La lectura juvenil del fanfiction

Lorna Mariana Fuentes Cedillo

Ponencia
Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Facultad de Humanidades

Habrá que comenzar con el hecho de definir ¿qué es un fanfic? Es un texto creado por fans
a partir de un argumento madre, es decir, una fuente original de un universo, no se usará el
término de la tesista Díaz Aguedo “fanfic madre” dado que al hablar de texto se toma en
cuenta que se encuentra escrito, ¿qué pasa entonces con las series o películas? Es por eso
que la palabra argumento se adecua para hablar de cualquier medio donde se representa
dicho universo. Los fans, por otro lado, lo han definido en otras palabras, pero con la
misma base como la manera en que de los personajes tienen la posibilidad de jugar un papel
diferente, en un mundo alterno, dentro de la historia original o cambiar situaciones y la
manera en que se relacionan. De cualquier forma los fanfics están diseñados para llenar
vacíos del texto original o darle seguimiento a la historia. Es el espectador quién, sin ánimo
de lucro, crea estos textos.
Los fanfics son llamados de esa manera en la actualidad, pero en realidad la practica
ha existido desde antes de la era tecnológica, por ejemplo, Cervantes y su obra El quijote
de la mancha, tuvo una continuación por uno de sus “fans”, citó: “Como género, la ficción
creada por fans tiene importantes antecedentes. En 1614, Alonso de Avellaneda escribió el
Segundo tomo El Quijote de la Mancha adelantándose un año a la segunda parte escrita por
Cervantes (…)” (Estrada 10); con el surgimiento de todas las leyes de propiedad intelectual
se le llego a llamar plagio. Es así como se comprueba que el nombre es reciente, pero el
reciclaje de relatos o personajes, no. Otro buen ejemplo sería el de Hércules, con diferentes
autores en la variedad de sus aventuras. Los orígenes son a partir de los fanzies, práctica
similar a las novelas de folletín por entregas, de los años sesentas basados en la serie de
televisión Star trek, quienes entre un grupo reducido de amigos se repartió el material
impreso; una especie de mini-cómic. El término se acuñó por los fans de manera reciente,
es decir, ellos vienen a definir todo este nuevo mundo que había estado escapando de la
academia.
 En la nueva era es mucho más sencillo poder compartir aquello hecho por y para
fans. Con la llegada del internet se crean nuevas formas de expandir la comunicación entre
los fanáticos de alguna serie, película, cómic, etc. Incluso se vuelve más sencillo poder
obtener el conocimiento sobre el argumento madre; basta con tener acceso a una red para
que la gama de posibilidades se abra. A partir de esta fuente se crea una comunidad en
internet, ya sea en un blog o una página de Facebook, donde los fans se reúnen para
compartir las obras de otros artistas o las propias basadas de estos mundos que los han
fascinado; este grupo de personas con un interés en común se denomina Fandom. Los fans
se retroalimentan, es decir, ya sea con un vídeo aficionado, un escrito, una imagen, las
traducciones; todos ellos, los creadores se alimentan de la buena crítica de sus
consumidores. Ahora hablemos de los escritores de fanfics; tienen un conocimiento previo
sobre el mundo en que se basa su creación, el argumento madre, es decir, de una o varias
fuentes donde exista del universo original. Por ejemplo, El señor de los anillos posee dos
grandes fuentes de información; una son los libros y la otra las películas. Una a la otra se
complementan, de allí se alimenta la imaginación del espectador o lector para crear una
nueva historia o comenzar alguna a partir de un evento que deje un camino abierto u
alternativas para el imaginario.
En el mundo del fanfic no es necesario que se consuma, se puede perfectamente
crear un texto que no reciba críticas, ni lecturas, ni siquiera un vistazo; los escritores que se
inician deben tener mentalizado el hecho de que crean para ellos, porque llenan un vacío
que pueden compartir con otro fan que será su consumidor en potencia. Es casi imposible
que un suceso así se dé, lectores siempre habrá, uno o dos, pero estarán. En cualquier caso
los escritores tienen la alternativa de poder escuchar directamente a su público; es aquí
donde se da la retroalimentación en ciber-mundo, es decir, un lector puede llegar a ser el
escritor o un lector mucho más consciente que aconseje, a esto se le llama en el fanfiction
como beta-reader, tiene la misma función que un editor en el mundo de la imprenta.
