. Es un vínculo
que has de romper, y la manera de hacerlo has visto que ante todo es siendo
consciente de que tu cuerpo domina tu mente.
Has visto que un paso muy importante en tu cura es reestructurar la
cognición de tu cerebro, cambiar esos pensamientos para que tus emociones
cambien, sean positivas y tu cuerpo se vuelva adicto a esas nuevas emociones
positivas. Además este proceso de reconocer tus emociones y tus
pensamientos que has puesto en práctica, es lo que te va ayudar a saber quien
eres y por dónde quieres encaminar tu vida.
Sin embargo tantos años viviendo en las cavernas sin saber qué es la
felicidad, el placer,... hace que esto te cueste. Te voy a seguir marcando pasos
a seguir para que sigas avanzando en tu recuperación. A estas alturas ya eres
una mujer nueva. Pero recuerda se trata de que encuentres quién eres
realmente. Que puedas sentir todas esas emociones que tuviste que reprimir
de pequeña y en tu adolescencia, y más tarde durante tu vida adulta.
Sigue caminando, estás avanzando.
4.2.1 Cambiar los pensamientos no es suficiente, has de dar un
paso más
Has visto que si cambias tus pensamientos tus emociones también lo hacen y
así dejas de sentir vacío, culpa, soledad,.... ya que puedes sustituir esas
emociones por otras positivas.
Debes trabajar con gran esfuerzo en esto, porque cada vez que permites que
una emoción negativa se manifieste en ti, todo tu Yo cambia y se bloquea.
Cuando experimentas una emoción negativa te cierras a tu propia felicidad.
Te autosaboteas, no te dejas sentir placer.
¿Te acuerdas de la anhedonia que hemos visto en la primera parte?. Eso es lo
que te pasa cuando sientes emociones negativas, entras en ese “estado”
donde no te permites sentir placer.
Una vez más no se trata de lo que yo te diga , si no de que tu seas consciente
de ello. Obsérvate cuando te sientes mal. Vuelve a tu bloc de notas y revisa
tus apuntes. Lee cómo te has sentido ante un pensamiento negativo y cómo
has actuado ante él, te has bloqueado, te has autosaboteado.
¿Te has dado alguna vez cuenta que cuando te sientes herida, te niegas a
recibir nada bueno en tu vida?. Por ejemplo, piensa en ¿cómo reaccionas con
tus hijos pareja, amigos,.. cuando estás en tu estado emocional de
oscuridad?, ¿Si vienen a ti a ofrecerte amor lo tomas?, ¿Si te hacen una
caricia, te dejas disfrutarla?. NO. Y lo pongo con letras grandes para que
realmente veas todo el daño que te causas no permitiendote disfrutar. Te
niegas a sentir cualquier emoción positiva.
Ya no es tu madre la que te castiga, lo haces tú no permitiéndote sentir nada
bueno. Relacionas amor con culpabilidad, crees que si sientes algo bueno vas
a recibir un castigo (esto se debe a que nunca se te ha permitido escuchar tus
emociones, no eran buenas. Las únicas buenas eran las de tu madre). Y ahora
te autocastigas no dejándote sentir.
Pero tienes que romper este círculo, tienes que sentir, permitirte disfrutar de
la buena química que da el placer y la felicidad.
Si te llenas de emociones positivas ayudas al proceso químico de tu cuerpo.
Tus pensamientos te generan emociones, pero también debes aprender a
sentir cosas buenas sin que el pensamiento sea lo que las preceda. No
racionalizar, sino sentir, y que las emociones buenas sean lo que tu cuerpo
necesite.
Debes de desbloquearte y permitirte sentir. Está bien que lo hagas. Te lo
mereces. No hay nada malo en ello.

4.2.1.1 El placer de la Felicidad. Más allá de la liberación de las


heridas
Has llegado hasta aquí después de todo el trabajo y esfuerzo que has puesto
durante las primeras partes del método. Quizá cuando empezaste a trabajar
con los primeros pasos del Método RAN©, llevabas años separada de tu
madre después de gran esfuerzo y terapias. Pero ahora empiezas a entender y
liberarte de verdad.
Tras tomar conciencia de lo que has vivido y de los síntomas que has
acarreado hasta ahora (ya no más, el cambio químico ha empezado en ti), has
entendido que tu razonamiento emocional es el que ha controlado tu vida.
Tus pensamientos y opiniones han sido formados en base a tus emociones, y
lo que has sentido es lo que has tomado como cierto.
Tu cuerpo, por su adicción a las emociones negativas con las que has crecido,
ha hecho que crees más de estas emociones, generando pensamientos
negativos, que no te han dejado salir del círculo del sufrimiento.
Ahora estás trabajando en modificar tus pensamientos porque has entendido
que lo negativo, atrae más negatividad. Sin embargo, aunque estás en el
camino, te da la sensación de no llegar nunca a la felicidad. Has asumido que
eso no es algo para ti. Que todo lo sufrido, debe impedirlo. Te conformas con
lo que tienes. Es un gran avance comparado con cómo vivías antes.
Te animo a que des otro paso más, ahora sin ninguna cadena que arrastrar.
Debes hacerlo. Te lo mereces. Tienes el poder de ser FELIZ.
Me gustaría te hicieras la siguiente pregunta y que la contestes de forma
absolutamente honesta.
¿Alguna vez haces algo que te haga sentir placer?
El placer podemos definirlo como el sentimiento de satisfacción que de la
esfera sensitiva se difunde a la psíquica y espiritual, como respuesta del
sujeto a la consecución de un bien.
¿Te permites disfrutar sin sentirte culpable cuando te acarician? ¿Te das ese
capricho de comer un pastel de chocolate, o eres de las que prefieres que se lo
coman tus seres queridos? Es muy loable querer que quien tú quieres se
sienta bien, y dejar que se coma el último trozo de la tarta. Pero qué pasa
contigo. Por qué reprimes todo aquello que te da placer.
Durante toda tu vida has negado tus emociones, sueños, aspiraciones,
esperanzas, necesidades materiales, sexuales y psicológicas. Has percibido
tus necesidades como amenazadoras porque podían engendrar la ira de la
abusadora tóxica de tu madre. Te daba pánico mostrar lo que querías por
miedo a desatar la furia en ella. Has vivido en negación de ti misma. Nunca te
has permitido sentir lo que realmente querías o necesitabas. Y has llegado a
una edad en la que actúas del mismo modo, con las mismas inseguridades.
De manera automática, todo aquello que puede generar placer en ti lo
rechazas, porque crees que el castigo va ser lo que aparezca después de ello.
Cuando estabas con tu madre atender a tus necesidades suponía descuidar las
de ella, y por eso no lo hacías. Ahora sigues igual. Crees que debes de
satisfacer a todos los demás antes que a ti. Sigues siendo una mujer
sacrificada.
¿Pero donde te deja ese estar complaciendo a todo el mundo sin escucharte a
ti? Te deja en un punto donde estás vacía, no puedes totalmente engancharte
en la química positiva. Debes atenderte a ti misma. Escucharte, saber qué
necesitas, qué te gusta, qué te hace feliz.
Que no te duela el ponerte por delante de los demás, eso no significa que no
los quieras. Al revés, si tú consigues estar bien, los que están al lado tuyo lo
agradecerán ya que no tendrán que ver tus episodios de ira, de miedo, de
inseguridad,... Tus hijos, tu pareja, tendrán una mujer segura de sí misma, que
se quiere y puede querer sin condiciones.
A la incapacidad para disfrutar de las cosas agradables, sentir placer, así
como la pérdida del interés por las cosas se le llama Anhedonia. La has visto
en la primera parte de este método, es una de tus heridas. Pero con el cambio
de pensamientos y emociones que has iniciado, va a desaparecer, solo
necesitas reforzarlo, siendo consciente de que debes permitirte sentir placer.
En tu vida lo único que te ha dado placer son los comportamientos
destructivos, el tabaco, la comida, el alcohol, la ira, el miedo,.... Estos
comportamientos destructivos son los que han venido a llenar tu vacío
emocional. Y como has visto que las neuronas mandan en tu cuerpo, te has
vuelto adicta a esos comportamientos.
Te pongo un ejemplo. Cuando algo te descoloca en tu día a día, te reabre la
herida y te devuelve a la ansiedad, miedo, inseguridad,... ¿como reaccionas
para calmarte? Comprándote un vestido nuevo para reforzar tu ego hundido,
fumando un cigarro, abriendo la nevera,...
Una vez más debes observarte. Ser consciente de tus comportamientos para
que puedas proceder a modificarlos. Debes de observar que ante un
pensamiento negativo que te genera una emoción negativa, no te permites
sentir placer, y en su lugar tienes un comportamiento destructivo.
Las emociones tienes que apreciarlas más, tienes que aprender a dejarlas
salir. Porque reprimirlas te enferma como sabes por propia experiencia.
Reprimir emociones se traduce en dolores musculares, enfermedades
gástricas,.... Debes de recuperar esas emociones que no te permitiste sentir,
todas esas cosas que no pudiste hacer por miedo a despertar al monstruo.
Ahora es el momento, estás tú sola. Solo tú las reprimes. Tienes que
permitirte sentir.

