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BIBLIOTECA JUR˝DIOA
DE
EL DERECHO CIVIL MODERNO
CULPA EíYTRACONT.RACTUAL
POIi
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G. P. C H I R O N I
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Profesor de Dcreclio civil en la Cillversidad de Turin.
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ITALIANA.
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TRADUCIDA DE LA SEGUNDA EDICIÓN
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C. BERNALDO D E Q U I R ~ S ..
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TOMO PRIMERO
NADEID
IIIJOS R E REUS, EDITORES
Cnalxases, 3, segundo izquierda.
1904
Es propiedad. Quedan re
servados todos los derechos
que marca la ley.
Telrlfono 131.
IhIPREKTA IIP LA SUCESORA DE 31, AIlNUBPA DE LOS R ~ O J
3Ilguel Servet, 13,
Lo mismo que lu C:ulpu co~ztractual esta
( l ) ,tambiØn
parte de la Culpa rzo cotz¿ractual (aquiliann) aparece en
forma nueva. Los conceptos fundamentales no han
cambiado; tampoco ha sufrido altertlcidn In división del
trabajo; antes bien, ha quedado como estaba; pero el
desarrollo de los conceptos, por la doctrina, la juris
prudencia. y la legislaciœri presente, imponía al autor
la obligacióil d e tener s u obra en relación discreta con
.el nuevo material de ostudio,
He aqut por que, como el lector avisado descubrir&
e n la parte que ahora se publica, y todavía mejor en la
que ha de seguirla, la noción d e culpa en relación con
la de ga;r9an¿iu IIU sido objeto de investigación n ueva; y
establecidos con toda claridad los limites que separan
B ambas, segiin el predominio de s u s caracteres espe
ciales, nuevamente se las adapta 6 las instituciones
particulares de que se trata. En esta forma, la misma
legislaci6ii sobre los Accidentes del trabajo entra, en
s u s lineas generales, on los ternzinos de la raziin
comœn.
EL AUTOR.
Turin, 1897.
(1) Segunda edioibn.
LA CULPA
PARTE 11
Culpa aquiliana ( C . delito).
S E C C I ~ NP
RIMERA
E LA CULPA AQUILIANA
ENTIDAI) J U R ~ D I C A D
CAP˝TGLO PRIMERO
(1) Cons. Platner, D. Process u. d . IC’lagen b. d. Attikera
(Darmst., 1624), 1, p. 191 y sig.. 674 y sig. ; 11, p. 370: Herrmann,
Lehrbucli d . $ ~,ieclt. Staatscllt. (3 Xufl., ecl. Thalheirn), p. 120 ysig.;
Meior u. SchOrnann (ed. 1ipsiu~), Leipzig, 1887, p. 654, t’ y n. 480;
Caillerner, Contt.ctt de pret, p. 30 y sig.; Beauchet, Hist. du dt*.
p~irrik de la RGp. Ath.. 11, p. 394 y sig. Pero la trijhq fI?,cl@qc)), ¿SO
restringía s6lo a1 resarcimiento del dano ocasionado extracontrao
tuaImente, 6 se aplicaba tainbien en materia de c. controoLual?
El desarrol o del derecho títico en este punto, ¿es idkntico al
del derecho romano en lo tocante 5i la ley Aquiliti, 6 estableci6 cla
ramente la distiiioion de las dos formas de culpa, siendo cntera
mente independientes las respectivas acciones? S o parece que esta
iiltima opini6n respolida d las fuantes y al. desonvolvimiento que en
o1 derecho griego tuvo el concepto da culpa. V. luogo el 8 2, y tam
bien Gide eii el Dict. d. antiq. grecq. de Daremberg et Saglio, pa
labra fIkd@q: o !q.
(2) Ihering, mon. cit.; Voigt, LkkIitTaf~lti (Leipz., 18S3), 11,
$ 131 y si&; ICruger, Gesch. d. cnpi2. dirni~cuiio (Bresl., 1SS7), 1,
$ 16; Grirard, e n NOUU. R. Izist , 1888, p. 36 y si&.
(3) V. Beseler, Sgst. d. gerrn. dcutsch. .Prioatll. (IV Aufl.),
$53; Stobbe, Na~adb. d. dezctscli.. P~duadr. (11 Aufl.), 9 200; Heusler,
bzstit. d , deutsch. Priuatr, (Leipz., 188586) V . tarnbión Amira,
D, nldr¿oruegisch. Vollstr.eckt¿ngs~le1fala71. (Munioh, P874), p. 234
g sin.; Loist, AltArische ius cio. (Jeaa, 1896), p. 148 y sig.,
239 y sig.
