LA CONVERSIÓN ES A DIOS

Por un hermano.

1Pe_1:23 siendo renacidos, no de simiente

corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de
Dios que vive y permanece para siempre.

Alguna vez que pase por Caracas, y asistí a la

asamblea de la avenida principal del Cementerio, le
escuché decir a don Hildebrando Gil, estas palabras:

“EL NUEVO NACIMIENTO ES UNA OBRA NETAMENTE

DIVINA”

Esto es, sin intervención de recursos humanos, como

la persuasión o presión para que la persona crea en
Cristo, sino, como enseña el apóstol Pedro,
permitiendo que sea la Palabra por sí misma
(Jn.6:63), usada por el Espíritu Santo, la encargada
del nuevo nacimiento.

Y en un ministerio de don Santiago Walmsley,

recuerdo su enseñanza sobre algunos grupos que
presionan de tal manera al oyente, para que crea en
Cristo, que le traía a la memoria el título de un aviso,
donde se sacan copias de llaves de candados:

“SU LLAVE EN UN MINUTO”

Nosotros no hemos aprendido así del Señor.

Nicodemo, con todo y ser un maestro de Israel, tuvo

que aprender del Señor que no era salvo.

Que por mucha religión y autoridad que tuviese, pues

era miembro del Sanedrín, y que por mucho
conocimiento de la ley que manifestase, y el mucho
respeto del pueblo que gozaba, tenía que comenzar
de nuevo.
Le era necesario nacer otra vez.

El hombre natural no puede entender este nuevo

nacimiento y responde tal y como Nicodemo lo hizo:

Jua 3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre

nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda
vez en el vientre de su madre, y nacer?

A Nicodemo le contemplamos convertido al Señor

junto con otro miembro del Sanedrín llamado José de
Arimatea, leemos:

Mar 15:43 José de Arimatea, miembro noble del

concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino
y ENTRÓ OSADAMENTE a Pilato, y pidió el cuerpo de
Jesús.

Jua 19:39 También Nicodemo, el que antes había

visitado a Jesús de noche, vino trayendo un
compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.

“ENTRÓ OSADAMENTE”

El carácter de un genuino creyente que no se

avergüenza de su Señor y del qué dirán en el
Concilio:

“¡Ay! ¡Son unos desertores!

Vaya uno a saber, si mientras sus compañeros del

Sanedrín miraban las paredes y columnas del Templo,
tanto Nicodemo como José de Arimatea, no quitaron
sus ojos del Señor cuando se señaló a sí mismo
diciendo:

Jua_2:19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este

templo, y en tres días lo levantaré.

Jua 2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los

muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho
esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús
había dicho.

Dos miembros del Sanedrín habían desertado para

ser discípulos de Cristo.

Y esto no fue de la noche a la mañana… exigió

investigación y creyeron la Escritura y la palabra que
Jesús había dicho.

El caso del ladrón que fue salvo en la cruz:

Luc_23:42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando

vengas en tu reino.

Por su lenguaje inferimos que había oído del

evangelio del reino, pero no se había arrepentido y
creído hasta ahora.

La conversión es un momento precioso cuando el

pecador culpable y convicto se vuelve a Cristo no
importando las circunstancias.

EL PELIGRO DE LOS GRUPOS RELIGIOSOS

En una ocasión, antes de mi conversión, vi un par de

religioso gringos, con camisa blanca, pantalón negro
y una plaquita de plástico negro con el nombre de
“Elder fulano de tal”. Me acerqué para preguntarles
la pronunciación de equis palabra, y a los pocos
minutos, se habían ofrecido para visitarme en casa y
hablar del ángel Moroni, de unas planchas de oro
entregadas a José Smith en el monte Cumorah, cerca
del Estado de Nueva York.

Y como uno no sabe nada de Cristo ni de la Sana

Doctrina, pues es presa fácil de estos grupos.

Otro grupo anda ofreciendo revistas atalayas de

puerta en puerta y sus enseñanzas son centradas en
la tierra y el Hijo de Dios para este grupo nacido en
Pennsylvania, es la primera criatura creada por dios,
por el dios de ellos. El viejo culto a Moloc, ha sido
redivivo por este grupo al ofrecer las vidas no solo de
los niños, sino también de los jóvenes y adultos, en
sacrificio, pues prohíben las vitales transfusiones de
sangre en caso de necesitarlas y prefiere la muerte
de la víctima y no su vida.

