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Vol. 12 – Núm.

4 – Abril 2002
MEDIFAM, 2002; 12: 276-284
DINÁMICA FAMILIAR

Intervenciones sobre problemas relacionados con el duelo


para profesionales de Atención Primaria (II):
intervenciones desde Atención Primaria de salud

B. RODRÍGUEZ VEGA, A. F ERNÁNDEZ LIRIA*


Psiquiatra. Hospital La Paz. Centro de Salud Mental de Alcobendas. Universidad
Autónoma de Madrid. *Psiquiatra. Coordinador de Salud Mental del Área 3 de
Madrid. Hospital Príncipe de Asturias. Universidad de Alcalá

Interventions about problems related to grief for


Primary Health Care physicians (II): interventions
in Primary Health Care

RESUMEN ABSTRACT

Ésta es la segunda parte de un trabajo de dos en In this second paper of two, we review the diffe -
el que se revisan diferentes concepciones del duelo, rent concept of grief process through the psychia -
y se propone un modelo por el que éste es conside - tric literature. We propose a model in which the
rado como un trabajo a realizar por la persona y grief is considered as a work to do by the person
su entorno. Se describen los problemas de salud and his/her significative relationship network. We
mental asociados a las dificultades encontrados en describe the mental health problems associated
este proceso y las tareas a llevar a cabo por la per - with the difficulties found in this problems and the
sona en duelo. tasks to do by the person in grief.

Palabras clave: Duelo. Intervención psicosocial Key words: Grief. Mourning, psychosocial inter -
en Atención Primaria. vention in Primary Health Care.

¿CUÁNDO, CÓMO, QUIÉN Y PARA QUÉ las consultas de los médicos o enfermeros de Aten-
INTERVENIR? ción Primaria o en el domicilio de los pacientes vi-
sitados por ellos) y no requiere (como la terapia)
Muchos autores, entre ellos Worden1 consideran de un encuadre especial. Aunque hay quien piensa
útil la distinción entre counselling o asesoramiento que sería bueno ofrecer este tipo de ayuda a toda
y terapia de duelo. El counselling o asesoramiento persona que esté atravesando un proceso de duelo,
sería un tipo de intervención que deberían ser capa- la mayor parte de los autores se decantan por ofre-
ces de realizar los profesionales sanitarios en gene- cerla sólo a aquellas personas que reúnen condicio-
ral (así como otros profesionales que se relacionan nes de riesgo (soledad, falta de personas con las
frecuentemente con personas que enfrentan proce- que compartir su dolor, falta de recursos para
sos de duelo, como trabajadores sociales, profesio- afrontar la vida sin lo perdido, circunstancias espe-
nales de ayuda en general, policías, bomberos, reli- ciales de la pérdida –suicidio, responsabilidad del
giosos,...) y se aplicaría a personas que están doliente,...– o de la relación –hijo, persona con la
atravesando un proceso de duelo n o r m a l. Puede que se mantenía una relación muy ambivalente,...–
aplicarse en el contexto habitual en el que trabajan exigencias inmoderadas del entorno,...) o, bien, só-
las personas que la llevan a cabo (desde luego en lo a aquellas personas que lo solicitan espontánea-

