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Como inician todos los tumores

Etapa No. 1

En una esquinita de la glándula del hipotálamo está en curso una silenciosa


explosión. Numerosos pequeños fragmentos salen del hipotálamo. Algunas
células del hipotálamo van en la sangre, en la linfa y en la saliva. Fluyen sin
molestias en la sangre a la par de los glóbulos rojos, los glóbulos blancos,
las plaquetas, (sin nada que se oponga).

Podríamos imaginarnos que estas células, ya separadas y tan lejos del


órgano (padre) del cual han nacido, deberían estar muertas. Pero nuestros
leucocitos están adiestrados a proteger, nunca comer, o ni siquiera atacar
células que pertenecen a nuestro mismo cuerpo. Si tuviéramos células
muertas, estas si serian devoradas de inmediato. ¿Están exentadas de este
destino solamente por el hecho que están vivas? ¿Nunca morirán? ¿Están
causando algún daño?

Etapa N. 2

No muy lejos de allí, en una pequeña parte de la hipófisis, está sucediendo


otra explosión del tejido. La hipófisis es como una canica colgada al
hipotálamo, en el pavimento del cerebro. Se encuentra justo arriba de su
paladar. La explosión de la hipófisis es independiente del evento del
hipotálamo. Cada uno de los dos acontecimientos puede surgir antes o
después del otro.

Ahora estos dos órganos están sufriendo este extraño acontecimiento de


separación. Se están separando pedacitos de la glándula y fluyen juntos a
los líquidos corporales. ¿Cuanto vivirán estos pequeños fragmentos?
Ningún leucocito los comerá si no están muertos. Para matarlos, es
necesario el complemento.

El Complemento C3

Una parte de nuestro sistema inmunológico se llama complemento. En esa


parte hay muchos actores, llamados C1, C2, C3 y así por el estilo. Cada uno
contribuye a este drama cotidiano: rodean ciertas bacterias, las ponen en
una posición vulnerable y las traspasan con sus espadas. Debemos recordar
que las bacterias son mil veces más grandes que las moléculas de
complemento. Las hazañas de estos últimos son espectaculares.

El complemento tiene el papel de matar las células fugitivas del hipotálamo


y de la hipófisis. El sicrómetro® sirve para ver los C3 pegados a estas células.

Todas las células fugitivas quedan pegadas al complemento C y vienen


traspasadas. Parece que las fugitivas que todavía quedan vivas tienen que
ser identificadas y “preparadas” para que los leucocitos puedan atacarlas y
comerlas.

Muy pronto la sangre, la linfa y la saliva están limpias de todas las células
fugitivas que se han separado del hipotálamo y de la hipófisis.

Pero después llega otra aluvión de células fugitivas, y otra mas, como si un
huracán tras otro las hubiese alejadas y dejadas libres de circular. Por el
complemento C puede ser difícil mantenerse al paso con el trabajo de
traspasarlas. Una vez que estas moléculas C3 hagan su trabajo, son
inutilizables, nos recuerdan las abejas que ya utilizaron su aguijón.

A este punto las moléculas de C3 son tragadas por los glóbulos blancos
juntos a las células defectuosas. El cuerpo tiene que producir otro C3.
Puede ser que en esta situación sea necesario que produzca una cantidad
diez veces o cien veces mayor del lo normal, y tiene que mantener este
ritmo por días y días.

¡Llega el momento en que el cuerpo ya no puede satisfacer la gran


demanda de C3! Entonces ambos tipos de células cerebrales circulan
libremente, lado a lado, en los fluidos corporales. ¿Pueden comunicarse
entre si? Cuando están en su glándula cerebral, comúnmente lo hacen.

Las células del hipotálamo y las células de la hipófisis se reúnen

Mientras la corriente las transporta, puede que muy a menudo colisionan.


Tal vez se atraen. Tal vez son pegajosas. Inesperadamente el sicrómetro® ve
pequeñas células dobles, formadas por células de hipotálamo e hipófisis.
¡Se fusionaros!

Desde este momento, circulan tanto las células dobles como las
individuales. Impertérrito, el complemento ataca tanto las células dobles,
como las individuales, para eliminarlas todas. La demanda de C3 en el
cuerpo aumenta.

