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Schierenbeck,

Tomás

Actores, artistas y estereotipos:


Una breve mirada a la Alemania
de principios de siglo XX

Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciado en


Historia

Directora: Wamba Gaviña, Graciela. Codirector: Scotti, Marcelo

Schierenbeck, T. (2019). Actores, artistas y estereotipos: Una breve mirada a la Alemania de principios
de siglo XX. Tesis de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1694/te.1694.pdf

Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar

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Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Departamento de Historia

Título de la Tesina: Lectores, artistas y estereotipos: Una breve


mirada a la Alemania de principios de siglo XX.

Autor: Tomás Schierenbeck

Directora: Dra. Graciela Wamba Gaviña


Codirector: Lic. Marcelo Scotti

Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Historia

Ensenada, 29/04/2019
1
“After all, if you do not resist the apparently inevitable, you will never know how
inevitable the inevitable was”.

(Terry Eagleton).

Agradecimientos:

Les doy las gracias a mis viejos que hicieron que esto fuera posible.

A Luciana por soportarme y escucharme todos los días.

A Graciela por confiar en mí y apoyarme de mil formas y en todos mis proyectos.

A Marcelo, por acompañarme en la elaboración de este trabajo, y a la catedra de IPC por


permitirme desde el inicio de mi carrera participar en sus proyectos.

A Cynthia, Carolina y Matías que se bancaron mis ausencias.

A los nenes de la casa por acompañarme en los últimos 5 años de estudio.

A Chün y Lu cornejo por acompañarme material e inmaterialmente durante toda la carrera.

2
Contenido

Introducción:................................................................................................................................................... 4
Recapitulando: algunos comentarios para comprender nuestro periodo: ............................................. 5
Una sociedad en constante transformación ........................................................................................... 6
Contradicciones y cambios:...................................................................................................................... 7
El imperio alemán ..................................................................................................................................... 20
La república de Weimar (1918-1933) ...................................................................................................... 23
Un Proyecto inacabado: el expresionista alemán, entre la crisis del “yo liberal” y la alternativa
socialista ....................................................................................................................................................... 38
Introducción .............................................................................................................................................. 38
El arte a inicios de siglo .......................................................................................................................... 38
Un movimiento modernista: ¿Qué buscan? ¿contra qué se rebela?................................................. 43
El expresionismo en acción .................................................................................................................... 46
La Nueva Objetividad: .............................................................................................................................. 58
Cine expresionista: .................................................................................................................................. 60
La experiencia Bauhaus .......................................................................................................................... 66
¡Nueva mujer! ¿Nueva mujer?: transformaciones en torno a la feminidad y las mujeres en los
albores del siglo XX en Alemania ............................................................................................................... 70
Introducción .............................................................................................................................................. 70
La Nueva Mujer ......................................................................................................................................... 71
Algunas disputas en el espacio público ................................................................................................ 80
Asociaciones y proyectos parlamentarios ............................................................................................ 87
Sexualidad ................................................................................................................................................. 91
Metrópolis: diarios, lectores y comunidades imaginadas en él Berlín de principios de siglo XX ...... 96
Introducción .............................................................................................................................................. 96
Habitar la ciudad....................................................................................................................................... 96
Comprender a los sujetos ..................................................................................................................... 101
Formas de leer la ciudad ....................................................................................................................... 104
Leer y concebir la metrópolis ............................................................................................................... 109
Coda:............................................................................................................................................................ 118
Anexo: ......................................................................................................................................................... 122
Bibliografía .................................................................................................................................................. 127

3
Introducción:

Entre fines del siglo XIX y principios del XX la sociedad alemana se encontraba
experimentando enormes transformaciones a nivel político como económico. La velocidad con
la que tanto el proceso de industrialización como la organización del Estado y la formación de
grandes urbes se había producido devino no solo en el surgimiento de problemáticas sociales
(urbanización, higiene, pobreza, desclasamiento, etc.) sino también en la aparición de actores
e intereses de carácter moderno. Además, y junto con lo mencionado anteriormente, la Gran
Guerra (1914-1918), la caída del imperio en el año 1918 como las crisis económicas y de
violencia política funcionaron como elementos catalizadores en el accionar de los sujetos que
vivenciaron -tanto de modo individual como colectivo- y buscaron por distintas vías y proyectos
aprovechar, contener como evitar estas mismas transformaciones y reelaborar su realidad.

Lectores, artistas y estereotipos: Una breve mirada a la Alemania de principios de siglo XX se


propone recuperar algunas de estas experiencias sociales y culturales propias del inicio del
siglo XX en Alemania. Sin embargo, es importante destacar también que la razón de este
recorte tanto temporal como temático no se ha realizado de un modo azaroso sino, y por el
contrario, se ubica principalmente en la búsqueda de rescatar y reivindicar a algunos de
aquellos procesos y actores modernistas dentro la historia, en tanto, en no pocas ocasiones,
estos mismos se ubican desdibujados o meramente desconocidos en la disciplina por la
trascendencia política y moral – incuestionable - que adquirió para la Historia y la cultura
occidental los años posteriores a 1933 durante el régimen nazi.

El trabajo se estructura en 4 partes o capítulos donde los últimos tres buscaran recuperar
distintos procesos, movimientos y actores sociales durante el periodo indicado. De este modo,
el capítulo inicial (“Recapitulando: algunos comentarios para comprender nuestro periodo”)
intentará funcionar de plataforma de aquellos otros capítulos al advertir en sus páginas algunos
de los cambios estructurales ocurridos en la sociedad alemana entre fines de siglo XIX y
principios de siglo XX. Estos mismos, deberán ser interpretados como elementos
dinamizadores que funcionarán en ocasiones de modo (in)directo en las prácticas como en las
formas de actuar de aquellos sujetos que buscamos recuperar.

El capítulo dos (un Proyecto inacabado: el expresionista alemán, entre la crisis del “yo liberal”

4
y la alternativa socialista) se compromete a recuperar a los artistas expresionistas como al
movimiento Bauhaus que, imbuidos en el espíritu de su época, buscaron romper con los
parámetros y estructuras academicistas para comprometerse con la realidad en la que vivían.
El capítulo tres bajo el título “¡Nueva mujer! ¿Nueva mujer?: transformaciones en torno a la
feminidad y las mujeres en los albores del siglo XX en Alemania”, en cambio, se propone
recuperar y poner en debate las experiencias como las condiciones vivenciadas por las
mujeres alemanas en su integración al mercado laboral industrial, su ingreso a la educación
superior y el derecho al voto durante la república. Por otra parte, el capítulo cuatro denominado
Metrópolis: diarios, lectores y comunidades imaginadas en el Berlín de principios de siglo XX,
buscará recuperar aquel estilo de sociabilidad particular y característico de la metrópolis
berlinesa propio del periodo imperial como de la república. En este caso, será la lectura,
particularmente del periódico y su Kleine Prosa, lo que permitirá que aquellos berlineses -como
reciente migrados de regiones menos urbanizadas- puedan concebir el espacio de una
metrópoli inmensa de un modo particular pero similar entre ellos.

En última instancia, concibiendo este trabajo como el estadio final de mi carrera en Historia en
la UNLP-FAHCE creo sumamente conveniente mencionar antes del desarrollo completo de
esta tesina unas breves líneas mencionadas en Historia del Siglo XX (2012) de Dolores Béjar,

La historia realmente acontecida siempre ha sido resultado de condiciones dadas de


las que solo vislumbramos algunas aristas, de lo que decidimos y hacemos y de eso
que llamamos azar (y que seguramente estaba pero no supimos o no quisimos ver).
(Bejar,2012, p.432).

5
Recapitulando: algunos comentarios para comprender nuestro
periodo:

Una sociedad en constante transformación


Entre el fin del siglo XIX y los años veinte Alemania fue protagonista de la eclosión de una
serie de procesos contradictorios que se estaban desarrollando en el interior de su propia
sociedad. Motorizados por un explosivo ingreso a la modernidad, ligada al nuevo mundo
industrial-capitalista y a las nuevas formas de sociabilidad que caracterizaba a esta nueva era,
la sociedad del Fin de siècle experimentaba la pervivencia de elementos sumamente
tradicionales al mismo tiempo que tenían lugar la formación de las estructuras tanto sociales
como económicas que caracterizan al mundo en la actualidad. En última instancia, estas
transformaciones tuvieron como corolario la desintegración de algunos de principales patrones
de sociabilidad que caracterizaban a la sociedad decimonónica del imperio al igual que
generaron las condiciones necesarias para la monetización de las relaciones más allá de las
de producción (Simmel,1903). Estas transformaciones tuvieron también su repercusión en
diferentes campos como en la literatura, el teatro y el cine como en las ciencias sociales donde,
estimuladas por la velocidad y alienación de las metrópolis, se desarrolló un intensivo ejercicio
de la descripción y análisis de las nuevas formas de sociabilidad que caracterizaban al periodo.
De este modo, se comprenden los estudios de Georg Simmel, como en Filosofía del dinero
(1900) y Las metrópolis y la vida Mental (1903), donde se exponen estos significativos
cambios. Por ejemplo, respecto a las formas de sociabilidad que comienzan a experimentarse
Simmel (1903) afirma:

A través de la naturaleza calculadora del dinero ha logrado que las relaciones entre
todos los elementos componentes de la vida del hombre adquieran una nueva
precisión, una certeza en la definición de las identidades y de las diferencias, y una
falta de ambigüedad en los pactos, tratos, compromisos y contratos. El dinero se
convierte en el nivelador más atroz; el dinero expresa todas las diferencias cualitativas
de los casos en términos de ¿cuánto cuesta? Con toda su capacidad e indiferencia,
el dinero se convierte en el común desarrollador de todos los valores y vacía,
irreparablemente, el centro de los casos, su individualidad. (p.3)

Ahora bien, ¿realmente era la sociedad alemana de este periodo una sociedad plenamente
ligada al mundo moderno burgués-capitalista? ¿Cuáles fueron los cambios más significativos
6
en aquel proceso? ¿Cuáles habían sido aquellas contradicciones que habían puesto en jaque
al modelo Burgués-liberal?

Contradicciones y cambios:

Mientras se desarrollaban las condiciones materiales para el desarrollo de la gran empresa


capitalista analizadas por Eric Hobsbawm en La Era del Capital (1989) como por Sigfried
Kracauer en Die Angestelleten. Aus den neuesten Deutschland (1971) y “las nuevas industrias”
(eléctricas y químicas) alcanzaban niveles de producción impensados treinta años antes, el
porcentaje de trabajadores rurales activos registrados al año 1909 era del 27,4 por ciento sobre
el total -sin contar el trabajo familiar. Cifra cuyo registro en 19251 a pesar de exponer una franca
disminución, sin lugar a dudas, aún expresa la pervivencia de un núcleo, a las afueras de las
pequeñas y grandes ciudades, caracterizado por el predominio de las empresas familiares
rurales controladas por las relaciones tradicionales (Möller,2015).

GRAFICO 1:

En esta sintonía, las descripciones de la época expresan una estructura agraria heterogénea2
y sin grandes concentraciones de propiedades –Ver gráfico 1-. Sin embargo, las condiciones
laborales parecieran caracterizarse por funcionar por fuera de las leyes laborales establecidas

1
Möller (2015) propone que: “Se observa dentro del total que: 2,2 millones eran trabajadores autónomos, 4,79 millones
familiares ayudantes, 2,6 millones de obreros y 0,16 millones de empleados y funcionarios” (p.290).
2
En el año 1911, un observador resume las categorias de trabajadores de la siguiente forma: One can distinguish four different
categories of workers: a) Local agricultural workers who form the fixed corps of 6-10 men for some machines; it is considered
undesirable, however, to stand by a machine as a gang worker. b) Local workers from the city, some of whom are dissolute
loafers and are feared by the master machinists because of their penchant for strikes and their insolence. c) Migrant workers
from the East, poorly educated, but diligent and undemanding. d) Veterans of the road, shipwrecked characters who once knew
better times, from all professions and walks of life, among them a few noblemen and academics who, unless the devil of drink
is riding them, work diligently, are willing, and behave unassumingly at the table. Christian salvation work would not find this a
hopeless field. (Flemming, 1997, pp. 135)
7
y la capacidad de ahorro de los jornaleros en márgenes casi nulos.

The hourly wage injects even more instability into the work. Moreover, it causes the
work day to be unduly extended, since the owners wish to make full use of their
machines. According to one police regulation, threshing can only be done until eight
o'clock at night, but this regulation exists more on paper, since fines are usually low.
Ninety hours of threshing or more per week are probably not unusual! On top of this,
there are the moves from one farm to the other, from one village to the other. The
workers, however, are paid only for the threshing hours, not for the moves. When free
meals were provided, the hourly wage this summer was 25 pfennig; last year it was
30 pfennig, and in 1908 it was as high as 30-40 pfennig. If the workers have to feed
themselves, because some farms are unable or unwilling to do so, they receive a
supplement of 10 pfennig per hour, though for that they mostly buy only schnapps and
perhaps a little bread. If the threshing is done in the open field, the hourly wage is 5
pfennig more, because some hours are lost due to the morning dew and rain. In
addition to the stoker, the feeder [Einleger] receives a wage that is 10 pfennig higher.
(…) In the final weeks of threshing season, the workers take stabs at saving by leaving
part of their earnings with the master machinist, sometimes with his encouragement.
You see, most of them do want to save, but they all leave our region as destitute as
when they came. Within their circle of fellow workers, the temptation and seduction
are so great that they simply cannot resist. It happens often enough that they manage
to set aside 60 marks; and yet, in the end, nearly all of it is blown and only a pittance
put into winter clothes. – And this even though their clothing is usually pitiful. Many go
into winter without a shirt on their back, indeed, there have been cases where foreign
workers, who may have travelled from far away, saved close to 200 marks and held
on valiantly to the end, but then they were seized by temptation, after all3 -1-
(Flemming,1997, p. 223)
Al unísono, y en carácter contradictorio a lo anterior, Mommsen en La época del imperialismo
(1988) también observa un creciente proceso de urbanización e industrialización del imperio.

En 1882 el número de personas ocupadas en el sector primario (42,7%), superaba


ligeramente el número de las ocupadas en el sector secundario (39,5). En 1895 la
balanza se inclinaba ya claramente hacia el lado del sector secundario. Ahora ya solo
trabajaban el 35,7% de la población activa en el campo y en el bosque, y el 43,6 en
la industria y la minería. En 1907 quedaba establecida la victoria de las nuevas
fuerzas capitalistas con el 28,4% de trabajadores del campo y el bosque, frente al
49,3 de trabajadores industriales y mineros. (p.47)
En tanto es durante estos mismos años donde la denominada “empresa alemana” por Giovanni
Arrighi (1994) se convierte también en uno de los principales actores en la economía.
Logrando, mediante una mayor explotación intensiva de los recursos nacionales y una
organización “vertical” de la producción, superar los valores como la capacidad de producción
de las demás potencias europeas del periodo (Kennedy,1987).

Además, para Mommsen (1998) la clave para comprender el éxito de las grandes empresas

3
Las traducciones en lengua extranjera fueron realizadas por el autor y se encuentran en el anexo numeradas.
8
alemanas se encuentra en “la unión de los grandes bancos con la industria, lo que permitió la
gran expansión” en tanto, “son ahora los bancos en Alemania, como en todo el resto del
continente, los que asuman parte importante del riesgo empresarial” (p.54). En tanto para
autores como Marchant (2008), el avance técnico se dispuso como la principal vía para lograr
este avance.

Los descubrimientos del procedimiento del acero de Bessemer (1856) y del método
de “Martin” para la obtención del acero (desarrollado por Siemens en 1861), crearon
las premisas para la producción de acero de calidad. A esto se sumaron los avances
en la utilización del mineral de Hierro sulfuroso, introducido por Thomas en 1878 y el
desarrollo de Gilchrist, procesos que aceleraron el desarrollo de las industrias
siderúrgicas en las zonas del desarrollo del Ruhr, posibilitando así, una mayor rapidez
en la producción de hierro en el Reich entre 1890 y 1910. (p.15)
GRAFICO 2:

Sin embargo, estas transformaciones se observan no solo en el crecimiento exponencial de


la concentración del capital en las industrias de más de 200 trabajadores sino también en las
implicancias sociales que esta transformación trajo aparejadas (ver gráfico 2). Paul Göhre, en
Three Months as a Factory Worker and Journeyman (1891) expresa las condiciones impuestas
a los trabajadores en las nuevas grandes empresas industriales del periodo:

In the first place, it says the following, verbatim: “The right to hire worker’s rests solely
with the management or its designees. By accepting the work, every worker submits
to the stipulations of the work rules, a copy of which is handed to him when he begins,
and receipt of which he has to acknowledge by personally entering his name into a
book that is displayed in the office.” At the end it says, also verbatim: “Changes and
additions to the same will be announced by management through posted notices and
always take effect immediately”. Even to the naïve, this drives home in no uncertain
terms the entire character of these work rules – and that of nearly all existing work
rules, as well. They are unmistakably the product of the factory management, tailored
to the sole aspect of their unilateral interests. They are house rules which the owner
decrees solely according to his will, and to which everyone must conform as long as
he is a member of the house. The workers have no effective protest against such work

9
rules other than leaving the collective for which they are the law. In all cases of
importance, their existence and validity explains the utter and silent dependence of all
workers; they are the expression of an absolutist system, the exact opposite of
economic freedom, which is after all supposed to be the dominant law today in the
economic life of nations; they are a new and momentous cause of the lack of
independence and the immature character of today’s factory worker. -2- (p.51)
No obstante, la modernización de la estructura económica se manifiesta nuevamente al
comparar la posición jurídica-laboral (ver gráfico 3) de los trabajadores entre 1907 y 1939. En
este periodo, según Möller (2015) “la cifra de autónomos y sus familiares disminuyó de 13,7 a
9,5 millones. Su porcentaje en relación a toda la población se vio reducida a más de la mitad,
cayendo a un 14,1 por ciento. Por el contrario, la llamada nueva clase media de empleados y
funcionarios4, incluyendo sus familiares, aumentó de 6,7 a 11,97 millones de personas (17,8
por ciento)” (p.292). Además, Weitz (2009) sostiene que “Entre 1885 y 1925, el número de
empleados en estas divisiones se había multiplicado por cinco, mientras que ni siquiera se
había duplicado la cifra de obreros manuales. Por extraño que parezca, en 1930 sólo la quinta
parte de los asalariados realizaba las mismas tareas que habían llevado acaba sus padres”
(p.127).

GRAFICO 3:

fuente: Hermann Aubin and Wolfgang Zorn, eds., Handbuch der deutschen Wirtschafts- und Sozialgeschichte
[Handbook of German Economic and Social History]. Stuttgart, 1971-76, vol. 2, p. 535.

Ahora bien, a la hora de observar los niveles de producción como indicador de un mayor índice
de industrialización, podemos observar un fuerte crecimiento de los sectores encargados de la

4
Al analizar la sociedad de la metrópolis berlinesa Kracauer (1971) afirma: “No sería aventurado afirmar que en Berlín se
asiste a la formación de un tipo de empleados que adquieren rasgos uniformes incluso en el color que procuran dar a su piel.
La manera de hablar y vestir, los gestos y sus fisonomías se parecen y el resultado del proceso es precisamente ese aire
grato que nos permiten recuperar las fotografías” (p.25).
10
energía y acero como una mayor diversificación de aquellos sectores ligados al modelo
industrial (Ver gráfico 4). El gran salto cuantitativo que puede observarse en la producción de
acero y carbón durante el periodo 1886-1913 se expresa inconfundible si reconocemos que, el
acero, aumento un 341% en aquellos años

Mit der Durchsetzung der industriellen Produktion vervielfachte sich die Menge der
gewerblichen Erzeugnisse. Zunächst betraf dies industrielle Rohstoffe, Steinkohle,
Roheisen und Stahl, doch am Ende des 19. Jahrhunderts wurde auch die industrielle
Herstellung von Konsumgütern immer wichtiger (zum Beispiel Bekleidung,
Lebensmittel, Haushaltswaren, Möbel) (...) Die deutsche Industrie erlebte
einschneidende Strukturwandlungsprozesse, in denen die Bedeutung einzelner
Industrien zu oder auch abnahm. Kaum eine Branche illustriert diesen Prozess so gut
wie der Kohlebergbau, der in den Jahren vor dem Ersten Weltkrieg eine
Schlüsselindustrie war, die einen wichtigen Rohstoff und die Energiequelle der
Hochindustrialisierung lieferte. Langfristig überholte die Braunkohle die Steinkohle als
wichtigste Energiequelle. -3- (Rahif,2015,p.257)
Más adelante, si bien los años dorados de la república se destacan por el alto nivel de
consumo, otro de los puntos que sobresale en aquel periodo fue la “racionalización”, término
referido, “fundamentalmente, a los métodos científicos aplicados a los procesos productivos,
con vistas a aumentar la producción con menos mano de obra5” pero también al proceso de
concentración del capital sufrido por los pequeños burgueses. Al respecto, Weitz (2009)
sostiene que, “en la década de 1920, pocos zapateros o sombrereros artesanales se atrevían
a competir con fábricas que, a diario, generaban a millares los mismos productos que ellos;
eran pocas las tiendas de ropa que podían hacer frente a los precios y ofertas de los grandes
almacenes, como Schocken o Wertheim” (p.128). Es que cuando la internacionalización de la
economía durante los años veinte adquirió valores inconfundibles, los empresarios también
importaron aquellas nuevas estrategias para alcanzar mayores niveles de productividad como
la ampliación del mercado de consumo propias del modelo fordista de producción ,

Los empresarios alemanes les traían sin cuidado las depravadas políticas
antisindicales, el racismo o el antisemitismo, que eran moneda corriente en la Ford.
Lo único que veían en la década de 1920 era aquel “sistema norteamericano” que tan
alto habría de llegar en los decenios de 1950 y 1960: alta tecnología, bajos costes de
producción, mercadotecnia de masas y salarios elevados (Weitz,2009,123)
Sin embargo, vale destacar que los sectores rurales tampoco pueden describirse como un

5
El moderno lugar de trabajo estaba organizado como un ejército, disciplina y jerarquía por encima de todo. Lo que más
valoraban empresarios y directivos era la subordinación. Antes de la contratación, los posibles empleados tenían que superar
un conjunto de pruebas de aptitud. En el caso de ventas al público, las posibles vendedoras tenían que ser de trato agradable;
en bancos y grandes empresas, aparte de sus aptitudes mecanográficas o para atender el teléfono, tenían que dar muestra
de un comportamiento correcto y sumiso (Kracauer,1971, p. 183)
11
sector meramente tradicional. Como bien expresan los gráficos de productividad (Ver gráfico
5) en los principales cereales cultivados, el crecimiento del sector urbano e industrial fue viable
también a partir de un alto crecimiento en la productividad de la tierra (Hobsbawm,1989). La
cual, fue posible por el alto grado de mecanización que se registra para la época6,
traduciéndose tanto en una producción suficiente para sustentar a aquellos crecientes
mercados urbanos como en precios baratos y estableces (Kennedy,1987).

GRAFICO 4:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft
1, S. 2-5 http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

GRAFICO 5:

6
Here [in Schleswig-Holstein] threshing begins at almost the same time as the harvest, and the humming of the "steamers"
gradually ceases in November. The threshing season thus comprises the four months of August through November, though it
lies chiefly in the two middle months. Compared to former times, the threshing period has shortened progressively. In the late
fall, the farm owners of the fens are busy exporting cabbage. A threshing-machine – also called "outfit" [Garnitur] or "train"
[Zug] – requires 18 to 28 men for its operation, 25 on average. The master machinist and the stoker hold a privileged position.
These two share the farmer's table and are given a bed at night. As the chairman of the Association of the United Threshing-
Machine Owners stated a few years ago, there were about 170 steam threshing-machines in the four districts
(Norderdithmarschen, Süderdithmarschen, Steinburg, and Rendsburg), the operation of which required at least 3,000 workers.
Although the number of outfits has risen considerably since then, there was an oversupply of machines last fall, and some of
them stood idle for a while (Flemming,1997, p.46)
12
Statistics
compiled from E. Bitterman, Die landwirtschaftliche Produktion in Deutschland 1800-1950 [Agricultural Production in Germany 1800-1950],
Kühn-Archive (Faculty of Agriculture, Martin Luther University, Halle-Wittenberg) 70 (1956).

Por otra parte, y al unísono, la urbanización y la transformación urbanísticas también fueron


procesos que caracterizaron al periodo (Ver gráfico 6). En tanto, “Si en el año 1800 el imperio
alemán registraba 53 ciudades de 10.000 o más habitantes (lo que correspondía al 5,5 por
ciento de la población total) para el año 1890 se había alcanzado la cifra de 382 (28,2 por
ciento)” (Möller, 2015). Registro que, hacia el año 1925 marcaba un nuevo y fuerte aumento
en tanto el 40,1 por ciento ya vivía en zonas urbanizadas (Möller, 2015).

GRAFICO 6:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Por otra parte, durante este mismo periodo se producía uno de los mayores movimientos
migratorios de la época, dinamizado principalmente por el mismo proceso de urbanización y
13
de reconversión y crisis económica como por las distintas problemáticas políticas que
caracterizaron al periodo (ver gráfico 7).

“Entre 1860 y 1925, aproximadamente, entre 22 y 24 millones de personas


abandonaron su tierra natal y se mudaron a otros lugares del imperio alemán. Entre
1919 y 1932 603.000 alemanes cruzaron el océano. Tras la revolución de octubre en
Rusia emigraron temporalmente a Alemania por motivos políticos cerca de 600.000
rusos.” (Möller, 2015. p. 288).

GRAFICO 7:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1,
S. 2-5 http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Por último, otro índice que nos expone la modernización de la sociedad alemana en términos
cualitativos se encuentra en la denominada “transición demográfica” registrada en los índices
del periodo (ver gráfico 8) y que caracteriza a las sociedades que han desarrollado una fuerte
caída en el índice de mortalidad y una sucesiva caída en el índice de natalidad hasta la
consolidación en un índice “demográfico moderno” (Rahlf,2015). Esta transformación, puede
comprenderse a partir de las nuevas condiciones de vida que imperan en la modernidad. En
tanto, los avances en la medicina, una mayor preocupación por la higiene de la población 7,el

7
In keeping with the milieu, it is not surprising that the sense of cleanliness among the inhabitants of villages is generally even
less developed than it is among the urban population. With characteristic pithiness, proverbs reveal what the people think and
feel. "’Cleanliness is the most important thing,’ said the old woman, and put on a new shirt at Christmas" – this is how [Heinrich]
Allmers’s woman of the marshes sums up her hygienic creed in Marschenbuch [Story of the Marshes]. Or as a somewhat
different version in some regions of northern Germany puts it: "Cleanliness is half of life; at Pentecost we turn the shirt we put
on at Easter inside out." But it is probably the exception to find country folk who still share the view of the military recruit in
Sonderegger* who declared: "A person has to be rather dirty if he needs to wash himself every day." In this respect, as well,
14
proceso de industrialización y urbanización como el ingreso de la mujer al mercado laboral,
generan nuevas condiciones para que no solo los niños se convierten en una “carga” para
aquellas familias8 que tienen que vender su fuerza de trabajo para su reproducción sino
también, y, en el ámbito sociocultural, para que la sexualidad sea reconsiderada de modo tal
que se separa del mero acto de la reproducción. (Rahlf,2015; Herzog,2011). La caída de la
natalidad como de la mortalidad se verá fuertemente detenida durante el “Baby Boom” de los
años veinte, aunque retornara a parámetros “modernos” en el devenir de la década.

GRAFICO 8:

Fuente: Statistisches Bundesamt,


Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

we can discern local differences caused by popular customs, economic conditions, and ways of life. For example, it would
appear that the sense of cleanliness in the countryside is generally somewhat more developed in the south and the west than
among the rural population in the north and especially in the east of Germany, where even with the usual ablutions a certain
fear of water becomes apparent, and existing lake and river baths are little used. Perhaps it is the rarity of the bath which has
led the midwife to being called "bath-mother" [Bademutter] or "bath-mommy" [Bademuhme] in the south Hannoverian dialect,
because taking a bath or being bathed is an especially rare event, and very many rural folk no longer have the pleasure of a
full bath later in life, unless they fall into the water by accident. Of the 6,500 braid-wearers that were recently counted in Prussia
– I am referring to the matted braid [Weichselzopf], which is merely the result of uncleanliness and a lack of care for the hair –
the better part is found in the eastern provinces. The general report of the sanitation administration in the Kingdom of Bavaria
for the year 1900 attributes the increase in skin diseases in the countryside, specifically, furunculosis and scabies, to this
inadequate skin care. Thanks to the efforts of the German Society for Public Baths [Deutsche Gesellschaft für Volksbäder] and
thanks to the actions of understanding municipalities, the need for bathing has found greater expression again in the cities in
recent times, as a result of which new construction today, also of middle-class dwellings, often calls for 1bathing installations.
In contrast to the cities, the countryside lacks virtually any opportunity for cultivating the sense of cleanliness. It is the exception
to find in industrial districts public baths alongside factory baths. Where an opportunity for bathing exists in the countryside, it
usually remains limited to public river and lake baths, which are made serviceable for general use in the most primitive manner
(Flemming,1997, p.102)
8
Al respecto, Gunther Mai (2013) sostiene que, “Angesichts der staatlichen Daseinvorsorge wurden Kinder nicht mehr als
Krisenversicherung gebraucht, sie waren infolge längerer Aufzucht- und Ausbildungszeiten zu Kostenfaktoren geworden.
Durch die Beschränkung der Kinderzahl konnte diesen der soziale Aufstieg erleichtert werden. Angestellte wiesen die Kleinste
Familiengrösse auf, während die Kinderzahl bei Arbeitern mit sinkenden Einkommen stieg; in Ländlichen und katholischen
Gegenden sank sie nur langsam (p.69)
15
Ahora bien, si a “vuelo de pájaro” podemos dar cuenta de la transformación cualitativa en la
economía y en la sociedad alemana ¿Dónde podemos encontrar otros indicadores de cambio
como de contradicciones y (re)adaptaciones por fuera de los avatares de la política partidaria
tradicional? Una breve propuesta puede ser observar como al mismo tiempo que se sostiene
un fuerte apego a las instituciones religiosas - registrado en los altos índices entre 1870 y 1933
donde un porcentaje mínimo se registraba como atea o perteneciente a otra religión por fuera
de la tradición judeocristiana9- se producía un sustantivo aumento de aquellos sectores
sociales que convalidaban con su voto o afinidad con los sectores de izquierda materialista
(ver gráfico 9 y 10).

GRAFICO 9:

Fuente:
Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

No obstante, en esta dinámica la iglesia no se abstuvo de las transformaciones acaecidas en


el fin de siglo, transformando su posicionamiento de franco “rechazo al liberalismo y el “mundo
moderno” expresado en la encíclica Quanta Cura (1854) del papa IV” (Bejar,2012, p.28), en

9
Resulta interesante remarcar el ejercicio exponencial que se observa en el mismo periodo respecto a aquellos que se
expresaban ateos: si en 1871 14.000 personas se registraban en esta categoría hacia el año 1933 alcanzaba la cifra 2.647.000
(3,22%).
16
una mayor participación de la institución en las problemáticas modernas a partir de la enclica
Rerum Novarum (1891).

GRAFICO 10:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Así, el catolicismo social se caracterizará por sostener un discurso crítico al liberalismo


económico al mismo tiempo que un fuerte repudio a los posicionamientos socialistas en tanto
ambas ideologías llevaban a la sociedad –y a la familia- a la desintegración mediante una
concepción híper individualista y materialista de la vida como a la desintegración del entramado
social. Teniendo como premisa principal atender los justos reclamos de los trabajadores
mediante la organización de partidos políticos y sindicatos católicos organizados con carácter
laico, defendía la disposición de un salario digno como al evangelio como vía para reconciliar
a la sociedad (Jedin,1978; Bejar,2012).

Un segundo ejemplo se expresa en la sociabilidad. Mientras en las grandes Metrópolis se


dispusieron como un espacio propicio para la aparición del Flaneur, como el personaje literario
Franz Biberkopf e historias cinematográficas como M – Eine Stadt sucht einen Mörder (1931),
en aquellos otros ámbitos más alejados de las grandes urbes aún se concebía la sociabilidad
en términos tradicionales, donde el entramado familiar jugaba un rol fundamental (Möller,2008).
Otra esfera donde podemos observar las contradicciones del proceso es al momento de
referirnos al espacio asignado a las mujeres dentro de los movimientos de izquierda como del
espacio liberal (por ejemplo, el SPD y DDP) en tanto, a pesar de posibilitar su participación en
algunos ámbitos, se observan fuertes reservas respecto a sus reivindicaciones para la igualdad
de derechos y oportunidades al mismo tiempo que, una fuerte reproducción del estereotipo

17
burgués de Mujer-Madre reservada a la esfera privada de la vida propio del siglo XIX
(Willkander,2016; Hobsbawm,1989). En esta dinámica, la integración de la mujer al mercado
laboral estuvo cargada de contradicciones en tanto, y a pesar de ser contratada con un salario
menor al del hombre en un mismo puesto, en aquellos momentos donde se produjeron
contracciones económicas, las mujeres eran las primeras en ser echadas quedando en planta
los hombres del mismo sector (Richard,2008). Por último, la modernización de la economía
no se reprodujo en una ampliación en los puestos laborales ni mejores condiciones de higiene
y seguridad para la clase trabajadora10, la mecanización de la producción y el modelo de
trabajo a destajo trajo aparejado también despidos y reconversiones en la planta de los
trabajadores de las principales empresas, por ejemplo,

Más tarde, un directivo de la Krupp lamentaría que la empresa hubiera tenido que
despedir a antiguos y fieles trabajadores cualificados, pero no les quedaba otra
alternativa, ya que, a la vista de las exigencias de los nuevos métodos de trabajo, su
deficiente nivel de productividad representaba una carga para la empresa. No le
faltaba razón al Partido Comunista cuando afirmaba que la racionalización a la
alemana se traducía en “métodos de producción y explotación norteamericanos, con
unos beneficios empresariales similares, pero sin los salarios norteamericanos sino
con los alemanes, que son de miseria” (Weitz,2009, p.127).
En todo caso, para aquellos sujetos ¿era el ingreso al “mundo moderno” algo sobre lo que
había que alegrarse y tener esperanzas? ¿Realmente el modelo republicano se había
constituido en un parteaguas en la historia del país?

En última instancia, todos estos datos y procesos brevemente mencionados, podemos concluir
este primer apartado sosteniendo que la sociedad alemana de fines del siglo XIX y principios
siglo XX se componía como un espacio propicio para la formación y despliegue de distintos
procesos y respuestas socioculturales. Algunas de estas se dispersaron y convivieron como
baluartes de los ideales de la modernidad en tanto, a veces, estas mismas colisionaran frente
a aquellas fuerzas que se aferraban al mundo decimonónico. Así, entre aquellos espacios para
los cuales al futuro había que tomarlo con las manos y malearlo como uno quisiera y aquellos
otros para los cuales el pasado parecía un lugar más placentero, una realidad se constituyó

10
En el sector industrial, más que la cadena de montaje lo que se impuso fue el trabajo a destajo, y de ahí sin duda la mayor
productividad, que sirvió para alentar la explotación de la mano de obra. Las compensaciones por el trabajo a destajo eran
tan bajas que, para llegar a un salario medianamente razonable, los operarios tenían que trabajar de forma más rápida y
eficaz, lo que dispararía los costes en materia de salud: mantener durante más horas un ritmo de trabajo febril desembocó en
un notable de los accidentes laborales, a veces con consecuencias tan graves como amputaciones, quemaduras o
enfermedades pulmonares. El trabajo en el sector industrial, siempre pesado, arduo e insalubre, se convirtió en una actividad
más frenética y peligrosa si cabe (Weitz,2009, p.129).
18
como elemento motorizado para que innumerables experiencias se desarrollaran a manera de
pequeños “puntos de fuga” de una realidad algunas veces irreproducible. En última instancia,
y desde la perspectiva de Bejar (2011), serán las transformaciones de este breve, pero
convulsionado periodo donde las contradicciones sociales como las irresoluciones políticas
impondrán el ritmo.

el ingreso tardío, pero a ritmo acelerado en la industrialización dio lugar a


contradicciones sociales muy profundas y difíciles de manejar. En parte porque la
aparición de una clase obrera altamente concentrada grandes unidades industriales
y cohesionadas en organizaciones sindicales potentes acentuó la intensidad de los
conflictos sociales, y en parte porque la presencia de los sectores preindustriales-
artesanos, pequeños comerciantes, terratenientes, rentistas-, junto al avance de los
nuevos actores sociales- obreros y empresarios-, configuro una sociedad
abruptamente atravesada por diferentes demandas de difícil resolución en el plano
político. (p.110)

El imperio alemán

El II Reich (1871-1918) se proclamó tras el triunfo del Ejército alemán comandado por el
general Moltke frente a las fuerzas francesas y la sucesiva unificación de los estados del sur a
la “Confederación alemana del norte”. Este proyecto político, que buscaba unificar y construir
una “pequeña Alemania”, se había iniciado a su vez por las rupturas entre las familias
Hohenzollern y Habsburgo, y las sucesivas guerras entre Prusia y Austria en 1866-67 y 1870-
71, zanjeadas ambas en favor de Prusia. En lo sucesivo el imperio adquirió una organización
y dinamismo político sumamente particular. Al respecto como describe García-Moran (1993)

Ésta configuraba un Imperio federal de 25 Estados, en el que cada uno de ellos


conservaba sus propias leyes, su gobierno y su Constitución. El poder legislativo se
repartía entre dos Asambleas: el Bundesrat, representante de los Estados alemanes
y el Reichstag, Asamblea nacional formada por diputados elegidos mediante sufragio
universal masculino. A la cabeza del gobierno figuraba el emperador alemán (el
Kaiser), único detentador del ejecutivo, pues los ministros eran responsables ante él
y no ante la cámara elegida. El Kaiser estaba asistido por un Canciller del Imperio
alemán, nombrado por él y responsable ante el mismo, director pleno de la política
interior y exterior alemana (p.178).
Asimismo, “La composición del Bundesrat era proporcional al territorio (con un total de 25
Estados federados), y pese a que Prusia no tenía mayoría en el mismo (poseía 17 votos de
58, pues, como recogía el artículo 6 de la Constitución), asumía los votos de otros Estados”
(García-Moran,1993, p.179). Predominio que, a su vez, se veía reforzado mediante la

19
posibilidad de poder vetar cualquier reforma a partir de oponer 14 votos de esta cámara a
cualquier proyecto (Jesse, 1981). En cuanto al Reichstag, era elegido de modo directo por
aquellos varones mayores de 25 años de todo el territorio y su tarea principal fue constituirse
como la representación de la ciudadanía, controlando al gobierno federal (principalmente
cuestiones presupuestarias) como promoviendo leyes (García-Moran,1993). No obstante, el
Bundesrat tenía la atribución de vetar leyes impulsadas por el Reichstag como de aprobar
aquellos proyectos dispuestos en materia fiscal por parte del Emperador de modo directo
(Valenzuela Marchant,2008).

Por otra parte, el Reichstag, al estructurarse como un sistema de mayoría absoluta, generaba
asiduamente la necesidad de desarrollar una segunda vuelta. Lo cual,

Beneficiaba a los partidos conservadores, que se aliaban para frenar el paso a los
diputados socialistas. E igualmente, la proporción entre votos y escaños tampoco era
proporcional (ya en 1890 tenían los socialistas mayoría de votos, pero sólo tuvieron
mayoría de escaños en 1912). Este conjunto de factores obliga, pues, a que no pueda
hablarse, pese a que se presentase en la época como tal, de una parlamentarización
del sistema político alemán, ya que no podía hablarse de un gobierno colegiado
responsable ante el Parlamento. (Monedero,2011, p.179).

A partir de esta estructura política, dentro de la historiografía se ha caracterizado al


“periodo guillermino” como un Estado de carácter autoritario (Richard,1979; Hobsbwm,1989;
Gay,2001) al igual que un régimen personalista 11 en tanto, a pesar de ser una monarquía
constitucional, “se concentraban férreamente los poderes en el Emperador y en el Canciller
Imperial (la Constitución les otorgaba la dirección de la nación)” (Monedero,2011, p.178).

