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N.

Minnesänger

LA PUREZA DE SANGRE Y SU COMPRENSIÓN METANALÍTICA

En primera instancia, pasemos a leer dos párrafos extraídos de los Fundamentos de la


Sabiduría Hiperbórea, para luego, abordar el tema propiciamente:

“El virya recibe, pues, una doble herencia: divina por parte de su ancestro Hiperbóreo y
mutante por parte del pasú Gran Antepasado. Sin embargo, como efecto del Kaly Yuga muchas
comunicaciones de viryas han cometido el "pecado racial" de mezclar su sangre semidivina con
la sangre del animal-hombre o pasú, introduciendo en su temperamento una fuerte tendencia
animal, es decir, involutiva. Porque, hay que afirmarlo, ese valioso componente divino que
puede convertir al hombre en un Dios o en un Demonio, el Símbolo del Origen, debe ser
preservado por la sangre pura: tanto la técnica de la clave genética de los Siddhas Traidores, es
decir, los planes de Chang Shambalá, como la Estrategia Hiperbórea de Retorno al Origen, de
los Siddhas de Agartha, exigen el racismo como medio de conservar la herencia extraterrestre:
solo los Sabios de Sion, los Jefes de la Raza Elegida del Demiurgo Jehová-Satanás, procuran por
todos los medios degradar los linajes Hiperbóreos de la Tierra.

Esto demuestra que el animal hombre, el pasú, ha heredado por evolución el principio del
cerco, el cual es un Arquetipo que inicialmente interviene como patrón instintivo pero al que
luego la razón interpreta y esquematiza en la estructura cultural como principio matemático.
Demás está aclarar que algunas corrientes desviadas del racismo hiperbóreo, que desconocen
la condición espiritual infinita del virya, y aún al mismo Espíritu eterno, no vacilan en apoyarse
en la Etología y aliarse al evolucionismo darwinista, haciendo el juego a la Sinarquía. En su afán
por justificar a ultranza el mito de la propiedad privada, estos "racistas biologicistas" que
ignoran que el Espíritu no evoluciona sino que es perfecto y eterno, motivados por un ingenuo
e irritante egoísmo clasista, intentan afirmar una línea que parte del instinto territorial, se
concreta con el dominio del territorio, se consolida con el "instinto de propiedad", se perpetúa
en la familia y la comunidad, y conduce finalmente a la Nación y al "instinto patriótico" del
nacionalismo. Pues bien, nosotros vamos a ratificar que todo esto es cierto: PERO ES CIERTO
PARA EL PASÚ. En efecto, a menos que se padezca una excepcional impureza de sangre, no se
dejará de notar que las ideas anteriores hieden a suprafinalidad, a designio, a Plan evolutivo, a
Arquetipos, a Jerarquías dévicas, en fin a Intención del Demiurgo. ¿Y en qué fallan los famosos
racismos biologicistas? Respuesta: EN LA AUSENCIA TOTAL DEL CONCEPTO DE MÍSTICA. Por
eso la Sabiduría Hiperbórea aconseja aplicar a todo racismo sospechoso la siguiente pauta
critica: "SI EL RACISMO ES MÍSTICO ENTONCES ES HIPERBÓREO Y ESPIRITUAL; EN CASO
CONTRARIO, NO LO ES". Y QUIEN SUSTENTE UN RACISMO SIN MÍSTICA, AUNQUE DECLAME SU
PUREZA DE SANGRE, NO ES MÁS QUE UN VIL ENGAÑADOR, O UN AUTÉNTICO ENGAÑADO, AL
SERVICIO DE INFAMES OLIGARQUÍAS CUYOS FINES INCONFESABLES SON LOS MISMOS QUE
LOS DE LA SINARQUÍA JUDÍA. Pero estas duras palabras merecen una aclaración: ¿qué debe
entenderse por racismo con Mística? Respuesta: el racismo es místico cuando es carismático
pues, según se vio en el artículo El Cordón Dorado, "LA MÍSTICA ES UNA FORMA
DETERMINADA POR UN SER: EL CARISMA"; y el Carisma es un agente acausal que conecta a
todos los viryas por el hecho de su Origen común, por su linaje hiperbóreo, en una "vinculación
carismática" que reconoce un centro o principio en el líder hiperbóreo o Führer, es decir, en el
virya de sangre más pura. LA MÍSTICA GENERA EL HECHO NATURAL DE LA "ARISTOCRACIA DE
LA SANGRE", LA CUAL NO PASA NECESARIAMENTE POR UNA CLASE SOCIAL NI POR UNA
CASTA: SALVO QUE LA SOCIEDAD ESTÉ ORGANIZADA EN BASE A LA "ESTRATEGIA IMPERIO

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UNIVERSAL" DE LOS SIDDHAS HIPERBÓREOS, QUE SE ESTUDIARÁ EN LA SEGUNDA PARTE. En


resumen: si hay líder carismático hay Mística y si hay Mística hay aristocracia de sangre
efectiva, RECONOCIDA POR EL PUEBLO: UNA ARISTOCRACIA QUE NO REQUIERE SER PROBADA
CON TÍTULOS Y BLASONES, UNA ARISTOCRACIA QUE SE NUTRE DEL PUEBLO QUE LO SOSTIENE
Y QUE CUMPLE SU ROL DE AGLUTINAR A ÉSTE CARISMÁTICAMENTE, PROMOVIENDO LA
PUREZA DE SANGRE Y LA ELEVACIÓN DE LA MISERIA MATERIAL Y ESPIRITUAL EN QUE SE
ENCUENTRA. Por el contrario, si no hay líder no hay Mística y si no hay Mística no puede haber
aristocracia alguna que sea legitima, por más títulos de alegue, sino las siniestras oligarquías
bastardas de nuestros días, aliadas material y espiritualmente al judaísmo usurero y
corruptor.”

Estos dos párrafos que anteceden, y en general todo el capítulo “Q - La Estrategia pasú y la
Estrategia Hiperbórea” de Fundamentos (que se aconseja leer para completar), nos van a
ayudar a echar luz, a desentrañar una cuestión de crítica importancia sobre un tema que no se
ha sabido identificar muy bien del todo; el aspecto principal para comprender la evolución
macroestructural del DRAMA histórico y teleológico soterraño que ha sido la doctrina y el
esoterismo ario europeo, comprendido desde el paradigma abarcante judeocristiano y golem
(orientalismo y celtismo), entre otros capítulos de conspiración shambállica sobre los pueblos
arios. Ya las conclusiones originadas de estas consideraciones pueden y deben ser extendidas a
la realidad psicorregional específica de toda comunidad en donde se hallen viryas hoy.
Gracias a las revelaciones de orden histórico revisionistas de Nimrod, sabemos ahora que la
idea de una raza aria ni por asomo fue siempre un solo bloque fraternal de una misma
teleología espiritual (cosmogonía podríamos decir, weltanschuung) y, aún peor, social, en
tanto que todos los trabajos de orden antropológico y etnográfico en territorio europeo no se
han ocupado realmente de esta división esencial que argumenta no sólo la historia de la
guerra antigua entre razas, sino entre elementos de la misma, como se puede observar
prístinamente en el mundo europeo (y global) de manera transversal. Gran parte de pueblos
arios (y sus “inconscientes colectivos”) fueron y siguen siendo herramientas tácticas de los
planes de Shamballá, y se ha olvido a menudo que la Guerra Esencial entre dioses, además de
ser contra el Demiurgo, ordenador de la Materia y creador del Judío, lo es también entre
dioses hiperbóreos de la MISMA RAZA. Ya las sagas nórdicas nos hablan de la división entre los
Ases o Aesir y los Vanes o Vanir. También son las epopeyas indoarias, principalmente el
Mahabharata, donde se narra esta realidad de aquella guerra entre los míticos Koravas y los
Pandavas; todo esto, repercutiendo, desde luego, en la esfera humana de los hombres. Por
ejemplo, tenemos a estos arios de la India, “tan azotada por los maestros de sabiduría”, que al
perder la Gnosis guerrera prevédica y védica y al ingresar cada vez más en las sombras del
Kaliyuga, van siendo captados y adaptados en las formas ulturales y religiosas del Enemigo. El
Brahmanismo y el Hinduismo primitivo fueron sostenidos por los arios residuales (arios ya sólo
en la genética) de aquella región, esos “santos y grandes Varones del Brahmanismo” que tanto
enamoran a Davoli y que, citando a Meinville “en símbolos y en altísimos principios teológico-
metafísicos, alcanzan un conocimiento tan subido de las cosas de Dios (Demiurgo) que se
hubiese creído hoy patrimonio exclusivo de los cristianos”. La historia de la caída de la India y
del Oriente arios, obedece a la acción directa de las fuerzas de la Materia en un intento de
REEMPLAZO y ADOPCIÓN de la cosmogonía aria (anti-cosmogonía en una originalidad) y del
ario mismo.
Por otro lado y en otros cuadrantes y tiempos, podemos mencionar las especulaciones y
teorías de varios tratadistas como Serrano, Tiffany, Kaminski, Wirth y Ordangain, entre otros,
sobre que los verdaderos hebreos y otros pueblos fueron en un principio arios, pero sobrevino
la corrupción y así succionados por esta casta satánica que son los judíos, los
elementalwessen. Estos últimos, nos dice Serrano, no serían más que “una criatura

