Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Dispepsia
2. Úlcera-H, pylori
3. Reflujo gastroesofágico
DISPEPSIA
1. Descripción de la patología
Síntomas percibidos en hemiabdomen superior o región retroesternal que se
consideran originados en el tracto gastrointestinal superior, esencialmente, es un
grupo heterogéneo de síntomas que se localizan en la región epigástrica y no
incluyen el dolor localizado en los hipocondrios; estos incluyen:
● Dolor,
● molestia,
● ardor,
● náuseas,
● pirosis
● vómito.
La definición no es aceptada universalmente y existe un gran debate con respecto
de si se deben incluir o no los síntomas de reflujo. La pirosis es un síntoma con
moderada especificidad para el diagnóstico de ERGE y por eso algunos autores
consideran que debe excluirse del diagnóstico de dispepsia. Es probable que ambas
entidades comparten mecanismos fisiopatológicos similares. Por estas razones, esta
GPC considera que es imposible excluir totalmente la pirosis de la definición general
de dispepsia en la práctica clínica.
Frecuentemente los pacientes la llaman “gastritis” o “indigestión” y esto causa un
abordaje clínico inapropiado. Diferentes estudios poblacionales reconocen la
dispepsia como enfermedad de alta prevalencia en todo el mundo, con una
naturaleza crónica y que puede relacionarse con enfermedades orgánicas de
diferente grado de severidad o ser el resultado de un trastorno funcional
gastrointestinal.
Dada su alta prevalencia, tiene un enorme impacto en costos de los sistemas de
salud de todo el mundo por concepto de consulta médica, consumo de
medicamentos y exámenes diagnósticos; adicionalmente, los pacientes pueden
tener seria afectación en su calidad de vida, causando ausentismo y una severa
reducción en su productividad laboral.
1.3. Fisiopatología
No existe una sola teoría que explique el por qué se desencadenan los síntomas de la
dispepsia, por lo tanto no existe una fisiopatología concreta; sin embargo, existen ciertos
factores que la pueden desencadenar entre los cuales encontramos:
2. Diagnóstico
Síntomas presentes de >3 meses de duración, con inicio de estos >6 meses antes.
Además debe incluir 1 o más de los siguientes síntomas:
● Plenitud postprandial que produce molestias
● Saciedad precoz
● Dolor epigástrico
● Ardor epigástrico
● Ninguna evidencia de enfermedad estructural (incluida endoscopia digestiva
superior) que pueda explicar los síntomas.
Al evaluar los posibles factores de riesgo para la presencia de dispepsia, se encuentra una
prevalencia más alta en fumadores al compararse con no fumadores (31,9% versus 27,4%);
una alta prevalencia de dispepsia en pacientes consumidores de AINES y se evidencia una
prevalencia significativamente más alta en individuos H. pylori positivo (38,4%); además se
ha encontrado evidencia de pacientes que desarrolla dispepsia 6 meses después de haber
padecido gastroenteritis.
● El riesgo de dispepsia funcional puede aumentar> 6 meses después de la resolución
de la gastroenteritis infecciosa aguda.
● La ansiedad puede estar asociada con una dispepsia funcional de nueva aparición.
● El uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) puede estar
asociado con dispepsia no investigada.
● Fumar puede estar asociado con un ligero aumento en el riesgo de dispepsia no
investigada
● Aproximadamente el 50% de los pacientes con gastroparesia idiopática informan
síntomas de saciedad temprana y plenitud posprandial.
● Los factores genéticos pueden estar asociados con la susceptibilidad a la dispepsia
funcional, pero los genes específicos tienen evidencia inconsistente de asociación.
● Los pacientes con ERGE también pueden tener dispepsia funcional y síndrome del
intestino irritable.
3. Pruebas de laboratorio
No existen pruebas confirmatorias para la detección de dispepsia; el 70% de las
endoscopias realizadas no arrojan anormalidades.
