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VISION CLASICA
MODULO I
Síndrome de la fatiga crónica
¿Qué es el síndrome de la fatiga crónica?
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de la fatiga crónica?
¿Qué otras enfermedades muestran los mismos síntomas que el síndrome
de la fatiga crónica?
¿Quién contrae el síndrome de la fatiga crónica?
¿Qué causa el síndrome de la fatiga crónica?
¿Qué exámenes pueden ser requeridos para diagnosticar el síndrome de la
fatiga crónica?
¿Quén tan serio es el síndrome de la fatiga crónica?
¿Cómo se trata el síndrome de la fatiga crónica?
¿Cómo se puede prevenir el síndrome de la fatiga crónica?
¿Dónde más se puede encontrar ayuda para el síndrome de la fatiga
crónica?
Enfermedades que causan fiebre junto con dolores de las articulaciones y de
los músculos
¿Qué otras enfermedades muestran los mismos síntomas que el síndrome de la fatiga crónica?
En un estudio, 27% de las personas presentaron fatiga durante más de seis
meses, pero la mayoría de estos casos fueron explicados por otros problemas
médicos o psicológicos; solo 8.5% de estos pacientes tenían fatiga que podría
diagnosticarse como el SFC según diversas definiciones, y solo 2% continuó
buscando ayuda médica para el problema. Muchos factores deben considerarse
como otras causas posibles de la fatiga crónica, incluyendo diversas
enfermedades físicas, trastornos de reposo, medicamentos y toxinas. También
deben considerarse las causas psicológicas de la fatiga, incluyendo la depresión y
la ansiedad. Porque ningún examen de laboratorio puede confirmar un diagnóstico
del síndrome de la fatiga crónica, los médicos deben en primer lugar descartar
otras enfermedades. El problema se vuelve cada vez más confuso porque la
fatiga, los dolores de los músculos y de las articulaciones, y síntomas similares a
los de la gripe comprenden muchos trastornos que tampoco se prestan fácilmente
a un diagnóstico definitivo. Los expertos recientemente han definido ciertas
condiciones que descartarían la fatiga crónica no explicada, o sea es el SFC o es
la fatiga crónica idiopática.
Condiciones que descartan al SFC.
Condiciones médicas. Muchas enfermedades, tanto benignas como graves,
pueden explicar plenamente la fatiga prolongada o crónica, incluyendo también la
hepatitis, la anemia, las infecciones, diversas formas del cáncer, las enfermedades
neuromusculares (como esclerosis múltiple o miastenia gravis), el hipotiroidismo y
la diabetes. Además, varias enfermedades también causan síntomas artríticos y
fiebre (véase el cuadro debajo). Los médicos generalmente pueden distinguir
estas enfermedades del SFC después de una evaluación clínica y un examen de
laboratorio. Los pacientes y los médicos tampoco deben pasar por alta las
enfermedades que se hayan tratado anteriormente, porque quizás no se hayan
resuelto completamente o pueden haber causado fatiga residual, incluyendo la
enfermedad de Lyme, el cáncer o la hepatitis.
Depresión y psicosis. Los Centros para el Control de Enfermedades, los cuales
establecen las definiciones para la investigación en el síndrome de la fatiga
crónica, reconocen la depresión como uno de los síntomas del SFC, pero
descartan el síndrome de la fatiga crónica como un diagnóstico para alguien con
antecedentes de grave depresión u otro trastorno psiquiátrico. Los investigadores
británicos y australianos no hacen tal exclusión, ya que la depresión y el síndrome
de la fatiga crónica a menudo pueden coexistir. El vínculo entre los trastornos
psicológicos y el síndrome de la fatiga crónica es problemático, porque muchos de
los síntomas coinciden consigo mismos y también pueden ocurrir como síntomas
de otros trastornos. La fatiga, la languidez, la pobre concentración, los déficit de la
memoria, la agitación y los trastornos del sueño pueden todos ser manifestaciones
de la depresión y de la ansiedad. Los casos de estrés -como la cirugía, una
enfermedad significativa o lesión, el nacimiento de un niño, el divorcio, la muerte
de un amado, u otro grave trauma emocional- complican aún más la situación,
porque hasta la tensión diaria puede contribuir a la fatiga y puede desempeñar una
función en disminuir la resistencia del cuerpo para la infección.
