Está en la página 1de 4

UN POCO DE LO QUE FUE MI VIAJE A MEDELLIN

¿Cuál era el propósito que Dios tenía para mí en ese lugar?

Todo inicio con un sentir en mi


corazón, un sentir que Dios
había puesto en mí, para estar
en este lugar, decidí asumir el
reto y el desafió. Fue un gran esfuerzo por lograr ese sueño, ese sueño que Dios
me dio; ocurrió de todo, dificultades, excusas en fin. Pero por fin logre viajar. Una
vez aquí, me doy por enterada de que el propósito por el cual viaje, se cancela; la
brigada de salud que motivo mi viaje se había aplazado por motivos de seguridad.
Mi cabeza estaba rodeada de preguntas como: ¿Que pasaría ahora? Tendría que
regresarme para Florencia de una vez? Por el momento no quedaba más que
esperar y ver que decisión tomaba.

Surgió entonces la oportunidad de irme a trabajar por unos días en uno de los
ministerios de Jucum, Ministerio de Misericordia. Al
principio lo pensé mucho, era algo nuevo a lo que me
enfrentaría, y algo que aunque muchas personas iban a
estar pendiente de mi y no estaría sola, me sentía
nerviosa, porque ya no sabía que expectativas tener.
Las expectativas que al principio había creado, se había ido todas al piso.

Pero de algo estoy segura, Dios conocía lo que


sucedería con la brigada mucho antes de viajar y aun
así me permitió estar aquí, por lo tanto tenía la certeza
de que aunque no habia brigada, Dios tenia otro
propósito para mi!! Decidí
entonces asumir este nuevo reto como un desafió, un
desafió en el cual evaluaría que tantas cosas podría
lograr; y era también una manera de usar esas
herramientas que Dios me dio para estar al servicio de otro y en pro de los demás.
Decidí dejar mi comodidad y mis prioridades a un lado por cumplir un nuevo sueño
que Dios había dispuesto para mí.

Así transcurrieron 3 días de estar en el ministerio de


misericordia; fue asombroso estar allí, ver la realidad de
muchos niños, jóvenes que a veces
ignoramos. Vemos cosas que si
comparamos, nuestra vida es de lujos
a comparación de muchos de ellos. En
casa refugio, me asombro mucho la
actitud de muchos niños, las reacciones ante
determinadas situaciones.

En una activada de la que participe (Pan y chocolate) quede


asombrada. Que realidad tan cierta, ahora me pregunto
como pude haber sido tan ciega durante todo este tiempo
ante tantas cosas que pasan en la calle, ver con mis propios
ojos la realidad de muchas personas; niños, jóvenes y
personas adultas; la vida que desafortunadamente tienen, expuestos a diario a
cosas como la droga, el alcohol, la violencia, el maltrato, y aun personas que no
tiene lugar para vivir y les toca buscar refugio debajo de los puentes! Mientras
nosotros dormimos cómodamente en nuestras camas,
habitaciones muchas veces lujosas. Mientras nosotros
tenemos almohadas y cobijas para pasar la noche, ellos
solo tienen un cartón de almohada y plásticos para
protegerse del frió. Tan solo necesitaba ver la realidad de mucha gente para
darme cuenta de todo lo que tengo, para estar cada dia agradecida por tantas
bendiciones. De verdad es asombroso y a la vez muy triste ver como mucha gente
daría lo que fuera por un trozo de pan literalmente llamado, viéndome a si misma
compartiendo una taza de chocolate y una o dos tajadas de pan a tantos niños y
personas y aun así sentir como seguían a mis espaldas anhelado poder obtener
un poco más de alimento; y nosotros nos damos el lujo de desechar y tirar a la
basura lo que no queremos comer. Hubo un momento en que no pude evitar dejar
escapar una lágrima por mi rostro. Es una realidad que duele, pero duele mucho
más saber que no estamos haciendo nada al respecto. Vemos todo lo que sucede
pero al parecer nos es indiferente, no nos importa lo que pase con los demás, lo
único que importa es que nosotros estemos bien, el resto ya es problema de ellos.
Y realmente esto que sucede a diario es asunto de todos, hace parte de nuestra
vida. Ya es hora de que dejemos el orgullo a un lado y hagamos parte de la vida
de muchas personas que en medio de sus condiciones son igual a nosotros. Es
momento de levantarnos y empezar a transformar la sociedad, a marcar la
diferencia y salir de ese círculo que no nos permite ponernos en los zapatos de los
otros.

Esta nueva experiencia marco una parte de mi vida recordando el dolor y


confrontación que sentí al caminar en medio de miles de personas que tienen
tanta necesidad; ver prostitutas, indigentes, repartidores de papelitos con miles de
mensajes y ancianos sentados esperando que pase el día y la noche. Todo esto
cuestiona mi vida; ¿Qué estoy haciendo yo como profesional y cristiana para
cambiar la realidad? para dar a conocer al que ha traído esperanza a mi vida. Ver
como tantas veces me veo preocupada por cosas tan insignificantes que en
realidad eso es muy poco si vemos las dificultades de muchos otros. Es necesario
tomar el rol y dejar de nombrar “normal” algo que se ha vuelto común para todos,
pararnos y transformar nuestras mentes, no conformarnos y en lugar de
escondernos y camuflarnos tomar las corrientes de este mundo y de las futuras
generaciones.

Hoy quiero darle muchas gracias a Dios por permitirme tener esta experiencia, por
permitirme hacer parte de la vida de otros; y a muchas personas y amigos que me
motivaron a hacerlo gracias también. Por eso quise compartir con ustedes un poco
de lo que pude hacer en este tiempo!!
Bendiciones!!

También podría gustarte