Dentro de los años del imperio se pueden marcar una serie de procesos que marcaron el
devenir de su historia. En primer lugar, la denominada Kulturkampf o “batalla por la civilización
moderna” cuyos ejes principales fueron los proyectos impulsados por el Estado para la
reducción de la influencia política de la iglesia católica de los estados del sur del imperio en la
sociedad. Entre estos, podemos encontrar la ley de libertad religiosa (1869) donde se permitía
a miembros de la comunidad judía participar en cargos públicos como los programas
económicos y legales tendientes a consolidar la Zollverein y la disolución de los gremios
(García-Moran,1993). En segundo lugar, observamos el avance y consolidación de la

11
Al respecto, García Moran (1993) afirma que, “Si bien la dirección de la nación correspondía al Emperador y al Canciller, la
soberanía descansaba colegiadamente en el Bundesrat. Pero en realidad, era el Canciller, figura en la que se concentraban
muchos poderes, quien dirigía la política nacional” (p.173)
20
socialdemocracia alemana (SPD), la cual ha sido interpretada por Elley (2003) como la
conjunción del proceso de industrialización al unísono de una organización política institucional
que, a pesar de ser represiva con el partido mediante la “ley de socialistas” (Sozialistengesetz)
de 1878 que prohibía la participación parlamentaria del partido hasta 1890, permitía la
participación de sus candidatos de modo indirecto en el Reichstag. Vale destacar que, el
devenir del SPD estará cimentado en los programas de Gotha (1875) y Erfurt (1891) como en
las disputas entre las alternativas “revisionistas” y el modelo que ligado intrínsecamente por la
tradición marxista (Elley,2003).

En tercer lugar, los programas de seguridad social (salud en 1883, seguro de accidentes en
1884 e invalidez y vejez 1889) impulsados por Bismarck que buscaron la “reconciliación” de
las clases populares con el régimen en el marco de la industrialización y de la política en
términos modernos. En cuarto lugar, podemos mencionar la formación de parámetros
normativos generales – por fuera de las normativas locales- para todo el territorio como los
códigos civiles (Bürgerliches Gesetzbuch) de 1900 y penal (Reichsstrafgesetzbuch) de 1871
(Möller,2008)

Por último, la Gran Guerra será el último elemento catalizador y definitorio del II Reich. Al
respecto, dentro de la historiografía han ido resolviéndose diferentes perspectivas
interpretativas. Por un lado, aquellos que se sustentan únicamente en el carácter
“expansionista alemán” y cuya argumentación se sustenta tanto en lo dispuesto en el Tratado
de Versalles (1919) como en una cuestión “cultural” (Nolte,2001; Fischer,1961). Por otro lado,
podemos encontrar aquellos autores influenciados por las lecturas de naturaleza geopolítica
que encuentran en los sistemas de alianzas como en el carácter expansionista propio del
periodo imperialista del siglo XIX los elementos fundantes de la contienda (Ferro,2014;
Clark,2014; Hobsbawm,1989; Kennedy,1994). Además, podemos destacar aquella
perspectiva de tradición marxista más ortodoxa, la cual se ha sustentado principalmente a
partir de la obra El imperialismo fase superior del capitalismo (1916) de Lenin. No obstante,
es necesario destacar los análisis de Marc Ferro (2014), Eric Hobsbawm (1998) e Ian Kershaw
(2016) en tanto encontraron, en cuestiones como “el nacionalismo de masas” -de carácter
chauvinista o xenófoba-, el rol que adquirió la industrialización, las condiciones de vida de los
europeos, como la conceptualización de “guerra total”, nuevos elementos como conceptos que
permiten aprehender aún más el proceso bélico.

21
En el plano fáctico, la gran guerra se iniciará a partir del atentado de Sarajevo el 28 de junio
de 1914 por la organización nacionalista serbia “mano negra” que dará muerte al archiduque
francisco Fernando de Austria y la puesta en marcha del sistema de alianzas (la triple entente-
entre la Rusia Zarista, Francia e Inglaterra organizada 1907- y la triple alianza de 1882 entre
Alemania, Austria Hungría e Italia – que luego la abandonara en 1915-) (Bejar, 2011),
cimentado por los acuerdos geopolíticos entre las potencias y las últimas crisis (Marruecos -
1906 y 1911-, las guerras balcánicas -1912 y 1913) del periodo imperialista (Hobsbawm,1989).
Dentro de esta estructura geopolítica, el plan Schelieffen alemán, el Plan XVII francés, el
compromiso ruso con Francia de atacar rápidamente al imperio austrohúngaro y Prusia
oriental, el acuerdo de defenderse recíprocamente entre el imperio Hohenzollern y Habsburgo,
los resquemores de Inglaterra por el ascenso naval y comercial alemán, entre otros elementos,
aseguraron que el conflicto no se resolviera de modo rápido (Kennedy,1994). Bajo esta
dinámica, la prolongación del conflicto hasta 1918, para Kennedy (1994), a su vez, será
producto de la complementariedad de diferentes procesos: los avances tecnológicos, el
reclutamiento masivo y el uso de estrategias militares de carácter tradicional. Estas mismas
condiciones conducirán al estancamiento del combate en las trincheras y el desarrollo de una
guerra de desgaste entre las potencias. En última instancia, La entrada de los Estados Unidos
a la contienda (1917) como el desgaste en el “frente interno” impondrán al II Reich el punto
final de la lucha mediante el armisticio impulsado por el mariscal Paul von Hindenburg y el
general Erich Ludendorff a Guillermo II en 1918.

Por otra parte, es importante tener en cuenta la ruptura dentro del SPD respecto a votar o no
los créditos de guerra en 1914, lo cual condujo a las acusaciones de un lado y de otro, tanto
por la violación de la tradición internacionalista que caracterizaba al partido, como por su “falta
de pragmatismo” respecto a la realidad nacional (Mai,2013). Esta ruptura determinó el
surgimiento del Partido socialdemócrata independiente donde participaran, en una primera
instancia, Karl Liebknecht como Rosa Luxemburgo que luego formaran la liga espartaquista
(Möller,2009).

La república de Weimar (1918-1933)


El periodo de la república se suele dividir en tres periodos bien identificados (Möller, 2012;
Bejar, 2011; Gay, 2001; Herf,1987). Aquellos primeros años entre 1918-1923 caracterizados
por la abdicación del Káiser (1918), la formación de un gobierno provisional (1919), el llamado
22
a la asamblea nacional (1919-1920), la aceptación del Tratado de Versalles (1919) y las
revueltas revolucionarias de izquierda como las reacciones de derecha. Un segundo periodo,
caracterizado por la estabilidad entre 1924-1929, donde se establecerán el tratado de Locarno
(1925), el plan Dawes (1924) y Young (1929) en búsqueda de lograr una mayor estabilidad
económicas como generar las condiciones para que Alemania pueda pagar las deudas
convenidas por el tratado de Versalles. Y un tercer periodo de crisis institucional y social, ligada
a las repercusiones de la crisis del 29, la desocupación como al ascenso del nazismo. Sin
embargo, ya que este trabajo no busca sistematizar cuales fueron aquellas circunstancias,
motivos y procesos que implicaron el ascenso del nazismo nos detendremos simplemente en
mencionar algunas líneas historiográficas respecto a su ascenso.

Desde un inicio, los 1,8 millones de muertos alemanes y 4 millones de heridos registrados en
la Gran Guerra no fueron gratuitos para el Kaiser. Como bien indica Gay (2001), los
espartaquistas, liderados por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, bajo el calor de la
revolución bolchevique de octubre, impulsaban la huelga general y la organización de consejos
de obreros y soldados según el modelo soviético para así alcanzar una revolución de modo
leninista en las calles de Berlín (Saborido, 2018; Fitzpatrick, 2012; Monedero, 2011). Sin
embargo, no surgió por generación espontánea ya que como sostiene Gay (2001),

Entre el año 1917 y 1918, al vislumbrarse en el frente interno cada vez menos viable
la victoria en el campo de batalla. Aumentó el descontento, los espartaquistas
recibieron más apoyo de los obreros radicalizados, en particular de los enlaces
sindicales de fábrica, un grupo programático y decidido, partidario de la revolución,
que organizo huelgas y que a principios de nombre de 1918 estableció los concejos
de obreros y soldados según el modelo soviético (p.160)
En tanto el 28 de octubre de 1918 los marineros de la base naval de Kiel se amotinaron hasta
alcanzar respuestas suficientes a sus demandas12 y tan solo una semana después, Kurt Eisner
proclama la formación bajo su mando de la Republica de Baviera (Möller,2009).

12
Die Entwicklung der deutschen Revolution und das Kriegsende in der Zeit vom 1. Oktober bis 30. November 1918 in
Leitartikeln, Extrablättern, Telegrammen, Aufrufen und Verordnungen nach den führenden deutschen Zeitungen (1918). Der
Burgverlag: Nürnberg, pp. 156-57.
23
Mann der Arbeit, aufgewacht! Presionado por este clima, el canciller Max von Baden,
Und erkenne deine Macht! requirió la abdicación de Guillermo II y la sucesiva entrega del
Alle Räder stehen still,
cargo de canciller al socialdemócrata Friedrich Ebert “como
Wenn dein starker Arm es will.
Nieder mit dem Krieg! Nieder mit forma de frenar a los sectores más izquierdistas”
der Regierung! (weitz,2009). Así, Philipp Scheidemann, quien fuera
Hoch der Massenstreik! -4-
exministro imperial, proclamó la República desde el

Canticos del movimiento obrero Reichstag ese mismo día -9 de noviembre de 1918. Sin
durante las jornadas de protesta
(1918-9) embargo, tan solo unas horas después, Karl Liebknecht
proclamaba la República Socialista Libre.

Ebert, conformó un gobierno provisional de seis miembros (tres del partido Socialdemócrata y
tres independientes) cuyo único objetivo se encontraba en coordinar al Estado y las elecciones
para la formación de una nueva Asamblea nacional (Möller.2009). En esta sintonía, Monedero
(2011) sostiene que hubo gran apuro por la conformación de un gobierno de carácter
republicano dentro del SPD,

La desconfianza de la socialdemocracia ante la espontaneidad de las masas era un


elemento clave de sus análisis. De hecho, el SPD optó finalmente por la alianza con
fuerzas políticas vinculadas al pasado, lo que radicalizó aún más a los trabajadores y
situó en posiciones de poder a personas y grupos nada comprometidos con las formas
democráticas (p. 180)
Sin embargo, las rupturas dentro del gobierno provisional no se hicieron esperar, el 27 de
diciembre de ese mismo año, el sector independiente resuelve apartarse del gobierno por las
discrepancias sobre el futuro de Alemania en el consejo de ministros, en mítines públicos y en
la calle (Gay,2001). Y Luxemburgo y Liebknecht anuncian bajo un legendario discurso
denominado Rede zum Programm (1918), su negativa a la participación en el juego electoral
semanas antes de las elecciones como los principales puntos de la lucha espartaquista
(Möller,2009).

Será en el mismo mes de enero de 1919 cuando un levantamiento armado espartaquista que
buscaba tomar el poder en las calles de Berlín, será fuertemente reprimido con la anuencia de
Ebert y su Comandante en jefe Gustav Noske, quien fuera también el encargado de reprimir
duramente el levantamiento con la ayuda de los Freikorps, grupos de voluntarios de derecha
financiados por los industriales y organizados por el ejército (Monedero, 2011). Las muertes
de los líderes revolucionarios Luxemburgo y Liebknecht el 15 de enero a las que se le debe

24
sumar el asesinato de Kurt Eisner - un mes después- como de todos aquellos espartaquistas
que combatieron durante el invierno de 1919 en Baviera y Berlín a manos de estos grupos
causaron una ruptura irreparable entre ciertos sectores de izquierda13 y el sistema republicano.

No obstante, el 19 de enero se desarrollaron las primeras elecciones para disputados de


carácter plenamente democrático en la historia alemana, siendo el partido socialdemócrata el
más votado con más de 11,5 millones votos. En segundo lugar, el Partido Centrista Católico,
“amalgama de monárquicos y republicanos tibios”, con casi 6 millones, en tercer lugar, el
Partido Demócrata, “en el que abundaban famosos intelectuales burgueses e industriales
progresistas”, con 5,5 millones de votos, en cuarto lugar el Partido Nacional Popular de
raigambre conservadora alcanzaron los 3 millones de votos y el Partido Popular que englobaba
a los grandes hombres de negocios encabezado por Stresemann tan solo 1,5 millones
(Möller,2008). En los subsiguiente, la cámara se inauguró el 9 de febrero de 1919 y se elegía
a Ebert como presidente.

Por otra parte, en el verano de 1919 no solo se aprobó el tratado de Versalles donde Alemania
debía reconocer “la culpabilidad bélica”, debiendo así pagar exuberantes cargas económicas
en términos de resarcimiento14, sino también se aprobó la nueva constitución en la ciudad de
Weimar cuyo carácter moderno estipulaba

Una república democrática; las elecciones al Reichstag, se llevaban a cabo por


sufragio universal de electores con veinte años cumplidos, y Alemania continuaba
siendo un Estado federal, aunque los poderes de los diversos Länder quedaban muy
recortados. El cuerpo ejecutivo, el Gobierno, era responsable ante la asamblea, pero
Alemania no adopto un régimen exclusivamente parlamentario, pues la Constitución
establecía un presidente fuerte, designado cada siete años por elección popular,
representante nacional en el país y en el extranjero, que podría disolver el Reichstag,
designar y despedir al canciller y asumir poderes en caso de que la seguridad y el
orden público se vieran gravemente alterados o amenazados. (Gay,2001, p.163)
No obstante, la puesta en vigencia de la nueva constitución no se constituirá como un parte
aguas en el “tono” de la política republicana en tanto mediante el Putsch de Kapp de 1920,

13
Estas medidas dieron cuenta para los sectores del comunismo la unión entre los sectores conservadores y la
socialdemocracia que no solo se negó a impulsar la revolución sino también “traiciono” al pueblo permitiendo la pervivencia
de las fuerzas tradicionales en el poder mediante el sistema parlamentario como en el asesinato de miembros del KPD
(Gay,2001)
14
The Treaty of Peace with Germany, June 28, 1919 (1920), International Law Documents. Naval War College, Washington:
Government Printing Office, p. 18-21. Entre los elementos que podemos destacar del tratado podemos mencionar: La
devolución a Francia de la región de Alsacia- Lorena, la división de Prusia oriental para cederla a Polonia, convertir Danzig en
Puerto Franco, la disposición a plebiscitar otras zonas fronterizas, entrega de las colonias, renunciar a la unificación con
Austria, la reducción del ejercito a 100.000 unidades, entre otras medidas.
25
donde se aglutinaban sectores ultraconservadores que impulsaban la restauración
monárquica, se dispuso otro intento por desactivar la institucionalidad democrática. Sin
embargo, esta vez, fue también un proceso abortado a partir de la falta de compromiso de
parte del funcionariado y una gran huelga general que impidió su consolidación (Weitz,2009).
Tras este nuevo intento fallido, se celebraron nuevas elecciones en junio de 1920 para
conformar el Reichstag. En estas elecciones se observa un retroceso de la socialdemocracia
al mismo tiempo que la consolidación de las alternativas de centro derecha como el Partido
Nacional Alemán y el Partido Popular conducido por Stressmann (ver gráfico 11). En lo
sucesivo, Fehrenbach (Partido del Centro) formara gobierno para luego ser sucedido por Wirth
(Partido del Centro). Sin embargo, Gay (2001) comenta algo sumamente interesante para
comprender el tono político del mismo año,

La coalición de Weimar, con 11 millones de votos y 225 disputados, había perdido la


mayoría del Reichstag frente a los 14,5 millones de votos y 241 escaños ocupados
por diversos partidos. No todos los disputados de derecha o de izquierda eran
enemigos mortales de la Republica, pero eran pocos sus amigos leales. La política
de la consignas militaristas, revolucionarias, contrarrevolucionarias y de acción
directa iba en aumento. (p.165)
Por otra parte, en el ámbito económico, hasta diciembre de 1923 nos encontramos con un
periodo caracterizado por la inviabilidad de confluir un plan que permita reconstruir una
economía devastada por la guerra debiendo, al mismo tiempo, pagar las divisas estipuladas
en el tratado de Versalles. Como expresa Gay, “los aliados comunican que los pagos de
reparaciones por parte de Alemania, aunque cuantiosos, están atrasados, y fijaron el monto
total en 132.000 millones de marcos oro, de los cuales solo se habían satisfecho 8.000”
(Gay,2001, p.165). El canciller Wirth, que había logrado formar coalición en un parlamento
heterogéneo entre 1921 y 1922, dispuso un nuevo pago de casi 1.000 millones de marcos, lo
cual condujo a un fuerte proceso inflacionario ante las desgastadas reservas registradas en el
Reichsbank que devino, a su vez, en la insolvencia para futuros pagos y, por ende, en la
ocupación del Ruhr por fuerzas franco-belgas para compensar la falta de pagos mediante la
explotación del complejo minero e industrial de la región.

GRAFICO 11:

26
Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Esta misma situación, establecerá que el primer periodo de la república culmine con la
conformación de movimientos de “resistencia pasiva” -mediante huelgas-, que recrudecieron
aún más los problemas inflacionarios y recaudatorios para el estado al detener la producción
y el comercio – y por ende la recaudación- en la región más productiva del país (Möller,2009).
Respecto al proceso inflacionario Gay (2001) sostiene que,

El reichsbank, trató de intervenir, pero apenas tenía reservas, y en abril de 1923 se


produjo la catástrofe: el valor del marco comenzó a descender día a día y la inflación
alcanzó niveles astronómicos; en octubre de 1923, una barra de pan o un sello de
correos costaban no millones, ni miles de millones, sino trillones. La producción se
estancó en mínimos, los hambrientos provocaban disturbios, los obreros casi morían
de hambre. El trastorno económico y psicológico no hizo más que exacerbar la
desconfianza generalizada hacia la república de Weimar (p.167).
Bajo esta dinámica, hasta el 1925 se perdieron más de 4 millones de puestos laborables y el
índice de desocupación ascendió del 3 al 18% entre 1920 y 1925 (ver gráfico 12), alcanzando
luego el 30% en el año 1931 (Möller,2008).

GRAFICO 12:

27
Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1,
S. 2-5 http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Por otra parte, los denominados años dorados (1924-1929) deben ser analizados con cierta
cautela ya que no solo tuvieron lugar nueve distintos gobiernos de coalición durante ese mismo
periodo sino también, la violencia política como la deslegitimación de las instituciones
republicanas se hicieron presente (Bejar, 2011; Hobsbawm,1989). Se observan así
movimientos como la agrupación Steinheim que bregaba por la destrucción de la republica que
había “humillado al pueblo alemán al aceptar el tratado de Versalles” (Gay,2001), como así
también el Partido Nacional Alemán, dirigido por Hugenbarg, cuyos “dirigentes establecían
cada vez más relaciones con círculos respetables, entre militares que despreciaban a la
Republica, terratenientes que anhelaban una restauración y empresarios ansiosos de proteger
sus Trusts y aplastar a los sindicatos socialistas” (Gay,2001,p.171). Bajo esta dinámica, la
asunción de Hindenburg al poder en las elecciones de 1925 con el 48% de los votos (Frente
al candidato del Centro con el 45%), generó cierto entusiasmo en los sectores de
centroderecha que veían en el “héroe” la Gran Guerra un líder fuerte que devolvería al país al
lugar que le “correspondía” y que luego verían en los nuevos acuerdos fronterizos y militares
firmados en el Tratado de Locarno (1925) una nueva traición. Sin embargo, y a pesar de que
aquellos sectores conservadores o de derecha comenzaron a adquirir una mayor presencia,
tampoco tenemos que dejar de mencionar que será la socialdemocracia el partido que
impondrá el ritmo a la política del periodo

En las últimas elecciones generales al Reichstag de diciembre 1924, los socialistas


obtuvieron 131 escaños; en las de mayo 1928 los aumentaron a 152, mientras que
28
los nacionalistas alemanes los vieron reducidos de 103 a 78 y los nazis de 14 a 12.
También perdieron escaños otros partidos de derechas y de centro: había llegado el
momento de que los socialistas desempeñaran el papel de mayoría y no de apoyo
(p.170).
No obstante, este periodo también se caracterizará por un segundo elemento, esta vez a nivel
económico, como fue el alto grado internacionalización de la economía alemana, a partir de su
acoplamiento al plan Dawes (1924) donde se estipulaba el pago de la deuda en tramos, los
cuales, la mayor parte debía desembolsarse en los próximos cinco años y donde el estado
alemán podía adquirir las divisas tanto mediante la recuperación de la cuenca del Ruhr (1925)
como a través de los prestamos provenientes de los Estados Unidos (Gay,2001;Arrighi,1994).
Esto fue posible según Weitz (2009) a partir de que,

el plan de estabilización acometido en 1923 y 1924 dio sus frutos. Bastó para
mantener la unidad territorial de Alemania y para poner fin a las intentonas
revolucionarias de la extrema derecha y de la izquierda. Estabilizó la moneda
alemana, primero con el Rentenmark y, más adelante, en el otoño de 1924, con el
Reichsmark, que volvió a adoptar el patrón oro, decisiones ambas que contribuyeron
a reanimar la economía y a atraer capital norteamericano (p.119).
Así, en este marco de gran internacionalización del capital en circulación de la economía
alemana se inició un proceso de fuerte especulación financiera donde la concentración y
centralización del capital se pusieron a la orden del día. Al respecto Gay (2011) indica

Existían factores insidiosos: industrias y empresas se fusionaron a un nivel sin


precedentes; los gobiernos, federales y centrales, derrochaban fondos, el poderoso
magnate de la industria Alfred Hugenberg, que se había enriquecido con la inflación,
monopolizaba la opinión de la patronal, y gran parte de la base de la prosperidad se
debía, en definitiva, a las sumas que llegaban de afuera y cuyo flujo podía interrumpirse
(Gay,2001, p.169)
Por otra parte, bajo este estímulo económico sustentado –principalmente- en el capital
extranjero y no en la economía real, el periodo se caracterizó también por una baja en el nivel
de desocupación como un alta en los salarios reales y en los niveles de productividad
(Bejar,2011; Möller,2009). Incluso, entre 1927 y 1928, el Gobierno de la republica “intervino
como mediador en numerosos conflictos salariales, y comenzó a tratar de rebajar de nuevo la
jornada laboral e incrementar la retribución por hora trabajada. Muchos de los obreros del
sector industrial atisbaron una vez más la tan deseada jornada de ocho” (Weitz, 2009, p.129).
Esta retroalimentación de factores devino en una explosión en el consumo de los productos de
consumo masivo, fuertemente retroalimentada también por las penurias acumuladas entre los
años de la Gran Guerra y las nuevas posibilidades de producir a bajo costo mediante las

29
nuevas tecnologías. Al respecto, Weitz (2009) sostiene que,

Los alemanes entraron en una vorágine consumista, con ganas de estar a la última.
Hasta los trabajadores buscaban cosas rimbombantes y con estilo; cada vez más
gente se mostraba dispuesta a comprar a crédito. El consumo abolió las encorsetadas
diferencias sociales (…) Durante la guerra y la inflación habían aprendido que el
dinero y las cosas, incluso la vida, eran efímeros. Lo que tenía cierto valor en un
determinado momento podía dejar de tenerlo al siguiente. Todo lo que parecía sólido
podía esfumarse en un segundo, y no, como afirmaba Marx, por culpa del capitalismo
en general, sino por las críticas condiciones que habían traído la guerra mundial y la
hiperinflación. (Weitz, p.120)
Al respecto, podemos indicar los fuertes aumentos registrados en los ingresos de aquellos
sectores del proletariado industrial que formaban parte de los elementos más dinámicos 15 de
la economía como, por ejemplo, el textil, donde se registra un aumento de más del 100% en el
salario entre 1910-1925 al igual que los registros en la producción de distintos bienes consumo
(ver gráfico 13 y 14). Además, El PBI pasó de 71.145.000 Reichsmark en 1925 a 88.486.000
en 1928 y en 1927, la producción industrial alcanzó, por fin, los niveles de 1913, e incluso
aumento aún más hasta 1929 (Weitz,2009).
GRAFICO 13:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

GRAFICO 14:

15
Was die Einkommensrelationen zwischen verschiedenen Berufsgruppen betrifft, so scheinen sich darin die Angebots- und
Nachfrageverhältnisse am Arbeitsmarkt, also ihre relative Knappheit, zu spiegeln. Betrachtet man etwa die durchschnittlichen
jährlichen Arbeitseinkommen in der Metallverarbeitung und im Textilsektor als Maßstab für die Löhne unqualifizierter Arbeit
(Textil) und qualifizierter Arbeit (Metall), so lässt sich eine deutlich wachsende Differenz der Einkommen in diesen beiden
Sektoren feststellen. Man kann das Verhältnis der beiden Größen als „Skill-Ratio“, als ein Maß der qualifikatorischen
Unterschiede der beiden Beschäftigungsbereiche ansehen und die Einkommensdifferenzen dem Wirken der Marktkräfte im
Wachstumsprozess zuschreiben (Rahif,2015,p.150).
30
Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Pero, ¿podemos encontrar aquellos años dorados más allá de los índices de consumo?
Algunos de los elementos que consolidan esta categoría los podemos encontrar en el ámbito
de la cultura donde, por ejemplo, se produjo un salto cuantitativo en la producción e importación
–anteriormente prohibida- de periódicos, novelas y libros dinamizada principalmente por la
consolidación de la libertad de expresión a partir de lo estipulado en la constitución.
Producciones que, a su vez, no dejaron de acompañar al clima político de aquellos años.

Das Pressewesen der Weimarer Republik profitierte einerseits von der Pressefreiheit
und litt andererseits ab 1931 unter der Verbotspraxis mittels Notverordnungen. Die
Tagespresse zeigte sich vielfältig, stark politisiert und damit fragmentiert. Die
Zersplitterung in den Marktanteilen zeigte sich auch im Vorhandensein unzähliger
lokaler Zeitungen -5- (Rahif,2015,p.120).
Otra de las esferas donde podemos ver aquellos años dorados es en la masificación de uno
de los entretenimientos “modernos” y que alcanzó niveles de asistencia impensados para el
periodo imperial: el cine. A pesar de las dificultades de conseguir estadísticas fidedignas
respecto a la asistencia a los espectáculos en el periodo, podemos sostener que hubo más de
330 millones de visitas al cine en 1927, mismo año en que, motorizado por el nuevo
espectáculo del cine sonoro, el teatro inicio un periodo de declive en su asistencia (ver gráfico
15). Pero la importancia del cine no se expresa – únicamente- como un nuevo espacio de
consumo para las clases medias sino también, y principalmente, nos expresa un espacio
donde la introspección, el debate y redefinición identitario de aquellos nuevos ciudadanos de
una república se hicieron presentes para los ciudadanos alemanes (Kracauer,1985).

GRAFICO 15:

31
Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft
1, S. 2-5 http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Pero esta apertura no se ubicó tan solo en el espacio de la opinión política parlamentaria y en
un aumento en el consumo de masas en tanto, como afirma Saxe (2014) para este mismo
periodo.

En Alemania también se formaron las primeras manifestaciones positivas y activistas de


las sexualidades apartadas de la heteronorma. La tradición de libertad socio-sexual que
se dio desde el cambio de siglo hasta los años de la República de Weimar no tiene
comparación con ningún período anterior o posterior hasta fines del siglo XX o principios
del siglo XXI. Berlín fue una de las grandes metrópolis que ofrecía una libertad sexual
inusitada, una capital conocida por sus bares travestis, homosexuales y lesbianos, famosa
por sus drogas y sus orgías. En otras palabras, famosa por su libertad y su diversión. (p.4)

Bajo este marco, se expresaron las diferentes experiencias organizativas de estos colectivos
como, por ejemplo: Violetta Ladies Club que, con sus más de 400 miembros, fue uno de los
primeros clubs homosexuales. Además, se registraron revistas lesbianas como Die Freundin
(1924) y Garçonne (1926) al igual que en el año 1896 en Berlín se registran 6 bares
homosexuales cuya cifra en el año 1900 era de 12 y en 1933 más de 100 (Saxe,2014).

Sin embargo, los años dorados culminaran en el año 1929 y a partir de un “shock externo”.

El hundimiento del mercado de valores en Estados Unidos, en octubre de 1929,


provocó una crisis en el sistema bancario que no tardó en dejarse sentir en Alemania,
desde el momento en que los bancos estadounidenses reclamaron el pago de los
créditos que vencían a corto plazo. La crisis, que comenzó siendo sólo financiera, no
tardó en afectar a la producción, y se agravó en cuanto las empresas empezaron a
despedir personal, los ingresos estatales disminuyeron y la demanda se vino abajo
(weitz,2009, p.132)
Además, en el año 1929 se tuvo que estipular un nuevo esquema de pagos mediante el plan
Young (1929) el cual estimulaba a que la republica debiera antes que nada ser solvente
32
internamente, para lo cual debía haber una reducción en los pagos estipulados como mayores
flexibilidades en los tiempos de pago que se extenderían hasta 1988 (Möller,2009; Gay,2001).
Es que, en última instancia, el alto grado de internacionalización de la economía también se
expresó en las repercusiones de la “crisis del 29” donde su alto nivel de vulnerabilidad respecto
a los préstamos y planes financieros estadounidenses para sustentar su economía se hicieron
notar cuando, en una instancia anterior a la crisis económica, la especulación financiera,
mediante el ejercicio de “apalancamiento” en la bolsa de New York, comenzó a ser más
rentable para el capital internacional que la inversión productiva o el préstamo a los bancos
alemanes (Bejar,2012; Hobsbawm,1998). Este cambio en el flujo financiero generó el
detenimiento del sistema de préstamos que permitía sustentar la búsqueda de generar
crecimiento económico al unísono de emitir los pagos acordados, deviniendo así en una
parálisis económica que se reprodujo en el consumo de bienes primarios y entretenimiento
(ver gráfico 14). Al respecto, se pueden destacar las brutales caídas en los índices de
indumentaria y gastos del hogar, donde, por ejemplo, de los 4,61 millones gastados en
indumentaria en el año 1925, la suma tan solo alcanzó los 2,98 millones en 1933 y, para el
caso de los gastos en el hogar, se observa también una caída para el mismo periodo desde
los 2,79 millones hasta los 1,86 millones (ver grafico14). Además, un 41,9% de desempleo en
la industria del hierro y el acero, un 48,9% en la industria pesada y un 63,5% en los astilleros
(Weitz,2009). De un Producto Nacional Bruto de 88.4.86.000 Rentenmark en 1928 se pasó a
55.444.000 de Rentenmark en 1932 (Möller,2008). En esta sintonía, “los ingresos fiscales
disminuían de forma acelerada, y la capacidad de endeudamiento del Gobierno era tan limitada
que no encontraba quien le prestase dinero en los mercados financieros, nacionales o
internacionales” (Weitz,2009, p.132). Además, “El Reichsbank, que acababa de dejar de ser
tutelado por los aliados, mantenía una política monetaria restrictiva (como le exigía la ley), y
no podía fabricar dinero, como en 1922 y 1923, para financiar las obligaciones contraídas por
el Gobierno” (Weitz,2009, p.132).

A nivel político, bajo la dinámica de la paralización económica e incapaces de lograr un


acuerdo sobre si había que rebajar la cobertura a los desempleados o aumentar los impuestos
correspondientes, el Gobierno presidido Hermann Müller (1928-1930) del SPD tuvo que dimitir
(Gay,2001). En la primavera de 1930, el presidente Hindenburg designó canciller a Heinrich
Brüning (1930-1932), del Partido del Centro, quien vislumbró la amenaza que se cernía sobre
toda la acción de gobierno. El tono político de Brüning comenzó a cristalizar la inviabilidad de
33
un sistema política donde la mayoría de los actores se negaban a alcanzar acuerdos en pos
de lograr la estabilidad institucional o simplemente – desde su inicio- no creía en un modelo
republicano. Mediante el artículo 48 de la Constitución de Weimar, Brüning gobernó
fundamentalmente por decreto en una dinámica parlamentaria que jamás permitió que una
coalición alcanzara una mayoría electoral y formara gobierno. Es que, con la muerte del líder
del Partido Popular Stresemann en octubre de 1929 se generó dentro de los sectores
burgueses una especie de vacío16 auspiciando aún más la atomización del electorado y por
ende dificultando la consolidación de coaliciones parlamentarias (Gay,2001).

Así, a golpe de decreto, Brüning (como luego Franz von Papen y Kurt von Schleicher)
aumentaron los impuestos, redujeron los beneficios sociales, recortaron el número de
funcionarios del Gobierno y los salarios de quienes se mantuvieron en el puesto, y obligaron a
los ayuntamientos a presentar unos presupuestos equilibrados. En tanto, según la doctrina
liberal imperante en el momento. “la única forma de superar la crisis pasaba por adoptar
políticas antiinflacionistas; el Estado tenía que recortar gastos como fuese; las empresas
tenían que reducir costes laborales y había que bajar los precios” (Weitz,2009, p.133). Por
supuesto, estas condiciones dinamizaron aún más la deslegitimación de las instituciones
estatales, los grandes grupos industriales, a pesar de recibir tales medidas tendientes a
reactivar la producción, fueron muy críticos en tanto los nazis, que salieron a las calles
desafiando la política, continuaron con su política obstruccionista, y los socialdemócratas y
comunistas también se opusieron (Gay,2001).

GRAFICO 16:

16
Según Gay (2001) “esa ingente cantidad de electores con miedo cerval al comunismo, poco dispuestos a unirse a los
socialdemócratas, reticentes hacia el centro católico, desorientados por la guerra y sus secuelas y, en general, poco
impresionados por la rápida recuperación y de Alemania” (p.172)
34
Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Bajo esta dinámica, fue la imposibilidad de detener este proceso inflacionario y los mismos
programas de estabilización para Weitz (2009) el punto de quiebre en la confianza de los
sectores medios al sistema republicano, por ejemplo,

los agricultores sacaron tajada de la inflación en un primer momento: podían pagar


las hipotecas en moneda devaluada, hacían suculentos negocios con los ciudadanos
hambrientos que acudían a ellos y las exportaciones iban viento en popa. Pero la
inflación no ayudó a resolver los problemas estructurales y a largo plazo del campo
alemán. El sector agrario fue el primero en sufrir las consecuencias de la Gran
Depresión, y también los agricultores, cómo no, le echaron la culpa “al sistema”. La
República de Weimar perdió el apoyo de la clase media por culpa de la inflación, y el
de la clase obrera por el plan de estabilización; nunca contó con el respaldo de los
agricultores. Puede parecer un poco exagerado, pero así fue en realidad (p.119).

En tanto, los sectores de profesiones tradicionales,


Muchos de ellos eran tenderos y artesanos que, por definición, eran dueños de los
talleres y tiendas en que trabajaban. Encarnaban las tan alabadas cualidades de
“independencia” sobre las que se asentaba la sociedad alemana, como con tanto
empeño aseguraban Stresemann y todos los políticos que se encontraban a la
derecha de la socialdemocracia. Vivían, sin embargo, en unas condiciones
lamentables, y no sólo por culpa de la inflación. Eran un grupo numeroso que, desde
tiempo atrás y con un enfoque puramente económico, habían sufrido el acoso de los
procesos de fabricación industrial y de las ventas de los grandes almacenes. Durante
los años de la República de Weimar, muchos de los que engrosaban esta vieja clase
media viraron hacia posiciones políticas cada vez más derechistas, hasta que
acabaron cayendo en brazos de los nazis, que no ahorraron esfuerzos para atraerlos.
(Weitz,2009, p.120)
35
Bajo estas condiciones, durante septiembre del mismo año se realizaron nuevas elecciones

Durante el verano, los políticos responsables burgueses y socialdemócratas, sin


dejarse cegar por las presiones de los extremistas, buscaron un arreglo, pero fue en
vano. La campaña alcanzó elevadas cotas de demagogia y pura violencia, y el 14 de
septiembre el electorado acudió a las urnas de forma masiva: 35 millones frente a los
30 millones de dos años antes. Muchos de estos votos correspondían a los hasta
entonces apáticos, empujados a las urnas por el malestar generalizado y los partidos
militantes, y a los jóvenes, que se habían vuelto hacia la derecha en la universidad y
en la calle antes de que lo hicieran sus mayores (Gay,2001, p.173).
En definitiva, como plantea Gay (2001) los comunistas continuaban negándose a colaborar
con los “socialfacistas” al mismo tiempo que, los liberales desconfiaban cada vez más de la
viabilidad republicana, los demócratas cristianos temían cada vez ante una posibilidad “atea
de izquierda” y el “nuevo ejército republicano” conservaba las viejas ideas y quería influencia
política, una política nacionalista y un rearme secreto. Bajo esta imposibilidad de construir
consenso, se produjo la absorción de los espacios de centro-liberales como conservadores en
aquellos espacios de extrema derecha de ideología xenófoba como la ampliación de aquellos
sectores que invalidaban mediante sus prácticas e ideas la consolidación del modelo
democrático (ver gráfico 16).

Es que, en el medio del descalabro económico y social muchos ciudadanos se preguntan ¿era
la República liberal capaz de resolver las inmensas dificultades económicas por las que
atravesaba el país? ¿No habría que buscar su origen en el propio sistema?

En tanto, este segmento – como tampoco este trabajo- no busca reconocer los elementos
propios del ascenso del nazismo sino tan solo expresar un clima de época para luego analizar
distintos procesos particulares, plantearemos brevemente algunas interpretaciones y
elementos propios del final del periodo de Weimar. Una primera caracterización respecto al
ascenso del nazismo es aquella sostenida por Nolte (1996), quien, desde una lectura polémica
y reduccionista, sostiene que el ascenso del nazismo debe interpretarse como una mera
respuesta revolucionaria antirrevolucionaria de carácter nacionalista ante el peligro eminente
de la alternativa comunista en el mapa europeo y alemán en particular. Respecto a este punto,
Nolte (1996) sostiene que el fascismo es un anti marxismo que busca destruir al enemigo
elaborando una ideología radicalmente opuesta – aunque emparentada- y empleando métodos
prácticamente idénticos – aunque mayormente modificados-, pero siempre en el marco

36
inquebrantable de la afirmación y de la autonomía nacionales” (p.57). Asimismo, Furet (1995)
comprenderá al nacionalsocialismo – al igual que al comunismo- como producto de la Gran
Guerra, que devendrá – al igual que el comunismo - en la formación de un régimen totalitario.”
Comunismo y fascismo (…) contienen ambos el reino indiviso del partido-Estado, el culto al
líder, la ausencia de derechos, el terror, la persecución de la iglesia, los campos” (Furet,1995,
p.152).

No obstante, desde los trabajos de Hobsbawm (1995) Gay (2001) y Bejar (2011), podemos
encontrar lecturas aproximadas en tanto será para estos autores, el alto grado de paro ligado
a los desbarajustes económicos nacionales e internacionales, combinado con una derecha –
liberal- que se sintió en peligro y desorientada, junto a la incapacidad de la izquierda de leer
de forma “pragmática” el peligro que se aproximaba y la imposibilidad de las institucionales
liberales de resolver el alto grado de conflictividad social las condiciones que generaron un
campo propicio para que Hitler, un líder carismático con un discurso aglutinador -propio de la
política moderna-, planteara soluciones sencillas a las problemáticas arrastradas hace años,
convirtiéndose así en una alternativa posible para todos aquellos sectores del electorado que,
cargados por los miedos al ascenso comunista como cansada de un sistema republicano que
no respondía a sus intereses, decidieran votarlo (Hobsbawm,1995; Gay, 2001; Bejar,2011).

En tanto Herf (1984) concebirá al nazismo como el triunfo de la “ruta anti-liberal hacia la
modernidad” donde, combinando una tradición de carácter autoritaria, enfrentada a los
paradigmas de la ilustración, género “una revolución desde la derecha que restablecería la
primacía de la política y el Estado sobre la economía y el mercado, y que así integraría los
lazos existentes entre el romanticismo y el rearme en Alemania” (p.19), la cual, tan solo pudo
emerger a partir de “la combinación peculiar del desarrollo industrial y una débil tradición
liberal”(p.35).

37
Un Proyecto inacabado: el expresionista alemán, entre la crisis
del “yo liberal” y la alternativa socialista

Introducción
Como ya hemos observado, el proceso de industrialización, la formación de grandes urbes,
las restricciones sufridas durante la Gran Guerra, la revolución Bolchevique juntamente con la
caída del antiguo régimen Hohenzollern y la formación de la República, entre otros
acontecimientos, generaron un periodo más que agitado para la sociedad alemana –y europea
en general- entre fines del siglo XIX y principios del XX. Al calor de estos eventos, dentro del
arte se formaron una serie de movimientos sumamente heterogéneos y radicalmente
susceptibles a los cambios que acontecían: los ismos. Estos artistas, en la inmediatez de su
época, expresaron mediante sus obras y manifiestos las contradicciones e ilusiones del mundo
moderno, al mismo tiempo que se enfrentaron a la estética academicista decimonónica
imperante.

La sensación de vivir en un tiempo de ruptura, la impresión de tener la capacidad -y posibilidad-


de reformar al mundo a su deseo, como los sentimientos de vacío e impotencia, serán algunas
de las sensaciones colectivas que estos artistas expresaron mediante sus obras. El siguiente
apartado intentará rescatar dentro de estos movimientos a algunos de aquellos artistas
denominados expresionistas en tanto buscaremos resaltar cuales fueron algunas de sus
lecturas respecto a su presente como el rol que le asignaron al arte y a los artistas para la
conformación de un futuro distinto.