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monstruosa, con rasgos de animales totémicos –el Sheidim bíblico- más una mescolanza del
beduino semita y nómade, del abrahamita, del edomita, del siríaco, del hitita, etc.”
Relativamente es así: los judíos no son como la historiografía pirata de la “Academia” nos ha
enseñado. La “nación” de Israel y su historia es falsa en su totalidad, nunca existió tal pueblo y
menos como nos retrata la historieta bíblica, que no es más que, sea aclarado, el plagio y
falsificación de otras teogonías y cosmologías de diversos pueblos. Los judíos, y lo desciframos
ahora, fueron, según la Sabiduría Hiperbórea, un puñado de creaciones biológicas, robots
maléficos, arrojados ahí, como una plaga de langostas, en la Mesopotamia hace miles de años
como una casta sacerdotal cuya metodología de vivencia y conquista consistió en el mismo
modus operandi que fuera tan bien descrito por el agente Smith en relación con los virus:
parasitar otros pueblos, sean semitas (sumerios, hábiros, acadios y fenicios, por ejemplo) o de
genotipo ario (hititas, filisteos, lidios, escitas, etc.); a veces, mezclándose con ellos (como en la
actualidad pasa con los azhkenazí) y que luego de tal infiltración, pasarían a ser una
herramienta más al servicio de Moloch.
Prosiguiendo en el espacio y en el tiempo y saltando casos como los frigios (tema muy
interesante, por cierto), llegamos a los pueblos celtas, más tarde conocidos como galos. Si los
germanos son el pueblo elegido por los Dioses Leales, los celtas lo son de los Traidores. Pueblo
servil y traidor por excelencia en sentido minnéico (prima como función existencial y
vocacional, el pacto cultural y no el de sangre) y en el cual los druidas, esos hechiceros y brujos
negros levitas, encontraron el destino y herramienta últimos de su diáspora. Esto lo podemos
leer ampliamente en la Novela, en la explicación eximia que nos hace Nimrod sobre ellos. Sin
embargo, leamos unas cuantas partes:
“Conviene informarle a esta altura de la historia, Dr., sobre la reaparición de los Golen. Como
dije en el Día Sexto, aparte de su presencia, siempre poco numerosa entre los fenicios y
cartagineses, habían arribado masivamente a Europa a partir del siglo IV A.J.C. “acompañando
a un pueblo escita del Asia Menor”; tal pueblo recibió muchos nombres, de acuerdo al país
donde transitó o se asentó: fundamentalmente eran celtas, pero se los conoció como galos,
irlandeses, escoceses, bretones, galeses, córnicos, gálatas, gallegos, lucitanos, etc. Veamos
ahora con más detalle cómo fue que los Golen se unieron a los celtas, y cuál era su verdadero
origen.

A partir del siglo V, están ya los celtas y los Golen recorriendo Europa hacia el Oeste. Los Galos
fueron los que se unieron a Amílcar Barca e impidieron que Roma auxiliase a Tartessos; luego
se unirían a Amílcar Barca en la invasión de Italia; pero mucho antes, en el siglo IV, habían
humillado a Roma y destruido el Templo de Apolo, en Delfos. Julio César, en su célebre
campaña de las Galias, consigue someterlos definitivamente al control de Roma en 59 A.J.C.;
Augusto divide a la Galia transalpina en cuatro provincias: la Narbonense, la Aquitania, la
Céltica o Lionesa, y Bélgica. Los Golen, que detentaban gran poder sobre todos estos pueblos,
comienzan a retirarse poco a poco de las provincias romanas, incluso seguidos por algunos
contingentes celtas: pasan primero a Gran Bretaña, o “Britania”, pero el objetivo final es
Irlanda, o sea “Hibernia”.

Este punto es muy importante para entender a cabalidad el caso sui géneris de los celtas (que
permitió el surgimiento de esto que hemos de conocer como el imperialismo yanqui-anglo-
israelí). Un artículo específico de los celtas y su historia oculta, será compuesto en otra
ocasión, mientras tanto se recomienda leer el libro “Identity of the Religions Called Druidic and
Hebrew”1, de autor anónimo. Los golen y druidas, agentes directos de Shamballá en la historia,
pasan junto a los celtas a las islas británicas, entonces Britania, mas las campañas romanas
lograran frenar su desarrollo. Tales engendros esperarán ocultos entre los bosques negros y
acantilados de Caledonia, en forma de pictos y otras tribus animalescas, incubando su

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conspiración hasta llegado el momento de resurgir: será el Judeocristianismo, ese heredero


podrido y maléfico del Judaísmo, que, gracias a una primera “misión apostólica” (gestión
geopolítica de la Sinagoga de Satanás) de grandes golen llegados de Roma, especialmente San
Patricio, resucitan al ser convenientemente convertidos a la Cruz. El “cristianismo celta”, tal la
denominación de la metamorfosis del druidismo sacerdotal a judaísmo cristiano, se expandirá
por Irlanda, y en general, por todas las Islas Británicas. La historia euro-occidental del origen
del Cristianismo está, desde luego, también tergiversada y clarificada sobremanera, como
siempre, por Nimrod.

Aquí es necesario retrotraernos y posarnos brevemente en la hermenéutica de los primeros