EJERCICIO 39
Los pensamientos positivos deben de ir acompañados de emociones
positivas. Y la única manera de tener emociones positivas es haciendo cosas
que te hacen feliz, o te dan placer.
Así que escribe una lista de cosas que te gustaría hacer, pero que te reprimes
de hacerlas. Te autosaboteas, no te permites sentirlas.
Una vez más se trata de pasar al plano consciente lo inconsciente. Para ello,
escribir ayuda. Tómate tu tiempo, siente, sé sincera contigo misma y
encuentra esas cosas que realmente te gustaría hacer.
Debes continuar con tu libreta. Cierra los ojos e imagínate cómo te sentirías si
no sintieras ninguna angustia. Si tus miedos no te paralizaran, qué es lo que te
gustaría hacer. Imagínatelo y siéntelo. Siéntete disfrutando de esas cosas que
tú misma te has prohibido hacer.
Quiero que durante una semana, lo primero que hagas al levantarte y lo
último que hagas al irte a la cama, sea leer esa lista de cosas que quieres
hacer. Respira fuerte, llevando el aire hasta tu estómago, cuenta hasta cinco y
exhala despacio. Ahora solo tienes que sentir eso que quieres hacer y te hace
sentir bien. Siente la energía positiva en ti que te va a dar hacer aquello que
no te has permitido disfrutar durante tantos años. Puede ser algo sencillo
como ver lo que deseas en la TV y no lo que los demás quieren ver, o
comprarte unos zapatos de determinado estilo,....Se trata de sentir la felicidad
que te va a dar esas pequeñas o grandes cosas.
Márcate en tu agenda al menos hacer una cosa al día que te satisfaga. Puede
ser algo tan sencillo como: lunes comer un pastel, martes dar un paseo, ... El
placer, la felicidad normalmente está en esas pequeñas cosas, pero que hasta
ahora no te las habías permitido.

EJERCICIO 40
Otro ejercicio que debes hacer es averiguar todas aquellas emociones que has
ido reprimiendo en todos estos años. Debes de descubrir qué te gusta hacer.
Esto te va a ayudar a saber quién eres en realidad.
Durante años tu madre no te ha dejado hacer muchas cosas, quizá cosas como
maquillarte, ir a un concierto,... trata de recuperar esas cosas. Quizá querías
cantar y ella te desanimó diciendo que no eras buena, puede que quisieras
ponerte una minifalda y ella te convenciera de que tus piernas no eran
bonitas,....
Es momento de desempolvar las buenas emociones de tus recuerdos. Escribe
en tu fiel compañero, tu cuaderno, aquellas cosas que te quedaste con las
ganas de hacer. Quizá fue practicar ballet, bailar en un charco de agua,
ponerte un vestido rojo,... Seguro que hay muchas cosas desde tu niñez hasta
tu edad adulta donde has tenido que guardar tus ganas de hacer algo por el
miedo a tu madre y más tarde por tu propio auto sabotaje. Anótalas. Y lo más
importante, siéntete haciéndolas. Te sientes bien, te ves disfrutando de un día
de lluvia chapoteando en un charco. Pues hazlo. Solo se vive una vez, no
dejes sin hacer nada que desees en esta vida. Haz todo aquello que te haga
feliz. No te sientas más culpable. La química está trabajando en ti. Sigue cada
día practicando.
La manera que tienes de averiguar qué cosas te hacen sentir bien y ser feliz,
es estando contigo misma. En soledad. Busca tu tiempo, tu lugar. Pregúntate,
y sobre todo siente qué te hace feliz. Hacerlo va a suponer tu absoluta
libertad, el último eslabón de la cadena que has arrastrado todos estos años.
Ayúdate con música relajante, o un paseo por la naturaleza y siéntete.
Disfruta de la sensación que sientes al pensar que estás haciendo algo que te
hace feliz. Y luego por favor hazlo. No te detengas más. Siente.
Cuando dejas de concentrarte en lo malo, en todo lo que has sufrido, en lo
mal que te sientes, y pones tu foco y atención en algo que te hace sentir bien,
la química en tu cuerpo cambia y lo negativo se va.
Debes de practicar esto todos los días hasta que se convierta en un hábito. Es
como el ejercicio físico. Hoy levantas un kilo y en un año puedes llegar a
levantar 100. Tú pones la meta donde quieres llegar y te hace sentir bien.
Recuerda que en el momento que dejes de estar reprimida es cuando
realmente te vas a liberar y poder desarrollar tu total potencial. Cuando tu
cerebro y todo tu ser vibran con energía positiva, la oscuridad que cada tanto
volvía a ti desaparecen.

4.3. La Neurofelicidad. La autoinducción a la felicidad


La neurofelicidad es una nueva disciplina científica que estudia los
mecanismos cerebrales y biológicos de la felicidad, comprendiendo cómo
funciona el estado de felicidad a nivel interno en las personas, para conseguir
finalmente provocarlo a voluntad.
Los seres humanos, tenemos un circuito cerebral de recompensa. Se activa de
forma natural cuando realizamos actividades placenteras, como tener sexo,
abrazarnos o comer algo que nos gusta mucho. En esos momentos, el cerebro
libera los neurotransmisores responsables de las sensaciones placenteras,
como la dopamina y la oxitocina. Y ya has visto que puedes convertirte en
adicta a esas sensaciones.
Lo bueno es que el cerebro, al igual que tu cuerpo se puede entrenar, ya que
es moldeable.
La neuroplasticidad, significa que nuestro cerebro es flexible y moldeable, y
está cambiando continuamente. Podemos modificar nuestra estructura
cerebral a partir de nuestros hábitos y conductas, creando nuevas redes
neuronales. La actividad mental cambia la estructura del cerebro; eso
significa que lo que pensamos, sentimos y hacemos, cambia físicamente
nuestro cerebro.
Tienes por lo tanto, la posibilidad de modificar tu cerebro, solo tienes que
escucharlo y hacer aquello que te ayuda a sentir bien. No tienes que
condicionarte más a lo vivido y sufrido, no te quedes más en tu pasado. La
ciencia está a tu favor. Tu cerebro puede cambiar y con ella tus heridas
pueden desvanecerse y puedes conseguir ser feliz.
En la primera parte de este método has trabajado en cómo hacer consciente
tus pensamientos y emociones inconscientes. Tienes pues todas las
herramientas contigo para poder modificar tu cerebro, y ser feliz.
La conclusión que puedes sacar de esto, es que es posible reprogramar tu
cerebro para ser más feliz, cambiando hábitos, conductas, pensamientos y
sentimientos que potencien las redes neuronales asociadas a la felicidad.
No dejes que las condiciones del entorno en el que has crecido gobiernen tu
vida. Puedes cambiar tu vida, y ser feliz. Es una cuestión de aprendizaje, que
se puede lograr con ejercicios y disciplina. Has visto en los puntos anteriores
cómo proceder para cambiar los pensamientos y también tus emociones.
Ayúdate de las siguientes pautas que te propongo para ayudarte aún más con
el cambio en tu cerebro.
Después de que consigas modificar tus pensamientos y emociones y te
permitas sentir placer, no vas a reconocer quién tienes en el espejo: TÚ, tu
verdadero yo, sin todas esas heridas que has arrastrado toda tu vida.

4.3.1. Consejos para reforzar las emociones positivas y la felicidad


según la neurociencia
Puedes y debes autoinducirte felicidad. Has visto que puedes modificar las
emociones para sentirte mejor. Tu cerebro es modificable (neuroplasticidad,
la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de la
conducta y la experiencia). Y puedes ejercitarte para cambiarlo.
Para hacer feliz a tu cerebro y entrar en una espiral positiva tienes dos vías:

1. Ser consciente de cada uno de los detalles que te producen


bienestar, y poténciarlos para aumentar la actividad de tu córtex
orbitofrontal y tu sistema cerebral de recompensa.
2. Detectar aquellos estímulos que te producen malestar,
pensamientos o emociones negativas, y reducirlos o eliminarlos
de tu vida. Pueden ser actividades, o incluso personas
desagradables o nocivas para ti.
Para ayudarte con el cambio de tu cerebro, te propongo una serie de
actividades que recomienda la neurociencia (recuerda la ciencia que trata de
desentrañar la manera de cómo la actividad del cerebro se relaciona con la
psiquis y los comportamientos).