El arte a inicios de siglo

Durante la inauguración del ultimó monumento de la Siegesallee en Berlín y frente aquellos


artistas que habían trabajado es su construcción, el emperador Guillermo II mantuvo un
discurso donde no dudó en definir y sostener sus ideas respecto al arte. Mediante un espíritu
sumamente crítico hacia aquellos artistas que “experimentaban” por fuera de la tradición,
desaprobó cualquier innovación artística en el campo declarando “sentenciosamente que un
arte que sobrepasa las leyes y los límites que él mismo había fijado no podía seguir siendo
arte” (Richard,1979, p.16). Pero no afirmó tan solo eso,

38
How does art fair in general in the world? It takes its examples [and] creates from the
great wellspring of mother nature, and this wellspring, that is to say, mother nature,
despite her tremendous, apparently unbounded, infinite freedom, nevertheless
functions according to the eternal laws that the Creator Himself has imposed and
which can never be surpassed or violated without endangering world progress. So it
goes with art. At the very sight of the glorious vestiges of the classical age one is
overcome by the feeling that here reigns an eternal, ever steady law, the law of beauty
and harmony, [the law] of aesthetics. This law was made manifest by the ancients in
such a surprising and magnificent manner, in such perfect form, that we – with all our
modern sensibilities and all of our technical ability – still say of an especially worthy
achievement: “That is almost as good as 1900 years ago”.
But [only] almost! With this point in mind, I wish to impress upon you: Sculpture has,
as yet, remained largely free of so-called modern directions and influences. It still
stands tall and sublime. See to it that it remains so. Do not let yourselves be led astray
by mortal judgments and all manner of vacuous preaching to abandon [sculpture’s]
noble foundations! Art that violates the laws and goes beyond the bounds I have
indicated is no longer art. It is factory production, commercialism, and that can never
be art. So often, under the much abused name and flag of “freedom,” one descends
into excess, licentiousness, and presumption. However, he who sins against the
quintessence of art, who views solutions to his main task from a merely technical
perspective, loses touch with the law of aesthetics and all feeling for beauty and
harmony. Such things are felt in every man’s breast, even if he cannot express it
himself. -6- (Seidel,1907, p.18)

Convencido en el progreso de la historia, el emperador sostenía una concepción del arte


cimentada en los estándares renacentistas y clásicos, advirtiendo en ella una de las principales
herramientas pedagógicas para mejorar la sociedad (Seidel,1907). Esto mismo no solo ha
conducido a interpretar al arte academicista del fin de siglo alemán -simbolizado en el artista
Anton von Werner- como íntimamente impregnado de un espíritu de exaltación del imperio y
de la nación en un “forzado estado de optimismo, expresado en su monumental arquitectura
mediante la sentimentalización de un mítico pasado germano y la completa ausencia de
espíritu crítico” (Wiliam Fleming, 2017, p.432), sino también al rol que adquirió unos años
después la formación de la primer compañía alemana de cine: la Ufa (Universum Film A.G).
En tanto, como menciona Kracauer (1989)

el cometido de la Ufa era hacer propaganda en favor de Alemania, de acuerdo con


las directrices gubernamentales. Estas no solo hablaban de propaganda
cinematográfica directa, sino también de películas características de la cultura
alemana y de filmes al servicio de la educación nacional (p.42).

39
Sin embargo, el posicionamiento “artístico” anteriormente mencionado no parece desarrollarse
por el mero azar, el Káiser estaba notificado que tan solo tres años antes se iba iniciado dentro
del espacio intelectual berlinés una gran disputa entre aquellos que auspiciaban las nuevas
tendencias artísticas y quienes sostenían el estilo imperial. Por ejemplo, Hans Rosenhagen en
“Die nationale Kunst in Berlin “(1897) criticó duramente a las autoridades de la academia de
Arte de Berlín por su falta de apoyo e incomprensión 17 a aquellos artistas modernos que
estaban desarrollando el realismo social en el
"Die Proklamation des Deutschen Kaiserreiches
(1885) de Anton Alexander von Werner arte y eran rechazados de modo constante en
los concursos auspiciados por la academia. En
tanto aquellos artistas, rechazados por el
sistema de educación imperante en la Real
academia y la Asociación de Artistas de Berlín
se dispusieron a organizar su propio espacio:
“La Secesión”, inaugurada en 1898 en Berlín,
se dispuso como la materialización de la
ruptura entre estos dos espacios que continúo
acrecentándose con el tiempo (Brakensiek, 2014c, p.56). Como bien expresó Max Liebermann
en la apertura,

Für uns gibt es keine allein selig machende Richtung in der Kunst, sondern als
Kunstwerk erscheint uns jedes Werk – welcher Richtung es auch angehören mag –,
in dem sich eine aufrichtige Empfindung verkörpert. Nur die gewerbsmäßige Routine
und die oberflächliche Mache derer, die in der Kunst nur die milchende Kuh sehen,
bleiben grundsätzlich ausgeschlossen. -7- (Brakensiek, 2014c, p.60)

Asimismo, la aparición de este espacio inauguró una nueva etapa para los artistas modernos,
permitiendo no solo una mayor apertura para aquellos nuevos artistas, sino también un
constante intercambio con aquellos otros con quienes compartían una nueva perspectiva
respecto al arte (Holzwarth, 2016b).

Leistikow and the Secession director, the young art dealer Paul Cassirer, went even
further. They exposed the Berlin public to the partly frowned-upon, partly unknown
foreign artists: Manet and Monet, the already famous Parisians; the formerly unknown

17
Para Rosenhagen, la mejor muestra de una falta de conocimiento respecto al arte moderno por parte de Werner se encontró
cuando: “In his speech he takes pains to make the case that not a single area of modern painting has produced anything that
would compare favorably with the classic works of earlier great artists. To mention just a few of the names, he completely
passes over the existence of Lenbach and Whistler; in the realm of landscape painting he seems never to have heard of
Böcklin, Dill, or Schönleber, and in the area of animal depictions he makes no mention of Baisch or Zügel. Regarding the
significance of Impressionism, as Manet, Degas, and Monet have shaped it, he has no idea.” (Rosenhagen,1897, p.343)
40
Cézanne, who, still alive, had just been unearthed and given the greatest recognition
in Paris; and Gauguin, in whom the predecessor of the previously disputed Norwegian
Munch was recognized; and finally a Dutchman, from whom no one had ever heard
anything, not even a last dying word: van Gogh (…) It was not just these foreigners,
however, who received recognition in the Secession exhibitions, but also several
German artists who had until then been misunderstood: Max Slevogt, Breyer,
Baluschek, Brandenburg. -8- (Corinth,1910, p.58)

Pero esta disputa no se produjo por generación espontánea, el espacio artístico alemán -y
europeo en general- se encontraban en un proceso de transformación que se alejaba cada vez
más de los ideales del realismo18 de principios del siglo XIX. Estas primeras innovaciones
decantaron tanto en los impresionistas, y su representación más espontánea y directa de la
realidad, sustentada en la percepción de la luz y el color en el instante en el que el artista
trabajaba, como en el simbolismo19, y su búsqueda por trascender a otros ámbitos a través de
la intuición y la contemplación (Shorske,2008). En esta sintonía, Hauser (1969) sostiene que,

Cubismo, constructivismo, futurismo, expresionismo, dadaísmo y surrealismo se


apartan todos con la misma decisión del impresionismo naturalista y afirmador de la
realidad. Pero el propio impresionismo prepara las bases de este desarrollo en cuanto
que no aspira a una descripción integrada de la realidad, a una confrontación del
sujeto con el mundo objetivo en su conjunto, sino más bien marca el comienzo de
aquel proceso que ha llamado “anexión” de la realidad por el arte. El arte
postimpresionista no puede ser llamado, en modo alguno, reproducción de la
naturaleza; su relación con la naturaleza es la de violarla (Hauser,1969, p.182).
Así, en este claro proceso de cambio de signo hacia lo abstracto, y a pesar de su renuencia a
aceptarlo, el expresionismo alemán se concibió como un claro producto de su época tanto por
admitirse como una rebelión contra las formas estables y el sentido común del periodo imperial,
como también por adquirir de aquellos artistas de una generación anterior -Edvard Munch (El
Grito,1893)20, Vicent Van Gogh, los Fauvistas21 y Gaugin22 (Mujeres de Tahití,1891)- un espíritu

18
La representación realista, que en todas las artes bosquejaba retratos del hombre y de la sociedad, intenta dar una imagen
que juzga adecuada a un proyecto, sin idealizar ni interpretar personal o incompletamente la realidad. El arte realista presenta
signos iconos de la realidad en la cual se inspira (pavis,1990)
19
Ver Manifiesto Simbolista (1895) de Moreas
20
Donde el arte impresionista parece encontrar su límite, Munch expresa la profundidad de lo “psicológico” mediante el uso
de nuevas tonalidades cromáticas y las líneas distorsionadas. En uno de sus escritos Munch respecto al “El Grito”, “De pronto
vi como una pantalla dominaba la naturaleza” (..)” estaba paseando con dos amigos, contemplando la puesta del sol, de pronto
el cielo se tornó rojo como la sangre..., me paré apoyándome sobre el puente, terriblemente cansado...Sobre el fiordo y la
ciudad se extendían lenguas de fuego de sangre. Mis amigos continuaron y yo me quedé solo, temblando de miedo, pude
sentir un enorme Grito, cruzando el espacio” (Hauser,1969, p.189)
21
Para Holzwarth(2016)“se remitían sin reservas a la experiencia subjetiva y a su transformación radical en modelos formales
y cromáticos expresivos, forzando la función tradicional de la reproducción. Es decir, de la ilusión” (p.156).
22
De quien admiraban su aura exótica y vocabulario expresivo mediante el cual se expresaba “la síntesis total del arte y la
vida” (Holzwarth,2016, p.157).
41
que buscaba incesantemente reflejar en sus lienzos la desesperación extrema del hombre
moderno como a este mismo en sus puntos de mayor tensión psíquica (Iglesias,2000;
Möller,2015; Richard,1978; Dietmar,1988)

“Hijos” de la reconversión industrial de fin de siglo23, está nueva generación de artistas se


sentía amargada experimentando las contradicciones del culto a la jerarquía y a la autoridad
que exigían una sumisión a la cultura imperial (Holzwarth, 2016). No es casual entonces que,
para Max Pechstein (1920), sea el choque, la provocación y la protesta de la juventud contra
lo establecido lo que constituía el motor del expresionismo. Sin embargo, estos artistas
desarrollaron una conciencia particular frente a los cambios experimentados en la sociedad y
en el arte a causa del progreso técnico en tanto, como expresa Wamba (2014), mientras otras
vanguardias de principios de siglo, como el Futurismo, se sentirán comprometidos con el
progreso y la modernización mediante el elogio a la máquina, el Expresionismo será un ensayo
de huida, proponiendo su superación por considerarla destructora del ser humano.

Así, esta búsqueda por restaurar la expresión desde el interior del sujeto concretando los
sentimientos, miedos y fantasías por sobre los objetos, dispuso a que estos artistas quisieran
alcanzar la libertad mediante sus manos posicionándose contra la voluntad de las viejas
fuerzas establecidas24 (Anderson,1993). En esta sintonía, Solaz Frasquet (2004) sostiene,

No tenían programa, plan de ataque o estrategia. Incluso donde era político, no


mostraba sentido político o entendimiento de las instituciones o problemas políticos.
Era una rebelión artística, una explosión emocional, pero rehusaba verse a sí mismo
confinado a cuestiones estéticas. El arte debía transformar todo el tejido social y la
personalidad humana, pues un nuevo humano iba a emerger (p.6)
Asimismo, y a partir de las temáticas subjetivistas abordadas, Wamba (2014) observa,
Como todo “ismo” de principios de siglo el expresionismo tuvo que sobrevivir en
alguna medida a la influencia del psicoanálisis. Cierta tendencia vigente de la crítica
alemana cree poder explicar el movimiento desde el punto de vista freudiano casi en
forma unilateral. Naturalmente las artes plásticas y la literatura del siglo XX son
deudoras, directa o indirectamente de las teorías de Freud como lo son también de
las corrientes filosóficas de la época, pero de ninguna manera encontraremos razones
de raíz para denominar a los expresionistas hijos de la época de Freud como forma

23
Caracterizada por Richard (1979) como “una forma de capitalismo autoritario y corporativo que heredaba tradiciones
feudales y patriarcales” (p.15)
24
El realismo sentimental que a los monarquistas les gustaba, el naturalismo fotográfico y la propaganda creadora de mitos
que todos pudieron usar, fue una maldición para los artistas de Weimar, eran mentiras no arte. Los retratos rígidos de Kirchner
de campesinos suizos, las marinas e iglesias liricas de Feininger con sus tiernas composiciones de largas líneas rectas y
planos cubistas, las fantasías controladas hermosas e inspiradas de Klee, las abstracciones de Kandinsky con líneas, círculos
y curvas misteriosamente tiesas en sus relaciones, estas fueron un repudio unánime al pasado, una inspiración a una realidad.
(Gay,2001, p.108)
42
de dilucidación taxativa (p.6)
Sin embargo, según Wamba (2014) la aparición de figuras como “el agresivo y egoísta” como
“la utilización de ciertos temas psicoanalíticos como la relación tortuosa entre padres e hijos,
la muerte de los padres, los complejos, etc.” (p.14) Serán utilizados como instrumentos para
reflejar la visión del hombre nuevo en rebeldía con la sociedad Guillermina.

Un movimiento modernista: ¿Qué buscan? ¿contra qué se rebela?


Definir al expresionismo ha dado espacio a grandes discusiones dentro del campo de la
Historia del Arte25. Sin embargo, aquí tan solo nos detendremos a buscar algunas de las
principales definiciones respecto a esta experiencia artística modernista cuyos fundamentos
estén ligados a una interpretación desde el espacio de las ciencias sociales. De este modo, se
ha interpretado al expresionismo como el espacio donde se redefinió la identidad del arte para
con la sociedad alemana en particular.

Es innegable que el Expresionismo ha jugado un rol esencial en la formación del arte


de la crítica social a principios de los años veinte. Ningún otro movimiento se ha
mostrado tan delicadamente sensible a las contradicciones y conflictos de la vida
contemporánea. (Lanza Ordóñez, 2009, p.5).
Una de las principales interpretaciones es aquella que busca integrar al Expresionismo alemán
dentro la tradición europea que reniega de la “autenticidad perdida” en el mundo moderno
(Muñoz Gimenes,1991) y “el anhelo de su recomposición a través de la experiencia vivida en
primera persona y al margen de todo contacto contaminador con las teorías o convenciones
anteriores”(Muñoz gimenes,1991, p.18).Estas condiciones, condujeron a interpretaciones que,
por ejemplo, estudian al Expresionismo en comparación con la Fenomenología de Hauser
(1904) a partir de cimentarse en una serie de criterios (su desconfianza hacia la realidad dada,
su referencia a la subjetividad, su deseo de ver la realidad esencial a través de la destrucción
de las nociones y convenciones existentes, etc.) como características en común

- La destrucción de la realidad como forma artística del pensamiento y estilo del


Expresionismo. - La tendencia a la disgregación, a la disolución de la realidad en una
voluntad unitaria de estilo; la perforación de la realidad aparente conduce a algo más
profundo, a una auténtica realidad. - El impulso expresionista hacia la realidad, ya sea en
forma de transformación de lo dado o de. contemplación visionaria de configuraciones

25
Como Holzwarth (2016) sostiene: “La historia del arte se resiste a aceptar el expresionismo como estilo. La comparación de
los cuadros de Kirchner, Kandinsky, Kokoschka o Dix niega cualquier comunidad formal. De ahí la tendencia a considerar el
expresionismo menos como estilo que como expresión del sentimiento vital de una generación joven. Sus mundos de
imágenes pueden reflejar tanto el nerviosismo urbano como el recuerdo nostálgico de la inocencia paradisiaca”. (p.150)
43
completamente nuevas, discurre en paralelo a la sobrevaloración del yo creador. - Una de
las últimas consecuencias de esta, forma de pensamiento es que la realidad verdadera
sólo se encuentra en la utopía de las nuevas formas del lenguaje. - El núcleo de la poética
expresionista es la destrucción de la estructura del lenguaje y de las formas tradicionales;
el objeto de exposición y expresión será entonces el propio lenguaje que se hace así no
comunicable. No hay ya descripción, sólo expresión. (Muñoz Gimenes,1991, p.20)

Otros han subscripto a este proyecto dentro un tono general dentro del espíritu moderno del
arte en general.

Lo que expresaba era fundamentalmente la convicción emocional de que el lenguaje


convencional de las artes visuales, basadas en la tradición histórica, era en cierta
medida inapropiado o inadecuado para el mundo moderno. Para ser más exactos,
pensaban que ese lenguaje no podía expresar, sino únicamente difuminar, el nuevo
mundo que había dado a luz el siglo XIX. Por así decirlo, la máquina, que había
alcanzado un tamaño gigantesco, fracturó la fachada del arte tras la cual se ocultaba.
Pensaban que el viejo lenguaje tampoco podía expresar la crisis de comprensión y
volares humanos que este siglo había producido y se veía obligado a afrontar.
(Hobsbawm, 1983, p.211).
Como así también se ha advertido su carácter subversivo frente a la autoridad imperial como
elemento identitario.

La rebelión de una parte de la juventud intelectual de entonces apuntará contra las


realidades sin alma. Dicha rebelión servirá para negar toda servidumbre del espíritu.
Combate arduamente el cientificismo, el maquinismo y los valores morales vigentes.
Quieren regenerar la condición humana. “cada vez estaba más clara la imposibilidad
de una humanidad que había caído en la dependencia absoluta de su propia creación,
de su ciencia y de la técnica, de la estadística, del comercio y de la industria, de un
orden comunitario petrificado, de usanzas burguesas y convencionales (Richard,
1979, p.17)
O en todo caso un espíritu rupturista frente a la identidad burguesa exponiendo la contradicción
de las sociedades capitalistas exponiendo aquellos otros rostros desclasados por la sociedad.

Los expresionistas, en su aspiración de esta nueva humanidad, ofrecían al público


innumerables personajes: el extranjero, el enfermo, el suicida, la prostituta. Pero hay
un tema en particular que transita su obra: la rebelión del hijo contra el padre. Y en
esto el arte es comentario directo de la vida. Seria simplista interpretar unívocamente
la revolución de noviembre, pero fue también, en un sentido importante, una rebelión
contra la autoridad paterna. (Gay, 2002, p.125)
O exponiendo simplemente las inclemencias de los procesos que en un tono acelerado
caracterizaron a la sociedad en el periodo estudiado.

Experimentaban una especie de 'mal del siglo'. Casi todos eran nativos de las
ciudades y reaccionaron a los daños de la superpoblación y a los problemas del
proletariado. Hijos de burgueses, casi todos, sintieron asco por el comportamiento de
sus padres (Richard, 1979, p. 43).

44
Como también la impotencia del hombre moderno frente a la indestructible Moloc.
¿Qué es lo que presta carácter expresionista a la pintura alemana del siglo XX? Una
manera peculiar de acentuar el subjetivismo patético [...]. En todos sus cultores se
encontrará siempre una nota peculiar de dinamismo que abre las puertas de la
imaginación a un mundo de irrealidad en el que palpita sin embargo un aliento de
subjetividad indecisa, de angustia y de dolor, cuando no de burla o de sarcasmo. Ésta
es la nota expresionista [...]: una modalidad particular en el manejo de los elementos
plásticos que no se sujeta a lo representado, no obstante, su mantenimiento, sino a
una interpretación subjetiva que se extiende siempre en la dimensión metafísica
(Brest, 1978, p. 57).
En última instancia, el expresionismo, a pesar de la imposibilidad de ser conceptualizado un
modo unívoco y acabado, si puede ser dimensionado dentro una experiencia general en el
mundo moderno europeo y especialmente alemán. Es que, como nos expresan algunas obras
de sus artistas, ellos indagaron y se sumergieron al igual que otras disciplinas y espacios en
el mundo que los rodeaba para intentar aprehenderlo y transformarlo o al menos comprenderlo

En las primeras décadas del siglo XX la máquina se convirtió de esta manera en la


piedra de toque para la protesta de los intelectuales contra la situación del hombre
enajenado en la sociedad industrial, en filosofía se haría disciplina la antropología
filosófica con pensadores de la talla de Martin Buber y de Max Scheller, tomando
como preocupación la esencia del hombre contemporáneo amenazada por la
civilización misma. En sociología se hablaría del homo oeconomicus como nueva
entidad producto de la industrialización, y en política el anarquismo y el socialismo
combatirán para lograr una mejora en la víctima de la máquina, el obrero. (Wamba,
2014, p.14)
En esta sintonía, y en tanto la mayoría de las consecuencias de estos procesos (la miseria, la
nueva sociabilidad, las ilusiones de la primera república como las contradicciones de que se
formaban en el devenir del tiempo) fueron expuestos en sus trabajos, podemos comprender a
estos artistas como componentes individuales un movimiento artístico general que concertaron
una experiencia modernista. Es decir, como Berman Marshall sostiene (1989):

En el marco de todos estos procesos de la historia occidental, se han desarrollado


una innumerable variedad de ideas y visiones a través de movimientos sociales que
pretendieron hacer de los hombres y mujeres protagonistas de la propia
modernización, constituyéndose como gestos que anhelaban abrirse paso a través
de aquella vorágine y hacerla suya. Estos valores y visiones pueden ser agrupados
bajo el nombre de modernismo (p.3)

Pero ¿Que postulaban sus protagonistas?, ¿ante que se rebelaban? y ¿Qué proponían
desarrollar con su arte?

45
El expresionismo en acción
El movimiento denominado Die Brücke26, integrado por cuatro estudiantes de arquitectura Fritz
Bleyl. Ernst Ludwing Kirchner, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff, fue fundado en la ciudad
de Dresde el 7 de julio de 1905, mismo año donde mediante su manifiesto advirtieron sus
objetivos e ideales respecto a su accionar:
Llenos de fe en una evolución, en una nueva generación de creadores y aficionados
al arte, hacemos un llamado a toda la juventud para que se nos una, y porque somos
la juventud portadora de futuro queremos, frente a los poderes bien establecidos de
nuestros predecesores, permitirnos la posibilidad de vivir y trabajar en absoluta
libertad. Están con nosotros todos aquellos que traducen espontáneamente un ideal
colectivo, un afán de ruptura con el pasado, un mesianismo y una exaltación de la
intuición creadora (Richard, 1979, p.19).

Durante esta fase denunciativa27 del Expresionismo alemán,


dedicada a la búsqueda de la realidad sencilla, inspiradora de
escenas realistas y figurativas (Muñoz Jimenez,1991), se
desarrolló una fascinación por el arte oceánico y del África
negra28 en tanto “estilísticamente, llevaron a cabo la distorsión
de la forma, el empleo de colores discordantes, el desprecio
por la estética y la utilización de la pintura como elemento de
la liberación del propio «Yo».” (Iglesias, 2000, p.40).

Die Brücke (1906) manifesto

26
Como Holzwarth (2016b) sostiene: “La selección del nombre tuvo como objetivo hacer referencia a un fragmento de Así
hablo Zaratrustra (1891) de Nietzsche “Lo grande del hombre es que es un puente – Die Brücke – y no una meta; lo que puede
amarse en el hombre es el hecho de ser un tránsito y un ocaso” (p.156).
27
The artists saw themselves as pioneers of a revolution to overthrow the established order in both art and life. In a 1906
manifesto they gave voice to their faith in the power of youth and their desire to cross into a new future (hence the name,
'Brücke' or Bridge) (Starr y Jelavich, 2011, p. 50).
28
Al respecto, Iglesias (2000) plantea: “Lo cual, los llevo a exponer en sus obras los contornos negros, del tipo figurativo,
anguloso, de los rostros con máscaras y de actitud activa de las figuras de sus cuadros.” (p.39).
46
Sin embargo, lo que caracterizó a Die Brücke no fue tan solo el haber alcanzado una
convención estética rupturista frente al arte decimonónico, si no su verdadera originalidad se
encontró en plasmar en el plano de lo real un retorno a la vida en comunidad, expresando así
la nostalgia29 de la unidad entre el arte y la vida, que venía siendo una de las exigencias de la
vanguardia desde la década de 1890
Naked Playing People (1910) de Ernst Ludwig Kirchner
(Holzwarth, 2016b). En este sentido el
desarrollo de un particular enfoque hacia
la vida y el trabajo creativo ha conducido a
algunos a afirmar que el “el expresionismo
podría explicarse como una manera de
entender el mundo” (Cirlot,1993, p.27).
Así, intentando purificar un mundo que se
había vuelto materialista y con la utopía
retrospectiva del paraíso terrenal en
mente, no se limitaron a denunciar la
realidad imperante, sino que se iniciaron
en la práctica de aquella nueva
humanidad que perseguían:
Die Brücke concretamente compartían todo – estudios, modelos, material pictórico-,
lo cual, aunque obedeciese en parte a razones concretamente económicas, debía
intensificar asimismo la colaboración fraternal. La vida y el trabajo se acompañaban
en los meses de verano de largas estancias en el campo, durante las cuales los
artistas pintaban directamente la naturaleza, se bañaban desnudos y se solazaban
de forma desinhibida con sus modelos y amigos, imitando situaciones paradisiacas
(Holzwarth, 2016, p.155).

Sin embargo, en el año 1911 el grupo decide mudarse a la metrópolis de Berlín, espacio que
se constituyó como un punto de fuga para sus sucesivas obras, determinando el carácter
singular del expresionismo alemán:
El hallazgo de la gran metrópoli les produjo una primera fascinación que poco
después se fue convirtiendo en el descubrimiento de sus desigualdades sociales, de
sus injusticias, de sus atropellos morales y de las lacras de una sociedad corrupta,

29
Esta búsqueda por lo primordial y por la transmisión de vivencias lo llevo a utilizar técnicas gráficas y xilográficas y el
grabado en madera ya que ambas se vuelven de alguna manera a los orígenes por ser técnicas antiguas artesanales y
populares. El uso de estas técnicas ayuda a generar una mayor expresividad en las obras con el contraste del blanco y el
negro en las xilografías las líneas angulosas, cerradas, agudas y enérgicas que produce el grabado en madera y que se
volvieron tan características de las obras expresionistas (Cirlot,1993)
47
que evidenciarían en sus lienzos con una violencia sin precedentes. La aversión por
la belleza y la estética, la exaltación de la brutalidad, la miseria o la fealdad, fueron
representadas con tanta deliberación que a veces lo grotesco se entremezcló con lo
trágico (Iglesias, 2000, p.41)

¿Acaso no reaccionaba Die Brücke – como luego lo hará Die Blaue Reiter- en correspondencia
con el mundo y la humanidad que Spengler visualizó en 1918?
Todo es inexistente para el sentimiento del hombre de la aldea, y, en general, de la
naturaleza, todo ello es patrimonio exclusivo del hombre cerebral de las grandes
urbes. El ritmo urbano impone al ser humano un alejamiento de lo orgánico, esto es,
de la vida como origen de todo lo existente. El hombre se convierte en un
desarraigado (...) un parásito, hombre puramente atenido a los hechos, hombre sin
tradición, que se presenta en masas informes y fluctuantes; hombre sin religión,
inteligente, improductivo, imbuido de una profunda aversión a la vida agrícola - y a su
forma superior, la nobleza rural-, hombre que representa un paso gigantesco hacia lo
inorgánico, hacia el fin. (Spengler, 1944, p. 582)

No obstante, la llegada del grupo a la metrópolis trajo aparejado también su ingreso a un círculo
expresionista más amplio, lo cual les permitió no solo entrar en contacto, por ejemplo, con la
literatura de Franz Werfel sino también comenzar a
publicar y presentar sus obras en las galerías y revistas
de arte abocadas a los nuevos movimientos artísticos.
Sin embargo, y a pesar de la fama adquirida – o tal vez
por la misma- hacia el año 1913 el grupo comunicó su
disolución definitiva30.
En este punto, resulta interesante resaltar como los
principales canales de difusión de ideas disruptivas –
modernistas de la época se desarrollaron en revistas31
y espacios como galerías de arte, teatros y cabarets,
que permitieron la difusión e intercambio de ideas entre
estos grupos que, aunque artísticamente muchas
veces no coincidieran, compartían una ética más o
Die Aktion (1917) Portada

30
Como bien Iglesias expone (2000): “El grupo, había empezado a separarse interna, silenciosamente. En el 1913 Kirchner,
había publicado su famosa «CRÓNICA», en la que esgrimía su liderazgo indiscutible, pero, esta idea no fue admitida por sus
compañeros, quienes decidieron disolver «DIE BRÜCKE»” (p.42).
31
Aunque la atracción de Berlín en el campo de las actividades culturales es innegable. No debemos dejar de lado aquellos
otros espacios de interacción desarrollados en ciudades como Innsbruck donde en el año 1911 comenzó a publicarse la revista
Der Brenner, como así también los ejemplos de Revolution (1913) en Múnich, Das Tribunal en Dresde Y Die neue Schaubühne
en Hannover (Richard,1979)
48
menos común, impulsada a cultivar su propia individualidad (Richard,1979), pero
principalmente haciendo de aquellas experiencias y valores en común los elementos de una
comunidad imaginada (Anderson, 1993)
Dos emblemáticos ejemplos (aunque con sus diferencias) pueden ser las revistas Der Sturm
(1910-1932) y Die Aktion (1911-1932), cuyos sucesivos números dieron muestra de la
renovación artística y literaria del período, así como el espíritu contracultural del movimiento.
De este modo, Der Sturm, fundada en 1910 por Herwarth Walden, se caracterizó por buscar
alcanzar “una síntesis del arte”, propagando el conocimiento de los movimientos artísticos
existentes, como el cubismo y el futurismo, y promocionando “la reflexión sobre los problemas
estéticos mediante la difusión de nuevos posicionamientos y concepciones teóricas”
(Richard,1979, p,28). En cambio, Die Aktion, influida por
Berlin Street Scene (1913) de Ernst
Ludwig Kirchner
ideas anarquistas, “expresó regularmente una oposición a
la burguesía, al imperialismo, con frecuencia en textos del
propio Pfempfert (dueño de la revista) y también una fe en
la necesidad de un hondo cambio político, una revolución
que asumiera una real transformación de las estructuras
sociales” (Richard,1979, p.30). Entre algunas de las
publicaciones más interesantes se encuentran ¿Es
revolucionaria la socialdemocracia? (1911) como los textos
de Bakunin respecto a la Internacional en el Almanach du
Peuple (1872) y recortes de Campos, fábricas y talleres
(1899). Estas posiciones ideológicas pueden observarse en
varios de sus panfletos publicados
La postura de Die Aktion, sin que se situé al nivel de un
partido político concreto, es la de la idea representada
por la Gran Izquierda Alemana. Die Aktion desea
favorecer la considerable esperanza de una organización de intelectuales y devolver
su antiguo esplendor a la palabra tanto tiempo prohibida de Kulturkampf (en un
sentido que seguramente no solo atañe a la política de las iglesias). Die Aktion
procura hacer contrapeso a la triste costumbre que tiene la prensa pseudo liberal de
apreciar los movimientos más recientes de un ángulo meramente comercial, y por lo
tanto asfixiarlos. (…) Die Aktion tiene la ambición de ser un órgano del radicalismo
honrado (Richard, 1979, p.31)

A finales de 1911, esta vez en la ciudad de Múnich, un segundo grupo formado por Vasili
49
Kandinsky y Franc Marc, a los que posteriormente se unieron Jawlensky, Klee y Macke, amplió
la experiencia expresionista. Adoptando un lenguaje más formal 32, que no resultaba tan
agresivo como el de los artistas del norte de Alemania, donde predominaban las líneas y las
asociaciones cromáticas eran más armónicas, Der Blaue Reiter se formuló como la fase
espiritual o de realidad subjetiva del expresionismo alemán. No obstante, tanto Die Brücke
como Der Blaue Reiter compartieron un espíritu en contra del naturalismo y el impresionismo,
como también su compromiso con un nuevo arte que expresara las contradicciones de su
tiempo y la necesidad de las nuevas generaciones por romper con el mundo de ayer.
Esta acción es la que define la gran tarea de nuestro tiempo; es la única que vale la
pena vivir y morir. Una acción que no incluye ningún desprecio por el gran pasado.
Pero nosotros queremos otra cosa; no queremos vivir como alegres herederos, vivir
en el pasado. Y aunque quisiéramos, no podríamos. La herencia se ha dilapidado;
con sucedáneos, el mundo se vulgariza. De este modo, que vamos penetrando en
nuevos dominios y experimentando esa gran conmoción de que todo esté aun por
desbrozar, por canalizar, por explorar. El mundo se presenta ante nosotros en toda su
pureza; vacilan nuestros pasos. Si queremos correr el riesgo de andar, debemos
cortar el cordón umbilical que nos une al pasado materno. El mundo está pariendo un
mundo nuevo; solo hay un dilema: ¿ya ha llegado
el momento de librarnos del mundo viejo? Der Sturm (1917) Portada
¿Estamos maduros para la vita nuova? Tal es la
inquietante pregunta de estos días que son los
nuestros. (Richard, 1979, p. 27).

El surgimiento de esta agrupación artística se produce


a partir de la ruptura generada por parte de sus dos
principales figuras respecto a la “Nueva Unión de
Artistas” en tanto, parte de sus miembros, se negaron
elegir cuadros de Kandinsky por ser “demasiado
abstractos” generando que, este último, advirtiera que
dentro de “La Unión” había artistas que seguían
aferrados a la noción de objeto y de representación y
que no se hallaban totalmente liberados de un cierto
naturalismo ni de la idea de que el cuadro es la

32
De Michelli (1967) afirma: “la experiencia artística de Der Blaue Reiter tendió, a diferencia del movimiento de Die Brücke, a
una purificación de los instintos más que a desencadenarlos sobre el lienzo; no buscaban un contacto fisiológico con lo
primordial, sino más bien un modo de captar la esencia de la realidad. (…) No adoptan actitudes bárbaras sino refinadas y
casi aristocráticas. En la formula “Hablar de lo recóndito a través de lo recóndito” ya está condensado todo el pensamiento de
estético de Kandinsky” (p.92).
50
formalización de una reproducción de la
naturaleza (Richard,1979). Tras esta
polémica, el grupo profundizó sus
trabajos con un fuerte contenido
espiritualista, tendente al
abstraccionismo, al mismo tiempo que
dejó en claro su propia ideología estética
de un arte total
El gran trastorno, el desplazamiento
del centro de gravedad en el arte, la
literatura y la música. La diversidad
El sueño (1912) de Franz Marc, Museo Thyssen
de las fortunas, consideradas bajo el Bornemisza.
aspecto de la construcción y de
renunciar, en consecuencia, a todo embellecimiento de las formas exteriores de la
naturaleza… Tales son, en su conjunto, los signos del renacimiento interior. Mostrar
las características y las manifestaciones a épocas pasadas. Hacer aparecer los
impulsos interiores en todas las formas que provocan una relación íntima en el
espectador. Tal es el fin que Der Blaue Reiter se esforzó en alcanzar.
(Holzwarh,2016b, p.40)

Por otra parte, es de destacar el espíritu internacionalista desarrollado por este grupo en tanto
auspiciaron fuertemente la interacción con otros grupos como las muestras dentro de sus
propias exposiciones de cuadros de Gauguin, Van Gogh, Cezanne como también de miembros
de Die Brücke. Asimismo, es importante resaltar que sus mayores obras se congeniaron en
los almanaques, los cuales, como advierte Franc Marc, representaban “el último movimiento
pictórico” donde “se descubren sus finos lazos de unión con el gótico y con los primitivos, con
África y con el gran Oriente, con el expresivo arte popular original y con el arte infantil”
(Holzwarh,2016b, p.162).
Sin embargo, uno de los elementos más interesante a destacar dentro de este movimiento es
que se formularon una serie de debates teóricos en torno al rol del artista y, con ello, del valor
del arte como espacio de expresión de la realidad histórica (Holzwarh,2016b). De este modo,
Kandinsky formuló una interpretación de la historia de la humanidad, caracterizada por una
marcha ascética del materialismo al espiritualismo, es decir, del mal al bien, de la oscuridad a
la luz (De Michelli,1967). En tanto, en este constante devenir, el arte no debía hacer un camino
distinto: del pesado y humillante fardo de la realidad material a la abstracta libertad de la visión
pura (De Michelli,1967). Para esto, el artista debía permanecer distante (extraño) a la vida
oficial y del mundo material, alcanzando en esta abstención la posibilidad de “liberar la íntima
51
verdad de lo real de los lazos materiales que el impiden percibirla” (De Michelli,1967, p,98).
Además, es interesante rescatar que, a través de su libro, De lo espiritual en el arte (1911),
Kandinsky afirma que el arte auténtico es ininteligible a la realidad que rodea a su tiempo, a
sus artistas y a las necesidades interiores de este.
Cualquier creación artística es hija de su tiempo y, la mayoría de las veces, madre de
nuestros propios sentimientos. Igualmente, cada periodo cultural produce un arte que
le es propio y que no puede repetirse. Pretender revivir principios artísticos del pasado
puede dar como resultado, en el mejor de los casos, obras de arte que sean como un
niño muerto antes de nacer. (Kandinsky,1911 p,12).

En cambio, desde la perspectiva de Klee, convencido en la capacidad del arte de hacerse con
la realidad (De Michelli,1967), sostenía que el artista, interesado por las fuerzas creativas de
la naturaleza, se constituye como mediador de estas fuerzas con la realidad, posibilitando, a
través de su obra, generar nuevos fenómenos y nuevos mundos. Por lo tanto, como De Michelli
(1967) afirma:

Klee, a diferencia de Kandinsky, está convencido de poder penetrar la corteza del


mundo fenoménico, como está convencido de que el arte puede captar el sentido
creativo de la naturaleza de modo directo. En cambio, para Kandinsky el mundo
objetivo es infranqueable; entre el mundo objetivo y la esfera del arte no hay contacto;
por tanto, el arte no puede ser más que abstracto en modo absoluto. (p.102)

A pesar de su excelencia, la experiencia de Der Blaue Reiter se extinguirá al calor del inicio de
la Gran Guerra en la que algunos de sus miembros participaron. Varios de ellos, sin embargo,
también se reintegrarán al espacio artístico bajo el proyecto de Walter Gropius y la Bauhaus.

No obstante, será la “alianza patriótica” la que permitirá, en un inicio, que el Káiser se encuentre
convencido de su liderazgo y capacidad de movilización hacia el frente de batalla como de
disipación de “dudas” y “resistencias” en el “frente interno” (Hobsbwm,1995; Bejar, 2011). Esta
misma, y para pesar de los círculos intelectuales, le permitirá tener una actitud sumamente
reaccionaria ante cualquier posibilidad de crítica al régimen y a la guerra,

Mayor consecuencia reviste la lucha de Wilhelm Herzog, que acarrea la prohibición


de Das Forum en 1915.El Zeit-Echo de Ludwing Rubiner tiene que publicarse en
Suiza, al igual que Die Weissen Blätter. Cuya dirección pasa a manos de Rene
Schickele también en 1915. Por su parte, Pfemfert, desde que se iniciara la guerra,
recurre a subterfugios para que Die Aktion pueda seguir publicándose sin profundas
adulteraciones, dedicando sobre todo números especiales a la poesía extranjera que
suponen, en plena histeria militarista, un llamamiento al a fraternidad. (Richard,1979,
p.74)

52
Empero, las catastróficas consecuencias que trajo aparejada la Gran Guerra también se
resolvieron al interior del movimiento artístico expresionista. Al respecto, Rodríguez (2018)
afirma “salvo contadas excepciones, no será hasta después de la contienda que los
expresionistas se inmiscuyan de forma plena el debate en torno a la función y situación del
arte en la política revolucionaria” (p.100). No obstante, entre estas excepciones podemos
observar a un grupo de artistas que participaban dentro de la revista Die Aktion como
Mühsam33 quien militó en el anarquismo durante el periodo de la Gran Guerra para luego
participar en los consejos de la República de Baviera o aquellas pequeñas manifestaciones
realizadas de modo espontáneo, como las narradas por Hugo Ball junto a Walter Hasenclever
en su diario,

Desde el balcón, nos manifestamos a nuestra manera contra la guerra. Gritando en


medio del silencio nocturno de la ciudad, hacia los balcones y los hilos telegráficos:
¡abajo la guerra! Algunos transeúntes se detienen. Se abren algunas ventanas
iluminadas. ¡Feliz año nuevo!, nos grita alguien. El implacable Moloch que es Berlín
yergue su testa de cemento armado (Richard,1979, p.73)
Sin embargo, no serán pocos los que comenzarán a participar- o al menos seguir- a aquella
oposición política que en el año 1916 comenzó a formarse al interior de la izquierda cuando
Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, mediante su carta abierta publicada por el grupo
Espartaco, establecen su escisión del partido socialdemócrata que es altamente convocante
para las nuevas generaciones de intelectuales (Bejar,2011; Richard,1979). No obstante, este
acercamiento no se corresponde a una actitud relacionada con la adhesión a los principios
revolucionarios sino más bien, para aquellos artistas, “su concepción de la “revolución”
implicaba una imprecisa transformación de las estructuras antiguas: era una revuelta sobre
toda negadora, con frecuencia meramente verbal y mantenida por una frecuentación de la
bohemia intelectual “(Richard,1979, p.72). Por ende, “admiraban a Liebknecht por su lucha
contra la burguesía imperialista y no como representante de la clase obrera, en tanto había
muy pocos escritores que además se hallaran en contacto directo, durante los primeros años
de la guerra, con el ala revolucionaria de la socialdemocracia” (Richard,1979, p.73).