La endoscopia de vías digestivas altas se recomienda en pacientes con síntomas de alarma
que se encuentren entre 35 y 55 años, de acuerdo con los antecedentes familiares. La
causa más frecuente de dispepsia es dispepsia funcional, y por ello, la endoscopia es
innecesaria en la mayoría de los casos; con base en esto, casi todos los consensos y GPC
recomiendan utilizar los síntomas de alarma como indicación para hacer la endoscopia
inicial.
5. Tratamiento no farmacológico
● Ejercicio aeróbico mínimo media hora, cuatro veces a la semana
● Eliminar el consumo de tabaco
● Consumo mínimo de bebidas alcólicas (300 - 400ml/ semana)
● Evitar consumo de alimentos muy calientes
● Reducir el consumo de cloruro de sodio a máximo 5g/día
● Reducir episodios de estrés
● Considere aconsejar a los pacientes que eviten los alimentos que precipitan los
síntomas, como el alcohol, la cafeína, el chocolate o los alimentos ricos en grasas.
● Considere aconsejar a los pacientes que consuman comidas pequeñas y bajas en
grasas a intervalos regulares
● La psicoterapia puede mejorar los síntomas en pacientes con dispepsia funcional.
● El suplemento de extractos de jengibre y hojas de alcachofa mejora los síntomas en
adultos con dispepsia funcional.
● Se sugieren intervenciones psicológicas cuando todas las otras alternativas
terapéuticas no funcionen.
6. Tratamiento Farmacológico
La estrategia de manejo de la dispepsia es controvertida, sin embargo, la elección se ve
afectada por la prevalencia de H. pylori, el costo y la efectividad de los medicamentos
utilizables y la disponibilidad de endoscopia de vías digestivas altas. Las opciones incluyen
endoscopia temprana antes de iniciar un tratamiento, pruebas no invasivas para H. pylori, y
terapia antisecretora y procinéticos en forma empírica.
Procinéticos
● Trimebutina
● Metoclopramida
Tratamiento alternativo
Antidepresivos
● Amitriptilina
● Sertralina
ERGE
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición que se
desarrolla cuando el contenido gástrico asciende hacia el esófago, generando
síntomas o complicaciones asociadas; esta es responsable de una de las causas
más comunes de consulta médica en atención primaria, con una prevalencia de 10-
20% del mundo occidental, es decir 1 de cada 10 pacientes va a tener síntomas de
reflujo gastroesofágico.
Los principales síntomas son Pirosis (Sensación de quemadura que sube desde el
estómago hasta la faringe, producida por la regurgitación de líquido estomacal
cargado de ácido) alcanza un 6% y Regurgitación (es la expulsión de comida
procedente del esófago o del estómago sin que haya náuseas ni contracciones
enérgicas de los músculos abdominales)
INDICADORES DE NECESIDAD
1.Datos clínicos
La importancia de reconocer los síntomas típicos, la severidad de las lesiones y
factores de riesgo, Para ello se utiliza La tabla a continuación donde los síntomas
cardinales son la regurgitación y la pirosis, hacen parte del síndrome de reflujo típico
y, de manera inicial, son suficientes para orientar al clínico acerca de la presencia
de la enfermedad; no obstante, en caso de falla terapéutica o ante la presencia de
síntomas adicionales se cuenta con la endoscopia digestiva alta y la monitorización
24 horas de pH esofágico como herramientas diagnósticas complementarias (1, 2).
TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
Modificaciones estilo de vida
Las modificaciones en el estilo de vida son una de las recomendaciones generales
dadas a los pacientes que padecen ERGE.
Obesidad
La obesidad favorece los síntomas, la aparición de ERGE y la posibilidad de
esofagitis erosiva. Igualmente, la obesidad se ha asociado con mayor riesgo de
adenocarcinoma de esófago, además, los pacientes obesos presentan con más
frecuencia hernia hiatal, por lo que la obesidad y el sobrepeso favorecen su
desarrollo, la obesidad aumenta la presión abdominal, lo que favorece el reflujo y la
aparición de esta hernia. Por tantose les aconseja bajar de peso.