● SONREIR: aunque no tengas ganas sonríe.


Cuando una persona se ríe de verdad en su cerebro se liberan endorfinas
(neurotransmisores secretados por la glándula pituitaria del cerebro, que
tienen un efecto de tipo opiáceo similar a la morfina). Por eso las endorfinas
se conocen como “opiáceos naturales”.
También se libera un neurotransmisor cerebral llamado dopamina muy
relacionado con los estados de bienestar psicológico. Al mismo tiempo,
cuando una persona se ríe de verdad, disminuyen sus niveles de cortisol que
es una hormona conocida como la “hormona del estrés”.
Si sonríes aun en los peores momentos tu cerebro entenderá que estás feliz,
por lo que adecuará todos sus procesos en relación a este estado de ánimo,
logrando incrementar esa sensación de felicidad. Sonríe siempre que te
acuerdes que es bueno hacerlo. Márcate un tiempo al día para sonreír. Es un
ejercicio fenomenal para aumentar tus péptidos de felicidad.

● MÁRCATE OBJETIVOS PARA AUMENTAR LA


MOTIVACIÓN
Diversas investigaciones han constatado que plantearse objetivos a largo
plazo hace sentir que se está trabajando para lograr algo, pero también
permite liberar dopamina (neurotransmisor o mensajero químico, cuyas
funciones entre otras son: regular el sueño, la atención, la actividad motora, el
humor. Se considera a la dopamina el centro del placer, ya que regula la
motivación y el deseo y hace que repitamos conductas que nos proporcionan
beneficios o placer), proceso que te hará sentirte más aliviada, motivada y
probablemente más feliz.

● IMPLEMENTAR HÁBITOS QUE TE AYUDEN A DORMIR


BIEN
El sueño condiciona los estados de ánimo, por eso debes de conseguir un
sueño reparador. Pare ello: duerme en un ambiente con poca luz, en un lugar
que te resulte cómodo y ten alguna rutina que prepare al cerebro para dormir,
como por ejemplo: leer, reflexionar, escuchar música relajante, meditar etc.
Nunca lleves a la cama tus problemas. La falta crónica de sueño mantiene
permanentemente elevadas las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol). Es
recomendable que duermas ocho horas al día.

● ABRAZA MUCHO
Tenemos que sentir el amor y la aceptación de los demás, y no sentirlo puede
resultar doloroso. Una de las principales formas de liberar oxitocina
(hormona responsable de comportamientos sociales, sentimentales, patrones
sexuales y la conducta parental) es a través del tacto.
Los abrazos deben ser parte de tu rutina diaria para que puedas liberar mucha
oxitocina ya que los circuitos del dolor y la ansiedad disminuyen su
activación con ella. Cuantos más abrazos, más disminuye la sensación de
preocupación y te sientes más feliz. Abraza a tus seres queridos todos los
días.

● LLEVA UNA VIDA SALUDABLE Y DISFRUTA DE LA


NATURALEZA
Llevar una vida saludable es parte de quererse y cuidarse. Hacer cosas que te
hagan sentir bien, seguir una dieta sana y practicar deporte aumentan la
serotonina (neurotransmisor clave para sentirnos con energía y buen ánimo)
y las endorfinas .
La serotonina interviene en la creación del sentimiento de satisfacción y
mejora la capacidad para soportar la tensión diaria. Su deficiencia puede
participar junto con otros factores desencadenantes en las subidas y bajadas
del estado de ánimo características de los trastornos depresivos. Por eso es
necesario que te ejercites y comas bien.
También es bueno que mantengas contacto con la naturaleza. Si vives en una
ciudad trata de visitar un parque, ver animales, escuchar el sonido del
agua….El contacto con la Naturaleza es más que beneficioso física y
psicológicamente para el ser humano:

Reduce la fatiga mental

Disminuye la irritabilidad

Aumenta la autoestima

Refuerza los pensamientos positivos

Fortalece el sistema inmunitario.


De sobra son conocidos los beneficios de practicar deporte ya que activa tus
endorfinas, dopaminas y serotonina, todas ellas hormonas del bienestar.
¿Pero sabías que tu estómago contiene neuronas? Sí, alrededor de 100
millones, por eso le llaman el Segundo Cerebro. Luego es una parte
fundamental para tu bienestar emocional.
Seguramente alguna vez hayas notado cómo tu estómago expresa a la
perfección lo que sientes. Miedo, emoción y estrés se sienten en el estómago,
incluso las conocidas “mariposas” relacionadas al amor. Tu estómago
produce hormonas y neurotransmisores, incluso genera más dopamina y
serotonina que el cerebro.
Lo que nos muestran los avances científicos, es que modificar la capacidad
mental humana no sólo puede conseguirse a través del cerebro. «Cambiar la
flora bacteriana intestinal predeterminada puede variar la conducta», afirma
el doctor Fernando Carballo, presidente de la Sociedad Española de Patología
Digestiva . Un cambio en la dieta para estimular los intestinos podría abrir
campos muy interesantes para curar determinadas enfermedades neuronales,
cree este experto.
Luego no olvides de cuidar lo que comes.

● HAZ EL AMOR SIEMPRE QUE PUEDAS


El sexo es la máxima expresión posible de los sentidos: vista, tacto, olfato,
oído y gusto. Hacer el amor libera una cantidad brutal de endorfinas y
oxitocina, que sin duda harán a tu cerebro muy feliz.

● NO TE QUEJES
La expresión constante de emociones adversas fortalece los circuitos
cerebrales negativos de la amígdala. Los pensamientos positivos expanden
las oportunidades y las opciones, mientras que los negativos nos limitan, nos
producen frustración, fatiga y abatimiento. Además recuerda la química. Si
sientes sensaciones negativas de forma constante, crearas peptidos de esa
sensación y tu cuerpo pedirá más.

● ARRÉGLATE CADA MAÑANA


Aunque no vayas a hacer nada especial, arréglate y siéntete guapa. Si te gusta
maquillarte, hazlo para verte bien, aunque sólo sea para ir a trabajar o
estudiar. Sentirse bien con una misma, aparte de dar seguridad, predispone
positivamente tu cerebro.

● MÍMATE
Dedica un tiempo cada día para hacer cosas que te gustan y así crearás más
circuitos cerebrales de placer, alegría y felicidad. Puedes autoinducirte
felicidad a través de los sentidos: un masaje, un baño con espuma, tomar el
sol, salir a caminar… Como mínimo, tómate media hora al día y dedicátela a
ti misma. Eres lo más importante que tienes.

● PRACTICA LA GRATITUD
La gratitud tiene la capacidad de modificar tu cerebro. Según el Centro de
Investigación de Conciencia de la Atención Integral de la UCLA,
(Mindfulness Awareness Research Center) expresar gratitud cambia
literalmente la estructura molecular del cerebro, mantiene la materia gris
funcionando y nos hace más saludables y felices.
Los beneficios de la gratitud empiezan con el sistema de dopamina, porque
sentirse agradecido activa la región del tronco cerebral que la produce.
Adicionalmente, la gratitud hacia otros incrementa la actividad en los
circuitos sociales de dopamina, los cuales provocan que la interacción social
sea más placentera.Tratando de pensar en cosas por las que te sientes
agradecido te fuerza a concentrarte en los aspectos positivos de tu vida. Este
simple acto incrementa la producción de serotonina en el córtex del cíngulo
anterior. La gratitud no sólo hace feliz a tu cerebro, sino que también puede
crear un círculo de retroalimentación positiva en tus relaciones.

EJERCICIO 41
Practica dar las GRACIAS cada día. Establece una rutina de gratitud.