No hay que negar el hecho de que tanto en la literatura reconocida por la academia
como entre la literatura del ciberespacio existe una canonización, es decir, existen tanto
buenos fanfics como malos fanfics, tanto uno como el otro pueden ser consumidos en igual
medida, pero esta situación depende del lector y no tanto del escritor. La ventaja aquí es
que no existe una presión social (académica) por la perfección, porque la estructura no es
exigida por los lectores, tampoco les importa, en su mayoría, si todo ese nuevo camino
tomado por los personajes está bien construido con un lenguaje elevado. Los escritores
preocupados por su texto investigan desde la fuente hasta la estructura, cuidan su ortografía
y, como opción adicional, piden la opinión al lector, pero siempre pueden, o no, tomar en
cuenta las exigencias de su público.
Las clasificaciones juegan un papel importante para la búsqueda del lector y sus
intereses. Por principio existen dos grandes géneros reconocidos: Los de temática
homosexual (slash, femslash) y los de temática heterosexual, estas son las dos grandes
divisiones. Entre ellas existen los tipos de fanfics, es decir el contenido: lemon, situación
sexual explícita, lime, roces o tensión sexual; puede ser uno de los criterios más
importantes que use el lector para elegir ese fanfic. También intervienen si se trata de un
crossover, cuando los personajes de dos universos distintos conviven; one-shot, una historia
de un solo y único capítulo; Alternative Universe, cuando los personajes de un universo son
llevados a otro, incluso a una época de la historia del mundo real. La lista es demasiado
extensa, pero estos son algunos de los elementos generales que juegan un papel
determinante para la lectura.
Con las clasificaciones anteriores los escritores dan advertencias con respecto a su
propio texto como una manera de poder guiar al lector en la búsqueda de sus intereses. Es
aquí cuando se puede ver la responsabilidad del lector consigo mismo. Aquí trataré de una
manera muy breve acerca del compromiso del escritor con respecto al lector;
específicamente en la temática homoerótica. Explicó, en esta clasificación, existe una duda
personal ¿Por qué un escritor llama a un lector a través de las escenas sexuales? Con esto se
refuerza una idea del mercado común: es el elemento que más vende, los escritores están
“comprando” la atención de sus consumidores con escenas tan grotescas como la pedofilia
o la violación, sin darle un cometido real a estas situaciones. Pese a no ser el tema principal
me gustaría darle una especial atención dado que el ejemplo que usaré para las lecturas
hechas por los fans de los fanfics es de temática homoerótica y contiene varias situaciones
de violencia, pero en este caso la escritora ha planteado cada escena como un elemento
importante para contar su historia. No simplemente por el morbo que existe detrás de ellas.
Es así como he llegado a la parte donde presentar a los lectores un cuestionamiento
importante: ¿Qué es aquello que los llama a leer fanfics?
 Existe la posibilidad que los seudónimos de los escritores más leídos, por los fans,
se vuelvan una clave para la lectura de un fanfic. La canonización del nombre del escritor,
un reconocimiento que se da dentro de este mundo llamado fandom. Orseth es una de las
más importantes escritoras en español de la pareja creada entre Harry Potter y Draco
Malfoy, en su abreviatura HARCO, designan las relaciones homosexuales entre estos
personajes, se identifican dentro de la clasificación slash. La autora cuenta con varias
historias, pero me concentraré en “Mío” el resumen que ofrece la escritora no es más que
un diálogo dicho por Harry: “NO TOLERARE NINGUN DESAIRE, MALFOY... TE LO
ADVIERTO” (Orseth). Para dar mayor claridad yo lo resumiré: A petición de Harry como
auror le es asignado el prisionero Draco. En esta relación de custodio-criminal se dan las
diferentes situaciones de violencia y, un claro ejemplo de la violencia física y sexual, en un
intento de quebrar la voluntad del otro para obtener un fin. Al iniciar la lectura se ve la
clara muestra de poder de uno sobre el otro. La solución a esta problemática eje a través de
cada capítulo se va presentando al avanzar la historia y las nuevas formas de relacionarse
entre ellos. Las situaciones pasan de un grado menor de violencia y celos a mayor, rayando
en lo enfermo y posesivo. Estando los personajes en una tensión que se relaja y vuelve.