Etapa N. 3

Justo arriba del ombligo y un poco a la derecha se encuentra la “cabeza” del


páncreas. De ese punto el páncreas se ubica a la izquierda del cuerpo.
También allí se activa la misma fuerza maléfica. Inicia la erosión de los
tejidos del páncreas: sus células comienzan a separarse y fluir con los
fluidos corporales.

De inmediato se forma una “avalancha”. Las células dobles que se habían


formados antes, ahora se adhieren y se funden a las nuevas células libres
del páncreas para formar células triples. Están dispuestas en este orden: las
células del páncreas se pegan a las células de la hipófisis, y no a las del
hipotálamo. El complemento trata ahora de matar las células triples,
además de las dobles y las simples.

Al final el complemento termina: tanto las células simples que provienen de


los tres órganos, las dobles y la triples llenan los fluidos corporales. El
sicrómetro® las encuentra en la saliva, en la sangre, en la linfa y en el
liquido cerebroespinal.

La linfa no es un fluido que está en las arterias o en las venas, se encuentra


alrededor de nuestros órganos, mojándolos y cuidándolos de sus
necesidades cotidianas. Una parte del espacio que circunda los órganos se
llama “matriz”, por el hecho que tiene algo más que solamente los fluidos.
Cerca de las células hay una red de fibras entrelazada alrededor de cada
célula y entre ellas, como si fuera una cuerda o ancla que mantiene cada
cosa bien fija y segura en su lugar.
El líquido cerebroespinal es una linfa para el cerebro, lo circunda, lo moja y
lo cuida. Después sale, circula por todo el cuerpo para regresar al cerebro, y
ese ciclo sigue repetidamente.

Los fragmentos de tejido esparcidos atraviesan un órgano tras otro


fluyendo con los fluidos en nuestras arterias y venas, en la linfa y en el
líquido cerebroespinal (LCR). En la linfa y en las redes de mallas de la matriz
ellos viajan mucho mas despacio mientras se acercan a las células. ¿Ponen
en peligro (constituyen un peligro por) las células? Dado que el
complemento que ayuda se acabó, ahora los leucocitos se valen de otras
tácticas para matarlos: como arma química se utiliza el oxido de azoto. Esta
sustancia está presente cada vez que el complemento se agota. Pero todas
estas tácticas hacen “muy poco y demasiado tarde”. No controlan la ola de
fragmentos de tejidos que inundan el cuerpo.

¿Por qué ha sucedido? Cómo ha sucedido? ¿Qué pasará? ¿Es debido a una
inflamación? ¿Por qué estos órganos se habían inflamados? ¿Por qué no
habían síntomas?

La leche de vaca contiene siempre células de la mama (seno). Cuando la


vaca se enferma de mastitis (infección de la mama), tiene un numero
mucho mas grande de estas células que circulan libremente en el cuerpo y
en la leche. Para “contar” estas “células somáticas” se usa un dispositivo
especifico. La mastitis es producida por bacterias de estafilococo. ¿Es un
indicio?

Los disertores hallan casa

Tarde o temprano un cuarto órgano sigue la tendencia y comenzará sus


propias micro explosiones. Si no sabemos que es lo que las causa, no
podemos pararlas. Estudiaremos este argumento dentro de poco.

Ahora también las células de un cuarto órgano se fragmentan para juntarse


con las otras que ya circulan en los fluidos corporales. Sea, la próstatas, el
seno, u otro órgano, estas células se añaden a aquellas que ya viajan en el
torrente circulatorio.

El cuarto órgano tiene una diferencia respecto a los otros tres: fabrica una
pega. De hecho se producen, juntos a sutiles hilos, sustancias pegajosas
llamadas fibronectina, laminina y caderina E. Estas sustancias pegajosas
trasudan de las células del órgano como moco pegajoso, formando una
especie de trampa.

Mientras la minúscula célula triple, inmergida en el fluido que la transporta,


atraviesa este órgano, es ralentizada por la pega. De inmediato la célula
triple se pega al cuarto órgano: se funden juntos. ¡Se forma un cuarteto!

El cuarto órgano tiene tripletas pegadas dondequiera. No se disolverán


nunca. Los fluidos se llevan muchos nuevos “cuartetos” como hacían antes
con las tripletas. Pero muchos quedan allí, fijos en la matriz pegajosa del
cuarto órgano. Este cuarto órgano constituirá el “tumor primario”. La
tripleta se pega solamente a un órgano que tiene demasiados hilos de
fibronectina y laminina y que tiene también la caderina E, o sea la pega.

