Está en la página 1de 1

1 El adulterio te parte a la mitad

En el matrimonio, dos personas se convierten en una. La Biblia describe tal hecho como ser “una
sola carne” (Gn 2:24). El adulterio rompe por la mitad la especial intimidad y confianza entre
marido y mujer. Por eso la gente dice cosas como: “Tengo el corazón roto” o “Siento que me han
destrozado”.

Probablemente también te sientas avergonzado. Te sientes debilitado, expuesto y abochornado


por lo que ha hecho tu cónyuge. Harías cualquier cosa para encubrir la traición y librarte de esos
horribles sentimientos. Tal vez tú (o tus amigos) tengan incluso buenas razones para negar tus
emociones. Puede que sientas que, como Dios es tu refugio y tu fuerza, estás negando tu fe al
expresar tu dolor. O puedes pensar que tus sentimientos te alejan del objetivo cristiano del
perdón. Sin embargo, es un error encubrir o negar lo que se siente.

También podría gustarte