tiempos de levantamiento del cristianismo. Todo comienza con la conspiración judía de los
Padres Apostólicos Pedro y Pablo (mejor conocido como Saulo), entre otros, quienes, con la
posterior ayuda de los apologetas griegos, expandirán su nefasta doctrina en Europa. ¿Por
qué, cabe preguntarse ahora, aquella religión semita es tan bien aceptada y defendida por los
griegos, principalmente? Es el neoplatonismo, aquel resultado de siglos de racionalismo y
metafísica ideal clásica y de eminente corte cabalístico (contra la que Esparta lucharía en su
momento) y de larga permeabilización cultural con las doctrinas de Oriente, lo que preparara
el terreno psicosocial y “filosófica” para esta conspiración meta-histórica. Es también merced a
la labor conspirativa de los “gnósticos” hebreos o sabios cabalistas de aquella época, como
Simón el Mago, o los terapeutas judíos ya radicados en Grecia, especialmente Filón de
Alejandría; quienes abonan el territorio heleno para que, posteriormente, la nueva religión de
chandala floreciera con celeridad espasmódica en un mundo que, otrora, fuera la “cuna de la
civilización pagana”. Tenemos así que, en un primer momento del nacimiento de la Iglesia,
fueron especialmente griegos, despojados ya de toda espiritualidad hiperbórea ya, los
primeros traidores en Occidente que hicieron caso de forma muy rápida a las epístolas
paulinas. En este panorama, la caída de la Roma inmortal y pagana, la cual ya se encontraba
controlada por el dinero judío mucho antes de su “decadencia”, como el mismo Hitler opina,
sería cuestión de tiempo. Así, los latinos se convierten al judaísmo, y gracias al reemplazo
cultural y genético de tribus germanas y francas cristianizadas, Roma pasa a ser Italia, nido
milenial de la corporación y simposio Sionistas.
Ya para el siglo III d.c, el Imperio cae ante la pluma o “Logos” de los Padres Apologistas (entre
los más famosos, Irineo de Lyon, Hipólito de Roma, Tertuliano y Orígenes), quienes se
encargarán de defenestrar y enterrar a los pocos pensadores, filósofos y sabios paganos que
todavía restaban. Para el siglo cuarto después de Cristo, las bases de la Iglesia Católica, es
decir, de la maquinaria judía de infiltración y conquista mundial, estarán sentadas,
fundamentalmente luego de la traición de Constantino, descrita detalladamente en la Novela.
Sin embargo, habrá todavía unos pocos caudillos imperiales (Juliano el “apóstata” o
Diocleciano) que tratarán de revertir la conspiración mundial judía del cristianismo, más ya era
tarde; una nueva casta de sacerdotes y druidas preparados en la cábala desde la “Santa Sede”,
se pondrán a la tarea de pergeñar la doctrina, el dogma y las futuras directrices teológicas para
cristianizar a toda Europa, y así asentar el poder absoluto de la Iglesia Católica a lo largo de la
Edad Media hasta ahora. Estos “marranos” de los primeros tiempos serán conocidos como los
“Padres de la Iglesia”, tanto de Oriente como de Occidente o Iglesia Latina. Entre los más
famosos de estos últimos, resaltan Agustín de Hipona, posiblemente el mayor doctrinario y
teólogo de la historia de la Iglesia, y Gregorio Magno, principal artífice de la evangelización
europea. Así, los romanos-germanos serían los segundos en “traicionar” el Pacto de Sangre,
convirtiéndose, a la llegada de los lombardos y otros pueblos, en “italianos” y demás
nacionalismos germanos. Más generalidades pueden ser leídas en el prefacio que hace Alain
de Benoist, sobre el Cristianismo y la caída de Roma, para la obra de Louis Rougier.

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Ya para el siglo IX d.c, los misioneros católicos habrán convertido a la religión cristiana a los
francos, con el bautizo del rey Clodoveo I por el obispo de Reims, San Remigio; a los godos, tan
celosos de su arrianismo, en 589 d.c. con la conversión del Rey Recaredo; a los anglosajones en
en el 600 d.c, cuando el Rey Etelberto de Kent da el visto bueno a la orden benedictina para
hacer y deshacer en Bretaña; y, por último, a los sajones en el siglo VII, mediante el puño
mesiánico de Carlomagno. Hay que decir que los escandinavos fueron las ultimas tribus
germano-nórdicas en convertirse al cristianismo, principalmente por la acción evangelizadora
de los normandos. Habrá que mencionar también y por último, que es en el siglo V y principios
del VI que el siguiente paso, y en verdad el decisivo para los planes de Shamballá, se ha
materializar, específicamente con la constitución del Monacato Occidental por San Benito
archigolen, de la misma estructura y naturaleza que el Oriental, fundado ochocientos años
antes por la Fraternidad Blanca en el Tíbet (para este tema, se puede leer la obra de García M.
Colombás, para más información sobre del “monacato primitivo”), instituyendo la Orden
Benedictina, orden que será la principal herramienta para cristianizar a todos estos pueblos
indogermanos y base para las futuras órdenes monásticas y de caballería como el Cluny, el
Císter y la Orden Templaria, etc. Todo esto, lo podemos ver en detalle en la Novela.
Sobre los anglosajones hay que decir que fueron un pueblo germano de sangre muy pura que
invadieron las Islas Británicas una vez las tropas romanas abandonaron la provincia, con el
objetivo de combatir a los celtas y druidas que llegaran y se convirtieran al cristianismo al
comienzo del siglo V. Lamentablemente, caerán en las garras del golen cuando el Papa
Gregorio I, en sus famosas “misiones gregorianas”, envía al monje benedictino San Agustín de
Canterbury, el “apóstol de Inglaterra”, a convertir a los señores feudales británicos. Con este
paso, la Iglesia Celta, el verdadero semillero de monjes golen (pues eran ni más ni menos
aquellos druidas levitas conocedores de la cábala numérica) tendrá vía libre hacia Europa para
expandir los monasterios benedictinos junto a los nuevos misioneros anglosajones. Entre los
más famosos de estos monjes irlandeses o druidas cristianos, podemos resaltar a Columba de
Iona y a San Columbano golen, verdadero apóstol druida de Europa.
De los francos hay que mencionar, por su parte, que, si bien fueron un pueblo germano de
sangre también muy pura, terminaron siendo uno de los principales brazos ejecutores de las
aspiraciones históricas de la Iglesia golen, como también pasó con los anglosajones. Cuando
San Bonifacio golen, formado en las escuelas benedictinas anglosajonas, conspira para
destronar a la dinastía merovingia, dinastía verdaderamente hiperbórea de los francos, son los
carolingios quienes toman el gobierno de la estirpe y la convierten en el brazo fuerte y
ejecutor de la Iglesia Golen en la edad media alta. En este periodo se producirá el llamado
“renacimiento carolingio”, principalmente en la Escuela Palatina que el Pontífice nos refiere
muy bien; donde la cristianización de las dinastías germanas se asentará y la producción de
cultura se desarrollará abundantemente. Será Carlomagno, hijo de Pipino el Breve y ya
coronado emperador del Sacro Imperio, el nuevo elegido de Dios (YHVH Satanás) como lo
fuera Constantino en su momento (In hoc signo vinces), quién obligará a la conversión a los
sajones en la conocida historia del derribamiento del Irminsul (Universalis Columna) y la
decapitación y asesinato de más de 5000 nobles sajones, desastre sin igual que nos es contado
en la Novela. Podemos ver cómo, de forma paulatina, van cayendo uno tras otro los pueblos
de Pacto de Sangre y, especialmente, cómo muchos de ellos pasan a formar parte activa de la
estrategia de Shamballá, especialmente los anglosajones y los franceses, que, como vimos,
serán la conjunción de los galos, los celtíberos, los francos y los normandos, pueblo celta este
último y no así vikingo como la historia nos muestra y que serían utilizados para controlar a los
británicos. Será, luego, el tiempo del apogeo del “Sacro Imperio Romano Germánico”, o de
cómo el Judío ha conquistado formal, política y religiosamente Europa utilizando el cuerpo
cadavérico, el esqueleto muerto de la organización pretérita del antiguo Imperio Romano
(faltando así la conquista racial o genética solamente). Para el siglo XI d.c. toda Europa será