*(Se recomienda bajar de peso a los pacientes con ERGE y obesidad.
-Protectores de la mucosa
Se adhieren a la mucosa esofágica formando una capa que la protege del material
refluido. El sucralfato es un complejo de sulfato de sacarosa e hidróxido de aluminio
que se une a la mucosa denudada formando una capa protectora que ha
demostrado ser más eficaz que el placebo en pacientes con esofagitis(195), pero se
desconoce su utilidad en pacientes con enfermedad no erosiva.
-Antagonistas H2 e IBP
Los más utilizados y con mejor evidencia disponible son los IBP, aunque también
hay evidencia que soporta el uso de los anti H2. Los primeros tienen acción al inhibir
la bomba de protones H/K ATPasa en la célula parietal y los segundos bloquean
el receptor de histamina en la misma célula. La evidencia es diversa pero soporta el
uso de ambos medicamentos como alternativas para el control de síntomas y la
prevención de recidivas sintomáticas.
*(Se recomienda el uso de IBP como primera línea, en la mínima dosis requerida (2
dosis al día), para el manejo del paciente con ERGE porque mejora la pirosis, la
esofagitis y la calidad de vida.Calidad de evidencia baja)
-Procinéticos
Pueden aumentar el tono del EEI (esfínter esofágico inferior), mejorar el
aclaramiento esofágico y acelerar el vaciamiento gástrico. Es recomendable su
utilización en pacientes con un enlentecimiento del vaciamiento gástrico y en
aquellos en los que la ERGE se asocia a distrés posprandial (Pesadez que provoca
molestia tras una comida normal y/o saciedad precoz que impide finalizar una
comida normal).
-OTROS(opcional)
Inhibidores del reflujo gastroesofágico
Agonistas de receptores GABA como el baclofeno, ha demostrado reducir el
Reflujo ácido, mejorando los síntomas típicos de ERGE, y disminución de esofagitis
promoviendo una correcta cicatrización. Sin embargo, el uso de baclofeno se ve
limitado por la aparición de efectos secundarios sobre el sistema nervioso central
(mareos, náuseas, debilidad, cefalea, etc.). Otros como los antagonistas de
receptores de la dopamina 2 o de receptores cannabinoides 1 son aún preliminares
y no se han incorporado a la práctica clínica. Por lo general no se usan en Colombia
(Tomado de: Beneficio del agonista gaba B (Baclofen) sobre los hallazgos clínicos y
endoscópicos en pacientes con esofagitis por enfermedad de reflujo gastroesofágico
Dres. Piñero Eva*, Hatem Lila*, Clotet Juan*, Gutiérrez José**, Latouche
Adriana*** )
-Manejo quirúrgico
*(No se recomienda la cirugía antirreflujo en todos los casos de ERGE.
Calidad de evidencia baja.✓ Se puede considerar el manejo quirúrgico en pacientes con
complicaciones de la enfermedad que no respondan al tratamiento médico, hernia hiatal
grande, hernia paraesofágica, deseo del paciente, de suspender los medicamentos y eventos
adversos o intolerancia a los mismos)
Proceso digestivo: Los alimentos una vez deglutidos, pasan al esófago (tubo largo
y delgado que transporta los alimentos) y de éste al estómago. Tras este empieza el
largo intestino delgado, seguido del intestino grueso, recto y finalmente, el ano.
El estómago presenta dos curvaturas, una mayor dirigida hacia la izquierda y otra
menor dirigida hacia la derecha. El interior del estómago está cubierto por una
mucosa con muchos pliegues.
Esta mucosa contiene multitud de glándulas que se encargan de producir una serie
de sustancias (enzimas) que continúan el proceso de la digestión que se inició con
la masticación. Rodeando a esta capa se encuentra la submucosa, que a su vez
está recubierta por una capa muscular, constituida por múltiples fibras que le
confieren resistencia y permiten la mezcla de los alimentos. Su exterior está
recubierto por una membrana denominada serosa o peritoneo.
