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3. La Prioridad de la Comunicación
Introducción:
Cuando un ejército enemigo comienza a atacar a otra nación, lo hace primeramente a través de
sus vías de comunicación, para debilitarlo y evitar que juntos puedan defenderse. Sin comunicación
en un equipo de liderazgo, en la familia, en una organización o en otro lugar de la sociedad
terriblemente obtendrá un único resultado: El Fracaso.
Todo iba muy bien hasta que un día un león hambriento descubrió el pastizal con los tres gordos y
cebados animales.
La boca de le hizo agua de sólo verlos y se propuso darse tres suculentos banquetes.
El problema era que nada podía hacer mientras los toros, que eran animales fuertes y poderosos,
se mantuvieran unidos. De modo que ideó un astuto plan para enemistarlos entre sí.
Adoptando un aire de hipócrita y zalamero, atrajo la atención de cada uno de ellos por separado y
lo convenció de que los otros dos se habían aliado para quitarle su parte del terreno y apoderarse
de sus pastos antes de que llegara el invierno.
Los toros ingenuamente le creyeron y se llenaron de desconfianza y recelo entre sí, hasta el punto
de no moverse cada uno de su pastizal por temor a que los otros dos se lo quitaran.
En cuanto lo vio separados, el león los atacó uno por uno y se dio los tres suculentos banquetes
con que había soñado”.
-Esopo-
La mala comunicación mina las relaciones entre los miembros del equipo y hace que cualquier
cosa que realicen no tenga la productividad que debería tener. Los tres toros de la fábula de Esopo
por no comunicarse adecuadamente entre ellos, perecieron. De allí radica la importancia de la
comunicación y de prestar atención a como se esté dando ésta dentro su equipo o en su entorno.
Desarrollo:
A. Somos seres comunicativos:
Nacimos siendo seres sociales, altamente comunicativos. Poseemos dos oídos por los cuales
recibimos información constante de nuestro entorno, dos ojos que permiten apreciar el aspecto, el
tamaño, los colores, las imágenes del ambiente donde nos encontramos y el trato de las otras
personas; hasta nuestro cuerpo comunica un 55% del total de la comunicación que tengamos con
otras personas y nuestra boca sólo un 7%.
Nacimos para comunicarnos, para vivir en sociedad y no en solitario. Al leer el Génesis,
entendemos la impresión que tuvo Adán la primera vez que vio a su amada, y como lo comunicó
dejando testimonio para las futuras generaciones. “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre
esté solo; le haré ayuda idónea para él… Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y
carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.” (Génesis 2:18,23).
La comunicación en la familia es un asunto de alta prioridad, así como también lo es en el área
espiritual al relacionarnos con nuestro creador en la intimidad de la oración. Dios siempre ha
buscado entablar una comunicación permanente con el hombre desde que lo colocó en el huerto de
Edén.