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cristiana y devota defensora del poder de la Iglesia. Observamos, entonces, que serán la
generalidad de pueblos germano europeos, no pudiendo cumplir su objetivo histórico de
frenar el avance de la cristianización (o cumpliéndola hasta sus menguadas posibilidades), los
terceros que, si bien no “traicionan”, se rinden ante la voluntad de los Traidores Blancos.
Pero lejos de que Europa esté completamente controlada por el golen, se gestarán todavía
dinastías y movimientos que pugnarán, desde su sangre pura, su recuerdo de sangre, por
combatir la estrategia de Shamballá (destacan gibelinos, otones, teutones, cátaros, bogomilos,
etc.); ya no serán, sin embargo, pueblos enteros quienes lleven al desarrollo las estrategias de
los Dioses Leales, pues como entendemos, el cristianismo y la Iglesia, como cosmogonía y
psicología judías, están por encima ya de todo nacionalismo y etnitismo. Lo que sobreviene
posteriormente en esta lucha táctica son, más o menos, 1000 años de disputa intestina en el
seno de la Europa judaizada por el cristianismo, entre la estrategia hiperbórea colectiva que se
fundamenta en el Líder Carismático y la estrategia golen que pretenderá instaurar un Gobierno
Mundial o Sinarquía religioso-financiera (que hoy está a vísperas de cumplirse) y que no es
preciso relatar aquí, pues está suficientemente desarrollado en la Novela y en los libros
decentes de historia en general. Ahora bien, el anterior resumen fue necesario, a manera de
“revisionismo propedéutico”, para entender recién EL PORQUÉ EXISTE UNA CORRIENTE
NECESARIAMENTE OCULTA QUE LLEVA A DISTINTOS PERSONAJES, MOVIMIENTOS Y
DOCTRINAS, SEAN ESOTERICOS O EXOTÉRICOS, POR MÁS EUROPEOS O ARIOS, O BASADOS EN
ESTAS TRADICIONES, A TRAICIONAR, DESDE LA SANGRE ASTRAL SUCIA (psicología judaizada
por esta dominación cultural), LAS PAUTAS ORIGINALES DE LA SABIDURÍA HIPERBÓREA Y LA
VERDADERA ESPIRITUALIDAD ARIA.
Todo esto que nos interesa, comienza a tomar forma patente y oficial cuando la estrategia
golen (Iglesia), una vez cumplido su objetivo de expandir su poder y dogma en los territorios y
mentes europea, empiezan a construir de manera crónica cientos y cientos de monasterios,
centros de adoctrinamiento y conspiración a lo largo y ancho del “ Midgard”, o Europa.
Luego se propondrán, como paso siguiente, levantar una organización de CORTE MILITAR Y
MARCIAL, para efectos de defensa y ataque, a manera de ejército mercenario, para las
instituciones de la ya asentada Iglesia y que funcionen, a la vez, como fachada para albergar a
los nuevos movimientos ocultistas y “esotéricos” que la Fraternidad Blanca habría de fundar y
exportar desde Oriente. Como nos explica la Novela -y que por ello no será necesario
ahondar- la orden benedictina dará paso a las órdenes de Cluny, del Císter (esta última ya de
eminente carácter caballeresco) y, finalmente, a la mayor y mejor organización exotérica que
el Judío pudo crear; esto es, la Orden Templaria u “Orden de los POBRES compañeros de Cristo
y del TEMPLO DE SALOMÓN”. Toda esta nueva legislación eclesiástica la podemos leer
principalmente en la obra del teólogo y místico laico Ramon Lulio o en la obra “Secretos
herméticos de la caballería”, de Jorge Francisco Ferro o en “Las Glorias de la Nueva Milicia”,
del abad San Bernardo, todas obras apologéticas de la misión mesiánica de la caballería
medieval. Para estudiar a profundidad la historia de la Orden Templaria, y su conversión
histórica a la Masonería, existen, también, varios libros de valor, recomendando solamente “La
Meta Secreta de los Templarios” del estudioso español Juan G. Atienza y las teorías sobre tal
respecto del profesor Mahieu.
Ahora bien, estas organizaciones religioso y/o militares del occidente cristiano que, como
vimos, están controladas por el mismo Poder que en Oriente controla a la mayoría de
religiones desde un inicio cultural (esto es, al budismo tibetano, al hinduismo y al Islam
wahabita) son la expresión directa del conocimiento cabalístico druida y judío (mística
cristiana), y en cuyo seno se empieza a conjugar todo un conocimiento místico y hermético de
contenido tanto occidental (teología) como oriental (Kalachakra), todo subordinado, claro está,
al dominio absoluto del esoterismo cabalístico, resaltando a personajes como Ibn Gadriol y
Maimónides, expresiones máximas de la mística hebrea medieval. Luego se dará a luz a

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muchos movimientos herederos del conocimiento oculto de la Orden Templaria, que sea dicho
de paso, es destruida por la estrategia hiperbórea de los reyes de la sangre pura Federico II de
Hohenstaufen y Felipe el Hermoso de Francia (historia desarrollada en la Novela). Podemos
apreciar cómo desde los siglos XII al XIV, muchas órdenes de caballería y sociedades secretas
comienzan a entrar en escena en la historia europea, por mencionar algunas tenemos a la
Soberana orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta o
simplemente Orden de Malta, a los Hermanos Livonios de la Espada o Fraternidad del Ejército
de Cristo, a la Orden de San Lázaro de Jerusalén, a la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de
Jerusalén, a la Orden de San Juan, etc. La propia Orden Templaria no moriría y solamente se
hará más hermética y secreta y pasará a denominarse como la Masonería o Francmasonería,
como ya dijimos, y cuyos tentáculos crecerán tanto en Occidente, el Rito Escoces
(directamente druídico), como así también en Oriente, conocida luego como “Gran Oriente” (la
relación biunívoca entre el Catoliscismo y la Masonería puede investigarse en la obra
apologista de Eduardo Callaey). Además, florecerá una especie de “nueva teología mística
católica”, representada por Tomás de Aquino o Santo Tomás, los canónigos agustinos como
Tomás de Kempis o Alberto Magno; además se verá el nacimiento de la famosa “mística
alemana”, cuyo representante máximo es el Maestro Eckhart y su discípulo Juan Taulero.
Habrá que resaltar que también existieron órdenes hiperbóreas, tales como la Orden de los
Predicadores o Dominicos y los Caballeros Teutones.
Mucho más importante e interesante es ver el nacimiento de verdaderas sociedades secretas o
sectas de esencial metafísica cabalística a partir del siglo XV, las cuales serán directos
responsables de la Revolución del Renacimiento. Las más famosas, y de las cuales saldrán los
más funestos personajes o “maestros ascendidos de occidente”, serán la Rosacruz, la Orden
Bucíntoro y la más nefasta de todas, la Compañía de Jesús o Jesuitas de San Ignacio de Loyola.
Todos los miembros de estas órdenes son de la aristocracia “europea”, sabios “humanistas” o,
en su defecto, judíos marranizados y/o aristocratizados. Correrán los siglos y a la sombra de la
doctrina mística de estas sociedades, nacerán nuevas y varias corrientes filosóficas y artísticas
“occidentales”. Del siglo XVII podemos destacar a Juan de la Cruz, a Silesio o a Jakob Bohme,
estos últimos dos continuadores del Monismo, doctrina según la cual la materia y el espíritu, lo
físico, lo psíquico y lo metafísico, como aspectos de la realidad, son idénticos en su esencia, y la
cual sería perfeccionada posteriormente por el Pan-psiquismo de Heackel.
Ahora bien, lo que se desea subrayar, sin ánimos de ser ampulosos, es que desde el
Renacimiento todas las corrientes del pensamiento europeo se verán absolutamente
condicionadas, en su origen y evolución, por este compuesto metafísico y cultural golen
concentrado en el “inconsciente” colectivo e individual del “occidental”. Pues, desde las
universidades y templos religiosos fundados por judíos y sacerdotes, la teología cristiana, el
neoplatonismo y el iluminismo humanista originado de aquellos “renacimientos culturales”,
todo de esencia o raíz cabalística, gobernarán el modo de pensar y filosofar, directa o
indirectamente, de los futuros pensadores. La historia de la filosofía moderna es la historia del
desarrollo de la psicología judía dentro del racionalismo o existencialismo europeo: más que el
progreso de la “civilización”, la historia europea bajo la egida del judeocristianismo fue la
etapa cumbre del cumplimiento del objetivo macrocósmico de la finalidad; esto es,
DESARROLLAR CULTURA SUPERESTRUCTURADA, que lejos de emancipar al hombre de la
materia y acercarlo a la verdadera divinidad o espiritualidad, lo sumen en las sombras de la
“progreso” y del Kaliyuga. Así, por más arios o “clásicos” o “tradicionalistas conservadores”,
todos los pensadores europeos tendrán algún grado de psicologismo judío en sus ideas. Y
ahora viene lo verdaderamente importante: ESTO TAMBIÉN REPERCUTIRÁ EN EL
PENSAMIENTO ALEMÁN DE LOS SIGLOS XIX Y XX, sea cual sea la escuela o filosofía. Antes de
entrar de lleno a este punto, debemos ocuparnos del tema de la Teosofía.