Aceptación: 08-11-01

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mente, o las que muestran dificultades manifiestas Javier acude por primera vez a la consulta de su
para realizar alguna de las tareas a que nos refería- médico de Atención Primaria después de la ampu -
mos en el apartado anterior. tación de su pierna izquierda tras un accidente.
Según este planteamiento, la segunda modalidad Sus padres le comentan al médico lo org u l l o s o s
de intervención, la terapia de duelo propiamente que están de la valentía de su hijo para encajar lo
dicha estaría indicada en los casos de duelo compli - o c u rrido. Javier sonríe sin decir nada y se pone
cado (por contraposición a normal) y se realiza por muy colorado. El médico hubiera podido obviar
profesionales de salud mental con un encuadre se- esa información y reconocer, junto con sus padres
mejante al de otras terapias psicológicas. Según es- su valentía, animándole a seguir adelante. Pero es -
te modo de ver las cosas, los profesionales de te médico, después de revisar con todos lo ocurri -
Atención Primaria de lo que deberían de ser capa- do, les pide amablemente a los padres que le dejen
ces es de detectar los casos de duelo complicado unos minutos a solas con Javier. Una vez solos, el
para derivarlos al escalón especializado. médico le pregunta abiertamente por sus senti -
Creemos que esta forma de ver las cosas (que mientos, el paciente se emociona y llora. Es la pri -
supondría algo así como la necesidad de establecer mera vez que ha podido expresar su tristeza con
unos criterios para el diagnóstico diferencial del otra persona.
duelo normal y el patológico) puede ser fuente más El tercer nivel se correspondería con lo que
de confusión que de esclarecimiento. Worden llama terapia y vendría definido por ser
En nuestra opinión deberíamos contemplar tres llevado a cabo por un profesional de la salud men-
niveles de actuación. El primero consistiría en utili- tal. La actuación a este nivel está indicada en dos
zar los conocimientos sobre los procesos de duelo circunstancias. En primer lugar cuando las dificul-
para facilitar o, al menos, no entorpecer, los proce- tades en el proceso de duelo han dado ya lugar a
sos de duelo de las personas que contactan en esa problemas de salud mental graves que requerirían
situación con el sistema sanitario. Este nivel inclu- esta intervención independientemente de su origen
ye la aceptación de la expresión de emociones, por (un cuadro psicótico, un cuadro depresivo con ide-
ejemplo a través del llanto, una actitud empática as de suicidio incoercibles,...). Y en segundo lugar
ante estos sentimientos, la utilización de términos cuando la intervención de segundo nivel no ha con-
claros, que faciliten el que se pueda establecer una seguido mejorar el problema o ha desencadenado
conexión emocional con la información que se da reacciones inesperadas.
(“muerte”, “amputación”,...), la facilitación de ins- Antonia acude a la consulta de Psiquiatría de -
trumentos para realizar las operaciones necesarias rivada por su médico de cabecera. Presenta un
para que se lleve a cabo el duelo (una sala donde se trastorno depresivo grave con ideación de suici -
puedan encontrar los familiares que van a compar- dio y fuertes sentimientos de culpa con respecto a
tir por primera vez el hecho del fallecimiento, klee - la muerte de su padre. Cuando el psiquiatra le
nex, etc.). pregunta acerca de las circunstancias de la muer -
María re c u e rda con agradecimiento, como la te de su padre, Antonia relata que el malestar de
médico de Urgencias del Hospital donde había sido su padre había comenzado unas horas antes, co -
trasladado su marido tras el accidente del autobús mo un dolor de estómago. Siendo como era, una
en el que viajaba, la llamó, la apartó del resto de persona muy aprensiva, ninguno en la casa le dio
las personas que llenaban la sala, a la espera de más importancia a sus síntomas hasta que de ma -
noticias de sus familiares, y le comunicó con triste - drugada, el dolor se intensificó tanto que le lleva -
za y respeto que su marido había fallecido, pese a ron a Urgencias. El padre falleció a los dos días
todos los intentos hechos por salvarle la vida. de un infarto de miocardio y el médico que le
El segundo nivel se correspondería con el que atendió les comentó que lo habían llevado muy
Worden1 y otros autores llaman counselling o ase - t a rde, que quizás si hubiera venido antes se po -
soramiento, y, según nuestra opinión estaría carac- dría haber salvado.
terizado, no por referirse a un determinado tipo de
duelo (normal versus patológico), sino por el hecho
OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN
de estar realizada por una persona que mantiene
una relación de ayuda con el doliente (como un De acuerdo con lo que hemos venido planteado
médico o enfermero de Atención Primaria) pero no hasta aquí, los objetivos de la intervención consisti-
es un profesional de la salud mental. En un contex- rán en facilitar que las cuatro tareas que constitu-
to como el de la Atención Primaria, este nivel de yen el trabajo de duelo puedan ser llevadas a cabo.
intervención se dirige a personas que presentan (o Es decir:
están en claro riesgo de presentar) problemas de sa- 1. Facilitar la aceptación de la realidad de la pér-
lud o para el cuidado de la salud, que parecen en dida.
relación con una pérdida y dificultades para llevar 2. Facilitar la expresión y el manejo de los senti-
a cabo el proceso de duelo. mientos ligados a ella.