La depresión es muy común, afectando hasta un quinto de todos los
estadounidenses en algún punto de sus vidas y las personas más deprimidas se
sienten fatigadas. A diferencia de los períodos ordinarios de tristeza, un episodio
de depresión puede durar muchos meses. Síntomas de la depresión incluyen:
un estado de ánimo deprimido diario,
aumento o pérdida de peso significativo (más de 10% del peso corporal normal de un
individuo),
insomnio o el dormir excesivo,
excitación o un sentido de detención,
baja energía diaria,
sentimientos de inútilidad o de culpabilidad inapropiados,
una incapacidad de concentrarse o de tomar decisiones y
pensamientos suicidas.
La presencia de varios de estos síntomas sugiere la depresión, en particular si los
síntomas físicos, como el mal de la garganta, los dolores o la fiebre, no están
presentes también. La fatiga más larga sigue sin la presentación de otros
síntomas, haciendo más probable el diagnóstico de la depresión.
Aunque muchos pacientes que se diagnostican con el SFC reportan sentirse
deprimidos desde antes del inicio de la fatiga crónica, muchos se sienten alertos y
bien antes de sentir la fatiga crónica. La depresión en las personas con el SFC
generalmente es una reacción a la enfermedad. Se sienten desalentados, pero no
sin esperanza sino con el deseo de gozar la vida, de no evitarla. Muchos de estos
pacientes anteriormente sanos se vuelven deprimidos y ansiosos porque se
sienten agotados todo el tiempo después de contraer el síndrome.
Disturbios del dormir. Otra causa de la fatiga de largo plazo es la privación
crónica del dormir. En un estudio pequeño de personas que se habían
diagnosticado con el síndrome de la fatiga crónica, resultó que más de la mitad
estaba sufriendo de trastornos del dormir, incluyendo el insomnio, lo cual causaba
la fatiga diurna. La privación crónica del dormir puede ocurrir durante el reposo
mismo debido al síndrome de apnea del dormir, un trastorno de respiración a
menudo marcado por el ronquido fuerte y el movimiento violento en la cama. Una
persona puede tener esta condición y no saberlo al menos que sea traído a
su atención por un(a) compañero(a) durmiente o un(a) observador(a).
Particularmente en riesgo para la apnea de reposo están las personas
obesas. La misma obesidad grave puede causar problemas del dormir y la
fatiga crónica.
Drogas y alcohol. La fatiga es un efecto colateral de muchas prescripciones y de
muchos medicamentos de venta sin receta, como los antihistamínicos. Además, la
dependencia o el abuso del alcohol o de las drogas ilícitas puede manifestarse
como la fatiga crónica. Los medicamentos deben considerarse una posible causa
de la fatiga si un individuo recientemente ha comenzado, detenido, o cambiado de
medicamentos. El retiro de la cafeína puede producir depresión, fatiga y cefalea
(dolores de cabeza).
Condiciones que no pueden descartar al SFC.
Muchas enfermedades que pueden ser responsables por la fatiga extrema, pero
que quizás no descarten necesariamente al síndrome de la fatiga crónica, pueden
ser identificadas o diagnosticadas.
Otras enfermedades diagnosticadas solo por los síntomas. Varias
enfermedades pueden ser diagnosticadas por un médico solo sobre la base de
síntomas y no pueden ser confirmadas por exámenes de laboratorio. Un
diagnóstico en tales casos no debe descartar la posibilidad de que el SFC o la
fatiga crónica idiopática todavía pueda ser la causa primaria de los síntomas. De
importancia particular es la enfermedad conocida como "fibromyalgia", a veces
referida como fibrositis, la cual afecta de tres a seis millones de estadounidenses y
qué algunos expertos creen es simplemente otra variante del síndrome de la fatiga
crónica. Esta condición comúnmente causa fatiga prolongada y dolóres
musculares. El mal de la garganta recurrente, la cefalea (dolores de cabeza), la
fiebre baja y la depresión son también características comunes. Una rasgo
característico de fibrositis es la existencia de sitios específicos de una sensibilidad
muscular profunda que duelen cuando son tocados firmemente, incluyendo el lado
del cuello y el esternón, la parte superior del omóplato, el exterior de la parte
superior de las nalgas, la articulación de la cadera y el interior de la rodilla.
Algunos pacientes con el SFC presentan puntos similarmente tiernos a la presión.
Así como el SFC, la causa de la fibrositis es desconocida y su curso es crónico.
Médicos definen fibrositis como una variante extrema de la fatiga crónica, con
trastornos mentales más pronunciados y más evidencia de anormalidades del
sistema inmunitario. Un médico comparó la fibrositis con la fatiga crónica usando
la misma relación entre una migrana y una cefalea (dolor de cabeza).