Bajo esta primera escisión política, las muestras de cansancio en el “frente interno” y los
acontecimientos de octubre en Rusia, comenzará a dinamizarse una nueva perspectiva

33
Mühsam fue un escritor independiente que provenía de la escena del cabaret de Berlín y de la publicación Die Aktion; fue
fundador del Gruppe Tat (Grupo de Acción para la agitación y propaganda anarquista), siguiendo la Liga Socialista del literato
Gustav Landauer; agente activo en los consejos de la Räterepublik de Munich como dirigente.
53
respecto al rol del intelectual en la política, por ejemplo, Kurt Hiller, pionero en la literatura
expresionista y fundador del Der Neue Club, se dispuso a replantear el rol del artista- intelectual
en la futura sociedad.

Dirigir a cada persona hacia la conciencia de una responsabilidad común: necesita


crear el paraíso y, por consiguiente, para lograrlo, debe acceder al Poder. Si hasta
ahora, los intelectuales no han llegado a nada, se debe a su individualismo, a su
cultura egocéntrica, a sus ambiciones siempre personales, a su aislamiento en un
pequeño laboratorio privado. (Richard,1979, p.82).
Para esto, Hiller sostenía que “es un error querer formar la pirámide de la sociedad humana
partiendo exclusivamente de abajo. El método más eficaz consiste en proceder desde arriba”
(Richard,1979, p.81). Bajo esta sintonía, Hiller postulaba la formación de una “liga intelectual”,
por fuera de los partidos tradicionales, cuyo objetivo será el de guiar a las masas, siendo el
intelectual el que realmente “interpela, el que realiza, el que pone la primera piedra de la utopía
tópica. En tal sentido, Moisés fue un literato, él fue quien escribió en la Piedra, en el Pueblo en
la Eternidad.” (Richard,1979, p.82). Posición que será fuertemente criticada por aquellos
espacios ligados a una cultura de izquierda partidaria, en este caso, Wilhelm Herzog 34 quien
confiaba que,

el poder de los intelectuales pasa por una alianza real con el proletariado, en un frente
unido. Actitud que no carece de ambigüedad (…) esta acción apunta a un objetivo
concreto: denunciar las rivalidades imperialistas e impedir el estallido de una nueva
guerra (…) a pesar de expresar ciertas reservas respecto a la violencia utilizada por
la Liga Espartaquista; sin embargo, apoya a Rusia en su esfuerzo de realización del
socialismo. (Richard,1979, p.88)

En el campo artístico, dinamizados por el espíritu de la República de Weimar y las luchas


espartaquistas por alcanzar el poder, se formuló un espacio distinto de los que se habían
constituido y disuelto hasta 1914. Una primera reacción la encontramos en los artistas
agrupados como “Arbeitsrat für Kunst" (1918) quienes se aglutinaron al calor de eliminar el arte
academicista mediante las siguientes demandas:

1. Recognition of the public nature of all building activity, an end to public and private privileges
enjoyed by civil servants. Uniform management of whole city boroughs, streets and housing
developments, without encroaching on individual freedom. New assignments: community

34
Durante el año 1920 realiza un viaje a la Rusia revolucionaria. Tras su retorno a Alemania concluye que el rol de la futura
política revolucionara alemana “no se trata de que nos postremos a los pies de los rusos para lamerles las botas, como
penitentes que se cubrirían de cenizas la cabeza. Sino, muy al contrario, de que, conservando nuestro espíritu crítico, les
aportemos la colaboración más intensa, estimulemos todas las fuerzas revolucionarias dirijamos la lucha final contra el terrible
ejercito organizado, equipado y mandado por el capitalismo mundial (Richard,1979, p.89).
54
centers as distribution points of all arts to the people. Permanent experimental grounds for
testing and perfecting architectural effects. 2. Dissolution of the Royal Academy of Arts, the
Royal Academy of Architecture, and the Royal Prussian State Art Commission in their present
form, replacement of these bodies along with a narrowing of their field of activity, with others
created out of the community of producing artists itself without state influence. Transformation
of privileged art exhibitions into free ones.3. Freedom for all education in architecture,
sculpture, painting, and crafts from government domination. Transformation of arts and crafts
education from the ground up. Allocation of government funds for this purpose and for masters’
education in teaching workshops.4. Vitalization of museums as places of education for the
people. Establishment of constantly changing exhibitions, made accessible to all the people
through lectures and guided tours. Withdrawal of scientific materials into buildings appropriate
for them. Segregation of technically organized study collections for craftsmen working in artistic
crafts. Fair distribution of government funds for acquisition of old and new works.5. Elimination
of all monuments without artistic value as well as buildings whose artistic value is
disproportionate to the value of their materials, which might be made use of in other ways.
Prevention of construction of hastily planned war monuments and immediate stoppage of work
on the war museums planned in Berlin and elsewhere in the nation.6. Organization of a
government department to ensure promotion of art within the framework of future lawmaking.
-9- (Taut,1918, p. 14-15.)
No obstante, El Novembergruppe, fundado el 3 de diciembre de 1918 por el pintor Georg
Tappert y Max Pechstein, entre otros, se dispuso como un espacio amplio donde podía
interaccionar un gran abanico expresivo y en el cual convivían desde el realismo, pasando por
los expresionistas, hasta los propios futuristas. Esta enorme diversidad artística podía convivir
en tanto tenía como premisa distinguirse del pasado35 pero principalmente representaban el
optimismo inaugurado por la apertura democrática y el compromiso por transformar el
presente.

Así, en el año de su fundación, el Novembergruppe postula sus alcances y objetivos bajo el


ala de la revolución de noviembre.

Nos situamos en el terreno creativo de la revolución, con el siguiente santo y seña:


Libertad, Igualdad y Fraternidad. Nuestra unión nace de una afinidad de sentimientos
humanos e intenciones artísticas, pero, por encima de todo, estamos convencidos de
que debemos emplear todas nuestras fuerzas en la construcción moral de una Nueva
Alemania libere. Somos partidarios de una actividad cuidada en su forma y expresión,
y apoyamos este modo de sentir con todos los medios a nuestro alcance. Queremos
una libertad de expresión ilimitada, y la adopción de una postura pública al respecto.
Consideramos que nuestra tarea consiste en reunir a todos los artistas jóvenes, y
encauzar su actividad en un sentido útil para todo el pueblo. No somos ni un partido
ni una clase, sino hombres que no se arredran ante la dificultad del puesto que les ha
asignado la naturaleza; y nuestro trabajo, que debe ser tan útil para el pueblo como

35
Los artistas del Grupo Noviembre quieren dar a su época - ¡a nuestra época! - contenidos nuevos, ser a su manera la
expresión de ella y explicar su posición frente al mundo y la vida. Escuchad como gritan de felicidad estos cuadros, como se
derrumban ante la seriedad, cuando el dolor hace estallar los gemidos, como gritan de rabia bajo los golpes y el entrechocarse
de formas, de colores que gruñen y zumban. Todo vibra en estas imágenes, los sonidos resuenan, brotan murmullos de colores
y, como una mar de aguas vivas, la felicidad sumerge a quien es sensible a ellos” (Richard,1993 p.93)
55
para cualquier otro, debe salir al paso de los intereses de todos y contar con su
consenso y aprobación. Admiramos y respetamos el trabajo en todas sus
expresiones, y creemos que los más capaces deben asumir las tareas más difíciles,
en interés de todo el pueblo. Nos proponemos que cada cual tengo su puesto de
trabajo colectivo, difícil pero nunca fatigoso. Luchamos contra todas las fuerzas
destructivas y exaltamos las constructivas, “sentimos” de un modo nuevo, libre y
carente de prejuicios. Nuestro entusiasmo pertenece a la nueva Alemania libre; con
valentía, sin incertidumbre, con todas las fuerzas que tenemos a nuestra disposición,
pretendemos lucha contra la reacción y contra todo lo que quedaba del pasado.
Enviamos a los artistas más sensibles y responsables del cubismo, el futurismo y el
expresionismo nuestros saludos fraternales, con el deseo de que se unan a nosotros.
(De Michelli, 1967, p.258)
Sin embargo, este espíritu fraternario comenzara a disolverse principalmente a partir de las
diferencias políticas que convivían al interior del espacio y los acontecimientos políticos que
se producían en la república. De este modo en 1920, mediante una “carta abierta” se produjo
una importante dimisión del grupo – entre los que se encuentra Otto Dix36, Georg Grosz y Raul
Haumann – cuya objeción al grupo novembrista se encontraba en su falta de compromiso con
la realidad y la revolución.

Para nosotros, la profesión de fe en la revolución, en la nueva sociedad, no es una


declaración que se queda en las meras palabras; ¡queremos tomar en serio nuestra
misión manifiesta de colaborar en la construcción de la nueva comunidad humana “!
la comunidad de los trabajadores! (Richard, 1993, p.94)
Por lo tanto, estos artistas expusieron la necesidad espiritual que recorría entre los miembros
del grupo durante los primeros años de la revolución espartaquista como también el
compromiso que debía adquirir el arte con la lucha de clases,

Cuando se acercó la revolución, comprendimos que el significado de este sistema.


Ya no era ocasión de reírse. Se planteaban problemas más graves que el del arte, y
si el arte quería seguir teniendo un sentido, debía supeditarse a estos problemas. Ya
sabe usted qué problemas son. Son los problemas del futuro, los problemas del
hombre venidero, los problemas de la lucha de clases. (Grosz, G, Revista Les
Nouvelles Litteraires, 12 de abril de 1924)
Esta ruptura, sin embargo, no solo se producía por aquellas diferencias políticas sino también
por la búsqueda de un arte más comprometido y crítico con la realidad existente. En tanto, se
reaccionaba contra todas aquellas formas de arte que, de una u otra manera, eludían los
problemas más urgentes, los problemas que en una realidad de implacable dureza se
descubrían sin medias tintas y sin circunloquios (Richard,1979). Es que, en torno a estos años,
los proyectos formulados y las ilusiones generadas comenzaron a deformarse a partir de una

36
El compromiso alcanzado llevo a que Dix sostuviera: “Las artes y los artistas no valen un hueso o un solo cabello de un
obrero que lucha por su propio pan” (Richard,1979, p.116)
56
realidad que expresaba la pervivencia de viejas instituciones y figuras del antiguo régimen al
mismo tiempo que surgían los más reaccionarios y conservadores movimientos de la política.

En esta sintonía, Arthur Holitscher entre 1919 y 1920 desarrolló el proyecto “Liga por una
cultura proletaria”, cuyo objetivo se encontraba en generar las bases para el desarrollo de una
futura Proletkult donde la clase obrera tendría acceso al arte y a la ciencia (Richard,1979).
Para esto, Holitscher, planteaba la necesidad de despojar a la cultura existente de su influencia
burguesa mediante la organización de cursos para la adaptación de las futuras empresas
teatrales, nuevas revistas, reformas teatrales, etc. (Richard,1979). Este proyecto estuvo
fuertemente incentivado por los partidos de ultraizquierda a punto tal que el disputado Philipp
Dengel invirtió dinero del KDP para que en el diario Räte-Zeitung se pudiera publicar el
programa de Holitscher juntamente con una serie proyectos culturales provenientes de la
propia Rusia revolucionaria.

Bajo esta dinámica política-artística, no resultará difícil comprender la aparición durante los
años de la posguerra de uno de los elementos más característicos de la cultura política
alemana durante la república de Weimar: el cabaret político, íntimamente relacionado con la
libertad de expresión que comenzó a vivirse desde los primeros años de la república
(Peukert,1987; Möller,2015; Gay,2002). Como plantea, Valenzuela Marchant (2008)

El cabaret pasó a ser otra forma de manifestación cultural urbana; su singularidad en


la época de Weimar fue la de terminar con la censura política, manifestando diversas
temáticas y críticas a la contingencia alemana. Los representantes más importantes
de este movimiento cultural de la década del 20 fueron Karl Valentin (1882-1948) en
obras como Poemas gimnásticos (1920) y Kuttel Daddeldu (1920). También Walter
Mehring (1886-1991) fundo en Berlin el Politische Cabaret (1920) con una tendencia
liberal de izquierda, lugar en el que constantemente se ofrecían espectáculos. En una
tendencia más picaresca estaba Alfred Henschke. (p.54)
Pero no todo se circunscribió a un posicionamiento político partidario, por ejemplo, es
interesante destacar a otros artistas que también expresaron su preocupación respecto a su
época y el quiebre que experimentaron algunos sectores tras la Gran Guerra. Como menciona
Wamba “Tanto en Ernst Toller “Masse Mensch”, 1918, y en “Maschinenstürmer”, 1919, como
en Kaiser “Gas” la secuela de la primera guerra mundial se marca en el temor al desborde de
la técnica, el miedo a reconocer que la modernidad no es motivo de elogio sino de advertencia.”
Respecto a este último, Wamba (2014) sostiene,

Un autor como Georg Kaiser se alzó para atacar y prevenir a la humanidad del
proceso corrosivo de la civilización industrial con la trilogía Gas. Las tres obras
57
desarrollaban la idea utópica de salvar al hombre en conjunto por medio de la
denuncia y la revelación de sus enemigos: la técnica y el hombre fáustico que hace
abuso de ella en la forma del ingeniero, quien junto con el empresario y el obrero van
a llevar a cabo la destrucción de la humanidad por el uso del gas, que pasa de ser un
simple combustible a un medio de poder político finalmente incontrolable por la mano
humana. (…) Die Koralle (1917), Gas I (1917) und Gas II (1918) La trilogía pasa de la
hipótesis del socialismo aplicado a la sociedad fabril como forma de salvar al obrero
de la degradación por la máquina a la presencia de una fuerza que determina el
acontecer teatral. La activación del gas, que hasta ese momento se había mantenido
bajo control, impulsa a los hombres al papel de los que reaccionan. En oposición a la
amenaza extrema se unen para defensa en común y surge la solidaridad espontánea
de todos contra la técnica enemiga (p.4).
Asimismo, como ya hemos mencionado, temáticas ligadas a la relación conflictiva entre
generaciones (padre-hijo) también tendrán lugar en este primer periodo de la república. El hijo
de Hasenclever, Parricidio de Arnold Bronnen, El despertar de la primavera de Wedekind como
El culpable es la víctima, no el asesino de Werfel se componen de una temática con parámetros
donde la relación conflictiva entre el hijo y su figura paterna se resuelve a favor del primero
alcanzando así la libertad e identidad individual adormecida durante años detrás de la figura
paterna (Gay,2001). Al respecto Wamba (2014) sostiene que,

En la familia el patriarcado tradicional estaba en crisis, manifestándose en una


profunda diferencia con la nueva generación, en nuevas aspiraciones por parte de la
mujer. La distancia entre padres e hijos eran las mismas que entre la sociedad
tradicional y la sociedad industrial. El hijo representaba lo nuevo en todos los campos
y luchaba por vencer un statu quo peligroso para la evolución normal. Paralelamente
el psicoanálisis había revelado las complejas relaciones filiales y su importante
contenido sexual. El expresionismo combinó esos dos campos en el tema del hijo
como promesa de renovación del género humano, enfrentándose con el padre,
símbolo del hombre viejo, de una civilización en rápido derrumbe (p.23).

La Nueva Objetividad:

Será durante los años dorados (1924-1929) cuando, como sostiene Gay (2001), en un nuevo
periodo de prosperidad generalizada, las artes entraron en la fase de la objetividad, la
concreción y la sobriedad de la mano de Neue Sachlichkeit. Artistas como Käthe Kollowitz,
Otto Dix, Grosz, Beckmann, John Heartfield (afiliado al partido comunista alemán o KPD) entre
otros, expresaran mediante un arte “sin coartadas espiritualistas” sus reflexiones ante una
realidad contradictoria.

58
Con el sentimiento general actual en Alemania de resignación y cinismo tras un
periodo de esperanzas desmedidas (que había encontrado una salida en el
expresionismo). Cinismo y resignación son el aspecto de la Neue Sachlichkeit, y su
lado positivo es el entusiasmo por la realidad inmediata como consecuencia del deseo
de mirar las cosas con total objetividad en su base material, sin investirles de
inmediato con implicaciones ideales.(…) Era la indagación de la realidad, del lugar
que ocupar en el mundo de la época; era la pugna por la objetividad característica de
la cultura alemana a partir de Goethe, que reclamaba situación realista, una reseña
exacta, un regreso de lenguaje naturalista y, si debía haber idealismo, a un idealismo
sobrio. Fue un movimiento hacia la simplicidad y la claridad al que pudieron adherirse
muchos expresionistas, no por el mero hecho de estar cansados de los viejos moldes,
sino para adaptarse por conveniencia a las nuevas modas o para experimentar una
clara transformación (Gay,2001, p.135)
De este modo, Die Neue Sachlichkeit, postulando que “su
objetivo era superar las mezquindades estéticas de la forma a
través de una nueva objetividad del disgusto hacia la sociedad
burguesa de la explotación” (Richard,1979, p.1979), inició su
camino, comprometido con la verdad, mediante el desarrollo
de una fase realista del expresionismo donde se expresan el
dolor de los humildes, las fracturas sociales y las
contradicciones de una sociedad cuya “república inacabada”
se mostraba indiferente ante el desclasamiento y la alienación
de la vida en el mundo industrial. El arte en tono irónico, como
expreso Max Brod37 en Die Frau und die Neue Sachlichkeit
(1929), serán una de las características ineludibles de este
grupo

Die modernen Autoren haben vor nichts so sehr Angst wie


vor Illusionen. Durch Illusionen wurden wir in den Krieg
hineingezerrt. Den Alltag nicht etwa bejahen, ihn in seiner
Retrato de la periodista Sylvia ganzen Scheußlichkeit, Chaotik, Unmoral sehen – das
von Harden (1926) de Otto Dix erscheint als Gesetz. Vom Alltag, der als das einzige
Wirkliche betrachtet wird, hinter dem es nichts
Wirklicheres, Gütigeres, Liebenderes (Frauenhafteres)

37
En la continuidad de su descripcion Brod (1929) argumentaba „Soweit in der »neuen Sachlichkeit« die Zerstörung falscher
Gloire mitenthalten ist, soll sie ihre Funktion allergründlichst erfüllen. Denn in dieser Hinsicht ist sie neuer Aufschwung und
wirklicher Anfang, richtiger Protest der Jungen gegen die Kriegsmacher und Zwingherren, die noch heute am Ruder sind,
Aufschrei und letzte Hoffnung der Menschlichkeit. Wenn aber mit »Sachlichkeit«: Amerikanisierung, Ausschaltung des
Herzens, des Problems, der Liebe gemeint ist, dann ist sie ja nicht Protest gegen Krieg, sondern seine Folge und Fortsetzung
und letzten Endes (siehe »Rivalen«) sogar seine Gutheißung. Die Frau von Morgen wird instinktvoll und klug die guten von
den bösen Komponenten der »neuen Sachlichkeit« zu scheiden haben. Darin sehe ich ihre Bedeutung nicht bloß für den Mann
und den männlichen Geist, der sich momentan mit seiner »männlichen Dichtung« in eine Sackgasse verrannt hat, sondern für
die gesamte soziale Entwicklung zu einer wirklichen, nicht auf Ausbeutung beruhenden Gesellschaft und
Staatengemeinschaft.“(p.48)
59
gibt, kann man sich nur durch Witz und Ironie distanzieren. Demgemäß wird Ironie
zum einzigen Kunstmittel der jüngsten Generation. In der Dichtung wie in der Musik. -
10-(p.40)
En esta sintonía, Grosz, quien representaba el mundo de los suburbios, afirmaba que “dibujaba
y pintaba por espíritu de contradicción, buscando, mediante mis trabajos, convencer a todos
de que este mundo estaba enfermo y mentiroso” (Gonzales,1990p.16). Erigiéndose como la
voz del pueblo y mediante un método del naturalismo, sus artistas acusaron las actitudes
pequeñoburguesas del pueblo como también la traición de los cuadros políticos mediante un
arte “corrosivo”. Al respecto De Michelli (1967) afirma,

Esta gente que se agita en las calles, que come, que bebe y que va a la iglesia; estos
burgueses “irreprochables”, estos capitanes de la industria, estos defensores de la
patria, estos hombres del orden no tienen secretos para Grosz. Los descubre y
muestra su desagradable desnudez bajo sus fracs, sus uniformes y sus toilettes
refinados. Los descubre físicamente, bajo sus vestidos desvela sus obscenas
obscenidades, sus estómagos peludos y sus sexos repugnante, y hace aflorar, en el
físico de tan brutalmente puesto al desnudo, sus instintos bestiales (p.115).

Cine expresionista:

Al inicio de este capítulo habíamos mencionado el valor asignado durante el imperio al cine
como herramienta pedagógica para las masas. Esta misma lectura, a pesar de la producción
de obras como El Golem (1913), El estudiante de Praga (1913) y Homunculus (1916), pervivió
durante los años de la Gran Guerra donde el uso propagandístico que había adquirido este
medio de difusión en Francia y los Estados Unidos, impulsaron su utilización del mismo modo
en Alemania.

Cuando los dirigentes alemanes de la época de guerra ordenaron la creación de Ufa


se apropiaron de actividades que en las democracias son fruto de la presión de la
opinión publica (…) Las autoridades alemanas daban por sentado que la opinión
pública podía moldearse en patrones conforme a su deseo. Sintomáticamente, los
alemanes estaban tan acostumbrados al manejo autoritario de sus asuntos que
creyeron que la propaganda cinematográfica enemiga también era la resultante de
una similar planificación gubernamental ( Kracauer,1989,p.43)

Sin embargo, serán en los inicios de la década del veinte donde Kracauer (1989) observa que
el cine también se convirtió en un espacio donde las problemáticas sociales y política se
resolvían. Al respecto, Kracauer (1989) observa que entre 1919 y 1923 el cine alemán se
caracterizará con algunas excepciones por temáticas simples de aventuras en territorios
60
lejanos y desconocidos y otras historias que narraban affaires sexuales entre gente corriente.
Estas temáticas según Kracauer (1989) autor se corresponden a un clima de época, al
cansancio psíquico acumulado entre aquellos ciudadanos extenuados de una realidad cruda
e impredecible,

Sin embargo, dado que los alemanes sobrevivieron a la matanza para sufrir a
continuación de las penurias de una especie de guerra civil, esta moda de los filmes
sexuales no puede ser plenamente explicada como un mero síntoma de liberación
repentina de la presión. Tampoco implicaba un significado revolucionario, esas
películas no tenían nada en común con la agitación de preguerra contra las
anacrónicas convicciones sexuales. Eran solo películas vulgares que vendían sexo y
evasión. El hecho que el público las pidiera indicaba más bien una falta de voluntad
generalizada a verse envueltos en actividades revolucionarias; de no ser así, el
interés en lo sexual hubiera sido absorbido por el interés en los objetivos políticos
propuestos. Los excesos son, frecuentemente, un intento inconsciente de ahogar la
conciencia de frustraciones íntimas y profundas. (p. 49)

No obstante, en los años subsiguientes el expresionismo también se expresa en este campo


artístico mediante tres elementos configuradores de los filmes: “una interpretación teatral que
tiende hacia una exageración mímica; la iluminación con fuerte contraste de claroscuro,
debido, bien al bicromatismo de los decorados y vestuario o, bien a la propia iluminación, y la
dirección artística que incluye maquillaje los decorados, el vestuario y el maquillaje” (Corredera
Barbado,2015, p.13). Estas estrategias estéticas permitieron originar una atmosfera compleja
y única donde la falta de color (elemento que caracterizó a grupos como Die Brücke) se
resuelve mediante el uso de las sombras, espejos y planos diagonales) y donde los
protagonistas, caracterizados por personalidades misteriosas, se escinden del relato
omnipresente – característico de las francesas y norteamericanas- para proponer su propia
interpretación de los sucesos38. Además, el expresionismo en el cine también se pronunciará
como un ejercicio estético diferencial, con una carga nacional que la distancia de los trabajos
estadounidense del mismo periodo,

A diferencia de Hollywood, donde el cine fantástico y de terror se basa en el


efectismo, en sumergir al espectador en el mundo virtual propuesto y hacer que
participe emocionalmente, el expresionismo alemán sería, por el contrario, un
desarrollo coherente de las leyendas y del folclore del romanticismo alemán; no solo
está alejado de cualquier efectismo, sino que bajo el ropaje del entramado visual y las
fantasmagorías subyacen reflexiones antropológicas y una voluntad de innovación
que nunca ha primado en las rutinas productivas de Hollywood (Sanchez Noriega,

38
Como sostiene Elsaesser (1997) “en buena medida la lógica de la acción y de los objetivos del protagonista ha de ser
imaginada, adivinada o deducida de otro modo” (Corredera Barbado,2015,p, 40-41)
61
2016,p.7)

Sin embargo, es importante resaltar que el cine expresionista no fue una mera reproducción
de las producciones artísticas en el arte pictórico y teatral39 sino, por el contrario, es “deudor
de la novela gótica y de los cuentos de terror de la literatura romántica”. No obstante, y
distanciándose de aquellos como Félix-Didier (1994) que observan en la “teoría de la
deformación” de los artistas pictóricos expresionistas un puente entre ambas esferas, Sánchez
Noriega (2016) sostiene que,

Parece más pertinente relacionar el caligarismo con el expresionismo teatral que, en


un momento determinado, logra Max Reinhardt por la vía de ir más allá del
naturalismo, al menos, en cuanto este teatro alcanza un estilo que ensambla de forma
coherente los decorados, la iluminación, la perspectiva del espacio creado, el
vestuario y hasta la interpretación de los actores para dar lugar a un estilo visual
dotado de personalidad y
radicalmente nuevo (p.23).

Más allá de cualquier


conceptualización general sobre
este primer género fílmico, hubo un
primer trabajo artísAtico que
inauguró aquel período y dio cuenta
a través de su argumento -como en
las polémicas surgidas- de las
transformaciones en el cine y en la
Escena de El gabinete del doctor Caligari (1920) sociedad alemana de los años
veinte. La historia narrada en El gabinete del Doctor Caligari (Das Kabinett des Doktor Caligari)
estrenada en 1920 tendrá como tres protagonistas “un médico demoníaco, un sonámbulo
alienado y un joven tendente a la locura” (Corredera Barbado,2015, p.9), la trama
principalmente plantea una serie de crímenes desatados de modo impulsivo y su narrador será
Francis que por su condición psíquica “hace que el relato central parezca más una alucinación
que un recuerdo”. A modo de sinopsis podemos decir que la película narra,

Las andanzas de un joven llamado Francis, el cual, se dispone a relatar cómo llegó a
verse involucrado en las actividades del Doctor Caligari. El asesinato de su amigo

39
Como rescata Eisner (1988) de Paul Wegener “Es necesario, liberarse del teatro y de la novela y crear con los medios del
cine, por medio de la imagen. El verdadero poeta de la película debe ser la cámara. Las posibilidades que tiene el espectador
de cambiar continuamente de punto de vista, los numerosos efectos que desdoblan al actor en la pantalla dividida en dos
partes, las sobreimpresiones, en una palabra, técnica, la forma, dan al contenido su verdadera significación” (p.44).
62
Alan tras una visita a una feria, donde Caligari y su asistente sonámbulo, Cesare, eran
la principal atracción, hace que Francis sospeche de Caligari. Posteriormente, Jane,
la novia de Francis, es raptada por Cesare, quien, morirá mientras es sometido a una
persecución. Cuando Francis descubre una serie de informes sobre un asesino del
siglo XVIII llamado Caligari, se encara con el doctor y le lanza sus acusaciones, pero
éste hace que se lo lleven aprisionado por una camisa de fuerza. Una vez acabada
la narración, Francis regresa al manicomio en el que está internado junto a Cesare y
Jane. El Doctor considera que el paciente ha experimentado una mejoría y vaticina
que Francis terminará por curarse de la locura que le ha llevado a crear esas
fantasías. (Corredera Barbado,2015, p.9).

El guion creado por Hans Janowitz y Carl Mayer, se basó en las vivencias catastróficas
experimentadas durante la gran guerra las cuales, en el caso de Mayer también implicaron
exámenes mentales que le provocaron “en él una animadversión a los psiquiatras”. El guion
original se estipulaba como una “denuncia de las instituciones orates que manipulan al pueblo,
concretamente, del Estado alemán, que llevó a la muerte a miles de ciudadanos en la recién
terminada Primera Guerra Mundial”.

una historia claramente revolucionaria, donde señalaban directamente el absolutismo


ejercido por el gobierno alemán en cuanto a la generalización del servicio militar
obligatorio y las declaraciones de guerra. Caligari va a personificar a esa autoridad
ilimitada del gobierno alemán que para satisfacer su ansia de poder viola los valores
y derechos humanos. Cesare, va a personificar a todos esos hombres comunes que
fueron obligados a ejercer el servicio militar, donde se les enseñaba a matar, pasando
de ser personas para convertirse en meros instrumentos del poder. De esta manera,
se convierte en una víctima más del abuso de ese poder (Corredera Barbado,2015,
p.11).

No obstante, tras ser aceptado el guion original el productor decide realizar una serie de
modificaciones a la historia. Robert Wiene, encargada de realizar estas modificaciones le
agrega “un prólogo y un epílogo que dulcifican el tema de fondo —la denuncia de la locura
instalada en el poder— y convierten esa denuncia en una obsesión neurótica por la vía de
llevar el film desde el drama realista hasta el cine fantástico” (Sánchez Noriega,2016, p.11). En
tanto, “Caligari va a pasar a ser una figura dulce y comprensiva con la capacidad de curar al
protagonista” (Sánchez Noriega,2016, p.12). En palabras de Kracauer (1989), “mientras que
la narración original exponía la locura inherente a la autoridad, el Caligari de Robert Wiene
glorificaba a esta y condenaba a su antagonista como loco. De tal manera, un filme
revolucionario se transformó en conformista” (p.68). En este mismo tono, Corredera Barbado
amplia:

La copia original, fue guardada en una caja, símbolo del enclaustramiento general
que invadía a la sociedad alemana de posguerra. A pesar de convertirse en un film
63
conformista, el argumento revolucionario queda marcado por la fantasía de un loco.
De esta manera, Wiene va a sugerirnos que los alemanes reconsideraron su creencia
tradicional en la autoridad gracias al replegamiento dentro de sí mismo. Este doble
aspecto de la vida alemana es el que va a reflejar la película, donde se acopla una
realidad triunfante de la autoridad de Caligari, con una alucinación donde la autoridad
es destituida (Sánchez Noriega, 2016, p.17).

Sin embargo, esta obra que tuvo un gran éxito marcará el


ritmo del cine expresionista a punto tal que se han
denominado a los films expresionistas posteriores dentro
de una categoría común: El Caligarismo, y cuya primera
característica se expresara en sus mismos personajes
divididos entre aquellos que se caracterizan por,

a) la condición de dobles o la dualidad de su


personalidad, como es el caso de Caligari, Balduin —
El estudiante de Praga—, Mabuse… Y b) figuras
sobrehumanas que pueden ser seres humanos con
poderes paranormales o cualidades heroicas o
criminales —el doctor Mabuse—, seres artificiales
creados por el hombre —el robot María de
Metrópolis—, seres humanos que adquieren una
condición sobrehumana —Nosferatu— y
encarnaciones de mitos y realidades personificadas —
la muerte de Las tres luces, el Golem, el demonio de
Fausto o de El estudiante de Praga—. (Sánchez
Noriega, 2016, p.18)

En esta sintonía, como rescata Sánchez Noriega (2016),


Kracauer,

abordará la temática del expresionismo según tres


bloques que derivan del Caligari. En el primero,
estarían las películas de tiranos —Nosferatu, Vanina,
Dr. Mabuse, El hombre de las figuras de cera—, que Publicidad de El testamento del Dr.
narran los sufrimientos del pueblo a mano de un Mabuse (1933) de Fritz Lang
déspota irredento; el segundo viene constituido por los
filmes de Fritz Lang La muerte cansada y Los Nibelungos, y trata el tema del Destino
desde una perspectiva mitológica o metafísica por la cual la tiranía o el dolor quedan
sublimados por su condición de dictados necesarios del Destino; finalmente, estarían
las películas de «impulsos y apetitos desordenados en un mundo caótico» —Genuine,
Escalera de servicio, El raíl, La noche de san Silvestre, El último—. (p.18)

En tanto, y siguiendo los trabajos de Corredera Barbado (2015) y Sánchez Noriega (2016),
pareciera que hay dos tópicos que resuenan constantemente en el cine derivado de la obra
Hans Janowitz y Carl Mayer: la muerte y la locura.

64
En efecto, la amenaza o la realidad de la muerte aparece en actos criminales y
asesinatos con diversas causas, procedimientos y explicaciones —Caligari, Mabuse,
Genuine, Las manos de Orlac, los episodios de Iván el Terrible y Jack el Destripador
de El hombre de las figuras de cera—. La muerte corporeizada como un viajero es la
protagonista de La muerte cansada, en Metrópolis adquiere la figura de un apocalipsis
colectivo y, en El estudiante de Praga, el protagonista desdoblado se da a sí mismo
la muerte. Esta también aparece como frontera, más allá de la cual existe alguna
forma de vida o cierta pervivencia del cuerpo —Nosferatu, Las manos de Orlac—; lo
demoníaco es una dimensión fundamental para comprender el expresionismo en
cuanto se relaciona con la muerte y con la vida ultraterrena —Fausto—, pero también
con la personalidad dual o alguna forma de locura —la posesión diabólica ha sido una
de las categorizaciones precientíficas de los trastornos mentales. (Sánchez Noriega,
2016, p.18)

Como bien ha destacado Corredera Barbado, el concepto alemán de Doppelgänger40 se


constituye en una herramienta inigualable para caracterizar estas historias en tanto nos
encontramos con personajes en los cuales sus cuerpos “se escinden y una parte se emancipa
de la voluntad del sujeto, como en los relatos donde aparece la conciencia dominada por los
tipos sonámbulos —Caligari—, hipnotizados —Sombras— o enajenados mentalmente —Dr.
Mabuse”. Al respecto, Sánchez Noriega (2016) afirma que,

En la personalidad dual tiene lugar una alienación por la que, según quedó plasmado
en el mito platónico de los dos caballos, el individuo se escinde en dos —cuerpo y
alma, conciencia e inconsciencia, yo y ello, sujeto y su sombra, o como quiera se
denominen las dos partes— con la experiencia de identidades y conductas antitéticas,
de tensiones irresueltas entre la realidad y el deseo, lo empírico y lo soñado, lo actual
y lo ideal. También se quiere plasmar la tentación diabólica de poder omnímodo y de
la atracción por el Mal. (p.19)

En última instancia, estos filmes han devenido en sucesivas interpretaciones. Por un lado,
podemos destacar aquella que rescata un clima político de época, donde “la insistencia con
que la imaginación visual se volcó en estos temas, en estos años, indica que el problema de
la autoridad absoluta era una preocupación intrínseca del alma colectiva” (Kracauer,1985,
p.86). En esta sintonía Sánchez Noriega (2016) observa,

Que las figuras de los visionarios estén encarnadas por individuos como poder
institucional ha dado lugar a una interpretación que valora el contexto sociopolítico y
hace del caligarismo una crítica a la dominación de las masas en Alemania, esto es
perfectamente legítimo, al tiempo que compatible con una interpretación de carácter
más intemporal que explique la existencia del Mal o sostenga una antropología de
carácter dual (p.19)

En tanto hay quienes han observado en la dualidad de los personajes, mediante la teoría del

40
Refiere al doble espectral de una persona viva. La palabra proviene de Doppel, que significa «doble», y Gänger, traducida
como «andante».
65
psicoanálisis41, en el cine expresionista la pugna entre el consciente y el subconsciente.
Donde, el deber moral y el deseo corrupto se personifican en lo psiquis de los personajes. El
“ser libre”, experimentado por los ciudadanos de Weimar42, se convierte en una carga y la falta
de una autoridad fuerte -pérdida en la Gran Guerra- crean un espacio vacío donde las
pulsiones pueden expresarse. La falta de una autoridad regia se ve sustituida en las obras
mediante la ciencia (el médico, el científico, etc.) lo cual, a su vez, genera que lo moral
(legal/prohibido) desaparezca y ponga en evidencia que no existe un mal neto o un bien
evidente, sino que estos coexisten en todos los individuos.

La experiencia Bauhaus

Si el expresionismo alemán experimentaba fases heterogéneas desde su comienzo, en el


periodo de la república se inició otro proyecto cuyo principio estético rector era que “el diseño
artístico no es un asunto intelectual ni material, sino una parte integral de la propia vida”. La
Bauhaus, en la que podemos observar cierta contribución por parte de grandes personalidades
del periodo expresionista, estaba fervientemente comprometido en la transformación del
mundo. En tanto, su pleno convencimiento en la capacidad de dominar la realidad mediante la
combinación de la razón y el empleo de la técnica, les otorgó la seguridad de que a los dilemas
de la modernidad podían resolverse.

Para comprender la Bauhaus hay que retroceder al siglo XIX, momento en el que las
máquinas, instrumentos capaces de reproducir masivamente objetos de uso cotidiano
para la población, se estaba imponiendo relegando al artesano, que hasta el momento
había sido el único suministrador de los objetos de consumo de la sociedad. A
diferencia del artesano, el industrial no podía controlar uno a uno los productos salidos
de sus máquinas. La multiplicación, que le permitía bajar los precios, repercutía la
mayor parte de las veces en una disminución de la calidad y de la estética de los
objetos (De Gonzalo,2014, p.3)
Inaugurada en 1919 por Walter Gropius en la ciudad de Weimar, la Bauhaus se suscribió a
una filosofía de conciliación entre la función y la estética donde “el edificio” se erigía como la

41
la aparición de la locura en un contexto psiquiátrico, la referencia a la hipnosis, la escenografía histérica de algunos
decorados conecta con un universo psicoanalítico característico del último tercio del siglo XIX, entre Charcot y el primer Freud»
(la aparición de la locura en un contexto psiquiátrico, la referencia a la hipnosis, la escenografía histérica de algunos decorados
conecta con un universo psicoanalítico característico del último tercio del siglo XIX, entre Charcot y el primer Freud» (Sánchez
Noriega,2016,p.20).
42
Asesinos, vampiros, monstruos, locos, visionarios, tiranos y espectros poblaron la pantalla alemana en una procesión de
pesadillas que se ha interpretado como un involuntario reflejo moral del angustioso desequilibrio social y político que agitó la
república de Weimar y acabó arrojando al país a los brazos del nacionalsocialismo (Gubern,1997, p.140)
66
creación arquitectónica más completa y a la que se podía alcanzar mediante el arte y la razón.
No obstante, los estudiantes de esta escuela debían asistir a los “talleres” donde aprendían a
congeniar los dos mundos estéticos-culturales que la industrialización había apartado, aunque,
es importante resaltar, la preponderancia que tenía la rama artística ante la artesanal.

la educación en los talleres se llevaba a cabo mediante una especie de “sistema


dual”. Cada taller contaba con dos jefes, un artista y un artesano, o, siguiendo la
terminología de la Bauhaus, un “maestro de las formas” y un “maestro artesano”, pero
en la jerarquía social, establecida por reglamento, no se les reconoció a los maestros
artesanos capacidad decisoria alguna. Ésta residía en la última instancia en el
director, que presidía el llamado Consejo de Maestros. En este, sólo estaban
representados con derecho a voto, los maestros de la forma; los maestros artesanos
poseían solamente una función consultiva (De Gonzalo,2014, p.2).
La importancia que adquiere la Bauhaus, para nuestro trabajo, se encuentra no tanto en la
búsqueda de una nueva estética43 donde se recuperará el trabajo creativo del artesano,
perdido –este último- en la estandarización de los productos en torno a la revolución industrial
y a la aplicación de la técnica taylorista de producción, sino que aquella renovación, como bien
fundamenta su manifiesto, se cimentaba en la unión de los trabajadores.