Retoma tu cuaderno, y escribe una lista de las cosas por las que
estás agradecida.
Acuérdate de decir gracias a tu pareja, a tus hijos, amigos,....
Cada día.
Cada día al levantarte y al acostarte da las gracias por tu vida,
por lo que tienes, por lo que has conseguido.
No olvides practicar la gratitud. Te va a ayudar en tu sanación, a modificar la
estructura de tu cerebro, para que solo acudan a ti de manera “automática”
emociones positivas.
4.4 Técnica de Liberación Emocional
La práctica de todo lo que sea bueno para modificar las emociones negativas
que han venido repitiéndose en ti es recomendable. Te propongo una técnica
muy sencilla que da buenos resultados y ayuda a que tus emociones negativas
desaparezcan: el Tapping.
La técnica de Liberación emocional, conocida como “Tapping”, es como
“una acupuntura para las emociones sin aguja”. Consiste en darse pequeños
golpes con las yemas de los dedos (tap en inglés) en ciertos puntos del cuerpo
que coinciden con puntos de inicio o final de meridianos de acupuntura.
Con el Tapping se pueden eliminar, problemas emocionales (estrés,
depresión, fobias, insomnio, creencias limitantes, bloqueos…) y físicos (tanto
dolores puntuales como enfermedades) ya que ayuda a equilibrar el sistema
energético del cuerpo.
La técnica se basa en el hecho de que las emociones negativas están causadas
por desequilibrios en el campo energético del cuerpo. La mayoría de nuestros
problemas, sean económicos, de salud, sociales, laborales, etc., están
provocados por bloqueos en nuestro sistema energético, o lo que es lo mismo:
conexiones neuronales que se han organizado en determinadas estructuras
estáticas que nos llevan a sentimientos, pensamientos, y conductas
repetitivas. (has visto cómo tu cerebro pide más péptidos que conoce y por
ello te hace que tengas emociones para obtenerlos).
Has visto que la realidad está causada por tus pensamientos, que generan tus
emociones, que a su vez generan las circunstancias de tu vida. Con la práctica
del Tapping, te sentirás emocionalmente bien, lo cual cambiará la actitud con
la que afrontes tus problemas diarios.

Cómo se hace Tapping

1. Escoge el pensamiento que te bloquea. Por ejemplo “no tengo


trabajo”, “nada me sale bien”, “me duele la cabeza”...
2. Mientras pronuncias el pensamiento en alto añade “a pesar de
ello me quiero” y al mismo tiempo tienes que golpear con las
yemas de tu índice y corazón los siguientes puntos uno detrás
de otro:
3. La parte superior de la cabeza: si colocas tus pulgares en tus
oídos y juntas tus meñiques encima de tu cabeza, donde se
unen, ese es el primer punto de tapping.
4. El extremo interior de la ceja: cualquiera de las dos cejas es
válida.
5. El lateral del ojo: el extremo opuesto a la nariz.
6. El hueso que hay debajo del ojo.
7. Entre la nariz y el labio superior.
8. La depresión que hay entre la barbilla y el labio inferior.
9. La base del cuello.
10. Unos cuatro dedos por debajo de la axila.
11. En tu muñeca, en la parte interior, en la mitad de ella.
12. El lateral de la mano, entre la base del dedo meñique y la
muñeca.
Golpea repetidamente estos puntos mientras repites el pensamiento limitante.
Con ello consigues que la emoción que te produce el pensamiento se vaya.
Deberás repetir el golpeteo de los puntos hasta que te sientas bien, libre de la
emoción negativa.
Es un procedimiento muy sencillo, pruébalo porque funciona. Todo lo que te
ayude a controlar tus emociones es válido, para que consigas que la química
de tu cerebro cambie y las viejas emociones que te han impedido avanzar en
tu vida no vuelvan a ti.
4.5. Identifica tus rasgos tóxicos
Cuando te torturas creyendo que te pareces a tu madre y temes ser tóxica, es
porque identificas comportamientos en ti que reconoces en tu madre. Pero
tranquila, como te he dicho en la primera parte de este método, no eres tóxica
porque eres empática y te preocupa hacer daño a los demás con tus
comportamientos.
Sin embargo has podido ver que tienes unas respuestas emocionales como
tus heridas, a los abusos de tu madre. Una vez más reconocer que los tienes,
es el primer paso para poder modificarlos. No solo debes terminar con tus
heridas surgidas por los abusos, sino que debes ser consciente y acabar con
esos comportamientos emocionales que has creado para tapar tu verdadero yo
lastimado y que te recuerdan a tu madre. Debes eliminar cualquier rastro de
toxicidad en ti.

Tu herida, y la ira narcisista


Has visto en la primera parte de este método que has desarrollado unos
comportamientos emocionales en respuesta a las heridas creadas por el abuso
de tu madre. Has tratado de protegerte. Y esto ha hecho que desarrolles
rasgos tóxicos.
Para protegerte del dolor que te ha causado que tu madre te haya hecho sentir
pequeña , has desarrollado patrones emocionales, o respuestas “automáticas”
para cubrir esa vergüenza.
Digamos que los mecanismos de defensa que has usado son los mismos que
ha usado tu madre, por eso a veces te ves reflejada en ella. Pero no te
preocupes, si estas aquí, es porque a diferencia de ella eres fuerte y estás
dispuesta a romper con esas respuestas emocionales “automáticas” como
vienes haciéndolo durante todo este proceso.
Al igual que tu madre, tú también has desarrollado una herida narcisista. Y
cómo no hacerlo con lo que has vivido.
Vamos a recordar qué es esto de la herida narcisista. “Se denomina herida
narcisista todo lo que viene a disminuir la autoestima del YO”. Para
compensar la herida narcisista, sacas tu ira narcisista.
La ira narcisista, es la combinación de necesidades insatisfechas en las
primeras etapas del desarrollo, junto con un entorno invalidante y un
temperamento altamente sensible. Es una expresión primitiva,
emocionalmente inmadura, de necesidades frustradas e invalidación (real o
percibida) .
Tu madre no te ha dejado desarrollar tu propia identidad, ya que no te ha
permitido satisfacer tus deseos y necesidades para que atendieras los suyos.
No has podido crecer emocionalmente, no te han dejado, y ante amenazas
reales, o imaginadas sigues reaccionando como cuando eras pequeña. (esas
emociones y comportamientos automáticos que hemos visto anteriormente).
De manera inconsciente sigues reaccionando con miedo, culpa, ira....Incluso
a veces haces a los demás, a quien ves más débil (hijos, pareja,...) lo que tu
madre te hizo a ti. Abusas de los demás, para sentirte más fuerte, y tapar tu
verdadero Yo inseguro. Pero tranquila no tienes trastorno de la personalidad
narcisista, porque cuando te das cuenta que causas dolor en los demás te
sientes fatal.
No has podido desarrollar tu YO de verdad, has vivido con el conflicto
interno de “TÚ BUENA” y “TÚ MALA”. Como en los dibujos animados
donde vemos un angelito y un diablito, así has vivido. Por un lado tu angelito
diciendo lo que sentía , lo que quería hacer, y por otro el arrogante diablillo,
la voz de tu madre que te decía qué hacer. Tu angelito siempre salía
perdiendo el pobre. Nunca podías hacer lo que sentías, sino que te debías a tu
madre, debías actuar acorde a sus pautas, a sus normas, ya que las tuyas no
eran válidas.
Y claro, has crecido con esta dualidad. Con la frustración de no haberte
podido desarrollar como persona, y cuando quieres hacer algo, no te atreves,
sigues las directrices que marcó tu madre para ti y tu inseguridad, ya no las
palabra de tu madre, te paraliza.
Pero cuando te separas de ella, la vida sigue igual, sigues con el angelito y el
diablito. Ahora has entendido que el diablito, esos ecos en ti, esos flashbacks,
en realidad siguen ahí porque los atraes, los necesitas (dependencia
emocional). Sin embargo como peleona que eres, buscas tu hueco en la vida,
quieres ser tú y que tu angelito triunfe. Y lo estás consiguiendo.
Has entendido que esas reacciones emocionales, esa ira que surge de manera
automática, lo haces porque se corresponde con tu pensamiento. Pero si el
pensamiento no es cierto y lo cambias por la verdad, tu verdad, dejas de tener
esas emociones negativas que te causan tanto dolor. Dejas de ser esa niña
cobarde, asustada, insegura,.... para convertirte en la mujer que deseas ser.

Tu falso YO
Para poder sobrevivir en un ambiente hostil, te has desconectado de la
realidad y al igual que tu madre has creado un FALSO YO, que cubre tus
miserias, tu dolor.
No ha sido un YO de grandiosidad, no te has vuelto tóxica, pero no eres tú.
Quien has tenido frente al espejo no es tu yo de verdad, si no una creación
para satisfacer las necesidades de tu madre y un ser que has creado para
ocultar tu dolor, para protegerte.
Quizá has actuado como una persona complaciente, en exceso, porque tenías
necesidad de agradar. O quizá has creado alguien frío y distante, para que no
se acerquen a ti demasiado y te hagan daño.
Has de descubrir qué “personaje” has creado, pero sobre todo has de
descubrir quién eres de verdad.
Recuerda que la vergüenza tóxica, ese sentimiento interiorizado desde tu
infancia, donde sientes que nadie puede aceptarte y quererte tal cual eres y
que te provoca rechazo hacia ti, hace que crees un falso yo que oculte tu yo
“indigno”.
Trabajar en eliminar tus pensamientos y emociones negativas te va ayudar a
descubrirte a ti misma, a ver quién eres de verdad, a no avergonzarte más de
ser quien eres.