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Si ya vimos que el pensamiento exotérico y “metafísicamente correcto” (es decir, cabalista,


cósmico) de la historia europea, de su Academia, está fundamentado sobre el progresismo
iluminista y místico del Judeocristianismo, el Pensamiento (o Tradición) esotérico, ha de salir,
pues y como vimos, de esa vena orientalizante controlada directamente por los Maestros de
Sabiduría de Shamballá. Larga es la historia del esoterismo y ocultismo oriental y su adopción y
adaptación occidental, prohijada por estas sectas o sociedades secretas ya mencionadas.
Solamente resaltaremos a la Teosofía, pues en su “corpus y animus”, se ven perfectamente
condensadas la doctrina universal sephirótica (sabiduría atlante morena) que fuera disgregada
en un inicio con el “Hundimiento de la Atlántida, lo anterior al “Génesis”, pero que se
reproduce en la edad moderna (por edad moderna desde la SH se entiende lo posterior al
nacimiento de Jesucristo) para engullir en su complexo epistemológico algo totalmente ajeno
o no tanto, vistas ya las cosas hasta aquí; esto es, la espiritualidad ario pagana. En efecto,
desde la irrupción de la Teosofía, obra máxima de la academia esotérica shambálica, no solo la
historia del esoterismo moderno de los arios sería “shambalizados” (en tanto que por lo
shambálico se debe entender esta corriente sephirótica abocada a la estrategia racista ario-
traidora o ario-shambálica), sino la antropología y hasta la prehistoria. Desde la llegada de la
Teosofía, estadio superior que da sangre esotérica al cuerpo masónico-católico, toda la
Weltanschauung ario-luciférica se trasformará en metafísica cabalístico-pagana. Tal fue,
justamente, la misión de la Teosofía. No es necesario hacer un resumen de los postulados y
contenidos esenciales de la Teosofía, pues tal cosa es tan ardua como leer a cabalidad la
“doctrina secreta”, por lo que se recomienda al lector hacer su propio desarrollo y estudio de
ello, pero hemos de decir que el elemento principalmente nocivo de este meta-sincretismo fue
el hacer de la raza aria UNA MÁS DE LAS RAZAS CREADAS POR EL DEMIURGO Y DE SU HISTORIA
UNA DE LAS DEMÁS HISTORIAS DE LA HUMANIDAD. Tal cosa se hace, claramente, con el
objetivo de hacerle olvidar al ario que no es hijo del vientre universal, sino un accidente divino,
y, por ende, su sometimiento onto-teo-teleológico al argumento existencial y cósmico.
Ahora bien, ya tenemos en el crisol de la Historia del Pensamiento (que además comprende la
historia del Esoterismo) a la tradición cabalista de Oriente y a la tradición cabalista de
Occidente (judeocristianismo) dando cuerpo y condimento a la sopa científica y metafísica
europeas. El mismo nombre “Europa”, sacado del mito griego del mismo nombre, designa a
una PRINCESA FENICIA, raptada por Zeus-Vaca (Dionisios-Jehovah), en clara alusión a la
promesa abrahámica de conquista del mundo goim (que se demuestra con la creación de la UE
y las doce estrellas en su bandera que representan las doce tribus de Israel, gobernando desde
Bruselas y Zúrich como reyes sobre las naciones). Esto pasaría de manera similar en América y
su bautismo bajo el nombre de aquel cartógrafo florentino. Como este es un artículo de
eminente corte esotérico y está abocado solamente a pasar revista de ciertos puntos tocantes
a la conspiración de la cultura en las corrientes “arias”, no podremos hacer un tratado
minucioso y complementario de los diferentes pensadores, doctrinas, escuelas, etc., de todas
las dimensiones del cognocimiento y la idea que abonaron por miles tal etapa historiográfica,
sino que solamente saltaremos a lo importante: esto es, la ARIOSOFÍA, cosa directamente
relacionada con la crítica que hace Nimrod y que leímos en los primeros párrafos.
Como ya podemos avizorar con relativa claridad, la historia del pensamiento europeo está
compuesto por el discurso lineal de la teleología cabalista imprimida directamente SOBRE el
psiquismo, espíritu y tradición ario paganas. Es entonces eminente aceptar que hasta las
mismas corrientes paganizantes y arianizantes, vitalistas, revivalistas o no, se ven infectadas
por la estrategia racista-shambálica. La Ariosofía es el conjunto de doctrinas filosófico-
esotéricas, desarrolladas principalmente por Guido von List y Jörg Lanz von Liebenfels entre
1890 y 1930, escuela que se verá continuada, luego, por diversos autores y que versa, a
grandes rasgos, sobre la adopción e implementación de la Teosofía como nueva piedra
fundamental para interpretar lo pasado y futuro de la cosmogonía y teleologías arias. Si el

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N. Minnesänger

Cristianismo judaizó lo pagano o ario, la Ariosofía (y luego el “NS cristiano”) viene a paganizar o
arianizar lo judío. En efecto, todos los postulados ariosóficos devienen más de un génesis
bíblico (cábala) que de una verdadera tradición ario pagana, tanto así que llega a ser
considerada como una “herejía” cristiana moderna. Veamos lo que dice la Enciclopedia de la
Religión Católica al respecto:
“Herejía alemana de los tiempos modernos, aspirante al puesto de religión universal. Consiste
en una mezcla extravagante de las ideas seudo místicas de Jacobo Lorbers con las del
ocultismo, y una interpretación trivial y acomodaticia de la Biblia. Su dogma fundamental es la
peregrina doctrina de una trinidad a base de antigua mitología germánica, teorías
evolucionistas y sentencias extraídas de las Sagradas Escrituras. El fin de la secta pretende ser
el de “conseguir el dominio espiritual por medio del conocimiento de sí mismo y del
mantenimiento de la raza aria”, y, para conseguirlo, propugnan sus secuaces el estudio de las
razas humanas, que no son más que peldaños de la escala que conduce a la salvación del
mundo, al reino de Dios. Tienen al Jesús “histórico” por gran Maestro de la ariosofía. Esta fue
fundada por el renegado cisterciense Barón Dr. Jorge Liebenfels y el escritor Herberto
Reichstein y sus dos ramas son la “Sociedad Ariosófica” y la “Sociedad Edda” con sedes,
respectivamente, en Pforzheim y en Dinkelsbühl. Su órgano es la Zeitschrift für Geistes und
Wissenschaftsreform (Revista para la Reforma del Espíritu y de la Ciencia), que empezó a
publicarse en 1926”.
Es menester y crucial tocar y conocer, de manera sucinta claro, la historia y las obras de estos
dos hombres que “fundaron”, aparentemente, la Ariosofía, esto es, Von List y Von Liebenfelds,
para tener presente el cuaje de esta conspiración, consciente o inconsciente, en orden de
tergiversar y falsificar la verdadera “Aurea Catena”.
El primero es suficientemente conocido, y solamente diremos que su obra está abocada a
adecuar la historia, tradición (especialmente la Rúnica) y cosmogonía de las etnias sajonas a la
visión cabalista-teosófica. Para ello utilizará toda una corriente previa, a saber, el Armanismo,
sociedad dudosa ya existente y proliferada en los grupos secretos de Alemania, y la adecuará a
sus propósitos de crear este “Wotanismo bíblico”. Luego, tal sociedad se mantendrá en las
sombras durante la conflagración mundial y solamente levantará cabeza en este siglo con la
incierta y sectaria “Orden Armanen”, teniendo seguidores más o menos pensantes, hoy por
hoy en Chile, como contrapeso a la verdadera Tradición Hiperbórea renacida en Argentina. De
ello hablaremos más luego. Habrá que decir ahora, que buena parte del estudio y tratamiento
runológico moderno se fundamenta en el trabajo de List, como en el Asatru (exoterismo
moderno y caído de las tradiciones nórdicas, infectadas por el druidismo y la New Age) y sus
diversos y antojadizos autores, lo que lleva a una desorientación obscurantista de este
neurálgico tema, que, por otro lado, se ve muy bien expuesto y revisado en el libro de Ricardo
Céspedes. Sobre el segundo personaje, que es más desconocido que el primero, hay mucho
que decir, por lo cual nos serviremos de un artículo muy interesante y enjundioso del portal de
Red “Editorial Streicher”2. Ahora bien, la obra de Liebenfelds es totalmente anti gnóstica y anti
estratégica en el sentido que adopta a la perfección las ideas y postulados del racismo
biologicista, en donde el Hombre Ario es superior no desde su espiritualidad increada, sino
desde su súper evolución animal y genética, favor claro está, del Demiurgo. Todo ello lo
podemos ver reflejado en su obra de absoluto carácter materialista y darwinista
“Theozoología”. A esto debemos añadir que fue monje CISTERCENSE Y FUNDADOR DEL NUEVO
ORDEN TEMPLARIO, cosa que añadió a su obra sincrética dándole un aspecto mesiánico hasta
el punto de ser llamada Ariocristianismo. La Historia, es decir, la maquinación judía de los
hechos culturales, se ha encargado de hacer derivar el movimiento NS directamente de estas
doctrinas secundarias cuando tal cosa está lejos de ser cierta, sino contraria, siendo el NS el
legado de la tradición puramente pagano-ario-hiperbórea, tan bien expuesto en la “Historia
Secreta de la Thulegesselschaft”.