¡Formemos pues un nuevo gremio de artesanos sin las pretensiones clasistas que
querían erigir una arrogante barrera entre artesanos y artistas! Deseemos,
proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, en que todo
constituirá un solo conjunto, arquitectura, plástica, pintura y que un día se elevará
hacia el cielo de las manos de millones de artífices como símbolo cristalino de una
nueva fe. (Gay, 2003, p.111)
En tanto, dentro de los ideales de la Bauhaus, se ubicaba la formación de una nueva sociedad,
una ciudadanía común de todas las formas de la obra de creación -y su lógica interdependencia
en el mundo moderno. Este nuevo entramado cultural y económico debía superar las
contradicciones que imperaban en su época,

La nueva arquitectura buscaba la integridad respondiendo a las necesidades


económicas y estéticas. La mecanización debe responder a la utilidad; la Bauhaus,
de hecho, había sido creada para evitar la esclavitud del hombre por la máquina,
dando a sus productos un contenido de realidad y significación, salvando así al hogar
de la anarquía mecanicista. Nuestro propósito era eliminar todos los inconvenientes
de la maquina sin sacrificar ninguna de sus auténticas ventajas (Gay,2000, p.113)

43
La propuesta estética de la Bauhaus consistió en apelar a los colores primarios (rojo, azul y amarillo) y al respeto de las
formas básicas (triángulo, círculo y cuadrado) para crear un lenguaje plástico moderno, por su perfil abstracto y geometrista,
pero también poético, pues regresaba a lo básico, a lo esencial. Proponía la funcionalidad sin renunciar a la estética. Todos
los diseños de este movimiento, eran diseños para el futuro, rompedores con el pasado, experimentales y que empleaban
nuevos materiales como el plástico, el celuloide, el aluminio o los cromados. La célebre frase "la forma sigue a la función" (las
tres F en inglés: form follows function), era uno de los principios fundamentales de todo el diseño de la Bauhaus (De
Gonzalo,2014, p.2).
67
Sin embargo, la Bauhaus, al igual que el expresionismo, no será ajena a los cambios de época.
Si como bien observamos en un inicio se propugnaba la superación de las condiciones
existentes para el artesanado, los años dorados generarán una nueva perspectiva de trabajo
más alejada de la función social. En esta sintonía, alrededor de 1927, en todos los talleres de
la Bauhaus de Dessau se trabajará con vistas a la ventana de prototipos para la producción
industrial (De Gonzalo,2014)

Los “jóvenes maestros” centraron todos sus esfuerzos y pusieron en primer plano la
problemática teórico artística de la producción en serie, y olvidaron casi por completo
la enseñanza propiamente artística o la atención a la producción artesanal individual.
Desde 1923, la Bauhaus era un establecimiento docente, pero, mucho más, un centro
de producción de diseños y proyectos de prototipo para la industria, para ser repetidos
en serie. Habían desaparecido por completo todos los vestigios románticos o
expresionistas y estaba formándose un funcionalismo riguroso de gran austeridad.
(De Gonzalo,2014, p.4)
A nivel político y económico el proyecto por reformular la estética de inicios de siglo también
sufrió los vaivenes del período. En el año 1924 el triunfo de los sectores más conservadores
en la república produjo el recorte del financiamiento de la escuela poniendo en riesgo su
continuidad. Bajo estas circunstancias el
proyecto decidió mudarse a la ciudad de Dessau,
gobernada por la socialdemocracia, la cual
brindó ayuda económica y política para la
reactivación del proyecto. En tanto, tras el triunfo
del nacionalsocialismo en la ciudad (1932), el
sucesivo ascenso del mismo partido al poder en
1933, la difamación y violencia sufrida como
Bauhaus (1922) de Vasili Kandinski “cultura bolchevique y comunista”: el 20 de Julio
de 1933, se produjo su autodisolución forzosa.

En última instancia, la Bauhaus se postuló como un proyecto donde la posibilidad de


desarrollar un “arte social” se hacía posible, congeniando las necesidades de los más
necesitados al mismo tiempo que se expresaban las pasiones de los artistas y las innovaciones
técnicas de los ingenieros. Postuló también la superación de la mentalidad materialista de
nuestro tiempo como la ineficaz e irreal articulación del individuo en la sociedad sin con ello
eludir los avances de la propia modernidad, sobreponiéndose a los miedos y resquemores
“modernos” generados en una humanidad con constantes contradicciones (Gay, 2002). Al
68
respecto, Gay (2002) sostiene que, “lo que Gropius enseñó y lo que la mayoría no quería
aprender fue la lección de la Ilustración: que al mundo hay que hacerle frente y dominarlo, que
el remedio a los infortunios de la modernidad es más modernidad, adecuada.” (p.113). En
definitiva, con el fin de transformar a la sociedad burguesa, Gropius desarrolló un proyecto
donde se compaginará la producción con la enseñanza y el arte. Es decir, postuló una empresa
de carácter socialista - propiedad y administración de los saberes y medios de producción por
parte de las clases trabajadoras- como alternativa al mundo de su tiempo. Sin embargo, en su
devenir, el proyecto Bauhaus también fue reproductor y víctima de su época. Modificó su
perspectiva al calor del auge del consumo masivo a la vez que sufrió los recortes financieros
y la violencia propios del periodo más oscuro de la república.

69
¡Nueva mujer! ¿Nueva mujer?: transformaciones en torno a la
feminidad y las mujeres en los albores del siglo XX en Alemania

Introducción

Como hemos analizado anteriormente, las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del
siglo XX han sido un período convulsionado en la historia de Alemania: la industrialización, el
surgimiento de las grandes urbes, la caída del Imperio y la “Gran Guerra” fueron algunos de
los fenómenos que la caracterizaron. Sin embargo, en el devenir de estas transformaciones,
en el plano de lo social también se desarrollaron otros procesos, por ejemplo, el
cuestionamiento del rol tradicional de la mujer respecto a las tareas domésticas y la maternidad
como su –mayor- integración a la esfera pública mediante el libre ingreso a la educación
superior como la libre participación en los partidos políticos y el propio derecho al voto. Bajo
esta dinámica, la aparición de la “Nueva Mujer” como un nuevo actor social pareciera
expresarnos la adquisición de estas mayores libertades por parte del género femenino. Sin
embargo, cuando nos aproximamos a distintas fuentes de la época, podemos observar que
aquellas transformaciones económicas y políticas no condujeron siempre a la adquisición de
mayores derechos y/o mejores condiciones de vida por parte de las mujeres, ni siempre se
reprodujeron en una nueva y moderna lectura respecto al rol de la mujer en la sociedad
alemana.

En última instancia, postulamos que el periodo estudiado en este trabajo se caracterizará para
la mujeres bajo una doble dinámica: Si las relaciones capitalistas de producción y el
fortalecimiento de la tradición liberal -con la constitución de noviembre- había conducido a una
mayor participación de la mujer en la esfera pública como a la redefinición de la feminidad,
mediante la “Nueva Mujer” dentro de ciertos sectores de la burguesía, en el plano de las ideas,
al pervivir una serie de valoraciones e ideales tradicionales, arrastradas y manifestadas por los
sectores conservadores, se desarrolló una propia redefinición del rol de la mujer donde se
reivindicaba la “contribución cultural particular de la mujer” (Kulturleistung) que aquella
aportaría -como madre y esposa- a la sociedad en su “ingreso a la esfera pública”
(Arendt,1964). Ahora bien, ¿Cuál fue la participación real de la mujer dentro de aquel periodo
tan convulsionado? ¿Cuáles fueron las consecuencias culturales registradas? ¿A qué se ha
referido la Historia con la aparición de la nueva mujer y cómo ha sido caracterizada? Y ¿Qué
70
otros cambios podemos registrar en la cultura sexual de la sociedad del período?

La Nueva Mujer

Al momento de analizar la evolución de la participación de la mujer en el espacio laboral


podemos observar que, aunque su máxima participación se registró siempre alrededor de un
tercio de la masa trabajadora (Weitz,2009), entre el periodo imperial y el final de la república
hubo un aumento en su intervención44. Como bien afirma Peukert (1987):

Wichtiger jedoch waren die Umschichtungen innerhalb der Gruppe weiblicher


Erwerbspersonen. So sank in der gleichen Zeit (von 1907 bis 1925) der Anteil der
Dienstmädchen und Hausangestellten (von 16,1% auf 11,4%) sowie der Anteil der
landwirtschaftlichen Arbeiterinen (von 14,5 auf 9,2). Demgegenüber stiegen die Anteile
der Industrielle Arbeiterinnen leicht (von 18,3 auf 23%) und der Angestellten und
Beamtinnen erheblich (von 6,5 auf 12,6). Nahezu unverändert blieb allerdings die grösste
Gruppe weiblicher Erwerbspersonnen, die dier Mithelfenden Familienangehörigen (mit
36%). -11- (p.101)

GRAFICO 17:

Statistik des Deutschen Reichs [Statistics of the German Reich], new version, vol. 2 (1884) and new version vol. 4,
3 (1884); (for 1895) Statistik des Deutschen Reichs, new version, vol. 111 (1899); and (for 1907) Statistik des
Deutschen Reichs, vol. 203 (1910)

Además, esta participación adquirió su propio dinamismo y particularidad en tanto y cuanto

44
In Deutschland lag die weibliche Erwerbsquote im großen und ganzen konstant bei etwa einem Drittel. Allerdings erhöhte
sie sich gerade im Übergang zur Weimarer Republik von 31,2% (1907) auf 35,6% (1925) (Peukert,1987,p.100)
71
como también afirma Peukert (1987)

Neu war die Konzentration von Frauen in den Modernen Sektoren der Industrie, des
Handels, des öffentlichen Dienstes und der Privaten Dienstleistungen. Das zeigte sich
daran, dass sich nun neue „typische“ Fraeunberufe herausbildeten, die entweder zuvor
nicht existieren hatten, oder zunehmend von den Männern geräumt wurden. Dazu zählte
die Stenotypistin, die Fliessbandarbeiterin, die Verkäuferin, die Volksschullehrerin und die
Sozialarbeiterin.-12-(p.101)

Estas reconversiones del mercado laboral, como bien observa Gunther Mai (2013), se integran
dentro de aquellas mayores transformaciones que comenzaron a experimentarse en la
sociedad alemana de entre siglos, cuya raigambre cultural -en gran parte- permanecía aún
anclada en estructuras sociales orientadas al antiguo orden político y moral. Este proceso,
como ya hemos observado, se desplegó no solo en torno a las transformaciones acaecidas al
calor del acelerado proceso de industrialización y las tendencias modernistas de la sociedad,
sino también como consecuencias arrastradas por los años de la “Gran Guerra” a nivel
material45-como psicológico- en el “frente interno”, donde las mujeres comenzaron a participar
cada vez más asiduamente en diferentes espacios públicos (Hobsbawm,2003). De este modo,
como afirma Möller (2015) a modo de ejemplo, uno de los principales pilares de la organización
social en la Alemania imperial lo constituye el fuerte proceso de restructuración en el periodo
de posguerra.

Incluso la familia, núcleo del orden social, parecía estar en entredicho por el aumento
de las mujeres trabajadoras y su correspondiente emancipación. Este, proceso que
chocaba con los modelos sociales establecidos, aceleró su desarrollo en las grandes
ciudades, mientras que en las pequeñas ciudades y en el campo el cambio fue más
paulatino. Hubo una gran transformación del mercado laboral: el aumento continuo
de las nuevas formas económicas empresariales favoreció el ingreso de las mujeres
al mercado laboral (p.291).

Asimismo, otros autores, aunque evitando observar a la Gran Guerra como el único eje
dinamizador, han sostenido que durante este periodo no solo se aceleró el ingreso de la mujer
al campo laboral sino también,

La guerra ha enseñado que es posible recurrir a trabajadoras para que realicen


trabajos que antes se creía que solo podían confiarse a los hombres (…) Durante los
años de guerra se ha abierto a las trabajadoras una serie de ocupaciones y oficios en

45
Al respecto, Möller (2015) sostiene: Se estima que once millones de militares alemanes fueron movilizados entre 1914-
1918. 1,808 murieron combate mientras 4,247 millones fueron heridos y 618.000 apresados. Mientras una quinta parte de la
población se vio involucrada indirectamente. (p.281)
72
lo que antes se las veía o solo en escaso número. (Wikander,2016, p.144)

Lo cual, a su vez, dio pie a una nueva percepción de las posibilidades como de los límites en
el conjunto de las mujeres,

Su confianza en sí mismas creció a la vez que se apercibían de su propia capacidad.


La guerra no fue – como a menudo se supone- la causa de la creciente actividad
laboral femenina; simplemente intensificó una tendencia ya existente en el mercado
laboral. El trabajo en tiempo de guerra tampoco produjo un hermanamiento entre las
mujeres por encima de las barreras de clase. Igual que antes, fueron todas mujeres
de la clase obrera las que trabajaron en la industria; los ingresos que así obtenían
eran para ellas una necesidad económica. Las mujeres de la burguesía se dirigieron,
a menudo sin recibir ningún pago, hacia la atención a los enfermos y el trabajo social.
(Wikander,2016, p.146)

Desde una lectura provisoria entonces podemos afirmar que: en el tiempo disruptivo de
principios de siglo, un sector de las mujeres protagonizó una relectura de sus capacidades y
posibilidades en el mundo público deviniendo, con ello, un primer “resquebrajamiento” de la
ideología de la complementariedad y la diferencia de los sexos que hasta el periodo de
entreguerras caracterizó al mercado laboral y la sociedad alemana (Hobsbwm,1987;
Weitz,2009). Asimismo, uno de los primeros registros que nos expresan la aparición de esta
“nueva mujer” lo podemos observar en los escritos de Helene Stöcker (1896), autora
posteriormente de Die Liebe und die Frauen. Ein Manifest der Emanzipation von Frau und
Mann im deutschen Kaiserreich (1906)

[The modern woman] admittedly also makes an unprecedented demand: that she no
longer be subjected to the petty humiliations of the ballroom nor viewed as man-like.
Yes, she is an exacting creature. She wants to be a woman, to receive love and to
give love, yet she wants to do more than listen in silence when clever men speak. No,
no – no formula has as yet been found for such a creature. And yet, I know it for a fact:
the salvation which a forlorn, anxious age seeks from a future redeemer must come
from the woman, from the woman who, through her own strength and in total disregard
of men, has laid claim to her own humanity!
As little as even the modern man is able to understand this woman, as infrequently as
he thus takes her for his companion, however, so does the modern woman rarely give
herself to the man. She demurs not for reasons of asceticism or aversion, but for a
more external reason. All that awaits her, namely, under the still cumbersome,
regressive domestic and economic conditions of our time suffices to keep her eyes
wide open. Behind the joy [lurks] the kitchen and the playroom (not that she would not
love her children); out of a free human being there emerges a beast of burden with the
most unbelievably ponderous responsibilities. And [yet] she thirsts for freedom just as
much as for love. Only the two combined can grant her the peace characteristic of the
truly liberated human being. Thus, she possesses the necessary critical distance not
to be overwhelmed by her young, impassioned senses and perhaps, after a brief thrill,
73
to make herself and others miserable. And yet, she only knows too well: The best
which life has to offer can only blossom within a community of two free human beings,
between man and woman, without question, without a doubt! She encounters it often
enough that others react with pity and surprise when she suggests that [the woman]
must become more honest, open, natural, that she must finally be taught to be
conscious of her womanhood. They look with a patronizing smile: “What an innocent you
must be!”. Thus, she holds her very self for the great fortune after which she has so
ceaselessly striven and has, beyond all expectations, finally found. She now knows that
everyone who wants to become free can only do so through his own devices. She holds
fast to what she has – to reason and art and science, the greatest of human strengths –
so that no one should take her crown! Her goal is to be a fully human being to whom
nothing is foreign! But she also hopes for a time when her association with a man can one
day become a [true] union. -13- (p. 15-17)

Sin embargo, esta nueva lectura de la feminidad no solo resolvió en la esfera privada, la
ampliación del número de asociaciones femeninas (por ejemplo: la BDF-Liga de asociaciones
de Mujeres Alemanas - que registraba a finales de la centuria más de un cuarto de millones de
asociadas y hacia 1913 medio millón), la posibilidad de sindicalizarse (en 1913 se registra que
el 9 por ciento de las mujeres están asociadas), la ampliación en la educación primaria y
terciaria (en 1903 comenzó a admitirse las mujeres estudiar en las universidades) y la posterior
incorporación a la esfera política mediante el voto a partir de la constitución de Weimar (1919),
entre otros elementos, exponen esta mayor participación y libertad de la mujer en el espacio
público. En esta sintonía, estos mismos avances han conducido a resaltar a la República de
Weimar como un periodo de discontinuidad con la tradición imperial, por ejemplo, Panayi
Panikos en Continuities and Discontinuities in German History, 1919-1945 (2001) nos plantea
que,
In addition, while the Weimar Republic may have remained, in feminist discourse, a
traditional patriarchal society, women made more progress in the Germany of the
1920s than in virtually any other contemporaneous state, a process begun by the First
World War, 'the father of women's emancipation'. Consequently, 112 women were
elected to the Reichstag between 1919 and 1932, and by 1929 there were 2,500
women physicians, 300 lawyers and several dozen judges and professors. (p.13)

Ahora bien, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de la “nueva mujer?

Una primera aproximación la podemos encontrar en los dichos de Hobsbawm en La era del
Imperio (1987), quien nos sugiere comprender a la nueva mujer como un proceso
emancipatorio plenamente burgués y dinamizado principalmente por las transformaciones que
el mercado capitalista de producción impone tanto en la formación de nuevos esquemas
productivos y organizativos en las empresas como así también en las repercusiones que tiene

74
estas en las lógicas reproductivas de los sujetos – transición demográfica- ahora enajenados
de su posibilidad de autosubsistencia46. Sin embargo, Hobsbawm (1987) también nos plantea
tener en cuenta este primer proceso emancipatorio dentro de la tradición burguesa-liberal47 y
la lucha por la emancipación de los ciudadanos inaugurada con la revolución francesa. En esta
sintonía, la integración al mercado laboral como la posibilidad de educarse y organizarse
políticamente podría comprenderse en esta continuidad histórica, en tanto aquellas
transformaciones que para el autor nos indican la aparición de una “nueva mujer” son, en
primer lugar, el surgimiento de un mercado de consumo de productos masivos y de trabajo
particularizado para este género. 2) una mayor libertad de movimiento, sexual y de decisión
como sujeto individual. 3) mayor participación en el espacio público no solo como ciudadano
sino específicamente como mujer, por ejemplo, mediante asociaciones y entretenimientos
particularizados (Hobsbawm,1987). ·

Por otra parte, Elsa Herrmann, quien fuera maestra en Leipzig antes de obtener su doctorado
en Derecho en la Universidad de Leipzig en 1920, se convirtió en una de las referentes de los
derechos de las mujeres durante los años veinte. Durante estos años, escribió So ist die neue
Frau (1929), donde expresa la identidad de las mujeres de su época como las distancias
esenciales con el pasado48,

The new woman has set herself the goal of proving in her work and deeds that the
representatives of the female sex are not second-class persons existing only in

46
Cierto grado de emancipación de la mujer era, probablemente necesario para los padres de familia de clase media, porque
no todas las familias de clase media – y prácticamente ninguna clase media baja- tenían una posición económica lo
suficientemente Buena como para mantener a sus hijas en una situación confortable si no contraían matrimonio y no
trabajaban. Esto puede explicar el entusiasmo de muchos hombres de clase media, que desde luego no habrían admitido
mujeres en sus clubs y asociaciones profesionales, por educar a sus hijas a fin de que alcanzaran cierta independencia. De
todas formas, no hay razón para dudar de la sinceridad de las convicciones de los padres liberales en estas cuestiones
(Hobsbawm,1987, p.184)
47
Inevitablemente, las transformaciones que experimento la burguesía a partir de 1870 ampliaron las posibilidades de la
mujer burguesa, especialmente en el caso de las hijas, pues, como hemos visto, provocaron la aparición de una importante
clase obrera ociosa de mujeres que gozaban de una posición económica independiente y, en consecuencia, una demanda de
actividades no domésticas. Además, ahora que un número creciente de hombres de la burguesía no necesitaban dedicarse
al trabajo productivo y que muchos de ellos se dedicaban a actividades culturales, que los hombres de negocios habían dejado
antes en manos de las mujeres de la familia, las diferencias de sexo tenían que atenuarse necesariamente (Hobsbawm,1987,
p.183)
48
To all appearances, the distinction between women in our day and those of previous times is to be sought only in formal
terms because the modern woman refuses to lead the life of a lady and a housewife, preferring to depart from the ordained
path and go her own way. In fact, however, the attitude of the new woman toward traditional customs is the expression of a
worldview that decisively influences the direction of her entire life. The difference between the way women conceived of their
lives today as distinguished from yesterday is most clearly visible in the objectives of this life. Her primary task, however, she
naturally saw to be caring for the well-being of her children, the ultimate carriers of her thoughts on the future. (…) Thus the
purpose of her existence was in principle fulfilled once the existence of these children had been secured, that is, when she had
settled the son in his work and gotten the daughter married. Then she collapsed completely, like a good racehorse collapses
when it has maintained its exertions up to the very last minute. She changed quickly, succumbing to various physical ailments
whose symptoms she had never before noticed or given any mind. (Herrmman,1920,p. 32-35)
75
dependence and obedience but are fully capable of satisfying the demands of their
positions in life. The proof of her personal value and the proof of the value of her sex
are therefore the maxims ruling the life of every single woman of our times, for the
sake of herself and the sake of the whole. The new woman is therefore no artificially
conjured phenomenon, consciously conceived in opposition to an existing system;
rather, she is organically bound up with the economic and cultural developments of
the last few decades. Her task is to clear the way for equal rights for women in all
areas of life. That does not mean that she stands for the complete equality of the
representatives of both sexes. Her goal is much more to achieve recognition for the
complete legitimacy of women as human beings, according to each the right to have
her particular physical constitution and her accomplishments respected and, where
necessary, protecte. -14- (Zetkin,1975, p. 32-43)

No obstante, según la perspectiva de Richard (1993) la “nueva mujer” se dispone como una
nueva concepción de mujer y de la feminidad, aunque íntimamente ligada a un determinado
sector burgués de la sociedad:

la secretaria y la vendedora encarnan en este Berlín el tipo de nueva mujer. Se trata


de la mujer que se ha cortado las trenzas para peinarse a la garçonne y que se depila
las piernas. Consiente de su valía, materialmente independiente, cuidada, deportiva
y sexualmente liberada, tiene la audacia de sentarse sola en un café y fuma en
público. (p.128)

No obstante, desde la perspectiva de Wikander (2016) no solo representa una ruptura con la
conceptualización de la feminidad a posteriori de la Gran Guerra, sino también una brecha
generacional entre las nuevas generaciones que se alejan de la identidad materna y familiar
para concebir a la “mujer moderna” de los años veinte.

Resultaba provocadora por libertad de movimiento, su tendencia a divertirse y una


manera desafiante de vestir, con faldas y vestidos hasta la rodilla que acentuaban una
figura de muchacho. La “nueva mujer” desprendía a la vez inocencia y erotismo. El
cuerpo femenino, esbelto, con el cabello corto y liso a lo garcon, era toda una
negación de la maternidad. La mujer moderna se pintaba y fumaba cigarrillos, se
dejaba ver en bares y restaurantes, a los que antes solo iban hombres o que, en todo
caso, toleraban la presencia de mujeres únicamente si iba en compañía masculina.
(p.148)

Asimismo, Mai (2013), aunque también sostiene una postura donde rescata el valor de una
generación que intenta diferenciarse de la tradición imperial, encuentra en la “Nueva Mujer” el
producto de una Alemania que hacia los años veinte había ingresado en una nueva etapa
cultural.

Die neue Frau war nicht so sehr Projekt der Frauenbewegung, sondern fast mehr noch
ein Produkt der Filmindustrie, der Illustrierten, der Werbung, des Massenkonsums –
und das keineswegs nur in der Stadt. Ungeachtet des Widerstandes Konservativer
Institutionen und Meinungsführer, viele Männer und auch Frauen beinhaltete der

76
Leitbildwandel die Perspektive selbsbestimmter Lebensführung -15- (p.84)

Sin embargo, esta nueva feminidad tuvo sus limitaciones tanto materiales como en el plano de
las ideas que nos obligan a tener recaudos al momento de generalizar sus avances ya que, en
el entramado cultural del período, las fuerzas y concepciones conservadoras pervivieron de
modo rotundo. Estas posturas, por ejemplo, puede observarse en La mujer de Europa (1929)
de Carl Gustav Jung, donde se sostiene que la psiquis femenina debe ser concebida de modo
diferenciado de la masculina lo cual, le permite sostener la anti-naturalidad en la
homogeneidad de tareas y espacios entre los sexos. Al respecto, como bien ha planteado
Richard McCormick (1993)

The misogynistic discourses of the Weimar Republic may well be anchored in what
psychoanalysis would consider relatively "timeless" male anxieties about women;
such discourses are nonetheless related to a social reality specific to Germany
between 1918 and 1933. As Patrice Petro has written: "The growing visibility of women
in Weimar in fact goes a long way to explain the defensive reaction toward woman in
the discourse of artists and intellectuals. -16- (p.641)

En esta perspectiva, como bien planteó Hobsbawm (1989) la “nueva mujer” no fue tan solo un
producto que obedecía a los nuevos derechos y perspectivas de las mujeres burguesas, sino
también a una estrategia publicitaria dentro del mercado capitalista de masas que a inicios de siglo vio
en la mujer burguesa un nuevo mercado de consumo particularizado

Más valía disfrutar del presente que vivir con la mirada puesta en el futuro, una actitud
que le venía muy bien a la industria publicitaria, que la cultivó con mimo y conoció una
fuerte expansión en aquellos años de consumo de masas. Los anunciantes
mezclaban el atractivo del sexo con la pureza de líneas del diseño modernista. La
sopa Kaloderma recurría en sus anuncios a una mujer vagamente asiática, del estilo
de Madame Butterfly, con gruesos, pero modernos, caracteres de imprenta. Las
plumas Montblanc se anunciaban con un montaje que incluía un juego de palabras
cargado de intención política: “Después de la revolución, Montblanc sigue siendo la
reina de las plumas”. Vogue recurría a una mujer moderna, elegante y atractiva, con
tipos de imprenta igualmente modernos, para anunciar su perfume
(Weitz,2009,p.108).
Empero, como observa Weitz (2009), la integración de la mujer en el mercado como
consumidora no inhibió a que el estereotipo de mujer/ ama de casa se reprodujera, por ejemplo,
el jabon Persil publicitaba de este modo su producto,

¡Mujeres sanas, gente sana! ¿Se puede promover la salud cuando nuestras mujeres
se rompen la espalda ante la pila de lavar la ropa y, como antiguamente, tienen que
frotar y restregar la colada? Una insensatez, una locura. En una época en la que todos
miramos por la salud, ¡Persil ofrece la posibilidad de conseguir un blanco inmaculado,
resplandeciente! ¡Mujeres, lavad con Persil! (Die Gartenlaube ,28 de julio de 1927,

77
p.3)
De este modo, la mujer moderna pareciera caracterizarse no tanto por su libertad como sujeto
político sino por su integración al mercado de consumo y sus mayores facilidades por cumplir
su rol en la esfera privada,

¡Las mujeres jóvenes lo tenemos más fácil! ¡Qué tormento hacer la colada sin Persil!
Todavía hoy, las mujeres mayores no se han acostumbrado, a pesar de que no hay
duda cuando se hace la prueba sin prejuicios: ¡Con Persil, hacer la colada es mucho
más fácil que antes y con idénticos resultados! Persil es hacer las cosas sin cansarse,
sin molestarse, sin ponerse de mal humor. Persil es la nueva forma de hacer la colada
de la mujer moderna. (Die Gartenlaube, 21 de julio de 1927, p.4)

En tanto la “nueva mujer” se constituyó principalmente como un “evento burgués”. El fuerte


proceso de urbanización como las nuevas condiciones de vida generadas a partir de la
transformación de la economía repercutieron de modo más grave en las mujeres proletarias a
partir de su propia condición de género (Mai, 2013). El hacinamiento, en donde no había lugar
para la privacidad, el trabajo fuera de casa, los embarazos continuados, conjugados por la
continuidad en su rol de ama de casa a cargo de las tareas del hogar, generaban que las
mujeres se encontraran en condiciones deplorables (Weitz, 2009; Mai, 2013;
Hobsbawm,1987). Asimismo, las pervivencias de una estructura tradicional, acompañadas por
aquellos cambios y espacios donde la mujer comenzó a participar, pueden observarse en los
propios testimonios de las mujeres trabajadoras quienes, a pesar de protagonizar una
participación política y una mayor integración dentro del espacio público, continuaron
subscribiendo a su rol de ama de casa, Estas situaciones son constantemente sostenidas en
Mein Arbeitstag-mein Wochenende (1928) en donde, por ejemplo, se afirma:

Soy limpiadora de máquinas en una fábrica textil de cardado. Tengo casi una hora de
viaje en tren de cercanías para llegar al trabajo. Me levanto a las 4.15; el tren sale a
las 5.1; llego a Berlín a las 5.55. Como el trabajo comienza a las 6, hago el trayecto
hasta la fábrica corriendo. Allí limpio las cardadoras hasta las 14.15, pero el tren de
vuelta no sale hasta las 17.13, por lo que debo esperar en la estación. A las 18 estoy
en casa, donde me espera el trabajo: acabar de preparar la cena, prever la comida
del día siguiente, comprobar si las cosas de los chicos están limpias. Por la tarde,
estoy demasiado agotada y solo el domingo arreglo la ropa interior, los calcetines y
todo lo demás. A veces sacrifico parte de mis horas del sueño para ir a una reunión
del partido (comunista) o del Socorro obrero. El sábado regreso a casa a la misma
hora que los demás días. Mis compras para la semana las hago en la cooperativa.
Una vez por mes hago la colada de toda la familia. La víspera preparo todo para poder
empezar pronto el domingo por la mañana. Los otros tres domingos del mes
comienzan para mí a las 7. He de limpiar la casa, remendar y preparar la comida. Los

78
domingos concluyen con un paseo o una reunión de amigos organizada por una
asociación obrera. Y así es mi vida, día tras día semanas tras semana. (p.134)

Por otra parte, tampoco parece que la concepción de “nueva mujer” haya logrado un
predominio en el discurso público, por ejemplo, en el Berliner Illustrierte Zeitung de marzo de
1925 aparece la nota “Nun aber genug! Gegen die Vermännlichung der Frau,” donde se
expresa claramente los resquemores por los cambios.

What started as a playful game in women’s fashion is gradually becoming a distressing


aberration. At first it was like a charming novelty: that gentle, delicate women cut their
long tresses and bobbed their hair; that the dresses they wore hung down in an almost
perfectly straight line, denying the contours of the female body, the curve of the hips;
that they shortened their skirts, exposing their slender legs up to calf level. Even the
most traditional of men were not scandalized by this. A creature like this could have
been warmly greeted with the now obsolete pet name my angel—for angels are
asexual, yet they have always been represented in a pre-adolescent female form,
even the archangel Gabriel. But the male sensibility began to take offense at this as
the fashion that was so becoming to young girls and their delicate figures was adopted
by all women. It did an aesthetic disservice to stately and full-figured women. But the
trend went even further; women no longer wanted to appear asexual; rather fashion
was increasingly calculated to make women’s outward appearance more masculine.
The practice of wearing men’s nightclothes became increasingly widespread among
women, even to the point of wearing them whenever possible for daytime lounging.
(…). It is high time that sound male judgment take a stand against these odious
fashions, the excesses of which have been transplanted here from America. In the
theater we might enjoy, one time, seeing an actress playing a man’s part if she is
suitable for the role; but not every woman should venture to display herself in pants or
shorts, be it on stage or at sporting events. And the masculinization of the female face
replaces its natural allure with, at best, an unnatural one: the look of a sickeningly
sweet boy is detested by every real boy or man. -17- (Berliner Illustrirte Zeitung March
29, 1925, p. 89.)

En definitiva, el propio concepto de feminidad del periodo de entreguerras continuo cimentado


en base a factores que expresan aquella asimetría entre los géneros. En este tono, Ulla
Wikander (2016) comprende que,

1) Una ideología derivada de la tradición creada hacia 1800 acerca de la división del
trabajo en el hogar, así como de la diferencia de la mujer fundada en lo biológico; 2)
Una legislación que asignaba a las mujeres y hombres un lugar distinto en el mercado
laboral; 3) Una tecnología que hacia cada vez más fácil dividir las fases en el trabajo,
simplificarlas, y declararlas entonces femeninas o masculinas, sin que esta
asignación estuviera fundada en la propia tecnología. (p.131)

Sin embargo, y a pesar de esta realidad, las mujeres de Weimar vivieron el período con un
79
fuerte espíritu reivindicativo en cuanto a un futuro promisorio y, a pesar de las condiciones
imperantes, se coordinaron en sucesivas instituciones como voluntarias en organizaciones de
beneficencia y los comités de las empresas de las fábricas (Mai, 2013). En tanto, y a pesar
que como afirma una obrera, “Muchas veces me siento tan cansada, tan agotada, que no
puedo leer ni escribir. Necesito tiempo para dormir y disponer de energía suficiente para
realizar mis tareas diarias. La mente es la que paga los platos rotos, como un hijastro, siempre
desatendida” (Lüdtke,1928,p.137)., la apertura al espacio político como los ideales socialistas
y liberales fuertemente sustentados en la política alemana del periodo condujeron a la
generación de un fuerte compromiso por transformar las condiciones de trabajo, pero
principalmente alcanzar las condiciones suficientes para “ser un ser humano y vivir como tal”
(Lüdtke,1928,p.137).

Ahora bien, ¿Qué disputas sostuvieron? y ¿Cómo ha sido aquella organización?

Algunas disputas en el espacio público

Algunos de los puntos más interesantes para comprender la nueva “participación” de las
mujeres son los avances en la esfera de la educación, tanto terciaria como primaria, como en
la política mediante el derecho al voto ganado con la república. En una búsqueda por recuperar
el camino que permitió a las mujeres ingresar al sistema educativo terciario, podemos observar
que a partir de 1896 se les permitió participar como oyentes en las universidades de Göttingen
y Berlín, aunque bajo el consentimiento del docente a cargo de la cátedra (Storm,2009).

GRAFICO 18:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

80
No obstante, fue en los estados de Baviera y Baden donde a partir de 1903 se permitió su
matriculación de forma “regular”. Por otra parte, al observar las cifras de su participación se
observa que en el año 1909 había 1.477 mujeres inscriptas en tanto en 1919 se registraban
8.843 y doce años después 21.19549. En cambio, al analizar el proceso que condujo a la
participación de la mujer en las primeras elecciones de 1919 podemos observar que recién a
partir de 1908 se le permitió a la mujer registrarse como miembro de un partido político de
forma pasiva, en tanto, hasta ese momento, se comprendía que su vía “legítima” de
participación se entablaba en las ligas y asociaciones femeninas (Hobsbawm,2003;
Wikander,2016). Sin embargo, el proceso parece tomar forma a partir de 1902 donde
comienzan a formarse los primeros comités y clubs femeninos cuyos objetivos ya no se
encontraban en las necesidades como ama de casa o en mejoras en para la calidad de vida
de las familias sino en el derecho inalienable de la libre participación de la mujer en las
elecciones (Storm,2009). En esta sintonía, su sucedieron enormes jornadas y movilizaciones
como El Primer Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Stuttgart en 1907 y la
primera celebración del Día Internacional de la Mujer en 1911 donde -tan solo en la ciudad de
Berlín más de 45.000 mujeres- aprobaron en conjunto una resolución exigiendo su derecho al
voto, en tanto, el propio Vorwärts se hacía eco de la sorpresa que estas movilizaciones habían
generado dentro de la camarilla política del Imperio50.

Empero como bien indica Storm en “Erste Wahl? Erste Wahl” (2009), parece que el elemento
catalizador que llevo a la plena participación en el ámbito de la política a la mujer se encuentra
en los propios cambios y dinámicas que, como hemos mencionado, se iniciaron con el Inicio
de la Gran Guerra en el frente interno, donde la mujer adquirió una preponderancia impensada
para la cultura Burguesa y conservadora de la época. Por ende, cuando el 7 de noviembre de
1918 Kurt Einer proclama a Baviera como Estado libre a nadie le sorprendió que se proclamará
también el derecho al voto a la mujer que luego será reproducido en la propia constitución de
Weimar. (Storm,2009)

Estos anteriores avances como la misma tradición de lucha permiten comprender la amplia
participación registrada en las primeras elecciones (17,7 millones de mujeres en 1919) por

49
Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005,
Heft 1, S. 2-5 http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html
50
Der Präsident des Reichtags mag sonderbare Gefühle gehabt haben, daß eine Frau – man denke: eine Frau! – von seinem
Platze mit soviel Schwung und Begeisterung die Versammelten anredete (Flemming,1997,p.91)
81
parte de las mujeres como así también que, en las ocho semanas en las que se organizaron
las primeras elecciones, la mayoría de los partidos registraron dentro de sus primeros
parlamentarios a mujeres –Ver gráfico 18 Y 19- (Storm,2009).

GRAFICO 19:

ELECCIONES PARLAMENTARIAS

Año 1919

Mujeres 82.3

Hombres 82,4

Total de participación 83,0

Diferencia -0,1

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005,
Heft 1, S. 2-5 http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Años electives Cantidad de mujeres Porcentaje sobre


integrantes del el total de
parlamento parlamentarios

1920-1924 36 7,8

1924 29 6,1

1924 34 6,9

1928-1930 33 6,6

1930-1932 38 6,6

1932 37 6,0

1932 34 5,6

1933 29 4,5

1933 29 4,5

Fuente: Friedrich Ebert Stiftung 2003: 7 http://www.landtagswahlen.li/?tid=landtag&weid=62&mp=627&mpopen=we62


(Stand: Februar 2009)

Sin embargo, no todos los espacios advirtieron del mismo modo esta ampliación de derechos
por parte del género femenino. Las fuerzas conservadoras también formaron parte del debate

82
cultural ligada a los derechos de las mujeres, sosteniendo que las mujeres debían permanecer
y encargarse de la esfera privada de la familia, aunque, vale destacar, asociaciones como
Deutscher Evangelischer Frauenbund y Katholische Frauenbund Deutschlands también
participaron en los reclamos por la igualdad de derechos políticos rompiendo con el entramado
ideológico auspiciado por la institución (Storm,2009).
No obstante, los avances en derechos políticos alcanzados en 1919 tampoco deben ser
interpretados como una plena suscripción del electorado femenino dentro de las
organizaciones de izquierda ya que este sector de la sociedad se caracterizó por subscribir a
los partidos más tradicionales dentro de la política de Weimar (Gay, 2002; Plotkin,1979; Storm,
2009). En tanto, las mismas instituciones que bregaban por conservar los parámetros
burgueses-decimonónicos de la familia auspiciaron la participación de la política en defensa
de la tradición (Weitz,2009). Así, al momento de analizar las posturas y declaraciones en las
instituciones católicas pueden encontrase afirmaciones sumamente interesantes:

Natürlich würden wir als Ordensfrauen unter gewöhnlichen, ruhigen Verhältnissen nie
von dem Wahlrecht Gebrauch gemacht haben, wenn nicht in dem bald
darauffolgenden Revolutionssturm die Sozialisten mit ihrem kirchenfeindlichen
Programm hervorgetreten wären. -18-(Storm,2009, p.43)

Es interesante también repasar el rol de la iglesia luterana y católica durante este periodo, en
general, y respecto a las mujeres, en particular. Respecto a la república, aquellas instituciones
la visualizaban como el producto de la degeneración humana de los “últimos tiempos”, donde
imperaba la inmoralidad, la elevada cifra de abortos y divorcios (Weitz,2009). Lo cual, en
conjugación con el avance del ateísmo, habían comenzado a disgregar al elemento primigenio
de una sociedad como era la familia51 y, por ende, en última instancia, a la misma nación.

A pesar de tantas diferencias y de la hostilidad que reinaba entre ellas, las dos iglesias
principales, la luterana y la católica, ambas insistían en lo mismo: la familia era el
fundamento de la sociedad, y sólo aquellos hogares en los que imperaban los valores
cristianos podían constituir los cimientos de una sociedad más sana y fértil, de un
Estado poderoso, revestido de autoridad moral. Las iglesias no dudaban en asegurar
que la República, secular y atea, honraba más a los hombres que a Dios, que
contribuía a la disolución de la moral y al debilitamiento de la familia.(Weitz,2009,p.67)

51
En cuanto al tamaño de la familia, el promedio era de un hijo por pareja, de forma que los hogares de clase trabajadora
arrojaban una media de 3 % personas por unidad familiar. En 1933, Alemania tenía la tasa más baja de natalidad de toda
Europa, un 14,7 por mil. Los nacimientos eran la mitad de los registrados en 1900; sólo en Berlín, la cifra había bajado del
43,1 por mil en la década de 1870 al 9.89 por mil en 1923. Más de treinta y cinco por ciento de los matrimonios que vivían en
Berlín en 1933 carecía de hijos (Weitz,2009)
83
Por otra parte, y en cuanto a las mujeres, la posición sostenida no parece arrojar algún cambio.
El valor como agente fundante y protector de la familia y el hogar parece no entrar en discusión
para estas instituciones. En tanto, como Weitz (2009) afirma

Según se afirmaba en el conclave católico de 1929, las mujeres tenían que asumir
responsabilidades especiales: “Toda mujer debe saber y entender que, mediante el
vínculo del matrimonio, asume la responsabilidad primera y fundamental de ser el
alma del hogar, y debe aceptar los sacrificios que exige el amor como ideal de vida”.67
Josef Gockeln, sindicalista y católico, reafirmaba las enseñanzas católicas sobre el
carácter distintivo de la mujer (Eigenartigkeit): “Para nosotros, es más importante
preservar y promover los rasgos genuinos y naturales de la mujer que la consecución
de derechos [...] fijados por ley [...] Se tomen las iniciativas que se tomen sobre la
mujer, no olvidemos nunca que pueden ser madres” Weitz,2009,p.69)

Para los protestantes, la vida familiar también se veía imbuida en tremendas convulsiones
promocionadas por el individualismo extremo y el socialismo radicalizado que la Republica
toleraba. Bajo estas circunstancias, “La nación alemana sólo podrá salir adelante si el
matrimonio y la vida familiar se refuerzan y vuelven a ocupar el lugar que les corresponde”
Weitz,2009, p.71). Lo cual, “se restablecería gracias a una formación, a una educación
cristianas, impartidas en el hogar, en la iglesia y en las escuelas; sólo mediante en compromiso
con Dios y el reforzamiento de la moral cristiana en la vida pública y privada” Weitz,2009, p.71).

