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EL LUGAR DONDE TODO COMENZO...

¿Notaste con cuanta frecuencia la gente del AT construía altares? Es porque los mortales
tenemos la tendencia a recordar lo que debemos olvidar y olvidar lo que deberíamos recordar.
Los altares te proporcionan un lugar sagrado al cual podamos regresar. Creo que lo sagrado se
vuelve común porque no construimos altares en nuestra vida. Lugares en donde podamos
encontrarnos con lo que El nos dijo. No estoy hablando de adorar un lugar ni mucho menos,
pero siempre pienso que daría cualquier cosa por regresar a ese departamento en el que Dios
me mostró una visión de un estadio lleno la primera vez. Se que si pudiera estar de nuevo allí,
no podría contener las lágrimas. El lugar donde todo comenzó. El recordar momentos de gloria,
hace que no pierdas la fe en lo que vendrá. Si Dios estuvo, volverá a estar.

¿Pedro habrá ido remando hasta el sitio donde caminó sobre las aguas?
¿Llevaría Zaqueo a sus nietos a subirse al árbol donde vio a Jesús por primera vez?
¿Visitó Lázaro la tumba donde había estado sepultado por cuatro días?
¿Habrá ido Pablo al lugar donde Dios lo tumbó por primera vez, camino a Damasco?
¿Abraham habrá ido de vuelta al monte Moriah para recordar su peor crisis?
Y me pregunto si Moisés no regresaría al lugar de la zarza, se quitaría sus sandalias y le daría
gracias a Dios por interrumpir su rutina de cuarenta años y le diera la oportunidad de marcar
una diferencia en la historia.

Tenemos la tendencia a recordar lo que debemos olvidar y olvidar lo que deberíamos recordar.

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