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N. Minnesänger

Así mismo, en otros cuadrantes de la actividad intelectual y espiritual, esta herencia psicoidea
en la memoria de sangre europea, a saber, el pacto cultural, llevará a diversos personajes
directamente relacionados con la visión aria de la Historia, a desarrollar postulados e
inclinaciones ebrias y falsarias, en orden de adecuar la realidad a sus creencias preminentes.
Por ejemplo, tenemos al Conde de Gobineau, gran estudioso y teórico del Racismo, que a
diferencia de H. S. Chamberlain, fuera tolerante y hasta tocante con una visión católica de la
superioridad de la raza “ario-católica” en su famosa “Desigualdad de las Razas Humanas”,
llegando al colmo del disparate al considerar a los judíos una subdivisión de la raza blanca,
atribuyéndoles ciertas cualidades además de destacar que habrían sido injustamente
perseguidos. Lo mismo sucede con Wagner, que entra en una fagocitación cristianoide, cosa
que significa su ruptura total con Nietzsche. Ya con posterioridad y en pleno episodio histórico
del NS, inclusive todo el paradigma de la Kulturkampf que antecedió (tan bien explicado por el
mismo Hitler en el capítulo III de “Mein Kampf” y en diversos tratados , más o menos útiles
para sacar conclusiones) se vería totalmente olvidada y pasada por alto, trasformando la
imagen histórica del NS, su acaecimiento, desarrollo y desenlace en un caricatura mesiánica,
pariendo y proyectando para el futuro un engendro a nivel metafísico (tanto o más que el
mismo “cristianismo ario”) que es el NS católico; doctrina que trata de desvirtuar y falsificar las
auténticas formas y esencias del NS. Para ilustrar tal desgracia estratégica, tenemos las
opiniones de personajes ilustres de la “farándula NS” como Meinvielle, Pedro Valera, Salvador
Borrego y el profesor Bochaca, este último, que llega a enarbolar una teoría tan infantil como
ridícula en su obra “El Mito del Judaísmo de Cristo”. Con tal crítica no se pretende, ni por lejos,
invalidar o negar la valía de tales hombres para con la Causa, pero a un nivel metafísico, que es
en donde en verdad se definen los acontecimientos y el Destino de la Raza, tales antojadizas
visiones producto de su filiación kármica para con el dogma cabalista del Catolicismo, son más
veneno que remedio. Ya las opiniones irrebatibles, desde la forma y la esencia, de Serrano,
Bau, Savitri Devi, etc., vienen a aclarar este espinoso asunto.
En este punto, ya que hablamos del Asatru, podemos decir que todas aquellas neo religiones
paganas que, aparentemente, han ido resurgido están circunscritas al mismo problema. Tales
creencias no han realizado un “revisionismo espiritual y metafísico” como que resulta
necesario realizar tal cosa a nivel histórico para comprender la verdadera dimensión de la
Modernidad. Así pues, resulta en una amalgama de conceptos y preceptos que poca o nula
relación tienen con las verdaderas esencias del Paganismo, que fuera denominado así por el
Judeocristiano a favor de su monoteísmo satanista, y que son, ni más ni menos, la SH y los
principios de la Estrategia: Ocupación, Cerco y Muralla. Hoy en día, casi toda religiosidad o
espiritualidad “pagana”, especialmente en Europa, es un constructo sincrético y poco
inmanente con el auténtico pasado ario, superviviendo solamente aspectos culturales (de
culto), formales y rituales, que se ven mezclados con paganismos semíticos (Wicca, druidismo,
etc.), orientalismos (chamanismo, yoga, etc.) y postmodernismos (New Age, Hippismo,
Ambientalismo, Veganismo, Pacifismo, etc.). La Weltanschauung pagana es una “cosa”
difícilmente comprendida hoy en día, máxime por los propios hijos del tronco indogermano,
publico objetivo de toda la conspiración de ingeniería social y metafísica sinárquica desde la
Antigüedad, perdiéndose las VIRTUDES esenciales que hacen a lo “ario”. Ya vemos que todas
esas cofradías “paganas” de hoy parecen más un grupo de sacerdotes metidos en el bosque
con el único propósito de consumir amanita muscaria, y dibujar palitos en las piedras. El
verdadero paganismo, y su visión del Mundo, era de conquista y de guerra, nacionalista, de
trascendencia solar e invernal por sobre el Dragón del Mundo, es decir, las fuerzas elementales
no arias. Todas estas creencias, más o menos artificiales e inocentes y su concepción, utilizan la
visión listiana de la tradición aria, es decir, cabalístico-cósmica, además de provenir de
diferentes sociedades y doctrinas que fueran desbaratadas a la llegada del NS. Es larga la
historia y los archivos sobre este tema, de cómo Hitler produjo una revolución esotérica en
Alemania, separando la verdadera Tradición (cosa que llevaría a la creación de la Ahnenerbe),

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de las supercherías sectarias producto de esta deformación histórica ya mencionada, desde la