De este modo, las transformaciones a las que nos hemos referido no pueden ser interpretadas
como la consolidación de una plena simetría entre los sexos en tanto las desigualdades y
concepciones tradicionales continuaron protagonizando la agenda de la sociedad
(Weitz,2009). Un claro ejemplo de esta dinámica se encuentra en la lucha por la derogación
del párrafo 218 de la constitución donde se penaba la interrupción voluntaria del embarazo a
pesar de las impresionantes cifras registradas de aquellas intervenciones.

En 1920, 2450 mujeres comparecerán en toda Alemania ante los tribunales por haber
infringido el párrafo 218, En 1923 serán 4320 y más de 7000 en 1925. Cincuenta mil
alemanas mueren cada año a consecuencia de un aborto clandestino y otros 40.00
padecen secuelas graves. Frente a este número demasiado elevado de abortos „ en la
mesa de la cocina “, 365 mujeres, todas ellas médicas berlinesas, solicitan en peticiones
dirigidas a la comisión de derecho penal del Reichstag la supresión del párrafo 218 y la
creación de cursos de educación sexual. Las peticiones no obtienen respuesta;
simplemente, a partir de 1926, las penas de correccional son conmutadas por penas de
prisión (Richard, 1993, p.136)

Como bien observa Richard (1993), estas reivindicaciones de poder decidir sobre su cuerpo
84
como también por generar una mayor difusión de la educación sexual condujo a la auto
organización de las mujeres para enfrentar aquella problemática. En tanto, uno de los espacios
más interesantes para observar estas reivindicaciones, puede observarse en la lucha por la
educación sexual y la venta libre de anticonceptivos por parte de asociaciones como la Liga
para la protección de las madres y la reforma sexual fundada en 1905 por Helene Stöcker
cuyos proyectos ingresaron al parlamento alemán, aunque sucesivamente rechazados
(Weitz,2009)

§ 218
Schwangerschaftsabbruch
(1) 1Wer eine Schwangerschaft abbricht, wird mit Freiheitsstrafe bis zu drei Jahren
oder mit Geldstrafe bestraft. 2Handlungen, deren Wirkung vor Abschluss der
Einnistung des befruchteten Eies in der Gebärmutter eintritt, gelten nicht als
Schwangerschaftsabbruch im Sinne dieses Gesetzes.
(2) In besonders schweren Fällen ist die Strafe Freiheitsstrafe von sechs Monaten
bis zu fünf Jahren. Ein besonders schwerer Fall liegt in der Regel vor, wenn der
Täter
1. gegen den Willen der Schwangeren handelt oder
2. leichtfertig die Gefahr des Todes oder einer schweren
Gesundheitsschädigung der Schwangeren verursacht.
(3) Begeht die Schwangere die Tat, so ist die Strafe Freiheitsstrafe bis zu einem
Jahr oder Geldstrafe.
(4) 1Der Versuch ist strafbar. 2 Die Schwangere wird nicht wegen Versuchs
bestraft.
El párrafo 218 de la constitución de Weimar sostenía la penalidad de la práctica del aborto

Asimismo, vale destacar que el ingreso masivo al mercado laboral tampoco ha sido
considerado un pleno avance para la emancipación de la mujer en tanto y cuanto aún se
percibían francas distinciones en el pago recibo por un mismo trabajo respecto al hombre.
Como Richard (1993) afirma: “Entre 1919 y 1932 los salarios femeninos del conjunto de los
sectores productivos son de un 30 a un 40 por ciento inferiores a los masculinos. Una mujer
percibe dos tercios del subsidio de un hombre que se halla en idéntica situación” (p.134).
Situación que se vio aún más deteriorada durante los últimos años de la republica donde la
situación económica se agravo y la mujer se convirtió en el primer segmento social en donde
recortar para los actores de la economía.

Con el agravamiento de la crisis económica a principios de la década de 1930, las


mujeres no estaban en condiciones de dar la batalla por cobrar el mismo salario que
los hombres, sino que tenían que luchar para ir a trabajar. Porque todo el mundo —
sindicalistas, funcionarios del Gobierno, dirigentes religiosos y reformadores sociales
85
pedía a las mujeres que dijesen adiós al trabajo por cuenta ajena para hacerles un
sitio a los hombres (p.135)

Por otra parte, al momento de analizar el proceso de democratización de la enseñanza terciaria


podemos observar que en las primeras décadas los sectores que logran ingresar corresponden
a los sectores acomodados de la sociedad cuyos antecesores practican profesiones libres o
eran dueños de sus propios negocios, no obstante, recién en el año 1931 se registra una
participación considerable de sectores cuyos padres se registraban como empleados. En
tanto, al analizar las estadísticas, se puede afirmar que ninguna de las 10.595 alemanas que
obtuvieron el doctorado en las diversas disciplinas hasta el año 1933 pudo acceder a una
catedra (Richard, 1993).

GRAFICO 20:

Asimismo, tampoco el ingreso al mundo académico parece haberse caracterizado por ser un
camino llano y vacío de rencores si no un largo proceso cuyos primeros resultados se registran
en la última década del siglo XIX. Como afirma Storm (2009):

Wichtige bildungspolitische Forderungen der deutschen Frauenbewegungen konnten


um die Jahrhundertwende realisiert werden: 1896 legten die ersten Abiturientinnen in
Berlin die Reifeprüfung ab; ab diesem Jahr konnten Frauen als Gasthörerinnen
Veranstaltungen an den Universitäten in Berlin und Göttingen besuchen, sofern die
Zustimmung des Dozenten und des Unterrichtsministers vorlag. Baden war das erste
Land, in dem sich Frauen an der Universität immatrikulieren konnten. Bayern folgte
1903, während Hessen und Preußen erst 1908 das Frauenstudium genehmigten -19-
(p.39)

86
Como también fueron recurrentes las situaciones de discriminación frente a las mujeres. Al
respecto, Como bien observa Pukert (1987)

Im Hochschulalltag herrschten weiterhin die eingefahrenen Traditionen eines über


Jahrhunderte ausschließlich männlichen Wissenschaftsbetriebs vor. Nicht nur
studentische Korporationen, sondern auch akademische Lehrer konnten ihren
Kommilitoninnen das Leben durch offene und mehr noch durch unbedachte
Diskriminierung schwer machen. -20-(p.103)

En tanto como también ha afirmado Richard (1993): El rector mismo de la universidad de Berlín
declaro en 1917 su repudio a la participación de las mujeres en el espacio académico en tanto”
Nuestros hijos deben nacer de madres que posean un cerebro sosegado y tiempo suficiente
para consagrarlo a la crianza de una descendencia numerosa.” (p.138)

Asociaciones y proyectos parlamentarios


Al momento de analizar los lineamientos sostenidos por las diferentes organizaciones de
mujeres durante la primera década del siglo XX y la crisis de posguerra, podemos observar las
transiciones generadas respecto al valor que las propias asociaciones le adjudicaban al rol de
la mujer en la sociedad del mismo modo que la valoración que adquiría la maternidad y el
trabajo doméstico en la configuración de la identidad femenina. Este proceso de
transformación puede observarse al seguir por ejemplo las declaraciones de Käthe
Schirmacher, miembro de la Verband Fortschrifttlicher Frauenvereine (VFF, Liga de
Asociaciones de Mujeres Progresistas), ala más radical del movimiento, quien protestó en Die
Frauenarbeit im Hause, ihre ökonomische, rechtliche und soziale Wertung (1905) contra “la
explotación del ama de casa y de la madre” pidiendo una reevaluación económica, jurídica y
social de este trabajo, incluida su retribución. En tanto, “no había un trabajo más productivo
que el de la madre que, completamente sola, creaba el valor de todos los valores, es decir al
ser humano”. Además, ese mismo año, sostuvo también “la dependencia del salario masculino
con respecto al trabajo doméstico de la mujer” ya que este “era la condición sine qua non del
empleo del marido fuera del hogar” y, por ende, no solo este le debía a la mujer la mitad de
sus ingresos sino también “la sociedad había contraído una deuda para con todas las amas de
casa y madres que trabajan sin recibir remuneración alguna” (Stoehr,1991, p.367). Para esto,
tanto el VFF como otras agrupaciones del movimiento, sostuvieron que el estado debía
encargarse de retribuirle a la mujer por su trabajo o en todo caso generar los caminos jurídicos
para que este sea compensado mediante una parte del salario del hombre. Asimismo, en el
87
año 1907 Rosika Schwimmer, quien formaba parte del VFF, exhibe la necesidad de “separar
claramente el matrimonio, el cuidado del hogar y el cuidado de los hijos como tres instituciones
independientes, demostrando que cada una de ellas existe sin las demás” (Stoehr,1991, p.369)
exponiendo la transformación en el foco de debate dentro del sector más radicalizado del
movimiento y exteriorizando una disminución en la preocupación por la valoración del trabajo
doméstico como el elemento intrínseco del rol de la mujer, por un posicionamiento donde se
propone revalorizar su lugar en el mismo entramado social como un nuevo actor desligado de
la asimetría imperante (Stoehr,1991). Respecto a este carácter subversivo del orden
imperante, puede resolverse también las declaraciones en 1915 de una de las miembros del
VFF:

vivimos en un mundo de hombres, creado por el hombre principalmente para él, a su


propia imagen, para su propio confort. En este mundo, el varón se ha erigido en la
medida de todas las cosas y seres, así como en medida de las mujeres. Todo el que
quiera ser su igual debe ser igual que él, hacer lo que él hace, con objeto de merecer
su respeto. Para él, el valor igual solo está basado en la identidad: solo la asimilación
puede llevar a la igualdad (p.374)

Sin embargo, no todo el movimiento de mujeres se correspondió a la posición de la VFF.


Durante el mismo periodo, agrupaciones como la Allgemeiner Deutscher Frauenverein (ADF,
Asociación General de la mujer) sostuvo que el trabajo debía ser mejor remunerado, aunque
correspondiéndole al hombre -mediante el salario “familiar”- ser la única vía legitima para la
familia de subsistir (Stoehr,1991). En esta sintonía, la ADF continuaba afirmando que la
identidad femenina se constituía a partir de su rol en la familia

el movimiento de mujeres considera como la profesión primordial e inmediata de la


mujer casada los deberes que entraña el matrimonio y la familia (…) la ejecución
satisfactoria de esta vocación debe estar garantizada en interés de la sociedad
mediante todos los medios educativos, de reforma económica y protección jurídica.
El trabajo que desempeñan las mujeres en el contexto de esta vocación debe
valorarse económica y jurídicamente como una contribución cultural valida.
(Stoehr,1991, p.370)

No obstante, la preocupación por una retribución en el salario familiar correspondiente al


trabajo doméstico como la preocupación por el disminuido salario de la mujer durante la primer
crisis de posguerra, condujo no solo a la formulación de peticiones a las instituciones públicas
sino también a idear sucesivas alternativas para aumentar el poder adquisitivo, buscando
hacer más eficaces las tareas domésticas “que permitirían a la mujer trabajadora utilizar sus
ingresos o los de la familia de modos más racionales”, como a la formación de espacios que

88
le permitirían a la mujer integrarse del mejor modo al mercado laboral. De este modo,
sucesivas agrupaciones como la Bund Deutscher Frauenvereine (BDF, Liga de asociaciones
de Mujeres Alemanas) coordinaron escuelas de cocina y labores del hogar como también, ante
la demanda imperante de nuevos conocimientos en el nuevo mercado laboral, elaboraron
programas de estudio para escuelas de asistentas sociales y educación para adultos y
participaron en programas destinados a racionalizar las labores domésticas (Stoehr,1991).

Asimismo, pareciera que también podemos diferenciar formas de integración por parte de las
mujeres en la esfera laboral. Al respecto Gunther Berghaus (1988) en Feminism, Americanism,
and Popular Entertainment in Weimar Germany. sostiene que,

In the early 1920s, female employees in trade and industry, municipal administration
and Government offices frequently came from families who had lost their entire
fortunes during the inflation period, forcing the daughter of the house to seek
employment. These jeunes filles debonnes familles were different in their attitudes and
aspirations from the petty-bourgeois women who had dominated the small contingent
in the white-collar professions at the turn of the century. But during the period of
economic stabilization (I924-9) large numbers of upwardly mobile working-class girls
managed to escape from manual labor in industry by attending training courses at a
commercial college and finding employment in an office or salesroom -21-(p.69).

Sin embargo, resulta de sumo interés detenerse en otro de los procesos que caracterizaron al
período dentro del movimiento de mujeres. En tanto, para aquellos sectores que sostenían una
identificación intrínseca entre la mujer y la familia, y a partir de su mayor participación en el
mundo público, se encontraron en la necesidad deconstruir una legitimidad ideológica que
permitiera hacer comprensible los cambios que acontecían. Se afirmó entonces que, ante la
realidad imperante, era necesario una cooperación en igualdad simétrica entre el hombre y la
mujer para procurar, mediante la complementariedad de “las diferencias físicas y emocionales
entre los sexos”, el progreso cultural de la sociedad (Stoehr,1991). No obstante, es interesante
observar como aquel reposicionamiento del rol de la mujer no condujo a un sostenimiento por
parte de los sectores menos progresistas (ADF) de una plena igualdad entre los dos sexos en
tanto ponían el acento en que, aquel aporte, se sostenía en las tareas y deberes particulares
del género. Al respecto, Stoehr (1991) afirma que,

Se sostenía que las mujeres harían una contribución cultural especial derivada de su
capacidad maternal a un mundo modelado exclusivamente por los varones y los
valores masculinos. Era el programa emancipador de la maternidad organizada o
expandida, aplicado a todas las áreas de la vida de la mujer. (…) El movimiento
femenino moderado contemplaba las transformaciones en la economía doméstica
menos como una pérdida de función que como una pérdida de poder para la mujer.
89
Para recuperar la influencia en su esfera privada tradicional, las mujeres tenían que
salir de ella e incorporarla al mundo público. La contra-estrategia de las mujeres ante
la socialización de las “esfera privada” desde arriba fue, podríamos decir, una
politización del hogar “desde abajo”. (p.383)

Por otra parte, es interesante resaltar comó la experiencia de las luchas y proclamas
desarrolladas durante el periodo imperial condujeron a la generación de una tradición y
compromiso con las diferentes problemáticas sociales por parte del movimiento de mujeres. Al
respecto Storm (2009) sostiene,

Gleichwohl war die Sozialpolitik das Feld, auf dem die Politikerinnen über alle
Parteigrenzen hinweg während der Weimarer Republik zusammenarbeiteten. Nahezu
alle Frauen hatten sich bereits vor ihrer Zugehörigkeit zum Parlament intensiv mit
sozialen Themen befasst und waren in diesem Bereich beruflich oder ehrenamtlich
tätig gewesen. Dagegen beschäftigte sich nur ein kleiner Teil der männlichen
Abgeordneten mit sozialen Fragen und hatte dabei vornehmlich die Lage der
männlichen Arbeiterschaft im Blick -22-(p.39).

De este modo, pueden comprenderse algunós de las principales leyes impulsadas en conjunto
o por la mayoría de las parlamentarias durante el periodo 1919-1933:

• Ley de protección de la maternidad (1919):

protegiendo la salud de la mujer y su hijo durante el embarazo, después del parto y durante la
lactancia según lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo.

• Ley de crianza religiosa (1921):

regulando y limitando a nivel nacional el derecho de los padres a determinar la educación


religiosa de los niños como sus derechos a la hora de elegir la religión que desee profesar.

• Ley de beneficencia de la juventud (1922):

reglamentando la obligatoriedad por parte de los padres en reconocer a su hijo como autentico
progenitor.

• Ley de admisión de mujeres en las oficinas y profesiones del poder judicial


(1922):

procurando el ingreso irrestricto a las carreras administrativas y judiciales a las mujeres

• Ley de regulación del trabajo domiciliado (1924):

regulando las condiciones y relaciones laborales, salariales e higiénicas del espacio de trabajo.

90
• Ley de lucha contra las enfermedades de transmisión sexual (1927):

organización de comité salud para enfrentar enfermedades venéreas.

No obstante, pareciera que detrás de la propia participación e intervención de las mujeres en


la práctica parlamentaria durante el periodo de Weimar también se encubría cierta
discriminación por parte de sus compañeros de bancada en tanto, como manifestaba la
parlamentaria por el SPD Anna Bloss “Wie allenthalben besteht die Neigung, den Frauen
bestimmte Gebiete, die nach landläufiger Anschauung ihrer Eignung besonders entsprechen,
zuzuweisen und bei der relativ großen (...) Zahl von weiblichen Abgeordneten bleibt so
mancher Wunsch nach Mitarbeit auf anderen Gebieten unerfüllt“ (Stoehr,1991,p.102).
Asimismo, tampoco podemos indicar como bien sostiene Irene Stoehr (1991) que se haya
consolidado una postura univoca dentro del movimiento de mujeres, lectura que también es
sostenida por Pukert (1987) al afirmar que:

Daraus entstanden in der zweiten Hälfte der Weimarer Republik zwei gegenläufige
Unterströmungen: zum einen geriet das allenthalben propagierte modern Frauenbild
der unpolitischen Konsumorientierten, medienbegeisterten jungen Angestellten in die
Schusslinie der alten Frauenbewegung; zum anderen artikulierte sich verschiedentlich
nicht nur unter reaktionären Männern, sondern auch Frauen die Sehnsucht nach
einem gesicherten Statusideal der Mutter und der “hohen Frau” im harmonischen
Kreise der Familie. Dieses Fluchtbildspiegelte auch die Lasten, die das modern
Leitbild der neuen Frau zusätzlich auf die Frauen in ihrem Alltag ablud. -23- (p.104)

Sexualidad

Hubo otro espacio donde la transformación de la sociedad y la resistencia de las instituciones


tradicionales a la misma modernización confluyeron. Durante las primeras décadas del siglo
XX no solo se estaba produciendo la denominada “transición demográfica”, a la que
anteriormente nos hemos referido, sino también tanto en la sociedad alemana, en particular
como en Europa, en general, se estaba produciendo una “revolución sexual” (Richard,1993;
Gay,2011; Weitz,2009) caracterizada principalmente por diferenciar el sexo de la reproducción.
Esta reinterpretación de la sexualidad parece cimentarse en torno a una doble variable. En
tanto, se correspondió a un proceso adjudicado a las condiciones imperantes en la sociedad
moderna como a la conformación de un nuevo espíritu disruptivo frente a la tradición y la
moralidad imperial resquebrajada por la propia Republica. Al respecto, Weitz (2009) observa
que,
91
Según todos los comentaristas, a la guerra; y a la revolución, añadiremos por nuestra
parte. Ambos hechos socavaron profundamente el respecto a la autoridad, así como
las normas sexuales y morales predominantes. Para muchos ciudadanos, la
emancipación del cuerpo, ya fuera en la cama, por la calle o en la playa, era una forma
contundente de afirmar que eran modernos y de demostrar el rechazo que sentían
hacia aquel mundo asfixiante que había sido la Alemania de antes de 1918. (p.262)

Sin embargo, como observa Herzog en Sexuality in Europe: a twentieth- century history (2011)
la sexualidad ya se había convertido en una cuestión política entre las últimas décadas del
siglo XIX en tanto,

One factor was growing media attention to the issue of prostitution. This attention was
intensified by military and government authorities’ worry about the perceived spread
of venereal diseases, and by public fascination with titillating stories of sex trafficking.A
second crucial factor was the growing desire for fertility control. Across European
nations, couples sought to limit family size using a variety of measures and, despite
the fact that contraceptive strategies often clashed with longings for pleasure,
birthrates in all nations and all classes of society began dropping. Third,an increasing
voyeuristic public interest in scandals surrounding same-sex activities – many of them
involving high-ranking military officials, members of the aristocratic elites, and
celebrities. What once had been a rather unremarkable feature of some individuals’
sexual habits became fodder for mass gossip -24-(p.6).

Además, uno de los elementos más interesantes en la revolución sexual desarrollada durante
este período se encuentra en haber expuesto una de las principales asimetrías sexuales que
se desarrollaron mediante la cultura burguesa decimonónica: la doble moral en los parámetros
respecto a la sexualidad del hombre y la mujer. Como afirma Herzog (2011), respecto a los
parámetros sociales sobre los que se cimentaba la sexualidad de la mujer, “Some belived –
and this was a view shared by many anti-feminist-that women did not have especially strong
sexual desires and the sex was largely the preserve of men” (p.11). En tanto, para el caso de
los hombres, pareciera que la lectura social afirmara la existencia de una “pulsión natural”
legitimadora para actuar libremente en este plano ya que, como observa Herzog (2011)
“monogamous marriage might be necessary for civilization, the male sex drive was too strong
to be contained by marriage, and therefore prostitution was the only sensible compromise
solution – a kind of safety valve (p.14).En el devenir de los años, las posiciones tan sólidamente
configuradas parecieron disolverse a punto tal que un escritor como Eggebrecht llegó a afirmar
“las consecuencias simplemente eróticas de lo que conocemos como emancipación han sido
eminentemente negativas. La inseguridad que el hombre siente frente a la mujer ha llegado a
ser prácticamente insoportable” (Weitz,2009,p.91) Asimismo, pareciera que el debate en torno

92
a la sexualidad, al igual que el debate en cuanto a la mujer moderna, se encontró fuertemente
magnificado a partir de los nuevos medios de comunicación donde, y mediante columnas en
los diarios, la radio como el cine, se observó una fuerte preocupación por temáticas como la
prostitución, enfermedades venéreas, los incuantificables números de abortos clandestinos.
Lo cual, como ha analizado Weitz en La Alemania de Weimar (2009) no solo demuestra la
importancia que habían adquirido los medios de comunicación durante el periodo democrático
sino también reflejan cómo, en una sociedad socavada por la violencia y la paranoia
económica, estas nuevas problemáticas sociales se sostuvieron como temas de importancia
nacional.
Esta nueva concepción de la sexualidad buscaba no solo redefinir al sexo como un acto
placentero separado de la reproducción si no también generar un cambio en la cultura sexual
de la sociedad buscando la formación de condiciones menos “peligrosas” respecto a la
prostitución, los embarazos y las enfermedades venéreas. Este reposicionamiento, tuvo como
promotores a una serie de médicos y militantes de izquierda que, aprovechando la mengua de
la censura52 de la sociedad decimonónica, protagonizaron la formación de una literatura y
prensa (Levy-Lens,1927;Van de Velde,1928; Hodann,1929)que ponía en tela de juicio la
sexualidad de una sociedad que se había acostumbrado a convivir bajo una sexualidad
reprimida53 ante la falta de políticas para la difusión de una educación sexual durante el periodo
imperial (Gay, 2001;Herzog, 2011). Bajo esta dinámica, este grupo de reformadores buscó la
difusión de los métodos anticonceptivos como un elemento de salud pública, así como una
herramienta que permitía la emancipación del sexo del matrimonio.
De este modo, durante este período se observa la consolidación de dos estrategias
anticonceptivas, más allá del tradicional coitus interruptus, como las prácticas abortivas y
principalmente la masificación del uso del preservativo54. Dentro de este espectro, la actuación
en la esfera privada por parte de una serie de investigadores como Max Hirsch, Magnus

52
Este mismo proceso puede observarse en una apertura en el espacio y opinión pública respecto a la sexualidad- Al respecto,
como sostiene Saxe (2009) Es el tiempo de hitos como la película Anders als die Andern (Diferente de los otros), un film
alemán producido durante la república de Weimar en lo que se conoció como una época dorada para la libertada homosexual.
La historia del filme mudo fue concebida con la asistencia de Hirschfeld y fue un intento único y coherente de rescatar a la
homosexualidad como un espacio natural dentro de la sociedad planteándola como simplemente un más de las variaciones
de la naturaleza (p.2)
53
Una de las prácticas más comunes dentro de los sectores proletarizados como de clase media se encuentra en una
aceptación difundida para el consumo de prostitución como práctica inhibitoria a la sexualidad dentro del matrimonio. (Herzog,
2011)
54
Llegándose a producir por parte de las compañías farmacéuticas más de 80 millones de preservativos por año en una
sociedad que ha hacia el año 1910 era considerada carente de una educación sexual propicia para el mundo moderno (Herzog,
2011)
93
Hirschfeld y Arthur Kronfeld, quienes, mediante iniciativas en torno al asesoramiento
matrimonial y a la planificación familiar, contribuyeron al movimiento por una educación sexual
como a la derogación de los artículos 175 y 218 del código penal que reprimían cualquier acto
sexual y prácticas abortivas (Richard,1993). En tanto, las campañas de los sectores feministas
independientes e integrantes de la socialdemocracia y el KPD dispusieron que a nivel
municipal se formaran más de 400 espacios (oficinas) para responder consultas respecto a
métodos anticonceptivos como a estrategias para la planificación familiar en las familias
obreras.
Por otra parte, es importante resaltar la labor de Magnus Hirschfeld en la dirección de la revista
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen (Anuario para los estados sexuales intermedios) y la
fundación de la organización Wissenschaftlich-humanitäres Komitee (Comité científico-
humanitario) en 1898 que busco la redefinición de la homosexualidad como una elección y no
una enfermedad psíquica como por su despenalización. Sin embargo, es interesante plantear
que esta apertura y puesta en debate, nos habla de una tradición que se está poniendo en
disputa y por ende que comienza a ser removida de su posición hegemónica. Esto puede
observarse respecto a los fuertes debates desarrollados, entre otros, dentro del campo médico
y psicológico.

Many decriminalization activists also turned to medical experts for support of their
theories that homosexual desire was either “constitutional” – i.e. innate, inborn – as
opposed to a sign of sin or a condition acquired through seduction. Homosexuality
was simply a minority but nonetheless natural variant of sexual expression. Yet other
medical experts, however, used their authority to argue just the opposite: that while
homosexual desire might be inborn or initially innocently acquired, it was nonetheless
dangerous and criminal; some indeed argued that homosexuals tended toward
criminality more generally. Both the state of the law and the import of medical findings
for the law were in a state of profound flux. This led legal theorists and medical
theorists alike to write ruminations that are ever more detailed on the intricacies of
same-sex activities. -25-(Herzog,2011, p.35)

No obstante, la consolidación de un nuevo paradigma sobre la sexualidad se vio fuertemente


criticado por las fuerzas conservadoras. Para la iglesia católica como para el luteranismo,
quienes observaban en la libertad sexual una actitud plenamente egoísta que buscaba en
relaciones vacías de sentimiento la felicidad, la plenitud sexual se podía alcanzar tan solo en
el matrimonio consagrado donde “el verdadero amor” se constituía como el garante del amor
mutuo de la pareja y superador de cualquier relación “despersonalizada” (Herzog,2011). Al

94
igual que en aquellos movimientos moderados de mujeres anteriormente analizados, la
identidad patriarcal pareciera disponerse como inherente a la identidad de un gran número de
colectivos en la republica

95
Metrópolis: diarios, lectores y comunidades imaginadas en él Berlín
de principios de siglo XX

Introducción
La transformación en las formas de sociabilidad durante fines del siglo XIX y principios del siglo
XX en las zonas de una alta tasa de urbanización es un elemento intensamente mencionado
en los estudios referidos tanto al periodo imperial como a la república de Weimar (Sennet,1991;
mai,2013; Weitz,2009; Gay,2001 Peukert,1987). Asimismo, la formación de una identidad
nacional en los estados modernos es otro de los puntos altamente estudiados dentro de las
ciencias sociales (Anderson,1993; Hobsbwm,1990). En estos, se ha hecho un gran hincapié
en los distintas herramientas gubernamentales, simbólicas y discursivas que los estados-
nación desarrollan en búsqueda de generar un sentido de pertenencia como la consolidación
y legitimación del orden político liberal-burgués. Por otra parte, y dando cuenta del proceso de
modernización de las sociedades decimonónicas occidentales, el desarrollo de una cultura del
consumo y del entretenimiento también han sido procesos intensamente estudiados
(Sennet,1991).

Bajo esta sintonía, el siguiente capítulo se encargará de estudiar estos mismos procesos en
el desarrollo de Berlín como una ciudad-metrópoli europea, donde nuevas prácticas de
sociabilidad y de consumo se disponen para generar una identidad propia y diferenciada del
resto del territorio alemán. Esta distinción, no solo se genera a partir del propio contexto de
intensiva industrialización y emigración que caracterizan a la ciudad en este periodo sino
también a partir de la extensión de la práctica de la lectura y una nueva “Lesewut” influida por
el periódico y la novela moderna. En última instancia, la formación de una “comunidad
imaginada” berlinesa y diferenciada del resto también estuvo influenciada por la radio, aunque
esta última, más tarde, también permitió la generación de un sentido de pertenencia a nivel
nacional.

Habitar la ciudad
Como ya hemos mencionado más arriba, el periodo al que nos estamos refiriendo se
caracteriza por estar dinamizado por un fuerte proceso de migración campo-ciudad, al mismo
tiempo que por un constante proceso de concentración en las grandes urbes
96
(Hobsbawm,1989; Sennet,1991; Möller,2015). Por ejemplo, como observa Mai (2013) “1933
wohnte noch ein Drittel der Bevölkerung auf dem Dorf, aber bereits ein Viertel in den
Grosstädten. 1910 hatte das Verhältnis 45:20 betragen “(p.74). Asimismo, el proceso de
urbanización también significó la transformación de algunas estrategias y normas sociales
características de sociedad de raigambre rural. Así, ante la imposibilidad, inherente al trabajo
industrial, de lograr la auto subsistencia característica de las zonas rurales, comenzó a
desarrollarse el ideal de una “Kleinfamilie” formada por los padres y dos hijos (Peukert,1987)
En tanto, en el entorno urbano también se generaron “códigos morales más flexibles 55 y un
nivel de censura menor” que dinamizaron un nuevo “espacio público” (Fritzsche,2008, p.77).
Asimismo, el desarrollo de una cultura del consumo, la apropiación de costumbres extranjeras,
el desarrollo de nuevos estilos de trabajo como la distinción menos clara de los papeles
convencionales relacionados al género, también fueron elementos propios de este proceso
(Kershaw,2016; Fritzsche,2008). En definitiva, como afirma Mai (2013),

Der Prozess der Urbanisierungbeinhaltete zugleich einen kulturellen Wandel. Zwar


speiste sich die Binnenwanderung noch immer zu einem erheblichen Teil aus der
Landflucht, sodass weiterhin viele in der ersten Generation in diesem Umfeld lebten.
Doch immer mehr Menschen wurden in städtischen Lebensformen eingebunden, etwa
die Trennung von Wohnen und Aribeiten, von Famillie und Freizeit. -26- (p.72)

Tras la unificación del imperio alemán en 1871, Berlín se convierte en la capital del imperio.
Esta condición, en una primera instancia, impuso el ordenamiento de la ciudad bajo el mandato
directo de la familia Hohenzollern. Sin embargo, a partir de ese momento la población como la
industria desarrollan un proceso de crecimiento exponencial que condujo a que en apenas
setenta años la población pase de 418.733 habitantes (1850) a más de 4 millones en los años
veinte en tanto, la industria expresó un desarrollo por igual hasta lograr formar en poco tiempo
un conglomerado industrial superior a la cuenca del Ruhr y por igual al desarrollado en
Manchester o Liverpool (Richard,1993). Este salto demográfico también expresa el enorme
proceso migratorio iniciado a partir de las transformaciones que en el espacio rural
(concentración de propiedades y agricultura comercial) se estaba desarrollando, conduciendo

55
Cuanto más alfabetizada y más culta era la población, cuanto más alto era el nivel de urbanización y cuanto más avanzada
era la economía industrial, más tenían que luchar la Iglesia católica y la Iglesia protestante para conservar la adhesión de la
gente a ellas. Tenían que competir no sólo con las filosofías que rechazaban el cristianismo y ofrecían distintas «religiones
seculares» alternativas, sino con la multitud de distracciones cotidianas de la vida moderna existentes en las ciudades grandes
y pequeñas del continente. (Kershaw,2016, p. 332)
97
a que el campesinado llegue a la futura metrópolis, como afirmó Adolf Damaschke (1900) en
Die Bodenreform. Grundsätzliches und Geschichtliches zur Erkenntnis und Überwindung der
sozialen Not, “ with the hope to find the most favorable living conditions” (p.59). Proceso
reflejado también en el censo de 1905 al manifestar que, sobre un total de 3,23 millones de
habitantes que vivían en la metrópolis, 1,74 millones no habían nacido en Berlín y el 81,3 por
ciento de este provenía de provincias del interior de Alemania (Mai,2013). Sorprendentemente
hacia el año 1925 tan solo el 2,39 por ciento tenía un origen extranjero.

La industrialización y modernización del espacio trajo aparejado también la formación de


barriadas proletarias como en Neukölln en donde en apenas diez años (1900-1910) su
población aumentó de 90.442 a 237.289 habitantes. No obstante, las condiciones
habitacionales son las clásicas de un barrio proletario del siglo XVIII y XIX: amontonados y con
un sistema de servicios públicos sobresaturado, varias familias viven en su mayoría en pisos
de una sola habitación aunque, en algunas ocasiones, se registran familias viviendo solas y en
pisos de dos o más habitaciones (Mai,2013). Como afirmaba una ciudadana del Neukölln;

Hacíamos la vida tan solo en la cocina. Allí comíamos, bebíamos y habitábamos. El


dormitorio era tabú: solo servía para dormir. La única habitación que se calentaba era
la cocina. Siempre dormimos con frio… Tampoco podía llamarse a aquello una cocina:
era una especie de pasadizo con fregadero (Flemming,1997, p.236)

Por otra parte, como sostiene Fritzsche (2008) este avance imparable también condujo a la
anexión de distritos56 colindantes con la Reichshauptstadt57,

56
La renovación del centro de Berlin fue tan drástica como la urbanización de los suburbios. A partir de 1871, las principales
estaciones de tren –Stettiner, Schlesischer, Anhalter y Postdamer- se metieron en la ciudad como si fuesen ejércitos enemigos
que en su avance trajeran hoteles, restaurantes y locales de ocio para su diversión, junto con depósitos, almacenes, oficinas
de correo y líneas de tranvía y metro. ( Frietzsche,2008,p.199)
57
Everyone takes the streetcar in Berlin. Nothing would keep a person from riding it: not tax brackets, social prejudices, or
even the middle-class rage that occasionally flares up against the hated corporation; only the nature of the neighborhood and,
to some extent, the time of day, can reduce streetcar use among members of particular segments of the population who use
particular cars. To this end, nothing is more instructive than spending an hour on one of the lines that run from the easternmost
to the westernmost part of Greater Berlin. On such trips, the clientele assembled within the long, narrow, windowed car
(complete with two carpeted benches) changes with unfailing regularity. Workers and plain women, sometimes with a child
sitting on their laps in a red woolen cap – this is the crowd in the east. One sees no boys or girls. Fashionably dressed
passengers attract glances when they board, and the conductor accepts the “sixer” given to him as a tip (always an exception
in Berlin) with twice the astonishment here. The picture changes in the west: in the city center, businesspeople, ladies returning
from shopping, and messengers from large department stores climb aboard. In the true West Berlin – the “New West” – such
cars often double as grand street-facing buildings. Most of the passengers are ladies, nannies with infants, and schoolchildren
in expensive yet simply designed clothes who stand in the center aisle and present their monthly tickets to the conductor. But
on these lines, there are also nuances that vary according to neighborhood. The residents of Wilmersdorf and Schöneberg are
middle class; the Charlottenburg families are rich, and the Grunewald residents are millionaires. The last group also boasts its
own line (it bears the premier symbol A), and often, particularly on sunny winter mornings, one is treated to the following sight:
a streetcar interior cozily warmed by heaters under one row of benches, the scent of Patchouli, groups of the most elegant
women laughing and conversing. [ . . . ] Passengers take this streetcar to Potsdamer Platz, where they get into a carriage
98
Era en el Vorstadt en especial donde brillaba con mayor intensidad la transitoriedad
que Baudelaire reconoce como la piel iridiscente de lo moderno. Los suburbios que,
en el pasado, habían sido pueblos del interior fueron alcanzados por las afueras de
la ciudad y formaron una piedra con los edificios, las fábricas y las carreteras que
llegaban hasta Brandemburgo. (p.196)

Sin embargo, como afirma Lefebvre (1974) el poder no aparece como tal; se esconde bajo la
organización del espacio, y Berlín no es la excepción, el reordenamiento del espacio a partir
del “boom” de la empresa capitalista en la región también se dispone, por ejemplo, en la
ocupación por parte de las nuevas burguesías del centro medieval como espacio comercial58
-y en algunas partes también como emprendimientos habitacionales de lujo, al mismo tiempo
que la clase nobiliaria abandona la ciudad para refugiarse en “sus casas de campo”. Bajo esta
sintonía, este reordenamiento, según Berstein (1905), adquiere un carácter clasista en tanto,

El propietario de una gran empresa industrial de la capital vive en una villa de


Grünewald. Su director ocupa un piso en una vivienda de Kurfürstendamm; otros
empleados bien pagados residen en Schöneberg, Wilmersdorf o en alguna de las
mejores calles residenciales de Berlín. Su personal administrativo medio está
instalado en pisos modestos del mismo barrio, pero, en algunos casos se los puede
encontrar también en los barrios situados al norte, al este o al sureste; en estos barrios
es donde hallamos a los obreros y empleados mal pagados, que se distribuyen según
la situación geográfica de los locales de la empresa (Richard,1993, p.66)

No obstante, estas distancias geográficas como las necesidades comerciales e industriales


imponen que Berlín desarrolle un sistema de transportes extraordinario. Expresando también
el carácter más moderno de la ciudad a partir del “incremento de la regularidad, volumen y
velocidad del flujo de bienes hacia la industria y hacia los mercados de la ciudad que redujo el
tiempo de rotación del capital y abrió la posibilidad de grandes operaciones tanto de producción
como de distribución” (Harvey,2008, p.142). Pero este, no solo le permite unir a sus diferentes
distritos sino también, expresar las contradicciones de la Reichshauptstadt y su proceso de
modernización incesante,

Echar un vistazo a nuestro alrededor es abarcar con la mirada los diferentes medios
de transporte utilizados a lo largo de los últimos cincuenta años: un coche de caballos
cargado con barriles de cerveza, automóviles que siguen diferentes direcciones,
incesantes tranvías que se detienen para que bajen los pasajeros, que ya tienen
pensado ir a un café, a un teatro o sólo dar una vuelta por la plaza y echar un vistazo.
(Weitz,2009, p.39)

(flemming ,1997, p. 471).


58
“el comercio iba despojando al centro de su aura de venerabilidad arquitectónica. Adheridos a las fachadas de edificios
antiguos, los anuncios publicitarios eclipsaban los viejos valores, un problema que solían señalar los expertos, sin que nadie
les prestara atención” (Frietzsche,2008, p.176)
99
Sin embargo, el avance de la modernización en el espacio no terminó de redefinir el carácter
del estado y la sociedad berlinesa. Las diferencias por status continúan y son un punto de
constante choque frente aquellos sectores burgueses que defienden los ideales liberales para
la metrópolis, el Imperio y la administración de las “cuestiones públicas”, y aquellos sectores
nobiliarios que se imponían por una cuestión “contactos” entre las esferas más importantes del
imperio.

This is connected with the further fact that when it comes to both
acceptance into the administrative service and advancement in the same,
certain social classes, especially the nobility and the large landowners
of the eastern provinces, are given preferential treatment, and more importance
is placed on family connections, external appearance and dashing looks, than on
scientific and practical ability. Here, too, we are no doubt often dealing with
exaggerations and the generalization of isolated occurrences. Still, this critique
does not appear to be entirely unjustified. (...) The temptation to give special
consideration to members of respected families, especially of the district, is
equally great. To this are added student fraternity and other similar connections,
as a result of which the next generation of our officials in the general state
administration has indeed become more exclusive and lopsided than is in
the general interest or in the interest of the administration itself. Moreover,
it is beginning to appear that when it comes to the filling especially of
so-called political administrative posts that also involve representation,
the nobility is, at the very least, not suffering any disadvantage-27-(flemming
1997,p. 468).