Tu permanente hipervigilancia
Otra de las cosas que has heredado por vivir en una familia disfuncional, otro
rasgo tóxico del que debes ser consciente para eliminar, es el estar en estado
de permanente hipervigilancia.
En casa tenías que vivir alerta, porque no sabías por donde iba a venir el
siguiente golpe. Además, recuerda lo que has visto en los métodos de abuso
de una madre tóxica, ella te gaseaba (gaslighting) haciéndote creer que lo que
veías no era verdad. Luego estabas siempre tratando de indagar la verdad, sin
fiarte de nada ni nadie.
Pero lo más importante, al igual que tu madre tóxica, te has vuelto
hipervigilante porque sientes que los demás te atacan. Eres hipersensible a
cualquier sensación percibida de traición o abandono, lo que garantiza la
apertura de viejas heridas parentales de la infancia (es decir, experiencias
infantiles de pérdida de la autoestima, orgullo o vergüenza).
¿Recuerdas la distorsión cognitiva? Considera que tu percepción de la
realidad ha sido errónea hasta ahora, y siempre has visto peligros y amenazas
donde no las había. Debes empezar a cuestionarte cada sensación amenazante
y analizar el pensamiento que las crea para poder modificarlo y que la
tranquilidad sea tu norma de vida.
Recuerda que debes escucharte, observar a tu cuerpo. Cuando te sientes mal,
tienes miedo, … te está queriendo decir que algo no va bien. Analízalo.
Cuestiona el pensamiento que te hace sentir insegura dudosa de ti o de los
demás. Y si tu pensamiento no es justificable, entonces inviertelo. No
permitas más pensamientos que duden de tu valía y cordura, no son ciertos.

Miedo
Has visto que hacerte vivir con miedo y culpa eran las torturas favoritas de tu
madre. El problema, es que de adulta, lejos de tu madre te has seguido
sintiendo miedosa. No ya con miedo hacia tu madre, si no que has vivido con
miedo a la vida.
Te peleas por no mostrar ese miedo que sientes, tratas de mostrarte fuerte,
exitosa,.... Pero en la realidad de tu soledad, cuando estás contigo misma,
sabes que el miedo te sigue acompañando. El miedo te paraliza, te hace no
creer en ti.
Quizá hasta hayas hecho terapias para sacar el miedo de ti. Eso de ponerle un
nombre al miedo y decirle que se vaya, no funciona. Es tu sombra, y cuando
crees estar bien, ahí aparece él para fastidiarte.
El miedo es una emoción, una sensación. Y como ya has visto eres adicta a
las emociones con las que has crecido. El miedo es tu gran fantasma, el que
siempre te acompaña, porque de pequeña era tu mayor emoción.
Por eso debes analizarte especialmente cuando sientes miedo. Quizá no te des
cuenta ni que estas sintiendo miedo, pero seguro que te percatas de que hay
cosas que no haces debido a ese sentimiento.
Por ejemplo, no vas a una fiesta, te autosaboteas diciendo que no has
encontrado vestido. ¿Pero es realmente verdad? Te autoengañas de nuevo. La
verdad es que te da miedo enfrentarte a la muchedumbre, o quizá el
encontrarte con alguien en concreto.
Como las demás emociones, tu miedo viene precedido de un pensamiento.
Ese pensamiento maldito hace que sientas miedo, y cuanto más miedo sientes
más miedo necesitas.
Así que por favor, cuida cada pensamiento. No hay nada que temer. Eres una
mujer valiosa, buena. Camina, avanza y cambia en tu mente cada
pensamiento que te haga sentir miedo. Practica la reestructuración cognitiva
que has visto en el punto anterior. Localiza el pensamiento que te hace sentir
miedo, cuestiónalo, piensa cómo te sentirías si no fuera cierto y cómo
hubieras actuado sin él, e inviértelo y disfruta la nueva emoción.
Una vez lleves a cabo tu reconstrucción cognitiva (cambio de pensamientos y
emociones) consigues eliminar la negatividad en ti, vas a quedar limpia de
esos comportamientos emocionales, de esas herramientas de protección. Sin
armaduras, tu YO verdadero va a aparecer.
¿Y sabes qué? Vas a descubrir que has sido muy fuerte, que eres una
luchadora que jamás ha dejado de soñar. Alguien que jamás ha dejado de
pelear por sus emociones, sus necesidades. Alguien que aún herida ha llegado
aquí. Y ahora limpia de toda esa carga , solo te queda brillar.

EJERCICIO 42
Te propongo un ejercicio para poder generar esa química positiva en tu
cerebro. Has llegado muy lejos, y a estas alturas te has desecho de
pensamientos injustos que te hacían sentir mal.
Lo más importante has entendido que tú misma buscabas crearlos por la
adicción de tu cuerpo a ellos.
Has de mirar en ti un poco más. Todo esto es para descubrir quién eres en
realidad.
En tu cuaderno escribe, cuéntale quién has sido toda tu vida. Qué personaje
has creado para protegerte.
Ya has hecho los ejercicios para analizar tus comportamientos emocionales
automáticos. Pero ahora quiero que veas que, tú no has sido tú. No te has
dado el permiso de conocerte y has de hacerlo. Pero primero has de ver quién
has sido. Recuerda que uno solo puede cambiar aquello que conoce.
Analiza si lo que haces te gusta, si hay algo que no hiciste y te gustaría hacer.
Si llevas un determinado tipo de ropa, para cubrir quien eres en realidad. Si
actúas llamando la atención a través de tus éxitos laborales para que admiren
tu valía, si eres doña perfecta complaciendo a todo el mundo, si te escondes
para pasar desapercibida,... Sé sincera contigo misma. Cuanto más lo seas
más fácil va a ser descubrir quién eres en verdad.