Entre muchas dificultades al final Draco acepta que Harry ha estado enamorado de él todo
este tiempo y es por ello que lo ha salvado de Azkaban. A su manera un tanto más retorcida
que el resto. La violación no queda al aire como si nunca hubiese pasado, los actos de
Harry tienen consecuencias. Los círculos se cierran y todo tiene un final feliz.
Los lectores son espectadores activos que pueden transformarse en editores,
contribuyentes de la creación e incluso desarrollan la capacidad de otro escritor creativo,
inspirado en el fanfic que ha leído y no tanto en el argumento madre. Lo interesante e
importante a destacar es qué las lecturas hechas son elecciones y no imposiciones; todas las
lecturas de fanfic pasan por varios filtros hasta que una logre enganchar al lector, incluso
con el simple hecho de conocer que su escritor favorito trabaja en una nueva historia sirve
como un impulso para esperar algo nuevo que leer, consumir. Por ejemplo, en el caso de
Orseth, los comentarios de su primer capítulo en la página de Amor Yaoi son: “Narujico:
Jajaja di que harry es bien posesivo” viene a presentarse como una observación del
personaje que Orseth ha desarrollado, pero después nos encontramos con algunos que
reafirman que ya es reconocida: “Tannia: gracias por tu historia... besitos.”, “Uyuky: Hola,
espero te encuentres bien, solo pedirte porfa que continues el fic, yo sigo y seguire
esperando que subas capi nuevo, eres de una de mis escritoras favoritas me he leido todos
tus fics y son geniales, escribes muy bonito y tienes una imaginacion tan maravillosa,
bueno te mando un besote y PORFA CONTUNUA EL FIC. con cariñitos uyuky”,
“Ikariuchiha: esta muy bueno me enganche de inmediato del fic quiero leer la continuacion
>< continuación!”. Es una clara demostración, con el mínimo resumen que estos lectores ya
conocen a la autora, no necesitan más referencias, ni advertencias del contenido; basta con
su nombre para saber que obtendrán de ella. Sí, quizás están en inicio enganchados o
curiosos por la manera en que se desarrollará la historia, sin embargo, hay una compleja
construcción de la relación que llevan Harry y Draco.
En el caso de esta escritora no hay necesidad de pensar que se ha ceñido a la trama
de alguien más o las exigencias de su público, sin embargo, las imposiciones pueden jugar
un papel de tarea para otros escritores, cuando ellos mismos aceptan un reto por parte de un
lector. Explicó la dinámica: A través de una página especializada en algún interés en
específico de un fandom, un lector da a grosso modo las características que desea tenga una
historia, ya sea un cambio en un evento en particular dentro del argumento madre, dar una
trama completa o solicitar crear entre los personajes un tipo de relación. Solo señala los
puntos esenciales y depende de los escritores poder tener la capacidad para llenar las
expectativas de este lector. Esta situación no se da cuando es un libro físico, ni siquiera la
posible comunicación propia de los fanfics entre lector – escritor, en los comentarios de
cada capítulo, donde el lector puede guiar al escritor; pero es un caso diferente si, por
ejemplo, se quisiera interrogar a Tolkien sobre el mundo que ha creado y sus personajes.
Los lectores se encuentran satisfechos con el producto de Orseth, logra engancharlos
desde el primer diálogo, donde hay una clara muestra de lo que es el juego de dominación
entre los personajes principales, además de ser una continuación de la historia que nos
regala JK Roling de Harry Potter ¿Por qué? En la historia de Orseth queda de manera
implícita la situación de Draco como un criminal por apoyar al mal en la guerra, aunque,
tanto en las películas como en los libros existe un destino marcado para los personajes, los
fans han decidido que algo cambie; han bifurcado el camino impuesto por este, por otros
miles. Incluso han elegido a los mismos personajes para ser protagonistas en mundos de
caballerías e incluso gladiadores, pero ¿qué los impulsa a leer? Mencionaré una simple
palabra: necesidad. Cualquiera que sea ésta, pero está presente y latente, los fans se
encuentran con una curiosidad insaciable por conocer las alternativas para sus personajes.