Desde el punto de vista anatómico, las partes que se consideran en el estómago
son:
● El cardias: que separa el estómago del esófago. Impide que el contenido del
estómago vuelva al esófago (reflujo gastroesofágico).
● El píloro: separa el estómago de la primera porción del intestino delgado, el
duodeno.
El estómago almacena alimentos y facilita su digestión mediante varias funciones
secretoras y motoras. Entre las funciones secretoras más importantes se
encuentran la producción de ácido, pepsina, factor intrínseco, moco y diversas
hormonas gastrointestinales (GI). Entre sus funciones motoras principales se
pueden mencionar el almacenamiento de alimentos (relajación receptiva y
adaptación), molienda y mezcla, vaciamiento controlado del alimento ingerido y
actividades periódicas de “mantenimiento” entre comidas.
Secreción de ácido
En el estómago, el ácido clorhídrico acelera la degradación tanto física como
bioquímica (ésta, mediante pepsina) de los alimentos ingeridos. En un medio ácido,
la pepsina y el ácido facilitan la proteólisis. El ácido gástrico también inhibe la
proliferación de patógenos ingeridos, lo cual protege contra gastroenteritis
infecciosas y la proliferación de bacterias intestinales. La supresión prolongada del
ácido con inhibidores de la bomba de protones (PPI) se acompaña de un mayor
riesgo de colitis por Clostridium difficile extrahospitalaria y otras gastroenteritis, tal
vez por la ausencia de esta barrera germicida protectora.
ULCERA PÉPTICA
Etiologia (causas)
2. PRONÓSTICO
El pronóstico para las úlceras pépticas debidamente tratadas es bueno, la mayoría
de las personas se recuperan por completo y muy pocos casos reaparecen. El
tratamiento para la bacteria H pylori generalmente tiene éxito si toma los
medicamentos según lo prescrito.
4. SINTOMAS
Más de 90% de pacientes con enfermedad ulcerosa péptica refiere dolor abdominal.
El dolor por lo general no se irradia, es de tipo urente y se localiza en el epigastrio.
No se conoce bien el mecanismo por el que se produce el dolor .El dolor epigástrico
es el síntoma más común de las úlceras gástricas y duodenales, caracterizado por
una sensación de ardor y que se presenta después de las comidas; clásicamente,
poco después de las comidas con úlceras gástricas y 2-3 horas después con úlceras
duodenales.
Los pacientes que padecen úlcera duodenal casi siempre presentan dolor 2 a 3 h
después de una comida y durante la noche. Dos terceras partes de los pacientes
con úlceras duodenales refieren dolor que les despierta. El dolor de la úlcera
gástrica es más común durante el consumo de alimentos y es menos probable que
despierte a los pacientes durante la noche.
Otros signos y síntomas son náusea, distensión abdominal, pérdida ponderal,
prueba positiva de sangre oculta en heces y anemia y recuento sanguíneo bajo en
ulceras sangrantes.
La úlcera duodenal es dos veces más común en varones que en mujeres, pero la
incidencia de úlcera gástrica es semejante en ambos sexos. En promedio, los
pacientes con úlcera gástrica son de mayor edad que los pacientes con úlcera
duodenal y la incidencia se incrementa en individuos de edad avanzada, quizá por el
incremento en el consumo de NSAID y de ácido acetilsalicílico
.En la enfermedad ulcerosa péptica no complicada, los hallazgos clínicos son
escasos e inespecíficos. Las "características de alarma" que justifican la derivación
rápida a un gastroenterólogo incluyen sangrado, anemia, saciedad temprana,
pérdida de peso inexplicable, disfagia u odinofagia progresiva, vómitos recurrentes e
historial familiar de cáncer gastrointestinal (GI).
El dolor de la úlcera duodenal a menudo despierta al paciente por la
noche. Aproximadamente el 50-80% de los pacientes con úlceras duodenales
experimentan dolor nocturno. El dolor suele seguir un patrón diario específico del
paciente.