EJERCICIO 43
Otro ejercicio que te propongo es el de reconocer todos tus miedos.
El miedo es una de las peores emociones en nuestra vida y la que nos limita
muchísimo porque impide que hagamos cosas.
No creas que eres la única en sentir miedo porque todo el mundo tiene miedo
a algo. Por eso, para no estar limitada nunca más quiero que escribas cuales
son tus miedos. Ya no solo los que han surgido por los abusos de tu madre, si
no los miedos que has ido adquiriendo ya de mayor en tu vida.
Al lado de cada miedo que hayas reconocido, escribe qué es lo que piensas
para sentir ese miedo. Si tienes miedo a entrar en un ascensor, cuál es el
pensamiento que te hace sentir miedo. Una vez identificado tu pensamiento
trabaja sobre él.
¿Es cierto?. ¿Pero es realmente cierto?, ¿en qué te basas? Si tu respuestas no
pueden justificar tu pensamiento, entonces escribe que sentirías sin él, y que
hubieras hecho si no lo hubieras tenido. ¿Qué sientes? Invierte entonces el
pensamiento. El miedo creado por ese pensamiento desaparece.
EJERCICIO 44
En este ejercicio has de tratar de descubrir cuándo desatas tu ira. Trata de
pensar qué situaciones suscitan la furia en ti. Qué cosas te enfadan hasta el
punto de no poder controlar tu ira.
En qué momentos te sientes tan amenazada que tienes que ponerte el escudo
de tu yo gruñona para que no descubran tu verdadero Yo. Has visto que hay
situaciones que te hacen sentirte amenazada y de modo automático reaccionas
a ellas. Trata de pensar cuales son y qué es lo que piensas y sientes para que
la ira se desate en ti.
Una vez localices el pensamiento trabaja en él hasta poder invertirlo.
Recuerda que los pensamientos que te generan dolor en su gran mayoría no
son ciertos. Descúbrelos e inviertelos. No dejes que la química los siga
trayendo a ti.
Te espero en la última parte. Ya te has desecho de tus heridas y has
controlado tus rasgos tóxicos. Ahora solo te queda ver quién eres de verdad y
de todo lo que eres capaz. ¡Enhorabuena, mujer resiliente!
4.6. Supera tu resentimiento
Cuando te sientes bien, eres tú de verdad, no tienes la necesidad de sentir
rabia o ira. Ya no eres adicta a esas emociones. Vives en un estado de paz.
Las palabras hirientes y las acciones desconsideradas se grabaron durante
décadas en tu mente. Pero has de saber que el resentimiento no te permite
avanzar. El resentimiento te hace sufrir.
Si piensas que por sentir resentimiento hacia tu madre ( la vida le devolverá
el daño que ha hecho, ojalá se muera o enferme, se merece estar sola...) ella
se va a sentir mal, estás equivocada. La única que sufres eres tú. Quedas
como has visto enganchada a las emociones negativas.
Has aprendido que tu madre no va a cambiar, la que tienes que hacerlo eres tú
reaccionando de forma diferente.
Has podido entender que ella también sufrió abusos, y aunque esto no
justifique el dolor que te ha causado, si debe servirte para entender el porqué
ella se ha comportado así. No ha sido fuerte como tú.
No te digo que le restes importancia a sus ofensas, o hagas como que no han
ocurrido, porque eso sería no afrontar la realidad. Simplemente que la dejes ir
en tu mente en paz. No estés más atada a ella. Perdónala, y avanza en tu vida.
El perdón es una experiencia interna de libertad. Es lo que te permite cortar
del todo con tu madre, y la llave de tu felicidad.
4.7. Da gracias a lo vivido, por qué quién serías tú sin
tu historia
Has visto los beneficios que tiene la gratitud en tu salud. Dar gracias por lo
que tienes debe de ser parte de tu rutina diaria.
Si no hubiera sido por tu madre no habrías sido la mujer fuerte que eres. No
hubieras pasado por este camino de encuentro. Has de ver que durante toda tu
vida has sido una luchadora. Has sido el chivo expiatorio, esa mujer que a
pesar de tener todo en contra y no tener el apoyo de su madre para crecer
emocionalmente, ha conseguido llegar hasta aquí.
Tu madre te ha hecho fuerte y ahora eres invencible.
Siempre has tratado de plantarle cara a tu madre y a la vida. Nunca te has
conformado con lo que tenías. Siempre has buscado como salir de la
oscuridad en la que vivías. Aunque hayas creído muchas veces que perdías
siempre has ganado. Y ahora has triunfado.
Por fin has escapado de las garras y las cadenas que te puso tu madre. Ahora
te queda volar. Encontrarte a ti misma, disfrutar de quién eres, hacer lo que
quieras y sueñes.
Te deseo lo mejor en tu vida. Tienes todo mi AMOR. Ahora quiérete tú.
EMPODERAR
5. Empodérate
¡Felicitate! Has llegado a la última etapa del método siendo una persona
nueva. Has hecho un trabajo personal increíble. Has entrado en tu más
profundo yo para analizarte y conocerte. Has crecido como persona. Te has
enfrentado a tus miedos y los has vencido.
Te aseguro que has hecho un extraordinario trabajo de autoconocimiento, que
la mayoría de las personas que conoces no lo hacen y por tanto ahora tu
crecimiento emocional está por encima de ellos. No te lo cuento para que te
pongas por encima de nadie, si no para que te veas en el pedestal donde
mereces estar. No todo el mundo se atreve a enfrentar sus heridas (y te
aseguro que de una manera u otra todos las tenemos).
Tras haber tomado consciencia de lo que has vivido y de los síntomas que has
acarreado durante tu vida, te has podido embarcar en un cambio cognitivo,
modificando tus pensamientos y emociones. Ello te ha llevado a saber que
tienes alas. Ahora solo te queda agitarlas y volar.
Ahora ya sin esas heridas, debes encontrarte a ti misma y empoderarte.
Reconocer el poder en ti que nadie te enseñó a ver. Debes encontrar tu
identidad, y aunque éste es un proceso que normalmente ocurre en la
adolescencia en una familia sana, nunca es tarde para hacerlo.
Con el cambio cognitivo has podido salir del círculo adictivo del dolor.
Ahora debes de seguir amándote y descubriéndote. Nunca dejes de trabajar
en ti. Nunca dejes de ejercitar el cuestionar tus pensamientos, sabes que son
los que te generan las emociones y tu estado para afrontar la vida.
Tu mente debe ser siempre tu prioridad. No dejes que divague, controla tus
pensamientos. No permitas más pensamientos falsos que hagan que te sientas
mal. Esto es como ir al gimnasio, para mantener los músculos tonificados y
estar en forma, no es suficiente con ejercitarse solo los meses de verano. Hay
que hacerlo de manera constante. Tu mente es igual que tu cuerpo, necesita
ejercicio constante.
Has visto que lo que tenías era una adicción a tus emociones. Como en
cualquier otra adicción siempre va a haber situaciones en la vida que te
empujen a ella, a tus antiguos pensamientos. Tu cuerpo puede necesitar de
esas antiguas emociones. Pero no te sientas mal porque un día la impotencia,
el sentirte que no vales vuelva a ti. Es normal. Es como el alcohólico, la
tentación del vaso de vino está ahí. La diferencia es que ahora sabes cuando
te tomas un trago y lo que te hace y puedes pararlo antes de que te destroce.
Sabes cómo te sientes cuando una emoción negativa se apodera de ti. En
cuanto la reconozcas (es fácil porque no te gusta como te sientes), párate a
pensar qué la originó. Busca, localiza ese pensamiento, esa situación que
generó el pensamiento y cuestiona si es verdad. Lo más probable es que no lo
sea. Practica entonces revertir el pensamiento para disfrutar de una nueva
emoción.
Cada vez menos en tu vida las emociones negativas vendrán a ti, ya que
cuando lo hagan, tienes las herramientas para modificarlas y permitir que en
tu mente solo habiten emociones positivas, que te hagan sentir bien.

TUS HERIDAS Y LÍMITES


Sin tú hacer mucho más, sin proponértelo, al estar positiva, fuerte y con
confianza en ti misma, los actos autodestructivos han desaparecido. Ya no
necesitas maltratarte.
Y una cosa más, poner límites te sale de manera natural. Te hace sentir bien,
estar protegida, sin que los demás invadan tu estado emocional y lo
manipulen. Y lo más importante ya no necesitas de gente narcisista para que
refuercen tus emociones, porque ahora tu cuerpo necesita emociones
positivas. Con lo cual, cuando aparecen, se van o los echas . Ya no eres un
imán para ellas.
Tus cadenas, tus heridas han desaparecido. No necesitas más dolor, solo
amor.
Ahora te toca abrazar tu grandeza interior.
Ojalá nos educaran en reconocer nuestro poder. En poner nuestras
necesidades en primer lugar, en creer en nosotras,... pero no ha sido el caso.
Una niña que crece apoyada emocionalmente, sintiéndose protegida, segura
de sí misma es capaz de todo lo que se propone en la vida.
Ahora sin embargo, sin el dolor en ti, sin esas heridas que te acompañaban
constantemente debes aprender a ver todo lo que vales. Ahora, sabes que
puedes con todo lo que quieras en esta vida, no hay nada ni nadie que te pare.
Tu mente es tu límite o tu fuerza.
Ya nadie controla tu vida excepto tú. Debes empoderarte. Pero qué es eso
exactamente.
El empoderamiento es el proceso de aumentar tu capacidad para que tomes
decisiones y puedas transformar esas elecciones en acciones y resultados
deseados.
A través del proceso, te conviertes en un agente de cambio. En términos más
simples, es el factor “puedo hacerlo”, el proceso para poder pasar del “No
puedo” al “Puedo”.
Lo enriquecedor en el proceso de empoderamiento es evidenciar el desarrollo
de la confianza en tus propias capacidades, que provocan cambios
sustanciales en tu forma de pensar en tus metas y desafíos.
Los factores que pueden influir en este proceso, de toma de poder de una
misma, son tu familia, amigos, entorno, la educación, la experiencia… pero
el fundamental es tomar consciencia de ti misma.
Has crecido en un ambiente donde has recibido mensajes negativos, donde no
has aprendido a escucharte a ti ni a tu cuerpo. No te han enseñado a quererte
y valorarte.
Ojalá te hubieran equipado con las herramientas que ahora conoces. Hubieras
crecido más fuerte. Pero ahora que las tienes, y que sabes que el poder reside
en ti, céntrate en cuidarte y llegar donde quieras hacerlo.
No hay nada que limite tu autoestima ahora. Sabes que solo lo hacían tus
pensamientos. Debes de descubrirte, y encontrar quién eres realmente. Debes
aprender a tomar tus propias decisiones, marcarte tus metas para obtener los
resultados que deseas. No tengas miedo a soñar.
Ahora que no arrastras heridas debes analizar y ver quién eres en realidad,
para así encontrar todo el poder en ti. Tienes que aprender a mirarte en el
espejo. Quítate las gafas que has usado hasta ahora, estaban borrosas y no te
dejaban ver quién eras en realidad. Has de valorarte como persona, descubrir
qué quieres y marcarte el camino para lograrlo.
5.1. Ejercicios para ayudarte al proceso de
empoderamiento
Tu proceso de empoderamiento ya ha empezado. Todo lo que has visto y con
lo que has trabajado en la tercera parte de este método te ha servido para
conocerte y para que tengas en ti las herramientas para poder decidir lo mejor
para encaminarte a donde quieres llegar en tu vida.
Tu autoconocimiento, el tomar conciencia de ti misma, es la mejor
herramienta para que puedas convertir tus miedos en SÍ PUEDO. Has
aprendido que los miedos limitantes vienen causados por pensamientos que
en su mayoría no son verdad y que puedes cambiarlos. No tener límites, no
tener miedos te va a llevar a donde tú quieras llegar.
Te voy a dejar una serie de ejercicios para que sigas reforzando tu
autoestima, el conjunto de sentimientos que tienes acerca de ti misma, que en
definitiva es lo que te va a permitir avanzar con fuerza en la vida.
De ahora en adelante tu valor, te lo adjudicas tú. Has podido ver que tus
antiguas creencias de baja estima estaban fundadas en pensamientos falsos y
que puedes cambiarlos. Cambia la química en tu cuerpo, valórate. Es
importante que aprendas a ver tu verdadero valor, porque te va a servir de
ayuda a enfrentar las situaciones nuevas que te presente la vida. Tu estima
(el valor que te adjudicas) te va a ayudar a que enfrentes cualquier reto en tu
vida.
5.1.1 Reafírmate
Afirmar es dar firmeza, afianzar, fortalecer lo positivo. Es dejar aflorar ese
lado bueno que hay en cada persona. La tarea de autoafirmación, consiste en
compartir y reiterar elementos positivos de tu personalidad. Te ayuda a
recordar que eres un ser valioso y único.