&?zarlo, y la garantía do la ofensa consistía en l a ~ e i z sin
~,
calcular para nada In imputabilidad del daæo y sin esta
blecer proporción entre Øste y el resarcimiento inlpuec;to,
siendo el daæo de por si ofensa injusta que excitaba coi1 la
venganza la justs reacción del ofendido. Dada esta relación
entre los conceptos de daæo y ofensa, de reparacidn y pena,
se comprende que mal podia existir la distincibn de la cul
pa en eonSractzla1 y extrnco~~t~nctzca2, segœn el diverso ori
gen del derecho B, que se refiere la injuria, y que es un rc
sultado del ailalids, llevado Æ cabo en la ruda concepcidn
primitiva.
Que el derecho derivase 6 no de contrato, el faltarle era
ofenderlo, y el ofendido indiicia 13, peua. De, este modo, el
concepto de delito, extendiendose en los terminos suma
mente amplios de la ofeiisa y la pena, domiliaba necesaria
mente las relaciones contractuales en lo tocante S la viola
ci6n causada por el obligado. La razbn de distinguir; se
gœn la varia naturaleza de la posici6n jurídica, herida
directamente por,la ofensa, clebfa repugnar m9s bien al
modo de entender la injuria. Eu todo caso, la ofeltsn, es de
cir, el da%o, era lesidn del desqecho, y de aquí, e l resenti
miento general, informando e l concepto de la repsracibn,
daba Æ Bsta el carkcter de penalidad exagerada, excesiva
como el espiritu de venganza. Todavia, cuafido el anhlisis
y Ia consiguiente construccidn jurídica, progresando cada
vez mhs, asignaron & toda relacibn contractual la acción
expresiva del derecho del acreedor, y dieron & la injuria
ocasionada por vía no contractual figura y ordellaci6n pro
pia (% la ides de pena no se destsrrb por cornpieto de 18
(1) Cfr. Windscheid, ob. cit., 8 472, t. y a. 1; pero cons. la mon.
de Thering, en Ges. Aufs. cit., 11, p. .1. y sig.
(2) L. 25, D. de a. entti (XIX, 1): coris. la mon. cit. de Ihering:
y v. Pornice, LctOeo (2 Aufl,, Halle, 1895), 11, pp. 34, 35.
(3) V. luego el $ 2 .
ahora col1 toda GU transparenci;t: la culpa es lesi6n de de
recuo ajeno imputable al agente, y en esto esla lu unidnd
de su sustaricia. Pero el derecIio puede nacer como tal de
uua ubligacidn (vinculo especial consentido por el derecho
objetivo), 6 de la ley general, y segSin que esto suceda se
disciplina de diverso ~riodo la raz6n de la injuria y de la
responsabilidad. Es la misma sustanoin jurlrlica la que se
malrifi~sta diversameuta an las dos formas de culpa con
tractual y de culpa extra contrtlctual (ay uiliaua), y confun
dirlas significa contradecir al resultado de la elaboracihn
de la ctculpan, empleaxldo indit8reritemente criterios mesu
radores de la injuria y de la imputabilidad que deben ser
distintos segiin su propia, razdn (le ser (1).
Debemos irisigtir sobre esta coucepcibn fundamelita1 (2),
parque declara la sustancia comœn que existe en las dux
formas de la culpa contractual y de la aquiliana, y la dife
y ptira fijar los
rencia especifica quo las sepura. A c ~ t efin,
Ifmites en que las dos especies Eie distinguen, ee ha pro
puesto adoptar para la contractual el t8ruino d.e ga~at~tda,
reservando e) 8o l’ospor~snbilirlcid para designar la extra
contractual (3j; pero no parece que esta terminologfa sea
exacta; antes oscurece con nuevas incertidumbres, Verdad
as que la b y , al disponer el cuznplimiento de algunas oblj
gaoiones, emplea a veces la locuci6n crg~raritfa~ L que eatjt8.
obligada una de las partes respecto Æ o tra (4); pero esto no,
(1) C6d. civ., art. 1.151, Mas qdolante se aludirti tí las loyes
oktranjerns.
(2) V. vol. 1, cap. 1.
2
&te en la inejecución de obligaci6n anteriormente consti
tuida. En ambas, pues, la cu@a origina una obligacibn dis
tinta que mira Æ resarcir la injuria (1).