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3. Facilitar la resolución de los problemas prácti- parece ser verdaderamente útil para el proceso de
cos suscitados por la falta de la persona u objeto duelo es poder hacerlo con alguien que comprende
perdido. al superviviente y le brinda su apoyo. El deseo de
4. Facilitar una despedida y la posibilidad de vo- proteger a personas consideradas débiles dentro de
ver a encontrar sentido y satisfacción en la vida. una familia o comunidad, en ocasiones hace que se
les prive de esta posibilidad.
La expresión de la pena por parte del supervi-
PRINCIPIOS DE LA INTERVENCIÓN EN DUELO viente a veces, puede inducir un estado de malestar
y una sensación de impotencia en el sanitario, que
A continuación describiremos una serie de siente que no puede hacer nada por evitarlo. Sin
principios que pueden ser aplicados a los tres ni- embargo el hecho mismo de dar ocasión de expre-
veles de intervención, aunque en el texto y en los sarla, al escucharla empáticamente, sin tratar de in-
ejemplos, se intentarán concretar para el ducir comportamientos alternativos y sin dejar que
s e g u n d o1 . la sensación de malestar inducido le impulse a huir
—Principio 1: Ayudar al superviviente a tomar o a mostrarse dañado, puede ser excepcionalmente
consciencia de la muerte. de ayuda. Ofrecer kleenex en lugar de intentar cal-
En los momentos iniciales, la sensación de irrea- mar, por ejemplo, es un buen método de lograr este
lidad es la norma. Hablar sobre la pérdida ayuda a objetivo.
realizar esa tarea. La persona que pretende facili- Llorar no es suficiente. El superviviente ha de
tarla puede preguntar sobre la forma en la que se preguntarse por el significado de sus lágrimas y
enteró de la misma, cómo reaccionó, qué pensó, quien pretende ayudarlo ha de facilitarle esta tarea.
qué sintió. También puede explorar el comporta- Un significado que es diferente según la persona
miento frente a los rituales que facilitan el cumpli- avanza en el proceso duelo2.
miento de esta tarea, como la contemplación del La rabia es otro sentimiento que frecuentemen-
cadáver en los ritos funerarios, las visitas a la tum- te aparece en los procesos de duelo. Puede apare-
ba. Si el superviviente cuenta que no ha podido cer como rabia hacia la persona que se ha perdido
realizarlos, se pueden explorar las fantasías al res- (por abandonarnos, por no haberse cuidado,...).
pecto. Pero también es posible que lo haga contra otras
—Principio 2: Ayudar al superviviente a identi - personas implicadas en el hecho de la pérdida (los
ficar y expresar sentimientos. compañeros, los médicos, el conductor de la am-
La pérdida puede evocar sentimientos muy dolo- bulancia, la policía los bomberos, otros implica-
rosos de los que el superviviente puede intentar dos en el accidente, Dios,...). La rabia también
protegerse inconscientemente. Aunque, a veces, puede aparecer contra uno mismo en forma de
posponer la experimentación de esos sentimientos sentimientos de culpa o de depresión. El médico
puede ser útil, en general, ignorarlos puede ser cau- debe explorar la posibilidad de ideas de suicidio,
sa de problemas y dificultades en el proceso de preguntando primero sobre si en esa situación se
duelo. El profesional sanitario puede facilitar la ex- ha planteado que no valga la pena seguir vivien-
presión de estos sentimientos. A veces, esta tarea do, caso de respuesta positiva, si ha pensado en
puede estar dificultada por el hecho de que quien hacer algo para quitarse la vida, en ese caso si ha
solicita la ayuda, puede pedirle, precisamente un pensado en la forma, si es así, si ha hecho planes
remedio para evitar el dolor (en forma, por ejem- concretos y, en caso afirmativo, si lo ha intentado.
plo, de medicamento). El temor a hacer este tipo de preguntas que fre-
Los sentimientos puestos en juego por la pérdida cuentemente muestra el personal sanitario, no está
pueden ser muy variados. Desde luego está el sen- justificado. Hasta la fecha no se conoce que nadie
timiento de pena por la pérdida. Nos referiremos que no se haya planteado seriamente el suicidio lo
también a los de rabia, culpa e indefensión, que haya llevado a cabo porque se le haya ocurrido a
también son frecuentes y que, frecuentemente se partir de una pregunta de su médico u otro perso-
asocian a problemas en el proceso de duelo. nal de ayuda. En cambio el que quien pretende ser
La tristeza o la pena, es la emoción que parece de ayuda ignore que el superviviente está hacien-
más inmediatamente relacionada con la pérdida de do planes al respecto, cuando esto es así, puede
alguien o algo que ha sido importante para uno. En tener consecuencias fatales. En el duelo, los im-
ocasiones su expresión puede estar coartada por pulsos suicidas pueden tener que ver también con
convenciones sociales, por ser considerada por el el deseo de reunirse con el muerto.
sujeto como una muestra inadmisible de debilidad Los sentimientos negativos hacia alguien que ha
o una pérdida de dignidad, o por el temor a que su muerto, pueden resultar inaceptables para quien los
expresión pueda dañar o abrumar a otros. experimenta y ser negados o despertar fuertes senti-
La expresión más frecuente de la tristeza incluye mientos de culpa. Pensemos que la frase más co-
el llanto. Poder llorar es importante, aunque lo que rrientemente oída en los funerales es algo así como