EJERCICIO 45
En tu cuaderno anota tus rasgos positivos. No más vergüenza en
autoreconocerte. Eres una persona muy valiosa, plásmalo en el papel. Lee tus
rasgos positivos cada día, siéntelos, créelos. Es la verdad. Es un ejercicio para
ti misma, se trata de un autoanálisis y reflexión personal. Escribe en tu bloc
qué es lo que te gusta de ti. Tienes muchos rasgos positivos que nunca te has
atrevido a reconocer. Ya es hora de gritar al mundo y sobre todo a ti quién
eres de verdad.
En todos estos pasos del Método RAN© que has seguido, has ido
conociéndote, y eso es la mejor herramienta para tu empoderamiento. Escribe
y reconoce tus fortalezas.

5.1.2. Reconoce tus debilidades


Conocerse también supone ver donde flaqueas. Pero por favor no porque hay
cosas en las que no eres tan buena, te vengas abajo, ni utilices tus debilidades
para castigarte. Debes de apuntar tus debilidades, porque siendo consciente
de ellas podrás mejorarlas y trabajar en ellas.

EJERCICIO 46
En tu cuaderno anota tus debilidades. No seas exigente contigo, trátate bien y
sé realista. No se trata de que te maltrates, si no de ser realista y ver aquellas
cosas en las que puedes mejorar.

5.1.3. Reconoce tus logros


Aunque la vida te haya costado has avanzado y has logrado cosas. Debes de
plasmar ahora en el papel tus logros.
EJERCICIO 47
En tu cuaderno toma una hoja y haz una línea de lado a lado. En ella marca
con diferentes puntos los acontecimientos importantes de tu vida. Señala
también puntos futuros, tus objetivos.
Ver en un papel la línea de tu vida te va ayudar a ver todo lo que has logrado
y dónde quieres llegar. Como has visto en los consejos para mejorar tu
felicidad es bueno marcarse objetivos, te ayuda a ser más feliz.
Así que traza una línea larga y marca puntos importantes de tu vida. Tómate
tu tiempo. Porque seguro que has hecho muchas cosas que merecen que les
des su valor.
No te olvides de marcar un rumbo y objetivos en esa línea. Te va a ayudar a
seguir peleando. Ahora es más fácil, no hay nada que te limite.
5.1.4. Relájate
Practicar la relajación te va a ayudar a controlar tus pensamientos y con ello
tus emociones. Para ello céntrate en tu respiración. Una buena respiración es
fuente de salud, fortalece la vitalidad del cuerpo y de la mente y es la puerta
para una efectiva relajación, estimulando un eficiente funcionamiento de todo
el organismo.
La respiración profunda, lenta y rítmica estimula la circulación sanguínea de
todos los órganos internos para el bienestar general del organismo. Además
ayuda a una reducción en los latidos del corazón y una relajación muscular,
lo cual estimula la tranquilidad mental.
Cuando consigues que tu respiración sea lenta, profunda y rítmica
experimentas una paz y relajación en ti. En este estado es mucho más fácil
controlar tus pensamientos, y no dejar que cualquier cosa de manera
automática acuda a tu cerebro. La relajación te permite estar en control de tus
pensamientos y emociones.

5.2. Reglas para que tu YO no se vea en peligro


Te ha costado mucho sacar todo el coraje para deshacerte de las heridas que
arrastrabas. Ahora no debes nunca permitir que nadie intente volverlas a
colocar en ti. Eres libre para decidir qué y quién eres. Sigue estas normas para
proteger tu Yo:

Está bien decir lo que te gusta y lo que no, lo que te hace sentir
mal no lo quieres más.

No debes pensar que gustas menos por decir lo que opinas.


Piensa que a mucha gente le gusta la sinceridad.

Dite a ti misma lo que estás dispuesta a aceptar y lo que no, y


mantente firme en ello, sin miedo a herir los sentimientos de los
demás. Tú estás por delante de los demás, eres tu prioridad.
No busques la aprobación de los demás. Cuando decidas que
quieres hacer algo, hazlo. Escucha a tu yo interior, nunca se
equivoca. Los demás nunca van a poder decirte lo que tu
necesitas a pesar de que sus intenciones sean buenas.

Tu mejor amiga eres tú, escúchate siempre, cuídate.

Establece límites en tu vida. No permitas lo que no quieres, lo


que te hace sentir mal. Acuérdate que una emoción negativa
puede ser el comienzo de una espiral negativa que puede
devolverte al túnel de la oscuridad. Por favor no más negatividad
en tu vida.

Aprende a decir NO.

Escucha música relajante y medita, sobre lo que quieres y te


gusta.

Cuando sientas una emoción que no te gusta, camina para otro


lado. Recuerda que tu cuerpo te avisa de que algo no está bien.
GRACIAS
Quiero darte las gracias por haber estado aquí conmigo, por haber sido fuerte
y valiente para enfrentar tus miedos.
Necesito agradecerte el haber confiado en mí y ahora te pido que confíes en
ti.
Te deseo lo mejor en este viaje de la vida. Me gustaría saber de ti, saber sobre
la gran mujer que has descubierto. Te dejo mi email
hola@recuperaciondelabusonarcisista.com Tu historia puede inspirar a otras
mujeres.
Puedes seguirme en YouTube o mi blog
www.recuperaciondelabusonarcisista.com
No olvides nunca la guerrera que hay en ti y pelea por tus sueños.
Espero te haya servido de ayuda lo que has leído y que gracias a los ejercicios
que te he propuesto estés logrando ver tus verdaderas emociones y
pensamientos.
Si quieres avanzar un poco más para reforzar tu empoderamiento te aconsejo
la segunda parte del Metodo RAN, ¨ EMPODERATE DESPUES DEL
ABUSO NARCISISTA¨.

No pares nunca hasta brillar todo lo que más puedes brillar.