El morbo incluso puede considerarse como una necesidad: por imaginar a sus personajes
favoritos en las situaciones menos pensadas, desde un cambio de parejas hasta una
enfermedad mental, física, pasando por maltratos y el síndrome de Estocolmo; volviendo a
los héroes de reputación intachable en violentos, depresivos, dependientes. Cuando hay un
antecedente del cambio de actitud del personaje, la historia se vuelve aún más interesante.
Pese a que el receptor no es consciente (en la mayoría de los casos) de los elementos
que un escritor está usando para engancharlo, están presentes y es por ello que con un poco
de cuidado al leer y analizar se puede llegar a identificar aquellos que Orseth utiliza.
Primero es la manera dinámica que tiene para describir las escenas; limita la descripción de
lugares y da prioridad al diálogo cuando se requiere. Es interesante la manera en que en
“Mío” la autora introduce al lector:
-No hagas eso… -masculló Harry con el ceño fruncido mientras acomodaba unos
pergaminos en una carpeta mientras caminaban por la calle.
-¿Qué no haga qué? –rezongó Draco a su lado.
-Eso…
-¿Eso qué?
-Mirar a otros –respondió Harry ya con la carpeta bajo el brazo y mirando al frente.
-Yo puedo…
-No, no puedes… -interrumpió Harry cortándole de tajo el paso quedando frente a
frente.
Los dos hombres se quedaron mirando en un silencioso duelo hasta que Draco
torció la boca diciendo:
-El que seas mi custodio no te da ningún derecho a…
-Sí, si me lo da y lo sabes –volvió a interrumpir Harry- prácticamente soy tu dueño,
si yo te digo “salta”, tú debes decir “¿Qué tan alto?” (Orseth)
Las herramientas de los navegadores nos llevan a una cadena infinita hacia nuestros
intereses, incluso cuando se han explorado algunos siempre nos estamos están
redireccionando hacia nuevas cosas que, quizás, sean de nuestro interés. Así es como el
autor se ha preparado para escribir una historia, el lector tiene que estar listo para leerla, lo
que es más que obvio, dado que en el mundo del fanfic se llega por “casualidad” nunca por
casualidad. Me detengo a dar una breve explicación, existen muchas páginas donde
publicar fanfics, el lector puede llegar a una donde tenga una variedad más amplia donde el
material sea casi ilimitado; pero la página no se encuentra entre las primeras sugerencias,
así comienza la cadena de ir de escritor en escritor y guías de los otros lectores.
El fanfic puede, o no, funcionar como un potencializador de lectura académica, pero
lo que es seguro es la creación de un hábito de lectura. Cuando el lector está enganchado a
una historia puede leer en un día diez capítulos y, si no está completa esperara los
siguientes, ansioso. Son pocas las ocasiones que esto se da en el aula con los libros que
marca el programa de estudio. Es cierto que no es deber de cada maestro conocer los gustos
literarios de cada alumno, pero sí es importante enseñarles a dar una buena lectura, hacerlos
conscientes cuando se trata de su morbo u ocio; porque sí, llegan a ellos productos donde la
violación es una forma de amor, incluso nace de ese acto que conlleva violencia, también
hay que darle las herramientas para cuestionar la manera en que se está entendiendo el
concepto tan abstracto como es el amor. Habló de la descripción misma de volver
romántico, en sentido moderno, los actos más brutales y grotescos. El alumno en específico
y el lector en general de esta clase de literatura, por llamarla de alguna manera, en la red,
debe ser consciente, primero, de la diferencia entre la realidad y la ficción; segundo, que
esas prácticas son desarrolladas como una necesidad de expresión, compartidas de manera
libre sin inducir a la práctica y, tres, pensar por qué lo lee en ese momento, si de verdad
puede detectar todos los elementos que constituyen una trama para pensar o llena un rato de
ocio en el transporte público.

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