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Apoptósis
Apoptósis
Nombres: Juan Francisco Martin Cifuentes, Maria Paula Buitrago Muñoz, Nicolás Darío
Maldonado Quiroga, Angie Viviana Pedraza Montañez y Valentina Robayo Aguirre.
2.
Cambios bioquímicos ocurridos en la apoptosis:
1) Activación de caspasa: las caspasas son cisteína proteasas que se forman de manera
constitutiva, presentes mayoritariamente como proenzimas inactivas. para generar su
activación enzimática completa es necesario la escisión en sus residuos de aspartato
internos, que dividen las subunidades grandes de las pequeñas.
La activación de las caspasas 2,8,9 y 10 por señales proapoptóticas (ligadura a
receptores de muerte FAs y TNF) genera a su vez la activación de caspasas de roles
efectores como la Cas-3,Cas-6 y Cas-7.
Diferencias entre los aspectos bioquímicos de la apoptosis y la necrosis secundaria (necroptosis). Tomado de:
https://www.intechopen.com/books/cell-death-autophagy-apoptosis-and-necrosis/necrosis-as-programmed-c
ell-death
3. Describa el mecanismo de la apoptosis: cada una de las vías del proceso apoptótico
(extrínseca, intrínseca, vía de perforina-granzimas y de las caspasas)
VÍA INTRÍNSECA:
La vía intrínseca también es llamada como la vía mitocondrial, y
está regulada por proteínas B-cell lymphoma 2 (Bcl-2). Las
proteínas que inducen a la apoptosis de esta familia
(proapoptóticas) se ubican en la subfamilia “proteínas con un
solo dominio BH3” que ejercen su función al momento de
identificar una alteración en el DNA, concentraciones muy
elevadas de Ca, la falta de secreción del factor de crecimiento o
señales que son mediadas por receptores. La proteína
fundamental que permite esta activación se conoce como “Bim”,
la cual tiene la capacidad de unirse a las proteínas con un solo
dominio BH3 Bax y Bak, internándose al nivel de la membrana mitocondrial exterma y
aumentando la permeabilidad del organelo. Las enzimas mitocondriales se liberan al citosol y
desencadenan la activación de las caspasas; una de las enzimas mitocondriales más
importantes que influye en el proceso de apoptosis es la enzima citocromo c, que es capaz de
unirse a la proteína APAF-1 formando el apoptosoma que activa a la procaspasa 9 para
posteriormente activar a la proteína caspasa 9 mediante reacciones proteolíticas, dando paso a
las proteínas caspasas ejecutoras que inducen a la activación de endonucleasas para
fragmentar el DNA y culminar en la apoptosis celular.
Imagen tomada de: Karp, G., & Araiza Martinez, M. E. (2011). Biología celular y molecular: Conceptos y
experimentos / Gerald Karp (6a ed. 654.). México D.F.: McGraw- Hill.
VÍA EXTRÍNSECA:
La vía extrínseca también es conocida como la vía del
receptor mortal, consiste en la interacción de los receptores
homólogos a los receptores de la citocina TNF (dentro de
la actividad linfocitaria son conocidos como Fas o CD95) y
el ligando homólogo al TNF (en la actividad linfocitaria es
conocido como FasL). El receptor TNFR1 posee un
segmento citoplasmático compuesto por 70 aminoácidos
conocido como la “zona de muerte” que se encarga de
modular las señales entre las proteínas apoptóticas,
atrayendo proteínas adaptadoras como TRADD y FADD
que permiten formar a la proteína procaspasa 8 que
previene a la célula de accidentes proteolíticos, pero al
momento de fraccionarse por una acción proteolítica
durante su oligomerización autoactivandose, libera la
proteína caspasa 8, la cual activa a las caspasas ejecutoras
que dirigen la señal hacia una activación de las
endonucleasas que actúan al nivel del núcleo fragmentando el DNA y procediendo a la
apoptosis celular. La caspasa 8 puede fraccionarse aún más y permitir la proteína de un solo
dominio BH3 conocida como Bid que se une a Bak y Bax para activar la apoptosis desde la
vía intrínseca.
Imagen tomada de: Karp, G., & Araiza Martinez, M. E. (2011). Biología celular y molecular: Conceptos y
experimentos / Gerald Karp (6a ed. 653.). México D.F.: McGraw- Hill.
VÍA PERFORINA-GRANZIMAS
La vía de las perforinas-granzimas consiste
en la acción lítica de los granulocitos
secretados por las células inmunológicas,
que forman un poro que permite el ingreso
de enzimas citotóxicas. Esta vía se lleva a
cabo por la actividad citotóxica de los
linfocitos T CD8, ya que son capaces de
secretar perforinas, granzimas,
granulosinas, y calreticulinas en presencia de proteínas p53 tras la detección del daño en el
DNA, interactuando con el receptor FasL. Los linfocitos T CD8 y NKT son capaces de
liberar granzimas A y B que se liberan al nivel de la sinapsis inmunológica, y pueden ingresar
sin presencia de perforinas al espacio intracelular por los receptores manosa-6-fosfato,
permitiendo activar por medio de las granzimas B la vía intrínseca de la apoptosis y las
granzimas A actúan al nivel del retículo endoplásmico asociando a los complejos SET, los
cuales se componen de las proteínas SET, Ape 1, HMG-2, pp 32 y DNAasa NM23-H1, las
cuales actúan a nivel nuclear y citosólico. Las granzimas son capaces de producir especies
reactivas de oxígeno (ROS) y desencadenar estrés oxidativo, por lo que la proteína caspasa
12 tiene la capacidad de ejercer su función tras la interacción dada por el factor 2 y el TRAF
2; también puede elevar los niveles de Ca2+ en el espacio intracelular y aumentar la
permeabilidad que posee la membrana mitocondrial externa, para dar paso a la vía intrínseca
de la apoptosis. La diferencia entre las granzimas consiste en que, la granzima A utiliza un
proceso independiente de caspasas, mientras que la granzima B puede inducir a la apoptosis
independiente y dependiente de caspasas (por la caspasa 12 o 10).