Pero Berlín no es solo un conglomerado de industrias, su desarrollo también se expresa en su


formación como centro cultural donde los Cafés, teatros y cines se involucran para congeniar
un carácter y una sociabilidad moderna sin igual (Weitz,2009). Experiencias que se ven
reflejadas en los diferentes periódicos europeos como Le figaro donde, mediante el reporte de
Jules Huret en el año 1909, se afirmaba que “Millares de edificios nuevos o en construcción,
una vida nocturna intensa, con tranvías que circulan hasta el amanecer, coches cisterna para
la limpieza de las calles, teléfonos automáticos diseminados por todas partes” (Huret,1909,
p.59). Berlín se impone rápidamente como la capital del entretenimiento y el espectáculo
europeo a partir de tener una variedad inigualable de posibilidades, como afirma Richard
(1993), asistir a tres óperas, unos cincuenta teatros, un centenar de cabarés y más de
trecientas salas de cine (estos últimos a partir de la segunda mitad de los años veinte) es
posible en un mismo día. Esta realidad, a pesar de la gran guerra, continuó e hizo posible que
Berlín en los dorados años veinte se convirtiera en algo inigualable para sus visitantes,

En Baviera, Sajonia, Fráncfort y Hamburgo y en muchas otras ciudades hay, sin


duda, grandes periódicos, pero en Berlín hay tanto como en el resto y de todas las
100
tendencias. En Fráncfort, Dresde y Múnich y demás hay, sin duda, grandes teatros y
grandes teatros, pero en Berlín esta la obra de Reichardt, continuada por Holländer,
allí están Jessner, el Lessing – Theater y muchos otros, aunque bastaría con la Freie
Volksbühne. En Heidelberg y Bon hay sin duda, universidades celebres, pero la de
Berlín cuenta con más de diez mil estudiantes (Colin,1924, p. 156)

Ahora bien, si las distancias entre estos actores y espacios parecen insalvables ¿cómo
logramos concebir la unidad entre todos estos actores? ¿Qué hizo posible la generación de
una identidad berlinesa?
Metrópolis (1916) George Grosz

Comprender a los sujetos

La formación de las primeras metrópolis


como sus nuevos códigos de
sociabilidad también han sido
interpelados por sucesivos estudios que
intentaron dar cuenta de aquellas
transformaciones, por ejemplo, una de
las primeras perspectivas a analizar es
aquellas desarrollada por Korff (1985)
en Mentalität und Komunnikation in der
Grosstadt.Korff nos expresa la pérdida
de una “seguridad interior” como
también el asombro y la agitación a los
que se enfrentaron los individuos en las nuevas grandes urbes ante la proximidad y el contacto
inmediato con otras personas y con los objetos. Proceso que, a su vez, genera la necesidad
de un proceso de adaptación o “urbanización interior” y cuyos rasgos distintivos son la
intensificación de la sensualidad, pero también de la indiferencia emocional (Kohlmann y
Businger,1985). Asimismo, como expresa Fritzsche en Berlín 1900 (2008), la vida en la ciudad
de fin de siglo, con su catarata de nuevas sensaciones, estaba constituida por una serie de
improvisaciones que impedían el desarrollo de una personalidad integral. En tanto, los ritmos
frenéticos y novedosos de las grandes urbes (especialmente Berlín) daban cuenta también del
nacimiento de una nueva cultura metropolitana, donde el consumo, la espacialidad y el
espectáculo concibieron una mentalidad industrial y moderna (Fritzsche,2008).

101
En esta misma sintonía, mediante la distinción que Walter Benjamín59 desarrolla entre la
experiencia (Erfahrung) del aldeano o el artesano, que hunde sus raíces en la tradición
comunitaria y la vivencia (Erlebnis) del sujeto metropolitano o del obrero, caracterizada por la
discontinuidad y lo efímero, también podemos encontrar una herramienta conceptual que nos
permita distinguir aquella distancia inter como extra subjetiva que se desarrolla ante los
avances de la técnica y la vida en las ciudades (Staroselsky,2015)

Por otra parte, Simmel (1903) desarolló durante los inicios del siglo XX un análisis exhaustivo
sobre las nuevas operaciones y “habilidades” psíquico-cognitivas que desarrollan los
ciudadanos de las grandes urbes ante las ráfagas de estímulos cognitivos 60 y sociales que
estos mismos sufrían y tensionaban la propia sociabilidad del entorno rural o de las pequeñas
aglomeraciones61. El desarrollo del pensamiento calculador y el movimiento cronometrado
conforman la racionalidad de los berlineses.

Esta disposición mental de los metropolitanos entre sí puede ser designada, desde
una perspectiva formal, como reserva. Si uno respondiese positivamente a todas las
innumerables personas con quien se tiene en contacto en la ciudad – como sucede
en las pequeñas localidades donde uno conoce a todos aquellos a quienes se
encuentra y en donde sí tiene una relación positiva con casi todo el mundo- uno se
vería atomizado internamente y sujeto a presiones psíquicas inimaginables
(Simmel,1903,p.3).

Bajo estas condiciones, Simmel (1903) observa la formación de lo que denominó actitud Blasè

No hay fenómeno más exclusivamente propio de la gran ciudad que el hombre blasé,
el hastiado. Así como una vida de placeres inmoderados puede hastiar, porque exige
de los nervios las reacciones más vivas, hasta ya no provocarlas en absoluto, así
impresiones sin embargo menos brutales arrancan al sistema nervioso, debido a la

59
Al respecto, me parece importante resaltar el trabajo de Staroselsky en Consideraciones en torno al concepto de experiencia
en Walter Benjamin (2015) quien expresa la distinción entre los termino Erfahrung y Erlebnis. “resulta útil realizar una distinción
conceptual entre Erlebnis y Erfahrung como dos posibles sentidos de experiencia. Michael Löwy se refiere a estos dos
conceptos diferentes de experiencia tal y como aparecen en Benjamin, y describe a la Erfahrung como una “experiencia
auténtica (…) –fundada en la memoria de una tradición cultural e histórica–” (2005, p. 29); y la distingue de la Erlebnis como
“vivencia inmediata” (2005, pp. 29-30). En la constatación de Benjamin de la crisis de la experiencia, lo que está en crisis no
es la vivencia (Erlebnis), sino la experiencia en el sentido de Erfahrung, aquella que, excediendo el ámbito personal o privado
de la mera vivencia, resulta comunicable adquiriendo de ese modo un carácter colectivo o compartido. Este carácter
compartido reviste una importancia central en la filosofía de Benjamin, y ayuda a comprender cuán alejado está el concepto
benjaminiano de experiencia del kantiano, y en general de la conceptualización moderna de la experiencia. El “sujeto” de la
experiencia no puede ser nunca el sujeto individual, al que sólo le queda vivenciar, en todo caso, el mundo, pero que no puede
hacer de él una experiencia si no cuenta con los elementos de una cierta tradición que dote su vivencia de sentido y la inscriba
en un marco comunitario que la excede a la vez que hace posible su elaboración.”
60
“con cada cruce de la calle, la gran ciudad marca un contraste con las ciudades pequeñas y la vida rural en relación con los
fundamentos sensibles de la vida psíquica” (Simmel, 1903, p.4).
61
“La falta de algo en el centro de alma nos impulsa a buscar una satisfacción momentánea en nuevos estímulos, sensaciones
y actividades externas. Así es como nos vemos atrapados en la inestabilidad y la impotencia que se manifiestan en el tumulto
de la metrópoli, la obsesión por los viajes, la búsqueda desesperada por competir y la típica falta de lealtad moderna con
respecto al gusto, el estilo, las opiniones y las relaciones personales” (Simmel,1903, p.4).
102
rapidez y la violencia de su alternancia, respuestas a tal punto violentas, lo someten
a choques tales, que gasta sus últimas fuerzas y no tiene tiempo de reconstituirlas.
Es precisamente de esta incapacidad para reaccionar a nuevas excitaciones con una
energía de misma intensidad que deriva el hartazgo del hombre blasé (p.4)

No obstante, Simmel (1903) también sostiene la relación ineludible entre este estilo de actitud
y el triunfo de una racionalidad economicista para la sociabilidad del fin de siglo

Al origen fisiológico de la actitud Blasè metropolitana se aúna otro factor que surge
de la economía monetaria. La esencia de esta actitud radica en la insensibilidad ante
la diferencia de las cosas. (…). Estos, en efecto, se le presentan a la persona Blasè
bajo un tono de grises e indiferenciado. Ningún objeto merece preferencia sobre otro.
Esta disposición es el fiel reflejo de una economía monetizada completamente
internalizada. Al ser equivalente de todos los casos en la misma forma, el dinero se
convierte en el nivelador más atroz; el dinero expresa todas las diferencias cualitativas
de los casos en términos de ¿Cuánto cuesta? Con toda su capacidad de indiferencia,
el dinero se convierte en el común desarrollador de todos los valores y vacía,
irreparablemente, el centro de los casos, su individualidad (p.4).

Por otra parte, desde su perspectiva marxista, Gunther Mai (2013), encuentra en el proceso
de urbanización e industrialización de la sociedad los elementos dinamizadores para la génesis
de una conciencia de clases proletaria y, tras la revolución de 1918, las contradicciones propias
del sistema político- partidario sostenido por el modelo burgués liberal,

Im industriell- urbanen Teil der Gesellschaftveränderten sich die Klassenbeziehungen.


Doch endete damit keineswegs das auf Erfahrung gegründete Bewusstsein der den
Klassen Zugehörigen. Die Aufwertung der Arbeiterschaft im Krieg, deren Ansprüche
(zumindest) auf Gleichberechtigung in der Revolution, der Klassenkampfcharakter
des Bürgerkriegs wie der Arbeitskämpfe verschärften dieses Bewusstsein eher noch.
Die Unüberückbarkeit der Klassengegensätze, die sich in den Lagern des
Parteiensystems wiederspiegelte, resultierte aus der Verfestigung der ökonomischen
Klassen in sozialen-moralischen Milieus als relativ abgeschlossen, sozial homogenen
und organisatorisch verdichteten werte- und Erfahrungsgemeinschaften. Die
Zugehörigkeit wurde bestimmt durch gleichen Status (Arbeiter, Bürger), gleiche
Lebensweisen (Familie, Wohnquartiert), Symbolische Praktiken (Kleidung, Habitus,
Bildung, Sprache, Feste), gleiche Wertvorstellungen (Ehre, Leistung, Bildung,
Solidarität, Religion) und Weltdeutungen. Aus ihren je eigenen Vorstellungen von der
gerechten Ordnung entwickelten sie ihre politischen Präferenzen. -27- (p.77)

La metrópolis es también el campo del flaneur quien en su paseo y mirada que “botaniza la
ciudad” da cuenta de la alternancia más diversa de ambientes, sonidos y personajes que
constituyen a la ciudad

Caminar y mirar es como leer una calle. Los rostros de la gente, los puestos callejeros,
los escaparates, las terrazas de los cafés, los tranvías, los coches, los árboles, todo
dibuja letras del mismo tamaño que, una vez juntas, forman palabras, frases y páginas
de un libro siempre cambiante. Para dar un paseo y mirar como Dios manda, hay que
dejarse llevar. Como desde Wittenbergplatz a Halensee hay tantas posibilidades de
103
beber algo o de tomar un bocado, de entrar en un teatro, un cine o un cabaré, no
cuesta nada echar a andar a la buena de Dios. Basta con seguir el insospechado
sendero que haya reclamado nuestra atención. Los cristales y la luz artificial son de
gran ayuda, la iluminación eléctrica, sobre todo, cuando entabla combate con los
postreros resplandores del atardecer, al caer la noche (Weitz,2009, p.27)

Formas de leer la ciudad


Estas transformaciones no solo generaron sentimientos de incertidumbre ante lo nuevo, lo
contingente y fugaz que caracterizaba a la vida en la ciudad, sino también se configuraron
como un todo dinamizador tanto para la reflexión como para la crítica social en los individuos.
Para esto mismo, se desplegaron nuevas formas narrativas que intentaron dar cuenta de los
cambios. Al respecto, Fritzsche (2008) sostiene que,

Ese campo perceptivo inestable se refleja en la experimentación de escritos y artistas


con nuevas técnicas de representación. El estilo de “instantánea” de la kleine Prosa,
la antinarrativa de la novela moderna, las disrupciones y los desplazamientos de la
poesía expresionista se vinculan con una forma de mirar claramente metropolitana y
finisecular que puede sintetizarse con la denominación “modernismo” (p.28).

No obstante, detrás de nuevas narrativas, también se desarrolló un proceso subalterno e


íntimamente relacionado con la masificación del escrito y, con ello, la transformación de las
prácticas de lectura62. En esta sintonía, mientras el avance del sistema educativo primario
permitió que el 88% de la población pueda ser clasificada como alfabetizada en el año 1870 –
Ver gráfico 21- (Langewiesche,1987), el abaratamiento de las novelas y periódicos como las
primeras reglamentaciones de orden nacional respecto a la cantidad de horas laborales, no
solo permitieron una reorganización del tiempo de ocio si no también generaron la posibilidad
para que la lectura se convirtiera en una actividad de esparcimiento dentro de grupos
(trabajadores, mujeres y niños) que anteriormente no estaban del todo integrados a la cultura
escrita –publica- o, en todo caso, su participación estaba circunscripta a entornos limitados

62
el acceso de casi todos a la capacidad de leer, tal corno lo estableció en el siglo XIX en la Europa más desarrollada el
acceso a lo escrito, a través de la escuela y fuera de ella, la fragmentación de las maneras de leer y de los mercados del libro
(o del periódico) instauró, tras las apariencias de una cultura compartida, una extremada fragmentación de las prácticas. La
tipología de los modelos dominantes de las relaciones con lo escrito tales como se han sucedido desde la Edad Media (desde
el modelo monástico de la escritura al modelo escolástico de la lectura, desde la técnica humanista de los lugares comunes a
las lecturas espirituales y religiosas del cristianismo reformado, desde las maneras populares de leer hasta la "revolución de
la lectura" de la época de la Ilustración) cede su lugar, en las sociedades contemporáneas, a una dispersión de los usos que
corresponde a la del mundo social(Cavallo y Chartier,2001,p. 454)
104
(Cavallo y Chartier,2001).

GRAFICO 21

I. Public Primary Schools

Year Schools Classe Teachers Pupils Pupils per Pupils per


Pupils per
(grades) teacher 100
class
inhabitants
(grade)
1864 25,056 – 30,805 (1) 2,825,322 – (92) 15
1871 33,120 – 48,211 (2) 3,900,655 – (81) 16
1878 32,299 – 59,493 4,272,199 – 72 16
1882 33,040 65,968 59,917 4,339,729 66 72 16
1886 34,016 75,097 64,750 4,838,247 64 75 17
1891 34,742 82,746 71,731 4,916,476 59 69 16
1896 36,138 92,001 79,431 5,236,826 57 66 16
1901 36,756 104,082 90,208 5,670,870 54 63 16
1906 37,761 115,902 102,764 6,164,398 53 60 16
1911 38,684 128,725 117,162 6,572,140 51 56 (16)
Source: Jahrbuch für die Amtliche Statistik des Preußischen Staates [Yearbook for the Official Statistics of the Prussian State] 1883, pp. 540,
550-559 (1864-1882); Statistisches Jahrbuch für den Preußischen Staat [Statistical Yearbook for the Prussian State],1913, pp. 392, 393; 1915
p. 6 (Population). Table reprinted in Gerd Hohorst, Jürgen Kocka, and Gerhard A. Ritter, eds., Sozialgeschichtliches Arbeitsbuch: Materialien
zur Statistik des Kaiserreichs 1870-1914 [Social History Workbook: Materials on Kaiserreich Statistics 1870-1914]. Munich, 1975, vol. 2, p.
157

Lo cual, ha conducido a definir a las primeras décadas del siglo como un periodo donde
nuevamente se produce una “fiebre de lectura” o Lesewut en Alemania (Lyons, 2013;
Fritzsche,2008) Asimismo, dentro de este mismo periodo y dinamizado por esta mayor
democratización de las prácticas de lectura, se produce la consolidación del mercado del libro
y del escrito en términos modernos – Ver gráfico 22-.

Los editores, que por fin son reconocidos como especialistas profesionales,
explotaron plenamente las nuevas oportunidades para la inversión capitalista. Las
baratas publicaciones mensuales por entregas alcanzaban a un público más amplio
que la tradicional novela bien encuadernada en tres tomos. La serialización de la
ficción en la prensa periódica abrió un nuevo mercado y beneficio (Cavallo y
Chartier,2001, p.544)

105
GRAFICO 22:

Fuente:
Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

Esta transformación del mercado del escrito encontró en la vida en la urbe, en la imposibilidad
de lograr una plena representación de la realidad, en el carácter ordenado y jerarquizado de
las relaciones y en los objetos del periodo decimonónico -que se descomponían en el flujo
incesante y el alto grado de mutabilidad de la sociedad industrial-, una serie de tópicos que
lograron una rápida y alta adhesión de lectores (Fritzsche,2008). Es que, en última instancia,
la novela como producto social, representa “ una época dada, la existencia de estructuras de
pensamientos, gobernadas por las evoluciones socioeconómicas que organizan tanto las
construcciones intelectuales como las producciones artísticas, tanto las prácticas colectivas
como las ideas filosóficas”(Chartier,2002,p. 18) o, en términos de Vovelle (1985), “la literatura,
soporte electroscopico, tiembla y registra también más rápido los estremecimientos de la
sensibilidad colectiva” (p.45).

En esta sintonía, la novela moderna también se formuló como uno de los principales canales
interpretativos de la cultura urbana de la Alemania imperial, en tanto expresó la (im)posibilidad
para los escritores de aprehender las transformaciones que acontecían mediante “los cambios
fugaces de escena, introducir apartes, e insertar un bueno número de mecanismos sociales
para la comunicación o el intercambio de información – cartas, conversaciones, rumores,
periódicos., con los cuales se construye un laberinto que crece en complejidad en la mente de
los lectores” (Fritzsche,2008,p.65). En definitiva, la novela moderna se dispuso como productor
y reproductor de la realidad. En tanto, para aquellos lectores,

106
La ciudad (…) intelectualizaba a los hombres, pues les exigía más conciencia, más
vigilancia, más deducción, más equilibrio y tolerancia con lo inesperado, más
procesamiento del entorno inmediato. La novela formaba a los lectores en la
psicología del detective, a la que alimentaba con su agudeza intelectual, su
suspicacia, su picardía y su capacidad de especulación frente a lo que se percibe. Al
mismo tiempo, sin embargo, contribuía a crear una pasividad emocional que
funcionaba como cautela frente a lo que no puede preverse o comprenderse hasta el
momento en que se revela inesperadamente. Al imprimir este tipo de formación, las
novelas de Dickens, Henry James, Conrad, Joyce llevan a un nivel de espiritualización
el ritmo de luz y oscuridad. (Fritzsche,2008, p.56)

En esta sintonía, en Berlin Alexanderplatz de Alfred Döblin, la mutabilidad de la ciudad se logra


mediante una línea argumental cambiante, donde las superposiciones y el montaje de las
escenas expresan incoherencia de la sociabilidad en la ciudad (Möller,2015). La
fragmentariedad de lo social también se expresa en la enumeración de sucesivos personajes
que actúan en la ciudad (todo) mediante sus lógicas e individualidades particulares (uno).Así,
Inquilinos, propietarios, judíos, antisemitas, pobres, proletarios, activistas, estafadores,
intelectuales, niñas, prostitutas, maestros, padres y sindicalistas, entre otros construyen la
ciudad con sus particularidades. No obstante, la sensación de vivir en la metrópolis se expresa
de innumerables formas, por ejemplo, al afirmar que la ciudad “es un mundo en permanente
construcción y desmoronamiento al mismo tiempo (…) La sociedad está socavada por la
criminalidad (…) existen el orden y la desintegración” (Doblin, 1929, p.32). Pero sin lugar a
dudas, concibiendo una escritura donde los numerosos pliegues que forman el paño de la vida
y las interrelaciones entre los acontecimientos son rasgados o rotos, por el hilo rojo de la
narración (Harald, Jähner,1984) En tanto, según Fritzsche (2008),

Döblin utiliza la ciudad para cuestionar la capacidad del individuo de mirar u observar
o de moverse con una intención definida. Biberkopf no solo está indefenso en la calle,
sino que sus pensamientos y sus dichos contaminados por consignas publicitarias,
dichos populares, citas de la biblia y artículos periodísticos. Tanto la ciudad como el
sujeto que se mueve en ella están hechos de partes y fragmentos que resisten a la
sumatoria. (p.52)

Bajo esta tónica, no es casual entonces que Richard (1993) haya relacionado la generación de
ideas críticas63 en la sociedad alemana con la influencia del movimiento literario realista (inglés
y francés). Este, no solo se expresaba como un reflejo de la realidad, expresando la crisis de

63
Los nuevos lectores del siglo XIX constituían una fuente de beneficios, pero también causaron no poca inquietud a las élites.
Las revoluciones de 1848 se achacaron en parte a la difusión de la literatura subversiva y socialista al alcance del trabajador
urbano y de un nuevo público rural (Cavallo y Chartier,2001)
107
valores decimonónicos sino también, como un ejercicio introspectivo en torno al individuo y la
“cuestión social” que ya comenzaba a tornarse problemática en la segunda parte del siglo XIX
(Delfaud,1981). No obstante, este ejercicio introspectivo también da cuenta de la influencia del
discurso psicoanalítico en boga a principios del siglo XX. En tanto, éste,

No era un asunto puramente “médico”, sino que tenía un significado cultural:


consideraba que, dada la existencia de instituciones sociales de tipo autoritario, todos
ser humano era un enfermo (…) El “conflicto interno” era la fuente de esta
enfermedad: conflicto entre lo que cada individuo posee como propio y lo que le es
ajeno, entre lo que le es inherente y lo que viene impuesto por el exterior.
(Delfaud,1981, p.383)

En última instancia, la explosión en la comercialización de libros que podemos registrar entre


1870 y los inicios de la primera guerra mundial expresa el desarrollo de un nuevo mercado de
consumo64 íntimamente relacionado con la ciudad moderna pero principalmente ligado al
desarrollo de una cultura burguesa, en una sociedad donde aún los resabios imperiales
inhibían su hegemonía65 (Richard,1993). Es decir, “la inclusión de las relaciones sociales y
económicas dentro del mercado capitalista y el avance de un intercambio monetario uniforme
y universal que transformaba hasta los monumentos más refinados en bienes perecederos”
(Fritzsche,2008, p.43) se retroalimentaron con una nueva cultura del consumo íntimamente
relacionada con la vida en la urbe -y el propio capitalismo industrial (mercado editorial)- para
reproducir y redefinir los parámetros sociales que hasta ese momento pervivían, mediante una
actitud de cautela o suspicacia propia de la metrópoli (Kershaw,2016; Hobsbawm,1995). En
esta sintonía, tanto el libro como más tarde el periódico y el cine66, se configuraron como
elementos propios del consumismo y la cultura de masas.

64
La gran urbe, por su parte, creo un mercado en continuo crecimiento para la cultura de masas y la industria del
entretenimiento, en el que confluían las transiciones entre ambos y en el que la calidad dependía de la naturaleza del producto.
El camino hacia el entretenimiento desde el teatro condujo al cabaret, las varietés y el cine. El cambio brusco de bienes
culturales, de opiniones e informaciones de todo tipo se aceleró rápidamente y se extendió de manera increíble debido a los
nuevos medios técnicos. Los medios clásicos, como el periódico, las revistas y los libros, se vieron complementados, pero
paralelamente se constituyeron en una base de repercusión adicional al a nueva ola de información. Sin duda, los años veinte
y treinta actuaron de catalizadores en la transformación estructural del proceso de comunicación moderna (Richard,1993,p.50)
65
A finales del siglo XIX y principios del XX, la Alemania Imperial se reparte según Sombart, en cuatro o quizás en tres grupos
sociales: La alta burguesía, cuya renta anual es superior a 12.000 marcos: la mediana burguesía, con una renta anual que
oscila entre 3000 y 12000 marcos; la pequeña burguesía, que agrupa a alrededor del 25 por ciento de la población (mientras
que los dos primeros grupos forman poco menos del 5 por ciento de la población); y el proletariado, en un sentido más amplio,
que representa el 70 por ciento de la población (Valenzuela Marchant,2008,p.46)
66
A los berlineses nos encanta ir al cine. Ese espectáculo semanal es el sucedáneo de toda la historia del mundo que no
hemos vivido. A diario, se nos entregan las mujeres más hermosas de ambos continentes, y contemplamos sus lágrimas y
sus sonrisas en las películas. (…) En cuanto a las películas, los berlineses no son demasiado exigentes, no se guían tanto
por las críticas que leen en los periódicos, como sucede con las obras de teatro. Se dejan transportar a un mundo de ilusiones.
Son un sustitutivo de la vida para millones de nuestros conciudadanos que, por un instante, quieren olvidarse de la monotonía
de su rutina diaria. (Weitz,2009.131)
108
El pujante consumismo comportaba una demanda insaciable de todo lo que los
nuevos medios culturales podían ofrecer, demanda ávidamente fomentada por el
negocio en rápida expansión del entretenimiento y por las huestes de los que ganaban
dinero con él: empresarios del mundo del espectáculo, editores de canciones,
agentes artísticos, productores de discos y tantos otros. (Kershaw,2016, p.352)

Sin embargo, también es interesante destacar que el mercado de la lectura tuvo segunda
expansión tras la primera crisis de posguerra (Cavallo y Chartier,2001). La aparición de nuevos
formatos de lectura más baratos y “dinámicos” para la vida en la urbe generaron que el
mercado del libro se estancara (Cavallo y Chartier,2001). En última instancia, el libro aún
continúo siendo un objeto ajeno a la cultura de ciertos sectores que sí se sumergieron –ahora-
bajo otros estilos de lectura como el periódico (Kershaw,2016).

Leer y concebir la metrópolis


Mediante una mayor especialización del trabajo, la distinción entre el espacio de trabajo y el
hogar y el desarrollo del transporte público como medio de articulación de estas dos –nuevas-
esferas diferenciadas, la espacialidad y la sociabilidad en las grandes urbes tendieron a
transformarse (Sennet,1991; Hobsbawm,1995). Una de las vías por las cuales podemos
interpelar estas transformaciones es a través, por ejemplo, de los medios de comunicaciones,
específicamente, el periódico. En este periodo la evolución y transformación de periódico no
solo se expresó como una masificación de una herramienta comunicativa e informativa del
espacio urbano, sino también como un producto de consumo que nos permite interpelar los
nuevos parámetros sociales que caracterizaban a la metrópoli- Ver gráfico 23-
(Fritzsche,2008). En esta sintonía, la aparición de periódicos, mediante sus grandes tiradas 67
diarias, como el BZ mittag, Berliner Morgenpost, Berliner Tageblatt, Berliner Lokal-Anzeiger,
entre otros, nos expresan el valor ineludible que estos adquirieron “calibrando” a los lectores
para que “sintonizararan con los ritmos trémulos y mecánicos de la metrópoli. Junto a la
creación de aspectos y miradas, el periódico generaba nuevas formas de mirar y preparaba a
los lectores para ver los sitios más espectaculares, pero también para moverse por las calles
en la multitud” (Fritzsche,2008, p.30).

67
El Morgenpost sostiene haber alcanzado las 154.349 suscripciones en el año 1899, al año siguiente la suma de 190.000 y
en el año 1913 el diario registra 390.000. Por otra parte, el Lokal-Anzeiger registro 250.000 lectores, el Berliner Tageblatt
alcanzo los 220.000 (1913) mientras el Vorwärts cerca de 50.000
109
Ahora bien, la aparición de una prensa de nuevo tono, surgió a partir de August Scherl, un
editor proveniente de Düsseldorf quien, “estaba convencido de que podría ganar dinero
montando un periódico que se ocupara de las necesidades de miles de pequeños
comerciantes y obreros que se habían mudado a la nueva capital” (Fritzsche,2008, p.82). Su
periódico, el Berliner Lokal-Anzeiger, se inició el 4 de noviembre de 1883 mediante una entrega
gratuita a cada uno de los ciudadanos registradas en el sistema postal, en tanto desde un
principio el objetivo fue despertar el interés de un mercado inexplorado 68 (Fritzsche,2008). No
obstante, el Berliner inicio el recorrido de una escritura donde “los redactores evitaban
alinearse con partidos políticos y dirigirse a grupos sociales particulares” escribiendo “sin
Publicidad Berliner ningún interés en persuadir votantes o en educar el gusto cultural
Morgenpost (1901) de
Edmund Edel Berliner de los lectores, los editores descartaron la nota editorial.”
Morgenpost
(Fritzsche,2008, p.83). En última instancia, y una característica
que emergerá para la prensa berlinesa en general en la
posterioridad, “se ocupaba principalmente de acontecimientos
locales (…) y claro está publicando artículos sobre el número
creciente de asesinatos y suicidios” (Fritzsche,2008, p.83) que
era lo que realmente entretenía e interesaba. Como afirmaba el
Berliner Tageblatt del.4 de septiembre de 1928 “algo que le sirva
para pensar un poco, opinión política, información sobre los
acontecimientos más recientes, un poco de melancolía (...) lo
mejor para finalizar un día de verano (...) todas las impresiones
y la información que necesita para concluir la jornada diaria
cualquier persona que pretendía estar al día” (Fritzsche,2008, p.84).

No obstante, esta empresa comercial, desarrolló diferentes estrategias para adquirir mayor
visibilidad como producto y como vía de comunicación publicitaria (Richard,1993). En esta
sintonía, el periódico no solo reprodujo en sus notas el dialecto tipo berlinés como una
alternativa para “llegar” a sus posibles lectores sino también, se convirtió en una de las
principales alternativas publicitarias tanto para espectáculos deportivos y culturales como para

68
Scherl fue el primer editor alemán en considerar a los lectores como consumidores despolitizados y en promover la
búsqueda de noticias como si se tratase de productos comerciales. La Berlín de Sherl era una ciudad en la que el consumo
ocupaba un lugar de privilegio, no tenía preferencias partidarias y muchas veces era, incluso complaciente.
110
la comercialización69 de productos (Richard,1993; Möller,2015).

Sin embargo, en el devenir de los años, el Berliner comenzó a ser sustituido como el principal
periódico ante la competencia que nuevas editoriales comenzaron a imponerle. La aparición
del Berliner Morgenpost en 1898 no solo implicó esta competencia sino también otras nuevas
estrategias de comercialización para el mercado editorial, por ejemplo, el editor Arthur Brehmer
afirmaba, a diferencia de la propuesta del Berliner que, “quien no adapté una postura definida
en los complejos debates políticos del presente es un imbécil, un haragán o un cobarde”. Pues
el Morgenpost, “promovía la reforma social combinada con libertad política en nombre de una
dirigencia joven y de actitud abierta, pero lo que de verdad importaba era el propio servicio
público, viniera de donde viniera” (Fritzsche,2008, p.88).

GRAFICO 23:

Fuente: Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 109f Statistisches Bundesamt, Bundestagswahl 2005, Heft 1, S. 2-5
http://www.bundestag.de/aktuell/archiv/2007/weimar_verfassung/index.html (Stand: Februar 2009)

En lo sucesivo, numerosas editoriales nuevas dinamizaron el mercado del periódico buscando


nuevas estrategias y públicos. Uno de los casos más paradigmáticos es el BZ am Mittag
(1904), el cual se concentraba en deportes, entretenimientos, principalmente “mostrando
instantáneas de los procesos en los tribunales, los sucesos en las comisarías y la actividad en
la bolsa de valores” (Fritzsche,2008, p.88). Además, su público, a diferencia del Morgenpost y
el Berliner que se adquiría principalmente por suscripción, se encontraba entre “los pasajeros

69
Una de estas estrategias fue impulsar la sección “clasificados” cobrando por palabra al mismo tiempo que abaratando aún
más los costos de periódico a los márgenes salariales de la clase obrera, estrategia que también había sido desarollada de
un modo más módico mediante la “tarifa plana” en el Berliner.
111
que iban todos los días en tranvía a su trabajo en Berlín, a las muchachas que iban a comprar
a las tiendas del distrito elegante, a los amantes de las motos y a los que vivían en el submundo
de la noche berlinesa” (Fritzsche,2008, p.89). Así, detrás de este diario, no solo encontramos
nuevamente al periódico como elemento de entrenamiento y consumo sino también con el
inicio de una nueva especificación del público y del producto.

Como ya es evidente, esta nueva prensa - ligada a la cultura del feuilleton- se caracterizó por
expresar nuevas temáticas relacionadas a la vida en la ciudad como a cuestiones prácticas
(horarios de edificios públicos y del transporte, consejos en cómo actuar ante diferentes
circunstancias cotidianas, anuncios de espectáculos y problemas domésticos) para la vida en
esta, por ejemplo, en la primera edición del Morgenpost el diario
Publicidad Berliner Tageblatt
expresaba, “intentaremos hacer de Morgenpost un auténtico (1915)

diario berlinés que esté presente en todos los hogares de la


ciudad (…) Morgenpost reflejará a Berlín, sus ideas y
sensaciones, sus sueños, su trabajo, sus amores y penas;
mostrara a Berlín como realmente es” (Fritzsche,2008,p.88). En
decir, observamos una fuerte distinción frente a la prensa
decimonónica70 que hacía hincapié en la política internacional,
los protocolos parlamentarios, debates políticos como informes
sobre la vida en las cortes. De este modo, la prensa se reinventó
bajo el halo de la urbanización y la lógica de la comercialización
al mismo tiempo que fue una de los principales elementos
movilizadores para la formación de una identidad metropolitana
particular, en tanto generó una vía de legitimación y comprensión de las nuevas pautas que
regían en el nuevo entramado social. Sin embargo, el espíritu conservador también se hizo
sentir, por ejemplo, mediante constantes críticas a la participación de la mujer –periodistas,
canillitas y repartidoras- en la industria editorial como su aparición como un nuevo público
metropolitano a ser “explotado”.

Los críticos de la época pensaban que el periódico ideal tenía que hablar con voz
seria y masculina, ofrecer reseñas culturales y articuladas sobre política y confinar las
noticas sobre juicios y delitos hechos cotidianos a una pequeña sección. Para ellos,

70
Cuando los editores decidían convertir sus periódicos en emprendimientos comerciales vendiendo espacio publicitario, que
podía abarcar desde una página entera hasta una sola línea, cosechaban críticas de la prensa tradicional por mostrar
abiertamente que apuntaban a satisfacer necesidades materiales de los lectores en lugar de educarlos. (Frietzsche,2008.p.72)
112
el diario debía evitar el sensacionalismo – que se asociaba inevitablemente con las
emociones y la debilidad femenina- restringiendo el espacio ocupado por mujeres en
el diario- (Fischer,1902, p.277)

Asimismo, como un medio de comunicación al que todos acuden para saber que sucede, el
diario creó sentido de pertenencia y particularidad sobre un todo plural y heterogéneo. No
obstante, según Fritzsche (2008) el diario cumplió una importante función para los migrados,

Para los recién llegados, el camino más fácil para descubrir la ciudad era el del
periódico. La primera en develar el nuevo mundo de la ciudad industrial y hacerlo
accesible para los lectores fue la prensa popular, que transformó la ubicación (el
periódico en la ciudad) en función (el periódico para la ciudad) (…) Los periódicos
pasaron a ser guías informativas de los complicados protocolos y ritmos frenéticos de
la metrópoli. Quienes llegaban a la ciudad necesitaban el diario para encontrar
alojamiento y trabajo, vender bienes y servicios, identificar tipos urbanos y lidiar con
las instituciones. (…) Con el tiempo, los recién llegados –lectores- iban llenando los
espacios en blanco de sus mapas mentales de Berlín. No leer el diario era arriesgarse
a perder la orientación. (p.34)

Los periódicos, como medio de comunicación y espacio para la opinión pública para los
berlineses, también dieron cuenta de una identidad diferenciada y un sentimiento
metropolitano. No son pocas las expresiones opositoras a las actitudes impulsadas por el
poder imperial sobre la ciudad y sus ciudadanos. Los intentos por un uso exclusivo o limitado
de determinados espacios como propiedad del emperador y de la corte como los intentos de
regular el vocabulario y el estilo de noticias que podía publicarse por parte de las autoridades
o la defensa de la ciudad como un espacio único para los peatones, son claros ejemplos entre
quienes concebían a Berlín como la Reichshauptstadt y aquellos que defendían la metrópolis.
“A todo el que no estuviese sentado en una carroza real o no llevara una pluma en el casco.
Le habría resultado más fácil llegar al polo norte que a Kranzler, viniendo desde el norte, o al
Viktorias- Café, desde el sur” (Fritzsche,2008, p.170) criticaba satíricamente el BZ Mittag en
1905. “Los ciudadanos construyen las calles, pero no tienen derecho a disfrutarlas. Es la policía
la que decide quien la usa y quien no” expresa el Berliner Ilustrierte en 1910. “En todas las
profesiones uno debe cumplir con determinados requisitos, menos en la del periodista, que ni
siquiera debe estudiar y menos aún rendir examen” (Fritzsche, 2008, p.169), afirmaba el Káiser
en 1906 frente al sensacionalismo devenido en crisis de legitimidad cultural en la primera
década del siglo XX. Nuevamente la distancia entre el Berlín imperial y el Berlín metropolitano
queda expresado. En definitiva, la ciudad tuvo ambas caras: modernidad y tradicionalismo.

