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MONICIONES

EN LA DEDICACIÓN DE LA IGLESIA
1

XXXI JULIO MMXXI


1. Monición inicial

Hermanos: Cristo es el verdadero y perfecto templo de la nueva Alianza,


en él nos reunimos como pueblo de Dios para darle culto. Este lugar se
convertirá en una preciosa imagen nuestra, “iglesia”, para escuchar la
santa Palabra, orar y recibir los sacramentos.
Estamos alegres por la dedicación de nuestro templo parroquial, lo cual
significa que esta edificación será reservada solo para el uso sagrado; es
competencia del obispo dedicar a Dios las iglesias construidas en su
diócesis, por eso la acción de gracias por excelencia, la santa Eucaristía es
presidida, desde nuestra Parroquia
Santa Laura Montoya de Piedecuesta,
por monseñor Ismael Rueda Sierra,
arzobispo de nuestra Iglesia particular.

2. Monición a las letanías


(apenas acabada la recitación del Credo)

La multitud de los santos ha entrado al santuario de Dios, a su templo, con


pureza de corazón; ellos interceden por nosotros. Las letanías, en su
momento, las responderemos PERMANECIENDO DE RODILLAS.
2
3. Monición a la conclusión de las letanías
(apenas dicha la conclusión Cristo, escúchanos)

Durante la oración permanecemos de rodillas.

4. Monición a la colocación de las reliquias


(si las hay; se hace después de la oración de conclusión de las letanías con el Por Jesucristo, nuestro
Señor)

Las reliquias de los santos se hospedan en la cercanía del altar.


Recordemos el Salmo: ¿Quién puede habitar en tu Santuario?: el de manos
inocentes y puro corazón ese habitará mi Santuario. (cf. Sal 23,3-4)

5. Monición a la oración de dedicación


(Después de la oración de conclusión de las letanías con el Por Jesucristo, nuestro Señor, si no
hubiera reliquias, o después de la colocación de las reliquias)

La preciosa oración que ahora presidirá el Obispo, para que este lugar sea
siempre santo, pertenece al tesoro de la Iglesia, que se significa
visiblemente en esta edificación.
Acudamos en silencio y respeto.
Monición a la unción del altar y de los muros de la iglesia
(Apenas acabada oración de dedicación con el Por los siglos de los siglos)

El Crisma es aceite perfumado, símbolo de Cristo, el “Ungido” del Padre


con el Espíritu; con este óleo, consagrado solo por el obispo, se unge el
altar y los muros recordando que la iglesia es imagen de la Jerusalén
celestial. También nosotros fuimos crismados en el bautismo. ¡Atentos!

Monición a la incensación del altar y de la iglesia


(Apenas acabadas las unciones)

El incienso recuerda que aquí se ofrecerá el Sacrificio Santo y también


nuestras oraciones que suben a Dios como el humo se eleva; se inciensa
también al pueblo porque es templo vivo y altar espiritual de Dios.

Monición a la Iluminación del altar y de la iglesia


(Apenas acabada las incensaciones)

Ya se ha preparado el altar, ahora es lugar del Sacrificio y Mesa del Señor


y lo honramos con vestidos y con luz, pues Cristo es la luz para alumbrar a
la Iglesia y a todas las naciones.
3
Indicación a la sagrada comunión
(Después de que el presidente juntamente con el pueblo diga pero una palabra tuya bastará para
sanarme)

Permanezcan todos en sus lugares esperando la indicación para recibir la


sagrada Comunión: la fila se hará guardando la distancia requerida, al
llegar el turno de cada cual, se retira el tapabocas, toma reverentemente la
comunión en la mano, disponiendo la derecha bajo la izquierda, y la
consume de inmediato ante el ministro, luego regresa a su lugar por la
dirección que le señalen.

Indicación final
(después de la respuesta “demos gracias a Dios” a la despedida del diácono “pueden ir en paz”)

Permanezcan todos en sus lugares hasta recibir la indicación de la salida,


que se llevará a cabo manteniendo el orden, de manera que los últimos en
entrar sean los primeros en salir.
* * *

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