Esto es maldad pura, revestida de religiosidad.

Cuando recibí a Cristo, lo hice voluntariamente y en

mi propia casa el 14 de Abril del año 1989.

Y no obstante, todavía no conocía las asambleas

congregadas en el nombre del Señor.

Me reclutó un grupo “pentecostal” conocido como

“Ríos de agua viva”, donde había mujeres que
ministraban y profetizaban en el púlpito.

Y hasta el día de hoy, estos grupos no han entendido

que cuando una mujer ministra en el interior de la
asamblea, Cristo no está presente en medio de ellos,
porque es la gloria del hombre la que se está
manifestando,

¿Por qué?

La Escritura responde:

Gén_2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso

de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada
Varona, porque del varón fue tomada.

A esta gloria del varón se refiere el apóstol cuando

afirma en una reunión de asamblea:
1Co 11:7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza,
pues él es imagen y gloria de Dios; PERO LA MUJER
ES GLORIA DEL VARÓN.

1Co 11:8 Porque el varón no procede de la mujer,

sino la mujer del varón,

- Ah, pero en el versículo 5 (dice el objetor) ella

ora y profetiza y tal cosa no es en silencio.

1Co 11:5 Pero toda mujer QUE ORA O PROFETIZA

con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque
lo mismo es que si se hubiese rapado.

Apreciado objetor, el tema aquí es la cubierta sobre

la cabeza, que aprovecho para señalar de paso, que
son dos:

1. La cubierta congregacional del v.5

2. La cubierta natural del v. 15

Este desorden de la mujer al orar y profetizar

audiblemente, es tratado más adelante en el capítulo
14, leemos:

1Co 14:34 vuestras mujeres callen en las

congregaciones; porque no les es permitido hablar,
sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

No solamente en la asamblea de Corinto sino también

en la de Éfeso, donde el joven Timoteo era anciano,
leemos:

1Ti 2:11 La mujer aprenda en silencio, con toda

sujeción.

1Ti 2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni

ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en
silencio.
1Ti 2:13 Porque Adán fue formado primero, después
Eva;

Entonces hay dos causales para el silencio de la

mujer, la gloria del varón y el orden en la Creación.

Y una tercera sería el engaño de Eva cuando abrió su

oído a la voz del diablo para luego abrir su boca en un
diálogo que se pudo haber evitado, si se hubiese
sujetado al esposo cuando apareció la serpiente
antigua en su vida.

Ti 2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer,

siendo engañada, incurrió en transgresión.

Adán no fue engañado, el pecó voluntariamente

cuando vio a su mujer sin el resplandor refulgente de
la gloria de Dios cubriendo su desnudez, y le dio la
espalda a Dios y se fue con ella.

Allí en estos grupos pentecostales, cualquiera se

puede levantar y decir:

“El espíritu santo me reveló”

“Anoche soñé que dios me habló”

También pude observar una tembladera cuando

alguien les pone la mano encima de su cabeza…como
si les estuviese transmitiendo este temblor a través
de sus manos.

Y para comprobarlo, porque me llamó la atención tal

cosa, en una de sus reuniones, me acerque al padre
de uno que estaba ordenando, dentro de la reunión,
al “espíritu santo”:

“Satura ahora” “Satura”.

Y cuando estuve cerca le puse las manos sobre la

cabeza, solo por curiosidad.
E inmediatamente este hombre comenzó a temblar…
de la cabeza a los pies, esperé que terminara el culto
y no volví jamás… me di cuenta que ellos se
predisponen psicológicamente para estas cosas.

El Señor me permitió conocer a un hermano de las

asambleas, de una manera tan fortuita.

Una tarde hablando con un comerciante amigo, me

dijo:

- Estoy esperando al hermano Hermes, pues me

invitó a un culto en San Cristóbal
- Si quiere vamos.

Y fui.

Lo primero que me impresionó fue la solemnidad del

lugar, que jamás había observado en otros lugares…
es como si la gente que llega, estuviese bajo la
Mirada y Presencia de Alguien Muy Importante que
nos está esperando de antemano.