Pero el periódico no solo permitió concebir simbólica y espacialmente la ciudad por parte de

113
los berlineses, sino también, se expresó como el espíritu propio de la modernidad mediante
una “industria de vanguardia” capaz de reunir, reacomodar y repartir miles de artículos distintos
en un lapso determinado mediante un afinado sistema editorial de organización, producción y
distribución de productos para miles de consumidores. En palabras de Sombart (2001) “más
allá del valor de los contenidos (…) estos son totalmente secundarios si se los compara con el
asombro que nos produce ver, oír e imaginar la tecnología y la organización necesaria para
hacer un periódico moderno” (p.213). Al respecto Gustav Klauder, quien analiza el periódico
Morgenpost, plantea

Ni bien las máquinas empiezan a zumbar y a imprimir, a agitar el recinto con sus
pasos de gigante, a lanzar sus bramidos (…) también se inicia la distribución de los
periódicos, con sus misteriosos y parejos dobleces, en pilas uniformes, la clasificación
de los fardos y la preparación para el reparto. En medio de todo ese alboroto y ese
ruido, se perciben instrucciones (…) batallones de canillitas, cadetes y choferes
encargados de la distribución (Klauder,1928, p.201)

Por otra parte, tras los vaivenes propios de la primera guerra mundial y la primera crisis de
posguerra, el periódico comenzó un nuevo periodo de expansión exponencial que alcanzó su
cenit a fines de los años veinte donde pasó de 3.764 diarios registrados en 1923 a 7625 en el
año 1931 en todo el territorio de la república. Y, en Berlín, “Las cifras son elocuentes. Esta
ciudad-prensa en que entonces se convirtió Berlín cuenta con 147 diarios en 1927. En 1928
dispone de 2.633 periódicos y publicaciones, lo que representa un 26% de la producción total
de la prense alemana” (Richard,1993, p198). Sin embargo, el periódico no solo adquirió el valor
de representar y otorgarle sentido a la ciudad, sino también se convirtió en un espacio de
disputa política, expresando las distancias generacionales e ideológicas entre las diferentes
alternativas políticas del periodo (Möller,2015; Fritzsche 2008). Como nos expresa Richard
(1993),

Los más conservadores, cuyos órganos principales son el Berliner Lokal-Anzeiger,


Der Tag y Berliner Nacht-Ausgabe. (…) el diario liberal, Berliner Börsen- Courier y el
semanario de izquierda Die Weltbühne. Los partidos de izquierda tienen igualmente
su prensa: Vorwärts (adelante) del partido socialdemócrata, Die rote Fahne (Bandera
roja), del partido comunista, y Der Völkische Beobachter (el observador del pueblo,
racista), del partido nacionalsocialista. Una enorme masa de papel inunda cada día
Berlín ¡y, sin embargo, sirve de muy poco para despertar el sentido crítico de un
elevadísimo porcentaje de la poblacion! (p.198)

En tanto, estas distancias ideológicas se reprodujeron en los tonos y objetivos de las propias

114
publicaciones, por ejemplo, aquellos que respondían a un ideario de izquierda parecieran
haberse inscripto en cuestiones que no siempre se circunscribían a la política (deportes,
situación de la mujer, sexualidad, etc.) No obstante, también se ocuparon del mundo del cine
y el teatro publicitando, por ejemplo, la película soviética El Acorazado Potemkin de Sergei
Eisenstein y alcanzando las esferas del mundo burgués mediante un trabajo crítico serio en el
campo del teatro. Por otra parte, es interesante resaltar a Alfred Hugenberg, quien mediante
su consorcio de prensa (incluido el diario de Scherl), desarrolló un aparato propagandístico
reaccionario auspiciado por la empresa Krupp y el mundo de la industria pesada
(Richard,1993). En última instancia, como afirmó Georges Blun, periodista francés enviado a
Berlín en 1928,

No pasa un día sin que sus periódicos publiquen un artículo contra Francia o Polonia,
contra la Sociedad de Naciones o contra Gustav Stresemann. La calumnia, la
alteración sistemática de la verdad, las falsificaciones pormenorizadas son las armas
principales de Hugenberg y su prensa. Todos los medios son buenos para él. Se dice
que los corresponsales que mantiene en París, Londres, Roma y Washington han
recibido de él órdenes explícitas de enviar únicamente informaciones o artículos que
puedan ser explotados contra la política de Locarno y contra Francia.
(Richard,1993,p.199)

Sin embargo, el periódico no fue la única vía indispensable para la formación de una cultura
de masas y un sentido de pertenencia entre los ciudadanos. La radio, mediante la (re)
transmisión de carreras, musicales, obras de teatro y entrevistas a intelectuales no solo se
convirtió rápidamente en “un catalizador para la transformación estructural del proceso de
comunicación moderno” sino también, y como afirmó el secretario de Estado Hans Bredow, “
se abre al público en una época que la miseria económica y la miseria política se ha extendido
de manera gravísima” (Richard,1993,p.140) en tanto la finalidad de la radio debía ser dar “un
poco de dinamismo y alegría de vivir.” Asimismo, la radio adquirió un valor inigualable en las
“internacionalización” y/o “americanización” de la cultura alemana – principalmente en la
metrópolis- mediante la difusión, por ejemplo, del Jazz y la música de las grandes bandas
americanas del periodo (Kershaw, 2016; Peukert,1987; Richard,1993). Ahora bien, la primera
emisora que obtuvo una autorización oficial de difusión fue la radio berlinesa Funk-Stunde (la
hora de la radio) en 1923 (Richard,1993). No obstante, hacia el año 1924 nuevas emisoras
regionales (9) fueron formadas mediante la fusión de capitales privados y la compañía postal
estatal (Reichpost).
115
these companies controlled their own content. Programming included music (concerts,
stage plays, and operas), literary programs (belle lettres and poetry), weather, sports,
scientific and popular lectures, and advertising. Local news was mostly limited to
nonpolitical information about local affairs, such as retail prices and police calls for
witnesses. -28- (Adena y Enikolopov,2013, p.21)

No obstante, como afirma Richard (1993) “La pretensión mantenida por la radio de convertirse
en un instrumento de cultura y entretenimiento de masas implicó la fundación de numerosas
revistas especializadas que tratan tanto de problemas técnicos como de asuntos culturales.”
(p.194) En tanto,

En 1923 existen 10, cifra ya sorprendente, pero en 1927 llegan a cincuenta, muchas
de ellas orientadas netamente hacia el gran público y provistas de ilustraciones. Las
ideas de una cultura nueva gracias a la radio esta tan en boga que obliga a los diarios
a abrir sus páginas con reseñas consagradas a las emisiones previstas.
(Richard,1993, p.195)

Además, a pesar de que en un primer momento escritores y músicos auspiciaban generar


mediante la radiofonía una especie de vía comunicativa para la “aculturización”. “Lo que se
impone muy pronto, sobre todo en la utilización de la música, es la voluntad de divertir a las
masas, las perspectivas de la industria del ocio (Kershaw,2016, p.196)”. La radio, también
adquirió un valor inigualable en la formación de una “comunidad imaginada” tanto entre
berlineses como más tarde entre los mismos alemanes7172.

GRAFICO 24:

71
La radio] ofrece la posibilidad de volver a unir lo que estaba disperso. Ayuda [a las mujeres] para que vuelvan a sentirse
seguras del lugar central que ocupan en la familia; para que, gracias a la alianza entre amas de casa y aparatos de radio,
florezca de nuevo esa cultura familiar que rodea de amor y calidez a hijos e hijas, maridos y amigos, amenazada como está
por la crisis actual y el escepticismo moderno” (Richard, 1993, p.195).
72
La radio es uno de los pilares sobre los que se apoya la nación alemana. La radio alemana ha de mantener y defender los
valores naturales del hogar y la familia, el trabajo y el Estado. La radio, en definitiva, no se dirige al radioyente como individuo
tan sólo, sino como miembro del orden natural establecido en la nación. La radio alemana defiende los valores y el
comportamiento cristianos, y respeta las convicciones sinceras de quienes no comulgan con ellos. Queda excluido de la radio
alemana todo aquello que represente un ataque contra la fe cristiana o ponga en peligro las costumbres o la cultura alemanas”
(Richard,1993,p.194).
116
En esta sintonía, es interesante resaltar que la radio73 no adquirió un rol intrínseco como medio
de propaganda política hasta el año 1929, específicamente cuando, el partido nazi, en coalición
con otros partidos de derecha organizó un referéndum en repudio al pago de reparaciones
requerido bajo el tratado de Versalles (Plan Young). En respuesta, el gobierno lanzó una
campaña intensiva en contra de tal propuesta. En tanto, “after 1929, radio became increasingly
politicized, offering more and more pro-government and pro-democratic content, which included
economic and political news, lectures, and speeches” (Adena y Enikolopov,2013, p.44). Sin
embargo, la radio no fue un espacio ajeno a la “cultura política del periodo” como bien observa
Richard (1993), el semanario nazi Der Angriff, dirigido por Goebbels, escribe “la acumulación
de apellidos judíos en los programas de la emisora berlinesa empieza a resultar insoportable”.
Invitando luego a los oyentes no judíos a “defenderse contra esta multitud de emisiones
kosher” (p.195)

Ahora bien, si retornamos a nuestra pregunta inicial respecto a nuestra metrópolis y advertimos
que tras un excelente trabajo respecto a la cultura berlinesa de principios de siglo Richard
(1993) concluye que esta “fue una especie de islote erosionado por la labor de zapa de los
adversarios a la democracia” (…) “al carecer de resonancia profunda en el conjunto de
Alemania” y (…) demostrando así su impotencia para desarrollar la democracia en todas sus

73
In 1924–1925, the role of politics in radio broadcasts was a subject of ongoing political debate. In 1926, a regulation forbidding
any political, especially partisan, content was enacted. Between 1926 and 1928, radio was deliberately apolitical; broadcasts
consisted of cultural and entertainment programs and the only few appearances of government officials were related to the
celebrations of the constitution or the Memorial Day for the 9th November 1918. During the parliamentary elections of 1928,
no content related to electoral campaigns was aired” (Adena y Enikolopov,2013,p.23)
117
posibilidades” (p.203), ¿Qué fue entonces lo que hizo de Berlín un elemento diferencial dentro
de Alemania? ¿Cuál fue la contribución del periódico y la radio a la hora de concebir una nueva
sociabilidad y apropiación del espacio? Tal vez una respuesta contundente es aquella
sostenida por Fritzsche (2008) quien, siguiendo los postulados de autores como Sennet,
Simmel y Benjamin, redescubre a la metrópolis como un espacio donde se genera un público
común (metropolitano) y diferenciado del resto de Alemania a partir de aquellas tecnologías,
normas y ritmos que el capitalismo industrial impone sobre pluralidad que anteriormente no se
encontraba normativizada. En términos de Benedict Anderson (1993), el desarrollo de esta
“comunidad imaginaria” se expresa en haber formado un sentido de pertenencia y códigos en
común - diferenciados de los demás- a pesar de que jamás, la mayoría de sus integrantes, se
verán, oirán y siquiera hablarán entre ellos. No obstante, en su mente, cada uno vive la imagen
de una comunión (Anderson,1993). Esta “toma de conciencia” por parte de los berlineses no
se impuso por generación espontánea sino, y en última instancia, fue producto de haber
suscripto a nuevas prácticas estandarizadoras de la vida. Donde, por ejemplo, los grandes
periódicos, marcados por el ritmo de la producción industrial, alentaron y aceleraron este
proceso. Es que, como afirma Fritzsche (2008)

En primer lugar, los lectores se veían reflejados en los detallados artículos de la


prensa en la que se identificaban y rastreaban los movimientos de la multitud: el viaje
en tranvía, la cerveza en Aschinger, los domingos en Grunewald, el primer día de
clases en otoño. Esas historias permitían insertar a los individuos en ritmos más
generales. Además, el periódico unía físicamente a los lectores en la calle poniendo
en escena importantes eventos que atraían a miles de curiosos. (…) En parte, la
ciudad textual organizó la ciudad de cemento con la creación de un conjunto de
lectores cada vez más parecidos en sus formas de pensar y actuar (…) los lectores
fueron adquiriendo conciencia de que conformaban un público urbano. La unidad
tentativa, pero inconfundible, del cambiante entorno de la ciudad no era producto de
fervores nacionalistas recientemente encendidos ni de virtudes cívicas anticuadas,
sino del placer que generaba el espectáculo urbano (p.208)

Coda:
Como ya hemos mencionado en un inicio, las experiencias que intentamos recuperar dentro
de este trabajo final buscaron –aunque sea de un modo sucinto- redimensionar las primeras
décadas del siglo XX alemán. Esta apuesta buscó desde su inicio redefinir al período evitando
caer en una mirada teleológica que buscaría, durante el periodo de Weimar como en el régimen
imperial, tan solo los elementos necesarios –al mejor modo “receta de cocina”- que tarde o
118
temprano devendrían en violencia y expansionismo militarizado. Las dificultades de desarrollar
un trabajo de estas características – y que seguramente se verán reproducidas para el lector-
son claras: La distancia con nuestro “objeto” de estudio, las barreras idiomáticas, la
imposibilidad de encontrar fuentes y bibliografía fidedigna -o interesada en concebir una
perspectiva en este tono-, etc. No obstante, estas dificultades no inhabilitan la búsqueda por
recuperar a los actores y procesos per se: Sus decisiones, ideas y experiencias funcionaron
en la medida de las propias posibilidades y procesos de su época. En el caso del
Expresionismo: ¿Era una locura plantear el retorno a una vida en armonía con la naturaleza
cuando la industrialización había devenido en el desclasamiento, contaminación y deformación
de los patrones sociales tradicionales? ¿Sonaba realmente extravagante que los ciudadanos
de la nueva república y artistas se comprometieran políticamente con la revolución al calor de
la revolución rusa? ¿resulta tan loco imaginar la búsqueda por integrar a la técnica y la razón
para el mismo periodo que la industrialización había expresado la pauperización de los
artesanos al unísono del poder tecnológico en la Gran Guerra? En este mismo tono, cuando
reflexionamos en torno a la Nueva Mujer y la particular identidad berlinesa a inicios de siglo:
¿Hasta qué punto aquellas nuevas identidades y lógicas no son más que la otra cara –la
positiva- de la modernidad tanto en su esfera económica – el triunfo burgués- y política –la
igualdad de derechos- como en la construcción de los nuevos entramados de sociabilidad
particular en entramados hiperubanizados e industrializados?

En última instancia, la posibilidad de trabajar de un modo multidisciplinar ha permitido estimar


algunas aproximaciones respecto a nuestros temas y, a modo de cierre, se propondrán una
serie de observaciones respecto a los procesos analizados durante nuestro trabajo:

• Durante el periodo analizado hemos descripto la transformación hacia características


modernas –una economía de base industrial y el desarrollo de la denominada “transición
demográfica- en la sociedad alemana desde fines del siglo XIX hasta principios de siglo
XX. Sin embargo, estas condiciones no se reprodujeron a nivel político. A pesar de que
podemos observar un Estado como una burguesía consolidada y un movimiento obrero
en constante ascenso, las identidades se configuraron no siempre bajo la lógica de clases
ni tampoco respondieron de forma automática al carácter Nacional-estatal. El carácter
internacionalista-pacifista, por ejemplo, durante la Gran Guerra se hizo oír al mismo
tiempo que el cristianismo, a pesar de los intentos realizados durante el imperio como en
119
la república, continuo siendo un elemento nodal en la construcción de identidades,
principalmente en los poblados y pequeñas ciudades. Además, la institucionalización de
una república no implica que todos los actores se sientan representados por el sistema.
Los sectores conservadores que impedían formar coaliciones o la puesta en marcha de
las secciones en el parlamento como todas las agrupaciones de ultraderecha, se
encargaron de imposibilitar y deslegitimar al sistema republicano. En esta sintonía, la
modernización de la economía tampoco impidió que, por ejemplo, en los sectores más
conservadores de las regiones rurales se implementaran sistemas de producción
modernos al unísono que subsistieran sistemas de trabajo de cuasi esclavitud como
observamos en la producción agrícola. De este mismo modo, la modernización de los
sistemas productivos tampoco implicó que las condiciones de trabajo mejoraran en todos
los rubros en tanto hemos observado las consecuencias que en sectores medios como
proletarios produjeron la “reconversión” productiva.

• Los cambios acontecidos también se resolvieron en el espacio cultural e intelectual. El


expresionismo no solo nos expresa el sentimiento de vacío e incertidumbre vivenciada
por algunos, sino también la búsqueda por comprender y expresar un diagnóstico de lo
que acontecía al interior de aquellos mediante un vocabulario estético distinto e innovador
que se vio representado en las distintas esferas del arte y que tan solo pudo desarrollarse
en el ámbito alemán, expresando las particularidades del caso y de su tiempo. Sin
embargo, si hay algo que nos enseñaron y buscaron expresar movimientos y artistas como
el Novembergruppe, el cine de Hans Janowitz y Carl Mayer y la Nueva Objetividad es que
el arte y el artista debía comprometerse con la realidad de su época mediante la
redirección del arte hacia una superación del lenguaje estético decimonónico y su lógica
del “arte por el arte”. Asimismo, la Bauhaus también nos expresa el espíritu de la época,
esta vez no solo mediante un proyecto que buscó superar las problemáticas del período
mediante aquel modelo de integración de la Técnica y la Razón, sino también mediante
la formulación de un diagnóstico previo y particular respecto a lo que acontecía. Empero,
es importante destacar también que no son pocas aquellos artículos e investigaciones que
en los últimos años han comenzado a relativizar una valoración plenamente positiva
respecto a la Bauhaus. El rol secundario asignado a la mujer dentro de los talleres como

120
las dificultades que estas vivenciaron a la hora de participar en distintos proyectos, se
registran cada vez más en las fuentes del periodo.

• La denominada “Nueva Mujer” expresa también las contradicciones sociales y culturales


del periodo. Así, si la consolidación de un matriz industrial como las repercusiones de la
Gran Guerra en la generación de un “frente interno” y la sucesiva formación de la república
-entre otros condicionantes, condujo a que la mujer se integrara aún más a la esfera
pública, las condiciones en las que esta se produjo no generaron la construcción de nueva
sociedad cimentada en la igualdad de oportunidades y derechos. A pesar de adquirir el
derecho al voto y la posibilidad de estudiar en las universidades, los estereotipos
perduraron y los cambios pudieron ser “aprovechados” por un grupo reducido de mujeres
de clase burguesa. Al respecto, hemos intentado recuperar algunas cuestiones que nos
permiten dar cuenta de esta última afirmación. En primer lugar, si las mujeres lograron el
derecho al voto y su integración plena al espacio político, esto no quitó que tanto en
sectores de izquierda como conservadores –aunque por razones claramente diferentes-
las mujeres se vieran postergadas en sus reclamos o en todo caso relegadas a la esfera
privada de la vida. Además, como hemos observado, cuando participaron dentro del
“juego parlamentario” fueron recluidas por sus colegas dentro de las comisiones
encargadas de “cuestiones sociales”. En segundo lugar, si observamos un aumento
exponencial de su participación dentro del sistema educativo primario, al momento de
analizar su aportación en los estudios universitarios podemos indicar que su participación
continuo siendo escasa, lo cual nos expresa la inexistencia de un cambio pleno en el
paradigma respecto al rol que debía ocupar en la sociedad. En tercer lugar, la aparición
de trabajos administrativos y de servicios expresaron la continuación de un proceso
iniciado a fines del siglo XIX en determinadas industrias: la denominada “feminización” del
trabajo no solo condujo a la “deslegitimación” de profesiones sino también, y
principalmente, a expresar la diferencia salarial y de jerarquía entre hombres y mujeres
dentro de las mismas esferas de trabajo. Por último, la aparición de una estética ligada a
la moda y la publicidad ligada a productos de la mujer no solo nos indica que esta ahora
pertenece a la esfera de lo público, sino también que se había convertido un potencial
consumidor de productos en la era de la industrialización

121
• La formación de una identidad metropolitana berlinesa pone en disputa y en
cuestionamiento cualquier lectura lineal respecto a la consolidación del Estado-Nación
como proceso univoco del periodo decimonónico y propio de la modernidad. La formación
de “comunidades imaginadas” intraterritoriales fue posible mediante una práctica, un
espacio y una tecnología compartida que permitió concebir la realidad de un modo singular
-pero equivalente- entre todos aquellos ciudadanos que, sin conocerse, “convivían” y se
sentían integrados en el mundo frenético de la Metrópolis. Sin embargo, esta
aproximación macro no quita que en las subjetividades y en las prácticas de sociabilidad
haya habido cambios. Como hemos intentado expresar, tanto la individualidad como las
formas de interacción se vieron imbuidas por las nuevas condiciones materiales que
rodeaban a los sujetos.

Anexo:
1 El salario por hora infunde aún más inestabilidad en el trabajo. Además, hace que la jornada laboral se extienda
indebidamente, ya que los propietarios desean aprovechar al máximo sus máquinas. De acuerdo con un reglamento policial,
la trilla solo se puede hacerse hasta las ocho de la noche, pero este reglamento existe tan solo en el papel, ya que las multas
suelen ser bajas. ¡Noventa horas de trilla o más por semana probablemente no sean inusuales!. Además de esto, hay
movimientos de una granja a otra, de un pueblo a otro. Sin embargo, a los trabajadores se les paga solo por las horas de trilla,
no por las mudanzas. Cuando se proporcionaban comidas gratuitas, el salario por hora de este verano era de 25 pfennig; el
año pasado fue de 30 pfennig, y en 1908 fue tan alto como 30-40 pfennig. Si los trabajadores tienen que alimentarse solos,
ya que algunas granjas no pueden o no quieren hacerlo, reciben un suplemento de 10 pfennig por hora, aunque para eso solo
compran schnapps y quizás un poco de pan. Si la trilla se realiza en campo abierto, el salario por hora es 5 pfennig más, porque
se pierden algunas horas debido al rocío de la mañana y la lluvia. Además del ahumador, el alimentador [Einleger] recibe un
salario que es 10 pfennig más alto. (...) En las últimas semanas de la temporada de trilla, los trabajadores intentan ahorrarse
dejando parte de sus ganancias con el maquinista maestro, a veces con su aliento. Verás, la mayoría de ellos quieren ahorrar,
pero todos salen de nuestra región tan indigentes como cuando llegaron. Dentro de su círculo de compañeros de trabajo, la
tentación y la seducción son tan grandes que simplemente no pueden resistir. Ocurre con suficiente frecuencia que logran
dejar de lado 60 marcos; y, sin embargo, al final, casi todo está fundido y solo una miseria es puesta en ropa de invierno. - Y
esto a pesar de que su vestimenta suele ser lamentable. Muchos van al invierno sin una camisa en la espalda, de hecho, ha
habido casos en que trabajadores extranjeros, que pudieron haber viajado desde muy lejos, salvaron cerca de 200 marcos y
se mantuvieron valientes hasta el final, pero luego fueron atrapados por la tentación. después de todo.
2 En primer lugar, dice literalmente lo siguiente: "El derecho de contratar a los trabajadores descansa únicamente con la
gerencia o sus designados. Al aceptar el trabajo, cada trabajador se somete a las estipulaciones de las reglas de trabajo, una
copia de las cuales se le entrega cuando comienza, y el recibo de las cuales debe acusar su ingreso personal en un libro que
se muestra en la oficina”. Al final dice, también textualmente: " Los cambios y las adiciones a los mismos serán anunciados

122
por la administración a través de avisos publicados y siempre entrarán en vigencia de inmediato ". Incluso para los ingenuos,
esto expresa en términos inequívocos el carácter completo de las nuevas reglas de trabajo existentes. Son inequívocamente
el producto de la gestión de la fábrica, adaptados al único aspecto de sus intereses unilaterales. Son reglas de la casa que el
propietario decreta únicamente de acuerdo con su voluntad, y que todo el mundo debe cumplir siempre y aún cuando se es
miembro del sindicato. Los trabajadores no tienen una protesta efectiva contra tales reglas de trabajo aparte de abandonar
el colectivo por el cual son la ley. En todos los casos de importancia, su existencia y validez explican la dependencia absoluta
y silenciosa de todos los trabajadores; son la expresión de un sistema absolutista, exactamente lo opuesto a la libertad
económica, que se supone que es hoy la ley dominante en la vida económica de las naciones; son una causa nueva y
trascendental de la falta de independencia y el carácter inmaduro del trabajador de fábrica de hoy en día.
3 Con la aplicación de la producción industrial, la cantidad de productos industriales se multiplicó. Inicialmente, esto afectó a
las materias primas industriales, el carbón duro, el arrabio y el acero, pero a finales del siglo XIX, la producción industrial de
bienes de consumo se hizo cada vez más importante (por ejemplo, ropa, alimentos, artículos para el hogar, muebles). (...) La
industria alemana ha experimentado importantes procesos de transformación estructural en los que la importancia de las
industrias individuales aumentó o disminuyó. Casi ninguna industria ilustra este proceso tan bien como la minería del carbón,
que en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial fue una industria clave que proporcionó una importante materia prima
y la fuente de energía para la alta industrialización. A largo plazo, el lignito superó al carbón duro como la principal fuente de
energía.
4 ¡Hombre de trabajo, desperté! ¡Y reconoce tu poder! Todas las ruedas son estacionarias, Si tu brazo fuerte lo quiere. ¡Abajo
la guerra! ¡Abajo el gobierno! ¡Alto la huelga de masas!
5 La prensa de la República de Weimar se benefició por un lado de la libertad de prensa y sufrió, por otro lado, desde 1931
bajo la práctica de prohibición por decretos de emergencia. La prensa diaria fue diversa, altamente politizada y fragmentada.
La fragmentación de las cuotas de mercado también fue evidente en presencia de innumerables periódicos locales.
6 ¿Cómo se hace la feria de arte en general en el mundo? Toma sus ejemplos [y] crea a partir de la gran fuente de la madre
naturaleza, y esta fuente, es decir, la madre naturaleza, a pesar de su tremenda libertad aparentemente ilimitada, infinita,
funciona de acuerdo con las leyes eternas que el Creador mismo tiene impuesto y que nunca puede ser superado o violado
sin poner en peligro el progreso mundial. Así va con el arte. A la vista de los gloriosos vestigios de la era clásica, uno se ve
superado por el sentimiento de que aquí reina una ley eterna y siempre estable, la ley de la belleza y la armonía, [la ley] de la
estética. Esta ley fue manifestada por los antiguos de una manera tan sorprendente y magnífica, en una forma tan perfecta,
que nosotros, con todas nuestras sensibilidades modernas y todas nuestras habilidades técnicas, todavía decimos de un logro
especialmente valioso: "Eso es casi tan bueno. como hace 1900 años ”. Pero [solo] casi! Con este punto en mente, deseo
impresionarles: la escultura, hasta el momento, se ha mantenido en gran medida libre de las llamadas direcciones e influencias
modernas. Todavía se mantiene alto y sublime. Ver que sigue siendo así. ¡No se dejen engañar por los juicios mortales y toda
clase de predicaciones vacías para abandonar los nobles fundamentos [de la escultura]! El arte que viola las leyes y va más
allá de los límites que he indicado ya no es arte. Es producción de fábrica, comercialismo, y eso nunca puede ser arte. Muy a
menudo, bajo el nombre tan abusado y la bandera de "libertad", uno desciende al exceso, al libertinaje y a la presunción. Sin
embargo, el que peca contra la quintaesencia del arte, que ve soluciones a su tarea principal desde una perspectiva
meramente técnica, pierde contacto con la ley de la estética y todo sentimiento por la belleza y la armonía. Tales cosas se
sienten en el pecho de cada hombre, incluso si él mismo no puede expresarlo.
7 Para nosotros, no hay una dirección feliz solo en el arte, pero como obras de arte, cada obra nos parece, sea la dirección
que sea, en la que se incorpora un sentimiento sincero. Solo se excluyen la rutina profesional y la habilidad superficial de
quienes ven la vaca lechera en el arte.
8 Leistikow y el director de Secession, el joven comerciante de arte Paul Cassirer, fueron aún más lejos. Expusieron el Berlín a
artistas extranjeros en parte mal vistos y en parte desconocidos: Manet y Monet, los ya famosos parisinos; la anteriormente
desconocida obra de Cézanne, quien, aún con vida, acababa de ser desenterrada y había recibido el mayor reconocimiento
en París; y Gauguin, en quien se reconoció al predecesor del noruego Munch, anteriormente cuestionado; y finalmente un
holandés, van Gogh (...) Sin embargo, no solo fueron estos extranjeros quienes recibieron el reconocimiento en las
exposiciones de la Secesión, sino que varios artistas alemanes que hasta entonces malinterpretado: Max Slevogt, Breyer,
123
Baluschek, Brandenburg
9 1El reconocimiento de la naturaleza pública de toda actividad de constructiva, termina con los privilegios públicos y privados
que gozan los funcionarios públicos. Gestión uniforme de los municipios de la ciudad, calles y desarrollos de viviendas, sin
invadir la libertad individual. Nuevas asignaciones: centros comunitarios como puntos de distribución de todas las artes a las
personas. Terrenos experimentales permanentes para el ensayo y perfeccionamiento de efectos arquitectónicos. 2. Disolución
de la Real Academia de las Artes, la Real Academia de Arquitectura y la Real Comisión de Arte del Estado de Prusia en su forma
actual Los propios artistas escénicos sin influencia estatal. Transformación del arte privilegiado en libre. Libertad para toda la
educación en arquitectura, escultura, pintura y artesanía desde la dominación gubernamental. Asignación de fondos del
gobierno para este fin y la formación de maestros en talleres de enseñanza. Vitalización de los museos como lugares de
educación para el pueblo. Establecimiento de exposiciones en constante cambio, accesibles a todas las personas a través de
conferencias y visitas guiadas. Retirada de materiales científicos en edificios apropiados para ellos. Segregación de colecciones
de estudio técnicamente organizadas para artesanos que trabajan en artesanía artística. Distribución justa de los fondos del
gobierno para la adquisición de obras antiguas y nuevas. La eliminación de todos los monumentos sin valor artístico, así como
con su valor artístico, es desproporcionada con respecto al valor de su material, que puede utilizarse de otras maneras. La
prevención de la construcción de monumentos planificados apresuradamente y el paro inmediato del trabajo se realizó en el
museo planificado en Berlín y en otros lugares de la nación.6. Organización de un departamento gubernamental para asegurar
la promoción del futuro en el marco de la futura legislación.
10 Los autores modernos no tienen tanto miedo de la nada como si de las ilusiones. A través de ilusiones, fuimos arrastrados
a la guerra. No afirmar la vida cotidiana, verla en toda su abominación, caotismo, inmoralidad, que aparece como una ley.
Desde la vida cotidiana, que se considera la única real, detrás de la cual no hay nada más real, amable, amoroso (femenino),
uno puede distanciarse solo por ingenio e ironía. En consecuencia, la ironía se convierte en el único arte de la generación más
joven. En la poesía como en la música.
11 Más importantes, sin embargo, fueron los cambios dentro del grupo de trabajadoras. Al mismo tiempo (de 1907 a 1925),
la proporción de empleadas domésticas y domésticas disminuyó (de 16,1% a 11,4%) y la proporción de trabajadores agrícolas
(de 14,5 a 9,2). En contraste, la proporción de trabajadoras industriales aumentó ligeramente (del 18,3% al 23%) y el número
de mujeres empleadas (de 6,5 a 12,6). No obstante, casi sin cambios -el 36%-, la fuerza laboral de trabajadoras familiares fue
el mayor número.
12 Lo nuevo fue la concentración de mujeres en los sectores modernos de la industria, el comercio, los servicios públicos y los
servicios privados. Esto fue demostrado por el surgimiento de nuevas ocupaciones femeninas "típicas", que o bien no existían
antes o fueron desalojadas cada vez más por los hombres. Estos incluían el mecanógrafo de taquigrafía, el trabajador de la
línea de ensamblaje, el asistente de ventas, el maestro de escuela primaria y el trabajador social
13 [La mujer moderna] es cierto que también hace una demanda sin precedentes: que ya no sea sometida a las humillaciones
mezquinas del salón de baile ni que se la vea como un hombre. Sí, ella es una criatura exigente. Quiere ser mujer, recibir amor
y dar amor, pero quiere hacer algo más que escuchar en silencio cuando hablan los hombres inteligentes. No, no, todavía no
se ha encontrado ninguna fórmula para tal criatura. Y, sin embargo, lo sé a ciencia cierta: la salvación que una edad
desesperada y desesperada busca de un futuro redentor debe provenir de la mujer, de la mujer que, a través de su propia
fuerza y en total desprecio de los hombres, la ha reclamado. propia humanidad. Tan poco como el hombre moderno es capaz
de entender a esta mujer, con la poca frecuencia con que la toma como su compañero, sin embargo, la mujer moderna rara
vez se entrega al hombre. Ella no se queja por razones de ascetismo o aversión, sino por una razón más externa. Todo lo que
le espera, a saber, bajo las condiciones domésticas y económicas aún pesadas y regresivas de nuestro tiempo, es suficiente
para mantener sus ojos bien abiertos. Detrás de la alegría [se esconde] la cocina y la sala de juegos (no es que ella no amaría
a sus hijos); De un ser humano libre surge una bestia de carga con las responsabilidades más increíblemente pesadas. Y
[todavía] ella tiene sed de libertad tanto como de amor. Solo los dos combinados pueden otorgarle la paz característica del
ser humano verdaderamente liberado. Por lo tanto, posee la distancia crítica necesaria para no sentirse abrumada por sus
sentidos jóvenes y apasionados, y quizás, después de una breve emoción, para hacer que ella y los demás se sientan
miserables. Y, sin embargo, ella lo sabe muy bien: lo mejor que la vida tiene para ofrecer solo puede florecer dentro de una
comunidad de dos seres humanos libres, entre hombre y mujer, sin duda, ¡sin duda! A menudo se encuentra con que otros
124
reaccionan con lástima y sorpresa cuando sugiere que [la mujer] debe ser más honesta, abierta, natural, que finalmente se le
debe enseñar a ser consciente de su condición de mujer. Miran con una sonrisa condescendiente: "¡Qué inocente debes ser!".
Por lo tanto, ella se sostiene a sí misma por la gran fortuna después de la cual se ha esforzado incesantemente y, más allá de
todas las expectativas, finalmente ha encontrado. Ahora sabe que todos los que quieran ser libres solo pueden hacerlo a
través de sus propios dispositivos. Se aferra a lo que tiene: a la razón, al arte y a la ciencia, la más grande de las fortalezas
humanas, ¡para que nadie tome su corona! ¡Su objetivo es ser un ser completamente humano para quien nada es extraño!
Pero también espera un momento en que su asociación con un hombre pueda algún día convertirse en una unión [verdadera]
14 Además, si bien la República de Weimar pudo haber seguido siendo, en el discurso feminista, una sociedad patriarcal
tradicional, las mujeres progresaron más en la Alemania de la década de 1920 que en prácticamente cualquier otro estado
contemporáneo, un proceso iniciado por la Primera Guerra Mundial, "el padre de la emancipación de la mujer '. En
consecuencia, 112 mujeres fueron elegidas para el Reichstag entre 1919 y 1932, y para 1929 había 2,500 mujeres médicas,
300 abogados y varias docenas de jueces y profesores.
15 La nueva mujer no era tanto un proyecto del movimiento de mujeres, sino casi un producto de la industria del cine, revistas,
publicidad, consumo masivo, y no solo en la ciudad. Independientemente de la resistencia de las instituciones conservadoras
y los líderes de opinión, muchos hombres y mujeres incluyeron el cambio de visión como una perspectiva de estilo de vida
autodeterminada.
16 Los discursos misóginos de la República de Weimar pueden estar bien anclados en lo que el psicoanálisis consideraría
ansiedades masculinas relativamente "atemporales" acerca de las mujeres; No obstante, tales discursos están relacionados
con una realidad social específica de Alemania entre 1918 y 1933. Como Patrice Petro escribió: "La creciente visibilidad de las
mujeres en Weimar, de hecho, es un largo camino para explicar la reacción defensiva hacia las mujeres en el discurso de
artistas y artistas. Intelectuales
17 Lo que comenzó como un juego lúdico al estilo de las mujeres se está convirtiendo gradualmente en una aberración
angustiosa. Al principio era como una novedad encantadora: que las mujeres suaves y delicadas se cortaban las largas trenzas
y se sacudían el cabello; que los vestidos que llevaban colgaban en una línea casi perfectamente recta, negando los contornos
del cuerpo femenino, la curva de las caderas; que acortaron sus faldas, exponiendo sus delgadas piernas hasta el nivel de la
pantorrilla. Incluso los hombres más tradicionales no se escandalizaron por esto. Una criatura como esta podría haber sido
cálidamente recibida con el ya obsoleto nombre de mascota, mi ángel, ya que los ángeles son asexuales, pero siempre han
sido representados en una forma femenina preadolescente, incluso el arcángel Gabriel. Pero la sensibilidad masculina
comenzó a ofenderse por esto, ya que todas las mujeres adoptaron la moda que se estaba convirtiendo en una niña y sus
delicadas figuras. Hizo un daño estético a las mujeres majestuosas y de estatura completa. Pero la tendencia fue aún más
lejos; Las mujeres ya no querían parecer asexuales; más bien, la moda se calculaba cada vez más para hacer que el aspecto
exterior de las mujeres fuera más masculino. La práctica de vestir ropa de dormir para hombres se hizo cada vez más extendida
entre las mujeres, hasta el punto de usarlas siempre que sea posible para descansar durante el día. (…). Ya es hora de que el
buen juicio masculino tome una posición en contra de estas modestas odias, cuyos excesos se han trasplantado aquí desde
Estados Unidos. En el teatro podríamos disfrutar, una vez, ver a una actriz interpretando el papel de un hombre si es adecuada
para el papel; pero no todas las mujeres deberían aventurarse a exhibirse en pantalones o pantalones cortos, ya sea en el
escenario o en eventos deportivos. Y la masculinización del rostro femenino reemplaza su atractivo natural con, en el mejor
de los casos, uno antinatural: el aspecto de un niño dulcemente dulce es detestado por todos los muchachos o hombres de
verdad.
18 Por supuesto, como religiosas, nunca habríamos utilizado el derecho al voto en circunstancias normales y tranquilas, a
menos que los socialistas hubieran presentado su programa antisemita en la inminente agitación revolucionaria.
19 A principios de siglo se pudieron realizar importantes demandas educativas de los movimientos de mujeres alemanas: en
1896, las primeras graduadas de secundaria aprobaron el examen de matriculación; A partir de este año, las mujeres pudieron
asistir a conferencias invitadas en las universidades de Berlín y Gotinga, con sujeción al acuerdo del profesor y el Ministro de
Educación. Baden fue el primer país donde las mujeres se matricularon en la universidad. Bavaria siguió en 1903, mientras
que Hesse y Prusia no aprobaron los estudios de mujeres hasta 1908.
20 En la vida cotidiana de la universidad, las tradiciones bien establecidas de una empresa científica predominantemente
125
masculina de siglos de antigüedad continuaron prevaleciendo. No solo las corporaciones estudiantiles, sino también los
profesores académicos podrían dificultar la vida de sus compañeros de clase a través de una discriminación abierta y aún más
precipitada.
21 A principios de la década de 1920, las empleadas en el comercio y la industria, la administración municipal y las oficinas
gubernamentales provenían con frecuencia de familias que habían perdido toda su fortuna durante el período de inflación, lo
que obligó a la hija de la casa a buscar empleo. Estos jeunes filles debonnes familles eran diferentes en sus actitudes y
aspiraciones de las mujeres pequeñoburguesas que habían dominado el pequeño contingente en las profesiones de cuello
blanco en el cambio de siglo. Pero durante el período de estabilización económica (I924-9), un gran número de niñas de clase
trabajadora con movilidad ascendente lograron escapar del trabajo manual en la industria al asistir a cursos de capacitación
en una universidad comercial y encontrar empleo en una oficina o sala de ventas
22 No obstante, la política social fue el campo en el que los políticos cooperaron a través de las líneas de los partidos durante
la República de Weimar. Casi todas las mujeres ya habían tratado ampliamente los problemas sociales antes de ser miembros
del Parlamento y habían trabajado en este campo de manera profesional o voluntaria. En contraste, solo una pequeña
proporción de diputados varones se ocuparon de cuestiones sociales, centrándose principalmente en la situación de los
trabajadores varones.
23 En la segunda mitad de la República de Weimar, esto dio lugar a dos corrientes subterráneas opuestas: por un lado, la
imagen moderna universalmente propagada de las mujeres por parte de los jóvenes empleados no políticos y entusiastas de
los medios de comunicación cayó en la línea de fuego del antiguo movimiento de mujeres; Por otro lado, no solo los hombres
reaccionarios sino también las mujeres expresaron un anhelo de un ideal de estatus seguro de la madre y la "mujer alta" en
el círculo armonioso de la familia. Esta imagen de escape también reflejó las cargas que el modelo moderno de la nueva mujer
también confió en las mujeres en su vida cotidiana.
24 One factor was growing media attention to the issue of prostitution. This attention was intensified by military and
government authorities’ worry about the perceived spread of venereal diseases, and by public fascination with titillating
stories of sex trafficking.A second crucial factor was the growing desire for fertility control. Across European nations, couples
sought to limit family size using a variety of measures and, despite the fact that contraceptive strategies often clashed with
longings for pleasure, birthrates in all nations and all classes of society began dropping. Third,an increasing voyeuristic public
interest in scandals surrounding same-sex activities – many of them involving high-ranking military officials, members of the
aristocratic elites, and celebrities. What once had been a rather unremarkable feature of some individuals’ sexual habits
became fodder for mass gossip
25 Muchos activistas de la despenalización se dirigieron a los expertos médicos para apoyar sus teorías de que el deseo
homosexual era "constitucional", es decir, innato, innato - en oposición a un signo de pecado o una condición tomada a través
de la seducción. La homosexualidad era simplemente una minoría pero, sin embargo, variante de la expresión sexual. Sin
embargo, otros expertos médicos, sin embargo, utilizaron su autoridad para argumentar justamente lo contrario: que si bien
el deseo homosexual puede ser innato o inicialmente adquirido de manera inocente, aún así es peligroso y criminal; algunos
de hecho argumentaron que los homosexuales tendían hacia la criminalidad en general. Tanto el estado de la ley como la
importancia de los hallazgos médicos para la ley se encontraban en un estado de profundo cambio. Estos son teóricos legales
y médicos por igual que escriben que son cada vez más detallados sobre las complejidades de las actividades del mismo sexo.
26 El proceso de urbanización también implicó el cambio cultural. Aunque la migración interna todavía estaba en gran parte
harta del éxodo rural, muchos en la primera generación continuaron viviendo en este entorno. Pero cada vez más personas
estaban involucradas en formas de vida urbana, como la separación de la vida y Aribeiten, de la familia y el ocio.
27 Esto se relaciona con el hecho adicional de que cuando se trata tanto de la aceptación en el servicio administrativo como
del avance en el mismo, ciertas clases sociales, especialmente la nobleza y los grandes terratenientes de las provincias
orientales, reciben un trato preferencial y se le da más importancia. en las conexiones familiares, la apariencia externa y la
apariencia elegante, que en la capacidad científica y práctica. Aquí también, sin duda, a menudo nos enfrentamos a
exageraciones y la generalización de sucesos aislados. Aún así, esta crítica no parece estar completamente injustificada. (...)
La tentación de prestar especial atención a los miembros de familias respetadas, especialmente del distrito, es igualmente
grande. A esto se agregan la fraternidad estudiantil y otras conexiones similares, como resultado de lo cual la próxima
126
generación de funcionarios de la administración general del estado se ha vuelto más exclusiva e inclinada de lo que es en el
interés general o en el interés de la propia administración. Además, está empezando a parecer que cuando se trata de cubrir
los llamados puestos administrativos administrativos que también implican representación, la nobleza, al menos, no sufre
ninguna desventaja.
28 Estas empresas controlaban su propio contenido. La programación incluyó música (conciertos, obras de teatro y óperas),
programas literarios (belle lettres y poesía), clima, deportes, conferencias científicas y populares, y publicidad. Las noticias
locales se limitaban principalmente a la información no política sobre asuntos locales, como los precios minoristas y las
llamadas de la policía para que se presentaran testigos.

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