Verdad es que la doctrina tiende 5 restringir esta razbn
de ser, g la caracteristica que resulta de ella, Únicamente
& la culpa aquiliana (czcasi detilo), como si entre las dos
formas de culpa existiera diferencia sustancial, porque en
la contractual el resarcimiento apareciera como simple
sustitucibn en el objeto, permaueciendo inalterada 1s rela
ción obligatoria preexistente, pues el debito de la indem
nizacidn no supone novacibn respecto %’la causa de la re
lacidn. Concepci6n exacta en el sentido de que la obliga
ción de resarcir se liga, como & su causa, Æ la relación
quebrantada por via de incumplimiento, porque el que se
obliga h. cumplir la prestación se impone el. no permitirse
dijw de ctimplirla y resarcir el daæo si olvida el deber ju
rídico que tiene: donde ciertamente se advierte el progreso
de la concepción y la construcciGn jurídica en esta unifica
cibn, ea el concepto del deredo de todos los efectos que
omanan de su sustancia, en este concepto de la aceidlt nak
cida de la relaci6.n’gue la comp~ende, sin que sea neceeario
dividirlos en tantos modos de ser cuantos son, y separar la
accibn de daæo de la acción de cumplimiento, como si no
estuviese comprendida en esta. Y aunque menos distinta
en ~nateria contractual, la c ~ 2 p nno
da menos carÆcter es
pecial h. la nueva fase de la relación, porque no sblo se res
ponde por la injuria iIznica del darlo, sino tambiØn por el
concurso del elemento subjetivo, por la imputabilidad.
Alguien ha dicho que la ley civil sanciona la obligacibn
de reparar el hecho iiicito, demostrando la experiencia que
el miedo al presidio no es bastante remedio para alejar las
negligencias lesivas de ajenos derechos (2); razonamiento
(1) V. la nota dedioaiia a1 derecho griego en el n . 9 d I
o esta
toino.
(a) Ir. e~pecialment~ Platuer, ob. y lug. cit.; Moier u. Schomann
(ed. Lipsiuo), ob. y Iiig. oit ; Gide, ob. y lug. cit,; Beauebot, ob. y
lug. cit.
(3) ~Sienipro? La dudn puede surgir de ealo: que eritre ltis
fuentes se reüuerda el pasaje de AristóIaaes, A bispus, Torsos 1.386-
1.410, doridc se arnennza B un borracho con la [!t?.dS.q; Gixq por haber
tirado una cenauta, estiopoanrlo el pan que cantenia. V. Beaucliet,
ob. y lug. cit. La distinción recordada en el .texto la c;ienta clara
niorilu DenirJstenes, o. &lidia, S 43, y Plalon, Las Legos, IX, 8,
V . tambidn los cintares oitados antes.
(4) V. los autores oitedcs.
( 5 ) Idern.
nadori por personas 6 animales que el responsable t u v i e ~ s
en custodia (2). Verdad es que la fh.*&.rjs ; i. se concecliu tnm
í
bien coatra el daæo ocsfiionado por via d e culpa coritrac
tual (21,cori lo que se demuestra que aun no estaba bien
separada la materia de la culpa contractual de la no con
tractual (3); pero las fuentesno prueban con seguridad que
el acreedor perjudicado pudiese recurrir índiferenteme~ite
Æ tal defeusa, 6 bien la derivada del cuntrato violado (4),
y parece qne el concurso Se ambos medios fnara rnha bien
, de cuncedar al ofendido la plena reinte
i ~fiu
~ u b ~ i d i a r$
gración de su patrimonio perjudicado (6).
No obstante estos defectos, quc se encuentran tnm’isih
cn el identico clesarrollo del derecliu romano en materia de
iujuria privada, la blid$"r,~ k k q tuvo un contonido que respoli
dia $ su raaœn de ser r n c j o ~que ~ la L. Aquilia. En ella inci
den ya los coriceptos que la j~rinprudencia romaaa seutb
por vía de iriterpretacibn extensiva de aquella ley, y que
determinaron l i a. l . Agzl(1iae zciil, y la &. $ti, jhctilc’~tL
1, dyzciliae accomodatn (O), y los quc, con andlisis continuo
de la entidad de la injuria, aparecen en la elaboración d e
la a, i~~.izl.riuru~&. Ea 1% i n~tituci6n griega, la, injuria aprtre