Otras enfermedades que causan fatiga y que solo pueden diagnosticarse
empleando los síntomas reportados son la ansiedad y las enfermedades de
depresión y de nervios, las cuales no son trastornos psiquiátricos. La exposición a
diversos productos químicos y a toxinas ambientales -como los solventes, los
pesticidas, o los metales pesados (cadmio, mercurio, o plomo, por ejemplo)-,
puede causar fatiga y otros síntomas del SFC, incluyendo los cambios
psicológicos. La identificación de tal exposición, sin embargo, no descarta la
posibilidad del síndrome de la fatiga crónica.
Fatiga después de los trastornos tratados adecuadamente. Si un médico
puede comprobar que una enfermedad ha sido tratada adecuadamente y que aún
persisten los síntomas de la fatiga crónica, entonces no puede descartarse el SFC
o la fatiga crónica idiopática. Si el hipotiroidismo, por ejemplo, es tratado por la
hormona de reemplazo de tiroides y si la fatiga y otros síntomas pertinentes siguen
después de que los niveles normales del tiroides se hayan alcanzado y avaluado,
entonces un diagnóstico del SFC no puede ser eliminado como sospechoso.
Resultados débiles de los exámenes de laboratorio. Algunos exámenes para
las enfermedades que causan los mismos síntomas que el SFC o la fatiga crónica
idiopática pueden ser ambiguos o débiles. En tales casos, no debe descartarse la
fatiga crónica no explicada.
¿Qué exámenes pueden ser requeridos para diagnosticar el síndrome de la fatiga crónica?
Un médico debe primero hacer un interrogatorio médico cuidadoso y personal de
la familia, lo cual puede incluir un análisis psicológico, así como también un
examen físico minucioso. Los pacientes deben estar preparados para responder a
tales preguntas como: ¿Cuándo empezó la fatiga por primera vez? ¿Qué la hace
peor o mejor? ¿Es mejor a ciertos momentos del día? ¿La empeora más la
actividad física ? ¿Siente otro síntoma? ¿Se ha quejado alguna vez alguien más
en la familia de la fatiga? ¿Son tensas sus vidas personal y profesional? El médico
también puede preguntar acerca de cualquier cambio en el peso o solicitar que un
paciente vigile su temperatura en las mañanas y en las tardes. El paciente debe
informar a su doctor(a) sobre cualquier medicamento que esté tomando,
incluyendo las vitaminas, los medicamentos vendidos sin receta y los
medicamentos herbarios.
En la mayoría de los casos del síndrome de la fatiga crónica, todas los exámenes
de laboratorio salen normales; exámenes de bajo costo son administrados para
descartar otras condiciones, que incluirían exámenes para la función del tiroide e
hígado, el recuento sanguíneo y la tasa de sedimentación. Si cualquiera de los
resultados de estas pruebas de laboratorio es anormal, se necesitaran pruebas
adicionales. Además, análisis psicológicos adicionales pueden sugerirse. Como
muchos de las pólizas de seguros no cubren éste examen, el paciente puede
desear determinar de antemano el costo de tal (generalmente menos de $200).
En los centros académicos donde se estudia el SFC, una serie de pruebas puede
realizarse para medir la función inmune. Tal examen es polémico, porque es
costoso (de $200 a $800) y difícil de interpretar. Sin embargo, estos estudios
pueden ser útiles, porque pueden detectar defectos en ciertos componentes del
sistema inmunitario (como las globulinas de gamma) que podrían beneficiarse de
la terapia de reemplazo (véase ¿Cómo se trata el síndrome de la fatiga crónica ?).
Enfermedades que causan fiebre junto con y dolores de las articulaciones y de los músculos
Artritis infecciosa. La enfermedad de Lyme, la artritis séptica, endocarditis
bacteriana, la artritis micobacteriana y artritis causada por hongos, la artritis vírica.
Artritis posinfecciosa o reactiva. La infección entérica, el síndrome de Reiter, la
fiebre reumática, la enfermedad intestinal inflamatoria.
Artritis reumatoide y la enfermedad de Still (artritis reumatoide juvenil).
Enfermedad reumática sistémica. Vasculitis sistémica, lupus eritematoso
sistémico.
Artritis inducida por cristal. Gota y seudogota.
Otras enfermedades. La fiebre mediterránea familiar, los cánceres, sarcoidosis,
el SIDA, la leucemia, la enfermedad de Whipple, la dermatomiositis, la enfermedad
de Behcet, la púrpura de Henoch-Schonlein, la enfermedad de Kawasaki, la
eritema nodosum, la eritema multiforme, la pioderma gangrenosum, la psoriasis
pustulosa.
Datos del New England Journal of Medicine, 17 de marzo de 1994.