Imagen tomada de: https://www.neurologia.com/articulo/2003620/esp
Cuando las células inducen a la apoptosis, se expone un lípido que normalmente se encuentra
en el citosol llamado fosfatidilserina, este puede ser reconocido por las células fagociticas y
proceden a su eliminación rápida sin inflamación.
En primera instancia, este proceso, conocido como muerte celular inmunogénica (ICD) puede
caracterizarse por la liberación de factores solubles y unidos a la membrana que estimulan la
función de las células inmunes, por ejemplo los patrones moleculares asociados al peligro
(DAMP), de los cuales los más comúnmente asociados con la ICD son la calreticulina unida a
la membrana (CRT), la proteína del cuadro de grupo 1 de alta movilidad (HMGB1) del
núcleo, por otro lado también están las proteínas de choque térmico (HSP) 70 y 90 en la
superficie celular durante la ICD entre otros. Dichos factores funcionan como señales que
pueden mejorar que las células dendríticas (DC) puedan captar con mayor facilidad el
antígeno y mejore la maduración de las mismas. A continuación se nombraran algunos de
esos factores:
- ATP: La liberación de este componente por la célula que activa el receptor P2RX7 en
las CD, lo que conduce a la formación del inflamasoma NLRP3 . Este complejo activa
la caspasa-1, que escinde la pro IL-1β en IL-1β para su secreción, efectuando así una
respuesta celular específica de linfocitos T citotóxicos que actuarán contra el tumor.
La ICD está relacionada con la inducción del estrés del RE , el cual puede desencadenar una
red de señalización llamada respuesta de proteína desplegada (UPR). PERK, IRE1 y ATF6
diferentes se activan por fosforilación, oligomerización o escisión durante una respuesta al
estrés y previenen daños adicionales relacionados con el estrés o, bajo estrés prolongado,
causando apoptosis.
- PERK: Atenúa la traducción de proteínas mediante la desfosforilación directa del
iniciador de la maquinaria de traducción del ARNm , eIF2 , que puede provocar la
detención del ciclo celular.
- ATF6: Su función es regular que se de una correcta expresión de los genes que cifran
proteínas involucradas en UPR.
- IRE1: activa el factor XBP1 que además induce la expresión del gen de “estrés” de la
UPR. Si bien las tres vías involucran proteínas proapoptóticas, IRE-1 y PERK son
más conocidas por estimular la vía JNK y el inhibidor de Bcl-2 , CHOP,
respectivamente.
Los tratamientos que inician indirectamente una respuesta al estrés del RE se consideran
inductores de ICD de tipo I, como las antraciclinas que se dirigen a las proteínas citosólicas o
nucleares, causando estrés en el RE como efecto posterior . Los tratamientos que están
directamente relacionados con el estrés del RE son los inductores de ICD de tipo II, como la
terapia fotodinámica (TFD) o los virus oncolíticos que se dirigen al RE para desencadenar la
muerte celular. Las citocinas detectadas durante y después de la inducción de ICD pueden ser
proinflamatorias, por ejemplo, TNF, IL-6 e IL-1β, aumentando la expresión del MHC de
clase I en las APC promoviendo la diferenciación de las células T y activando así a las
células NK. Las células tumorales moribundas tratadas con inductores de ICD también
pueden liberar citocinas que modulan la respuesta inmune, como IL-8, IL-6 y otras , mientras
que las citocinas efectoras críticas producidas por linfocitos incluyen IFN- γ producida por
las células TH1 y CTL y la IL-17 liberada por las células TH17. La funcionalidad de las
células NK se ve reforzada por las citocinas producidas por las CD activadas, como la IL-12,
y por otras células inmunitarias innatas, como el IFN-α / β, que conducen a la secreción de
IFN-γ y TNF.
1. Cáncer: las células tumorales a diferencia de las normales no depende mucho de factores
ambientales que hacen posible que estas células vivan y se desarrollen; es por eso, que su
capacidad de respuesta frente a estímulos de apoptosis está disminuida. En relación con lo
anterior, existen genes como los BCL-2, los cuales se relacionan con el control de la
apoptosis y los mecanismos de muerte celular en los tumores; estos genes presentan
dificultades para la estimulación de la progresión del ciclo celular, considerándose así como
genes capaces de suprimir tumores e inducir o regular la apoptosis.
2. Autoinmunidad: con el fin de que no quede un exceso de linfocitos y para que se presente
un constante recambio de los mismos que sean capaces de producir una respuesta inmune
normal, es necesario que la muerte celular sea un proceso fisiológicamente regulado. En ese
sentido, las enfermedades autoinmunes pueden producirse por un error en la renovación de
células de la respuesta inmunitaria que se manifiestan frente a mutaciones somáticas durante
la respuesta; en este proceso se involucran los productos génicos de BCL-2 y el receptor de
superficie Fas como reguladores de la apoptosis.
3. Infección viral: Para evitar que el virus se propague, la apoptosis puede actuar como un
mecanismo de defensa en respuesta a las alteraciones fisiológicas de las células causadas por
la infección; sin embargo, el agente viral puede responder a través de mecanismos que alteren
la regulación de la apoptosis (como la inhibición de esta), con el fin de mantener su latencia.
BIBLIOGRAFÍA: