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DINAMICA CULTURAL: ABOLICIONISMO DE ESCLAVOS

Estados Unidos de América


El movimiento abolicionista se formó en 1830 en los estados del norte de Estados Unidos, en
los que se le dio mucha publicidad. En 1831 se fundó la New England Anti-Slavery
Society (Sociedad anti-esclavitud de Nueva Inglaterra).
El movimiento tenía sus raíces en el siglo XVIII, donde había nacido con el objetivo de prohibir
la trata de esclavos. La posesión de esclavos se permitió hasta el final de la Guerra de Secesión,
particularmente en los estados del sur. La constitución trataba en ciertos puntos la esclavitud,
aunque en ninguno se usaba esta palabra.
Todos los estados al norte de Maryland abolieron la esclavitud entre 1789 y 1830,
gradualmente y en diferentes momentos. Sin embargo, su estatus permaneció inalterado en el
sur, y las costumbres y el pensamiento público evolucionaron en defensa de la esclavitud como
respuesta al creciente fortalecimiento de la actitud anti-esclavitud del norte. El punto de vista
contra la esclavitud que mantenían muchas personas del norte tras 1830 fue llevando lenta e
imperceptiblemente hacia el movimiento abolicionista. La mayoría de los estados del norte no
aceptaban las posiciones extremas de los abolicionistas. Abraham Lincoln, a pesar de ser
contrario a la esclavitud, tampoco aceptaba el abolicionismo.
El abolicionismo como principio era algo más que un mero deseo de ampliar las restricciones a
la esclavitud. La mayoría de los norteños aceptaban la existencia de la esclavitud, no tenían
como objetivo cambiar esto, sino favorecer una política de liberación indemnizada y gradual.
Los abolicionistas, en cambio, querían terminar con la esclavitud de una vez por todas y para
siempre, y el movimiento se caracterizó por la aplicación de la violencia para precipitar el fin,
como muestran las actividades de John Brown. El movimiento abolicionista se difundió
particularmente gracias a la efectiva propaganda de William Lloyd Garrison.
En la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, el abolicionismo jugó cierto papel. Aunque
los cuáqueros (Benjamin Lay, John Woolman) se dieron a conocer parcialmente por su
participación en este movimiento, éste no estaba en ningún caso limitado a los cuáqueros.
Este punto fue uno de muchos que llevó a la fundación de los metodistas libres, un grupo que
se separó en la década de 1860 de la Iglesia Metodista.
Muchos abolicionistas americanos desempeñaron un papel activo en contra de la esclavitud en
el «Ferrocarril Subterráneo», organización clandestina que trataba de ayudar a los esclavos
fugitivos a pesar de las grandes penas que esto podía acarrear según la ley federal que entró
en vigor en 1850.
Mediante la Proclamación de Emancipación (promulgada por el presidente Abraham Lincoln,
en la que se declaraba la libertad de todos los esclavos en el año 1863 y entró en efecto por
primera vez al final de la Guerra Civil 1865), los abolicionistas americanos obtuvieron la
liberación de los esclavos en los estados en los que seguía habiendo esclavitud y la mejora de
las condiciones de los americanos negros en general. El movimiento abolicionista abonó el
campo para el movimiento para los derechos civiles estadounidense.
ACULTURACION:
Los cubanos residentes en Estados Unidos, por ejemplo, asimilan hábitos, costumbres y
tradiciones estadounidenses enriqueciendo su nuevo acervo cultural, pero inevitablemente
sufren una merma creciente de su identidad a medida que pasa el tiempo, hasta agotar su
reserva cultural dentro de cierto número de generaciones.
Muchos de ellos abandonaron Cuba por motivos políticos para escapar de la tiranía castrista y
son ellos los que más sufren la pérdida de la tierra natal, pero compensan ese quebranto con
haber salvado a sus descendientes de la barbarie que reina en ese desdichado país.

No obstante, un buen número de ellos ha logrado sobreponerse a tan duro golpe acelerando
incluso el proceso de aculturación con el fin de lograr el denominado sueño americano
adaptándose lo antes posible a la nueva ética ciudadana, las normas y costumbres que
fortalecen la iniciativa individual y llevan a la prosperidad colectiva.

LUCHA CULTURAL :
Estados Unidos está en guerra. Es una guerra extraña, furtiva, cultural. En ella se enfrentan, de
una parte, los liberales multiculturalistas que afirman que no existe un pueblo ni una cultura
nortamericana, que esta sociedad es esencialmente racista, discriminadora, machista, sexista,
imperialista, represiva y que, por lo tanto, merece desaparecer. De otra parte están los que,
pese a sus infinitos defectos, la consideran la sociedad más democrática y generosa del
mundo, y luchan por conservarla. La afirmación puede parecer extravagante pero analistas tan
importantes como George F. Will, Thomas Sowell, Robert Novak, William Buckley, Samuel
Francis, Cal Thomas, John Leo y Suzanne Fields, entre muchos, utilizan constantemente el
concepto de guerra cultural. Y no es por gusto. En este país es muy difícil analizar un solo
problema importante, desde el viraje de la política hacia Cuba hasta la delincuencia y desde la
crisis del binestar social hasta la inmigración si se desvicula del contexto de este
enfrentamiento.

El concepto de guerra cultural, al que Samuel Francis dedicara un brillante ensayo en la revista
Chronicles (diciembre 1993), tuvo su origen en Antonio Gramsci, uno de los fundadores del
Partido Comunista Italiano. Curiosamente, el comienzo de influencia coincide con el final de su
carrera política activa. Fue estando preso cuando redactó las "Cartas desde la Cárcel",
considerado como uno de los textos políticos más influyentes del siglo XX.

Gramsci planteaba que la lucha revolucionaria en países industrializados como los de Europa
Occidental o Estados Unidos, no podía plantearse directamente la conquista del poder político,
como pretendía Lenin. En esos países, decía Gramsci, la burguesía ha conseguido lo que él
llamaba "la hegemonía ideológica" al controlar las instituciones culturales de la sociedad: los
centros de estudio, los medios de comunicación de masas, los núcleos de producción artística,
es decir, los centros orientadores del pensamiento, el gusto y la sensibilidad.

El verdadero poder de una clase dominante, decía Gramsci, se apoya en su hegemonía


cultural, y si la revolución ha de triunfar es imprescindible primero conquistar ese liderazgo. De
otra forma, el poder político sólo podrá mantenerse mediante una vasta e implacable
represión. Los revolucionarios, en vez de apoyarse en un partido elitista y burocratizado, como
el "partido de nuevo tipo" de Lenin, debían construir lo que él llamaba una "fuerza contra
hegemónica", independiente de las instituciones sociales y culturales que respondían a los
valores de las clases dominantes.

Esta fuerza paralela cuestionaría la autoridad de las normas y valores tradicionales, mientras
iba construyendo su propia autoridad, acorde con los valores colectivistas. Gramsci fue
detenido por la policía política de Mussolini en 1927, y murió en la cárcel. De esa forma,
probablemente eludió haber sido asesinado por Stalin.

En Estados Unidos, en los años 60, cuando se desarrollaba la gran lucha contra la
discriminación racial encabezada por Martin Luther King, se produjo una coyuntura propicia
para emprender el asalto que propugnaba Gramsci aunque, por supuesto, éste no respondiera
a ningún plan deliberado. Luther King no luchaba contra el sistema capitalista, todo lo
contrario, luchaba para que los negros pudieran integrarse plenamente en el mismo. Quería
que "los hombres fueran escogidos por el contenido de su carácter y no por el color de su
piel". Su ejemplo, ha servido de inspiración a la lucha de la disidencia cubana y su asesinato fue
un golpe terrible para la sociedad norteamericana.

Por aquella época, Estados Unidos comenzó su intervención en la guerra de Vietnam. Por
razones obvias, la guerra era particularmente impopular entre muchos jóvenes universitarios
sometidos al servicio militar obligatorio. La coincidencia de la lucha contra la discriminación
racial y la oposición a la guerra de Vietnam fue aprovechada por los ideólogos de la llamada
Nueva Izquierda. La Nueva Izquierda nunca estuvo vinculado al movimento obrero ni a las
reivindicaciones sindicales. Fue un movimento de intelectuales marxistoides que resultó muy
atractivo para los universitarios, hijos mimados de la sociedad americana. No era para menos.
Echando mano a la socorrida teoría marxista de la superestructura, planteó que discriminación
y guerra eran manifestaciones de la naturaleza represiva del sistema capitalista. No sólo eso.
Teóricos tan influyentes como Marcuse, entre otros, plantearon que toda represión era un
efecto morboso de la cultura capitalista.
VALORES CULTURALES:

La sociedad de Estados Unidos está compuesta por una gran diversidad de grupos étnicos y
culturas que han ayudado a crear los valores estadounidenses. En general, los estadounidenses
son individualistas, están a favor de usar la fuerza militar para mantener el orden en el mundo
cuando sea necesario, no creen en la intervención del estado y piensan que cada país debe
hacer frente a sus propios problemas de la mejor manera que puedan. También son muy
religiosos.

Los principales valores de los estadounidenses son los siguientes:

Individualidad: desde pequeños son incentivados a ser independientes y a llevar a cabo sus
propios objetivos en la vida, sin depender ni de familiares ni de amigos.

Igualdad de oportunidades: piensan que todas las personas deben tener las mismas
oportunidades pero no obtener los mismos resultados. Consideran que cada persona debe ser
recompensada según su esfuerzo personal, lo que provoca que se establezcan diferentes
niveles de vida.

Éxito personal: en Estados Unidos se valoran mucho los méritos personales de cada uno,
estimulando la competitividad del país.

Bienestar material: el éxito deriva en ganar dinero y en disfrutar de las cosas que se pueden
comprar.
Eficiencia: hacer las cosas mejor y eficientemente es algo que se valora mucho. Se aprecia a
quienes saben resolver problemas sin desperdiciar recursos. Además, la eficiencia es
recompensada en dinero.

Progreso: los estadounidenses tienden a pensar que el futuro será mejor que el pasado, son
muy optimistas.

Democracia y capitalismo: piensan que la mejor forma de gobierno es la democracia y que


todos los ciudadanos tienen derecho a elegir sus líderes. El gobierno debe respetar una serie
de derechos. También consideran que su sistema económico puede resolver las necesidades
de las personas.

Libertad: defienden que las personas deben ser libres y elegir qué quieren hacer con sus vidas.

Racismo y superioridad: la mayoría de los estadounidenses sigue enjuiciando a las personas


por su género, raza o clase social. Asimismo, por lo general, piensan que su sociedad es
superior a las demás.

Informalidad: los estadounidenses tienen por lo común un estilo de vida casual. Por ejemplo,
los estudiantes suelen ir a clase en pantalones cortos y camisetas. Los saludos y las despedidas
son amigables e informales. 

PATRIMONIO CULTURAL:
Estados Unidos posee, a día de hoy, 23 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco. Uno de ellos está en Puerto Rico y otros dos, compartidos con Canadá. Para no
aburriros con entradas muy largas, este recorrido lo vamos a dividir en cuatro partes, por
orden cronológicos según la fecha en la que fueron inscritos. Empezamos.

El Parque Nacional Mesa Verde, fue inscrito como bien cultural en 1978. Se encuentra al
suroeste de Colorado. El altiplano de Mesa Verde alcanza más de 2.600 metros de altura. En él
se encuentran una gran cantidad de viviendas de los indios pueblo construidas entre los siglos
VI y XII. Se han localizado unos 4.400 sitios, desde aldeas erigidas en lo alto de la meseta a
enormes viviendas construidas con piedra en farallones rocosos, que en algunos casos ctienen
más de 100 habitaciones.