¿Pero por qué ha sido producida mucha pega? Después de todo es normal
tener un poco de laminina y de fibronectina. El exceso de producción
sobreviene solamente cuando algunos parásitos totalmente diferentes e
independientes viven cerca. Adondequiera existan estos parásitos, estas
tres sustancias se producen en exceso. Probablemente esto sirve para que
los parásitos no sean fácilmente llevados por los fluidos del cuerpo
huésped. Pero la tripleta queda entrampada allí, como una falena en una
telaraña, y se fusiona con las células del cuarto órgano.

La tripleta formará el punto en el cual se desarrollará el tumor, por eso yo


llamo esto el núcleo del tumor.

Los parásitos son los comunes Fasciola y Ascaris, ¡no otros! Los parásitos de
Fasciola y Ascaris aumentan a medida que el sistema inmunológico es
destruido por la lejía para lavar. Eso hace parte del aumento de parasitismo
que es común cuando se destruye la inmunidad. La Fasciola es un parasito
plano, fácil de eliminar, como el Fasciolopsis. El Ascaris es un nematodo
(gusano cilíndrico), que al parecer es mas difícil de matar que los parásitos
planos. Las sustancias pegajosas que atrapan las células, o sea la
fibronectina, la laminina y la caderina E, pueden ser digeridas. Nuestros
enzimas digestivos ordinarios, producidos por el estomago y el páncreas,
pueden digerirlos en pocos días. Si normalmente lo hacemos, ¿cuál es la
razón por la que esta vez los órganos digestivos no lo han hecho
automáticamente?

El tumor primario

Cuando usted o su medico encuentren su primer tumor, eso se llama


“tumor primario”. En que órgano se encuentre no importa; es su primer
tumor, por ende se llama primario. Este influye en todos los otros, por que
son descendientes de este.

Si el tumor está en el seno, allí se encontrará un núcleo tumoral de células


de hipotálamo, de hipófisis y del páncreas fusionadas con células del seno.
Cada tumor hasta ahora examinado y estudiado (centenas de centenas)
tienen el mismo núcleo. El orden es siempre el mismo: hipotálamo,
hipófisis, páncreas, seguidos por el órgano en el cual se desarrolla el tumor
primario.

Hasta los canceres no tumorales como la leucemia o la eosinofilía o la


trombocitosis, tienen el mismo núcleo tumoral en la medula ósea, en las
glándulas linfáticas o en el bazo. Estos canceres permaneces diseminados
en lugar de formar masas sólidas. Las masas que se forman a distancia de
un órgano, como la enfermedad de Hodgkin y la simples masas
abdominales, tienen el mismo núcleo tumoral adyacente a las células de las
glándulas linfáticas que han sido envueltas por un parásitos de Filaria en
este punto. Lo que constituye la fuerza de crecimiento de cada uno de estos
tumores es el mismo núcleo tumoral.

Muy pronto se hallarán auténticos pequeños tumores por dondequiera el


núcleo tumoral se aya fundido con las células del órgano. Juntos forman
como un racimo, y dan la impresión de que “una célula haya empezado
todo el proceso”. Pero los núcleos tumorales son muchos.

Ahora comienza el Periodo Mediano, en el cual el tumor empieza a


acumular material y a crecer.

Ahora la destrucción de la inmunidad por mano de la lejía para lavar se


hará mas visible. Y muchos mas actores se juntaran en este trágico drama.

¿Sería fácil impedir que se verifique la primera etapa? Puesto que en esto
proceder a avalancha hay una secuencia ordenada, no podríamos evitar
que (por lo meno una, una cualquiera) o ninguna de estas etapas se active,
¿alcanzando de esa forma nuestro objetivo? No hay una sola manera para
prevenir e impedir el cáncer, si no mas bien existen por lo menos media
docena. Es posible erradicar completamente esta enfermedad – también
para nuestros animales de compañía y animales domésticos. Para realizar
eso, debemos saber lo que causa la explosión de estos órganos.

Regresemos al hipotalamo

Cada vez que la glándula cerebral del hipotálamo pierde sus células y las
deja fluir en la circulación, una extraordinaria sustancia química se ha
acumulado en el hipotálamo. Esta sustancia no está presente cuando en el
hipotálamo no se esparcen células. Todos los enfermos de cáncer tienen
esta acumulación, y es para todos la misma sustancia química.