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“qué bueno era”. Por ello es probable que el supervi- es incluso más frecuente que la pena. La angustia
viente niegue este tipo de sentimientos si la persona puede provenir del sentimiento de indefensión o
que intenta ayudarle le pregunta por ellos. En esta si- desamparo por tener que afrontar la vida sin lo per-
tuación es útil la recomendación de Worden de dar dido. El sanitario puede facilitar el manejo de este
primero ocasión de expresar los sentimientos positi- sentimiento, facilitando el que el superviviente
vos y escucharlos empáticamente con detenimiento analice las posibilidades de desempeño que tiene
para, una vez que el superviviente está convencido en su nueva situación.
de que nos hacemos cargo de ellos poder entrar en La angustia también puede provenir de la reacti-
los negativos. Una fórmula que, a veces, es útil es vación de la consciencia de la propia muerte. Tal
preguntar: “¿qué es lo que cree que más va a echar reagudización se produce casi como regla general y
de menos?” y sólo después: “¿habrá cosas que, en suele ser pasajera. Si no es así, puede ser de utili-
cambio no echará de menos (aunque sea sus ronqui- dad hablar y compartir los temores.
dos)?”. O la utilización de fórmulas que facilitan la —Principio 3: Ayudar al superviviente a que sea
expresión de la ambivalencia. capaz de resolver sus problemas cotidianos sin lo
Me hago cargo de que tuvo una relación de mu - perdido.
cho afecto y que su pérdida ha sido muy dura. Hay Supone ayudar al superviviente a poder enfren-
muchas cosas que va usted a echar mucho en falta. tar los problemas prácticos de la vida y a tomar de-
Pero en toda relación hay algunos momentos me - cisiones sin aquello perdido. La dificultad de esta
nos buenos. ¿Cómo eran los momentos en los que tarea depende mucho del tipo de relación que exis-
pudo haber problemas entre ustedes? tía entre la persona u objeto perdido y el supervi-
Desde luego hay casos en los que sucede es pre- viente. Puede haberse perdido a la persona que to-
cisamente lo contrario y todo lo que se expresan maba las decisiones en la pareja, a la que aportaba
son sentimientos negativos. Aquí los sentimientos el sustento o a la que se hacía cargo de tareas im-
negativos pueden estar protegiendo al supervivien- prescindibles como el cuidado del hogar o la edu-
te de la pena profunda que supondría reconocer que cación de los hijos. Puede haberse perdido un com-
la pérdida (a veces no la ocurrida con la muerte, si- pañero sexual. Puede haberse perdido un elemento
no con la historia de la relación) fue importante pa- que ha sido esencial para la supervivencia (el em-
ra él. pleo, la vivienda,...). Y de ello derivan problemas
También es frecuente que en el duelo aparezcan prácticos de distinto orden.
sentimientos de culpa. Muy frecuentemente ésta se Es frecuente que la persona que ha sufrido una
o rganiza sobre formulaciones del tipo “¿y si...?” grave pérdida se sienta impelido a hacer grandes
(“Si no le hubiera pedido que viniera”, “si le hubie- cambios que le permitan sortear su dolor (cambiar
ra llevado antes al médico”, “si no hubiera hecho de casa, de ciudad o de compañero,...) En general,
caso de lo que me dijeron”, “si hubiera conducido deben desaconsejarse medidas drásticas e irreversi-
yo”, etc.). En esta situación puede ser útil ayudar al bles sobre decisiones tomadas en los primeros mo-
superviviente a preguntarse cuáles son las opciones mentos, aunque, al hacerlo, conviene tener cuidado
reales que hubo y por qué hubiera debido elegir para no promover actitudes de indefensión. Se trata
una diferente. de posponer las decisiones para el momento en el
La culpa puede tener que ver con las emociones que la persona esté capacitada para hacerlo pensan-
experimentadas en relación a la pérdida. En ocasio- do en las consecuencias y no sólo en la utilidad de
nes el superviviente puede pensar que se ha sentido la decisión para disminuir el sufrimiento en un mo-
insuficientemente afectado. En otras, puede sentir mento dado.
malestar por la experimentación de sentimientos de —Principio 4: Favorecer la recolocación emo -
alivio, de satisfacción o de rabia hacia el fallecido. cional de lo perdido.
En tales situaciones es de utilidad la exploración La recolocación es, con frecuencia, interpretada
del conjunto de sentimientos implicados tanto en la como sustitución u olvido de lo perdido y, en tal
relación anterior con lo perdido como en la pérdida caso, su anticipación puede mover un rechazo a la
misma. idea de progresar en el proceso de duelo, cuyo final
El sentimiento de culpa es más difícil de trabajar se anticipa en la fantasía como una especie de trai-
cuando hay responsabilidad real en la pérdida (el ción a lo perdido o como significante de que el vín-
superviviente que conducía borracho, el compañe- culo que anteriormente unía al superviviente con
ro que abandonó al desaparecido, el familiar que ello no era suficientemente fuerte como para dejar
cometió una negligencia clara,...). Worden propone una marca permanente.
el uso de técnicas psicodramáticas para encarar es- En realidad recolocar no significa abrir el ca-
ta tarea. mino a reemplazar (reemplazar es imposible), si-
Los sentimientos de angustia e indefensión son no dar a lo perdido un lugar en la memoria de
también frecuentes. De hecho Parkes señala en la modo que su recuerdo (tan cargado afectivamen-
última edición de su clásico libro 3 que la angustia te como sea necesario) no vete la posibilidad de