prohibición de la Sociedad Armanen, hasta la expulsión de Von Sebottendorf como extranjero
indeseable.
Vemos ahora con total claridad, cómo la Tradición Ario-hiperbórea y Atlante se ha venido
desfigurando en un largo proceso de caída metafísica en lo cultural y psicoideo, que conlleva,
indiscutiblemente, a su exoterización, desde la primitivización mitificadora que sufriera por los
pueblos tribales europeos, la falsificación orientalista de las diferentes doctrinas shambálicas,
la judeocristianización del mundo latino y germánico, la desfiguración filosófica y metafísica
por efecto del alma progresista (humanista, iluminista, etc.) medioeval, que fuera combatido
esto último por diversas estrategias hiperbóreas como el Catarismo; la falsificación sincrética
de esoterismos operados por los druidas y sacerdotes (Ocultismo), por el torcimiento en la
epistemología y gnoseología modernas y materialistas; como, finalmente, a la infiltración
esencial que sufrió por parte de diversos sistemas anti-luciféricos, especialmente la Teosofía y
la Ariosofía, ya mencionadas. Se ha querido hacer este pequeño conteo meta-historiográfico, o
resumen de la situación estratégica de la SH en relación a la Raza y su situación psicosocial,
para hacer visible y señalable de manera absoluta e incuestionable, allí donde se pose el dedo
sobre la materia o hecho a tratar, la SUCIEDAD arquetípica (símbolos sagrados) que se
encuentran vigentes en el alma y pensamiento “occidentales”, saboteando el camino derecho
del Yo hacia el Selbst de la Gnosis pura y metafísicamente “ultra ortodoxa”, si se puede tildar
así a la Verdad. La Estrategia Cultural de la Sinarquía, precisamente, estriba en todo este
desglose o deconstrucción superestructural de la Tradición que hemos realizado, pues el
objetivo radica, no en eliminar o extinguir la llama del Espíritu Ario, sino en utilizarlo mediante
la desviación anti-estratégica que separan al virya de su conexión con las virtudes rúnicas, que
sea aclarado, solamente se hallan en lo profundo de una Minne purificada, lo que a su vez
significa resignar y/o eliminar todo lo anteriormente expuesto como acumulación de desecho
psico-cultural y sanguíneo. El tema de la Raza y su verdadera “espiritualidad” se ha manoseado
tan forzosa y trabajosamente por parte de los agentes de la Cultura y la Ingeniería social y
psicológica, ya que, de no ser así, sobrevendría la efectiva manifestación del Signo del Origen y
del Rey de la Sangre Pura, lo que significaría la ignición de una estrategia colectiva hiperbórea.
Ahora bien, he de dar una explicación muy sucinta sobre cómo entiende la SH este principal
tema.
Para la SH, el ORIGEN de la RAZA aria tiene su acaecer en la llegada de unos seres no
solamente “extraterrestres”, sino “extrauniverses”, que arribaban con un Plan determinado a
esta “dimensión” o plano terrestre, y que se puede resumir así: se necesitaba “componer” una
falla estructural y esencial en la ontoteleología del pasú u homínido terrestre. Para ello, estos
seres más que divinos operaron primero una especie de “reversión” sobre una parte de sus
mismos allegados y compañeros de esencia, por lo cual estos segundos se vieron
inmediatamente perdidos de su Origen y difuminados disolventemente en este Universo
ajeno. Luego, como segundo paso, se “ayuntaron” con las “hijas de los hombres”, produciendo
así una conjunción genética que daría paso al ser humano propiamente dicho, el Homo Sapiens
Sapiens, o Crogmanon, o como lo designa la SH, virya, perfecto traje biológico para albergar, a
su vez, a estas miradas o espíritus previamente desorientados. Ahora bien, no es fácil
comprender los pormenores de este hecho pues trascienden por lejos cualquier capacidad de
conocimiento y comprensión meramente humanos, pero hemos de decir que lo importante de
todo este asunto, y que es lo vertical y fundamental dentro de la Tradición Hiperbórea, es
diferenciar al espíritu revertido, que se troca en Yo individual (ver Fundamentos, parte
introductoria, para precisar con rigor estas definiciones y contenidos), el cual ENCARNA en la
SANGRE MUTANTE de un ejemplar virya, pues en tal operación reside el entender la
advertencia que nos da Nimrod sobre el Racismo “malo” (biologicista) y el “bueno”
(carismático-espiritual). A poco de pensarlo, la

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N. Minnesänger

esencia no es el vehículo en donde se manifiesta, pero tampoco hay esencia sin vehículo para
ello. Cuando se adscribe lo “Ario” solamente al GEN, es decir, el aporte mutante extraterrestre
por medio del Maithuna, se está dejando de lado la verdadera fuente de tal calidad divina, que
sea dicho, no es ontológica solamente, sino ESPIRITUAL, lo que significa el YO. ¿Por qué es tan
importante entender esto a cabalidad pétrea? Pues porque si no se entiende que lo que vuelve
al ario un dios es su Yo y no su cuerpo (pero lo que permite, claro está, tal manifestación
indirecta) resulta, entonces, toda aquella pléyade de disparates doctrinales y metafísicos que
ya hemos ido señalado a través del revisionismo de la Historia. Un virya que entiende que su
espíritu no viene del “Padre”, no puede comulgar nunca con las ideas Teosóficas ni Ariosóficas,
ni tampoco con cualquier sistema que no tenga al Creador como impostor y su creación como
falsificación de quinta, como sí sucede con el grueso del Nordicismo moderno, Chamanismo y
el Orientalismo; y peor aún podría tolerar un NS cristianoide. En efecto, la superioridad racial
del hombre blanco no parte de una “superevolución” del mono a un estado de “supermono”
como quieren pensar estos materialistas de la Raza y la Sangre, sino del compuesto esencial
que tal ontología permite manifestar en el plano de la existencia física. Es la típica disputa
entre aquellos que ven el Destino de la Raza en el pasado, concibiendo así un Origen
esplendoroso (visión correcta y general de todo el mundo Antiguo antes de la Revolución
Cristiana), donde el Hombre se va degenerando e INVOLUCIONADO a través del paso de
Cronos, de los Yugas; y, por otro lado, la visión progresista de la vida, inaugurada por la
actualización del Manú merced a tales “revoluciones”, que concibe al Hombre, y peor aún, al
Ario, como el producto mecánico y grosero de la evolución orgánica del Universo, encontrando
en todo pasado, como mencionara Nimrod, sólo “gusanos, crustáceos y lagartijas”. Ahora bien,
no es necesario demostrar que la estratégica colectiva del NS adscribió totalmente a esta
primera visión cosmo-teogónica.
Así llegamos, luego de la “Pasión” y conclusión superficial del NS como fenómeno histórico, a
la situación actual en la que se encuentra contenida la Estrategia General de los Siddhas de
Agartha. Tal escenario, nos lo describe Nimrod, es ya, en estas etapas del Kaliyuga y la Guerra
Esencial, en primera instancia de eminente índole interna e individual, donde cada virya
deberá realizar el mismos Opus que interpretaría el NS, de manera colectiva claro, dentro de Sí
Mismo; y esto es, LIMPIAR LA SANGRE. Para aquellos que no están versados en el estudio de la
Sabiduría Hiperbórea, difícilmente es posible el entendimiento de tal sentencia, pues se alude
no solamente a la limpieza genética (que sí la hubo y que tuvo grandes desarrollos,
especialmente en el campo de la eugenesia y la biopolítica), sino también a toda una ciencia,
teoría y praxis metafísica que obran en las realidades sutiles del hombre, y encienden en él la
verdadera substancia divina y genial que lo trasforma en el Übermensch nietzschiano, tal como
sucedió con el NS, especialmente sus dirigentes. La Sabiduría Hiperbórea trasciende y atraviesa
con totalidad cualquier momento doctrinal en la que se viera desarrollada en la historia,
incluso al NS. Leamos la descripción que hace el Profesor Herrou de Aragón sobre esto:

“La Gnosis Primordial es un conocimiento, una sabiduría. Gnosis significa eso: conocimiento.
Pero no nos referimos a un conocimiento cualquiera. La Gnosis es un conocimiento muy
especial. Es un conocimiento que produce una inmensa transformación en quien lo recibe. Un
conocimiento capaz nada menos que de despertar y liberar Espiritualmente a quien lo
obtenga. Su propósito es ese: echar luz sobre la situación humana, tratando de despertar a los
hombres y ayudarlos a escapar de la prisión en que se encuentran. Por eso este conocimiento
ha sido tan perseguido a lo largo de la historia, porque es un conocimiento considerado
peligroso por los poderes religiosos y políticos que rigen desde las sombras a la humanidad.
Por esa razón la Gnosis siempre ha permanecido oculta. La Gnosis es un conocimiento secreto,
sólo accesible al buscador que se haga merecedor de ella. Las distintas religiones en la historia
humana han tratado que los seres humanos permanecieran ignorantes de este saber, de este
tipo de conocimiento llamado Gnosis. Ya veremos por qué.