El Parque Nacional de Yellowstone, está inscrito como bien natural desde 1978. Creado en
1872, fue el primer parque nacional del mundo. Es un extenso bosque de casi 9.000 km2 que
se extiende por los estados de Wyoming (96% de la superficie), Montana (3%) e Idaho (1%). En
él se pueden ver más de la mitad de los fenómenos geotérmicos que se dan en el planeta, con
unos 10.000 ejemplos diferentes. También posee más de 300 géiseres (unos dos tercios de
todos los hay en el planeta). También es famoso por su fauna salvaje de osos grizzli, lobos,
bisontes y wapitíes
El Parque Nacional del Gran Cañón, fue inscrito en 1979 como bien natural. Se encuentra en el
estado de Arizona y está atravesado por el gigantesco cañón cavado por el río Colorado. Con
sus 1.500 metros de profundidad es uno de los desfiladeros más espectaculares del mundo. En
sus estratos horizontales está plasmada la historia geológica de los últimos dos mil millones de
años. También se hallan en este sitio restos de los esfuerzos de adaptación del hombre
prehistórico a un entorno particularmente inhóspito.
El Parque Nacional de los Everglades fue declarado bien natural en 1979. Está situado en el
extremo sur del estado de Florida. Es como un río de hierba que se desliza muy lentamente
desde tierra adentro hacia el mar. Destaca por la variedad de sus hábitats acuáticos, lo que lo
ha convertido en santuario de multitud de aves y de reptiles, y también de especies
amenazadas como el manatí
Kluane / Wrangell-St. Elias / Bahía de los Glaciares / Tatshenshini-Alsek. Es un bien
compartido con Canadá, del que ya os hablamos en una de las entradas sobre el Patrimonio de
la Humanidad en Canadá.

El Independence Hall, fue inscrito como bien cultural en 1979. Situado en Filadelfia, es el
edificio donde se firmaron la Declaración de Independencia y la Constitución de los Estados
Unidos, en 1776 y 1787 respectivamente.

PATRONES CULTURALES:

Estados Unidos es uno de los países con mayor diversidad del mundo, desde su geografía
hasta la composición demográfica; es imposible hablar de una característica única en este
escenario de riqueza geográfica, racial, étnica y cultural.

El flujo de inmigrantes, que proceden de las más apartadas regiones del planeta o de las
naciones limítrofes, ha sido continuo y constante desde hace 150 años. Por ejemplo, en 2013
vivían alrededor de 41,3 millones de inmigrantes en Estados Unidos, lo que representaba
un 13% de la población total. Si se tienen en cuenta los hijos de inmigrantes nacidos
en Estados Unidos -los llamados inmigrantes de segunda generación- la cifra alcanza los 80
millones, o lo que es lo mismo, un cuarto de los 316 millones de personas que viven en el país.

La diversidad también se refleja en la geografía y el clima. Se encuentran paisajes tan dispares


como Alaska, el desierto de Arizona, las cataratas del Niágara en la frontera con Canadá,
las playas de California, los campos de maíz del Midwest o las ciudades más cosmopolitas del
planeta.
Cada rincón de Estados Unidos es único, y esto se refleja en las costumbres de sus habitantes.
Es uno de los países con más fiestas locales y tradiciones que podemos encontrar alrededor
del mundo. A nivel estatal la más importante es el día de Acción de Gracias, que se celebra
el último jueves del mes de noviembre y tiene su origen en tradiciones aborígenes y europeas
que celebraban el final de las cosechas y agradecían los buenos resultados. Actualmente, se
suele conmemorar con un banquete con familiares y amigos.
A nivel gastronómico, los estadounidenses destacan por su escasa dedicación a la cocina.
Generalmente su dieta se basa en atiborrarse de comida rápida o platos precocinados que se
preparan en casa en cuestión de minutos. El desayuno es su comida más importante del día,
seguido por una comida fuerte al mediodía y una cena ligera a base de sopas o sándwiches
por la noche.

Sin embargo, en lo que se refiere a restaurantes, cuentan con una amplísima variedad. La


diversidad de su sociedad hace que sea posible encontrar multitud de restaurantes
étnicos y comer casi cualquier plato en todas las ciudades.

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