Esta sustancia se llama ácido clorogénico, un conocido compuesto presente


en las plantas. Los especialistas en “alergia ecológica” lo consideran un
antígeno (o alergeno). Es conocido por los botánicos como “intermediario”
en el crecimiento de las plantas, que a menudo toma parte en la formación
de la fruta y de los vegetales. Esta sustancia está presente de forma natural,
aunque la manera en la que las plantas crecen y maduran influye también
en las sustancias químicas en ellas producidas. De igual modo, la manera de
cocinar los alimentos, influye en estas sustancias químicas. Es muy urgente
un estudio de este argumento.
Una encuesta revela que el acido cloro génico está presente en algunos de
los alimentos mas comunes que las personas ingieren. También algunos
alimentos menos comunes lo contienen. Seguramente deberíamos evitar
alimentos que contienen acido cloro génico. He aquí una lista:

Alimentos que contienen ácido clorogénico

papas, a parte las papas dulces

leche de vaca y todos los productos lácteos, excepto la leche de cabra

todos tipos de pimientos, a parte las semillas de jalapeño

muchos tipos de fruta todavía verde

café y té normales

En el caso de las papas, cocerlas muy bien destruye el acido cloro génico,
pero freírlas no. Ni siquiera las papas fritas (chips) están seguras. Esto
concuerda con los resultados de los estudios que el doctor Charles Ivy [1],
hizo hace cincuenta años, quien dice que los alimentos freídos son
carcinógenos. El doctor Ivy era el mas famoso gastroenterólogo del mundo.

Normalmente los alimentos y bebidas lácteas no se cosen, pero esto


pudiera cambiar.

Dado que hay una cadena de acontecimientos – una única cadena – que
lleva al cáncer, ¿porque no eliminar tan solo un anillo, para parar todo?
Esta idea no ha sido todavía experimentada en gran escala, pero es un
pensamiento tan alentador que haré un elenco de todos los anillos de la
cadena a medida que los encuentro.

Dejen de comer alimentos que

contienen ácido clorogénico

Anillo N. 1
La lista de los alimentos que contienen acido cloro génico no es
perfectamente completa, pero evitar los alimentos enumerados arriba da
excelentes resultados. En cinco días ya no se encuentran células solitarias
de hipotálamo esparcidas en el cuerpo. La erosión se ha detenido. Vea la
Tabla de los alimentos a pagina 36.

Regrezemos a la hipófisis

Otra extraordinaria sustancia química se ha acumulado en la glándula de la


hipófisis, el vecino “de la planta inferior” de la glándula del hipotálamo. Se
llama floridzina, es también una sustancia vegetal. Ella también tiene una
sustancia “fenolica”, que pertenece a la lista de los alimentos antigénicos o
alergenos. También los alergólogos alimentarios la estudiaron. Es mas, en
pasado ha sido descubierto que está asociada con el cáncer, y muy a
menudo, alrededor del 80% de las veces.[2]

En otro contexto, la flordzina ha sido objeto de estudios por más de un


siglo. Si se suministraba en pequeñas dosis a los conejos, podía causar una
diabetes inmediata. La diabetes era permanente. En los años 1940 y ’50 esa
era una manera muy común para hacer investigaciones sobre la diabetes.
Ninguno sospechó en ese entonces, que la floridzina fuese una causante de
nuestra misma diabetes. Esa misma sustancia se puede extraer de las
manzanas, ¡alimento muy común entre los seres humanos! Se sospechó
únicamente del consumo excesivo de azúcar.

El sicrómetro® releva una acumulación de floridzina en el páncreas de todos


los diabéticos. Se encuentra en las diminutas islas de tejido llamadas “islas
de Langerhans”, donde se produce la insulina.

Banting e Best[3], que descubrieron la insulina en los años ‘20, salvaron


muchas vidas de diabéticos. Pero la insulina que suministraban no era una
cura definitiva, sino una sustitución. No podían imaginarse que la
investigación básica en este campo se pararía después de sus muertes, así
que todavía hoy los médicos no tienen una cura para la diabetes. La
conexión con la floridzina en los alimentos, y mas tarde la aparición de un
parásito, el trematodo plano pancreático, y del solvente alcohol metilico,
los habría entusiasmados grandemente.

