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ALGO NO SALIÓ BIEN

La vida del genio tecnológico al que le robaban los inventos


Carlos Manzoni

21 de mayo de 2018

La carta de recomendación que el prometedor


ingeniero le entregó a Thomas Alva Edison era
muy concisa y concreta. Solo decía: "Conozco
a dos grandes hombres que pueden llamarse
genios. Uno es usted. El otro, el joven portador
de esta carta".

La había escrito en París un tal Charles


Batchelor, mentor del muchacho que entregó
esa misiva: un tal Nikola Tesla.
Este genio nació en Smiljan, un diminuto
pueblo de 400 habitantes en el centro de
Croacia, que solo es famoso porque él nació
allí, el 10 de julio de 1856.

A los 17 años enfermó muy gravemente de


cólera y fue ahí que su padre le prometió: "Si
te recuperas, te voy a mandar a la mejor
escuela de ingeniería". Él se curó y su padre lo
envió a la Universidad Politécnica de Graz,
en Austria. Fue justo en esa escuela donde
comenzó a germinar la idea que marcaría su vida: idear una forma para que la
energía gratuita llegase a todo el mundo.

Su gran inteligencia pronto lo hizo escalar. Dio el salto desde Graz hasta Viena,
donde trabajó en la Compañía Nacional Telefónica en 1881, para terminar su
periplo europeo en París, donde encontró trabajo en la Compañía Edison. Desde
la capital francesa emprendió su viaje transoceánico hasta Nueva York en 1884.
Fue directo a lo de Edison, al que le entregó la famosa carta de recomendación,
sin saber lo que ésta contenía. Fue contratado en el acto.

No tardó mucho en enfrascarse en una guerra con su jefe. Se han escrito miles de
páginas sobre este tema y hasta se hizo un documental sobre " La guerra de las
corrientes", pero en resumen lo que sucedió fue lo siguiente: Edison era partidario
de la corriente continua y Tesla defendía la corriente alterna, que es la que se usa
hasta hoy en día. La idea de Tesla era mejor y el tiempo le dio la razón, pero
mientras tanto tuvo que soportar muchas humillaciones y estafas por parte de
Edison.
Finalmente, se fue de la empresa de Edison e
instaló su propio laboratorio. Poco a poco se
fueron materializando sus "predicciones" y
logró algunas pequeñas victorias. Por ejemplo,
las de 1893. Aquel año, la Feria Internacional
de Chicago tenía a la electricidad como hilo
conductor y el sistema que se eligió para
iluminarla fue el de corriente alterna. Meses
después, un comité de expertos debía decidir
con qué sistema se iba a aprovechar el
potencial hidroeléctrico de las Cataratas del
Niágara. ¿Cuál ganó? La corriente alterna.

Tras los éxitos cosechados por la corriente


alterna durante los años anteriores, Tesla se
decidió a apostar de lleno por su gran sueño:
lograr energía y comunicaciones inalámbricas.
Para eso se embarcó en la construcción de
la Torre Wardenclyffe, una especie de "Ciudad
de la Radio" que creía posible gracias precisamente a la implantación del Sistema
Inalámbrico Mundial de Tesla (muchos, no sin cierta exageración, pretenden ver
en esto una idea de lo que casi un siglo después fue Internet).

Pero ese fracaso no le quita mérito a la obra de Tesla. A lo largo de su vida, el


brillante ingeniero, físico e inventor, creó o sentó las bases para: el motor de
corriente alterna, la radio, la resonancia magnética, el radar, el submarino
eléctrico, la lámpara de pastilla de carbono, los rayos X, la bobina de Tesla, la
transferencia inalámbrica de energía, el control remoto, la extracción de energía
de la tierra en grandes cantidades, el microscopio electrónico y los sistemas de
propulsión de medios electromagnéticos, sin partes móviles, entre otros de sus
309 inventos. Pero. nunca pudo disfrutar del éxito en su trabajo.

Jamás fue reconocido. Fue tildado de excéntrico y loco por sus enemigos, muchas
veces por envidia, como en el caso de Edison. Además, tiene el triste récord de
ser el hombre al que más le robaron patentes. Es decir, prácticamente ninguno de
sus inventos lleva su nombre. Por ejemplo, Edison fue proclamado padre de la
electricidad, y Marconi, inventor de la radio. Pero ambos, sin Tesla, no hubiesen
sido nada. Especialmente Marconi, qué utilizó 17 patentes de Tesla para su
primera retransmisión en 1901, atribuyéndose el mérito sin citar a Nikola.

De más está decir que, no solo le robaron la gloria, sino que también el dinero que
esa gloria le podría haber llegado a redituar. Y, por supuesto, no le dejaron pasar
por alto su gran fracaso: la mencionada Torre Wardenclyfe. Boicoteado por los
grandes poderes sectoriales del momento, dejó de recibir fondos para financiar su
proyecto y este se derrumbó totalmente en 1917.
En una nota publicada en este
diario, el 5 de enero de 2017,
Branimir Jovanovic, director
del Museo Tesla de Belgrado,
habló así sobre este prodigio:
"Descendía de una antigua
familia serbia que vivía sobre
la frontera con Austria en un
período muy difícil. Su padre
era sacerdote y su tío, oficial...
Era un genio, tenía ideas
fantásticas.

No tuvo inmuebles, familia,


esposa, hijos, nada, excepto sus inventos. Hasta ahora se cuenta con registros de
309 patentes que le pertenecen, de las cuales 112 fueron las originales, hechas en
los Estados Unidos, y las demás son las así llamadas «analógicas», registradas
en el resto del mundo".

En sus últimos años se lo solía ver solo y desaliñado dando vueltas por el Central
Park. Murió sólo y abandonado en una triste habitación de un hotel neoyorkino, a
los 86 años. Fue encontrado por la mujer que limpiaba el cuarto, solo rodeado por
las únicas amigas que le quedaban, las palomas. Tras su muerte, ocurrida el 7 de
enero de 1943, se intensificó la campaña para borrar su nombre de la historia y
atribuir sus éxitos a otros,
así como centrar su
recuerdo solo en su
carácter excéntrico.

Años después de su
muerte, Tesla fue objeto
de una reivindicación que
llega hasta estos días. Se
erigieron varias estatuas
en su honor, en Nueva
York y Smiljan, pero
también en Belgrado (ya
que los serbios lo
reclaman como propio y
hasta le pusieron su nombre al aeropuerto de Belgrado). Pero esa es otra historia,
de la que ya no puede disfrutar "el hombre que cambió el mundo", el mismo que
también fue inmortalizado como "el genio al que le robaban los inventos".

https://www.lanacion.com.ar/2135518-la-amarga-historia-del-genio-tecnologico-al-
que-le-robaban-los-inventos

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