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N. Minnesänger

Lo que llamo yo Gnosis Primordial es la forma pura de la Gnosis. Es siempre la misma y nunca
cambiará, mientras no cambie la situación Espiritual en que se encuentra el hombre y todo lo
que llamamos "creación" o "mundo". Las pocas veces que la Gnosis Primordial apareció
abiertamente en la historia, no lo hizo en su forma pura, sino adaptándose a las características
culturales e históricas del lugar y de la época. Por lo tanto, la Gnosis Primordial ha estado
siempre detrás de casi todos los sistemas teológicos y filosóficos que han sido tachados de
heréticos, prohibidos, perseguidos y forzados a ocultarse. Escudriñando en estos
conocimientos prohibidos, es posible recuperar las piezas necesarias que nos permitan
reconstruir la estructura completa de lo que es la Gnosis Primordial.”

Vemos cómo el conocimiento de la Sabiduría Hiperbórea no es solamente un intento meta-


histórico para resignar la sociedad humana y su destino, sino un camino propiamente
espiritual y esotérico que aspira como último objetivo, cuya teleología final apuesta por liberar
el ESPÍTU DEL HOMBRE ENCADENADO EN LA MATERIA. En efecto, y tal gesta titánica es
prácticamente imposible para mentes que no han traspasado y trascendido el mundo
puramente fenoménico, y peor aún, la visión psicológica de la existencia heredada y construida
a través de los siglos en la mente de los occidentales por parte de la Sinarquía de Sión, o lo que
es lo mismo, enfermos de PSICOLOGÍA JUDÍA. En tal diagnóstico, claro está, entra como pieza
ilustre el materialismo y el evolucionismo. Ahora bien y para ir finalizando este pequeño
escrito, limpiar la Sangre, o, mejor dicho, purificarla, es un proceso interno, mágico y místico
que solamente se comprenderá a cabalidad una vez estudiados a fondo las obras de Nimrod,
pero digamos que el camino recto para su consecución supone, en un enunciado muy
resumido y simple, en ir deconstruyendo en nuestras estructuras y sujetos psíquicos todo este
combinado torcido en la manifestación de la Gnosis (espiritualidad aria) a través de la historia
y cómo se la entiende. El virya que ha despertado en pleno Kaliyuga, donde toda la Tradición
ya se ve deformada de esta guisa y es muy difícil lavar tales suciedades e impiedades, debe
realizar un profundo análisis de todos sus contenidos subjetivos y particulares, de sus
creencias y hasta de sus más íntimas intuiciones anímicas, mediante la PURIFICACIÓN QUE
ASEGURA LA ACTITUD GRACIOSA LUCIFÉRICA ANTE LOS SÍMBOLOS SAGRADOS (sacralizados
como herencia genético-kármica y cultural), que es la vía del Honor y el Valor. Esta herencia
que es cultural, histórica, genética, etc., viene a “romantizarse”, como estancamiento
exotérico macroestructural, en la “postmoderna” concepción (porque se ha venido llamando
de forma antitética “tradición” a la historia del cristianismo) del NS cultural. Ya Nimrod nos
asegura que “hiede” a suprafinalidad para el olfato, agudo y delicado, del virya orientado todo
ese pomposo discurso “humano” que se viene lanzado como esencia de la “lucha antisistema”.
¿Acaso se niega que el NS combatió supestructuralmente por la “familia” y la “vida”, “la
sociedad”? Solamente se debe entender que hubo unos que se “fueron” en submarinos y en
“haneabus” hacia la “desaparición de la Historia”, mientras otros se quedaron en su
personificación humana dentro del relato micro-macrocósmico terrestre, es decir, el mundo
animal-homínido. Ya Nimrod nos previene sobre cualquier forma del “sentir” microcósmico al
estar fundamentado en el cuerpo astral o emocional (que mientras más “vibra” en armonía
con el universo-superestructura, más ensucia su sangre astral en relación con la pristinidad del
Símbolo del Origen):

“Debemos aclarar ahora que la angustia tiene su oscuro origen en el temor. Y ambos, angustia
y temor, son sentimientos, es decir, vibraciones del “cuerpo emocional” del pasú. El virya
despierto, para lograr la mutación de su naturaleza humana en superhumana y conquistar el
Vril, debe abandonar primero todo sentimiento, toda emoción. Luego de que obtenga el Vril
podrá CREARSE él mismo los TESTIGOS que necesita para exaltar su creación y, si así lo estima
conveniente, dispondrá de tantos sentimientos y emociones como quiera, sin límites,
SOÑANDO con universos enteros de EMOCIÓN, con mundos de poesía y de amor sin nombre.

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N. Minnesänger

Pero mientras se permanece en el universo del Demiurgo, debe tenerse presente que toda
emoción ES PRESTADA, proviene de las vibraciones de un cuerpo de energía astral, asociado al
cuerpo físico, diseñado para favorecer la EVOLUCIÓN DEL PASÚ. Por eso la Sabiduría
Hiperbórea enseña que “el miedo es un arma estratégica” y que “las emociones son el modo
más VISCOSO de la ilusión”. Toda emoción, el amor, el temor, el deseo, etc., es COMPARTIDA
con el Demiurgo porque es generada en un cuerpo formado de materia panteísta.”

La Limpieza de la Sangre por parte del Virya despierto, esto es, del ser mitad dios mitad
creación que ha recordado la “tesis fundamental de la SH” dentro de su sangre y,
consiguientemente, ha despertado al YO, supone el ir deconstruyendo todo este pantano
“ónticotemporal” y cultural que se ha inscrito “a egregor” limpio en la sangre astral (por ende,
en la Psique, especialmente dentro de la ESTRUCTURA CULTURAL) de los pueblos de viryas. Tal
operación de fundamental corte METAFÍSICO Y GNÓSTICO, amerita de un nivel muy superior
de sinceridad y entereza psíquica y, sobre todo, VOLUNTAD EGÓICA, pues es este elemento y
no otro que capacita con posibilidad cierta el enfrentamiento a todo símbolo psicoideo y su
trasfondo macrouniversal (Arquetipo), arribando así a la “Batalla Final Individual”, que es el
enfrentamiento supremo, el “Kairós” de la Liberación, contra el UNO-Demiurgo, en su aspecto
más absoluto y por ende real: la existencia. Para finalizar este breve artículo, leamos a Nimrod
por última vez:

“Cuando se realiza la crítica de la moderna cultura urbana del "Occidente cristiano" suelen
detallarse los "males" que ésta provoca en algunos individuos: la alienación; la
deshumanización; la esclavitud al consumo; la neurosis depresiva y su reacción; la
dependencia a diversos vicios, desde la narcosis hasta la perversión del sexo; la competencia
despiadada, motivada por oscuros sentimientos de codicia y ambición de poder; etc. La lista es
interminable, pero todos los cargos omiten, deliberadamente, lo esencial, haciendo hincapié
en males "externos" al alma del hombre, originados en "imperfecciones de la sociedad". Como
complemento de esta falacia se argumenta que la solución, el remedio para todos los males, es
"el perfeccionamiento de la sociedad", su "evolución" hacia formas de organización más justas,
más humanas, etc. La omisión radica en que el mal, el único mal, NO ES EXTERNO al hombre,
no proviene del mundo sino que radica en su interior, en la estructura de una mente
condicionada por la pre- eminencia de las premisas culturales que sustentan el raciocinio y que
le deforman su visión de la realidad. La sociedad actual, por otra parte, ha logrado judaizar de
tal modo al hombre corriente que le ha transformado -milagro que no puede ni soñar la
biología genética a su vez en un miserable judío, ávido de lucro, contento de aplicar el interés
compuesto y feliz de habitar un mundo que glorifica la usura. Ni que decir que esta sociedad,
con sus millones de judíos biológicos y psicológicos, es para la Sabiduría Hiperbórea solo una
mala pesadilla, la cual será definitivamente barrida al fin del Kaly Yuga por el WILDES HEER.”

Y muchos que hoy se dicen “NS” o “antisistema”, por igual. Añado yo.

1.https://drive.google.com/file/d/1Di5HEXQ5zjpcFrtUUQ0E1F2BFZc2u758/view?
usp=sharing

2.http://editorial-streicher.blogspot.com/2011/11/nicholas-goodrick-clarke-jorg-lanz-von.html

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