Por dos razones no deberíamos comer floridzina en los alimentos: por que
contribuye al desarrollo del cáncer y porque lleva a la diabetes.

Alimentos que contienen floridzina

manzanas, a parte las Rojas Delicious y las Golden Delicious, ambas muy
maduras

cerdo, jamón y derivados

productos de la soya, incluido el aceite de soya

frutos inmaduros de muchos tipos

bananas con tan solo una leve coloración verde en las extremidades

coliflor, colinabo (crudos)

anacardos, calabacín verde oscuro (crudos)

amaranto, mijo (crudos)

Tenemos que evitar los alimentos con floridzina por parar la fragmentación
de la glándula de la hipófisis en el cerebro (y para proteger las islas de
Langerhans del páncreas)

Después de haber evitado todos los alimentos de la lista de la floridzina por


cinco días, de nuevo relevamos que no hay mas células solas o fragmentos
de la hipófisis en la sangre o en la linfa. El éxito es rápido. No encontramos
mas ni dobles ni tripletas. Hemos parado la formación de los núcleos del
tumor como habíamos esperado.

Dejen de comer alimentos que contienen

Floridzina
- Anillo N. 2 -

Regresemos al páncreas

Otra sustancia química es responsable de la explosión en escala


microscópica del páncreas. Esa es el acido gálico, otra sustancia fenólica
proveniente del alimento. Todos los enfermos de cáncer tienen una
acumulación de esta sustancia en el páncreas.

La presencia de acido gálico en todos los cereales en los USA hace que sea
el mas penetrante de los tres antígenos alimenticios. Pero no es congénito
de los cereales. Nosotros mismos lo rozamos en los cereales por que es un
antioxidante, anti-micótico (conservante). Lo encontramos en los aceites
que se venden en los estantes de los supermercados, siempre por su efecto
conservador.

Solamente algunos alimentos lo contienen en si. Muchas variedades de


leche, muchas variedades de pollo, y la mayor parte de los huevos en los
Estados Unidos lo contienen. Otras no lo tienen, como los huevos del
México. Supongo que eso depende del pienso usado. Eso explica también la
razón por la que la leche de vaca lo contiene, mientras la leche de cabra no,
(las cabras rechazan el pienso preparado, como las llamadas “raciones” y
los “suplementos”). Eso explicaría también por que los pollos están tan
llenos de tumores: puesto que comen granos están alimentados
primeramente con cereales. Esa es probablemente la razón por la cual otros
terapeutas alternativos quitan el pollo y los huevos de la dieta del enfermo.
Una terapeuta y bacterióloga, Virginia Livingston M.D., ha fondado una
institución basada sobre el concepto que el “germen” del cáncer venía del
pollo (y de los huevos). Mas adelante veremos otras pruebas que acreditan
esta tesis.

También el acido gálico ha sido estudiado por los alergólogos. Es la causa de


muchos síntomas alérgicos, especialmente los espasmos musculares y muy
dolorosos calambres, pero su papel en el cáncer no había sido sospechado,
y non causa ningún dolor en el páncreas.

Alimentos que contienen acido gálico

todos los cereales, tratados con preservantes antioxidantes para prolongar


la conservación en los estantes

todos los aceites, tratados con antioxidantes para impedir de llegar a ser
rancio.

harina, enriquecida y emblanquecida

pollos alimentados con piensos tratados (las llamadas “raciones


suplementarias”) y sus huevos

leche de vaca, otros productos lácteos

la mayoría de los almíbares de arce

Esperamos que lo mas pronto posible nuestro Departamento de la


Agricultura ponga en cima a sus prioridades instrucciones y normas sobre
como criar animales para la alimentación y sobre como manejar los
alimentos de modo que no contengan estos tres alergenos alimenticios.
Como tratar de no comerlos será nuestra mas alta prioridad.
Dejen de comer alimentos

con ácido gálico o propyl galato

- Anillo N. 3 -

Los alimentos testados con el sicrómetro® por detectar la presencia de


estos tres antígenos alimenticios están en la Tabla de los alimentos mas
abajo. Veremos luego el papel que desempeñan.

Después que sus tumores se hayan ido, y no antes, podrán usar algunas
sugerencias y “escapatorias” para volver a comer algunos de estos
alimentos. A este momento habrán adquirido nuevos sabores, y serán
capacitados para diversificar sus alimentos mejor que antes.

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