Diagnóstico
Para confirmar que una persona tiene una úlcera, generalmente se ordenará una
prueba de diagnóstico por imágenes. Las dos pruebas más utilizadas son:
Una vez que se ha confirmado la presencia de úlcera por vía endoscópica o con
estudios radiográficos, siempre deben considerarse las causas posibles evidentes
(Helicobacter, NSAID, gastrinoma, cáncer). Todas las úlceras gástricas se deben
someter a biopsia, al igual que la gastritis de cualquier distribución, con el propósito
de descartar la presencia de H. pylori y para estudio histopatológico.
Para descartar la presencia de gastrinoma es necesario realizar determinaciones de
la gastrina basal en suero.
TRATAMIENTO
Tratamiento no farmacológico
Los pacientes con enfermedad ulcerosa péptica deben suspender el
consumo de tabaco, además de evitar el alcohol y NSAID (incluido ácido
acetilsalicílico). Los pacientes que necesitan NSAID o ácido acetilsalicílico
para tratamiento de otras enfermedades siempre deben tomar PPI
concomitantes o dosis altas de antagonistas de receptores H2.
Las úlceras activas asociadas con el uso de AINE se tratan con un curso
apropiado de terapia con IBP y el cese de los AINE.
Para los pacientes con antecedentes conocidos de úlcera y en los que el uso
de AINE es inevitable, se recomienda la dosis y duración más bajas posibles
del AINE y la co-terapia con un IBP o misoprostol. (El misoprostol se usa para
prevenir las úlceras en las personas que toman ciertos medicamentos para la
artritis o el dolor, incluyendo las aspirinas, que pueden provocar úlceras.
Protege la mucosa que recubre el estómago y reduce la producción de
secreción ácida, para profilaxis se usan 200 mcg VO cada 6 h con comida; se
puede reducir a 100 mcg cada 6 h si no se tolera una dosis más alta; última
dosis para administrar antes de acostarse, durante un período mínimo de 4
semanas, aunque los síntomas hayan desaparecido antes. El tratamiento
puede realizarse hasta un máximo de 8 semanas.
La guía ACG de 2009 recomienda que los pacientes que son tratados con AINE
y que también requieren tratamiento con aspirina en dosis bajas para
enfermedades cardiovasculares sean tratados con naproxeno más
misoprostol o un IBP.
OBJETIVOS DE LA FARMACOTERAPIA
Esomeprazol Se recomiendan
pruebas de
susceptibilidad en
pacientes que
fracasan en el
régimen de
erradicación de H.
pylori . Vigile la
aparición de
nuevas
hemorragias en
pacientes con
hemorragia por
úlcera péptica.
Para los pacientes
que se espera que
estén en terapia
prolongada o que
toman IBP con
medicamentos
como digoxina o
medicamentos que
pueden causar
hipomagnesemia
(p. Ej., Diuréticos),
considere
monitorear los
niveles de
magnesio antes de
iniciar el
tratamiento y
periódicamente a
partir de entonces.
Trastornos
hipersecretores:
mediciones de la
producción de
ácido, nivel objetivo
<10 mEq / hora (<5
mEq / hora si se
realizó una cirugía
previa para reducir
el ácido gástrico)
Metronidazol Monitoree el
hemograma
completo con
diferencial al inicio,
durante y después
de ciclos de terapia
prolongados o
repetidos. Vigile de
cerca a los
pacientes de edad
avanzada y a los
pacientes con
insuficiencia
hepática grave o
ESRD para
detectar reacciones
adversas. Observe
a los pacientes
cuidadosamente si
se presentan
síntomas
neurológicos y
considere la
interrupción del
tratamiento.
Rifabutina Mielotoxicidad
(leucopenia y
trombocitopenia),
por lo cual es
necesario un
cuadro hemático al
final del tratamiento
Furazolidona
Antidiarreico Bismuto
salicilato o
citrato
INTERACCIONES
IBP
ANTIACIDOS
Cimetidina
Fomatidina