Siempre es el primero en llegar y nos observa.

Las mujeres llegan y sacan su cubierta

congregacional, se cubren y ocupan sus lugares en
oración silenciosa mientras el culto comienza.

Durante la reunión, no hay gritos, no hay coros

estridentes, no hay espectáculos de tembladeras y
caídas al piso… hay orden, hay solemnidad, hay
Palabra de Dios para cada uno de los asistentes.

Y me dije, este es el lugar.

Y aquí estamos, hasta el día de hoy, esperando la

venida del Señor.

Y aunque somos una manada pequeña, y tenemos

poca fuerza, no hemos negado la Fe.
Cuando predicamos el evangelio de la Gracia de Dios,
al final, no persuadimos a los oyentes a que se
acerquen al altar, para que reciban a Cristo como
Señor y Salvador, tal cosa no está escrita en la Biblia.

- Ah pero la biblia dice “fuérzalos a entrar” dice

otra vez el objetor.

Apreciado objetor, allí la referencia es al Espíritu

Santo, no al hombre.

El evangelio fue rechazado por la nación de Israel.

Y la parábola definitivamente expone el asunto de la

invitación desde el lado de Dios en lugar del lado del
hombre. 

Él prepara la cena, envía al siervo, y el siervo cumple

la misión y llena su casa a pesar de la perversidad del
hombre. 

El Siervo que envía es el Espíritu Santo, porque nadie

menos que Él puede ejercer un poder absolutamente
convincente, en plena certidumbre de fe.

Los predicadores podrán persuadir a los hombres,

pero solo el Espíritu Santo puede obrar eficazmente,
en sus corazones, pues ese es el trabajo que
corresponde a Él, leemos:

Jua 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de

pecado, de justicia y de juicio.

Jua 16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí;

Jua 16:10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no

me veréis más;

Jua 16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este

mundo ha sido ya juzgado.
Porque esto, bendito sea Dios, es lo que Él hace y ha
hecho por cada uno de nosotros.

He observado, en algunos grupos, fotografías donde

se ven personas postradas delante de un predicador
que minutos antes, los ha invitado una y otra vez a
recibir a Cristo.

“EN REALIDAD ESTÁN POSTRADOS ANTE EL

PREDICADOR”

Esto es igual al argumento del catolicismo romano.

Que para justificar al idólatra devoto a la virgen o a

cualquier estatua de los muchos santos que tienen,
afirman que no es al pedazo de yeso al que se
arrodillan, sino a la figura que representan.

Apreciado pueblo del Señor.

El hombre tiene que rechazar que se le postren en el

nombre de Cristo.

Así lo hicieron los apóstoles:

Hch 10:25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a

recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.

Hch 10:26 Mas Pedro le levantó, diciendo:

LEVÁNTATE, PUES YO MISMO TAMBIÉN SOY HOMBRE.

Así lo hicieron los ángeles:

Apo 19:9 Y el ángel me dijo: Escribe:

Bienaventurados los que son llamados a la cena de
las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras
verdaderas de Dios.

Apo 19:10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y

él me dijo: MIRA, NO LO HAGAS; yo soy consiervo
tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio
de Jesús. ADORA A DIOS;

Pero estos modernos predicadores reciben la

adoración y se quedan en silencio ante tamaño
pecado, pensando que están prestando un servicio a
Dios.

Cuando hubo la sanidad de un hombre en Listra, cojo

de nacimiento, la multitud los confundió con dioses
que habían descendido a la tierra, pero la reacción
apostólica no se hizo esperar, leemos:

Hch 14:14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y

Pablo, RASGARON SUS ROPAS, y se lanzaron entre la
multitud, dando voces

Hch 14:15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto?

NOSOTROS TAMBIÉN SOMOS HOMBRES SEMEJANTES
A VOSOTROS, que os anunciamos que de estas
vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo
y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.

Es mucho más bíblico, como acostumbramos en

nuestras asambleas:

“Si alguno está interesado en conocer más sobre la

salvación, puede quedarse, que aquí hay hermanos
que pueden exponerle más detalladamente el camino
de Dios.”

Que ponerlos de rodillas ante nosotros… no

permitieron esto los apóstoles ni los ángeles.

Gracias al Señor por la sana doctrina de nuestras

asambleas.