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que el superviviente pueda sentir interés y afecto interpretada como patológica. También puede ser
por otras cosas o personas. Es frecuente, que las que los requerimientos diferentes de personas que
personas que atraviesan procesos de duelos están siguiendo trayectorias diferentes hagan que
cuenten que al avanzar en esta tarea se les ha he- cosas que siente uno de ellos como necesaria para
cho más accesible, más nítido y más capaz de su progreso, puedan resultar entorpecedores para el
proporcionar gratificación, el recuerdo de lo per- proceso del otro. Tales posibilidades pueden ser an-
dido. ticipadas y discutidas por la persona que pretende
También hay supervivientes que se apresuran a ayudar.
rellenar el hueco dejado por lo perdido con nue- —Principio 9: Ofrecer apoyo continuo.
vas relaciones o actividades, como procedimiento Como los requerimientos de las personas en
de evitar el dolor suscitado por la pérdida. En es- duelo son diferentes a lo largo del proceso, es útil
tas situaciones no podemos hablar de recoloca- que la persona que pretende ser de ayuda se mues-
ción sino de defensas que entorpecen la tarea 2 tre disponible durante el mismo, estableciendo,
(experimentar las emociones suscitadas por la por lo menos las condiciones y el procedimiento
pérdida). por el que el superviviente o sus allegados pueden
—Principio 5: Facilitar tiempo para el duelo. buscar un nuevo contacto. La iniciativa de esta-
Como hemos señalado anteriormente, el duelo blecer contacto por parte del sanitario en determi-
requiere tiempo. Esto, a veces, no es tan obvio ni nados momentos (aniversarios,...) puede estar in-
para el superviviente, ni para las personas de su en- dicado en casos especiales. Los grupos de
torno, que, en ocasiones pueden presionarle para autoayuda son especialmente útiles para este tipo
que recupere algunas de sus actividades previas an- de trabajo.
tes de que esté preparado para ello. —Principio 10: Examinar defensas y estilo de
Hay fechas o momentos que pueden ser particu- afrontamiento para prevenir complicaciones.
larmente difíciles. Son muy comunes las llamadas Los procedimientos puestos en juego para hacer
reacciones de aniversario (el primer aniversario frente al dolor pueden ser, en ocasiones, potencial-
suele ser particularmente difícil). También pueden mente peligrosos para la salud mental o para la sa-
ser difíciles el primer cumpleaños, las primeras Na- lud en general y la persona que pretende ayudar
vidades o fiestas que son relevantes para la familia puede tener que señalarlo. Hay personas que pue-
o el grupo, que se celebran sin el fallecido,... den utilizar el alcohol o las drogas (incluidos los
—Principio 6: Evitar los formulismos. psicofármacos) para evitar el dolor, que pueden ex-
Como regla general puede decirse que los comen- ponerse en conductas peligrosas o que pueden utili-
tarios sociales al uso (“Te acompaño en el senti- zar mecanismos extremos de negación que pueden
miento”, “Hay que seguir adelante”, “Hay que ser hacer previsible una dificultad para completar el
fuerte”) no suelen ser de utilidad y que generalmen- proceso de duelo.
te, los supervivientes ya los han oído y si presentan —Principio 11: Identificar patología y derivar.
problemas es porque no les han servido. Si el ayuda- La persona que pretende ayudar a quien está
dor no sabe que decir es preferible que lo reconozca atravesando un proceso de duelo debe ser capaz de
diciendo algo así como “No sé que decirte”. decidir cuándo sus propias capacidades de ayuda
—Principio 7: Interpretar la conducta normal han sido rebasadas por la situación. En los casos en
como normal. los que aparece sintomatología psicótica franca y
Es frecuente que algunos de los fenómenos que prolongada en el tiempo, ideas de suicidio incoerci-
son normales en los procesos de duelo provoquen bles, o cuadros depresivos clínicos está indicado el
el superviviente o en su entorno miedo a que sean tratamiento de estos cuadros y, donde el sistema sa-
señales de que se está trastornando. Los fenóme- nitario lo establezca así, la derivación a un especia-
nos de presencia, las ideas de suicidio, los senti- lista.
mientos de irrealidad se cuentan entre los que más
frecuentemente provocan estas reacciones. En es-
tas situaciones el médico o el enfermero pueden INTERVENCIÓN EN SITUACIONES DE DUELO
tranquilizar informando al paciente y a su familia
de que se trata de fenómenos frecuentes en ese Detección de problemas relacionados con el duelo
momento del proceso de duelo.
—Principio 8: Permitir diferencias individuales. Es frecuente que la existencia misma de pérdi-
También puede causar extrañeza y, a veces, alar- das y, consiguientemente de procesos de duelo
ma el hecho de que personas diferentes, aún dentro subsecuentes a ellas pase desapercibida para la
de un mismo grupo familiar y cultural, puedan ma- persona que pretende prestar ayuda al supervi-
nifestar comportamientos, emociones y modos de viente. También lo es el que, aunque las pérdidas
expresar éstas últimas muy diferentes entre sí. A sean conocidas por él, pasen desapercibidas seña-
veces eso puede hacer que la de alguno de ellos sea les de que está habiendo problemas en su elabora-

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ción. La presencia de pérdidas puede ser explora- Estrategias de intervención 4


da a través de preguntas explícitas (“¿ha ocurrido Lo anteriormente expuesto puede concretarse en
algo importante en su vida durante este perio- una estrategia en la que el superviviente y la perso-
do?”). En caso de respuesta positiva deben explo- na que pretende ayudarle se embarcan en una serie
rarse los sentimientos ideas y comportamientos de tareas. Así lo hacen Klerman et al4, cuyo esque-
suscitados por la misma (“¿qué le hizo sentir ma desarrollaremos a continuación.
eso?”, “¿qué le vino a la cabeza?”, “¿qué es lo
que hizo entonces?”, “¿cómo se sintió después?”,
“¿y ahora?”). Deben rastrearse no sólo las pérdi- Facilitar la expresión de los sentimientos y explorar sin
das actuales, con la posibilidad de que se presen- emitir juicios
ten problemas de los considerados como “duelo
distorsionado” sino, los posibles efectos de pérdi- La persona que pretende ayudar puede facilitar
das pasadas que puedan causar actualmente pro- esto animando al paciente a pensar en la pérdida,
blemas como “duelo diferido” (por ejemplo, en facilitándole, con el manejo de los silencios y de
forma de reacción de aniversario o reacción des- las señales de que se le está escuchando tiempo y
medida ante una nueva pérdida, aparentemente in- espacio para ello, y pidiéndole que relate la se-
trascendente). cuencia de hechos que se organizaron alrededor
La tabla I presenta una serie de situaciones que de la misma y las emociones asociadas a ellos
podrían orientar a la presencia de problemas en un (“¿cómo se enteró?”, “¿qué estaba usted haciendo
proceso de duelo en curso y las preguntas que po- entonces?”, “¿qué es lo que le dijeron exactamen-
drían ayudar a ponerlos de manifiesto. En ocasio- te?”, “¿cómo se sintió?”, “¿qué le vino a la cabe-
nes, lo que puede ser más prominente no es la pre- za?”, “¿qué hizo?”, “¿cómo se siente ahora al re-
sencia de fenómenos preocupantes, sino la cordarlo?”, “¿qué le hace pensar esto?”...o,
ausencia de los que suelen ser normales. Tal ausen- también “cuénteme cosas sobre cómo era...”,
cia puede ser explícitamente explorada. “¿qué hacían juntos?”, “¿cómo se enteró usted de
"He observado que Vd. no mencionó a su madre su enfermedad?” “descríbalo...”, “¿cómo se ente-
cuando hablamos de sus padres.(...) ¿Ha muerto ró de su muerte?”, “¿cómo se siente sobre todo
recientemente alguien próximo a Vd.?. (...) ¿Po - esto?”).
dría hablarme sobre esta muerte?. (...) ¿Cuándo?.
(...) ¿Dónde? (...) ¿Cómo fue? (...) ¿Cómo se sin -
tió cuando se enteró de la muerte? (...) ¿Cómo es - Tranquilizar
tuvo las semanas siguientes? (...) ¿Qué cosas cam - El superviviente puede experimentar miedo a
biaron en su modo de comportarse?". muchas cosas. En primer lugar al significado de

