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UNIVERSIDAD NACIONAL HERMILIO VALDIZÁN -

HUÁNUCO
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS
ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS

INFORME FINAL DE PRÁCTICAS PREPROFESIONALES

RESUMEN PRACTICA IV

ESTUDIANTE : Luz Camila Espinoza Dávila

DOCENTE : Gregorio Pasión Caqui Rayo

HUÁNUCO – PERÚ
2021
Hace unos 25 años, cuando el Cr. Rodrigo Ribeiro comenzó su carrera profesional, hacía asientos
contables a mano. Era la época en la que, como él dice, “los contadores eran los dueños de su
mundo”.

Había algunos trabajos que los hacía por computadora, aunque no era lo más común. Luego
llegaron los programas informáticos, que obligaron a los contadores a transformar su profesión
y a realizar tareas nuevas.

Con la evolución y el desarrollo de nuevas tecnologías a un ritmo acelerado, todos los días se
presentan nuevas interrogantes, miedos y desafíos. ¿Desaparecerán los contadores? ¿Las
nuevas herramientas tecnológicas realizarán sus actuales tareas? ¿Cómo impacta la tecnología
en la profesión? ¿Existen hoy oportunidades para los contadores públicos? ¿Cuál es su rol?
¿Continuará siendo el mismo o cambiará?

Esas fueron algunas de las interrogantes que Ribeiro respondió el 7 de marzo de 2018 en la
conferencia “El futuro del Contador Público”, que tuvo lugar en la Facultad de Administración y
Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.

Ribeiro, MBA de la Georgia State University, es Chartered Financial Analyst (CFA), socio del
Departamento de Consultoría Financiera de KPMG, profesor y catedrático asociado de Finanzas
de Empresas de la universidad.

¿LAS MÁQUINAS SUSTITUIRÁN AL HOMBRE?

Inteligencia artificial, almacenamiento en la nube, Bitcoin, redes sociales. “La tecnología va


evolucionando, modificando distintos aspectos y eso asusta”, aseguró Ribeiro, quien destacó
que las preocupaciones suelen incrementarse por la velocidad de los cambios.

Reconoció que hay tareas que hacen los contadores, que en el futuro seguramente sean
realizadas por robots o máquinas. En especial, aquellas monótonas y repetitivas.

Sin embargo, incentivó a los estudiantes a no tener miedo: “La profesión se va transformando
por todas las nuevas herramientas que aparecen pero, a la vez, nos va dejando otros lugares
desde los que podemos aportar”.

En los últimos años se ha dado un pasaje de lo físico a lo digital. Eso permite, según Ribeiro,
aprovechar las herramientas analíticas y estudiar la historia contable de una empresa con mucha
más facilidad y con mucha más potencia que si se hiciera de forma manual.

No cree que desaparezca la profesión ni que los robots reemplacen a los contadores. Su razón
se basa en que, por ejemplo, si un robot comete un error, rápidamente lo puede repetir en
numerosas ocasiones y afectar los procesos. Por ello, considera que el monitoreo de la
tecnología será un desafío a futuro.

EL CAMBIO: UNA PARTE DE LA PROFESIÓN

Ribeiro comenzó desempeñándose como auditor y haciendo asesoramientos tributarios. Más


adelante, se inclinó hacia las finanzas. Hoy trabaja como consultor. El cambio fue y es parte de
su profesión.

Está convencido de que se va a producir una transformación de la universidad, de las empresas,


de los negocios y de los propios contadores: “Los procesos que hagamos van a ser más eficientes
y eficaces. Nosotros nos vamos a dedicar a otras cosas: a tomar decisiones que aporten más
valor, por ejemplo”.
El experto señaló que seguir estudiando va a ser una condición necesaria. Y advirtió a los
miembros del auditorio que, cuando se finaliza una carrera universitaria, no se termina el
estudio. “Uno tiene que hacerlo durante toda la vida para seguir progresando”, dijo y agregó
que incluso a sus 47 años sigue aprendiendo.

La carrera de Contador Público, en sus palabras, brinda una “excelente base” para despegarse
hacia los diferentes caminos que existen en el mundo de los negocios: como director de una
compañía, responsable de finanzas, de recursos humanos, en el área comercial, o también
realizando la administración, contabilidad e impuestos de una empresa.

Dos amenazas o dos oportunidades

Hay varios factores que afectan a la profesión. De todas formas Ribeiro fue optimista y recalcó
las oportunidades que toda amenaza puede presentar.

La globalización es la primera de ellas. Negocios cada vez más globales, empresas que eligen
cuidadosamente en qué países instalarse y profesionales que, desde cualquier lugar del mundo,
pueden llevar la contabilidad de una organización.

Esto puede ser perjudicial o visto como una oportunidad para aquellos que saben de
contabilidad, administración e impuestos, para ofrecer sus servicios en el exterior. Para trabajar
desde cualquier lugar, en cualquier momento.

El estado regulador es la segunda amenaza. A juicio del experto, en la actualidad, la comunidad


le exige cada vez más servicios a los gobiernos. Eso genera que las administraciones estén “cada
vez más hambrientas de impuestos”. Sumado a eso, existe una tendencia a regular toda
actividad de impacto social.

Pero aseguró que “más regulaciones es más trabajo para los contadores”, ya que los cambios en
las normativas provocan que las personas se asesoren con aquellos que saben: con los
contadores.

EL CONTADOR DEL FUTURO

No será aquel que haga tareas repetitivas ni un procesador de datos, sino un asesor y un analista
en negocios. Una persona con mayor responsabilidad ante la sociedad y los inversores, explicó
Ribeiro, quien además es docente y catedrático asociado de Finanzas de Empresas.

¿Qué habilidades se requerirán? En su opinión, el contador que entienda las herramientas


tecnológicas y pueda hablar con el encargado de producir los programas y las máquinas será
ampliamente valorado. También aquel que comprenda las estrategias de negocios.

Los que, además, tengan formación en ciberseguridad y conocimientos de programación,


pronostica que serán muy demandados.

“La clave va a estar en las herramientas blandas: la capacidad de adaptación, la proactividad


para el aprendizaje, la gestión de recursos y el liderazgo”, concluyó.

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