Glosario
Adicción Emocional Explica porque te quedas atrapada en tus emociones. Si no puedes
controlar tus emociones eres adicta a ellas. Tu cuerpo es adicto a los
químicos que producen tus emociones.
Chivo expiatorio o Es el hijo odiado de la madre tóxica, la oveja negra de la familia. La
Scapegoat madre tóxica cree que su Chivo Expiatorio hace todo mal, es rebelde,
grosero y mal agradecido. Es el “culpable” de todos los problemas de
la familia. La madre narcisista se va a encargar de criticar, humillar,
desaprobar y culpar al chivo expiatorio. Rechaza el legado de abuso y
tiranía en la familia.
Contacto Cero Se basa en el alejamiento de la persona tóxica que nos ha causado
dolor de manera reiterada y consciente para poder restablecer el
equilibrio y detener la escalada de abuso.
El no contacto se inicia para poder romper el vínculo tóxico con tu
madre.
Dependencia Emocional Es depender de alguien externo para llenar tus vacíos afectivos, lo que
sirve para parchear momentáneamente tus carencias afectivas. La
dependencia emocional tiene su raíz en una familia de origen
disfuncional que no ha cubierto las emociones y necesidades de los
hijos. El dependiente emocional no se siente lo suficientemente
querido o atendido emocionalmente dentro del seno familiar.
Disonancia Cognitiva La incomodidad, tensión o ansiedad que experimentan los individuos
cuando sus creencias o actitudes entran en conflicto con lo que hacen.
El displacer lleva a autoengañarse.
DSM-V: Manual Es un sistema de clasificación de los trastornos mentales que
diagnóstico y estadístico de proporciona descripciones claras de las categorías diagnósticas, con el
los trastornos mentales fin de que los clínicos e investigadores de las ciencias de la salud
puedan diagnosticar, estudiar e intercambiar información y tratar los
distintos trastornos.
Familia Disfuncional Es una familia en la que los conflictos, la mala conducta, y muchas
veces el abuso por parte de los miembros individuales se producen
continua y regularmente, lo que lleva a otros miembros a acomodarse
a tales acciones. La familia disfuncional no cumple con la función de
familia. Es una familia que no puede cubrir algunas de las necesidades
(materiales, educativas, afectivas, psicológicas) de sus miembros, en
especial de los niños.
Herida Narcisista Todo lo que viene a disminuir la autoestima del “YO”.
Hoovering Técnica de manipulación que la madre narcisista utiliza para
recuperar a sus víctimas aspirándolas de regreso a su vida a través del
chantaje sentimental.
Invalidación emocional Invalidación es rechazar, ignorar, burlarse, juzgar, o disminuir los
sentimientos o las acciones de alguna persona. Descalificar. Es uno de
las formas de abuso psicológico más dañinas.
Ira Narcisista Reacción de la persona narcisista al temor subyacente de no satisfacer
sus necesidades, no obtener su suplemento narcisista.
Ley del Hielo o castigo del Conjunto de comportamientos que consisten en ignorar al otro. Es una
silencio forma de abuso psicológico encubierta.
Monos Voladores Son las personas facilitadoras de los abusos de tu madre tóxica.
Aquellas personas utilizadas por el narcisista o psicópata para infligir
dolor adicional a sus víctimas a través de campañas de calumnias,
mentiras y rumores con la finalidad de desprestigiarla y anularla
totalmente.
Niño Dorado Es el hijo (o hija) favorito de la madre narcisista. Es el niño trofeo, el
consentido y mimado. Es un reflejo de la madre tóxica. El niño
dorado, valida a la madre tóxica y la enriquece dándole el suplemento
narcisista que ella necesita.
Pulgas Son comportamientos, actitudes y rasgos mostrados por una persona
no-narcisista, que han sido aprendidos al ser criado por una persona
tóxica.
Síndrome de Munchausen Es una forma de maltrato infantil en la que uno de los padres provoca
por Poderes en el niño síntomas reales o aparentes de una enfermedad.
Síndrome de Víctima Grupo de síntomas de un individuo causados por el abuso perpetrado
Narcisista S.V.N por otro individuo con trastorno narcisista de la personalidad.
Suplemento Narcisista Es la energía que necesita tu madre y que te la roba a ti para subir su
baja autoestima y sentirse bien. No puede vivir sin este suplemento, es
su droga. Son tus reacciones lo que ella busca en ti, para lo cual
utilizará diferentes técnicas de abuso.
Trastorno Narcisista de la Forma de narcisismo patológico, con un patrón rígido de conducta
Personalidad. T.N.P que impulsa una búsqueda permanente de autogratificación.
T.E.P.T. Trastorno por Estrés Post Traumático. Se origina tras haber sufrido u
observado un acontecimiento altamente traumático.
Triangulación Es un método de manipulación sádico utilizado por la persona
narcisista para manipular a dos personas a la vez creando un triángulo
con ella en medio. La triangulación en el seno de una familia
disfuncional, con madre tóxica consiste básicamente en que la madre
enfrente a los hermanos entre sí.
Vergüenza Tóxica Sentimiento interiorizado desde tu infancia, donde sientes que nadie
puede aceptarte y quererte tal cual eres. Te provoca rechazo hacia ti y
te hace sentir indigna.
Una persona que sufre de vergüenza tóxica experimenta un sentido
crónico de inutilidad, baja autoestima y odio a sí misma, todo
conectado a la creencia de que se es innatamente defectuosa o mala.
Bibliografía
“Introducción al narcisismo” Sigmund Freud
“Más allá del principio del placer”, Freud
“Usar el cerebro” Mateo Niro y Facundo Manes
“The Narcissism Epidemic”, Keith Campbell
“Las personalidades antisociales” (1994), David Lykken
“Healing from Hidden Abuse”, Shannon Thomas ,
“Disarming the Narcissist: Surviving and Thriving”, Wendy T. Behary
“Toxic Parents: Overcoming Their Hurtful Legacy and Reclaiming Your
Life”, Dr. Susan Forward
“Freeing Yourself from the Narcissist in Your Life”, Dr. Linda Martinez-
Lewi
“Rethinking Narcissism” Craig Malkin
“You're Not Crazy - It's Your Mother!: Understanding and Healing for
Daughters of Narcissistic Mothers”, Danu Morrigan
“The Emotionally Absent Mother: A Guide to Self-Healing and Getting the
Love You Missed”, Jasmin Lee Cori MS LPC
“The Covert Passive Aggressive Narcissist”, Debbie Mirza
“How to Kill a Narcissist”, JH Simon
“Why Is It Always About You?: The Seven Deadly Sins of Narcissism”,
Sandy Hotchkiss
“The Road Back to You: An Enneagram Journey to Self-Discovery”, Ian
Morgan Cron
“Borderline Personality Disorder Demystified, Revised Edition: An Essential
Guide for Understanding”. Robert O. Friedel
“Will I Ever Be Good Enough? Healing the Daughters of Narcissistic
Mothers”, Karyl McBride
“Malignant Self Love, Narcissism Revisited”, Sam Vaknin
“You’re not crazy- it’s your mother”, Danu Morrigan,
“How to do no contact like a Boss”, Kim Saed
“Psychopath Free”, Jackson McKenzie
The Journey: A Roadmap for Self-healing After Narcissistic Abuse”,
Meredith Miller
“POWER: Surviving and Thriving After Narcissistic Abuse: A Collection of
Essays on Malignant Narcissism and Recovery from Emotional Abuse”
Shahida Arabi
“Theory of Cognitive Dissonance”, Festinger
“Boundaries After a Pathological Relationship”, Adelyn Birch
“The Camaleons Among Us”, Ilaya Baxter
“Autoestima e identidad. Narcisismo y valores sociales”, Dr Luis Hornstein
“Narcisismo de vida, narcisismo de muerte” André Green
“Introducción a la psicología clínica”, J.L. Pedinielli
“El psicópata de la puerta de al lado”, Martha Stout
“The Drama of the Gifted Child”, Alice Miller
“The Wizard of Oz and Other Narcissists”, Eleanor Payson
“Toxic Parents”, Dr. Susan Forward
Renuncia de Responsabilidad Legal
Todo el contenido de este libro es para fines informativos. No tiene la
intención de diagnosticar, tratar o actuar como un sustituto del consejo
médico profesional. No reemplaza la necesidad de servicios por parte de
profesionales médicos, y como tal, cualquier cambio en su tratamiento actual
debe discutirse con su médico de cabecera. Además, cualquier pregunta
relacionada con problemas médicos también debe dirigirse a su médico.
Si opta por confiar en la información y los recursos que se proporcionan en
este libro, tenga en cuenta que la recuperación del abuso puede ser dolorosa,
difícil y confusa. Si decide seguir los consejos ofrecidos en el mismo, Olga
Fernández no puede ser considerada responsable de cualquier posible
ramificación de depresión, epifanía emocional o pensamientos suicidas, etc.
[1] Leer más sobre el Chivo Expiatorio en el Glosario
[2] Leer más sobre el Hijo Dorado en el Glosario
[3]Vergüenza tóxica (concepto que puedes encontrar en el capítulo de las secuela que te deja tu madre
tóxica)
[4] Mono Volador, encontrarás su definición en el glosario
[5] Monos voladores (definición en el glosario de términos)

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