Tabla I
SOSPECHA DE DUELO PROBLEMÁTICO (ADAPTADO DE KLERMAN 1984)

HECHO PREGUNTA
1. Múltiples pérdidas ¿Qué más estaba sucediendo en su vida en el momento de
esta muerte? ¿Alguien más murió o se fue? ¿qué recuerda
de ello desde entonces? ¿Alguien ha muerto de forma o en
circunstancias similares?
2. Afecto inadecuado en el periodo de duelo normal En los meses que siguieron a la muerte, ¿cómo se sintió?
¿Tuvo problemas de sueño? ¿Se condujo como de
costumbre? ¿Tenía ganas de llorar?
3. Evitación de las conductas referidas a la muerte ¿Evitó ir al funeral o visitar la tumba?
4. Síntomas en torno a una fecha significativa ¿Cuándo murió esta persona? ¿En qué fecha? ¿No empezó a
tener síntomas por entonces?
5. Miedo a la enfermedad que causó la muerte ¿De qué murió esta persona? ¿Cuáles fueron los síntomas?
¿Teme Vd. tener la misma enfermedad?.
6. Historia de conservación del entorno ¿Qué hizo Vd. con sus pertenencias? ¿Y con la habitación?
cómo era cuando vivía la persona querida ¿Lo dejó igual que cuando murió?
7. Ausencia de la familia u otros apoyos ¿Con quién contó Vd. entonces? ¿Quién le ayudó?
durante el duelo ¿A quién buscó? ¿En quién pudo confiar?

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algunas de las manifestaciones del proceso de normal”, “como todos los matrimonios”, “como
duelo. El profesional de Atención Primaria puede cualquier padre”, y pedir al paciente que concrete,
aplicar los principios anteriormente reseñados so- porque nos interesa precisamente el modo en el que
bre interpretar como normal el comportamiento esto le sucedía a él o ella personalmente. En cual-
normal y permitir las diferencias individuales. Pe- quier caso ayudan preguntas como las siguientes:
ro también se puede manifestar el miedo del pa- “¿Cuáles eran las cosas que le gustaban de...?
ciente a hablar de la pérdida o rememorar deter- ¿Y cuáles las que no?”.
minados hechos. En este caso el médico o
enfermero puede manifestar su disposición a apo-
yarle y su idea de que tal expresión no suele dar Explorar los cambios de comportamiento
lugar a problemas incontrolables. Horowitz
(1976) relaciona una colección de miedos que son La exploración de los cambios experimentados
frecuentes y conviene que sean explorados. Aquí tras la pérdida puede señalar dificultades en la rea-
los recogemos en la tabla II. lización de alguna de las tareas o procedimientos
de afrontamiento problemáticos.
“¿Cómo es su vida ahora? ¿Cómo ha intentado
Reconstruir la relación compensar la pérdida? ¿Quiénes son sus amigos?
¿Con qué actividades disfruta?”
La labor de construcción de nuevas narrativas
a la que estamos refiriéndonos, se ve facilitada
por la reconsideración de la historia de la rela- Técnicas
ción con lo perdido. Por ello es de utilidad ani-
mar al superviviente a que nos narre su relación Para llevar a cabo esta propuesta de actuación,
con ello y facilitarle en que lo haga haciendo hin- puede ser útil la utilización de algunas técnicas
capié en los afectos (positivos o negativos) pues- concretas. Revisaremos a continuación el listado
tos en juego por cada uno de los acontecimientos propuesto por Worden1:
narrados. —Utilización de un lenguaje evocador. Como la
“Cuénteme como fue su vida con...” (...) “¿Có - contemplación del sufrimiento de otra persona es
mo ha cambiado su vida desde que murió?” (...), dolorosa, las costumbres y las buenas maneras sue-
“ Toda relación tiene sus altos y bajos. ¿Cuáles len consagrar precisamente el uso de términos que
fueron los suyos?”. no evoquen sentimientos dolorosos a nuestros in-
terlocutores. En los hospitales, por ejemplo, lo fre-
cuente es la utilización de términos como exitus,
Esclarecer óbito o, en todo caso, del verbo “fallecer” para re-
ferirse a la muerte o al morir. Ni que decir tiene
Se tata aquí de ayudar al paciente a desarrollar que estos términos no facilitan el que el supervi-
un nuevo modo de ver los hechos para lo que de- viente ponga en juego sus sentimientos en su rela-
ben explorarse respuestas tanto afectivas como de ción con nosotros. La utilización de términos evo-
conducta. Conviene evitar el refugio en sobreen- cadores (“muerte”, “perder”, “viudo”...) y de
tendidos como “ya se puede usted imaginar”, “lo tiempos verbales adecuados, facilita tanto el que el
superviviente tome consciencia del hecho de la
pérdida, como que contacte con sus sentimientos
Tabla II (tareas 1 y 2).
EMOCIONES FRECUENTES EN LAS PERSONAS EN SITUACIÓN —Utilización de símbolos y objetos de vincula -
DE DUELO (HOROWITZ 1976) ción. Puede ser de utilidad permitir o pedir al su-
perviviente que muestre fotos, imágenes o recuerdos
1. Miedo a la repetición del acontecimiento del fallecido o de lo que se ha perdido, ya que ello
facilita la emergencia de los afectos en la relación
2. Vergüenza por haber sido incapaz de prevenir o con nosotros. Un caso especial son los llamados ob -
posponer el hecho
jetos de vinculación. Se trata de objetos cargados
3. Rabia hacia el fallecido con un simbolismo, a través de los cuales se mantie-
4. Culpa o vergüenza sobre los impulsos o fantasías ne la relación con la persona muerta. En ocasiones
destructivos pueden dificultar completar el proceso de duelo.
Pueden ser de muchos tipos: objetos que el muerto
5. Culpa del superviviente
utilizó en vida, como relojes o joyas, una representa-
6. Miedo de identificación o fusión con la víctima ción del muerto, como una fotografía o algo que el
7. Tristeza en relación con las pérdidas superviviente tenía a mano cuando se enteró de la
noticia o cuando vio el cuerpo. Cuando existen, el

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MEDIFAM B. RODRÍGUEZ VEGA Y A. F ERNÁNDEZ L IRIA

superviviente necesita saber siempre exactamente —La utilización de psicofármacos ha sido obje-
donde está para no sentir angustia. Son similares a to de polémica. En general se admite su uso pun-
los objetos transicionales de los niños. Son diferen- tual para aliviar el insomnio o la ansiedad. El uso
tes de otros recuerdos, pues están investidos de mu- de antidepresivos no está indicado salvo en el caso
cho más significado y causan una gran ansiedad de que aparezca, como complicación una depresión
cuando se pierden. En el trabajo con personas en clínica.
duelo, se puede explorar la existencia de tales obje-
tos, preguntando qué cosas han conservado después
de la muerte. Si se cree que el superviviente está uti- DUELO Y FAMILIA
lizando algo como objeto de vinculación se debe
discutir en la terapia. Puede ser útil animarle a traer Enfrentar el proceso de duelo por la muerte de
estos objetos a la sesión de terapia. uno de sus miembros es, quizás, una de las tareas
—Con algunos pacientes es útil el uso de escri - más duras que una familia ha de llevar a cabo a lo
tos porque el acto de escribir facilita el contacto largo de su vida. Desde un pensamiento sistémico,
con sus emociones y la búsqueda de significados. la muerte se entiende como un proceso que, al mis-
Pueden por ejemplo escribir al difunto expresando mo tiempo que implica a la persona que se muere,
sus emociones, hacer un diario del proceso de due- también implica a los supervivientes, poniéndose
lo o utilizar este medio para “resolver” discusiones de manifiesto así, el ciclo de vida compartido fami-
pendientes o decir cosas que no tuvieron ocasión liar que reconoce la finalidad de la muerte y la con-
de comunicar antes. tinuidad de la vida simultáneamente6-10.
—La utilización de dibujos juega el mismo pa- El cómo la familia lleve adelante esta tarea se
pel para otros pacientes. Es particularmente útil en considera como un determinante crucial para la
niños. adaptación individual y del grupo. Como ocurría
—El rol playing es útil al menos con dos objeti- cuando hablábamos desde una perspectiva más in-
vos. En primer lugar para facilitar la expresión de dividual, variables que van a influir en este proceso
emociones y la búsqueda de nuevos significados, así de adaptación son la manera de morir, la existencia
como actualizar conflictos pendientes con la persona de una red social de apoyo, el tiempo de la muerte
ausente. Una modalidad especialmente útil en estas en el ciclo de la vida y el contexto socio-cultural de
situaciones es la de la silla vacía, en la que el su- la pérdida. Con ello, se pone de relieve la “unici-
perviviente puede comunicar al desaparecido algo dad” de cada caso y la necesidad de respeto a las
pendiente imaginándolo en una silla colocada a su diferencias individuales, culturales y familiares
lado. También puede ocupar esa silla e imaginar có- Para Bowen, el impacto de la muerte en el equi-
mo será recibido por el desaparecido lo que acaba de librio familiar dependerá del nivel de integración
decir, para luego volver a ocupar la suya y continuar emocional de la familia en el momento de la pérdi-
la “conversación”. El rol playing también puede ser da y de la importancia funcional del miembro per-
utilizado para modelar o entrenar habilidades, sobre dido. Una familia adecuadamente integrada, mos-
todo en personas que están teniendo dificultades en trará una reacción emocional más abierta, mientras
la tercera tarea (enfrentar los problemas prácticos de que una menos integrada responderá con menos
la vida sin lo que se ha perdido). reacción emocional inmediata, pero con más pro-
—La reestructuración cognitiva, por la que se blemas emocionales o físicos más tarde.
tratan de analizar asunciones implícitas y diálogos El sufrimiento individual que sigue a la pérdida
internos, es particularmente útil por ejemplo, para no es sólo debido al duelo, sino consecuencia de
tratar con los problemas referentes a los sentimien- los cambios en la dinámica familiar. La pérdida
tos de culpa o responsabilidad que parecen en forma modifica la estructura familiar y la respuesta de ca-
de “¿y si...?” (“si yo no le hubiera pedido que vinie- da miembro estará modelada por el sistema de
ra, si se lo hubiera advertido, si hubiera ido yo,...). creencias familiar, que a su vez es modificado por
—En algunos casos puede ser útil la confección la experiencia individual de la pérdida.
de un libro de memorias que, además, puede em- Las familias, como los individuos, necesitan es-
prenderse como una tarea colectiva, facilitando el tar en armonía con el pasado, no en lucha por re-
que la familia entera, incluidos los niños, comparta capturarlo, escapar de él u olvidarlo.
el intento de reconstruir la relación con el ausente, La muerte plantea retos adaptativos, que requie-
reuniendo, fotos, escritos, recuerdos,... ren reorganizaciones familiares a corto y largo pla-
—El uso de la imaginación guiada (en la que el zo y cambios en la definición familiar de su identi-
paciente imagina al muerto, con los ojos cerrados y dad y propósitos.
tiene ocasión de establecer algún tipo de diálogo La adaptación no significa resolución, más bien
con él) cumple la misma función que la técnica de formas de poner la muerte en perspectiva y conti-
la silla vacía a la que hacíamos referencia anterior- nuar con la vida. La idea psicoanalítica de trabajar
mente. a través de la pérdida para conseguir una completa

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Intervenciones sobre problemas relacionados con el duelo para profesionales de ap (II) VOL. 12 NÚM. 4 / 2002

resolución de ésta, no encaja con la experiencia de des familiares o tabús sociales, el bloqueo de la co-
la mayoría de las personas. Hay pérdidas muy sig- municación puede contribuir la conducta sintomáti-
nificativas o traumáticas que no se resuelven nun- ca o sentimientos sintomáticos que pueden surgir a
ca. la superficie, en otros contextos desconectados de
su fuente. Cuando la familia es incapaz de tolerar
sentimientos, el miembro que expresa lo inexpresa-
Tareas familiares de adaptación ble puede ser utilizado como cabeza de turco o ex-
cluido.
Reconocimiento compartido de la realidad de la muerte
y experiencia compartida de la pérdida
Reorganización del sistema familiar y reinvestimiento
Bowen apoya la inclusión de los niños diciendo de otras relaciones y metas vitales
que él nunca ha visto a un niño dañado por la expo-
sición a la muerte, lo que si ha visto son niños da- La muerte de un miembro familiar trastorna el
ñados por la ansiedad de los supervivientes. equilibrio familiar y los patrones de interacción esta-
Los ritos funerales ayudan en esa confrontación. blecidos. El proceso de recuperación implica un rea-
La comunicación familiar es vital en este proce- lineamiento de relaciones y redistribución de las
so. Un clima de confianza, empatía y tolerancia ha- funciones de rol necesarias para compensar la pérdi-
cia las distintas respuestas es importante. El proce- da y continuar con la vida familiar. Promover la co-
so de duelo también implica intentos compartidos hesión y la flexibilidad en el sistema familiar es cru-
para colocar la pérdida en una perspectiva signifi- cial para la reestabilización. La experiencia de
cativa que encaja coherentemente con el resto de la desorganización inmediatamente después de la pér-
experiencia familiar y sistema de creencias. dida puede llevar a las familias a hacer movimientos
Surgen sentimientos de gran intensidad y es pre- precipitados hacia nuevos matrimonios u hogares.
ciso afrontar sentimientos negativos, que, en nues-
tra cultura tienden a producir malestar en el otro,
por lo que con frecuencia son callados y la comuni-
cación bloqueada.
Es precisa la tolerancia ante las distintas res- CORRESPONDENCIA:
puestas emocionales y estar preparados para que Alberto Fernández Liria
los miembros de la familia puedan estar en distin- Servicio de Psiquiatría
tas fases, reflejando la individualidad de las res- Hospital Príncipe de Asturias
puestas de afrontamiento. Ctra. de Meco, s/n
En familias donde ciertos sentimientos, pensa- 28805 Madrid
mientos o recuerdos, son evitados en base a lealta-

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